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marianna-inara-blog · 5 years
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Estar ahí, en el momento
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“A walk in nature walks the soul back home.” ~Mary Davis
Or as Greg Norman would say, “Happiness is a long walk with a putter.” 😙 So, here’s to long walks on the golf course and a very Happy Birthday to my dear friend, Sam @pixandum​!! Wishing you warmer temperatures, lots of happiness and much love!! *BIG HUGS* ~Angie 😄💕🤗
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marianna-inara-blog · 5 years
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On the edge
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marianna-inara-blog · 5 years
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Así...pasa el tiempo y cada palpitar no es una coincidencia
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marianna-inara-blog · 5 years
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Amanecer
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99°
death valley, california
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marianna-inara-blog · 5 years
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Tchaikovsky for the ❤
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marianna-inara-blog · 5 years
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Tu voz habla amorosa...
"Tu voz habla amorosa... 
Tan tierna habla que me olvido 
de que es falsa su blanda prosa.
Mi corazón desentristece.
Sí, así como la música sugiere 
lo que en la música no está, 
mi corazón nada más quiere 
que la melodía que en ti hay...
¿Amarme? ¿Quién lo creería? Habla 
con la misma voz que nada dice 
si eres una música que arrulla. 
Yo oigo, ignoro, y soy feliz.
Ni hay felicidad falsa, 
mientras dura es verdadera. 
¿Qué importa lo que la verdad exalta 
si soy feliz de esta manera?"
Fernando Pessoa
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marianna-inara-blog · 5 years
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I hope you find yourself
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marianna-inara-blog · 5 years
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Un paréntesis
Medellín, 2015
Miro hacia abajo y veo como las uñas se volvieron completamente moradas. El día es cálido y el sol se filtra por los arboles pero yo solo siento frio. Sigo caminando, oculto lo que siento, cualquier pensamiento que indique debilidad, lo empujo hacia lo mas profundo de mi mente, me digo que no vale la pena detenerse en el y sigo. Sigo caminando, pero no solo eso, sino que me sigo petrificando. Cada paso duele.
 Esa mañana el desayuno fue una manzana roja, claro que eso solo lo se yo y por eso mi mamá me llevó despreocupadamente al gimnasio, a hacer una hora de boxeo, en la que el foco de la clase es quemar calorías… que yo no tengo. Salgo de clase y debo caminar, tomar el metro y después caminar 4 km hasta mi casa. Llego a mi casa y aunque siento una necesidad de llorar enorme, no lo hago, mas bien me encierro en mi cuarto y tomo agua, para no pensar en el hambre. Tomo termos de agua pero cuando me doy cuenta que el hambre es inevitable bajo a la cocina y cojo una hoja de lechuga y un pedazo de tomate, los parto y con dificultad me como una “ensalada”. Paso el día oculta en mi pieza, escondiéndome de todo lo que pueda implicar hacerme comer más. Mis pensamientos van de planear la comida del día siguiente, hasta la de la semana siguiente y así paso los días. Mis papas se preocupan pero yo no soy muy evidente: sigo sonriendo y siempre que puedo ayudo a mi mamá en la cocina con su repostería, lo cual es solo uno de los métodos de tortura que diariamente me aplico sin consciencia.
 Pasan los días y me vuelvo fría, ya no me permito ser sensible porque entonces me desmoronaría y entonces prefiero no sentir nada. Voy a reuniones familiares y miro al vacío con una sonrisa en la cara que esta vacía. La preocupación en las caras de las personas es evidente, pero yo sigo en mi objetivo, un objetivo peligroso que realmente no tenia muy claro pero al cual me aferraba todos los días inconscientemente, como si de una misión de vida o muerte se tratara. Dejar de comer se convirtió mas que en un habito, en una prueba personal. Día a día es como si me probara a mi misma para ver que tan poco puedo comer y cuando por alguna razón termino comiendo algo mas que el día anterior, la sensación es de derrota.
 Han pasado ya dos meses y el resultado no es bonito: además de uñas moradas y débiles, el pelo caído, el frio infinito y un closet entero que parece colgarme, es evidente para todos que hay un problema… para todos menos para mi, que sigo cada día en mi lucha por ver hasta donde puedo llegar. Aunque el llanto de mi mamá y el hecho de que mi papá no pueda mirarme me duelan, estoy sumida en una lucha interna que no parece tener fin.
 Finalmente un día me permito sentir y me doy cuenta que es demasiado peligroso porque me puede llevar a la perdición. Mis amigos y amigas aunque se preocupan por mi, siento que se alejan de cierta manera, porque no debo ser agradable de mirar, creo que transmito mucho dolor. Las reuniones sociales son además causantes de gran ansiedad, porque pierdo ese control que creo poseer sobre lo que como. Un control que finalmente me acerca cada día mas al descontrol total sobre mi vida.
Paso mucho tiempo sola, pero como estoy petrificada en el tiempo, no siento dolor.
