Tumgik
chiquititamia · 5 hours
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chiquititamia · 8 hours
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I decided to be nice to my favorite people 😏
Here you go - THE REAL SCENES
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(INFO: The scene is not cut in the end. I mean, it is... but she starts to SCREAM because someone is watching 😂 The scream is annoying so I cut it there...)
Edit: the scenes are from the movie "9".
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chiquititamia · 2 days
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holii, vi que estabas abierta a escribir sobre Felipe y se me ocurrió esto 🤭, pensás que Pipe tendría un size kink? es que es re alto y solo me lo puedo imaginar aprovechando lo grande que es para intimidar a su pareja 🫠 Amo tus escritos y pense que vos desarrollarías esta idea de la mejor manera💗
+18! Roommate!Pipe <3
Felipe parece hacer lo imposible para complicarte la vida: colocar tus pertenencias en sitios que no lográs alcanzar, colmar el tendedero con las camisetas del equipo de fútbol que le gusta, el constante manspreading al sentarse en el pequeño sofá de la sala, pasearse en ropa interior permitiendo así ver sus muslos musculosos y el contorno de su miembro (que incluso flácido, es más que prometedor).
También tiene la horrible costumbre de ser dulce en extremo y demostrar su cariño a través del contacto físico, sus grandes manos siempre acariciando tu cuerpo de manera inocente y sus dedos tocando tu cabello en momentos inesperados. Intentás controlar la forma en que te hacen sentir su personalidad y el contacto de su cuerpo con el suyo, pero es complicado...
No, no es complicado, es imposible decidís cuando lo ves entrar en la pequeña cocina que comparten. Lo ignorás y continuás con la tarea de alcanzar tu taza favorita porque, como suele suceder cada vez que él se encarga de guardar la vajilla, Felipe volvió a colocarla en el estante más alto.
-¿Qué hacés?- pregunta con fingida inocencia-. ¿Por qué no usás una silla?
-¿Por qué no me la pasás vos, que sos el que la dejó ahí?
Estás a punto de voltear, de mal humor y harta de la situación, pero te detiene su mano rodeando tu cintura y el calor de su cuerpo contra tu espalda. Cuando te acorrala contra la encimera y estira su brazo para tomar tu taza sentís su bulto chocando contra tu espalda.
Un gemido escapa de tus labios y apretás los párpados con fuerza, tan avergonzada como para desear que la tierra te trague. Felipe no dice nada pero oís la manera en que traga saliva antes de alejarse.
Te mantenés en silencio, petrificada hasta que desliza la taza sobre el mármol... volviendo a rozarse contra tu espalda. Un escalofrío te recorre y él toma tu cadera entre sus manos, acortando cualquier distancia y suspirando cuando vuelve a sentirte.
-No te gusta dónde dejo tus cosas pero te gusta usar mi ropa- reprocha, aunque a juzgar por su voz dirías que le divierte-. Las camperas, la remera del mundial, el bóxer que me desapareció...
Te obliga a voltear y observás casi en trance la forma en que su mano se desliza lentamente entre su piel y su ropa interior, bajando la prenda para descubrir su miembro. La palabra grande no es suficiente para describirlo y son tentadoras la vena que recorre su extensión y también su punta ya húmeda, que parece pedir tu atención a gritos.
Con la respiración entrecortada tomás entre ambas manos su miembro, tan grande como para que tus dedos no se toquen al rodearlo, y él arroja la cabeza hacia atrás cuando comenzás a masturbarlo.
-No va a entrar- lamentás.
Se atreve a besar la comisura de tus labios y el gesto resulta tan natural como la sonrisa que tira de sus labios.
-Yo voy a hacer que entre...
No estoy para nada convencida de este drabble, siento que no le hice justicia al dulce de Pipe, pero igualmente espero que lo disfruten mucho ♡
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chiquititamia · 3 days
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No he podido evitar el rebloggeo
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A legenda é com vocês
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chiquititamia · 4 days
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Essa foto aqui... Ela tá servindo como alimento para minha mente delulu e fanfiqueira, pra liberar a próxima escrita 😵‍💫
As atrocidades que tô pensando a essa hora da manhã
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chiquititamia · 4 days
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“I'm going to tell you the names of the boys. Can you hear me?” “Loud and clear. Just repeat each of the names twice, please. Each name twice.”
LA SOCIEDAD DE LA NIEVE | SOCIETY OF THE SNOW (2023) dir. J. A. Bayona
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chiquititamia · 5 days
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lu ayudame estoy ovulando y solo puedo pensar en kuku (como la persona tan perceptiva que es) notando ya sea indirectas o toques medio 'inocentes' de parte de su pareja, que no tiene el coraje y/o atrevimiento de decirle directamente lo que necesita, entonces solo se limita a darle señales
(plot twist kuku la ignora hasta que ya no puede mas y cuando porfin le da atención lo hace re mean dom 😭)
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+18! Mean Dom!Kuku para la más linda ♡
Esteban lleva el registro de tu ciclo mejor de lo que vos podrías, pero en realidad no le hace falta porque reconoce los signos a la perfección. Los cambios en tu humor y aumento de energía se presentan puntuales, pero en caso de que estos se ausenten siempre puede deslizar sus dedos entre tus piernas y comprobar así que te encontrás en tu fecha fértil.
Adora despertarse por la noche y fingir que continúa dormido mientras oye tus gemidos amortiguados por la almohada o tu mano, casi siente ternura al pensar que estás tan desesperada como para desobedecer sus reglas en lugar de perturbar su sueño. Decide entonces que tu castigo no va a ser el de siempre.
