Tumgik
#apagando las luces
margeocar · 3 months
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Hay ocasiones,
cuando el silencio gana la noche
y las luces una a una
se van apagando;
cuando ya no queda nadie
y todos se han marchado
al finalizar el día,
cuando siento que la soledad
se arrellana en la almohada
y un frío de invierno
se arropa bajo las sábanas;
solo en algunas ocasiones,
siento que ingresa de nuevo al cuarto,
llenándolo todo
con la luz de su sonrisa
y con un casto beso
que sabe a miel y café matutino,
solo entonces el alma vuelve al cuerpo
y es en ese momento
en qué damos rienda suelta
A LA PASIÓN……🦋
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acradelius · 1 year
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ok so imagine GN Reader who loves eating out sombra and and also overstimulates her and sombra reverts back to her language and accidentally causes a power outage in the town their staying
"¡Apagando las luces!"
Fandom: Overwatch / Overwatch 2
Pairing: Olivia Colomar (Sombra) x Reader
Rating: Lemon [🟡] (NSFW!)
Warnings/Mention Ofs: Cunninglingus, Oral - Female Recieving, Overstimulation, Hair Pulling, Orgasm
Word Count: 673 Words
Author's Note: "¡Apagando las luces! Indeed ;)
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It hadn’t been any “coincidence” that the dropship that was on route to an important location for an important mission, especially when the world’s most notorious hacker was upon it, had just so happened to have a malfunction and needed to stop for an uncertain amount of time to be repaired. Olivia for sure wasn’t going to reveal to the other informants that were also on the ship that she had purposely malfunctioned the dropship, at least not till afterwards, but she was for sure that Gabriel knew the exact reason only because she had mentioned it to him just a handful of times within the last couple of hours. Using her devilish charismatic personality, she’d come up with a believable lie as to why she would be leaving the dropship for some hours, stating that she’d search around for any clues as to the malfunction, but it was all an excuse to see her beloved (Y/N). It had been quite some time since Olivia was able to see her partner, and it was no question that Olivia would try her damndest to not get them involved in Talon, but she missed their lingering touch. 
“Dios mío, amor,” Olivia managed to get the words past her lips and out into the open, besides the various whimpers, moans, and the occasional profanity that was followed with (Y/N)’s name. One of her hands would alternate between fondling her breasts, pinching and pulling at her nipples, and gripping at the bed sheets while the other one had a firm grip on (Y/N)’s hair, keeping their face aligned with her cunt. Pulling their hair to suffocate them with her dripping cunt, grinding her cunt against their face to drench it with (Y/N)’s saliva and Olivia’s essence, giving a reminder to (Y/N) that it was only them that could make Olivia feel this way, that they were the only one that could get her as wet as she was. It doesn’t just stop after one or two orgasms, oh no, it definitely doesn’t. (Y/N) knows to continue rubbing their nose against Olivia’s clit all while dipping their tongue and dragging it along the walls of her cunt, muffle chuckles at how it would try to clench so tightly against their tongue. To bring Olivia to more orgasms than she’s been brought to before, to make it to where she’s completely overstimulated to the point her abused cunt can’t be touched without her shying away from (Y/N)’s touch, whimpering loudly and begging (Y/N) to stop, even though they both know that they want to continue. 
“F-Fuck, amor,” Olivia cries out all while tightening her grip on (Y/N)’s hair, the grinding of her cunt on (Y/N)’s face becoming frantic, “I’m so close, so close, close!~” She commands that (Y/N) doesn’t stop whatever they had been doing, arching her back as their tongue quickly flicks and laps at Olivia’s swollen cunt. Olivia unconsciously reaches back to grab onto anything to ground herself with, and it happens to the alarm clock that (Y/N) has next to the bed, the lights beginning to flicker throughout the room. “F-Fuck!~ ¡Apagando las luces!~” It’s almost immediately that a power surge takes over all electrical appliances, leaving the entire town and surrounding areas into complete darkness, but all Olivia could focus on was trembling against (Y/N) as she comes down from her pleasurable high. “What the actual fuck, Olivia?” (Y/N) questions as they pull away from Olivia, attempting to wipe away the saliva and Olivia’s cum from their mouth, staring at her as she attempts to catch her breath, sweat making her skin glisten against the moonlight that peered into the room. It’s just a brief moment of silence before loudly laughing, Olivia leaning up to wrap her arms around (Y/N)’s neck to bring them down into a quick kiss. “Let’s say that we do that again before I have to get going, amor?~”
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fortheloveofpiggy · 7 months
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¡Apagando las luces!
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In honor of her rework
Ignore that I posted it without the photo the first time 😭 accidentally hit post ⚰️
Stop hacking hacker hacker!! 😭😭😭
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a-pair-of-iris · 4 months
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Noche de Paz
By Aris
"Se me olvidaron las papas". Manuel vuelve tarde del trabajo en la víspera de navidad odiándose a sí mismo por olvidar comprar una bolsa de papas duquesa para la cena. Va harto de todo y de todos, pero al llegar a casa recuerda que la vida no es tan mala, ya no. Oneshot Ecuchi, 2.114 palabras ao3
«Se me olvidaron las papas», seguía recriminándose Manuel, agarrado firmemente al pasamanos sobre su cabeza para que los tambaleos del vagón entre las interminables curvas de las vías, los frenazos nerviosos del conductor, o los empujones de la gente que se apretujaba con bolsas y cajas de regalos intentando abrirse paso al interior no acabaran por tirarlo al piso.
Lo estuvo pensando toda la semana: ir a comprar una bolsa apenas saliera del trabajo, pero entre las demandas y prisas previas a días festivos y la locura de fin de año que se apoderaba del mundo lo olvidó por completo. Todos los días.
