Tumgik
#no puede ser que tiemble tanto la mierda esa
iaintnoflower · 5 months
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Idea para mini comic: un sismo provocado por el agitador (shaker(?) del laboratorio
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tcrrence · 6 years
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uno.
Aquel sentimiento era una novedad, reconoció, para sí mismo. Cuando las personas volvían la mirada cuando los atrapaba viéndolo infraganti, era la misma gente que le revolvía el cabello y le regalaban dulces cuando eran un pequeño. De pronto se encontraba a su mismo siendo un apestado, un bichejo extraño que picarías con la punta de un palo a ver si se retuerce. Se pregunto si así se sentiría ser un Jones, un Pickering o un Withman, el escrutinio resultaba exhaustivo, sobre todo cuando estás seguro de que sin importar lo que tratases seguirás siendo el objeto de las miradas inquisitivas y los cotilleos de sobre mesa, y era que, en verdad, aunque intentaba que no le importase, Terrence siempre fue débil ante la apatía.
Desde la publicación del culto, desde la publicación de su secreto, Terrence se vio envuelto en los tres momentos más aterradores de su vida, de esos que hacen que tu mundo tiemble y cuando cesa sabes que lo sucedido no te dejara volver a ser lo que eras antes. La primera vez sucedió en la universidad, donde todos parecían estar subscritos a una revista exprés donde cada semana reciben el último boletín publicado por el culto. Aquel lugar donde la mitad de sus compañeros lo tachaban de genio y para la otra mitad era un maldito vicioso, un alma corrupta que necesitaba salvación, si bien, matices más, matices menos, era división general, pero él no era ninguno de los dos.
Recuerda aquel día como especialmente aburrido, especialmente asfixiante, mientras emprendía el camino a casa, sintió el brazo relajado rodearle los hombros, y cuando se fijo tenía a Connor Slaterton a lado de él, sonriéndole como idiota, porque Connor Slarterton era un idiota, y lo miraba como si acabara de encontrar la cura para el cáncer. A Terrence nunca le agrado, no le agradaba y podía apostar su vida a que nunca el agradaría. Era la personificación de todos los chicles de imbécil chico de fraternidad, por eso cuando empezó a hablar, Terrence supo, estaba seguro, de que alguno de los dos moriría ese día, y en ninguna circunstancia se permitiría perder ante él.
Connor Slarterton le dice que debe ser muy divertido estar entre todas esas zorras, como Terrence esperaba, le dice que es un maldito genio, para ese momento siento su sangre hervir, pero queda colérico cuando se atreve a mencionar a Aurora, a Leonora, a Ludmilla e inclusive a Catherine. Terrence piensa que Connor Slarterton es el peor saco de mierda que ha pisado la tierra, que le da asco, y se aseguro de hacerlo saber, quizá no con palabra. Pero sus duros nudillos contra su quijada seguro que lo harán entender. Y un rato después, cuando se limpia la sangre de la boca, y ve al imbécil alejarse rodeado de sus amigos, mientras suelta tacos a diestra y siniestra y jura matarlo, piensa en lo que ha hecho ese último mes, lo egoísta que es, las mentiras que dice, como se divierte jugando con todos, y se pregunta si no estará más cerca de ser Connor Slarterton de lo que le gustaría, la respuesta la provoca terror.
dos.
La segunda vez sucede en su casa, un día que llega demasiado tarde luego de quedarse en la biblioteca de la universidad, su madre lo esta esperando, casi lo recuerda como una escena de película para adolescentes, todas las luces apagadas en la sala de estar hasta que él pone un pie en la habitación. Y entonces la ve, esa también es una sensación nueva, la desconfianza. Ella le pregunta en donde ha estado y él le responde con la verdad, pero puedo verlo en sus ojos, esta lejos de creerle, entonces el ambiente se vuelve tan pesando que Terrence deja respirar, y la pregunta parece, como debía ser.
