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#bultos de chavos
zcort · 4 years
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Somos de calle: Gerardo
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Serie de relatos basado en las vivencias de unos compas y la mía. Por favor si eres sensible no lo leas.
Me nombre es Gerardo y esta es mi historia… Vivo en una colonia popular, aquí todos son chalanes, albañiles o trabajan en el campo, mientras las mujeres son empleadas domestica o meseras, los morros siempre nos quedábamos encargados con los abuelos o con los parientes que no pueden trabajar… Desde que tengo uso de razón he convivido más con mis amigos de la colonia que con mi familia, la escuela nunca me gusto me sentía encerrado y abandonado cuando asistía, solo encontraba paz con mis amigos, en la calle me sentía libre, me sentía vivo, ellos eran para mí una verdadera familia con ellos viví de todo, mi primera ida a la cárcel, mi primera cogida, con ellos descubrí lo que era el alcohol, el tabaco y las drogas, con ellos me sentía respaldado, protegido, seguro… Como en todo, aquí también había gente buena y gente mala, los más grandes del grupo siempre nos cuidaban, trataban de guiarnos, eran algo así como los hermanos mayores de nosotros… Damián, Lázaro, Kevin, Julián y Noé, eran los mayores, los líderes, tenían entre 20 y 23 años y a su corta edad ya habían vivido más cosas que muchos en toda su vida. Lo que les contare sucedió cuando tenía 14, estaba molesto por que no tenía dinero para un teléfono, quería uno, todos los de la secundaria a donde iba tenían uno y yo no, eso me hacía sentir mal, pero no decía nada pues en casa también faltaba el dinero, recuerdo que hable con Damián de ello y me hizo entender que no siempre es posible tener lo que uno quiere... pero que si uno es astuto siempre hay formas de lograrlo… “cuando crezcas entenderás” me decía… pasaron los días, una tarde como siempre estábamos en la cuadra jugando, llego Damián junto con lázaro, Damián se acercó a mí y me pregunto “¿recuerdas el cel que querías?”, “si” le conteste ¿te lo quieres ganar?” me pregunto, “¿Cómo?” Le respondí… “Tú solo responde ¿sí o no?”, “si, si quiero” conteste emocionado, “sale, en la noche te enseñare como” me dijo mientras me dejaba y se dirigía hacia Bryan otro de los chavos de la cuadra… llego la noche… nosotros seguíamos en la calle, pues pese a ser un barrio peligroso entre todos nos conocíamos y solíamos estar afuera hasta muy tarde… Eran como las 8 de la noche cuando llego un chevy, en el venían Damián y Lázaro, el chevy se estaciono una cuadra bajo, Lázaro y Damián subieron, Damián me hablo a mí y a Bryan, mientras lázaro llevaba a otros dos, nos acercamos al chevy que estaba justo debajo de una vieja lámpara… Damián y lázaro se pudieron al lado de la puerta del conductor y nosotros cuatro estábamos en medio de ellos… “¿No están muy chicos?” preguntó el conductor… “Ya aguantan” dijo lázaro “Además quieren ganarse una moneda” agrego Damián… nosotros 4 nos volteamos a ver sin saber bien que pedo… “Él” dijo el del carro señalándome a mí... “Súbanse agrego”… Damián me tomo del hombro y me llevo junto con él a la parte de atrás del carro, nos subimos y arrancamos sin saber yo a donde iríamos… llegamos al campo de futbol que estaba en la colonia “párate debajo de ese árbol” dijo Damián… el carro se estaciono en la esquina más alejada del campo, justo debajo de un viejo árbol, la oscuridad era casi total, si no fuera por la luz de la luna y la de la vieja lámpara de la calle de arriba que dejaba pasar algunos rayos de luz entre las tupidas ramas del árbol… Damián y yo nos bajamos… al bajarse el conductor pude ver que se trataba de un señor mas o menos joven, entre 30 y 40, medio güero, algo gordito y chaparro… “¿Confías en mí?” me pregunto Damián “simón” le respondí “bueno, haz lo mismo que yo hago y te vas a llevar un cel” dijo mientras el señor ese se acercaba a nosotros… lo siguiente que vi me dejo inmóvil, el señor ese le agarro sin pena alguna el bulto a Damián y este no hizo anda, pero no solo eso, sino que el señor ese empezó a besar a Damián mientras lo jalaba hacia una improvisada banca de madera que había en ese lugar… yo los seguí para ver que más pasaría… el señor ese se sentó en la banca mientras veía como Damián se desabrochaba su bermuda… “ven” me dijo en voz baja el señor, yo me acerque y me quede parado al lado de Damián…  lo que siguió fue algo completamente nuevo para mí, nunca imagine que Damián hacia eso, si bien oía que entre ellos bromeaban con el tema nunca imagine que hicieran esto para ganarse la vida…  mientras el señor ese comenzaba a chuparle la verga a Damián, estiro su mano y me jalo más cerca del… acariciando también mi paquete… sentía raro, me apretaba fuerte, era muy tosco, no era como las chavas con las que había estado que me agarraban mi verga con cuidado…  el señor ese metió la mano por debajo de mi short y empezó a buscar mi verga cuando la encontró… se separó de la verga de Damián y dijo “¡Ya tiene pelitos!”… a lo que Damián respondió “te dijimos que ya aguantaban”… mi verga involuntariamente comenzó a ponerse dura “se le está parando” dijo el señor mientras seguía chupándosela a Damián… “además mira” comento Damián sacando su  y encendiendo la pantalla, acerco la tenue luz del celular hacia mí, me alzo la playera y dijo “mira wey”, “¡no manches!” exclamo el señor con cara de felicidad, ”¡ya tiene cuadritos!” dijo emocionado al mismo tiempo que sacaba la mano de debajo de mi short y me jalaba hacia el sin dejar de ver con asombro mi torso, sus manos gruesas comenzaron a acariciar mi abdomen firme, contaba mis cuadros, pasaba sus dedos en medio de mis abdominales, comenzó a besarlos y acariciarlos al mismo tiempo que acariciaba mis piernas… “y también esta piernón” dijo sin dejar de besar mi torso… “te dijimos que te iban a gustar, los 4 están como los pediste, pero este es el más aventado” dijo Damián mientras me acariciaba la cabeza como en señal de aprobación…
“¿puedo?” me pregunto el señor mientras tomaba el borde de mi short, yo con algo de nervios voltee a ver a Damián quien me dijo “respóndele, no vas  a hacer algo que no quieras… nomas acuérdate del celular que quieres” me dijo… “bueno” le respondí al señor quien rápidamente bajo mi short dejando al descubierto mi pene sema erecto, el señor ese se metió rápidamente mi verga en su boca… su mamada era rara, era muy rápida, muy salvaje, sus dientes me lastimaban un poco, parecía desesperado, como si tuviera prisa… “aguanta, aguanta” me decía Damián pues veía como cerraba los ojos y hacia muecas de dolor… de pronto el señor ese jalo a Damián mas cerca de donde yo estaba y sacándose mi verga de su boca comenzó a chupársela a Damián… mientras con su mano me masturbaba a mí, después de un rato comenzó a alternar entre Damián y yo… en eso nos junta aún más y puso nuestras vergas en su cara… “Me cogen” nos preguntó “Por mí no hay pedo” dijo Damián, “la bronca es que este es nuevo” dijo refiriéndose a mi “no sabe cómo preñar culos aun”… “o sea que seré tu primera vez” dijo mientras se metía mi verga en su boca… “si” le conteste… el señor ese paro para acomodarse bien en la banca improvisada, apoyando sus manos allí y parando bien sus nalgas le dijo a Damián “enséñale como se hace” Damián se colocó atrás de él y me dijo: “checa bien como se hace wey” me dijo… “primero le escupes el culo, luego le metes un dedo pa que afloje, luego te escupes la verga y se la pones en el culo, tienes que apuntarle bien porque si no, no entra y luego ¡madres! Se la entierras toda de un putazo! Me explicaba Damián mientras el del chevy solo alcanzo a gemir “¡auuuu! eres un cabron”… Damián comenzó un rápido mete y saca que hacia gemir al señor ese cada vez que se la metía “mmmm mmm siii mmm siiii” decía el del chevy… “ahora él” indico el señor ese…. Nervioso me puse atrás de él, Damián acomodo el culo del señor ese a manera que quedara a mi altura… le escupí el culo, le metí el dedo se sentía caliente y medio húmedo, luego con la punta de mi verga empecé a buscar la entrada de su culo… cuando la encontré hice lo mismo que Damián le metía mi verga de golpe “mmmm rico” dijo el señor mientras yo sentía como su culo caliente apretaba mi verga, sentía como su culo me mordía el pito, el señor ese aventaba sus nalgas para atrás y comenzaba a mover en círculos sus nalgas, la sensación de su culo apretando y estimulando mi verga me éxito mucho, seguía yo metiendo y sacando mi verga de su culote mordiéndome los labios, tratando de aguantar lo mas posible, era la primera vez que me cogía un culo y era un culo de bato, lo peor era que me gustaba como se sentía…. “dale, dale duro” me decía Damián, mientras se masturbaba al lado de nosotros…. “ahhhhh, ahhhhh, ¡yaaaaa!” exclame…. Mientras me venía adentro de ese señor, la sensación de su culo caliente, húmedo y apretado fue demasiado para mí, no aguante más…. “Que rico mi amor… ¿te gusto mi culo? ¿Te gusto como te apretaba la verga?”… me preguntaba extasiado el señor, “si, si les respondí”… le saque mi verga de su culo la cual seguía dura y Damián nuevamente se la metió, esta vez dándole más duro que la vez anterior, no paso mucho tiempo para que Damián también le llenara el culo de leche “haaaa me vengo” dijo Damián mientras se aferraba con todas sus fuerzas al culote gordo del señor ese metiéndole hasta el tope su verga... “¡siiiiiii papito rico, si asi, préñame, préñame!” Decía el del chevy…. Damián le saco su miembro y se puso al lado mío, mientras se apretaba la verga sacando las ultimas gotas de semen, el señor ese rápidamente fue a su coche saco papel de baño, tomo un pedazo y nos dio el resto… mientras se limpiaba el señor nos decía “Muy rico todo Damián, de verdad que tú nunca me quedas mal, además tu amiguito también está muy muy bien”… “Ya sabes mi Manu, aquí hay pura calidad, cuestión que te sigas portándote chido y verga no te va a faltar o no mi Gera”… “simon” conteste… al terminar de limpiarnos nos subimos al carro y nos llevó cerca de donde nos recogió, nos bajamos y Damián se acercó a la ventana del conductor a hablar con él, el del chevy le dio un dinero y una caja de celular, al ver eso me emocione… arranco el carro y se fue… “Mira Gera, no es nuevo, pero es de los chidos” dijo mientras me daba la caja… yo estaba bien emocionado, cuando me lo dio y vi el modelo más me emocione porque de verdad era de los chidos de los que salían en la tele… “eres un chingon” le dije a Damián mientras checaba las funciones del teléfono… “No agradezcas wey, te la rifaste chido, te lo mereces” me respondió Damián… llegue a casa, me metí a mi cuarto y me puse a cargar el teléfono… y así fue como termino esa primer noche en la que me inicie en este mundo del sexo con batos…
Si les gusto y quieren saber como se desarrolla esa historia hasta nuestros días escribanlo en los comentarios, si no les gusta este tipo de historias también haganmelo saber.