Entonces ahí estaba, la tarde-casi-noche del veinticuatro de diciembre camino a casa desde el trabajo, y sin papas duquesas en la mano o en el refrigerador. Consideró la posibilidad de pasarse al super a ver si de milagro quedaba alguna solitaria y despreciada bolsita al fondo de los congeladores, entre las croquetas de garbanzos y not-pollo, pero conocía demasiado bien la naturaleza de sus conciudadanos como para hacerse ilusiones. Aparte que a esas alturas ya estarían correteando a todos fuera del recinto, apagando la música y luces y escondiendo a los señores que cortaban el queso y la carne. Así que debía hacerse a la idea de que no habría papas duquesa para la cena de navidad.
Una señora le pisoteó los pies en su arremetida para hacerse con un asiento vacío y Manuel se tragó las ganas de hacer algo más que mirarla feo. Ya estaba bastante cabreado como para empeorarlo peleándose con una vieja en el metro. Solo quería llegar a su casa y que el día se acabara. Que las fiestas y el año se acabaran de una vez.
Estaba harto, y todo era culpa de recursos humanos, por dejarlo sin aguinaldo y luego hacerlo cubrir el turno para que sus compañeros con hijos pudieran salir con “la familia”. Como si él no tuviera una de esas. Realmente, las infografías del departamento de inclusión las tenían de adorno en los muros… En fin, la cosa es que iba harto, sopeado y apestoso por el calor de Santiago, en un vagón repleto de gente igual de apestosa, enojada e histérica por sus compras de último minuto, e iba a llegar a su casa con todo ese enojo y desprecio pegado al cuerpo a ponerle mala cara a Francisco y a su cena sin papas duquesa. Y más molesto se sentía. Porque Panchito no se merecía ser el recipiente de su frustración y mal humor. No cuando los idiotas de recursos humanos ya le habían arruinado a su novio el fin de semana familiar en la casa de playa de Rodrigo y Fernanda del que había estado hablando las últimas semanas.
A diferencia suya, a Francisco sí le hacían ilusión estas fechas y las esperaba con entusiasmo y gran dedicación, vestigios de su crianza en una mezcla de la más pura liturgia católica y propaganda gringa. Y es que Manuel nunca acabó de tragarse ese discurso de “paz y amor” y “el espíritu de la navidad” que vendían las películas al por mayor de Hallmark, si no hasta que pudo pasar las fiestas en casa de los Burgos. Dejando de lado los rezos y lecciones bíblicas gratuitas, la vida familiar de su entonces mejor amigo apareció ante él como todo eso que había deseado tener mientras crecía, y no podía negar que sintió un poco -o más bien mucha- envidia al presenciar en vivo y en directo la suerte que tenían esos pocos niños que crecían en familias funcionales. Para Francisco, la navidad eran luces de colores y cantos junto al pesebre; juegos y risas correteando con sus hermanos por la casa; largas pláticas decorando el árbol o las galletas y tartas que horneaba su papá; enormes, alegres y bulliciosas reuniones familiares repletas de cariño y una armoniosa coexistencia que acababa con todos esperando la siguiente oportunidad de estar juntos. Para Manuel, significaba días eternos en la tensión constante de esperar a que algo saliera mal y todo le explotara en la cara; sombrías cenas en frío silencio y un nudo en la garganta que le dificultaba tragar el insípido pollo asado o lo que sea que Rayén consiguiera luego de salir tarde del trabajo; subirle el volumen a la tele para aplacar el sonido de los gritos y portazos a su espalda; sonrisas forzadas para una fotografía que le recordaría por siempre lo miserable que se sentía en ese momento; dormirse escuchando el llanto ahogado de su madre en la otra habitación y la pesada ausencia del innombrable. Claro que había algunas pocas cosas que valía la pena recordar, como la manito de su hermana que se aferraba firmemente a la suya en un gesto de mutuo aliento mientras caminaban por las calles iluminadas compartiendo un helado; las pequeñas lucecitas de colores danzando lentamente entre las tiras de plástico verde del árbol de navidad que lo hacían sentir en calma; las doradas y humeantes bolitas en el tazón de cristal al centro de la mesa en casa de su tía que se deshacían sin esfuerzo en su boca…
Las puertas se abrieron y Manuel forzó su salida hasta alcanzar las escaleras eléctricas y la calle. El aire arriba era un poco menos sofocante, y la leve brisa que se formaba debajo de los árboles de la plaza le ayudaba en la tarea de disipar esa inoportuna corriente de pensamiento. «Todo eso está en el pasado».
En su breve y lento paseo por el barrio también se distrajo mirando las pocas casas que se habían molestado en colgar decoraciones para la vista de los transeúntes. La mayoría de sus vecinos compartía su escaso entusiasmo por sumarse al espectáculo público, salvo un par que parecía odiar tanto al resto como para intentar provocarles un ataque epiléptico. Seguro había algo al respecto en el reglamento. Para cuando alcanzó el final del pasaje se encontraba mucho más relajado y se permitió un momento antes de entrar para admirar su casa desde la calle.
«Es bonita», pensó. Chica, y no llama mucho la atención, pero es bonita, con un suave color crema y marcos oscuros que hacían juego con la reja. Francisco había colgado unas guirnaldas con muérdagos en las cornisas y una corona de hojas en la puerta. Una cascada de tenues luces amarillentas cayendo del techo y un puñado de estacas que simulaban copos de nieve en las jardineras iluminaban la fachada y a la virgencita que Manuel poco a poco había aprendido a querer. Algo sutil y discreto, porque sabía que a él no le agradaban la pompa y las pistas de aterrizaje, y mucho menos querría tener gente pegada a la reja sacando fotografías o historias para Instagram.
Apenas deslizó la llave dentro de la cerradura del portón, la Negra levantó la cabeza y comenzó a mover la cola desde su camita junto a la puerta. Manuel no podía evitar hablarle como bebé cuando hacía esas cosas.
