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#UN LIBRO NECESARIO
cristinabcn · 5 months
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"Impactos sociales del cambio climático"
“Social impacts of climate change” Cristina García Fernández “Impactos sociales del cambio climático” es un libro publicado recientemente por la Profesora de Economía en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Cristina García Fernández, profesora del Departamento de Economía Aplicada, Pública y Política de la Facultad de Ciencias Políticas y…
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adribosch-fan · 10 months
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‘Los dueños del planeta’, un libro necesario 
Martín Jiménez pone en berlina a toda esta patulea de millonarios endiosados que pretenden… lo que siempre pretende el poder: manejar, no los cuerpos, sino las almas. Eulogio López Es digno de elogio, de mucho elogio, el último libro de Cristina Martín Jiménez, titulado Los dueños del planeta, pero me gusta más el subtítulo: “Ellos contra nosotros”. A fin de cuentas, lo que está describiendo es…
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¿Historias cortas para no dormir y así no tener pesadillas?
Una monarquía protegida por la censura
de Iñaki Anasagasti Olabeaga (Escritor)
Iñaki Anasagasti ha escrito un libro valiente y necesario, que, si bien incomodará a algunos, sin duda abrirá los ojos a muchos. En las encuestas, la monarquía aparece continuamente como la institución más valorada. Sin embargo, a la hora de analizar este hecho, cabe preguntarse cuáles son los motivos que subyacen a él. ¿Se basa en acontecimientos objetivos o, por el contrario, estamos ante una imagen fabricada a partir de la repetición de una serie de lugares comunes y del sospechoso silencio que rodea todo lo relacionado con la Familia Real? 
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En las páginas de este libro, se pone de manifiesto cómo se puede construir una realidad a base de reiterar unas consignas que acaban adquiriendo categoría de verdad. Y, sin embargo, la defensa a ultranza de una institución, más allá de toda crítica, puede acabar volviéndose en su contra. ¿Qué sucede cuándo alguien se atreve a decir que el emperador está desnudo?
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minnsposts · 2 months
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LSDLN cast x Viaje de egresados pt.1
Nota: El viaje de egresados será en Córdoba ya que me parece un lugar demasiado lindo y tengo muy buenas anécdotas allí.
Advertencias: No.
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Enzo Vogrincic :
— Hace la maleta mínimo tres semanas antes del viaje, quiere asegurarse de no olvidar nada
— Seguramente hará una lista de las cosas que lleva para estar seguro de no perder las cosas
— En el colectivo se sienta contra la ventana para aprovechar la luz del sol ya que se llevó un libro para pasar el tiempo y no aburrirse tanto
— Es lejos el más ordenado, por las mañanas cuando tienen planeado realizar excursiones con los coordinadores se asegura de tender su cama y doblar su ropa
— En las jodas sería como el adulto responsable que se asegura que nadie tome de más o termine tirado en algunos de los baños vomitando hasta el desayuno
— Especialmente anda detrás de Matías ya que lo conoce y sabe de lo que podría ser capaz
— Disfruta mucho ir al rio, piensa que la vista de las sierras es totalmente mágica
Matías Recalt:
— Hace la valija la misma noche en la que se van al viaje
— Se olvida la mitad de las cosas y en el hotel pierde alguna que otra cosita
— En el colectivo se pone los auriculares y se hace una siesta hasta que llegan a Córdoba
— Está totalmente prohibido el alcohol dentro del hotel pero el se las ideó para pedir un delivery y literalmente casi caerse de una ventana con tal de tener algo de tomar
— Es muy desordenado, sus compañeros de cuarto (Enzo y Agustín) se quejan ya que sus cosas están tiradas por todos lados
— En las jodas se re desconoce, se toma hasta el agua de los floreros y al día siguiente amanece con una terrible resaca que le parte la cabeza
— En el río buscaría bichos o animales con Pipe
Agustín Pardella:
— Armaría su maleta dos días antes del viaje, lo justo y necesario
— En el colectivo conversa con Enzo, su compañero de asiento y también intercambia alguna que otra palabra con Kuku
— Un día, cansado del desorden de Matías decidió tirarle una zapatilla y sin querer le dio en toda la cara
— En las jodas es bastante tranquilo, no toma demasiado y su estado de ebriedad es bastante bajo
— Aprovecharía a full el río para nadar y tirarse de las rocas más altas ya que no le da ni un poquito de miedo
Esteban Kukuriczka:
— Prepara la maleta una semana antes y todo son pantalones cortos con remeras simples
— En el colectivo se sienta junto a Fran y conversa con Agustín ya que tienen asientos continuos
— Agradece que su compañero de cuarto sea Fran ya que allí reina la paz absoluta
— En alguna que otra ocasión aparece algunos de los chicos en su habitación preguntando si pueden dormir allí ya que las otras habitaciones son un caos total
— También es el tipo de persona que se mantiene tranquilo en las jodas, alguna que otra vez tuvo que llevar a Matías a la rastra hasta el hotel
— En el río hay días en que decide meterse al agua y otros donde se sienta en una piedra para poder tomar sol
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analisword · 2 months
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem Reader)
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Capítulo 16.
A pesar de que Alana llevaba un buen tiempo sin visitar la editorial, su cuerpo la transportaba  por pura memoria muscular, se sintió como en casa cuando el olor a hojas y tinta invadió sus fosas nasales, el lugar no se veía muy diferente desde la última vez que había estado ahí, y aunque las oficinas que se encontraban en Ciudad de México fueran sus favoritas debido a la nostalgia que estas provocaban en ella, también le encantaban las de Sevilla. 
—Alana, cuanto tiempo—la recibió la secretaria que se encontraba en el escritorio de la entrada.
—Hola—saludó Alana felizmente—. Vengo con Maricia, me pidió que viniera cuanto antes—informó mientras le mandaba un mensaje de texto a Enzo para avisarle que  había llegado a la editorial con bien. 
—Te está esperando en su oficina. 
Alana le sonrió en agradecimiento y subió por el elevador hasta la oficina de Maricia, en los pasillos se encontraban retratos de las portadas de los libros más aclamados de la editorial, entre ellos por supuesto, la saga de Alana. 
Debido a la confianza que se tenían, Alana entró a la oficina sin tocar, la sonrisa de su rostro se borró al notar que Sebastián se encontraba sentado ahí. 
—¿Qué hace él aquí?—preguntó Alana elevando la voz más de lo normal, sintiendo de inmediato la necesidad de salir corriendo del lugar. 
—Alana, siéntate por favor—le indicó Maricia pacíficamente, ¿cómo podía pretender que lo que le estaban haciendo estaba bien? 
—No pienso sentarme si él está aquí—replicó, Sebastián la miró con aburrición desde la otra silla—. Tiene una jodida orden de aprehensión, si no se va, le hablaré a la policía—dijo sacando su celular con manos temblorosas. 
—Me voy para que platiquen tranquilas—dijo Sebastián apunto de pararse, pero Maricia le hizo una seña con la mano para que volviera a sentarse. 
—Necesitamos hablar entre los tres, por favor, Alana—dijo Maricia con ojos suplicantes, Alana tomó una bocanada de aire e intentando mantener la compostura se sentó en en la otra silla, no sin antes intentar alejarla de Sebastián lo más posible, hace semanas que no lo veía. 
—Pudiste avisarme que estaría aquí, al menos—se quejó. 
—Ambas sabemos que no hubieras venido si te lo hubiera dicho—respondió Maricia con tono apelativo, Alana chasqueó la lengua al escucharla, lo decía como si eso fuera su jodida culpa,  si hubiera sabido que Sebastián estaría ahí, al menos le hubiera podido decir a Enzo que la acompañara, no podía evitar sentir miedo ante la presencia de Sebastián. 
