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Canciones, sentimientos y fragmentos

"Sin música la vida sería un error". Nietzsche.

Capítulo 2.

Encuentros y cuestionamientos

David Bowie – Ashes to Ashes

Encontrar a Bowie fue dar con un tesoro. Arte en todo su esplendor. Interpretación, elegancia, cambio. No ser siempre el mismo. No sonar siempre igual. No seguir un patrón. Eso fue Bowie. Sin él no habría existido la inspiración primordial de mi banda favorita. Gracias a él conocí la inspiración espacial. Cuando sea grande quiero ser como Bowie.

The Rolling Stones – Gimme Shelter

Una película de Scorsese me hizo conocer esta canción. La amé de inmediato. Y sin sonrojarme puedo afirmar categóricamente que es mi canción favorita sobre el resto de canciones que he escuchado en mi existencia. Si hicieran una película de mi vida, tendría que sonar este tema cuando sea mi muerte o sin ser tan dramático cuando me case por la iglesia. ¡En efecto, es cine! Mi primera de los Rolling y la mejor manera de conocer a esta banda eterna.

Garbage – Vow

Melancolía, ternura, lujuria, pasión, tristeza, dolor. Adjetivos perfectos para describir cierto tipo de mujer que me atrae. Con Shirley Manson empezó ese gusto retorcido. Me atrapó con su belleza, con su voz, con esa manera desgarradora de interpretar. Garbage se convirtió prontamente en una de mis bandas favoritas. No fue con esta canción que los descubrí, pero si es mi canción favorita de la banda.

Barry White – Let The Music Play

Si hablamos de la película de mi vida, está canción debería sonar en la parte de mi primera tusa. Y como mil veces aproximadamente. Llegué a Barry White tratando de superar el desamor. La escuché una noche de esas donde lo que quieres menos es dormir y solo deseas infligirte más dolor del que se siente. Tusa aquella, te debo esta canción y otras tantas. Salud por eso. Y como bien diría Barry:

I can't erase the things I feel The tender love we used to share See, it's like it's no longer there I've got to hide what's killin' me inside

Canción no apta para una tusa. Pero si para conocer al enorme Barry. Dato curioso: estando con mi mejor amigo pasando la pena, entramos a un chuzo x cerca de donde vivía en esa época. Pedimos esta canción…y la pusieron.

Gustavo Cerati – Cactus

La canción más precisa que pude dedicar alguna vez. Vas por la vida sin esperar nada ni a nadie. Y aparece de repente alguien un 2 de enero. Con la excusa del feliz año encontré mi cactus. En el buen sentido de la palabra. Letra metafórica y poética. Sigo caminando en el desierto, esperando volver a encontrar un cactus. Bellísima.

Madonna – Frozen

La reina del pop. Y me voy nuevamente a los golpes con el que diga lo contrario. Ella encarna lo que es la esencia de este género. Lo que hacen ahora las cantantes de pop, ella lo ha hecho desde hace años. El antes, el ahora y el después del pop es Madonna. Frozen es un temazo. Ah el amor y sus nefastas consecuencias cuando no se abre el corazón. ¡Y el video! Cuanta oscuridad, cuanto simbolismo. Reina en todo el sentido de la palabra. Tengo más de 5 temas favoritos de ella. Con eso digo todo.

Spice Girls – Viva Forever

Admitir esta canción me da hasta cierta pena. Corría el año del 98 y para mi cumpleaños, mi mamá me prometió un cd que quisiera. Estaban de moda. Y me gustaban. Que le vamos a hacer. De hecho, aun lo conservo. ¡Spiceworld fue el primer cd original que tuve! ¿Quién se iba a imaginar que la primera banda inglesa que escuché con atención…fueron ellas? Con los años aprendí a escuchar pop para superar momentos tristes. Y cuando eso pasa, recurro a las Spice, aunque con otros temas más “alegrones”. PD: con 13 años, hormonas a mil y la monita del grupo…por favor.

En nuestro próximo encuentro tendremos a: ¡Pink Floyd, Los Tigres del Norte, Depeche Mode y otros más!

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Canciones, sentimientos y fragmentos

"Sin música la vida sería un error". Nietzsche.

Capítulo 1.