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jose-a-perez · 3 years
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El amigo de mi esposo Hola mi nombre es Ana, hoy les voy a contar como es que me cogi al amigo de mi esposo, todo empezó por un día que fuimos a desayunar barbacoa y yo andaba bastante caliente por que mi novio y yo habíamos ido a pasar toda la noche a un motel y no pudimos desatar toda nuestra pasión por tener que dormir, y andaba demasiado cachonda aún, ya en la barbacoa de repente vi llegar a un chavo pelón alto, de muy buen ver y muy deseable, cuando mi novio lo vio lo saludó, al retirarse le dije a mi novio, oye tu amigo es del gimansio, a lo que el me contesto que no y me pregunto por qué, a lo que toda caliente conteste, que tenía unas piernas muy trabajadas por no decir deliciosas, mi novio se dio cuenta que me gustó a lo que me dijo, ey que pues calmada, y le contesté hay nada que ver pero se le ven muy bien sus piernas ese día termino así, en otra ocasión cuando ya estaba embarazada de mi novio lo descubrí viéndole el trasero a una vieja, a lo cual le dije, andele pues así le voy a hacer cuando vea a tu amigo de la barbacoa le voy a ver la verga, a lo cual mi novio se molestó, le dije le voy a ver la verga y voy a decir hay ese peloncito, a lo que el entre excitado y bromeando me dijo, pues ya chupasela no?, primero me imaginé su verga y después de unos segundos le dije pues no más que tenga chance y si, no se si eso le molestó más o le excito por que después de eso fuimos al motel, y lo hicimos duro aunque fue muy rápido, por el tiempo ya me hacía falta, paso mucho tiempo y a mi me quedaba la espinita de como la tenía o que tal lo hacía ese peloncito.... Para mí suerte era amigo de las corridas de toros de mi esposo y suegro, entonces un domingo de toros mi esposo llegó todo ebrio, modo bulto para mi sorpresa venía acompañado de el, me saludó y me dijo ya te traego a tu esposo, le pedí que por favor me ayudara a subirlo al cuarto, como pudimos lo subimos y lo dejamos en la cama, el amigo también andaba un poco ebrio pero no como mi marido, me pidió permiso para entrar al baño, a lo cual le dije que entrara al del cuarto pues ya estaba ahí, mientras el estaba en el.baño aproveché para quitarle a mi esposo sus botas y estuviera más a gusto, el amigo ya se había tardado por lo que voltie y de reojo y me di cuenta de algo que casi me vuelve loca, recordé que tenía mi cesto de ropa interior lleno, por lo cual estaba a reventar de mis calzoncillos los cuales ya tenía en la mano oliendo y con la otra jalandose el pene, que apenas iba tomando forma y era delicioso, era un pene blanco de tronco grueso y un enorme cabeza por glande... Se me hizo agua toda la boca y vagina lo que mucho tiempo había anhelado ese día lo tenía para mi sólita, y gracias a mi marido, la verdad actué muy rápido, entre al baño con un papel de rollo en mano para entregárselo, fingiendo que fue por descuidada al momento de entrar se quedó frío como en shock, y creo que su pene se le paró más aún de lo que ya estaba, era aún más cabezon, el solo me miró fijamente a los ojos para ayudarle un poco solo le dije puedo, a lo que el sin problema contesto que si, le tomé su verga ya algo parada y se la empecé a mamar era super delicioso le sabia riquísimo su camote blanco empezó a sacar preseminal luego luego, algo que era súper delicioso, cuando le goteaba la verga me la sacaba y lo masturbaba, hasta sacar una gota y llevermela a la boca, era la escena más rica que podía tener enfrente, gracias a que andaba yo con un short muy corto, de alguna manera alcanzo a bajarlo y dejarme en calzones... Ni tardo ni perezoso me metió un dedo, a lo que me dijo, eres un perra en celo ve nada más lo mojada que estás, al decir eso me metió otro dedo en mi vagina ya toda húmeda, al sentir su dedo aumente la manera en la que se la mamaba y succionaba, de una forma deliciosa, le gustó tanto que creo que no quería venirse por que me dijo me toca, me llevo a la sala, a pocos metros del cuarto donde dormía mi esposo, pasamos desnudos enfrente de él, de hecho al pasar por enfrente de él me frene y se la volví a chupar, a lo que solo pudo decir perrita quieres me tu marido te escuche como la chupas, me la saqué de la boca y le dije cállate cabron solo pego una carcajada y me llevo a la sala... Ya en el sillón me retiro el calzon y me empezó a dar una chupada de vajina deliciosa, jugaba con mi clitoris de una manera muy especial, como si supiera la manera correcta de como me gusta, me vine como dos veces en su boca, cada lenguetazo que me daba era delicioso, como podía contenía mis pujidos hasta que le dije ya metemela, me respondió no tengo condón le dije que no me importaba que ya quería sentir su verga dentro, a lo que rapido se acomodó arriba de mi y de un solo empujón me la dejo ir toda de lleno, sentí un orgasmo tan rico quizás por lo prohibido de la situación o no se yo pero casi gritó de lo rico que estaba disfrutando, estuvimos así como 15 minutos hasta que me dijo quieres montarme perrita, y conteste claro que si papi, en esa media hora ya me había transformado en la más puta de todas, lo sente en el sillón su verga toda erguida me pedía a gritos que lo montara, yo estaba súper lubricada, tanto que ese hermoso pedazo de carne se me fue de una sola embestida, me estaba dando unos sentones yo sola que eran de campeonato... Me entraba tan rico que tuve que frenar después del primer orgasmo, para ese entonces me quito la camisa y el brasier deportivo que traía, y en cada senton que me daba me mordía mis pesones que ya estaban super erectos, duramos así como otros 15 minutos se me hizo raro que no se viniera, a lo que me dijo, te lo quiero hacer de perrito maldita zorra, le dije si papi soy tu perra, pideme lo que quieras me volteó y puso mi cara contra el sillón y lentamente me la dejo ir, la verdad en esa posición ya no podía aguantar más y empecé a gritar de placer, tenía un ligero miedo que mi esposo despertara pero sentía cada centímetro que me metía, y una vez más tuve un orgasmo delicioso y el aún ni se venía, solo me decía aguanta más zorrita ya me dolían las piernas de tanto aguantar las embestidas de buenas a primeras me dijo ya viene tu leche mami, vuelta loca le dije avientamelos adentro, solo escuche un super pujido de alivio y enseguida sentí un chorro de semen que me bajaba por las piernas y mi vagina, el se sentó y todavía tenía su pene demasiado parado, todavía se la pude mamar y disfrutar de lo rico que le sabia la verga entre mis jugos y su semen... Nos vestimos y al final de despedirnos me dijo, tu marido no sabe el nivel de puta hambrienta que tiene en casa me dio beso de lengua con agarrón de nalga y se retiro, regrese al cuarto donde dormía mi esposo y lo desperté con un rico beso en la boca la cual todavía tenía restos de semen en ella, se despertó y como pudo me cogio muy delicioso y más por que yo sabía lo que había hecho dormimos más de 8 horas, al despertar me hizo el desayuno, fue lo más delicioso recibir dos buenas cogidas y aún así me dieron de desayunar... Fin...
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male0016-blog · 6 years
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Subele el volumen a tu radio muchacha. Mira, entiendo lo que estas pasando en estos momentos y lo mal que te sientes. Pero hay una cosa que debes de tener en claro. Eso de ser callada, ante los demas es muy frustrante. Es un comentario sano y no eres la unica que lo vive, hay muchos chavos que son discriminados por eso desde los amigos hasta sus familiares. ¿Por que pasa esto? Porque la persona que es asi callada NO se Hace notar. Has de cuenta que no existiera y que solo lo que vemos es un bulto. Los demas quieren ver una vibra, una sonrisa, bueno hasta una travesura pequeña ya te hace Notar que existes. No es tu culpa de que seas asi. Quizas desde pequeña tus familiares te reprimieron para que no fueras una niña liberada en sus emociones y por eso sufres ahora.
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positivovivo · 6 years
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El gran cierre.
Decidí ponerle así a este capítulo porque justo coincide con los últimos días del mes de mayo y vaya manera de cerrarlo. Era lunes 28 y con permiso de mi jefe fui por mis análisis o a ver qué me deparaba el destino.
Recuerdo que llegué pero como era afiliado al IMSS no pude hacer más nada, ni carga viral, ni cd4, lo que sí tenia era la diarrea entonces no sé cómo me logré colar en la fila de atención de aquellos que van a la clinica.
- No he desayunado! Señorita tengo el número 01 cree que me de tiempo de ir por agua y un panquecito (sentía la boca tan seca, los labios tan secos que pensé si no tomo o cómo algo aqui caigo)
- No joven esperese es el primero
Dicho y hecho, a los dos segundos la doctora sale del consultorio y dice mi número.
Una vez dentro lo primero que me pregunta es:
- Tienes IMSS
- Creo que sí
- Entonces no te puedo atender ya tienes tus cd4 y carga viral?
- Tampoco me las dan el viernes
- Bueno el viernes vas con tus resultados a...
Justo cuando iba a empezar su letanía burocratica le dije:
- Doctora, me siento muy mal, tiemblo en las noches, en un día voy más de 6 veces al baño, tengo calentura, sudo por las noches, no me puede solo dejar ir, para mí no hay Viernes si sigo así.
Las caras de los médicos son frias y sin sentimientos, así deben serlo por todo lo que les toca ver y vivir, pero en su rostro algo se quebró y me dijo:
- Contéstame todo lo que te voy a preguntar (comenzó el famoso historial médico).
Fueron tantas preguntas, con cada una viajamos tiempo atrás y más tiempo atrás. Tantas alertas, tantas llamadas de atención a las cuales yo, un joven educado, profesionista, que se jactaba de su inteligencia en pleno 2018 no hacía caso.
Ahora sé que le llaman bicho, pues después de todo ese cuestionario definimos que el bicho llevaba en mi 5 años. La cara de la doctora fue de una desilusión muy honesta, como si no logrará entender que alguien como yo, publicista, con toda la información en la mano, me llevara hasta ese momento. Me dijo:
- Con nadie que tenga seguro me he tardado tanto tiempo, toma este papel, vas a ir al hospital La Raza (es un hospital enorme aquí en CDMX) una vez que tengas tus análisis.
- Y la diarrea? Y las medicinas? Y el tratamiento? (Yo tan inocente)
- Te voy a dar algo para la diarrea.
Me dio una receta y salí con mi nota de La Raza y mi receta para la diarrea.
Caminé en circulos, fui al metrobus, evidentemente había perdido peso y sentía que todos los que me veían sabían de mi condición, pero sólo eran ideas. La realidad llegó cuando en la farmacia doy la receta para la diarrea y la señorita ve un enorme logo de VIH. Me ve, me da la medicina y pregunta sin que yo se lo pidiera:
- Quiere un suero?
- Sí
- Tome yakult o un yogurt de probioticos, le va a ayudar.
Ahi entendí que esto no era nuevo para nadie, sólo para mí.
- Gracias
Me fui a mi casa a seguir derrochando mi interior, toda la tarde, toda la noche.
Al otro día, martes, tenía junta con un cliente muy importante en sus oficinas (lo mencioné escuetamente antes, todavía soy publicista) subo al uber, vaya mi suerte, yo iba a polanco y por un error el tomó ignacio zaragoza, no me di cuenta hasta que abrí los ojos porque dormí un poco, pensé: "esto no es polanco".
Estres y más estres tanto que comence a reir:
- jajajajaja qué jodido estoooooy
No sé cómo pero el uber y yo lo logramos, llegué a la junta a tiempo, no es por vanagloriarme pero fue un éxito, nos quedamos con la cuenta, por un momento fui otra vez el que era antes: publicista en ascenso, exitoso por lo menos para mi círculo cercano, alguien más grande que mi condición. Fue bueno volver a sentir eso. Cabe mencionar que fui 2 veces al baño, al final de la presentación y antes de irnos, nadie cuestionó nada, ni mi peso.
Salimos de ahí rumbo a la agencia y el calor era especialmente sofocante, mi compañero de trabajo venía felicitandome y yo le pedí que sólo me dejara dormir durante el trayecto.
En la agencia todo fue dormir, ir al baño y esperar a salir. A mis compañeros de trabajo les dije:
- Nos vemos mañana.
En casa las diarreas, ya estaban mis roomies así que fui lo más silencioso que pude las 4 veces que fui al baño, me movía en la noche como gato, mis papeles, el imss, mi diagnostico, botellas llenas de pipi, fui a la cocina por unas bolsa negra y todo lo que era bulto y que me pudiera delatar lo puse ahi para tirarlo al otro día temprano que pasaba el camión de la basura. Sólo dejé una bolsa de suburbia con "las cosas importantes". Intenté dormir.
Me levanté como a las 9:20 am, todos los roomies se habian ido, me vi al espejo, parecía niño de África, se me veían los huesos del pecho, de la espalda, las piernas hechas dos popotes, "no puedo más me voy a la raza, no puedo morir en este cuarto".
Salí y pedi uber, me llevó por todo el centro de la Ciudad de México, la catedral, todos los rincones que amo de esta ciudad. En la radio sonaba una canción que estoy seguro era de Carlos Rivera que hablaba de morir de amor o algo así, yo pensaba, son señales hay que tener resignación, pensaba en mi familia pero mi postura fue: "los amo pero quiero descansar". De algún modo me rendí en el UBER.
Llego a La Raza, creo que me ven tan mal que me dejan entrar a todos los lugares, me dice una señorita:
- Sí te atendemos hijo pero necesito tu carnet del IMSS
- Maldición sí lo tengo, pero está en la casa, en la bolsa de suburbia, sí me da tiempo de ir por él, regreso
Salí corriendo, pedi otro uber, supongo que los ubers de la zona están acostumbrados a llevar gente enferma o familiares, yo sentía que llevaba un muerto, llegué a la casa, le dije:
- Me regresa a La Raza
- Claro que sí, usted tranquilo
Qué bella conductora, me vio tan nervioso que me intentó tranquilizar.
Subí por la bolsa de suburbia, no estaba donde la dejé, no estaba en ningún lado, entre mi caos nocturno también la tire a la basura, con mi carnet del IMSS.
Entro en pánico: "esto no es real" "no está pasando" "es obra del mismísimo diablo" "quiere que me mate pero no lo va a lograr" "qué hago" "qué hago" pues regresar.
La conductora del UBER tomó sus propios atajos, llegó rapidísimo, bajando sólo dijo: "mucha suerte joven, tranquilo".
Pasé la rejilla, esa que parece impenetrable, me dirijo sin decir nada a nadie hacia la señorita que me dijo que me atendía con mi carnet. Le dije:
- No encontré mi carnet, pero aquí hay una copia de mi numero de seguridad social, mi papel de la Clinica Condesa que me mandó acá, mi curp, por favor atiendame o me quedo afuera del hospital hasta que me dejen entrar.
- No se preocupe ahora lo atendemos.
Raro pero eso me dijo, fue por una médico de tono dulce, amable, coordial, me ve y comienza a hacerme las mismas preguntas que la médico de la clinica. Comienza a salirme sangre, la noto muy nerviosa, comienza a trabarse su habla, sus respuestas ya no son tan firmes, sale y pregunta por mi carnet, le comento que no lo tengo, le doy la copia donde viene mi numero de seguridad social y se la lleva, escucho que afuera dice: "voy a pedirle al doctor que lo ingrese" regresa a mí y lo último que me dice es: "te vamos a ingresar, te veo arriba". Me sentí bien, no era lo mismo estar en mi cuarto pasando todo esto que con médicos checandome. Me pasan a un cuartito: "desnudese, bañese, todas sus cosas de valor en esta bolsita y su ropa en esta otra" cuando termine espere aquí. Hice todo eso y cuando por fin me senté a esperar, despojado de toda vanidad, con esa bata que identifica a los enfermos, descanse: "Que sea lo que Dios quiera, sólo quiero descansar". Pasaron varios minutos hasta que llego una silla de ruedas, me llevan hasta un elevador, también llevan a alguien en camilla, se abren las puertas y un pasillo largo me recibe.
Todos se ven tan fragiles, demacrados, terminales, "a caso yo me veo como uno de ellos?" no sé, sólo dejo que me lleven. Me asignan cama, es la 125, vuelve la doctora que me recibió y dice: "llevenlo ya a otorrinolaringología". Me llevan, cruzamos un patio enorme para llegar ahí, entramos al hospital que realmente es La Raza (yo todo el tiempo estuve en un pabellon de infectologia) tanta gente, tantos padecimientos, tantos familiares, todos me veían con más lastima que a un niño de Teleton.
