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gentedealicante · 1 year
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Hogueras Alicante 2023 Programación Oficial
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notasfilosoficas · 7 months
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“Acá hay tres clases de gente: la que se mata trabajando, las que deberían trabajar y las que tendrían que matarse”
Mario Benedetti
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Fue un escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo, nacido en Paso de los Toros en mayo de 1920.
Fue hijo de Brenno Benedetti y Matilde Farrugia, quienes lo bautizaron con el nombre de Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia.
Vivió en Paso de los Toros los primeros tres años de su vida, y cambió de residencia a Tacuarembó por asuntos de negocios de su familia.
Estudió de manera incompleta hasta la secundaria en 1935 en donde abandonó la misma por problemas económicos, continuando de manera libre.
A los 14 años trabajó en una empresa de repuestos para automóviles, y posteriormente se desempeñó en múltiples oficios para ganarse la vida.
En 1946, se casó con Luz Lopez Alegre, con quien permanecería casado hasta el fallecimiento de ella en el 2006.
En 1944, dirigió una revista literaria y publicó un libro de ensayos integrados. En 1945 se unió al equipo de redacción de un semanario en dónde permaneció hasta 1974, año en que fue clausurado por el gobierno de Juan María Bordaberry quien fuera presidente constitucional de 1972 a 1973 y dictador de 1973 a 1976.
A partir de 1950, se convirtió en uno de los miembros del consejo de redacción de una de las revistas mas destacadas de la época, y en 1964 trabajó como crítico de teatro, y en una pagina literaria semanal de un diario.
Por su posición política y tras el golpe de estado de 1973, Benedetti abandonó Uruguay exiliándose en Buenos Aires Argentina y posteriormente a Perú en donde fue detenido, deportado y amnistiado para luego instalarse en Cuba de agosto de 1975 a fines de 1979. Un año después residió en Madrid España y posteriormente en la Isla de Mallorca.
Es durante su exilio que publica dos de sus mejores poemarios; Poemas de Otros en 1974 y La casa de ladrillo en 1977, ese mismo año, publica una de sus novelas más conocidas; Primavera con una esquina rota.
En 1985, Benedetti regresa a Uruguay, en donde es nombrado miembro del consejo editor de un nuevo semanario dando continuidad al proyecto interrumpido en 1974.
A lo largo de su vida Benedetti recibió múltiples reconocimientos y distinciones, incluyendo un doctorado Honoris Causa por la Universidad de Alicante.
Su extensa obra abarcó géneros narrativos, dramáticos y poéticos. Fue autor de ensayos y el Cantante Joan Manuel Serrat musicalizó varios de sus poemas en el disco “El sur también existe”.
Mario Benedetti fallece en mayo de 2009 en su casa de Montevideo a los 88 años de edad. Fue sepultado en el panteón Nacional de Montevideo reuniendo a cientos de ciudadanos, personalidades y amigos del escritor.
Fuente Wikipedia.
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idollete · 3 months
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https://twitter.com/purehroines/status/1768056800182518239?t=s-czf-amgOE2mzyDRwAJIg&s=19
A perna de alicante do homem de vcs aí (o zíper que nem fechou direito (pouco volume hein))
VI ESSE VÍDEO HJ E MORRI. essa mania dele se parar em pé com as pernas abertas desse jeito é engraçada demais porém makes me go ABSOLUTELY FERAL porque chama atenção e quando eu menos espero tô olhando as pernas deste homi QUE ÓDIO ENZO VOGRINCIC PARE JÁ
gente sério eu vou parar de responder ask antes de dormir pq vcs ACABAM COM A MINHA VIDA EU TO LOUCA
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Emma a Bruce
Querido Bruce
¡Lo hicimos! ¡La maldición está rota! ¡Rupert es libre! ¡Larga vida a Rupert!
En retrospectiva, fue insano lo mucho que tratamos de hacerlo por nuestra cuenta. Debimos saber que cuando finalmente tuvieramos éxito, necesigariamos un equipo completo presente, en este  caso Jem, Tessa, Kit y Magnus. (Mina nos asistió levantando la moral y dibujando sobre todo con su estela de juguete.)
Todo el mundo sigue aquí, también, y podemos relajarnos un poco en una casa recién des-maldecida. Realmente es bastante hogareño, ahora que ha sido limpiado y, ya sabes, se disipó su aura demoníaca). Todos menos Magnus, que partió esta tarde con mucha prisa por volver a Nueva York.
Nuevo párrafo para hablar de esto, en realidad, porque tengo muchas preguntas que no tienen respuestas y solo puedo preguntarte a ti, Bruce. Así que Magnus tenía prisa por regresar debido a una reunión que Alec está manteniendo con Luke y algunos otros Downworlders sobre los planes para negociar con la Cohorte. Está bien, pero siento que la Cohorte no tiene mucha influencia, ¿verdad? La situación es mucho peor para ellos que para nosotros. Deberíamos poder esperarlos, ¿no es así?
Quiero decir que tienen una ventaja simbólica, supongo. Todos somos Cazadores de Sombras y todos extrañamos a Idris y Alicante y lake Lyn y probablemente muchos de nosotros dejamos cosas allí que no podemos volver y oh cierto, también mucha gente vivió allí que ha tenido que evacuar por todo el mundo y quiere volver. Lo entiendo. Pero, como... ¿Qué están comiendo la Cohorte allí? Idris realmente no cultiva alimentos. ¿Están todos viviendo allí? ¿Criando cultivos? ¿Batir mantequilla? Es un poco difícil imaginar a Zara haciendo algo de eso. Pero nunca se sabe. Quiero decir, ni siquiera hay demonios contra los que luchar allí. Lo cual es un buen recordatorio de que los cazadores de sombras definitivamente no están destinados a atrincherarse en Idris, donde no hay demonios para que luchen. Siento que Raziel fue bastante claro en ese punto.
Deben estar perdiendo la cabeza allí. Espero que hayan encontrado algunos juegos de mesa o algo así.
Tal vez Zara se ha declarado Reina de por vida y no tiene que cultivar porque simplemente marcha amenazando con matar a cualquiera que no le cultive una papa en este instante.
O tal vez no hemos escuchado nada porque todos se comieron el uno al otro allí. O tal vez se amotinaron contra Zara y alguien más llega a amenazar con matar gente ahora.
Bien, finalicemos el reflexionar sobre la Cohorte. Estoy de buen humor, o estaba antes de comenzar esta entrada, de todos modos. Hemos estado pasando el rato con Jem y Tessa y Kit y es realmente genial. Pedimos en chino (los mensajeros de entrega siempre están un poco aterrorizados de subir por el camino de entrada, pero les damos una propina como locos, por lo que han comenzado a conocernos mientras hemos estado aquí). Encendimos velas, para el ambiente en lugar de para la magia oscura, ¡qué idea!, y comimos albóndigas hasta que estábamos demasiado llenos para movernos, algo que no he hecho desde la boda de Magnus y Alec. Aparentemente, si me ofrecen albóndigas, las comeré hasta que me convierta en una bola de masa. A eso le digo: nunca rechazaría convertirme en lo que más amo.
De todos modos. ¡Incluso Kit fue menos melancólico de lo habitual esta noche! Estaba saliendo con Round Tom y parecían llevarse bien. ¡Ah, y casi lo olvido! ¡Cómo podría olvidarlo! Los trabajadores encontraron un ataúd enterrado en el jardín. ¡Pero no había un cadáver horrible dentro, sino más bien un montón de cosas viejas! Usar un ataúd como cápsula del tiempo me pareció una elección extraña, pero Tessa y Jem hicieron algunas caras y algunos ruidos que sugerían que había una larga historia sobre la que tendremos que preguntar más adelante.
De todos modos, en el ataúd había UNA VAINA PARA CORTANA. Quiero decir, ¿en realidad? ¿Puedes creerlo? Tessa dijo que solía pertenecer a Cordelia Carstairs, quien fue la portadora de Cortana hace generaciones. La vaina necesita mucha limpieza (mucha limpieza) pero luego se puede reunir con Cortana. (Después de todo, creo que probablemente sea más posesión de Cortana que de cualquier otra persona; tal vez estarán felices de reunirse).
También había una espada para Julian, lo que solía ser una espada de la familia Blackthorn, pero esta es solo una empuñadura, su hoja está totalmente desaparecida, no tengo idea de por qué. Está hablando de reorganizarlo. Gran sorpresa, Round Tom conoce a un tipo. Triangular Jerry. No, estoy bromeando sobre el nombre, pero Round Tom realmente conoce a un herrero y él y Julian han comenzado a hablar sobre cómo hacerlo. (En realidad, lo que Round Tom quiere hacer es tener una fragua instalada en Chiswick, lo cual es una idea genial, pero ¿queremos otro proyecto de construcción además de todos los demás? Quiero decir, tal vez, tener una fragua aquí en la casa sería genial).
Oh, es posible que te estés preguntando sobre el anillo de Rupert, ya que no es como si pudiera llevarlo con él, y no ha regresado por él de una manera fantasma. Magnus lo comprobó y dijo que ya no había magia, solo un anillo ordinario que Tatiana debe haber encantado para atar a Rupert. Pero ninguno de nosotros lo va a usar, por supuesto. Así que lo pusimos en la repisa de la chimenea en el salón. Dónde permanecerá.
Los Gray-Carstairs-Herondaleses regresan a Cirenworth mañana. Ha sido realmente genial tenerlos aquí, pero ya sabes, será bueno tenerlos y que solo julian y yo estemos aquí en la casa, sin sentirnos espeluznantes todo el tiempo. Eso nos parece un buen momento.
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Bruce, los buenos tiempos se cancelan. Todo ha salido mal. Supongo que era un poco demasiado presumido sobre cómo iba todo; el universo tenía que venir y arruinarlo para mí.
Mina se ha ido.
Y por ido me refiero a secuestrada.
Y por secuestrada quiero decir, el secuestrador dejó una espeluznante muñeca de porcelana antigua (con ojos anchos y muertos, ugh) en su lugar, y una nota.
Acababa de terminar de escribir las cosas anteriores cuando escuché un grito horrible desde arriba y pasos fuertes, y salí para encontrar a todos reunidos en la habitación de Mina mirando con horror.
Inmediatamente pensé oh no, otra maldición, o la misma maldición, la maldición no ha terminado, y tal vez tú también lo hiciste, pero eso no es lo que es esto. Esto es algo completamente diferente. Algo que involucra hadas. Algo que involucra a Faerie.
Tess tomó la nota, la leyó y se la entregó a Jem con una mirada mala en su rostro. Julian ya estaba abriendo la ventana para ver si alguien podía ser visto afuera, y leí por encima del hombro de Jem:
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Texto original de @cassandraclare ©
Traducción del texto e imagen @carstairsa 
@secretsofblackthornhall
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Del cuaderno... (VIII)
OFICIO DE POESÍA
Particular observación
Yo en los años 80, en Alicante, tenía un amigo poeta que siempre decía que la poesía era «el resultado de una particular observación». No sé si esa frase la habría tomado él de algún otro autor —es posible—, pero en cualquier caso el dictum encierra una indudable verdad. Por mi parte, yo he dejado escrito en uno de mis libros de ensayo-ficción el siguiente aforismo: «No existe gente con buena memoria y gente con mala memoria; existe gente que se fija en lo que hace y gente que no se fija». En efecto: en el ojo está la clave; tenerlo o no tenerlo, esa es la cuestión. O mejor: cultivar o no cultivar la mirada. Amar —en definitiva— el mundo o despreciarlo; pues hemos de recordar que, como reza el refrán, no existe mayor desprecio que la falta de aprecio.
Dijo Joseph Conrad, en celebrada y muy repetida cita, que la labor del escritor —del artista— era ayudar al prójimo a ver. El poeta es aquel que ve, y ayuda a ver. Y el que a través de la empatía —creo que fue Goethe quien en uno de estos sentidos habló de la «educación por el dolor»— ayuda a sus lectores, mediante un proceso de identificación catalizado por la «alquimia del verbo», a entender.
El poeta es alguien que, en palabras de Cioran, «ha entendido»; y la poesía es el medio del que se vale para transmitir sus epifanías y hacer extensiva su percepción.
Tarea del zahorí
Dice Ortega que el amor es «zahorí, sutil descubridor de tesoros recatados», y que no es que no vea (vendados se le han supuesto tradicionalmente los ojos), sino que su función no es mirar, pues el amor es «luz, claridad meridiana que recogemos para enfocarla sobre una persona o una cosa», comportando por lo tanto «un grado superior de atención». Ese mismo fenómeno es el que se da en relación con la visión de mundo del poeta; de ahí que de este podamos afirmar que es, de alguna manera, un ser enamorado: su paisaje (por seguir con Ortega, parafraseándolo) es tan real como el del resto de la humanidad, pero mejor.
Potencia y hechos consumados
Según Balzac, el poeta ha de traducir sus percepciones en sensaciones de forma inmediata, pues —a causa de su temperamento— solo así puede aspirar a entenderlas; y es esa impulsividad la que lo convierte en un ser tan a menudo imprudente y temerario. El hombre de acción, por el contrario, mide y calibra sus actos antes de ejecutarlos (en otras palabras: «estudia sus jugadas»).
Es ciertamente una extraña paradoja: el poeta, que no hace nada, es un osado; el hombre de acción, que lo hace todo, examina con cuidado el terreno que se dispone a pisar. La aparente contradicción tiene, sin embargo, perfecto sentido: el arte solo puede ser aposteriorístico; las gestas en tiempo real —incluso aquellas, más modestas, de la vida cotidiana— han de triunfar o fracasar en el ínterin de su propio transcurso. Otra manera de expresarlo sería decir que el poeta vive en el ámbito de lo que en filosofía se denomina la pura potencia, mientras que el hombre de acción reside en la esfera de los hechos consumados.
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Riesgos de lo inefable
Poesía es estar, a la vez, en todos los planos de la realidad y la irrealidad; barajar la lengua en que dialogan entre sí las dimensiones. Poesía es amor, es miedo, es angustia, es cólera y júbilo, es Dios. Claro que hablar de lo inefable lleva consigo sus riesgos; y el menor de ellos no es precisamente la posibilidad de proferir necedades.
Vocación en marcha
Poesía es también tremulante vocación en marcha: un perpetuo ejercicio de nietzscheana «voluntad de poder»; un buscarse y alcanzarse y trascenderse, para luego buscarse otra vez; un eterno retorno al ser desde el ser. Dicho de otro modo: puro gozo —ecos hay aquí de San Juan de la Cruz— en permanente proceso de autoverificación.
Poesía eres tú
Y finalmente, poesía —Bécquer dixit— «eres tú». En los versos que siguen enfoco yo el asunto desde una perspectiva parecida, haciéndome consciente o inconsciente eco de la cándida boutade del romántico sevillano para definir a mi vez lo inenarrable y rematar con ello estos fragmentos:
«¿Qué es poesía?», me pregunta. Poesía, le respondo, es un rebaño de vacas cruzando mansamente un puente por encima de una autopista de montaña. Y me mira, y me sonríe, y eso (lo lleva puesto y no lo sabe) es también poesía. Y de la buena.
[07-10/02/24]
ROGER WOLFE
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fanficstwomoons · 7 months
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Incheon's Warlock
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Chanyeol percebia o ar começar a faltar em seus pulmões enquanto sentia o aperto cada vez mais forte em seu pescoço. Tentava se desprender de qualquer forma, mas era quase impossível, desfalecendo aos poucos até que o ar finalmente voltasse aos pulmões, fazendo-o engasgar por causa da entrada de ar repentina
— Você está distraído. Muito. — A garota comentou, vendo o chicote voltando a se enrolar nos braços até alcançar o pescoço e se tornar um colar em formato de serpente — Eu poderia ter te matado, você sabe.
O Park não disse nada, ainda estava de joelhos no chão esperando a respiração voltar ao normal enquanto encarava a bota de salto alto da garota que, assim como ele, estava vestida completamente de preto.
— Você está distraído. — A morena repetiu num suspiro. — É o Sehun de novo?
Perguntou, dessa vez estendendo a mão para ajudá-lo a se erguer. Chanyeol aceitou a ajuda e levantou-se com uma careta no rosto, finalmente tornando a olhar a mais baixa, que agora soltava o cabelo para amarrar em um rabo de cavalo alto outra vez, já que o penteado tinha se desfeito no meio da briga.
— Ele está atrasado, Soo — Chanyeol finalmente falou — Pela quarta vez seguida. Sehun está achando que isso é brincadeirinha de criança e simplesmente jogou as responsabilidades dele pro ralo por causa de uma fada. Uma fada!
Sooyoung estalou a língua contra o céu da boca, colocando uma mecha  que o elástico não conseguiu prender atrás da orelha.
— Eu acho que você tá focando no lance errado, sabe? O Sehun se envolver com uma fada é okay. Acho que ele o problema na verdade é a irresponsabilidade dele enquanto um caçador de sombras. — Comentou, pensativa. — Ainda assim, acho que a gente devia dar um desconto, né? Ele tá apaixonado e finalmente longe dos pais, então… Ele tem uma chance de viver o que ele sempre quis.
Chanyeol soltou uma risada sem humor.
— É tranquilo namorar uma fada? Sooyoung… Somos caçadores de sombras. Pensando em todas as criaturas do acordo, nós somos superiores. Sehun se envolver com alguém de fora, e pior… Uma fada… Não tem como ser ok.
A garota deu de ombros.
— Acho meio idiota da sua parte essa visão de que nós, caçadores de sombras, somos superiores. Somos meio humanos e meio anjos, e daí? No final das contas quem era o anjo incrível e etc, etc era o Raziel. Nós somos apenas os escolhidos por ele para fazer com que o mundo funcione bem.
— Apenas os escolhidos?
— Eu não vou entrar nessa discussão com você, Chanyeol. — A garota foi objetiva. — Você tem sua opinião e eu tenho a minha. Além de que, não sou sua Parabatai e nem mesmo sou o Sehun pra ouvir você falando merda até querer fazer com que eu enfie minha estela em meus olhos… Então, vamos nos poupar, certo?
O caçador de sombras suspirou e acabou assentindo com a cabeça a contragosto. 