Descubrimientos y perspectivas del amor

The Who - Who Are You

Corría el año en donde no había celulares ni plataformas de streaming. Internet apenas empezaba a despegar y era privilegio de unos pocos. Mi entretenimiento mayoritario era la televisión por cable y la música en mp3. Un día, cambiando de canal en canal, encontré una serie: CSI. No tenía nada del otro mundo, o sí, los casos de muertes que se resolvían por las más diversas estrategias detectivescas. Esa serie es la culpable de dos cosas. La primera, se convirtió en el motivo por el que muchas personas decidieron estudiar criminalística. Y la segunda y que si me atañe, me dio a conocer a una de las mejores bandas que haya existido. The Who. Gracias CSI por los intros con The Who. Gracias por una generación llena de criminalistas que pensaron que los casos de Las Vegas, NY, o Miami eran como los de Mesitas del Colegio, Anapoima o Moñitos.

Nina Simone - Feeling Good 

No recuerdo como llegó Nina Simone a mi vida. Asumo y puedo estar equivocado que alguien me la compartió hace muchos años. Pero el primer tema que recuerdo es este, Feeling Good. Que poder de voz, que interpretación tan sublime. La canción que suena cuando ha cesado la tormenta. La de mirar al nuevo día y poder decir “And I’m feeling Good”. De mis cantantes mujeres favoritas. Señora artista. Señora luchadora. No conocerla, es un pecado. No sean pecadores.

George Michael - Jesus to a Child 

El amor duele, el desamor, la falta de amor, el amor no correspondido, el fin de un amor. Pero ¿y si la persona que amas, es la que muere? Ahí entra George Michael con esta joya. Si hubo un COMPOSITOR, así, con mayúsculas, fue él. No hay que decir mayor cosa, solo escucharla:

So the words you could not say                                           I’ll sing them for you And the love we would have made I’ll make it for two For every single memory Has become a part of me

You will always be... My love

Así que las palabras que no pudiste decir, yo las cantaré por ti. Y el amor que podríamos haber construido, lo construiré por dos. Porque cada uno de los recuerdos se ha convertido en parte de mí.

Tú siempre serás... Mi amor.

Rocío Dúrcal - La Gata Bajo la Lluvia 

En las mieles del amor, entendí el peso de Rocío Dúrcal en una relación. La manera de descubrirlo fue escuchando a la amada de ese momento noche tras noche cantando una canción de Rocío. Me aprendí gran parte del repertorio por ella y su voz no tan melodiosa, pero cantando enamorada y mostrando una devoción por la española más mexicana. El amor por aquella, se acabó. El amor por Rocío, perdura.

Rihanna - S&M

Hace algunos años, descubriendo placeres pasajeros y poco comunes recibí un email anónimo. A día de hoy no se quien fue la remitente, pero sabía cosas mías, algunas muy personales. Me asusté, intenté dar con la anónima, imaginé y deseé que fuera alguien. Pudo serlo. Nunca lo sabré. El final del mensaje decía: escucha esta canción. Gracias a ese mensaje, conocí y me obsesioné con Rihanna. Este fue el inicio de mi amor platónico por ella. La anónima siempre supo llevar el amor al límite…del dolor.

Deep Purple - Perfect Strangers

“… es la mejor canción de Deep Purple y no lo discuto con nadie”.

Hay una larga fila para ingresar al baño de mujeres de ese bar de mala muerte. Ella está desesperada por entrar. Él la ve esperando, decide acompañarla y hacer algo de charla. Se conocen ya muy bien. Son descarados. Son parecidos. Están algo tomados. El peligro está unas mesas atrás. Ella por fin logra entrar. Él entra con ella y cierra con llave. La empuja contra la pared. Se besan apasionadamente. El mundo no existe en ese instante. Besos y caricias cubren sus cuerpos. Golpean a la puerta con insistencia. Salen como si nada. Suena:

Bunbury - Si

Amor platónico universitario. Años de búsqueda sin fruto alguno. Hasta que una noche de agosto y todo lo anhelado se concretó. Música, anécdotas, sistema escolar, psicopedagogía, Foucault, cerveza, noche, frio, madrugada, habitación 307. Su celular sonaba una y otra vez. …Todo valió, un zarpazo al corazón… Perdido en su aroma, sus finos brazos y ese cabello hermoso. Y su celular volvía a sonar…Todo valió, un zarpazo al corazón…Y seguía sonando. Y siguió sonando.

En nuestro próximo encuentro tendremos a: Bowie, Cerati, Spice Girls…¡y más!