Me deja el enfermero y me dice:
- Ahorita la doctora te va a tomar unas muestras, espera tantito.
Me deja en su consultorio y en cuestión de minutos me toma radiografías de mi mentón y no se cuánto más. Ve su computadora, me dice alza la cabeza me mete algo agrio por la nariz (anestesia) y me cauteriza.
Yo mientras estamos ahí en silencio le digo:
- Señorita me puede explicar que hizo.
- Llámeme doctora por favor no señorita
Ok la cague, mi mente no estaba precisamente pensando en el empoderamiento femenino.
- Lo que usted tiene sólo es una lesión en una vena de la nariz, se lo cauterice, no veo nada anormal puede regresar.
El enfermero me lleva de nuevo al pabellón de Infectología donde me hacen más estudios y radiografías. Por fib me meten a un cuarto con 4 camas, dos ocupadas, una vacía y la mía, la 125.
Un señor que está en muy mal estado está a mi izquierda y frente a mi la cama 124 ocupada por un chavo de 37 años al que llamaré R, la primer persona que yo conocía con VIH y quien a pesar de sus padecimientos me enseñó todo.
No imagino un cierre más épico para mayo que éste.
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anongirl1996 · 5 years
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“LIKES”
Hace ya varios meses, ha surgido un tema de discusión en el cual la mujer queda como la villana del cuento y el hombre la victima, y es con respecto a los famosos y polémicos “likes y comments” en redes sociales, nos señalan, nos juzgan y en cada espacio de una discusión que se les presente, exclaman “Es solo un like porque tanto drama” y uno calla y en ese silencio se van apagando cada uno de esos sentimientos y emociones;
Juzgan sin antes sentarse y preguntar cual es la molestia, los likes tienen una sola función y es dar un “me gusta” a las fotos que a uno le parezcan de buena calidad o entretenidas, pero como mujer vamos mas allá de eso, no hablo por todas, porque decir que todas somos del mismo molde seria una falacia, pero hablo por la mayoría que hemos estado en esta situación de querer explicar eso que muy adentro la atormenta y fastidia, y hoy escribiré todo eso que percibimos pero callamos para no ser catalogada como “dramáticas” y lo haré de una perspectiva femenina y neutral sin la necesidad de irme a los extremos tóxicos.
Un like va mas allá de su insípida función de dar me gusta, a continuación enumerare porque la importancia de esos likes y comments a nuestras fotos: 1)La mas simple, porque le gusto mi foto; 2) Se tomo el tiempo de detenerse en su timeline para ver mi foto y darle like o comentarla; 3)Hacerle saber a todos que el me apoya hasta en las pequeñas cosas; 4) Que no importa que tan pequeño e insignificante sea, si lo hago yo, se vuelve importante para el; 5) Que esta orgulloso de las fotos que posteo; 5) Que sabe y le da importancia a lo que tuve hacer para subir la foto (probablemente dejo de comer ese día solo para que ese vestido-traje de bano le quedara bien, estuvo horas maquillándose sin darse el derecho de un pequeño margen de error solo para verse linda, probablemente el fue el primero o único en el que ella pensó al subirla, esperando ese like que tanto esperaba; 6) Porque la mayoría de la veces se hace no por la catidad de likes o comentarios, solo porque esa persona mire lo linda que estas y si no te lo dice, un like bastara; 7) Porque esas pequeñas e insignificantes cosas son las que nos hacen felices; 8) Nos hacen sentir importante para el, porque tomarse un segundo para verla y comentarla, no cualquiera lo hace, solo aquel que quiera dar a conocer que hay un interés ya sea pequeño o grande; 9) Al darle like a alguien mas es ver estas mismas razones pero no dirigidas a uno, si no a alguien mas.
Pero tranquilas, hace mucho tiempo alguien me dijo “Los hombres tienen una capacidad de separar lo físico de lo emocional” y ahí entendí, que no importa si viajaste a Vietnam, Tailandia o Reino Unido, si compraste ese vestido valorado en 290 euros, que te hayas maquillado con tus mejores maquillajes de Chanel o Dior, que hayas estado horas buscando los colores y contrastes correctos, todo esto se vuelvo insignificante y sin valor, cuando una gata cualquier sube una foto ensenando la mitad de la concha, no importa que sus maquillajes sean del mercado, que se haya tomado esa foto en una playa municipal sucia, todo eso queda por fuera, pues ella esta semidesnuda revolcada en la arena, o esta en una pose que a simple vista se ve forzada solo para verse con culo y tetas.
A los hombre no les interesa los buenos gustos, la elegancia o finura de su novia, prefieren lo vulgar y nauseabundo de una gata cualquiera que ha pasado por X cantidad de chavos. 
Y es aquí donde tu like y comentario se vuelvo insignificante y sin valor, puesto que yo no estoy al mismo nivel de esa inmundicia, yo siempre estaré arriba de esas, porque me valoro y porque me importas y te amo, mientras que esas solo quieren sacarte tu dinero, pero que sabrás de valorar lo bueno, si pierdes el tiempo viendo a ese tipo de mujeres y no quiero llegar a decirlo pero debo de, probablemente hasta deseándolas. Maldito morbo hace que un hombre por bueno que sea termine siendo del mismo bulto.  
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danielwayne87 · 5 years
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La cosa del árbol
Estaba estudiando con un grupo de amigos – Ricardo, Rubén, Ramos y yo -  sobre la vida de Sigmund Freud, cuando llegamos a una parte en la que se hablaba de su consumo frecuente de drogas. Como jóvenes veinteañeros teníamos la inquietud de probar alguna droga ilegal, por lo que nos convencimos entre los cuatro de probar alguna droga a la primera oportunidad. Por ese entonces, aparte de estudiar en la universidad, Ricardo y yo trabajábamos por las tardes en un cine, se dio la casualidad que a los pocos días de hablar sobre el consumo de drogas unos compañeros se hicieran “famosos” entre el equipo de limpieza del cine por sus ausencias cada vez más frecuentes. Cada vez que regresaban, se les veía con las pupilas dilatadas, muy ansiosos, muy enérgicos, y se limpiaban constantemente las fosas nasales, y uno de ellos, era el proveedor. Ricardo y yo nos acercamos a este compañero para preguntarle por las drogas que vendía; nos dijo que tenía varias, pero las más vendidas eran la cocaína y la marihuana.
Nos ofreció cocaína, pero al no tener efectivo en ese momento, decimos esperar, y ese mismo día al salir del trabajo Ricardo y yo fuimos a mi casa a buscar información de los efectos y duración de los mismos de la cocaína y de la marihuana.
Al día siguiente con dinero en mano llegamos al trabajo buscando al que sería nuestro proveedor, pero para nuestra mala suerte ese día él había descansado, teníamos que esperar al día siguiente. Al día siguiente llegamos y al ver al proveedor le compramos una bolsa de tamaño mediano de hierba, yo le hablé por teléfono a Ramón para que me alcanzara en el cine y le di una mochila con la bolsa que acabábamos de comprar, y nos pusimos de acuerdo para vernos esa noche en casa de Ricardo para probar esta hierba.
Llego la noche, se terminó el turno, y yo personalmente estaba ansioso, tenía miedo, sabía que si mi madre se enteraba de que compre y consumí una droga ilegal me mataría, estaba por decidir irme a mi casa, pero al salir veo a Rubén que nos esperaba a Ricardo y a mí en su coche, sabía que cualquier objeción que pusiera seria inmediatamente invalidada por cualquiera de los dos y terminarían convenciéndome, así que decidí no decir nada, solo le mande un mensaje de texto a mi mamá avisándole que ya había salido del trabajo y que, como le había dicho días antes, iría a pasar la noche a casa de Ricardo.
Yo, Daniel, siempre he sido un tipo nervioso, me altero con mucha facilidad, por lo que, honestamente, no suelo hacer cosas que “mis padres desaprobarían” pero en esta ocasión, estaba decidido a hacer algo que me habían repetido en cientos de ocasiones que no hiciera, total, ¿que podría salir mal? Habíamos leído que podría pasarnos, y solo encontramos que entraríamos en un estado de euforia, que los sentidos no estarían al 100% por lo que se recomendaba al consumidor no estar fuera de casa, asi que, tomando en cuenta eso, pensé que estaba todo cubierto, no estaríamos solos y no saldríamos de la casa, como dije, nada podría salir mal, o al menos eso pensaba.
Llegamos a la casa de Ricardo, el único que faltaba era Ramón, Ricardo le llamo y dijo que llegaba en 30 minutos, los cual me parecieron eternos, como ya mencione, estaba nervioso, MUY nervioso. Mis amigos se dieron cuenta, ellos también estaban nerviosos, en mayor o menor medida que yo. Pasaron los 30 minutos y Rubén aun no llegaba, decidimos esperar un poco más de tiempo, y comenzamos a platicar de diversas cosas, recordar tonterías que habíamos hecho o dicho ese día en la escuela, o como unos meses atrás, habíamos hecho una práctica en la universidad donde diseccionamos una cabeza de puerco, para poder ver cómo era un cerebro en vivo, la profesora, que era médico y psicóloga, nos mencionó entre broma que, al ser difícil conseguir un cerebro humano, nos quedaba solo ver el de un cerdo, que era el más parecido al nuestro, luego, al no saber más de que hablar, alguien comenzó a contar una “historia de terror” que no asusto a nadie, yo ya estaba desesperado.
La espera termino, esperamos a Ramón poco más de hora y media, al parecer no conseguía convencer a sus padres que estaría con nosotros. Enseguida sacamos el papel para forjar y, como pudimos comenzamos a hacer los cigarros, dado que en ese tiempo aún no había tantos tutoriales o cosas por el estilo, batallamos en hacer un buen cigarro. Salimos al patio, que era bastante grande, nos sentamos en el piso y comenzamos a fumar, la idea era que cada uno se fumara su propio cigarro, pero al ser inexpertos desperdiciamos bastante hierba por lo que al final nos quedamos con pocos cigarros por lo que íbamos compartiendo de uno en uno. Yo pensé que el efecto sería inmediato, pero no pasaba nada, y lo mencione a mis amigos, cuando uno dice algo así como – “ya cállate, deja disfrutar” – y eso hizo que estallaran las carcajadas entre los cuatro. Pensé, - “ok, es oficial, esta cosa ya está haciendo efecto” - seguíamos fumando, riendo, hablando de cosas sin sentido, se terminó la hierba y parecía que el efecto ya estaba pasando, seguíamos en el patio, ya era casi las 2 de la mañana, Ricardo y Rubén fueron a la cocina a ver que había de comer, Ramón y yo nos quedamos platicando, cuando, se escucha un ruido en los árboles, dado que en esa zona hay muchos gatos no le dimos importancia, -“ a de ser otro gato” – pensamos en voz alta. Al poco tiempo se escucha un ruido espantoso, parecía una pelea de gatos; el árbol de donde provenía el ruido no tenía muchas hojas, pero al ser de noche nuestra visibilidad era limitada, de pronto vemos como un gato baja precipitosamente del árbol, visiblemente lastimado; dado que el ruido fue demasiado pensamos que entre 2 o mas gatos habían atacado a este que bajo, alzamos la vista y lo que vimos nos dejó sin habla. Ante nosotros estaba un ser grande, de color rojo, que nos miraba fijamente, no podríamos decir que era algo antes visto, y no nos quedamos a averiguar que era, corrimos a la casa y salimos por la otra puerta gritando que había algo en el árbol, Ruben no quiso averiguar de que hablábamos, solo nos siguió y con relativa calma salió de la casa y nos dio un aventón a cada uno, Ricardo no nos hiso caso y se quedó, le rogamos que se fuera con nosotros o a casa de su madre, pero el se negaba, asi que solo le pedimos que cerrara bien la puerta del patio a la casa. Al llegar a mi casa me dice Rubén – “tranquilo wey, de seguro lo que sea que creíste ver debió ser por efecto de esa madre, relájate, mañana si quieres nos damos una vuelta a la casa de este wey” – “órale va” – le conteste – “lo bueno que mañana es sábado” – me baje del carro y me metí a mi casa, con el susto hasta el hambre se que había quitado. Trate de no hacer ruido, me metí a mi cuarto y apenas toque mi colchón, quede profundamente dormido. No pude descansar, soñaba que la cosa del árbol me perseguía, yo trataba de escapar y corría lo más rápido que podía, y al darme cuenta de que no podría escapar, decía hacerle frente, y comenzaba a pelear contra ese ser; era dueño de una increíble fuerza, fue en ese momento que me di cuenta que yo era un gato, - ERA EL GATO QUE HABIA VISTO LA NOCHE ANTERIOR!!. En mi intento por escapar distraje mi mirada por unos segundos, fue en ese momento que sentí un zarpazo en un costado, caia del árbol y sentía como mis fuerzas se iban poco a poco, luego el sueño termino. Tuve más sueños los cuales no logro recordar, solo sé que al despertar estaba muerto de miedo, tenía la certeza de que algo les había ocurrido a mis amigos, pero no podía dejar de pensar en lo que me había dicho Ruben, que quizá todo sea un mal viaje, efecto de la droga. Decidí tranquilizarme, desayune, aun era temprano como para ir a ver como estaban los demás. Pasaron las horas y mi miedo y ansiedad desaparecieron, ya estaba convencido del mal viaje que había tenido. Realice mis tareas pendientes, estudie un poco para un examen que estaba próximo, y cuando estaba por comenzar a alistarme para irme al trabajo me llama Ricardo, me dice que vaya a su casa lo más rápido posible. Me visto con lo primero que encuentro y corro a su casa, mi amigo sonaba muy asustado. A una cuadra de su casa veo que Ramón también está de camino a casa de Ricardo, al llegar Ricardo nos ve y nos pregunta – “chavos, ¿Qué fue lo que vieron en la noche?” – en este punto mi miedo regreso y solo sentía como se apoderaba de mí, al mirar a Ramón supe que se encontraba en la misma situación que yo, atinamos a decir  - “no lo sabemos, poro igual solo fue el efecto de la droga, no fue nada” – Ricardo nos mira no muy convencido y nos dice – “vean lo que encontré esta mañana.” – acto seguido se voltea para mostrarnos el árbol donde escuchamos el ruido, tenía unas grandes marcas de garras en el tronco, a un lado, un rastro de sangre, y unos metros más adelante estaba el cadáver del gato, me asuste, pero vi algo que llamo mi atención, estaba muerto de miedo, pero me acerque al cadáver. Moví un poco el cuerpo del gato, y al verlo el horror me paralizo, pues este gato tenía un zarpazo del lado izquierdo, justo como en mi sueño, no cabía duda, en mi sueño yo era este gato.
