Tumgik
#la bestia del corazón
senig-art · 3 months
Text
Tumblr media
Personajes que su historia aun no es contada.
Pero para resumir:
En el reino original, un mundo donde reina la paz bajo el manto de una diosa benevolente y bajo de ella un rey de corazón amable. Forest es el guardián del bosque y del árbol del mundo cuido de una criatura salvaje proveniente de monstruos que aterrorizaron su reino antiguamente, mostrándole a los guardianes que criaturas como ella podrían ser redimidos. Esta criatura es llamada Evaniz una bestia mitad llama que tuvo que luchar para vivir y tener un lugar que podría llamar hogar, tendrá que defenderlo ahora cuando la nieve y las cenizas cubrieron la tierra.
.
.
.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Espero y les guste 💙💚💚
18 notes · View notes
entropiasgift · 4 months
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Moranna: La Dama de Emoth o Tata Allswell.
Los niños de todo Kaelkoth saben quién es ella, aunque luego cuando llegan a adultos se les suele olvidar y la convierten simplemente en una historia que pueden usar a su favor.
Porque en los cuentos que cuentan los adultos, ella es la Tata Allswell, la bruja que llega por las noches cuando todos duermen y se lleva con ella a los niños que se portan mal y desobedecen a sus padres.
La verdad no es tan simple como en los cuentos, pero el fondo es el mismo: Allswell no tiene reparos en hacer desaparecer a los niños "maleducados" de sus camas, aunque desde su punto de vista, los que son malos son los padres, no los niños.
Las historias dicen que al llevarse a los niños los convierte en monstruos terribles que luego quedan atados a ella, pero eso tampoco es verdad. Es el mundo el que hace monstruos, y también el que luego los mata sólo por ser como son, así que ella se los lleva lejos, los oculta... Y trata de enseñarles a existir en un mundo que los odia.
A ella también la odiaron hasta el punto de casi matarla, así que entiende lo que se siente. Quizá por eso su corazón pertenece a los desamparados, a los pisoteados, a los corazones rotos, a las almas en pena, a los niños que temen a las manos de sus padres... Todos aquellos que necesitan refugio lo pueden encontrar con Allswell.
Nadie sabe exactamente dónde está su casa, pero la puerta suele aparecer en los bosques en forma de una cabaña en mitad de la nada, o en una casa de apariencia abandonada en la que no habías reparado antes en alguna callejuela de tu ciudad; y se dice que tan sólo los ojos de aquellos que lloran más amargamente pueden encontrar su morada.
En realidad, los Nocheterna saben encontrarla en Emoth, una montaña de las Tierras Sombrías, y se cree (o al menos ellos creen), que ese es su verdadero hogar, y a donde lleva a sus niños para ocultarlos del mundo. El resto de puertas que aparecen y desaparecen por el resto de Kaelkoth son simples ilusiones, portales que ella usa para moverse a su antojo.
No se la llega a considerar una Vesta Oscura porque su alma (si es que la tiene) sigue siendo muy suya, y tampoco hay registros de que ningún miembro de la Caballería haya intentado alguna vez meterse en su cama; así que si alguna vez ha pasado, el caballero en cuestión no ha vivido para contarlo.
Eso sí, no es extraño que algunos de sus hijos e hijas se afilien a Lúnnera al crecer y entren a formar parte de sus filas, así que de alguna forma sí que se le concede cierta reverencia en ese sentido, pese a que ni siquiera Lúnnera parece estar segura de qué grado de afinidad tiene Moranna con su causa.
Es Ukthus el que la protege. O al menos, son las bestias las que patrullan Emoth y parecen cuidarla para que ella y sus niños no tengan nada que temer.
Quizá los únicos que se la solían tomar más en serio eran los Cazadores de Monstruos, porque varios de ellos acabaron con sus cabezas decorando los dinteles de las puertas de su morada como represalia por atacar a sus hijos; aunque hace mucho que nadie consulta el tomo dedicado a ella y a sus actividades en la Fortaleza.
Una de las últimas entradas (de hace unas siete décadas o así), señala que Moranna tiene especial debilidad por los Sinluz; y el autor se pregunta si tras sus acciones aparentemente erráticas y desorganizadas no habrá algún tipo de plan o de intención oculta que él esperaba poder desentrañar pronto... ¡JA!
youtube
20 notes · View notes
Text
Tumblr media Tumblr media
El Cuarteto de Nós are a Uruguayan Rock band made in 1980 and still running. Los Prisioneros was a Chilean Rock band first made in 1979 and became the most influential and impactful 80s band of that decade.
4teto de Nos most famous songs are "Ya no sé qué hacer conmigo", "Lo malo de ser bueno" and "El Hijo de Hernández". Los Prisioneros most famous songs are "We Are Sudamerican Rockers", "Tren Al Sur" and "Estreches del Corazón". for more info of them both look here
Luis Alberto "El Flaco" Spinetta was a Argentine Jazz rock musician, considered one of the most important and respected musicians of Argentina, Latin America and Castilian for the poetic complexity of his musical works, both in his multiple groups and as a soloist. The Argentine government established January 23 as "National Musician's Day" in honor of his birth.
The initial years, Spinetta formed various rock bands in the 60s and 70s that would be extremely influential and important in the evolution of national and latino rock, such as Almendra, Pescado Rabioso and Invisible, El Flaco would publish his second album as a soloist, "Artaud", considered the best album in the history of Argentine national rock and a masterpiece of Latin music.
in 2008 he released his final album "Un Mañana". His famous songs are "Rezo por vos", "Bajan" and "Seguir viviendo Sin Tu Amor". Propaganda below;
"Su trabajo con Invisible es fantastico, el anillo del capitan beto es una de mis canciones favoritas, ESCUCHENLO PLOX" "No es una banda pero prácticamente lo es por sí solo. Cantó desde pura poesía hasta canciones de sexoooooo. Manic Pixie Dream Girl si fuera un vago flaco y argentino. El hombre más geométrico de la historia." "Es uno de los rockeros más conocidos de toda la Argentina y latinoamerica en general. Y con razón. Canta como un ángel, toca como una bestia si las bestias sabían acordes raras, y escribe letras que solo tenían sentido por él pero suenan bastante bien. También es famoso por ser una persona re simpática a todos, amar a su familia, preocupar por la salud de sus amigos rockeros, y escuchando con paciencia y cariño a sus fans. Y CREO, porq eso es MÍ propaganda, que debe ser conocido por su Autism Swag™️ si todo fuera justo en este mundo. En conclusión Luis Alberto Spinetta es mi Babygirl de todos los tiempos ESCUCHEN CANTATA DE PUENTES AMARILLOS LOCOOOOOO"
22 notes · View notes
jartitameteneis · 18 days
Text
Tumblr media
"Soy el que ahuyentó el miedo de la correa de mi padre cuando era azotado en el cuarto de baño, soy Bukowski, el que lo miró a los ojos y advirtió que ya no despedían fiereza, sino que parecían vacíos y evitaban los míos. Soy quien bebió whisky a su antojo en los céntricos bares de Los Ángeles, el escritor que inyecta sangre y “belleza”, soy la bestia, soy un hombre de palabras, soy la humedad de la noche; la caída vertiginosa del mundo, el rebelde que rió de su padre cuando le decía que debía ser ingeniero para ganar mucho dinero, soy quien junto a Hemingway exploró las corrientes subterráneas del corazón del hombre. Soy Bestiabuk el poeta que pasó toda la noche mirando la fiesta de graduación a través de la malla metálica de la ventana, soy el hombre de la barra que mira a esa joven hermosa con un trago en la mano susurrando a la oreja de su acompañante. Soy quien ve a muchos hombres muertos, recibiendo órdenes con una sonrisa de imbéciles, serviles y encantado de serlo. Soy Charles Bukowski, soy la orilla de un vaso que corta, soy sangre".
7 notes · View notes
actnod · 2 months
Text
𝐂𝐈𝐄𝐑𝐑𝐄 𝐃𝐄 𝐀𝐂𝐓𝐈𝐕𝐈𝐃𝐀𝐃 ;
Con los primeros destellos del sol acariciando el cristalino océano, los vástagos escapan del barco sin pensarlo dos veces, cada uno llevando consigo un peso diferente en el alma. Algunos, envueltos en una aura de triunfo tras su éxito en los juegos de azar, exhiben sonrisas victoriosas en sus rostros pálidos, mientras que otros avanzan con expresiones cargadas de inquietud, mentes atormentadas por las revelaciones que se les han escapado durante las arduas negociaciones de la noche. El resto sólo sigue a los humanos que ebrios se empiezan a perder entre los pasillos del Papillon, asegurándose de no irse a la cama con hambre y manteniendo a la Bestia a una distancia prudente. 
Pero la tensión persiste, hagan lo que hagan. ¿Será acaso el temor de haber compartido demasiado, o la incertidumbre ante las nuevas alianzas forjadas en la oscuridad? Todas esas personas a las que alguna vez le confiaron algo comienzan a dibujarse en el desconcierto de su mente, sentimientos de recelo atándose entre sus entrañas. ¿Será que por primera vez el peso de hacer amistades con otros clanes comienza a resonar en el vacío corazón de algunos? ¿Realmente tienen personas a las que entregarse sin duda alguna?
En medio de este vaivén de emociones, los vástagos intercambian miradas cargadas de nerviosismo, preguntándose en un silencio cargado si realmente existe tal cosa como la fortuna en el mundo de la eterna noche, donde cada acción tiene sus consecuencias y cada secreto un precio que sólo el tiempo puede marcar. El puerto se sumerge en el silencio un día más, pero en las mentes de los vástagos, el eco de lo sucedido sólo comienza a resonar. 
𝐀𝐂𝐋𝐀𝐑𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐎𝐎𝐂. 
⦾ Los sucesos narrados han sido vivenciados por los personajes de primera mano y quedará en cada personaje la reacción correspondiente.
⦾ El tiempo límite para cerrar toda interacción correspondiente a la actividad actual será hasta la publicación de la siguiente, a las 17 HRS GMT-6.
⦾ La lista de lo intercambiado puede ser encontrada debajo de estas aclaraciones. Esta lista es únicamente de conocimiento OOC. Queda en cada usuarie decidir si su personaje compartirá , o no, lo que han obtenido del intercambio de secretos. 
⦾ Cualquier consulta, les recordamos que estamos a su disposición y a tan solo un mensaje de distancia. ¡Nos seguimos leyendo!
⦾ Aren: Aprender disciplinas con los Ravnos ⦾ Binna: Capa de las Sombras ⦾ Darcy: Amatista de la Soledad ⦾ Kirino: Amuleto de la Fortaleza ⦾ Mai: Mapa del Subterráneo ⦾ Mortisse: El Topacio de la Ilusión ⦾ Nara: Aprender Disciplinas con los Assamita ⦾ Nikita: Aprender Disciplinas con los Assamita ⦾ Roman: Un Assamita a Tu Servicio ⦾ Sayuri: Aprender disciplinas con los Ravnos ⦾ Sergei: Aprender Disciplinas con los Assamita ⦾ Yongsaeng: Una Cita con el Dr. Ingvar ⦾ Yugen: Antiguo libro de Rituales Taumatúrgicos ⦾ Yusuke: Contacto directo con la enfermera Faye
( ! ) A TENER EN CUENTA: Quienes hayan ganado la posibilidad de sumar una disciplina ajena a su clan, deberán acercarse a la administración a aclarar qué disciplina aprenderán para poder llevar un registro de ello. Por otra parte, quienes hayan obtenido reliquias y/o servicios de un único uso, pedimos también acercarse a la administración a aclarar cuando este uso se haya realizado.
11 notes · View notes
Text
Tumblr media
Es natural desear que tu vida sea como un cuento de hadas, como el de "La Bella y la Bestia". Este cuento clásico es un símbolo de amor, transformación y la idea de que la belleza interior es más importante que la apariencia externa. Aquí tienes algunas reflexiones sobre cómo puedes acercarte a esa aspiración:
Busca la belleza interior: Al igual que Bella ve más allá de la apariencia bestial de la Bestia para descubrir su corazón amable y noble, es esencial valorar la belleza interior en las personas que te rodean y en ti mismo. Cultivar la empatía, la generosidad y la bondad puede ayudar a crear relaciones significativas y duraderas.
Aprende de la transformación: La historia de "La Bella y la Bestia" nos enseña que el amor y la comprensión pueden transformar a las personas. En tu vida, puedes aprovechar las experiencias de crecimiento y transformación personal. Aprender de tus errores y desafíos te ayudará a evolucionar y convertirte en una mejor versión de ti mismo.
Abraza la diversidad: La historia de "La Bella y la Bestia" también resalta la idea de aceptar a aquellos que son diferentes a ti. Al abrazar la diversidad en tus relaciones y en el mundo que te rodea, puedes enriquecer tu vida y descubrir la belleza en las diferencias.
Busca la magia en lo cotidiano: Aunque no vivimos en un castillo encantado ni tenemos sirvientes convertidos en objetos, puedes encontrar magia en lo cotidiano. Valorar las pequeñas cosas, disfrutar de momentos simples y cultivar un sentido de asombro por el mundo que te rodea puede darle a tu vida un toque de cuento de hadas.