Ser caçador de sombras sempre significou tudo para ele; caçadores de sombras eram criaturas que tinham em suas veias o sangue angelical. Há milhares de anos, um anjo, Raziel, ofereceu seu sangue em um cálice para um humano chamado Jonathan para que ele pudesse ter o dom angelical e assim, poder caçar e matar demônios que escapavam por entre portais e faziam mal a qualquer criatura que visse.
Os caçadores de sombra viviam em Alicante, uma cidade escondida onde apenas os próprios e os que fossem convidados por eles poderiam entrar. Ainda assim, existiam institutos separados por todo o mundo onde os caçadores de sombras mais novos treinavam e saíam em missões em busca de demônios para tentar manter a paz na terra. 
Além dos caçadores de sombras, haviam os vampiros, as fadas, os lobisomens e os feiticeiros e todos eles viviam em paz frente a um acordo que haviam feito há também milhares de anos atrás. Um não se envolvia no mundo do outro e seguiam assim, ainda que por vezes houvesse um conflito ou outro.
— Vamos de novo. — Chanyeol disse num tom firme, estalando o pescoço e ganhando uma risada da garota mais nova.
— Pra você apanhar de novo? Faça-me o favor, Park. Vai tomar banho e estudar o grimório. Hoje você não serve pra lutar nem com um humano.
— Você não tem amor à vida, não é, Sooyoung?
A garota esticou os lábios pintados de um batom rubro em um meio sorriso.
— Se eu tivesse, não seria uma caçadora de sombras, seria? 
Chanyeol negou com a cabeça e se permitiu sorrir levemente em resposta à garota antes de lhe dar as costas.
Sabia que a prima estava certa, não tinha qualquer concentração para treinar enquanto Sehun não chegasse.
Os dois se conheciam desde sempre. O Clã Oh e o Clã Park sempre viveram juntos em Alicante e foi natural que as duas crianças acabassem criando um vínculo que com o tempo cresceu ainda mais até que ambos decidiram que seriam parabatai um do outro. 
Para os caçadores de sombras, parabatai era o maior nível de confiança que poderia haver entre dois caçadores. Os Parabatai independem de gênero, mas era claro que ambos não podiam ter qualquer envolvimento amoroso. Era um amor e confiança puras e genuínas. Ambos marcavam a runa de parabatai um no outro e faziam um juramento frente ao Conselho.
Rogo não deixá-lo,
ou voltar após segui-lo;
Pois, para onde fores, irei,
E onde estiver, estarei;
Os teus serão os meus,
e teu Deus, o meu Deus,
Onde morreres, eu morrerei, e lá serei enterrado.
O anjo o fez para mim, mas também,
nada senão a morte partirá a mim e a ti.
Não é algo comum um caçador de sombras ter um parabatai, pois encontrar alguém de tal nível de confiança é muito raro, aqueles que encontravam são considerados abençoados. 
Os parabatais quando lutam juntos são ainda mais fortes e, quando um faz a runa na pele do outro, isso a torna ainda mais poderosa. Há quem diga que um parabatai consegue sentir o exato momento em que o outro morre e um parabatai não pode ter outro além daquele que escolheu pela primeira vez e sua dissolução apenas acontece quando um deles morre.
Foi natural para Chanyeol aceitar quando Sehun o propôs tal coisa porque sabia que queria o Oh ao seu lado até o fim de sua vida. Ele conseguia sentir, de maneira inexplicável, que ambos haviam nascido para compartilhar a vida, juntos, em batalhas.
Agora, Park começava a se questionar sobre sua própria escolha. Há pouco mais de um ano, sua família foi encubida de assumir o Instituto em Seoul e como Sehun havia recém feito dezoito anos, foi natural que ele também fosse junto com os Parks para lá, deixando Idris — Alicante era sua capital — para que pudessem começar suas primeiras missões mais sérias.
O problema ocorreu há menos de três meses quando, em uma das missões, Sehun conheceu Baekhyun, uma fada da Corte Seelie. Aparentemente ambos tinham se apaixonado e estavam tendo algum tipo de relação.
Chanyeol não confiava em fadas. Ninguém devia confiar nelas! Ainda que não pudessem mentir, eram inteligentes e maliciosas o suficiente para enganar qualquer um com suas respostas metafóricas e suas indagações confusas. Desde criança aprendera que jamais deveria aceitar qualquer acordo com aquelas criaturinhas pois as mesmas nunca saíam perdendo.
Grunhiu irritado quando entrou no quarto, puxando a camisa preta de modo que ficou apenas com o peitoral desnudo, as runas contrastando com sua pele branca. Runas eram marcas feitas com auxílio de uma estela — algo muito parecido com uma varinha — que davam poderes angelicais aos caçadores de sombras. 
Sempre antes de lutar ou treinar, eles marcavam a si, de modo que era completamente comum que toda a pele dos caçadores de sombra fossem marcadas por elas — algumas delas ficavam desbotadas e eram refeitas conforme necessidade. Cada runa tinha um significado determinado, que podia ser desde velocidade à camuflagem para que os mundanos — humanos —  não pudessem vê-los.
Chanyeol olhou seu reflexo no espelho e novamente bufou, descendo o olhar para runa de parabatai que estava exatamente em seu quadril, muito próximo do osso ílio.
— A Soo disse que você estaria por aqui.
O garoto nem precisou virar o corpo para saber de quem se tratava. Respirou fundo para conter todo o estresse que corria em suas veias antes de finalmente fitar o loiro que estava próximo a porta.
Sehun estava vestido completamente de preto, o que não era algo tão surpreendente assim. Caçadores de sombras vestiam preto em quase cem por cento do tempo, era um símbolo deles. Sempre com vestimentas negras e de couro mesmo que não estivessem em uma missão específica.
— Você perdeu a hora do treinamento, outra vez. — Apontou de modo óbvio, cruzando os braços em frente ao peito desnudo.
— Eu tive um contratempo. — Murmurou, coçando a nuca de modo nervoso. 
Chanyeol revirou os olhos. Sehun nunca soube mentir.
— Um contratempo? Na corte das fadas, imagino eu.
Sehun arregalou os olhos e negou com a cabeça.
— Eu não vou pra lá. Eu não sou burro! 
Agora foi Chanyeol que negou com a cabeça, um sorriso incrédulo preso em seus lábios.
— Não é burro? Se envolvendo com uma fada? Pelo amor de Raziel, Sehun. Já é o quarto dia seguido que você chega atrasado ao treinamento. Eu e a Soo estamos tendo que mentir descaradamente para meus pais para cobrir sua irresponsabilidade e você quer dizer pra mim que não é burro? Deixando uma fada fazer sua cabeça?
— O Baekhyun não está fazendo minha cabeça, Chanyeol. — Falou em tom sério, também cruzando os braços em frente ao peitoral.
— Claro, porque podemos confiar em uma fada, né? Ainda mais em uma que está te fazendo esquecer o que é.
— Eu sei o que sou, Chanyeol. Sou um caçador de sombras. Aquele que deve proteger toda e qualquer criatura que esteja nessa terra, inclusive uma fada!
Chanyeol bagunçou os fios negros e tornou a negar com a cabeça, completamente incrédulo.
— Proteger com a boca? Com o pau? Acha que eu não sei o que vocês dois ficam fazendo por aí, Sehun? Você se deixou ser seduzido por uma fada. Acho que, pior que isso, só se você tivesse se envolvendo com um feiticeiro. Porque de resto... Nem sei mais o que esperar de você.
— Eu não vou ficar ouvindo você falando merda pra mim, Chanyeol — Sehun disse, irritado. — Eu vou treinar, se você quiser ir lá e treinar também, que bom. Se não quiser, melhor ainda. Mas não me vem com esse papo como se você soubesse o que é melhor pra minha vida. Eu sei o que estou fazendo.
— Você é uma criança, Sehun!
O loiro fechou completamente a expressão.
— Chanyeol, me faz um favor? Vai tomar bem no meio do seu cu! — E saiu do quarto sem dar qualquer espaço para respostas.
Eu vou ter que resolver isso do meu jeito. 
Foi tudo que Chanyeol pensou vendo a porta do quarto sendo fechada.
Saiu do instituto sem avisar aos pais ou a quem quer que fosse. Estava de noite e o barulho dos carros indo e vindo ganhavam as ruas iluminadas de Seoul. O instituto, aos olhos dos mundanos, nada mais era que uma igreja abandonada e caindo aos pedaços, onde ninguém teria coragem de entrar porque parecia que ia desabar a qualquer momento. 
Quem fosse um caçador de sombra ou tivesse a visão — mundanos que conseguem ter contato com o mundo mágico — veria um castelo belíssimo, muito parecido com os monumentos que existiam no Oriente antigo. O Instituto de Seoul não era tão grande quanto o do Japão, mas tinha seu poder e sempre recebia visitantes vindos de países vizinhos que cumpriam suas missões.
Ventava forte na cidade, mas aquilo não pareceu incomodar Chanyeol que estava vestido com um grande casaco preto que tinha um capuz que fazia um bom trabalho em esconder os seus fios negros. Andava de cabeça baixa ainda que ninguém fosse vê-lo, apenas por conta de um costume; sempre tinha que parecer o mais invisível possível para não chamar atenção de outras criaturas mágicas. 
Se viu pegando um metrô para o outro lado da cidade, encostado em uma das portas observando os rostos cansados dos mundanos que pareciam voltar para casa depois de um fim de expediente. Ouviu risadas vindas de outro vagão, de um grupo de jovens bêbados que gritavam e falavam alguma coisa sobre sauna; não prestou tanta atenção.
Por costume, levou a mão à lâmina serafim que estava no coldre de sua calça. Lâminas serafim são as principais armas de fogo dos caçadores de sombras. São feitas de adamas pelas irmãs de ferros — caçadoras de sombra que abriram mão de suas vidas para forjar as armas — e só podiam ser usadas ao ser clamado o nome de um anjo.
Se não fosse invocado o nome, ela nada mais era que um tubo de aresta sem corte, mas ao ser dito o nome do anjo, se tornava em uma adaga brilhante, clara e incandescente, que tinha poder de ferir e matar os demônios.
Acredita-se também que a lâmina serafim não tem em sua composição apenas o fogo celestial, mas também parte da alma do anjo invocado pelo caçador de sombras. Chanyeol nomeou a sua de Uriel, o anjo do fogo, protetor do sol; de alguma forma, achava que refletia sua personalidade.
Desceu na última estação e, em passos apressados, subiu as escadas até voltar a sentir o frio cortante que fazia naquela noite de inverno na Coreia. As luzes ali estavam cada vez mais fortes e coloridas, mostrando que entrava na parte mais badalada da cidade.
Em poucos minutos estava em frente a um bar com características ligeiramente góticas e apenas olhou para o segurança da porta, que liberou sua entrada sem questionamentos. 
Uma música alta ecoava por todo ambiente e sabia que havia as mais diversas criaturas por ali, mas não deu muita atenção. Estava em busca de uma específica. Atravessou a multidão de gente dançando e logo estava no balcão, sentando em uma das cadeiras antes de sentir um par de olhos cor de rosa em cima de si.
— Tenho a sensação que te conheço, Caçador de sombras — A voz chegou em seus ouvidos, ainda que a música estivesse alta.
Chanyeol se permitiu olhar melhor para a criatura. Era bem mais baixa que si e tinha a pele cintilante, que brilhava em meio às luzes piscantes. Os olhos eram cor de rosa, assim como o cabelo que estavam presos em um coque mal feito deixando as pontas das orelhas à mostra. As asas — quase transparentes — batiam vez ou outra antes de voltar a se esconder nas costas do dono, que deixava a língua bifurcada escapar por entre os lábios.
— Park Chanyeol. — O caçador se apresentou, fazendo o outro levantar a sobrancelha — também cor de rosa — em entendimento.
— O parabatai do Sehun.
— Baekhyun, imagino. A fada com quem Sehun está perdendo seu precioso tempo. — Disse de modo debochado, fazendo a fada cruzar os braços de modo desconfiado.
— Devo imaginar que sua visita a mim não seja de boa vontade. O que queres de mim, Caçador de sombras? 
— Quero que deixe o Sehun em paz. — Disse certeiro. — Não confio em você e sei que enfeitiçou ele para que ele se tornasse esse idiota de marca maior que está faltando a treinamentos e sendo um estúpido com a própria família. Você deve bem saber que o caçador mal treinado é um caçador morto… O que ganha com a morte dele?
Baekhyun arqueou ambas as sobrancelhas e encostou o corpo no batente do balcão.
— Não quero o Sehun morto, Caçador. 
— Não acredito em você!
— Deveria. Fadas não mentem e você sabe bem disso. Afinal de contas, pelo que me parece, você gosta de passar muito tempo treinando. — Ditou em deboche, fazendo o Park bufar.
— Pode não ser a morte dele que você queira, mas a destruição certamente. Sabe que a Clave jamais aceitaria tal relacionamento.
— Por eu ser do gênero masculino?
— E por ser uma fada. Você sabe que não foi feito para um caçador. Saiba que, seja lá qual foi o encanto que você colocou em cima do Sehun, vai passar. Então simplesmente seja mais rápido e pare com essa graça. Tá sendo uma perda de tempo.
— Ele te disse isso? — Perguntou de modo desafiador.
— Ele não precisa me dizer. Eu conheço o meu melhor amigo, fada. Sei que é questão de tempos para que você seja descartado tal todos que Sehun descartou em meio a essas loucuras dele de querer experienciar o novo. Então me faça a gentileza de largar do pé dele e para de ficar insistindo nessa maluquice sem tamanho.
— Primeiramente, você não é ninguém pra me dizer o que faço ou deixo de fazer, Caçador. — Chanyeol revirou os olhos — Segundo, acredito que cabe a mim e ao Sehun decidir qualquer coisa que seja relacionada a nós. Terceiro, que eu não estou no pé dele. Ele está me ajudando, saiba você.
— Ajudando a que? A não ficar de pau duro por muito tempo? Faça-me o favor, fada. Vocês são apenas criaturinhas ardilosas que exalam escrotidão e luxúria para onde quer que seja. É exatamente por isso que Sehun ainda insiste nisso, porque ele está sendo um otário descobrindo as novidades do sexo com uma fada.
— Você fala com propriedade demais sobre minha performance na cama, caçador. Inclusive, parece bem íntimo. Julga algo que também vives a fazer? 
A fada encostou o queixo nas mãos, os cílios cor de rosa batendo diversas vezes enquanto sorria de lado.
— Eu não me misturo com raças do submundo, fada. Nunca tive e nem terei qualquer pretensão de descer tão baixo. 
Baekhyun estreitou os olhos e desencostou do balcão, a língua bifurcada novamente escapando de sua boca antes de suspirar.
— Saia daqui. — Disse depois de um tempo, num tom baixo, ainda que os olhos estreitos demonstrassem raiva.
— Você me ouviu, fada. Fique longe do Sehun.
Chanyeol disse por uma última vez antes de se levantar de onde estava sentado e sumir por entre as criaturas dançando para ganhar mais uma vez a noite fria de Seoul.
[...]
— PUTA QUE PARIU, SOOYOUNG!
A garota gargalhou de modo divertido, vendo o chicote voltar para os seus braços tal como uma cobra e se enrolar em seu pescoço no típico colar que carregava com frequência.
— Você deu bobeira. — Cantarolou, puxando todos os fios do cabelo para um lado, tentando fazer uma trança de qualquer jeito.
— Precisa ter acertado logo aqui? — Grunhiu ainda caído no chão, a mão sobre a virilha enquanto os olhos lacrimejavam. — Demônios nem tem órgãos genitais!
 — E…? Não é como se fossemos lutar só com eles, não é mesmo? Seja mais esperto, priminho. Seja mais esperto. Sua sorte foi que eu não pisei no seu queridinho com o salto da minha bota.
 — Ainda vou enfiar esse salto da sua bota no seu cu, filha da puta! — Ainda resmungava irritado, levantando enquanto tirava a estela do bolso para reforçar a runa de cura em seu braço.
— Me deixe longe de seus fetiches, priminho. Obrigada. Inclusive, hoje temos uma missão, não é? O que me lembra… Sehun não deveria estar aqui? 
Chanyeol apenas bufou com a indagação e nem se deu ao trabalho de responder, totalmente impaciente. 
Achava que depois da conversa que tivera com a fada há dois dias atrás, aquele romancezinho sem sentido entre o melhor amigo e a criaturinha da corte Seelie, chegaria ao fim. Mas, aparentemente, precisava fazer um pouco mais.
— Soo! O Sehunnie trouxe uma fada para o instituto.
Chanyeol virou o rosto tão rápido que acabou estralando sem querer, vendo o primo de 7 anos, irmão da Sooyoung, na porta com os olhos encantados.
— O SEHUN O QUÊ? 
Chanyeol nem se deu conta que gritou até ver os olhos arregalados da criança. Ainda assim, não pareceu se incomodar porque se viu atravessando a sala de treinamento, passando direto pelo pequeno ignorando completamente os gritos da prima.
Mal chegou na porta da enfermaria e se viu empurrado com força contra a parede, as costas sentindo a dor do impacto e um braço pressionando seu pescoço.
— Isso é tudo culpa sua!
Foi naquele momento que Chanyeol percebeu que quem estava o atacando nada mais era que seu parabatai, que tinha cortes ao longo do rosto e os olhos brilhavam de um modo que o Park nunca havia visto antes.
— Solta ele, Sehun! — Ouviu a prima gritar no fim do corredor, mas não surtiu qualquer efeito.
Chanyeol se viu chutando o Oh para sair do aperto e antes que pudesse dizer qualquer coisa, foi novamente atacado por seu parabatai. Ainda que estivesse irritado com Sehun, não queria machucá-lo e por isso se limitava a se defender dos golpes que lhe eram deferidos até o momento em que o mais novo o socou no rosto.
— URIEL! — Gritou tirando a lâmina do bolso.
— CASSIEL! — Sehun também gritou pegando a sua, ambas brilhando no corredores.
— PAREM COM ESSA MERDA AGORA MESMO! AGORA MESMO! — A garota gritou correndo para ficar entre os dois caçadores que se olhavam com raiva — VOCÊS SABEM QUE NÃO PODEM ATACAR UM DOS SEUS. GUARDEM ESSAS ARMAS AGORA, AGORA MESMO!