Decidí no decir nada, sabía que mis amigos no me creerían.
Pasamos el resto del día en casa de Ricardo, como podíamos, hablábamos con los vecinos para saber si habían oído algo raro durante la noche, pero lo único que conseguimos fue que se burlaran de nosotros porque escucharon el ruido que hicimos y de cómo salimos corriendo, según ellos, por un mal viaje de la droga (era difícil que no supieran que fuimos nosotros los que fumamos hierba). Por la tarde, sabiendo que si buscábamos a los dueños del gato nos culparían de su muerte, decidimos enterrarlo en el patio, Ricardo nos aseguró que su papá casi no estaba en casa así que no se daría cuenta del bulto de tierra, además de que procuramos ocultarlo un poco con las plantan que tenían ahí.
Pasaron los días y poco a poco dejamos de hablar del tema, hasta un par de meses después, estábamos reunidos de nuevo los cuatro en mi casa, compramos un par de cervezas, y comida, ya habíamos pasado los exámenes finales y necesitábamos relajarnos del ajetreo escolar. De pronto, sin previo aviso, Ramón recordó lo ocurrido esa noche, lo aterrorizado que estaba al ver esa cosa en el árbol, y como estaba petrificado al ver el cadáver del gato al día siguiente, acto seguido, temblando de miedo nos confesó que  había tenido un sueño muy extraño, soñó que el era la criatura del árbol y que, tenía como objetivo atacar a Ramón, pero el gato se cruzó en su camino, quizá quería defender su territorio, o quiso ayudarnos, nunca lo sabremos, fue en ese momento que yo les relate mi sueño, de cómo pelearon esa cosa y el gato, y de cómo, en mi sueño, el gato perdía el conocimiento. Luego de un rato, llegamos a la conclusión de que jamás sabríamos que era esa cosa, y porque quería atacar a Ramón, solo estábamos seguros de una cosa, nunca habíamos visto algo semejante y deseábamos con todo nuestro corazón no volver a vivir una experiencia similar.
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jennifer-avila · 5 years
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Arañando navidades
Los carros se mueven por el centro de San Pedro Sula en el 30% de la calle, el otro 70% está ocupado por puestecitos de madera podrida, de láminas, de nylon donde se pueden encontrar camisetas Versace a 100 lempiras y con rebaja. Se mueven lento las ruedas de los taxis viejos, sucios, renteados, y van cuidadosos de no pisar el pie de algún niñito cuyo patio de juegos es la calle, la misma que le da de comer con la ganancia que se le saca a las camisetas Versace, Gucci, Channel, piratas que no son como los de los cuentos que no conocen porque jamás les han leído.
San Pedro Sula suena a desempleo en cada esquina, el desempleo suena a bachata, a regueatton, a piano merengue y a prédica de pastor rico y pastor pobre que repite lo del rico, todo junto, todo revuelto. Así suena en el centro, de “la línea para abajo”, porque de la “línea para arriba” suena a lounge el Feliz Navidad de José Feliciano y huelen a nuevo las camisetas Gucci.
El taxi avanza lento para no golpear a las jovencitas que cargan bultos de “ropa americana” o a los jovencitos que convencen de que el mejor disco es el de “éxitos navideños” y que el Buki tiene razón, que es triste pasar la navidad en soledad. El rostro de estos chavos y chavas es el rostro de la rebusca, de la mera sobrevivencia que en las navidades se pone sombrerito de Santa Claus y se alegra porque la gente se mueve con la esperanza de ser feliz estrenando una Versace, una Gucci o una Channel, porque todo el año no hay alegrías, no hay cohetes con los cuales confundir las tirazones en las esquinas.
A esas esperanzas algo de plata hay que sacarles, porque el hambre se pone grosera en enero.
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michangoonga · 7 years
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Chavo Agandalla Error De Soriana, Compra 18 Bultos De Croquetas Por 333 Pesitos
Chavo Agandalla Error De Soriana, Compra 18 Bultos De Croquetas Por 333 Pesitos
STAFF/@michangoonga
Alan Santana aprovechó el error de etiquetado del supermercado Soriana para comprar 18 bultos de croquetas para perros por el pequeño monto de 333 pesos. El joven no quiere quedarse con ellas, pretende repartirlas a asociaciones para perros de la calle.
“Gané está batalla”, publicó Alan en su Facebook luego de pelear contra “las políticas de empresa” de Soriana.
Aproximadamen…
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human-13 · 7 years
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PILOTO 0.1
Seas quien seas si llegas a leer esto no esperes un final feliz. 
Voy a utilizar este espacio para sellar historias del pasado que me persiguen y me lastiman, esperando olvidarlas y sacarlas de mi cabeza para siempre.
Take it as something personal, lo hago por mi.
Todo comenzó en Abril del año 2012. Si me preguntan ese año fue uno de los peores, pero de los mejores a la vez.
Llegué a aquella ciudad olvidada en el desierto, triste, sin ganas de nada. Con la estúpida mentalidad de no encariñarme y con la falsa esperanza de volver a mi amada ciudad, la cual había dejado después de que mis padres se separaron.
Nunca fui buena en eso del amor. Para ser sincera, nada. Digamos que no estaba esperando encontrarlo en aquella nueva ciudad de mierda, no me afectaba, jamás nadie se había fijado en mi y no esperaba algo diferente en esa nueva vida.
Todo parecía normal al principio, me adapté a la escuela bastante rápido, tuve algunos amigos a los cuales pude invitar a mi cumpleaños número 18. La pasamos bien, hubo pastel y mucha, mucha agua (Si, una alberca inflable y globos llenos de agua...)
No recuerdo como, ni cuando, pero ese año conocí al diablo y aunque no es el protagonista de esta historia me enseñó lo malvada que puede ser la gente.
Fue bueno conmigo al principio, de hecho hasta me consiguió un trabajo, mi primer trabajo. Era uno de esos negocios en los que debes invitar a más personas a unirse, ellos invitan a más personas y así sucesivamente, en fin...  En esos años de mi vida, mi torpe cerebro pensó que podía funcionar. Comencé a convivir más de cerca con el diablo. Tan de cerca que me invitó a la primera peda de mi vida. Jamás había tomado, tanto. Comencé a conocer a sus amigos y a encariñarme con el lugar. Por fin, pensé que había echado raíces y que había encontrado mi nuevo hogar, con un círculo de amigos estable y una vida tranquila. Esa voz en mi cabeza que al principio se negaba a echar raíces estaba extinguiéndose contra el pensamiento de esperanza e inocencia. 
Recuerdo ese día. Piyamas y series, negada a salir de mi cuarto. Mi teléfono sonó. Era el diablo. Quería invitarme a una fiesta en su casa con motivo del cumpleaños de una amiga, dijo que todos podíamos quedarnos a dormir. Inventé una excusa para no ir, la verdad me daba hueva. Le conté a mi mamá lo que había pasado y ella insistió en que saliera. De hecho insistió tanto que terminé aceptando. Mi geta de encabronada y yo nos metimos a bañar, nos arreglamos lo más fodongas que pudimos. Unos shorts de mezclilla y una playera negra de I.Am.Me, que en ese tiempo era mi grupo favorito de baile. Tomé una mochila, metí mi piyama de cuadros rosas y un cepillo para el cabello. En ese tiempo no tenía carro, así que mamá me llevó.
Al llegar vi caras nuevas, no presté mucha atención. La estaba pasando bien. Estábamos tomando y contando chistes. Recuerdo estar recargada en la puerta de la cocina mientras me reía a mas no poder, los chistes de Sofía eran muy buenos. Me sentía increíble, más cuando vi a mi amigo Alex llegar a la fiesta. Alex estaba en mi escuela, lo conocí en clase de baile y me caía muy bien. Más aún cuando llegó con una camiseta de baile al igual que yo, éramos tan iguales.
Alex y yo platicábamos cuando sentí que alguien me abrazó. Me sorprendió la confianza que esa persona tuvo al llegar y abrazarme así. Era él. Jamás había visto a ese chavo en toda mi vida. Jamás. ¿Por qué estaba abrazandome?
-¿Le preparo una bebida señorita?- Me dijo con un tono agradable de coqueteo.
-No... Ya tengo mi vino, gracias...- Le respondí viéndolo con cara de extrañeza.
No presté mucha atención y seguí hablando con Alex. Recuerdo haber visto una bebida azul, me enamoré en cuanto la vi (El color azul es mi favorito)
No pude evitar preguntar quién la había preparado. Sorpresa, fue él. No tuve más opción que llegar con mi geta de nuevo y pedirle que me preparara una. Él sonrió y me dio un shot de Bacardí.
-Tómatelo conmigo! - Dijo. 
No quise verme amargada, así que accedí. De hecho estaba de humor y dije, ¿Porqué no? Nos tomamos el shot. Alan sacó las cartas y nos invitó a jugar Ponte pedo. Este ridículo juego en el que tienes que tomar cuando pierdes y siempre pierdes. La estaba pasando de maravilla entre risas y mucho, pero mucho mame. Durante todo ese tiempo me olvidé de él, olvidé que existía.
Llegó un momento de la noche en el que el alcohol comenzó a hacer de las suyas. Estaba MUY mareada. Decidí sentarme en el sofá y ver como los demás jugaban. Jamás había tomado antes y pensé que de esa manera se me quitaría lo ebria. Todo empezó a ponerse muy, pero muy borroso. Después se abrió la puerta de la casa, era él. Venía con más chavos que jamás había visto.
Me vio sentada en el sofá y me preguntó si me sentía bien. Le dije que estaba mareada y que tenía mucha hambre.
-¡Vamos por burritos! Los burritos arreglan todo en esta vida.-Me dijo muy sonriente
Eran las 2 de la mañana, pero no me importó, accedí. Dejamos la fiesta y nos subimos en su carro, era azul y olía a piña colada. Durante el camino nos reíamos y bromeábamos. Llegamos a una farmacia en donde estaba un señor vendiendo burritos en una hielera. Para ser sincera, fueron los mejores burritos que jamás hubiese probado jamás. Cuando terminamos regresamos a la fiesta.
Al llegar, Mariana la cumpleañera estaba algo ebria y comenzó a ponerse muy terca. Quería quesadillas. Pero en serio las quería. Comenzó a gritar que quería queso y que no había en la casa, había tortillas pero no queso.
Él me preguntó que si lo acompañaba a comprar el dichoso queso. Accedí de nuevo. No sabía ni su nombre. Jamás lo había visto pero por algún motivo comenzaba a caerme bien.
Al subirnos a su carro se acercaron corriendo dos chavas y un chavo, que tampoco conocía. Le pidieron que si podía llevarlos a su casa y el accedió.
Fuimos a llevar a cada uno de los tres hasta su casa y pasó el tiempo volando. Después fuimos a la farmacia a comprar el queso. Al llegar a la casa de el diablo, todo estaba en silencio. Parecía que no hubiera nadie en todo el lugar, las luces estaban apagadas, al igual que la música. Había gente tirada por todos lados, en el estudio, en la sala, en el pasillo. No quedó de otra que hacer quesadillas, que mas da. En mi tontera de ebria lo convencí de hacerme una quesadilla con carita feliz, de otra manera no me la comería. Lo hizo. Era la cara feliz más deforme y fea que había visto en mi vida pero al menos lo intentó. 
Fuimos a la sala y comenzamos a platicar. Me sorprendió lo inteligente que era y lo amena que fue la plática. No reímos y me confesó que era chef. Me pareció lo más sexy del mundo un hombre que cocinara. Platicamos horas. Cuando me empezó a dar sueño nos dimos cuenta que no había lugar en donde dormir, mas que dos viejos sofás que estaban en la sala, apartada de todos los demás bultos dormidos al rededor. Decidimos juntarlos y hacer una especie de cama.
Estaba nerviosa. Jamás había pasado la noche o dormido con un chavo. Jamás. Estaba tan nerviosa que no pude dormir bien. Sentía la necesidad de no roncar o verme horrible con toda la bocota abierta y la baba de fuera.
Continuará....