—Hola, mi niña ¿Me estaba esperando? ¿O es que hizo una maldad y me la tiraron pa’ fuera?
La perrita solo agitó más su cola en respuesta, haciendo que su trasero la acompañara. Manuel no escondió la sonrisa al verla. Mientras él volvía a poner el seguro su mascota finalmente se levantó de la cama estirándose perezosamente y fue a pegar la nariz contra la madera de la puerta, esperando a que le abrieran.
—Adelante señora. —dijo acompañándola finalmente dentro de la casa.
De inmediato lo golpeó el olor a especias y vino blanco del pollo que Francisco tenía cocinándose en el horno, la canela y jengibre de las galletas de hace unos días ya completamente opacadas.
Yo quisiera poner a tus pies
Algún presente que te agrade señor…
Hay un villancico resonando en toda la planta, Manuel supone que de esa lista navideña que armaron entre los dos en Spotify y en la que agregó el soundtrack de Duro de Matar solo para molestar. La sala y comedor están iluminados únicamente por las luces del árbol y la aldea navideña sobre el estante con la loza buena, algo de claridad de la cocina colándose en la habitación y desde donde también le llegaba la voz de Francisco cantando, con esa voz suave y quebrada hecha para los boleros y valses tristes que tanto le gustan al castaño.
Más tú ya sabes que soy pobre también
Y no poseo más que un viejo tambor…
Hay algo en la canción que imprime cierto acento a la voz de su novio, será la convicción cristiana o esa emoción profunda que solo despiertan las memorias felices, que Manuel llega a sentir el nudo en la garganta y humedad en los ojos por la ilusión nostálgica que le provoca escucharlo. Pero es una buena sensación esta vez, que lo calma, así como las diminutas luces titilantes del árbol a su costado.
«Todo está bien ahora. Ya está bien».
—¡Oh! Bebé ¿Y tú cuándo entraste?
La intromisión de la perrita detuvo el canto de Francisco y Manuel, ya habiéndose sacudido suficiente de la pesadumbre que acarreaba del mundo exterior y su forzoso paseo por los recuerdos, decidió que era hora de unírseles en la cocina.
—Fui yo. —dijo, arrastrando los pies hasta Francisco para darle un rápido beso en la mejilla antes de desplomarse contra su ancha espalda y abrazarse a su cintura por debajo del delantal de cocina. Siempre era un gusto pegársele así, incluso con el olor a ajo, pimienta o lo que fuera—. ¿Me la tenías castigada o qué onda?
—Claro que no. Estuvo casi todo el día saliendo y entrando hasta que quiso quedarse afuera. Supongo que estaba más agradable que aquí junto a los hornos.
Comenzaron a mecerse lentamente en un suave vaivén, la cabeza de Francisco inclinada levemente sobre la de Manuel que descansaba apoyada junto a su cuello.
—¿Cómo estuvo el día? —preguntó Francisco luego de un rato así acaramelados.
—Jum, pudo ser peor. —Admitió, sin ánimos de ahondar en más detalles—. ¿Y tú?
—Estuvo tranquilo. Entregué temprano los pedidos que me faltaban y pasé a recoger la encomienda de tu mamá luego de almorzar con mis papás, antes de que salieran a lo de Rodri. Dejé los regalos que nos dieron debajo del árbol.
—¿Seguro que no quieres ir con ellos? Podemos buscar pasajes para mañana temprano. —Ofreció nuevamente.
—Que sí, Manu. Vienes llegando del trabajo, estás cansado. Y yo también lo estoy después de hornear todo el día. Esta vez de verdad prefiero que nos quedemos aquí, tal vez ver una película en el sillón los tres y dormir hasta tarde mañana. Con los niños gritando y dando vueltas allá será imposible. Ya los veremos para año nuevo. —aseguró Francisco, frotando su mejilla contra la suya para acabar de tranquilizarlo.
—Okey. —aceptó Manuel, depositando un par de besos en su cuello—. ¿Qué estás haciendo? —preguntó, por fin reparando en la bandeja frente a Francisco y las pelotitas que en ningún momento había dejado de hacer.
—Ah. También pasé al mercado luego de que me escribieras, pero no quedaba ninguna de las papas que querías, así que… uhm, las busqué en Youtube.
Manuel se lo quedó mirando un instante, luego a las bolitas en la bandeja y finalmente de nuevo a Francisco, una sonrisa cada vez más grande formándose en sus labios. Sí que podría llorar ahora.
—… Espero que estén buenas. —Dijo finalmente Francisco, algo nervioso por la insistente atención y la extraña mueca en el rostro del otro. Pero no le duró mucho luego de que su novio lo atacara a besos y acabó riendo por la efusividad y las cosquillas que le provocaban los labios y el aliento de Manuel sobre su piel.
—Te amo. Te amo tanto, tanto, tanto, tanto… —repetía Manuel una y otra vez.
—Y solo hacían falta unas papas jajaja.
Más tarde esa noche, mientras acababa lo último de la panacota con la cabeza de Francisco sobre su hombro, la Negra mordisqueando uno de sus premios entre sus pies y el rostro verde y peludo de Jim Carrey en la pantalla de la televisión, Manuel miró el bonito centro de mesa sobre el mantel rojo, los platos verdes y cubiertos dorados que de alguna forma se veían bien juntos; miró el árbol con sus lucecitas danzando lentamente, así como lo hicieron con Francisco poco antes de servir la cena bajo una canción estilo jazz que ninguno de los dos tenía idea de cómo bailar; miró a Francisco estirar la mano disimuladamente para alcanzarle un trocito de asado a su perrita y la cola que se meneaba alegremente; y se sintió contento.
Eso era todo lo que siempre había querido. Una noche tranquila, y paz.
