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anotherdrfake-blog · 7 years

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Deadly Life 5: El significado de la vida es un misterio, y el de la muerte también.

¿Qué tenemos esta semana por aquí?

¡Oh! Parece que la misma Celestia Ludenberg ha sido asesinada y vaya qué lugar para morirse, ¡en su propia habitación!

¿Ha sido el suicidio su única salida ante tal manojo de sentimientos desesperantes que ha tenido a lo largo de estos días? Yo creo que sí.

Victima: Celestia Ludenberg.

Asesino: Kizuya Shinrioga.

Truth Bullets:

Caja de herramientas abierta: Encontrada bajo la cama de Celestia es de esas cajas que cada chico de la academia tiene, curiosamente no tiene el platico protector y salvo por el alicate desaparecido está el resto de herramientas. Encontrada por Andoni.

Tuerca: Dentro de la caja abierta hay una de estas pequeñas sin su tornillo, ¿debería estar ahí? No. Encontrado por Andoni.

Pelo pequeño: De color anaranjado rojizo también estaba en la caja, parece ser de un animal igual de pequeño. Encontrado por Andoni.

Alicates: Arma del crimen y muy bien clavados en el cuello de la victima, los mangos están ensangrentados y con marcas de dedos. Curiosamente las marcas coinciden con los dedos del muerto.

Cama: Donde se encuentra el cuerpo, por la parte de arriba está cubierto de sangre más que nada por la parte donde la victima posó su cuello. Bajo la zona donde el cuerpo reposa está limpio.

Mano derecha: Está ensangrentada, pero no lo suficiente como para gotear, pero sí para teñir la palma.

Ojos abiertos: Curioso que los tenga abiertos, ¿murió al instante o los abrió del dolor hasta morir?

Solución: El significado de la vida es un misterio, y el de la muerte también.

Por lo visto el bueno de Shin ha estado haciendo travesuras a espaldas de toooooooodos nosotros con Celestia Ludenberg.

…¿Pensasteis mal? ¡Upupupu! ¡Conseguí lo que quería! Pero dejemos ya las bromas. El psicólogo habló una vez por casualidad con la apostadora, y encontró algo intolerable en las conductas verbales y no verbales de la sujeto. Detectó que esta le estaba intentando manipular. Sus habilidades de Ultimate Psychologist le dejaron ver esto, y, tras ello, decidió emprender una exhaustiva e intensiva evaluación psicológica de Celestia Ludenberg a lo largo de aquellos días.

Ya estaba terminando de hacerlo, y lo que estaba obteniendo… No le estaba gustando para nada. Un día encontró algo inesperado en el fondo de la bandolera fucsia que siempre llevaba desde que fue ingresado en ese juego de matanza. Un polígrafo, o como es llamado popularmente, un detector de mentiras. Junto con Julietta, la Ultimate Freedom Warrior, pudo arreglar esta pequeña máquina pues la encontró rota. Cuando el polígrafo estuvo funcional, decidió hacerle un pase a la Ultimate Gambler.

Celestia accedió, para su sorpresa, sin rechistar. Shin comenzó con el proceso de hacerle preguntas de verdad absoluta (como por ejemplo “¿eres una adolescente?” A lo que Celeste respondería “Sí” para que el polígrafo detectara la verdad. Es una respuesta obvia) para luego pasar a preguntas en las que Celeste podría mentir o no… Y en todas ellas Shin sabría si Celeste estaba mintiendo o no.

Los resultados fueron alarmantes. Celeste daba los mismos resultados en el detector tanto cuando decía la verdad como cuando mentía. Eso, junto con los resultados de las evaluaciones psicológicas previas, solo podía significar una cosa: Celestia Ludenberg se trataba de una sociópata, un tipo de psicópata.

El psicólogo consideró que el tener a una sociópata; o lo que es lo mismo, una persona que es capaz de atentar contra las vidas y la salud de los demás para conseguir sus propósitos por un interés material; entre ellos dentro de la convivencia en esa academia, era un alto peligro. Y era un peligro por el que no estaba dispuesto a pasar. Solo fue ver lo que Celeste causó después de esas evaluaciones… Akari Hoshi se volvió Despair, y todo por culpa de Celeste. Shin no pudo soportarlo más.

