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#fundamentalismo musulmán
bocadosdefilosofia · 1 year
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«Las recientes vicisitudes del fundamentalismo musulmán confirman la vieja idea de Walter Benjamin de que “cada ascenso del fascismo da testimonio de una revolución fracasada”: el ascenso del fascismo es el fracaso de la izquierda, pero, simultáneamente, una prueba de que había un potencial revolucionario, un descontento, que la izquierda no fue capaz de movilizar. ¿Y no vale esto también para el llamado “islamo-fascismo” actual? ¿No es el auge del islamismo radical exactamente correlativo a la desaparición de la izquierda secular en los países musulmanes?».
Slavoj Žižek: Islam y modernidad. Herder, págs. 19-20. Barcelona, 2015.
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kpwx · 2 years
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Cuartetas persas, de Omar Jayam
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Comencé a leer este libro previendo encontrar en él poesía completamente piadosa, ortodoxa y llena de devoción; de esa que a cada referencia a Mahoma agrega un insistente «que la paz y las bendiciones de Dios sean con él»; una poesía severa y condenatoria con cualquier pensamiento que difiera mínimamente de los preceptos que dicta el Corán; es decir, preveía encontrar lo esperable en un musulmán de los siglos XI y XII, pero me equivoqué completamente. Esta colección de cuartetas del filósofo, matemático, astrónomo y poeta persa Omar Jayam (o Umar Jayyam, dependiendo de la transliteración) es lo más alejado al dogmatismo religioso que podía ser escrito en ese tiempo, e incluso hoy en día resulta sorprendentemente contestatario al compararlo con el fundamentalismo islámico que impera en varios países. Más que un musulmán, a ratos parece estar leyendo a un filósofo griego o romano adscrito a alguna escuela helenística, y eso sin duda asombra. Y como hay bastante por citar, mejor empiezo de una vez.
Lo impío de su poesía puede verse en varias cuartetas. Por ejemplo:
Me llaman depravado y no lo soy. Oh, santos, me acusan de violar las leyes del Corán, aunque no incurro más que en fornicación y en borracheras.
No olvidar que fueron escritas hace más de novecientos años. Dos ejemplos más:
No hables de ayunos, rezos ni mezquitas, mejor ve a la taberna y emborráchate; bebe, Jayam, que estás hecho de tierra, y con ella harán copas y tinajas.
¡No hagáis ningún ruido en la taberna! Vendamos el turbante y el Corán para comprar más vino. Y si pasamos por la escuela, que sea indiferente.
Según he estado leyendo, existen algunas corrientes islámicas que intentan interpretar estos poemas en términos esotéricos y místicos para desprenderlos de su irreligiosidad. En lo que respecta a mí, creo que son bastante claros:
He visto a un solitario en el desierto; ni musulmán ni hereje, sin riquezas, sin Dios, verdad ni ley, sin certidumbre. ¿Tiene alguien más valor en este mundo?
Como dije, a ratos Jayam parece más un filósofo helenístico que otra cosa. Véanse estos poemas marcadamente escépticos:
La cocina del mundo es solo humo. Olvídate del ser y de la nada que te inquietan y te hacen perdedor; renunciar a tener es la ganancia.
¿Para qué preocuparse por el ser? No te turbes con vanos pensamientos. Vive feliz, que nadie te ha pedido la opinión para hacer todo lo que es.
Pero más que adscribirlo a la escuela escéptica, es al epicureísmo (o quizá a la escuela cirenaica) lo que más recuerda. Un ejemplo en el que también se siente un dejo estoico:
Si quieres ser feliz, nada codicies, desátate de todo bien y mal; porque los cielos seguirán girando y es muy corta esta vida. Sé dichoso.
El hedonismo es lo que ocupa la mayoría de sus poemas. No los he contado, pero creo que no me equivoco al decir que en la mitad de las 464 cuartetas aparece el vino. Una muestra:
Cuando el vino me alegra el corazón, ya borracho presencio cien milagros, y palabras más límpidas que el agua me explican el misterio de las cosas.
Pero esta fuerte afición que lo convierte en un declarado alcohólico no se debe a un simple gusto ni a una inclinación a la vana diversión, sino a algo mucho más profundo: la tristeza por la vida misma. Lo injusto del mundo, lo efímero de la existencia, la muerte, el olvido y la incomprensión de las cosas (y en esas cosas se incluye Dios) es lo que sumerge a Jayam en un estado depresivo del que solo puede escapar (escapar olvidando, pues no hay de otra) a través del vino. Esto lo deja claro él mismo:
No bebo por placer ni por desorden, ni por faltar a la moral, no, el vino me permite vivir fuera de mí. Solo por eso bebo hasta embriagarme.
La tristeza producida por las injusticias puede verse en este sentido poema:
La rueda de los cielos, ese espejo, que solo favorece a los malvados, llena de lágrimas mi cara, y llena de sangre, como un frasco, el corazón.
Y estos a propósito de la fugacidad de la vida:
Cada uno de tus días y tus noches la vida acorta, sé feliz y alegre. Pues estarás ausente mucho tiempo mientras días y noches se sucedan.
Sé feliz, que vivir es corto viaje; el alma llorará su cuerpo ausente, y tu cabeza, sede de pasiones, el alfarero va a pisotearla.
Ya que nada será según deseamos, ¿de qué sirve esforzarse, suspirar tristemente? Nacimos ya muy tarde, y demasiado pronto es la partida.
Ver en particular esta preciosa cuarteta:
¿Por qué cantan los gallos en la aurora? Cantan para decirte que una noche acaba de salir de tu existencia, y que tú no lo sabes todavía.
Si Jayam no logra comprender el mundo, tampoco entiende a Dios. ¿Habrá algo más mortificante para un musulmán no comprender los designios de Alá? Algunos poemas:
Cuando cielos y estrellas se consuman, oh, ídolo, yo voy a sujetarte por la ropa y te haré la gran pregunta: ¿Por qué tras dar vida das la muerte?
Nos rodeas de trampas y nos dices: «Si caes en alguna, morirás». Tú las armas, y si alguien cae en ellas, lo condenas a muerte por rebelde.
Este determinismo es otro punto importante en el persa: Si Dios otorgó un plan para cada persona incluso antes de su existencia, ¿cómo podrá enfurecerse con los actos que él mismo produjo? Hay varios poemas sobre esto:
Bebo vino, y cualquiera sabe bien que a Dios nada le importa. Dios lo supo toda la eternidad, y si no bebiese, simple ignorancia fuera su presciencia.
Me hiciste agua y tierra, me tejiste con la lana o la seda, no fui yo. Si hago el bien o hago el mal es obra tuya, estoy predeterminado, no soy yo.
Cuando Dios hizo el barro de mi cuerpo, sabía todo el fruto de mi vida; por orden suya, pues, soy pecador, ¿por qué iba a arder un día en los infiernos?
Cuando ensillaron el corcel de estrellas y nacieron las Pléyades y Júpiter, el diván del destino hizo mi suerte. Siendo así, ¿de qué puedo ser culpable?
Ya que todo el mundo es simulacro, evita el ancho mar de sufrimiento; abrázate al destino, acepta el mal, lo que el pincel trazó no va a borrarse.
El siguiente poema pudo haber sido escrito por Cioran:
De ser libre y no esclavo del destino, ajeno al bien y al mal que hay en el mundo, hubiese preferido no nacer y no tener que un día morir.
Y cierto poeta nicaragüense pudo haber sido el autor de este otro:
Sin yo asentir me dieron esta vida, y mi propia existencia me sorprende; morimos sin quererlo, y sin saber el porqué de venir y de marcharnos.
¿Te recuerda alguno? Sé que sí:
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar mañana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos, y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, y no saber adónde vamos, ¡ni de dónde venimos!...
El vino, sin embargo, hace olvidar todo:
Deja de lado cuanto no es placer, bebe si escancia una beldad, mas piensa que es mejor la embriaguez, el propio olvido: un trago vale más que el universo.
Pero no se puede estar bajo sus efectos siempre, y es en esos momentos cuando reaparece la tristeza. Los poemas son verdaderamente desconsoladores:
No hay noche en que mi mente no se pasme ni me inunden las perlas de mis ojos. Vacío está el tazón de mi cabeza. Un tazón boca abajo no se llena.
Moriremos y el mundo aquí estará; no vamos a dejar fama ni huella; nada faltaba al mundo antes de mí y nada va a cambiar una vez ido.
Nunca el cielo me ha sido favorable, oyendo una voz dulce, respirando un segundo de dicha, sin hundirme muy pronto en un abismo de amarguras.
Otro particularmente melancólico:
He aventado una parte de mi vida sin conocer ningún día feliz. Ahora temo que el tiempo no me deje resarcirme de todo pasado.
Y otros cuantos más:
Nada ha ganado el mundo con mi estancia; mi partida no va a darle más gloria; mis dos orejas no han oído nunca por qué me hacen venir y luego me echan.
El cielo multiplica los dolores, se apresura a quitarnos cuando da; si los que han de venir eso supieran, se guardarían mucho de nacer.
¿No es triste? Llega incluso a sugerir el suicidio:
Me siento a veces como en una jaula, con una mezcla ruin de agua y de barro, mas si pienso en romper esta prisión, tropiezo con la piedra de la Ley.
Esto ya se alargó mucho, así que dejaré unos cuantos más y me voy.
La luna rasga el traje de la noche. Bebe, que es un momento raro y bello; la misma luna seguirá alumbrando, mucho después de irnos, esta tierra.
Del camino más largo, ��quién ha vuelto para darme noticias? ¡Ay, amigo! No dejes tras de ti ninguna esperanza, pues a este harén tan ruin no volverás.
Amigo, no pensemos en mañana, porque cuando salgamos de esta vieja mansión tendremos ya la misma edad que los que hace milenio se marcharon.
En los muros de Tus he visto un pájaro ante la calavera de Kay Kaus. Le decía: «Ya no oigo el tintineo de tus sortijas, ni el clarín de gloria».
Y el último:
La copa de la muerte va a embriagarte, te harán caer las vueltas que da el tiempo, pero antes haz acopio en este mundo, con las manos vacías no te vayas.
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jgmail · 2 years
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Los intereses y valores que defienden Rusia y la Anti-Rusia
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Por Alexander Dugin
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
 La importancia global del conflicto en Ucrania
 El destino del mundo se está decidiendo en Ucrania y no se trata de una simple lucha entre dos potencias que están repartiéndose los restos que quedan, sino de un punto de inflexión que cambiará la historia misma.
 Normalmente, se tiende a desligar los intereses de los valores, pues los primeros tienen que ver con el equilibrio político y geopolítico, mientras que los segundos hacen parte de los ideales defendidos por una civilización. No obstante, no existen conflictos militares donde ambas dimensiones se vean entrelazadas por lo que los valores muchas veces vienen acompañados de la necesidad de cumplir ciertos objetivos pragmáticos. Ahora bien, en esta guerra contra Ucrania tanto los intereses como los valores por los que lucha Rusia atañen a todos los habitantes del planeta y eso es lo que nos lleva a sostener que no se trata de un mero conflicto local.
 Ucrania ha fracasado en su intento de crear un Estado-nación
 ¿Qué es Ucrania? Un Estado-nación que (presumiblemente) tiene intereses racionales y defiende unos valores e ideales. Ucrania tuvo la oportunidad de convertirse en un Estado-nación justo después del colapso de la URSS, pero tuvo que enfrentarse al hecho de que jamás había existido como Estado independiente. Fue por esa razón que tuvo que dar los primeros pasos para crear su propia identidad. Sin embargo, en su territorio habitaban dos pueblos muy distintos: uno occidental y otro oriental. El primero se considera así mismo como una etnia independiente, mientras que el segundo hacia parte del mundo ruso y se había separado de este de forma arbitraria. La única forma en que podía construirse un Estado-nación ucraniano era que ambas mitades llegaran a un acuerdo entre ellas, pero el nacionalismo ucraniano llegó al poder durante la revolución naranja de 2004-2005, momento en que la parte occidental de Ucrania decidió deponer al candidato presidencial de la parte oriental.
 Fue a partir de ese momento que la geopolítica o la Gran Guerra de los Continentes comenzó a actuar. Occidente vio que la independencia (accidental) de Ucrania era la oportunidad perfecta para crear un enclave antirruso en este territorio y de ese modo contener el probable resurgimiento de Rusia después de la disolución de la URSS, ya que este renacimiento de Rusia era inevitable y Occidente debía preparase para cuando eso sucediera. Occidente apoyó a las fuerzas que existían en Ucrania occidental, financiando su autonomía cultural en contra de la otra mitad de Ucrania que era prorrusa.
 La génesis geopolítica del nazismo ucraniano
 Fue a partir de este momento que surgió la idea de que la identidad de la Ucrania occidental se convirtiera en la identidad de toda Ucrania. Pero para conseguir esto se debía, en el peor de los casos, llevar a cabo un genocidio de la parte oriental de Ucrania. Con tal de acelerar la formación de una nación ucraniana que jamás había existido, Occidente decidió tomar medidas extremas y por eso financió toda clase de proyectos con tal de crear una “única nación” de la cual fueran suprimidos cualquier clase de sentimientos prorrusos que todavía existieran en el Este de Ucrania y tomaron la decisión de recurrir a la ideología nazi. No es la primera vez que Occidente recurre a tales tácticas, pues ya durante la Guerra Fría habían financiado en el mundo islámico a toda clase de fuerzas antisoviéticas (y luego antirrusas) como el fundamentalismo musulmán (de Al Qaeda e ISIS) al que dieron dinero y armas.