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estefanyailen · 1 year
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Te imagino caminando,
por el borde de un abismo.
llegando tarde, cansado
y encontrando todo desordenado.
Te imagino con mil remolinos,
roto, ajado y despojado.
Con la fuerza de un vendaval,
pero con la voluntad de cristal,
arrastrando los pies, en cada paso que das.
Con el corazón ceñido,
y los ojitos de tristeza teñidos,
vas apagando las luces y recogiendo tus hilos.
Llegas a la cama,
y te pisas las alas, mientras recoges tu alma.
Hace frío.
No sabes si sos vos,
si tenes fiebre, o la ventana se rompió
Cerras los ojos,
te dejas ir,
te cuesta seguir,
pero no aflojas,
sabes que al otro día hay que volver a empezar.
Mientras te desvestís, miras tus prendas,
llenas de marcas,
llenas de huellas.
Hay agujeros,
y no sabes diferenciar si son tuyos,
o del atuendo.
Te asomas por uno de ellos,
y a través de esos huecos,
ves tus manchas, tus huesos,
y a un costado brillando, tus miedos.
Te tapas hasta la nariz,
y casi toda tu carita cubrís.
"mañana va a ser mejor", en bucle te repetis,
sabes que puede no ser así,
pero necesitas algo de donde aferrarte, no es que te quieras mentir.
La cama se hace inmensa, entra todo un continente,
giras hacía los costados, en vano, porque no hay nadie.
Yace la sombra de quién en algún momento fue tu acompañante.
Cerras los ojos, cansados,
irritados y rojos,
te aflojas los cuernos,
son estéticos.
Y mientras te introducis al mundo de los sueños.
con tus manos,
intentas ahogar tus llantos,
solo dura un rato.
Por fin, sucumbiste,
al reinado de los sueños te uniste.
Flores de papel, pompas de jabón, suavidad en la piel, rayos de sol, luz y color, calor carmesí, canción para dormir.
Te susurro, muy, muy bajito,
no sé al final, si hablaba de vos,
o hablaba de mí, porque...
"me imaginó caminando, por el borde de un abismo",
no sé si es el mismo,
o es espejismo.
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isapolvorita · 6 months
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Saben no sé si cada día estoy más cansada o más molesta.
Siento que debería poder contrarestar todas las cosas que la sociedad que creamos esperan que haga pero es muy dificil. A ver, por ejemplo hoy vi un video sobre como la calidad de la ropa está bajando y cuales son las razones y pensé que quizas lo mejor sea empezar a comprar ropa que sepa que si es de buena calidad y no desperdiciar plata en ropa que me dura dos años. O leo alguna receta y empiezo a pensar que debería comer mucho más saludable y dedicar mi tiempo en recetas más elaboradas. Pienso en la contaminación y digo si, quiero tirarme para ese lado en mi carrera profesional. Pero qué lado? La bioremediación del suelo? Tratamiento de efluentes? Arreglar el problema de la quma de los humedales?
Y es que a veces me siento muy chiquita y son cosas tan bobas, porque nada me detiene de comprar mejor comida o mejor ropa, pero si me detienen. El tiempo, la plata, combatir contra la sensación de que es tan facil comprar esas salchichas que fueron hechas en las peores condiciones animales llenos de medicamentos, es tan facil comprar ropa 100% poliester hecha con mano de obra esclava. Es tan facil vivir ignorando de donde vienen todo lo que usamos y sintiendonos mejor porque estoy apagando todas las luces de la casa y usé una bolsa de tela en vez de la bolsa de plastico (que he de añadir esas bolsas de tela son más plastico que otra cosa y las odio). Y no sé qué pensar. Debo seguir viviendo como una hipocrita sabiendo que nada de lo que haga será siempre 100% etico y que no le estoy haciendo daño a alguien más indirectamente? Es posible vivir de esa forma? Yo sé que nunca voy a hacer un cambio porque individuos en solitario nunca pueden lograr nada, y las organizaciones estan tan corruptas desde la raiz la mayor parte del tiempo, o siento que hay problemas más graves que los que esa organización cumple, porque cómo voy a unirme a una organización por los animales si hay niños con hambre? Como voy a unirme a una organización por los niños si nuestro mundo está muriendo y esos niños no van a tener futuro de todas formas?
Qué es lo que estamos haciendo y cómo puedo ayudar al mundo con eso? Es egoista vivir preocupandome solo por mi?
Sé que la sociedad existe porque no podemos hacerlo todo solos, pero tampoco siento que logremos nada significativo tampoco.
No sé, supongo que voy a intentar hacer lo que pueda o lo que tenga ganas todos los días y consolarme con que por lo menos pienso en eso.
