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burningslowrp · 27 days
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burningslowrp · 27 days
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basic information.
› FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO. 30 de octubre de 2001, en Oxford, Inglaterra.
› PROGENITORES. Milles y Joanne Kerridge.
› ESTUDIOS. Biología.
› TRABAJO. Camarera en The Crown & Anchor (pub inglés).
› ACTUAL RESIDENCIA. Oxford, Inglaterra.
› SIGNO DEL ZODIACO. Escorpio.
› TIPO SANGUÍNEO. 0-.
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burningslowrp · 27 days
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love pills and whiskey more than you loved me, pint after pint, erasin' our memories.
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burningslowrp · 27 days
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burningslowrp · 27 days
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storyteller.
It was easier to ignore the ache despite the way it festers than to notice and find out that a bandage was nowhere to be found.
Nada genera mayor conexión que saberse presas potenciales de un depredador común —llámalo miedo, tristeza o soledad.
Las frías calles adoquinadas del centro histórico de Oxford parecían robadas de un cuento de Dickens. A las dos de la madrugada, y al amparo de la empobrecida luz artificial que arrojaban las farolas funcionales de aquella calle ambientada en tinieblas, cualquier sombra era capaz de convertirse en monstruo.
Intercalado con el ritmo pausado de unos silenciosos pasos vagamente inseguros, el sonido del chocar metálico de las llaves que llevaba danzando en su mano le ponía banda sonora a su vuelta a casa; fea e imprudente costumbre de anticipar su llegada, una que ni su hermano había sido capaz de arrebatarle antes de perder la vida.
Pensar en Caden era darse cuenta de que ya no estaba. Ni él, ni su chispeante sonrisa, ni sus cabellos castaños y alborotados, ni tampoco esa explosión efervescente de chulería y arrogancia; como quien sabe que aún sin tener mucho de nada, sería capaz de poseerlo absolutamente todo si tan solo se lo propusiera.
Criados por una madre soltera que se deslomaba para sacarlos adelante, Faye siempre daba gracias porque el abandono de su padre fuera la máxima expresión de desgracia familiar que acunaron los Kerridge. Ni siquiera el bochornoso y peligroso episodio del novio número tres de su madre, que intentó colarse en su habitación cuando tenía quince años pasada la media noche, era capaz de desmerecer una buena infancia y una más que aceptable adolescencia.
Hasta que Caden se fue. Y en su lugar, un vacío enorme se comenzó a extender en su pecho, cuarteando como si fuera cuero de mala calidad cualquier brizna de calidez que pudiera albergar; cualquier gramo de sentimiento de inusitada felicidad que estuviera dispuesto a alejar aquella oscuridad que la visitaba en noches alternas, con intención de devorarla.
No, Caden ya no estaba, y ni siquiera los esfuerzos constantes de su familia por recordárselo eran tan implacables como la certeza de que sus ojos, curiosos y desbordantes de vida cuando la tenía, ya no volverían a vislumbrar otro amanecer.
Pensar en su hermano siempre traía consecuencias, pero también recuerdos. Abocaba promesas que se hicieron cuando eran pequeños, y ya no tan pequeños. Cuando le juró que dejaría el ballet porque ya no le llenaba, y acabó dándose contra un suelo de madera que le machacó la rodilla. Lo dejó entonces, claro, y después llegaron como en oleadas a una playa todas aquellas emociones por abrirse un nuevo camino.
Matricularse en la universidad le salió caro, pero ahora tenía un propósito. Y después de haber perdido a las dos mitades de las que creía compuesta su alma, más le valía tenerlo si no quería acabar en el fondo de un agujero oscuro e inerte.
La cerradura de su piso de alquiler se abrió tras un familiar quejido. Se deshizo, nada más entrar, de sus botas, su abrigo y de la amalgama de estupideces que había tenido que escuchar durante su turno aquella noche en The Crown & Anchor, sacudiéndose casi literalmente las ganas que tenía de incendiar aquel sitio con todos aquellos capullos borrachos dentro, justo antes de recordar que precisamente las propinas de aquellos capullos borrachos formaban parte de su sustento económico.
Horus, el perro con el que compartía casa, cojera y cansancio, se removió en su cama tras haberse percatado tardíamente de su sigilosa llegada. Rescatado de una perrera en la que tan solo era un número más en la lista de espera de la muerte, ahora vivía la vida que de verdad se le había prometido, como ser sobre este planeta cuyo único pecado había sido nacer y acabar en manos de gente sin escrúpulos.