‘Mamá, si apareciera en películas para adultos sería muy difícil ocultarlo, ¿no crees?’ contesta, recuerda las palabras exactas, siguiendo su propio curso de cómo evitar la verdad. Entonces su madre se acerca abrazarlo, lo estruja con tal fuera que le da miedo, lo abraza como si estuviera a punto de perderlo para siempre. Él le corresponde el abrazo mientras siente el corazón se le hace pequeño y se le cae a los pies. Cuando siente la humedad en su camilla no sabe si son por las lágrimas de su madre o si son las propias. Esa misma noche, cuando sube a su habitación, y se respuesta en la cama para mirar la oscuridad infinita del techo, lo único en lo que puede pensar es que su madre ha llorado y ha sido por su culpa.
tres.
La tercera y ultima vez, sucede ese mismo fin de semana, en una de las visitas de rutina a casa su abuelo, a las afueras de Salem. Todo comienza como de costumbre, tanto que Terrence cree que será un buen día, le pregunta acerca de Telulah, de la investigación, aunque sabe que si su abuelo quisiera estaría ya más enterado de lo que estaba él, pero la culpa lo tenía desgastado, si sucedía lo mismo que con Bart Mayfried y el caso terminaba al aire, su abuelo seguramente terminaría perdiendo la mesura que le quedaba, sabe que por eso dejo su casa en el centro de Salem, donde tanto le gustaba vivir y se convirtió en una especie de ermitaño. El culto lo ponía paranoico, y no podía culparlo, a él también, tal vez por eso su afán de resolver el misterio, para darle paz al abuelo antes de su partido, antes de que fuera demasiado tarde.
La frase es tan sutil que Terrence apenas lograr captarla, pero lo hace. ‘Eres un buen muchacho, Terrence, sé que nunca te atreverías a hacer tan enfermizo como aquello’. A Terrence le dan ganas de preguntar, y qué si lo hice, pero la cobardía vence la rabia. Tiene ganas de gritar, de romper cosas, pero, sobre todo, tiene ganas de desaparecer. Repentinamente se siente pequeño. Diminuto. Y se encoge sobre de sí, demasiado apenado, aunque el abuelo le da unas palmaditas en la espalda justo antes de sonreírle y ofrecerle limonada. Juegan ajedrez un rato. Terrence logra mantenerlo todo junto, apretando los labios en sonrisa bien actuadas y soltando bromas de lo más simpáticas, hasta que deja al abuelo en un restaurante en Boston donde almorzara con otras personas, sus compañeros de la escuela o de escuadrón, señores de la tercera edad a quienes, en su mayoría, conoce desde niños.
Ellos le saludan desde la acera, le pregunta por la escuela y si tiene novia, él contesta tan bromista como siempre, ellos le dan aprobación soltando unas risas. Y posteriormente, se ofrecen a devolver a su abuelo a casa, por primera vez Terrence no les dice que no preocupen, que volverá por él, porque en ese momento sabe que no puede seguir pretendiendo. Se aleja con discreción, pero lo más rápido que puede ser resultar grosero. Se pregunta si cuando se sepa la verdad, porque sabe que así será, su abuelo seguirá presumiendo de el con sus amigos, se pregunta si seguirá siendo tomado en cuenta en los almuerzos familiares, si no quemara todos los retratos en los que aparecen junto o donde aparece solo él, se pregunta si seguirá siendo su nieto, alguien digno de ser querido, en lugar de una criatura enfermiza. Se pregunta si, así como el abuelo, cuando toda la verdad salga a la luz, habrá más persona que decidan que ya no es digno de nada.
cuatro.