Cuando te despertás por la mañana para preparar café y llevárselo a la cama tiene que recordarse una y otra vez que ignoraste sus reglas y que el desayuno es claramente un intento de librarte de culpas... Le es difícil resistirse cuando besás su cuello y siente tu mano rozando su miembro erecto y palpitante, pero pretende no notarlo y abandona la cama.
-¿Qué pasa bebé?- pregunta cuando te sentás a su lado horas más tarde, tu cuerpo a milímetros del suyo en el amplio sofá-. ¿Necesitabas algo...?
Negás avergonzada, pero también porque no creés merecer que él se encargue de satisfacer tus necesidades luego de tu pequeño acto de rebeldía durante la madrugada. Comienza a masajear tus muslos y sujetás su brazo en un inocente gesto de apego, guiando su mano cada vez más cerca de tu entrepierna con la esperanza de hacerlo caer en la tentación.
Su pulgar se desliza sobre tu piel sensible y sus dedos se deslizan entre tus muslos para masajear el interior, ilusionándote por un breve instante. Se aparta y cuando se pone de pie dice algo sobre realizar una llamada, lo cual resulta extraño considerando que olvida su celular entre los cojines del sofá.
Con el pasar de las horas crece tu desesperación, hasta que decidís aprovechar el momento en que Esteban está en la ducha para tomar el pequeño vibrador de la mesita de noche. El placer nubla tus sentidos y no te permite percibir el momento en que el agua deja de correr, tampoco escuchás la puerta del baño o sus pasos aproximándose.
-¿Otra vez...?
Su voz te sorprende y por una fracción de segundo considerás fingir total demencia, lo cual sería una buena idea de haber utilizado sólo tus dedos y no un objeto cuyo sonido es delator. Te mordés los labios y cerrás los ojos para no ver su expresión de decepción.
-¿Te pensás que soy boludo?- tira de las sábanas que ocultan tu cuerpo y su expresión se endurece al ver tu mano aún dentro de tu pantalón-. No me dejás dormir y ahora no me puedo ir a bañar tranquilo porque también te tocás sin mi permiso, ¿tan necesitada estás?
Gemís involuntariamente y te arrepentís de inmediato cuando te despoja de tu ropa en un fugaz movimiento, el vibrador rodando por el colchón y cayendo al suelo. Separa tus piernas con fuerza hasta que el ángulo provoca que tus músculos protesten... y entonces recurre a la típica sesión de spanking, pero esta vez atacando tus pliegues humedecidos y tu clítoris.
Entre sollozos implorás por su perdón.
-No quería, no...
-Entonces no lo hubieras hecho- pronuncia esas palabras entre dientes y baja su ropa interior lo suficiente para liberar su miembro-. Pero sos caprichosa, ¿o no?
Su palma golpea tu mejilla cuando negás.
-Siempre lo mismo- reprocha, lubricando la punta de su miembro con la excitación que mancha tu intimidad y tus muslos. Hace caso omiso a tus gritos y tus súplicas cuando se desliza en tu interior con una sola estocada-. Sos una putita, ¿no?
Lográs pronunciar un único sí con voz quebrada, sus movimientos brutales son casi abrumadores y no estás segura de qué provocarán primero: un orgasmo (y no el tuyo) o una dolorosa sobre estimulación.
-Mi putita- susurra antes de besarte con fuerza, sus dientes colisionado con los tuyos y sus embestidas provocando que tu cuerpo se sacuda sobre las sábanas.
Espero que disfrutes la lectura ♡
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chiquititamia · 5 days
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"THE SCENES"
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edit: an extra 😏
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(I hope I didn't forget anyone)
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chiquititamia · 7 days
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¡hola! antes que nada escribes muy bien, y fui fan de tu trabajo pasado, sigue así🫶
queria pedir algo de rough angry sex con enzo🫣después de una discusión!!
holii, aparezco gente, gracias por tus comentarios bonitos anon🫶 espero esto les guste 😪
kiss and make up☆
(one shot)
ADVERTENCIAS/TAGS🗯: enzo vogrincic x reader, smut, rough sex, fingering, kinda mean enzo(?), hair pulling, cum swallowing
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todo empezó por una mandarina.
o bueno, eso creyó enzo al principio.
desde que despertaron ambos en la mañana, el mayor pudo notar que tus ánimos no eran los mejores. apenas dándole los buenos días te dirigiste a la cocina para hacer el desayuno; sin ni siquiera un beso, o un abrazo, ni el típico rato que pasaban enrollados uno con el otro entre las sábanas disfrutando del calor corporal... pasaste de él.
trató de no hacerse mucha mente y unos minutos después bajó a la cocina donde te encontró de espaldas, frente a un sartén del cual se desprendía el olor de unos panqueques. se acercó hacia ti con pasos un tanto ruidosos para que no te asustaras cuando sintieras sus brazos rodear tu cuerpo, y apoyó su mentón en tu hombro cariñosamente, observando desde arriba los alimentos que preparabas.
"te comiste mi mandarina, enzo" espetaste con fastidio, saliendo de su abrazo y moviéndote hacia el tacho de basura para desechar unas cáscaras.
"¿cómo?" respondió con el ceño ligeramente fruncido, sintiendo genuina confusión.