 El nazismo ucraniano no sólo fue un partido y un movimiento extremista atípico reducido a fantasías individualistas, sino que era antes que nada una ideología alimentada por Occidente a lo largo de toda la década de 1990. Occidente perseguía el nazismo en sus países, pero los liberales más radicales (Soros, Bernard-Henri Levy, etc.) co-fraternizaban abiertamente con el nazismo ucraniano. Occidente consideraba que la nazificación de Ucrania permitiría la creación de una Anti-Rusia que le sería útil: la preservación de una sociedad democrática en Ucrania, que tuviera en cuenta al Este de ese país, no permitiría la aparición de semejante proyecto (o al menos lo retrasaba).
 Sin embargo, la reunificación de Rusia con Crimea y el levantamiento prorruso del Donbass prorruso alteró esta ecuación. La Primavera Rusa intentó dividir a Ucrania en dos mitades, pero este proyecto fue desechado por varias razones.
 El nacimiento del nazismo ucraniano
 El ascenso del nazismo prooccidental ucraniano tuvo varias etapas. La primera de ellas fue el nacimiento de partidos nacionalistas durante la década de 1990 cuando una gran cantidad de propaganda rusofóbica terminó por influir fuertemente en la juventud. Esta identidad ucraniana tenía dos caras:
 ·         Una que coqueteaba alegremente con Occidente,
·         Y otra que odiaba a Rusia rescatando a personajes como Bandera y Shukhevich.
 Este nacionalismo ucraniano terminó por estallar durante la revolución naranja del 2004-2005, cuando la mitad Occidental de Ucrania se rebeló contra el triunfo del candidato presidencial de Ucrania Oriental. Yushchenko, el candidato de la mitad occidental, llegó al poder gracias al apoyo de las fuerzas nacionalistas y liberales, pero su gobierno fue un completo fracaso, y fue sustituido por el candidato prorruso: Yanukovich. No obstante, durante este período continuó difundiéndose el nazismo y Occidente siguió intentando crear una Anti-Rusia.
 La alianza entre el nazismo y el liberalismo
 El punto de inflexión más importante se produjo durante el Maidan que aconteció en el año 2013-1014, momento cuando Occidente apoyó abiertamente al nazismo ucraniano y financió el golpe de Estado que llevó al poder a una alianza rusofoba formado por nazis y liberales. Los oligarcas liberales Poroshenko y Kolomoiski convirtieron a Ucrania en un perfecto Estado nazi al cual Occidente le exigía que siguiera al pie de la letra sus planes.
 Como resultado de todo esto, se produjo la Primavera Rusa, momento en que Rusia se reunificó con Crimea y se levantaron las regiones prorrusas del Este de Ucrania. La Primavera Rusa esperaba dividir a Ucrania en una parte Occidental pro-europea y una Novorossia prorrusa, manifestándose así las dos identidades que existían en tal país, pero este proceso fue obstaculizado. Fue entonces cuando Kiev comenzó el proceso de ucranización del Este del país a través de un genocidio sistemático de las poblaciones no solo del Donbass (Donetsk y Lugansk), sino de toda Novorossia. Occidente no solo permitió esto, sino que lo apoyó de todas las formas en que pudo, haciendo a un lado la defensa de sus valores en nombre de sus propios intereses. Así que la geopolítica (el atlantismo) resultó mucho más importante que la defensa del liberalismo.
 Esta ideología nazi-liberal en Ucrania se convirtió en un imperativo que Occidente intentó usar a su favor, por lo que decidió bloquear en todos los medios controlados por ellos (Youtube, facebook, twitter, Instagram, Google, etc.) las voces que denunciaban esto.
 El nacimiento de una Anti-Rusia
 La sociedad ucraniana fue penetrada por toda la basura occidental: ideología de género, LGBT+, promoción más o menos irrestricta de las drogas, postmodernismo (considerado por los ucranianos como una forma de nihilismo y cinismo total), cultura de la cancelación, feminismo, wokeismo, etc. Ucrania se convirtió para el 2022 en la Anti-Rusia, aunque sus intereses nacionalistas giraban alrededor de los siguientes imperativos:
 ·         Recuperar Crimea y el Donbass
·         Adhesión a la OTAN,
·         Exterminar a toda la población del Este de Ucrania,
·         Desarrollar armas nucleares y biológicas que serían utilizadas contra Rusia,
·         Crear una ideología nazi-liberal rusofóbica que combinará el occidentalismo con el liberalismo.
 En definitiva, estos son a grandes rasgos los intereses y valores que hoy defiende Kiev. Occidente apoya totalmente a Kiev, pero no está dispuesto a iniciar una confrontación nuclear con Rusia. No obstante, Occidente ha conseguido convertir a Ucrania en una especie de Anti-Rusia que haga esto por él.
 La rusofobia como ideología del globalismo
 Resulta interesante que en medio de la operación especial rusa en Ucrania Occidente ha encontrado la manera de justificarse así mismo, pues no solo está justificando sus intereses geopolíticos sino también el nazismo ucraniano. La reciente fotografía que Bernard-Henri Levy, ideólogo del liberalismo global y ferviente partidario del Great Reset, se tomó con Maxim Marchenko, neonazi y antiguo jefe del batallón “Aidar” que ahora es el jefe de las operaciones militares en Odessa, resulta muy disiente. Podemos considerar que este hito marca el momento en que Occidente acepta que el liberalismo y el nazismo deben estar unidos contra Rusia. Quizás eso explique porque los medios de comunicación occidentales – YouTube, Facebook, Twitter, Instagram, Google, etc. – han silenciado a las voces que critican esta política y promocionan a todo aquel que odia a los rusos. Por supuesto, todos estos medios han sido declarados “organizaciones terroristas” en la Federación de Rusia y han sido prohibidos. Es así como la rusofobia sistemática se ha convertido en el mínimo común denominador que une a los nazis y los liberales.
 Por otro lado, Occidente ha lanzado una campaña propagandística que equipara a Rusia con la Alemania “nazi” y declara una cruzada en su contra. Por supuesto, los nazis antirrusos “no son realmente nazis”, y eso a pesar de que usan sus símbolos y cometen sus mismos crímenes: genocidio, ejecuciones, torturas, violaciones, tráfico de niños y de órganos, limpieza étnica, etc.
 Si Rusia quiere preservar sus propios intereses en Ucrania debe destruir por completo a la Anti-Rusia. Por el contrario, Occidente debe fortalecer todo lo que pueda esta Anti-Rusia con tal de destruir a Rusia.
 Los intereses y valores de Occidente: hegemonía, totalitarismo liberal y rusofobia
 Podemos decir que el actual conflicto que Occidente esta librando se basa en el cumplimiento de los siguientes objetivos:
 ·         Ampliar la OTAN,
·         Preservar la unipolaridad,
·         Fortalecer la globalización y convertir a la humanidad en una masa al servicio de un Gobierno Mundial (el proyecto de la Gran Reconstrucción),
·         Preservar la hegemonía de los Estados Unidos.
 Con tal de conseguir estos objetivos, Occidente intenta imponer sus valores al resto del mundo:
 ·         Liberalismo,
·         Globalismo,
·         Individualismo,
·         Supresión de toda disidencia,
·         Promoción de la ideología LGBT+, feminismo y transgénero,
·         Promoción del postmodernismo y destrucción deliberada del patrimonio cultural clásico,
·         Wokeismo o ataque a todo aquel que denuncie el liberalismo (calificados como enemigos de la sociedad abierta que cometen un delito de pensamiento),
·         Post-humanismo y digitalización de la consciencia humana (este es el proyecto de Meta, organización que ha sido declarada como terrorista por la Federación de Rusia),
·         Y nazismo rusofobo.
 La ideología nazi-liberal antirrusa ucraniana ha comenzado a penetrar en Occidente donde ahora la rusofobia es obligatoria, por lo que quienes no estén de acuerdo con ella serán perseguidos penalmente y castigados. El perro ucraniano ha comenzado a mover su cola gracias a los mimos que recibe de Washington. Ahora bien, después de que Rusia lanzara su operación militar sobre Ucrania el nazismo se ha fusionado definitivamente con el liberalismo (rusofobia total).
 Rusia defiende el mundo multipolar
 Ahora bien, ¿cuáles son los intereses defendidos por Rusia? Geopolíticamente, Rusia rechaza categóricamente el globalismo, la unipolaridad y la hegemonía occidental. Esto se traduce en la práctica en una fuerte resistencia contra la ampliación de la OTAN hacia el Este y en la condena de cualquier clase de presión sobre Rusia. Moscú desea el nacimiento de un mundo multipolar donde Rusia pueda convertirse en un polo independiente y soberano. Para llevar a cabo tal tarea cuenta con el apoyo de Pekín y varios países islámicos y latinoamericanos. La India también está tomando un camino parecido. Es muy probable que el resto de los países -incluyendo Europa y Norteamérica – terminen por aceptar este modelo y se unan a la construcción del mismo.
 Si Rusia quiere conseguir este objetivo, primero debe eliminar a la Anti-Rusia que surgió en Ucrania. Por supuesto, Occidente pretende hacer todo lo contrario y es por eso que Rusia choca directamente con él. En un principio el gobierno ruso intento solucionar este conflicto de forma pacífica, pero no funcionó y ahora hemos entrado en una confrontación militar directa. El atlantismo y el eurasianismo luchan su batalla final en Ucrania, confirmando con ello las teorías geopolíticas clásicas que han sido defendidas tanto por Mackinder como por Putin. Como dijo correctamente Brzezinski en la década de 1990 “sin Ucrania, Rusia jamás será capaz de volver a levantarse”. Los estrategas de Moscú decidieron que había llegado la hora de que Rusia renaciera y volverá a ocupar Ucrania.
 Los valores que defiende Rusia: la Tradición, el Espíritu y el Hombre
 No obstante, ¿cuáles son los valores que defiende Rusia? Occidente y Kiev luchan por la instauración de una síntesis patológica (desde el punto de vista de la politología) del liberalismo y el nazismo.
 Los globalistas liberales odian a Rusia debido a su defensa de la soberanía y su rechazo de la unipolaridad, lo cual debilita la globalización y la hegemonía occidental. Por su parte, Kiev odia a Rusia porque protege a las poblaciones del Este de Ucrania e impide de ese modo la creación de una nación ucraniana. Debido a que sus intereses coinciden, el nazismo y el liberalismo ucraniano se han unido en su odio contra Rusia y llaman al exterminio físico de todos los rusos, empezando por el presidente Putin hasta llegar a los bebés, mujeres y los ancianos, todo ello sazonado con dosis de propaganda LGBT+, defensa del matrimonio homosexual y posmodernismo: estos son los valores difundidos por una civilización que desprecia al mundo ruso.
 En cambio, Rusia defiende en primer lugar valores tradicionales como el poder, la soberanía, la fe, la familia, el ser humano y las particularidades culturales. En segundo lugar, Rusia insiste en que es necesario proteger a los rusos en Ucrania, quienes se ven amenazados por el exterminio y son víctimas de un genocidio sistemático. En tercer lugar, Rusia defiende el eurasianismo y a todos los diferentes pueblos y culturas que existen en este espacio geográfico, rechazando categóricamente el nazismo y el racismo. Además, Rusia reconoce que todos los pueblos y sociedades del mundo deben seguir su propio camino y construir su propia sociedad en tanto que esto no se haga a costa de Rusia y los pueblos que ven a Rusia como su arca de salvación. A grandes rasgos, estos son los valores que defiende Rusia en contra del nazismo y el liberalismo.
 La civilización rusa vs la civilización antirrusa
 Podemos decir que tanto los intereses como los valores de ambos polos no coinciden en absoluto y que esta lucha afecta a todos los pueblos y sociedades que existen en todo el mundo, adquiriendo una escala planetaria. Este choque entre dos sistemas (el nazi-liberalismo defendido por Occidente contra Rusia) han creado un conflicto bastante intenso, especialmente si tenemos en cuenta que Rusia afirma la creación de un mundo multipolar y la existencia de otras civilizaciones como la china, la islámica y la occidental (mientras estas no defiendan el nazismo o el globalismo liberal).
 Podríamos decir que esta operación para desnazificar a Ucrania afecta a todos los demás países y Rusia no puede tolerar ninguna clase de rusofobia en ninguna parte del mundo. Se trata de una cuestión de principios donde la civilización rusa y la antirrusa chocan por completo.
 El destino de la quinta columna rusa
 La quinta columna rusa intentó rebelarse en contra de la operación militar especial en Ucrania, pero que fue rápidamente detenida y terminó huyendo al extranjero. Ahora también la sexta columna, que había conseguido camuflarse dentro del sistema jurando lealtad a Putin, se está yendo.
