Tumgik
#ya voté con un calor
elbiotipo · 6 months
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Tomando pasto caliente en un bowl para que Gaucho, el dios del campo y guardián de nuestro país, nos proteja en las horas venideras
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lararezaespacial · 5 years
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Calidoscopio, de Ray Bradbury
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El primer impacto rajó la nave como si fuera un gigantesco abrelatas. Los hombres fueron arrojados al espacio, retorciéndose como una docena de peces fulgurantes. Se diseminaron en un mar oscuro mientras la nave, convertida en un millón de fragmentos, proseguía su ruta semejando un enjambre de meteoritos en busca de un sol perdido.
-Barkley, Barkley, ¿dónde estás?
Voces aterrorizadas, niños perdidos en una noche fría.
-¡Woode, Woode!
-¡Capitán!
-Hollis, Hollis, aquí Stone.
-Stone, soy Hollis. ¿Dónde estás?
-¿Cómo voy a saberlo? Arriba, abajo… Estoy cayendo. ¡Dios mío, estoy cayendo!
Caían. Caían, en la madurez de sus vidas, como guijarros diminutos y plateados. Se diseminaban como piedras lanzadas por una catapulta monstruosa. Y ahora en vez de hombres eran sólo voces.
Voces de todos los tipos, incorpóreas y desapasionadas, con distintos tonos de terror y resignación.
-Nos alejamos unos de otros.
Era cierto. Hollis, rodando sobre sí mismo, sabía que lo era y, de alguna forma, lo aceptó. Se alejaban para recorrer distintos caminos y nada podría reunirles de nuevo. Vestían sus trajes espaciales, herméticamente cerrados, sus pálidos rostros ocultos tras las placas faciales. No habían tenido tiempo de acoplarse las unidades energéticas. Con ellas, habrían sido pequeños botes salvavidas flotando en el espacio. Se habrían salvado, habrían salvado a otros, habrían encontrado a todos hasta unirse para formar una isla de hombres y pensar en alguna salida. Pero ahora, sin las unidades energéticas acopladas a sus hombros, eran meteoritos alocados encaminándose hacia destinos diversos e inevitables.
Pasaron diez minutos. El terror inicial se apagó, dando paso a una calma metálica. Sus voces extrañas empezaron a entrelazarse en el espacio, un telar inmenso y oscuro, cruzándose y volviéndose a cruzar hasta formar el tejido final.
-Stone a Hollis. ¿Cuánto tiempo podremos hablar por radio?
-Depende de tu velocidad y la mía.
-Una hora, supongo.
-Algo así -dijo Hollis, pensativo y tranquilo.
-¿Qué sucedió? -preguntó Hollis al cabo de un minuto.
-El cohete estalló, eso es todo. Los cohetes estallan, ¿sabes?
-¿Hacia dónde caes?
-Creo que me estrellaré en el Sol.
-Yo en la Tierra. De vuelta a la madre Tierra a quince mil kilómetros por hora, arderé como una cerilla.
Hollis pensó en ello con una sorprendente serenidad. Le parecía estar separado de su cuerpo, viéndolo caer y caer en el espacio, con la misma tranquilidad con la que había visto caer los primeros copos de nieve de un invierno muy lejano.
Los otros guardaban silencio. Pensaban en el destino que les había llevado a esto, a caer y caer sin poder hacer nada para evitarlo. Hasta el capitán callaba, porque no había orden o plan que pudiera arreglarlo todo.
-¡Oh, esto es interminable! ¡Interminable, interminable! -exclamó una voz. ¡No quiero morir, no quiero morir! ¡Esto es interminable!
-¿Quién habla?
-No lo sé.
-Creo que es Stimson. Stimson, ¿eres tú?
-Esto es interminable y no me gusta. ¡Dios mío, no me gusta nada!
-Stimson, aquí Hollis. Stimson, ¿me oyes?
Una pausa. Seguían separándose unos de otros.
-¿Stimson?
-Sí -replicó por fin.
-Stimson, tranquilízate. Todos tenemos el mismo problema.
-No quiero estar aquí. Me gustaría estar en cualquier otro sitio.
-Hay una posibilidad de que nos encuentren.
-Si, sí, seguro -dijo Stimson-. No creo en esto, no creo que esté sucediendo realmente.
-Es una pesadilla -dijo alguien.
-¡Cállate! -ordenó Hollis.
-Ven y hazme callar -contestó la voz. Era Applegate. Se reía con toda tranquilidad, sin histeria-. Ven y hazme callar.
Por primera vez, Hollis sintió su impotencia. La cólera se adueñó de él porque en aquel momento deseaba, más que ninguna otra cosa, herir a Applegate. Había esperado muchos años para poder hacerlo…, y ahora era demasiado tarde. Applegate era únicamente una voz radiofónica.
¡Y seguían cayendo y cayendo!
Dos de los hombres se pusieron a gritar, de repente, como si acabaran de descubrir el horror de su situación. Hollis vio a uno de ellos, en una pesadilla, flotando muy cerca de él, chillando y chillando.
-¡Basta!
El hombre estaba casi al alcance de su mano. Gritaba enloquecido. Nunca se callaría. Seguiría chillando durante un millón de kilómetros, mientras se encontrara en el campo de acción de la radio. Fastidiaría a todos los demás e impediría que hablaran entre sí.
Hollis alargó la mano. Era mejor así. Hizo un último esfuerzo y tocó al hombre. Se agarró a su tobillo y fue desplazando la mano hasta llegar a la cabeza. El hombre chilló y se retorció como si estuviera ahogándose. Sus gritos llenaron el universo.
“Da lo mismo -pensó Hollis-. El Sol, la Tierra o los meteoros lo matarán igualmente. ¿Por qué no ahora?”
Hollis aplastó la placa facial del hombre con su puño metálico. Los gritos cesaron. Se apartó del cadáver y lo dejó alejarse siguiendo su propio curso, cayendo y cayendo.
Hollis y los demás seguían cayendo sin cesar en el espacio, en el interminable remolino de un terror silencioso.
-Hollis, ¿sigues ahí?
Hollis no contestó. Una oleada de calor inundó su rostro.
-Aquí Applegate otra vez.
-¿Qué hay, Applegate?
-Hablemos. No podemos hacer otra cosa.
El capitán intervino.
-Ya es suficiente. Tenemos que encontrar una solución.
-Capitán, ¿por qué no se calla?
-¿Qué?
-Ya me ha oído, capitán. No pretenda imponerme su rango, porque nos separan quince mil kilómetros y no tenemos que engañarnos. Tal como dijo Stimson, la caída es interminable.
-¡Compórtese, Applegate!
-No quiero. Esto es un motín de uno solo. No tengo una maldita cosa que perder. Su nave era mala, usted un mal capitán, y espero que se ase cuando llegue al Sol.
-¡Le ordeno que se calle!
-Adelante, vuelva a ordenarlo. -Applegate sonrió a quince mil kilómetros de distancia. El capitán no dijo nada más-. ¿Dónde estábamos, Hollis? Ah, sí, ya recuerdo. También te odio a ti. Pero tú ya lo sabes. Hace mucho tiempo que lo sabes.
Hollis, desesperado, cerró los puños.
-Quiero confesarte algo -prosiguió Applegate-. Algo que te hará feliz. Fui uno de los que votaron contra ti en la Rocket Company, hace cinco años.
Un meteorito surcó el espacio. Hollis miró hacia abajo y vio que no tenía mano izquierda. La sangre brotaba a chorros. De repente, advirtió la falta de aire en su traje. El oxígeno que conservaba en los pulmones le permitió, sin embargo, hacer un nudo a la altura de su codo izquierdo, apretando la juntura y cerrando el escape. La rapidez del suceso no le dio tiempo a sorprenderse. Ninguna cosa podía sorprenderle en aquel momento. Ya cerrado el boquete, el aire volvió a llenar el traje en un instante. Y la sangre, que había brotado con tanta facilidad, quedó comprimida cuando Hollis apretó aún más el nudo, hasta convertirlo en un torniquete.
Todo esto había sucedido en medio de un terrible silencio por parte de Hollis. Los otros hombres conversaban. Uno de ellos, Lespere, hablaba sin cesar de su mujer de Marte, de su mujer venusiana, de su mujer de Júpiter, de su dinero, sus buenos tiempos, sus borracheras, su afición al juego, su felicidad… Hablaba y hablaba, mientras todos caían. Lespere, feliz, recordaba el pasado mientras se precipitaba a la muerte.
¡Todo era tan raro! Espacio, miles de kilómetros de espacio, y voces vibrando en su centro. Ningún hombre al alcance de la vista, sólo las ondas de radio se agitaban tratando de emocionar a otros hombres.
-¿Estás enfadado, Hollis?
-No.
Y no lo estaba. Había recuperado la serenidad. Era una masa insensible, cayendo para siempre hacia ninguna parte.
-Durante toda tu vida quisiste llegar a la cumbre, Hollis. Y yo lo impedí. Siempre quisiste saber lo que había ocurrido. Bien, voté contra ti antes de que me despidieran a mí también.
-No tiene importancia.
Y no la tenía. Todo había terminado. Cuando la vida llega a su fin es como un intenso resplandor. Un instante en el que todos los prejuicios y pasiones se condensan e iluminan en el espacio, antes de que se pueda decir una sola palabra. Hubo un día feliz y otro desdichado, hubo un rostro perverso y otro bondadoso… El resplandor se apaga y se hace la oscuridad.