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Escalera al cielo

Hay muchas cosas que no soporto y dos de esas aparecieron en un mismo instante. Recorría las calles de una ciudad ajena, de una ciudad escape mientras llegaba la hora de salida del vuelo de regreso. La mañana gris auguraba un mal clima y efectivamente con pocos pasos andados, una ligera lluvia empezó a caer. ¿A quién en sano juicio puede gustarle la lluvia? A poetas y gente sin oficio que se las da de románticos. Ridículos, los unos y los otros. No era una lluvia ligera, fue tornándose más y más intensa. Se acabó el recorrido. Hay que buscar resguardo. ¿Lo más cercano? Una iglesia. Hora de la misa dominical. Lluvia y religión. Adorable combinación.

Imponentes columnas, el eterno olor a incienso, las imágenes de santos sufriendo, caras tristes, y lastimeras, sillas de madera largas, largas, largas, el cristo crucificado, los habitantes de la ciudad que van ingresando a su cita imperdible del domingo, los no habitantes de la ciudad que se refugian de la lluvia, el sonido de las campanas. ¿Qué hago acá? ¡Hace años no piso una iglesia! No hay otro lugar cerca. Es cuestión de unos minutos, pienso inocentemente mirando al cielo y comprendiendo las escasas posibilidades que sean tan solo unos minutos. Esa bendita maña de engañarnos ante lo evidente.

Va a iniciar el sermón. Sigue llegando gente, que poco a poco van ocupando las eternas sillas de madera. Hay muchas personas mayores. Mujeres en su mayoría. Otras pocas personas de las que llaman de la mediana edad, edad en la cual ya debería incluirme en un par de años. ¡Mediana edad! ¡Mediana tontería ser de la mediana edad! ...en fin. Pocos, muy pocos jóvenes. Y muchos, pero muchos turistas. No estaban allí por visitar la iglesia, claro que no. Al igual que yo, huían de la lluvia, y quien quita que huyeran de más. Pero la iglesia siempre tiene las puertas abiertas para todos…incluso vi que llegó un perro. No supe si por iniciativa propia o acompañando a algún feligrés o a uno de los de mi combo.

No hay manera de huir. Quedé atrapado. Iniciaron los ritos. Oremos. ¡Oremos! Mi actitud más sincera siempre es dar la espalda a lo que no creo. Como no. No podría mirar y ser participe de un evento al que llegué por casualidad, no por convicción. Lluvia. Lluvia. Lluvia… Ahora les voy a dar a ustedes, sacerdotes, estas advertencias: Si no me escuchan y si no se proponen de corazón dar gloria a mi nombre, yo mandaré contra ustedes la maldición". Lindas palabras. Sí, ya se, tras de que estoy en un lugar solo por escampar y critico lo que allí dicen. Que más da. Siguen llegando turistas. Traen sus gorras y camisetas estampadas con el nombre de la empresa que proporciona el tour. Se les aguó la visita. Bendiciones van y vienen. La iglesia está llena. No voy a decir que es por la lluvia. Ya he dicho bastante. Y comenzó un grupo a tocar música. Y la cantante tenía una voz hermosa. Todo hay que decirlo. Al menos la espera se hace menos tediosa. ¿No se tocarán una de los Beatles? Blasfemo. Blasfemo.

Escuché que el padre llamó a una hermana para que leyera algo… Carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses… Paciencia. Se comienzan a ir algunos turistas, pero la lluvia no ha cesado. Es entendible, ir de turismo y pasar el tiempo oyendo lo que San Pablo dijo a un pueblo no está incluido en ningún paquete vacacional, a no ser… Y fue precisamente pensando en los tesalonicenses cuando la vi ingresando, como no podía ser de otra manera, huyendo de la lluvia. Cabello negro liso y largo, ojos oscuros perversos, vestido rojo poco apropiado para el recinto y lo más llamativo, un tatuaje enorme en su pecho de unas alas de ángel. Más de uno se quedó mirándola. Miradas con morbo, con reproche, con envidia. Mirada local, mirada extranjera, mirada católica, mirada cristiana, mirada atea… Palabra de Dios, que sigue actuando en ustedes, los creyentes, finalizó la hermana. En ustedes los creyentes. ¿Qué soy yo en este instante? ¿Un creyente o un pagano? ¿un humano o un animal? ¿un bogotano o un tesalonicense?