"anoche, anoche cuando llegaste te comiste la mandarina que dejé en la heladera" te giraste hacia él enfrentándolo. "ya yo estaba dormida" murmuraste y devolviste tu atención al sartén caliente.
el castaño pareció recordar su travesura. "aah, sí, sí. sí me la comí, pero no creí que te molestaría, chiquita" dijo con un tono suave y se volvió a acercar a tu cuerpo "perdoname, no es tan grave, sabés que puedo salir a comprar más-".
giraste los ojos, más enfadada que antes. "déjalo, ya, no hace falta" serviste en los platos de cada uno los panqueques y le tendiste el suyo a enzo "toma, provecho".
consumieron sus desayunos en silencio, evitabas la mirada del castaño a toda costa con tus ojos fijos en el plato. confundido y pensativo, enzo quiso preguntarte si realmente era una simple mandarina lo que había causado tanta molestia en ti, cuando fue interrumpido por el sonido de una de sus alarmas recordándole que se le estaba haciendo tarde para llegar al trabajo, que era una nueva película en la que llevaba dos meses participando.
se disculpó contigo y te dio un beso en la frente antes de lavar su plato y subir a la habitación a prepararse, dejándote con la mirada perdida en la mesa y terminando tu desayuno sola.
en algún tiempo libre del día te llamaría y trataría de arreglar las cosas, pensó, no podían quedar mal por un pequeño error de él y una simple fruta. sí, definitivamente eso haría.
si tan solo hubieras contestado sus llamadas.
llegó el mediodía cuando sentiste la primera vibración de tu celular, y en vez sentir felicidad al ver el nombre de "mi vida ♡" en la pantalla, solo sentiste tu pecho llenarse con un incómodo sentimiento de enojo. lo mismo fue con la segunda, con la cuarta, y la séptima llamada, tanto así que llegó a un punto donde tuviste que silenciar por completo el aparato.
no estabas segura de por qué actuabas así, te sentías como una nena malcriada hasta cierto punto, pero supusiste que era por los días que llevabas acumulando tus sentimientos reales.
obviamente tu malestar no era por una mandarina, eso solo fue un gatillo para que se disparara tu estado de ánimo reprimido. la realidad era que te sentías descuidada por enzo.
desde que empezó con su nuevo papel pudiste notar como cada vez pasaban menos tiempo juntos; habían menos oportunidades para salir, para las actividades que solían hacer antes, para tener sexo. apenas teniendo un corto momento en las mañanas para poder sentir el calor y el cuerpo del otro antes de que el mayor se despidiera, no era suficiente. te hacía mucha falta y sentías también que no tenías siquiera el tiempo para poder expresarle cómo te sentías.
al principio era tristeza pura lo que te llenaba pero con los días se transformó en rabia. porque enzo parecía no darse cuenta y parecía que no se sentía afectado.
cayó la noche y estabas saliendo de la ducha cuando escuchaste la puerta de la habitación abrirse.
"¿amor?" escuchaste la voz preocupada del castaño "nena, qué pasó? te llamé mil veces y no me contestaste ninguna, me tenías mal" se acercó rapidamente a ti cuando te vio salir del baño envuelta en una toalla. "de verdad necesitaba hablar con vos, pero sabés como es todo, no podía regresarme a la casa" tomó tus manos entre las suyas, mirándote preocupado.
"disculpame, me quedé dormida" respondiste tosca. te soltaste de su agarre y fuiste al ropero a buscar tu pijama.
"pero por qué no me devolviste las llamadas?" siguió tu andar con su mirada y chasqueó la lengua. "mirá, no sé si realmente estés así por la estupidez de la mandarina, te dije que podía comprarte más, pero si no es eso necesito que me digas ya qué carajos tenés".
notaste como progresivamente su tono de voz dejaba de ser suave y comprensivo para volverse más alto. "desde que despertaste me tratas diferente, ni siquiera un beso nos dimos. todavía en la cocina me girás los ojos y me sacás de encima así sin más, y en todo el desayuno me ignoraste, te buscaba la mirada y nada" negó con la cabeza.
"entonces aparte de eso te llamo porque realmente me preocupa estar bien con vos, porque sos mi mujer y te amo, y qué recibo? el jodido buzón" se pasó una mano por el cabello, con estrés. "no soy adivino, necesitamos comunicarnos, entendelo".
"te preocupa estar bien conmigo?" esta vez fue tu turno de responder, alterada. "te preocupa tantísimo que en estos dos meses te has distanciado un montón y hasta ahora sigues sin darte cuenta?" estabas casi gritando, finalmente le estabas contando la verdad, aunque en una circunstancia que se pudo haber evitado. "andate al carajo" te giraste hacia el ropero de nuevo buscando la ropa, esperando de espaldas a él con la piel erizada una respuesta filosa de su parte.