Hollis pensó en su pasado. Al borde de la muerte, una sola cosa le atormentaba y por ella, únicamente por ella, deseaba seguir viviendo. ¿Sentirían lo mismo sus compañeros de agonía? ¿Tendrían aquella sensación de no haber vivido nunca? ¿Pensarían, como él, que la vida surge y muere antes de poder respirar una vez? ¿Les parecería a todos tan abrupta e imposible, o sólo a él, aquí, ahora, con escasas horas para meditar?
Uno de los otros hombros estaba hablando.
-Bueno, yo viví bien. Tuve una esposa en Marte, otra en Venus y otra en Júpiter. Todas tenían dinero y se portaron muy bien conmigo. Fue maravilloso. Me emborrachaba, y hasta una vez gané veinte mil dólares en el juego.
“Pero ahora estás aquí -pensó Hollis-. Yo no tuve nada de eso. Tenía celos de ti, Lespere. En pleno trabajo envidiaba tus mujeres y tus juergas. Las mujeres me asustaban y huía al espacio, siempre deseándolas, siempre celoso de ti por tenerlas, por tu dinero, por toda la felicidad que podías conseguir con aquella vida alocada. Pero ahora se acabó todo, caemos. Ya no tengo celos de ti. Es mi final y el tuyo y todo parece no haber sucedido nunca.”
Hollis levantó el rostro y gritó por la radio:
-¡Todo ha terminado, Lespere!
Silencio.
-¡Como si nunca hubiese ocurrido, Lespere!
-¿Quién habla? -preguntó Lespere temblorosamente.
-Soy Hollis.
Se sintió miserable. Era la mezquindad, la absurda mezquindad de la muerte. Applegate le había herido y él, Hollis, quería herir a otro. Applegate y el espacio le habían herido.
-Ahora estás aquí, Lespere. Todo ha terminado, como si nunca hubiera sucedido, ¿no es cierto?
-No.
-Cuando llega el final, todo parece no haber ocurrido nunca. ¿Es mejor tu vida que la mía, ahora? Antes, sí, ¿y ahora? El presente es lo que cuenta. ¿Es mejor? ¿Lo es?
-¡Sí, es mejor!
-¿Por qué?
-Porque conservo mis pensamientos, ¡porque recuerdo! -gritó Lespere, muy lejos, indignado, apretando los recuerdos a su pecho con ambas manos.
Y estaba en lo cierto. Hollis lo comprendió mientras una sensación fría como el hielo fluía por todo su cuerpo. Existían diferencias entre los recuerdos y los sueños. A él sólo le quedaban los sueños de las cosas que había deseado hacer, pero Lespere recordaba cosas hechas, consumadas. Este pensamiento empezó a desgarrar a Hollis con una precisión lenta, temblorosa.
-¿Y para qué te sirve eso? -gritó a Lespere-. ¿De qué te sirve ahora? Lo que llega a su fin ya no sirve para nada. No estás mejor que yo.
-Estoy tranquilo -contestó Lespere-. Tuve mi oportunidad. Y ahora no me vuelvo perverso, como tú.
-¿Perverso?
Hollis meditó. Nunca, en toda su vida, había sido perverso. Nunca se había atrevido a serlo. Durante muchos años debió de haber estado guardando su perversidad para una ocasión como la actual. “Perverso”. La palabra martilleó en su mente. Se le saltaron las lágrimas y resbalaron por su cara.
-Cálmate, Hollis.
Alguien había escuchado su voz sofocada.
Era completamente ridículo. Tan sólo un momento antes, había estado aconsejando a otros, a Stimson… Había sentido coraje y creído que era auténtico. Pero, ahora lo comprendía, no se trataba más que de conmoción, y de la “serenidad”, que puede acompañarla. Y ahora trataba de condensar toda una vida de emociones reprimidas en un intervalo de minutos.
-Sé lo que sientes, Hollis -dijo Lespere, ya a treinta mil kilómetros de distancia, con una voz cada vez más apagada-. No me has ofendido.
“Pero, ¿no somos iguales? -se preguntó un aturdido Hollis-. ¿Lespere y yo? ¿Aquí, ahora? Si algo ha terminado, ya está hecho. ¿Qué tiene de bueno, entonces? Los dos moriremos, de una forma o de otra.”
Pero Hollis sabía que todo aquello era puro raciocinio. Era como intentar explicar la diferencia entre un hombre vivo y un cadáver: uno poseía una chispa, un aura, un elemento misterioso, y el otro no.
Y lo mismo ocurría con Lespere y él. Lespere había vivido enteramente, y ello le convertía ahora en un hombre diferente. Y él, Hollis, había estado muerto durante muchos años. Se acercaban a la muerte siguiendo distintos caminos y, con toda probabilidad, si existieran varios tipos de muertes, el de Lespere y el suyo serían tan diferentes como la noche y el día. La cualidad de la muerte, como la de la vida, debe ser de una variedad infinita. Y si uno ya ha muerto una vez, ¿por qué preocuparse de morir para siempre, tal como estaba muriendo él ahora?
Un momento después descubrió que su pie derecho había desaparecido. Estuvo a punto de reír. El aire por segunda vez había escapado de su traje. Se inclinó rápidamente y vio salir la sangre. El meteorito había cortado la carne y el traje hasta el tobillo. Oh, la muerte en el espacio era humorística: te despedaza poco a poco, cual tétrico e invisible carnicero. Hollis apretó la válvula de la rodilla. Sentía dolor y mareo. Luchó por no perder la conciencia, apretó más la válvula y contuvo la sangre, conservando el aire que le quedaba. Se enderezó y prosiguió su caída. No podía hacer más.
-¿Hollis?
Hollis respondió cansinamente, harto de aguardar la muerte.
-Aquí Applegate de nuevo -dijo la voz.
-Sí.
-He estado pensando, y escuchándote. Esto no va bien. Nos convierte en perversos. Es una forma de morir muy mala, nos saca toda la maldad que llevamos dentro. Hollis, ¿me escuchas?
-Sí
-Te mentí. Hace un momento. Te mentí. No voté contra ti. No sé por qué lo dije. Creo que deseaba hacerte daño. Parecías el más indicado. Siempre nos hemos peleado, Hollis. Creo que me estoy haciendo viejo de repente, arrepintiéndome. Cuando oí que tú eras un perverso me avergoncé. Es igual, quiero que sepas que yo también fui un idiota. No hay ni pizca de verdad en todo lo que dije. Y vete al infierno.
Hollis sintió que su corazón volvía a latir. Había estado parado durante cinco minutos. Ahora, todos sus miembros recuperaron el calor. La conmoción había terminado, y los sucesivos ataques de cólera, terror y soledad iban disipándose. Era un hombre recién salido de una ducha fría matutina, listo para desayunar y enfrentarse a un nuevo día.
-Gracias, Applegate.
-No hay de qué. Y anímate, bobo.
-¿Dónde está Stimson? ¿Cómo se encuentra?
-¿Stimson?
Todos escuchaban atentamente:
-Debe de haber muerto.
-No lo creo. ¡Stimson!
Volvieron a escuchar.
Y oyeron una respiración dificultosa, lejana, lenta…
-Es él. Escuchad.
-¡Stimson!
Nadie respondió.
Sólo podían oír una respiración lenta y bronca.
-No contestará.
-Ha perdido el conocimiento. Dios lo ayude.
-Es él, escuchen.
Una respiración apenas audible, el silencio.
-Está encerrado como una almeja. Encerrado en sí mismo, haciendo una perla. Considérenlo así, todo tiene su poesía. Él es más feliz que nosotros.
Stimson flotaba en la lejanía. Todas lo escucharon.
-¡Eh! -dijo Stone.
-¿Qué?
Hollis había contestado con toda su fuerza. Stone, más que ningún otro, era un buen amigo.
-Estoy entre un enjambre de meteoritos, pequeños asteroides.
-¿Meteoritos?
-Creo que es el grupo de Mirmidón, que se desplaza entre Marte y la Tierra y tarda cien años en recorrer su órbita. Me encuentro justo en el medio. Es como un calidoscopio gigante. Hay colores, formas y tamaños de todos los tipos. ¡Dios mío, qué hermoso es todo esto!
Silencio.
-Me voy con ellos -prosiguió Stone-. Me llevan con ellos. Estoy condenado. -Y se rió de buena gana.
Hollis trató de ver algo, pero sin conseguirlo. Allí sólo había las grandes joyas del espacio, los diamantes, los zafiros, las nieblas de esmeraldas y las tintas de terciopelo del espacio, y la voz de Dios confundiéndose entre los resplandores cristalinos. Era algo increíble y maravilloso pensar en Stone acompañando al enjambre de meteoritos. Iría más allá de Marte y volvería a la Tierra cada cinco años. Entraría y saldría de las órbitas de los planetas durante las siguientes miles y miles de años. Stone y el enjambre de Mirmidón, eternos e infinitos, girarían y se modelarían como los colores del calidoscopio de un niño cuando éste levanta el tubo hacia el sol y lo va girando.
-Adiós, Hollis. -La voz de Stone, ya muy debilitada-. Adiós.
-Buena suerte -gritó Hollis, a cincuenta mil kilómetros de distancia.
-No te hagas el gracioso -dijo Stone.
Silencio. Las estrellas se unían más y más entre ellas.
Todas las voces iban apagándose. Todas y cada una seguían su propia ruta; unas hacia el Sol, otras hacia el espacio remoto. Como el mismo Hollis. Miró hacia abajo. Él, y sólo él, volvía solitario a la Tierra.
-Adiós.
-Tómatelo con calma.