Cree en el poder del amor: En el cuento, el amor es la fuerza que rompe el hechizo y transforma a la Bestia en un príncipe. Creer en el poder del amor para sanar y transformar es una creencia valiosa que puedes aplicar en tus propias relaciones y en la forma en que te relacionas con el mundo.
Aunque la vida real puede no ser un cuento de hadas perfecto, puedes incorporar elementos de la historia de "La Bella y la Bestia" en tu vida para crear un mundo lleno de amor, comprensión y belleza interior. Busca la magia en cada día y valora las relaciones que te ayudan a crecer y evolucionar.
foto cedida por @anasusii
ℜ𝔬𝔰𝔞🖤
12 notes · View notes
diamantar · 1 year
Text
DRAGÓN EN LLAMAS
→ Daemon Targaryen x Targaryen!OC [Aerhys Targaryen]
✦ Sinopsis: Como la hija mayor de Viserys I y heredera al Trono de Hierro, es el deber de Aerhys gobernar y multiplicar la línea real. Las discusiones y propuestas de matrimonio son usuales, pero su corazón sabe lo que quiere.
✦ Advertencias: Incesto / Diferencia de edad / Slow burn / Celos / Posesividad / NSFW (?) / Cursiva = Alto Valyrio.
✦ Palabras: 7837
✦ Nota: En mi búsqueda de lectura noté que la comunidad en español de HOTD es prácticamente inexistente, así que me aventuré y éste es el primer escrito, ¡ojalá les guste! Comentarios, likes y reblogs son muy apreciados ♡
Tumblr media
—Deben casarse, ese es su deber… Pero busquen, encuentren, a quien les haga feliz, ¿de acuerdo?
Aerhys y Rhaenyra dejaron de observar a su padre para conectar miradas, en el rostro de la menor amagando a formarse una sonrisa. Ciertamente esa pizca de libertad aliviaba la pesadez en el pecho, pero la primogénita sabía que, incluso así, no obtendría lo que deseaba.
En conjunto asintieron y el regente suspiró aliviado, así dando por terminada la reunión y admirando como ambas se encaminaban a la salida.
—Aerhys, quédate un momento.
La nombrada paró y volteó, el sonido de Rhaenyra dejando el cuarto y cerrando la puerta dando comienzo al intercambio privado.
—¿Qué sucede?
Viserys inspiró profundo y bajó la cabeza tratando de encontrar las palabras correctas, provocando que ella apretara los dientes al tener certeza de que hablaría de lo que más detestaba.
—Respecto al matrimonio…
—¿Te preocupan mis sentimientos por Daemon? —interrumpió queriendo apurar el momento.
El Rey chasqueó la lengua e incomodidad pintó cada músculo, pero no tardó en asentir.
—Sé que has estado encantada por él desde joven y...
—¿De verdad hay que conversar? Sabemos que es imposible que algo suceda entre nosotros.
—¿Te ha rechazado?
—Jamás me confesé —respondió simple juntando las manos al frente—. Tampoco planeo hacerlo, se ve feliz en compañía de Mysaria y los prostíbulos.
—¿Cómo sabes eso? —frunció el ceño.
—Soy tu heredera, tengo que estar informada de lo que pasa en el pueblo. No importa si se trata de un noble o un vagabundo, debo que saber el movimiento de cada rata que vive en la ciudad —explicó tensando la mandíbula—. La gente a mi alrededor tratará de manipular y esconder cualquier información que no les convenga, por lo que también debo trabajar por mi lado.
Viserys quedó boquiabierto y completamente deslumbrado, una risa seca e impactada saliendo hasta que giró a sentarse en la cabecera.
—Preferiría que no insistieras con mi hermano, así que ve y busca a un esposo de tu agrado.
Ella asintió y finalmente escapó, aún tensa encerrándose en los aposentos que le correspondían y acostándose. Intentó controlar las emociones desagradables con ejercicios de respiración, aunque luego de unos minutos decidió que para despejarse no había nada mejor que volar.
Buscó ropas adecuadas y en carruaje viajó a Pozo Dragón, donde su corazón dio un salto contento y olvidó el dolor del amor que nunca tendría. Cortésmente saludó a los cuidadores que cruzaba y rechazó las ofertas de traerle el dragón, ya que ella misma quería ir a por la majestuosa criatura que crió: Lucero.
Los rugidos de las bestias más inquietas retumbaban con fuerza, pero podía asegurar que el golpeteo en su pecho venció cuando observó a Daemon con Caraxes. Apretó los dientes e inspiró profundo intentando que su ritmo al caminar no cambiara, la distancia menguando a medida que se acercaba.
—Buenas tardes, princesa —habló al notarla, claros irises admirándola de arriba a abajo—. Veo que saldrá a pasear.
—Buenas tardes, Daemon —respondió sonriendo leve—. Deduces bien, Lucero no gusta de estar mucho tiempo en la cueva.
—De joven era una criatura muy temperamental, pero más o menos ha aprendido a comportarse. Me recuerda a ti —rió, varios mechones de crecido cabello cayendo tras sus hombros.
—Por favor, no hagas que hable de tus similitudes con Caraxes —bufó, enseguida dando la orden a dos guardias para que la ayudaran.
—Adoraría oír lo que tienes que decir —aseguró mientras paraba a esperarla.
—El tiempo es oro, no querría desperdiciarlo —sonrió burlona antes de animar a que avanzara—. Sabes las reglas, no hay que cruzar a los dragones dentro de Pozo Dragón.
Daemon inclinó la cabeza e inspiró dando un paso hacia ella.
—¿Aún no te han contado? Caraxes y Lucero parecen interesados en el otro, así que tienen permiso de reunirse.
Ella arrugó el ceño y giró hacia su adorada bestia, la cual avanzó y bajó el cuello para tocarle el rostro con el hocico. Aerhys no dudó en acariciarla y decir palabras bonitas, ambas manos recorriendo las gruesas escamas color crema y mantequilla.
—Verte siempre disipa mis preocupaciones y alegra mis días —sonrió alejándose y viendo el dorado ojo de pupila vertical.
Lucero rugió bajo y las vibraciones ocuparon cada centímetro del cuerpo femenino, Caraxes creando sus propios sonidos ante la presencia del dragón que últimamente llamaba su atención.
Ambas giraron y Aerhys analizó la forma en que reaccionaba, así buscando la mirada de Daemon por la forma en que Lucero correspondía.
—¿Dudas? —enarcó una rubia ceja con una sonrisa de costado.
—¿Hace mucho que están así?
—Un mes, más o menos. Se suponía que debía informarte, pero no hemos tenido oportunidad de juntarnos.
—Suelo estar en el castillo, no es difícil encontrarme —comentó, pronto viendo como ambos dragones frotaban sus cuellos—. ¿Puede que también hagan que se apareen?
—Definitivamente, y, de hecho, nos dieron una tarea.
—¿Cuál?
—Hacer que vuelen y pasen más tiempo juntos, así el cruce tendrá más éxito.
Aerhys sintió que se le cerraba la garganta y miró como compartían cariños, con pesar entendiendo que Lucero sería la única parte de su vida que se relacionaría íntimamente con Daemon.
—¿Estás libre? —preguntó con un pesado suspiro.
El hombre asintió y en conjunto fueron a la salida principal, los entrenadores apareciendo y ordenando a las criaturas para el pronto despegue.
—¿Qué te parece una carrera ida y vuelta a Rocadragón? —ofreció el mayor ajustando sus guantes de cuero.
—Me gusta, pero… —miró el suelo torciendo la boca—. Tenía pensado quedarme unos días allí, así que solo puedo entregarte una competencia hasta llegar a la isla.
Daemon elevó ambas cejas en interés, rápido escaneando los alrededores.
—No hay nadie para despedirte, ¿estás escapando?
—Decisión de último momento, necesito aclarar la mente.
—Ambas princesas hoy tuvieron una reunión con Viserys, ¿tan mal salió?
—No, pero los problemas los busco sola y me gustaría ordenar eso —rió entre un bufido y una negación, así volteando y yendo a su dragón con intensiones de subir.
Tocó la gruesa piel y se exaltó cuando sintió dos manos en la cintura, al mirar hallando el rostro que anhelaba.
—¿Qué…?
—Te ayudaré.
Aerhys asintió y tragó con un nudo en el estómago, al saltar notando el enorme impulso de Daemon. Llegó a la sima con poca dificultad y le agradeció desde la altura, él sonriendo y haciendo una leve reverencia con la cabeza antes de ir hacia Caraxes. Lo observó unos segundos antes de establecerse, la sensación de aquellas palmas quemando sobre su ropa y piel en una impresión que no desaparecería pronto.
Inspiró profundo y cerró los ojos guardando la sonrisa estúpida que quería salir, una mano en el pecho apreciando el desbocado corazón. Apretó los labios con los cabellos erizados ante el momento vivido, pero un rugido de Lucero la devolvió a la realidad en susto. Se inclinó a ver y notó que estaba jugando y dándose mordidas inofensivas con el rojizo dragón, ambos apreciándose a gusto y emocionados ante la idea de viajar juntos.
—¿Lista? —preguntó Daemon desde la derecha.
—Por supuesto, te esperaba a ti —elevó el mentón con orgullo y miró hacia el cielo empezando a sentir la adrenalina.
El guardia que usualmente marcaba el inicio de las carreras pasó al frente, todos dejando camino libre y aguardando expectantes. Aerhys inspiró y contuvo el aliento, un sonido corto y alto saliendo de ella cuando el permiso fue otorgado. Lucero reaccionó al instante al igual que Caraxes, con unos breves pasos elevándose hacia las nubes y en dirección a Rocadragón.
La tentación de fijarse en Daemon era grande, pero mantuvo la concentración al saber que debía tener cuidado en conseguir cualquier ventaja posible. El dragón que le competía era esbelto y sin exageradas protuberancias que pudieran generar resistencia al viento, mientras que el suyo poseía impresionante musculatura y un peso extra que en tales actividades no ayudaba. La corriente, las artimañas de su familiar y la actitud de Lucero eran cuestiones que tenía que tener siempre en mente.
Apenas halló un momento de paz decidió mirar al hombre, el cual estaba unos metros delante. Sin contenerse aprovechó a deleitarse, poniendo especial atención a los plateados cabellos que volaban en una longitud superior a los hombros. El golpeteo de su corazón le recordó una vez más los sentimientos que en años no logró borrar, los deseos de Viserys realmente no importando si tuviera oportunidad de estar con él.
Rió suave por lo ridícula que era y comenzó a desabrochar el traje, tal amor junto con el recuerdo de Daemon en su cintura siendo demasiado. El viento le congeló el pecho, pero decidió quedarse con la ajustada camisa blanca encajada en sus pantalones y rápidamente armó un plan para ganar.
Comprendió que el cariño que Caraxes tenía era una inesperada ventaja, así que con un tirón de correas hizo que se elevara aún más en las alturas. Aquello hizo que perdiera un par de metros, pero, en cambio, sonrió y en una palabra ordenó que rugiera. El sonido la llenó de adrenalina y provocó que ambos observaran, la rojiza bestia chillando en respuesta en cierta confusión.
Aerhys movió las correas y ordenó que Lucero se lanzara en picada, al ras pasando junto a Caraxes y haciendo que se desestabilizara. Exclamó en contento cuando notó que ciertamente creó distancia, así que enseguida se enfocó en armar otro vuelo seguro y conservar lo que ganó. Fue rápido y en segundos miró a Daemon, el cual parecía no saber que sentimiento poner en su rostro.
—¡Intenten alcanzarnos! —gritó, con una mano sacudiendo el saco de su traje de vuelo.
Lucero emitió un grito por su cuenta casi como si entendiera el juego, Aerhys elevándose unos momentos y sentándose arriba de la prenda para evitar perderla entre el viento. Admiró el sol que reinaba y como los rayos evitaban que la bruma se generara alrededor de Rocadragón, ahora el atardecer iluminándolos mientras bajaban a tierra.
Apreció la sorpresa en los guardias que custodiaban el castillo y miró sobre su hombro para asegurarse de que Daemon estaba donde lo había dejado, con una risa complacida descubriendo que así era. Rápido ordenó a Lucero que bajara, con las correas y breves comandos guiando donde quería que se detuviera. Saltó sobre su montura cuando tocaron la zona plana de aterrizaje, con un breve siseo pasando a felicitar a su adorable criatura al realmente merecerlo.
Un chillido la sobresaltó e hizo que instintivamente bajara el cuerpo, Daemon y Caraxes devolviendo la jugada anterior y casi rozándolas al frenar cerca de ellas. Frío bajó por su espalda ante el susto y los buscó con la mirada, el hombre sonriendo entretenido a sabiendas de que no podra quejarse.
Bufó y rodó los ojos poniéndose de pie, antes de bajar agarrando la prenda que se quitó al saber que frío la llenaría una vez que la adrenalina desapareciera.
—Espero haber ganado algo —gritó para que le escuchara.
—No acordamos nada —negó con un sutil movimiento de cabeza aún arriba del animal.
—Seguro que un premio podremos arreglar —guiñó un ojo dejando atrás la espesa preocupación y estrés.