Nuestro protagonista usó su habilidad como un arma obscura, algo que un psicólogo nunca debería hacer. Le indujo a la apostadora, a base de conversaciones varias a lo largo de una semana, un fuerte episodio agudo de depresión severa. Y… Se aseguró de que este episodio estuviera bien cargado de altas probabilidades de conductas suicidas por parte de la afectada. Y así fue cómo pasó. Celestia Ludenberg acabó suicidándose a solas encerrada a su habitación con los alicates de la caja de herramientas que el mismo Kizuya Shinrioga le prestó para que ella pudiera… “accionar” de forma exitosa y sin contratiempos. Dentro de esta caja quedaron el pequeño pelo anaranjado o rojizo, y una tuerca que por accidente se le cayó de su polígrafo.

¡Qué desfachatez, dejarle una caja de herramientas a la pobre trastornada para que se ajustara los tornillos de la cabeza! …O en este caso, que se los aflojara para que acabara sangrando, sí.

Ejecución: Let’s Psych him out to Despair

❮https://youtu.be/z6APdV-IYWM❯

A través de las pantallas que rodeaban la sala del juicio de clase los estudiantes podrían ver algo.

Una explanada de suelo negro y sin nada destacable. En ella se comenzó a montar las estructuras que conformarían el Castigo del psicólogo.

Enormes poleas y engranajes movían cuerdas para alzar y erigir estructuras metálicas que hacían retumbar el suelo al caer. El resultado fue un enorme y ancho podio circular con una silla metálica en el medio. A este montículo circular le rodeaba una pantalla con forma de cilindro hacia dentro, suspendida en el aire por cuerdas de hierro y cableado. En la cara que daba hacia fuera de esta pantalla-cilindro, unas llamativas luces de neón parpadeantes indicaban en letras grandes lo siguiente:

[ Let’s Psych him out to Despair. Ultimate Psychologist Kizuya Shinrioga’s Execution: Executed. ]

Una manada de Monokumas sujetan al psicólogo y lo trasladan a todo correr a ese montículo. Lo sientan sobre la silla metálica y le atan de pies y manos, y amarran con unas cintas de cuero su mentón y frente hacia una especie de plataforma vertical que sobresale del respaldo de la silla metálica, con fuerza. Los ojos de Shin están, además, obligados a permanecer abiertos por unos alambres de hierro que tiran de sus párpados. Shin queda mirando irremediablemente hacia esa pantalla cilíndrica que se está moviendo horizontalmente.

Los Monokumas se van, y en la escena aparece Izuru Kamukura. Este se acerca al que va a morir y le suministra en el oído una especie de líquido verdoso con un cuentagotas. Deja caer el utensilio tras ser usado. ¿Qué será ese líquido? A partir de ahí, el trabajo de Izuru será suministrar gotas de colirio a los orbes de Shin para que estos se hidraten mientras contemplan sin alternativa alguna lo que en esa pantalla circular va a acontecer.

La pantalla se enciende. Justo en la parte que Shin tiene más visible, aparecen unas imágenes que él jamás creyó que podría llegar a ver. Era Sarune. Arremetiendo contra Mikan Tsumiki y Junko Enoshima con un palo de madera afilado. Estas pronto comenzaron a sangrar y a dejar de moverse en el suelo una encima de la otra. Luego, la pantalla pasó a mostrar… La ejecución de la misma Sarune, donde era movida de forma maquiavélica mientras se retorcía de dolor por unos “hilos” como si de una marioneta se tratase sobre un escenario. Después de esas espontáneas imágenes y sonido perturbador, lo que se mostró en la pantalla giratoria fue a Enoshima Junko disparando incesantemente a Kamukura Izuru en el gimnasio, este esquivando todo disparo que le venía y terminando por clavarle aquel cuchillo en la frente a la modelo. Tras esto, vinieron las imágenes de la ejecución de aquel amigo, en esa sala destinada a la experimentación humana…

No iban ni por la mitad del vídeo y Shin ya estaba con la cara empapada de llanto. Aún sin poder pestañear. La mandíbula prieta con saña y las extremidades amarradas de su cuerpo tensas como nunca. Su rostro denotaba la mayor actitud de espanto jamás conocida en Shinrioga.