-Adiós, Hollis -dijo Applegate.
Adioses innumerables, despedidas breves. El gran cerebro, extraviado, se desintegraba. Los componentes de aquel cerebro, que habían trabajado con eficiencia y perfección dentro de la caja craneal de la nave espacial, cuando ésta aún surcaba el espacio, morían uno a uno. Todo el significado de sus vidas saltaba hecho añicos. Igual que el cuerpo muere cuando el cerebro deja de funcionar, el espíritu de la nave, todo el tiempo que habían pasado juntos, lo que los unos significaban para los otros, todo eso moría. Applegate ya no era más que un dedo arrancado del cuerpo paterno, ya nunca más sería motivo de desprecio o intrigas. El cerebro había estallado y sus fragmentos inútiles, faltos de misión que cumplir, se desperdigaban. Las voces desaparecieron y el espacio quedó en silencio. Hollis estaba solo, cayendo.
Todos estaban solos. Sus voces se habían desvanecido como los ecos de palabras divinas vibrando en el cielo estrellado. El capitán marchaba hacia el Sol. Stone se alejaba entre la nube de meteoritos, y Stimson, encerrado en sí mismo. Applegate iba hacia Plutón. Smith, Turner, Underwood… Los restos del calidoscopio, las piezas de lo que otrora fue algo coherente, se esparcían por el espacio.
“¿Y yo? -pensó Hollis-. ¿Qué puedo hacer?. ¿Puedo hacer algo para compensar una vida terrible y vacía? Si pudiera hacer algo para reparar la mezquindad de todos estos años, el absurdo del que ni siquiera me daba cuenta… Pero no hay nadie aquí. Estoy solo. ¿Cómo hacer algo que valga la pena cuando se está solo? Es imposible. Mañana por la noche me estrellaré contra la atmósfera de la Tierra. Arderé, y mis cenizas se esparcirán por todos los continentes. Seré útil. Sólo un poco, pero las cenizas son cenizas y se mezclarán con la tierra.”
Caía rápidamente, como una bala, como un guijarro, como una pesa metálica. Sereno, ni triste ni feliz… Lo único que deseaba, cuando todos los demás se habían ido, era hacer algo válido, algo que sólo él sabría.
“Cuando entre en la atmósfera, arderé como un meteoro.”
-Me pregunto si alguien me verá -dijo en voz alta.
Desde un camino, un niño alzó la vista hacia el cielo.
-¡Mira, mamá! ¡Mira! -gritó-. ¡Una estrella fugaz!
La estrella blanca, resplandeciente, caía en el polvoriento cielo de Illinois.
-Pide un deseo -dijo la madre del niño-. Pide un deseo.
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bolsitaseca · 5 years
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El comunicador
No hay concierto, la gente se dispersa. Estamos en un solar seco. Sin agua, hablamos para olvidarnos del beber. «Entonces el concierto se supone que venía a congregar a gente de todos los pueblitos pero no viene nadie», dice una vieja de pelo corto y lengua fina. «En Caracas pensábamos que todo era un chou para mostrarle al mundo entero que estamos bien». Un niño descarado grita y llora, la vieja responde. «Pero escuche, me importa un carajo lo que usté piense de Venezuela. Tantos de nosotros ya no estamos acá, mucho menos allá. Nos hemos ido a cruzar fronteras pa’ escuchar berrinches de niños malcriados. Van a ver, van a ver lo que es bueno cuando todo este verguero les explote en la jeta».
Al tiempo que la vieja se cose la lengua, un notario aparece cubierto de polvo. «Chávez no murió de un cáncer inoculado como se cree», lee en un texto oficial con tono solemne. «Chávez murió de tanto aguantar versos en su bolsillo izquierdo». Acaba con su oficialismo a golpe de desnudarse. No aguanta el calor. Ahí, entre tanto relajo, se confiesa.  «Ese gordo bobolongo era un tipo tremendamente seductor, el mejor comunicador que hemos tenido en Venezuela, solo que luego se enloqueció y ya saben cómo avanzó la historia».
Una señora que cree que sabe de lo que habla pero cuyo rostro dice que no diferencia una «o» de una «o» se une al grupo con histeria. «La gente que votó por Chávez... yo no voté por Chávez, pero escuche, nadie hablaba como él. Ese pendejo supo chupar de la teta. Le vendió un tremendo cuento a Fidel y listo, amigos, confidentes, hermanos de sangre. Se lo metió en el fondo del bolsillo y de allá no salió hasta que le enterraron». 
«Pero y cómo hablaba, ah, cómo hablaba. El mejor comunicador que jamás tendremos». No se sabe quién habla, puede que todos al tiempo. «Cómo hablaba, cómo hablaba». Tan bien hablaba que nos hemos puesto a mirar viejos vídeos de sus discursos. Algunos lloran. «Cómo hablaba». Otros se abrazan. «Cómo hablaba». Esos tres se tocan. «Cómo hablaba». Se ha hecho de noche, nadie se puede ir, seguimos sin agua.
En escenario «Visa», Benicàssim (Valencia)
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la-empleada-del-mes · 7 years
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No fue sólo mi imaginación
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*
Me llevó casi unos 365 días madurar esta crónica (y tengo peores). A un año de la llegada de los Rolling Stones a Uruguay, me dejé llevar por un rescate emocional.
Si alguna vez viajo en el tiempo, voy a irme al Londres de comienzos de los sesenta para verlos tocar esos covers de Rhytm and Blues que levantan cualquier lunes del mundo. En aquella época se movían con una timidez lanzada o sería que la pequeñez de los escenarios y la locura de los fans adolescentes no les dejaba mucho margen de movimiento. Ya casi van a hacer unos cincuenta y cinco años de esas noches londinenses en las que todo comenzó. A pesar de que tengo pendiente ese viaje temporo-espacial, una y no cualquier noche del verano pasado tocaron como si no hubiera transcurrido el tiempo.
—Eso ya lo dijo todo el mundo. Tratá de evitar los lugares comunes y la cursilería. De lo contrario no publiques esto.
—Haré lo posible, pero no te prometo nada. Lo que te digo es que ya quisiera tener setenta años y esa vitalidad…
—¿Me estás jodiendo?
No voy a decir que sentí que estaba en el Marquee o en el Crawdaddy, porque el repertorio no era el mismo y el Estadio debería ser unas mil veces más grande que aquellos clubes. No voy a decir que los tuve frente a frente porque ni en pedo llegué a la súper zona vip. No voy a decir que el tiempo se detuvo. Pasó demasiado rápido.
Ventilator Blues
Fue el día más sofocante del verano. Sentados en el pasto, cuidando una hilera de mochilas en la calle, la gente se refugiaba del calor debajo de algún árbol, esperando que se hiciera la hora del ingreso al Centenario. “Esto es lo más cerca de Woodstock que voy a estar en mi vida”, pensé, mientras estaba sentada en el pasto, tomando agua helada y comiendo una barrita de cereal. Decime si eso no es rock. Igualmente la historia cuenta que ellos no estuvieron en ese emblemático festival, sino en el trágico de Altamont que no se podía comparar con esta previa.
Cuando todos se alinearon en la fila, los vendedores de las remeras más truchas que he visto jamás comenzaron a pregonar de un lado a otro. Una mujer de unos sesenta años compró una que tenía una lengua algo deformada y la inscripción “2006” en la espalda. Ella pareció no darse cuenta o no importarle ese dato y se la puso encima de la ropa. Con movimientos mágicos, logró sacarse la musculosa que había quedado debajo. Ahora estaba a tono. Lose your dreams and you ‘ll lose your mind. Mi remera tenía una frase de “Ruby Tuesday” que me había mandado a estampar y que por un error de sublimación me había quedado con una pequeña línea celeste entre las letras negras. Mi remera también era trucha.
Cada tanto chequeaba las entradas en la mochila para comprobar si eran reales, si no se habían derretido o si no me las había olvidado en casa, aunque ya las había revisado unas ochenta y un veces (mentira, no las conté, tan loca no estoy).
Y cada tanto, también, comía caramelos para mantener los niveles de azúcar, porque el calor…el pesimismo y los trastornos obsesivos estaban a pleno. Mucha ansiedad. Y quién no. Había guardado los caramelos en los lugares más recónditos de la mochila porque supuestamente solo se podía ingresar una botella de agua. Esa tarde iba a poner a prueba mi ratismo exacerbado cuando tuviera que pagar cien pesos por un paquete de papas fritas y otros cien por una botella de agua.
Sirenas. Eran sirenas, sí. ESTABAN LLEGANDO. Ellos iban a tener aire acondicionado en sus camarines. Cómo no pensarlo. Cómo no pensar también en esas composiciones de profundidad infinita que me dejan en un constante descubrir. Cómo no pensar en esos acordes que abrieron una puerta en mi cabeza que no sabía que existía, y en el aire que me rodea cuando los escucho. Qué querés que te diga, es satisfaction. Son voces nuevas en mi cabeza. Eso. Y aunque suene raro, me genera una calma movilizante escuchar a los Stones. Es solo rocanrol, ya sé, pero me gusta y más.
No salía de mi cabeza ni de ningún aparato sonoro cercano, era música real y venía desde el escenario. Era la prueba de sonido o al menos eso pensé. Me recorrió un cosquilleo al escuchar el riff de “Beast of Burden”. Mirá si la tocaban. Escuché también viejos covers de Chuck Berry como “Around Around”, “Carol” y “Route 66”. Imposible que esa fuera la lista de temas: estaba escuchando cualquier cosa o esa no era la prueba de sonido. Pero juro que los pude sentir.