Daemon enarcó una ceja sin desviar la mirada y ella volteó el rostro cuando el sonido metálico de varias armaduras obligó que prestara atención.
—Príncipe Daemon y Princesa Aerhys, bienvenidos —habló el más joven con cierta agitación y una pequeña reverencia.
—Tranquilo, respira, sé que éste lugar tiene una exagerada cantidad de escaleras —sonrió al tiempo que se colocaba el saco, aunque prefirió dejarlo desabrochado.
—Gracias —dijeron los tres caballeros al unísono, enseguida tomando grandes bocanadas.
El mayor del grupo pronto se unió y los analizó rápido antes de echar un vistazo a como los dragones empezaban a intercambiar cariños.
—Hasta siento que estoy interrumpiendo su intimidad —confesó Aerhys, gracia e intriga llenándola al jamás haber visto a Lucero así.
—¿Deberíamos entrar? —preguntó Daemon enfocándose en ella, su cabello largo volando rebelde en el viento.
—Si, busquemos entretenimiento por nuestro lado.
Con un movimiento de cabeza indicó a los guardias que fueran por delante, en tranquilidad amagando a seguirlos cuando el hombre la detuvo y acercó sus manos. Con paciencia y calma, comenzó a abrochar los botones del traje.
—Uno de los muchachos tenía dificultades para dejar de mirar tu pecho —explicó simple, los claros irises siguiendo el movimiento de sus dedos al trabajar.
—Gracias —dijo ligeramente temblorosa, enseguida tragando y mirando por donde fueron—. ¿Cuál era?
—¿Alguno te interesa? —interrogó de inmediato.
—Solo quiero saber —negó viéndolo al rostro, pero él no devolvió la atención.
—El de cabello ceniza —respondió antes de inspirar y terminar con el último ojal—. ¿Por qué te desvestiste?
—Tenía calor.
—Los dragones hacen la mayoría del trabajo.
—¿No puedo tener calor? —preguntó a la defensiva elevando ambas cejas.
—Es raro y el viento no suele ayudar —remarcó antes de girar sobre los talones—. Por hoy lo dejaré pasar.
—¿Eso significa que ibas a cuestionarme? Qué considerado —bufó siguiéndole el ritmo de caminata.
—Suele ser de mi interés lo que pasa por tu mente.
—Soy un libro abierto, no es difícil adivinar. En cambio, tú si que eres un verdadero reto —negó en un suspiro frustrado.
—Años de experiencia —sonrió mientras colocaba una mano en su hombro.
—Tengo el presentimiento que naciste así —comentó, con seguridad viéndolo al rostro incluso si el corazón se desbocaba por el pequeño toque.
—Deberás preguntarle a tu padre, aunque no sé si estaría feliz de que consultaras por mí.
Aerhys emitió un sonido de que coincidía y se concentró en los escalones que bajaba, en silencio pensando que por más de una razón Viserys no estaría feliz si hiciera eso.
—Bienvenidos —saludó la cabecilla de los sirvientes con una exagerada reverencia, atrás estando sus más confiables ayudantes.
—Hilda, planeo quedarme de manera indefinida, así que corre la voz y prepara mi habitación.
—Con gusto, princesa.
—También estaré un tiempo —anunció Daemon con rapidez—. No olvides arreglar lo antes posible una tina para ambos.
La joven Targaryen arrugó el ceño e Hilda la miró buscando respuestas que no obtuvo.
—Disculpe, mi príncipe, solo quiero asegurar… ¿Baños por separado, verdad?
—¿Hm? —inclinó la cabeza y observó a su sobrina dándole paso a que contestara, pero sonrió ante la incapacidad de emitir palabra—. Si, separados.
—Enseguida, señor —reverenciaron antes de girar hacia la princesa—. Organizaremos lo solicitado y en breve los buscaremos.
—Perfecto —asintió enseñando una amable sonrisa, enseguida tomando el brazo de Daemon—. ¿De verdad te quedarás?
—Como bien sabrás, la corte son un grupo de sanguijuelas que suelen agotar la energía de quien se cruce con ellos, así que unas vacaciones suenan bien.
—¿Te has portado mal? —enarcó una ceja y pasó de él para seguir andando por el largo pasillo.
—No más que tú. A decir verdad, nos molestan respecto al mismo tema.
—¿Matrimonio? Te casaron a Lady Rhea y ahora eres viudo, ¿ni siquiera así puedes salvarte? —preguntó completamente indignada.
—Somos poco Targaryen y están desesperados en que hagamos descendientes.
—Insoportables —murmuró entre un pesado suspiro.
Daemon rió por dentro y la acompañó a un salón de reuniones, una amplia ventana enseñando los picos escarpados y caminos de roca natural que se introducían en la salada agua. Con gusto recibió la brisa y perdió la mirada en el horizonte, el ruido de una silla indicando que el hombre se había sentado.
Cayeron en silencio y Aerhys perdió la capacidad de pensar, el paisaje inundando la conciencia y haciendo que cerrara los en completa relajación. Agotamiento empezó a dominar sus músculos y sintió como el cuerpo perdía fuerza, la paz de aquel trance quitando el estrés de los últimos días. El gusto de aquel momento era enorme y por largos segundos olvidó la presencia de Daemon, el cual hizo que temblara al sentir que se acomodaba a su lado.
—Aún llevas el anillo que te regalé.
Aerhys levantó los parpados y miró el dedo anular de su mano izquierda, apenas levantándola para que pudieran verla bien.
—Estoy muy apegada a él para considerar dejarlo —explicó mientras lo hacía girar para ver el diseño grabado en el metal—. Guardo todo lo que me das —sonrió suave mirándolo a los ojos.
—Es bueno saber que mis obsequios son de tu agrado —dijo suave y complacido.
—También querría darte algo, ¿qué te gusta?
—Me conoces desde que naciste, ¿no sabes? —elevó una ceja fingiendo misterio.
—Son cuestiones básicas las que conozco…
—Sabrás que darme cuando lo veas, aquello llamará tu atención y pensarás en mí —aseguró con un pequeño asentimiento, así pasando a observar el mar.
Ella admiró su perfil y le imitó, la calma siendo interrumpida cuando un rugido medianamente lejano llegó.
—¿Oíste? —frunció el ceño agarrándolo de vuelta del brazo.
—Fue Caraxes.
Al mismo tiempo se inclinaron a buscar cualquier anormalidad, entonces notándose una cola escamada desde la torre Oeste. Por el color era fácil decir que se trataba de Lucero, pero pronto alas rojas se extendieron y el dragón de mayor edad salió volando.
Anonadados siguieron la trayectoria hasta que el dragón de la femenina se unió, en el cielo girando, enrollando colas y persiguiéndose entre mordidas inofensivas.
—¿Qué están…?
—Empezaron el ritual de apareamiento.
—¿Tan pronto? —inquirió sorprendida y avergonzada—. Pensé que llevaría más esfuerzo que ésto.
—Deben ser realmente compatibles.
Aerhys asintió y observó tal espectáculo, de a poco reconociendo ciertos movimientos que los comprometidos Targaryen o Velaryon imitaban en ciertas danzas.
—Increíble —respiró maravillada.
—Es raro atestiguar un evento así —coincidió, durante unos segundos observándola de reojo.
Tal ancestral ritual continuó hasta que empezaron a desplazarse a nueva zona, entre silencio un golpe en la puerta provocando que se desentendieran.
—Los baños están listos.
—Genial —suspiró Aerhys yendo hacia Hilda, la cual sonrió mientras una de sus ayudantes aguardaba para guiar al hombre.
—Nos vemos en la cena —habló Daemon aún junto el ventanal.
Ella le miró y asintió, el corazón saltando ante la propuesta de reencontrarlo.
—Nos vemos en la cena.
Siguió a la mujer y al ingresar sintió el vapor humedecerla, con asistencia dejando las ropas en el olvido y hundiéndose en la tina. La esencia a fresia envió un agradable cosquilleo al alma, las manos expertas de Hilda lavando su cabello y cuerpo con productos y olores que quedarían impregnados en la piel.
Disfrutó del agua hasta que entibió demasiado y debió salir, una gruesa bata adornándola y una toalla cubriendo el platinado cabello. Con paso rápido ingresó a su habitación y apreció que la chimenea estaba prendida, las decoraciones luciendo igual a como las dejó la última vez.
—¿Desea que le asista, princesa?
—No, a partir de aquí seguiré sola.
Suspiró a la luz de la velas y aún envuelta se sentó en el borde de la cama, automáticamente yendo a jugar con el anillo obsequiado por Daemon. Lo miró considerando la inesperada compañía que tendría los próximos días, de algún modo yendo a pensar si aquella era una oportunidad de los dioses. Cierta amargura la llenó ante la idea de confesarse, porque sabía que tenía todo para perder y al mismo tiempo nada, ya que de todas maneras terminaría casada con algún noble.
Negó con mal gusto en la boca y miró los vestidos guardados en bolsas de tela oscura, al mirar eligiendo uno color beige que no era demasiado formal. Lo quitó admirando el cinto cocido en la cintura, el mismo patrón estando en el cuello y todos los bordes de la tela.
Secó su piel y colocó la ropa interior inferior antes de usar la bella prenda, así buscando la llave que tenía escondida para abrir el cajón de joyería. Admiró las piezas que ahí resguardaba y seleccionó lo que creyó que más combinaba, en un espejo admirando el collar y los aros que brillaban con los distintos ángulos de luz. Sonrió sintiéndose bonita y prestó atención al cabello, luego de trenzar los mechones del frente decidiendo que no haría nada exagerado o que denotara demasiada preparación.
Agarró papel, tinta y una pluma, sin dudar aprovechando el tiempo libre para aclarar cualquier malentendido con su padre respecto a esas vacaciones. Los dragones eran una clara excusa de la intención inicial que tenía al huir a Rocadragón, así que la usaría al máximo y enviaría la carta.
Enrolló el pergamino y lo selló, de esa forma abandonando la habitación y atravesando diversos pasillos hasta que sonrió con cierta malicia al ver el caballero que Daemon acusó de observarle los pechos.
—Buenas noches —saludó, el muchacho saltando en el lugar y poniéndose aún más recto.
—P-Princesa Aerhys, buenas noches —respondió realizando una pronunciada reverencia.
—¿Haciendo guardia? Debe ser aburrido —acortó la distancia y frenó en frente.
—Nada de eso, es un trabajo que realizo con mucho orgullo.
—Me alegra saber que gente responsable cuida de estas tierras —colocó una mano en su hombro, aunque la armadura les salvaba de un verdadero contacto.
—Gracias, princesa —sonrió, pero enseguida se corrigió y mantuvo la seriedad—. Por cierto… Oí que el Rey la anunció como heredera, así que quería felicitarle.
—Lo aprecio mucho —dijo sincera, un ligero rubor ganando terreno—. Espero que puedas seguir protegiéndome si llega el día donde deba asumir el Trono de Hierro.
—¡Mi lealtad seguirá firme! —insistió, con fuerza colocando una mano en el pecho.
Aerhys rió suave y asintió, un rugido lejano provocando que ambos giraran y recién ahí notaran que Daemon se acercaba con paso extremadamente silencioso. Tenía el cabello plata completamente suelto y al frente sobre el hombro derecho, ambas manos unidas en la espalda y con algunos botones de la camisa desabrochados.
Los Targaryen se observaron y ella fue la primera en romper la conexión, en el fondo oyendo como el caballero lo saludaba en una reverencia.
—¿Divirtiéndose?
—Una breve conversación —resumió Aerhys sin dar demasiada importancia—. De hecho, estaba por solicitar que lleve esta carta al Rey —explicó mientras enseñaba el pergamino.
—Para eso hay mensajeros —recordó Daemon.
—Los cuales son acompañados de caballeros —añadió antes de mirar al de cabello ceniza—. Puedo confiar en que harás que llegue a salvo, ¿verdad?
—Por supuesto, princesa, ahora mismo aviso para organizar el viaje.
—Que servicial —dijo Daemon observándolo fijo a los ojos.
La femenina admiró aquella escena sin especial sorpresa y permitió que el incomodo caballero se retirara, sin problemas ignorando al adulto hasta que el chico estuvo bastante lejos.
—No había necesidad de presionarlo o asustarlo, Daemon.
—Si se siente amenazado por mi presencia, tan buen caballero no es —retrucó enfocándose completamente en ella.
Aerhys cerró los ojos e inspiró mientras negaba.
—¿El baño ha sido de tu gusto?
—¿Cambias de tema?
—¿Qué hay que hablar? —inclinó la cabeza.
—Tu coqueteo.
—¿Acaso vas a dar un sermón? ¿Tú, entre todas las personas? —enarcó una ceja en desafío.
Daemon guardó silencio y se inclinó sobre ella, aunque la distancia era prudente.
—¿Tú, de entre todas las personas, crees saber porqué no puedo hacerlo?
El tono bajo y hasta peligroso de su voz envió un intenso escalofrío, la altura y anchura de sus hombros recordando lo físicamente superior que era. Tuvo que tragar y acortar la distancia para recordar confiar y no echarse atrás, así permitiéndose hablar incluso si sentía la respiración agitada.
—Considerando que tienes una hermosa muchacha a tu lado y sigues visitando casas de placer… Juegas demasiado para intentar decir si puedo o no realizar un simple coqueteo.