Canta la voz hermosa. Guitarras desafinadas. Reparé en que las escaleras a mi lado conducían al campanario. No pasar. Solo personal autorizado. Stairway to heaven. Por estar perdido mirando a donde no debía, perdí el rastro de la tesalonicense de vestido rojo, mirada perversa y tatuaje en el pecho. Lección aprendida. Por andar pensando en el reino de los cielos perdí el reino terrenal. Y la lluvia empieza a disminuir. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra…Oh, eso debió dolerles a los escribas y a los fariseos. Y mi mente ya divagaba a más no poder. Todo lo hacen para que los vea la gente… ¡claramente! ¿Si escucharon, turistas que están sacando fotos en este preciso instante? Y volteo a mirar y está ella embobada mirando al cielo, o al campanario que es lo mismo. Estaba a mi lado. Ya vista más de cerca, tiene una mirada más perversa, un tatuaje más alado y un vestido más rojo. Nuestras miradas se encontraron. La paz os dejo, mi paz os doy. No lo dijo nadie, eso creo. Quizás lo pensé. Paz no fue lo que sentí ni quise dar y menos cuando se acercó un poco más y siguió mirando con insistencia las escaleras que conducen al cielo-campanario…Hay olor a incienso, a humanos mojados, a tentación, a pecado, a peligro, a culpa, a redención, a Eau de Lacoste L.12.12 pour elle…

¿Lo dejarán subir a uno allá arriba? Fue la pregunta que escuché por parte de la tesalonicense. Sin duda iba a mi dirigida. Dos opciones de respuesta. Diplomática o sarcástica. En ciertos momentos agradezco al de arriba -el cerebro- que surjan las respuestas más idóneas a la situación. “Si no tienes pecado alguno, subes sin ni siquiera preguntar”. No solo era la mirada perversa. Sonrisa del mismo tono surgió ante mi respuesta y un breve pero mordaz comentario con acento no local: ¡Ay no, no me dejarán subir! Nuestras miradas se vuelven a encontrar, la lluvia ha cesado, la misa continua, los turistas disminuyen. Me asomo a la calle a contemplar la situación. Debo seguir huyendo. ¿Debo? ¿Quiero? Hay una escalera al cielo. Una tesalonicense y dos horas y media antes de partir. Señales divinas dirían algunos. Me hace una pregunta al ver mi actitud ante la lluvia. La respondo sin pensar. Sonríe. Es peligrosa. Mucho. Señala un punto en el horizonte.

Perdí mi vuelo...

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La muerte, los ojos y el perdón

Un sábado en la tarde con destino al terminal de transporte de una pequeña ciudad, iba en un taxi intermunicipal, uno de aquellos en donde se transportan personas anónimas que intentan llegar más deprisa a su lugar de destino. Estaba pensando en ella, no tenía mayores entretenimientos en esa época, era parte de la rutina de un viaje largo. Ya tenía muy bien calculadas las variaciones del color de sus ojos, el tamaño, sus estados (tristes, llorosos, nostálgicos, expectantes, sospechosos, cansados…). Es increíble lo que una persona puede causar en un ser humano que se fija en detalle en el color y las expresiones de unos mortales ojos.

Establecida la rutina, sin esperar mayores acontecimientos durante el recorrido, se fueron subiendo los pasajeros que completaban el cupo del taxi. El primero, un señor de aproximadamente 50 años, que pedía insistentemente al conductor que le subiera a la música. El segundo, otro señor de la misma edad, que cargaba un par de paquetes grandes que tanto el chofer como el primer pasajero le ayudaron a dejarlos en el baúl. Él se quedó con una bolsa de huevos. Finalmente, el cupo lo completó una mujer joven.

Esos ojos en quienes pensaba no me mirarían en la mañana. Ni en la noche. Ni en la tarde. Qué desconsuelo. Sin embargo los quería. Tanto que no dejaba de pensar en su dueña. Pero intentando callar ese pensamiento, puse cuidado a la conversación de los dos hombres de atrás. Eran obreros. Se contaron las obras en donde estaban trabajando, cómo era la relación con los “patrones”, la calidad de los almuerzos y la proactividad de los ayudantes. El primer pasajero, le contó que deseaba llegar pronto a su casa a reunirse con su mujer a tomar unos tragos y escuchar buena música. Era su plan ideal después de la semana agitada cargando bultos, pegando ladrillos, transportando carretillas y esperando que llegara el sábado. El otro, solo deseaba llegar a su casa a descansar. No entendí si alguien lo esperaba.