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Brian, Keith, Mick, Bill y Charlie. Mick no puede creer lo hecho pelota que está el Centenario (Ronnie estaba esperando en la cola del cajero)
Tenía que ir al baño. Podía aguantar, pero después iba a estar complicado y qué tristeza espiritual agitar con la vejiga llena. Así que me metí en el baño químico. Papel higiénico mojado tirado en el suelo, ¿agua? en el suelo, cuarenta grados fácil en un cubo de plástico. No me podía mover. El water estaba muy alto o era demasiado pequeño o no podía respirar del olor. Los gérmenes subían por mis piernas. Puse el papel alrededor del water. El papel se mojó. Mis dedos también. Salí del baño pasándome alcohol en gel hasta el codo. No pude mear.
La fila se empezó a movilizar cerca de una hora después de lo previsto. Mujeres por un lado. Hombres por otro. Solo tuve que abrir apenas la mochila. Perfectamente habría podido llevar un tupper de torta de fiambre que nadie se habría percatado. Al pedo escondí los caramelos. Soy el colmo. Igual pasé dos botellas de agua. Transgresora si las hay.
Lo primero que hice al llegar a la tribuna Ámsterdam fue ir al baño. Meé en el baño de la Ámsterdam. Quién diría. Nos sentamos casi en la parte más alta de la tribuna, contra la Olímpica. El escenario se veía bien. La gente que llegaba al campo se veía como puntitos.
Nunca me habían transpirado tanto las piernas. La piel se me estaba derritiendo en el plástico maltratado de la butaca. Los demás aplaudían cuando las nubes tapaban el sol. En la Colombes no daba el sol. Yo no embocaba una.
Algunas personas tenían las remeras del Olé Tour que parecían originales, ¿serían suertudos fans extranjeros o las habrían comprado por internet? Un hombre de unos cuarenta años pasó con una remera con la tapa de Let it Bleed. Tengo momentos en los que ese es mi álbum favorito, otras voy por Beggars Banquet o Between the Buttons y otras, Some Girls. Creo que me haría una remera con los cuatro.
Una mujer de unos setenta años tenía una remera con una lengua bordada. Ese fino trabajo lo tenía que haber hecho ella. Era la abuela que bordaba escuchando rocanrol. Estaba junto a un hombre de su misma edad, su marido quizás. Ellos podían haber estado en Londres en los sesenta, por qué no.
Las tribunas estaban repletas y aún seguía entrando gente. Unos cuantos se acomodaron en los escalones, incluso en la especie de pasillo que conduce a la salida. La Colombes estaba igual. En la Olímpica, sin embargo, había claros hasta que dejé de fijarme. Ya casi eran las nueve.
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Mick siendo peinado momentos antes de subir al escenario.
Time waits for no one
START ME UP. El espectáculo comenzó tan rápido que ojalá hubiera podido parar el tiempo, apretar un botón de pare y observar todo por un rato. Quería captar el momento con todos mis sentidos. Ahí estaban. Ahí estaba toda la energía que había contenido durante meses, estaban tocando para mí y unas 45 mil personas más. Sabía que era un momento único y quería hacer más que mirar y escuchar: quería tocar, oler, sorber todo lo que llegaba hasta mí.
Pero veía puntitos. Mick, Keith, Charlie y Ronnie eran puntitos. No importaba, bueno, no era momento para que eso me importara, así que mis ojos se fijaron enseguida en las enormes pantallas. No podía pensar mucho o quizás no claramente, porque tenía un estado de enshockización total. Fue ahí, mirando las benditas pantallas (no sé cómo habrá hecho la gente para poder ver algo en los mega conciertos de los setenta, bueno, una posibilidad está en la foto de portada) cuando empecé a intercalar punto-pantalla-punto-pantalla-punto-pantalla en cada parpadeo y descubrí cómo los puntitos crecían, tomaban forma y yo podía verlos tan grandes como la imagen de la pantalla, pero sin mirarla. Juro que no consumí más que agua.
A decir verdad no fui a la tribuna por rata, fui a la tribuna porque, hay que admitirlo, tengo muy poco rock. No quería que el pogo me dejara sin aire o que no pudiera ver nada desde mi metro cincuenta y siete. Algún especialista me había alertado que lo mejor era el campo, pero no quise tomar riesgos. Como siempre.
LLegaron “It’s Only Rock And Roll (but I like it)”, “Tumbling Dice”, “Out Of Control” y estoy segura de que canté cualquier cosa. Creo que más bien lo que hice fue cantararear. Me descubrí saltando, estaba haciendo pogo (a mi estilo) en una butaca, en medio de la Ámsterdam. En la parte superior de la tribuna, justo atrás mío, unos rollingas cuarentones arengaban al mejor estilo barrabravero: “¡Vamo’lo’ eston, vamo’ lo’ eston, lo’ eston, vamo’ lo’ eston!” Las demás personas alrededor mío parecían inmutadas. ¿Estaba en medio de un montón de paracaidistas? Quizás era su forma de vivir el recital y conocían los temas mejor que yo. No lo iba a saber nunca.
Lo que sabía era que el tema elegido por el público no iba a ser “Just My Imagination”, pero lo voté igual. Qué decirles, es la historia de un tipo que ve a una chica y se imagina cómo sería la vida con ella, pero la mina ni bola. Decime si este tema de los Temptations no es el cover más loser de los Stones. Las otras opciones eran “Let’s Spend the Night Together”, “Get Off Of My Cloud” y “She’s So Cold”. Terminé votando también por las tres primeras para que no saliera la última. Ganó la última.
Siguieron “Wild Horses”, “Paint It Black” y “Honky Tonk Woman”. Aunque no era la primera vez, levanté los brazos al cielo para atrapar algo de la fuerza que salía del escenario. Tantas veces había escuchado esas canciones a través de los auriculares, en el ómnibus con la nariz contra la ventanilla, que ahora no podía creer que sus propios creadores estuvieran tocándolas.
Llegó el turno de Keith. Comenzó “Slipping Away”. Los que estaban alrededor se sentaron.
—Qué falta de respeto, es Keith Richards el que está ahí, cómo se van a sentar —Le susurré a mi hermano. Una chica que estaba con su novio me miró de reojo. Keith dijo que estaba muy feliz, que había recibido un regalo en el hotel, se trataba de un pastel personalizado. Parecía que estaba hablando con una emoción sorprendida, realmente agradecido por el gesto. Lo entendí sin mediadores y espero que mi profesora de inglés esté leyendo esto.
Tumblr media
Keith interpelándolos.
Sway
Cuando Keith terminó de tocar “Can’t Be Seen”, volvió Mick al escenario y la gente a mi alrededor se volvió a parar. Tocaron “Midnight Rambler” y cuando llegó el turno de “Miss You”, él le pidió a la gente que cantara el estribillo o algo así, mucho no le entendí y por lo visto más de uno tampoco, porque en un momento se quedó esperando la respuesta del público y solo algunos lo seguimos. Él se rió.
—Traela para acá —gritó uno de los rollingas del fondo cuando apareció en la pantalla la corista Sasha Allen, cantando “Gimme Shelter” junto a Jagger. Algunos silbaron. Lamentablemente los pelotudos nunca faltan a ningún lado. A este tema le siguió “Brown Sugar” y después “Sympathy For The Devil”. Mick se puso una capa con una especie de plumaje y todo se ruborizó. Dicen que cuando tocan ese tema pasan cosas raras, de hecho el último día de grabación de la canción, en 1968, hubo un incendio en el estudio Olympic. A pesar de todo el fuego de esa noche, nos salvamos.
I was born in a crossfire hurricane. Es increíble la energía que contiene el comienzo de “Jumpin’ Jack Flash”. Bueno, en realidad no es increíble, es audible, lo escuchás y lo comprobás. Ya casi me estaba quedando sin aliento. A miles les debe haber pasado lo mismo. Menos al viejo que de viejo no tiene nada.
Por momentos alejaba la vista de la pantalla y me enfocaba en quienes no estaban siendo tomados por las cámaras en ese instante. Algo pasó. Creo que por un segundo adquirí un poder telescópico y los puntos se transformaron en personas. Vi a Charlie encendido detrás de su batería, a Ronnie retorciéndose con su guitarra y a Keith, ¿dónde estaba Keith? Allá, en un extremo del escenario muy cerca de la gente. Solo pensé en quienes estaban ahí, en lo que sentirían viendo cómo sus dedos artrósicos se deslizaban por la guitarra. Esos mismos dedos son los responsables de los riffs más famosos de la historia de la música. Quizás alguno llegó a ver hasta su anillo craneano. Yo no pude.
El antepenúltimo tema fue “You Can’t Always Get What You Want” y yo sabía que no podía tener todo lo que quería, pero como dice la canción, si lo intentaba, a veces, podía obtener lo que necesitaba. Ahora la pregunta es ¿lo que necesitabas es suficiente para llegar a satisfacerte? Por supuesto que la última fue “(I Can’t Get No) Satisfaction”. Cuando sabés que algo se termina, yo qué sé, lo disfrutás, pero ya estás respirando esa melancolía.
Esa melancolía tan sway que te sopapea, que te dice: —Desde ahora solo van a quedar los recuerdos. ¿Cómo puede algo que viviste hace unos instantes transformarse tan rápido en un recuerdo? No sé. Supongo que así son las cosas.
Salimos del estadio despacio, embotellados entre la gente, aspirando un asqueroso olor a meado. Una vez afuera le pregunté a mi hermano qué le había parecido.
