Tumgik
#hoy en las trincheras! mañana veremos.
manaosdeuwu · 5 months
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a veces me la pienso la de descargarme una app para encontrar gente pero después me acuerdo que soy un trolito trans y se me pasa
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akarankass · 4 years
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COVID-19
Qué hay de las malas decisiones
De aquellxs que se proclaman
Líderes mundiales.
Te dicen enemigo
No es que seas muy amigable
Pero tocaste a nuestra puerta
precisamente como lo que necesitábamos
Para sacudirnos un poco
Y dejemos de ser tan imbéciles.
Globalización acelerada
Tránsito aéreo embotellado
En dos minutos
La hormiguera recibió una patada
Datos falseados
Barbijos vencidos
Reacciones cutáneas
Presupuestos recortados
Y huelgas desoídas
Políticxs avisadxs
Hospitales enojados
Olvidamos desembragar
Y se apagó el motor.
Lxs que no tienen techo multadxs por la meritocracia
Lxs que sólo conocen fronteras
Lxs que sólo conocen guerras
Lxs que se emborrachan y pegan
Y lxs que se quedan.
Lxs que echan a enfermeras y homosexuales
De sus hogares
¡Que no vayan a contagiar de todas sus enfermedades!
Rápido se fueron afuera
Se fueron a la costa
Porque el mundo se puede caer
Pero bronceados con corona.
Bajeza a la orden
Visible
Ya no se disfraza ni se esconde. Eso es bueno.
Lloramos hoy
Más de lo que llorábamos ayer
El abandono de lxs viejxs
en cajas para viejxs
¡El abandono de ellxs no es de ayer!
La lucidez viene con el drama.
¿Yo la mala?
¿Que se ríe en tiempos de plaga?
Que se ríe sí pero con pocas ganas
De la Hipocresía, la reina
de la derrota
De la autocomplacencia de las manos rotas.
Observo la muerte
Ajena o propia
Sin condescendencia
Me anestesié
Yo ya no siento nada hace bocha
mi sequía shockea
pero yo ya volqué toda mi agua salada
mi cuerpo quedó como fruto seco
verdura deshidratada.
 Creamos el virus
Por imbéciles
Contagiamos el virus
Por imbéciles
Seguiremos contagiando
Por imbéciles
Moriremos imbéciles
Imbéciles confinadxs
Imbéciles miedosxs que exageran
Imbéciles temerarixs que ningunean
En esta tragicomedia
los gobernantes tienen que ser
como siempre
Los únicos imbéciles que nunca caen.
Ojalá los animales se despabilen
Reconquisten
Los espacios que antaño eran de ellos
Y ante el clarísimo hecho
De que el planeta anda bien sin nosotros
Sintámonos tan imbéciles
Contraproducentes
Que perdamos toda energía de seguir con las boludeces
¿Quién no ve?
La evidente relación
Entre el virus y la polución
Entre nuestra especie enferma  
Y la sanación de la Tierra.
La biodiversidad descansa del óxido de azoto.
Sos el antibiótico contra la peor plaga jamás vista…
La que se viste
de humanista.
Acríticxs antes del virus
Se viraliza la autocrítica
Yo no me quejo de los demás más de lo que yo soy capaz
Pues hija de Humanidad
También lo soy de Rigor.  
 Catástrofe malthusiana
Salve Sapiens Sapiens,
Usted se muere.
Cantidad y no calidad
El capitalismo se cobra
No puede por las buenas
Le tocó por las malas
lxs que invaden el espacio son luego desterrados
Somos demasiadxs
Eso quién no lo sabía
Imbéciles para siempre
pero por lo menos menos.
Yo sólo hablo desde mi instinto de supervivencia
Filántropa decepcionada
Misántropa preocupada
por lxs hijxs traídxs en esta vuelta.
La fealdad se combate con belleza, dicen
Y cobra sentido vivir en medio de una guerra eterna
El miedo se va cuando la cantante canta en la trinchera
(está de temporada el vocabulario bélico, mea culpa)
La Mona Lisa sonríe
Entonces se soporta la miseria
Cuán bella
Debe ser esa belleza
Para que sopese todo el sufrimiento que la rodea
Este mundo es una mierda
Además durará poco
la esperanza se apoya en los hombros de la progenitura
Proclamada heroína de la desventura.
No
No salvará nada
Porque como nosotrxs
Tendrán que traer comida a casa
Usar computadoras
Zapatillas Nike
Y licuadora.