"entonces era eso," rió con amargura "te costaba demasiado decirlo desde antes? sabés lo importante que es decirnos este tipo de mierdas, dios" con cada oración se iba acercando más a ti. ajena a ello seguiste buscando entre las gavetas.
continuó "parece que sí, porque tuviste que esperar y llegar a este punto, para que yo llegara cansado del rodaje y en vez de ser recibido con un abrazo al menos, soy recibido con este berriche". te diste la vuelta rápidamente hacia él para protestar cuando lo encontraste muy cerca de tu cuerpo, con sus ojos clavados en ti.
teniéndolo tan cerca pudiste observar con detalle su expresión. iracundo, con el cabello desordenado, el ceño fruncido, los ojos llenos de agotamiento y una mandíbula apretada, tensa.
realmente esta era una parte de enzo que no conocías, porque sus discusiones solían ser tan tontas y reducidas que ninguno de los dos acababa enojado propiamente. claro, hasta ahora.
algo que no esperabas en lo absoluto era que tal cosa empezara a causar una humedad entre tus piernas...
tal vez ya te estabas volviendo loca por la falta de sexo.
negaste con la cabeza tratando de deshacer tus pensamientos. "es esto solo un berrinche para ti, enzo?" soltaste con rabia. "dime, crees que no me afecta estar jodidamente sola acá en la casa? nada más que esperando como imbécil a que llegues tarde por la noche y ni siquiera podamos hablar un rato, porque llegas durmiendo. y ni hablar de los días libres donde nada más lees y lees guiones".
caminaste pasando de él y dijiste a lo ultimo "hace cuánto tiempo que no cogemos?" el tono de tu voz ya había bajado, casi en derrota.
al ver que enzo se quedó de espaldas a ti sin responder, suspiraste y te quitaste la toalla que envolvía tu figura, para empezar a vestirte.
con la mirada fija en el suelo, a punto de deslizar por tus piernas las bragas que escogiste, sentiste como enzo se abalanzó sobre ti haciendo chocar tu espalda contra la pared que había detrás de ambos, con su boca empezando un camino de mordidas y chupetones nada suaves en tu cuello, hacia tus hombros y clavículas.
gemiste agarrando sus brazos, sintiendo sus manos recorrer desesperadamente tu desnudo cuerpo y bajar hacia tu culo, el cual amasó con fuerza acercándote lo más posible hacia él. en un movimiento involuntario abriste las piernas, lo cual aprovechó el mayor para introducir una suya en el espacio entre ellas y poder rozar su muslo contra tu coño.
jadeaste al sentir la fricción de la tela contra tu clítoris y empezaste a mover tus caderas con la intención de estimularte más, cosa que no lograste por el fuerte agarre que tenía enzo en estas. en cambio, sentiste como este empujó su pierna ásperamente contra ti, restregándola de atrás hacia delante y mojando la tela con tus jugos en el proceso.
"entonces lo que querés es que te coja, no?" musitó contra tu oreja, soltando una pequeña risa sin gracia al escuchar tus agudos gemidos.
desviaste tus ojos hacia algún punto de la habitacion, evitando su pregunta.
detuvo los movimientos de su pierna mirando con sorpresa el desastre que estabas haciendo en su pantalón "mirá como estás de mojadita... acaso te calienta que discutamos? mhm? decime".
tomó con fuerza tu mandíbula obligándote a mirarlo. "te calienta que me enoje con vos".
no querías admitirlo aunque en el fondo sabías que era cierto. era algo que nunca habías sentido hasta ahora. "puede ser" dijiste sin aliento "igual, n-no puedes culparme, si estoy así es porque me has descuidado".
"ah, en serio?" dijo bajando su mano hasta tu coño e introduciendo dos dedos de golpe, haciéndote soltar un grito ahogado. "no sabía que por unos cuantos días sin sexo te volverías tan sucia, sos terrible".
esto no era nada parecido a las otras veces que tenían relaciones. esta vez eran acciones bruscas y descuidadas, movimientos en los que podías sentir el enojo de enzo y tal vez la misma desesperación que tu llevabas sintiendo hace semanas. todo muy distinto a las caricias delicadas y palabras de amor a las que estabas acostumbrada
y te estaba encantando.
enzo comenzó a mover sus dedos rápidamente dentro de ti, abriéndolos y cerrándolos en forma de tijeras ocasionalmente para poder estirarte, con su otra mano todavía sosteniendo tu cara con firmeza. sus bocas se rozaban sin llegar a besarse como tanto anhelabas, cada vez que intentabas acercarte al mayor este se separaba burlándose de ti y causando que formaras un puchero.
"aw, qué pasa amor, ahora querés que te bese?" dijo el contrario con falsa inocencia. "no fuiste vos la que me estuvo rechazando toda la mañana?"
sintió como te apretabas alrededor de sus dedos, intentando callar tus gemidos, y empezó a dar movimientos circulares en tu clítoris con su pulgar sabiendo que así no podrías contenerte. "estás cerca chiquita?"
"s-sí en, no pares, por favor-" los jadeos y gemidos comenzaban a salir de tu boca cada vez más fuertes.
curvó sus dedos golpeando con fuerza tu punto más dulce, y cuándo sintió tu cuerpo entero tensándose a punto de derrumbarse ante el orgasmo, los sacó por completo dejándote vacía, lloriqueando con tu coño pulsando alrededor de la nada.
"no, no, enzo, p-por qué?" tus piernas flaquearon por el orgasmo perdido pero el fuerte agarre del castaño en tu cuerpo te mantuvo firme.
"perdoname chiquita, pero quiero que nada más te corras conmigo adentro". llevó sus dígitos mojados de ti hacia tus labios y sentiste tus propios fluidos en ellos. "si tanto querías que te cogiera..."
"chupalos" dijo en referencia a sus dedos y abriste tu boca obedientemente succionandolos con vigor, saboreándote a ti misma, hasta que los dejaste limpios.
enzo te encaminó hacia el tocador que estaba al otro lado de la habitación, tus caderas chocando con la madera de este al llegar. te giró bruscamente dejándote ver en el gran espejo el reflejo de la imagen tan caliente de ese momento.
un enzo totalmente vestido, ocupado desabrochándose el cinturón, detrás de tu figura desnuda y llena de las marcas que dejó previamente en ella con su boca y sus manos. tus mejillas rojas al igual que tu boca de tanto morderla.
sentiste como enzo separaba tus piernas con su pie desde atrás y finalmente deslizaba su miembro entre tus labios, esparciendo tu humedad en él.