—Estuvo bueno, pero no vi nada. No sé si esos eran los Rolling Stones, porque solo vi puntos que se movían.
Fuerte. Y yo que había adquirido mirada telescópica por momentos y la visión punto-pantalla-punto-pantalla…no podía creer que todo aquello hubiera sido just my imagination.
Sentí un vacío. Podía ser hambre y sed, pero lo cierto es que ya no tenía que esperar más para que llegara el 16 de febrero de 2016. Solo me conformaba pensar que algún día podría llegar a vivir lo mismo. Ese día me iba a ir al campo.
(*) Portada: Fans de los Rolling Stones por Joseph Szabo, 1978.
Feb. 2017
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javiariasd · 6 years
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Carmen: El paso inexorable de los años
Le digo que quiero escribir sobre ella.
-Qué emoción,  esta es la primera vez que me van a entrevistar. Voy apagar la tele mejor.
Me dice entre risas.
En una cama alta, antigua, de madera tallada, descansa. Traída desde España por sus suegros, fue su regalo de bodas.
La ropa de la cama está perfectamente estirada. Mi abuela ocupa el lado izquierdo de ella. mientras que el lado derecho no presenta ninguna arruga ni alteración. Hace 4 años que nadie duerme ahí. Está en pijama. Con las tapas descubiertas, la pieza está muy calurosa. Su cama, cubierta de papel tapiz color terracota, termina con un gran ventanal desde el que se puede apreciar una increíble panorámica de la ciudad de Santiago y que la ilumina durante el día.
Los efectos de los rayos del sol de la tarde aún se hacen presente.
-Ves, no necesito calefacción.
Me dice riendo y levantando sus manos. Esas manos de venas marcadas, y huesos sobresalientes. Cubiertas por pequeñas manchas oscuras que reflejan el inexorable paso del tiempo. Sus dedos flacos, alargados y arrugados se extienden en ellas.
 Son las ocho de la tarde y está en pijama, acostada. Son raros los días en que a esa altura del día permanezca en pie. Quizá cuando recibe alguna visita. Raro. Son pocas y porque con el tiempo la han llevado a seguir una rutina.
Todos los días se levanta a las cuatro de la madrugada ara orinar, vuelve a la cama y duerme un par de horas más. Hasta las siete, cuando ya no puede conciliar más el sueño. Prende su radio. Una Philips portátil a pila que tiene hace más de una década y que la acompaña cada uno de sus despertares. La pone bajito, y la acurruca en su oído derecho, que es con el que oye mejor. Así escucha las primeras noticias del día. Cuando el reloj marca las nueve, se levanta a prepararse desayuno. El mismo todas las mañanas: media marraqueta partida a la mitad, tostada con mantequilla, que envuelve en un paño con una servilleta para que no pierda el calor y un tazón con leche caliente. Coloca todo en una bandeja, y se vuelve a acostar en su pieza. Va buscar el diario a la puerta, donde todos los días le llega El Mercurio. Ya en su pieza y con el diario en mano, come tranquilamente, mientras sostiene las extensas páginas del periódico. Espera la llamada de Soledad, su hija menor. La llama todos los días exactamente a la misma hora desde Melipilla. Luego, se levanta, lo que implica vestirse. Aunque no salga en todo el día, debe estar vestida, ya que no puede andar por la casa en pijama. Son esas manías y costumbres que ya no puede cambiar.
 Carmen ha vivido 77 años, 8 meses y 13 días. Vino al mundo un 8 de diciembre de 1940, cuando el radical Pedro Aguirre Cerda estaba bajo la presidencia de Chile.
Nació en La Calera, quinta región del país. Sus padres se habían mudado poco antes de su nacimiento, por razones de trabajo. Sin embargo, no se acostumbraron a estar lejos de su familia en Melipilla y volvieron al año siguiente. Fue en esa pequeña comuna, ubicada al suroeste de Santiago, donde creció y vivió gran parte de su vida.
La única mujer en una familia de 4 hermanos.  La hermana mayor. Se lleva por siete años  con el más grande y catorce con su hermano pequeño.
Le pregunto por su niñez.
-Era muy regalona.
Recuerda y una mágica sonrisa se dibuja automáticamente en su rostro. En sus ojos, nostalgia. Le brillan tanto que es como si reflejaran todos esos recuerdos e imágenes que se le vienen a la mente. Esos, que a pesar de haber pasado décadas, nunca se han ido. Los rememora con detalle.
Piensa en su padre.
-Éramos muy cómplices.
Me confiesa emocionada con su mirada hacia el techo.
 Estudió en el colegio Reverendas Religiosas Carmelitas de la Caridad de Melipilla, que, por ese entonces, llegaba hasta tercer año de humanidades. Un colegio de mujeres y de monjas estrictas que le ayudaron a forjar su personalidad. Para completar su enseñanza secundaria, se fue a estudiar a un internado de religiosas en Santiago, debido a que en la ciudad no había otro establecimiento de ese tipo. La única alternativa era el liceo.
-Para las monjas era mal visto irse a un liceo después de haber estado en un colegio pagado. Era mal visto porque allá llegaban todos.
A pesar de aquello, los planes no resultaron como se suponía. A mediados del semestre cayó enferma y se tuvo que devolver a Melipilla. Le había dado un “complejo primario”. Perdió el año. No le quedó alternativa que terminar sus estudios en el liceo.
A los catorce conoció a Sebastián, el padre de sus hijos y su compañero de vida por más de medio siglo. Me cuenta cómo se conocieron. Detalle a detalle, como si estuviera reviviendo la escena en esos momentos.
-Fue un matrimonio, en su casa, me miraba hasta que me invitó a bailar.
Es de esos recuerdos que atesorará para siempre. A las semanas empezaron a pololear. Él era 9 años mayor, por lo que tenía 23. La edad nunca fue un impedimento para ellos. Ella era muy madura, pues, al ser la hija mayor siempre se había rodeado de adultos. Sus padres lo aceptaron sin problemas, lo consideraban un hombre serio, responsable, ya trabajaba. Sin embargo, su madre le decía que lo trajera para la casa, le daba vergüenza que en la calle la vieran con alguien mayor. En esos años las apariencias eran algo muy importante para la familia. Pololearon un año hasta que a él lo trasladaron al sur. Se comunicaban por cartas, pese a ello, ella decidió terminar. Pasaron dos años sin hablarse, hasta que él decidió volver. Le pregunto la razón y me explica que fue por ella. Luego de semanas ignorándolo, dejó el orgullo y volvieron a estar juntos. Desde entonces, no se separaron más.
En 1958 se graduó de su sexto año de humanidades. No rindió la prueba de bachillerato ni continuó sus estudios.
-Nunca me incentivaron. Mi papá me decía “yo me quedo conforme con que usted saque sus humanidades”.
Así lo hizo. y a los años siguien se casó. Estaba enamorada. Fue madre a los veintiuno. Le consulto si siempre había pensado en el matrimonio y en los hijos. Me responde que sí, siempre soñó con casarse.
-Antes la finalidad del matrimonio era tener hijos. Lo normal era tener hijos.
Se acomoda su cojín. Debe tener la cabeza derecha, hace años que sufre de mareos y vértigos, tan molestos, que muchas veces prefiere tener el cuello rígido, para evitar malestares.
 Ya casada, debió mudarse de ciudad por las exigencias del trabajo de su marido. De Melipilla se fueron a Los Ángeles en la Región del Bíobío. Los niños eran pequeños, no fue un cambio fácil.
-Antes uno no pensaba en una. Era lo que era no más, nunca fui de cuestionar nada. Eso sí me daba pena por mis papás.
Ya no tenía la ayuda ni el apoyo constante de sus padres, quienes los iban a visitar seguido. A pesar de todo, fue muy feliz los años que pasó por allá.
 La primera vez que votó fue por Frei Montalva. En ese periodo, la mayoría de edad se cumplía a los 21 y el voto era obligatorio.
-Por Allende no voté.
Sus palabras son firmes y surgen espontáneamente. La expresión de su cara cambia. Se pone seria. Recuerda que seguían en el sur y debieron viajar a Santiago para votar.
En los setenta volvieron a Melipilla, cuando Allende ya estaba en el Gobierno.
-Lo pasábamos regio, comíamos como animales. Nunca nos faltó porque teníamos muchos amigos, nos organizábamos  y nos repartíamos entre tres familias.
Reconoce que al principio fueron buenos años. Hasta que empezaron a haber huelgas y paros. Por lo que me confiesa que sí estuvo de acuerdo con el golpe.
 -Al principio todos estábamos contentos porque había orden, comida. Se normalizó todo.Creyendo que en un año o dos habrían elecciones. No se sabía nada de los desaparecidos ni las detenciones, eso era pa’ callado.
 Mi abuela fue de esas personas privilegiadas, los males de la Dictadura nunca le llegaron. Tampoco los vió, o quizás sí y fue muy tarde.
-Uno no se atrevía a hablar tanto porque no sabía si esa persona te iba a acusar o algo así. Y se sabía que ya no habían juicios ni na´ po, ya.
Los inicios de los ochenta, al contrario que para parte importante de los chilenos, para ella fueron años tranquilos. Se habían mudado a Santiago, los hijos estaban más grandes.
-Con el toque de queda, se les limitaban los horarios. Así que ninguno podía llegar tarde a la casa.
Se ríe. En sus palabras se desprende el deseo de justificar aquella estabilidad. Siempre ha sido una mujer que prefiere estar tranquila. No le gusta el alboroto ni el caos. Los primeros años del Régimen, se la dieron.