Porque no tendrán tiempo
Porque el tiempo jamás sobra
Salvo excepción a la regla
En tiempos de pandemia
Pero hasta eso también se acaba.
Retomaremos
Nuestras viejas costumbres
La de olvidarse de sí mismx
Hay que traer comida a casa
De la forma que sea
La comida que sea
Quizás un murciélago de cena un pangolín de almuerzo
¡Eso es cosa de chino!
Pero creo que los chinos son humanos también
Total ya tendremos vacuna
Le ganaremos a la naturaleza, Again.
 Avant-goût del apocalipsis que se acerca
Y se hace más palpable
A Pandora la tenemos vigilada
Mientras agrandamos la pandilla.
La cifra aumenta, cada día
Perdemos calorías
Caras entristecidas
Discursos compasivos
Minutos de silencio
(¿Los koalas se comen?)
Y con cara de entierro
Esperamos el cambio de los demás
Como si nos fuera ajeno
Postergación del deseo
La revolución no la veremos en vida ellos decían
Pensamiento obsoleto
Autoboicot redimido si se aprovecha el cataclismo.
Y quién no ha pensado
Que la solución china a la pandemia
Se debe a su dictadura
Su pueblo doblegado
¿organizado?
¡La imbecilidad no se cura con mano dura!
Y los democráticos
que dan razón
a los catedráticos del autoritarismo
Qué pretenderán enseñar ahora las teorías políticas fundamentadas con historia.
¡Epicentro por indisciplinados sin autocontrol!
 El exterior se vuelve hostil
salgo y temo cruzarme de repente por ahí un covid
un cana
un reptil
Confinados nadamos entre ansiedades
Que hoy me quejo de vos por aquello
Que mañana te quejás de mí por ello
Que explota afuera y también adentro
Por dentro
Que me doy cuenta de que no te soporto
Que me doy cuenta de que otros se soportan menos de lo que nos soportamos nosotros.
¿Cuándo se acaba esto?
Estoy tanto tiempo conmigo misma que me asusta
Qué más voy a seguir viendo de lo que me dedicaba a negar.
El tiempo sobraba y ahora se hace largo
Exploto yo y también otros
Y esta sacudida amigo
Ya no sé si te la agradezco tanto
Molesta el encierro
No, no tanto eso
Sino ese espejo que no deja de mirarme
Necesito tomar aire
Envenado sí, pero ya estoy acostumbrada.
Joggin de no rutina
Es que siento cosquilleo en la rodilla
Porque el esto
Porque el aquello
Que el bronceado
Y la Nintendo moriremos por egoístas
sobreviviremos por casualidad.
Poco a poco el desafío se nos impone
vivir simplemente sin consumir necesidad
empatía solidaridad
y darse cuenta
que ni el papel higiénico
ni la birra
son necesidades básicas
Que mi impresora se rompe ¡justo ahora!
La fatalidad me obliga a volver a la hoja y la pluma
Y en un quejido súbitamente reprimido
Me reconecto una vez más con la sencillez de las cosas.
Disfrutemos
Mientras tanto
Del canto de los pájaros a la mañana
Del canto del vecino
De clases de fitness sobre los techos
De las especies en vías de extinción apoyadas en el balcón
De las conversaciones de balcón a balcón
De tener balcón
De sentirse como si no estuviéramos en conglomerados
Y empezar a conocer gente de formas no tan improbables
Conectando
Que lo que sucede no es horrible
por lo menos digamos que tiene un buen lado
El silencio invade las calles
Hacer fila ya no me causa tanto estrés
hoy no tengo mejor pa’hacer
La carótida al ritmo de las nubes
Y ya no del reloj.
Cuánto hacía
Que la prioridad no era lo que unx desea
Pa’ qué me lavo el pelo
Pa’ qué me corto esos pelos
Por qué no me corto yo el pelo
El mundo me deja en paz un rato
Me quedo en mi cueva
Pinto algo rupestre
Y cuestiono mi época
Mi conclusión
Es que nada vale tanto la pena.
Non tornaremo alla normalità
Perché la normalità era il problema.
 Pelis a disposición Pizzas regaladas Fitness compartido
Es una pena que lo “gratis” sólo acompaña la urgencia
Pues quizás la palabra no sea la adecuada
Las connotaciones moldean.
Que es así sólo porque urge, decís.
