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#chicatomacocaina
happynoesjapiojo · 4 months
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Mi ex lista para esnifar...
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happynoesjapiojo · 6 months
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Pelirroja aspira rico...
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happynoesjapiojo · 6 months
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Hermosa chica ya no puede aspirar de tanta merca que tiene en la nariz...
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happynoesjapiojo · 6 months
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Dos hermosas perras me mandan videos hablándome y mostrándome como toman merca...
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happynoesjapiojo · 4 months
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Flaca merquera le envia un video a su chico. Armó una "F" con cocaina porque es la inicial del nombre de él. "Me encanta tomarte" le dicen. En mucho ámbitos intelectuales se están desarrollando dos costumbres: 1- Que el varón de la pareja cumpla su fantasía de ver a su mujer cojiendo con otro. Esta movida, llamada "cuckolding", no es para nada nueva ("el cornudo consciente") pero lo que si ocurre en la actualidad es que cada vez son más los maridos, novios, etc que se animan a realizarlo. 2- Y quizás el punto 1 esté relacionado con este, ya que en los mismos circulos el uso de la cocaina está reemplazando al sexo. Es decir: cada vez más gente prefiere la excitación y/o calentura morbosa que produce aspirar merca que tener sexo. Por ejemplo: hay hombres que su objetivo es hacer debutar a una chica tomando cocaina, mirarla aspirar, como se excita -ella-, como su mente y su cuerpo experimentan el goce de sentir el polvo blanco entrando en ellas y con eso se conforman. Este video es una pequeña muestra: a) ella no le envía una grabación masturbandose o bailando desnuda b) es notorio verla excitarse filmandose para su pareja aspirando de la iniciial de él, mojándose con cada esnifada. Cornudos y cocaina.
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happynoesjapiojo · 4 months
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Noche de cocaina con mi ex mujer.
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happynoesjapiojo · 7 months
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Flaca me graba un video y se toma dos rayas y despues se pajea.
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happynoesjapiojo · 1 year
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#TattoedGirls #GirlsSlut #SlutsGirls #MujeresInfieles #Cornudo #Merca #Cocaina #Coque #ChicasTomandoMerca
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Me grabó un video tomando merca. Si: la flaca de las piernas...
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happynoesjapiojo · 1 year
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MI HISTORIA CON LA MERCA (parte 2) Asi conocí a Pato, una pulposa rubia, macanuda, divertida, con una exagerada admiración por mi y mis actividades, pero con ella me pasaba al revés: era divertido tomar con ella (a veces, tomarle de esas enormes tetas operadas o de su cintura) pero más allá de algún otro pico… de la excitación sexual, ni noticias. Quizás provocando inconscientemente a mi resilencia y casi sin darme cuenta noté que me estimulaba más la mente morbosa lograr que, a solas conmigo, una chica tome cocaina que tener sexo ya que, como dije y muchos saben, la cocaína es un potente vasoconstrictor, que disminuye el calibre de las arterias, lo que produce una reducción del riego sanguíneo, haciendo que la sangre llegue al pene en un volumen y presión insuficientes para mantener una erección. A sabiendas de esta circunstancia natural, mi morbo se modificó y mi idea sexual primaria pasó a ser: coger con mujeres que tomen o intimar con mujeres que no y hacerlas consumir. El solo pensamiento de ver a una principiante tomar, ya movia todos mis nervios. Y asi conoci  a Romina, una morocha muy sexie quien para su desgracia me confesó que su ex marido la habia inducido a tomar y que el recuerdo de “trasnoches de varias parejas, luego de dormir a los hijos tomando cocaina y charlanodo” le producía deseos de vomitar. “Cocaina, nunca más” me dijo. Pero… noté que siendo ella una mujer muy fuerte y determinante, tenía su costado débil cuando yo me ponía firme. Una noche de vino y besos y manoseos le pegué un chirlo muy fuerte en un cachete. Me miró con una cara que nunca le había visto. La lectura casi perfecta de ese gesto tras la nalgada fue “Ay… me dolió mucho pero en vez de enojarme… bajo mis defensas: acabás de ser mi dueño… soy tuya”. Esa fue mi ocasión: la arrastré a la cama y comenzé a cojerla. Ella gemia de una forma nueva: como gimen las mujeres que estás complaciendo a su macho, una mujer complaciente, entregada. Y fue en ese mismo momento que me paré, abri el cajón, saque el vidrio, la bolsa y le peiné dos líneas. “Tomalas las dos” le dije. Y esa tremenda mujerona, valiente, decidida, que nadie llevaba por encima… caliente, entregada, sumisa como estaba se las tomó las dos de un saque y acabó tan caliente que ella misma se sorprendió. “Sos un hijo de putas” llegó a decirme y no supe hasta dias después que más que un halago o un titulo de nobleza, había sido el comienzo del final… Poco tiempo después, chateando con una agente de prensa de Buenos Aires, comienzo a tirarle onda y ella, que minutos antes se había reconocido en pareja, me siguió el ritmo. Tanto y tanto forzamos el asunto, que se vino (dejando a su novio allá) un fin de semana en el que cojimos muchisimo. ¡¡¡Como tomaba esa mujer!!! Me habia asegurado que hacia rato habia dejado, pero se tomó toda la merca, se puso reputa, me pidió que le escriba todo el cuerpo: “Puta”, “Sos mia”, “Merquera”, “Infiel” y ella tomaba. De solo recordar que su novio la aguardaba en Buenos Aires, pensando que ella venía a trabajar y ella estaba en mi cama, cojida y llena de leche, toda escrita con insultos y llena de merca es otro punto más para mi morbo deforme. Vale "escapadita" con merca y sexo.
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happynoesjapiojo · 4 months
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happynoesjapiojo · 1 year
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MI HISTORIA CON LA MERCA (parte 1) La primera vez que consumí cocaina sobrevino de una charla con una novia que me tenía realmente impactado. Me había asegurado que siempre tuvo curiosidad por probarla, pero una inseguridad y un temor a una reacción y sensación desconocida que no pudiese dominar la había hecho desistir. Y agregó la frase mágica: “aunque con vos, si me animo”, dejando entrever claramente, que yo era su protector, yo era su hombre y de suma confianza. Eso me envalentonó y usando alguna mentira (“un músico que viene de Buenos Aires”) tuve el desagrado de acudir a amigos que –aunque yo ya sabía que tomaban, conmigo nunca se habían confesado pues, como dije, yo no estaba en ese círculo. “No, dejé hace tiempo” me dijo el primero, con una mentira que todos sabíamos que no podía sostener. “Ni idea, loco. Preguntale a Pedro” me respondió el siguiente y el tal Pedro también se escurrió como si yo estuviese invocando al demonio. Evidentemente entrar en contacto con el que vende era una tarea nada fácil: varios intermediarios quienes, seguramente se van quedando con vueltos hasta llegar al “consumidor final” (que por primera vez era yo!) y, quien dice, van corrompiendo con alguna sustancia su pureza para hacerla “rendir”: Un par de dias después, y aún con la idea fija en la cabeza (complacer a mi chica y además… experimentar sexualmente bajo los efectos de tan seductora sustancia) aparece por mi negocio Laura, quien por aquellos años realizaba las tareas de pagarme servicios, impuestos y demás. Su aspecto de rocker-motoquera me animó y le hice la pregunta de marras. “Claro, me dijo. Te consigo”. Tras un par de dias extrañamente laberínticos (“no lo ubico” , “no está”, “no tiene”) la preciada y dificultosa bolsita llego a mis manos. Ni bien Marianela jaló del sorbete y el polvillo blanco entró en ella, me mira y me dice: “Chau, me hice adicta. Es riquisima”. Yo aspiré menos, y el sabor metálico que ya conocia por haberla probado no me convenció, pero ella parecía entusiasmada. Comenzó a hablar y hablar, pero de una manera desconocida para ella. Pacífica, calma, dulce, reconociendo errores que, en estado natural su orgullo y psicopatía jamás le hubiese permitido. Pero asi como bajo los efectos de tal droga Marianela parecía otra persona, sumisa y cordial, su parte sexual no se estimulaba y eso me frustró. Después de un par de intentos de cojerla merqueada y que no funcionara o funcionara a media máquina yo quise desistir de seguir y empezamos a llevarnos mal. Ella volvió a su estado confrontativo, dañino, psicopateando sin sentido y la relación se fracturó. Pero el morbo de intentar lograr que mi pareja se sobre excite bajo la ingesta de la nieve me llevó a desplazar claramente el objetivo de conocer una mujer y enamorarme por interesarme solo por aquellas con las que podía tomar.
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