verabellik

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Entre más daño le hacían....

Solía ser una chica no muy normal. Realmente siempre se había caracterizado por esa locura que la llevaba a actuar la mayoría de las veces de manera irracional y espontánea. Le encantaban los riesgos y la adrenalina. Ella no le temía a nada. Vivía los días con gran alegría y creía que lo mejor era el amor. Amar y ser amada. Estar realmente enamorada. Y entonces un día inesperado todo cambió.

Comenzó a equivocarse con mucha frecuencia. Llegó a amar como debe amarse uno mismo, intensa y profundamente. Dio todo a manos llenas. Aceptó inclusive a veces el no ser prioridad. Se llegó a conformar con lo que le pudiesen dar. Estuvo siempre ahí para el ser amado, aunque para ella no estuvieran. Se entregó completamente aun a pesar de que con ella se dieran a medias. Dio siempre lo mejor de sí. Hizo de lo imposible lo posible. Perdonó tantas veces como fuese necesario, aunque el ser amado no lo mereciera.

Comenzó a elegir mal a sus conquistas. Volvía con su pasado aun a pesar de que este no le convenía. Volvía a creer una y otra vez ciegamente en el amor. Volvía a entregarse aun a pesar de no sanar sus heridas. A veces llegó a aceptar amores baratos o pasajeros. ¨Amores¨ que al final de cuentas no resultaban porque solo deseaban su cuerpo. Llegó a creer mentiras. A perdonar engaños. A agachar la mirada y tragarse palabras, todo por miedo a la soledad. Todo por miedo al qué dirán.

Ella misma fue rasgándose poco a poco hasta ya no poder más y romperse completamente. Terminó ahogada con sus propias lágrimas. Sin más sonrisas ni esperanza. El puño de sueños se fue de la nada. Su mirada ya no brillaba. Aquella sonrisa se había apagado. Llegó a odiarse tanto por fallarse una vez más, una vez más que juró a si misma que sería la última vez. Y así fue que se convirtió en otra mujer. Le costó mucho levantarse nuevamente y reconstruirse. Se volvió fría, seca e insensible. Se prometió no volver a llorar. No volver a sentir ninguna emoción. No volver a abrir su corazón.

No era solo una mala experiencia. Ella había pasado por muchas. Muchas traiciones, muchos dolores, muchas mentiras, muchos engaños. En realidad, no merecía nada de lo acontecido, porque ella había entregado sinceramente el corazón, pero siempre la lastimaban con alguna traición. Siempre pasaba a ser la segunda opción. La persona que reconstruía, pero a la cual destruían.

Y aquella otra mujer en la que se convirtió. Aquella ¨cabrona¨ que la gente apoda ya no ama más. Se rehúsa a volverse a enamorar. A volver a sentir. A volver a confiar. A volverse a entregar. Y es que una vez que se deposita toda la confianza y que se ama de la manera en que ella amaba y te lastiman, difícilmente se puede repetir dichas acciones. Ella ya no se arriesga. Ya no cree. Ya no se la juega.

A puesto tantos muros en su corazón, que difícilmente alguien puede aproximarse siquiera un poco a entrar en él. Ella no es mala, simplemente continua lastimada. Simplemente le pesa su pasado y hay heridas que aún no han cicatrizado. No porque aun continúe enamorada, simplemente piensa que volverá a ser igual si se da con alguien una oportunidad. Muchos la critican, pero pocos conocen realmente su historia. Sus demonios, sus sombras. Pocos saben la mujer que es en verdad y la gran capacidad que tenia de amar.

A veces se ha llegado a entusiasmar, pero su miedo es tan grande que siempre sale huyendo cuando comienza a notar que en su interior se despierta algún sentimiento. ¡Huye como la peor de las cobardes! Pero es que teme que alguien pueda lastimarle y echar abajo lo que tanto le costó levantar y reconstruir. Dentro suyo aún está la mujer que alguna vez fue, pero está tan dañada que de ella ya no quiere saber. A decidido la libertad y soledad a costa de su felicidad, a costa de que muy en el fondo desea volverse a enamorar. Y dicha libertad, aleja a los hombres que la han querido conquistar. Y es que ella otra cara ha de mostrar. Muestra seguridad, independencia, rebeldía, desinterés, soberbia y orgullo, aunque en el fondo desee volver a ser amada, valorada y respetada. Pero ella no se va arriesgar. Y es que la hirieron tanto que el amor para ella perdió encanto y falsamente es feliz, mostrándose así, cabrona por fuera, por dentro un alma rota que solo tiene miedo.