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zcort · 4 years
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DE NOVELA 2
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Llego la hora de la comida y recordé a mi inquilino… de nueva cuenta ese sentimiento de responsabilidad me hizo tomar mi camioneta e irme directo a donde el estaba, no sin antes pasar a comprarle algo de comer… al llegar a la casa no lo vi. “¿Se habrá ido?” me preguntaba a mí mismo… al salir al patio de atrás lo que vi me cautivo, allí estaba él, haciendo lagartijas en el patio, sin playera, solo con ropa interior, ver su cuerpo sudado ejercitarse marcando los músculos de sus brazos y su espalda fue un deleite para mi… con temor a interrumpirle le hable. — ¡Hola!... (En ese momento algo perturbo mi mente… no sabía el nombre de ese joven, no me digne ni siquiera en preguntarle ¿Cómo te llamas? Antes de subirlo a mi camioneta y aun así lo había metido a mi casa…) — ¡Hola! Me contesto mientras se ponía de pie… Todo pensamiento de duda se esfumo de inmediato al ver su torso duro, sudado, firme, juvenil… pero sobre todo ver ese bóxer empapado con su sudor que se pegaba a su cuerpo como una segunda piel — ¿Paso algo? Me pregunto cómo no entendiendo el motivo de mi silencio… — No nada, es solo que te traje algo para que comas le dije extendiendo mi mano con una bolsa de comida… — ¡Gracias! Me contesto mientras tomaba la bolsa y la dejaba en una silla de plástico que había en el jardín, se fue a lavar las manos al lavabo de afuera mientras me decía: — Perdón que te reciba así pero lave mi ropa y aun no se seca Se acodo y antes de empezar a comer me pregunto “¿gustas?”, “no gracias” le respondí mientras lo veía comer… verlo allí dependiendo de mi me hacía querer protegerlo, pero a la vez verlo tal cual era me causaba una sensación rara, él era un hombre joven fuerte, vigoroso, pero a la vez frágil y con necesidades… quede absorto en mis pensamientos que no me di cuenta cuando termino de comer… “¡Gracias!” dijo mientras se acomodaba en la silla… voltee a verlo y vi que olvide algo en su comida, no le había traído algo de beber, casi corriendo fui a la cocina por un vaso de agua… cuando venía de regreso me di cuenta de mi acción “¿Qué hago?” me pregunte a mí mismo, en mi casa esto me lo hacían quienes me ayudaban a cuidar a los niños y en el trabajo era mis secretaria la que lo hacía y heme aquí, siendo yo un profesionista exitoso, el que atiende a un joven casi de la calle completamente desconocido para mi… le di el vaso y me senté a ver como se lo bebía, me gustaba observarlo, su actuar casi silvestre era un gusto culposo para mí, sin quererlo mi mirada se desvió de nuevo a su bulto… Él lo noto… “¿Se te antoja?” me pregunto con malicia, “No” le respondí, “¿Seguro?” volvió a preguntar mientras se agarraba el paquete… Yo me quede en silencio, de repente sin avisar y allí en el jardín trasero de esa pequeña casa saco su miembro flácido… “Dale unos besitos” me dijo mientras movía su pene… “Nos van a ver” le respondí, “No hay nadie” contesto seguro de si mientras se masturbaba… Yo seguía sin saber que hacer… “Ándale, nomás tantito” me decía mientras su miembro ya comenzaba a ganar tamaño, sin decir palabra me incline y comencé a chuparle la cabecita de su pene… su cuerpo emanaba un olor delicioso, a hombre, a macho joven, su verga rápidamente gano tamaño, pero yo seguía enfocado solo en su puntita… “Toda” me dijo, “No, cálmate” le respondí mientras seguía comiéndome su miembro… de una forma casi cómica se me ocurrió que ese era el momento “idóneo” para aclarar algunas dudas… sacando su miembro de mi boca pregunte: — Oye y a todo esto… ¿Cómo te llamas? Él puso una cara de pena como entendiendo lo extraño de esta situación. —José Daniel… pero mis amigos me dicen “JD” —Mucio gusto tocayo yo me llamo Mario José. Le conteste mientras seguía chupando su miembro y disfrutando de su olor… Él se acomodó en la silla de plástico presintiendo que esa no sería mi única pregunta y al acomodarse puso sus manos detrás de la cabeza dejando escapar aún más ese olor de hombre joven sudado que es embriagante para muchos, incluido yo… durante toda la charla pude gozar ese olor y sabor a hombre joven hasta que mi reloj nuevamente me alerto que debía irme… sin más tiempo para indagar me despedí y me embarque rumbo a mi oficina, dejándolo en el patio, sentado, con la verga dura… Al llegar me lave rápidamente los dientes y me puse a trabajar sin dejar de pensar en JD y lo que habíamos hecho momentos atrás, hasta que el celular interrumpió: “Nuevo mensaje de Emilio: ¿Listo para al rato?” decía el mensaje… “¡Emilio!” pensé en voz alta… Emilio era un chavo con el que me había estado mensajeando desde días antes, un amigo del trabajo me paso su número para que pudiera socializar más y disfrutar de esta nueva etapa de libertad, justo ese día nos conoceríamos en persona después de días de amenas charlas y llamadas telefónicas… ahora mi mente se centraba en Emilio, un joven moreno, cuerpo de gym pero sin llegar a ser del tipo mamado, medio velludo, con barba, 1.75, una voz cálida muy agradable y sobre todo y siendo lo que más me gustaba con tema de con tema de conversación lo cual era una cualidad que yo valoraba mucho en un hombre… le respondí el mensaje, confirmando la cita… seguí trabajando, llego la hora de salir… me apresure en llegar a mi casa (la oficial) me cambie y me dispuse a irme a ver a Emilio… justo a medio camino recordé a JD… “¡No puede ser! ¿Qué hare?” me preguntaba, no podía dejar sin comer a mi “inquilino”… pensando en eso estaba que no preste atención a todo lo demás, como podrán deducir a estas alturas soy un tanto despistado... me baje de la camioneta, camine por el mirador de la ciudad buscando a mi cita, recuerdo que aún había algo de gente y yo me sentía como colegial en su primera cita,  no lo vi a simple vista, “Aun no llega” pensé, me recargue en el barandal para esperarlo cuando suena el teléfono “Ya te pasaste” decía el mensaje, voltee a todos lados y no lo veía, otro mensaje llego “Hacia atrás” me voltee completamente y lo vi allí, en el centro del mirador, recargado en un viejo monumento que allí había.. verlo en persona fue otra cosa completamente distinta, se veía mucho más imponente que en las fotos, su cara de bonachón, su barba, su físico, su mirada, todo era tal cual o mejor de lo que hubiese imaginado, me quede allí inmóvil, él se acercó con una amplia sonrisa, caminando entre apresurado y emocionado, como quien ve a un ser querido, le extendí mi mano, él la tomo pero en lugar de ser el típico apretón de manos me jalo hacia él y me abrazo fuertemente… inmediatamente el olor de su perfume se metió en mi nariz gravando ese olor en mi mente, yo trate de separarlo por instinto, aunque sé que soy gay esta nueva vida de libertad era algo precisamente nuevo para mí aún me daba miedo el que dirán y aparte Emilio se supone es hetero… “¿Por qué me abraza?” me preguntaba en mis adentros, cuando lo intente separar de mi algo duro me hizo reaccionar, lo había tomado de los brazos para separarlo, sus bíceps se sentían duros, trabajados, anchos, si algo me enloquecía de un hombre era un buen par de brazos, creo que mi cara lo dijo todo… “¿Están duros verdad?” dijo mientras esbozaba una amplia sonrisa de orgullo. Lo solté de inmediato muerto de pena, él me tomo del cuello como quien abraza a un colega y me guio de nuevo al mirador… “¿Por qué te da pena?” me pregunto “¿Somos amigos que no?” me decía mientras me soltaba… le di una resumida explicación del porqué de mi actitud… “No te preocupes, es normal” me dijo… “Ya se te pasará”… sus palabras me dejaron pensando y recordé un pequeño detalle que había olvidado sobre él y del cual  me había advertido Martin, mi amigo, “Le gusta mucho el desmadre, lo vez joven, tiene 20, pero es más experimentado en muchas cosas que muchos de nuestra edad”… Empezó el típico cuestionario “¿Cómo te llamas?, ¿A qué te dedicas?, ¿De dónde eres? Etc…” sin notarlo mi interrogatorio se volvió en mi contra, generalmente tiendo a ser yo quien lleva la batuta en las conversaciones pero este canijo sabia darle la vuelta a la tortilla, después de un buen rato el lugar estaba casi vacío y la charla era tan amena, tan placentera, su voz era tan agradable, su trato tan familiar y desinhibido que me hacía sentir que lo conocía de toda la vida, por un momento desee que esa noche no se acabara, algo asi había deseado siempre, y hoy se estaba cumpliendo… “Martin me dijo que te gusta el café, ¿gustas uno?”… “si” le respondí mientras me guiaba a un puestito de cenas que había a un lado… saco una cajetilla de cigarros “¡Date!” me dijo…  “¿Cómo sabes que me gusta fumar?, en especial de esta marca”... “Tenemos un amigo en común ¿Recuerdas?”… al parecer este astuto joven me había estudiado bien antes de nuestro encuentro, eso me hizo dudar y activar mi sentido contra chichifos, pues si algo sobra en mi lugar de trabajo son los jóvenes que quieren vivir bien a expensas de uno… llegaron los cafés que se fueron rápidamente con los cigarrillos… cuando me pregunta “¿No gustas cenar?”… “Si por favor” respondí, lo cual me trajo a la mente a mi inquilino… “¿Y ahora su hago?” me preguntaba a mí mismo, no quería irme y ser descortés con mi nuevo amigo… pero tampoco quería dejar sin cenar  a mi inquilino… Justo iba Emilio a llamar a la que despachaba en el lugar cuando le dije “¿Sabes qué?… La cena la invito yo… pero antes tengo que ir a un lugar a dejar algo... ¿No te molesta verdad?”… “No para nada” respondió mientras sacaba otro cigarrillo, me pare fui a pedir algo de cenar a la barra del local para llevar, regrese con Emilio seguimos charlando un poco, me avisaron que mi pedido estaba listo y nos fuimos rumbo a mi casita a ver al inquilino… esta vez me estacione un poco lejos, me baje y entre  ala casa encontrándome a JD en la sala viendo la tv. “Hola tocayo me dijo” mientras se paraba de la sala “Hola JD, oye nomas vengo de pasadita es que tengo un compromiso” le dije mientras dejaba las cosas en la mesa y me salía con prisa… al llegar la camioneta Emilio me noto algo agitado… ¿Todo bien? Me pregunto, “Si todo bien” le conteste, mientras arrancaba sin rumbo… “¿A dónde te gustaría ir?” le pregunte, me indico la dirección de una pequeña cafetería, llegamos y como si esa ida a ver a mi inquilino nunca hubiera pasado, la plática y la noche siguió como si nada e inclusive a cada momento se hacía más interesante la noche, ese jovenzuelo tenía algo que me hacía abrirme, era muy expresivo, muy ameno, sabia escuchar y pese a la edad era muy maduro y sensato, eso de nueva cuenta me hizo brincar una alarma y darme cuenta de algo, me era difícil leerlo, como si lo que yo sabía de él, no concordara con su edad, con su forma de ser, etc… es decir Emilio me lo vendió como alguien con quien salir, pasar el rato, cotorrear y tener algún buen encuentro, pero era en verdad un buen chico, aunque claro, la experiencia y facilidad con la que trataba ciertos temas lo delataba, mientras que a su vez su inexperiencia en otros me hacía dudar…  al finalizar la cena hablábamos, bromeabas y nos reíamos como si fuéramos amigos de toda la vida pese a los años de diferencia hicimos muy buen click, teníamos muchas cosas en común, todo iba súper bien hasta que dijo: “Oye no es por ser descortés pero me tengo que ir”… “¿Cómo? ¿Por qué?” le pregunte como con ganas de que ese casual encuentro no terminara, el me hacía sentir no solo bien, si no en confianza, libre, pleno  “Yo no vivo aquí, ¿Recuerdas?”… ¡cierto! lo olvidaba, él era de un municipio vecino… “el ultimo bus sale a las 12:00” me comento “¿Y si te voy a dejar?” Le dije con ganas de no separarme de él… “¿De verdad quieres que me quede?”, “Si puedes si, por favor” le conteste con carita de perrito a medio morir… “Ok, está bien, si es necesario me voy en taxi… además me caíste muy bien” comento mientras esbozaba esa sonrisa amplia que a mi tanto me gusta, he de decir que algo que llamo poderosamente mi atención de él era su mirada, sus ojos reflejaban ternura, pero su mirada era seria, dura, lo cual contrastaba con su carácter alegre… paralelo a la felicidad que me dio su respuesta, lo fácil que acceso a mi petición hizo que se activara de nuevo mi “sentido araña”, ”¿este jovenzuelo estaba midiendo que tanto quería estar con él?” me preguntaba a mí mismo… salimos de la cafetería y nos dispusimos a dar vuelta por la ciudad mientras seguíamos platicando, una cosa llevo a la otra y tocamos el tema de su físico... Me comento que jugaba futbol y basket aparte de ir al gym, que le hubiese gustado poder practicar americano pero por el cash no pudo y así él, con su desfachatez y falta de pena que lo caracteriza me invito a tocar, yo emocionado pero con toda la pena del mundo me dispuse a ir tocando poco a poco, primero sus bíceps, sus piernas, su pecho, “manoseándolo” estaba yo cuando sin decir agua va pregunta: “¿Te han dicho que tienes bonita sonrisa?” me pregunto… “¡No!” le respondí con pena cual vil colegiala ruborizándome por completo… Él noto mi reacción “¿te chiveaste?”, “No” respondí con la cara toda roja, llegamos a un alto y de la nada soltó una pregunta: “¿De qué color son mis ojos?”… “no sé” le respondí curioso “a ver déjame ver” agregue, él se volteo y acerco su cara hacia mi… me le quede viendo y antes de responder a su pregunta me dio un beso, un besito, suave, rápido, chiquito, que me dejo aún más rojo que antes… “Los tuyos son color miel” dijo con una sonrisa pícara, “Los míos son cafecitos” dijo mientras regresaba a su asiento… yo seguía viéndolo, incrédulo de lo que había pasado, “¿Qué esta sucediendo?” me preguntaba en mis adentros, este chamaco estaba decidido a algo, “¿Pero a qué?” me decía sin notar que ya había cambiado la luz del semáforo, “Ya está en verde” me dijo, arranque y por un buen tramo me quede en silencio… “¿Te molesto?”