Dios, Enzo se pondría furioso cuando se enterara que Maricia le había hecho tal cosa. 
—¿Podemos al menos  hacer esto rápido? Por favor—rogó, su ante asintió fuertemente. 
—Sé que ambos se encuentran escribiendo en este momento—dijo Maricia—. ¿Tienen un aproximado de en cuánto tiempo terminarán los respectivos libros?
—Un par de meses más, yo creo—dijo Alana, no tenía fecha exacta, pero en ese tiempo había avanzado hasta ¾ del libro. 
—No tengo fecha definida, estoy escribiendo a mi propio ritmo—respondió Sebastián, Maricia lo miró fijamente y soltó un suspiro. 
—Entiendo—dijo la mujer—. Alana, seré directa, no podemos publicar tu libro hasta que el de Sebastián esté listo.
Alana frunció el ceño al escucharla, Sebastián podía pasarse años escribiendo ese estúpido libro.
—No puedes hacer esto, no sabe cuándo lo va a terminar, el mío queda listo en unos meses, lo adelanto si quieres—exclamó rápidamente, para terminarlo más pronto tendría que sacrificar algunas horas de sueño, pero estaba dispuesta a hacerlo de ser necesario. 
—Sebastián inició el trámite de su libro antes—le recordó la mujer. 
—Sí, porque no me dejaba escribir el mío para que yo le corrigiera el suyo—escupió Alana. 
—Bueno, no te tenía con las manos amarradas, ¿cierto?—preguntó Maricia, Alana la miró incrédula, Marcia no sólo había sido su agente, también la había considerado una amiga, familia incluso. 
—Ignoraré tu comentario—bufó—. ¿Qué tiene que él haya iniciado su libro antes? Siempre se ha publicado el primero en ser terminado, no empezado.
—No es sobre eso—dijo Maricia. 
—¿Entonces sobre qué es? Porque déjame decirte que no estoy entendiendo nada.
—Engañaste a Sebastián—soltó Maricia simplemente—. Todos lo saben, estás de novia con el actor ese en poco tiempo, no queda con los valores de nuestra editorial y ciertamente no queda con la reputación que llevabas como persona hasta ahora.
—¿Y sí queda con los valores de la editorial publicar a un jodido golpeador?—peleó—. Maricia, estuve en el hospital—le recordó, nunca creyó tener que explicarse a sí misma. 
Sebastián veía la interacción con silencio, Maricia tomó una gran bocanada de aire y continuó hablando. 
—Si te publicamos primero a ti, pueden haber bajas para la editorial, deja que lo publiquemos primero a él, una vez que termine su novela, esperamos un poco más y ya publicamos la tuya, eres una escritora rápida, podrías incluso hacer la parte dos en lo que inicia el proceso de publicación de Sebastián. 
Alana la miró incrédula, sentía  un nudo en su garganta, Maricia y la editorial la habían apoyado durante toda su carrera, joder, Alana había llegado ahí antes que él. 
—¿Y cuándo será eso? ¿en uno, dos, diez años?
—No seas exagerada, Alana—dijo Sebastián volteando a verla.
—No te atrevas a hablarme—lo apuntó—. Me mantuviste sin escribir todo este tiempo, me golpeaste, me mandaste al hospital y ahora estás haciendo que no pueda trabajar. ¿Cuándo me dejarás en paz?
—Alana, sí puedes trabajar, sigue escribiendo, tu libro será publicado, te lo garantizo—dijo Maricia. 
—¡En tiempo indefinido!—replicó—. No puedo creer que estés de su jodido lado, Maricia. 
—Estuvo mal lo que Sebastián te hizo, pero tú tampoco hiciste bien. 
—Me parece estúpido que incluso haya punto de comparación—dijo parándose dispuesta a irse.
—Alana, por favor no hagas esto difícil—dijo Maricia. 
—¿Sabes qué? Vete a la mierda—escupió ella. 
—Alana, no seas estúpida—advirtió Sebastián.
—Vete a la mierda tú también—dijo—. Renuncio, no pienso seguir trabajando en esta porquería de lugar. 
—Alana, te tomará siglos volver a  encontrar editorial—dijo Sebastián. 
—Eso lo veremos—dijo ella saliendo de la oficina, sabía que él tenía razón, pero no pensaba mostrarse insegura ante él, ya no. 
—No estás pensando adecuadamente—dijo Sebastián siguiéndola, Alana se giró al escuchar su voz.
—Me estás arruinando la puta vida, Sebastián, nunca debí abandonar mi país para seguirte, cada día me arrepiento de haber sido tan jodidamente estúpida. 
—Dame dos años para terminar mi libro, después públicas el tuyo y ya está, aún estás a tiempo de pedirle disculpas a Maricia, no querrá perder a una escritora como tú. 
—Pues yo no pienso seguir trabajando con ustedes dos, así tenga que iniciar de cero, lo haré—dijo firmemente. 
—Alana—dijo Sebastián bajando la voz—. Será difícil encontrar una editorial aquí en España que te publique siendo mexicana, lo sabes bien, Enzo podrá tener muchos contacto en el mundo del cine, pero de literatura no sabe un carajo. 
—¿Qué tiene que ver Enzo en esto?—preguntó Alana desesperadamente—. Tú y tu maldita manía de reducir mi trabajo al de un hombre, por eso tú y yo nunca pudimos funcionar. 
—Lo hicimos durante cuatro años. 
—Hasta que me golpeaste. 
—Hasta que te acostaste con él—replicó. 
—No pienso seguir discutiendo contigo, dile a Maricia que mañana presento mi renuncia formal. 
—Alana, por favor hablemos como personas civilizadas—gritó Sebastián, provocando que varias personas en la editorial se giraran a verlos, Alana lo ignoró y tomó el elevador lo más rápido que pudo, intentando ignorar el hecho de que su ex novio la estaba siguiendo desde el otro elevador. 
                                                           ˖⁺‧₊˚♡˚₊‧⁺˖ 
—¡Corte!—gritó Julio, Enzo se dejó caer en el suelo cuando lo escuchó, llevaba casi todo el día de pie y sus piernas ya no podían soportar más—. Se queda, Enzo, vete a casa claramente estás al borde del colapso—dijo con algo de lástima en su voz. 
—¿No tenés que grabar más escenas?—preguntó parándose rápidamente mientras se limpiaba el césped de sus pantalones, sintiéndose avergonzado por lo dramático que estaba siendo. 
—Contigo no, puedes irte a casa—le ordenó Julio, Enzo agradeció con un asentimiento de cabeza, no era común que Julio le permitiera irse antes de tiempo.
Enzo se despidió con la mano rápidamente del resto de los actores que se quedarían para seguir grabando y se dirigió al camerino para tomar sus cosas, Alana se había ido del estudio hace unas tres horas, se imaginaba que para entonces la junta de la editorial ya habría terminado y no podía esperar por llegar temprano a casa para estar con ella.
Entró al camerino y Lucía se paró abruptamente de la silla al verlo entrar. 
—¿Retoque? Pero si está intacto el maquillaje.
—Nah, ya me puedo ir, terminé mis escenas por hoy—dijo felizmente, Lucía asintió efusivamente y comenzó a guardar tan rápido sus cosas que unas cuantas brochas se le cayeron de las manos. 
—Dios, ¿pero qué pasa con vos?—preguntó riendo mientras le pasaba una gorda brocha.
—¿Qué pasa de qué?
—No sé, parecés maníaca—respondió observándola de arriba a abajo. 
Lucía se rascó el cuello tan fuerte que dejó unas marcas rojas en su clara piel. 
—Bueno, ni cómo decirte, mirá—dijo pasándole el celular para después empezar a morderse las uñas, su amiga podía ser una persona muy nerviosa. 