La tensión aumentó en un segundo y Aerhys prometía que sentía y oía las chispas alrededor, Daemon entrecerrando los ojos y por un segundo bajando a ver sus labios.
—¿Me has espiado?
—¿Lo desconocías? —retrocedió un paso, aunque él la sostuvo del brazo para que no huyera.
—¿Con qué intenciones?
—Ninguna en especial, vigilo a muchos —mencionó sin amagar a dar más detalles—. ¿Te molesta?
Daemon pareció descolocado por la actitud frontal y pasó unos segundos en silencio, de pronto sonriendo bastante y asintiendo.
—Éste lado de ti es interesante, te imaginaba de otra manera.
—¿Más como mi padre?
—Si, pero tampoco tanto, Rhaenyra y tú poseen actitud.
—Lo sé —aceptó con cierta arrogancia y miró la extremidad que aún le agarraba.
Moviéndose con habilidad, enganchó su brazo con el de Daemon y tiró para animarlo a caminar.
—Vamos, la cena debe estar lista.
Él la miró unos momentos antes de colocar la mano libre sobre su palma, Aerhys apreciando encantada el suave apretón que entregó. Caminaron en silencio y la enamorada no dudó en fantasear que estaban en pareja, apenas mordiéndose el labio inferior por lo bien que se sentía la cercanía.
—Lucero y Caraxes siguen juntos, tomará bastante tiempo hasta que estén listos para regresar —informó, momentos antes habiendo ido a revisar cómo se hallaban.
—No tengo apuro.
Se soltaron antes de ingresar al comedor y los sirvientes miraron con sorpresa al llegar antes de lo planeado, enseguida apurándose para al menos tener la bebida servida. Aerhys se sentó en la cabecera derecha admirando lo que había en la mesa, definitivamente no esperando que Daemon decidiera ubicarse a uno de sus costados y no en la otra punta.
—Tengo mejor visión desde aquí.
—¿De la puerta? —enarcó una ceja al ser lo que enfrentaba.
—Tú.
Por reflejo ella bufó y negó desacreditándolo, pero tenía sentido considerando que eran la únicas personas.
—Como sea… Cuéntame alguna de tus aventuras, sé que aún no he oído todas.
—De hecho, me gustaría escuchar las tuyas —indicó mientras cruzaba una pierna y se reclinaba hasta tocar el respaldo.
—¿Qué dices? Vivo en el palacio y no tengo oportunidad de explorar.
—¿Segura? —elevó una ceja dejando los labios separados, la fijación provocando que ella terminara sonriendo por la presión y él le imitara al haberla atrapado.
—No sé de qué hablas, sin pruebas no hay crimen.
—Es imposible que me mientas, se te nota.
—¿Importa? Es tu palabra contra la mía —encogió los hombros y miró el anillo que la decoraba con falso interés.
Notó movimiento borroso por el rabillo del ojo y, antes de alejarse, una pálida mano le agarró el mentón. A la fuerza observó a Daemon, aunque el trato fue delicado para no generar daño o dolor.
—Siempre fui sincero contigo, ¿por qué ocultarme tu vida?
—Falacia, mucho lo descubrí gracias a mis informantes —negó fingiendo un pequeño berrinche, con una suave palmada liberándose de su agarre.
—Jamás preguntaste por mis relaciones, sino hubiera confesado.
—La última vez hablamos de si estabas conociendo a alguien y dijiste que no.
—Respondí con la verdad.
—Entonces, ¿quién es Mysaria? —enarcó una ceja y se contuvo de cruzar los brazos.
—Nadie importante.
Aerhys bufó con una sonrisa molesta y agarró la copa, pensativa tomando un largo y lento sorbo.
—Rápidamente desechaste tu declaración de siempre haber sido sincero.
—¿Quieres que soltemos toda la verdad? —preguntó, inconscientemente golpeando la mesa con el dedo indice de su mano derecha.
—Por supuesto, ¿qué propones? —aceptó sin dudar, para nada considerando que podía estar cayendo a las fauces del dragón.
—Un interrogatorio por turnos, oportunidades equitativas de saber del otro.
La femenina inspiró profundo perdiéndose un momento en los profundos ojos violetas, enseguida notando la necesidad que él también poseía de conocerla.
—Acepto.
—Empieza —cedió con un ligero movimiento de mano, los dígitos yendo a jugar con el tenedor junto al plato.
—¿Qué es Mysaria para ti? —indagó, concentrada cuidando de no mostrar nada especial es su voz o expresión que delatara lo que sentía por él.
—Una colega.
—¿Acaso olvidaste las palabras en Desembarco del Rey? Si esperas más de mí es mejor que extiendas tus explicaciones.
Daemon pareció divertirse y miró un momento el mantel antes de asentir.
—Ella es quien en general reúne información o realiza lo que necesito para ciertos planes.
—Con sexo de por medio —soltó, enseguida mordiéndose la lengua.
—Ya has hecho tu pregunta —indicó inclinando la cabeza.
—No fue una duda, solo añadí el detalle que pareciste olvidar —defendió con aire de regaño, y él río mientras se sentaba recto e inclinaba hacía ella.
—Tu momento de contestar —determinó—. ¿Por qué tienes informantes siguiéndome?
Aerhys respiró tranquila al tener una respuesta sensata.
—No es secreto que mi padre piensa que estás tras el trono, así que vigilo tus intenciones y si en algún momento planeas atentar contra sus únicas dos descendientes para tener la corona.
El salón quedó en silencio y la piel de la joven se erizó, la seriedad y oscuridad que cayó en el rostro del hombre logrando que tuviera un pequeño escalofrío.
—¿Piensas como Viserys?
—Tu turno ha pasado —forzó a decir al no soportar el aura que lo dominaba, para calmarse dando otro sorbo de vino—. ¿Deseas ser rey?
—De joven hubo un tiempo que fantasee con aquello, ver a mi hermano tomar clases especiales para cumplir con aquel puesto impulsó la idea, pero al crecer entendí que no era una responsabilidad que realmente quisiera —explicó, la forma en que la veía entregando la sensación de absoluta verdad.
—En ese caso, me alegra que nacieras después y no tuvieras que cargar con aquello —sonrió amable esperando calmar el extraño humor.
—¿Qué hay de ti? ¿Quieres el Trono de Hierro?
Aerhys presionó los labios y apenas entrecerró los ojos, las pupilas perdiéndose en objetos de la habitación mientras en segundos intentaba analizar toda su vida.
—Si, aunque hace poco caí en la cuenta de que lo anhelo por mí. Antes creía que era insuficiente y buscaba las fallas que evitaban que todos me consideraran alguien posible de heredar, pero al pasar los meses entendí que con una corona la vida no se resolvería y muchos retos esperarían —explicó, por un segundo viendo a Daemon y notando que la observaba completamente atento—. Las personas del reino dependerán de lo que decida y el conocimiento de cómo actuar no vendrá de la aprobación de mi padre, así que al estudiar y adentrarme en ese mundo empecé a realmente querer hacerme cargo.
—¿Tienes miedo? —inquirió de pronto, por segunda vez olvidando el interrogatorio turnado que propuso.
Aerhys sonrió con tristeza y bajó la mirada a su falda, con el corazón acelerado asintiendo.
—Temo a muchas cosas, especialmente a realizar mal mis tareas y que el mundo sufra por la incompetencia —negó leve lamiendo nerviosa los labios—. Supongo que la situación también dependerá de la persona que reine conmigo y quienes integren el consejo, pero no quiero que me consideren débil o fácil de manipular.
Con un chirrido, Daemon acercó la silla y con una mano le agarró las palmas en gesto de apoyo. Ella le miró y tragó por la cercanía, ansiosa admirando sus ojos que brillaban por el fuego de la chimenea.
—No lo permitiré, estaré a tu lado cuidándote.
—¿De verdad? ¿Entonces aceptas la decisión de mi padre? —frunció el ceño liberando una mano y apoyándola arriba de la masculina.
—Nunca dudé.
—Pero… ¿No te enojaste cuando te desheredó del trono?
—Lo que me enfadó fue la desconfianza y paranoia hacia mí, no el que no fuera a ser rey. De todos modos, eso ya está en el pasado —prometió con un leve asentimiento.
Aerhys sonrió profundamente aliviada y contenta, sin pensar inclinándose y apoyando su frente con la de él.
—Gracias.
Cerraron los ojos y en silencio prolongaron el gesto, afecto bañándolos hasta que les interrumpieron abriendo la puerta. Inmediatamente ella se alejó y miró a dos criados entrar con grandes bandejas de comida, sonrojada apreciando que notaron la íntima escena. Intentó liberar sus manos, pero Daemon sonrió con cierta malicia y resistió mientras le servían los platos.
—No hay necesidad de avergonzarse, estas paredes han visto más de lo que puedes imaginar.
—Tantos años e historia… Supongo que algo tan simple no es importante —contestó, aunque sus palmas entrelazadas aún la alteraban.
—Nunca es tarde para aumentar la apuesta.
Aerhys envió un vistazo de advertencia y él enarcó una ceja manteniendo su típica sonrisa traviesa.En silencio esperaron a la soledad y contestaron cuando les consultaban qué deseaban ingerir de todo lo preparado, al terminar el mayor indicando que se retiraran al otro lado de la puerta.
—Luce bien —comentó satisfecha, ambas manos yendo a sujetar los cubiertos.
—Es bueno atestiguar que la reunión con tu padre no te quitó el apetito, a diferencia de otras ocasiones.
—La carrera de dragones y tu presencia ayudaron, aprecio demasiado nuestro tiempo juntos —confesó con una sinceridad inesperada hasta para ella.
Daemon asintió mientras parpadeaba lento, así dando un bocado antes de enfocarse de beber de la copa.
—Ahora que recuerdo, no dijiste nada de tus aventuras fuera del castillo.
—¿Nuevamente con eso? —suspiró viéndolo con cierto cansancio.
—Posees informantes que me vigilan, pero yo desconozco tus actividades.
—No quiero que te duermas de aburrimiento.
—Jamás sucedería —determinó, apenas acomodando su postura—. Todo, quiero escuchar todo.
Aerhys respiró pesado por la insistencia y encogió los hombros restando importancia a lo que fuera a decir.
—Poco ha sucedido, al principio solo me atrevía avanzar unas cuadras hasta que me sentí más cómoda o valiente. He atestiguado varias obras callejeras, comido y bebido, solo tres o cuatro veces llegando a la ebriedad —miró al techo tratando de recordar y se apoyó completamente en el respaldo.
—¿Qué hacías cuando bebías de más? —preguntó con una leve sonrisa, el brillo en sus ojos aumentando.
—Disfrutaba del efecto del alcohol en las calles, aunque cuando estaba muy tambaleante iba al puesto de un chico que conocí y me sentaba a pasar el rato con él.
—¿Hiciste amigos? —enarcó una ceja y entrelazó los dedos.
—No los catalogaría como amistades, pero conocí algunas personas con las que salir… Compañeros, si, buenos compañeros.
—Mmm —pensó sosteniéndole la mirada, en sus pupilas notándose que estaba perdido en distintas ideas—. ¿Qué haces con ellos?
—Me enseñan nuevos lugares y lo que es peligroso o no, creen que soy una Targaryen bastarda que hace poco vino a vivir a Desembarco del Rey y quieren enseñarme la ciudad.
—Vaya, hasta una identidad falsa creaste —dijo orgulloso—. Qué pensarán el día que vayan a la coronación y te vean como la nueva reina…
—Si siguen siendo buenos conmigo y creamos amistad, no obtendrán más que beneficios al trabajar para mí.
—¿Nuevos informantes?
—Tal vez —sonrió con cierto misterio agarrando la copa a medio llenar.
—Querría conocerlos.
—¿Revelar las fuentes? —preguntó como si acabara de decir una completa locura, enseguida dando un sorbo al oscuro vino.
—¿Dudas de mí a pesar de que te acabo de dar completa lealtad?
Aerhys inspiró profundo y desvió la vista sintiendo un nudo en el pecho.
—Mi padre eligió un niño que ni siquiera conocía y traicionó al amor de su vida cuando, según me han contado, mi madre no quería morir —apretó los labios con enojo y angustia—. Si una persona puede acabar con la persona más importante de su existencia, no quiero imaginar lo que puede esperarme cuando ni siquiera soy lo primordial de nadie.
Daemon se inclinó a ella y esta vez la tomó de la muñeca, la tensión de su mandíbula enseñando la molestia que intentaba mantener a raya.
—Siempre he sido fiel a nuestra familia y no permitiré que las debilidades de mi hermano te hagan desconfiar de lo que soy. Jamás te traicionaré, y si lo hago aceptaré el castigo que impongas, incluso la muerte —expresó entre dientes apretados, la fuerza que aplicaba a su extremidad marcando lo serio que era.
Aerhys apretó los labios y buscó en los violáceos irises algún titubeo, pero, al cabo de unos segundos, asintió.
—Prometí nunca ir en contra de mis propias reglas, aunque haré mi mejor esfuerzo —bajó la mirada a ver como lo agarraba con la mano libre para acariciarlo y calmarle—. Papá vivirá muchos años más, así que tendrás tiempo de demostrar tus declaraciones y enseñar que tan equivocada estaba.