La vista se le nubla de tal forma que apenas puede ver la carretera por delante de él. Y se siente fatal, se siente como una víctima, como un mártir, y al mismo tiempo se dice que se lo merece, aunque nunca se sintió mal por las películas, por lo que decidió hacer para no causarle problemas a sus padres, que tuvieron suficiente pagando por una colegiatura universitaria para pagar también por la de él, que habían hecho muchísimo más de lo necesario cuidándolo toda su vida como lo hicieron. Era ridículo que cada vez que intentara mejorar se iba dos pasos en sentido opuesto. Se pregunto si así seria toda su vida, si se la pasaría intentando sin llegar a nada. Siente que se resquebraja por dentro, aunque no tiene derecho de hacerlo. Porque conoce las historias, el papá de Reagan, el padre de Leonora, el de Gage, la madre Aurora, la de Ludmilla y la Felix y Catherine. Y lo de él es nada comparado a esas circunstancias, y en silencio, le pide a su corazón ser más valiente.
Mientras aparca a un lado de la carretera, intentando recuperar la compostura, los retazos del pasado llegan a su encuentro. Sucedió tantos años atrás, que en ese momento luce como algo lejano, casi como un sueño que apenas puede recordar. Por ese entonces tenía diecinueve, y como todos otros los chicos de su edad, se sentía invencible. Aparecieron en la fiesta de una chica que solía ser amiga, a la que ahora ya ni siquiera conoce. ‘Reclutadores’, se llamaban a si mismo, ¿pero de qué?, siempre sonreían ante esa pregunta, porque era lo que debía ser preguntado. Y si tenias la suficiente suerte, si resultabas lo suficiente atractivo, entonces estabas dentro.  
La bilis le subió por la garganta, por ese entonces no significo nada, una escena, dos escenas, un contrato por un año, un contrato por dos, y si resultabas aun más afortunado, te volvías unos de los chicos favoritos, lo que significaba más dinero. Terrence, que lo había vivido, lo seguía viviendo, podía constarlo, aquel mundo era como una pequeña mafia, un pequeño hoyo negro en medio de todo. Fácil de hundirte a él, en los excesos, pero demasiado complicado de salir. Quizá nunca le habría importado. Pero ahora que se daba cuenta del poder que ese pequeño secreto ejercía sobre él, como un simple panfleto con simplonas letras de tinta impresas en papel, tenía la capacidad de desmoronar su vida, tenía miedo.
Odiaba al culto antes, por lo que hicieron a su abuelo, luego por lo que le hicieron a sus amigos, pero ahora los odiaba por una razón muy diferente, y todo se resumía a ese sentimiento: el miedo, miedo a que finalmente las personas de su alrededor se dieran cuenta a la alimaña que era, pero las razones equivocadas, miedo al dolor que esto conlleva, a la inestabilidad, a la abandono,  a no ser querido, pero sobre todo, miedo a quedarse solo, porque sentía, a cada paso, se acercaba más a aquel fatídico destino.
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srarista · 4 years
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¿Puedes ser el mejor para ella o simplemente te juegas a una mentira más de las que intentas evitar? ¿Qué te hace temer tanto a las mentiras y a las personas?¿Qué te hace que todo tiemble en tu mundo y en todo tu al rededor?¿Qué te hace sentirte así? Así de vacío y a veces tan sólo con el mundo. ¿Qué te hace mantenerte en el suspenso de los días para averigüar algo nuevo con tu vida?¿Que tiene esa chica que puede ser tu vida?¿Qué tiene si voz que te hace llorar o que te hace gritar o tan sólo sentir el mundo en tu estómago para jamás callarlo y simplemente hacer miles y miles de giros en tí para llegar al mismo punto?¿Qué tienen sus manos que te hacen sentirte así?¿Qué tienen todas las demás cosas que simplemente te hacen estallar?¿Qué tiene ella que es tanto para tí?¿Que mierdas es lo que hay más allá? Mierda no lo sabes pero te gusta, te encanta su escencia.
¿Habrá muerte al di al final de lo que sentimos toda la vida?
¿Seré como aquello que no quiero convertirme?
¿Seré todo aquello que odio en mi vida?
Mi vida se basa de irónia, yo mismo puedo ser bastante irónico conmigo mismo. No quiero ser aquello que juro destruir. No quiero tener el dolor de ser quien jamás deseé ser y no por lo que me hicieron.
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