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Saben... lo que odio más de la depresión y la ansiedad es que me hacen hacer cosas que no haría normalmente. Alejo a las personas que me interesan, daño a las personas que me quieren y al final me quedo sola, cumpliendo la profecía de que no merezco que nadie se quede a mi lado... siempre estoy para sabotearme, no tengo un peor enemigo que no sea yo misma, empiezo a conocer a alguien especial e inmediatamente mi mente hace que me ponga a dudar si de verdad quiere estar conmigo,la ansiedad me convierte en otra persona, una persona desesperada y ostigante y en el primer indicio de algún problema hago que se aleje de mí; tiempo después me arrepiento, pero no se como explicar lo que siento y que a veces no tengo una buena razón, suena cada vez más ridículo en mi cabeza. No quiero que las personas se alejen de mi, pero empiezo a acostumbrarme a estar sola. Es agotador tener que explicar eso todo el tiempo, en esas ocasiones lo único que quiero es quedarme acostada y no salir más... Eso me pasaba antes de ti, ahora no se porque no puedo soportar la idea de perderte...

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Que feo es ir a dormir pensando que todo es tu culpa... Ver los mensajes de la persona con la que pensabas que podías contar y que sería honesta contigo y darte cuenta que todo eso falló. El preguntarte qué hiciste mal y no poder dejar de culparte. Odio sentirme así, odio el que no me diga que es lo que pasa, maldita incertidumbre, me roba horas de sueño, me aprieta el corazón, me hace sentir que ni siquiera sirvo o estoy hecha para ser feliz...

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“Que yo sepa, mi ateísmo es completo, no por razonamiento sino por despecho. Si nadie nunca me ayudó con el milagro, me permito desconocer, ignorar y negar.”

Alejandra Pizarnik

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Todo el mundo me dice que el tiempo o Dios lo va a solucionar, que necesito creer y pedir con más ganas para que se me ayude.

Pero pasa el tiempo y cada día me duele más. Espero que las medicinas me hagan algún efecto, que me ayuden a sentirme bien o a ser mejor pero solo las tomo... No hay nada más, me hacen sentir miserable. Sin sentido y sin razón, sin ningún propósito.

Tal vez nunca se me quite este sentimiento, tal vez nunca toleraría el ser feliz, siento que debo ser miserable todo el tiempo, que yo puse mi esperanza y corazón en unas pastillas, las cuales no me ayudan para nada. Estoy cansada de sentirme mal y de no poder llorar, estoy cansada de este tipo de vida...

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“De pronto te consume la depresión y no existe magia, ni miradas que te salven. Y es que está consume el alma, se va impregnado a tu ser como una maldita sombra.

Y de pronto ya no te reconoces en el espejo, ni siquiera sabes donde quedó tu sonrisa. Te tienes miedo y odio, y lo peor de todo que te necesitas para que te salves. He visto animales heridos y agonizando. Así veo mi alma, un ser que sueña con vida a pesar de todo el sufrimiento.”

Monstruo Eikon Yfblt

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El primer punto para aprender a odiar es odiarse a uno mismo... No puedes ser malo con los demás si no lo eres contigo.

#i hate it #i hate everything

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Sólo es un mal día mujer.

Soy ese mal chiste que cuenta un payaso deprimido en aquel sucio bar, un chiste del cual nadie se ríe. A veces soy una noche triste, la suma de mis fracasos, de mis miedos.

Soy un incendio que no logro controlar, humo que consume mis sonrisas. Un puerto que hunde barcos con tesoros que nunca lograré rescatar. A veces soy una mirada rota, unos hombros cansados, un alma ausente y miles de demonios sin hogar. Un payaso tratando de hacer reír a la vida, una persona que va con una sonrisa falsa. Un traje a la medida de mi muerte, o de mis miedos según mis circunstancias.

Una persona que trata de huir de los abismos, pero cuando se mira en el espejo se da cuenta que está hecho de ellos.

-Monstruo Eikon Yfblt

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Las personas siempre me preguntan la razón de mi depresión... No sé como explicar que no hay una razón en específico, que solo llega, aún en el momento en el que estoy más tranquila, de repente siento presión en el pecho y unas ganas insaciables de que todo termine. Dicen que no debería deprimirme y debería estar agradecida por tener vida... Pero solo puedo pensar, ¿Qué tipo de vida es esta? La vida que veo pasar entre medicamentos y altibajos. Hay días en los que siento que de verdad no puedo ni quiero seguir... Eso es tener depresión, pero nadie entiende.

#sadgirl #im sad