"metemela ya, en" arqueaste tu espalda alzando tu culo hacia él, persiguiendo su polla "te lo ruego-"
"que impaciente saliste," susurró en tu oreja, y sin más demora metió de una estocada su miembro en tu agujero arrancándote un gemido lastimero. "tan desesperada por tener una pija dentro".
al instante comenzó sus embestidas duras y rápidas, jalando con su mano un puñado de tu cabello y con la otra agarrando fuertemente tu cadera, tan fuerte que estabas segura de que aparecerían marcas.
solo te quedaba gemir y lloriquear al sentir como golpeaba fuertemente tu punto dulce con la punta de su miembro. en parte sentías alivio de por fin tener su polla dentro de ti, y por otra parte un hormigueo nuevo de excitación te crecía en todo el cuerpo por la manera ruda en la que te cogía. apoyaste tus manos en la mesa del tocador como soporte y observaste en el espejo la escena que ambos hacían.
enzo se deleitaba mirando como su miembro desaparecía en tu coño con cada estocada, sus ojos fijos en la forma en la que rebotaba tu culo. jaló con más fuerza tu cabello haciendo que echaras tu cabeza hacia atrás y tu cuello quedase expuesto a su boca, con la cual empezó a succionar y moder tu piel nuevamente causando que tus ojos se pusieran en blanco.
"e-enzo, besame" drogada de placer suplicaste al mayor quien, sin reducir la rudeza de sus embestidas, soltó tu cabello y envolvió sus brazos en tu torso, pegando tu espalda a su pecho.
recostaste tu cabeza en su hombro cuando sentiste su mano tomar tu mentón y girar tu cara hacia la suya, juntando al fin sus bocas en un hambriento y desordenado beso donde sus lenguas se enredaban.
gemiste en la boca de enzo quien gruñía con desespero al sentirte apretar su miembro, por lo que rompió el beso y habló "ya te vas a venir, chiquita? sí?" sus caderas no dejaban de chocar contra las tuyas, lo miraste con lágrimas de placer formándose en tus ojos y asentiste. "venite, preciosa, venite sobre mí".
a pesar de tus intentos de mantener contacto visual, inevitablemente tus ojos se cerraron al sentir un orgasmo azotarte con fuerza. te estabas viniendo sin siquiera haberte tocado a ti misma. espasmos recorrían tu cuerpo y tus piernas se volvían débiles con temblores, mientras que tus paredes se contraían una y otra vez en la polla del mayor haciéndolo gemir por lo bajo.
la velocidad de sus movimientos se redujo, pero no la profundidad, penetrándote así a través de tu clímax y sintiendo el suyo cerca.
cuando el conocido hormigueo se hizo presente en su vientre, salió del calor de tu coño y te giró dejándote frente a él. te arrodillaste aún temblorosa entendiendo el mensaje.
"abrí la boquita, amor" jadeaba mientras masturbaba su miembro frente a ti, moviendo su mano con rapidez.
obedeciste y abriste la boca, acercándola a la punta donde con tu lengua trazaste pequeños círculos llevando al castaño al límite. sentiste las calientes tiras de semen caer en tu boca, la cual cerraste tragando entero ante la mirada oscurecida de enzo.
la abriste de nuevo y sacaste tu lengua ante él, mostrándole que no dejaste nada. te ayudó a levantarte del suelo y empezó a besarte con desespero envolviendo tu cintura con sus fuertes brazos.
"perdoname por descuidarte, mi vida" rompió aquel beso juntando sus frentes, y habló con el tono de voz calmado que usaba siempre, ya relajado. "tenías razón, no me estaba dando cuenta de lo mucho que me hacías falta".
"no, perdoname tu a mí. sí debí decírtelo antes" susurraste acariciando su mejilla suavemente con tu mano.
"crees que me pasé?" el castaño recordó de repente la rudeza de su actuar hace unos momentos, escaneando tu cuerpo y observando todas las marcas que dejó en él.
"definitivamente no," no pudiste evitar soltar una pequeña risa ante su preocupación. "de hecho, creo que deberíamos discutir más seguido, no lo sé" bromeaste y reíste más al verlo lanzarte una mirada reprochadora.
"definitivamente, te volviste una sucia" dijo enzo sin poder ocultar la sonrisa divertida que se formó en su rostro.
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chiquititamia · 7 days
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✮ lust for life ✮
enzo vogrincic x reader
tw: +18, un poco de exhibicionismo jj
a/n: lo escribí rapidísimo, pero me terminó gustando un montón;) manden requests!!