 La quinta columna liberal siempre ha sido antirrusa y eso se nota desde la guerra de Chechenia. Los discursos y declaraciones de la mayoría de los liberales que componen la oposición rusa están llenos de ataques hacia Rusia. Algunos de ellos incluso se exiliaron en Estados Unidos, Europa, Israel y Kiev. Muchos de ellos huyeron a Kiev porque lo consideraban uno de los grandes bastiones de la ideología antirrusa, contribuyendo con eso al florecimiento del nazismo ucraniano. Muchos de los liberales rusos de la quinta columna se han convertido en apologistas del nazismo con los años.
 Hoy en día la quinta columna ha sido prohibida en Rusia y es perseguida sistemáticamente. De todas maneras, siguen sirviendo a Washington, la CIA, el Pentágono, la OTAN y Kiev debido a su odio hacia Rusia. Son enemigos abiertos de Rusia y en medio de la guerra todos sabemos que se debe hacer con los enemigos.
 La sexta columna esta ahora entre el yunque y el martillo
 La situación de la sexta columna es mucho más complicada y es precisamente esta la que se ha convertido en el principal problema que enfrentamos hoy, pues está formada por “liberales integrados al sistema” como lo son los oligarcas, los políticos, los burócratas y los personajes importantes de la cultura que son  en el fondo liberales, aceptando que el futuro de la humanidad es el dinero, el imperialismo del dólar, las tasas de cambio, el cosmopolitismo, la ideología LGBT+, la transexualidad, la globalización, la digitalización, etc., aunque no oponiéndose directamente a Putin.
 Sin embargo, la sexta columna ahora se encuentra en una situación difícil pues están entre el yunque y el martillo. Occidente ha impuesto toda clase de sanciones económicas en contra de la sexta columna, decomisando sus yates y casas, congelando sus cuentas bancarias y confiscando sus bienes inmuebles en Europa. El objetivo es que derroquen a Putin, pero hacer algo semejante sería un suicidio para ellos.
 Por lo tanto, la sexta columna ahora esta confundida, ya que Occidente les exige que hagan algo imposible. Su única alternativa es huir de Rusia y luchar contra Putin desde el exterior (como lo hicieron Chubais y otras conocidas figuras de la oligarquía liberal rusa) o bien apoyar la operación militar especial. En este último caso Occidente los considerará traidores y los privará de todos los bienes que tienen en el extranjero. Esto último es importante porque la ideología liberal actual es profundamente rusofóbica y se ha fusionado con el nazismo. No se puede ser nazi y al mismo tiempo luchar contra el nazismo.
 Es por eso que nuestra victoria no depende únicamente de las heroicas acciones de nuestro ejército, el éxito de nuestra planificación militar y estratégica, los suministros materiales de la operación, la gestión política y administrativa de los territorios liberados, etc. Depende antes que nada de Rusia cree su propia Idea. En definitiva, se trata de la lucha entre Rusia y el liberalismo.
 Si los liberales dentro del sistema (la sexta columna) quieren seguir siendo parte del sistema, entonces tendrán que dejar de ser liberales. El liberalismo se ha fundido con el nazismo y Rusia está hoy desnazificando Ucrania, por lo que los liberales dentro del sistema tendrán que desnazificarse, es decir, desliberalizarse también.
 La transición al patriotismo
 Muchos de los antiguos liberales de la década de 1990 ya han tenido que eligir entre los valores tradicionales representados por Rusia y el nazi-liberalismo defendido por Occidente. Aquellos que eligieron a Rusia y la Tradición pueden seguir siendo parte del sistema, los que no deben ser destruidos. Toda persona puede equivocarse, perseguir sus propios objetivos tácticos, cometer errores y disculparse por los mismos. Los liberales que se han convertido en patriotas no serán perseguidos, pero deberán pasar por una especie de ritual en donde dejen claro que han dejado atrás su antigua ideología y ahora son patriotas.
 Creo que sería un error convertir al patriotismo por la fuerza a los liberales que están dentro del sistema tal y como lo hicieron los españoles con los judíos. Se trata antes que nada de una cuestión ideológica y de consciencia, por lo que la violencia solo tendría un efecto adverso. Sin embargo, la élite de una sociedad debe estar formada por quienes representen los intereses y valores de nuestro país, especialmente ahora que nos encontramos en un momento tan delicado y libramos una guerra existencial contra un adversario tan fuerte y poderoso. Si la élite no comparte nuestros intereses y valores, entonces no puede gobernarnos.
 Los pueblos que viven tanto en Rusia como en Ucrania esperan que Moscú hable sinceramente y haga un llamamiento que toque lo más profundo del ser. Ha llegado la hora de que esta operación militar adquiere un carácter sagrado. La guerra entre Rusia y la Anti-Rusia tiene un significado global, por lo que la existencia de redes enemigas dentro de Rusia es un gran problema. Por lo tanto, en caso de que la sexta columna elija a Rusia deberán dejar de ser “liberales dentro del sistema”, ya que esto sería tan paradójico como ser “nazis dentro del sistema”. El estado actual del mundo no lo permite.
 Rusia debe convertirse en un faro de Luz
 Como hemos dicho antes, nuestra victoria depende de que Rusia se convierta en un verdadero ejemplo para el mundo, por lo que el llamado a volvernos hacia una Idea completamente rusa no es un capricho. En su momento, hasta los comunistas soviéticos, en medio de una situación muy difícil y por boca de Stalin, apelaron al pueblo ruso, a la Iglesia Ortodoxa, a la Tradición y a nuestra heroica historia. Nada impide que hagamos eso ahora. Solo los liberales dentro del sistema, que no se han dado cuenta de la gravedad de la situación, rechazan esa opción.
 Ha llegado la hora de que tanto el soldado ruso como el ciudadano que está en la retaguardia, el hijo y la madre, el sacerdote y el poeta decidan cual será el destino de la humanidad. Rusia se ha enfrascado en un combate mortal contra la Anti-Rusia y debe convertirse en una civilización de la Luz. Debemos defender nuestros intereses y valores. Y por fin brillará, en todo su esplendor y silencio, una Luz rusa que iluminará al mundo.
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teoriapoliticauab · 2 years
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YIHADISMO E ISLAMOFOBIA EN EUROPA
El Islam es actualmente la única religión que presenta un auge en el número de personas practicantes e incluso se espera que, a finales de siglo, según la PEW, sea la religión más profesada, por encima incluso del cristianismo, y pase a ser la religión con más fieles en el mundo.
Europa cuenta con un total de 24 millones de personas musulmanas (representando un 6% de la población total), siendo así el Islam la segunda religión más practicada en el continente, por debajo del cristianismo. Los países europeos con más población musulmana son: Alemania, España, Francia, Holanda, Italia, Bélgica, Austria, Suecia y Suiza. A estos países, los musulmanes no solo contribuyen a su desarrollo económico, sino también aportan diversidad étnica, social, cultural y religiosa, rompiendo así con el contexto homogéneo y singular.
Pese a esto, la integración de la comunidad musulmana en el continente Europeo sigue siendo un tema de debate en el contexto político. Además, en un contexto de crisis socioeconómica, así como del crecimiento de células terroristas yihadistas, los musulmanes pasan a estar en el foco principal, tanto por la inmigración como por la religión, dando lugar a racismo e islamofobia.
La base de este problema no solo se da por el yihadismo y por la la inmigración, sino porque la sociedad Europea ve como un imposible la integración de las personas migrantes musulmanas, ya que son sociedades muy polarizadas debido a sus contrastes políticos, ideológicos y religiosos. La falta de políticas públicas efectivas para la integración, junto con el crecimiento de movimientos populistas, xenófobos y de extrema derecha, lo complica todo aún más.
La poca cultura religiosa de la comunidad europea contribuye al odio y rechazo que presenta Europa. Se entiende el Islam como una amenaza para los valores liberales y democráticos. Edward Said explica en su obra Cubriendo el Islam que “El mercado para las representaciones de un Islam monolítico, iracundo, amenazador y conspirador es mucho más amplio, más útil y capaz de generar emociones más intensas, ya sea con el objetivo de divertir o para movilizar pasiones en contra de un nuevo demonio extranjero”.
Los medios de comunicación contribuyen a la islamofobia actual con el uso de conceptos como yihadismo, perpetuando un desconocimiento que lleva a relacionar de forma directa Islam con violencia, confrontando más aún las sociedades.
La radicalización que presentan parte de los musulmanes europeos se puede relacionar con diversos factores:
-      El factor identidad. Independientemente de si los inmigrantes están marginados o totalmente integrados en la sociedad, siempre existirá un sentimiento de ser foráneo, que les hace sentirse como ciudadanos que no tienen los mismos derechos que los no inmigrantes. Por mucho que pasen las generaciones, un hijo de migrantes siempre seguirá siento migrante.
-      Factores socioeconómicos. A veces por el simple hecho de ser migrante o hijo de migrantes, gozas de menos oportunidades que el resto, dificultando así que puedas mejorar tu situación socioeconómica. La discriminación laboral también se incluiría en este factor.
-      Factores de “Ruptura generacional”. Este término acuñado por Oliver Roy se usa para definir a aquellas personas que rompen con todo su entorno y pasan a ser fanáticos religiosos. Presentan una auto radicalización en busca de sentirse héroes para la sociedad.
-      Factor geopolítico.  Este factor va muy ligado a los ataques constantes que sufren muchos países musulmanes del mundo árabe por parte de Occidente. Este hecho da lugar a una razón de venganza.
Así pues, se observa que gran parte de la radicalización que presentan los jóvenes europeos musulmanes viene dada por una falta de integración o por las dificultades socioeconómicas que presentan, agravadas por su condición de musulmán e inmigrante en una sociedad occidental.
  Dunia Asalman Boussouf
  BIBLIOGRAFÍA
AMSTRONG, Karen, Los Orígenes del fundamentalismo en el judaísmo, el cristianismo y el Islam. La intolerancia religiosa frente al progreso, Tusquets Editores, Maio de 2004.
CASA ÁRABE, “Musulmanes en la Unión Europea: Discriminación e Islamofobia”. Percepciones sobre Discriminación e Islamofobia. Voces de Miembros de las Comunidades Musulmanas de la UE. Extractos de los Informes del Observatorio Europeo del Racismo y de la Xenofobia (EUMC) de Diciembre de 2006. Documentos de Casa Árabe, Madrid, Nº 1/2007. Disponible en: http://explotacion.mtin.gob.es/oberaxe/documentacion_descargaFichero?bibliotecaDatoId=20
Khader, B., “Los musulmanes en Europa, la contrucción de un problema”, en La búsqueda de Europa. Visiones en contraste. Madrid, BBVA, 2015. Disponible en: https://www.bbvaopenmind.com/articulos/los-musulmanes-en-europa-la-construccion-de-un-problema/
SAID, Edward W. Cubriendo el Islam. Cómo los medios de comunicación y los expertos determinan nuestra visión del resto del mundo, Barcelona, Editorial Debate, 2005, p. 79 (publicación original de 1981 y revisada en 1997). Tomado de BRAMON, Dolors, “Los fundamentos del poder en el Islam”, Revista Awraq (Casa Árabe), Nº 9, 2014, p. 16.  Ver en: http://issuu.com/casaarabe/docs/awraq_9_2014
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mente-en-orden · 3 years
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A PROPOSITO DEL FUNDAMENTALISMO DEL “FUNDAMENTO ULTIMO”
Una característica del pensamiento sectario es el hecho de asumir al 100% los postulados que cualquier ideología presente (las religiones son ideologías).
Ahora; y en ese orden de ideas, si tu “camino del dharma”, carece de un principio rector de continua revisión, cabe preguntarse:
¿Qué tiene de diferente? El fundamentalismo musulmán, el pentecostal, etc., etc. De tu “escuela budista”.
