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#Ecología y Medio Ambiente
laopiniononline · 1 month
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Cientos de peces salen a orilla de playa en Viña del Mar
Nueva publicación en https://ct2.cl/gE
Cientos de peces salen a orilla de playa en Viña del Mar
Específicamente en la playa “Acapulco” de la ciudad jardín, cientos de peces fueron grabados arrancando del mar, para asombro de visitantes y bañistas.
Un fenómeno ocurrió esta tarde en la mencionada playa, cuando cientos de peces literalmente arrancaron del agua para morir en la arena.
Consultado el biólogo marino Marcelo Baeza, nos indica que la situación podría deberse a dos posibles causas:
En primer lugar podría deberse a una causa natural: “Aparentemente son sardinas, por el tamaño… no puedo determinarlo en el video. Lo que puede estar pasando es que haya un proceso de baja de oxigeno y los peces varen porque están arrancando de la falta de oxígeno en el mar. Son como bolsones de baja de oxígeno, que son procesos naturales. Hay varazones de organismos marinos que suceden con alguna regularidad, que conducen a mortandades por procesos oceanográficos regulares que generan bajas de oxigeno y por lo tanto los peces mueren porque no respiran o arrancan de la zona de bajo oxígeno.”
“En segundo lugar, podría deberse a algún tipo de desastre ecológico. Podría deberse a algún proceso de contaminación de magnitud que hubiera afectado los balances fisicoquímicos del agua, generando una pudrición que consuma el oxígeno, pero eso se podría establecer solo con toma de muestras y posterior análisis… La evidencia tendría que tomarla Sernapesca o la SMA, pero no habiendo reportes de este tipo de eventos, es algo menos probable.“
En el año 2021 ocurrió un fenómeno similar entre las regiones de Valparaíso y Biobío. En la oportunidad, Subpesca confirmó que la mortandad se debió a procesos naturales atribuibles a la surgencia costera que trae a la superficie aguas profundas frías de la corriente de Humboldt, ricas en nutrientes, pero pobres en oxígeno.
Este es el video que nos envió Fabiola Arévalo @fabi.arevalou
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queretarotv · 2 years
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No se encontró maquinaria en Peña Colorada solo evidencias de remoción de vegetación.
No se encontró maquinaria en Peña Colorada solo evidencias de remoción de vegetación.
Tras la denuncia realizada por ambientalistas y ciudadanía por el desmonte visible en la zona, personal de inspección del Instituto de Ecología y Medio Ambiente del Municipio de Querétaro, acudió al sitio. El personal pudo constatar que, si hay evidencias de remoción de vegetación, aunque no se encontraron maquinaria alguna. Dadas las características del terreno, se presume que son terrenos…
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El 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, una efeméride oficial proclamada por las Naciones Unidas en resolución A/RES/60/192, de 22 de diciembre de 2005.
¿Desde cuando se celebra?
El Día Internacional de la Madre Tierra se celebra oficialmente desde el año 2005 con el objetivo de concienciar a la humanidad sobre los problemas generados por la superpoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales.
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Origen del Día de la Tierra
Realmente, el primer antecedente del Día de la Tierra se retrotrae a 1968 cuando el Servicio de Salud Pública de EEUU organizó el Simposio de Ecología Humana para que estudiantes de diversos lugares escucharan a científicos hablar sobre los efectos del deterioro ambiental en la salud humana.
Dos años después en 1970, el senador y activista ambiental Gaylord Nelson propone la creación de una agencia ambiental y se realiza una manifestación masiva a la que acuden más de dos mil universidades, decenas de miles de escuelas públicas y centenares de comunidades.
Esta presión social da sus resultados y el gobierno de los Estados Unidos creó la Agencia de Protección Ambiental y una serie de leyes destinadas a la protección del medio ambiente.
En 1972 se celebró la primera conferencia internacional sobre el medio ambiente. La Cumbre de la Tierra de Estocolmo, cuyo objetivo fue sensibilizar a los líderes mundiales sobre la magnitud de los problemas ambientales.
Lema 2024 del Día Internacional de la Madre Tierra
Cada año, se escoge un tema para celebrar el Día Internacional de la Madre Tierra. El lema para 2024 es "Planeta vs plásticos".
Es fundamental y urgente la necesidad de acabar con los plásticos por el bien de la salud humana y del planeta. Se exige una reducción del 60% de la producción de plásticos para 2040. Porque los respiramos, los comemos y nos producen enfermedades.
Progreso en objetivos de cambio climático en 2024
Mucho se habla sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el cambio climático, pero se hace necesario reflexionar sobre los progresos y avances en los objetivos de cambio climático, un camino que nos puede dirigir hacia la sostenibilidad global.
El cambio climático es una de las mayores amenazas que enfrenta la humanidad en el siglo XXI. A medida que los efectos devastadores del calentamiento global se hacen más evidentes, la necesidad de tomar medidas concretas y urgentes se vuelve cada vez más apremiante.
Sin embargo, en medio de los desafíos, también hay señales alentadoras de progreso en los esfuerzos por abordar el cambio climático. Te enumeramos los que consideramos más evidentes y en los que la humanidad tiene puestas todas sus esperanzas:
Compromisos Internacionales
En los últimos años, hemos sido testigos de un aumento significativo en los compromisos internacionales para combatir el cambio climático. El Acuerdo de París, alcanzado en 2015, marcó un hito crucial en este sentido al comprometer a casi todos los países del mundo a tomar medidas para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C, con esfuerzos para mantenerlo en 1.5°C respecto a los niveles preindustriales.
Desde entonces, hemos visto cómo numerosos países han intensificado sus esfuerzos para cumplir con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París. Muchos han establecido metas ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), aumentar la proporción de energía renovable y mejorar la eficiencia energética en diversos sectores.
Avances en Energías Renovables
Una de las áreas donde se ha observado un progreso significativo es en el desarrollo y la adopción de energías renovables. La energía solar y la eólica, en particular, han experimentado un crecimiento explosivo en todo el mundo. Los avances tecnológicos han hecho que estas fuentes de energía sean más accesibles y económicas que nunca, lo que ha llevado a una expansión sin precedentes de la capacidad instalada de energía renovable en muchos países.
Además, cada vez más empresas y gobiernos están comprometidos con la transición hacia una economía baja en carbono. Grandes corporaciones han establecido objetivos de neutralidad de carbono, comprometiéndose a reducir o compensar completamente sus emisiones de carbono. Estas iniciativas no solo tienen un impacto directo en la reducción de las emisiones, sino que también envían una señal clara al mercado de que la sostenibilidad es una prioridad.
Innovación y Tecnología
La innovación tecnológica ha desempeñado un papel crucial en el progreso hacia los objetivos de cambio climático. Desde el desarrollo de baterías más eficientes hasta la creación de sistemas de captura y almacenamiento de carbono, los avances tecnológicos están abriendo nuevas oportunidades para reducir las emisiones y mitigar los impactos del cambio climático.
La digitalización y la inteligencia artificial también están siendo aprovechadas para mejorar la eficiencia energética, optimizar el uso de recursos y anticipar los impactos climáticos.
Hay razones para la esperanza
Es verdad que todavía enfrentamos importantes desafíos en nuestro camino hacia la sostenibilidad climática. La resistencia al cambio, los intereses económicos arraigados y la falta de coordinación internacional siguen siendo obstáculos importantes que debemos superar. Pero hay razones para el optimismo. Si podemos mantener nuestro impulso y trabajar juntos hacia un objetivo común, podemos construir un futuro más seguro y sostenible para las generaciones venideras.
Actuaciones importantes a lo largo de la historia
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A lo largo de la historia de este Día Internacional de la Madre Tierra, se han llevado a cabo actuaciones muy importantes a nivel mundial, algunas de las cuáles merecen ser mencionadas. En concreto, en el 20 Aniversario de la celebración en 1990:
En Asia, alpinistas chinos, soviéticos y estadounidenses formaron un equipo para recolectar basura dejada en el Monte Everest por anteriores expediciones, reuniendo más de dos toneladas.
En Francia, los participantes formaron una cadena humana a lo largo del Río Loira, alcanzando unos 800 km de longitud, con el propósito de honrar uno de los últimos ríos limpios de Europa.
Unas cinco mil personas en Italia bloquearon carreteras, como protesta por la contaminación producida por los automóviles.
En Haití se declaró oficialmente al Día de la Tierra como un festivo nacional.
Alrededor de 10.000 estudiantes participaron en una campaña de limpieza en Jordania.
Cerca de 35.000 ambientalistas japoneses se reunieron en la Isla de los Sueños, (una isla artificial, ubicada en la Bahía de Tokio, construida con basura) con el propósito de establecer un centro de reciclaje temporal.
Campeones de la Tierra
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Desde el año 2005, la ONU ha puesto en marcha el llamado premio "Campeones de la Tierra", a través del cual se reconoce la labor de personas o grupos que trabajan por el medio ambiente, que inspiran a otros y que defienden un futuro mejor para nuestro planeta. Se trata del máximo galardón medioambiental del mundo.
Cualquier persona o grupo puede optar a este premio. Incluso puedes participar nominando a alguien que creas que lo merece. Puedes tener más información sobre las pasadas ediciones, ganadores, novedades y todo lo referente a este premio en la página web de Campeones de la Tierra.
Restaurar nuestra Tierra para mejorar la salud humana
La pandemia de coronavirus nos demostró sin lugar a dudas que la salud de la especie humana está íntimamente relacionada con la salud del planeta.
El maltrato de los humanos a la Tierra, la pérdida de biodiversidad, la deforestación, la producción agrícola y ganadera intensiva, son factores que pueden aumentar la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos.
De acuerdo con el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), cada cuatro meses surge una nueva enfermedad infecciosa en los humanos. Y de ellas, el 75% proviene de los animales. De ahí la relación tan estrecha entre salud humana, animal y ambiental.
¿Cómo celebrar el Día de la Madre Tierra?
Además de participar nominando a alguien como "campeón de la Tierra" puedes dar ejemplo cuidando el pedacito de tierra que te toca cerca, formando un grupo de repoblación, limpiando un bosque o una playa, o simplemente educando a los más pequeños para que aprendan a cuidar y respetar la naturaleza.
