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palabrasdecain · 3 months
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El aniversario
Abrió la puerta de entrada a la casa, mientras se giraba para cerrarla dejó caer el bolso y el abrigo. Despacio, ayudándose con el otro pie se quitó los zapatos de tacón. Hizo una respiración profunda al notar el frescor del suelo. Recorrió el pasillo y entró en la habitación, despacio, sin prisa se desabrochó la blusa dejándola caer sobre la cama grande; después el sostén. Se quedó desnuda de cintura hacia arriba, pensativa, con la mirada perdida.
En ningún momento notó mi presencia mientras la observaba. Conocía de memoria cada lunar, cada marca, cada pliegue de su piel.
Medio desnuda volvió al pasillo y recogió el bolso y el abrigo en el armario de la entrada. Los zapatos los llevó a la habitación, se quitó el pantalón y en tanga se dirigió a la cocina. De una botella de vino se sirvió la última copa y sola brindó por mí en el aniversario de mi muerte.
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palabrasdecain · 2 years
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DESCARADA
Otra vez me la había liado, mientras me distraía con un beso, cogía mi ropa y con un movimiento felino salía del probador dejándome allí sólo con los calzoncillos. Podía oír su risa fuera. Descorrí la cortina lo suficiente para sacar la cabeza. Con una cara de falso enfado le pedí mi ropa.
Continuaba riéndose señalando la ropa en el mostrador, a si que, sin complejos recorrí el pasillo de los probadores ante las risitas de las chicas de la tienda, hasta oí el silbidito de otra que entraba en uno de ellos.
Fuera de la tienda, sólo ella podía ir bailando por todo el centro comercial llamando la atención de toda la gente.
Sólo ella tiene esas locuras y una personalidad tan arrolladora y a la vez magnética que no puedes alejarte de ella.
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palabrasdecain · 2 years
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Winona Ryder 
Reality Bites 1994
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palabrasdecain · 2 years
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MIS PALABRAS
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Me frustré bastante cuando no conseguir entrar en la universidad para estudiar la carrera de geología. Me puse a trabajar y poco después comencé a estudiar otra carrera, en ella encontré una vocación, pero nunca pude trabajar de eso que estudié. Ahora más de veinte años después he decidido darle un vuelco a mi vida y hacer todo aquello que nunca me he atrevido.
Quiero el trabajo de mi vida y lo voy a conseguir aunque sólo lo desarrolle unos pocos años. Después de muchos años he conseguido entender porqué divago tanto de un interés a otro sin poder centrarme en nada.
Por fin he establecido mis objetivos a medio y largo plazo: conseguir la plaza para el trabajo que quiero; aprender idiomas, inglés, alemán e italiano; recuperar mi forma física; viajar y leer todo lo que pueda.
También tengo el objetivo lejano de publicar un libro, ya tengo la idea, pero me falta todo lo demás por lo que he decidido practicar escribiendo relatos cortos. Quiero postear al menos dos veces a la semana, pero me he dado cuenta lo difícil que es poder escribir, no sólo por la página en blanco sino la falta de tranquilidad necesaria. Creo que mi principal problema es que no sé organizarme y por eso nunca consigo terminar nada de lo que me propongo.
No quiero poner excusas, eso es de cobardes hay que ser responsable cada uno de sus actos tanto si lo realizas como si no. Por eso, me siento mal por incumplir mi propia palabra de escribir relatos. Así que escribo este para darme ánimos y recordarme lo importante que es la autodisciplina y cumplir con la palabra dada, aunque sea a uno mismo
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palabrasdecain · 2 years
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LA HUIDA
Los viernes del verano se habían implantado en el trabajo poder vestir con ropa casual. Él aprovechó para ir con las botas, de cuando va a la montaña; los vaqueros raídos y la camisa de cuadros, si no fuera por la oficina parecía un maderero canadiense. Nunca había ido tan informal, ese día fue el dardo de todas las bromas que se tomó con humor, incluso animaba a hacerlas sabedor que nadie era consciente de su plan.
Ese día no fue el primero en irse. Un profundo sentido de la responsabilidad le impedía irse dejando trabajo a medias. Cuando terminó apagó el ordenador y se despidió en vez de un hasta el lunes con un hasta la vista. Ningún compañero fue consciente del matiz de la despedida, los demás respondieron como cualquier otro viernes mientras seguían con sus trabajos.