El mayor levantó la mano libre y acunó una de las jóvenes mejillas, la gran palma ocupando buen parte de su rostro.
—¿Qué hablaste con Viserys?
—Matrimonio, como siempre, aunque ahora tengo libertad de elegir a quien quiera de esposo —explicó, la piel calentándose y sonrosándose bajo los suaves roses del hombre.
—Te salvarás de tener un matrimonio como el mío —sonrió de costado, y ella rodó los ojos al haber crecido oyendo como odiaba a la Perra de Bronce con la que se casó.
—No lo creo… —bajó la mirada con un veloz temblor en los labios—. La persona que deseo está fuera de alcance.
Animarse a decir eso costó el que el pulso se acelerara hasta los cielos y temió que él pudiera notarlo, irónicamente teniendo a centímetros al hombre que añoraba.
—¿Quién es el idiota indicado?
—¡Daemon! —regañó por el calificativo dándole un leve golpe en la mano.
El Targaryen se hizo el desentendido y bajó la mirada a sus labios, con el pulgar rozando y apenas tirando del inferior.
—¿Por qué?
—¿Cómo? —frunció el ceño con el corazón latiendo más fuerte.
—He notado que siempre me llamas por mi nombre, nunca “tío”.
—¿Te molesta?
—No, tampoco planeo ocupar ese rol.
Aerhys dudó un momento y frenó de imaginar significados que de seguro no implicaba, aunque esperanza surgió.
—¿Qué puesto esperas servir?
Inclinando la cabeza, Daemon entrelazó los dedos de sus manos y liberó la mejilla para acariciar la colorada piel con el dorso.
—Espero ser el idiota indicado.
Tomó apenas unos segundos comprender esas palabras y Aerhys elevó ambas cejas sin hacer ninguna expresión en particular. Dejó de respirar hasta que los pulmones ardieron, así bajando la mirada y pestañeando seguido en un nuevo intento de entender.
—¿A qué t-te refieres? —tartamudeó en un golpe de emociones, cuello, nuca y orejas ardiendo—. ¿Por qué quieres ser mi amado?
—Te deseo.
La respuesta debería haberla alegrado, pero enseguida sintió una punzada en el pecho y las dudas surgieron. Conocía a su familiar y nunca expresó interés romántico por nadie, e infame era su gusto por las relaciones de una noche, así que podía significar algo muy diferente para ambos.
—Si solo es anhelo carnal… —empezó a decir con dureza, enojo subiendo por la garganta ante la idea de que quisiera usarla como un evento pasajero.
—No —interrumpió al apreciar la furia del dragón—. Siempre hemos tenido una conexión profunda y especial, pero hace unos pocos años empecé a apreciarte de otra forma. En ese entonces aún eras muy joven e ingenua y no actué en mis emociones, pero era difícil, así que preferí irme y seguir con mis aventuras. Esperaba olvidarme de ti y confirmar que mi fascinación era algo pasajero, pero al regresar y ver como tu personalidad y mente se desarrollaron en alguien capaz de hacerme frente…
—¿Gustas de que te lleve la contra? —enarcó una ceja
—Adoro tener el control y que las situaciones vayan de acuerdo a mis planes, pero un poco de pelea está bien —sonrió al tiempo que ponía la mano libre en una de sus piernas—. Eres fiel a lo que crees y sabes lo que quieres, tienes un espíritu digno de un Targaryen y deseo estar a tu lado como esposo.
Inconscientemente mordió el interior de la mejilla y tragó, su cabeza siendo un nudo infinito de elementos que no podía separar.
—Nunca vi que fueras un hombre predispuesto al compromiso, ¿seguro que quieres casarte?
—Fui forzado a un matrimonio con una mujer insufrible, pero eres todo lo contrario, nuestras existencias están destinadas —indicó apretándole la mano y la pierna esperando trasmitir sinceridad.
—¿No es una confusión?
Daemon la agarró del rostro y enseñó una nueva intensidad, la energía que emanaba haciendo que la femenina se mordiera la lengua.
—Jamás me cuestionarías si supieras lo que pasé aquellos años donde desaparecí, solo podía pensar el ti.
Ella inspiró profundo y bajó la cabeza, con cierta frustración peleando el miedo a entregarse cuando desde hace años solo quería ser suya.
—Desde siempre… Desde siempre has sido a quien he querido, hasta papá y Rhaenyra lo saben —confesó con voz bastante baja—. He luchado y tratado de ignorar los sentimientos al igual que tú, pero fue imposible.
—Ya no peleemos más, estemos juntos —dijo con sutil prisa, entonces dejando la silla y arrodillándose frente a ella para sostener ambas manos.
Aerhys sonrió con cierta amargura y tragó antes de inspirar profundo, durante unos segundos mirando fijamente la mesa. Consideró sus miedos y lo que realmente quería de él, así que se soltó y le tomó del rostro acortando la distancia.
—Primero debes saber que, si eres mío, no te dejaré ir con facilidad. Tal vez pienses que cuando te aburras simplemente podrás caminar fuera de la relación, pero, si sinceramente deseas que me entregue a ti, es mejor que lo pienses dos veces —advirtió, enseguida bajando una mano y suavemente apretando el cuello—. Espero tu lealtad como reina y esposa, así que si me traicionas no dudaré en cortarte los genitales y dárselos a Lucero antes de quemarte vivo.
Los labios de Daemon se separaron en sorpresa y un escalofrío lo recorrió, pero, en vez de miedo, sus pupilas se dilataron en una excitación inusitada. Deslizó las mano por las piernas femeninas hasta llegar la cintura, donde apretó con una emoción casi dolorosa y notó como las chispas se convertían en llamas.
En un borrón sus bocas se encontraron, ninguno recordando quien se había abalanzado primero, solo apreciando cuando las pieles se tocaron a medio camino. La electricidad crispó los cabellos y Daemon se irguió en las rodillas presionando más contra ella, Aerhys deslizando la mano hacia la nuca y enredando los dedos en los cabellos de la base. Se miraron un momento mientras la chimenea los iluminaba como un faro en la oscuridad, la luz cegándolos y dejando que quemaran contra el otro igual que polillas en el fuego.
La femenina soltó un jadeo cuando la gran palma del Targaryen apretó su muslo y él se separó unos milímetros para lamer veloz el centro del labio superior, enseguida introduciendo la lengua y siguiendo el intercambio. Un pitido en sus oídos calló cualquier pensamiento coherente y Aerhys se rindió encantada a la guía de su amado, con gran calor disfrutando de la experiencia que depositaba en ella. Con la yema de los dígitos grabó la textura y temperatura de la pálida piel, en los nudillos enredando los hilos plata de los que ocasionalmente tiraba, y con la mano libre recorrió los músculos escondidos en la camisa.
—Mi futura reina de vida… —murmuró Daemon con los ojos cerrados acariciándole el rostro—. Logras que pierda la cordura.
Aerhys sonrió mientras recuperaba el aire.
—No debo ser la primera que lo dice, pero dejas la mente en blanco —con delicadeza lo agarró del mentón e hizo que ladeara el rostro para darle pequeños besos en la mandíbula.
Él gruñó y cerró los ojos enseñando el cuello, ella apreciando que se entregara y tomó la oportunidad de explorar la delicada zona. Una mano fue a sostenerlo del hombro y la otra conquistó más cabello, terminando por agarrarlo casi de la raíz para mantener el control justo cuando se animó a usar los dientes.
Daemon soltó un suspiro complacido y sintió la llama del vientre quemar, la desesperación empezando a ser una emoción persistente. Disfrutó de los cariños y permitió a su cuerpo actuar como quisiera, ambas palmas deslizándose bajo el vestido y tensándolo por el frenesí de conocer aque territorio.
Aerhys tembló y pensó que explotaría al ver como sus piernas eran decoradas por las extremidades del hombre, él tocándola de arriba a abajo hasta descansar en los muslos.
—¿Hasta dónde llega tu experiencia?
La joven aflojó el agarre de los cabellos para permitir que le mirara, una nueva capa de rubor decorándola ante la vergüenza.
—Daemon…
—¿No puedo saber? —elevó ambas cejas, aunque no en molestia, sino en curiosidad—. ¿Conservas tu virginidad?
—Si…
—¿Segura? —inclinó la cabeza dibujando lentos círculos con los pulgares.
Aerhys inspiró profundo sintiendo un nudo de nervios y encogió los hombros.
—Intenté algunas cosas con alguien que conocí en mis escapadas, pero no permití que llegara a más —reconoció sin soportar verlo a los ojos, inconscientemente apretándole el hombro.
—Ciertamente no sé nada sobre tus aventuras —murmuró acercando el rostro y viéndole los labios—. Es bueno que pudieras tener experiencias, pero te aseguro que nadie te hará sentir como yo.
La promesa la dejó sin aire y con incontables cosquillas en el estómago, embelesada por esa idea rindiéndose al beso que él comenzó. Lo abrazó por el cuello y se dejó llevar por la hoguera que eran, algunos dígitos del hombre rozando su húmeda entrepierna y provocando que gimiera en medio del intercambio.
—No, te daré lo que deseas en el día de nuestra boda —interrumpió agarrándolo de ambas muñecas.
—Seremos hombre y mujer, hay reglas que podemos romper.
Aerhys hizo un bajo sonido fingiendo que pensaba y un brillo travieso se mezcló entre la clara satisfacción.
—Tal vez quiero verte sufrir en abstinencia hasta ese día.
—Qué habré hecho para que me castigues así…
Lo soltó manteniendo el buen humor y acunó una de sus mejillas.
—De esta forma me aseguraré de que no huyas de todo lo que has prometido, al menos no hasta que cumplamos con nuestra boda —explicó al tiempo que bajaba la falda del vestido y cubría la piel.
—Tu desconfianza me daña, princesa.
Ella bufó y se inclinó a darle un beso compensatorio.
—No tanto por ti, sino por Viserys. Planeo al menos invitarlo a él y Rhaenyra a la ceremonia, y temo que no intentes luchar si ordena decapitarte porque ya has obtenido todo de mí.
Daemon soltó una breve risa aireada y ladeó la cabeza.
—Aún si compartiéramos cama no obtendría todo de ti, nos faltaría formar una familia y verlos crecer en futuros reyes y reinas.
—Tienes una forma con las palabras…
—Es la verdad —aseguró al tiempo que tomaba una mano y la besaba—. Debemos empezar con las invitaciones lo antes posible.
—No tengo objeción —sonrió mientras se ponía de pie—. Si me permites, tengo que ir a aliviar mi excitación—guiñó un ojo, de seguro divirtiéndose demasiado en no darle lo que quería.
Aerhys disfrutó la breve expresión de desconcierto y le acarició la mejilla antes de alejarse, la puerta estando a pocos pasos cuando fue levantada en el aire. Liberó un pequeño grito y se agarró del hombre, quien la sostenía bajo las piernas y espalda.
—¿¡Qué…!?
El Targaryen la calló con un beso demasiado apasionado y el aire en sus pulmones fue quemado en segundos, los músculos de su zona intima tensándose y aumentando la humedad existente. Al separarse lo miró ligeramente perdida y aguardó una explicación, el violeta de sus ojos atrapándola una vez más.
—Respetaré tu virginidad, pero soy un hombre enamorado que ha esperado demasiado, al menos deja que te ayude con eso.
Aerhys no supo qué responder y simplemente dejó que Daemon la transportara por el castillo, los muros y sus sirvientes teniendo un nuevo secreto que guardar.
108 notes · View notes
vlp-wrtng-prctcs · 5 months
Text
Cupido no necesita flechas ⤖
No era un secreto para nadie, las flechas de Cupido jamás lograron afectarlo, incluso desde su tierna infancia, las puntas de las tan ansiadas y temidas flechas pudieron perforar su piel. Así que incluso si la entidad encargada del amor hiciera presencia física ante su persona, tratando de cazarlo para hacer que su corazón lata frenéticamente por alguien, fracasaría; porque él es un invicto en el desamor, solo crea ilusiones y provoca pulsaciones que se empobrecen cuando se percatan que él no es uno de los seguidores de esa bestia infernal con alas.
Pero le ha dado bastante trabajo, al nivel de que debería ser un querubín destacado, ¿quién más podría ahorrarle tanto material? No existía algún otro talento innato que pudiese lograr lo que sus encantos consiguen en un par de movimientos.
Claro, existían excepciones, pero al ser un simple mortal, rivalizaba bastante bien con aquel que se hace llamar dios del amor, el cual, para esas alturas, era un mero charlatán.
Tantos finales felices prometidos y necesitarían más de mil manos para siquiera contar todos los fracasos que se le podrían adjudicar a la figura idealizada. A ese punto, solo alguien tan imbécil, con una extrema escasez de materia gris podría seguir creyendo las falacias de ese estafador emocional.
Alguien como Tulio, por ejemplo.
No era un misterio que su amigo vivía enamorado del amor, un fanático hasta los huesos de una fantasía romántica que lo haría vomitar. Especialmente cuanto tenía la habilidad de hablar tan apasionadamente de los clichés que, como su mejor amigo, debía pisotear sin consideración para anclarlo a la realidad.