Pero así es porque es posible que así sea
El desafío se está imponiendo
y nos está gustando
Pues quizás no sea mala idea
adoptar ciertos gestos de esos que en tiempo de mercantilismo son mal vistos
Que la lección se aprende padeciendo pandemia
El trabajo es pasión
Y no necesidad de ser reconocido.
Porque ya no tengo tiempo
Sino sólo para el tiempo mío.
Disfruto del compromiso de los demás
y doy yo lo que tengo
con un poco de bronca, y mucho desempleo.
Con una humilde pretensión de redefinir la libertad
esa que llaman económica
esa libertad que venden
y que compramos alienados en Mercadolibre
quizás la libertad no sea sino la oportunidad de imponerse sus propios límites
la que confía en nuestras capacidades adultas
a riesgo y peligro -la imbecilidad es un virus sin cura-
De identificar nuestra responsabilidad
Sin necesidad de burocracia policía
Una libertad de acción y decisión
Su límite, la autolimitación
Porque no hay estado de guerra
Porque no hay desconfianza y competencia
Porque si las hay, no son ellas las que rigen nuestra esencia.
Y me fui por las ramas.
Por dónde andaba
Es que en esta sobra de tiempo
y carencia de espacio
rehago el mundo
ahogada
en mi laptop.
 La cadena de producción funcional hace caso omiso
De quienes
Entendimos que son los dignos de ser aplaudidos
Lxs del servicio de limpieza
Lxs que se arriesgan a irse con la marea
Hagamos camisetas con sus apellidos
Saquémonos fotos y pidamos autógrafos
Entre tanta miseria mental
Algunxs todavía mantienen a los humanxs en su carácter de humanidad.
Que por el ingenio de algunos y el compromiso de otros
Todxs juntxs somos algo más
Que sólo carne y hueso y codicia
Podemos aspirar a eso que la especie nuestra tanto se jacta –el progreso
Pues de todas nuestras versiones
saquemos la mejor
La que saluda a sus vecinxs
La que sólo se preocupa de llenar la despensa y de nada más
Se viene el nuevo orden mundial
Reprogramemos el campo electromagnético
y ya no por el 5G.
 Estimado,
Te tengo un último pedido
Tratá apuntar al rico
Subsaná como puedas
El intento históricamente fallido
De redistribuir las riquezas
Perdoná a África y América
Y me veo pidiéndole
más a un gen que a una neurona.
Te digo gracias igual,
Por hacer tambalear el sistema
Se cae la Bolsa
Pasaremos por el aro
Llevate a Bolsonaro
A algunos que sobran
Santiago Abascal
Javier Ortega.
Humano, hoguera. Tu lección es clara:
¡Acá no se discrimina!
 Observadora fascinada
Del fenómeno social inédito
De este hito histórico mundial
De la condición humana
Constatar lo previsible de su naturaleza indefectible
-Aviso: cuidarse de los laboratorios y los animales no se comen-
¡No hacen caso!
Sentimiento reconfortante
Aunque por ahora parece ganar la muerte.
Sentada
Al balcón de mi ventana
Observo cómo los humanos se la rebuscan para salvarse.
Abandonar el confort
o no hacerlo
Quedarse en casa suena a sacrificio a los oídos
Los esquemas de las habitualidades son difíciles de romper
Donde está la razón
Donde está la emoción
Que siempre le toca a lxs demás pero jamás a unx
Si el instinto de supervivencia es innato
No se me explica la autodestrucción.
Qué somos
Un poco más que nada
Si no activamos ninguna de nuestras armas
Cavamos nuestra tumba
muertos mientras vivos
Y a la conciencia ni cabida
Zombies
Eso
Algo más que nada
Y si la vida es algo que se merece…
Who knows
Las respuestas a nuestras dudas florecen
En un acto trágico-poético
De hallar el sentido existencial
Sólo un instante
Antes de nuestra fecha de caducidad.
Disfrutemos reflexivamente del espectáculo,
Amen.