Enzo la miró confundido y procedió a tomar el celular, al ver la imagen y el pie de foto se le fue el alma a los pies. 
''Alana Lomelí, escritora y nueva novia de Enzo Vogrincic, es captada conversando afuera de su editorial con su ex novio, el editor Sebastián Villafuentes, recordemos que el actor tuvo una disputa con el mexicano hace un tiempo afuera de un hospital (...)''.
Enzo sintió que la boca se le secaba, el pie de foto  y la noticia dejaba mucho que desear, claramente Alana y Sebastián no estaban conversando, sus expresiones demostraban enojo y frustración, se encontraban discutiendo, Enzo bloqueó el celular en cuanto alcanzó a leer uno que otro comentario donde se le juzgaba a Alana y se le llamaba de todo tipo de nombres hirientes por haber sido captada en cámara con Sebastián. 
—¿Hace cuánto fue esto?—preguntó Enzo guardando sus cosas rápidamente, tenía que revisar que Alana estuviera bien, no había forma en la que ella hubiese ido hasta la editorial sabiendo que Sebastián estaría ahí, le habían tendido una retorcida y horrible trampa. 
—Hace como una hora—dijo Lucía—. Alana tiene que estar bien, no hay forma en la que Sebastián la haya podido tocar en un lugar público, ¿cierto?
Enzo chasqueó la lengua al escucharla, no quería ni siquiera imaginar tal cosa, sintió como su pulso se aceleró y la forma en la que sus manos comenzaron a sudar, tomó su celular y encontró un mensaje de Alana de hace unos minutos en donde le decía que ya se encontraba en casa, Enzo se llevó la mano al pecho en alivio al leer el texto. 
—Está en casa—informó. 
—Qué alivio—dijo Lucía imitando su reacción.
—No puedo creer que su jodida editorial le haya hecho eso, claramente Alana no tenía idea de que Sebastián estaría ahí—dijo con tono de frustración.
Se encontraba nervioso al pensar en qué estado se encontraría a Alana, le rezaba al cielo que su novia no se encontrara muy alterada por el encuentro que había tenido con Sebastián, la pobre no podía tener un jodido respiro sin que algo malo sucediera, Enzo sentía la necesidad de protegerla y le irritaba el hecho de sentir que no estaba haciendo un buen trabajo. 
Cuando entró al departamento se encontró con Alana sentada en el sillón con Zola ronroneando sobre sus muslos, la gata fue la primera en notar que había entrado a la sala, pues brincó hacia él apenas lo vio ingresar, Enzo se agachó y le regaló una pequeña caricia en sus orejas. 
—Mi amor—susurró Enzo con pena en su voz, Alana soltó un sollozó y se le lanzó en los brazos, Enzo la sostuvo mientras acariciaba su cabello, se sentía fatal por la situación y le dolía hasta los huesos que Alana tuviera que pasar por eso. 
—No debí de haber ido—dijo con un hilo de voz, Enzo sintió que su garganta se cerraba un poco, pero intentó guardar la compostura.
—Tiene una jodida orden de aprehensión, ¿cómo permitieron que se acercara a vos?—preguntó Enzo con enojo, Alana se separó unos centímetros de su cara y lo miró con confusión, probablemente porque el chico sabía lo que había sucedido antes de que ella se lo contara—. Está en todos lados, les tomaron unas fotos. 
Alana frunció el ceño y Enzo tragó saliva en seco, sabía que no era su culpa, sabía que no era algo que él pudiera controlar, pero era consciente que él era el responsable de que las cámaras estuvieran puestas sobre Alana todo el tiempo, desde que se había dado la noticia de que ella y él eran pareja, le tomaban fotos hasta en el supermercado.
Alana se quitó el cabello de la cara con tono de desesperación y se dejó caer en el sillón. 
—¿Querés hablar al respecto?
—Renuncié a la editorial—dijo simplemente, Enzo abrió los ojos ampliamente al escuchar la noticia, Alana adoraba la editorial para la que trabajaba, había firmado con ella desde su primera saga.
—¿Qué?
—No pensaban publicar ninguno de mis trabajos hasta que Sebastián publicara el suyo y él no sabe cuando terminará su libro, conociéndolo se tardaría años con tal de que yo no pueda publicar nada—explicó rápidamente.
—Pensé que no lo volverían a publicar por lo que te hizo—dijo Enzo enfadado, ¿cómo alguien podía seguir leyendo a un hombre golpeador?
—Supongo que el público en verdad separa el arte del artista—dijo Alana con un tono de sarcasmo en su voz—. Pero resulta que eso no aplica para mí, piensan que tendrán ventas bajas por lo que yo ''le hice a Sebastián''—dijo haciendo comillas en lo último.
—Es una tremenda boludez. Lo siento mucho mi vida, sé lo  cómoda que te sentías trabajando ahí—dijo Enzo tomando su mano para ofrecerle su apoyo, Alana entrelazó sus dedos con los de él. 
—Maricia claramente prefiere apoyarlo a él que a mí, así que no quiero seguir trabajando ahí, mañana presentaré la renuncia formal.
—Yo te acompaño—dijo Enzo, no pensaba dejar a Alana sola en ese lugar. 
Ella asintió y le sonrió tristemente. 
—No porque renuncies dejarás de escribir, ¿cierto?—preguntó con nerviosismo, Alana sin escribir era como quitarle el agua a un pez. 
—No, claro que no—dijo—. Sólo que será difícil conseguir otra editorial. 
—Sos Alana, obvio un montón de editoriales morirán por publicarte—dijo Enzo intentando animarla.
—En Latinoamérica, no aquí—dijo ella levantando los brazos—. Simplemente me siento tan tonta, me siento atrapada en esta ciudad—dijo ella llevándose la cara a las manos, Enzo sabía que Alana no se sentía del todo bien viviendo en Sevilla, la ciudad y la cultura era preciosa, pero el corazón de Alana se encontraba en su país. 
—Bueno, vámonos—dijo él simplemente, Alana levantó la cara con curiosidad. 
—No podemos simplemente irnos—dijo ella riendo con tristeza. 
—No—coincidió él—. Pero podemos irnos aunque sea un fin de semana de aquí, ¿no? Necesitás un descanso de todo este lío, decí una ciudad, una parte del mundo y nos vamos este mismo el fin de semana—haría lo que fuera necesario para que Alana tuviera unos días de paz. 
—En, eso nos costará una fortuna. 
—Digo, tampoco estoy diciendo que nos vayamos a China—dijo él riendo con obviedad—. De preferencia algo por acá, estoy seguro que habrá un lugar que llame tu atención.
Alana se quedó pensativa por un momento mientras jugaba nerviosamente con sus dedos. 
—Anda, no te hagas del rogar—dijo Enzo empujándola suavemente de la rodilla. 
—Bueno—dijo ella suspirando—. Supongo que ir a la playa sería lindo—dijo tímidamente.
—Bueno, nos vamos a la playa entonces—dijo Enzo elevando los hombros—. Y hay que comprarle una transportadora a esta niña, no podemos dejarla sola acá—dijo cargando a Zola, Alana sonrió ampliamente, quizá las cosas no estaban pintando nada bien, pero irse de Sevilla por unos días les ayudaría bastante a distraerse. 
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sopas1 · 4 months
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Acostumbrado al olvido, comencé a extrañarte desde el principio.
Comenzamos a frecuentarnos y se desató en mi un mar de emociones todas encaminadas a fundirme en ti, a ser contigo.
Con tanto sentir siempre viene implícito un miedo. Se que está mal vivir una nueva experiencia y mirarla desde la óptica de un pasado dónde fui lastimado. Pero me cuesta volver a creer. Es el coloquialmente dicho: demasiado bueno para ser verdad.
De alguna forma estoy esperando un golpe de realidad como si no viviera una verdad y es mi ilusión la que lo nubla todo.