… “No, no, para nada” le dije, es solo que me sorprendió, agregue… “¿Por qué?” me pregunto, “no sé, o sea, no, no se” respondí confundido… En verdad no sabía que pasaba… “¿Habrá Martin dado literalmente salto y seña de mi a este joven? ¿O este joven está realmente interesado en mí? pero ¿Y si me quiere usar?, digo, trabaja en el mismo ramo que yo, pero evidentemente en un nivel mucho más bajo, Martin me dijo que tenía mucha experiencia, se supone que es hetero” pensaba y repensaba mientras me preguntaba a mí mismo todo eso cuando su voz cálida dijo: “Perdón, creo que me exigí” mientras me daba unas palmaditas en la pierna… “No vuelve a pasar” añadió, “No Emilio, no es eso, ¡Cómo crees! es que…”, “¿Es que que?” me pregunto curioso, “¿Tu eres hetero no?”, “llevo vida hetero” contesto, “¿Entonces por qué esto?, ¿porque tu actitud?, ¿porque todo lo que haces?”. “No sé, me agradas” respondió con su típica desinhibición, me estacione afuera de un Oxxo y lo encare… “A ver, dime la verdad, ¿Qué quieres de mí?”…  Él se rio por mi pregunta, a lo que respondió con una sonrisa en el rostro, “No sé, una noche, sexo, una vida juntos, un beso, nada, tal vez todo” su respuesta me dejo algo molesto “¿Esto es un juego para ti?” pregunte algo molesto, lo que hizo fue la chispa que hizo estallar todo… se lanzó contra mí y me beso, pro esta vez no tiernamente, sus labios buscaban desesperadamente los míos y su lengua quería entrar en mi boca, con uno de sus brazos me jalaba hacia el mientras con el otro comenzaba  acariciarme la pierna”… esa acción me tomo desprevenido, como todas las anteriores, les digo que me era difícil leerlo, no sabía qué hacer, por un lado a mi cuerpo le gustaba lo que sentía, pero por el otro sabía que debía parar, lo único que se me ocurrió fue morderle el labio… “¡Ahhh!” exclamo él, se separó de mí y me dijo con una perversa sonrisa en el rostro “¿Te gusta rudo?”… “¡No!” le respondí con mucha vergüenza en la cara cuando sin decir agua va sentí sus labios en mi cuello, mi cuello es mi punto débil, ustedes lo saben… hábilmente besaba, lamia, chupaba, succionaba, estimulaba mi cuello, con una de sus manos hacia mi cabeza hacia atrás dejando al descubierto mi cuello, mis gemidos comenzaron a hacerse presente, su otra mano subió hasta mi pecho pellizcando mis pezones encima de mi camisa… extasiado y luchando contra el gozo que sentía mi cuerpo le decía “Para, basta… ¡No sigas!”… él no hacía caso y seguía en lo suyo, espacio le faltaba par a maniobrar a ese cabron… hasta que un “¡Para! ¡Aquí no!” salió de mi boca… “A otro lado” anexe… como si esas palabras fueran las que buscaba oír me soltó, “¡Pues vamos!” dijo contento, como quien recién realiza una travesura, yo todo extasiado con el corazón al mil y la calentura a todo lo que da arranque la camioneta, me dirigí a hacia la zona de moteles, al primero que vi entre, llegamos y al cerrarse la puerta me tomo de la mano, me jalo hacia él, me abrazo y como si de un beso de telenovela se tratara junto su rostro con el mío, me miró fijamente, nuestras miradas se cruzaron y mis labios como si vida propia tuvieran su unieron a los suyos con mucha pasión, esta vez sus manos tenían libre acceso todo mi cuerpo, rápidamente comenzó a acariciar mi espalda, mis nalgas, mis brazos, su lengua jugaba con la mía, yo me dejaba llevar, la sensación de su cuerpo, sus caricias, eran una mezcla de ternura y fuerza, me tomo de la barbilla me giro y me empujo fuerte contra la pared, me tomo de las piernas y me cargo, ese cabron estaba haciendo gala de todos sus dotes, de su experiencia, de su fuerza, de su cuerpo, de su pasión, de su juventud… en esa posición pude sentir la dureza de su miembro a través de su pantalón, sus besos me arrancaban gemidos y quejidos de gusto, placer, deseo excitación, yo tenía los ojos cerrados gozando de todo eso, no parecía que estuviera con un 20 añero, parecía que estaba con un maduro experimentado, cada caricia, cada beso, eran precisos, exactos, capaces de arrancarme un suspiro y generarme mil sensaciones… yo parecía un muñeco de trapo, solo me dejaba hacer, así cargado me llevo a la cama cayo en la cama junto con migo, sin dejar de besarme, cosa que me gustaba mucho, sus manos desabotonaban mi camisa a medida que cada botón cedía sus labios recorrían cada parte de mi pecho, llegando a uno de mis pezones que con gran maestría comenzó a estimular mientras con sus manos seguía desnudándome, su lengua rodeaba, lamia, acariciaba mi pezoncito mientras su boca me los succionaba deliciosamente, con fuerza, pero sin ser demasiada para dañarme, era algo espectacular, llegó a mi cinturón que abrió sin esfuerzo, desabrocho mi pantalón, yo me saque los zapatos y así en un santiamén ya estaba desnudo, tirado en la cama, a merced de ese joven semental… el aun con su ropa puesta… se paró delante de mí y me pregunto “¿te gusta lo que te hago?”, “¡Me encanta!” Le respondí con éxtasis… “¿Te gusta mi cuerpo?” pregunto coquetamente mientras jugaba con su playera dejando ver parte de su torso velludo “Mucho” conteste, “¿de verdad?” pregunto él mientras flexionaba los brazos, esa acción me hizo querer pararme y comenzar a manosearlo pero justo cuando iba hacia el borde de la cama puso su pie entre mis piernas, se agacho y me dijo “Mira” acto seguido me dio un beso y  como si de un show privado se tratase con cadencia y sensualidad comenzó a deshacerse de sus prendas, primero esa playera que aun sin ser ajustada dejaba ver bien el contorno de sus pectorales y sus fuertes bíceps, siguió con los tenis y el pantalón que tenía las rasgaduras necesarias para incitar a pecar quedando solo en un ajustado bóxer que dejaba ver la forma de su miembro y sus bolas… con esa maestría que solo tienen los que se dedican a la vida nocturna, me tomo de la mano y recorrió con mi mano su pecho velludito, su torso, hasta llegar al borde de su bóxer… tomo mi otra mano y mientras movía su cadera me hizo bajar su bóxer dejando al descubierto sus pelos púbicos para después liberar un miembro de unos 17 cm, de un grosor considerable, su cabeza al aire mostraba rastros de lubricación, mis manos terminaron de bajar ese boxer hasta quitárselo por completo, me tomo de la barbillas, dio un paso tras y me jalo hacia él, cayendo yo de rodillas, quedando mi cara justo a la altura de su miembro. No hizo falta que dijera algo, pues cual vil poseído me comí ese palo de carne sin pudor alguno, estaba caliente, pero caliente en verdad, como si el hubiera tocado los botones correctos en mi para ponerme a tope, me comía esa verga con devoción con hambre, la besaba, la chupaba, la succionaba, le pasaba mi lengua por todos lados, tomándome de la nuca guio mi cabeza hacia sus testículos, tenía unos huevos grandes, peludos, que colgaban orgullos entre sus piernas, mi lengua fue lamiendo cada parte de sus huevos, los besaba, los jugaba, se sentían pesados, cargados de leche, a él parecía gustarle, pues me dejaba hacer a voluntad, con mucho esfuerzo me metí uno de ellos a la boca, lo cual le arranco un gemido de placer “Eso, suave, suave” me decía mientras acariciaba mi cabello, yo por mi parte disfrutaba de todo eso que el tenia para mí, después de un rato de jugar con sus testículos tomo su verga dura y babeante y me la ofreció de nuevo, comenzó un lento vaivén que en combinación con mis mamadas hacían llegar más y más adentro su miembro, con sus manos sujeto mi cabeza y tomándome fuertemente de la nuca aumento la velocidad y fuerza de sus embestidas, podía sentir sus pelos en mi cara y sus huevos chocar con mi mentón, así con fuerza sin piedad comenzó a follarme la boca yo quería toser, por la molestia que me ocasionaba su miembro en mi garganta y sus pelos en mi nariz,  quería empujar sus piernas pero parecían duras columnas que no se movían, sujete con todas mis fuerzas sus brazos, voltee a verlo como suplicando que parara, mis ojos lloriqueaban, mi cara estaba completamente roja, me faltaba el aire, él en un acto de “bondad” quito las manos de mi cabeza pero empujo mas su pelvis hasta hacerme llegar al borde de la cama, yo aproveche ese breve momento para tomar aire y así en esa nueva posición comenzó a follarme la boca con más fuerza, parecía un animal, no le importaba lastimarme, esta vez metía y sacaba toda su verga de mi boca provocando que hilos de saliva chorrearan por la comisura de mis labios, podía sentir sus huevos peludos de toro chocar contra mi barbilla mojándose con la saliva que de mi escurría, así estuvo unos momentos hasta que en una de esas metidas su verga entro más de lo normal y me hizo querer volver el estómago, me tire hacia un costado apoyándome en mis brazos y él se quedó de pie, inmóvil al lado de mí, devolví la mirada hacia a ese joven hombre, desde mi posición se veía aun más imponente, más grande, más fuerte, su cuerpo velludo bien trabajado, fuerte, ágil, su verga escurriendo de mi saliva se veía salvaje, potente, folladora, incansable... sin decir nada me dio la mano, se la tome, me ayudo a pararme, me giro, me puso contra una de las paredes de espejo de la habitación, sin palabras en silencio comenzó a besar mi cuello mientras su manos se entrelazaban con las mías, su verga se abría paso entre mis nalgas su movimiento de cadera hacia que su miembro recorriera mi raja de arriba abajo llenándome de mi propia saliva, comencé a desear ser penetrado movía mis nalgas hacia atrás ofreciéndoselas, el espejo se empañaba por el calor emitido de mi boca y de mi cuerpo, “¿Te gusta?” Me pregunto mientras me daba una fuerte nalgada… “Siiii” respondí con la respiración entre cortada. Me tomo de la mano me jalo hacia él me beso apasionadamente, pude sentir su cuerpo joven, firme, desnudo, velludo contra el mío, dejo de besarme, me miro a los ojos y sin decir nada ahora fui yo quien se acercó a besarlo, puso índice en mis labios deteniéndome, para después meterlo en la boca, primero el índice, luego el de en medio, comenzó a meterlos y sacarlos de una forma perversa y sensual, yo chupaba, besaba y lamia sus dedos mientras él solo miraba la acción con una sonrisa de satisfacción, se separó de mi para ponerse atrás de mí, me inclino me apoye en la cama, lentamente con mucho cuidado de no hacerme daño comenzó a meter primero un dedo, luego los dos en mi culito apretado “Estas hirviendo” dijo él, “Así me pones” le respondí gustoso de sentir sus dedos adentro de mi… momentos después él se puso de rodillas y abriendo mis nalgas comenzó una salvaje mamada de culo… su lengua se metía y se salía rápidamente de mi culito, como si fuera un taladro, con fuerza, con furia, lamia toda mi raja, me nalgueaba, me comía el culo, lo succionaba, casi me lo arrancaba, yo sentía que se me iba la vida entra tantas mamadas que me daba, mis piernas temblaban del placer, me recosté un poco en la cama para poder alzar más mi cola, el gustoso siguió lamiendo, besando, mamando mi raja… “Ya estás listo” me dijo… me tomo de la mano y me guio hacia “el potro del amor” se sentó cómodamente en medio, poniendo sus manos tras su cabeza, era obvio lo que quería hacer, con esa mirada perversa, dominante de macho, sin decirlo, me dio a entender que debía cabalgarlo, yo obedecí, me monte encima de él, el solo observaba la acción “¿Te gusta verdad cabron? ¿Te gusta ser el que lleva el control? ¿El dominante? ¡El hombre!” El solo reía traviesamente, una vez encima de él me dispuse a bajar lentamente, cuando el sintió la entrada mi culo en la punta de su verga me pellizco fuertemente los pezones, causándome un grito de dolor “¡Ahhh! ¡Nooo!”, acto seguido empujo toda su verga adentro de mi sin piedad, travesándome cual cuchillo caliente a la mantequilla, comenzó un mete y saca fuerte, violento, potente, podía sentir como saltaba yo con cada embestida, “Ahhh, siiii, siiiii ¡Ahhhh! Duele, duele” le gritaba, dejo mis pezones para sujetarme fuertemente de las caderas para que no pudiera librarme de su taladrante verga, yo por mi parte me sujetaba fuertemente del potro , apretaba mis mandíbulas tratando de aguantar el dolor que me causaba su duro miembro rompiéndome el culo…. Pronto sus movimientos se hicieron menos dolorosos, más placenteros… “¡Eso! ¡Eso! Así, ¡Relate! Relájate, ya vas aflojando” me decía mientras buscaba mis labios... Cuando comenzó a besarme dejo de moverse, me soltó de las caderas y como si de un reflejo se tratase mi culo bajo para comerse su miembro, ahora era yo el que guiaba el ritmo de la cogida… el volvió a poner sus manos detrás de la cabeza viendo la acción, pude ver su cuerpo joven, velludo, sudado, su respiración extasiada me producía morbo, su cara de macho cabron follador no dejaba de sonreír cual cazador después de atrapar a su presa, la sensación de su verga dentro de mi culo era cada vez más placentera, deseaba sentirla más y más dentro, yo mismo me daba sentones cada vez más fuertes aplastando su cuerpo con el mío, el gustoso solo observaba con orgullo lo que había hecho, me había hecho desearlo, me ha hecho ser yo quien le de placer, me ha hecho doblegarme, ya nada quedaba de ese profesionista serio, centrado, pudoroso, ahora era un simple mortal cediendo a los placeres de un joven cuerpo… “¿Te gusta?” me pregunto… “¡mucho!” le respondí…  “Ok, ahora gírate” me ordeno, me iba a poner de pie para hacerlo pero me detuvo… “Sin sacártela” esas palabras extrañamente me hicieron ruborizarme, con cuidado me gire, la sensación de su pene llenando mis paredes anales mientras giraba  me causo un escalofrió muy placentero, quede de espaldas a él, él comenzó a besarme el cuello sus besos en conjunto con su pene dentro de mí me volvían loco, mientras me besaba movía su pelvis en círculos generando un sensual movimiento que fundía nuestros cuerpos en uno solo, esta vez sus movimientos eran suaves, gentiles, cuidadosos,  sus manos recorrían todo mi cuerpo, acarician y estimulaban todo mi ser… “¡Que rico!” Le dije, “¡No pares!” le pedí, “¿No?” me pregunto con ese tono travieso, “¡No!” respondí con éxtasis, “¿Te gusta?”, “¡Me encanta!” le conteste, después de un buen rato así yo me sentía en la gloria, sentía su cuerpo sudado y caliente junto al mío, pero él no parecía cansarse… senti que se iba a parar así que hice lo mismo… ya de pie me sujeto de la cara, se me quedo viendo fijo y me dio un lengüetazo en la boca seguido de un beso… me llevo al extremo alto del potro, me acomodo allí y alzo mis piernas, las sujeto con fuerza y suavemente metió su pene dentro de mí, lo movía con cuidado, como buscando algo, hasta que un gemido mío le indico que allí era el lugar, sus movimientos eran precisos y cada vez que llegaba a es apunto, a es lugar, a ese botón que nos hace estremecer de placer una pequeña descarga eléctrica recorría mi cuerpo, lentamente, poco a poco, gradualmente, con gran maestría sus movimientos se fueron acelerando, cada vez más, hasta el punto de ser rápidos y fuertes pero sin ser violentos, el placer era indescriptible, sentía su glande chocar con mi próstata, estaba estimulando mi punto g como nunca nadie lo había hecho antes, mi cuerpo daba cuenta de ello, tenía mis pezones durísimos, no paraba yo de apretarlos, mi penes está más duro que nunca chorreando precum por montones, mi ano se amoldaba a la perfección a ese intruso que me daba tanto placer… de repente esos movientes de mete y saca completos se hicieron más cortos, más rápidos, estimulando constantemente mi punto g, haciéndome gemir mas, más y más, al punto de gritar de éxtasis “¡Mas! ¡Mas! Dame más ¡Mas rápido! ¡Más duro!” Quería venirme, quería venirme sin tocarme, quería que ese joven que bien podría se mi hijo me hiciera venir de inmediato, el con esa confianza que le caracteriza me hacía sufrir, no me obedecia, me hacía suplicar por más y más… hasta que la saco por completo… “¿Qué? ¿Qué haces? ¡No pares!”