Continuaram a se encarar por alguns segundos e foi Sehun o primeiro a baixar a própria arma, sendo seguido do Chanyeol que não deixava de olhar um segundo que fosse.
— Pelo amor de Raziel, o que vocês estão fazendo? Vocês são parabatais! Vocês fizeram um juramento! Fizeram um juramento de que protegeriam um ao outro e agora querem se matar? Surtaram?
A garota parecia completamente incrédula, o chicote todo enrolado no seu braço para ser usado a qualquer momento se ambos decidissem continuar aquela briga absurda.
— ELE ME ATACOU! — Chanyeol falou entre raiva e ainda incredulidade.
— VOCÊ ESTRAGOU TUDO CHANYEOL. VOCÊ ESTRAGOU TUDO! 
— DE QUE MERDA VOCÊ TA FALANDO, SEHUN?
— O BAEKHYUN ESTÁ MORRENDO E A CULPA É TODA SUA. TODA SUA. COMO VOCÊ PODE FAZER ISSO?
— EU NÃO FIZ PORRA NENHUMA, FICOU MALUCO?
— Para! Parem de gritar agora mesmo! — Sooyoung falou impaciente — Além de estarmos em frente a enfermaria, vocês não querem chamar a atenção dos mais velhos, querem?
Ambos ficaram calados, mas era óbvio que queriam continuar o ataque verbal gratuito.
— O que aconteceu, Sehun? — A garota tornou a falar, olhando para o loiro que suspirou, as mãos trêmulas bagunçando os próprios fios de cabelo.
— Chanyeol foi atrás dele e isso o expôs. Ele está sendo perseguido há um tempo por um feiticeiro com quem a mãe do Baekhyun fez um acordo há anos atrás. Eu estava ajudando ele a entender o que havia acontecido já que a mãe dele morreu quando ele ainda era criança, para evitar que algo ruim acontecesse. Mas Chanyeol achou inteligente ir até ele e além de falar um monte de porcaria deixou Baekhyun exposto.  
— Como assim?
— Ele veio ao instituto para terminar comigo. — Sehun respondeu para a prima. — Estava por perto e acabei o vendo. Obviamente fui perguntar o que ele estava fazendo aqui, havíamos combinado que ele não ficaria longe do bar onde era seguro. Então ele me contou tudo que o Chanyeol disse a ele e que, para o meu bem e proteção, iria terminar comigo e ele mesmo lidaria com o feiticeiro. E adivinha só, Chanyeol? Fomos atacados, completamente desprevenidos porque você ACHA QUE SABE O QUE EU DEVO FAZER COM A MINHA PRÓPRIA VIDA!
Chanyeol pareceu ter levado um soco na cara muito mais dolorido no momento em que ouviu a frase final do seu melhor amigo sendo dita através de lágrimas. Não conseguiu dizer nada enquanto a garota abraçava o mais novo de modo apertado falando que tudo ia ficar bem.
Acabou dando alguns passos pra trás um tanto chocado em perceber que Sehun realmente estava faltando os treinamentos para ajudar a fada e não só vê-lo com interesses amorosos e sexuais; agora, além de tudo, tinha a responsabilidade de uma quase morte de uma criatura que, gostando ou não, ele teria que proteger.
— Onde está ele? 
Sehun apontou para dentro da enfermaria e logo a Park entrou, sendo seguida pelo mais novo enquanto Chanyeol se limitava a ficar na porta observando a figura desacordada em uma das macas.
Sooyoung levou a mão ao rosto da fada desacordada que agora tinha alguns fios brancos em meio aos fios cor de rosa, como se alguma forma a sua energia estivesse se esvaindo; nem mesmo sua pele cintilava como normalmente.
— Ele foi enfeitiçado. — Disse depois de um tempo. — Ele não tem marcas de mordidas ou garras. Possivelmente foi enfeitiçado enquanto você lutava. Dificilmente fadas sucumbem por causa de demônios.
— Enfeitiçado? — Sehun perguntou para ela. — Isso deveria ser boas ou má notícias?
— Depende. Não somos bons com magias, você sabe. Talvez seja mais inteligente levá-lo para sua corte. As fadas vão saber cuidar muito melhor do que a gente, ainda que… Eu desconfio que quem saberá cuidar disso vai ser um feiticeiro.
— Então temos que levá-lo!
— É mais prudente pedir que as fadas venham buscá-lo.
— Vocês vão deixar que mais fadas entrem no instituto? — Chanyeol finalmente falou e pareceu ter sido o pior momento possível.
— Eu conheço alguém que pode nos ajudar nisso — A garota tornou a falar. — Ninguém mais precisa entrar, resolveremos isso através do portal. Só preciso entrar em contato para saber qual o melhor momento para isso.
— E quanto ao feiticeiro? — Sehun indagou tristonho.
— O único feiticeiro que temos aqui é o Kim. O que mora em Incheon. — A caçadora disse num suspiro — Ele odeia caçadores. 
— Eu vou falar com ele!
— Sehun, é mais prudente a gente levar o Baekhyun para que seja cuidado com o povo dele primeiro. Depois veremos sobre a questão do Kim, tudo bem? 
O loiro assentiu com a cabeça, antes de olhar para a fada desacordada pegando em suas mãos e fazendo um carinho suave na palma gélida.
— Você vai ficar bom. Eu prometo. Eu prometi que te protegeria e não vou falhar — Disse baixinho em meio a lágrimas.
Chanyeol negou com a cabeça e deu as costas, saindo de perto dali sob o olhar decepcionado da prima.
[...]
Chanyeol estava arrependido e isso era terrível porque era um sentimento que dificilmente lhe ocorria. Ver o melhor amigo e parabatai chorando por consequências de ações suas o machucou de uma maneira que ele nunca achava que poderia ser machucado. 
Sempre fora forte, frio e muito assertivo em tudo que queria e fazia. Aprendeu desde cedo com os pais sobre a importância de não ter fragilidades e que o amor nada mais era uma arma poderosa que o podia destruir por completo.
Sabia que os pais não tinham um casamento feliz. Acabaram se casando por acordos depois que a mãe se envolveu com um lobisomem e, por pouco, não se tornou um escândalo para a família. O seu pai lhe dizia isso constantemente, alegando em como essas criaturas do submundo seduziam eles, criaturas superiores, e os enganavam a ponto de destruir os caçadores de sombras de dentro pra fora.
Era por isso que não gostava deles e não confia nem um pouco em nenhum, não importava quem fosse. Sehun, diferente de si, era mais animado, aberto ao mundo e a novas possibilidades. Era uma constante que sempre pareceu fazer sentido, ainda que o Park sempre temesse que isso deixasse o Oh fraco e frágil em guerras. 
Agora sentia que fora pelo seu modo frívolo de ver as coisas que poderia ser ele a pessoa que ia destruir um vínculo de construção forte com o melhor amigo e por isso estava determinado a consertar o que tinha feito, independente do que custasse.
Quando chegou em Incheon era pouco mais de uma da manhã. A cidade parecia completamente acordada com suas luzes e músicas altas e, ainda assim, não fora difícil achar exatamente o que buscava.
Já tinha ouvido falar de Kim Jongin antes. O único feiticeiro que residia na Coreia depois de ser expulso do Japão e China por motivos que ninguém sabia apontar com certeza. Também sabia que ele não gostava de caçadores de sombra por coisas que aconteceram há centenas de anos, eventos cujos detalhes eram incertos para todos. 
No fim, só sabia que se pudesse evitar o caminho dele, deveria evitar. Seria melhor para todos.
Bateu na porta de madeira e quando a mesma fora aberta, desacordou aquele que possivelmente era o segurança do lugar. A casa era enorme e, assim como o bar em que estivera dias atrás, estava abarrotado das mais diversas criaturas que dançavam e bebiam líquidos coloridos. 
Acabou por chamar atenção ainda que estivesse em suas roupas negras costumeiras porque tudo lá estava colorido demais, cheio de plumas e tecidos neons que gritavam diante de seus olhos tão acostumados com a monocromia de seu dia a dia.
Não sabia exatamente como Jongin era fisicamente, mas no momento em que colocou os olhos nele, sabia que era ele. Era impossível não reconhecer um feiticeiro.
Feiticeiros viviam milhares de anos, filhos de mundanos com demônios. Todos tinham uma característica única e diferente que os distinguiam uns dos outros. Alguns tinham pele colorida, tentáculos ou orelhas semelhantes às das fadas; não era o caso de Jongin.
O feiticeiro tinha uma pele bronzeada que brilhava no meio da festa, provavelmente fruto de uma poção de purpurina dourada que banhava a pele desnuda. Vestia apenas uma cueca boxer vermelha e nada mais, os olhos dourados brilhando mais do que a própria pele enquanto duas orelhas felinas de pelos pretos moviam-se levemente entre os fios escuros de cabelo que lhe cobriam a testa.
Ele estava sentado no colo de uma fada de cabelos amarelos e asas que pareciam ter as sete cores do arco-íris. Ele murmurava algo no ouvido da garota que ria enquanto passava a mão no peitoral desnudo do mesmo, parecendo concordar com seja lá o que fosse que o feiticeiro estivesse falando.
Chanyeol não tardou em ir em direção ao mesmo e, quando chegou à sua frente, teve toda a atenção voltada para si. As orelhas de gato que até então estavam baixas se ergueram, assim como a sobrancelha do moreno, que fitou o Park dos pés à cabeça.
— Não lembro de ter convidado um caçador de sombras para a festa. — Disse de modo calmo, sem fazer qualquer tipo de movimento ou demonstração de incômodo. 
— Você vem comigo para o Instituto de Seoul. Agora! 
Jongin estreitou os olhos e novamente olhou para o Park dos pés a cabeça antes de fazer uma pequena careta.
— Bonitinho, mas nah. Braços fortes, possivelmente um peitoral okay escondido no meio dessas roupas de viúvos. O que estou percebendo embaixo não me parece muito apetitoso e atrás não vejo carne o suficiente para apertar ou dar uns bons tapas, então… Dispenso. 
Chanyeol arregalou os olhos antes de fechar a cara, completamente ofendido. Aquele feiticeiro de araque achava que ele, um caçador de sombras, ia se dar ao trabalho de ir ali atrás de sexo com uma criatura do submundo? Ainda mais uma prole de demônio?
Raziel, o mundo está perdido.
— Olha aqui, feiticeiro, você vai comigo agora mesmo!
Antes que Chanyeol pudesse segurar no pulso do Kim, o feiticeiro estalou os dedos, fazendo com que o Park acabasse caindo de joelhos. Estava praticamente petrificado. Jongin acabou por levantar do colo da garota e caminhou até o caçador de sombras, ficando em pé na frente dele, os braços cruzados sobre o peito desnudo enquanto o nariz do Park quase tocava a barriga do moreno.
— Por que todo caçador se acha tão superior? — Perguntou de modo dramático, um biquinho se formando em seus lábios — É até fofa a maneira como vocês, quanto mais novos, mais burros são. Mas deixa o Tio Jongin te explicar, coisa fofa, — falou com um sorriso, apertando a bochecha do mais novo. — eu faço exatamente o que eu quero. Não é você, nem nenhuma criatura nesse universo, que vai definir o que eu faço ou deixo de fazer. Não me misturo com sua raça, querido. Vocês são egoístas, egocêntricos e realmente acham que o mundo mágico gira em torno de vocês, mas deixa eu te contar… Não gira.
Chanyeol pareceu tentar se mover, mas não conseguiu, só os olhos piscavam.
— Eu não vou a lugar nenhum. Nem com você, nem com ninguém. Primeiro, — Levantou o indicador. — você entrou numa festa sem ser convidado. Segundo... — Ergueu mais um dedo. — Você me tratou como se eu fosse um objeto e certo, eu até gosto de ser objeto sexual vez ou outra, mas não foi bem o caso. Terceiro! — Ergueu o terceiro o dedo. — Quando precisamos de alguém, a gente pede. Com jeitinho. Diz por favor. E às vezes oferece algo em troca. Sinceramente não acho que você tenha qualquer coisa a me oferecer… Talvez um boquetezinho? Talvez. A boca parece boa pra isso. — Disse com um meio sorriso, apertando os lábios do caçador. — Mas... pela petulância, deve negar o prazer da carne. Deve ser completamente inexperiente e, depois de centenas de anos… Não tenho mais saco pra ensinar. Logo, eu vou deixar você sair por onde entrou, sem ninguém te machucar, porque eu sou muito, muuuuuuito legal mesmo! Mas não quero mais ver esse seu rostinho fofo, certo?
E estalou os dedos outra vez, caminhando preguiçosamente para onde estava, dessa vez sentando no colo de homem que poderia ser muito bem um lobisomem.
Chanyeol levantou com o rosto completamente vermelho e as mãos fechadas em punho ao lado do corpo. A vontade era pegar sua lâmina, clamar por Uriel e picotar o feiticeiro em vários pedacinhos, mas sabia que não conseguia tal feito. Estaria morto antes disso.
— É por falta de adeus, coisa fofa? — Jongin tornou a falar. — Byeeeezinho! Vá pela sombra e tome cuidado! Perigoso um bebê desses essa hora na rua. — Sorriu maldoso, as orelhas movendo-se levemente sobre os fios negros a língua de aspecto felino lhe escapando entre os carnudos.
O caçador de sombra se viu engolindo seco e respirando fundo, dando as costas para o feiticeiro enquanto sentia a humilhação lhe queimar pelos poros. 
Aquilo não ficaria assim!
[...]
— Você foi na casa do Feiticeiro Kim? 
A voz da garota era tão incrédula que Chanyeol não sabia interpretar como se ela estivesse surpreendida com a coragem ou com a burrice do outro. Possivelmente, os dois. 
— Fui. 
— E ele te atendeu? 
— Não exatamente. Talvez tenha invadido uma festa dele e até conversado, mas não saiu exatamente como eu esperava. 
Sooyoung revirou os olhos e Chanyeol tinha certeza que o tom da primeira pergunta se devia unicamente à sua burrice. A caçadora negou com a cabeça antes de lamber os lábios pintados de carmim, colocando uma mecha de cabelo atrás da orelha com a mão direita. 
— Kim Jongin odeia caçadores, já te disse isso. No plus, tenho certeza de que sua abordagem foi péssima. Aposto que você chegou lá se achando o rei da cocada preta, mandando e desmandando, e ele não ficou muito feliz com isso, né? 
Chanyeol ao menos teve a decência de mostrar um bico culposo nos lábios. 
— É por isso que ele não gosta de caçadores de sombra, Yeollie. Ele não gosta de ser ordenado. Ele tem sua própria forma de trabalhar, seu próprio tempo e sua própria vontade. Se de alguma forma você quer o perdão do Sehun o ajudando com o auxílio do Kim, você vai precisar mudar a sua abordagem. 
— Você deveria vir comigo. 
— O problema é seu, você que resolva ele. Eu não vou ser sua porta-voz, isso possivelmente só vai fazê-lo recuar ainda mais. — Explicou como se falasse o óbvio. — Assuma a coragem que sempre bateu no peito falando que tem e volte lá. Use por favor, que não sei se você sabe, mas é uma partícula que utilizamos quando pedimos algo para outro educadamente. 
Chanyeol bufou. 
— Eu estou falando sério. A situação da fada não é muito positiva. 
— A corte... 
Sooyoung negou com a cabeça antes mesmo que Chanyeol pudesse tentar terminar sua frase. 
Não havia nada que a Corte pudesse fazer. Baekhyun estava enfeitiçado e o único que saberia desfazer aquilo seria um feiticeiro; elas poderiam até buscar um feiticeiro, mas além de não serem tão fáceis de contatar, poucos tinham a ousadia de desfazer algo feito por um de sua mesma espécie. 
Chanyeol suspirou, massageando as próprias têmporas. Havia passado pouco mais de três dias e as coisas só pareciam piorar. Sehun não falava consigo, sequer olhava para sua cara. 
O Oh estava distraído, triste e apático. Não participava de qualquer treinamento e quando não estava trancado no quarto era porque tinha ido ao reino das fadas para ver o — agora ex — namorado. 
Chanyeol continuava não concordar com aquele relacionamento, ainda achava as fadas criaturinhas não confiáveis e que possivelmente arrastaram seu parabatai para um péssimo lugar. O problema é que quando expôs aquilo para a prima, a mesma se limitou em dizer que era ele quem estava fazendo aquilo. Um caçador de sombras destruindo o outro. 
E aquilo lhe doeu mais do qualquer mordida de demônio. 
Foi com aqueles pensamentos que se viu na frente da casa do Kim outra vez, dessa vez em plena luz do dia, sem qualquer outra criatura mágica ou festa à vista. 
Bateu na porta três vezes e apenas na quarta batida foi atendido. 
Os olhos dourados apareceram pela fresta da porta e Chanyeol ainda conseguiu ver uma das orelhinhas de gato em pé entre os fios negros antes de ter a porta fechada em sua cara, fazendo-o suspirar. Ele não tinha nascido para aquilo. 
— Eu vim pedir desculpas. — Murmurou contra a porta de madeira. — Eu fui idiota antes e tenho consciência disso. Eu não devia ter simplesmente achado que as coisas deviam ser do meu jeito. Mas eu estava agindo... Com preocupação, ok? Não foi por maldade. 
Não obteve qualquer resposta, fazendo suspirar outra vez. 
— É sério. A fada com quem meu parabatai estava envolvido está enfeitiçado e não sabemos como resolver isso. E ela está enfeitiçada por minha culpa e meu melhor amigo não fala mais comigo. Eu só quero tentar resolver as coisas. Consertar a merda que fiz para que meu melhor amigo fique bem e me perdoe. 
Novamente, não teve qualquer resposta. Fechou a mão em punho, mas sabia que não tinha muito o que fazer, dando as costas para a porta de madeira e se questionando onde, talvez, encontraria outro feiticeiro. 
— Suas desculpas foram patéticas, além de mentirosas. Você não sente muito, você na verdade está puto por ser obrigado a ter que me pedir desculpas. 
O caçador de sombras virou o corpo após ouvir a voz do feiticeiro, se deparando com o olhar intenso do outro. 