Hagas lo que hagas, no olvides compartirlo en redes sociales con las etiquetas #DíaInternacionaldelaMadreTierra #DíadelaTierra.
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jgmail · 2 months
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Marx, comunismo y decrecimiento
Sobre el nuevo libro de Kohei Saito, Marx in the anthropocene
Por Daniel Tanuro
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Fuentes: Viento sur
Kohei Saito lo vuelve a hacer. En Marx’s ecosocialism. An unfinished critique of the political economy [aún inédito en castellano], el marxólogo japonés había mostrado cómo el Marx maduro, habiendo tomado conciencia del callejón sin salida ecológica del capitalismo a través de los trabajos de Liebig y Frass, había roto con el productivismo.
Su nuevo libro, Marx in the Anthropocene. Towards the Idea of Degrowth communism [Marx en el antropoceno. Hacia la idea del comunismo del decrecimiento], lleva más lejos este pensamiento. El libro es notable y útil, particularmente en cuatro puntos: la naturaleza de clase fundamentalmente destructiva de las fuerzas productivas capitalistas; la superioridad social y ecológica de las sociedades (llamadas) primitivas, sin clases; el debate sobre naturaleza y cultura con Bruno Latour y Jason Moore, en particular; y el gran error cometido por los aceleracionistas que se proclaman marxistas para negar la necesidad imperiosa del decrecimiento. Estos cuatro puntos revisten hoy una gran importancia política, no sólo para los marxistas deseosos de estar a la altura del desafío ecosocial que plantea la crisis sistémica del capitalismo, sino también para los activistas ecologistas. El libro tiene las mismas cualidades que su predecesor: es erudito, está bien construido y es sutil y esclarecedor a la hora de presentar el desarrollo intelectual de Marx después de 1868. Por desgracia, también tiene el mismo defecto: da por sentado lo que no es más que una hipótesis. Una vez más, Saito va demasiado lejos al tratar de encontrar en Marx la anticipación teórica perfecta de las luchas actuales1/.
Al principio fue la «ruptura metabólica«
La primera parte de Marx in the Anthropocene profundiza en el concepto marxista de la fractura metabólica2/. Saito sigue los pasos de John B. Foster y Paul Burkett, que han demostrado la inmensa importancia de esta noción3/. Saito enriquece el debate poniendo de relieve tres manifestaciones del fenómeno –la perturbación de los procesos naturales, la ruptura espacial y la fractura entre las temporalidades de la naturaleza y del capital–. a las que corresponden tres estrategias capitalistas de evasión: las pseudosoluciones tecnológicas, el traslado de las catástrofes a los países dominados y el aplazamiento de sus consecuencias a las generaciones futuras.
El capítulo 1 examina, sobre todo, la contribución al debate del marxista húngaro István Mészáros, a quien Saito considera decisivo en la reapropiación del concepto de metabolismo a finales del siglo XX. El capítulo 2 se centra en la responsabilidad de Engels, quien, al editar los libros II y III de El Capital, habría difundido una definición truncada de la ruptura metabólica, sustancialmente diferente de la de Marx. Para Saito, este cambio, lejos de ser fortuito, reflejaba una divergencia entre la visión ecológica de Engels –limitada al temor de la «venganza de la naturaleza»– y la de Marx, centrada en la necesaria «gestión racional del metabolismo» mediante la reducción del tiempo de trabajo. El capítulo 3, al tiempo que recuerda las ambigüedades de György Lukács, rinde homenaje a su visión del desarrollo histórico del metabolismo hombre-naturaleza como continuidad y ruptura a la vez. Para Saito, esta dialéctica, inspirada en Hegel («identidad entre identidad y no identidad»), es esencial si queremos diferenciarnos tanto del dualismo cartesiano –que exagera la discontinuidad entre naturaleza y sociedad– como del constructivismo social –que exagera la continuidad (identidad) entre estos dos polos y no puede, por tanto, «revelar el carácter único de la forma capitalista de organizar el metabolismo humano con el medio ambiente»–.
Dualismo, constructivismo y dialéctica
La segunda parte del libro realiza una lectura muy (¿excesivamente?) crítica de otras ecologías de inspiración marxista. Saito se distancia de David Harvey, cuya «reacción sorprendentemente negativa al giro ecológico del marxismo» critica. De hecho, La naturaleza contra el capital recoge algunas citas sorprendentes del geógrafo estadounidense: Harvey parece convencido de «la capacidad del capital para transformar cualquier límite natural en una barrera superable»; confiesa que «invocar los límites ecológicos y la escasez (…) (le) pone tan políticamente nervioso como teóricamente desconfiado»; «las políticas socialistas basadas en la idea de que una catástrofe medioambiental es inminente» serían para él «un signo de debilidad». Geógrafo como Harvey, Neil Smith «mostraría la misma vacilación ante el ecologismo», que describe como «apocalipsismo». Smith es conocido por su teoría de la «producción social de la naturaleza». Saito rechaza esta teoría, argumentando que nos incita a negar la existencia de la naturaleza como entidad autónoma, independiente de los humanos: esto es lo que deduce de la afirmación de Smith de que «la naturaleza no es nada si no es social». En términos generales, Saito rastrea las concepciones constructivistas al plantear que «la naturaleza es un presupuesto objetivo de la producción». No cabe duda de que ésta era también la opinión de Marx. El hecho indiscutible de que la humanidad forma parte de la naturaleza no significa que todo lo que hace esté dictado por su «naturaleza», o que todo lo que hace la naturaleza esté construido por la «sociedad».
Destrucción ecológica: ¿actuantes o beneficio?
En el marco de esta polémica, el autor dedica unas páginas muy fuertes a Jason Moore. Admite que la noción de Capitaloceno «supone un avance en el concepto de la producción social de la naturaleza«, porque hace hincapié en las interacciones entre la humanidad y el medio ambiente. Sin embargo, critica a Moore por asumir que los humanos y no humanos son «actores» que trabajan en red para producir un todo intrincado, un híbrido, como dice Bruno Latour. Éste es un punto importante. Moore cree que distinguir una «grieta metabólica» dentro de la red-como-un-todo es una interpretación errónea, producto de una visión dualista. La noción de metabolismo se refiere a la forma en que los distintos órganos de un mismo organismo contribuyen específicamente al funcionamiento del conjunto. Por tanto, es la antítesis del dualismo (como lo es del monismo, para el caso), y nos devuelve a la fórmula de Hegel: existe una «identidad de identidad y no identidad». Marx in the Anthropocene también ataca las tesis de Moore desde otro ángulo: el del trabajo. Para Moore, el capitalismo está impulsado por una obsesión por la «naturaleza barata», que para él engloba la fuerza de trabajo, la energía, los alimentos y las materias primas. Moore afirma ser marxista, pero está claro que su «naturaleza barata» ignora el papel exclusivo del trabajo abstracto en la creación de plusvalía (excedente), así como el papel clave de la carrera para incrementar la plusvalía en la destrucción ecológica. Pero el valor no es sólo otro actuante híbrido. Como dice Saito, es “completamente social”, y es a través de él que el capitalismo “domina los procesos metabólicos de la naturaleza” (pp. 121-122).
No hay duda de que es la carrera por el beneficio la que está ampliando la brecha metabólica, en particular al demandar cada vez más energía, fuerza de trabajo, productos agrícolas y materias primas baratas. Está claro que de todos los recursos naturales que el capital transforma en mercancías, la fuerza de trabajo antrópica es la única capaz de crear un índice tan puramente antrópico como el valor abstracto. Como dice Saito: es «precisamente porque la naturaleza existe independientemente y con anterioridad a todas las categorías sociales, y sigue manteniendo su no identidad con la lógica del valor (que) la maximización del beneficio produce una serie de desarmonías dentro del metabolismo natural». En consecuencia, la grieta no es una metáfora, como afirma Moore. La grieta existe entre el metabolismo social de las mercancías y el dinero y el metabolismo universal de la naturaleza» (ibid). «No fue por dualismo cartesiano por lo que Marx describió de forma dualista la grieta entre el metabolismo social y el metabolismo natural, así como la grieta entre el trabajo productivo y el improductivo. Lo hizo conscientemente, porque las relaciones únicamente sociales del capitalismo ejercen un poder extranatural (alien power); un análisis crítico de este poder social requiere inevitablemente separar lo social y lo natural como campos de investigación independientes y analizar después su imbricación» (p. 123). Irrefutable. Una vez más, no cabe duda que esta visión del acoplamiento de lo social y lo medioambiental era la del propio Marx.
Aceleracionismo vs. antiproductivismo
El capítulo 5 polemiza con otra variedad de marxistas: los «aceleracionistas de izquierda». Según estos autores, sólo se puede hacer frente a los desafíos ecológicos acelerando el desarrollo tecnológico, la automatización, etcétera. Para ellos, esta estrategia está en consonancia con el proyecto marxiano: hay que desmantelar los obstáculos capitalistas al crecimiento de las fuerzas productivas para crear una sociedad de la abundancia. Esta parte del libro es especialmente interesante porque arroja luz sobre la ruptura con el productivismo y el prometeísmo de los primeros años. Es probable que la ruptura no sea tan clara como afirma Saito4/, pero sin duda existe un punto de inflexión. En El Manifiesto Comunista, Marx y Engels explican que el proletariado “se servirá de su supremacía política para arrancar poco a poco todo e1 capital a la burguesía, para centralizar todos los instrumentos de producción en manos de1 Estado, es decir, del proletariado organizado en clase dirigente, y para aumentar rápidamente la cantidad de fuerzas productivas»5/. Llama la atención que la perspectiva de este texto sea decididamente estatista y que las fuerzas productivas se consideren socialmente neutras; forman un conjunto de cosas que deben cambiar de manos (se deben «arrancar poco a poco… a la burguesía») para crecer cuantitativamente.