Así que lo siento todo... pero me limitó. Comienzo a administrar el sentimiento, aterrado de dejar ver qué estoy hasta el cuello de amor por tí. Por aquello de que ya me he dado todo y el todo no es suficiente para que alguien se quede.
A veces uno atrae lo que necesita en el momento de mas incertidumbre. Estaba leyendo un libro de espiritualidad y venía un capítulo que hablaba acerca del amor. Hacía la cuestión de que si el amor podía ser incondicional.
Decía: Cuando hablas del amor, tiene que ser incondicional. En el momento en que hay una condición, viene a ser lo mismo que una transacción. El amor no tiene por qué ser conveniente y generalmente no lo es. Has de poner tu vida en ello. Tienes que invertirte a ti mismo. La expresión inglesa falling in love (enamorarse), cuyo significado literal es *caer en amor*, es muy significativa. No trepas en amor, no permaneces de pie en amor ni vuelas en amor, sino que caes en amor. El amor es un estado interno, y como está en tu interior puede ser definitivamente incondicional. Los actos de amor pueden llegar a ser tediosos y estresantes al cabo de un tiempo. Te das cuenta de que el amor no es algo que haces.. el amor es tu manera de ser.
Esa última frase: el amor es tu manera de ser.
Me pegó tan profundo. No podemos ser tacaños de emociones. Le quita la riqueza al sentimiento, al contenerlo... al racionar y darlo en porciones. No pones tu vida en ello, no te das del todo. Entonces no estás amando como es debido.
Ya he cometido ese error antes. Así que en lugar de estar pensando en que me podría estrellar está vez voy a acelerar.
Cómo leí en un post: Voy a llorar toda la vida si es necesario, porque yo vine a sentir hasta morir.
Porque el amor es un estado interno, es mi manera de ser. Seré amoroso y si la otra persona no quiere quedarse. Podría irse, pero yo seguiría siendo amoroso, seguiré estando lleno de amor.
Podría terminar con el párrafo pasado pero es mi parte valiente la que lo escribió. Sin embargo es mi parte vulnerable la más grande y por eso escribo esto. Para tratar convencerme de que puedo amar de nuevo si me lo propongo, de que merezco ser amado y que hay alguien por ahí que en serio quiere amarme tanto como yo deseo amarle.
-Extrañarte desde el principio
CR.
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Cerrando círculos
Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente “revolcándote” en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes.¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender “tu televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentalmente, envenenarte y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver.
Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo.
Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida.
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ℜ𝔬𝔰𝔞🖤
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persepolisph · 7 months
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ULTIMA CARTA DE PIZARNIK A SILVINA OCAMPO.
Tristísimo día en que te telefoneé para no escuchar sino voces espúreas, indignas, originarias de criaturas que los hacedores de golems hacían frente a los espejos.
Pero vos, mi amor, no me desmemories. Vos sabés cuánto y sobre todo sufro. Acaso las dos sepamos que te estoy buscando. Sea como fuere, aquí hay un bosque musical para dos niñas fieles: S. y A.
Escribime, la muy querida. Necesito de la bella certidumbre de tu estar aquí, aquí abajo; sin embargo, yo traduzco sin ganas, mi asma es impresionante (para festejarme descubrí que a Martha le molesta el ruido de mi respiración de enferma). ¿Por qué, Silvina adorada, cualquier mierda respira bien y yo me quedo encerrada y soy Fedra y soy Ana Frank?
El sábado, en Bécquar, corrí en moto y choqué. Me duele todo (no me dolería si me tocaras –y esto no es una frase zalamera). Como no quise alarmar a los de la casa, nada dije. Me eché al sol. Me desmayé pero por suerte nadie lo supo. Me gusta contarte estas gansadas porque sólo vos me las escuchás. ¿Y tu libro? El mío acaba de salir. Formato precioso. Te lo envío a Posadas 1650, quien, por ser amante de Quintana, se lo transmitirá entre escogencia y escogencia.
Les envié así un cuaderniyo venezolano con un no sé qué de degutante [desagradable] (como dicen Ellos). Pero que te editen en 15 días.
Oh Sylvette, si estuvieras. Claro es que te besaría una mano y lloraría, pero sos mi paraíso perdido. Vuelto a encontrar y perdido. Al carajo los greco-romanos. Yo adoro tu cara. Y tus piernas y tus manos que llevan a la casa del recuerdo-sueños, urdida en un más allá del pasado verdadero.
Silvine, mi vida (en el sentido literal) le escribí a Adolfito para que nuestra amistad no se duerma. Me atreví a rogarle que te bese (poco: 5 o 6 veces) de mi parte y creo que se dio cuenta de que te amo sin fondo. A él lo amo pero es distinto, vos sabés, ¿no? Además lo admiro y es tan dulce y aristocrático y simple. Pero no es vos. Te dejo: me muero de fiebre y tengo frío. Quisiera que estuvieras desnuda, a mi lado, leyendo tus poemas en voz viva. Sylvette, pronto te escribiré. Sylv, yo sé lo que es esta carta. Pero te tengo confianza mística. Además la muerte tan cercana a mí, tan lozana, me oprime. Sylvette, no es una calentura, es un re-conocimiento infinito de que sos maravillosa, genial y adorable. Haceme un lugarcito en vos, no te molestaré. Pero te quiero, oh no imaginás cómo me estremezco al recordar tus manos que jamás volveré a tocar si no te complace puesto que ya lo ves lo sexual es un “tercero” por añadidura. En fin, no sigo. Les mando los 2 librejos de poemas póstumos –cosa seria—. Te beso como yo sé, a la rusa (con variantes francesas y de Córcega). O no te beso sino que te saludo, según tus gustos, como quieras.
Me someto. Siempre dije no para un día decir mejor sí.
Sylvette, sos la única. Pero es necesario decirlo: nunca encontrarás a nadie como yo. Y eso lo sabés (todo). Y ahora estoy llorando. Sylvette, curame, ayudame, no es posible ser tamaña supliciada, Sylvette, curame, no hagas que tenga que morir, ya…
Tuya:
Alejandra.
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depoesiaypoetas · 2 years
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En los libros de filosofía no te enseñan que en las terminales de aeropuertos y autobuses la vida es más sincera. Los besos entre los amantes y las lágrimas de 'hasta pronto o hasta siempre' no ocultan nada. Todo duele más sintiendo ese fueguito en el pecho de que no hay lugar más genuino en el mundo: si te vas, ya te quedaste en un pedacito de mí, si llegas, me has regresado lo que me faltaba. El 'quédate dos ratitos más' y el 'pero si viene otro autobús detrás' son de las formas más honestas de decir amor que conozco. El sentimiento de que quizás no dije todo lo necesario, o que he hablado de más, pero no pasa nada. Caminar despacio para tenerte un poquito de nuevo o mejor seguir por el pasillo sin echar la vista atrás, que tal vez así duela menos; Los besos en la frente, los abrazos que son bálsamo y sosa, estrechar la mano y la despedida al aire: te quiero más de lo que dura el viaje de regreso.
Clara Ajc
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erik--alonso · 5 months
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Por esta nota, brillante, profunda, de Daniel Link, me entero que entre 1970 y 1971, en medio de una crisis con su compañero sentimental Ninetto Davoli, Pasolini se embarca en su "dilatado proyecto" de comprarse una torre medieval en Viterbo para apartarse del mundo. Ahí escribirá su libro Transhumanar y organizar del que Link pondrá un fragmento del poema "Versos del testamento", donde me quedo con esto:
La soledad: es necesario ser muy fuerte
Para amar la soledad; es necesario tener buenas piernas
Y una resistencia fuera de lo común; no se debe uno arriesgar
A resfríos, gripes o males de garganta; no se debe temer
A ladrones o asesinos; si te toca caminar. 