Diferente da última vez, não havia qualquer purpurina em sua pele ou maquiagens  chamativas em seus olhos. Dessa vez estava vestido com uma camisa longa que tinha estampas de ursinhos e que ia até um pouco menos da metade de sua coxa. Os fios negros estavam bagunçado para todos os lados enquanto uma das orelhas de gato estava pra baixo e a outra pra cima. 
— Mas você está abrindo a porta pra mim. — Chanyeol constatou de maneira óbvia. 
— Porque a segunda parte da sua fala foi honesta e eu gosto de honestidade, caçador. — Explicou de maneira sucinta. — Entre. 
Foi a última coisa que disse antes de abrir a porta e sumir no breu da própria casa. 
Chanyeol entrou, desconfiado, a mão indo em direção ao cabo da sua lâmina serafim dentro do bolso do casaco negro. A porta de madeira fechou atrás de si e antes que pudesse conjurar um feitiço de iluminação, o ambiente ficou claro, permitindo que visse o recinto com detalhes pela primeira vez. 
Antes, mesmo com as luzes coloridas piscando, não pudera reparar em muita coisa. Agora conseguia ver o lugar espaçoso com móveis antigos e alguns objetos que Chanyeol não pôde deixar de se perguntar se foram roubados de algum museu, como alguns quadros que estavam nas paredes amareladas. 
— Não roubei eles, se quer saber. Vivi o suficiente pra ter conhecido os próprios pintores e encomendei diretamente com eles. Inclusive... Michelangelo era uma bichinha muito afetada. Escandalizava por nada. — O feiticeiro resmungou, revirando os olhos. 
Chanyeol por um momento esqueceu que o feiticeiro tinha pelo menos 1000 anos. 
— Então... 
— Uh? — O caçador perguntou levemente confuso, reparando só agora que o Kim estava sentado em um estofado rubro com um cachorro em seu colo, massageando os pelos delicadamente. 
— Me conte sobre a fada. 
— Você tem um cachorro? Por que você tem um cachorro e não um gato? — Perguntou, genuinamente confuso, fazendo o feiticeiro bufar. 
— Por isso não gosto de caçadores. Burros como uma porta. Todo feiticeiro tem que ter um gato? Tá assistindo Sabrina na Netflix, querido? 
— Olha aqui... 
Jongin ergueu uma das mãos e encarou o Park como se perguntasse se ele queria o enfrentar mais uma vez, fazendo-o suspirar. 
— Baekhyun. O nome da fada. 
— O Byun! Uma criaturinha fantástica. Olhos cor de rosa, assim como seus cabelos, certo? Cabelos lindos, devo dizer... Lembro que uma vez fiquei triste quando vi que ele cortou nos ombros. Espero que ele não tenha mais feito isso. — Murmurou para si mesmo, a unha pontiaguda pintada de rosa batucando no próprio queixo. 
— Então você o conhece. — Constatou de modo óbvio. 
— Conheço muita gente. — Deu de ombros. — A mãe dele fez um acordo péssimo no passado com um feiticeiro brasileiro. A pior raça de feiticeiro, se quer saber. Os malditos são astutos e malandros... — Estalou a língua. — Mas a pobre estava desesperada; o filho estava morrendo, não posso julgá-la. 
Chanyeol mordeu o lábio inferior meio tonto com as informações. Sabia que Baekhyun estava em problemas porque Sehun havia mencionado — gritado — isso, mas não imaginava que fosse naquela ordem. Nem mesmo acreditava que uma fada colocaria sua vida em risco em prol de outra pessoa, ainda que fosse um dos seus. 
Jongin arqueou a sobrancelha para no fim deixar um suspiro escapar de seus lábios. 
— Deixe-me adivinhar. O feiticeiro veio cobrar seu valor e agora a pobre fada está pagando caro por isso. 
— Hmm... Possivelmente? 
Jongin ficou em silêncio por longos segundos, tempo o suficiente para que o pequeno cachorrinho pulasse de seu colo e sumisse em algum dos outros cômodos da casa. 
— E onde você — Apontou para o Park — entra nisso? 
— Talvez eu tenha mandado a fada terminar com o Sehun porque não acho que um dos nossos deveria se envolver com qualquer criatura do submundo. E talvez isso tenha feito com que eles brigassem, baixassem a guarda e a fada fosse atacada? 
O feiticeiro revirou os olhos. 
— Como eu disse, caçadores são burros como portas. Além disso... Não é proibido se apaixonar pelo seu parabatai, caçador? 
— Eu não sou apaixonado pelo Sehun! — Respondeu automaticamente, horrorizado. — Eu só acho que ele não devia se envolver... 
— ...Com uma fada porque você é um preconceituoso do caralho. — Terminou a frase pelo Park que mordeu a língua para não retrucar. 
Jongin levantou do sofá e esticou os braços e se espreguiçou, para o total horror do Park que percebeu que o Kim não vestia absolutamente nada por debaixo daquela camisa longa. 
Automaticamente virou o rosto enquanto o Kim passeava pela própria sala indo em direção a uma estante, passando os dedos sobre os livros. 
— Vejamos. — Murmurou para ninguém específico. — Não. Esse também não. Nem perto. Oh! Como inflar nós em lobisomem, não lembrava desse! Definitivamente próxima leitura... — Falou num meio sorriso, tirando o livro e deixando numa mesinha ali próxima. — Por que eu tenho uma versão de Shakespeare escrita por ele? Ele era um otário melancólico e quando bebia... Sério, insuportável demais! — Falou sério para o caçador que olhou horrorizado o feiticeiro jogar a tal obra no fogo da lareira. — Aqui! Regras que preciso seguir e blá-blá-blá. 
— Regras? 
— Fui banido do Brasil. Não posso entrar lá. — Explicou como se aquilo fizesse Chanyeol entender alguma coisa. — Considerando que o feitiço possivelmente é de um brasileiro, preciso ter certeza que não vou quebrar nenhuma regra. Você não tem ideia do como é insuportável ter que passar por conselho. 
— Você foi banido de um país? 
— Seis, na verdade. — Falou em um tom ameno, simples. 
— Como...? Quer saber? Deixa pra lá. Você vai me ajudar? 
— Não por você, pela fada. — Falou objetivamente. — Mas você segue me devendo. 
— E o que você quer? — Perguntou preocupado. 
— Acredito na sua criatividade. — Sorriu ladino, os olhos dourados brilhando maldosos.
[...]
Chanyeol nunca havia ido à Corte Seelie antes. Sempre que havia algo no ambiente das fadas, Sooyoung e Sehun faziam isso sozinhos. Não que se tratasse de medo ou insegurança para ir naquele lugar, muito pelo contrário; o problema era que o Park era uma pessoa completamente sem filtro e impulsiva e isso fazia com que ele fosse um risco para si e para os amigos, considerando a sensibilidade das fadas.
Mas ali estava ele com um Feiticeiro ao seu lado e nem em seus piores pesadelos se imaginava fazendo tal coisa. 
Jongin aparentemente conhecia um dos guardas da corte, uma fada de cabelos azuis, olhos multicoloridos e pele cinzenta. Ambos conversavam sobre algo para que Chanyeol não deu a mínima atenção, preocupado em recolher todas as informações visuais possíveis em caso de alguma emboscada.
Ele estava debaixo da terra e isso já o incomodava. Estavam atravessando um grande túnel de terra que mais parecia um labirinto; as chances dele ser pego eram enormes e estava praticamente tendo que confiar sua vida ao feiticeiro que naquele segundo parecia estar bem mais ocupado em deslizar as mãos pelos braços fortes da fada.
Quando chegaram ao que parecia ser uma entrada, a fada de cabelo azul fez um gesto para que esperassem e sumiu de sua vista dos dois numa velocidade tão rápida que Chanyeol não se perguntou se era algum delírio.
— Devo te instruir? — Jongin perguntou com o corpo encostado na parede de terra.
— Eu estudo cada uma dessas raças, Feiticeiro. Não preciso de instrução.
Jongin riu, revirando os olhos.
— Suas teorias nunca serão o suficiente. São as experiências que nos fazem saber como lidar com cada uma das criaturas. E te digo, mais de 1000 anos nas costas e eu não sei falar com as fadas por muito tempo sem me colocar em enrascadas. 
Daquela vez, Chanyeol riu.
— Não faça acordos. Simples. 
— Oh, querido caçador… Não é tão simples. Eles vão te forçar a fazer acordos. Elas sempre querem algo em troca. Sempre!
— Elas não podem mentir.
— Isso não significa que elas não irão fazer você se perder nas palavras delas. As fadas são as criaturas mais espertas de todas. Não as subestime, caçador. Essa seria a pior coisa que você poderia fazer. — Falou de modo sério, as orelhas de gato se destacando sobre os fios negros, em pé, como se estivessem atentas. — Só pra eu não me arrepender, fique caladinho… Porque ter que enfrentar o Conselho dos caçadores vai ser um tiro no meu pé. Eu lido com isso.
— Você que-
Chanyeol não conseguiu concluir sua fala porque a fada de cabelo azul voltou. Olhou para Jongin e arqueou a sobrancelha fina e cor de rosa. O Kim revirou os olhos dourados e enfim deu de ombros, fazendo a fada olhar para o Park por alguns segundos antes de mover minimamente a cabeça pedindo para que o acompanhassem.
Os três caminharam por mais um túnel e atravessaram um portal feito de plantas encontrando uma sala enorme e brilhante que fazia parecer que eles não estavam mais debaixo da terra. Havia uma fonte de água enorme no meio da sala e pelas paredes subiam plantas trepadeiras com várias flores coloridas.
No final da sala, Chanyeol viu Baekhyun. Estava levitando no que parecia ser uma bolha de sabão que tinha um leve tom cor de rosa assim como os fios de cabelo do Byun outrora foram, agora completamente opacos e com mais fios brancos contrastando com o rosa morto.
Jongin estalou a língua no céu da boca, os olhos felinos se estreitaram e Chanyeol percebeu que a pupila também funcionava tal como a de um gato, deixando de ser redonda para assumir um formato de losango.
— Que filho da puta. — Jongin resmungou balançando a cabeça enquanto caminhava em direção ao Byun.
Chanyeol se sentiu levemente perdido e um tanto preocupado com a reação do outro.
Jongin se aproximou do Byun e o corpo que flutuava desceu para ficar na altura dos olhos do feiticeiro. As mãos se estenderam em frente ao corpo e uma luz branca saiu delas. Chanyeol nunca tinha visto um feiticeiro trabalhando assim tão de perto e era estranhamente bonito.
O Kim, que sempre tinha um olhar de quem ia aprontar e um sorriso de quem ia te fazer se arrepender de ter existido, naquele momento se mostrava completamente diferente. A testa estava franzida e os olhos seguiam estreitos com as pupilas modificadas. Havia um ar forte, poderoso e até misterioso que trouxe um arrepio à espinha do Park.
— Novamente… Filho da puta! — Jongin resmungou quando a luz desapareceu de suas mãos. — Já falei que os feiticeiros brasileiros são a pior raça? Os desgraçados além de fazer os piores acordos conseguem se igualar com as fadas. Conversa fiada, mentiras, enrolando… Odeio como os feiticeiros brasileiros são! Ainda que sejam bem gostosos, se quiser saber.
Chanyeol arqueou uma das sobrancelhas.
— Sério. Se for só pra uma foda casual, são os melhores. Os mais gostosos, os que mais trabalham bem. Em cima do Cristo redentor, então? Uma imagem belíssima para fazer isso!
— Cristo Redentor? Aquele monumento enorme? E isso não é blasfemo?
— Depende de no que você acredita. — Jongin pontuou. — E sim, o monumento. Você acha que sou proibido de entrar no Brasil por quê?
Chanyeol decidiu não responder aquilo.
— E sobre a fada?
— Lance complicado, mas não impossível. Vamos precisar de alguns materiais para fazer uma poção e acredito que conseguiremos acordá-lo. — Falou pensativo, o olhar caindo sob a fada.
— Vamos?
— Você acha que vou atrás de tudo sozinho? — Jongin perguntou, voltando a olhar para o Park. — A culpa é sua, você que dê seus pulos. Estou sendo legal de acompanhar você. Quer dizer, não estou sendo legal… A verdade é que acho que você não vai conseguir lembrar ou descobrir o que são os elementos que eu preciso. Caçadores são burros como uma porta!
— Eu não vou nem responder a esse último comentário.
— Porque você sabe que eu estou certo. — Sorriu. — Vamos logo. Nenhuma fada entrou e não sei se consigo segurar sua língua quando alguma entrar e vai que você acaba vendendo sua virgindade para uma delas em troca de um pau maior.
Chanyeol arregalou os olhos, completamente horrorizado.
— Eu não sou virgem!!!! — Rebateu como se tivesse ouvido a pior ofensa do mundo.
— Mas não negou o pau pequeno. — O feiticeiro retrucou com naquele maldito sorrido malicioso. — Além de que há muitas virgindades, meu querido caçador. Uma sempre pode estar disponível para trocas.
[...]
— A GENTE VAI ROUBAR? 
O cenário basicamente era Jongin e Chanyeol na frente de um grande prédio em uma rua deserta enquanto o sol brilhava de uma maneira que obrigou o caçador a abrir mão do casaco de couro, deixando os braços pintados de runas aparentes numa regata preta.
— Na verdade, vamos pedir emprestado. Sem usar palavras. Ou ações. Pegaremos e em nossos corações diremos que é um empréstimo.
— Isso é roubo, Feiticeiro. — Chanyeol replicou, revirando os olhos.
— Só se torna roubo se você colocar desse jeito!
E lá estava aquele maldito sorriso que fazia Chanyeol duvidar até do próprio caráter. Como uma pessoa conseguia bagunçar tanto seus pensamentos apenas com um sorriso ladino e aqueles ridículos olhos dourados?
O Park começava a suspeitar que estava passando muito tempo com o Kim.
— Posso saber ao menos saber de quem estamos roubando?
— Pegando emprestado! — Jongin corrigiu, sério.
— Pegando emprestado — Disse a contragosto.
Jongin lambeu os lábios e suspirou.
— Você não quer descobrir lá dentro não?
Chanyeol arqueou a sobrancelha.
— Feiticeiro…
— As crianças da noite, talvez? — Murmurou baixinho, as orelhas de gato do topo da cabeça do Kim estavam pra baixo como se ele se sentisse culpado.
— VAMPIROS?
— Fica pior quando você coloca nas palavras comuns. — Jongin pontuou com uma seriedade que não cabia em nada no momento — É sério? Você é um caçador badass. Adora destruir tudo que não é um descendente de Nephilim. Com o quê você tá preocupado???
— Eu não quero destruir todas as criaturas. — Chanyeol se defendeu. — E você está nos colocando em um covil de vampiros. Eu acho que a preocupação deve ser considerável. Alguém aqui tem que ter amor à vida.
Jongin riu.
— Vamos, querido, vai dar tudo certo.
Vai dar tudo certo foi uma frase MUITO mal colocada.
Chanyeol poderia facilmente chamar a situação de enorme catástrofe.
Sozinho teve que lutar com pelo menos uma dezena de vampiros enquanto Jongin pegava sabe-se lá o quê, sabe-se lá aonde.
A ideia era o Park ficar à espreita, vigiando enquanto Jongin ia atrás de um dos elementos que era necessário, mas o Kim era barulhento e obviamente chamou a atenção dos vampiros; e quando o caçador falava que eles precisavam fugir, o feiticeiro gritava que era pra ele segurar as pontas.
Segurar as pontas.
Mais de dez vampiros querendo matá-lo… E Jongin chamava aquilo de segurar as pontas.
Conseguiram fugir quando Jongin abriu um buraco na parede, fazendo a luz do sol entrar por aquela brecha. Os vampiros correram para o lado contrário e isso deu a oportunidade que eles precisavam  para sair de toda aquela situação com vida.
Correram por pelo menos dois quarteirões e, quando chegaram em um beco, o Kim encostou o corpo no muro e começou a gargalhar alto, os olhos praticamente fechados, fazendo Chanyeol o encarar, completamente horrorizado.
— Qual o seu problema?!
— Há mais de 200 anos que eu não trabalho em campo e eu esqueci o quão divertido é! — Explicou em meio a outra risada, genuinamente feliz.
Chanyeol ficou entre a surpresa e o choque.
— Nós quase morremos, Kim!
— NÃO FOI? — Jongin disse, feliz. — Muito bom! A dose de adrenalina que eu precisava pra me sentir vivo.
A princípio, pensou que o Kim estava tirando uma com sua cara. Mas Jongin realmente estava feliz a ponto de brilhar, quase da mesma forma que brilhava no primeiro dia em que o Park colocou os olhos nele e viu toda aquela purpurina. A diferença era que a pele do feiticeiro parecia brilhar sozinha, o tom bronzeado ficando em um tom tão bonito… Acabou balançando a cabeça para espantar qualquer pensamento do gênero.
— Na próxima vez, você vai me falar exatamente onde vamos, o que vamos fazer e com quem vamos ter que lidar. Certo?
— E perder a diversão? — Falou, horrorizado. — Não tire de mim a primeira coisa divertida que me aconteceu em duzentos anos, caçador!
—  Fala a pessoa que faz festa em casa toda noite. — Resmungou, estalando a língua no céu da boca.
— E quem disse que me divirto com isso? Cada festa é uma tentativa para ver se sinto alguma coisa. Depois de mil anos nas costas, caçador… A vida parece não ter mais sentido, ainda mais quando você acha que vivenciou tudo que já tinha pra viver. 
O olhar do Kim parecia levemente perdido enquanto falava e isso trouxe uma sensação ruim para o Park.
— Às vezes você pensa em… — Não conseguiu terminar a frase.
— Nessas últimas décadas? Penso nisso o tempo todo. — Respondeu num sorriso sem dentes. — Mas vamos! Precisamos guardar essa belezinha que eu peguei.
— Eu quero saber o que foi exatamente o que você pegou.
— Não. Você não quer saber! 
E sorriu largo outra vez, aquele brilho de alegria voltando a aparecer. 
Chanyeol suspirou, mas acabou sorrindo.
— Você ainda vai nos matar, Feiticeiro!
— Eu tenho tantas formas de te matar de outras coisas, querido…
Chanyeol arqueou as duas sobrancelhas.