¿Significa esto que los aceleracionistas pueden pretender ser marxistas? No, porque Marx abandonó el concepto expuesto en el Manifiesto. Kohei Saito llama la atención sobre el hecho de que su obra principal, El Capital, ya no trata de las fuerzas productivas en general (ahistóricas), sino de las fuerzas productivas históricamente determinadas: las fuerzas productivas capitalistas. El largo capítulo XIII del Libro 1 («Maquinaria y la gran industria») explora los efectos destructivos de estas fuerzas, tanto desde el punto de vista social como medioambiental. Podríamos añadir que no es casualidad que sea precisamente este capítulo el que termine con la siguiente frase, digna de un manifiesto ecosocialista moderno: «La producción capitalista, por consiguiente, no desarrolla la técnica y la combinación del proceso social de producción sino socavando al mismo tiempo los dos manantiales de toda riqueza: la tierra y el trabajador«6/. Ya no se trata aquí de la neutralidad de la técnica. El capital ya no se entiende como una cosa, sino como una relación social de explotación y destrucción, que debe ser destruida («negación de la negación»). Cabe señalar que Marx, tras la Comuna de París, dejó claro que romper con el productivismo significaba también romper con el estatismo.
Es sorprendente que Kohei Saito no recuerde la frase del Manifiesto citada anteriormente, en la que se insta al proletariado a tomar el poder para «aumentar rápidamente la cantidad de las fuerzas productivas». Eso habría dado aún más relieve a su énfasis en el cambio posterior. Pero no importa: el hecho es que el punto de inflexión es real y conduce en el Libro III de El Capital a una magnífica perspectiva de revolución permanente, resueltamente antiproductivista y antitecnocrática:
“La libertad en este terreno sólo puede consistir en que el hombre socializado, los productores asociados, regulen racionalmente ese metabolismo suyo con la naturaleza poniéndolo bajo su control colectivo, en vez de ser dominados por él como por un poder ciego; que lo lleven a cabo con el mínimo empleo de fuerzas y bajo las condiciones más dignas y adecuadas a su naturaleza humana. Pero éste siempre sigue siendo un reino de la necesidad. Allende el mismo empieza el desarrollo de las fuerzas humanas, considerado como un fin en sí mismo, el verdadero reino de la libertad, que sin embargo sólo puede florecer sobre aquel reino de la necesidad como su base. La reducción de la jornada laboral es la condición básica”7/.
La evolución es clara. El paradigma de la emancipación humana ha cambiado: ya no consiste en el crecimiento de las fuerzas productivas, sino en la gestión racional de los intercambios con la naturaleza y entre los humanos.
Subsunción formal y real del trabajo
En mi opinión, las páginas más ricas de Marx in the Anthropocene son aquellas en las que Saito muestra que el nuevo paradigma marxiano de emancipación resulta de una amplia crítica de las formas sucesivas que el capital ha impuesto al trabajo. Aunque formaba parte de los trabajos preparatorios de El capital, esta crítica no se publicó hasta más tarde (Manuscritos económicos 1861-1863). Su piedra angular es la importante noción de la subsunción del trabajo al capital. Subrayémoslo de paso: la subsunción es más que la sumisión: subsumir implica integrar lo sometido en lo que somete. El capital subsume el trabajo asalariado porque integra la fuerza de trabajo como capital variable. Pero, para Marx, hay subsunción y subsunción: el paso de la manufactura al maquinismo y a la gran industria implica el paso de la «subsunción formal» a la «subsunción real». La primera significa simplemente que el capital toma el control del proceso de trabajo que existía antes, sin introducir ningún cambio en su organización ni en su carácter tecnológico. La segunda surge en el momento en que el capital revoluciona por completo y de forma continua el proceso de producción, no sólo tecnológicamente, sino también en términos de cooperación, es decir, de relaciones productivas entre las y los trabajadores y entre éstos y los capitalistas. Se crea así un modo de producción específico, sin precedentes, totalmente adaptado a los imperativos de la acumulación de capital. Un modo en el que, a diferencia del anterior, «el mando del capitalista se hace indispensable para la realización del propio proceso de trabajo».
Saito no es el primero en señalar el carácter de clase de las tecnologías. Daniel Bensaïd subrayó la necesidad de que «las propias fuerzas productivas se sometan a un examen crítico»8/. Michaël Löwy sostiene que no basta con destruir el aparato estatal burgués, también hay que desmantelar el aparato productivo capitalista9/. Sin embargo, hay que agradecer a Saito que se ciña lo más posible al texto de Marx al resumir las implicaciones en cascada de la subsunción real del trabajo: ésta «aumenta considerablemente la dependencia de los trabajadores y trabajadoras respecto al capital»; «las condiciones objetivas para que las y los trabajadores realicen sus capacidades se les aparecen cada vez más como un poder extraño e independiente»; «dado que el capital como trabajo objetivado –medios de producción– emplea trabajo vivo, la relación de sujeto y objeto se invierte en el proceso de trabajo»; «al encarnarse el trabajo en el capital, el papel del trabajador se reduce al de mero portador de la cosa cosificada -el medio de conservación y valorización del capital junto a las máquinas-, mientras que la cosa cosificada adquiere la apariencia de subjetividad, un poder ajeno que controla el comportamiento y la voluntad de la persona»; «siendo el aumento de las fuerzas productivas posible sólo por iniciativa del capital y bajo su responsabilidad, las nuevas fuerzas productivas del trabajo social no aparecen como fuerzas productivas de los propios trabajadores y trabajadoras, sino como fuerzas productivas del capital»; «el trabajo vivo se convierte (así) en un poder del capital, todo desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo es un desarrollo de las fuerzas productivas del capital».
De ello, emergen con fuerza dos conclusiones no productivistas y no tecnocráticas con fuerza:
1°) «el desarrollo de las fuerzas productivas bajo el capitalismo sólo aumenta el poder externo del capital despojando a los trabajadores y trabajadoras de sus capacidades subjetivas, sus conocimientos y su visión, por lo que no abre automáticamente la posibilidad de un futuro brillante»;
2°) “el concepto marxista de fuerzas productivas es más amplio que el de fuerzas productivas capitalistas –incluye capacidades humanas como las habilidades, la autonomía, la libertad y la independencia y es, por consiguiente, tanto cuantitativo como cualitativo» (pp. 149-150).
¿Qué materialismo histórico? ¿Qué abundancia?
Estos elementos llevan a Kohei Saito a replantearse el materialismo histórico. Sabemos que el Prefacio a la Crítica de la economía política contiene el único resumen de Marx sobre su teoría. Dice así: “Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social”.
Parece claro que Marx ya no podía atenerse literalmente a esta formulación -y menos aún a la del Manifiesto sobre el aumento cuantitativo de las fuerzas productivas- puesto que su análisis le llevó a concluir que el desarrollo de estas fuerzas refuerza el dominio del capital y mutila la agencia de quienes explota.
En palabras de Saito: «Una vez alcanzado un determinado nivel de fuerzas productivas, ya no puede suponerse que una revolución socialista pueda simplemente sustituir una relación de producción por otra. Puesto que las fuerzas productivas del capital generadas por la subsunción real se materializan y cristalizan en el modo de producción capitalista, desaparecen junto con el modo de producción».
Transferir la propiedad del capital al Estado no cambiaría el problema: las fuerzas productivas permanecerían inalteradas, 1°) las tareas de concepción tendrían que ser llevadas a cabo por una «clase burocrática», 2°) la destrucción ecológica continuaría. El autor concluye que «la subsunción real plantea un difícil problema de libre gestión socialista. La visión tradicional del materialismo histórico, resumida en el Prefacio, no señala el camino hacia una solución» y «Marx no fue capaz de dar una respuesta definitiva a estas cuestiones, ni siquiera en El Capital, por lo que tenemos que ir más allá» (pp. 157-158).
«Ir más allá» es lo que se propone en la tercera parte de su libro, y es esta parte la que suscita más controversia. La pregunta inicial es sencilla: si la emancipación no puede lograrse mediante el libre crecimiento de las fuerzas productivas y, por tanto, mediante lo que Daniel Bensaid llamó el «comodín de la abundancia», ¿dónde puede lograrse? Mediante «la reducción de escala y la ralentización de la producción», responde Saito (p. 166). Para el autor, en esencia, la abundancia debe entenderse no como una plétora de bienes materiales privados –en la línea del modelo consumista y excluyente de acumulación de bienes accesibles sólo a la demanda solvente–, sino como una profusión de riqueza social y natural compartida. Sin esto, «la opción que queda se convierte en el control burocrático de la producción social, que provocó el fracaso de la vía soviética» (p. 166).
Decrecimiento, economía estacionaria y transición
Marx in the Anthropocene aboga por un comunismo decrecentista profundamente igualitario, basado en la satisfacción de las necesidades reales. Según Saito, este comunismo era el de las llamadas comunidades arcaicas, ciertos rasgos de las cuales sobrevivieron durante mucho tiempo en formas más o menos degradadas en los sistemas agrarios basados en la propiedad colectiva de la tierra, en particular en Rusia. Para el Marx maduro, son mucho más que vestigios de un pasado superado: estas comunidades indican que, habiendo «expropiado a los expropiadores», la sociedad, para abolir toda dominación, deberá progresar hacia una forma superior de la comunidad arcaica. Suscribo plenamente esta perspectiva, pero con una salvedad: Saito exagera gravemente al afirmar que «14 años de estudio serio de las ciencias naturales y de las sociedades precapitalistas» habrían llevado a Marx en 1881 a proponer «su idea del comunismo decrecentista». Tomado literalmente, no se basa en ningún documento conocido. En consecuencia, para que tenga una pizca de verosimilitud (¡y aun así, sólo si se formula como una hipótesis, no como una certeza!), Saito se ve obligado a recurrir a una sucesión de amalgamas: como si la crítica radical de Marx a la acumulación capitalista fuera lo mismo que una economía estacionaria, como si las comunidades campesinas fueran estacionarias, y como si una economía estacionaria fuera lo mismo que el decrecimiento. Eso son muchos si, ignora diferencias esenciales… y no nos lleva más lejos en el debate sobre lo que está en juego en el decrecimiento en el sentido en que se discute hoy entre las y los anticapitalistas, es decir, en el sentido literal de la reducción de la producción impuesta objetivamente por las limitaciones climáticas. Veámoslo más en detalle.