Alejarse para pensar, para estar en el mundo de una nueva forma, para sanarse, para escribir aunque uno ya no pueda comprarse una torre medieval como Pier Paolo.
Transhumanar, leo por acá, es un verbo inventado por Dante para explicar como fue su ascensión al cielo con Beatrice.
Transhumanar, dejar de ser humanos, no temer a ladrones o asesinos, alejarnos de los miedos terrenales del capitalismo.
Pienso en las preguntas que Roxane Gay hacía hace unos meses ante el miedo asesino de lo hombres: "Why are men so afraid? Why are they so fragile that they shoot or harm first and ask questions later? Why do they believe death or injury is an appropriate response to human fallibility?"
¿Por qué tenemos tanto miedo?
Pero también pienso en la trashumancia que es un tipo de pastoreo en continuo movimiento, donde el pastoreo se debe adaptar a los cambios del ambiente. ​
No quiero decir que para combatir el miedo es necesario caminar, porque lo vengo intentando desde hace muchos años y el miedo no desaparece, pero algo hay de eso. Para caminar, para pensar y enfrentar la soledad, en este mundo que se desmorona, es necesario ser fuertes como dice Pasolini. Ser pastores sin ovejas, como se llama un libro de Morábito que nunca pude terminar, pero del que nunca me olvido, y también, o sobre todo, como dice la otra parte del título del libro de Pasolini, organizarse.
Dejar de ser humanos y organizarnos.
Caminar y organizarse.
En fin, Pasolini siempre una vez más.
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caostalgia · 1 year
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Nothing Compares 2 you
Si la vida que anhelas está destinada a morir
Atraer lo que amo, solo terminara contigo sin poder partir
Pero sin ti no podría vivir en este mundo infeliz
No quiero verte únicamente cuando me voy a dormir
Si desafiar a Dios es la puerta a lo que deseas o
Tal vez solo es una ilusión para proteger algo que ya no esta más
Por nosotros dos
Podría pasar años
Peleando contra mis monstruos internos
Desgarrándome la piel hasta desnudar mi alma
Sin medir daños
Buscar la respuesta en cada libro del mundo por estar un segundo más a tu lado
O solo soy un extraño en mí
Que desea tomar tu mano y decir lo mucho que te extraño
Si es necesario
Me volveré un villano
Por eso te amo
Nada se compara a ti
Along Buddha
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libros-argentinos · 3 months
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Re random esto, pero aparte de darles las gracias por todo este trabajo inmenso que estan haciendo, que es tan importante, queria tambien darles las gracias porque fueron el ultimo empujoncito necesario para que por fin me hiciese socia de la biblioteca de mi ciudad, siempre pense en hacerlo y tenia ganas pero siempre me ganaba la ansiedad, los pensamientos negativos de que no leo lo suficiente para justificar, en fin muchisimas cositas mias que me frenaban.
Pero lo hice, y puede ser una boludez para cualquier otro pero siento que me escale el everest con la cantidad de ansiedad que manejo en mi vida diaria, asi que me voy a dar una palmadita en la espalda, y me voy a leer el libro que retire 👍
Creo que no hay nada que como estudiante de Bibliotecología me haga más feliz que que me cuentes esto. -Keo
Las bibliotecas... La asociación a una biblioteca, o diez, sepan que no necesita justificarse, están para todes, y todes construimos las bibliotecas de toda índole (públicas, privadas, escolares, universitarias), les usuaries somos el incentivo de que sigan funcionando, somos el hecho por el cual están, independientemente de si las usamos para leer, para ir a estudiar, para charlar, o para escaparnos un rato.
Entiendo, enteramente, la frustración que genera la ansiedad—yo también, perdí muchos años de poder ser socio de la biblioteca de mi ciudad porque me intimidaba la magnitud del edificio, la cantidad de volúmenes disponibles, pero si hay un mundo por y para todes: es la biblioteca; algo que aún me abruma es la amabilidad de les bibliotecares y el amor y la pasión que hay dentro de esos espacios por la profesión, la vocación de ser servil a la comunidad y de que existan estos lugares, gratuitos, o muy, muy baratos para el bien común de todes. Les invito, desde el fondo de mi corazón a que se acerquen a cualquier biblioteca y experimenten esto que les digo.
Piensen que, incluso si no leyeran, su aporte a una biblioteca es inconmensurable, porque son un factor más a la funcionalidad y el progreso de estos lugares, para que otra gente también pueda disfrutar gratuitamente del acceso al libro, al wifi, o a las computadoras en algunos casos, y no es sólo leer, o estudiar, son espacios que proveen un montón de cosas más: cursos, tutorías, talleres, eventos culturales, etc.
Te felicito, y me alegra un montonazo, sinceramente, que te hayas animado, y hayas ido, y ahora seas socia [el admin tiene lágrimas en sus ojos mientras escribe esto]. E incluso si no se hacen socies, si no van para leer o para estudiar, vayan igual, porque son lugares en los que se puede simplemente ser, estar.
Les dejo dos frases más y me callo (podría hablar sobre bibliotecas por horas.)
Dice Frédéric Barbier en Historia de las bibliotecas. De Alejandría a las bibliotecas virtuales:
No obstante, las bibliotecas todavía nos hablan, tal vez hoy más que ayer, y la cuestión de las bibliotecas mantiene una actualidad asegurada: basta con considerar el movimiento de construcción de las "mediatecas", o la atención dada a las funciones de las bibliotecas nacionales en relación con la problemática de la identidad. La diversidad estructural de las bibliotecas (bibliotecas públicas, universitarias, especializadas, nacionales, etc.) sugiere que si supuesta inactividad sea tal vez un engaño, y que sus funciones, hoy, pasaron a ser otras: las bibliotecas responden a una o más necesidades "del día a día", ya sea que se trate, como hasta ahora, de información (no todo está en Internet) o de recreación (nunca se publicó tanto como hoy en día), pero también de igualdad (brindar acceso a la información y a la formación a quienes hoy no poseen los medios para ellos), por lo tanto de democracia, o más aún, de identidad colectiva.
Y, en cuanto a la lectura, María Teresa Andruetto en La lectura, otra revolución:
Mirar más allá, sin temerle a la dificultad y al "sagrado derecho a disentir". Para eso, necesitamos "saber leer, y saber leer no es terminar pronto sino leer despacio", dice el mismo Zuleta en otro ensayo que se titula precisamente "Sobre la lectura", con lo cual el elogio de la dificultad podría ser también un elogio de la lentitud, porque si bien leer es transitar de un libro a otro, encontrar los propios senderos en medio de un bosque, no se trata de entrenarnos en sistemas veloces de lectura, sino de una lenta apropiación de lo que leemos.
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magneticovitalblog · 3 months
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"Descubre los 14 Hábitos Clave para Desarrollar tu Genio Interior"
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En la búsqueda del éxito y la realización personal, muchos aspiran a alcanzar la grandeza, a desatar su genio interior y brillar en su campo de acción. Sin embargo, ser un genio no es simplemente una cuestión de talento innato, sino de cultivar hábitos y prácticas que fomenten el crecimiento intelectual, emocional y espiritual. En este artículo, exploraremos 14 hábitos secretos que te ayudarán a desatar tu genio interior y alcanzar tu máximo potencial.
Cultiva la Curiosidad Infinita: Los genios tienen una sed insaciable de conocimiento y una curiosidad sin límites. Alimenta tu mente explorando nuevos temas, preguntando, investigando y manteniendo una mente abierta a nuevas ideas y perspectivas.
Practica el Pensamiento Crítico: Cuestiona todo, incluidas tus propias creencias y suposiciones. Desarrolla la capacidad de analizar, evaluar y sintetizar información de manera objetiva y lógica, sin dar por sentado lo que se te presenta.