୨୧┈┈┈┈୨୧┈┈┈┈୨୧
tu novio y vos mantenían una relación privada.
era lo más razonable bajo las circunstancias en las que se encontraban; enzo pasó de nada a todo en cuestión de semanas gracias al estreno de su nueva película, y lo mas lógico era esconder a la novia del novio de internet. pero enzo nunca fue una persona privada.
cuando recién comenzaban a salir, no tardaste en notar que él tenía una manía con tenerte cerca cuando salían a la calle, o cuando estaban con amigos, o cuando iban a comer; cuando hacían cualquier cosa que involucrara a un tercero. esto al comienzo se manifestaba a través de el tomando tu mano y no soltándola, colocando sus manos en tu cintura o acariciando tu cuello mientras te encontrabas distraída haciendo algo más.
pero al pasar el tiempo, estas dulces muestras de afecto fueron escalando a sus manos sobre tus muslos, sus dedos rozando por fuera de tu ropa interior, o directamente bajarla por tus piernas para estremecerte.
como cualquier otra persona, te ves rápidamente colorada o exaltada por sus acciones, mirándolo con los ojos muy abiertos mientras el te respondía con una sonrisa ladeada sin prestarte mucha atención.
hoy no fue distinto.
te encontrabas en un bar, sentada en la esquina de la mesa al lado de tu novio y sus amigos, quienes se encontraban charlando y riendo audiblemente mientras los dedos de enzo rozaban por encima de tu ropa interior. tus ojos reposaban en su perfil, veías sus labios moverse pero tus oídos no registraban ningún sonido al estar todos tus sentidos enfocados en la sensación de sus dedos, y preocupada de no hacer ningún ruido.
miraste sus ojos achinarse justo antes de dedicarte una rápida mirada de reojo, la comisura de sus labios torciéndose hacia arriba al ver brevemente tus ojos suplicantes.
sus dedos se movían lento, rozaban apenas el delgado material de tu ropa interior desesperándote aun mas, y haciéndote mover las caderas hacia adelante de vez en cuando.
no soportabas mirarlo así, pretendiendo como si no estuviese sintiendo lo mojada que estabas al escucharlo charlar tan naturalmente sobre algo que tus oídos no lograban entender.
brevemente, tus ojos brillaron gracias a una idea.
te acomodaste en la silla sin hacer mucho ruido, acercándola más a tu novio, y cerraste tus piernas, haciendo que enzo girara tu cabeza para mirarte sin dejar de hablar. le sonreíste con inocencia, ladeando la cabeza para luego apoyar tu cabeza en su hombro y abrazarte a su brazo como un koala.
escuchaste un pequeño “aw” de alguno de sus amigos gracias a la acción, y reíste al saber tus intenciones detrás.
sin tener idea, enzo siguió siendo partícipe de la conversación mientras tu mano bajaba despacio hacia su bulto, haciéndolo acomodarse en la silla y sintiendo como el agarre que tenia en tu muslo paso de ser delicado, a dejarte la mano marcada.
lentamente, enzo giró la cabeza para mirarte, tenia el ceño fruncido y su respiración se había vuelto irregular y más profunda.
“cuidado, mi amor.” susurró al bajar la cabeza para acercarse a ti.
pestañeaste varias veces, mirándolo con inocencia y confusión. “¿que, en?” dijiste mientras aplicabas más presión en el bulto, ganándote un callado jadeo que te hizo apretar las piernas.
seguiste con el juego unos minutos, hasta que te diste cuenta que ya no tenía el mismo efecto en su hablar ni en sus acciones. charlaba con normalidad, mirándote cada cierto rato y tratando de mantener la compostura frente a sus amigos. pero vos querías hacerlo sentir como el te hacía sentir siempre.
agradecida de que llevara pantalones de fácil acceso, pudiste meter tu mano despacio por entremedio, y comenzaste a frotar y dar palmaditas por encima de su ropa interior, como el acostumbraba a hacer contigo.
sus facciones se endurecieron al darse cuenta de tu acción, bajando la cabeza casi inmediatamente para suspirar y callar los jadeos que amenazaban con salir al mirar tu cara de inocencia mientras lo tocabas por debajo de la mesa.
hacer contacto visual con vos lo estremeció completamente, logrando tu propósito: llevarlo hasta el límite.
“nos van a tener que disculpar, pero tenemos otro compromiso y se nos está haciendo tarde.” dijo enzo con la voz un poco más ronca de lo normal mientras sacaba su billetera del bolsillo, sacando un par de billetes y colocándolos sobre la mesa, haciéndote sonreír y quitar la mano de dentro de su pantalón para acomodarte tu propia ropa. “un gusto verlos a todos.”
abriste la boca para decir algo pero enzo agarró con fuerza tu brazo para hacerte acercar hacia el, caminando hacia la puerta con rapidez mientras saludabas con tu mano en forma de adiós a sus amigos.
caminaron a paso rápido al auto, sin decir ni una sola palabra. “te portás tan mal vos, eh.” dijo apoyándote contra la puerta del auto, acercándose hacia ti lentamente haciendo notar la diferencia de altura entre ambos. “no te puedo llevar a ningún lado.”
habían muy pocas luces en el estacionamiento, la única iluminación presente siendo las luces anaranjadas del cartel del bar que lo hacían parecer de otro mundo con las ojos oscurecidos, el semblante molesto y el cabello desordenado.
“cogeme.” susurraste contra sus labios, ganándote una sonrisa de parte del pelinegro.
“¿así se piden las cosas, chiquita?” negaste con la cabeza. “¿y entonces?”
“por favor.”
“¿por favor qué?”
te quejaste. “por favor cogeme.”
sonrió mirándote a los ojos mientras abría la puerta del auto entrando el primero y corriendo el asiento hacia atrás para luego sentarte a horcajadas encima de él.
apenas cerró la puerta del auto te lanzaste encima, tomándolo por las mejillas para acercarlo más hacia ti mientras el agarraba tu cintura con fuerza. el beso rápidamente se transformó en necesitado, con ambos jadeando mientras movías tu cuerpo de adelante hacia atrás sentada en el bulto entre sus piernas, haciéndolo gruñir mientras gemías en su boca por la sensación.