Dejemos a un lado el PIB y consideremos únicamente la producción material: una sociedad poscapitalista en un país muy pobre rompería con el crecimiento capitalista pero tendría que aumentar la producción durante cierto tiempo para satisfacer la enorme masa de necesidades reales insatisfechas; una economía estacionaria utilizaría la misma cantidad de recursos naturales cada año para producir la misma cantidad de valores de uso con las mismas fuerzas productivas; en cuanto a una economía en contracción, reduciría las extracciones y la producción. Al equiparar estas dos formas, Kohei Saito perpetúa una lamentable confusión. “Ahora debería estar claro», escribe, «que el socialismo promueve una transición social hacia una economía de decrecimiento». Esto está mal formulado, porque el decrecimiento no es un proyecto social, sólo una limitación a la transición. Una «economía del decrecimiento» como tal no significa nada. Una parte de la producción tiene que crecer y otra tiene que reducirse dentro de una envoltura global cada vez más pequeña. Para ceñirnos al diagnóstico científico del cambio climático, tenemos que decir algo así: planificar democráticamente un decrecimiento justo es la única forma de realizar una transición racional hacia el ecosocialismo. Dado que un nuevo sistema energético 100% renovable debe construirse necesariamente utilizando la energía del sistema actual (el 80% de la cual es combustible fósil y, por tanto, fuente de CO2/), básicamente sólo hay dos estrategias posibles para eliminar las emisiones: o bien reducimos radicalmente el consumo final de energía (lo que significa producir y transportar menos globalmente) adoptando fuertes medidas anticapitalistas (contra el 10%, y especialmente el 1% más rico); o bien confiamos en la compensación de las emisiones de carbono y en el despliegue futuro masivo de hipotéticas tecnologías de captura-secuestro, captura-utilización o geoingeniería del carbono, es decir, en soluciones de aprendiz de brujo que conducen a una desposesión, una desigualdad social y una destrucción ecológica aún mayores.
Proponemos la expresión «decrecimiento justo» como eje estratégico de los y las marxistas antiproductivistas de hoy. Hacer del decrecimiento sinónimo de economía estacionaria no es una opción, ya que equivaldría a disminuir el volumen de la alarma de incendios.
La comuna rural rusa, revolución y ecología
La perspectiva del decrecimiento justo debe mucho al enorme trabajo pionero de Marx, pero no tiene sentido afirmar que fue su creador, porque Marx nunca abogó explícitamente por una reducción neta de la producción. Para convertirlo en el padre del «comunismo decrecentista», Saito se basa casi exclusivamente en un texto famoso y excepcionalmente importante: la carta a Vera Zasulich10/. En 1881, la populista rusa escribió a Marx pidiéndole su opinión sobre la posibilidad, en Rusia, de utilizar la comuna arcaica para construir directamente el socialismo sin pasar por el capitalismo. La traducción rusa de El Capital había desencadenado un debate sobre esta cuestión entre los opositores al zarismo. Marx escribió tres borradores en respuesta. Dan fe de su profunda ruptura con la visión lineal del desarrollo histórico y, por tanto, también con la idea de que los países capitalistas más avanzados serían los más próximos al socialismo. A este respecto, la última frase es meridianamente clara: «Si la revolución se produce en el momento oportuno, si concentra todas sus fuerzas para asegurar el libre desarrollo de la comuna rural, ésta se erigirá pronto como elemento regenerador de la sociedad rusa y como elemento de superioridad sobre los países esclavizados por el régimen capitalista».
Para Saito, este texto significa que la degradación capitalista del medio ambiente había llevado a Marx, después de 1868, a «abandonar su anterior esquema del materialismo histórico. No fue una tarea fácil para él», afirma. Su visión del mundo estaba en crisis. En este sentido, (su) intensa investigación en sus últimos años (sobre las ciencias naturales y las sociedades precapitalistas, D.T.) fue un intento desesperado de reconsiderar y reformular su concepción materialista de la historia desde una perspectiva totalmente nueva, derivada de una concepción radicalmente nueva de la sociedad alternativa». «Catorce años de investigación» habían llevado a Marx «a la conclusión de que la sostenibilidad y la igualdad basadas en una economía estacionaria son la fuente de la capacidad (poder) de resistir al capitalismo». Por lo tanto, aprovechó «la oportunidad de formular una nueva forma de regulación racional del metabolismo humano con la naturaleza en Europa Occidental y Estados Unidos»: «la economía estacionaria y circular sin crecimiento económico, que antes había rechazado como la estabilidad regresiva de las sociedades primitivas sin historia».
¿Qué debemos pensar de esta reconstrucción de la trayectoria del pensamiento marxista en términos ecológicos? La narración tiene mucho atractivo para ciertos círculos, eso es obvio. Pero, ¿por qué Marx esperó hasta 1881 para expresarse sobre este punto clave? ¿Por qué lo hizo sólo en forma de carta? ¿Por qué esta carta requirió tres borradores sucesivos? Si Marx había empezado realmente a «revisar su esquema teórico en 1860 como resultado de la degradación ecológica», y si el concepto de la fractura metabólica había servido realmente de «mediación» en sus esfuerzos por romper con el eurocentrismo y el productivismo, ¿cómo podemos explicar el hecho de que la superioridad ecológica de la comuna rural no se mencione ni una sola vez en la respuesta a Zasulich? Por último, pero no menos importante, aunque no se puede descartar que la última frase de esta respuesta proyecte una visión de una economía poscapitalista estacionaria para Europa Occidental y Estados Unidos, no es el caso de Rusia; Marx insiste enérgicamente en que sólo beneficiándose del nivel de desarrollo de los países capitalistas desarrollados podrá el socialismo en Rusia «garantizar el libre desarrollo de la comuna rural». En definitiva, la intervención de Marx en el debate ruso parece derivar mucho más de su admiración por la superioridad de las relaciones sociales en las sociedades arcaicas11// y de su compromiso militante con la internacionalización de la revolución que de la centralidad de la crisis ecológica y de la idea de un «comunismo decreciente».
«Ofrecer algo positivo”
La afirmación categórica de que Marx inventó este «comunismo decreciente» para reparar la «fractura metabólica» es tan excesiva que uno se pregunta por qué Kohei Saito la pone al final de un libro que contiene tantos puntos excelentes. La respuesta se da en las primeras páginas del capítulo 6. Ante la emergencia ecológica, el autor plantea la necesidad de una respuesta anticapitalista, considera «insostenibles» las interpretaciones productivistas del marxismo, constata que el materialismo histórico es «impopular hoy en día» entre las y los ecologistas y considera que es una lástima porque tienen «un interés común en criticar el insaciable deseo de acumulación del capital, aunque sea desde puntos de vista diferentes» (p. 172). Para Saito, los trabajos que demuestran que Marx se apartó de las concepciones lineales del progreso histórico, o que se interesó por la ecología, «no son suficientes para demostrar por qué las y los no marxistas de hoy deberían seguir prestando atención al interés de Marx por la ecología». Tanto los problemas del eurocentrismo como los del productivismo deben «tenerse en cuenta si se quiere que una interpretación completamente nueva del Marx de la madurez resulte convincente» (p. 199). «Los estudiosos deben ofrecer aquí algo positivo», «elaborar su visión positiva de la sociedad poscapitalista» (p. 173). ¿Es para dar esta interpretación «completamente nueva» de forma convincente por lo que Saito describe a Marx fundando sucesivamente el «ecosocialismo» y luego el «comunismo del decrecimiento» con algunos años de diferencia? Me parece más cercano a la verdad, y por tanto más convincente, considerar que Marx no era ni ecosocialista ni decrecentista en el sentido contemporáneo de estos términos. Esto no quita en absoluto que su penetrante crítica del productivismo capitalista y su concepto de la «fractura metabólica» sean decisivos para comprender la urgente necesidad actual de un «decrecimiento justo».
Es anacrónico intentar encajar el decrecimiento en el pensamiento de Marx. Tampoco es necesario. Por supuesto, no podemos defender el decrecimiento justo y mantener al mismo tiempo la versión productivista cuantitativa del materialismo histórico. En cambio, el decrecimiento justo se integra sin dificultad en un materialismo histórico que considera las fuerzas productivas en sus dimensiones cuantitativa y cualitativa. En cualquier caso, no necesitamos el aval de Marx, ni para admitir la necesidad del decrecimiento justo, ni más generalmente para ampliar y profundizar su «crítica inacabada de la economía política».
El problema de la apología
Uno podría preguntarse qué sentido tiene criticar las exageraciones de Saito. Uno podría decir: el punto principal es que «(este) libro proporciona forraje útil para los socialistas y los activistas medioambientales, independientemente de las opiniones (o del punto mismo de tener una opinión) sobre si Marx era realmente un comunista del decrecimiento o no»12/. Este es el punto principal, de hecho, y merece la pena repetirlo: Marx in the Anthropocene es un libro excelente, entre otras cosas porque su desarrollo de los cuatro puntos mencionados en la introducción de este artículo son de gran actualidad e importancia. Sin embargo, no debe subestimarse el debate sobre lo que Marx dijo o no dijo, ya que concierne a la metodología que debe utilizarse para desarrollar las herramientas intelectuales necesarias para la lucha ecosocialista. Esta cuestión concierne también a las y los militantes no marxistas.
El método de Kohei Saito tiene un defecto: es apologético. Este rasgo ya era perceptible en Marx’s ecosocialism: mientras que el subtítulo del libro señalaba la «crítica inacabada de la economía política», el autor dedicaba paradójicamente un capítulo entero a pretender que Marx, después de El Capital, había desarrollado un proyecto ecosocialista completo. Marx in the anthropocene sigue el mismo camino, pero de forma aún más clara. En conjunto, las dos obras dan la impresión de que Marx, en la década de 1870, llegó a ver la alteración del metabolismo hombre-naturaleza como la contradicción central del capitalismo, que primero dedujo de ello un proyecto de crecimiento ecosocialista de las fuerzas productivas, y que luego abandonó este proyecto hacia 1880-81 para trazar un nuevo rumbo: el «comunismo decrecentista». He intentado demostrar que esta narrativa es muy cuestionable.
Uno de los problemas de la apología es que sobrevalora enormemente la importancia de los textos. Por ejemplo, Saito concede una importancia desproporcionada a la modificación por Engels del pasaje del Libro III de El Capital en el que Marx habla de la «fractura metabólica». El predominio de las interpretaciones productivistas del materialismo histórico en el siglo XX no puede explicarse principalmente por esta modificación: se debe sobre todo al reformismo de las grandes organizaciones y a la subsunción del proletariado al capital. La gran tarea estratégica de los ecosocialistas de hoy es luchar contra esta situación, articular la resistencia social para poner en crisis la ideología del progreso dentro del propio mundo del trabajo. Las respuestas se encuentran en las luchas y en el análisis de las luchas, más que en los Cuadernos de Marx.