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sajaraworld · 3 years
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Dios está prófugo, solo está presente en aquellos que buscan quitarlo de su exilio, para que los ayude a sobrellevar la    soledad,  a consolarlos ante la pérdida de un ser querido, cuando la vida viene cambiada y la felicidad les está negada y, finalmente para poder sobrellevar el temor a la muerte.     A mediados de la década de 1980, las autoridades italianas trataron de arrestar a Marcinkus por su conexión con varios crímenes financieros, pero el Vaticano, como siempre,  reclamó inmunidad para el  arzobispo  para que no fuera investigado. NADA ES LINEAL EN LA VIDA DE LA IGLESIA MÁS RICA DEL MUNDO. “Robos en las villas pontificias, facturas falsas emitidas por el director de los Museos vaticanos, fraudes y otros ilícitos, fueron denunciados por el ex secretario general de la Gobernación  del Vaticano, Carlo María Viganó. El 27 de marzo de 2011, Viganó -quien fue removido   del cargo-, envió otra carta al Papa Benedicto XVI en la que denunció las 'corruptelas y privilegios' de los que fue testigo desde que asumió la Secretaría General del Gobernador, en julio de 2009. Esa última misiva fue   leída en el programa Los Intocables de la televisora privada La7.  La transmisión provocó la reacción del portavoz vaticano, Federico Lombardi, quien   amenazó con emprender acciones legales contra esa emisora, a la que acusó de presentar a la jerarquía católica 'de modo parcial y banal, exaltando evidentemente los aspectos negativos.” En otra  misiva  Viganó denunció que a la campaña de difamación orquestada en su contra se realizó a través del diario Il Giornale, propiedad del exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi, donde se lo criticaba su gestión  al frente del GOVERNATORATO  que es parte de la estructura pontificia. El prelado acusó, en particular, al director de los Museos Vaticanos, monseñor Paolo Nicolini, de difamarlo y de pretender su puesto.(Periódico Correo.mx) “Italia es un país de misterios y conspiraciones, de turbias historias en las que nunca hay la certeza de haber descubierto la verdad. Podrá añadirse al elenco de tristes sucesos, el suicidio   de un disparo en la cabeza del ex vicepresidente del hospital San Raffaele, Mario Cal, de setenta y un años de edad. El muerto  fue durante decenios el brazo derecho del sacerdote Luigi Verzé, un nonagenario empresario, muy amigo de Silvio Berlusconi y  fundador de dicho nosocomio, en el año 1969, modelo en su estructura   sanitaria y para la investigación médica. Posteriormente la FUNDACIÓN SAN RAFFAELE creció mucho, dentro y fuera de Italia, con negocios inmobiliarios y hasta agroalimentarios. Cuando se  descubrió  que existía  un agujero financiero cercano a los mil  millones de euros, acudió en su ayuda   el propio Vaticano, a pesar de que Don Verzé -así se le conoce en Italia- fue un personaje incómodo, implicado en el pasado en diversos episodios judiciales, que llegó a perder el derecho a decir misa. La Santa Sede, a través de su banco, EL INSTITUTO DE OBRAS PARA LA RELIGIÓN (IOR), inyectó capital en el grupo, al tiempo que colocaba a cuatro de sus hombres en el nuevo consejo de administración. Berlusconi conocía a Don Verzé casi desde el inicio de sus negocios inmobiliarios en Milán. Il Cavaliere donaba dinero para investigaciones del San Raffaele con la pretensión que la   vida media humana  se alarga hasta los ciento veinte años de edad.   Mario Cal no era investigado por la fiscalía, pero lo que estaba ocurriendo sin duda le afectaba porque veía tambalearse un gran proyecto vital.” (Gafnews) La relación de   algunos sacerdotes mexicanos  con el narcotráfico ha sido objeto de críticas. En su primer viaje a México, en marzo de 2012, el Papa se encontró   con un país golpeado por la violencia, con cerca de cincuenta mil  muertos tras una llamada guerra al narcotráfico que también había  tocado a la Iglesia. En algunos casos, como el de las narcolimosnas, una manera de sustentar su actividades durante  años, sobre todo en la zona Norte del país. Hablando de drogas, un país que ha sido  golpeado por la falopa,   es El  Líbano,   que alguna vez fue considerado el  edén  del Oriente Medio. Y  hoy tiene  una historia de graves conflictos entre  los  musulmanes, cristianos y drusos. La realidad tiene que ver con la ambición de Siria de anexar al Líbano y gozar de los beneficios del  OPIO Y LA MARIHUANA  que se cultiva  en el valle de la Bekaa. Según testimonios  de  quienes  visitaron el lugar observaron que los huertos de tomates, cebada y maíz, fueron reemplazados por  miles   de plantas  alucinógenas. Para preservar las plantaciones ilegales no tuvieron que disparar ni un solo tiro. Se podría decir que las fuerzas del orden se hubiesen volatilizado. Las plantas fueron recogidas en el momento justo y secadas con sumo cuidado para ser transferidas a laboratorios inaccesibles, en las cumbres de los riscos cerca de la frontera siria, donde se transforman en hachís. Buena parte de la cosecha ya ha tomado el camino de los países en los que será consumida. “ Nadie se molesta en negar la realidad. La cosecha de cannabis alcanzó   una producción como sólo se veía en los años de la guerra civil, cuando las milicias rivales se dividían el territorio y conseguían con su comercio ilegal cientos de millones de euros. A pesar del esfuerzo del ejército libanés  de terminar con  las plantaciones de marihuana y de opio, el objetivo fue alcanzado a medias, porque gran parte de las plantaciones  destruidas se han vuelto a resembrar.En este momento la marihuana libanesa es unas de las más solicitadas por su alta calidad.” Las tierras rojas del valle de la Bekaa  son las más fértiles de Medio Oriente.  Hay quién se pregunta cómo es posible que   el movimiento chiita HEZBOLLÁH que controla meticulosamente su territorio, haya permitido el desarrollo de estas cosechas ilegales en la Bekaa, uno de sus feudos. La respuesta la ha dado,  Abu Zeinab, un influyente miembro de la cúpula del Partido de Dios. Abu Zeinab admitió que el partido está al corriente del comercio de la droga, aunque se opone a él tanto desde el punto de vista religioso como político, pero es incapaz  de detenerlo. "Los habitantes de Balbeek (antiguo santuario fenicio),  son muy pobres -explicó - y, por eso, se dedican a la única cosecha que les permite tener algo de dinero. Y éste es el cultivo de la droga." (eleconomista.es) En el mundo MUSULMÁN  la vida de los portadores de la fe, ha tenido   sus bemoles, y  aún  siguen siendo dirimidos en permanentes conflictos internos. El primo y yerno del profeta Mahoma Alí, fue  asesinado por los jariyíes en el año 661. Los JARIYÍES  es  una de las tres ramas teológicas principales del islam, junto a la de los chiíes (“partido de Alí”), y los suníes (“pueblo del ejemplo de Mahoma y de la comunidad.”) Los jariyíes pensaban que la dignidad califal emanaba de la comunidad, que debía  elegir libremente al más digno "aunque sea un esclavo negro."Hoy quedan poco jariyíes.    HINDÚES Y MUSULMANES en India y Pakistán, están enfrentados por  Cachemira (territorio que se halla en el subcontinente indio.)   También se enfrentaron por Sri Lanka (la antigua Ceylán.)   Hubo  persecución de hindúes en países islámicos como Afganistán y Bangladesh. En Bangladesh,  los musulmanes bengalíes se enfrentaron a las tribus rurales budistas en la frontera con India. Conflictos entre musulmanes y budistas se produjeron en   Birmania. Y  entre la mayoría budista y la minoría musulmana cham (etnia.) En Tailandia  la mayoría son budista y musulmanes del sur. En Indonesia, los musulmanes han perseguido a la minoría budista de origen chino.   En Afganistán  la destrucción de las estatuas de Buda por parte del régimen talibán    provocó gran indignación en los países budistas.   Hubo invasión China al Tíbet y persecución del budismo tibetano. Pogromos contra chinos (muchos de ellos budistas) por parte de musulmanes en Indonesia. La minoría de paganos kalash en Pakistán también ha  sufrido violenta persecución. "Se cree que los kalash tengan origen griego, que llegaron a esta región con Alejandro Magno. Y que, después,    se refugiaron en los casi inaccesibles valles que siglos después los árabes llamaron Kafiristán (palabra mixta árabe-irania que significa ‘país de los paganos’.)” Conflicto en Somalia entre facciones de musulmanas y cristianas apoyados por el gobierno cristiano de Etiopía y el gobierno islámico de Eritrea, respectivamente. En Sudán  guerra entre los árabes musulmanes del Norte y los negros cristianos y animistas del Sur. En Nigeria el enfrentamiento entre musulmanes del Norte y cristianos del sur.  En Chipre el conflicto entre cristianos griegos y musulmanes turcos.  En Egipto enfrentamientos entre musulmanes y la minoría cristiana de coptos.  El conflicto entre los musulmanes bosnios y los cristianos serbios y croatas de la ex Yugoslavia. La guerra de Chechenia tiene sus raíces en el diferendo histórico ruso checheno. El interés ruso por dominar la región del Cáucaso ha chocado desde hace más de dos siglos con el deseo de los chechenos de tener una nación independiente La religión musulmana ha unido a los chechenos desde siempre como un elemento que los diferencia de los rusos. En la actualidad el fundamentalismo islámico ha  tomado fuerza entre los separatistas. Ante el poderío militar ruso los insurgentes han optado por la táctica terrorista. (Continuará)
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kiro-anarka · 4 years
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Hace apenas cuatro meses, antes de que la pandemia y sus consecuencias lo ocupasen y englobasen todo, ya vivíamos uno de los momentos históricos más convulsos y violentos: decenas de países aplacaban sin contemplaciones revueltas de su ciudadanía descontenta, los efectos de la crisis climática se hacían acuciantes, el auge de la extrema derecha se materializaba en cada vez gobiernos y parlamentos más autoritarios y el terrorismo yihadista seguía expandiéndose.
Paradójicamente, la extrema derecha y el yihadismo se presentan y, a menudo así son descritos en los medios de comunicación, como fenómenos contrarios. Los partidos y líderes neofascistas se promocionan como antítesis y antídoto del fundamentalismo islamista, cuando son las manifestaciones más evidentes de la ola involucionista que vive el mundo. Ambas propuestas comparten  lecturas reaccionarias de las religiones en las que se sustentan, se alimentan del descontento popular, de la incertidumbre dominante en nuestro tiempo, de la precariedad, de una melancolía por un supuesto pasado heroico al que habría que volver…  Y, sobre todo, son dos fenómenos que se retroalimentan: cuanto más crece uno, más lo hace el otro, aumentando la polarización de nuestras sociedades.
Sobre esta íntima relación entre la extrema derecha y el yihadismo conversamos con Moussa Bourekba, investigador francés del think tank CIDOB (Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona) y profesor asociado de la Universidad Ramon Llull, de la misma ciudad. Experto en los procesos de radicalización, en el extremismo violento en Europa y en el Norte de África, así como en Islam en los países occidentales, es una de las voces más autorizadas para desentrañar este interesado binomio.
¿Por qué la opinión pública generalista sigue percibiendo la extrema derecha y el yihadismo como fenómenos contrarios cuando son fenómenos simbióticos que responden a la misma lógica involucionista?
Porque la lectura que se hace es como si de una guerra se tratase. La extrema derecha violenta sostiene, según una lectura huntingtoniana del mundo [la que dio lugar a la teoría del Choque de Civilizaciones], que Occidente está en guerra contra el Islam. Los yihadistas responden que, efectivamente, Occidente ha declarado la guerra a esta religión y que toca defenderse. Y ambos coinciden en presentar ambos bloques como homogéneos.
En 2015 tienen lugar los atentados de Charlie Hebdo, el 7 de enero, y de París, el 13 de noviembre. Para entonces, la sociedad francesa ya estaba muy polarizada y una parte de la extrema derecha no violenta, que se identifica con Marine Le Pen, explicó estos atentados como la prueba definitiva de la naturaleza violenta del Islam y de su proyecto de conquista e islamización de Occidente. Por su parte, el yihadismo defiende la idea de que Occidente declaró la guerra a los musulmanes a través de la injerencia en Libia, Irak, Palestina, Afganistán y, como la extrema derecha, sostiene que musulmanes y occidentales no pueden convivir.
La extrema derecha violenta considera que el pueblo blanco constituye una entidad homogénea en vía de extinción, por lo que toca salvaguardarla. Y los yihadistas que un musulmán no puede vivir en una tierra donde no rige la ley islámica. Al final, la extrema derecha violenta y el yihadismo comparten una misma cosmovisión en la que oponen dos bloques monolíticos.
Ha hablado de la extrema derecha no violenta, pero la violenta ya comete más atentados en el mundo que el yihadismo, aunque su número de víctimas sigue siendo menor. ¿Qué métodos comparten estos dos movimientos terroristas?
Hay un aumento espectacular de atentados de la extrema derecha desde 2015, precisamente cuando la organización Estado Islámico lanzó su campaña internacional de atentados. Hay una similitud sorprendente en las técnicas de propaganda que utilizan ambos para el reclutamiento. Al igual que las organizaciones yihadistas, la extrema derecha violenta también recluta por las redes sociales, así como en foros y plataformas de videojuegos.
También comparten códigos de comunicación: apología de la violencia, convertir en héroes a los que se ‘sacrifican’ para cometer atentados… Incluso hemos visto materiales de la extrema derecha violenta que muestran a yihadistas, por ejemplo, para aprender a elaborar TATP, la sustancia que iban a utilizar los terroristas de Ripoll y Barcelona. O declaraciones en las que dicen seguir como ejemplo a los yihadistas porque comunican y reclutan bien, porque no tienen miedo a la muerte y porque hay un tema de masculinidad tremendo: entienden que castigan como ha de castigarse a las mujeres, que las devuelven a su sitio natural, a los roles tradicionales y nada de feminazis ni igualdad de género…
Ahora estoy investigando si el escenario ucraniano será para la extrema derecha violenta lo que fue y sigue siendo Afganistán o Siria para los yihadistas. Es decir, un escenario de guerra en el que tenemos a los llamados combatientes extranjeros: en este caso, muchos neonazis de países europeos que se han unido a la lucha en Ucrania, lo que significa que saben manejar armamento, producir explosivos…
Y también estamos viendo una transnacionalización de los grupos de extrema derecha, cuando tradicionalmente eran muy nacionales. El ejemplo es el atentado de marzo de 2019 en Nueva Zelanda, en el que un señor de Australia atentó en nombre de un manifiesto inspirado por un escritor francés. Ya no podemos entender la extrema derecha violenta en términos nacionales.  
¿Qué semejanzas encuentra en el uso que hacen estos grupos de las redes sociales?
