Toda una vida he deseado que aparezcas, no sé quién eres, no sé cuando llegarás a mi vida ni de que forma. No sé de donde vengas, no sé a dónde vayas. Tampoco sé cómo te llamas.
No sé si tal vez ya te conozco o si un día nos encontramos y no lo noté, tal vez un día nuestras miradas ya coincidieron, tal vez muchos años atrás y un día volveremos a encontrarnos sin saber que una vez ya lo habíamos hecho. No sé cuánto daño te han hecho ni cuánto haz amado. No sé cuánto haz soñado o que deseas. Probablemente no sé nada de ti. Solo sé, próximo amor, que deseo que un día aparezcas por mi vida y si nos vamos a hacer bien, ojalá y solo ojalá, te quedes, te quedes mucho tiempo. Futuro amor, que aún no conozco, ojalá seamos magia, hagamos magia, hagamos amor, ojalá el amor nos haga a nosotros, ojalá escribamos una historia increíble, de esas que merecen ser contadas, escritas y recordadas. En esta vida, y las que siguen.
La sinfonía del alma. (via este-desastre-te-amaba)
Mi nombre es Octavio, tengo 18 años y escribo esta carta como medio de resguardar los
sentimientos que me acechan al día de hoy que estoy seguro, serán los últimos. Solo quiero que
alguien sepa mi historia, quiero que alguien me recuerde.
Mi habitación es de 3×2 metros, no es una habitación convencional, tal ves algún día lo fue, pero
hoy no es mas que un lugar inmundo, triste y poco…