— Como assim?
— Fofo! — Apertou a bochecha do garoto. — Vou deixar você pensando.
[...]
Chanyeol atravessou o corredor de modo distraído. A jaqueta de couro envolvia o corpo, mas o peitoral estava praticamente exposto e a camisa que outrora usava não parecia estar à vista. 
Os fios de cabelo estavam bagunçados, levemente grudados em sua testa, o que o forçou a puxá-los para trás assim que sentiu-se agoniado com os fios que começavam a cair sobre seus olhos; precisava urgente de um banho.
Quando virou no corredor para entrar no quarto encontrou a porta aberta, o que o fez arquear a sobrancelha em desconfiança. Quando entrou no quarto, revirou os olhos ao se deparar com a prima e o melhor amigo em sua cama.
— Não sei se percebeu, mas você esqueceu sua camisa em algum lugar. — Sooyoung falou descendo o olhar pelo peitoral do primo antes de voltar a olhar seu rosto.
— Com certeza isso não é algo que eu percebi, Soo. Obrigada pelo aviso! — Sorriu sem dentes, levemente debochado, sendo agora a garota a revirar os olhos.
Sehun, que até então estava calado, tombou a cabeça levemente para o lado e lambeu os lábios finos com um olhar que deixou Chanyeol ciente de que não deveria ter entrado no quarto.
— Você está estranho. Mudado. Durante essas duas últimas semanas me parece que você é outra pessoa. — Pontuou de modo surpreendentemente calmo. — Além da gente mal te ver e você sempre voltar com uma novidade diferente. Corte na bochecha, cabelo cheio de purpurina, unhas pintadas e agora… Só Raziel sabe onde está sua camisa.
— Devo lembrar que estou indo atrás do que é necessário para salvar seu namoradinho. — Resmungou de forma impaciente.
— Só o fato de você chamar o Baekhyun de namorado do Sehun já fala que você tá bem estranho. — A garota falou, dessa vez olhando para as próprias unhas pintadas num azul royal.
— Jongin fala tanto isso no meu ouvido que acabou ficando. Querendo ou não.
Fez essa pontuação enquanto finalmente tirava a jaqueta e buscava a toalha, perdendo o olhar entre a Park e o Oh.
— Jongin… Seria o motivo de você voltar sem camisa? 
— Sim. — Respondeu prontamente a prima e pelo silêncio que se seguiu, arregalou os olhos. — Não dessa forma!
— Não falamos de nenhuma forma específica, Chanyeol.
Chanyeol bufou.
— Ele se machucou, cortou o braço e sangrou. Precisei rasgar a camisa para fazer um curativo provisório. — Explicou mesmo que ninguém tivesse pedido. — Ele não é um caçador, acaba se tornando uma presa maior em algum combate.
— Você não vai me fazer acreditar que o Feiticeiro de Incheon, que tem pelo menos 500 anos nas costas, é uma presa indefesa. — Sooyoung falou, debochada.
— Eu não disse que ele era uma presa indefesa. Apenas que é uma presa mais fácil. E ele tem 1000 anos. 1003 anos, sendo mais específico. Agora que descobriram onde minha camisa está, posso ir tomar banho?
— E a purpurina?
Sehun perguntou.
— Que purpurina?
— Há três dias. Você estava com o cabelo cheio de purpurina. Se eu chegar mais perto, ainda consigo ver purpurina no seu cabelo. 
— Precisamos entrar numa festa para encontrar um outro feiticeiro. Jongin disse que eu era careta demais e ia chamar atenção óbvia na festa que não era bem vindo. Então tive que aceitar a purpurina e a maquiagem.
— Maquiagem? 
— Como você consegue colocar isso no olho e não surtar? Que negócio ruim. — Falou para a Park, apontando para o olho que estava pintado com lápis.
— Você usou um lápis de olho! — Sooyoung constatou, chocada. — Você percebe o que esse Feiticeiro tá fazendo com você?
— Do que você está falando?
— Você gosta dele. — Foi Sehun quem disse. — O Chanyeol que eu conheço nunca aceitaria colocar purpurina no cabelo pra entrar em um lugar. Ele só entraria e lutaria com quem estivesse lá. Não que eu esteja reclamando, que bom que você está tendo o mínimo de consciência e percebendo que dá pra resolver muita coisa sem precisar sair na porrada. 
— E digo mais, você gosta dele tanto quanto Sehun gosta do Baekhyun. — A caçadora concluiu, colocando uma mecha de cabelo atrás da orelha. 
— Que? Claro que não! Não! Tô tentando salvar a fada. Só isso. Vocês estão viajando.
Sehun suspirou.
— Mesmo que eu esteja muito irritado contigo, e eu ainda estou… Sou seu parabatai, Chanyeol. Te conheço como a palma da minha mão. Você não é mais o mesmo e isso não é uma crítica. Você parece mais vivo, parece perceber que tem coisas além de matar demônios. Me surpreende ele ter conseguido isso em duas semanas, algo que tento há muitos anos, mas… Talvez você precisasse desse toque de paixão. 
— Eu não estou apaixonado pelo Jongin, Sehun.
— Você sabe que nunca erro sobre você. Mas se é nisso que quer acreditar…
E levantou da cama, dando as costas para o Park saindo do quarto. Sooyoung ainda demorou alguns segundos olhando para o primo antes de finalmente levantar para seguir o mesmo rumo que o outro.
— O primeiro passo para resolver um problema, Chanyeol… É aceitar.
Foi a última coisa que disse antes de sumir da visão do Park que resmungava baixo que estava cercado de pessoas loucas.
[...]
— Deixa eu adivinhar… Vamos pegar emprestado e dizer apenas no nosso coração?
Jongin abriu um imenso sorriso, afirmando com a cabeça.
— Você está ficando bom nisso, querido. — O Kim murmurou num meio sorriso e apertou a bochecha do Park, que se limitou a resmungar.
— Quem vai ser a criatura que vai nos conceder tais coisas? 
— Bom… Outros caçadores, talvez? — Jongin falou coçando a nuca.
— Caçadores de Sombras? Tipo… Pessoas como eu? Você quer que eu roube algo da minha própria espécie?
— Pegar emprestado, Caçador! Pegar emprestado! 
— Não seria mais fácil eu falar com eles? Um caçador não negaria uma coisa a outro!
Jongin estalou o céu da boca com a língua.
— São possíveis seguidores de Valentim. — Explicou meio incerto. — Eles não vão entender o porque um Caçador da Coreia veio parar no Chile para pedir algo. Vão achar que você está vindo em nome da Clave. É mais seguro para você não se expor desse jeito. Nem para os seguidores do Valentim e nem para a Clave.
— Ainda existem seguidores de Valentim? Ele está morto, Jongin. Ele não tem mais qualquer poder em meio ao nosso povo.
O Kim deu um sorriso triste.
— Você acha que a morte dele de alguma forma tira o ideal dele? Você sabe que muitos caçadores acreditam que eles são as únicas criaturas que importam. Que eles são a supremacia. Os únicos que mereciam existir em meio ao mundo e ao submundo. A morte dele não é nada quando a ideia segue viva.
Chanyeol ficou quieto por alguns segundos olhando para o nada antes de finalmente encarar o Kim.
— Você sabe que praticamente me descreveu, não é?
Jongin sorriu, dessa vez, feliz.
— Descrevia. Você está há praticamente três semanas andando pra cima e pra baixo com um feiticeiro velho para pegar materiais para uma poção que salvará uma fada.
— Porque machuquei meu parabatai.
— Exatamente. Porque você se importa. Se importa o suficiente com quem ama a ponto de até se envolver com criaturas do submundo. Um seguidor do Valentim não faria isso, Chanyeol. 
— A Soo e o Sehun falaram que eu estou mudado. — Disse, hesitante.— Eu achei que era baboseira, mas… 
— Não veja isso com maus olhos, — Sorriu. — a mudança é um passo importante para sermos mais fortes. Já não te vejo mais como um caçador leite ninho e o respeito por sua força. Isso é muita coisa, considerando que está vindo de mim.
Chanyeol arqueou as sobrancelhas, vendo as orelhinhas de gato do Kim se moverem para cima e para baixo. 
Considerar o que a prima e o melhor amigo estavam falando era perigoso porque eles falaram de coisas que iam bem além da mudança. Falavam de sentimentos, sentimentos esses que diziam respeito ao feiticeiro.
O Park não achava que aquilo de fato fosse possível, afinal de contas conhecia Jongin há menos de um mês e antes disso era completamente contra a relação entre diferentes espécies. Também tinha o adendo de que nunca pensou em se relacionar com um homem, mas também nunca pensou em se relacionar com uma mulher. 
Havia transado com uma caçadora há um ano, um pouco mais velha que si, mais por querer tirar aquele rótulo de virgem do que qualquer outra coisa. Algo muito mais relacionado a querer se sentir mais adulto; não houve um sentimento real, tampouco necessidade ou desejo. 
E ali estava ele, encarando o feiticeiro que tinha os orelhas em pé e lambia os próprios lábios carnudos.
Por que diabos Chanyeol olhava tanto para aqueles malditos lábios?
— Está pronto? — Jongin perguntou, levemente preocupado com o olhar perdido do mais alto. 
— Eu nasci pronto, feiticeiro!
— Uhhhhh… O caçador fortão pronto pra salvar a dama!
— Você é a dama, Jongin?
O Kim deu uma gargalhada genuína.
— Oh, caçador… Você não sabe da missa um terço!
Pegar o que precisavam não foi lá tão difícil, considerando que não havia ninguém no lugar. Era um antiquário velho, com teias de aranhas em vários lugares e uma fachada completamente descascada. Chanyeol tinha certeza que aquilo era proposital. Ficava numa rua estreita e sem saída, levemente escura e um tanto úmida. Mesmo que fizesse sol lá fora, a rua seguia sem receber luz por conta dos prédios que lhe cercavam.
Jongin guardava numa bolsa o que havia pego e Chanyeol já nem se preocupava mais em saber o que era, afinal de contas realmente não faria diferença. O tal do pedir emprestado com o coração já tornava tudo errado demais, então se o componente era sangue de alguma criatura ou o pelo de algum animal, não mudaria em nada.
Chanyeol foi o primeiro a sair do lugar e não demorou mais do que alguns segundos para que Jongin fizesse o mesmo. O problema foi que quando pensou em dar um primeiro passo, viu duas pessoas conversando entre si entrando na ruela. O Park não precisava olhar muito para saber que se tratavam de dois caçadores; a roupa entregava.
Sem nem refletir muito, empurrou o Kim contra a parede, que arregalou os olhos e ficou com as orelhas felinas de pé e antes de dar espaço que ele perguntasse qualquer coisa, o beijou nos lábios, uma das mãos em sua cintura prendendo-o contra a parede e a outra segurando sua face para não dar espaço para que ele saísse.
Mesmo sem entender, Jongin cedeu fácil ao contato. Os braços envolveram o corpo alto e o beijo foi prontamente correspondido. Na cabeça do caçador era pra ser um selar simples, mas demorado, que desse ideia aos dois caçadores que eles eram apenas duas criaturas se pegando escondido, mas aquilo se tornou um pouco maior.
A língua do feiticeiro invadiu sua boca e antes que Chanyeol pudesse realmente entender o que estava acontecendo era ele que estava completamente derretido nos braços alheios. Jongin lhe beijava com afinco, uma das mãos procurando algum pedaço de pele por baixo da camisa enquanto a outra segurava firmemente os fios negros de cabelo forçando uma aproximação maior de ambos os corpos.
Ainda sem entender como aquilo estava prosseguindo, viu seu corpo sendo girado e as costas batendo contra a parede enquanto o Kim forçava o seu joelho entre suas pernas, lhe arrancando um barulho que o teria constrangido em um momento diferente. 
O som de uma porta sendo batida com força os incentivou a se afastarem, fazendo com que Chanyeol lembrasse do motivo pelo qual estavam ali e pelo qual tinha feito aquilo.
— Eles chegaram? — Jongin perguntou rouco, baixinho, usando o indicador para apontar para a porta.
— Isso.
— O beijo foi um disfarce…
— Isso. — Respondeu sem muita certeza.
— Entendi. — Jongin disse num meio sorriso. — Precisando de mais disfarce, estamos aí.
Chanyeol não conseguiu formular uma resposta para aquilo e o feiticeiro não parecia esperar uma. 
— Vamos. Quando eles derem falta, não vai ter um disfarce certo! — Jongin tornou a falar, ainda com aquele leve sorriso nos lábios inchados.
Lábios que estavam inchados porque eles haviam se beijado.
Sehun iria ficar insuportável se soubesse.
[...]
Sooyoung estava encostada no batente da porta, os braços cruzados em frente aos seios enquanto tinha uma sobrancelha arqueada. Sehun estava do outro lado do batente, na mesma posição que a garota mas com um meio sorriso preso nos lábios. 
— Eles definitivamente foderam. — A Park ditou depois de um tempo olhando pro Oh, que negou com a cabeça.
— Foderam não. Chanyeol não apareceu mancando.
— Você tá falando que…
Sehun riu.
— Olha a pose de cadelinha do Chanyeol, Soo. É claro que ele vai ficar por baixo!
A garota estreitou os olhos voltando a olhar o feiticeiro e o caçador do outro lado da sala trabalhando juntos. 
No fim, assentiu com a cabeça.
— Tem razão. Eles ainda não foderam. Mas quero destacar bem o ainda.
— Você acha que não deveríamos sair para oportunizar esse "ainda"? 
— Olha, zero tesão no Chanyeol. Mesmo. Ew. O Kim é gostoso, mas não é por isso. Queria muito ver eles fodendo. Gravar até… Apenas para jogar isso na cara do Chanyeol todos os dias, sabe? Seria minha mensagem de bom dia.
Sehun riu outra vez.
— Para de ser ruim, Soo. Vamos. Tenho certeza de como o Chanyeol é escandaloso a gente até consegue ouvir do quarto dele e você pode gravar o áudio.
— Ele vai se segurar. — Ela resmungou.
— Não sei se o Kim deixaria. Confia no trabalho do feiticeiro. Tô deixando a vida do meu namorado na mão dele.
— Não acredito que também vou ter que deixar a maior vergonha do Chanyeol na mão dele… Na verdade, no pau dele. O feiticeiro de Incheon segue fazendo tudo!
— Isso é sangue? — Chanyeol perguntou de modo curioso, vendo Jongin derramar o líquido vermelho dentro de um cálice dourado.
— Yeap. De um demônio muito específico. — Explicou num meio sorriso. — Por isso gosto das crianças da noite. Eles sempre têm sangues… Específicos. Há uns 400 anos eu precisei do sangue de um rei que fosse gay e eles tinham! Incrível, não é?
— Por que necessariamente gay? 
— Pra eu poder dizer que o feitiço tinha… Sangue gay! A importância da diversidade.
Chanyeol revirou os olhos e não disse mais nada.
O Park estava ao lado dele, olhando atento a cada coisa que ele fazia na poção. Não que realmente estivesse tentando entender como aquele conjunto de elementos estranhos resolveria o problema do Byun. Também não era pra sentir o cheiro do feiticeiro mais próximo de si. Não mesmo.
— E você é? — Chanyeol perguntou depois de um tempo.
— O que? Gay? — Indagou de volta, olhando para o Park com um sorriso. — Não gosto de me definir em rótulos porque acho que nenhum deles consegue me abarcar cem por cento, mas… Acho que seria panssexual? Eu simplesmente não me importo quem é a outra criatura. 
— Isso é comum dos feiticeiros, não é?
— A gente vive muito tempo, Chanyeol. Temos oportunidade de repensar sobre toda nossa existência por muito tempo. Mas, ainda assim, existem feiticeiro hétero, homo e até mesmo assexuais. Acontece.
Chanyeol assentiu com a cabeça. 
— E você?
— Eu o quê?
— Além de caçadorssexual, hetero? bi? gay?
— Caçadorssexual? — Chanyeol arqueou a sobrancelha.
— Sim. Sabemos que você só se envolve com caçadores, mas além disso… Digo, a Clave é bem contra casamentos não-heterossexuais, né? 
O caçador mordeu o lábio inferior e coçou a nuca levemente nervoso.
— Eu meio que não sei. Nunca tive interesse em ninguém assim. Desejo, essas coisas…
Jongin parou o que fazia dentro do cálice e virou o corpo para o maior, que naquele momento, parecia ser do tamanho de uma formiga.
— Você pode ser assexual. Ou arromântico. Ou os dois. Não tem interesse romântico ou sexual em ninguém e isso está tudo bem. 
Chanyeol não disse nada de um primeiro momento, mas acabou suspirando, os fios de cabelo negros sendo bagunçados pela própria mão.
— Eu achei isso. E tudo mais. Pensei que talvez casaria por convenção para alcançar determinados lugares na Clave. Mas…
— Mas? — Jongin perguntou curioso.
— Aquilo de ontem. Eu meio que não paro de pensar. — Confessou, soltando um suspiro aliviado, como se tivesse finalmente parado de se torturar internamente.
O feiticeiro sorriu de modo compreensivo.
— Olha, Chanyeol... Às vezes a gente fica surpreendido por coisas novas na nossa vida. O novo parece ser magnífico porque é a primeira vez. Encanta. Surpreende. Ou às vezes toma nossa cabeça por justamente a gente não entender. Foram muitas emoções nesses últimos dias e você tá cansado; não se determine por isso. Se você realmente perceber que gosta disso, de homens ou até mesmo outras criaturas, você vai percebendo e na hora que isso tiver okay, vai estar. Não se martirize por isso.
Com os olhos arregalados, Chanyeol assentiu com a cabeça e conseguiu até dar um pequeno sorriso, a postura antes tensa ficando mais relaxada aos poucos.
— Achei que você ia rir. Ou jogar isso na minha cara.
Jongin negou com a cabeça.
— Eu sou sem noção muitas vezes, mas respeito muito a construção de sentimentos e descoberta de gênero ou orientação sexual alheia. Não é um processo fácil.
— Você definitivamente é sem noção!
— É o meu charme! 
E piscou os olhos com aquele sorriso… Aquele maldito sorriso que fazia o Chanyeol sentir um frio no pé da barriga. 
Suspirou.