“sos una hija de puta.” dijo entre besos, haciéndote reír mientras bajabas por su cuello, pasándole la lengua y mordiendo cada parte que tus labios rozaban. “me vas a volver loco algún día de estos.”
“tú empezaste, enzo.” dijiste separándote de su cuello.
“mhm.” asintió con la cabeza mientras corría los tirantes de tu vestido hacia un lado. “no me puedo controlar si te ves así. parecés una muñequita.”
sentiste sus ásperas manos masajearte sin nada de delicadeza y echaste la cabeza hacia atrás; tus caderas no cesaban de moverse contras las de tu novio y tu espalda se arqueaba de placer, hipnotizando al uruguayo completamente con tu figura y los gemidos que salían de tus labios.
“¿te gusta, mi amor?” susurró burlescamente, mirando detalladamente cada movimiento de tu cuerpo y cada facción de tu cara. asentiste atontada, con los ojos cerrados buscando más fricción entre los dos. “decime cuanto.”
lloriqueaste. “mucho, enzo. sabes que mucho.”
“te ves tan bonita frotándote así, mi vida. te comería toda.” gemiste. “ah, eso querés. ¿querés que te coma? ¿querés moverte así, sentada en mi boca, hm?”
“basta, por favor” suplicaste, moviéndote más rápido. “cogeme.”
“¿como, bebé?”
“cogeme. no aguanto más.”
“pedilo bien, hermosa.”
“cogeme, por favor cogeme.”
mientras bajabas tus manos para desabrochar su pantalón, él sumergió la cabeza entre tus tetas, lamiendo y mordiendo todo lo que sus labios tocaran; haciendo mil veces más difícil la tarea de bajar sus pantalones.
mientras el se tomaba su tiempo lamiendo y besando, comenzaste a trazar circulitos en la cabeza de su miembro con lentitud, irregulando aún más su respiración y haciéndolo morderte para ocultar los gruñidos que salían de su boca.
te acomodaste encima de sus piernas, alzándote para poder sentarte encima de su miembro mientras el corría tu ropa interior hacía un lado, metiéndolo dentro por completo de un brinquito. enzo tiró la cabeza hacia atrás, gimiendo gracias a la sensación de estar dentro tuyo que a pesar del tiempo, se seguía sintiendo como la primera vez.
“mirá lo bien que me tomás, chiquita.” dijo mientras comenzabas a moverte de arriba hacia abajo, escondiendo tu cabeza en el hueco de su hombro para ocultar tus gemidos. “te sentís tan bien.” susurró mientras agarraba tu culo con fuerza, ayudándote a moverte más rápido.
enterraste las uñas en su espalda mientras te movías, mordiéndote el labio inferior tratando de no hacer tanto ruido.
“¿ahora te da vergüenza, mi amor? ¿después de todo lo demás?” dijo en un tono burlesco mientras movías tu cuerpo al compás de sus embestidas. “no te calles. deja que todos escuchen como te pongo, como te cojo.”
respondiste con un quejido, sintiendo una sensación conocida en tu cuerpo mientras escuchabas sus jadeos cerca de tu oído, y el uruguayo lo notó al sentirte estremecer y moverte más lento, apresurando sus embestidas y agarrando tu culo con más fuerza.
“te hacés la niña buena, la princesita, y estás por acabar mientras cogemos en un estacionamiento.” sentiste tus mejillas pintarse de color rojo con sus palabras. “sos una cínica.”
“es tu culpa, en.” lloriqueaste en su oído, bajando tu mano entre ambos cuerpos para frotarte. “estoy muy cerca.”
“yo también, chiquita.” dijo entre jadeos. “¿puedo?”
“por favor.”
un par de embestidas más y ambos alcanzaron el mayor punto de placer, acercando sus cuerpos a no más poder y llenando el ambiente de sus gemidos. pasaron unos segundos donde lo único que se escuchaba eran ambas respiraciones agitadas, y levantaste tu cabeza para besarlo con lentitud.
apoyaste tus manos en su pecho mientras se besaban; un beso lento y torpe mientras se acostumbraban a la sensacion y volvían a la normalidad. al separarte de el, lo miraste con dulzura.
“estás todo pintado, amor.” reíste mientras tratabas de limpiar el labial de su boca.
“y vos estás toda rojita. es parecido.” colocaste tus ojos en blanco y lo besaste, acariciando su mejilla.
“llevame a casa.” dijiste mientras el comenzaba a besar tu cuello, indicando que no quería parar. “no podemos hacer tanto acá.”
“pero tenemos que esperar que los vidrios se desempañen.” dijo pasando un dedo por el cristal del auto, haciéndote notar que todo el auto estaba así.
te tapaste la cara riéndote, mirando como era demasiado obvio lo que estaban haciendo. “sos un idiota.”
“a veces.” dijo sonriendo, y dibujó una carita feliz en el cristal.
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chiquititamia · 7 days
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Me he muerto y he ido al cieloooooo. Mi mayor fantasía con Enzo, eres maravillosaaaaa 💞❤️‍🔥💕❤️‍🔥💕👹👹👹
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Holaaaaaaa! qué tal una historia en la que Enzo es entrevistado por una chica y la chica se empieza a sonrojar y a poner nerviosa porque le gusta su voz y su acento (ella no es uruguaya) y él coquetea con ella e incluso termina llevándola a su habitación de hotel??