Era un hombre ególatra, mimado, vanidoso, ignorante, petulante e insoportable a niveles catastróficos.
 Ninguna persona podría tolerarlo.
De hecho, ni siquiera su persona lo hacía.
Pero la afirmación siempre había conseguido un efecto contrario en la que Tulio solo se reía, como nunca reía frente a las cámaras, para finalizar tocando su hombro o su brazo, sonriéndole con ese ocaso que se robaba las estrellas de la noche, para acabar musitando en los más dulces tonos “espero encontrar a alguien como tú”.
Lo que siempre le llevaba a pensar si alguien como su persona se merecía tal brillo cegador, porque definitivamente, ni siquiera el mismo se lo merecía.
Era demasiada luz para alguien que no desea ver ni siquiera la forma de su sombra.
Razón por la que acaba golpeando su brazo, más fuerte de lo normal, advirtiéndole que deje de decir estupideces.
Pero nunca deja de decirlo.
Y nunca deja de perforarle el pecho.
Pero Tulio tampoco en su vida ha sido tocado por una flecha de Cupido, pese quizás merecerlo; y sí bien, su amigo no lo ve como un trofeo, un distintivo, no puede sentir empatía por su desgracia.
De hecho, siente un enorme alivio en el pecho cuando su atención, en un chasquido, desaparece de la figura que se presenta como la persona escogida por Cupido.
¿Miserable? Quizás, pero ha sido un combustible para seguir viviendo.
Así que solo palmea su espalda, a veces demasiado fuerte, apenas como un toque, declarando que son almas ambulantes en ese mundo; las primeras veces, recalcaba la palabra “solitarias”, con el tiempo, se fue desvaneciendo, tanto que cuando Tulio los hizo sonar como almas errantes que se sostienen entre sí, entre la libertad y la prisión en la que cada uno decide estar, no lo desmiente.
En un punto, lo cree.
Dos desgraciados, nunca alcanzados, siempre riéndose de la desgracia ajena.
Uno anhelante, el otro repelente; igualmente olvidados.
Una zona neutral, un juego en donde son un igual.
Donde el oro brilla en su mirada, y en donde su propia alma se siente liberada.
Cayendo lenta y estrepitosamente.
Cupido nunca necesitó de flechas para iniciar con la primera chispa de combustión, solo se requirió una flor, una promesa infantil, un constante ardor debajo de las entrañas para entrelazar a dos corazones hechos para encajar en el pecho contrario. Nunca había existido un trabajo tan fácil como complicado.
Eran los eternos, e inalcanzables, enamorados.
Deseosos de tocarse y temerosos de dañarse.
Quizás de lo único que debía de arrepentirse es de los años eternos desperdiciados en el mejor de sus trabajos.
Más lo único que le queda ahora es observar desde arriba, desesperado y frustrado, a las dos figuras que danzan entre sí, a dos pasos de abrirse el pecho para consumirse, y a tres pasos de extinguirse.
N/A
Gracias nuevamente a mi amigo, que me inspira para escribir estos pequeños drabbles y reflejar un poco, de lo mucho, que estoy enamorado de ellos. Espero en un futuro cercano poder hacer otra historia más larga, donde pueda reflejar algo de esa combustión lenta que los mata y me mata.
15 notes · View notes
staarinleo · 7 months
Text
“185 días”
SEIS MARAVILLOSOS MESES A TU LADO, AMOR MÍO.
Todavía no puedo creer que estemos cumpliendo seis maravillosos meses, mi amor. De verdad que se me hace un sueño que estoy viviendo en realidad. Me llena de orgullo poder decir que al fin estoy con la persona indicada. Sé que te lo he repetido cientos de veces, pero es verdad; estoy con mi persona indicada y de la que terminé completamente enamorado. Gracias por estos 185 días, amor.
No puedo describir la magnitud de mi felicidad cuando se trata de ti, es simplemente increíble que estemos juntos. Siempre tendré presente el día que nos conocimos, te juro que sí. El destino hizo lo suyo para que nos pudiéramos encontrar y se lo agradezco tanto; soy una persona que cree en el destino, las constelaciones, y sobre todo en el primer amor. Estoy completamente seguro de que el destino quiso que nos encontráramos para ser felices, y vaya que no se equivocó en absoluto. Son seis meses en los que he aprendido mucho de ti, conocerte y darme cuenta de que el amor existe cuando se trata de tu hermosa existencia. Eres la hermosa razón de todas mis sonrisas, suspiros y de que esté feliz; no hay canción de amor que no me recuerde a ti, has sido la única persona capaz de hacerme sentir lleno, feliz y realmente enamorado y satisfecho en todo lo que hacemos. Por ti pude tener una hermosa familia, unos hijos que amo con todo mi corazón, que me han completado al 100% y no pido nada más, amor mío. ¿Sabes? Le disté vida a mi corazón, porque pensé que no tenía reparación alguna, vuelvo a repetirlo en estos seis meses; curaste heridas que no hiciste y que no te correspondían a ti, mi amor. Me demostraste que tenía una esperanza más para el amor. Mi bebé hermosa, jamás me cansaré de agradecerte todo lo que haces por mí. Eres sin duda mi estrellita fugaz, esa estrella que no todos tienen la dicha de ver, de sentir y sobre todo de experimentar. Te amo con todo mi corazón, pero con todo mi corazón.
Hay palabras que no puedo expresar, porque siento que no hay palabras para ello, pero quiero que sepas que cuando estoy a tu lado, todo es mil veces mejor. Se siente una paz que nunca había sentido y te puedo jurar por mi propia vida que es algo de las mejores sensaciones que he tenido nada más contigo. Realmente me siento en casa contigo; tengo amor, risas, familia, sexo, comprensión, apoyo moral, emocional y, sobre todo, te tengo a ti, mi amor. Gracias por ser parte de mi vida, por quedarte a pesar de que había veces que se me salía la bestia que tenía, por darme tu mano en los momentos más difíciles, por solucionar nuestros pequeños problemas. Una de las cosas que más amo de nuestra relación, es la capacidad de poder hablar las cosas, por más incomodo que sea el momento, sabemos manejar la situación. Amo que me sigas en las locuras, el chisme, que ambos tengamos planes a futuro y que nos incluyamos sin necesidad de pedirlo. De verdad estos meses a tu lado han sido maravillosos mi amor, porque contigo encontré mi verdadero yo, mi verdadera esencia y personalidad. Me encanta que no dejes que haga locuras solo, ni tampoco que me enoje por cosas que no valen la pena, también la manera en la que estamos de chismosos, resolviendo dudas, enigmas y todo eso que se hace en equipo y nunca tuve.
No voy a terminar de agradecerte todo lo que has hecho por mí, por entregarte incondicionalmente y dejarme curar esas malditas heridas que te ocasionaron miles de inseguridades, miedos y lagrimas que jamás debiste tener. Gracias por dejarme ser parte de tu vida, por demostrarme que el verdadero amor existe y que los ángeles existen. Me has enseñado lo más hermoso del sentimiento, de esta vida tan miserable que tengo. No te miento cuando te digo que quiero una eternidad contigo, porque sé desde el fondo de mi corazón y mi alma me lo dice a gritos, que eres tú mi alma y llama gemela, mi amor. Gracias por existir mi amor, te amo con todo mi corazón.
Y ahora este pequeño espacio, pero no menos importante es para mi novia due y espero que todo lo que lea en estos momentos, le saque una sonrisa, porque se merece mucho:
Mi amor, tengo mucho que agradecerte en estos 5 maravillosos meses que llevamos juntos, y sobre todo porque me dejaste conocer una parte de ti, que nadie más se atrevió a conocer. Te convertiste en una necesidad para poder estar tranquilo, no sé si a ti te pase, pero si no estoy contigo, empiezo a desesperarme, claro, cuando estamos ocupados lo entiendo, pero aún hay así, hay momentos en los que me vuelvo loco, me desespero y no puedo estar tranquilo si no estoy contigo. Debo de admitir que a veces soy un poco exagerado y no lo hago apropósito; agradezco la paciencia que me tienes y que seas capaz de seguir a mi lado, porque, aunque no lo quieras aceptar, soy una bestia desesperada. También creo en los cuentos de hadas, amor y en el destino. Y así como Dae cree en todo eso, yo también mi amor; creo que el destino nos junto por una razón y, sí, la estoy descubriendo con el paso de los días. Gracias Maggie, gracias por permitirme amarte, por dejarme ser esa persona a la que recurres cuando estás mal, por tenerme esa confianza para saber más de ti, por compartirme parte de tu vida, espero y deseo poder tener una eternidad a tu lado, porque nosotros también tenemos que estar juntos hasta que nos hagamos viejitos, tener una vida. No tengo duda yo tampoco, porque sé que eres el amor de toda mi vida, y si en algún momento ambos decidimos separarnos, que sepas que siempre te llevaré en mi mente y corazón, pero eso no pasará, así que tocó madera. Te amo con todo mi corazón mi niña preciosa… ¡FELICES 5 MESES! Y de todo corazón espero cumplir toda una eternidad contigo, mi amor. TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO.
Es momento de finalizar con esta pequeña carta que fue hecha para las dos.
Gracias por estos seis maravillosos meses, TE AMO CON TODO MI CORAZÓN.
¡FELICES 6 MESES, AMOR MÍO!
Tumblr media
youtube
10 notes · View notes
lapazdelmar · 2 months
Text
Tumblr media
La oscuridad de la noche ha dejado atrás…bestias oscuras, días perdidos e insomnios desvalidos.
Pero hay destellos que emergen de entre los pliegues del sueño…sonrisas sinceras, abrazos como constelaciones y cálidas brisas.
Y un corazón tan grande para hacer del verde de los árboles y el azul del cielo, la magia del tiempo.
Buenas noches amor
5 notes · View notes
yhwhesmisalvacion · 1 month
Text
Sofonías 1
1 Palabra de Jehová que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en días de Josías hijo de Amón, rey de Judá.
2 Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Jehová.
3 Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos; y raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice Jehová.
4 Extenderé mi mano sobre Judá, y sobre todos los habitantes de Jerusalén, y exterminaré de este lugar los restos de Baal, y el nombre de los ministros idólatras con sus sacerdotes;
5 y a los que sobre los terrados se postran al ejército del cielo, y a los que se postran jurando por Jehová y jurando por Milcom;
6 y a los que se apartan de en pos de Jehová, y a los que no buscaron a Jehová, ni le consultaron.
7 Calla en la presencia de Jehová el Señor, porque el día de Jehová está cercano; porque Jehová ha preparado sacrificio, y ha dispuesto a sus convidados.
8 Y en el día del sacrificio de Jehová castigaré a los príncipes, y a los hijos del rey, y a todos los que visten vestido extranjero.
9 Asimismo castigaré en aquel día a todos los que saltan la puerta, los que llenan las casas de sus señores de robo y de engaño.
10 Y habrá en aquel día, dice Jehová, voz de clamor desde la puerta del Pescado, y aullido desde la segunda puerta, y gran quebrantamiento desde los collados.
11 Aullad, habitantes de Mactes, porque todo el pueblo mercader es destruido; destruidos son todos los que traían dinero.
12 Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni hará mal.
13 Por tanto, serán saqueados sus bienes, y sus casas asoladas; edificarán casas, mas no las habitarán, y plantarán viñas, mas no beberán el vino de ellas.
14 Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente.
15 Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento,
16 día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres.
17 Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol.
18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.
3 notes · View notes
moongirl-26 · 1 year
Text
Algunos días siento que puedo con todo , me siento fuerte y valiente y vivir me he es un placer, pero en cambio algunos días como hoy siento que no puedo más con nada ni con nadie , que soy débil y asustadiza , días en los que como hoy el vivir me duele y me es pesado como un costal de cemento sobre mis hombros, como si cargara con el peso del mundo encima de mi , días en los que siento que no hago nada bien , que no soy útil , que no tiene ningún valor nada de lo que hago o intento.
Días en los que siento el cuerpo pesado y los ojos inundados de todo de lo que no me he permitido llorar , días en los que la garganta me arde y me duele por todos mis silencios, en los que la cabeza me duele de tanto sobre pensar en todo al mismo tiempo, días en los que el pecho se siente apretado y me cuesta respirar de tanto que guardo en mi interior, días en los que todo me parece una tortura incluso ser yo misma. Benditos los pocos días en los que siento que soy increíble e invencible por que son tan pocos que los puedo contar con los dedos de las manos y me sobran casi todos y tan efímeros que pasan como una estrella fugaz sobre mi , benditos los días que respiro y el aire llega a mis pulmones , privilegiados los días en los que me siento productiva , amados los días que sonrío de corazón hasta que mi vientre duele... Pero como casi todos los días hoy precisamente me siento más sola que nunca , más triste que de costumbre, más rota que usualmente. Mis ojos están humedecidos de desilusión, de lágrimas que no permito salir por miedo a romperme más , como si aquello fuera posible, por hacerme la fuerte encierro muy dentro de mi la bestia de la tristeza que me agobia , de la duda que me atormenta y ruge dentro y exige salir golpeando mi mente con recuerdos que terminan por hacerme sentir derrotada. Algunos días como hoy y como casi todos la soledad me acompaña ya que nadie más se da cuenta de que necesito que me sostengan unos minutos en un abrazo que me quite aunque sea por unos segundos esta nube gris de mi corazón.