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ares-49789 · 4 months
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Cap 25.4
Un arco eléctrico voló en el cielo antes de impactar contra el gorila, la electricidad corrió por el cuerpo metálico del robot, apagando las luces que salían de las cuencas del animal mecánico
El portador que lo había lanzado era rayo, normalmente vestía un traje especialmente hecho para aguantar su poder y los combates, al contrario, ese día llevaba una túnica negra y blanca con detalles dorados que había sido ensuciada en varias zonas, un hilo de sangre bajaba de su nariz debido al combate, el hombre se alejó del robot con la respiración alterada, estaba sobre un tejado donde un golpe del gorila lo había mandado volando y desde el que había comenzado a atacar al robot, que ahora estaba congelado como una estatua
El hombre se dejó caer al suelo, exhausto después de su pelea, ni siquiera se dio cuenta de como el gorila se reiniciaba y volvía a moverse, escalando la casa de dos pisos con facilidad y amenazando al rendido héroe con su puño mecánico, de lo que sí se dio cuenta el héroe fue de como era levantado en el aire y para cuando abrió los ojos se encontraba a una calle de distancia de donde había caído al suelo, además, podía notar el suelo bajo sus pies
Pero Rayo no vio nada, solo la explosión del gorila que había estado a punto de matarlo segundos antes, y entonces divisó dos figuras volando a varios metros del suelo, Rayo los conocía, los había visto en la televisión y parecían... Más pequeños, apenas llegarían a la altura de sus hombros, y eso era hablando del más alto de los dos, Falcon frame
-Son solo niños- murmuró el hombre, viendo cómo la más baja de los dos recién llegados lanzaba dos proyectiles, que cortaron el aire envueltos en esa luz verde, el hombre tuvo que asomarse para ver qué es lo que la chica atacaba, encontrándose que la calle había sido plagada con una horda de robots, Rayo había estado tan centrado en el gran gorila que no se habia fijado en que todo estaba siendo cubierto por los robots, el hombre recordó los cientos de reportajes sobre madrid y las imágenes que habían quedado después, un sudor frío invadió su espalda al imaginarse la ciudad en la que vivía en un estado similar
No podía dejar todo a los dos jóvenes, no lo permitiría, el hombre se abofeteó ambos lados de la cara mientras respiraba profundamente, generando rayos azulados en sus manos el hombre se tiró en medio de la horda de centauros, cuando su cuerpo tocó el suelo toda la electricidad se extendió entre todos los robots en un racio de 10m, desactivándolos al instante
Los centauros cayeron al suelo bloqueando la calle por la mitad, los discos de Helena hicieron cuenta rápida de bastantes de los centauros que rodeaban el círculo, mientras rayos hacían contacto con más robots, limpiando la calle, Tobías había acabado sobre una terraza viendo lo que pasaba, su transformación estaba a punto de terminar
-Helena - dijo el chico, ella lo escuchó alto y claro, como si estuviera a su lado, a pesar de que estaba intentando hacer todo lo que podía para recoger los discos que lanzaba en sus trayectorias en el aire
-Dime- La chica lanzó uno de sus chakram para que este cortara la cabeza de un centauro a punto de atacar por la espalda a Rayo, el héroe había comenzado a avanzar entre el ejército a puñetazos con sus puños emitiendo electricidad, demostraba ser eficiente
-Hay que evitar que se expandan más - dijo el chico, recordando lo que habían hecho los héroes en Madrid, habían cortado las vías de escape en el perímetro más cercano al contenedor para que los centauros no destrozaran la capital, desde su posición en la terraza podía ver como los centauros avanzaban calle tras calle
-¿Y cómo hago eso?- preguntó la chica, lanzando su disco de nuevo antes de interceptar el otro solo para propulsarlo y hacerlo volar sobre el suelo desactivando al menos una decena de robots, que fueron devorados por la horda que corría hacia el héroe eléctrico que peleaba cerca de la esquina del bloque
-Intenta cortar las calles- dijo el chico, escuchando el último de sus pitidos, que indicaba que su transformación iba a terminar, dicho y hecho la luz roja envolvió su cuerpo revelando su ropa arreglada, la misma que había estado usando para el juicio, de su pantalón el chico sacó un pequeño tupper, tenía el tamaño de una caja de pastillas y de él sacó un trozo de carne -Come anda- dijo el chico - tenemos que volver a ayudar a nuestra manada
-No sabía que los considerabas tan cercanos - replicó Speed, comiendo la carne que le era ofrecida, Tobías sonrió mirando a Helena volar y hacer llover sus discos sobre los robots
-Son mis amigos - dijo el chico - Son mi familia encontrada- Tobías suspiró, Speed se posó sobre su hombro mirando el combate, pero eso no fue lo único que vió
-¡Tobías al suelo!- el aviso llegó justo a tiempo, porque cuando el chico se agachó, un rayo de energía pasó por donde su hombro había estado segundos atrás
El chico miró al frente, por encima del muro que bordeaba la terraza, solo para ver que centauros y gorilas no eran los únicos modelos de robot en la refriega, un centauro se había unido a la batalla, o más bien se preparaba para disparar otro rayo a su objetivo, él, Tobías escaneó la terraza para ver que su única salida estaba cerrada por una puerta de hierro
-Speed, ¿Cuánto te queda?- preguntó el chico, con el pecho ahora tocando el suelo evitando la visión del escorpión
-Unos min... - contestó el kwami, Tobías pudo escuchar el sonido del escorpión aterrizando en la terraza- ¡Rueda!- el chico hizo caso a su kwami y rodó por el suelo, evitando un disparo en el bazo pero llenando su camisa de polvo, no como si le importara más que estar vivo
El chico usó ese movimiento para levantarse del suelo y enfrentarse al escorpión, que cargaba otro disparo, Tobías corrió hacia la puerta de metal que bloqueaba las escaleras para bajar al edificio
-PARA- Siguiendo la instrucción de su kwami el chico se plantó instantáneamente y el rayo disparado por el escorpión atravesó la puerta de metal, Lo que Tobías aprovechó para entrar y bajar las escaleras
Sin tiempo para fijarse en el edificio el chico bajó dos pisos solo para encontrarse de frente con una persona, un hombre de más de Ochenta años, calvo y cara de mala leche, que además cargaba con una escopeta de caza en su mano derecha y un garrote en la izquierda
-¿Quién eres y qué haces aquí? -Preguntó el hombre, apuntando a Tobías con el arma, el chico levantó sus manos, Speed se había ocultado en su camisa y el kwami podía notar como su portador se ponía nervioso solo por su respiración acelerada
-Soy Tobías y hago tiempo - contestó el chico, un ruido fuerte se escuchó por toda la escalera
-¿Te está persiguiendo uno de esos bichos?- el hombre preguntó, aunque no parecía muy preocupado, Tobías asintió sin bajar las manos, el hombre escaneó al chico y bajó el arma
-Sígueme anda- dijo el hombre, señalando con su cabeza hacia una puerta ya abierta, puerta que correspondía al 3°B, el chico siguió al hombre dentro del apartamento y cerró la puerta a sus espaldas
Tobías miró las paredes de la entrada, llenas de fotos del hombre, pero no eran fotos normales, la mayoría estaban en blanco y negro y no solo de él, sino de grupos de hombres y más de una bandera de España con el Halcón abrazando el escudo
-¿Cómo has llegado a mi terraza?- preguntó el hombre, Tobías miró al hombre, que se había sentado en una silla frente a él, seguramente ya había estado ahí, pero parecía haber aparecido de la nada, aún así Tobías no respondió- Veo que no responderás -suspiró el hombre- entonces responde esto, ¿Cómo conseguiste esa muñequera y cuál es tu relación con Salvador Fernández?