Los ojos dicen todo. Los ojos callan todo. Los ojos son un espejo. Los ojos son una ventana. Los ojos son…Cerré los ojos. Faltaban muchas horas para llegar. La emisora en la radio era de lo más ridículo entre lo ridículo. El paisaje con árboles, llanura, más árboles, más llanura. - Ayer, ahí en esa variante se mató un señor-, dijo el conductor señalando el sitio del suceso. - Ah sí, ese trabajaba allá en la finca de don…replicó uno de los señores-; Olímpica Stereooo, complementó la voz en la radio. Pensé en lo pasajero de la muerte. Podría haber muerto en esa misma variante. ¿Qué habrían dicho de mí? - Ah sí, ese trabaja en…-; - Ah sí, iba pensando en…-; - Ah sí, era una buena persona-. No hay muertos malos. No sería la excepción. Y una canción de Diomedes Díaz haría olvidar a los pasajeros de mi muerte. Volvamos al taxi.

El señor que anhelaba llegar a su casa a tomar algo con su mujer y a escuchar buena “musiquita”, como la de aquella emisora, empezó a contarle a su vecino que él había nacido en el pueblo por donde estábamos pasando. Nada del otro mundo. Pero mencionó algo que alertó mis sentidos. - Y acá vive la mujer que toda la vida he amado, desde que era pequeño, pero nunca me paró bolas y aun la sigo adorando - ¿Cómo? ¿No es acaso la esposa que lo espera? ¡Pues no!, logré entender que no lo era. Sí tenía como 50 años, y suponiendo que se enamoró por tarde a los 15, llevaba 35 años queriendo a una mujer la cual nunca había correspondido su amor. Que lindo escuchar eso cuando vas pensando en unos ojos que no te esperan. Pero el señor se casó con una, se separaron, tuvieron un hijo y luego se volvió a casar con otra (la que lo espera), con quien tiene otro par de hijos.

Pasamos el dichoso pueblo del amor no correspondido y la charla de los ya compadres se centró en la libertad. Hablaban de la maravilla de poder respirarla, de sentirla cada día, de disponer de los días como se quiera, así se sienta hambre, penas, dolor, pero en libertad. El señor que cargaba una bolsa con huevos habló con mucho conocimiento de las rutinas carcelarias, de los guardas, de las jornadas, de la injusticia. El otro escuchaba, pero se sentía en sus réplicas algo de rencor hacia la cárcel. Efectivamente, el hijo que tenía había pasado una temporada en una de ellas, luego otra temporada más, y una más. - Ese hijo a mi se me perdió totalmente, lo ayudé una vez y luego ya que haga su vida como quiera. La última vez que hablamos me dijo que si lo ayudaba a pagar un abogado, le dije que no. No volvimos a hablar -. Palabras más, palabras menos. Ya no iba pensando en aquellos ojos, sino en la cárcel. 

Y ya faltaba menos camino para el destino. El señor de la bolsa, siguió hablando de la cárcel. Yo sé lo que eso, dijo amargamente. Oídos alerta. Palabras más, palabras menos, lo habían privado de la libertad por asesinato. Mató a un tipo que estaba molestando a una de sus hijas. 14 años de condena, de los cuales ya estaba pagando los últimos, en libertad condicional. En sus palabras se sentía el dolor de tantos años en encierro, pero llegaron a la conclusión en la charla, que por los hijos, todo. Hasta la cárcel. No se arrepentía de su acto. Pensó en su hija y lo que le habría podido pasar si el tipo aquel no hubiera tenido su suerte. - A esos hijueputas toca es así - dijo el enamorado eterno, quien iba llegando a su destino y se despidió muy cordialmente de su compañero y los demás pasajeros.