Desde hace algún tiempo lleva en el maletero del coche una mochila preparada con todo lo necesario para su plan: Ropa, algunos enseres de aseo, el saco, comida y algo de dinero en metálico. Todo ello lo preparó sin levantar sospechas en casa.
Arrancó el motor, metió primera y muy despacio inició la maniobra para incorporarse a la circulación. Sin prisa se mezcló con los otros coches de la carretera. Siguió el camino que mentalmente había preparado para su huida. Manejaba el coche de forma autónoma, sin pensar en nada, ni tan siquiera en el tráfico. Cuando quiso darse cuenta el paisaje urbano había transmutado a montañas lejanas con bosques verdes en sus laderas. Recorrió la carretera que en su mapa mental le marcaba seguir. 
Llegó al punto señalado. Aparcó el coche y apagó el motor. Del maletero cogió la mochila y la cazadora, que a pesar de ser verano sabía que iba a necesita. Se aseguró de cerrar bien el coche, no lo echaría de menos, pero tampoco quería dejárselo tan fácil a quien intentara robarlo.
Aquél era un plan bien preparado, ya tenía previsto el sendero por donde iba a caminar. No era un sendero muy conocido, se podría decir que fue él quien lo hizo en travesías anteriores. La marcha no fue rápida, pero si a buen paso, quería llegar al claro donde tenía la intención de dormir. Hizo un fuego pequeño para no levantar mucho humo que llamara la atención, pero lo suficiente para calentar la comida y calentarse un poco. Era verano, pero en esa altura de montaña hacía más fresco. 
Cenó ligero, pensando en lo que había dejado atrás, en todo lo que había abandonado. No pudo evitar que el cansancio hiciera mella en él por lo que decidió no luchar contra él y se fue a dormir.
Cuando se despertó a la mañana siguiente la pequeña hoguera se había consumido y, a pesar de haber dormido en el suelo no más que unas horas, se levantó como si hubiese dormido siglos, pero sobretodo con una agradable sensación de calma y libre de toda preocupación. Apenas desayunó algo, recogió todo y tapó los restos de la hoguera. 
Retomó la marcha durante todo el día. Solo acompañado del trinar de algún pájaro lejano y el movimiento de las hojas movidas por la brisa fresca. No paró más que un par de breves momentos para comer algo o ver el verde paisaje. No tenía ninguna preocupación, sólo disfrutaba del camino y de andarlo, ya ni siguiera pensaba en el pasado. Cuando llegó el atardecer volvió a preparar una pequeña hoguera que no delatara su posición, así ser��a durante mucho tiempo, un improvisado campamento para uno. La sensación de cansancio le hacía feliz. Otra cena ligera y se abandonó al sueño.
La mañana siguiente unos tenues rayos de sol le despertaron. Se desperazó con la misma agradable sensación de haber descansado mucho y no tener preocupaciones ni ataduras. Un frugal desayuno, recoger el campamento y tapar los rescoldos de la hoguera sería su ritual matutino. Se preparó para otro intenso día caminando. Esta vez si que se tomó su tiempo para comer al borde de un barranco. Esta vez la comida fue fría quería aprovechar lo máximo posible el tiempo. 
Inició de nuevo la marcha abriendo un sendero por el que nadie había transitado. Él era el primero que lo recorría aún así sabía perfectamente donde desembocaba. Antes del atarceder llegó al final del camino que estaba abriendo, el mismo aparcamiento donde dos días antes había dejado el coche aparcado. Con desilusión de no haber sido robado o con algún cartel de abandonado abrió el maletero y tiró la mochila. Arrancó el motor y puso dirección a casa.
Nada más llegar a la puerta de entrada le embargó una sensación de cansancio, una pesadez de la que se había librado durante el fin de semana. Atravesó la puerta de entrada y su mujer le preguntó por el fin de semana con los chicos mientras se acercaba a darle un beso de bienvenida. Él mintió diciendo lo bien que se había pasado con ellos y contó falsas anécdotas que fue imaginando en el trayecto de vuelta a casa. Era mucho tiempo juntos y ella conocía perfectamente la verdad de esa excursión, aún así disimuló mostrando todo su interés. 
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