Pero ya al final de la Dictadura, ni ella ni nadie podía negar las violaciones a los derechos humanos. Votó por el No las dos veces. Celebró el regreso a la Democracia y el triunfo de Aylwin.
 Le suena el celular. Lo revisa, tenía un mensaje. Me comenta que era el evangelio que le manda un amigo todos los días.
Me pregunta si me falta poco. Ya van a empezar las noticias. Llevamos más de una hora de conversación. Ella sigue recostada y acomodando sus piernas constantemente. Le digo que no se preocupe, que ya estamos terminando.
 Le hablo sobre el movimiento feminista. Carmen, valora la lucha por la igualdad de género. Hasta cierto punto. Me confiesa que le cuesta entender ciertas cosas. No comprende por qué algunas mujeres se manifiestan a torso desnudo. Frunce el ceño.
-Tiene que ser desde el respeto, hay que aceptar que existen diferencias. No se pueden exhibir así.
También me habla sobre las parejas homoparentales. Es un tema que le cuesta mucho concebir. Su expresión se torna triste. Le da pena. Sabe que es por su edad y porque en sus años eso no era normal.
Para ella son generaciones distintas y la suya ya no va entender esos temas.
-Nos criaron así, qué le vamos a hacer!
Me dice resignada.
 Enciende el televisor, el noticiario de las nueve ya había empezado.
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latikobe · 6 years
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“¿Votar? ¿Para qué?”
Propaganda electoral en Cuba (Foto: María Matienzo)
LA HABANA.- “Hoy hay que votar”, dice una señora conectada en la zona wifi del parque El Cristo en La Habana Vieja, y parece que del lado de allá, en Facebook o IMO, alguien le preguntó a quién había dado su voto.
“¿Qué se yo?”, respondió. “Por cualquiera. Por todos. Me dieron dos boletas y yo puse una cruz en el medio. Una pila de gente que uno no conoce y total, ¿para qué?”
Sigue contando cómo se levantó temprano a votar y hacer la cola de las papas en el agro de la calle Amargura, donde los bodegueros parecían que llevaban una mesa electoral de fango y agua sucia: sentados con pluma en mano tachaban uno a uno los núcleos a medida que iban despachando las libras que tocan a la gente que se aglomeraba en medio de la calle, buscando el tubérculo.
En el mismo parque, en La Habana Vieja, los vendedores de tarjetas no han podido hacer mucho.
“Imagínate, hoy es día de votaciones y nos están abriendo tremendo fuego”, contó uno. Hay que tener el ojo entrenado para identificar a la policía, que está en todas partes. Aun si hoy no se vieran, estos han sido meses de despliegues policiales por toda la ciudad con al menos cuatro en cada esquina de las avenidas más céntricas.
A las siete de la mañana no había cola en los colegios electorales, pero tampoco la había a las diez, ni al mediodía.
“Voy cuando termine de lavar”, dice un ama de casa centrohabanera, pero es el pensamiento promedio: una tendera de San Rafael dice que irá a votar cuando termine de trabajar, por la tarde, y así mismo piensa otro que vende viandas en el agro de Blanco, al otro extremo de Centro Habana.
Las colas este domingo eran en el Tencent de Obispo porque sacaron refresco TuKola y huevo, o en las oficinas de Etecsa para recargar la cuenta Nauta, porque es día de conectarse con la familia que vive afuera.
“Es que hay muchos colegios, aquí mismo hay uno en el consultorio, otro allá al frente y al doblar otro”, aunque no se puede votar donde se quiera, la misma ama de casa que dice no interesarle la política, se burla: “y se salvaron de que no está lloviendo como anoche, porque esa hubiera sido la justificación perfecta”. Cree que su apatía es general: “Es que todo el mundo está para resolver lo suyo, por eso los religiosos de allá abajo no dejaron de hacer sus cantos hoy”, y señala a una de las casas de culto de denominación cristiana que proliferan en la Isla.
Mayra tiene casi 70 años y vive en una casona del Vedado. Cuando se le pregunta si ya votó, responde con una mueca y dice: “No te atrevas a comprar el puré de tomate que están vendiendo en la esquina”, e interrumpe la frase para seguir con la misma mueca.
La mitad del Vedado amaneció bajo un apagón. Según algunos vecinos, “la luz se fue desde la una y no volvió hasta casi las nueve de la mañana, por eso yo voy cuando se me quite el ‘empingue’”, dice la madre de un bebé de 10 meses que ha estado llorando toda la noche por el calor.
“Oye niña, eso fue contrarrevolución. ¿Tú sabes lo que es un día antes de las elecciones pasar una noche así?”, y le sale lo que le enseñaron en la escuela: “Cualquiera por unos pesos nos quita la luz pa’ joder”.
En un colegio electoral en la calle 18, donde también amanecieron a oscuras y estaban planificando recibir a los votantes con una lámpara, dicen que fue “una avería”, y el panadero de la esquina de 15 recibe a sus compañeros de trabajo a las siete de la mañana con un “no te voy a decir cómo me siento”, porque más que hacer pan ha tenido que transportarlo de un panadería a otra, porque las meriendas de los colegios “hay que garantizarlas”.
“Voy para no marcarme”. Es la recomendación que da uno que se identifica solamente por Andrés. “Si no vas, te señalas. La cosa es no hacer mucha resistencia y flotar para que no te ahogues”, con esto explica grosso modo su estrategia de supervivencia, porque cree que “esto no hay quien lo cambie, pero tampoco quien lo tumbe”, frase popular que marca el nivel de desaliento que ha caracterizado a los cubanos durante demasiados años ya.
Siempre hay quien va convencido, pero el entusiasmo se ve en la televisión, no en la calle. La gente va dócil, a veces sola o acompañada, y la cola nunca excede a las cuatro o cinco personas. Aunque no tengan puntos de comparación, ellos saben que solo están votando por los que tendrán el derecho a votar por los que dirigirán el país por quién sabe si 60 años más.
“Me enteré de muy buena tinta que están pidiendo en la televisión más visibilidad para Mercedes López Acea. ¿Tú crees que salga ella?”, comenta Juana, que lo escuchó en los pasillos de la emisora donde trabaja de guardia de seguridad. Dice que prefiere al primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel porque “es más de pueblo”.
El mismo Díaz-Canel estuvo esta semana en el Palacio de la Computación y hace meses salió entre rumberos y santeros. “Eso se llama baño de pueblo”, dicen algunos.
“Lo que tú ves en otros lugares que la gente hace tremendas colas porque tiene intereses políticos, aquí creo que nunca lo verás”, dice Roberto quien decidió ponerse serio porque “en bonche” había dicho antes: “Ya voté por mi revolución”.
Cuenta que siempre que ha habido votación, anula su boleta, como mismo lo hacen su pareja, su hermana, el marido de su hermana, su ahijada y su abuela y después, como una victoria personal, va a ver el conteo final y descubre que las anulaciones son menor que el número de familiares suyos que decidieron con una crayola poner cualquier frase menos una cruz al lado de algún candidato.
A diferencia de Roberto, que hace su propia revolución, o la señora de la zona wifi de la Habana Vieja que pone cruces y ya, otro prefieren no ir a las urnas y te dicen, sin muchas vueltas: “¿Votar? ¿Para qué?”
“¿Votar? ¿Para qué?”
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yomearrepiento-blog · 8 years
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¡Seguridad!
youtube
#DebatePresidencial Totalmente identificada como ciudadana con Mauricio. Basta de mentiras Scioli no te podes sacar la estampilla.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
16 de noviembre de 2015
@todonoticias @PPT_oficial Me gustó, el debate, Macri Sobresaliente!!!!
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
16 de noviembre de 2015
@mauriciomacri GRACIAS SR.. PRESIDENTE, GRACIAS QUERIDO MAURICIO, POR DEVOLVERNOS LA ESPERANZA.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
10 de diciembre de 2015
Impecable. !!!!! Gracias Mauricio!!!!! Viva Argentina, se respira libertad!!!!! https://t.co/qTsmGe0fzF
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
10 de diciembre de 2015
@Infomedia24hrs @mauriciomacri Hermosa, familia, tienen mirada de buena gente. Por fin se vislumbra un poco de esperanza y paz. Gracias👍
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
10 de diciembre de 2015
@mauriciomacri @danielscioli Excelente, los dos hombres, para trabajar por una Argentina mejor. Todo lo que genera nuestro Presidente. 👍👍
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
11 de diciembre de 2015
@mauriciomacri Hola Presi, hace mucho frio y no podemos prender ni la estufa eléct. ni la de gas.Que hacemos .Seguro nos das una solución?
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
27 de abril de 2016
@C5N @mauriciomacri no se puede comer ya y cuando en un pais no llegamos a comprar alimentos,estamos muy complicados.Luz, gas,agua,no comida
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de junio de 2016
@C5N MIERDAS, BASURAS,NOS SIGUEN ROBANDO . NO SE PUEDE COMER, ESO YA ES GRAVE.SON LA,MISMA MIERDA.NO TENEMOS SEGURUDAD.MACRI NO SERVIS.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
14 de julio de 2016
@mauriciomacri , que pasa Presi, somos muchos lo que lo votamos y merecemos aer escuchados. pic.twitter.com/tIWgmmF1ZL
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
15 de julio de 2016
@mauriciomacri Te voté, pero estoy arrepentida, como muchos, esto es un desastre, no se puede comer,ya es grave,desaparece la clase media.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
30 de julio de 2016
@mauriciomacri que pena presi, y que no leas...se te dió vuelta la mitad de la gente que te voto. Ya no te votarían otra vez. Que pasa????