+18!
Jamás imaginaste adquirir fama hablando sobre películas y mucho menos creíste llegar tan lejos como para hacer streams entrevistando celebridades, por lo que poder sentarte junto a uno de tus actores favorito de La Sociedad de la Nieve aún te resulta shockeante.
Tus manos temblaban cuando abriste la puerta para recibir a Enzo, que como pequeño presente te obsequió una planta para tu hogar, pero te esforzaste para lucir profesional mientras él observaba atentamente cómo te encargabas de los últimos detalles antes de iniciar la transmisión.
Pero una vez que comenzaron las preguntas y respuestas y sentiste sus ojos sobre tu rostro... fracasaste. La profundidad de su voz junto con sus palabras medidas, los movimientos de sus manos y su atención sobre tu figura provocaron que tus mejillas ardan y te viste forzada a cruzar las piernas, tus muslos apretados en un intento de aliviar la sensación en tu centro.
Intentás sepultar los pensamientos que invaden tu cabeza y el recuerdo de todas las noches que pasaste tocándote mientras imaginabas que él estaba a tu lado, su aliento golpeando tu cuello y sus palabras guiándote. Esperás que no sea evidente que más de una vez te dormiste escuchando sus entrevistas porque su voz te resulta tan relajante como adictiva.
Enzo chequeó el ángulo de la cámara antes de colocar su mano sobre tu pierna y acariciar tu piel con su pulgar, una sonrisa tirando de sus labios al ver la forma en que disimulaste el sobresalto. Su voz se vuelve más grave, suspira profundamente mientras finge pensar sus respuestas y su mano no deja de moverse sobre tu muslo, cada vez más cerca de tu entrepierna.
Para cuando se despiden de tus seguidores y apagás la cámara, tu ropa interior está completamente humedecida. Evitás verlo a los ojos centrándote en tus manos sobre tu regazo, pero él se pone de rodillas para poder ver tu rostro mientras sus manos separan tus piernas.
-¿Qué pasó...?- pregunta con voz ronca, fingiendo inocencia-. Nunca te vi así con otros invitados.
-Perdón, es que...
-¿Por qué me pedís perdón?- sonríe y es tranquilizador, pero también una provocación. Sus dedos rozan tu ropa interior-. ¿Te pusiste este vestidito para mí? Te queda tan lindo...
Cerrás los ojos con fuerza cuando sus dígitos ejercen presión sobre tu clítoris y te contenés al oír su respiración volviéndose temblorosa. Emite un sonido de desaprobación seguido de una especie de quejido para burlarse de tu estado.
-Mirá cómo estás...- susurra contra tu piel, antes de reincorporarse para poder acercar su boca a tu cuello-. ¿Todo eso es para mí...?
No hace falta aclarar que el resto de la tarde transcurre con Enzo sacándote orgasmo tras orgasmo, permitiendo que te embriagues con su voz y todos los elogios (algún que otro comentario degradante también) que dejan sus labios. Cuando llega su hora de recibir placer no deja de gruñir y gemir palabras de aliento contra tu boca.
@chiquititamia era este, ¿no? 🤭
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chiquititamia · 7 days
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enzo puto canalha vogrincic
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chiquititamia · 8 days
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@madame-fear @luceracastro @creative-heart están invitadas a mi funeral
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chiquititamia · 8 days
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he's so 🤏
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chiquititamia · 8 days
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Enzo vc tá tão...🫦
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chiquititamia · 8 days
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Habéis visto este corto de Enzo? <3
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chiquititamia · 8 days
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Decís que a Enzo le gustaria mas un sexo tranqui, muchos abrazos, cariños, que ella se sienta tan bien que llore y el le bese las lágrimas y la tranquilice O un sexo duro, nalgadas, morderle los senos y desordenarle todo el pelo?
Estoy ovulando, perdón 😔
Todo depende.
Las tardes de sábado o domingo, antes o después de una siesta, en su estado adormilado Enzo es extremadamente cariñoso y dulce. Te va a acariciar con suavidad, sus dedos van a recorrer todo tu cuerpo delicadamente y va cubrir tu piel con sus besos. Va a susurrar en tu oído cuánto te ama, lo linda que sos, gemir con tus movimientos ("Así, perfecto/Muy bien, princesa") y todo lo que pidas, él te lo va a dar.
Pero un día de semana, llegando irritado después de un ensayo agotador o luego de tener que lidiar todo el día con inconvenientes técnicos durante el rodaje de una película, te va a torturar. En cuanto cruce la puerta se va a deshacer de su ropa y arrastrarte hacia la habitación para descargar sus frustraciones...
El primer paso es ponerte sobre su regazo y darte nalgadas hasta ver su mano dibujada en tu piel enrojecida y ardiente (si te quejás o llorás mucho va a usar tu ropa interior para amordazarte). Cuando deslice sus dedos hacia tu entrada y se encuentre con que estás mojada, va a introducirlos de una sola estocada y va a burlarse ("Mirá cómo te gusta que te haga llorar...").
Una pizca de cockwarming y más degradación. Él está demasiado cansado como para hacer algo y vos sos demasiado ruidosa ("¿Qué querés? ¿Que todos los vecinos se enteren de que sos una putita?"). Pero cuando por fin se canse de sentir que te retorcés sobre su regazo y se harte de oírte sollozando..., te va a arrojar sobre el colchón y usar tu cuerpo hasta que grites ♡
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