Esperava que esse “novo” passasse logo e ele conseguisse se sentir normal outra vez.
[...]
Sehun olhava tudo com apreensão. Sooyoung apertava a sua mão e aquilo lhe dava alguma força; mas foi somente quando Chanyeol apertou a outra mão que o Oh se sentiu um tanto mais seguro.
Estavam na corte das fadas e agora Jongin passava as mãos por cima do rosto do Byun como se estivesse estudando alguma coisa. Já fazia quase um mês que o Byun estava desacordado e os seus fios de cabelos longos estavam quase completamente brancos.
Se a porção não desse certo…
Sehun não queria nem pensar nessa possibilidade .
— Vai dar certo. Jongin é bom no que faz. — Chanyeol murmurou como se pudesse ler sua mente e o Oh esboçou um sorriso sem dentes, afirmando com a cabeça.
Jongin deitou Baekhyun em uma cama e mexeu no corpo da fada de modo que ele pudesse ficar sentado, o corpo apoiado na cabeceira da cama. O cálice estava na sua destra e com muito cuidado o colocou nos lábios da criaturinha, apertando com a mão esquerda de maneira leve na região do pescoço.
Algumas gotas do líquido negro escorreram em cima da pele pálida e por alguns instantes, nada aconteceu.
Sehun suspirou forte, contendo a vontade de chorar; as lágrimas acabaram caindo quando os olhos cor de rosa se abriram e olharam para si. 
O caçador correu na direção da cama e foi só o tempo de Jongin se afastar para não ser derrubado no processo. Acabou rindo e negando com a cabeça porque sabia que não havia o que fazer frente ao amor.
— O que aconteceu? 
A voz rouca se fez presente no âmbito e Sehun sorriu.
— Você estava enfeitiçado. Mas agora você está bem! Não está? — Tentou ter certeza olhando para o Kim, que assentiu com a cabeça.
Baekhyun parecia ainda meio perdido, mas abriu um meio sorriso possivelmente por estar nos braços do caçador. 
— Não sabia que sua ajuda estava tão fácil, Jongin. — Baekhyun disse com um sorriso fraco. — Achei que você tinha dito que tinha alergia a caçadores.
— E sigo tendo. Mas nada que um antialérgico não resolva. — Deu de ombros.
— Braços fortes e carinha marrenta são o nome do seu antialérgico? 
— Não me faça eu me arrepender de te acordar, fada!
Baekhyun tornou a rir antes de abraçar forte o Oh e esconder seu rosto no pescoço alheio.
— Acho que devemos deixá-los. — Sooyoung ditou.
— Sim. As fadas não estão muito felizes com essa reunião e só aceitaram porque era pra salvar um dos seus. Agora com o Baekhyun acordado… É até mais seguro que a gente saia. — Jongin acabou por concluir a fala da Park.
— Eu já vou. Eu só…
A caçadora e o feiticeiro assentiram para o Park e não tardaram a sair dali.
Sehun estava envolto demais na felicidade de finalmente ter o Byun desperto em seus braços e não percebeu que seu parabatai estava ali, aquela presença não passou despercebida pela fada, que empurrou levemente o corpo do namorado de forma que ele pudesse também prestar atenção.
— O que? — Sehun perguntou numa careta. — Cinco minutos, Chanyeol. Eu juro que vou voltar com vocês. Só me dá cinco minutos.
O Park negou com a cabeça e a fada fechou a cara.
— Não. Não é sobre voltar pro Instituto. 
— Então…?
— Eu… Eu quero pedir desculpas. Aos dois. — Chanyeol disse, olhando para os próprios pés. — Eu estava preocupado com o Sehun. Ele é meu parabatai e é a pessoa mais importante do mundo pra mim, mais do que qualquer outra. Eu só queria o melhor pra ele e eu achava que sabia o que era o melhor pra ele, entende? — Indagou, olhando diretamente para a fada que, mesmo com a expressão fechada, assentiu. — Mas eu acho que nem eu sei o que é melhor pra mim…
Sehun abriu um meio sorriso.
— Ainda é estranho e eu sei que é algo que eu preciso me acostumar. Mas eu não devo dizer a você, Hunnie, o que deve fazer. Te ver triste como te vi nessas últimas semanas além de me fazer sentir um monstro me destruiu por dentro. Eu estava te fazendo mal quando a fada só tinha te feito bem. Acho que isso ia contra as coisas que eu mesmo dizia e então… Eu sinto muito. Só promete que vai tomar cuidado, tá? Acredito que o Baekhyun possa ser uma boa criatura, mas não significa que as outras fadas irão ser.
A fada bufou revirando os olhos.
— Não sou uma boa criatura, caçador. Mas não machucaria o Sehun e nem deixaria que ninguém machucasse. 
— Acho que isso basta. 
— Tudo bem. Ainda não sou seu fã, caçador. Mas sei a importância que tem pro Sehun, certas coisas inclusive não me deixam esquecer disso. — Murmurou, passando a mão na parte exposta da clavícula do Oh que mostrava o início da runa de parabatai. — Não se mete aqui, que eu não me meto aí.
— Parece bom.
Sehun sorriu ainda mais largo, completamente feliz.
— Obrigado, Chan. Sei que nada disso é fácil e você fez tudo isso por mim. Obrigado. 
— Não agradece. Sério. Isso tudo aconteceu por minha causa, então era o mínimo como Jongin sempre me dizia… Mas enfim.
Baekhyun estreitou os olhos e depois balançou a cabeça como se tivesse entendido uma coisa bem importante.
— Vou deixar vocês em paz. Volte pra casa antes de escurecer, certo?
— Sim, papai! — Sehun respondeu de maneira debochada, mas com um brilho feliz nos olhos.
Chanyeol revirou os olhos antes de finalmente deixar os dois para trás e ir procurar a prima e o feiticeiro para que voltassem para a superfície plana.
— Ele já sabe que está apaixonado pelo Feiticeiro? — Baekhyun perguntou, olhando para o lugar que o Park estava antes.
— Eu e a Soo achamos que não, mas que falta pouco.
— Quando eles foderem ele vai ficar emocionado e vai perceber. 
Sehun riu, mas não negou. Apenas voltou a abraçar o namorado, completamente feliz. Finalmente estava tudo entrando nos eixos.
[...]
Monggu corria pela casa fazendo Jongin suspirar, completamente arrependido de ter enfeitiçado o cachorro ainda que tivesse sido sem querer. Agora o cachorrinho tinha oito patas em vez dos quatro e parecia uma máquina, correndo veloz por todos os lados.
E sim, ele tinha trazido as quatro patas de volta, mas o cachorrinho chorou tanto que o Kim teve que voltar para as oito patas.
— Será que a Sabrina teve todo esse trabalho com o Salém? — Se perguntou vendo o cachorro parar na sua frente. — O que? Você sabe que não to falando da Sabrina do Netflix. Mas daquela feiticeira maravilhosa do Século XIV! A bichinha… Maldita Igreja Católica!
O cachorro voltou a correr e, antes que Jongin decidisse voltar para o cômodo onde preparava suas poções, ouviu algumas batidas na porta. Ele ficou desconfiado; eram duas da manhã passadas e por mais que Incheon não parasse nunca, segunda-feira de madrugada não era um horário normal para alguma criatura aparecer.
Olhou no olho mágico e acabou se surpreendendo com a criatura que aguardavado outro lado, fazendo-o abrir a porta com a melhor expressão de indiferença que podia exibir. Não queria que o Park soubesse que ele estava surpreso.
— Perdido, caçador? 
Chanyeol suspirou e negou com a cabeça.
— Posso entrar?
— Depende… O que você quer?
— Pagar minha dívida. Não gosto da ideia de dever a um feiticeiro.
Jongin fez uma careta, um tanto desgostoso com a resposta, mas acabou abrindo a porta por completo, permitindo que o Park entrasse.
— Não lembro de ter dado o meu preço.
Foi a primeira coisa que disse quando fechou a porta e encarou o Park, que não olhava para si.
Aquela era a primeira vez que eles se viam depois do último evento na Corte das fadas. Já fazia quase duas semanas e ambos não falaram sobre nada no último contato. Se despediram de uma forma esquisita e ficaram daquela forma até aquela noite.
Chanyeol estava no seu típico uniforme negro. Os jeans escuros, a camisa preta e o casaco preto que escondia quase todas as runas do maior, menos as que estavam pintadas na região do pescoço e nas costas das mãos. 
Porque aquele maldito caçador tinha que ser tão filha da putamente gostoso?
— Você disse que eu podia ser criativo. 
— De fato. — Jongin assentiu com um leve aceno na cabeça. — E qual o pagamento você pensou?
— Sexo. — Respondeu, sem encarar o feiticeiro. O Kim suspirou.
— Sei que foi algo que falei no nosso primeiro encontro, mas… Eu não vou transar com você por causa de um trabalho que fiz. Eu não sou esse tipo de pessoa, caçador! Eu não aceito humilhação ou que as criaturas abram mão de si pelo meu serviço. Pode não parecer, mas eu tenho princípios. Eu sei que você sequer gosta de sexo e quer que eu te deixe nessa situação? Não vai rolar. 
Chanyeol pela primeira vez olhou nos olhos felinos do Kim.
— Você está tornando isso difícil.
— Você fica me devendo um favor. No dia que eu precisar de um caçador para algo, você faz isso pra mim. Pronto. Mais fácil? 
Chanyeol negou com a cabeça. 
— Eu… Por favor!
— Certo. Fica por conta da casa, okay? Você não me deve nada. Fiz pela fada, tá tudo certo. Acabou. Tchau e vá pela sombra. — Ditou enquanto caminhava em direção a porta para abri-la outra vez.
— Eu quero fazer sexo com você, Kim. 
Jongin virou o corpo tão rápido que, se o corpo funcionasse conforme a idade que ele de fato tinha, teria desmontado ali mesmo.
— Desculpa?
— Eu quero fazer isso, tá? Eu… Eu não paro de pensar nisso. Eu não paro de pensar em você nenhum maldito dia! Meu corpo tá estranho, ele faz coisas que me obrigam a fazer outras e… Que porra de feitiço você jogou em mim?
Jongin riu.
— Eu me acho maravilhoso demais pra perder tempo enfeitiçando qualquer criatura que seja para me desejar.
— Eu te odeio. — Resmungou. — E então?
— Você tem certeza, Chanyeol? — Jongin perguntou sério. — Sexo não é algo tão bobo assim.
— Por que você tá fazendo tanto caso? Você transou com milhares de pessoas em todo esse seu tempo de vida!
— Mas você não. E o meu desapego pela intimidade não me dá espaço para não respeitar o outro que ainda está aprendendo ou se descobrindo nesse processo. Eu preciso saber se realmente você quer e exatamente o que você quer.
Aquilo pareceu pegar Chanyeol desprevenido porque ele deu um passo para trás, tornando a olhar os próprios pés.
— Eu não sei…
— Não sabe se quer?
— Eu quero! — Respondeu firme. — Mas eu não sei o que eu quero. Eu… Não sei como isso funciona exatamente, eu só sei que… Eu sinto falta. Do seu beijo.
Jongin sorriu e se permitiu se aproximar do outro.
— Vamos fazer o seguinte, querido. — Acarinhou a bochecha alheia com o polegar. — Vamos aos pouquinhos, se você estiver confortável, vamos seguindo… Se não estiver, você me diz no mesmo momento e a gente para. E se você não disser e eu perceber que você não está confortável, eu vou ficar muito, mas muito bravo!
Chanyeol assentiu com a cabeça, o rosto levemente corado.
Se Jongin ainda conseguia resistir ao Park com sua pose de malvado… Com ele daquele jeitinho inocente e perdido, essa resistência se tornava impossível. 
Segurou o caçador pelo braço e, sem dizer muita coisa, levou-o para outro cômodo da enorme casa e quando Chanyeol entrou e viu a enorme cama, imaginou que era ali que ficariam.
Jongin puxou o caçador pela cintura e deixou que seus lábios encostassem nos alheios. Diferente da primeira vez, foi um contato mais lento, demorado, como se ambos tivessem se permitindo a sentir as coisas que foram impedidos na primeira vez por toda a situação.
O feiticeiro não demorou a aprofundar o beijo e Chanyeol não demorou a estar completamente derretido nos braços dele exatamente como da primeira vez. A forma com que o Kim lhe tocava, apertava era tão… completamente diferente do que havia sentido em toda sua vida. 
Mesmo envergonhado, não se sentiu tão patético por já estar duro; não quando passou aquela última semana se tocando todas as noites pensando naqueles lábios gostosos contra sua boca. 
Lábios esses que agora estavam contra o pescoço do mais novo, o beijando demoradamente enquanto era deitado sobre a cama fofa, fazendo-o soltar um suspiro demorado. Jongin sorriu contra a pele pintada e mordiscou a mesma, trabalhando para se livrar daquela jaqueta e jogar em qualquer lugar no chão.
— Tudo bem se eu tirar toda sua roupa? — Jongin perguntou quando viu que as bochechas do Park ficaram ainda mais avermelhadas após ter a jaqueta retirada de seu corpo.
O caçador se limitou a assentir com a cabeça.
— Preciso de palavras, querido.
— Tá tudo bem. — Resmungou. — Eu prometo que falo quando não estiver bem, mas não me faz falar sobre tudo, eu fico constrangido.
Jongin riu e deu um beijo demorado na bochecha do outro.
— Vou confiar em você, caçador!
E o beijou outra vez, as mãos agora caminhando por dentro da camisa preta, os dedos pressionando a pele gélida em meio a um carinho suave que foi muito bem recebido pelo mais novo. O feiticeiro não tardou em se livrar daquele tecido de algodão tão incômodo e se permitiu olhar por longos segundos o peitoral desnudo completamente pintado. 
— Não é um lugar meio sexy para ter uma runa de parabatai? — Perguntou enquanto fazia um carinho no quadril dele. 
Chanyeol bufou.
— Eu não achava que isso era uma região sexy.
— É. Na verdade, se depender do meu olhar, todo seu corpo é uma região totalmente sexy. — Brincou enquanto Chanyeol soltava um muxoxo envergonhado. — Será que seu melhor amigo vai ficar bravo se eu deixar uma marca?
— Não me faz pensar no Sehun nesse exato momento. Isso vai me brochar!
Jongin gargalhou.
— Não vou te deixar brochar comigo, querido. Não comigo. — Ditou num sorriso sacana, a mão indo para o volume da calça e apertando a região, arrancando um gemido do Park. — E você parece ansioso demais para deixar que algo assim aconteça.
— Calado!
O feiticeiro tornou a rir, mas não disse mais nada. Tinha coisas melhores a fazer. 
Passou a beijar todo o peitoral pintado, o língua muitas vezes escapando da boca para contornar o formato das runas que estava distribuídas na pele pálida. A destra se direcionou a um dos mamilos durinhos e apertou levemente ganhando um resmungo.
— Não é bom?
— Dói... — Chanyeol respondeu num biquinho que foi logo selado pelo Kim.
— Desculpa, querido, não vou mexer mais, uh? 
O outro assentiu com a cabeça e Jongin deixou um beijinho em cima do mamilo como se reforçasse o seu pedido de desculpas. 
Tornou a beijar a pele enquanto as mãos agora se ocupavam em abrir o botão e a braguilha da calça do mais novo. Desceu a calça até o meio das pernas alheia apenas para deixar beijos junto ao cós da cueca boxer preta, tornando a usar a destra para pressionar o volume óbvio no tecido que já estava umedecido. 
O caçador logo se tornou uma bagunça e, quando o feiticeiro lambeu seu pau ainda por cima da cueca, choramingou manhoso arqueando o quadril como se buscasse mais do contato. Jongin riu e segurou a cintura alheia, forçando o corpo dele a voltar a ficar deitado na cama.
— Sem pressa, querido! — Cantarolou. — Deixa eu tirar a sua roupa por inteiro pra ser menos desconfortável.
— Tira a sua também. Eu tô constrangido de ser o único sem roupa.
Chanyeol estava tão adorável, tão diferente da posição de inviolável que sempre exibia que Jongin usou aquilo para justificar as batidas mais aceleradas no coração.
No fim, assim que deixou o Park completamente desnudo, tirou também a própria roupa e segurou o comentário que veio na ponta da língua pelo olhar perdido do mais novo preso em sua pele brilhosa. 
— Achei que você teria um rabo. De gato. 
— Infelizmente, só as orelhas e os olhos. — Jongin respondeu, rindo. — Mas estou aqui pensando em como você imaginou esse rabo durante esses últimos dias.
— Calado! — Resmungou, escondendo o rosto.
— Fofo! — Devolveu ainda rindo, puxando as mãos do rosto do caçador para voltar a vê-lo. — Eu tenho um plug com um rabinho, prometo usar numa próxima vez pra você.
— Mesmo?
— Mesmo, mesmo!
Chanyeol sorriu satisfeito, os olhos brilhando em ansiedade e Jongin se perguntou onde havia enfiado seus mais de 900 anos de experiência porque agora se sentia tão bobo, tão empolgado, tão… 
Inferno de caçador!
Jongin voltou a beijar o mais novo que respondeu rapidamente com a mesma intensidade, dessa vez as mãos indo explorar a tez bronzeada, sem pudor, ficando satisfeito em arrancar aqueles suspiros mais pesados do Kim. 
Quando as bocas se afastaram o Kim tornou a beijar a pele do maior, buscando deixar marcas, mordiscando a pele, deixando fortes chupões completamente satisfeito com o resultado. 
— Você é tão bonito… 
— Jongin! — Reclamou, envergonhado.
— O que? Você é bonito! E eu vou chupar você agora. — Disse, sério. — Ou você não quer?
— Shhhh! — Colocou o dedo contra os lábios do Kim, observando chocado quando ele o mordiscou e riu em seguida.
O feiticeiro envolveu o pau duro alheio e fez um movimento inicial, como se experimentasse, muito bem recebido pelo mais novo que gemeu arrastado, os olhos fechando em deleite e os lábios entreabertos em prazer.
Que inferno de garoto lindo! 
Os movimentos da mão se tornaram ainda mais persistentes à medida que os gemidos se tornavam ainda mais presentes. Esfregou a glande com o polegar apenas para espalhar mais o líquido pré-seminal e seguir com os movimentos com mais facilidade. 