Fomenta la Creatividad: Busca nuevas formas de expresión, ya sea a través del arte, la escritura, la música o cualquier otra forma de creatividad que te inspire. La creatividad es el combustible del genio y te permite ver el mundo desde perspectivas únicas.
Ama el Aprendizaje Constante: Nunca dejes de aprender. Lee libros, asiste a conferencias, toma cursos en línea, conversa con expertos en tu campo. El aprendizaje continuo amplía tu mente y te mantiene actualizado en un mundo en constante evolución.
Cultiva la Disciplina: El genio requiere dedicación y disciplina. Establece metas claras, crea un plan de acción y trabaja de manera constante y disciplinada hacia ellas. La consistencia en tus esfuerzos te llevará lejos.
Abraza el Fracaso como Oportunidad de Aprendizaje: Los genios no temen al fracaso, lo abrazan como una oportunidad de aprender y crecer. Cada error es una lección invaluable que te acerca un paso más hacia el éxito.
Mantén una Mente Abierta: No te cierres a nuevas ideas o formas de pensar. La mente abierta es el terreno fértil donde florecen las grandes ideas y descubrimientos. Escucha a los demás, sé receptivo a la crítica y dispuesto a cambiar de opinión cuando sea necesario.
Desarrolla la Resiliencia: Los contratiempos y las dificultades son inevitables en el camino hacia el éxito. Desarrolla la capacidad de recuperarte rápidamente de los golpes, aprende de ellos y sigue adelante con determinación y coraje.
Cuida tu Salud Física y Mental: El genio no puede florecer en un cuerpo o mente enfermos. Prioriza tu bienestar físico y mental, incluyendo una alimentación saludable, ejercicio regular, descanso adecuado y prácticas de autocuidado.
Busca la Soledad Creativa: Dedica tiempo a estar solo contigo mismo, lejos de distracciones externas. La soledad creativa te permite reflexionar, concentrarte y explorar tus pensamientos más profundos, lo que puede conducir a descubrimientos innovadores.
Mantén un Diario de Ideas: Registra tus pensamientos, ideas y observaciones en un diario. Esto te permite capturar inspiraciones fugaces, clarificar tus pensamientos y mantener un registro de tu progreso intelectual y creativo.
Establece Rutinas Productivas: Construye hábitos y rutinas que te ayuden a optimizar tu tiempo y energía. Organiza tu día de manera eficiente, establece horarios de trabajo y descanso, y elimina las distracciones que puedan interponerse en tu camino.
Practica la Empatía: Comprende las emociones y perspectivas de los demás. La empatía te permite conectar con las personas a un nivel más profundo, fomentar relaciones significativas y obtener nuevas ideas y perspectivas.
Nunca Dejes de Soñar en Grande: Los genios son visionarios que sueñan en grande y se atreven a perseguir sus sueños con pasión y determinación. Mantén viva la llama de tus aspiraciones más audaces y trabaja incansablemente para convertirlas en realidad.
En resumen, convertirse en un genio no es una tarea fácil, pero con la práctica de estos 14 hábitos secretos, puedes desbloquear tu potencial más profundo y brillar con luz propia en el mundo. Recuerda que el genio reside dentro de ti, solo necesitas cultivarlo y dejarlo florecer. ¡Adelante, el mundo espera tus brillantes contribuciones!
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analisword · 1 month
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high infidelity (Enzo Vogrincic x fem reader)
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Capítulo 20.
Tiempo después.
—¿Qué opinas del horror?—preguntó la mujer mientras se acomodaba sus gafas, durante toda la entrevista, Alana había estado más concentrada en ellas que en las preguntas que le hacía, hace más de media hora notó que el rumbo de la entrevista estaba tomando una dirección que no le interesaba mucho. 
—Eh, pues…me gusta leerlo—carraspeó. 
—Bueno, no estás aquí para leer, ¿cierto? Al menos que estés buscando un puesto de editora, creo que podría conseguirte algo—dijo Leticia buscando entre los cientos de papeles de su escritorio.
—No—dijo Alana rápidamente—. No estoy interesada en un puesto de editora, como ya se lo había mencionado—le recordó por quinta vez.
Era su tercera entrevista en la semana, por ser la tercera, pensó que esta vez sería la vencida, estaba más que equivocada.
—Mencionaste que llevas un par de meses trabajando en una nueva historia, ¿cierto?—preguntó Leticia recuperando su atención, Alana sintió su corazón latir más fuerte y se acomodó en la silla, una luz de esperanza le invadió el pecho. 
—¡Sí!—contestó rápidamente—. Me falta poco para terminar el primer manuscrito, ya sólo faltan pulir algunos detalles. 
—¿Es una continuación de Arco de sangre?—preguntó volviendo a acomodarse las gafas. 
—No, umm, técnicamente está situada en el mismo universo, pero ni la historia ni los personajes se relacionan entre sí—explicó, Leticia arqueó las cejas. 
—Escucha, Alondra—dijo. 
—Es Alana—la corrigió.
—Bien, Alana, por el momento no estamos interesados en otra saga de fantasía, tenemos la editorial repletas de ellas—dijo con lástima—. Sin embargo, podría hacer una excepción contigo si conviertes el manuscrito en una continuación de Arco de sangre debido a la popularidad de la serie, conviértela en una precuela, ¿qué sé yo?
Alana resopló, no tenía intención en continuar la saga, había cerrado su ciclo con ella tiempo atrás.
—Leticia, te prometo que mi nueva historia también es interesante, la he acomodado para un público más juvenil y…
—Si no está relacionada con Arco de sangre, no estamos interesados, cariño—dijo con el mismo tono de lástima falsa, Alana mordió el interior de su mejilla.
—Si no están interesados en más escritores de fantasía, ¿entonces en cuáles lo están?—preguntó dándose por vencida. 
—Horror, por eso te pregunté qué opinas al respecto. 
Nunca se le había pasado por la mente escribir libros de horror, le encantaba el género, pero su pasión siempre había sido la fantasía.
—Tipo Stephen King o algo así—le sugirió, Alana parpadeó varias veces. 
—Si te soy honesta, no estoy muy interesada en el género, no quisiera entregar algo con lo que no me sienta satisfecha—dijo Alana, si ya sufría síndrome del impostor con un género que conocía bastante bien, no se imaginaba con uno para nada explorado. 
—Alondra…
—Alana—volvió a corregirla. 
—He leído tus libros, considero que eres una chica brillante, pero te seré honesta, aquí en España no tienes la misma audiencia que tienes en Latinoamérica, costará el doble, si no es que el triple para que sobresalgas aquí. Usualmente exigimos un manuscrito ya terminado para iniciar el proceso de entrevistas, contigo no fue necesario porque de entrada sé que el trabajo será bueno, pero no te puedo aceptar algo que sea fantasía. Es horror o es nada. O bueno, podríamos darte un puesto de editora. 
La noticia le cayó como un balde de agua fría, llevaba años sin sentirse así de perdida antes. 
—¿Me lo puedo pensar?—preguntó con un hilo de voz, Leticia inclinó la cabeza y asintió. 
—Por supuesto que sí—sonrió mostrando sus blancos dientes manchados de lápiz labial rojo. 
—Vale, gracias por tu tiempo—respondió tomando sus cosas, estaba apunto de salir por la puerta cuando la voz de Leticia la detuvo. 
—Alondra, necesitamos tener una respuesta en  máximo una semana, si no, la vacante pasa en automático a otra persona. 
Alana suspiró y sin responder salió de la oficina. 
No tenía idea a dónde ir, Enzo le había sugerido que se pasara al estudio de grabación después de la entrevista, al principio había parecido una buena idea, pero después de haber fracasado nuevamente en otra editorial, no le apetecía en lo absoluto ir a un lugar lleno de luces y cámaras y gente gritando por doquier. 