Atravesó la corta distancia hasta el baño y encendió la luz. Sus nudillos se tornaron blanquecinos cuando agarró con fuerza el lavabo, mientras miraba el reflejo que el espejo le devolvía. Observó entonces, como cada noche, que quienes le devolvían la mirada eran un par idénticos a aquellos curiosos que no volverían jamás, por mucho que ella deseara, a ser espectadores de un nuevo amanecer.
A las dos de la madrugada, en la muy tenuemente iluminada Oxford, cualquier sombra era capaz de convertirse en monstruo. Y en aquella habitación, bajo la luz que cubría cada rincón, se escondía el peor de todos ellos.
Ahora sé cómo deben sentirse los monstruos —temerosos, tristes y tremendamente solos.
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burningslowrp · 27 days
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burningslowrp · 27 days
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more about her.
› Fue diagnosticada con diabetes tipo 1 hace dos años, posiblemente heredada de la rama paterna. Los inicios de la enfermedad fueron caóticos y tuvo que permanecer hospitalizada hasta un par de meses. Ahora tiene la enfermedad bastante controlada y utiliza parches de insulina que se coloca en el brazo, o en el abdomen cuando quiere ocultarlo bajo la ropa.
› Cuando tenía 17 años se rompió el ligamento cruzado anterior, por culpa de una mala caída durante una función con su compañía de ballet. Tuvo que apartarse de una disciplina que la apasionaba, pero que ya hacía tiempo que no sentía con la misma intensidad que al principio.
› La muerte de su hermano, cuando tan solo tenía 16 años, la dejó hecha polvo. Eran mellizos, y en su caso, era verdad todo eso que se dice sobre los mellizos. Lo compartían todo, y después del accidente, ya no volvieron a poder compartir nada en absoluto. Faye constantemente finge estar bien, porque sabe que es lo que él querría, y procura que no se le noten los episodios de tristeza que la asolan, sobre todo, cuando se acerca el aniversario de su muerte.
› Tiene un perro de un año y medio llamado Horus. Es un cruce de labrador que rescató de la perrera hace unos meses. Al principio no se llevaban muy bien y él no hacía más que destrozarle absolutamente todo (más aún cuando se quedaba solo en casa). Ahora, tras unos cuantos meses, han desarrollado un fuerte vínculo.
› Ávida lectora. Le encantan los thrillers, pero en realidad se bebe cualquier tipo de novela que se cruce en su camino. Últimamente no tiene mucho tiempo para leer, así que aprovecha las horas muertas en el trabajo, o en cualquier otra parte.
› Sale a correr un par de veces a la semana, más o menos, por hacer algo de ejercicio. Sin embargo, debido a la lesión y a la diabetes, intenta no hacer muchos sobreesfuerzos físicos.
› Es brutalmente sincera y honesta, aunque siempre tiene cuidado de no herir los sentimientos de la gente, porque también es impulsiva y en ocasiones carece de filtro. Se podría decir que su lengua actúa por cuenta propia y después es su cerebro el que la regaña.
› A veces malhablada, pero es por culpa del entorno en el que se ha criado, y sobre todo, del ambiente en el que se mueve trabajando. Los pubs de Inglaterra son todo un ecosistema que habría que estudiar.
› Romántica, que no enamoradiza. No le cuesta crear vínculos, pero sí confiar plenamente en alguien como para cruzar esa línea que separa la amistad de algo más.
› Le encanta la lluvia, el olor a humo, a tierra mojada y a canela. Su comida favorita son los canelones, pero en general la italiana (aunque, por otra parte, ama el sushi). La música no solo suele tranquilizarla, sino también alegrarla. Cuando tiene un día malo, busca refugio en sí misma. 
› Odia que la subestimen, que le mientan, que no la tengan en consideración o que no tomen en cuenta aquello que dice o demanda. También odia el sabor de las cosas ácidas, como el limón o los pepinillos en vinagre. 
› No baila desde hace seis años, siete meses y once días.
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burningslowrp · 27 days
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𝑡wo bodies riddled with scars from our preteens, intertwine in a car's dirty backseat and stare at a drive in screen.
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burningslowrp · 27 days
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