 Bajar de peso no es el único efecto de un desorden alimenticio como ya he mencionado y ningún efecto es positivo. La única satisfacción que existe es la de comer menos que el día anterior y aun así lograr ir al gimnasio para pasar el resto del día sentada en una cama y es que ese era el día a día. Realmente no hay premio para la mas flaca ni la que menos coma, ese tipo de incentivos solo existen en mi mente porque para el resto del mundo e incluso para la “yo racional” que aun intenta luchar estoy perdiendo en todo sentido. Me estoy perdiendo de fiestas, de reuniones con mi familia y de la vida en general.
 Un día por alguna razón mágica que hoy agradezco, la “yo racional” despierta un poco y se da cuenta de todo lo que esta pasando y decide dejarme sentir. No es fácil, obviamente no lo es, porque implica horas de llanto, pero por fin logro encontrar las palabras y decirle a mi mama que “quiero volver a ser yo”, una frase que cambia todo porque es el primer paso para decidir dejar atrás a esa voz, la que me reta a no comer y me felicita cuando estoy sin vida en el cuerpo.
 Podría pasar mas tiempo hablando de los hábitos que desarrollé en esos meses, de cómo pesaba las porciones y como más veces de las necesarias, escondía la comida en una servilleta y la botaba. Ese sin embargo no es el punto de esta historia.
 Ese día despierto y decido hacer algo. Después de algún tiempo yo había acudido a una nutricionista que sin ganas de desacreditarla, me mando una “dieta” y eso era lo que yo menos necesitaba en mi estado. La dieta incluía una harina al día y un te quemador de grasa y para la noche en vez de una comida, una bebida que solo tenia 40 calorías. Esto sin embargo era mas de lo que yo estaba comiendo pero no tenia todo lo que yo necesitaba y menos aun con un quemador de grasa que me hizo bajar MAS de peso. Ese día dije no mas y cogí la hoja donde estaba el plan alimenticio y la escondí en lo mas profundo de un cajón y desde entonces no la veo. La recuperación obviamente, apenas empezaba…
    La recuperación no es fácil…
 “Ser consciente es el primer paso…” Una frase que hemos oído muchas veces pero que realmente entendí cuando me enfrente a Ana, como la llaman muchos. La verdad es que si, es el primer paso y es el primero de una caminata larga y dura, donde un día uno se levanta con ganas de luchar como todo un valiente y otros simplemente esta muy cansado y se vuelve a dejar caer en esa zona de confort tan letal.
 El proceso de recuperación debería ser una etapa hermosa y de muchos aprendizajes y ahora puedo decir que es verdad, efectivamente uno aprende muchísimo sobre la vida y hay días que se siente como un gigante porque se comprende mucho sobre la realidad y esa parte es muy bonita pero no todo es color de rosas y mucho menos durante la recuperación.
 Existe aun esa voz ahí y esta enojada de que la estés confrontando tanto. Cada harina o fruta de mas que me coma en el día es para ella una razón para enojarse y empezar su lucha contra mi (la yo racional), que intento alejar la culpa después de cada comida. No es fácil y hay días de días pero al menos se empieza a notar el cambio. Lo duro es que no deja de ser una pelea, ósea que implica mucho estrés y cansancio.
 El momento en que mi vida se cruzo con Ana (esta enfermedad) fue realmente inesperado y creo que eso se puede decir de muchas de las personas que pasan por estas situaciones. “La niña a la que le va bien en el colegio, es feliz, tiene una familia súper querida…” Muchos casos son inesperados para la mayoría de la sociedad y yo me he dado cuenta en estos meses que esta puede ser precisamente una de las razones por las que estos desordenes se dan. Obviamente no es la única y mas adelante hablaré mas sobre como y donde se origino esto en mi caso. Hago esta explicación porque yo realmente nunca fui una niña mas vanidosa que las otras y realmente era casi que lo puesto, pues aunque me preocupaba mi apariencia nunca había sido un objeto de mayor atención para mi. En todo esto me pesé si mucho 3 veces y es porque era completamente necesario.
 En todo caso, la recuperación para mi era confrontarme a esa voz muchas veces al día pero no siempre era fácil y habían días en que me sentía desmotivada, pues nunca nos han mostrado como una idea atractiva el  “subir de peso” e incluso podemos ver diariamente como se promueven los estilos de vida saludables, lo cual en mi opinión no tiene nada de malo, pero cuando uno se esta intentando recuperar de un desorden alimenticio esto es un obstáculo mas.
 Un desorden alimenticio nunca es solo eso, siempre hay algo detrás o muchas cosas como en mi caso y es por eso que la recuperación no se puede tratar solo de comer mas, pues uno nunca se sentirá enteramente bien y de cierta manera seguirá haciéndose daño. Una de las muchas lecciones que me han quedado es que la mente esta en su mejor momento cuando lo que se piensa, lo que se siente y lo que se hace concuerdan. Si yo comía pero aun así estaba luchando con esa voz, mi mente no estaba del todo en paz y por eso la recuperación es agotadora.