Tobías miró su muñeca, las mangas de su camisa se habían subido cuando había levantado los brazos segundos antes y había dejado esta a la vista, pero eso no le preocupaba, ese hombre acababa de decir el nombre de su padre
-Soy su hijo - dijo el chico, el hombre lo miró fijamente antes de soltar una carcajada
-Eres muy joven, ¿Es tu abuelo Cristian?- Preguntó el hombre, el chico asintió
-Entonces encantado de conocerte, chico - dijo el hombre - Soy el Cabo Jaime López Márquez, serví bajo tu bisabuelo durante los buenos tiempos- Tobías miró al anciano, sabía que era viejo, pero nadie se esperaría que ese hombre pudiera ser tan viejo
-¿Serviste bajo mi bisabuelo?- el chico nunca había escuchado nada de ese hombre, parecía un tema delicado para su padre y su abuelo, sabía que ambos habían estado en el ejército, pero eso era normal, la Mili era obligatoria, pero aquí se encontraba con un hombre que decía haber estado bajo su bisabuelo
-Te pareces a él - comentó el hombre - Mucho más joven, y el pelo es más largo, pero tus ojos son los mismos - dijo- ¿está bien Falco?- preguntó el viejo, Tobías iba a preguntar por ese tal Falco, pero speed se le adelantó, saliendo de su escondite
-Ahora me llaman Speed - dijo el kwami, Tobías miró al pequeño halcón, ya no había caso en esconderlo al parecer, porque parecía conocerlo, el hombre volvió a soltar una carcajada
-Y yo que creía que no te iba a volver a ver en mi vida, Falco- rió el hombre, Speed asintió - Veo que has sido elegido por un novato, no tengas miedo de darle un tirón en las orejas, los suyos son más duros de lo que parecen
-No te preocupes, Jaime, eso ya lo hace Cristian por mí- el kwami parecía contento de haber encontrado a ese hombre, Tobías sabía que su bisabuelo había sido también portador del halcón, pero no que había contado a más gente sobre su existencia, el hombre levantó una ceja cuando escuchó la mención de Cristian
-¿Así que Cristian el miedica por fin es un hombre? El tiempo realmente pasa rápido- el hombre suspiró, sacando un cigarrillo del bolsillo de su camisa
-Oye Speed, ¿no tenemos que irnos y encargarnos del robot?- preguntó el chico, el kwami lo miró, sabía que tenía razón
-Tienes razón- dijo el pequeño halcón - que vaya bien, Jaime- dijo, antes de asentir a Tobías
-Speed, ¡despegue!- el hombre no parpadeó cuando la luz cubrió al chico, ni siquiera apartó la mirada, pero una lágrima se deslizó por su mejilla, porque estaba siendo testigo de algo que creía que nunca volvería a ver
-Chico- dijo el hombre - Sirve bien a tu país- Tobías asintió abriendo la puerta con su espada firmemente agarrada en su mano derecha
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Pedro secó sus lágrimas usando sus mangas, había logrado emocionar a la taquígrafa, pero la jueza seguía en su pedestal, impasible ante las cualidades de actor del hombre, que se sentía satisfecho con el trabajo hecho, sabía que poca gente se podría resistir al llanto de un padre que hace todo por sus hijos solo para ser traicionado, acuchillado por la espalda, fue perfecto que se retiraba y encajaba en su papel de emocionado el sentarse y taparse la boca, porque apenas podía esconder su maliciosa sonrisa saliendo a la luz
-El demandado ha expuesto su defensa - concluyó la jueza cuando el hombre se sentó en su asiento, la mujer dirigió su mirada a los demandantes y en como estos miraban al hombre, no estaba nada claro, pero sabía que nadie era capaz de denunciar a su familia si no era por algo real, solo tenía que descubrir si el que mentía era el padre... O eran ellos los que estaban siendo manipulados, su mirada voló hasta el hombre que se sentaba junto a los chicos, era solo una pequeña posibilidad, pero si ese hombre estaba haciendo daño a los chicos o aprovechándose de ellos no lo perdonaría- Es hora de que los demandantes presenten a su primer testigo - dijo la mujer
Clara miró a Tobías, o más bien al lugar donde esté había estado sentado minutos atrás antes de salir corriendo de la mano de su prima, no lo podía creer, podía ser llamado al estrado en cualquier momento y se había ido a quién sabe donde, la chica a veces se preguntaba qué veía su prima en él, bueno, lo haría si no fuera porque esta ya se había encargado de cantar miles de baladas al chico, el caso era que no estaba ahí, y los gemelos lo necesitaban
La chica vió como tras un intercambio de miradas entre los que ocupaban la mesa de los gemelos y algunas señas a distintos papeles sobre esta, la abogada de sus amigos se levantó para quedar frente a la jueza de nuevo, de pie en el centro de la tormenta, como un guerrero que preparaba sus armas para una pelea que acabaría con él, bueno, si sus armas fueran sus palabras y lo que estaba en juego eran las vidas de sus amigos, lo cual parecía menos importante, pero era una motivación mejor que ninguna otra
-Llamo al estrado a David García Palao - dijo la mujer, Clara vió como el hombre suspiraba antes de levantarse, uno de los guardias lo siguió y lo escoltó hasta la plataforma del podio más baja, a la izquierda de la jueza, el hombre tenía la barbilla en alto, pedo Clara podía notar su nerviosismo desde ese lado de la sala, pasaron unos tensos segundos de silencio antes de que la jueza hablara
-¿Jura decir la verdad a todas las preguntas que te sean presentadas en el tiempo que te encuentres en este lugar?- preguntó la jueza, mirando al hombre desde la altura
-Lo juro- contestó David, la jueza sonrió, escuchando el tono impreciso de la respuesta del hombre, ese tono de duda e indecisión