Alana se detuvo en el lobby y miró fijamente a la barra de café que había ahí, en verdad le había gustado la editorial Moore, inconscientemente, la había dejado al último creyendo que ahí se quedaría.
Se sentó en el taburete de la barra, se sentía tan decepcionada de la situación que de lejos probablemente ella  lucía como si en realidad se encontrara en una barra de un bar, quizá alcohol era lo que necesitaba. 
—Disculpa, ¿tienes alcohol?—le preguntó tímidamente a la barista, la cual la miró con una mirada juiciosa, Alana negó con la cabeza rápidamente, en verdad debía encontrarse deprimida para estar ordenando licor en la jodida barra de café de una editorial—. ¿Un americano frío?—sugirió con una mueca, la barista asintió y se dio la vuelta para preparar su café. 
Como no tenía nada más qué hacer, decidió sacar su celular para checar Twitter, grave error, pues la primera noticia que le apareció era la de Sebastián anunciando su nuevo libro. 
Sintió la furia invadirla por completo, ¿cómo mierda lo había terminado tan pronto? El libro estaría públicado a finales de año, Alana sintió las ganas de estrellar su celular, si Sebastián le hubiera dicho que lo terminaría pronto, Alana hubiera podido seguir en la jodida editorial, pero claro, Sebastián, porque quería arruinarle la vida, había dicho que no tenía una fecha clara, haciéndole creer que tardaría incluso años en publicarlo. 
Alana no podía volver a su antigua editorial debido a firmar renuncia, pero incluso si pudiera volver, no regresaría a un lugar donde apoyaban a un abusador. 
—Vete a la verga—soltó viendo la imagen de su ex novio en la pantalla, bloqueó el celular con fuerza y lo dejó caer estruendosamente sobre la barra. 
—¿Qué me vaya a la qué?—preguntó un hombre a su lado, Alana levantó la mirada para observarlo, no lucía mayor de 35 años, lucía bastante pulcro y llevaba puesto un traje bastante planchado, no era de sorprenderse que se sintiera mortificado por el lenguaje de la chica. 
—A la verga—respondió, el misterioso hombre se ahogó con su propia saliva, la barista le dejó el café en la barra y la miró como si acabara de decir la peor cosa del mundo—. Es una expresión mexicana—aclaró.
—Sé lo que es—dijo él, claramente tenía acento español, aunque no tan marcado. 
—Pero no me refería a ti—dijo Alana—. Me refería a mi ex—dijo rápidamente, la barista se dio la vuelta nuevamente y desapareció de la incómoda interacción.
—Umm, vale—dijo el hombre mirándola como una loca y procediendo a darle un sorbo a su café—. Claramente no estás pasando un buen día, le pediste un whisky a la pobre chica.
—No pedí whisky—replicó Alana—. Para ser honesta, ni siquiera sé qué tipo de alcohol quería, y sí, es un pésimo día—exclamó dejando caer su espalda contra el respaldo de la silla.
—¿Puedo saber por qué?—preguntó con curiosidad, Alana suspiró.
—Soy escritora—dijo—. Esta es la tercera editorial que visito en la semana y si te soy honesta creí que sería la buena, es decir, ¡tienen su propia barra de café!—dijo ahora levantando las manos.
—Sí, es bastante genial—dijo el hombre riendo. 
—Como sea, tuve una entrevista pero no quieren que escriba fantasía, es horror, además, la mujer que me hizo la entrevista seguía llamándome por un nombre que no es el mío. 
—¿Y cuál es el problema con ello?—preguntó él.
—Que no es mi nombre—dijo con tono de obviedad. 
—No—dijo él hombre soltando una carcajada—. ¿Qué hay de malo en escribir horror?
—Oh, pues nunca lo he hecho, no es o mío. 
—Bueno, siempre hay una primera vez para todo, ¿no? Estoy seguro que si Leticia te está considerando para un proyecto es porque ve algo en ti. 
—Supongo, pero es como vender mi alma a algo que no sé cómo va a salir por el simple hecho de estar desesperada por trabajar, hubo una situación que me hizo renunciar a mi última editorial, siempre ha estado en contra de mis valores hacer cosas de las que no estoy completamente segura, pero te repito, estoy desesperada, estoy a nada de comenzar a trabajar en un jodido establecimiento de hamburguesas, ahorita vivo con mi novio y él se está haciendo cargo de la mayoría de los gastos, digo, aún tengo dinero, aún recibo dinero por mis libros pasados pero no puedo mantenerme toda la vida de eso, tenemos una gata, ¿sabes lo qué cuesta su comida y sus vacunas?Soy de México, llegué a España por otra situación completamente diferente a esta y ahora estoy…atrapada aquí—habló tan rápido que se le secó la boca, el hombre asintió con la cabeza todo momento, como intentando seguirle el hilo—. Espera, ¿eres cercano a Leticia? Supongo que trabajas aquí, ¿cierto?—preguntó un poco avergonzada por haber hablado de más.
El hombre abrió la boca y la volvió a cerrar sin responder su pregunta. 
—Señor Moore, ¿gusta más café?—preguntó la barista regresando a la barra, él negó con la cabeza y le agradeció con la mano, Alana abrió la boca ampliamente. 
—Lo siento tanto—exclamó horrorizada—. ¿Eres Mauricio Moore?
—No, Mauricio es mi padre, yo soy Hector—dijo extendiendo su mano. 
—El CEO de la editorial Moore—informó la barista, Alana la miró con mortificación y tomó la mano del hombre. 
—Ya no le digas más cosas, parece que se va a desmayar la pobre—le indicó a la barista.
—Lo siento tantísimo por cómo le hablé—volvió a disculparse. 
—No te disculpes y no me hables de usted. Te conozco bien, eres Alana Lomelí.
Alana asintió tímidamente. 
—Qué vergüenza—exclamó, quería que la tierra la tragara. 
—Sé también quién es tu ex novio, recién anunció su nuevo libro, ¿cierto? Supongo que por eso andas tan cabreada—dijo—. No pienses que soy un chismoso, pero digamos que todas las editoriales se enteraron de lo sucedido, lamento que hayas tenido que pasar por eso. 
Era la primera persona que le confesaba saber lo sucedido y sentía compasión por ella, no lo verbalizó, pero se sintió verdaderamente agradecida por ello. 
—Por cierto—comenzó a decir—. Yo fui el que le dio la orden a Leticia de que no te aceptara en la editorial si querías publicar fantasía, así que no la odies a ella. 
—¿Por qué?—preguntó con genuina curiosidad. 
—Bueno, si te tenemos en la editorial más importante de España, nos gustaría hacerte un re-brand, además, el horror es mi género favorito, quisiera leerlo desde tu narrativa. 
Alana lo miró incrédula, no podía creer que la orden había sido directa del CEO por un simple capricho. 
—No contratamos gente latina, pero contigo podríamos hacer una excepción, además, no es mentira que ya no tenemos lugar para otro autor de fantasía, y lamento escuchar que la entrevista no salió como esperaba, le di órdenes claras a Leticia de que si te parabas en su oficina, no salieras de ella sin un contrato. 
—Le dije que me lo pensaría—carraspeó. 
—Bueno, espero que en verdad te lo pienses—sin decir más, Hector Moore abandonó la barra. 
                                                               ˖⁺‧₊˚♡˚₊‧⁺˖ 
—Hola, chiquita, pensé que te vería en el estudio—dijo Enzo entrando a la sala y colocando un beso en su coronilla para después dejar otro beso en la cabeza de Zola, la cual se encontraba en su regazo—. ¿Fue muy pesada la entrevista?—preguntó dejándose caer en el otro sillón.