Es preocupante porque estamos viendo con la extrema derecha violenta lo que ocurría con el yihadismo hasta 2015-2016, momento en el que las plataformas de redes sociales y los proveedores de Internet empezaron a preocuparse por la divulgación de su propaganda. Es decir, en la actualidad, la extrema derecha está siguiendo las lógicas algorítmicas por las que te puedes radicalizar mirando vídeos de Youtube. Si pones en su buscador “La gran sustitución” [la teoría del escritor ultraderechista Renaud Camus] es muy probable que en cinco vídeos estés viendo llamadas a masacrar a los no blancos.
Luego están sus propios códigos, por ejemplo, los memes de The Frog: recurrir al humor para reclutar a gente. Y también el reclutamiento presencial, en protestas como las que se están dando ahora del movimiento White Lives Matter como repulsa al de Black Lives Matter, o las manifestaciones contra los refugiados… Una táctica que no puede darse en el caso del yihadismo porque no hay manifestaciones a favor de Bin Laden convocadas con el consentimiento de las autoridades.
¿Y el yihadismo está copiando algo de la extrema derecha violenta?
No lo sé, pero es cierto que, aunque la extrema derecha violenta es más antigua, en términos de experiencia sobre el terreno, de lucha de guerrilla, de sobrevivir en condiciones duras, tiene que aprenderlo todo del yihadismo. De hecho, en muchos foros online donde se juntan neonazis encuentras documentos del yihadismo, como el de referencia Gestión del salvajismo, en el que se da pautas de cómo intervenir en lugares donde el Estado está ausente o por qué usar las decapitaciones. Es fascinante ver a gente de extrema derecha decir que hay que inspirarse en esa gente a la que detestan y odian profundamente.
Si bien es cierto que la extrema derecha violenta no tiene tanta experiencia militar, es cierto que en los últimos años ha aumentado mucho su presencia en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Francia, de Alemania, y parece que ahora también en España. Esto significa que tenemos a gente con formación militar y policial que, llegado el caso, podrían organizarse en grupos paramilitares de extrema derecha. ¿Cómo ha sido este fenómeno en Francia?
Es difícil de cuantificar, pero hay encuestas y sondeos que reflejaban que más de la mitad de los policías franceses votan por la extrema derecha. Es habitual que se desmantelen grupos en Facebook de agentes que llaman a masacrar a los árabes. En Estados Unidos hemos visto que soldados, a su retorno de Irak o Afganistán, se unían a grupos de extrema derecha violenta, y ahora lo estamos viendo en Francia.
El año pasado se desmanteló una célula terrorista con veteranos militares y policías que planeaban atentar en Francia. Y en Alemania parte de la extrema derecha violenta creó una lista de personalidades públicas que matar para la que fue necesaria la colaboración de policías. Es un fenómeno muy preocupante porque son personas familiarizadas con técnicas de combate o incluso que han podido estar destinados en escenarios bélicos. Frente a la preocupación que hay por los combatientes extranjeros que retornan de Irak o Siria, no hay una atención equivalente a cómo miembros de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado pueden estar amenazando nuestra seguridad. 
De hecho, Francia lleva desde 2015 combatiendo el yihadismo en el Sahel con la operación Barkhane. ¿Se está atendiendo a qué pasa con estos soldados cuando vuelven? ¿Si pueden haberse radicalizado y unirse a grupos de extrema derecha violenta?
No es un tema que se está abordando. Pero es más. Hay combatientes franceses que se unieron a los kurdos en el conflicto sirio, que han retornado y que no han tenido que pasar un examen psicológico, ni han sido juzgados ni han tenido que dar explicaciones. Recuerdo el caso de un joven que contó ante las cámaras en prime time que había sido francotirador durante dos años con los kurdos, que echaba de menos su arma porque era adictivo lo que hacía… Y no parece que se hayan tomado medidas para juzgarlo o encarcelarlo.
Hemos hablado sobre los factores que tienen en común ambos fenómenos. En el caso de sus públicos objetivos, de los colectivos que reclutar, ¿tienen algo en común también?
Estoy muy de acuerdo con el profesor de Psicología José María Rodríguez cuando sostiene que “hay tres tipos de mentiras: las grandes, las pequeñas y los perfiles de radicalizados”.
En el caso de la extrema derecha violenta no tengo conocimiento de estudios que demuestren que existe un perfil de radicalizado de extrema derecha. Se trata, en general, de hombres jóvenes, blancos, que enganchan con la narrativa de que el pueblo blanco está amenazado por la extinción, por las olas migratorias, por la presencia musulmana y por los atentados terroristas.
En el caso del yihadismo, en Francia hubo un estudio en el que se analizaba el perfil de 137 personas que se fueron a combatir a Siria e Irak. Revelaba que no se diferencian mucho del perfil de los detenidos por delincuencia o crimen en Francia: pobres, que proceden de suburbios, cuyas familias son de origen magrebí, que han vivido con un sentimiento de humillación y frustración…
¿Qué políticas está desarrollando el Gobierno francés para frenar ambos fenómenos?.
En cuanto a los yihadistas, desde 2014 se han adoptado cuatro planes de lucha antiterrorista, que han pasado de un paradigma centrado en las medidas represivas a otro más preventivo que consiste en: actuar antes de que la amenaza aparezca.
El problema es que el Estado francés tiene un carácter extremadamente centralizado, cuando sabemos que este tipo de políticas son mucho más eficaces si se desarrollan a escala local. En cuanto a la amenaza de la extrema derecha, ni Francia ni la mayoría de los países europeos están dándole la prioridad política y securitaria que merece.
En 2016, le preguntaron a Patrick Calvar, número uno de la Dirección General de la Seguridad Interior (el CNI francés) por la mayor amenaza a la que se enfrentaba Francia. No contestó el yihadismo, sino el peligro de que estallase una guerra civil por la retroalimentación constante entre el yihadismo y la extrema derecha violenta. Advirtió de la expansión de la esta última en un país donde hay campamentos de verano en los que te puedes formar militarmente. Las autoridades son conscientes de esto,  pero es como si estuviésemos ciegos ante algo tan gordo.
Cuando la extrema derecha violenta comete atentados en Francia, Reino Unido o Canadá, se habla de desequilibrados, de locura transitoria y problemas psiquiátricos. El año pasado, un hombre intentó incendiar la mezquita de Bayona para matar a quienes estaban en su interior y disparó a dos personas. Lo trataron como un desequilibrado y no hubo reacción gubernamental. El verano pasado, un imam muy famoso y seguido en Francia fue acribillado con cuatro disparos ante su mezquita y tampoco hubo respuesta oficial. Esto sería impensable si hubiese sido un rabino o un cura.
Me preocupa que se suela politizar la violencia, a veces apolítica, de algunos individuos porque son musulmanes, mientras se despolitiza otros actos de violencia claramente política cometida por individuos blancos. Es un problema ante el que hay que reflexionar.
Ambos fenómenos también comparten en su origen un conflicto con el concepto de la libertad. En el caso de la extrema derecha, se aprovecha de que la libertad, como pilar fundamental de nuestras sociedades, ha desembocado en parte de la población en la incertidumbre de no saber qué significa realmente frente a una especie de dictadura de los mercados y de la precariedad. Un contexto que ha desembocado en una tendencia a la frustración por no cubrir las expectativas de unas vidas en las que se nos vendía que todo lo que deseáramos era posible. En el caso del yihadismo, la libertad se plantea como un concepto occidental que degenera las sociedades. Y al mismo tiempo, que en los países europeos la libertad está restringida a los blancos, mientras los musulmanes son oprimidos económica, social y religiosamente. ¿Cómo podría revertirse esas lecturas conflictivas de la libertad?
Es una pregunta eminentemente filosófica. El uso de la libertad es bastante distinto según el tipo de extremismo violento. En el de las extrema derecha violenta y no violenta, me preocupa que nos hayamos acogido al pretexto de la libertad de pensamiento y del pluralismo para mover las fronteras de lo aceptable. Es decir, hace diez o veinte años no creo que fuese aceptable tener un discurso supremacista blanco. Es preocupante que ahora lo sea. El proceso de presentar esta deriva ideológica como aceptable ha sido sencillo en Europa. Aquí cada vez se habla menos de inmigrantes bengalíes, pakistaníes, turcos o argelinos, y más de musulmanes. La extrema derecha se acogió a esta excusa de la libertad para decir “nosotros no somos racistas porque no tenemos problema con su origen o color de piel, sino que su religión y sus valores son incompatibles con los nuestros”. Así, la extrema derecha ha conseguido que puedas tener un discurso, aceptable para la ley, racista y lleno de odio porque ha trasladado el conflicto del ellos versus nosotros al terreno de los valores.
«La extrema derecha ha conseguido que puedas tener un discurso, aceptable para la ley, racista y lleno de odio porque ha trasladado el conflicto del ellos versus nosotros al terreno de los valores»
La mejor demostración de este giro del discurso islamófobo es que la inmensa mayoría de las víctimas son las mujeres, porque llevan el velo y, por tanto, son más visibles, porque el velo ‘constituye una separación entre hombres y mujeres’… La extrema derecha violenta defiende que hay que luchar contra lo políticamente correcto y el ‘buen pensamiento’ que, según ellos, es la fachada más visible de una conspiración de los gobiernos y las élites corruptas que nos están escondiendo la verdad. Cosas como que en las hospitales materno-infantiles nacen diez musulmanes frente a un blanco.
En el caso del yihadismo, el concepto de libertad es muy interesante porque por una parte sostiene que es occidental, pero, por otro, que la libertad no es eso, sino que se recupera cuando te sometes a su ideología. Durante años hemos pensado que las mujeres que se fueron a Siria e Irak eran víctimas de esta ideología, una lectura profundamente machista porque se basa en que las mujeres no tienen autonomía intelectual. Sin embargo, hemos visto que algunas de ellas aprueban completamente una separación estricta entre hombres y mujeres, de tareas asignadas según el género, y que rechazan el modelo occidental de igualdad. Los recientes estudios sobre las motivaciones de esta mujeres revelan que fueron seducidas por un discurso que denuncia la falsa libertad occidental y que organizaciones como Estado Islámico les ofrecen una verdadera emancipación, concebida como el retorno a los roles tradicionales de hombres y mujeres.
Para revertir esta lectura de la libertad, en el caso de la extrema derecha tenemos que pensar en los límites de lo aceptable. ¿A qué nos da derecho la libertad? Dos de las personas que figuran en el manifiesto al que se acogió Brenton Tarrant, el autor de la matanza de Nueva Zelanda, Eric Zemmour y Renaud Camus, están diariamente en los medios de comunicación franceses. Esta gente que promociona una dicotomía entre el ellos versus nosotros, que denuncian la llamada gran sustitución, ¿hasta qué punto se les puede dejar seguir sembrando la semilla del odio?
En el caso de la organización Estado Islámico, para revertir este concepto de libertad hay que enseñar lo que hacen en el día a día. Y ahí te metes en un campo, muy extenso y aún verde, que es el de las contranarrativas y narrativas alternativas. Es decir, dentro del mito del Estado Islámico ¿qué hay realmente? Así encontrarán cosas que les lleven a plantearse su concepción de libertad.
¿Cree que es posible la desradicalización?
Me cuesta pensar que tengamos la solución para hacer cambiar unas profundas convicciones ideológicas de una persona que cree en la extrema derecha violenta o en el yihadismo. La inmensa mayoría de las experiencias que se presentan como exitosas no cuentan con evidencias científicas. La radicalización engloba dos conceptos: adoptar una ideología radical y actuar de forma violenta. Una cosa es que alguien pueda pensar que el Califato es la mejor forma de vivir y que lo que hace Estado Islámico en Irak es legítimo. Otra es que se vaya allí a luchar o que haga promoción de esas ideas. Creo que tenemos más posibilidades de hacer que renuncien al uso de la violencia que de desradicalizarlos.
En Alemania existe la política de llevar exneonazis a las escuelas y a las cárceles para hablar con grupos ya radicalizados. Y se ve que funciona. En Dinamarca, muchos daneses se fueron de la ciudad de Aarhus a combatir en Siria o Irak. Algunos de ellos volvieron traumatizados porque vieron que los yihadistas eran violentos, racistas, porque no defendían a sus hermanos sirios de los ataques de Assad… Volvieron y lo que las autoridades les dijeron fue que tenían derecho a soñar con el Califato, a considerar que la sharia es el mejor modo de gobernanza, pero que estaban en Dinamarca y que allí no podían emplear la violencia. Desarrollaron programas de acompañamiento psicológico, económico y social para reinsertarles en la sociedad.
Creo que se puede conseguir desactivar las ganas de pasar al acto violento, pero no una ideología profundamente anclada en la mente de un individuo.
En una entrevista que le hice a José Luis Gordillo, profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad de Barcelona, cuestionaba que hubiera formaciones dirigidas a prevenir la radicalización porque  “¿cómo previenes la radicalización sin controlar la ideología de la gente?”. Considera que son propuestas liberticidas. ¿Qué opina usted?