-Diga su nombre y profesión - pidió Laura, la mujer ya lo sabía, claro, había leído todo lo que había llegado a sus manos sobre el caso como era su deber pero el papel se podía cambiar, no como las acciones reales de una persona
-David García Palao, trabajo como mecánico desde hace siete años en un taller en el distrito industrial de las Teresas - contestó el hombre, intentando bajar la frecuencia de sus latidos
-¿Cuál es su relación con el demandado y los demandantes?- preguntó la mujer
-Soy el hermano pequeño de la madre de los demandantes y ex-cuñado del demandado- dijo el hombre dejando salir el aire que tenía atrapado en los pulmones con un suspiro después de responder
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hijadelviento · 2 years
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Piensas que no importa caer eternamente si se logra escapar ¿No ves que vas cayendo ya? Limpia tu cabeza de prejuicio y moral Y si queriendo alzarte nada has alcanzado Déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra Sin miedo al enigma de ti mismo
Acaso encuentres una luz sin noche Perdida en las grietas de los precipicios
Cae Cae eternamente Cae al fondo del infinito Cae al fondo del tiempo Cae al fondo de ti mismo Cae lo más bajo que se pueda caer Cae sin vértigo A través de todos los espacios y todas las edades A través de todas las almas de todos los anhelos y todos los naufragios Cae y quema al pasar los astros y los mares Quema los ojos que te miran y los corazones que te aguardan Quema el viento con tu voz El viento que se enreda en tu voz Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos Cae en infancia Cae en vejez Cae en lágrimas Cae en risas Cae en música sobre el universo Cae de tu cabeza a tus pies Cae de tus pies a tu cabeza Cae del mar a la fuente Cae al último abismo de silencio Como el barco que se hunde apagando sus luces
— Vicente Huidobro.
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nostalgica-poesia · 7 months
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Quisiera poder hablar, pero es tan triste saber que poco a poco me canso más de expresar, más de decir. Me agota la sensación de no conseguir nada si hablo más. Quisiera decir que creo poder seguir, pero a estás alturas no me es posible asegurarlo. Por ahora sé que se van apagando esas luces de esperanza; que ese viento de cambio no sopla con fuerza y se vuelve tenue. Me gustaría pensar que todavía hay un capítulo para mí en el libro de la vida, del amor. No puedo ver con claridad todo lo que me rodea, el mundo me aplasta y estoy solo. No tengo, no veo respuesta, y me duele seguir esperando cuando todo en mi se agota. Y eso duele también. No hay dentro de mí algo más allá del cansancio, la imposibilidad del habla; me ha sido arrebatada cualquier forma de vida, y siento que soy solo un punto gris en el enorme poema de la vida. Me estoy muriendo, y nadie notará que me duele tanto.
— Vz Abraham
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"Cae Cae eternamente Cae al fondo del infinito Cae al fondo del tiempo Cae al fondo de ti mismo Cae lo más bajo que se pueda caer Cae sin vértigo A través de todos los espacios y todas las edades A través de todas las almas de todos los anhelos y todos los naufragios Cae y quema al pasar los astros y los mares Quema los ojos que te miran y los corazones que te aguardan Quema el viento con tu voz El viento que se enreda en tu voz Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos Cae en infancia Cae en vejez Cae en lágrimas Cae en risas Cae en música sobre el universo Cae de tu cabeza a tus pies Cae de tus pies a tu cabeza Cae del mar a la fuente Cae al último abismo de silencio Como el barco que se hunde apagando sus luces."
Altazor - Vicente Huidobro
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jartitameteneis · 1 year
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A la tristeza hay que mirarla de frente cuando viene a visitarnos; debemos sudar su presencia y entender las razones de su aparición, porque si echamos la vista hacia otro lado, ella nos embadurna con un aceite paralizante del que resulta difícil desprenderse. No intentar buscar las razones de ese ataque de pesadumbre supone condenarse a que siga apareciendo, hasta acostumbrarnos a vivir con una eterna melancolía. Me ocurre como tras las pesadillas. Me esfuerzo por recordar el mal sueño, para así entender bien mi angustia subconsciente. Una vez que doy con la escena que lo provocó, me dedico una sonrisa y empiezo el día con el ánimo despierto. Si me entra una pena enorme al recordar a quien se fue, que me entra, le rindo el homenaje sincero de mis lágrimas y mi dolor, con calma, sin escondérmelo, apagando luces, dejando todo de lado, poniendo el corazón. Cuando miras para otro lado por no querer sentir a esa tristeza que viene a verte, acabas por no saber para dónde mirar, porque la pena se instala por todos lados, se agarra aquí y allá y te secuestra.
www.salvador-navarro.com (Pintura de Paco LaFarga)
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antidotoparaelamor · 1 year
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Sos fuego, pero no uno que queme, sos esa estela de un fuego que alguna vez prendió, sos esa llamarada que se debilitó, pero aún no se apagó, sos esas luces titilantes que brillan entre el carbón que si soplas con fuerza y esmero volverá a ser fuego, ese fuego que se estaba apagando, ese que parecía haber perdido su fuerza, sos ese fuego constantemente renaciente, que aunque hoy su llama esta baja sé que arderá y brillara.