Parou apenas para entreabrir as pernas do caçador, que escondeu o rosto com as duas mãos outra vez em vergonha. Sem dizer nada, o feiticeiro engoliu Chanyeol de uma única vez, fazendo-o soltar um gemido alto, a destra indo em direção aos fios negros e puxando com força, não para impedir o contato, mas como uma forma de se conter. 
Jongin passou a olhar o rosto do garoto, vendo a expressão afetada e se deliciando com aquilo. Sugou com avidez o pau duro e nem se incomodou com as estocadas que vez ou outra Chanyeol dava, possivelmente por não conseguir controlar seu próprio corpo. 
Sem querer, o Park acabou passando os dígitos pelas orelhas de gato do Kim, que acabou gemendo contra o volume em sua boca. Percebendo aquilo, o caçador passou a acarinhar a orelhinha, assistindo de maneira quase devota o seu pau sumir dentro da boca do feiticeiro. 
A forma como Jongin lhe engolia era impossível de ser descrita e, mesmo que tentasse controlar o próprio corpo, sabia que não ia conseguir durar por muito tempo, não com aquele contato tão gostoso que fazia sua pele formigar por inteiro. 
Antes que Chanyeol acabasse gozando, Jongin quebrou o contato ganhando um olhar revoltado e um bico chateado que foi selado em meio a uma risada. 
— Quanto mais excitação, menos dor, querido. Não fique chateado. — Explicou num meio sorriso. — Eu vou agora te estimular em outro lugar. Tudo bem?
— Eu já… Eu meio que… Na semana passada… Meio que…
Não conseguiu elaborar a frase mas Jongin assentiu de modo compreensivo.
— Você quer fazer você mesmo? É mais confortável?
— E você vai ficar só olhando?
— Eu posso fazer também e nós dois olhamos um para o outro. Parece bom assim?
Chanyeol balançou a cabeça positivamente, parecendo realmente satisfeito com aquela ideia.
O garoto de tez bronzeada saiu da cama apenas para pegar o tubo de lubrificante e entregou para o Park, que tentou não pensar que faria aquilo com uma plateia, plateia essa que era exatamente o que lhe consumia nos pensamentos a ponto de ter feito aquilo mesmo sem ter certeza de como devia. 
Espalhou o líquido transparente nos dedos e, quando achou ter uma quantidade boa, se penetrou. Estava sentado com as costas apoiadas na cabeceira da cama, mas os olhos estavam fechados devido a algo entre a vergonha e o deleite. Só abriu os olhos quando ouviu o gemido arrastado do Kim, um som que o afetou diretamente, o pau pulsando em forma de resposta.
Enquanto tinha dois dedos dentro de si, movendo-os lentamente para tentar se acostumar com a invasão, Jongin tinha três dedos dentro de si e já metia com mais força, os gemidos tornando a escapar de sua garganta e os olhos completamente presos nos movimentos do Park, que mordeu o lábio inferior.
Não conseguia colocar em palavras o quão excitante aquilo era. Até os próprios movimentos ficavam um pouco mais fortes e acelerados só de saber quem Jongin estava metendo tão gostoso daquele jeito apenas por estar olhando para si. O pau estava babando em desespero.
O caçador acabou soltando um grito prazeroso e Jongin sorriu maldoso pelo garoto finalmente ter encontrado seu ponto tão sensível e acabou por parar o próprio estímulo para voltar a se dedicar completamente ao Park, que tinha os olhos fechados enquanto a mão trêmula forçava os dedos ainda mais dentro de si.
Jongin puxou as duas pernas de modo que pudesse deixar Chanyeol ainda mais aberto e beijou ambas as coxas, voltando assim a ganhar a atenção do garoto que não parou os movimentos. Só o fez quando o próprio Kim envolveu a mão em seu pulso e o obrigou a parar, completamente a contragosto. 
— Eu quero meter em você, querido.
Chanyeol gemeu de modo quase inconsciente.
— Por favor…
O Kim deixou um leve selar sobre o pau duro e babado para esticar o braço e pegar a camisinha que havia deixado na cabeceira da cama. Rasgou o pacote e, numa velocidade invejável, colocou a camisinha no próprio pau. Pegou um pouco mais de lubrificante e levou ao buraquinho judiado, deixando que dois dedos entrassem e movimentasse um pouco só para ter certeza que o Park estava bem molhado.  
Quando tirou os dedos de dentro do maior, o deitou na cama e o penetrou de forma lenta, tentando fazer com que o garoto se acostumasse com o seu tamanho, ouvindo atento os gemidos sôfregos. 
Chanyeol cravava suas unhas nas costas do Kim e choramingava baixinho. Jongin já estava completamente dentro do maior e esperava que o corpo relaxasse embaixo para poder se mover.
— Jongin… Tira? Eu… Não consigo. Desculpa. 
Jongin que olhava para o rosto do caçador, sorriu docemente e lhe beijou na ponta do nariz, saindo de dentro dele. 
— Muito desconfortável? 
— Muito. — Chanyeol admitiu, levemente constrangido. — Desculpa. 
— Por que tá pedindo desculpa? Tá tudo bem. Você não se sente bem e eu estou feliz que você tenha me falado.
— Você já estava dentro e-
— E isso não muda nada. 
Chanyeol mordeu o lábio.
— Estraguei tudo, não foi?
— Claro que não, querido. Tire isso da sua cabeça. — Falou sério. — Você quer tomar um banho?
— Precisamos parar tudo? Você não quer mais…?
— Você quer? — Perguntou tirando os fios de cabelo que estavam grudados na testa suada do maior. — Vamos fazer o que você ainda estiver confortável em fazer, meu bem.
— Nós podemos, sabe, inverter? — Indagou meio incerto.
— Você quer me foder, querido? Claro que podemos. — Sorriu ao tempo que se afastava do corpo alheio para deitar ao lado do maior  tirar a camisinha que ainda estava em seu membro duro.
Chanyeol também moveu o corpo, levemente incerto e se colocou entre as pernas do mais velho. O Kim tornava a esticar o braço para pegar outra camisinha, mas Chanyeol segurou seus braços.
— Podemos fazer sem? 
— Apenas porque eu sei que não estou doente e faz um bom tempo que não faço isso! 
Chanyeol sorriu acenando com a cabeça.
— 900 anos e deixando um garoto me convencer a ser irresponsável. O que faço contigo, caçador?
Chanyeol tornou a sorrir e roubou um beijo rápido da boca do outro, que acabou rindo também.
Acreditando que Jongin estava bem preparado — afinal foram três dedos (e aquilo era muito para o Park) — deixou que o pau finalmente invadisse a entrada dele, tentando ter com ele o mesmo cuidado que Kim teve consigo, ainda que fosse complicado. O aperto em volta do seu pau era dolorosamente delicioso.
— Eu aguento, querido. Faça o que você quiser.
O caçador olhou para o feiticeiro em busca de certeza e quando viu que realmente estava tudo bem, meteu de uma só vez, gemendo rouco em conjunto com o mais velho ao finalmente estar completamente dentro do corpo do outro.
Não demorou a se movimentar, sentindo a necessidade de sentir mais daquilo, sentir mais daquele aperto, mais daquela maneira como Jongin lhe apertava, tão gostoso que fazia com que pequenas lágrimas de prazer rolassem por suas bochechas.
Metia com força e em movimentos desiguais, a inexperiência óbvia sendo demonstrada pelos movimentos desesperados, mas o Kim não pareceu se importar porque gemia cada vez mais alto em meio às estocadas fortes.
Jongin sabia que Chanyeol não duraria muito tempo por causa dos estímulos novos e por isso não se incomodou quando o Park apertou com força sua cintura e passou a meter ainda com mais força em meio a um gemido desesperado, sentindo o líquido quente escorrendo pela sua bunda e fazendo-o sorrir satisfeito ao tempo em que achava adorável a expressão de êxtase no rosto do garoto.
Não se incomodou quando o corpo do caçador caiu sobre o seu, ainda que pressionasse o seu pau duro, deixando que Chanyeol voltasse a seu estado normal, ou o mais normal possível, fazendo um carinho suave nos fios escuros.
— Você não gozou. 
— Mas você sim. — Jongin disse baixinho. — Tenho certeza que você terá muitas oportunidades para me fazer gozar só de meter em mim. Mas dessa vez o importante era você e seu prazer, querido.
Chanyeol soltou um resmungo baixo e escondeu o rosto contra o pescoço do feiticeiro, que o apertou num abraço.
— Vamos realmente fazer mais vezes? — Indagou, contra a pele escura.
— Eu ficaria chateado em saber que fui um casinho de uma noite. — Brincou, fingindo drama.
Chanyeol riu baixinho e beijou o pescoço dele. 
Jongin acabou deixando um beijo no topo da cabeça dele. 
— Você sabe que isso é muito novo pra mim, não é? — Chanyeol disse depois de um tempo, a voz levemente sonolenta enquanto sentia o carinho nos fios de cabelo. 
— Sei sim, querido.
— Tudo bem eu ir devagar? 
— Vivi mil anos… Eu não tenho mais pressa, querido.
Chanyeol tornou a sorrir satisfeito, os olhos fechando devido ao sono, até que arregalou os olhos e tornou a olhar para o feiticeiro que o olhou sem entender.
— NÃO CONTA A NINGUÉM, TÁ? EU TENHO UMA IMAGEM A ZELAR!
— Que transamos? — Jongin perguntou com a sobrancelha arqueada.
— Não! Que… Eu sou assim. Mais…
— Um bebê fofo e manhoso na cama? — Perguntou com uma risada, para desgosto do Park. — Não se preocupe, querido. É o nosso segredo. Afinal de contas, como bom feiticeiro, nunca devo falar sobre aqueles que procuram o meu serviço.
— Idiota!
Jongin tornou a rir e beijou os lábios do mais novo demoradamente antes de fazer com que ele encostasse em seu peitoral e acabasse adormecendo.
Para aqueles que atravessavam as ruas de Incheon, sempre brilhantes, coloridas e cheio de movimentos, jamais poderiam imaginar que dentro daquela enorme casa conhecida por ser do feiticeiro mais famoso da Coréia, um feitiço começava a se desenvolver.
Um que nenhuma criatura conseguia replicar por ser completamente natural.
E Chanyeol, que sempre odiou a ideia de um dia ser enfeitiçado, estava plenamente satisfeito por estar preso naquele feitiço.
O nome do feitiço?
Nem o Feiticeiro de Incheon poderia dizer. Não ainda.
Talvez outro dia. Numa madrugada qualquer. Em meio a um sussurro.
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Cap 15
13/3/2018, 9:47, Alicante
El coche azul se detuvo frente a una iglesia, hacía sol, pero el ambiente seguía frío, Cristian vestía un traje negro y una camisa blanca debajo, el hombre se arregló en el espejo del parasol del asiento del conductor un pasador de corbata dorado que mostraba la cruz de los templarios en un rojo intenso que resaltaba en el traje oscuro, con el rabillo de su ojo vió una forma moverse a su lado
-¿Me repites lo que hacemos aquí?- preguntó Faistos, el kwami llevaba todo el viaje de más de una hora metido en la guantera del coche para evitar miradas indiscretas
-Antonio es amigo mío - dijo el hombre, poniendo un reloj sobre la pulsera que siempre adornaba su muñeca derecha -Si su hija muere tengo que acompañarlo
-Llevas 45 años sin verlo, ¿se acordará de tí?- preguntó Faistos, haciendo que Cristian suspirara
-Se que no nos despedimos en los mejores términos, Faistos, pero hay que hacer lo que se debe, es mi cuñado después de todo-dijo el hombre
-El no fue tan considerado cuando te echó, ¿O sí?- inquirió el kwami, y Cristian asintió dándole la razón, era verdad que la relación no había sido la mejor al final, pero la gente cambiaba con los años, eso era lo que la vida le había enseñado
-Todos estaban asustados para entonces- dijo el hombre - sus acciones no eran suyas y se sentían traicionados
-¿Y tú no?- preguntó Faistos - Hablamos de tu padre aquí, los humanos siempre son rápidos a la hora de señalar dedos a aquellos que les conviene
-Los humanos - corrigió Cristian - somos lo que el mundo hace de nosotros, fin de la conversación - el hombre abrió la puerta del Kia Río y salió, cerrando la puerta tras de sí mismo
Miró su reloj, el reloj que le decía que faltaban 10 minutos para la misa, Cristian entró a la puerta de San Vicente Ferrer, la parroquia era pequeña, con las paredes interiores cubiertas de mármol blanco, cuatro columnas que separaban la cámara principal de las secundarias, la iglesia apenas tenía espacio para veinte filas de dos bancos, indudablemente era más una iglesia a la que solo las viejas del barrio asistirían los domingos a misa
Y ahí, frente al altar, dos apoyos de hierro negro estaban en pie, esperando pacientemente al ataúd que deberían sostener, había gente en la iglesia, unas cincuenta personas por el momento y seguían entrando, había de todas las edades y géneros, amigos de la familia, amigos de la difunta, etc..., notó algunas miradas de confusión dirigidas hacia él así que decidió irse a un lugar apartado
Cristian se apartó de la entrada y fue a apoyarse en una de las columnas, en la nave secundaria junto a un pequeño altar que mostraba la estatua ya entrada en años del arcángel San Miguel con una espada en llamas en sus manos, entonces notó dos toques ligeros en el hombro derecho
El hombre se giró para ver quién era el que se dignaba a acercarse a él por la espalda, reconoció la calva al instante
-¿Que tal, Cristian?- preguntó el hombre, unos años más joven que él
-Muy bien, ¿Cómo es que el ocupado presidente de la OH se digna a aparecer en un pueblucho como este?- Pablo Emilio sonrió y miró al altar
-Cuando la hija de tu compañero de barraca muere en acción tienes un deber social y moral para acudir - dijo el hombre, metiendo sus manos en los bolsillos de sus pantalones, Cristian levantó
-¿Es por eso que apareciste en Yecla para el funeral de mi hijo?- preguntó el hombre
-Lo de tu hijo era especial - dijo el hombre - Ambos fuisteis amigos míos que me ayudaron en situaciones muy difíciles, sabes que eso no cambiará nunca
-Dios te oiga- murmuró Cristian, viendo cómo por la gran puerta de la iglesia empezaba a entrar una pequeña procesión, un total de ocho hombres avanzaban por el centro del pasillo formado por los bancos
Iban lentos, seis de ellos caminaban portando en sus hombros el ataúd, los otros dos eran el cura y el padre de la difunta, Antonio Villalba, habían pasado 45 años desde la última vez que lo había visto
"está gordo" pensó, viendo al hombre de lado, también había perdido mucho pelo, pero su piel seguía tan pálida como siempre lo había sido, parecía un guiri recién llegado con esa piel, su mente lo llevó a los viejos tiempos cuando iban en verano a la playa y su amigo siempre acababa más rojo que una langosta con mantequilla, el hombre parecía triste, normal, después de todo, su única hija había fallecido, pero aún así, ni una sola lágrima escapaba de sus ojos
La misa pasó, ominosa, llena de sentimiento, muchas personas lloraban sentadas en los bancos, pero Cristian y Pablo Emilio no, no habían conocido a la mujer personalmente, así que no tenían mucho por lo que llorar, y así, cuando la misa terminó, los seis hombres cargaron el ataúd fuera de la iglesia para cargarlo al coche fúnebre aparcado frente a la iglesia
La gente comenzó a procesionar a la primera fila de bancos, donde la familia y amigos cercanos se encontraban, un total de cinco personas se encontraban ahí, de pie y recibiendo las condolencias, vestidos de negro, primero, un hombre pelirrojo y de estatura media, arreglado pero con ojeras, su brazo izquierdo en cabestrillo y señales de quemado en su cuello y cara, así como pequeños vendajes que cubrían heridas leves en la cara y Cristian estaba seguro de que su brazo derecho también estaba vendado bajo la manga del traje
Junto a él se encontraban un hombre más musculoso y alto, de pelo rubio con mechas azules y una mujer de pelo castaño, bastante baja en comparación al titán que tenía a su lado, además de ellos tres, que Cristian pudo reconocer como Foc, Aigua y Terra, también se encontraban Antonio y, en sus brazos, una niña pequeña, no mayor de 10 años y pelo plateado, se parecía mucho a María Dolores cuando era joven, aunque tenía el color de pelo de su hermana, parecía que era la hija de su sobrina
La fila de gente dando el pésame llegaba a su fin y Cristian comenzó a notar la mirada de la gente en su nuca, y entonces llegó su turno
-Lo siento mucho- dijo, dando la mano a los dos miembros masculinos de Elementals, su voz hizo que Antonio, más preocupado en recibir el pésame de otra persona, girará automáticamente su mirada hacia el, con una mezcla de confusión, miedo, angustia y tristeza... Y entonces llegó hasta él, Cristian miró a los ojos marrones del hombre frente a él - Lo siento mucho Antonio - dijo Cristian, recibiendo la mirada de las personas mayores de la sala
Una vez salió de la multitud, Cristian miró hacia atrás para ver qué Pablo Emilio lo había seguido después de dar el pésame de forma ensayada y perfecta, tanto que había parecido que él mismo se encontraba roto por la pérdida de la superheroína
-No quiero saber todos los funerales a los que has asistido para llegar a tal perfección- dijo Cristian, saliendo de la iglesia, el coche fúnebre seguía ahí, esperando a la familia para acompañarlo al cementerio
-La mía es una línea de trabajo muy peligrosa- comentó Pablo Emilio- ¿Vas a venir al cementerio? Antonio lo necesitaría- Cristian sonrió tristemente ante la proposición
-Cuando mi cuñada y su mujer murió no apareció, ¿Crees que de verdad querrá verme ahora?- preguntó el hombre
-En lo absoluto, pero creo que es lo que necesita- dijo Pablo Emilio, cruzando la acera junto a Cristian- después de todo, el también tiene que hacerse cargo de su nieta ahora, ya tenéis algo en común
-¿Que hay del padre de la niña? - preguntó Cristian
-No se sabe quién es - contestó Pablo, mirando a la gente salir de la iglesia
-Iré- dijo Cristian- ¿quieres venir en mi coche?- preguntó, señalando al coche no muy lejos de donde estaban
-¿Quieres llevar al presidente de una organización que acaba con los villanos en un coche sin blindaje y con ventanas claras?- preguntó el hombre, levantando una oreja
-Ese es el plan- contestó Cristian
-Entonces a que esperamos, vamos antes de que mis guardaespaldas se den cuenta de que ya he salido- dijo el hombre
-¿Que clase de guardaespaldas dejan que su contratante se escabulla sin darse cuenta?- Preguntó Cristian, Pablo solo levantó su mano derecha y se la mostró a Cristian, antes de que esta, junto al resto del brazo y la manga del traje desapareciera -Se me olvidaba que podías hacer eso- dijo el hombre, antes de andar hacia el coche
.............................................................................................................