En los cursos en los que yo participo lo que intento es que se entienda la ideología, que no es un factor determinante para la radicalización, pero que sirve para entender el fenómeno. También es fundamental distinguir la radicalización cognitiva, el hecho de adoptar ideas radicales, de la radicalización conductual, es decir adoptar un comportamiento violento. La ley condena sólo el segundo tipo de radicalización, y esto es clave para evitar lo que llamas “propuestas liberticidas”. Primero hay que entender por qué la gente se radicaliza: la ideología sólo es uno de los posibles motivos. En segundo lugar, hay que recordar que la adopción de ideas radicales no lleva automáticamente a la adopción de un comportamiento violento.  Ha habido una explosión de cursos sobre la radicalización en la que no siempre intervienen expertos con las titulaciones adecuadas. A veces, llegan al extremo de dar a entender que la radicalización nace de una práctica demasiado intensa del Islam. Dan una serie de indicadores, supuestamente para detectar la radicalización, que no se sustentan en ningún tipo de evidencia científica.
«Existe un verdadero negocio de la radicalización«
Como el protocolo catalán contra la radicalización que establecía como un indicio que un niño dejase de beber Coca-Cola…
Exacto. O que deje de ir a clase el viernes para rezar, o que las mujeres se tapen un poco más que antes, o que dejen de ir al cine o de escuchar música. Existe un verdadero negocio de la radicalización, del que se aprovechan decenas de consultorías y asociaciones y hay que ser consciente de esta realidad. En realidad lo que buscan es detectar la radicalización y no prevenirla, como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que lo que querrían sería un kit en el que se les dijese A más B igual a radical.
Pero se trata de un proceso fundamentalmente íntimo, que pasa en la mente de una persona y que no sigue un patrón inamovible de explicaciones.
Para prevenir la radicalización tenemos que conocer las ideologías para entender por qué atraen a gente de tan distintos perfiles. La cuestión no es saber cuánto conocía del Corán tal terrorista de Ripoll, sino por qué el discurso de que los españoles son unos infieles que hay que matar ha tenido resonancia en esta persona. Si ha sido solo fruto de la manipulación del imán, o porque vive en un contexto social que le lleva a creer que hay una guerra global, en la que tiene que defender a los hermanos sirios, a los que no conoce y cuya lengua no habla, de sus vecinos, a los que sí conoce.
Es un proceso tan complejo que merece más la pena explicar a la gente que trabaja en el terreno y a los políticos lo que no es radicalización antes de cómo prevenirla. Con eso estaría un 80% del trabajo hecho.  
Ha explicado que la mayoría de las personas que sufren ataques islamófobos son mujeres, entre otras cuestiones porque son más visibles por el velo. Siendo francés, ¿qué opinión tiene sobre el debate entre laicismo, el velo u otros símbolos religiosos como la cruz cristiana o el velo de las monjas?
La laïcité, es decir, el respeto por la ley es lo que los musulmanes quieren. Los que no están contentos son los que quieren cambiar la ley, que no dice que haya que guardar los símbolos religiosos en el ámbito privado, sino que no tienen cabida en el espacio en el que se expresa la fuerza pública. Por la calle puedo llevar una cruz o a ponerme lo que sea. Otra cosa es que sea diputado o que represente al Estado siendo alcalde, doctor en un hospital público… Como explicaba Raphaël Liogier en su magnífico libro El mito de la islamización. Ensayo sobre una obsesión colectiva, la laïcité es “como el castillo de Versalles, un patrimonio del que los franceses se sienten orgullosos pero en el que ya no vivimos”.
Se ha pasado de una concepción extremadamente práctica del laicismo, por la que no se hacía ninguna distinción entre nadie, a la “laïcarde”, como se llama en francés: una visión muy restrictiva que intenta borrar cualquier símbolo del religioso del espacio público en general. Y eso es liberticida.
El objetivo de la laicidad era la igualdad, que todo el mundo pudiera pensar e interactuar independientemente de su fe. Pero si lo que hacemos es restringir el derecho en nombre de la emancipación y la libertad, lo que estamos haciendo es dictaminar una cierta concepción de la libertad.  
Para mí, el laicismo es dejar que una mujer lleve lo que quiera, la ley no tiene que imponer nada en ese sentido. No hay nadie más laico ahora que el Frente Nacional, un partido de tradición católica que ha trasladado el discurso racista del color de piel o de la raza a un tema religioso. Han convertido el laicismo es una nueva herramienta para recordar que no todos somos iguales y que hay un problema de incompatibilidad entre un grupo de la población: los musulmanes y la mayoría.
Hay otro factor fundamental en el origen y motor del yihadismo y la extrema derecha: el miedo. Ese miedo a la incertidumbre, pero también al otro, al subalterno, a ese enemigo que se ha construido el uno del otro. ¿Dónde está el origen de ese miedo recíproco? ¿Cómo combatirlo? ¿Qué miedos comparten ambos procesos?
Hay un miedo muy práctico que es la supervivencia de sus organizaciones: tener finanzas, simpatizantes, cobertura mediática, seguir reclutando. La periodista italiana Loretta Napoleoni desarrolló muy bien esta tesis comparando Al Qaeda e ISIS con grandes empresas. Y esto se puede aplicar perfectamente a la extrema derecha violenta.
El segundo miedo, y puede sonar hippy, es que un acto terrorista sea respondido con la fraternidad y no con el odio o el miedo al otro. Un atentado no es un fin, sino un medio de la organización para comunicarse con el Estado, para amenazarlo, aterrorizar a la población y que la respuesta estatal se radicalice. Una respuesta desproporcionada como el estado de alerta francés tras los atentados de París o la Patriot Act en Estados Unidos puede acabar afectando a gente que no tiene nada que ver con el terrorismo y radicalizándola. También hace subir a los partidos de extrema derecha. Otro de sus temores es que sus atentandos no tengan la suficiente repercusión en los medios.
Entonces, ¿cómo se debería informar en los medios de comunicación de esos atentados?
Lo primero que deben hacer es plantearse su responsabilidad, su rol social. Hemos visto como con la pandemia han tenido que hacerse un planteamiento ético: si debían dar más miedo, solo informar o amplificar sus consecuencias. En el caso de los atentados de índole yihadista, vemos que reciben mucha más atención que los de la extrema derecha violenta y que siempre se menciona el origen de la persona que atenta. Si no es un elemento relevante, ¿para qué sirve? Cuando se explican los motivos de un atentado, se reproduce la explicación del terrorista, pero el periodista tiene que investigar y contrastarlos. Explicar quién es esta persona, su contexto. Hay que desideologizar nuestra aproximación a los atentados y recordar que es una táctica de guerra con unos objetivos determinados.
En los casos de atentados de la extrema derecha violenta, dejemos de hablar de locos. En una investigación noruega se comprobó cómo en los 800 primeros artículos publicados tras la masacre cometida por Anders Breivik en 2011 no se mencionó la palabra terrorista: siempre era un loco. Él reivindicó que no lo estaba, que sabía perfectamente lo que hacía.
En contraposición, cuando dos narcotraficantes se matan en Bélgica, inmediatamente se baraja la posibilidad de que sean terroristas porque son musulmanes.
«Sin cobertura mediática, un grupo terrorista pierde su audiencia, finanzas, simpatizantes...»
El reto de los medios está en el relato. Un atentado es un medio de comunicación en sí mismo. Y la eficiencia, la amplitud del mensaje depende de los medios de comunicación. Sin cobertura mediática, un grupo terrorista pierde su audiencia, finanzas, simpatizantes…
En uno de sus últimos artículos ha abordado el peligro de que las medidas excepcionales adoptadas para frenar la pandemia de la COVID-19 se mantengan una vez acabe o se controle. Y lo ejemplifica con todas aquellas normativas antiterroristas que se pusieron en marcha tras los atentados de Charlie Hebdo y del Bataclán, y que se mantuvieron en Francia durante tres años de estado de excepción hasta que se incluyeron en el derecho común. ¿Qué otras lecciones podemos aprender de la pérdida de derechos que se ha justificado por la lucha antiterrorista?
Va a ser muy difícil evitar que todas las medidas excepcionales que se han creado para frenar la pandemia se incorporen a la ley común. La justificación va a ser la de evitar rebrotes. ¿Cuánta gente habría aceptado hace cuatro meses instalarse una aplicación esponsorizada por el gobierno que puede rastrear tus contactos durante los últimos quince días? Da igual que sean datos desagregados. Esta aceptación generalizada es resultado del discurso de que es por el imperativo mayor de la salud de todos.
Me preocupa el uso de nuestros datos. Hemos visto cómo todos los gobiernos de las sociedades democráticas han mantenido conversaciones con corporaciones como Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft, que tienen una cantidad gigante de datos personales nuestros para compartirlos y no sabemos casi nada de esos encuentros. Quiero saber qué datos tienen sobre mí y no me vale la excusa que ponen algunos de que no tienen nada que ocultar. Tengo derecho a la privacidad, a determinar qué quiero que sepan de mí, y con esta pandemia también se ha cedido en ese límite.
Otro límite que se sobrepasó con los atentados fue la videovigilancia. Más del 98% de la información que ha permitido impedir atentados en Europa ha sido de fuentes humanas. Las cámaras son inútiles para prevenir el crimen. Y, sin embargo, se han seguido implantando y desarrollando el reconocimiento facial. En la ciudad de Niza se puso en marcha un programa piloto de videovigilancia tras los atentados del verano 2016 que se extenderá al resto de Francia en los próximos años.
En definitiva, la cuestión es cómo un Estado democrático utiliza el miedo para mover las fronteras de lo aceptable. ¿Por qué se tiene que plantear todo en términos del dilema seguridad versus privacidad? Yo quiero ambas, a menos que me demuestren que es imposible. La lucha va a depender de la ciudadanía porque no se puede olvidar que se trata de un negocio de miles de millones de euros entre gobiernos y corporaciones. Superan todo lo imaginable, por lo que ya hay un lobby muy fuerte para ir hacia este tipo de sociedad. El caso chino nos ofrece un buen ejemplo de lo que nos podría pasar con medidas como el crédito social, el uso de la vigilancia con la minoría uigur –que luego se extendió a toda la población–… Me preocupa como muchos aplaudieron el modelo chino en el principio de la pandemia.
¿De dónde viene su interés por investigar a estos grupos y personas violentos?
No me interesa investigar a las personas, sino el perfil o las pautas que puedes encontrar en los procesos de radicalización. Mi perspectiva no consiste en decir los terroristas son malos o están locos, por que no lo están. Lo que me apasiona es que los terroristas son el reflejo de lo que está pasando en nuestras sociedades y en el mundo. Paradójicamente, tenemos que humanizar al terrorista, no deshumanizarlo, para entender, que no es justificar. Me interesa mucho entender las dinámicas sociales, políticas y económicas que hacen que una persona se convierta en terrorista, porque nadie nace siendo terrorista, ni se levanta una mañana y dice voy a coger un kalashnikov.
Lo que despertó mi interés en estos temas es que tras los atentados de Charlie Hebdo y de Bataclán, cuando yo trabajaba otros asuntos, iba a un seminario en Europa y me preguntaban “¿por qué se radicalizan los marroquíes?”. Y cuando iba a El Cairo o Estambul, la pregunta era “¿por qué más de 5.000 europeos se han ido a combatir a Siria o Irak?, ¿Qué está tan mal en Europa para que esto pase?”. Al final ves que es un reflejo de la sociedad que no queremos ver. El terrorista siempre es el Otro en una sociedad determinada. Por eso, cuando se habla de un atentado yihadista, conviene hablar de un individuo de origen marroquí para evitar decir que se radicalizó aquí. O si es de extrema derecha, que es un loco porque no interesa entender que nosotros hemos producido esto. Son los monstruos de nuestra sociedad, y para prevenir necesitamos entender lo que está ocurriendo.  
Las imágenes de un exlegionario simulando una ejecución de miembros del Gobierno nos ha recordado episodios como el asesinato de la diputada laborista inglesa Jo Cox a manos de un terrorista de extrema derecha. ¿Somos conscientes del riesgo que entraña informar sobre estos individuos?
Mi perfil es distinto porque como investigador no tengo una gran audiencia para el público general. Es diferente si sales en la tele o tienes una gran presencia mediática. Aunque los periodistas hacen un favor a estos grupos al hablar de ellos, les hacen publicidad. En los comentarios de muchos vídeos de Youtube de la extrema derecha ves que varias personas preguntan cuántos han llegado al mismo tras leer un artículo de un medio. Y por las respuestas ves que son muchos.
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sikabi-blog · 7 years
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El mundo árabe y la negación del Islam
Carlos Villaescusa y Sikabi
 La materialización de la política árabe, desde los años sesenta, ha desembocado en el conflicto sirio. La tierra de Ma’arri está sangrienta y carnívora, caótica oda a la no-realidad de un esquema surrealista cuyas ramificaciones son tomadas por los gusanos de la violación y el crimen atroz. Estos gusanos contrarios a las bases del islam en todas sus vertientes, representan la guerra civil siria y describen la máxima antítesis entre la palabra coránica y el verbo practicado por el musulmán. En los principios del islam mahometano nos topamos con el dialogo y el amor [1]: el amor es una necesidad para la humanidad, según la tautología coránica [2], más allá de las interpretaciones de los teólogos posmodernistas. Este amor es necesario para la humanidad, no solo para la umma. El concepto amoroso viene acompañado por los hadith(es) directos de Mahoma; invitan a amar al otro y a dialogar. Nos referimos a un dialogo intelectual entre culturas [3] -con criterio y bases racionales- nacido entre las etnias, sin caer en el racismo ni en el pseudo-dialogo socialdemócrata entre civilizaciones. «No debo analizar el islam, sin conocerlo//No debo comentar el islam, sin entenderlo», matiza el poeta al ingeniero de la ignorancia. Este diálogo no es machista, ni sexista, ni observa a la mujer como un elemento -puramente- sexual o procreador. Por otro lado, el humano sirio sufre violaciones de derechos bajo la nueva tiranía de partidos estatales que proyectó Occidente, entre bombas vociferadas « ¡en nombre de Allah!>>: por gente que hablan lenguas extrañas» [4].