En mi mente solo cabía pensar que atrás mío iba un asesino. Está bien, no me morí en la variante escuchando Olimpica Stereo, pero mi vida puede terminar en un taxi, en una pequeña y fría ciudad. No era miedo. Era tonta imaginación buscando contar una historia de la mejor manera. ¿Alguien esperará a este señor? ¿Habrá tenido su redención? ¿Los huevos serán para su familia? ¿Qué cargará en esos paquetes grandes? Busqué verlo a través del retrovisor, pero fue en vano. Le dijo al conductor que lo dejara en el paradero de tal nombre. Se despidió más amablemente que el anterior. - Que mi dios los lleve con bien -. El chofer se bajó a sacar los paquetes del baúl. Pude verlo por el espejo. Un hombre humilde, de aspecto sencillo y cansado. No se si esperaba ver un rostro lleno de maldad u odio. Pero vi sus ojos, unos ojos tristes que nunca indicarían que haya matado a alguien. ¿Y es que acaso los ojos indican eso? Siento que la maldad es visible. Pero no en él. Me compadecí. Sentí pena. La vida de muchos es un infierno. Desee que alguien lo esperara en su casa. Sus ojos los guardé en mi memoria. Quise contarle a los ojos que pensaba al inicio del viaje sobre esta experiencia. Contarle lo que transmiten esos mismos u otros ojos. Lo que inspiran. Lo que hieren. Lo que duelen. Nunca se la conté…hasta hoy. 

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Mi imperfecta creación

Parte 5

Viendo los libros de su madre, extrañándola y sintiendo que la vida no tenía sentido alguno, tuvo una epifanía. Ser profesor. Y se dedicó a estudiar sin descanso hasta lograr ser como su madre. No interferí. Las decisiones del corazón y el dolor suelen ser mejores que las del destino. O al menos, eso piensan los humanos. Por esa decisión podré traerle experiencias y personas memorables a su vida. Un alumno que será un reconocido futbolista famoso por la mayor cantidad de autogoles marcados en su carrera; una alumna que montará una heladería famosa, muy famosa: Heladolores Rico; un alumno psicópata; una alumna ganadora del premio a buena conducta en la cárcel de mujeres durante tres años consecutivos; un alumno que llegará a ser alcalde de un pueblo fantasma; una alumna que emprenderá una nueva cruzada en tierra santa; un alumno que creará una aplicación para encontrar abuelos por horas; una alumna que descubrirá un nuevo color que solo puede ver ella y dos personas más; un alumno que nunca se enamorará en la vida (quien pasará a la historia por ser quien destierre del planeta al vallenato); una alumna que se enamorará de un alumno que nunca se enamorará en la vida; un alumno que beberá aguapanela en el santo grial; una alumna que será el anticristo, y finalmente una profesora de colegio privado para la alta sociedad que le enseñará a preparar galletas en forma de corazón. Ah y con la que se casará en un par de años después.

El humorista profesor. Una imperfecta creación que escucha vallenatos mientras prepara galletas en forma de corazón para su amada Gabriela y sus tres hijos, Johann, Leonardo y Aurora. Johann, por Goethe, muy querido por ambos; Leonardo por el padre de Gabriela, Aurora por la madre de él, la profesora de colegio. Ya decidí el destino de dos de ellos. Pero en este punto, dejo a mi creación, que sus disposiciones y sabiduría lo sepan conducir, que lo arrastren por los tormentosos e intempestivos designios de sus decisiones.

Y yo, seguiré creando…

FIN

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Mi imperfecta creación

Parte 4

Está bien, también puedo ser sensible. Mucho llanto y vallenato me acongojan. “Poca lucha” es un ser extraño, pero muy buen amigo. Tanto que te presentará a la que se convertirá en tu primera novia. Cristina Sofía, que apodan la de piernas largas. No tiene los ojos violetas, pero en su lugar cuenta con una ternura que desarma los más rancios corazones. Y porque así lo quiero, serás su primer amor. Con ella descubrirás la pasión. No más noches fantaseando con mujeres de revistas para adultos. Cristina Sofía estará destinada a ganar concursos de belleza y pastelería vegana, más no se ganará tu sensible corazón. La recordarás, y ella a ti.

Se me ocurrió que debías estudiar para ser escritor. Movería hilos por acá y allá. Un gran escritor. Pero me ocupé en otras creaciones. Volví y te habías convertido en…humorista. Unos años de ausencia y decidiste que hacer reír al mundo era tu pasión. Anabella te convenció de eso. Hija de un payaso y una gitana, esta vendedora de manillas que se enamoró de tus poemas y alma sensible sabía que tu vocación no estaba en las letras sino en las risas. Te enamoraste precisamente de su sonrisa. Anabella me gustaba para ser la madre de uno de tus hijos. Libre, loca, liberal, libertina, libidinosa, lunática y locuaz. Que vida tan caótica tendrían juntos. Pero el destino de Anabella ya estaba escrito por otra mano. Su locura la hizo pensar que era la reencarnación de Marilyn Monroe. No quería pasar sus años junto a un humorista. Se fue detrás de un remedo de escritor. Pasaron buenos años juntos, hasta que él se enamoró de una mujer mucho mayor. Anabella se pasea por las calles de una fría ciudad con su vestido rojo y peluca rubia.