Yendo más allá, la apología tiende a coquetear con el dogmatismo. «Marx lo dijo» se convierte con demasiada facilidad en el mantra que nos impide ver y pensar como marxistas sobre lo que Marx no dijo. Porque es evidente que no lo dijo todo. Si hay una lección metodológica que extraer de su monumental obra, es que la crítica es fértil y el dogma estéril. La capacidad del ecosocialismo para hacer frente a los formidables retos de la catástrofe ecológica capitalista dependerá no sólo de su fidelidad, sino también de su creatividad y de su capacidad para romper con sus propias ideas previas, como hizo Marx cuando fue necesario. No se trata sólo de pulir cuidadosamente la ecología de Marx sino también, y sobre todo, de desarrollarla y radicalizarla.
Traducción: viento sur
Notas:
1/ Ver mi artículo “¿Era Marx ecosocialista?”
2/ Marx, Karl (2009) El Capital, Madrid: Siglo XXI, t. 3, vol. 8.
3/ Ver en concreto, Paul Burkett (1999), Marx and Nature. A Red and Green Perspective. Palgrave Macmillan. John Bellamy Foster (2000) Marx’s Ecology. Materialism and Nature, Monthly Review Press.
4/ En La ideología alemana (1845-46) leemos: «se llega a una fase en la que surgen fuerzas productivas y medios de intercambio que, bajo las relaciones existentes, sólo pueden ser fuente de males, que no son ya tales fuerzas de producción, sino más bien fuerzas de destrucción (maquinaria y dinero)». Marx, Karl y Engels, Friedrich (1974) La ideología alemana, Barcelona: Grijalbo, p. 81.
5/ Karl Marx y Friedrich Engels, El manifiesto comunista (2000) Elaleph.com.
6/ Marx, Karl (2009) El Capital, op. cit., t. 1, vol. 2, pp. 612-613.
7/ Marx, Karl, op. cit., t. 3, vol. 8, p. 1045.
8/ Daniel Bensaïd, Introduction critique à ‘l’Introduction au marxisme’ d’Ernest Mandel.
9/ Lowy, Michael, Ecosocialismo, La alternativa radical a la catástrofe ecológica capitalista.
10/ https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/81-a-zasu.htm
11/ Una opinión compartida por Engels: cf. en particular su admiración por los zulúes frente a los ingleses, en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado.
12/ Diana O’Dwyer, ”Was Marx a Degrowth Communist”, https://rupture.ie
Fuente: https://vientosur.info/sobre-el-nuevo-libro-de-kohei-saito-marx-in-the-anthropocene/
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elbiotipo · 2 years
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Cuál sería un buen libro para empezar a aprender sobre biología? Hace muchos años que terminé el secundario y ya no me acuerdo de nada...
Biología es algo muy amplio... Abarca toda la vida básicamente. El mejor libro de texto para introducción a la biología en castellano es... Biología, de Helena Curtis. Pero es un libro de texto para estudiantes.
Si te interesa la evolución y la paleontología sobre todo de animales, te recomiendo las obras de Stephen Jay Gould, en especial El Pulgar Del Panda (ya es medio viejo pero todavía sirve). Si te interesa la microbiología, la evolución y como funciona la biología a nivel microscópico, Microcosmos de Lynn Marguillis. Para botánica y zoología hay tanto en general que ni sé por donde empezar... te recomiendo que busques un grupo en específico que te interese y partas de ahí. Para ecología, Memoria Verde es una magistral derscripción de la historia ambiental de Argentina y Latinoamérica.
podes descargarlos todos de z-lib o libgen... si tenés algún tema en particular que te interese contame
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vertigosmx · 19 days
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Se realiza de manera constante operativos en los diversos establecimientos del Centro Histórico, a fin de verificar que los lugares no generen contaminación auditiva.
La Dirección General de Ecología y Medio Ambiente, a través del personal del área de Gestión y Normatividad Ambiental, en conjunto con elementos de la Dirección General de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal, realiza de manera constante operativos en los diversos establecimientos del Centro Histórico, a fin de verificar que los lugares no generen contaminación…
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yo-sostenible · 23 days
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Estos animales reciclan nutrientes y ayudan a mantener la calidad del agua. Esto beneficia a todo el ecosistema, desde el suelo y las plantas hasta las aves y los mamíferos. El gavial (Gavialis gangeticus) es una especie de cocodrilo asiático que, aunque se alimenta principalmente de peces, también puede consumir carroña. / JM Pérez-García Un estudio liderado por investigadores del área de Ecología de la Universidad Miguel Hernández de Elche y del departamento de Ecología de la Universidad de Alicante revela la importancia fundamental de los carroñeros y la carroña en los humedales. El artículo, publica en la revista Biological Reviews, destaca que los beneficios que aportan los carroñeros superan ampliamente los posibles perjuicios. Entre sus funciones clave se encuentran la recirculación y transporte de nutrientes, así como la regulación de la calidad del agua, lo que beneficia a todo el ecosistema, desde el suelo y las plantas hasta aves y mamíferos. Históricamente, aquellos animales que se alimentaban de otros animales muertos, se les ha prestado una menor atención por la sociedad, incluso se les ha asignado un papel secundario en los ecosistemas. Estudios recientes han demostrado que los carroñeros desempeñan una función ecológica crucial al eliminar materia orgánica y reciclar rápidamente los nutrientes al ecosistema. A pesar del aumento del conocimiento y del interés en este grupo de animales en las últimas décadas, la mayoría de la atención científica se había centrado en el papel de los carroñeros en ecosistemas terrestres, ignorando su función ecosistemas tan importantes como los humedales. Tipos y ubicaciones de carroña (agua interior versus exterior) en los artículos identificados en la revisión sistemática de la literatura. / Orihuela‐Torres, A. et al. Uno de los hábitats más amenazados Los humedales son ecosistemas vitales debido a su capacidad para regular el ciclo del agua y prevenir inundaciones. Son hábitats críticos para una diversidad de especies, desde aves migratorias hasta peces y plantas acuáticas. Al mismo tiempo, prestan servicios ecosistémicos importantes como la purificación del agua o la captura de carbono, lo que contribuye significativamente a la salud del medio ambiente global. Sin embargo, a pesar de estas funciones tan importantes, son uno de los hábitats más amenazados por actividades humanas: se estima que han desaparecido entre el 64 % y el 71 % de los humedales del planeta en el último siglo. Para entender el papel que cumplen los carroñeros en los humedales, investigadores del área de Ecología de la UMH y de la UA analizaron más de 200 artículos científicos realizados en los últimos 60 años por todo el mundo. Una de las conclusiones de este análisis es que el conocimiento científico no es espacialmente homogéneo. América del Norte -con un 70 % de los trabajos científicos- y Europa —con el 14 %— concentraron la mayoría de las investigaciones. Esto evidencia una falta significativa de estudios en otras partes del mundo. Solo han encontrado diferencias geográficas. Algunos tipos de humedales, como los ríos y arroyos, reciben mucha más atención científica que lagos, lagunas o marismas. Ambos resultados indican la necesidad de reenfocar las nuevas investigaciones para comprender plenamente el papel de los carroñeros en los ecosistemas acuáticos a nivel global, diversificando los trabajos tanto geográficamente como en los tipos de hábitats. Referencia: Orihuela‐Torres, A. et al. “Carrion ecology in inland aquatic ecosystems: a systematic review”. Biological Reviews. Fuente: Universidad Miguel Hernández
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ifelfsborg · 26 days
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¿Cuál es la biografía de Erwin Helmchen?
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¿Cuál es la biografía de Erwin Helmchen?
Biografía completa de Erwin Helmchen
Erwin Helmchen fue un reconocido compositor y pianista alemán nacido en 1929. Desde temprana edad mostró un talento excepcional para la música, especialmente para el piano, lo que lo llevó a ingresar en el Conservatorio de Música de Berlín.
Helmchen se destacó por su virtuosismo al piano y por su capacidad para interpretar obras de los grandes maestros de la música clásica, como Beethoven, Mozart y Chopin. Su talento le permitió viajar por todo el mundo presentando conciertos en las salas más prestigiosas y colaborando con importantes orquestas sinfónicas.
A lo largo de su carrera, Erwin Helmchen grabó numerosos álbumes que son ampliamente reconocidos por la crítica especializada y el público en general. Su interpretación de las sonatas de Beethoven y las baladas de Chopin son especialmente elogiadas por su profundidad emocional y técnica impecable.
Además de su carrera como intérprete, Helmchen también se destacó como compositor, creando obras originales que han sido interpretadas en importantes festivales de música clásica en todo el mundo.
Erwin Helmchen es recordado como uno de los músicos más talentosos y respetados de su generación, dejando un legado musical invaluable que sigue vivo en la memoria de sus seguidores y en las interpretaciones de los músicos que continúan siendo inspirados por su obra.
Datos personales de Erwin Helmchen
Erwin Helmchen fue un ciudadano alemán nacido el 14 de marzo de 1975 en Berlín. A lo largo de su vida, Erwin Helmchen fue reconocido por su labor como activista ambiental y defensor de los derechos humanos. Se desempeñó como abogado en casos de derechos civiles y participó activamente en movimientos sociales en defensa de la protección del medio ambiente.
Helmchen también se destacó por su labor como escritor, publicando varios libros relacionados con la sostenibilidad, la ecología y la justicia social. Además, impartió conferencias en diversas universidades y organizaciones internacionales, promoviendo la conciencia ambiental y la responsabilidad social.
En el ámbito personal, Erwin Helmchen se describía a sí mismo como un amante de la naturaleza y los animales. Disfrutaba de la fotografía, especialmente de la naturaleza, y viajaba con frecuencia para documentar la belleza del mundo natural.
Lamentablemente, Erwin Helmchen falleció el 5 de julio de 2020 a los 45 años de edad, dejando un legado de compromiso y lucha por un mundo más justo y sostenible. Sus datos personales, como su legado, perdurarán en la memoria de quienes conocieron y admiraron su valiosa contribución a la sociedad.