Ante esta situación nace la belleza estratégica de los preceptos amorosos del Corán: el único y verdadero islam; invita a enseñar al ignorante sobre lo negativo y repugnante de una bomba y lo asqueroso de cualquier violación de derechos [5].
El Islam es incompatible con las interpretaciones e intereses del Petro-islam. Éste ha moldeado con arcilla negra el subconsciente de Occidente, y travestido la religión islámica en la peor de las angustias: ideologías y conceptos fundamentalistas financiados por los países del Golfo y los movimientos de extrema derecha: «extraños que hablan otras lenguas». Imponen desde sus gabinetes de intelecto propagandístico falsas democracias del velo femenino [6] como política de Estado; desestabilizan a la sociedad civil, condenan a la patera mortuoria al joven asfixiado ante el paro y el aburrimiento, y someten a la bailarina universitaria a la danza solar ante el emir caprichoso. Así, desde la guerra de los Seis Días, los gobiernos árabes han financiado con barriles de dólares, y voluntades pasivas, el concepto fundamentalista con el que se enfrenta el miedo, la libertad y la religión. Estos términos se traducen desde las redes sociales en intelectuales encarcelados, libros censurados o páginas web bloqueadas por el presidente-califa de turno. Esta censura se extrapola a los grandes centros del conocimiento y adoctrinamiento: universidades financiadas con cientos de millones de petrodólares, acompañados por el patriarcado opaco de burkas y túnicas que simbolizan el silencio de la mitad femenina en la sociedad. Una forma primitiva de afirmar: las mujeres no tienen espacio ni voluntad en el Poder [7].
Este es el mundo árabe en la actualidad, separado del mundo islámico. El mundo árabe está formado por ateos, judíos, budistas y cristianos, desde hace siglos: no es una moda patrocinada por la cultura de la Pepsi o el Pop. En las calles de Guelmim o Damasco nos encontramos con ateos simpatizantes de ISSIS o cristianos amigos de Osama; la cosa no es musulmana, sino árabe. Este mundo árabe se ha desvirtuado en sus bases jurídico-teológicas o jurídico-filosóficas de la esencia inteligente y creadora del islam, bello y dinámico [8]. Si bien ha producido una lucha de poderes entre califas y teólogos que ha tomado forma de la mal llamada Yihad, ésta, según las leyes de etimología árabe, es practicar la voluntad amorosa en la tierra. Ibn Arabi toma la Yihad como la capacidad humana para crear amor sobre el amor, siendo Allah la máxima expresión del Amor [9]. Ibn Rushd [10], en homenaje a su linaje de juristas, planta una idea por la cual se debe difundir -sin llegar al insulto, a las armas, a la demagogia o a imponer una doctrina islámica sobre otra- el mensaje mahometano. Se basa en el estudio como obligación y el continuo aprendizaje, renunciando a los dogmas con el fin de utilizar al-jadal, para convivir con los demás credos. El islam es una esencia; no se puede desvirtuar por los fundamentalismos como el wahabí: patrocinado por jeques y emires. La corriente wahabí representa la radicalidad; se opone al debate de la escuela malikí de Abentofail o Ahmad al-Razi. La corriente wahabí prefiere descansar en su Riad, mientras explota a musulmanes pakistaníes o al joven empresario condenado a leyes racistas y anti-islámicas de sombras, fanatismos, palmeras gusanosas y dátiles cancerígenos. Todo esto ha desembocado en el conflicto sirio donde el dialogo y la cultura de Simbad, que toma al diferente como amigo y maestro, han muerto al igual que el islam de Lalla Aisha o Ibn Khaldún interpretado por los teólogos nacionalistas, mejor dicho, estatistas: [11] pésimos representantes de los profetas de Yahvé, Dios, Allah y la Filosofía.
Carlos Villaescusa & Sikabi.
[1] “Las contemplaciones de los misterios”, Muhyddin Ibn Arabi; ed. Regional de Murcia (2003)
[2] El concepto evidenciado en la Sharia es el límite y control al abuso del poder; proscribe el uso de la violencia. El amor entre todos los seres ha sido uno de los más importantes esmeros de Mahoma. Esto ha sido demostrado por los pasajes del Corán y la Sunna tantas veces, que escapan a todo esfuerzo para poderlos puntualizar o enumerar.
[3] No puede haber diálogo entre civilizaciones, porque Civilización no hay más que una: al igual que democracia. Anteriores a la civilización, las culturas, en plural, son muchas, al ser el modo colectivo de vivir, y estar principalmente constituidas por la religión, el arte y las costumbres tradicionales.
[4] Monja argentina, en Siria, cuenta la verdad sobre la guerra – YouTube
[5] Así expresa el Corán (5:32): “Por esta razón, decretamos para los hijos de Israel que quien matara a un ser humano– no siendo [como castigo] por asesinato o por sembrar la corrupción en la tierra– sería como si hubiera matado a toda la humanidad; y, quien salvara una vida, sería como si hubiera salvado las vidas de toda la humanidad.” Asad, M; El Mensaje del Qur´an (2001). La traducción del Corán anglosajón de Asad, a la lengua quevediana, fue obra de Abdurrasak Pérez. Por otro lado, Muhammad Asad en su análisis al versículo recoge: «… La expresión “decretamos para los hijos de Israel” no afecta, por supuesto, a la validez universal de esta enseñanza ética, y es sólo una referencia a su primera enunciación».
[6] Para el tema del velo en la mujer musulmana, recomendamos leer Corán (24:31) y notas al mismo: versículo comentado por Muhammad Asad, Corán (33:59) y nota 75.
[7] Mernissi, F.: (2003): El poder olvidado, Ed. Icaria, Madrid.
[8] Villaescusa García, C. (2016, 22 de abril): «Estatismo o yihadismo», DiarioRC accesible a texto completo en Estatismo o yihadismo – DiarioRC
[9] “Hubo un tiempo, en el que rechazaba a mi prójimo si su fe no era la mía. Ahora mi corazón es capaz de adoptar todas las formas: es un prado para las gacelas y un claustro para los monjes cristianos, templo para los ídolos y la Kaaba para los peregrinos, es recipiente para las tablas de la Torá y los versos del Corán. Porque mi religión es el amor. Da igual, a dónde vaya la caravana del amor, su camino es la senda de mi fe.” – Ibn Arabi.
[10] Ibn Rush: transcripción árabe a Averroes, siendo Ibn: hijo de; Rushd como el nombre del linaje del filósofo cordobés.
[11] Villaescusa García, C., loc. cit.
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radfemandreadaly · 6 years
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Últimamente me siento muy blanca, muy heterosexual, incluso un poco hombre. En vez de hija de la inmigración me dicen que soy un sujeto racializado, que no sé exactamente lo que quiere decir pero parece que quienes me hablan lo tienen muy claro. ¿De qué raza soy? No lo sé, me quedé con la idea que me transmitieron mis profesores: que la raza no existe cuando hablamos de seres humanos.
Me cuentan que mi feminidad y mi heterosexualidad son simples construcciones sociales que tengo que desmontar pero a la vez me dejan muy claro que en mi caso no puedo ser feminista sin más, que tengo que buscarme lo que me corresponda por procedencia y defenderlo a muerte. Si voy por este camino me encuentro con que tendría que adscribirme al feminismo islámico y decir que el islam es feminista, el pañuelo, liberador, conformarme con no tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, no casarme con alguien que no sea musulmán, que mi testimonio valga la mitad que el de un hombre, recibir en herencia la mitad que mi hermano varón, relativizar el control sobre el cuerpo y la sexualidad que he vivido desde pequeña y negar el sufrimiento de millones de mujeres sometidas al poder patriarcal de la religión.
Mi religión de procedencia
Yo no tendría que permitirme el lujo de hacerme del club opresor del desteñido feminismo laico, aburrido y sospechosamente occidental, no puedo aspirar a defender los mismos derechos como mujer fuera del marco religioso porque, esto también me lo dicen mucho últimamente, las feministas blancas me han colonizado haciéndome creer que en tanto que mujeres compartimos las mismas reivindicaciones y tengo que hacer lo que sea para sacármelas de encima. También me dejan claro que sus opiniones sobre mi religión de procedencia no son válidas porque son un grupo dominante que me somete.
Defender la religión también tendría que estar entre mis prioridades, no basta con reclamar libertad de culto, tengo que darme cuenta de una vez que la laicidad es una imposición imperialista, que no se puede pretender convertirla en valor universal. Por cierto que también me instan a poner en cuestión estos valores tan repugnantemente etnocéntricos como la igualdad, la libertad...
No puedo hablar de fundamentalismo, es un tema que saca la extrema derecha para justificar su racismo. De hecho no tengo que hablar de racismo, tengo que hablar de islamofobia. En nombre de la lucha contra la islamofobia tengo que negar la existencia de corrientes de extrema derecha de raíz musulmana. Cuestionar la religión es muy antiguo, casi 'vintage' y la separación entre esta y el Estado una obsesión occidental.
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jgmail · 5 years
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Tradición e Islam
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http://4tpes.wordpress.com/2015/01/12/tradicion-e-islam/
por Alexander Dugin – 1. El valor del Islam. En el mundo actual, el Islam es la religión mundial que resiste más activamente a las fuerzas de la globalización. Esto hace que el factor islámico sea de suma importancia para el frente del tradicionalismo. En esta guerra con el Islam, los EEUU y el ideólogo del “Fin de la historia” Francis Fukuyama, incluso trataron de introducir el término “islamofascismo” para desacreditar mejor la fe. En tanto que imperio, los Estados Unidos tienden a designar al Islam como el nuevo enemigo número uno. Ahora es casi una posición oficial de Estados Unidos, mientras que con Bush era meramente formal. Y por consiguiente, el Islam debería ser tratado como un campo de batalla prioritario contra el imperialismo norteamericano, el mundo moderno y postmoderno y la globalización. Esto determina el valor y la importancia del Islam.
2. El Islam es diverso. Considerar el Islam como algo unificado y coherente, como algo homogéneo, es una ilusión o un “concepto vacío”. Este concepto se encuentra en tres casos: en las masas ignorantes (que se equivocan prácticamente siempre, ya que el tópico es incompatible con la verdad); en la propaganda de los centros mundiales de poder (que lo utilizan con fines políticos específicos); en boca de los supuestos teóricos del “Islam puro” (salafistas, wahhabíes, etc.), a veces llamado convencionalmente “fundamentalismo islámico”, “integrismo”. Los dos primeros casos son claros. El tercer caso es una innovación perfeccionada tendente a tomar el lugar del Islam existente (el Islam tradicional) como confesión religiosa, con el pretexto de un “retorno a las raíces”. Algo similar es llevado a cabo por los protestantes, proponiendo volver al “verdadero” cristianismo de los orígenes, pero creando algo completamente nuevo que poco tiene que ver con el cristianismo. El “Islam puro” está cerca de esto.
3. Tenemos que analizar el Islam fuera de los “mitos”, tal y como es, en su diversidad. Eso debería arrojar luz sobre los aspectos teológicos, históricos, geopolíticos, étnicos de cada una de sus escuelas. Esta es una tarea gigantesca, sin la cual no podemos hablar en serio sobre el Islam. La principal línea divisoria se halla entre los suníes y los chiíes.
4. Los chiíes. Está claro que la minoría chií es un tema completamente distinto – metafísica, geopolítica y étnicamente. En general, el chiísmo (y todas las ramas duodenarias y septenarias heterodoxas, y especialmente el sufismo Ishraq e iraní), es muy similar al tradicionalismo. No tiene dimensión universalista y permite grandes diferencias. Particularmente importante es su sentido mesiánico (el Mahdi), porque de esta manera es más fácil encontrar un terreno común con la comprensión tradicionalista de la naturaleza del mundo moderno y postmoderno como es el “descubrimiento del Huevo Cósmico” desde el exterior y como una “gran parodia”.
5. Los suníes: Islam tradicional y salafismo. La mayoría suní puede dividirse por varios factores: permitir el sufismo y no permitir el wahhabismo (al estilo del verdadero wahhabismo hanbalita).
6. Tasawwuf. Estas escuelas suníes que son tolerantes con el esoterismo y que tienen pues una dimensión donde construir una relación con el enfoque tradicionalista. El mundo mismo del sufismo es muy vasto. Muchas Tarîqah disputan entre ellas. Algunas acabarán haciendo proselitismo y uniéndose a la Nueva Era. Otros están cerradas y casi se convierten en sectas étnicas folklóricas. Las más interesantes son las que siguen el tasawwuf, que están arraigadas en sus tradiciones, ortodoxas, pero tienen una mente abierta sobre la realidad del mundo moderno en sus aspectos sociológicos, geopolíticos, axiológicos y económicos. Son pocas, pero muy importantes. El entorno tasawwuf es bastante extenso. Un texto de orientación sería manifiestamente necesario, subrayando los valores radicales e incompatibles de la Tarîqah con la modernidad y la posmodernidad, así como describiendo la estrategia de comportamiento general (sin entrar en detalle) de un sufí para el “fin del mundo “. Los requisitos previos para esto son numerosos. Pero esa suma o su autor están ausentes. Mas, finalmente, deberían terminar por aparecer.