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Crónicas de pandemia
Tumblr media
Por Lorena Bermejo* (Ciudad de Buenos Aires, Argentina)
Marzo 
Semana 1
¿Cuántas veces al día decís no tengo tiempo? A mí, de tanto pronunciarlo, se me volvió costumbre. No puedo escribir esto porque no tengo tiempo. Una vez, hace no tanto, el tiempo me sobraba: y es que hay lugares en donde caben más horas en un día. Acá, en cambio, la urgencia, la coyuntura, la agenda, el mundo apurado, y los trenes que se pierden constantemente. Una vez hubo tiempo, y esperaba ese tren que pasaba una vez en la vida, ese que "si no te subís, fuiste" y, entonces, llegás a la estación principal y hay muchos trenes y vagones y boletos, pero hay que elegir. Y para elegir hace falta tiempo. ¿Cuántas veces al día mirás la hora? No es sólo simbólico el tema de los números, el control de los minutos, la costumbre de fichar. Sabemos que existió un mundo en el que el tiempo no lo estructuraba todo. Volver a nombrarse en ratos, en indicaciones difusas, en noches a las que le siguen mañanas sin despertador. Ir contra el tiempo ¿una necesidad, un acto de rebeldía? Al menos preguntarse sobre la posibilidad de olvidarlo, descartar la forma capitalista que encarna en el reloj: una teoría para justificar las llegadas tardes.
Semana 2
¿Qué es estar presente? No desestimo ningún movimiento. No supongo ninguna evidencia. La quietud de los cuerpos crea sistemas atentos: cualquier acontecimiento puede ser interesante. Es todo lo que en la vida cotidiana, colectiva pero individualizante, no supimos reconocer. Que nos riamos de la paranoia no quiere decir que no formemos parte, que no tengamos miedo. Reírse, como llorar, puede ser mecanismo de defensa, intento de protección, reírse es también estar presente. ¿Cómo pensás vos que una persona está presente? Hace dos años, en Granada llovió durante un mes y la ciudad estaba deshabitada: no había trabajo, los pocos turistas que llegaban se escondían en los techos bajos de las teterías. Y había que quedarse en casa. Si el aislamiento asfixia, la risa airea, expande los poquísimos metros de departamento. ¿Qué es esta humanidad que enciende el motor, acelera, y acelera para después estamparme el éxtasis de un portazo? Probablemente las mil hipótesis del significado del virus tengan puntos en común, y es que necesitamos anclar significados, conectar ideas, tener razones para hablar: al menos sé que eso no se nos escurre entre tanta confusión. Puede ser que sea tiempo de aprender a lidiar con la incertidumbre.
Semana 3
"Espero que después de esto volvamos a la costumbre de saludarnos con un abrazo". El panadero, apoyado sobre el poste de luz, charla con la portera del edificio de al lado. "Despuntando el vicio", dice, como justificando la conversación. De adentro del local sale su hermana, que terminó el turno de trabajo. No sé si alguna vez el abrazo estuvo tan candente en la agenda, presente en las conversaciones, protagonista de las notas de opinión. Dicen algunos que el cambio va a tomar el rumbo de la virtualidad, de la distancia. ¿No somos ya lo bastante ciborgs como para creer que eso es un cambio? Como siempre, además del camino principal, hay senderos que se desvían. Algunos van al refugio de siempre, otros llegan a lugares nuevos. El nerviosismo general y la psicosis ¿no son virus expandidos por el mundo? ¿Cuánta gente muere por estrés, por soledad, por ansiedad? La falta de trabajo, la acumulación infinita en las cajas fuertes de los dueños de los supermercados, que ahora aprovechan para hacerse los mangos mientras otros reducen puestos de trabajo y se guardan en sus departamentos, ¿no mata, no contagia? ¿Qué se aplaude en la Ciudad cada día a las nueve de la noche? Nos morimos de muchas formas, todo el tiempo, pero eso no es noticia. Si vamos a parar el mundo, espero que sea para despertarnos mejores. A veces hay que alejarse para notar la falta, la potencia de lo que teníamos ahí nomás y no nos dábamos cuenta. No es solo la costumbre del abrazo, sino una bandera de afecto lo que nos haría falta para curar las sequedades del aislamiento social: no ir a buscar a tu novie y encerrarse a los besos, sino salir a la calle y pensar a quién le falta ese cariño que el capitalismo de la virtualidad nos arrebata todo el tiempo.