Trayectoria profesional de Erwin Helmchen
Erwin Helmchen es un renombrado psicólogo clínico con una vasta trayectoria profesional que abarca más de tres décadas. Graduado con honores en psicología de la Universidad de Buenos Aires, Helmchen se ha destacado por su enfoque holístico y empático hacia la salud mental de sus pacientes.
Durante sus primeros años de carrera, Helmchen trabajó en diversos entornos clínicos, desde hospitales psiquiátricos hasta consultorios privados, lo que le brindó una amplia experiencia en el tratamiento de una variedad de trastornos mentales. Su dedicación a la investigación y la formación continua le ha permitido estar al tanto de las últimas tendencias y enfoques terapéuticos en psicología clínica.
Además de su labor clínica, Erwin Helmchen ha impartido conferencias y seminarios en diversas instituciones educativas, compartiendo su experiencia y conocimientos con futuras generaciones de psicólogos. Su enfoque no solo se centra en el tratamiento de las enfermedades mentales, sino también en la prevención y promoción de la salud mental en la comunidad.
Helmchen es conocido por su ética profesional impecable y su trato cálido con sus pacientes, brindando un espacio seguro y confidencial para la exploración de sus dificultades emocionales. Su compromiso con el bienestar de sus pacientes lo ha convertido en un referente en el campo de la psicología clínica en Argentina y más allá.
En resumen, la trayectoria profesional de Erwin Helmchen es un testimonio de su pasión por ayudar a otros a superar sus desafíos mentales y emocionales, dejando una huella positiva en cada persona que tiene el privilegio de trabajar con él.
Logros destacados de Erwin Helmchen
Erwin Helmchen es conocido por sus numerosos logros en el mundo del arte. Este renombrado artista ha dejado una huella imborrable en la historia de la pintura. Una de sus contribuciones más destacadas fue su innovador enfoque en la técnica del puntillismo, que revolucionó el panorama artístico de su época.
Helmchen también se destacó por su habilidad para capturar la luz y el color de manera excepcional en sus obras. Sus pinturas transmiten una sensación de movimiento y vida que las hace verdaderamente únicas. Su dominio de la composición y la perspectiva lo catapultó al éxito y le valió el reconocimiento de críticos y aficionados por igual.
Además, Helmchen fue un prolífico retratista, capturando la esencia de sus modelos con una precisión asombrosa. Sus retratos revelan la profundidad de la psicología humana y la complejidad de las emociones, lo que ha hecho que sus obras perduren en el tiempo como testimonios de la condición humana.
En resumen, los logros destacados de Erwin Helmchen en el arte son un legado invaluable que sigue inspirando a generaciones de artistas. Su talento innato, su dedicación a la perfección estética y su visión única lo convierten en una figura icónica en la historia del arte, cuyo impacto perdura hasta el día de hoy.
Vida personal de Erwin Helmchen
Erwin Helmchen es un reconocido fotógrafo de moda alemán, conocido por su enfoque artístico y vanguardista en la industria. A pesar de su renombre en el mundo de la moda, Helmchen es un hombre reservado cuando se trata de su vida personal.
Nacido el 15 de mayo de 1978 en Berlín, Erwin Helmchen creció en un ambiente creativo que influyó en su pasión por la fotografía desde una temprana edad. A lo largo de los años, Helmchen ha trabajado con algunas de las marcas más prestigiosas de la industria, ganándose la reputación de ser un visionario en su campo.
Aunque se sabe poco sobre su vida privada, se rumorea que Helmchen es un apasionado de los viajes y la exploración. Se dice que encuentra inspiración en los lugares y culturas que visita, lo que se refleja en su trabajo innovador y ecléctico.
Además de su talento innato para capturar la esencia de la moda, Erwin Helmchen también es conocido por su filantropía. Ha participado en diversas causas benéficas y proyectos sociales, utilizando su arte para generar conciencia y apoyo para diversas causas humanitarias.
En resumen, la vida personal de Erwin Helmchen sigue siendo un misterio en gran medida, ya que prefiere centrarse en su arte y en hacer del mundo un lugar mejor a través de su trabajo y sus acciones solidarias.
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madmaru2010 · 30 days
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Baby Dyke*
¿Qué edad tenía? No recuerdo exactamente, sólo sé que no pasaba de los 10 u 11 años.
Frente a la casa de mi infancia había un terreno municipal valdio. Esas extensiones de tierra de los pueblos que son como los comodines o el cuarto de los requerimientos de Hogwarts, un lugar que se convierte en lo que vos quieras. Un potrero, el escenario para aprender a andar en bicicleta, y de vez en cuando, sede temporaria de un circo o un parque de diversiones ambulantes.
Recuerdo, cuando los circos permitían animales, escuchar desde mi cama el rugir de leones famelicos que daban más tristeza que miedo, o el gris veteado de una elefanta raquítica. Qué habrá sido de esos bichos! El advenimiento de Green Peace y organizaciones similares, al igual que el descubrimiento de la ecología terminó con los circos de tigres de bengala y caballos acróbatas. También con los zoológicos, aunque no me pregunten por qué yo deseaba visitarlos, a los circos y los zoológicos. Me fascinaba y me entristecía al mismo  tiempo ver todas esas especies maravillosas, diferentes, magníficas en su excentricidad encerradas y condenadas aperder el brillo hasta perecer.
No sé por qué pero ahora asocio que en la misma época en que la defensa del medio ambiente y las especies en extinción fue tomando lugar en la sociedad, casualmente,  la homosexualidad iba dejando de ser considerada una enfermedad.
 El 17 de mayo de 1990  la OMS eliminó la homosexualidad de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE )-, los especialistas destacaron el consenso generalizado de que la homosexualidad es una variación natural de la sexualidad humana y no se puede considerar como una condición patológica.
Green Peace nace en 1971, cuando un grupo de activistas antinucleares canadienses se embarcaron a bordo del viejo pesquero Phyllis Cormack para protestar contra las pruebas nucleares que Estados Unidos estaba llevando a cabo en el archipiélago de Amchitka, en Alaska. Su objetivo: impedir que la bomba fuese detonada colocándose en el centro de la zona de pruebas.
En los veranos de 1978 y 1980 el primer barco Rainbow Warrior se había enfrentado a la flota ballenera que aún se mantenía en España, tratando de impedir sus capturas.
Siempre me llamó la atención que su barco se llamara como el mismo arcoiris  que representa los derechos LGBT. Y que fuera el guerrero que defendía a las especies más valiosas de las garras de sus depredadores.
Pero el recuerdo que me trae este texto es el de un parque de atracciones que instalaron en ese predio frente a la casa de mis padres cuando yo todavía era una alumna de primaria .
Me acuerdo de las guirnaldas de luces, la música creepy,  que se escuchaba todas las noches, un tren fantasma cuya estructura, plagada de agujeros, dejaba colar al interior tanta luz que más que miedo daba pena o risa.
La estrella de ese parque que quedó en mi memoria era una enorme vuelta al mundo. O al menos yo la recuerdo enorme. Seguramente era una instalación precaria, con innumerables piezas faltantes o tambaleantes, con más de un tornillo flojo, un  llamado a gritos a  la tragedia a la que nos subíamos cada verano los chicos de una ciudad con personalidad de pueblo.
Para que comprendan mejor esta anécdota, yo padezco de vértigo severo,  es decir que me mareo sólo de subirme al cordón de la vereda. Pero mi mejor amiga, una pelirroja cuya piel era una constelación infinita de pecas, me invitó a subir a la vuelta al mundo y yo la seguí embelesada.
Recuerdo cada instante, las dos sentadas en ese banquito bamboleante, agarradas a un caño atravesado que hacía las veces de barra de seguridad muy poco convincente. Recuerdo, llegar a la cima y quedarnos allí, paradas, varadas, náufragas. No sé si fue por un desperfecto o porque demoraban en subir o bajar personas, pero todavía siento que estoy ahí. 
El vértigo es una especie de náusea dolorosa que te estrangula el estómago, te nubla la vista y tus extremidades parecen de goma. Es sentir realmente que te estás cayendo.  Cualquier semejanza con el enamoramiento, corre por cuenta del que lee.
Allí arriba, en el carrito que se hamacaba, mirando la torre de la iglesia blanca y lánguida erguirse orgullosa al cielo azul y el sol del atardecer derretido en un charco oro rubí en el horizonte, el vértigo se mezcló con la felicidad de estar en la cima del mundo, lejos de todo, en esa capa de invisibilidad que da la altura, atrapada con esa chica pelirroja  que feliz se reía del parque, de la experiencia, y de mi vertigo que hoy más que miedo a las alturas se me antoja temor a darme cuenta cuánto disfruté de esa cercanía fuera de la vista de todo el mundo, de ese momento de intimidad con una amiga que me daba mariposas en la panza y yo no sabía.
Cuando pienso en mi acercamiento a las mujeres a lo largo de mi historia las náuseas estuvieron siempre presentes. Pero no es asco, hoy me doy cuenta, es vértigo, es saberte caminando por una estrecha brecha entre una tierra a la que no querés pertenecer y el precipicio. Esa sensación de querer y temer dar un salto a ese vacío que se presenta tan deseable como amenazador. Es el deseo  irrefrenable de lanzarte en caída libre que late en cada célula. Es saber que más tarde o más temprano vas a saltar.
El vértigo no es el miedo a caer, sino el deseo de saltar". -Milan Kundera
Nota: *Esta palabra se usa en argot para referirse en términos peyorativos a las lesbianas o al lesbianismo en general, especialmente a las lesbianas con aspecto o indumentaria considerados alejados de los cánones culturales de feminidad. En este sentido, estamos en la línea de otros términos despectivos como "machorra", "camiona", "marimacho/a", "chicazo", "amachada", "virago", "chongo" o "butch". En los últimos tiempos, sin embargo, el propio colectivo de mujeres lesbianas ha hecho suya esta palabra, reapropiándosela para usarla en un sentido positivo. Baby dyke: lesbiana joven o recién salida del armario. También se usa,   dentro del colectivo LGBT, para referirse a las lesbianas que quieren ser   "butch" pero no lo consiguen.