Y mi creación con el corazón roto. Y justo para este año tenía escrito que la profesora de colegio un día no iba a despertar. ¿Por qué justo en este instante? Estaba escrito. Podría borrarlo e inventarme una penosa enfermedad que se la llevara en unos 10 años. Pero lo escrito, escrito está. No sintió dolor. Fue una muerte bonita, como la llaman los humanos. Silenciosa. Nadie nunca jamás en la vida lo amaría como ella. Es imposible crear una madre diferente. Ni en esta creación ni en millones podría crear una madre sin corazón. Existen, como las brujas. Pero no será obra de mis manos. ¿Y en que refugiarse en estos momentos? Pensé en darle un sentido a su vida. Colocar un “poca lucha” joven que le enseñara el budismo o alguna cosa de esas. Traer a una Anabella en versión cuerda o mejor aún, hacer que dedicara su vida al adiestramiento de caballos, hienas o elefantes.

...continuará...

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Mi imperfecta creación

Parte 3

Y llegamos a tu adolescencia. ¡Las cosas que hay que ver en esta etapa! La profesora de colegio te va a regalar un disco de los Stones, y claro que marcará tu vida. Conocerás las drogas, el sexo desenfrenado, el despertar en camas desconocidas, hijos por acá y por allá, serás un rockstar, el mundo te admirará, saldrás en revistas, películas, libros, y todo por ese regalo. Pero estás adolescente, no quieres nada que venga de ella y tu mejor amigo, al que apodan “poca lucha” te obsequia un disco de una música que ni el mismo diablo creó. Vallenato. Vallenato. Vallenato. El hijo de puta “poca lucha” dañó mis planes. Suele pasar que lo que escribimos se enfrenta a otros destinos. Mira lo que hace el vallenato. Mejor, mira lo que arruina.

Lo del vallenato no podría olvidárseme. Por eso preparé un terreno hermoso para tu futura vida sentimental. Aquellos libros de la profesora de colegio que con tanta curiosidad mirabas, ahora marcarán tu vida. Baudelaire, Goethe y Rimbaud serán tu guía, tu luz, tu dolor, tu inspiración. Amarás, y con dolor. Que el vallenato te limpie las lagrimas de dolor por las decepciones amorosas. Y aquella de ojos violetas, tu primer gran amor, la primera con la que sentirás que el amor no es para cobardes… Baudelaire te lo recalcaría tantas noches frías con el corazón marchito:

Sé que hay ojos arrasados por la cruel melancolía Que no guardan escondido ningún precioso secreto, Bellos estuches sin joyas, medallones sin reliquias Más vacíos y más lejanos, ¡oh cielos!, que esos dos tuyos.

Y sí, también creé a Baudelaire. Goethe fue creación de un gran amor, y de Rimbaud desconozco su origen. Pero qué más da. Llorando en la cama, pensando en como la de ojos violeta te rechazó y se fue con el flacuchento de ojos encantadoramente dorados, me dan ganas de hacerte saber que llorarás muchas noches más. Maldecirás muchas noches más. Sentirás como el corazón te lastima muchas noches más. Pero soy fuerte y soporto tus lagrimas con una melodía asquerosa de fondo. ¿Quién pudo inventar eso? ¡Por todos los dioses! Si fueran los Stones, te haría saber que no vale la pena ni una sola lagrima por ella. Es anoréxica, mentirosa, y sueña con un príncipe azul. Morirá joven, a los 30 años, en un accidente automovilístico. Iba escuchando la música que acompaña tus lágrimas. Tenía mal gusto. Creé a su hija, huérfana a los 4 años. Será nobel de paz.

...continuará...

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"Hay ciertas cosas que no se pueden olvidar tan fácil".

La Sutileza.