7. El Islam tradicional en su conjunto. No hay guía intelectual para los “últimos días” en el contexto del Islam tradicional habitual. Esto es comprensible, ya que no presenta ninguna unidad conceptual. El Islam tradicional está presente, representa a la gran mayoría de los musulmanes modernos, pero no existe una orientación escatológica general para la ummah global. Todo lo que se encuentra después de la prueba inicial, es una secta: el salafismo. Esto no es sorprendente: la escatología se concentra en las sectas, y los salafistas, en general, tratan de ser la ummah. Sin embargo, el sentido escatológico, anti-globalización, anti-estadounidense, anti-moderno y anti-posmoderno está extremadamente desarrollado entre los musulmanes. Sería deseable ver aparecer una publicación por cuadernos que podría ser [titulada] “Islam Tradicional”, y que serviría de plataforma para presentar las posiciones de las variedades particulares de comunidades islámicas.
8. El salafismo y el proyecto global salafista. El salafismo, el Islam Puro está al frente de la lucha política en el sector musulmán del mundo moderno. Esto es un hecho y no se puede negar. Aquí es donde encontramos la estrategia más clara y simple, el pensamiento global, los fines bien definidos: el establecimiento del Estado islámico mundial, la imposición de la Sharia, la organización de la sociedad de acuerdo con los principios islámicos en una escala global, la doctrina de la “casa de la guerra” (Dar al-Harb) allí donde no existe una “casa del Islam” (Dar al-Islam), etc… Es obvio que en este programa hay cosas aceptables y otras inaceptables para el tradicionalismo. Aceptable es la lucha contra el enemigo común; inaceptable dada la alternativa propuesta, de hecho, este “proyecto islámico” es llamado más precisamente el “proyecto salafista”. Es importante entender la metafísica del “proyecto salafista”. Su metafísica no es neutral, está construida sobre el rechazo de lo esotérico y del tradicionalismo, que son definidos aquí como el “shirk”, una desviación del “Islam puro”. Las raíces del conflicto se remontan a los Mutazilíes y los opositores de los filósofos y los sufíes. El “proyecto salafista” es radicalmente anti-chií, anti-sufismo, y anti-tradicional. Y esto no es una característica distintiva de los salafistas individualmente, sino la metafísica obligatoria de todo este movimiento. Esta ambigüedad se refleja geopolíticamente en las estrechas relaciones entre el salafismo (en particular, Bin Laden y Al-Qaeda), Brzezinski y la CIA durante la guerra de Afganistán, en el hecho de que los estadounidenses tienen siempre servicios salafistas, dándoles la posibilidad de interferir en los asuntos soberanos de los países que tratan de resistir a los Estados Unidos (Irak, Libia, Siria, más el salafismo anti-ruso en el norte del Cáucaso), pero por otra parte también son salafistas los que encontramos activos en la anti-globalización atacando a las fuerzas estadounidenses (Nota de TM: en eso discrepamos ligeramente con Dugin: lo que en la práctica siempre hacen los wahabitas/salafistas/tafiríes – “Alqaeda”, “IS”, etc – es siempre decimar a los enemigos de USrael; cualquier ataque a las “fuerzas estadounidenses” es puramente anecdótico en comparación). Esta ambigüedad debería conceptualizarse dando vueltas constantemente para favorecer ese diálogo, para explicar todos los aspectos del conflicto. En la batalla global contra el Dajjal – ¿cuál es el papel del salafismo? Dejamos esta pregunta abierta.
Nosotros la contestamos:
9. El Islam en Rusia. Posición, papel y lugar del Islam en Rusia. Debemos examinar las posiciones escatológicas y tradicionalistas. Para ello tenemos que aplicar seriamente todas las tesis anteriores a la situación rusa. El Islam es parte del espacio ruso y se desarrolló en el curso de los siglos. Pero el Islam ruso no ha adoptado las mismas posiciones que en Occidente – la globalización, los Estados Unidos, el liberalismo, el postmodernismo. La posición de las autoridades [islámicas] es evasiva y puede interpretarse de diferentes maneras. Las fuerzas del “Dajjal” son fáciles de adivinar aquí. En apoyo a la facción rusa mundialista y liberal, tratan de utilizar a los musulmanes, pero al mismo tiempo designan a los musulmanes rusos como “migrantes”, “inmigrantes”, etc. Es una estrategia para debilitar al enemigo potencial de Occidente. Tenemos que trabajar para oponerle una alianza escatológica de los musulmanes y de los cristianos ortodoxos (en toda Rusia) contra los Estados Unidos, el liberalismo occidental y la modernización. Este es el punto de contacto más solido con un islam tradicional ruso; no es todavía un hecho, pero teóricamente es la dirección correcta para este diálogo. En el campo intelectual, incluso aún más por las similitudes neo-platónicas. Y a nivel externo esto nos lleva a una oposición conjunta a Occidente, el liberalismo y la posmodernidad. Pero aquí el Islam tradicional es a menudo pasivo y limitado a fórmulas diplomáticas en lugar de proponer una estrategia común. Los aspectos “modernistas” pro-occidentales y liberales del poder ruso, la corrupción y la decadencia de la sociedad, las tradiciones y las costumbres, nos horrorizan a nosotros y a los musulmanes, debemos luchar contra estos problemas con ellos [= con los musulmanes], luchar codo con codo y no unos contra otros. Los principales problemas surgen con el salafismo. Juega el papel de “espantapájaros” para desacreditar el Islam por entero, y sus proyectos radicales exacerban el conflicto entre los musulmanes de tendencia escatológica y las fuerzas de tendencia similar de otras religiones, o simplemente opositores instintivas de la globalización. No hay espacio aquí para un diálogo significativo y estimulante.
10. Resumen: El Islam y la tradición. El Islam está conectado directamente a la Tradición. Es un hecho indiscutible. Y este hecho debe ser reconocido por los tradicionalistas. El Islam está activo y en favor de una sociedad tradicional. Esto debe ser apoyado. Pero el Islam no representa la tradición sólo él. La tradición puede [también] ser no-islámica. Si los musulmanes aceptan eso y aceptan los términos de la multipolaridad, entonces un diálogo activo y una cooperación estrecha, incluso en el ámbito militar, deben ser alentados para oponerse al mundo posmoderno y al Anticristo/Dajjal. Si nos enfrentamos a una versión protestante contemporánea innovadora y comprometida del universalismo y del exclusivismo, bajo la máscara de la defensa del “Islam puro”, habrá que hacer un esfuerzo prudente y serio para deshacer este nudo geopolítico y metafísico, para reanudar el hilo de una manera u otra. La islamofobia es un mal, pero un mal puede ser también la actividad en favor de la “islamización” [y] que se presenta bajo la bandera del “Islam puro”. Cada uno debería seguir su tradición. Si no lo logramos, entonces la culpa debe ser puesta sobre nosotros, no sobre la Tradición. A un nivel puramente individual la elección es posible, pero ver a los rusos convertirse en masa al Islam me repugna, porque buscan el poder fuera de sí mismos y de su tradición y son por lo tanto enfermos, débiles y cobardes.
(Traducción de la Página Transversal)
Fuente: The Fourth Political Theory
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gbenyakar · 6 years
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Antisemitismo islámico: sus raíces
Si bien los ejemplos de este artículo se centran en el antijudaísmo y la intención de destruir a Israel, la clave es comprender que la naturaleza violenta proviene desde el mismísimo Corán y los islamistas más radicales son una consecuencia de eso. Si bien los radicales no son la mayoría, son demasiados. Y esos no sólo están contra los judíos e Israel sino contra todos aquellos que no están dispuestos a someterse a sus leyes como ya es más que evidente para cualquiera que esté dispuesto a verlo. Por lo tanto, este tema no debe ser preocupación sólo de unos sino también tuyo, cristiano, musulmán moderado, occidental, etc. Si no estás dispuesto, por lo menos, a entenderlo un día sucederá como en el famoso cuento y, cuando vengan por vos, será tarde. Los siguientes son fragmentos del artículo: El Corán siempre ha proclamado que es la única religión verdadera, y que su objetivo es que todo el mundo acepte esta verdad, como bien señala José Javier Esparza en su libro “La historia de la Yihad”, por lo tanto el fundamentalismo islámico no sería una desviación ni un accidente, sino una tendencia permanente que bebe en las fuentes del Islam. Los Hermanos Musulmanes son la matriz ideológica del movimiento terrorista Hamas que está en contra del Estado de Israel y el sionismo. Es interesante el intento del movimiento Hamas de limpiar su imagen al mundo con una nueva constitución que elimina su referencia a los Hermanos Musulmanes y no llama al exterminio del pueblo judío como lo hacìa en el año 1988. El mismo lobo cambiando su retórica antijudía. el Islam Político. Este movimiento político pretende en nombre de la ortodoxia religiosa extender el gobierno de la ley religiosa islámica (Sharia) a todas las esferas de la vida... el Islam Político se asimila a Integrismo o Fundamentalismo, y no solo pretende la destrucción de Israel sino la aplicación de la ley religiosa islámica en todos los territorios que se conquisten. Enarbolan el discurso de los Protocolos de los Sabios de Sion, asqueroso libelo antisemita publicado por primera vez en 1902 en la Rusia zarista, con el cual pretendían demostrar que los judíos tienen un plan mundial para la dominación de todo el globo terráqueo. ÉXODO JUDÍO DE PAÍSES ISLÁMICOS. Como bien señala el Profesor Shmuel Trigano, entre los años 1920 y 1970 fueron expulsados de los países árabes y de otros países musulmanes cerca de 900.000 judíos. Como bien señala el diario de noticias digital Iton Gadol el 30-11-2015 los judíos de estos países debieron forzosamente abandonar sus lugares donde habían nacido y vivido durante siglos, despojados de sus bienes y posesiones materiales, además de haber sufrido pogromos, persecuciones, detenciones y ejecuciones. Como consecuencia de ello dejaron de existir comunidades judías con historias milenarias, llevándose a cabo una “limpieza étnica” de la población judía en los países árabes e islámicos. De ello casi no se habla y ha sido el éxodo judío olvidado. En la historia también se registran matanzas de judíos como por ejemplo los judíos del clan de Banu Qurayza, realizada en Arabia Saudita en el año 627, en la cual asesinaron a todos los hombres, y tomaron como esclavas a las mujeres y niños de dicha tribu. También las tribus judías de los Banu Kaynuka y los Banu Nadir que vivían en lo que es ahora Arabia Saudita en esa zona fueron expulsados en el siglo VII. Estos hechos demuestran que el antisemitismo islámico en la región no necesitó de la creación del Estado de Israel para causar estragos. Los hechos históricos relatados en este apartado son anteriores en muchos siglos a la creación de Israel. from Facebook https://ift.tt/2rp67BE via IFTTT
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viralyt · 6 years
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Marcó el mejor gol del Mundial 94′ y tenía un enorme futuro, pero su país no lo dejó crecer
Marcó el mejor gol del Mundial 94′ y tenía un enorme futuro, pero su país no lo dejó crecer
El “Maradona del Golfo Pérsico” clasificó a Arabia Saudita a 8vos de final de la Copa del Mundo y se convirtió en una celebridad. Pero escándalos y el fundamentalismo musulmán no lo dejaron progresar y su carrera acabó antes de brillar. Sólo van 5 minutos del encuentro entre árabes y belgas en el RFK Memorial Stadium de Washington. Arabia Saudita, que sólo sumó un triunfo ante Marruecos y perdió…
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visualpolitik · 6 years
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Con más de 250 millones de personas, la mitad menores de 30 años, Indonesia es el país musulmán con más habitantes del planeta. Y no solo eso. En las últimas décadas el país ha vivido un gran despegue económico que hará que dentro de poco tiempo Indonesia sea toda una potencia, la mayor potencia musulmana del planeta.
A diferencia de los países de Oriente Medio, Indonesia ha sido considerado tradicionalmente un país moderado en la cuestión religiosa. Sin embargo, en los últimos años Indonesia ha sufrido un intenso proceso de radicalización y el fundamentalismo islámico ha ganado mucha presencia pública.
El presidente del país, Joko Widodo, conocido como el Barack Obama indonesio, está impulsando muchas reformas económicas para impulsar el crecimiento de Indonesia, sin embargo, hasta el momento, se ha visto incapaz de en enfrentarse a la amenaza de la radicalización religiosa.En este vídeo te contamos que está ocurriendo en Indonesia y porque debería importarte más de lo que te imaginas
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De Budas y soldados
Myanmar Óscar Carrera La Voz del Sur Es saber común que el fundamentalismo islámico se ha expandido por el mundo a base de guerras (Afganistán), guerrillas (Siria, Nigeria) y un exuberante despliegue de propaganda, financiado por élites integristas desde todos los rincones del mundo musulmán. Un proyecto titánico que parece difícil de emular en condiciones diferentes a las actuales, especialmente…
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