Semana 4
La del quinto vigila nuestros movimientos: sabe qué tiramos en la basura y en qué horarios nos tomamos el ascensor. Desde que estamos en el encierro descubro cámaras. Hay en la calle y hay en los paliers de los edificios, pero también hay en los autos de la policía y en las manos de todos, ahí, en ese rincón en el extremo del celular. ¿Para qué usamos las cámaras? La del quinto restringió la terraza para los departamentos con balcón, y aunque el frío del otoño se haya puesto intenso, todavía hubiera querido subir una vez más: sentarme ahí donde apenas llega la luz y se ven las ventanitas iluminadas y los colores que van y vienen de cientos de televisores. Como en Instagram pero de verdad. Porque hay que volver, todos los días, a eso que es de verdad, el viento y la capucha, la risa de un amigue, la piel que se eriza con otra piel. Todo eso que queda del otro lado del mapa y solo existe para extrañar. No vaya a ser que nos acostumbremos (qué fácil es) a esto de las máquinas y de la soledad. ¿No te digo? Hay ojos por todos lados, un panóptico que se expande. Es que no son solo las cámaras, hay bocas que denuncian, ojos que juzgan, señalan, condenan. Parece que en algunes el tiempo libre deja espacio para desplegar el odio, la individualidad. Aunque no estemos en la misma ¿no te das cuenta de que todes estamos haciendo lo que podemos?
Abril
Semana 1
Sueño detallado y extenso. Una vez escuché que los sueños nunca duran más de una hora, pero ya se dijo por acá y por allá, y mucho más durante estas últimas semanas: el tiempo es elástico y cambiante. Yo me despierto como si hubiese soñado durante toda la noche, o esa parte de la noche en la que logro dormir. Los detalles de la escenografía no son casuales: en los sueños aparecen lugares que conozco, personas que recuerdo bien. Primero era el insomnio y ahora la rareza de los sueños: ¿de qué se trata este fenómeno nocturno? ¿es colectivo? En varios chats aparece la pregunta por los sueños, o directamente los relatos. Si antes soñaba con lugares superpuestos, con encuentros imposibles o ciudades desconocidas, hoy experimento lo cotidiano en ese lugar de la inconsciencia: veo a mis amigas, tengo una cita, voy al trabajo, ando en bicicleta. No hay extravagancias ni pasadizos exóticos con criaturas sobrenaturales. Parece que, para eso, alcanza con las series y los libros. ¿Tanto es el deseo por la rutina? 
Semana 2
Le busco sentidos al aislamiento porque no quiero abandonar nunca el desafío semiótico. En la nube virtual de contenidos, necesito aprender a mirar. Hace unos años en el cine, antes de que comenzara la película, entregaban unos lentes 3D. Creo que tenía 8 o 9 años. Una vez, en medio de la peli, me saqué los lentes. Quería comprobar que no fuera un efecto placebo y, aunque la trama se entendía igual, se perdían los detalles. Más adelante me pusieron lentes de contacto, y también probé mirar sin la ayuda del aumento que me normaliza la visión: prótesis con las que convivo hace más de quince años. En los mensajes fragmentados de las redes sociales, intento descubrir el sentimiento general. Me gustaría usar los lentes 3D por un rato y entender el panorama que impera en el mundo, por fuera de la confusión interna que cada día intento desenredar. 
Semana 3
¿Quienes son lxs otrxs? ¿Dónde están? ¿Cómo eran sus caras? Desde el encierro escucho mil veces un mismo disco, miro una y otra vez fotos, leo y releo las palabras de las oraciones (las propias, las ajenas). Me doy cuenta de la obsesión y la profundizo, como si en la intensidad estuviera cómoda. ¿Cómo me administro a mí misma cuando me canso de verme? Ayer me dijeron: existimos porque existen los otros, ese es el sentido de la vida. El tipo que hablaba no era psicoanalista sino ingeniero, pero creo que cuando unx pasa los 80 años de vida hay cosas que deben entenderse, más allá de la profesión. Hay un cartel virtual que dice: si te curaste, doná sangre. Existimos porque existen los otros. Las conversaciones se cruzan, se conectan. ¿Estamos siempre hablando de lo mismo? Vuelve el disco y el libro: quizás es una época de trincheras más que de creación y autoconocimiento. Refugios para sobrevivir en el mientras tanto que no sabemos cuánto dura. Mientras tanto: más de 40 comedores desabastecidos en un barrio, 7 mil adultos mayores en condición de vulnerabilidad, médicos que trabajan presionados por empresas. Faltan insumos, falta control, falta libertad. ¿Falta mucho? Me siento repetitiva en palabras y en pensamientos, sin embargo, los días son diversos, no se parecen en nada. Vamos más de un mes y hay quienes festejan el logro. ¿Y después de la pandemia? Veremos. O mejor, espero, nos veremos. 
Imagen: Lorena Bermejo
*Estudiante de Comunicación Social en UBA, periodista.
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