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Mi imperfecta creación

Parte 2

No puedo estar pendiente de mis creaciones todo el tiempo, por lo que unos años te dejé al cuidado de la profesora de colegio. Aprende uno de los humanos. Y ahí te veo, estudiando en un colegio, jugando con tus amigos, uno de ellos es creación de un ser perverso, por lo que en cualquier momento te hará una violenta broma, caerás al suelo y tendrás una cicatriz en tu hombro derecho, la que taparás con un espantoso tatuaje cuando cumplas los 23 años. Falta mucho para eso. Aun debes aprender más cosas, entre esas, a hacerle frente a los humanos mal intencionados. En aquel hospital donde te trataron la herida, estaría el medico que pondría los ojos en la profesora de colegio, pero lo envié mejor a salvar la vida de una anciana que se había fracturado la mano. No estaba en mis planes que tu padre adoptivo fuera él. Es mejor que no tengas figura paterna, por el momento. Ah, mira, tu madre está a punto de enamorarse de un compañero del trabajo. Un radiante profesor de matemáticas. Es homosexual, y aparenta que le gustan las mujeres. Ya sabes, prejuicios sociales. Ah, bendito mundo en el que te creé. Ya ella se enterará en unos años. Por el momento, que viva el “amor”.

Eres juicioso y bastante sociable. La profesora de colegio ha hecho un trabajo impecable contigo, lastima que haya dejado de pensar en ella y eso le haya costado tan malas decisiones a nivel sentimental. Debería darte la sensatez para evitar esos errores. Pero no, que sea bienvenida la herencia sentimental. Por el momento, disfruta de la niñez, la etapa que no dejará traumas en tu vida adulta, excepto por esa horrenda cicatriz del hombro.

Tu madre me la pone difícil, quería darle un hombre amoroso que estuviera con ambos en esa etapa difícil que es la adolescencia. Pero mi querido carpintero no fue bien recibido por tus abuelos que no podían soportar que un hombre “sin estudios” se juntara con una profesora de colegio, ¡Habrase visto! Iba a ser muy feliz tu madre con él. Habrías aprendido tanto de la vida con su ejemplo. Le habrías llamado papá. Pero una vez más, las decisiones tomadas por el que dirán y la influencia familiar echaron todo al traste. El carpintero morirá de un infarto a sus 56 años. Lo llorarán mucho sus dos hijos y su amada esposa. Lo enterrarán junto a un colibrí de madera que talló cuando era joven. Lo hizo cuando la profesora de colegio le dijo que no podían estar juntos. Tu madre, fue el amor de la vida de un carpintero. Hasta el día antes de morir, aun la recordaba.

...continuará...

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Mi imperfecta creación

Parte 1

1,999,999 creaciones he tenido a lo largo de mi corta vida. Han pasado por mis manos reyes, pordioseros, prostitutas, maestras, santos, políticos, enfermeras, viciosos, herejes, traidores, asesinos, artistas, negros, rojos, amarillos, embaucadores, sanadores, místicos, madres, doncellas, doctoras, generales, amantes…y toda clase de seres que componen eso que llaman humanidad.

Mi creación número dos millones no tendrá nada excepcional. Pienso que nacerá en un país miserable, de esos donde nadie desearía nacer. Un país cualquiera, sin historia digna que contar, sin mayores proezas o logros que lo hagan destacar.

Y ahí está. Ya veo a la madre, una profesora de colegio. Despechada. Se encuentra en una reunión social. Hay tantos buenos partidos, pero que aburrimiento de vida. Esto no es un cuento de hadas. Veo un señor mayor que ella, banquero él. Casado y con tres hijos. Es un infame. Pero los pondré a charlar, a que se cuenten sus penas, amores y desamores. El día es especial. Debes olvidarte de ese que te tiene roto el corazón, profesora de colegio. Debes sumar una conquista más a tu larga lista, señor banquero. Unos tragos más, y ya está. Se ha engendrado mi nueva creación.

Llegaste al mundo bajo el nombre de David, como el rey, al que también creé. Y así como tantos niños en ese país donde naciste, no deseado por la profesora de colegio y el banquero. Eso les he hecho creer. Pero el destino si es deseado y lo escribo yo. Así que te regalé una madre amorosa y un padre que ni apellido te dio -Morirá solo y sintiendo el desprecio de sus…tantos hijos deseados y otros no tanto-. Esa es la vida, tanto la que he escrito como la que hacen otros.

...continuará...