El resto del entierro fue como debería, de las personas que habían asistido a la iglesia solo cerca de dos docenas siguieron al coche fúnebre hasta el cementerio
El sol se había ocultado tras una nube volviendo el cementerio oscuro a pesar de que apenas eran las 11 de la mañana, mientras los enterradores sellaban el nicho con la tapadera blanca que servía de placa temporal la gente empezó a irse, hasta que el número de personas frente a la recién terminada tumba se redujo solo a siete, esto incluía a los miembros de elementals, la familia de la chica, Cristian y Pablo
Cristian se acercó a Antonio lentamente pero sin parar, hasta que estaba justo en frente de él, sabía que lo había visto, notaba su mirada enrojecida por contener las lágrimas dirigida hacia él, hacia su traje negro, hacia su bigote y hacia su gorro
-Lo siento mucho Antonio - dijo Cristian, tendiendo la mano a su más antiguo amigo, Antonio golpeó el pecho de Cristian con todas sus fuerzas
-¿Cómo te atreves?- preguntó el hombre, su voz inundada de tristeza e ira a partes iguales -I'm mujer murió, la hermana de tu mujer y no vi ni un pelo de tu cabeza - dijo Antonio, su puño aún seguía apoyando en el pecho de Cristian
-Lo sé, lo siento - se disculpó Cristian, poniendo su mano en el hombro de su amigo -Pero ahora estoy aquí- dijo - puedes desahogarte por estos cuarenta años
-Eres un idiota- dijo el hombre, golpeando el hombro de su amigo, lágrimas comenzando a caer de sus ojos, lágrimas tanto por su hija como por todos los sentimientos reprimidos a lo largo de los años -te fuiste - dijo- te largaste como un cobarde - las palabras se intercambiaban puestos con suspiros y respiraciones fuertes - no te defendiste, no hiciste nada
-No había nada con lo que defenderme- dijo Cristian - lo que hizo mi padre... Fue imperdonable- Antonio negó con la cabeza
-Tu padre no hizo nada - dijo, sonriendo entre las lágrimas -Siempre nos trató bien, a mí, a Pablo, a todos en el pueblo, todos sabíamos en el fondo... Que no fue él- era el turno de Cristian para sentirse confundido
-Salva vino hace unos años - explicó Antonio- dijo que tenía algo para tí, quería... Quería que te lo diera - Antonio se secó las lágrimas -Creí que nunca podría dártelo- dijo
-¿Y donde está?- preguntó Cristian mirando a su amigo en los ojos
-Está en el Saint Anthony- dijo el hombre más grande - lo guardé ahí para tí
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Karen estas ya preparada, que llegamos tarde al cercanías alicante murcia; José con una bici en la mano y su macuto bien emparejado y Karen saliendo por la puerta con su bici preciosa y ella divina de la muerte con la música puesta, iban a una carrera de bicicletas nocturna por la sierra de Albatera; a meterse lijas y les pareció una idea de locos y ahí estaban empaquetando bien lo que faltaba y comprobando las linternas que previamente debían de usar en la competición y la música vía bluet0oth del cacharro que llevaban. A plena luz de la luna querían hacer el amor por esa sierra llena de luces, ya estaban comprobadas las pilas… arreando y se fueron la pareja alicantina al cercanías, no tuvieron muchos problemas, alguna bicicleta mas había y empezaron a re calcular el circuito, el tramo iba a ser desarrollado con luces led, la carrera: finales de verano; luz d noche race. Mientras se trasladaban a su destino vieron que la carrera pasaba por ciertos sitios peligrosos para hacerlo pero se dijeron a si mismos que habría mas luz allí que en toda la carrera y se rieron demasiado casi se mean encima, un hombre que también iba a esa carrera les observo como lo planeaban su definitivo triunfo y que eran unos cachondos la pareja y se metió en la conversación de sus planes enseñándoles un sendero alternativo que usaba el, una se mi cueva muy hermosa del lugar y a la pareja le brillaron los ojos, ese hombre les había escuchado y encima les dijo donde follar y empezaron a reírse otra vez pero esta vez eran tres, ella quería que participara el hombre; juan vivía en alicante también y era nativo de Albatera, josé le dijo a juan si se metía cocaína, el hombre inclino la cabeza en suspensión diciendo que si y casi se lo montan los tres en el cercanías, falto tiempo karen saliendo de los aseos, Juan te llamas como mi padre, y no paraban de reírse hasta que llegaron a Albatera y un amigo de Juan los llevo hasta el pueblo de San Isidro hacia Albatera, era el hermano de juan; CUPIERON LOS TRES EN EL COCHE Y DIRECTOS A LA CARRERA NOCTURNA, LLEGARON CUANDO SE ESTABA PONIENDO EL SOL, LA CARRERA EMPEZABA A LAS 10:30 de la noche, llegaron a las 10. La carrera en sí les sudaba lo que no digo NI CUENTO querían follar los tres juntos en esa cueva Y PAN!!!!!!!!!1!!!!! SE ESCUCHO LA PISTOLA SIN BALAS DAR EL GOLPE DE SALIDA. LOS TRES IBAN CON LA MÚSICA Y HABLANDO, ESTABA DEMASIADO BIEN ILUMINADA PODÍAS IR TRANQUILO POR LA NOCHE Y ESTABA GUAPA EN VERDAD PORQUE LA GENTE IBA CON LUCES Y ERA UN POCO CACHONDEO LA CARRERA, VIERON A DOS GEMELOS VESTIDOS DE LUCES Y KAREN CASI SE CAE DE LA RISA CON EL ALTAVOZ, ELLA LLEVABA LA MAQUINA DE MÚSICA, QUE PETARDEABA CON UNA SESIÓN DE XTRA RAW...JUAN ESTABA CACHONDO PERDIDO POR KAREN, LA ESTAMPA ERA BUENA…LLEGARON AL TRAMO Y DESCANSARON Y CUANDO NO LOS VIO NADIE SUBIERON UNA PEQUEÑA PENDIENTE QUE LLEVABA A LA CUEVA POR UN PEQUEÑO BANCAL, LE DIJO A JUAN JOSÉ QUE PODÍA TOCARLA Y DEJANDO LAS COSAS Y LAS BICICLETAS TODO MENOS EL BOLSO DE KAREN SE FUERON LOS TRES CASI FOLLÁNDOSE A LA CUEVA, toqueteándose y karen con una sonrisa de tonta, eran dos buenos hombres…llegaron a la cueva…Y EMPEZÓ LA FIESTA DE ESOS TRES MIENTRAS ALGUIEN MIRABA BAJO LAS SOMBRAS, ojos de lobo y luna llena.
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Muy buena comida en @elportalalicante, un restaurante de decoración exuberante y ricos platos para todos los gustos. No en vano el cocinero es discípulo del gran @a.braham.g (por cierto, merecido premio nacional de gastronomía que todos aclaman. La gente más bien se pregunta cómo es posible que el amiguismo o los intereses de la @raginforma no se lo haya dado hasta ahora, aunque solo fuera por ser maestro del inigualable @dabizdiverxo y de tantos otros). Homenaje a él es ese estupendo arenque con aguacate, mango y fruta de la pasión lleno de matices y fuerza, y completamente suyo el huevo con crema de foie y boletus. Una cumbre gastronómica cuando nadie se atrevía con estas cosas. El arroz meloso con gamba roja de Denia (más bien al revés porque las gambas son la perfección) es estupendo y rara avis en esta tierra, mucho más de (maravilloso)) arroces secos. Me ha encantado. De postre, un helado de turrón de Jijona que deja sin aliento y un pan con chocolate más que rico. Por cierto los panes son impresionantes y la torta de aceite (parece hojaldre) de Cox, para repetir y repetir (lo confieso, lo he hecho…) Muy buen servicio, carta de vinos (también la de copas), impresionante y embajada de @krugchampagne. Solo no entiendo lo de los turnos. Ni lleno el primero, ni lleno el segundo. En la web me daba lleno ambos y vine personalmente. Para ser sentado muy amablemente. Este sistema es cómodo para los hosteleros. No para clientes. Mucho menos si no está abarrotado. Por lo demás, imprescindible! By anatomiadelgusto.com #wines #anatomiadelgusto #foodgasm #manero #foodporn #lpaella #arroz #follow #alicante #food #foodie #foodpic (en El Portal Taberna) https://www.instagram.com/p/Ck0tZQIjk7T/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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belle-keys · 2 years
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Vale, si me disculpas te voy a mandar esto en español porque son las 00:00 por aquí y mi cerebro no me da para inglés.
A lo mejor estoy pasandome mucho, pero por ahora tpw me parece un libro (trilogía todavía no sé porque llevo el primer libro solo, y ni me lo he terminado todavía) muy, muy importante. La escena de Golyn Niss de verdad me ha hecho sentir mal, pero es que es tan importante que rfk la haya escrito así, para que se pueda ver claramente las atrocidades que se cometen en mitad de una guerra. Llámame rara, pero deseo que la gente conozca la versión más grotesca, explícita, horrible de la historia, para que incluso la mera noción de idealizar al imperio japonés o tomárselo a risa les repulse --y tpw hace justamente *eso*. Ya me gustaría que hubiese un tpw, pero sobre España y nuestra guerra civil, porque fue el evento más tragico de nuestra historia moderna y hay gente que idealiza al dictador fascista que la ganó y ordenó que ciudades enteras (Alicante por ejemplo) fuesen un gran complejo de campos de concentración (pero bueno esto ya es un rant personal).
La historia china del sXX es verdaderamente triste, pero probablemente lo más triste es como Japón se niega a aceptar todo lo que le hizo al pueblo chino. No sé cómo terminar esto, pero vamos que ojalá el mundo entero pueda leer este libro
Estoy de acuerdo completamente, especialmente en que Kuang escribe los eventos y los hechos y las experiencias en sus obras que necesitan verdaderamente la exposición y la análisis: en TPW, Babel, Yellowface. Ella demuestra las grietas de nuestra historia y la realidad de nuestras instituciones sociales y políticas. Además, estoy de acuerdo en que la sociedad idealiza Japón sino no presta atención a sus crimenes contra la humanidad (en la misma manera en que hablamos de los crimenes de Alemania e Italia, por ejemplo, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial). Los políticos de Japón ya no han admitido la verdad de Nanking.
Si quieres leer más, recomendo The Rape of Nanking by Iris Chang porque, como un libro factual, representa la misma historia de China en el siglo XX y es un libro muy importante. Mi profesor de historia me recomendó la escritura sobre Nanking cuando tenía 13 años (porque él era completamente loco) pero aprendí mucho de la historia del mundo en reflejar sobre la situación de China en el pasado y en el presente desde aquel momento.
¡Dime sus pensamientos mientras estás leyendo!
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etarragof · 2 years
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Qué bello puede ser vivir
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04 julio 2022
- ¡Qué sencillo es ser feliz cuando se aprecia lo que se tiene!
- ¿Por qué la gente se aburre tanto?
Fotografía de E.S. (Playa San Juan - Alicante, hoy, 08:05)
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gentedealicante · 10 months
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Fiestas Agosto Elche 2023
Fiestas Agosto Elche 2023 Elche se viste de fiestas patronales en honor a la Virgen de la Asunción patrona de Elche, además de poder disfrutar de la fiesta los Moros y Cristianos, que rememoran la conquista de la ciudad por las tropas del rey Jaime I en 1265, disfruta con una noche llena de luz en la noche del 13 de agosto de la Nit de L’Albà,  y en la madrugada del 14 al 15 de Agosto de la Nit…
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tuportavoz · 23 days
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Confesiones desde el “wasap”
Texto: Ángeles Sanmiguel Ascensión al Everest: “En los últimos años la gente ha ensuciado tanto la montaña que las autoridades locales sacan unas diez toneladas de basura al año”.En plena ladera  de la sierra de Bernia (Alicante): “han arrasado con toda la vegetación silvestre para acometer los trabajos  de arqueología  y musealizar la zona”. En estas intervenciones, “¿no trabajan ingenieros…
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ali4nia · 2 months
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La Vall de Gallinera, la fiesta del Cerezo
Posiblemente el mayor espectáculo natural de Alicante Interior. 🍒🍒🍒🥰
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tarditardi · 2 months
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06/04 Mau P x Road To Barrakud fa scatenare Bolgia – Bergamo
 
Sabato 6 aprile 2024 al Bolgia di Bergamo, tempio dell'elettronica sull'A4, in Club Room si balla con Mau P, protagonista della scena tech house mondiale. Il party è Road To Barrakud. Lo staff del Bolgia collabora infatti anche quest'anno al mitico festival che prende vita in Croazia, sull'isola di Pag, dall'11 al 15 agosto '24.
Mau P è da tempo ai vertici delle classifiche di Beatport, il digital store di riferimento per i dj di tutto il mondo. Recentemente, ai vertici delle chart c'è stata la sua "Beats For The Underground", traccia che ha conquistato i club e i festival. Mau P, l'olandese Maurits Westveen all'anagrafe, 250mila follower su Instagram, è giovane solo sulla carta. Vanta un'esperienza in studio ed in console senza pari. Il suo primo singolo, "Drugs From Amsterdam", ad oggi, ha superato i 150 milioni di ascolti su Spotify. Nel frattempo Mau P ha remixato star del mixer come Swedish House Mafia e Calvin Harris. Sul suo primo successo ha rivelato: "La traccia piaceva ad artisti che pubblicano su Afterlife come Kevin De Vries, o Adriatique quindi più affini alla melodic, ma anche a gente come Fisher o come Tiësto. Quando ho visto quindi che trascendeva dalla sola tech house, mi sono accorto che era qualcosa che poteva spingersi oltre". Come il suo vorticoso calendario di date. Dopo un top club come il Bolgia, il 21 aprile vola al Pacha Barcellona, in Spagna. Chiudono il cerchio, ancora in Club Room, Kommando, Cvmpanile, Alex Rubino e Christian Bove. 
Hardcore Italia, la community / party itinerante fa invece scatenare la Garden Room del Bolgia nella stessa data, il 6 aprile 2024. La Lab Room del Bolgia, per finire, diventa Alternative Room, con un party di sonorità potenti e innovative. Il Bolgia apre alle 23.30 e si balla fino alle 6 del mattino.
Il doppio appuntamento di sabato 6 aprile 2024 con Mau P ed Hardcore Italia al Bolgia è solo l'ennesimo di peso per questo top club. Qui si sono esibiti super dj come Nico Moreno, I Hate Models, Joseph Capriati, 999999999, Deborah De Luca, Indira Paganotto, Joseph Capriati, klangkuenstler, Wade, Trym, Pawsa, Dennis Cruz, Cloonee, Reinier Zonneveld, Stella Bossi, Ilario Alicante, Len Faki, Ellen Allien e Métaraph, Franchino, Oguz, Milo Spykers e diversi altri.
06/04 Mau P x Road To Barrakud @ Bolgia – Bergamo 
Bolgia - Bergamo
via Vaccarezza 9, Osio Sopra (Bergamo) A4: Dalmine
info: 338 3624803
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trastornadosrevista · 4 months
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AIRBAG anuncia un reencuentro muy especial con su público!
EN UNO DE LOS MEJORES MOMENTOS DE SU CARRERA AIRBAG VUELVE AL ESTADIO LUNA PARK, REAFIRMANDO EL RITUAL INDISPENSABLE DE TOCAR EN VIVO EN ESTE MÍTICO LUGAR.
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Airbag cerró el 2023 brindando el show más grande de su carrera hasta el momento, su primer Estadio Vélez con entradas agotadas y una celebración ante más de 45 mil personas.
Los hermanos Sardelli dejan una marca insuperable cada vez que suben a un escenario, una conexión explosiva con sus fans y versiones siempre nuevas y sorpresivas de las canciones que escriben su trayectoria. 
Buscando nuevos momentos inolvidables anuncian su regreso al Estadio Luna Park de Buenos Aires, un encuentro muy esperado por su público y un show más cercano con toda la potencia y energía a la que nos tienen acostumbrados. 
Patricio, Guido y Gaston Sardelli vienen transitando una gran etapa y son una de las bandas más convocantes del país. 
Habiendo tocado por primera vez en el Estadio Argentinos Juniors en un show histórico, con dos   Movistar Arena agotados ante más de 30 mil personas, y una exitosa gira por España y Latinoamérica, que los llevó por Barcelona, Madrid, Alicante, Valencia y Mallorca, entre otras ciudades, demostrando la firmeza de su identidad artística y el impacto que tienen en la escena musical.
 Cerraron el 2023 con un show bisagra en su carrera, llenando el Estadio Vélez y sacudiendo Buenos Aires con su música.
Más de 350.000 personas ya fueron parte de la celebración de Airbag en lo que va de este año en el Cosquín Rock y la Fiesta de la Confluencia. La noticia del Luna Park causó revuelo y el encuentro más que esperado por sus fans, tiene fecha para el 29 de febrero. 
“Venimos a Vélez y tenemos ganas de volver al Luna Park, fuimos hace poco a un evento, nos miramos y decidimos volver tocar acá. Hemos pasado grandes noches ahí y tenemos ganas de tocar y encontrarnos de nuevo con la gente”
Además de su actividad sobre el escenario, Airbag no deja de sorprender y trabajar en estudio para regalar nuevas canciones. Su último single “Nunca lo Olvides” que sonó en Vélez por primera vez ya se ha convertido en otro hit.
Las entradas se podrán adquirir el viernes 16 de febrero a las 18hs a través de TicketPortal.
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