17 notes · View notes
iranzo-arte · 2 months
Text
Criaturas desde lo profundo
Crossgate, mi segunda fortaleza en Dwarf Fortress, creció prósperamente de forma continua en sus primeros años. Desde que se construyó la taverna a la entrada de la montaña, no dejaron de llegar bardos, poetas y todo tipo de artistas encantados con entretener al personal. La población, al principio pequeña, explotó a los pocos años y de veinte enanos se pasó a más de la centena, contando enanos y humanos.
Tumblr media
Entre los niños había uno en especial de buenas condiciones, sano y con un día a día tranquilo y feliz. Brillante en el tallado de piedras, algo altivo, pero nada orgulloso y muy inteligente. Llevar ropa vieja desde pequeño le había enseñado a replantearse sus valores y actuar de forma más humilde y desde aquella vez que de pequeño se lo encontraron a solas bajo la lluvia había mantenido una actitud estoica ante la vida. Pero de vez en cuando recaía en una profunda depresión causada por un trauma: el recuerdo de en sus primeros años ver el cadáver deshidratado de Nil Trammeltown, el minero. Esto lo llevaba a constantes ataques de rabia y sus posteriores reprimendas disciplinarias ejecutadas por Mafol, el jefe de la guardia. Un día, en uno de sus arrebatos peleó con otro niño llegando a matarlo.
Tumblr media
Nil el minero fue encontrado deshidratado al final del túnel subterráneo que estaba cavando en el año 102. En aquel momento, el punto más profundo al que se había llegado. A partir de ese suceso se establecieron destilerías y dormitorios públicos cada cierta profundidad a medida que se iba expandiendo hacia abajo la fortaleza.
Hay un instinto natural en los enanos a cavar y el objetivo final de los habitantes de Crossgate siempre fue alcanzar la mayor profundidad posible. A los pocos años de la muerte de Nil, ya se había doblado la distancia vertical de las galerías subterráneas. Se habían establecido zonas de habitabilidad, almacenes, talleres, templos dedicados a distintos dioses y hasta una nueva taberna subterránea. En la parte más profunda se encontraba un largo pasillo con dos puertas que limitaban la última frontera de la fortaleza habitable. Más allá de esas puertas, a pocos niveles de profundidad es donde se descubrió el subsuelo.
Tumblr media
Tumblr media Tumblr media
Un sistema de galerías subterráneas formaba un enjambre de huecos y recovecos, habitados por toda clase de criaturas de la oscuridad. Fue al poco de descubrir el subsuelo cuando se produjo el encuentro con la primera de las bestias ancestrales. Riematecani, un gigante cuadrúpedo de sal apareció de las sombras escupiendo ácido. Por suerte la milicia mató rápidamente a la criatura, pero entre que llegaron desde la superficie a la cueva, no corrieron mucha suerte un poeta humano y un niño enano que andaban por ahí inconscientes del peligro.
Tumblr media
Fue tras este evento que se decidieron tomar dos importantes medidas. La primera, establecer una cripta en la entrada anterior al largo pasillo que llevaba al subsuelo. La segunda, construir un fuerte al comienzo del inframundo y trasladar allí los cuarteles, ya que en la creación del servicio militar no se sospechaba que las mayores amenazas no llegaría desde el exterior, sino desde el propio corazón de la montaña. Curiosamente, el descubrimiento del subsuelo atrajo a Crossgate a toda clase de cazadores de monstruos en busca de aventura y gloria.
En esa etapa de construcción del fuerte, empezaron a aflorar todo tipo de criaturas cavernarias desde los niveles inferiores. Gran cantidad de trols, ogros y otros seres molestaron a la población local, pero ninguno causó tantos estragos como Gèthutha, la segunda bestia ancestral que emergió de lo profundo. Un humanoide compuesto de agua que atrapó con sus redes pegajosas en el pasillo principal del fuerte a medio construir a toda una fila de albañiles que no pudieron oponer resistencia. De nuevo la milicia llegó e hizo su trabajo y mató rápidamente a la criatura cubierta de sangre enana, pero no evitó que se tuviera que ampliar la cripta que daba entraba a este mundo subterráneo.
Tumblr media Tumblr media
En primavera del año 108 tuvo lugar el tercer y último impacto. Con el fuerte ya establecido a la entrada a la cueva y las órdenes militares patrullando la zona, una nueva bestia olvidada, más poderosa que las anteriores, surgió de la oscuridad. Kulur Otsutega, un gigantesco gusano emplumado, arrasó el fuerte con bolas de fuego. El humo cubrió las cavidades y la milicia tuvo que luchar a ciegas. Mafol, el capitán de la guardia, murió haciéndole frente al demonio. Viendo la fuerza imparable que había acudido a Crossgate, se tomó la decisión de cerrar las puertas del largo pasillo, condenando a todo aquel que se hubiese quedado al otro lado y salvando la ciudad a cambio. Tras aniquilar a la guardia sin mayor problema y rondar un tiempo por la zona, Kulur, satisfecho o aburrido, dio media vuelta y tal como vino, regresó al agujero del que había salido.
Tumblr media
3 notes · View notes
arsenal-le-comte · 10 days
Text
Tumblr media
Paul Reid
En los recovecos más oscuros del laberinto, donde las sombras son el hogar de los deseos más perversos, se alza el Minotauro, una criatura de lujuria desatada y dominación sin l��mites. Pero su leyenda no es para los débiles de corazón, sino para aquellos que buscan el peligro y la pasión en las fauces del deseo. Dicen que el Minotauro, engendrado en el abrazo prohibido entre una bestia y una mortal, encuentra su placer en atar y dominar a sus amantes con cuerdas de seda y cadenas de acero. Sus ojos ardientes devoran la inocencia y su aliento abrasador consume todo a su paso. Para aquellos que se aventuran en el laberinto en busca de emociones extremas, el Minotauro se convierte en su tormento y su éxtasis, un amante salvaje que sabe cómo llevarlos al borde del abismo y devorarlos con sus deseos más oscuros. Su sonrisa es un desafío, su caricia un tormento, su dominio una condena. Pero detrás de su máscara de ferocidad, el Minotauro esconde un anhelo desesperado de ser amado y aceptado por quien se atreva a desafiarlo. En la quietud de la noche, susurra al viento sus deseos más profundos, anhelando encontrar a alguien que pueda domarlo con la misma ferocidad con la que él domina. Así, el Minotauro se convierte en un mito viviente, un símbolo de lujuria y peligro que seduce y aterroriza en igual medida. Su leyenda es una historia de pasión desenfrenada y sumisión voluntaria, un relato de dominación y entrega que desafía los límites del placer y la moralidad. En las profundidades del laberinto, su presencia sigue siendo una invitación al pecado y la perdición, una promesa de placer y dolor que pocos se atreven a aceptar. Porque en el reino del Minotauro, solo los valientes sobreviven, y solo los más atrevidos pueden reclamar su corazón salvaje y desbocado. © {AM
3 notes · View notes
actnod · 2 months
Text
🗡𝐈𝐍𝐓𝐄𝐑𝐂𝐀𝐌𝐁𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎𝐒
Como hemos adelantado, la razón por la que los vástagos se encuentran allí no es más que para debatir en sí mismos si algunas de las cosas que los independientes pueden darles es lo suficientemente valiosa como para revelarles sus más oscuros secretos. Queda en la moral de cada quien decidir si serán propios o de alguien más: ¿serán sus sires, sus amigos o sus enamorados los que sufran el poder de sus cuerpos codiciosos? Las opciones son ilimitadas. Recuerden que no sólo que cuanto más detallado sea el secreto más posibilidad tendrán de conseguir lo que desean, si no que podrá ser más divertido de comenzar a develar en lo que se desarrolla el grupal ya que todo trae consecuencias. 
En este espacio es donde deben mandar sus secretos y lo que le gustaría obtener a cambio. Debajo del read more podrán encontrar la lista de cosas que han ofrecido los independientes. Como se menciona en el formulario, si hay alguna otra cosa que deseen obtener de los clanes anfitriones simplemente pueden decirlo para intentar conseguirlo.
El tiempo límite para enviar sus respuestas es hasta el 24 de FEBRERO a las 17hs GMT-6. El listado de quién recibió cada cosa se publicará luego del comienzo de la próxima actividad para conocimiento OOC. Recuerden que pueden acercarnos sus dudas a los canales correspondientes. ¡Nos leemos!
⦾ Mapa del Subterráneo: Incluso cuando los vástagos más adentrados en la ciudad puede que conozcan bien los lugares donde pueden conseguir las mejores ofertas en vitae y así no tener que ensuciarse las manos para la caza, los independientes tienen en mano cada combinación y ruta para llegar a esos lugares más ocultos, donde pueden encontrar desde vitae hasta distintas pociones para mejorar su salud o hasta alejar la Bestia en momentos críticos. (3) 
⦾ Una cita con el Dr. Ingvar: Con el día de los enamorados acercándose, incluso hasta el más complejo de los vástagos podría hacer cualquier cosa por tener una velada que le recuerde un poco esa antigua sensación. Pero nada más lejano: este hombre lo único que logrará para tí es arreglarte alguna de esas marcas permanentes en la cara o el cuerpo, que si bien todos son inmortales, no son inmunes a los más fuertes. ¿O quizá sólo quieres arreglarte la nariz para no sentirte tan parecido a lo que eras hace diez décadas? No es fácil encontrar a un Tremere echado por la propia Camarilla, más oculto que los propios Nosferatu, por lo que a más de uno podría interesarse por él. (2)
⦾ Aprender disciplinas con los Ravnos: ¿Quieres ganar un nivel en alguna de tus disciplinas o aprender alguna de otro clan? ¡Esta es tu oportunidad! Incluso quienes no poseen animalismo, fortaleza, o quimerismo pueden elegir una de estas tres para tener el primer nivel entre sus disciplinas. Este clan suele optar por métodos de enseñanza improvisados y poco convencionales, que desafían la creatividad y la adaptabilidad de sus pupilos, así que prepárate para divertirte. (3)
⦾ Aprender disciplinas con los Assamita: ¿Quieres ganar un nivel en alguna de tus disciplinas o aprender alguna de otro clan? ¡Esta es tu oportunidad! Incluso quienes no poseen celeridad, auspex, ofuscación pueden elegir una de estas tres para tener el primer nivel entre sus disciplinas. Será una experiencia intensa y rigurosa que refleja la disciplina y la determinación de este clan, pero no por nada tienen fama de habilidosos asesinos. (3)
⦾ Llaves a un Penthouse en Minato: No creas que serán tan bondadosos de regalarte una casa. Pero si tienes un apetito particular por la gente adinerada, esto podría ayudarte a realizar una caza mucho menos dificultosa. (1) 
⦾ Contacto directo con la enfermera Faye: Sabemos que no todos los vástagos son de lo más simpáticos, por lo que desde la mayor gracia de su corazón te presentarán a la única enfermera del Hospital Universitario que se lleva bien con los vástagos. Todos sospechan que es una ghoul, pero no saben a quién sirve. Lo importante es que hará más sencillo tu camino allí. (2)
⦾ Entretenimiento Exclusivo: ¿Amante de las artes, las fiestas o la simple opulencia? Incluso hasta el más aburrido de los Ravnos podría conseguirte un buen lugar en alguna fiesta, concierto, o cualquier tipo de evento que se de en las calles de Tokyo. Sólo debes pedirlo: las conexiones quedarán disponibles para tí. (2)
⦾ Un Assamita a tu Servicio: A los hijos de Haqim no les gustó el título, pero los Ravnos hicieron lo posible por mantener amena la negociación, y realmente, ¿qué más se podía esperar? Conociendo por lo que se los conoce a los Assamita, no es extraño que ofrezcan matar a alguien por tí si tu secreto es lo suficientemente valioso para sus futuros negocios. (2)
⦾ Quién es tu Padre: Con tantos Shovelheads dando vueltas, es hasta molesto tener a vástagos torpemente intentando acoplarse a esta vida, por lo que no sólo se ofrecen a ayudarles a descubrir quien los convirtió si no también a aprender más sobre la vida bajo las tinieblas. (2) 
⦾ Antiguo libro de Rituales Taumatúrgicos: No te brindarán el servicio de maestro en ocasión, ¿pero si eres uno de esos estafadores que es un vástago por hacer hechicería con su sangre? Te servirá el libro sobre cómo crear barreras de protección en caso de que vuelvan a atacarte… Podrías llegar a crear un campo de energía lo suficientemente fuerte alrededor tuyo o de otra persona. (1)
⦾ Armas de Fuego / Armas Blancas: Para muchos chiquillos pueden ser difíciles de conseguir, y con la situación con los cazadores respirándoles en la espalda y la Mascarada aún vigente, quizás es mejor prepararse con algo más que simples disciplinas. Las armas de fuego son normales, pero las armas blancas son antiguas y juran por su no-vida que están protegidas con algún tipo de ritual. El tipo de arma queda a elección del vástago. (4)
⦾ Servicio de Espionaje: Hay lugares hasta donde los baristas del Mashira no logran espiar. Pero los Assamita podrían conseguir la información de quien desees utilizando sus habilidades para observar y recopilar información sobre los movimientos y actividades de otros vástagos y facciones en la ciudad. Cuidado con que te manden a algún Ravnos perezoso, de todas formas, por que quizás algún secreto de quien deseas saber más te termina por decir. (2)
⦾ Espada de Auspex: Esta espada antigua está imbuida con el poder de la disciplina Auspex. Cuando se empuña, otorga al usuario una percepción sobrenatural que le permite detectar mentiras, leer pensamientos y sentir las emociones de los demás en un radio cercano. (1)
⦾ Capa de las Sombras: Esta capa oscura se vincula con la disciplina Obtenebración. Quien la use puede controlar las sombras a su alrededor, creando barreras impenetrables, atacando con tentáculos oscuros o incluso desplazándose instantáneamente a través de ellas. (1)
⦾ Amuleto de la Fortaleza: Este amuleto refuerza la resistencia del vampiro que lo lleva y está relacionado con la disciplina Fortaleza. Con él, el usuario puede resistir mejor el daño físico y psíquico, volviéndose casi invulnerable durante un tiempo limitado. (1)
⦾ Anillo de la Taumaturgia: Este anillo está vinculado a la disciplina Taumaturgia y permite al usuario lanzar hechizos mágicos poderosos. Puede utilizarse para controlar el fuego, manipular la mente de otros o incluso invocar criaturas sobrenaturales. (1)
⦾ Esmeralda de la Cura: Una esmeralda que tiene propiedades curativas. Al tocarla, el usuario puede acelerar su proceso de regeneración de heridas o incluso curar enfermedades en otros vampiros con su vitae. (1)
⦾ Amatista de la Soledad: Una amatista violeta que permite al usuario crear una zona de tranquilidad y aislamiento. Dentro de esta área, los ruidos se amortiguan y las emociones se calman, lo que puede ser útil para reuniones secretas o momentos de reflexión. (1)
⦾ Topacio de la Ilusión: Un topacio amarillo que permite al usuario crear ilusiones complejas y convincentes, tanto visuales como auditivas. Esto podría usarse para engañar a enemigos o confundir a los mortales. (1)
⦾ Sortija de la Atracción: Un anillo con una piedra preciosa que potencia la atracción y el deseo en aquellos que lo ven o están cerca. Esto podría ser una herramienta política o un medio para manipular a otros. (1)
* Los números entre paréntesis son únicamente de conocimiento OOC.