—Demasiado—respondió Alana, aunque se refería más a la conversación que tuvo con Hector que con Leticia. 
—¿Y bien?—preguntó Enzo llevando su barbilla a su puño. 
—Creo que firmaré con ellos—dijo Alana no muy emocionada. 
—¡Eso es genial!—exclamó, Alana apretó los labios—. Me dijiste que es la editorial más importante de España, ¿por qué no estás emocionada?—preguntó moviéndose de sillón y sentándose a lado de ella, Zola rápidamente comenzó a ronronear y se pasó ahora a sus muslos. 
—Hay una condición para que pueda trabajar con ellos—dijo. 
—¿Cuál es?
—Quieren que escriba horror—dijo con tono abatido, Hector no se había cansado de recordárselo en el resto de la conversación que tuvieron en el café. 
—Pero, ¿qué ocurrirá con la historia que llevas escribiendo por meses?—preguntó.
—Pues, supongo que va para la basura—dijo riendo tristemente. 
—Lana, llevas meses enteros trabajando en ella, y no es porque sos mi novia y mi autora favorita en el mundo entero, pero es genial, me atrevo a decir que podría ser incluso mejor que Arco de sangre. 
Alana sintió las lágrimas formándose en sus ojos, sabía que Enzo tenía razón, le había puesto mucho empeño, esfuerzo y cariño a la historia, la había logrado sacar adelante  a pesar de las situaciones tan horribles por las que había pasado. 
—Están repletos de autores de fantasía en la editorial. 
—Pero ninguno de ellos son vos—dijo Enzo.
—Pero son españoles y yo no—dijo—. El público los prefiere a ellos, no estoy en Latinoamérica, además, soy considerada ahora la escritora más polémica del habla hispana, la editorial sólo me va a aceptar si hacen un re-brand. 
—¿Y un re-brand es obligarte a escribir un género que no soportás? Lana, es una completa boludez. 
—Me gusta el horror. 
—Sí, para leerlo antes de dormir, no para pasar horas enteras escribiendo sobre monstruos debajo de la cama, vos me lo dijiste una vez, preferís escribir cualquier otro género antes que horror. No aceptarás, ¿verdad?
—Enzo, no tengo mucha opción, no tengo trabajo. 
—¿Qué decís con qué no tenés trabajo? Te la pasas día y noche en el teclado, trabajás más que nadie. 
—Si no tengo editorial, no sirve de nada—dijo ella elevando los hombros.
—Te quisieron convencer, ¿cierto?—preguntó.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque te conozco y la Lana con la que vivo y tanto adoro, jamás aceptaría ese tipo de condiciones. 
Alana jugó con sus dedos, mentiría si dijera que Hector no pasó horas persuadiendo para que se adentrará al mundo del horror. 
—¿Crees que no puedo escribir un libro como ese?
—No—negó Enzo—. Sé que podrías escribir un libro como ese y eso es lo que temo, porque podrías escribir el mejor libro de horror de la historia y no ser feliz ni un sólo segundo al hacerlo. 
Alana no pudo evitarlo más y rompió en llanto.
—Vení—dijo él arrastrándola hacia su cuerpo—. Sabes que te apoyo, pero sólo quiero lo mejor para vos, quiero que vos seas feliz. 
—Me siento atrapada aquí, en esta ciudad, este país, siento que no pertenezco aquí, nunca lo haré. 
Enzo la miró con compasión, sabía que él la entendía, sabía que él se sentía de la misma manera y sabía que él también haría lo posible para salir de Sevilla. 
—Quiero estar en México, con mi familia y mis amigas, aunque sea un instante. 
Enzo se despegó de ella y sacó su celular. 
—¿Qué haces?
—Comprándote un vuelo de avión a México—dijo simplemente. 
—Enzo. 
—Mirá cómo estás, estar aquí no te hace bien, necesitas ver a tu familia aunque sea unos días, quizá eso te haga sentir mejor y puedas pensar con la mente más fría. 
Alana se limpió las lágrimas, su novio tenía razón, no visitaba México desde que se había mudado a España. 
—Ojalá pudieras venir conmigo—dijo Alana apoyando su cabeza sobre el hombro de Enzo mientras veía cómo procedía el pago, era una fortuna pagar un boleto de avión redondo de un día para otro, no tenía idea cómo agradecerle. 
—Pronto, ¿sí?—dijo él calmándola. Serán unos días para despejarte, sabes que te estaré esperando acá cuando vuelvas. 
Alana lo abrazó, sabiendo que eso era verdad.
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leukiel · 1 year
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Para amar a alguien sólo requieres de volver a ser humano y olvidarte un poco de la mente. Para amar a alguien sólo basta con desnudarle de su pasta y sumergirte en las notas de su libro, pero te digo algo... Sumérgete primero en aquellas en tono sepia, entenderás sus fracturas, sus diluvios, sus sueños, sus soles, sus rosas y todos sus colores. Porque para amar a alguien es necesario estudiar su pasado, entonces entenderás su presente, y sólo así evitarás juzgarlo.
—Leukiel.
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melancolirio · 9 months
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Cerrar un ciclo
Hay que saber cuándo una etapa llega a su fin. Cuando insistimos en alargarla más de lo necesario, perdemos la alegría y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir.
Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, concluir capítulos… no importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron.
¿Me han despedido del trabajo? ¿Ha terminado una relación? ¿Me he ido de casa de mis padres? ¿Me he ido a vivir a otro país? Esa amistad que tanto tiempo cultivé, ¿ha desaparecido sin más?
Puedes pasar mucho tiempo preguntándote por qué ha sucedido algo así. Puedes decirte a ti mismo que no darás un paso más hasta entender por qué motivo esas cosas que eran tan importantes en tu vida se convirtieron de repente en polvo.
Pero una actitud así supondrá un desgaste inmenso para todos: tu país, tu cónyuge, tus amigos, tus hijos, tu hermano; todos ellos estarán cerrando ciclos, pasando página, mirando hacia delante, y todos sufrirán al verte paralizado.
Nadie puede estar al mismo tiempo en el presente y en el pasado, ni siquiera al intentar entender lo sucedido. El pasado no volverá: no podemos ser eternamente niños, adolescentes tardíos, hijos con sentimientos de culpa o de rencor hacia sus padres, amantes que reviven día y noche su relación con una persona que se fue para no volver.
Todo pasa, y lo mejor que podemos hacer es no volver a ello. Por eso es tan importante (¡por muy doloroso que sea!) destruir recuerdos, cambiar de casa, donar cosas a los orfanatos, vender o dar nuestros libros. Todo en este mundo visible es una manifestación del mundo invisible, de lo que sucede en nuestro corazón. Deshacerse de ciertos recuerdos significa también dejar libre un espacio para que otras cosas ocupen su lugar.
Dejar para siempre. Soltar. Desprenderse. Nadie en esta vida juega con cartas marcadas. Por ello, unas veces ganamos y otras, perdemos. No esperes que te devuelvan lo que has dado, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor.
Deja de encender tu televisión emocional y ver siempre el mismo programa, en el que se muestra cómo has sufrido con determinada pérdida: eso no hace sino envenenarte.
Nada hay más peligroso que las rupturas amorosas que no aceptamos, las promesas de empleo que no tienen fecha de inicio, las decisiones siempre pospuestas en espera del “momento ideal”. Antes de comenzar un nuevo capítulo hay que terminar el anterior: repítete a ti mismo que lo pasado no volverá jamás. Recuerda que hubo una época en que podías vivir sin aquello, sin aquella persona, que no hay nada insustituible, que un hábito no es una necesidad.
Puede parecer obvio, puede que sea difícil, pero es muy importante.
Cerrar ciclos. No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia, sino porque, sencillamente, aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo. Deja de ser quien eras, y transfórmate en el que eres. -
—PAULO COELHO
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