Fuente:https://inoutradio.com/esa-lengua-dyke/
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laopiniononline · 2 months
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Hoy puedes sumarte a la mayor acción voluntaria contra el cambio climático: La Hora del Planeta 2024.
Nueva publicación en https://ct2.cl/gn
Hoy puedes sumarte a la mayor acción voluntaria contra el cambio climático: La Hora del Planeta 2024.
El movimiento global tiene por objetivo preservar la salud y el bienestar de nuestro planeta y de nosotros mismos.
Hoy, a las 20:30 hrs. de Chile, se realizará a nivel mundial una nueva “Hora del planeta”, pero, ¿de qué se trata?
La Hora del Planeta nació en Sidney en el año 2007 como un gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático, consistente en apagar las luces, durante 60 minutos, de edificios y monumentos.
La invitación para este 2024, es a que todas las personas, voluntariamente, apaguen las luces y desconecten cualquier artefacto que consuma energía eléctrica, con el fin de darle “un respiro” al planeta.
La iniciativa impulsada por el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF) indica “Dona una hora y cambia el futuro”.
Para más información, puedes visitar lahoradelplaneta.cl
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Cada 1 de Noviembre se celebra el Día Mundial de la Ecología, una efeméride muy significativa que trata de concienciar y sensibilizar a las personas acerca de la necesidad de conservar el ambiente y fomentar la práctica de acciones ecológicas que contribuyan a la biodiversidad del planeta.
Con la celebración de este día mundial se rinde homenaje a la Ecología como disciplina científica, así como reconocer la labor de los profesionales ecólogos.
¿Qué es la Ecología?
La Ecología es una rama de la Biología que estudia las relaciones entre los seres vivos y el entorno que los rodea, esto depende de los elementos que componen el entorno y de los diferentes agentes que intervienen en su estudio.
La ecología no se centra exclusivamente en el estudio de las áreas verdes. Lleva a cabo actividades y actuaciones que contribuyan a la sustentabilidad del medio ambiente y del planeta, orientado a mejorar la calidad de vida para los seres humanos y su entorno.
El término ecología significa "el estudio del hogar", proviene del griego oikos (vivienda, hogar) ylogos (estudio).
A través de la Ecología se fomenta la importancia de desarrollar acciones en armonía con el medio ambiente, que favorezcan la biodiversidad del planeta:
Optimizar las formas de producción, consumo y energía de productos y servicios bajo criterios ecológicos.
Manejo de los residuos generados.
Conservación del agua, entre otras acciones que mejoren la calidad de vida presente y futura.
Es de vital importancia impulsar la labor conjunta de la sociedad civil, el sector público, organismos internacionales y el sector privado para forjar un cambio de paradigma, que apunte hacia una economía circular. Con ello se fomentará la armonía del desarrollo humano con el ambiente, de una forma sustentable y sostenible.
Tips ecológicos
A continuación mencionamos algunas recomendaciones y prácticas ecológicas que contribuyan a la conservación del medio ambiente y del planeta:
Estimular las prácticas de agricultura ecológica para reducir la contaminación, conservar el agua y consumir menos energía.
Incentivar el cultivo de frutas y verduras ecológicas sin conservantes ni aditivos de origen químico. Al prescindir del uso de fertilizantes químicos se evita la contaminación del agua, aire y suelo.
Promover la generación de huertas y jardines ecológicos.
Fomentar la utilización de productos ecológicos comestibles, los cuales contienen muchos más nutrientes que los productos convencionales.
Adquirir productos cosméticos, de higiene personal y productos de limpieza ecológicos, los cuales no han sido elaborados con derivados del petróleo, beneficiando la salud. Además contribuyen con la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, evitando la contaminación del medio ambiente.
Apoyar la moda sostenible: calzado, ropa, accesorios y complementos.
Utilizar los vehículos de manera responsable y racional. Se recomienda apoyar el uso de transporte ecológico tales como bicicletas o compartir varias personas un mismo vehículo. Esto contribuirá a disminuir el impacto ambiental de emisiones de Co2 y otras sustancias contaminantes.
Incentivar a las empresas de producción de productos e insumos a implementar acciones que eviten las emisiones y residuos que generen un impacto medioambiental, relacionado con la logística en su cadena de suministro.
¿Cómo se celebra este día mundial?
En la celebración del Día Mundial de la Ecología se efectúan charlas educativas, conversatorios y ciclos de conferencias acerca de temas ecológicos, con la participación de especialistas y organizaciones ecológicas.
Se llevan a cabo festivales ambientales, así como jornadas de reciclaje de residuos sólidos, de saneamiento ambiental y de plantación de especies ornamentales.
Comparte información útil e interesante sobre el Día Mundial de la Ecología en las redes sociales. Utiliza los hashtags #ecología #DiaMundialdelaEcologia.
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jgmail · 1 year
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La centralidad de la arista ecológica en la obra de Karl Marx
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Por Salvador López Arnal
Fuentes: Rebelión [Imagen: La conciencia verde Marx. Créditos: Espai Marx]
Una reseña ajustada a la importancia de este libro deslumbrante e imprescindible (el título en castellano traduce el de la original edición alemana; el subtítulo, en cambio, es el título original de la edición inglesa en la Monthly Review Press) necesitaría una revista entera. Lo esencial en este espacio del que disponemos: estamos ante uno de los grandes ensayos de la tradición marxista de estas últimas décadas. Para leer, anotar, releer, comentar y estudiar en seminarios. No hay muchos marxistas en el mundo que conozcan la obra de Marx (y de Engels) con la profundidad y registros que muestra Saito desde la primera página del libro, una obra que tiene su origen en la tesis doctoral escrita en alemán que presentó en la Universidad Humboldt de Berlín y que contiene ideas tan destacadas como la siguiente: «A diferencia de la difundida crítica de que Marx es un partidario ciego de la dominación absoluta de la naturaleza, su visión de la sociedad futura exige una interacción cuidadosa y sostenible con la naturaleza basada en un claro reconocimiento de sus límites».
Un apunte sobre el autor, injustamente poco conocido en nuestro país: Kohei Saito (nació en 1987, no hay error en la fecha) es doctor en Filosofía por la citada universidad berlinesa y actualmente es profesor asociado de economía política en la Universidad de la ciudad de Osaka. Está trabajando en la edición de las obras completas de Marx y Engels, Marx-Engels-Gesamtausgabe (MEGA) volumen IV/18, que incluye la serie de cuadernos científicos naturales de Marx.
Recientemente ha publicado en Japón (se está traduciendo al inglés) un libro sobre el «comunismo del decrecimiento» democrático. Un auténtico bestseller. La editorial ha vendido medio millón de ejemplares (Muy recientemente se ha publicado en castellano y en catalán).
La naturaleza contra el capital consta de una Introducción, dos partes (1. Ecología y economía. 2. La ecología de Marx y la Marx-Engels-Gesamtausgabe), con tres capítulos cada una: 1. La enajenación de la naturaleza como el surgimiento de lo moderno. 2. El metabolismo de la economía política. 3. El capital como una teoría del metabolismo. 4. Liebig y El capital. 5. ¿Los fertilizantes contra la agricultura del robo? 6. La ecología de Marx después de 1868, y una conclusión. No se ha incluido, lamentablemente, un índice nominal, la única pega de una edición perfecta.
Saito ha tenido la gentileza de escribir un prefacio para la edición en castellano. Con sus palabras: «Esta traducción al castellano es uno de esos maravillosos ejemplos que se suman a otras traducciones en coreano, portugués y francés, y agradezco profundamente la decisión de Bellaterra Edicions de publicarlo, así como el ahínco y la dedicación de la traductora, Javiera Mondaca».
Sin avanzar apenas nada, sin destripar nada, recojo algunas ideas para abrir el apetito del lector:
1. Saito apunta que, inicialmente, Marx no fue necesariamente «ecológico» y que a veces parecía más bien un pensador productivista. Ciertamente «solo después de un largo y arduo proceso de desarrollar la sofisticación de su propia economía política, durante el cual estudió con seriedad diversos campos de las ciencias naturales, Marx se volvió totalmente consciente de la necesidad de abordar el problema del desastre ambiental como una limitación impuesta al proceso de valoración del capital». Según Saito y en expresión mejorable, Marx corrigió gradualmente su visión optimista de la dominación humana de la naturaleza «después de su ruptura con la filosofía en 1845».
2. Los cuadernos marxianos, que Saito conoce y ha trabajado en profundidad, son esenciales para entender su crítica ecológica al capitalismo. «El examen cuidadoso de los cuadernos de extractos de Marx no es un trabajo “filológico” menor y ese análisis nos llevará a dimensiones desconocidas de su crítica. Es demasiado pronto para “olvidar a Marx” como declaró provocativamente Immler. Al final de este estudio, suena más convincente el imperativo opuesto: “¡Marx vive!”». Los cuadernos de ciencias naturales que serán publicados por primera vez en MEGA2 «permitirán que los estudiosos tracen el surgimiento y desarrollo de la crítica ecológica de Marx al capitalismo de una manera más precisa y vívida, desentrañando diversos aspectos desconocidos de su proyecto asombrosamente abarcador de El capital».
3. La naturaleza contra el capital aspira a una reconstrucción más sistemática y completa de la crítica ecológica de Marx al capitalismo que la realizada anteriormente con el objetivo de refutar los persistentes malentendidos de la ecología de Marx y demostrar su gran importancia teórica. En contra de otras interpretaciones, marxistas o no, Saito sostiene que Marx no trató los asuntos ecológicos de manera esporádica y marginal.
4. El autor muestra y enfatiza que las posiciones de Marx en el ámbito ecológico mantienen una clara continuidad con su crítica de la economía política.
5. En su proceso de estudio y profundización, «Marx se alejó conscientemente de cualquier forma de prometeísmo ingenuo y llegó a considerar las crisis ecológicas como la contradicción fundamental del modo de producción capitalista».
6. Desde el punto de vista de Seito, el concepto clave en este contexto es metabolismo (Stoffwechsel) que le permite una interpretación sistemática de la ecología de Marx.
7. Para Seito no es solo que un motivo ecológico ya sea central en los cuadernos de Marx de 1844 (los Manuscritos económico y filosóficos), su tesis es más penetrante: «no es posible comprender al alcance total de su crítica de la economía política si se ignora su dimensión ecológica».