12 notes · View notes
tftl-au · 5 months
Text
La familia de las mil lenguas
Capítulo cuatro: El ardor de su sangre
Incluso en los días más tristes, el Cielo siempre permanecía iluminado, los serafines cantaban y sus encantadoras luces alumbraban a todos sus habitantes.
Pero ahora los serafines estaban peleando, matándose entre sí, el Cielo era oscuro y una ola de terror y matanza arrasaba con la frágil existencia de los ángeles menores.
Sangre y muerte por algunas partes, esclavitud y angustia por otras. Algunos siquiera tuvieron la oportunidad de armarse, de portar una armadura decente.
Batallando entre sus iguales vestidos de túnicas, teniendo a sus alas de escudos y sus brazaletes de armadura, sus espadas parecían ser cuchillos de pan ante sus estocadas destrozando cuerpos.
Los ángeles rebeldes luchaban por una libertad de expresión, a los que no, batallaban por paz y devoción.
Algunos Querubines asesinaban a ángeles más pequeños, a pesar de ser unas bestias, tenían una intención de rebeldía también, arcángeles desaparecieron, murieron, agonizaron o fueron cruelmente humillados en los campos del Cielo.
Ninguna nube podía protegerte de un ataque nocivo de alguna lanza o flecha. Michael estaba a la cabeza de su ejército celestial, luchando cuerpo a cuerpo con otros como él.
Le desgarraba el corazón tener que hacerlo, nunca imagino matar a un hermano suyo o amigo por solo sus ideales. Gabriel estaba detrás suyo, cubriendo sus alas con las suyas, no estaba completamente resentido, conocer en persona a su nuevo amo lo había conmovido tanto que creía que su lucha no era en vano.
Uriel es ágil con su espada flamante, mutilado alas y brazos a sus enemigos, aunque con un yelmo poco favorable para su visión, este error era provocado a propósito, no queria ver caras familiares para dividirlas con su hoja de plata después.
Belfariel se percato de su buen amigo, así que se apego a él para luego lanzarlo al suelo y poder hablar sin ser atacado.
Saco su yelmo y lo miro con dulzura por unos momentos.
-Uriel, mi amigo, no puedes seguir luchando sin saber a qué te enfrentas...el verdadero enemigo aquí es el Dios que tanto respete, pero no más; vamos Uriel, tienes una mente tan magnífica, ¿como no puedes entender que nuestro propósito va más allá de solo agacharse y hacer el ridículo ante alguien a quien nunca vimos?
Uriel lo veía con lagrimas que se secaron repentinamente - Bel...reacciona, tu eres más devoto que cualquier ángel que exista aquí, eres las alas de Dios, tu encanto por sus creaciones aéreas solo enternece su ser, deja de decir estupideces, vuélvete a mi...
Belfariel lo miró furioso y antes de atacarlo, la espada ardiente cruzo su torso, dañando sus alas y ardiendo su cuerpo en pocos segundos, al sacar la espada lo lanzó por los aires, observando a su amigo arder entre ellos. Gimiendo y gritando del dolor por las llamas que lo consumían, era un espectáculo horrendo para el arcángel que decidido a su fe, se coloco el yelmo de vuelta.
Los dias eran cortos para la lucha interminable, el Cielo estaba exterminadose asimismo.
La Tierra quedó en una completa oscuridad, donde lo halos de los ángeles sucedían como estrellas para los humanos.
Barachiel estaba del lado de Lucifer, ahuyentando a sus oraciones anteriores de serle fiel a su Padre, ignorando por completo el futuro de su hermana y pequeña compañera.
En ello una rapaz estocada tinto sus ropas de sangre, en el suelo empezaba a agonizar sin lograr extraer el lanza que lo jodia. Luego escucho un par de aleteos familiares que vinieron a rescatar su pellejo, un par de lamentos tras unas caricias en el torso para cerrar la herida junto a la luz verde candente.
-Bara, conserva la calma, perdóname, no te vi, te confundí con alguien más..
Jo-jodete Raphael..e-estamos en bandos contrarios..-tartamudeo adolorido.
-No digas...esas cosas Bara, te conozco, deja que te cure, ayúdanos a ganar..
En realidad la convicción de un ser que no sabía distinguir el bien del mal, es fácil de manipular. Los propósitos marchitos de alguien cambiante siempre suelen modificados por buena labia.
Y así fue, tal vez si una simple coincidencia de apetito no hubiera ocurrido, no se hubieran ocasionado tantos desastres, tantas bajas y tanto conflicto.
Michael seguiría siendo aledaño a Lucifer, seguiría viéndolo como un buen amigo al que molestar por su frágil sentido del humor. No se hubieran tomado la molestia de terminar con una guerra tras llantos y mutilaciones.
El Salón de la Gloria no resplandecía ese día, no hasta que se llegara la conclusión del juzgado al Serafín; los amantes de la convicción egocéntrica estaban atados con cadenas, obligados a inclinarse ante su creador.
Luzbel, te condeno ha desaparecer de mi vista, ha dejar tu puesto de serafin y ha cegarte tu antiguo reino. Ahora serás una alimaña cualquiera, dejaras tu belleza y la reemplazare por el horror, que aquellos que te admiraban sientan terror al verte. Te condeno a las tinieblas, al más oscuro abismo de la existencia donde te quedaras encerrado toda la eternidad, donde tu sangre nunca será pura de nuevo y tu inmortalidad implique castigo a los humanos que tanto detestas. Vete de aquí, Lucifer.
Y el Salón se reveló, dejando ver con esplendor a la transformación del bello Lucifer, cuyas alas empezaron a atrofiarse, sus plumas se caían y la piel se enrojecia del ardor, donde su sien con pequeños cuernos se obstacule por unos bastante grandes, donde sus bellos ojos se transformen en la monstruosidad de la anemia, donde sus pupilas sangren y se tiñan de ese color. Donde sus labios empiecen a sangrar por los colmillos que los cruzaban accidentalmente, donde sus orejas por más tiernas que parecieran se convirtieran en puntiagudas. Donde su nariz empezará a atrofiarse y su piel se hiciera sensible a cualquier temperatura.
Luego fue arrojado a las llamas del abismo, junto a cada uno de los demonios que tuvieron su juzgado, con solo llamar a sus nombres.
Chapter four: The ardor of his blood
Even on the saddest days, Heaven always remained illuminated, the seraphim sang and its enchanting lights illuminated all its inhabitants. But now the seraphim were fighting, killing each other, Heaven was dark and a wave of terror and carnage swept over the fragile existence of the lesser angels.
Blood and death in some parts, slavery and anguish in others. Some even had the opportunity to arm themselves, to wear decent armor.
Battling among their equals dressed in tunics, having their wings as shields and their bracelets of armor, their swords seemed to be bread knives before their thrusts destroying bodies. The rebellious angels fought for freedom of expression, those who did not, fought for peace and devotion. Some Cherubs murdered smaller angels, despite being beasts, they also had an intention of rebellion, archangels disappeared, died, died or were cruelly humiliated in the fields of Heaven.
No cloud could protect you from a harmful attack from any spear or arrow. Michael stood at the head of his heavenly army, fighting hand to hand with others like him. It tore his heart to have to do it, he never imagined killing his brother or friend just for his ideals.
Gabriel was behind him, covering his wings with his, he was not completely resentful, meeting his new master in person had moved him so much that he believed that his fight was not in vain.
Uriel is agile with his brand new sword, mutilating the wings and arms of his enemies, although with a helmet that is not favorable for his vision, this error was caused on purpose, he did not want to see familiar faces to divide them with his silver blade later.
Belfariel noticed his good friend, so he attached himself to him and then threw him to the ground so he could speak without being attacked. He took out his helmet and looked at it gently for a few moments
. -Uriel, my friend, you cannot continue fighting without knowing what you are facing...the true enemy here is the God that I respect so much, but no more; Come on Uriel, you have such a magnificent mind, how can you not understand that our purpose goes beyond just crouching down and making a fool of yourself in front of someone we've never seen? Uriel saw him with tears that suddenly dried
- Bel...react, you are more devoted than any angel that exists here, you are the wings of God, your charm for his aerial creations only softens his being, stop saying stupid things, turn back To me...- Belfariel looked at him furiously and before attacking him, the burning sword crossed his torso, damaging his wings and burning his body in a few seconds.
When he pulled out the sword he threw him into the air, watching his friend burn between them. Moaning and screaming in pain from the flames that consumed him, it was a horrendous sight for the archangel who, determined in his faith, put his helmet back on. The days were short for the endless fight, Heaven was exterminated as well.
The Earth was left in complete darkness, where the halos of the angels were like stars for humans. Barachiel was on Lucifer's side, chasing away his previous prayers to be faithful to his Father, completely ignoring the future of his sister and little companion.
At that moment, a rapacious stab stained his clothes with blood; on the ground he began to agonize without being able to extract the spear that was fucking him.
Then he heard a couple of familiar flutters that came to rescue his skin, a couple of moans after some caresses on his torso to close the wound next to the burning green light.
"Bara, stay calm, forgive me, I didn't see you, I confused you with someone else...
Fuck-fuck you Raphael... we-we're on opposite sides..." -he stammer painfully.
-Don't say... those things Bara, I know you, let me heal you, help us win...- In reality, the conviction of a being who did not know how to distinguish good from evil is easy to manipulate. The withered intentions of someone changeable are always modified by good talk. And so it was, perhaps if a simple coincidence of appetite had not occurred, so many disasters, so many casualties and so much conflict would not have been caused.
Michael would continue to be close to Lucifer, he would continue to see him as a good friend to be bothered by his fragile sense of humor. They would not have taken the trouble to end a war after tears and mutilations. The Hall of Glory did not shine that day, not until the conclusion of the Seraphim court was reached; lovers of self-centered conviction were bound in chains, forced to bow before their creator.
Luzbel, I condemn you to disappear from my sight, to leave your position as seraphim and to be blinded by your ancient kingdom. Now you will be any vermin, you will leave your beauty and I will replace it with horror, that those who admired you will feel terrified when they see you. I condemn you to darkness, to the darkest abyss of existence where you will remain locked up for all eternity, where your blood will never be pure again and your Your immortality implies punishment for the humans you detest so much. Get out of here, Lucifer.
And the Hall was revealed, revealing with splendor the transformation of the beautiful Lucifer, whose wings began to atrophy, his feathers fell out and his skin turned red from the burning, where his temple with small horns was hindered by quite large ones, where his beautiful eyes transform into the monstrosity of anemia, where their pupils bleed and turn that color. Where his lips begin to bleed from the fangs that accidentally crossed them, where his ears, no matter how tender they seemed, became pointed. Where your nose will begin to atrophy and your skin will become sensitive to any temperature. Then he was thrown into the flames of the abyss, along with each of the demons who had their court, just by calling their names.
6 notes · View notes