Porque eso sos, sos fuego y podés quemar aunque nunca quisiste hacerlo, podés dar calor, pero a veces te devuelven baldados de agua, te intentan apagar, a veces no es suficiente soplar y hay que ayudarte a renacer. Pero sos fuego hermana.
Quemas y abrigas con tus dulces palabras, sé que duele que te apaguen, pero sos fuego, siempre sos y serás fuego.
cálida, fuerte y difícil de apagar.
Toda vos estás en llamas, odias ser fuego, pero eso sos, odias que te vean hostil, áspera, que te confundan a vos una débil llama entre la leña con ese fuego que ilumina y baila al compás del viento, te molesta y lo entiendo, alguna vez fuiste aquel incendio, alguna vez quemaste y marcaste. Te jode no ser esa llamarada que confía en sí misma más de lo que alguien más lo haría, te jode ser este fuegito estúpido que ni siquiera puede quemar, te jode que te apaguen, que vos misma te apagues, a nivel que un soplido podría apagarte o volverte a prender.
sos fuego hermana.
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clarke-mason · 2 years
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when the enemy team is grouping into one place nicely and i’m about to ¡Apagando las luces! their asses
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dafponcletra · 1 year
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Capítulo 1
En búsqueda de un lugar
Mientras pasan los días y el rumor se hacía más y más fuerte en toda la población, la misma se preparaba de alguna u otra manera. Unos se tomaban enserio eso y de una o empezaban a planear migrar a otros universos o dimensiones, o empezaban a desarrollar sus propios planes de defensa.
Mientras tanto, Shiva, al no tener un hogar,se dedicaba meramente a vagar como nómada por toda la ciudad, muchas veces casi pareciendo un indigente durmiendo en la calle, parques y edificios que en tras la ida de la mayoría de humanos, fueron abandonados a su suerte. Fue un día donde buscando un lugar para pensar, cuando llegó a un bosque el cual el no conocía, se sentó a tomar apuntes ya que aún trataba de pensar en una forma de derrotar a Chak y descifrar bien el libro (el cual estaba mal traducido, ya que en su tiempo, Cupa lo halló y lo trato de trasladar al idioma local sin mucha o nula experiencia en literatura o escritura).
En esa estancia oye unas pisadas y ve a una chica de capucha mroada la cual al verlo, sin mucho interés le advierte que este bosque estaba maldito, y que cuando oscurecía se llenaba de bestias desconocidas que podían matar a cualquiera que estuviera adentro. Shiva al ser nuevo, no están informado de eso, así que no lo creyó al inicio, pero tras oír distintos sonidos de bestias extrañas que nunca había oído, y que en palabras de Cupa mientras le presentaba el pueblo, hay zonas sin controlar que fueron afectadas por fallas.
Fue ahí donde Shiva se levantó asustando buscando la salida, pero todos los árboles habían cambiado de lugar, estaba perdido, no sabía a dónde ir hasta que se topa de nuevo a la chica, le pide ayuda pero ella al principio no acepta ya que no tenía buenas impresiones de la gente nueva, así que el empezó a discutir con ella de que era necesario que el siguiera con vida, ella le exigió explicaciones que no llegaban a nada ya que ella no creía para nada en la historia del imperio dorado, todo eso mientras a ambos se les empieza a oscurecer, fue cuando no se veía ni un rayo de sol donde se dieron cuenta de cuán tarde les había dado, ahí ella lo culpa de eso, aunque antes de terminar sus oraciones, él entonces la jala y entre ambos buscan una salida mientras empiezan a oír más bestias y sus miradas se distorsionaban por pequeñas alucinaciones. Sin embargo, tras casi 15 minutos corriendo, logran ver el final del bosque y logran salir del mismo, es ahí donde una vez están seguros, ella lo abofetea por casi matarlos a ambos y le dice que es un completo idiota, Shiva intenta calmar la situación y lo logra convenciendola de cumplirle un deseo apenas saldran del problema de Chak, el cual de una vez ella se lo menciona, el viajar a Italia a comer en algún restaurante lujoso, al final ella termina calmada y ambos se sientan bajo un árbol a descansar viendo lo que a lo lejos parecía un pueblo apagando sus luces en señal de que la ciudad iría a dormir, ahí ya se presentan, el le dice que su nombre es Shiva, y ella le dice su nombre, Melody
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La Hora del Planeta - WWF
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Un año más WWF nos anima a participar en el movimiento mundial La Hora del Planeta haciendo el gesto simbólico de apagar la luz el día 25 de marzo de 20:30 a 21:30 h. Además, este año nos invitan a sumarnos a un nuevo reto: 40.000 km. ¡Dar la vuelta al planeta! 🌎
En Fundación Vida Sostenible nos sumamos como organización a esta iniciativa 🚴🏼‍♂️. El equipo de FVS participaremos hoy desde nuestros hogares en la desconexión eléctrica, apagando las luces, móviles, TV; así como en el reto de sumar km caminando, en bici, etc., desde hace unas semanas.
¿Te unes a esta acción global en defensa del medio ambiente y las personas? 
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bazofiaaaa · 1 year
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Desesperanza
se van apagando uno a uno
esas pequeñas luces
esperanzadas
sueño a sueño
quebrantando mi ser
¿cómo continuar aquí?
con éste vacío inmenso
¿como seguir aquí?
no me quedan metas por perseguir
no me queda gente en mi huir
no me queda vida.. que tener
ni amor para ofrecer.
Otra vez las noches desoladas
¿otra vez?
¿otra vez me he tenido que ir de casa?
¿hasta cuándo correré?
¿hasta cuándo me escaparé?
si realmente esta vida fuera para mí
¿por qué ha de huir?
¿por qué?..
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