... “¡Pídelo!”, me dijo… “¿Qué?” pregunte confundido, “Pide que te coja”, me quede en silencio… mucho de lo que me hizo esa noche nunca antes lo hubiese permitido… “cogeme”, le dije en voz baja… “¡Pídelo bien!”... “¡Cogeme cabron! Cogeme duro!” Le dije en voz alta... “¡Más fuerte!” exigió él... “¡Que me cojas!, ¡Hazme tuyo!, ¡Lléname de tu ser!” y como si esa orden estuviera esperanzo comenzó un mete y saca furioso contra mi  punto g… “¡Ahí! ¡Ahí! ¡Ayyyyyy! ¡Ahhhhhhhh!” Era lo único que salía de mi boca, estaba yo en el nirvana, en el éxtasis, en el cielo, mis ojos se pusieron en blanco, sentí mi cuerpo tensarse, mi culo apretó con todas mis fuerzas la verga de ese joven macho follador y de repente paso lo inevitable, chorros de semen salieron de mí… “¡Ahhhhh!” Grite extasiado mientras me aferraba al potro… la venida fue intensa, salvaje, cada chorro de leche que salía de mi me producía un escalofrío inmenso en el cuerpo… justo termine de venirme y comencé a recuperar el aliento cuando siento que Emilio me toma de la espalda y como si de una pluma se tratara me levanta, me lleva contra la pared y así en el aire sigue penetrándome duramente, puedo oír sus jadeos, su respiración agitada, siento su cuerpo sudado contra el mío, me aferro a su cuello, mis labios buscan los suyos, mi ano se vuelve más sensible después de esa venida, siento cada sentimentero de esa dura verga entrar y penetrarme a su antojo, mi ano se siente vulnerado, ya no opone resistencia alguna, de repente sus embestidas se hacen más fuertes, veo como se tensa su cuerpo y sus movimientos se hacen más rápidos, comienza a jadear más fuerte, más rápido,…. “¿Listo?” Me pregunto al mismo tiempo que sus jadeos se hacían más sonoros… en eso siento el primer chorro espeso y caliente de su leche llegar a lo más profundo de mi… “¡Ahhhhh!” Gemidos los dos al unísono mientras más y más chorros de leche caliente salían de su verga, uno tras otros esos chorros llenaban, empapaba, impregnaban mi culo… era impresionante la cantidad de leche que ese joven semental aventaba…  después de venirse pude sentir como lentamente su caliente semen comenzaba a escurrir de mi abierto culo, sus piernas temblaban un poco por la venida y el cansancio, yo seguía aferrado a él, me llevo a la cama, me recostó, se puso encima de mí y comenzó a besarme tiernamente, después se acostó a mi lado yo voltee a verlo cual colegiala teniendo su primera vez… vi su cara joven, alegre, como de quien se siente orgulloso de un logro y como no hacerlo, llevábamos un buen rato en el motel fácilmente más de tres horas, horas en las que él me hizo de todo…. “¡Que cabron eres!” Le dije mientras le daba un beso y acariciaba su rostro… “Me dijeron que tenías experiencia pero no creí que tanta”, “y eso que solo es el primero” me dijo mientras llevaba  mi mano a su miembro que aún estaba duro…  no quiero cansarlos con tanto relato, solo le diré que no aguante el segundo palo, no por el desgaste físicos si no por la hora, ya casi era la hora en la que habitualmente me levanto y tenía que retirarme… nos dimos un baño rápido, me ofrecí a llevarlo a la central de autobuses pero para mi sorpresa me pidió que lo llevara a casa de Martin “Me dijo que podía quedarme en su casa si terminábamos tarde” comento causándome algo de celos que no debía sentir pues no éramos nada, sin embargo no me gustaba la idea de que se quedara con mi amigo, aunque él también tiene que ir a trabajar pensé en mis adentros…. Frustrado pero con la confianza que en unos cuantos minutos no podían hacer gran cosa me fui a cambiar, llegue a mi casa, cansado, trasnochado, sin ganas de nada solo a bañarme de nuevo, cambiarme comer algo y justo allí en la cocina de mi casa recordé a JD… no me daba tiempo de llagar hasta allá para llevarle algo… con toda la pena del mundo me fui a mi trabajo... ya estando en la oficina hice una llamada  a una cafetería de un conocido para que le llevaran algo de desayunar a JD.
Ese día comenzó normal, pasado el mediodía llego Martin a preguntar curioso y emocionado por lo sucedido, pero lo que hablamos y todo lo que paso en los días siguientes se los contare en otra ocasión.
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Me gustan los Bultos de los chavos
son excitantes, y mas cuando se sientan con las piernas abiertas mostrando su paquete
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zcort · 4 years
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Lo que 1000 pesos pueden hacer en medio de estas crisis
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Pese a la contingencia mi día a día no ha cambiado mucho, tengo que seguir yendo a laborar pues trabajo para una mediana empresa donde nuestro jefe es un tirano explotador pero eso no es lo relevante, como todos los días tome el transporte público sin prestar mucha atención al entorno, el bus iba medio vacío pues la ciudad estaba casi paralizada por la contingencia por encima de la música de mis audífonos se alcanzaba a escuchar una voz muy grave hablando por teléfono, mi instinto chismoso me hizo bajar el volumen y escuche lo siguiente… “No sé qué más hacer hermano, esta situación me tiene contra las cuerdas, ya agote todos mis ahorros, cerraron el lugar donde trabajaba, me he quedado sin nada más que empeñar….” Intrigado por la conversación baje el volumen en su totalidad, sinceramente nunca había pensado que pese a la molestia que es trabajar en esta contingencia yo tenía eso, un trabajo y un sueldo que allí estaría, mientras mucha gente se quedara sin sus ingresos… “Ahorita voy rumbo al trabajo de un amigo a ver si me presta algo de dinero o si hay algo que pueda hacer en el taller donde trabaja para ganarme unos pesos… ¿Y mamá como esta?” Continuaba la conversación… desde donde estaba no se podía distinguir mucho del sujeto en cuestión, lo que si podía ver es una espalda ancha y un fuerte ante brazo que salía de su playera blanca… me cambie de lugar para ver y oír mejor llevándome una gran sorpresa, se  trataba de un chavo de aproximadamente de 40 y tantos con unos brazos enormes que me cautivaron de inmediato, su tono de piel moreno, su pancita cervecera, esas piernas gruesas… “Que suertuda su esposa” pensé… seguí escuchando lo que decía mientras analizaba  que ese sujeto hasta hace unos días llevaba una vida de lo más normal, seguramente trabajando en algún oficio o algo donde se necesitara mucha fuerza física…. “Mis hijos están bien al menos no están enfermos, Laura igual” Escuche que decía confirmando así mi teoría…entonces mi mente sucia comenzó a maquilar cosas… “¿Qué estaría dispuesto a hacer el para alimentar a su familia?” empecé a hacer cuentas y a pensar si sería redituable, llegue a la conclusión que sí “más he gustado en strippers y pendejadas” me decía a mí mismo… cuando termino de hablar, guardo el teléfono, extendió sus brazos y los coloco detrás de su cabeza mientras miraba al techo como pensando en ¿Qué hacer?
No sabía cómo acercarme, esos brazotes que tanto me gustaron también podian molerme a golpes… así que agarre valor me senté en el asiento del pasillo y le dije… “disculpa” mis palabras lo trajeron de vuelta a la realidad… “Mande” dijo en un tono desconcertado… “Dirás que, que chismoso soy pero oí tu conversación y quería decirte que si no encuentras a tu amigo o jale en su taller me llames tal vez yo pueda ayudarte” y con mano temblorosa extendí mi brazo dándole un papelito con mi numero… el señor con cara de sorpresa lo tomo, dijo gracias y siguió en lo suyo.
“Que tonto me vi” me reprochaba a mi mismo… a 3/4 de mi trayecto se bajó él, llegue a mi trabajo y todo normal, cerca del medio día recibí un mensaje. “Hola, Soy el del bus, ¿De verdad tiene un trabajo para mí?”, una sonrisa maliciosa inundo mi cara pensando en la mil cosas que podría hacer con ese hombre… me tome mi tiempo para responderle pues debía planear todo con cuidado… unas vez hechas unas llamadas y coordinado todo le marque… — Hola, soy Luis, el del autobús —Hola Luis, Soy Alberto ¿Oye si tienes por allí un trabajo o algo que yo pudiera hacer? porque de verdad me urge…. Interrumpí su dialogo y dije: — Mira seré honesto la situación es esta yo no puedo darte trabajo, pero si puedo darte mil pesos a cambio de un favor La conversación se pauso un momento y después de unos segundos dijo: — ¿Un favor de que tipo? —Solo déjame tocarte, tocar tu cuerpo, tus brazos… —¡No! Dijo firmemente —Puedo hacer lo que necesite, se mecánica, herrería, electricidad, albañilería…. Volví a interrumpir. —Eso no me sirve, ya te dije la oferta, solo dime si quieres lo 1000 pesos si o no… Se volvió a hacer el silencio, esta vez la pausa fue más larga… — ¿Pero solo tocar? Dijo con un tono de voz de resignación… —Si solo tocar, tu llegas me dejas disfrutarte un rato y los 1000 son tuyos… — Está bien Dijo él sin mucho ánimo… le di la dirección, la hora y colgamos.
Ese día pedí salir temprano del trabajo, a las 7 de la tarde ya estaba yo en mi casa, listo, esperando a Alberto
Alberto llego a pie un poco sudado por el calor del día, supuse que camino un buen trecho para llegar acá… Al abrir la puerta pude dimensionar de verdad lo que iba a pasar, su rostro denotaba resignación más que otra cosa, lo cual me puso un poco a dudar sobre lo que hacía, pero cuando vi su cuerpo enfundado en una vieja camiseta que se le ajustaba como una segunda piel toda duda se esfumo…
Entramos, nos sentamos en la sala y el silencio reino...
“¿Comenzamos?” Me dijo el con un tono decidido “Si, pero antes permíteme” le respondí, prendí la televisión conecte mi celular proyectando porno hetero, le acerque un six… y con una risita de nervios dije: “para que te relajes”… se tomó dos botes de un jalón… y ya iba a quitarse la camiseta cuando lo interrumpí… “No aun no, déjame verte primero por favor”… se paró justo enfrente de mi…. “enséñame tus conejos (bíceps)” le dije” él los flexiono y en su cara se dibujó una ligera sonrisa como de orgullo… —¿Te gustan? Me pregunto —Mucho Le conteste mientras mis manos se acercaban a esa bola de carne. —¿Puedo besarlos? Pregunte… —Haz lo que quieras me dijo, “tu mandas”, agrego… Eso me hizo entrar en confianza y como si algo hubiera poseído mi cuerpo, mi boca comenzó a besar y lamer su bícep, tome su fuerte brazo y lo alce para comenzar a oler y disfrutar de su axila peluda olía a hombre, a loción barata, un poco a sudor, pero de ese sudor rico, excitante que te invita a pecar, mientras mi otra mano acariciaba su antebrazo duro y con bellos… después de un rato le dije: “voltéate” quería ver esa enorme espalda que en la mañana llamo mi atención. —¿Y ahora qué hago? Pegunto él. —Quítate la camiseta Le dije, a lo que obedeció dejando al aire esa espaldota, ese lomo de macho cargador… se volteo y me dijo: “¿y ahora?” —Ahora siéntate… Se sentó, le acerque otra cerveza que tomo hasta la mitad, mientras yo de rodillas comenzaba a quitarle sus tenis… quítate el pantalón le dije… “eso no era parte del trato” respondió… con una mirada picara y con la confianza de que su necesidad era mayor a su orgullo de hombre le dije: “el trato era disfrutar de este cuerpo, no solo de tus brazos”… a regañadientes se paró se desbrocho el pantalón y con mi ayuda se deshizo de él, dejando al descubierto unas piernas morenas, peludas, anchas, fuertes... y justo en mi cara quedo su bulto, un bulto grande pesado, que desprendía un olor a hombre a testosterona, sus vellos púbicos salían del resorte de su trusa…. Se volvió a sentar, le quite los calcetines y comencé a besar, lamer, oler y disfrutar de esos duros pies de hombre… al parecer lo disfrutaba pues se acomodó en el sofá echando sus brazos atrás de su cabeza y mirando al cielo… él se dejaba hacer y eso me gustaba… pasado un rato mis manos comenzaron a recorrer sus piernas, a sentir sus pantorrillas, sus muslos… el seguía con la cabeza mirando al cielo y sus brazos atrás de su nuca… la vista era exquisita… y su bulto comenzaba a reaccionar a mis estímulos… podia ver como con cada caricia palpitaba un poco más.