Su silla comenzó a girar al mismo sentido que la pantalla. Y conforme ese extraño vídeo de muertes y desesperación conocidas avanzaba, la velocidad en que giraban tanto la silla y la pantalla irían a más, y más, y más...

El video siguió. Mostró ahora a Danielle Grovenorov matando a Byakuya Togami en la sala de enfermería. Procedió con la ejecución de la bromista, esa explosión… El humo de la explosión se disipó y dejó ver a Celestia Ludenberg activando un interruptor para electrocutar a Akari Hoshi en la piscina. Después se presentó la ejecución de la apostadora siendo cortada por esas cartas de póker. Y finalmente… La misma Celeste en su habitación, tumbada en su cama y llorando a rienda suelta de forma desesperada, agarrando esos alicates para levantarlos en el aire y… Clavárselos repetidas veces en el cuello, hasta que dejó de gemir por el llanto y el dolor y la mano que sujetó los alicates cayó muerta.

Una desesperante recopilación de los comienzos y finales de todos los casos que hubieron dentro de aquella Academia, y que hasta ese momento parecieron ser sueños.

Pero...

Ahora en la misma pantalla se mostraron imágenes de Kizuya Shinrioga atado a la silla metálica, sin poder pestañear ni moverse, girando y girando a una velocidad vertiginosa… Le estaban filmando ahora a él en directo.

El pelirrojo empezó a gritar. A gritar conforme su mareo y perdición iban a más. La silla dejó de girar y paró en seco. El cúmulo de sentimientos negativos que su mente procesaba no podrían describirse. Pero el vídeo no acabó ahí… Mostró algo más, una última cosa.

Una ciudad derruida y en llamas. El cielo enrojecido y ambiente oscuro. Hombres con cabezas de… ¿Monokuma? Destrozaban a golpes con sus bates la cabeza de una persona que parecía inocente. Era un escenario apocalíptico. ¿Qué era eso? ¿¡Qué diantres era eso!? ¿Por qué la mente maestra le mostraba esas imágenes? ¿¡Qué querían decir!?

Parecía que Shin ya se estaba quedando sin fuerzas para gritar. Izuru suministró colirio en sus orbes, como si eso aún importara. Shin empezó a temblar mientras esas últimas imágenes seguían. El haber visto todas esas muertes de todos esos compañeros tan cercanos a él y que tanto quería le estaba provocando algo… No parecía él, parecía que se estaba desquiciando, enloqueciendo. Izuru soltó los agarres a sus párpados. Sus orbes, sin dejar de contemplar esas abominaciones, empezaron a pestañear, a pestañear, a pestañear… A cámara lenta se podría haber apreciado cómo el color azulado de sus ojos pasó a ser de un color rojo como la sangre. Justo cuando ese cambio en sus orbes tuvo lugar, volvió a gritar por segunda vez.

Y de pronto dejó de gritar de golpe.

Su cuerpo se paralizó. Ya no pestañeaba más. Dejó caer la cabeza hacia atrás. La boca entreabierta y los ojos como platos. Ya no respiraba.

El líquido que Izuru Kamukura inyectó en el oído de Shin, era un veneno que tenía como fin esparcirse en el cerebro del psicólogo y provocar una reacción neurodegenerativa en cadena. Esto solo sucedería cuando ese cerebro procesase la más absoluta perdición: la Desesperación. En cuanto Shin alcanzó el estado de Desesperación, las toxinas se activaron y comenzaron a comerse y a destruir los tejidos cerebrales neurona por neurona, desde el centro hasta las periferias… Hasta que el interior de ese cerebro se desintegró. Kizuya Shinrioga murió ahí mismo tras haber caído en la Desesperación por el vídeo de Lavado de Cerebro 2.0.

#CasosADRF

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