 En todo caso yo seguía luchando cada día de la mano de mis padres, quienes fueron mi mayor apoyo y que aunque a veces se sentían también derrotados, luchaban contra su propia tristeza y frustración para ayudarme.
  “Toque fondo… creo”
 Ese día me levante pero no del todo. Algo iba a pasar y yo lo sabia porque esa noche no había dormido bien y cuando me metí a la ducha el mundo se me fue. Puedo decir con seguridad que estuve muy cerca de irme porque lo único de lo que me acuerdo es ver a mi mamá llorando y yo intentando, de manera imposible, calmarla porque ni la voz me salía ni era consciente. En un pequeño momento de lucidez le dije que llamara una ambulancia  y de ahí en adelante todo se oscureció, mas de lo que ya estaba.
 Mi papa subió del trabajo en un tiempo record después de que mi mamá lo llamara y nos fuimos directo a la clínica donde tuve que ser arrastrada en silla de ruedas porque no podía ni caminar y fue ahí cuando en el diagnostico inicial me pesaron, después de 2 meses desde que no me había pasado y no es necesario hablar de números en estos casos pero no parecía lógico ni posible lo que me dijeron en ese momento.
 Algo se rompió en mi en ese momento y sentí que eso era lo mas bajo a lo que podía llegar, estaba cansada, no quería seguir luchando conmigo misma, no quería volver a ver la cara que hacían mis padres ese día jamás en la vida.
 Al otro día yo me levante distinta, sentía que ya tenia el control, que no mas y es un poco triste tener que haber vivido algo como lo que viví ese día para abrir los ojos y mas triste aun fue darse cuenta que a las dos semanas estaba volviendo a caer en los mismo ciclos. Obviamente ya el tema de la alimentación había cambiado un poco, pero mentalmente la eterna lucha seguía y era agotadora.
 El día que todo cambio
 3 de Febrero de 2016
 Creo que además de los cumpleaños importantes esta es la fecha que recordare toda mi vida. Es el día que “volví a nacer”. No es fácil explicar como y la verdad requirió de la ayuda de un gran ser humano que puedo decir fácilmente que fue mi salvador, pero el caso es que ese mismo día me tatué la fecha porque realmente es el día que nací.
 Muchos hablan de la sensación de libertad como algo excepcional y yo soy testigo. La libertad es poder escapar de todos esos pensamientos, es darse cuenta de donde se originaron y tomar la decisión de dejarlos atrás, de dejar ese “control” atrás y empezar a vivir la vida, a salir con los papas a tomar el algo porque que mejor que tomarse un cafecito un domingo por la tarde, es poder comerse un postre con el almuerzo y después otro con la comida, es poder mirarse al espejo y amarse, es darse cuenta que la vida es mucho mas, que la vida es disfrutar con los que uno mas quiere, que entre uno mas se quiere mas lindo se ve y que la comida no es la enemiga y nunca lo ha sido.
 Ese día deje de luchar y los pensamientos de culpa jamás han vuelto. Obviamente desde ahí ha sido un proceso, pero la vida dio un giro y me escape de ese túnel sin salida para NUNCA volver, nunca mirar atrás.
 Me di cuenta que la respuesta y la solución estaban en mi y que si empezaba a tratarme con amor y cariño mi vida se iba a iluminar. Estaba en lo cierto.
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marianna-inara-blog · 5 years
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Día 1
Málaga 21/02/2019
Acá estoy, sentada, escribiendo, escuchando una música que Beethoven escribió en un momento de inspiración, motivado talvez por la nostalgia o el anhelo, no se, pero el caso es que suena a vida, a esa extraña pero a la vez familiar sensación que es tener un corazón que palpita y un cuerpo que siente. No se, uno a veces piensa cosas muy distintas cuando tiene el mar al frente y dejémoslo así… distintas.
Han pasado 10 días , 10 días en los que me he dado cuenta lo fuerte que puedo ser, pero también de lo fácil que me quiebro…pero no tengo miedo, es lo que menos siento.
El para qué de esta situación cada vez se aclara más: tómatelo con calma, deja que las cosas vayan llegando, cógele la mano al universo y déjate llevar. Escúchalo y escúchate, olvida por un rato el ruido. Respira, mira a tu alrededor, eres afortunada, escúchate! La vida no son solo casualidades, también a veces son sucesos que tienen una intención, un para qué.
Qué ciudad hermosa, llena de historias que contar y experiencias que vivir. La vida se respira acá, al lado del mar. Entra vida a mi,  dame sueños y luz para verlos.
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marianna-inara-blog · 5 years
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marianna-inara-blog · 5 years
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Non ho mai voluto essere altro che un sognatore. Non ho mai concesso attenzione a coloro che mi parlavano della vita. Sono appartenuto solo a ciò che non esiste dove io esisto e a ciò che non ho mai potuto essere.
Fernando Pessoa, Il libro dell'inquietudine: di Bernardo Soares (via lelettere)
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marianna-inara-blog · 5 years
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marianna-inara-blog · 5 years
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