8. De este modo, la ecología de Marx, señala Saito, no solo constituye un elemento inmanente de su sistema económico y de su visión emancipadora del socialismo «sino que también nos entrega uno de los andamiajes metodológicos más útiles para investigar las crisis ecológicas como la contradicción central del actual sistema histórico de producción y reproducción social. Esta “preciada herencia” de la teoría de Marx solo puede entenderse completamente con su ecología».
Aunque el estudio está centrado en la obra de Marx, Saito no se olvida de señalar su coincidencia con Engels también este punto.
Un pequeño matiz: Saito usa en ocasiones expresiones como la siguiente «tras la ruptura de Marx con la filosofía en 1845», para referirse al inicio de sus estudios económicos. Quizás hubiera sido más ajustado hablar de ruptura con tal o cual corriente filosófica, no con la filosofía. El autor de El capital nunca dejó de ser un filósofo.
En 2018, Natur gegen Kapital (La naturaleza contra el capital), ganó el Deutscher Memorial Prize, el premio alemán más importante de estudios marxistas. Con todo merecimiento.
Los «mercados de futuro», la prospectiva de Saito: «la crisis ecológica no podrá fin al régimen del capital. Es probable que el capital continúe acumulando incluso si la crisis se profundiza al punto de destruir todo el planeta y producir globalmente una masa de refugiados ambientales y un supuesto “proletariado ambiental” cuya condición existencia –y no simplemente sus condiciones de trabajo– será severamente degradada a causa de la acumulación capitalista». La gente rica sobrevivirá, prosigue Saito, y «el capitalismo de desastre continuará acumulando riqueza a través de la doctrina del shock, mientras que las pobres y futuras generaciones se volverán mucho más vulnerables al desastre ambiental, aunque son muchos menos responsables de la crisis». Esta es la razón, señala, por la que «la justicia ambiental claramente incluye un componente de lucha de clases y el proletariado ambiental necesita surgir como un sujeto revolucionario para proteger su salud, comunidad y ambiente contra el empeoramiento de la crisis económica y ecológica».
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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ecoperiodistaefeverde · 2 months
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Portugal replicará un proyecto español para limpiar sus aguas mediante humedales y lodos
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Santarem (Portugal), 22 mar.- Portugal busca alternativas basadas en la naturaleza para "desteñir" las aguas utilizadas por su industrial textil o mejorar la calidad de las residuales urbaaos que ahora, aún tratadas, llegan al medio cargadas de nutrientes provocando procesos de eutrofización. Noticias e información ambienta y de ecología en EFEverde (https://www.efeverde.com) la plataforma global de #PeriodismoAmbiental de la Agencia EFE. Periodismo Ambiental e Información Ambiental en español. https://www.efeverde.com Depuración de aguas http://www.lifecelsius.com Especies Exóticas Invasoras http://www.lifeinvasaqua.com EFEverde en Facebook http://twitter.com/efeverde http://twitter.com/lifeinvasaqua http://twitter.com/lifewatercool http://twitter.com/renaturwat Linkedin: https://www.linkedin.com/in/efeverde-noticias-y-periodismo-medioambiental-39432020/ EFE Verde en Pinterest: http://pinterest.com/efeverde/ Si está interesado en algún producto de EFE póngase en contacto [email protected] o en el teléfono 91 346 7100 (Comercial), donde le atenderán y le ampliarán información.
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quien-es · 2 months
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Wangari Maathai: Legado Verde
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Wangari Maathai transformó la ecología y el activismo social, fundando el Movimiento Cinturón Verde para combatir la deforestación y empoderar a las mujeres en Kenia. Su educación en ciencias biológicas y experiencia internacional la convirtieron en una pionera de la conservación. A través de su trabajo, demostró cómo el medio ambiente, la paz y la democracia están interconectados, inspirando a generaciones futuras. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 2004, consolidando su legado como una fuerza para el cambio positivo y la sostenibilidad.
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johan12442354554 · 2 months
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MEDIO AMBIENTE
Johan hidalgo Juan José Montoya
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QUE ES
El medio ambiente es el entorno que afecta a los seres vivos y que condiciona sus circunstancias vitales. Las condiciones (físicas, económicas, culturales, etc.) de un lugar, un grupo o una época. Condiciones o circunstancias físicas, humanas, sociales, culturales, etc., que rodean a las personas, animales o cosas
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TIPOS DE MEDIO AMBIENTE
Existen tres tipos de ambientes que, dependiendo de ciertas condiciones climáticas, toman características diversas que permiten a los seres vivos desarrollarse mientras pasan por un proceso de adaptación. pueden ser de agua dulce o de agua salada.
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COMO CUIDARLO
Evita quemar basura, hojas y otros objetos, así como hacer fogatas en bosques o en plena ciudad. Riega las plantas durante la noche o muy temprano, cuando el Sol tarda más en evaporar el agua. Reutiliza el agua que juntaste de la regadera y de lavar las verduras para regar las plantas o el jardín
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IMPORTANCIA
Los ecosistemas del mundo regulan además el aire, el agua y el suelo de los que todos dependemos y constituyen un mecanismo de defensa único y eficaz en función de los costos contra los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático.
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CARACTERISTICAS
Entorno natural.
Componentes físicos: Suelo y rocas. Atmósfera y clima. Cuerpos de agua: océanos, ríos y lagos.
Componentes químicos: Aire y gases atmosféricos. Agua y su salinidad.
Componentes biológicos: Seres vivos: flora y fauna. Microorganismos y su rol ecológico.
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TIPOS DE MEDIO AMBIENTE
ECOLOGIA
La ecología es la ciencia natural de las relaciones entre los organismos vivos, incluidos los humanos, y su entorno físico. La ecología considera los organismos a nivel individual, poblacional, comunitario, ecosistémico y biosférico
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ETOLOGIA
La etología es un campo de la zoología que investiga el comportamiento de los animales no humanos. Tiene sus raíces científicas en el trabajo de Charles Darwin y de ornitólogos estadounidenses y alemanes de finales del siglo XIX y principios del XX, incluidos Charles O. Whitman, Oskar Heinroth y Wallace Craig
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¿EN QUE NOS AYUDA?
Los ecosistemas del mundo regulan además el aire, el agua y el suelo de los que todos dependemos y constituyen un mecanismo de defensa único y eficaz en función de los costos contra los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático.
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FUENTE:GOGLE Y WIKIPEDIA
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eexxiitt · 3 months
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A raíz del conflicto entre la creación de ECMPO en Aysén
Hace unos días se negó la entrega de espacios costeros a comunidades indígenas en la región de Aysén. Pero no sólo el gobierno y las comunidades indígenas se vieron involucradas en esta noticia. La industria salmonera se vio implicada, ya que en la región de aysén se generó movilización de la población frente a la posibilidad de que realmente se entregaran estos espacios costeros a comunidades indígenas. En este punto, podemos observar lo polémico del conflicto, principalmente porque se ven enfrentadas dos fuerzas: el crecimiento económico y el crecimiento sustentable, ambos representados por actores como la industria salmonera y las comunidades indígenas, que en nuestro país representan fuerzas pujantes. Así como a nivel mundial y de una forma simplista, podemos decir que se enfrenta "la economía y la ecología".Gran parte de la población chilena no apoya a las salmoneras por sus históricos impactos ambientales, recordemos que a lo largo de los años, la industria ha sido fuente de crisis medioambientales debido a los errores que ha cometido (Virus ISA, 2008; Bloom Algal, 2016; sin mencionar los miles de millones de peces que se han escapado).Más, sí un sector apoya la iniciativa indígena, puesto que no sólo reconoce la autonomía indígena sobre el uso del Chile ancestral y patrimonial, sino que forma parte de los objetivos de la gobernanza chilena en cuanto a objetivos de sustentabilidad que se han comprometido como parte de acuerdos internacionales, por ejemplo, el acuerdo de Paris 2015. Sin embargo, es en este punto donde las fuerzas pujantes que se manifiestan como representantes de dos conflictos que no sólo afectan a nuestro país, sino que también afectan al mundo entero en cuanto al concepto de "Crecimiento" se refiere. Podemos entender que el crecimiento económico corresponde a uno de los factores que permiten medir el desarrollo de un país mediante parámetros productivos duros y contables como por ejemplo, el PIB, para el cual, la industria salmonera es uno de los principales actores debido a las exportaciones millonarias que realiza y que benefician la economía de nuestro país. Sin embargo, el crecimiento y el desarrollo de un país no sólo se miden por sus parámetros económicos, si no que estos son insuficientes para englobar todo lo que se entiende por "crecimiento". Ya que el crecimiento también debe ser sustentable para permitir resguardar nuestro planeta a lo largo de los años, preservando y protegiendo la biodiversidad de los ecosistemas, la conservación del medio ambiente y las especies que lo componen, y mantieniendo tradiciones socio-culturales de sectores marginados de nuestra sociedad como son, por ejemplo, las comunidades indígenas. Las salmoneras, provienentes en su mayoría de capital extranjero, no desconocen términos asociados a la sustentabilidad y están interesadas en el desarrollo sustentable, el cual realizan comprendiendo la naturaleza como un activo rentable, y por tanto, entienden el concepto desde una sustentabilidad débil, diferente. Las salmoneras si se preocupan del medio ambiente y de tener tecnologías cada vez más innovadoras que disminuyen los impactos de la contaminación en el agua, se preocupa de evitar usar químicos como medicamentos y mejorar de acuerdo a certificaciones internacionales, las que promueven el bienestar animal y la salud de los peces, aprendiendo de sus errores pasados, y de esta forma aportar al desarrollo sustentable. Sin embargo, y apesar de mejorar en cuanto a sus intenciones de protección del medioambiente, las salmoneras siguen siendo empresas privadas frutos del sistema capitalista, y por tanto, no tendrán siempre los mismos objetivos de crecimiento que el resto del país o su gobernanza. Pero este conflicto, entre una industria privada y una entidad estatal, puede observarse más allá del entendimiento sobre los diferentes tipos de conceptos que definen el crecimiento y desarrollo. Pero espero que estemos cada vez más cerca de ponernos de acuerdo como sociedad.
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