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
10 de agosto de 2016
@mauriciomacri @mariuvidal POR FAVOR YA QUE ES EL TEMA DEL DIA.SEGURIDAD PARA TODOS!NO SE PUEDE VIVIR ASI. USTEDES TIENEN CUSTODIA,BLINDADOS
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de agosto de 2016
@mauriciomacri porque no salen a patrullar las calles. En Caseros, pcia BsAs,los motochorros nos están matando de a poco.Veni a tomar helado
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
25 de agosto de 2016
@mauriciomacri Encontraste un país desvastado, pero vos seguiste arruinandolo.Te voté y me arrepiento.No se puede comer y sin seguridad..👎
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
2 de septiembre de 2016
@mauriciomacri Los delincuentes se apoderan del pueblo.No Se puede salir a la calle.El mundo mira con optimismo como nos matan de a poco.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
6 de septiembre de 2016
@mauriciomacri Ya que tienen tiempo para tweets estaría bueno que aclaren. Los que pedimos trabajo y seguridad no entendemos nada. Gracias
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
14 de septiembre de 2016
@mauriciomacri SEGURIDAD.SEGURIDAD. NOS ESTAN MATANDO. HAY PÁNICO EN LAS CALLES. URGENTE HACER ALGO.NO HAY UN PSTRULLERO Y NO TIENEN NAFTA.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
19 de septiembre de 2016
@mauriciomacri NOS ESTAN MATANDO LOS CHORROS DE ACÁ, Y PERMITIS QUE SE FILTREN LOS DEL ISIS. AL CARAJO TODO.🔪⛴✈🔨🔫SEGURIDAD.BASTA DE BOLUDEAR
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
21 de septiembre de 2016
@mauriciomacri seguro estás con custodia, en Caseros no llegas al colectivo te roban o te matan antes.HACE ALGO """.ALGOSOBRESEGURIDAD"""
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
22 de septiembre de 2016
@mariuvidal @mauriciomacri Vengan a timbrear a Caseros,pdo.tres de febrero que los dejan sin nada mientras tocan timbre y de paso Te matan
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
24 de septiembre de 2016
@mauriciomacri HACE ALGO POR LA INSEGURIDAD. NOS ESTAN MATANDO EN LA PROVINCIA.SEGURIDAD ES MAS IMPORTANTE QUE TODO.https://t.co/YUkaf2AaEK
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
26 de septiembre de 2016
@mauriciomacri @JuanManSantos @Tutina_deSantos Cuanta pulcritud...Seguridad nos están matando en la Pcia.de BsAs. Lo saben en Colombia?
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
27 de septiembre de 2016
@mauriciomacri ESTAN TRATANDO TEMA INSEGURIDAD? SI MATO A ALGUN CHORRO ANTES QUE ME MATEN?, EL QUE AVISA NO TRAICIONA. CASEROS LIBERADO.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
27 de septiembre de 2016
@mauriciomacri SEGURIDAD SEGURIDAD, PROTECCION, SEGUN LA CONSTITUCION QUE NO SE CUMPLE NOS CORRESPONDE. REDOBLA LA POLICIA NO CORRUPTA.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
28 de septiembre de 2016
I'm a human:
@mauriciomacri Podrán invertir algo en el tema inseguridad???, no soy troll o como se llame, te voté no te entiendo.No nos das garantías.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
29 de septiembre de 2016
@mauriciomacri VAN A TRATAR EL TEMA INSEGURIDAD?MORIRNOS DE HAMBRE ESTAMOS ACOSTUMBRADOS,PERO QUE UN CHORRO NOS MATE... QUEREMOSPROTECCION
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
30 de septiembre de 2016
@mauriciomacri @MichelTemer PIDAN REFUERZOS PARA CUIDARNOS A LOS ARGENTINOS HOY EN CASEROS ASALTARON CUATRO CASAS EN CINCO MANZANAS,NOSMATAN
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
3 de octubre de 2016
@C5N @AlvaroUribeVel @mauriciomacri Y SE VIENE...MAS INSEGURIDAD. NO DEJEN QUE NOS MATEN.ACA NADIE HACE NADA.SON TODOS RICOS POR MAS PLATA
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
4 de octubre de 2016
@mauriciomacri CUMPLAN!!LOS JUBILADOS SE MUEREN DE HAMBRE ,MAL ATENDIDOS POR PAMI Y POR CULPA DE LOS IMP. SIEMPRE QUE ZAFEN DE LOS CACOS👎👎👎
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
7 de octubre de 2016
@mauriciomacri Mas túnel para que los delincuentes escapen mas rápido CASEROS LIBERADO, MAS SEGURIDAD, CADA VEZ MAS MUERTOS. PARÀ PRESI.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
29 de octubre de 2016
@mauriciomacri Y la inseguridad, siempre se van por las ramas.No se puede mas .Caseros liberado.No alcanza la plata para nada y encima robos
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
3 de noviembre de 2016
@mauriciomacri @elisacarrio Asesorarlo Lilita, creo está un poco desorientado. Vamos para atrás.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
15 de noviembre de 2016
@mauriciomacri Caseros liberado hasta las fiestas, investiguen, ya no es robar, te matan.Ayer mataron un señor y no le robaron.Hagan algo.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
4 de diciembre de 2016
@mauriciomacri NO ANALICEN MAS.ESTO ESTÁ MUY MAL.NOS MATAN POR NADA, NO SE PUEDE PARAR LA INSEGURIDAD.NO ALCANZA LA PLATA. QUEMEIMPORTA YPF
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
5 de diciembre de 2016
@mauriciomacri Te voté.TODOS USTEDES JUNTOS,nos llevaron a la ruina.Las Fiestas, no hay ni para comer, si los chorros no nos matan antes🙈🙉🙊
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de diciembre de 2016
@mauriciomacri SON TODOS MENTIROSOS. ESTAS GOBERNANDO PARA LOS RICOS COMO VOS. QUE TRISTEZA.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de diciembre de 2016
@mauriciomacri Llevaste comida? Vienen las fiestas,y seguro estan igual o peor que el resto de los argentinos.HACE ALGO, COMIDA, SEGURUDAD
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de diciembre de 2016
@mauriciomacri MAS SEGURIDAD, CASEROS LIBERADO. HAGAN ALGO.VI COMO GOLPEABAN A UN ABUELO PARA ROBARLE JUB. IMPUNIDAD TOTAL LOS CACOS
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
16 de diciembre de 2016
@mauriciomacri https://t.co/ujEWJJZptV No me interesa la politica, vivimos mal.Ni la luz se puede usar porque despues no comemos.SEGURIDAD
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
18 de diciembre de 2016
@mauriciomacri Felicidades,muchos brindaremos con agua de la canilla,hervida y puesta en la heladera.Comer a muchos recien les toca el 31/12
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
22 de diciembre de 2016
@mauriciomacri Aumento para los pobres abuelos. Y los remedios no puede ser que las farmacias suspendieron ventas a Pami.Ojalá ya esté arreg
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de diciembre de 2016
@mauriciomacri que lujo!! Que pilchas, seguro no compran de los turcos.Que buenas fiestas van a pasar todos esos.Que tristeza para el resto
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de diciembre de 2016
@bigbangnw @rialjorge @mauriciomacri Y LOS QUE NO SALIMIOS DE VACAC .NO TENEMOS PROTECCION.NO HAY UN PATRULLERO EN PROV .GOBIERNO TODO 👎MAL
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
30 de diciembre de 2016
@mauriciomacri Hace mucho calor, bonificá la luz, esta semana, como regalo p/ los argentinos. Asi aunque no haya p/comer prendemos el aire.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
31 de diciembre de 2016
@C5N Y una vez mas Macri lo hizo. Esto da miedo. Como se vive así? El que vive de un sueldo que va a hacer? Y no se consigue trabajo. Horror
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
2 de enero de 2017
@mauriciomacri Van a hacer algo? O seguirán como hasta ahora destruyendo al pueblo,mas inseguridad,plata que no alcanza. Hambre. Pobreza.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
9 de enero de 2017
@mauriciomacri Se te ve muy desorientado.Grave lo que está pasando, pagar,no comer, no vivir tranquilos y la policía prometida donde está??
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
9 de enero de 2017
@mauriciomacri Desborde de reuniones,que no llevan a ningun lado.Sueldos bajos,mala jubilación,dinero no alcanza ni p/comer.Inseguridad👎Mal
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
11 de enero de 2017
@mauriciomacri SEGURIDAD !! TRABAJO !! AYUDEN A LOS JUBILADOS.!!TODO MUY CARO,EL PAÍS SE ESTÁ HUNDIENDO.UDS SE RÍEN, NOTIENEN PROBLEMAS.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
11 de enero de 2017
@mauriciomacri SEGURIDAD!!!!POLICÍA!! TRABAJO!!NO ALCANZAMOS LLEGAR A FIN DE MES!!!TODO DESBORDADO!! VOS CANTANDO!!! CERRAME LA CUATRO!!!!