Me puse de pie, fui a la cocina y le traje una botana, cacahuates, queso y unas carnes frías del súper… al parecer esa acción lo agarro desprevenido pues su cara ya nos se veía tan tensa y hasta un “gracias” me dio… El, así, sentado, con una cerveza en una mano y una botana en la otra, en trusa, en la sala, parecía el rey de la casa… me pude detrás del mueble y comencé a acariciar sus hombros, su cuello, en un leve masaje…. Y le dije… “hasta ahorita todo bien, ya tienes ganado los 1000 que te prometí, pero puedes llevarte el doble o más si así lo deseas”… mis manos se fueron hacia sus pectorales, duros, firmes, con apenas un poco de bello, se notaba que se ejercitaba…. “¿Come me los puedo ganar?” Pregunto. “fácil” respondí. “hazme tu puta” le dije… “siempre he tenido la fantasía de tener a alguien como tú, un hombre fuerte, varonil, casado, padre de familia, un macho hetero de verdad que me someta a sus deseos y caprichos” creo que decirle eso fue mala elección pues un semblante de preocupación invadió su rostro, sin embargo proseguí… “y quiero hacerlo usando algo sexy… algo lindo” le dije mientras seguía masajeando su cuello… “¿Qué dices? ¿Aceptas?” Pregunte, “tengo de otra” respondió… asumí eso como un sí y lo deje allí en la sala mientras me ponía rápidamente unas braguitas que tenía guardadas… llegue así, sin nada más que esa diminuta prenda delante del… su mano estaba en su bulto, se estaba preparando para lo que venía… me hinque, tome su trusa y con su ayuda se la quite, dejando al aire un par de huevos enormes, gigantes, como de toro, morenos, peludos, pesados, que colgaban libremente en el mueble, acompañados de una verga gruesa en verdad que dejaba ver una cabeza morena con precum en su puntita…. Sin pensarlo dos veces hundí mi cabeza en ese par de piernas para impregnarme de su olor a hombre como lo hice con sus axilas, restregaba mi cara en sus huevos, me pasaba su verga por la cara, la olfateaba, la sentía la besaba y sin avisarle me la metí a la boca, quería sentir como ese grueso pedazo de carne comenzaba a crecer adentro de mí. Su miembro viril instintivamente comenzó a crecer, liberando parte de su sabor saludo, sabor a hombre, sabor a macho hetero que en otras circunstancias jamás hubiera hecho esto, mis mamadas suaves recorrían ese grueso trozo de carne que de apoco comenzaba a palpitar más y más, sus venas se comenzaron a marcar, su dureza aumentaba al igual que su tamaño, de repente mi boquita comenzaba a batallar con su tamaño… me la saque de la boca para ver una verga de unos 17 cm, muy gruesa, con una cabeza hermosa que liberaba mucho precum que yo en comía gustoso, mientras con mi mano lo masturbaba, mi boca se fue sobre sus huevos de toro, primero los lamia, después intente meterme uno a la boca, al parecer nunca le habían hecho eso pues era muy sensible de esa zona, yo seguía jugando con sus bolas, con trabajo me metí una  a la boca, era enorme, creo que le gusto, pues tomo su verga con su mano y comenzó a darme de vergazos en la cara hasta que dijo “mejor mámamela”, guio su verga a mi boca… y yo chupe ese grueso trozo de carne hasta cansarme, lo lamia, lo besaba, lo chupaba, lo gozaba en su totalidad, me sorprendió el aguante de Alberto pues ya llevaba más de media hora pegado y nada que se venía… “¿bueno que tú no te vienes o qué?” Le pregunte en broma… “aguanto mucho” me dijo “pero si ya quieres me puedo venir”…. “¡No! aun no”, de un cajón de la sala saque unos condones… “¿Son del seguro?” Pregunto, “Si” le respondí… “se va a romper” me dijo con una sonrisa de orgullo en su boca… dude un poco, se veía gruesa pero no como para romper un condón… con mucha dificultad se lo puse, su verga parecía chorizo mal amarrado… ya con el condón puesto se la mame un poco más para lubricarlo y después comencé a sentarme lentamente, sentía como su cabeza batallaba para entrar en mi culo, que debo decir que estrecho no es, sin embargo esa verga era en verdad gruesa… daba ligeros saltos tratando de hacer un poco de fuerza para que entrara… mientras Alberto solo veía la escena en su posición favorita, con los brazos detrás de su cabeza… “¿Te ayudo?” Pregunto en un tono burlón “¡No! yo puedo”, le respondí con mucha seguridad… de dar ligeros saltitos comencé a agarrar más impulso decidido a comerme ese tronco, cuando a medio sentón siento sus duros brazos abrazarme y hacer fuerza, me sorprendió un poco, pensé que él me iba a hacer daño (y si me lastimo pero de una forma diferente), cuando de repente dice, “¡aguanta!”, usando su fuerza y empujando su pelvis contra mis nalgas logro meter parte de su miembro en mi ano… “Hayyyyyyyyyyy” grite de dolor, su verga se clavó apenas un poco más allá de su cabeza y sentía como mi culo iba a reventar, su grosor era demasiado, sentía mi culo lleno. Super estirado. Me tomo de los hombros y me dijo otra vez “aguanta” y de nueva cuenta hizo presion hacia abajo con sus brazos y hacia arriba con su pelvis… oí un “rrreeeggggghhhh” y me asuste, creí que había sido mi culo pero no fue eso… “te dije que si iba a romper” dijo Alberto, lo cual me causo aún más incertidumbre, con mucho cuidado me incorpore y saque ese miembro de mi… efectivamente el condón estaba roto… “cuando me cojo a morras que son son mi vieja y la quieren por el culo tienen que usar mucha crema o algo así para que no se rompa” dijo orgulloso mientras se quitaba los restos del condón de su miembro... “o si estas sano a pelo” me dijo… algo en su mirada cambio, ya no era es hombre temeroso de lo que podía pasar… ahora era el él hombre, el que tenía el control, el que tenía el sartén por el mango… “dame otros 1000 y te hago sentir una puta de verdad” me dijo, “500” respondí, “va”, contesto.
Se incorporó, “¿Dónde está tu cuarto?” Pregunto, lo lleve, al llegar al cuarto me pidió una crema, se la di, “ponte en 4” me dijo. Me dio un par de fuertes nalgadas que me hicieron estremecer de placer y con sus manotas duras abrió mis nalgas y comenzó a darme la mejor mamada de culo que me han dado en la vida, su lengua penetraba hábilmente mi dilatado hueco, su lengua se movía por toda mi raja, sentí como sus duros y callosos dedos comenzaban a entrar en mi dé a uno en uno, la sensación era indescriptible su viperina lengua parecía tener vida propia, gemidos comenzaron a  salir de mi boca, más agudos entre mas aumentaba la intensidad de sus mamadas y de sus dedeadas, de repente uno de sus dedos dio en el clavo…. “siiiiiiiiiiiii” grite “allí” le dije “dale” le ordene… y el bien obediente comenzó a dedearme mas rápido y más duro en esa zona, mientras yo me apretaba mis chichitas…. “para” “para” le decía… pero no, el muy cabron al ver que lo disfrutaba siguió y siguió hasta que me hizo correrme “Ayyyyyy” grite de placer mientras me retorcía de gusto, estaba viendo las estrellas y recobrando el aire cuando siento un par de dedos entrando en mi ano con algo cremoso… después de llenarme el ogete de crema, se incorporó, se escupió la verga, se abalanzó sobre mí y me pregunto “¿La quieres?”, “¡Si papi!” Le respondí, tomo mis piernas, las empujo hasta llegar a mi pecho, “abrázalas” me dijo con una de sus manos a modo de candado sujetaba mis antebrazos que rodeaban mis piernas y de nueva cuenta dijo… “ahora si putita, preparate porque no hay marcha atrás” apenas termino de decir eso cuando de un empujón sentí como me abrió en su totalidad mi ano…. “aaahhhhhhhh” grite cuando repente siento la segunda embestida, la sacaba completamente y me la deja ir de nuevo, sus huevotes chocaban con mis nalgas, desesperado por el dolor trate de zafarme, lo cual era inútil pues el con un solo brazo me tenía inmóvil… de un jalón me volvió a sacar su vergota… “todavía aprietas” dijo en tono burlón mientras de nueva cuenta me la dejaba ir hasta el fondo estaba vez con más fuerza…  el dolor era tal que no sé de donde saque fuerzas y pude liberarme de su agarre… “no así no papi” le dije sin saber en lo que me metía… una cachetada me hizo saber que esto no era un juego ya…. “¿Ahh no? ¿No querías ser una putita? ¿No querías ser una hembrita? ¡Pues ahora te aguantas cabron!” me decía mientras me jalaba de las patas y las ponía en sus hombros, su cara denotaba lujuria, poder, enojo, satisfacción, una mezcla extraña que infundía miedo en mí. Tembloroso y temeroso me deje hacer, su verga volvió a incrustarse en mi dejando caer todo su peso sobre mí adolorido ano y como vil perro comenzó a taladrarme bien rápido, apretando mis piernas contra el para no zafarme, lo más que pude hacer fue aferrarme a la cama como gata, sus embestidas se hacían más y más duras, su cuerpezote comenzaba a sudar, de repente se dejó caer aplastando mi cuerpo con el suyo, sentía como se movía con maestría y malicia dentro de mí, sin notarlo me iba empujando más y más para subirse bien a la cama  y así dejar taladrarme más a gusto su mi culo,  gritos de dolor salían de mi boca que sin saber que lo excitaban más “¡Eso perra! ¡Grita! ¡Me gusta que griten! ¡Que sufran y gozen! ¿Quieres que apre verdad? ¿Te duele como te lo hago? ¡Pero ni vergas! ¡Hoy vas a ser mia! ¡Vas a ser mi pinche funda cabron!” acto seguido me dio unas cachetadas para después meterme los dedos de su mano en mi boca mientras me taladraba el culo y y me mordía los pezones… poco a poco la mezcla de todo eso comenzó a calmar mi dolor… sus embestidas duras y rudas comenzaban a darme placer, mi respiración se acoplo a la suya, mi cuerpo comenzó a disfrutar, con sus dedos aun en mi boca empecé yo a chupárselos, el entendió el mensaje. Me tomo del cuello y me dijo “te gusta perra” “si papi en encanta” le conteste mientras acariciada sus pectorales y su pasita chelera… “cabálgame” me dijo, sacándome su grueso miembro de mi ano, claramente pude sentir como el aire entraba en mi agujero… se acostó sobre la cama, y yo ya sin pensarlo jugándole al valiente me deje caer con todas mis fuerzas sobre el sacándole un gruñido de placer y dolor, “¡Ahhhhh la verga que rico!” comence a cabalgarlo rápidamente, moviéndome en círculos, quería darle placer, quería enseñarle que no solo él sabe cómo complacer… sus manos  duras comenzaron a acariciar mis pechos… los jugaba, los amasaba, “estas coyoleando” me dijo, mientras juntaba mis chichitas… pase un largo tiempo dándome de sentones hasta que el físico ya no me respondía…. “ya papi, yaaa no aguanto mas, ya vente” le dije suplicante… “¿Ya los quieres?” pregunto él…. “Si papi ya los quiero, échamelos en mis pechos” le dije… me senté en la orilla de la cama, él se pudo de pie delante de mí y comenzó a jalársela violentamente… yo observaba ese cuerpo de macho sudado que momentos antes me había roto el culo, podía ver como sus huevotes rebotaban contra su cuerpo y se movían para todos lados, tardo unos minutos pero luego comenzó a tensarse más y más su cuerpo moreno y sudado hasta que con un sonoro gruñido comenzó a dejar escapar chorros y chorros de caliente y espesa leche que cayeron en mi pecho… “ahhhhhhhhhhhhhhhh me vengo me vengo” grito mientras yo disfrutaba de sus cálidas bendiciones…. “Trágatela toda” exclamo, mientras tomaba mi cabeza de los cabellos y la jalaba hacia su verga, los últimos chorros de su leche cayeron directo en mi lengua, mientras con mis manos yo jugaba y me embarra sus calidas bendiciones que habían caído en mis pechos… “¡A la verga que chido!” Dijo mientras recuperaba el aire “ahora para la próxima te los comes todos” agrego… “próxima” le dije… “¡Si! ¿o qué? No me quieres volver a ver” exclamo seguro de que había hecho un buen jale… algo dentro de mí se emocionó, sabía que él lo decía porque era una forma de obtener dinero rápido, pero el que un macho como el me quisiera seguir viendo me hizo sentir especial…
Para finalizar nos dimos un baño donde de nueva cuenta pude disfrutar de su duro cuerpo… Le pague, nos despedimos y ahora cuento los dias para recibir de nuevo su llamada… espero que sea pronto.
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