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de enero de 2017
@mauriciomacri @horaciorlarreta @mariuvidal QUEREMOS SEGURIDAD, NO ALCANZA DINERO, IMPUESTOS Y SERVICIOS CADA VEZ MAS CAROS.COMER IMPOSIBLE
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de enero de 2017
@mauriciomacri Cuando una reunión para que tengamos mejores sueldos, mas seguridad, protección,impuestos acordes a lo que cobramos.Todo mal
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de enero de 2017
@mauriciomacri TODO MAL, tienen conciencia de que la mayoria no esta conforme. PRECIOS ALTOS, SUELDOS BAJOS, INSEGURIDAD ,CERO POLICIAS.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
13 de enero de 2017
@mauriciomacri Hagan algo pronto esto no da para mas. Voté un cambio. Y??? SEGURIDAD EN PRIMER LUGAR.!!! pic.twitter.com/Py90H0lia5
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
13 de enero de 2017
@gulumassa @Stellarfederer @mauriciomacri No me gusta nadie, soy apolitica.Solo escribo lo que me pasa, nadie hace nada, todo mal,no se vive
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
14 de enero de 2017
@mauriciomacri @ebasavilbaso Es verdad que das el aumento de marzo y no hay mas aumentos a los jubilados.Porque no tratas de vivir con $5661
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
16 de enero de 2017
@C5N @mauriciomacri @CasaRosada Inseguridad,jubilaciones,sueldos que no alcanzan,impuestos altisimos. Canasta familiar.Una vez p/nosotros???
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
17 de enero de 2017
@mauriciomacri TEMA INSEGURIDAD, JUBILADOS.SUELDOS BAJOS Y FUENTES DE TRABAJO,COMO VAMOS A PAGAR AUMENTOS IMPUESTOS,SI EL SUELDO NO ALCANZA
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
19 de enero de 2017
@mauriciomacri Perdon con este calor, estan con aire acondicionado en 24°. Ojo que aumenta la luz,a uds. se los ve fresquitos, 🙈🙉🙊
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de enero de 2017
@mauriciomacri YO TE VOTÉ. Y AHORA QUE HACEMOS? TODO MAL. INSEGURIDAD, SUELDOS BAJOS,JUBILADOS, IMPUESTOS ALTOS.CAOShttps://t.co/YN9eqZp8Hl
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
24 de enero de 2017
@mauriciomacri SEGURIDAD POR FAVOR https://t.co/1K12Vrbnbu
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
27 de enero de 2017
@mauriciomacri SIGUEN COORDINANDO.SEGURIDAD!!TENEMOS MIEDO!HAGAN ALGO!!!LOS VOTÉ,SUELDOS,JUBILADOS.LOS TIEMPOS DE LOS RICOS NO SON LOS NTROS
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
27 de enero de 2017
@mauriciomacri SEGURIDAD POR FAVOR. SIGUEN DESVALIJANDO CASAS. GOLPEANDO FAMILIAS.MATANDO CHICOS. CASEROS, BS. AS.LIBERADO.QUE HACEMOS PTE
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
30 de enero de 2017
@mauriciomacri Que feo cuando un gobierno tiene que volver atras ...Pierde credibilidad.Y gracias, cumpliste sacaste las 12 cuotas.Y ahora??
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
2 de febrero de 2017
@mauriciomacri Subí los sueldos, jubilaciones, lo único que sube son los impuestos.La inseguridad,la comida,un desastre. vamos bien.?
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
16 de febrero de 2017
@mauriciomacri QUE DESASTRE,A MADRID Y EN CASEROS CHORROS CON BARRETAS ROMPIENDO PUERTAS PARA METERSE EN LAS CASAS.HACE ALGO.EL 911 NO VIENE
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
21 de febrero de 2017
@mauriciomacri NO HAY PROTECCION, QUE HACEMOS NOS ARMAMOS Y SALIMOS A HACER JUSTICIA NOSOTROS.DONDE ESTAN LOS GOBERNANTES QUE DEBEN PROTEGER
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
21 de febrero de 2017
@mauriciomacri NO SOY MANDADA, SIMPLEMENTE UNA CIUDADANA QUE LOS VOTÓ Y TENGO MIEDO POR MI FAMILIA. QUE HACEMOS. MUCHAS REUNIONES Y????
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
21 de febrero de 2017
@mauriciomacri PEDILE AL PRESIDENTE, SI TIENE POLICIAS QUE LE SOBREN, ACA ES TIERRA DE NADIE. EL 911 NO MANDA MOVILES,ESTAMOS DESPROTEGIDOS
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
22 de febrero de 2017
@mauriciomacri TE VOTÉ Y SIGO ESPERANDO CAMBIOS, MAS SEGURIDAD, LO PROMETISTE, DONDE ESTÁ ???
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
22 de febrero de 2017
@mauriciomacri SEGURIDAD Y TRABAJO, LA ARGENTINA ESTÁ AGONIZANDO.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de febrero de 2017
@mauriciomacri @FeriaArco SEGURIDAD Y TRABAJO,ESTAMOS MUY MAL,Y NADIE HACE NADA.HAY MIEDO EN EL PAIS.EN ESPAÑA DUERMEN SIN LLAVES.PEDI AYUDA
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de febrero de 2017
@FeriaArco @mauriciomacri Esta todo muy mal en Argentina.La jubilacion minima es el precio del perfume que usa la 1° Dama. Cambiemos.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de febrero de 2017
@gabimichetti @mauriciomacri Arreglaron algo del caos en que se vive en Argentina. Todos sonrientes, que suerte tienen, el pueblo llora.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
1 de marzo de 2017
@gabimichetti @mauriciomacri SEGURIDAD,LA POLICIA NO VIENE. LOS SERVICIOS CARISIMOS.POBRES LOS JUBILADOS. VIVAN UDS. CON ESA MISERIA.TRISTE
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
1 de marzo de 2017
@mauriciomacri Yo te vote,confié, y ninguno me quiere desanimar,solo veo que vivimos muy mal. MUCHA INSEG.NO HAY TRABAJ.PLATA NO ALCANZA
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
1 de marzo de 2017
@mauriciomacri YO VEO MUCHA GENTE COMO YO QUE TE VOTAMOS Y NO VEMOS CAMBIOS. TODO MAL. INSEGURIDAD, JUBILADOS MAL, TARIFAZOS, NO HAY TRABAJO
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
1 de marzo de 2017
@mauriciomacri USTEDES PUEDEN.NOSOTROS NO, C/VEZ PEOR.CUESTA MANTENERNOS.MUCHA INSEGURIDAD,FALTA DE TRABAJO,TODO CARO.LOS RICOS VIVEN BIEN.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
1 de marzo de 2017
@mauriciomacri Prometieron tantas cosas.No se ve nada de lo que dicen que lograron.Por lo que hablamos con los que te votamos,estamos peor.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
1 de marzo de 2017
@mauriciomacri @jorgemacri Nadie esta bien.Mucha disconformidad.Tarifazos, precios altos.Pobres jubilados.Inseguridad, secuestros, NO policias,911 no responde.TE VOTÉ?
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
4 de marzo de 2017
@mauriciomacri Leo tantas cosas,estoy como muchos,argentinos asustada.Mucha inseguridad,todo extremadamente caro,jubilados dan lastima.Tarifazos imposibles
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
6 de marzo de 2017
@mauriciomacri Vuelos baratos.Yo no quiero volar, quiero vivir y pagar imp.dignos,salir a la calle sin miedo.Comprar lo indispens.estar segura en mi casa.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
7 de marzo de 2017
@PatoBullrich @proargentina @uporlalibertad @mauriciomacri Estamos cansados de tanto manoseo, inoperancia,inseguridad.Estamos en manos de los delincuentes. Hagan algo que funcione.El 911 no responde
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
10 de marzo de 2017
@clauauge @mauriciomacri @mariuvidal @euronewses @CBCAlerts @dw_espanol QUE DESASTRE, QUE VERGUENZA, RETROCEDEMOS CADA DIA UN POCO MAS. ARREPENTIDA DE HABER VOTADO EQUIVOCADAMENTE. DAN ASCO. NO HACEN UNA BIEN.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de marzo de 2017
@mirthalegrand @mauriciomacri Hay un ambiente raro.Lo voté,pero exijo seguridad,Caseros peligroso.Jubil.muy mal.No hay trabajo.Tarifas caras.Mucho miedo a que pase algo.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
15 de marzo de 2017
@mirthalegrand @mauriciomacri Si German coincido con vos. Me quejo cada dia por la inseguridad,jubilados,tarifas,y todo lo demás. Está muy complicado vivir.Difícil.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
18 de marzo de 2017
@mauriciomacri Buen dia Presi ,una duda,cuanto es la jubilación minima.$9000 o $6300,los bancos les, estan robando a los jubilados?O falta de informacion.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
19 de marzo de 2017
@mauriciomacri @dewy1964 Léase inconsciente
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
5 de mayo de 2017
https://t.co/HxlrWHsCMl Donde está la protección que nos corresponde según la Constitución .@PatoBullrich @mauriciomacri Hay respuestas?
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
5 de mayo de 2017
@gabimichetti @mauriciomacri @marquitospena @frigeriorogelio @JorgeTriaca @cabrerafran HAGAN ALGO POR EL PAIS.ESTO ESTÁ MUY COMPLICADO,EL DINERO NO ALCANZA P/COMER Y LA INSEGURIDAD TODO MAL. MERECEMOS PROTECCIÓN.LOS VOTÉ, Y??
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
8 de mayo de 2017
@mauriciomacri Muchas promesas en la Campaña, y poco se cumple en el mandato. Lo voté con esperanza. Estoy desilusionada,como muchos. Haga algo x la gente
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
9 de mayo de 2017
@mauriciomacri Vamos bien Presi??? Yo no llego... https://t.co/rnccEcV1Me
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
9 de mayo de 2017
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