Tumgik
#por dios y yo convencida de que había mejorado algo
02mila · 3 months
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la mayor motivación para hacer dieta y ejercicio es ver las fotos que mis padres me sacan
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manani973 · 6 years
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PARTNERS(traducido al español) capitulo 4
Autor original: http://sophcaro.tumblr.com/
“No mires, ¡Jurina!” chilló Mayu, cerrando inmediatamente la puerta del baño, Jurina tuvo poco tiempo para echar un vistazo a una sola mano, que no era exactamente lo que estaba buscando.
“No lo estaba!” replico Jurina, rápidamente volvió a sentarse al lado de Yuki en la cama, sorprendida de que su acción no pasara desapercibida.
“Mentirosa, ¡te he visto!” la voz de Mayu sonó fuerte y firme detrás de la puerta, y Jurina no se pierde el débil clic cuando Mayu decide cerrar la puerta, poniendo fin a cualquier otro posible intento de la joven de echar otro vistazo.  
“Como ella…?” Jurina dice - apenas en un susurro mientras mira derrotada hacia la puerta - antes de mirar a Yuki con perplejidad.
“Creo que te ha visto a través del espejo”, Yuki se ríe, acariciando ligeramente el hombro de Jurina en un gesto reconfortante. Un suspiro abandona los labios de Jurina mientras saca su teléfono de su bolsillo – revisando sus mensajes distraídamente – sin perderse los pocos gemidos frustrados que se escapaban de la boca de Mayu de vez en cuando.
“Segura de que no necesitas ayuda?” sugirió tentativamente Jurina, solo para oír a su amiga unos segundos después rechazar su oferta tercamente.
“No te molestes, ella no va a salir hasta que no esté todo perfecto”, dice Yuki, antes de que Jurina levantara una ceja en desaprobación. “¿Y qué esperabas de todos modos? ¡Le has comprado un cosplay de Mikasa Ackerman!”
“Porque tengo la sensación de que ella no te gusta?” inquirió Jurina, dejando su móvil aparte para mirar con curiosidad a la chica mayor.
“Ella es un personaje de anime muy bueno, pero ese no es el punto”, replica Yuki. “Has visto el apartamento? Ella está en todos lados: en las paredes, en las estanterías. ¡Si no le pongo limites, ella incluso estaría hasta en nuestra habitación!”
Jurina levanta una ceja divertida por el repentino estallido de la chica mayor, sus ojos vagaron por la habitación. Parece que Yuki verdaderamente ha hecho un buen trabajo: ningún signo de Mikasa Ackerman por ningún lado. No es nada menos que un milagro.
“No me malinterpretes”, continuó Yuki, su voz ahora sonaba más firme y calmada, “Amo a Mayu y sabía en lo que me metía cuando le pedí que se mudara conmigo, pero a veces, tiende un poco a ir a los extremos”.  
“Un poco?” se burla Jurina, mirándola con incredulidad, “Estamos hablando de la misma persona?”
“Bien", admite Yuki, una sonrisa escapa de sus labios, “mucho”.
El ruido de unas botas en el suelo las distrajo de repente y ellas dirigieron su atención hacia la puerta con expectación, solo para escuchar el sonido de un taburete moviéndose y a Mayu sentándose en él para quitarse las botas. Según por los pocos - y lamentablemente incoherentes - murmullos que pueden escuchar, todavía no está satisfecha.
“Sé a lo que refieres”, continuó Jurina, volvió su atención hacia Yuki cuando se dio cuenta de que Mayu aún no estaba lista para salir, “Mayu siempre ha vivido su pasión al máximo. No le importa lo que piense la gente, y ella no tiene miedo de decir lo que piensa. Pienso que eso es lo que más me gusta de ella”.
“Que discurso más conmovedor. ¿Me estas escondiendo algo? ¿Debería de preocuparme?” se burló Yuki.
“Supongo que no puedo evitarlo cuando se trata de Mayu”, sonríe Jurina. “Ella siempre ha estado ahí para mí, incluso en los peores momentos”.
“Lo sé”, responde Yuki, acariciando gentilmente el hombro de Jurina, “y estoy orgullosa de que ella tenga una amiga tan querida. Incluso si tú no estás aquí, ella habla mucho sobre ti.”
Esta vez las dos chicas son tomadas por sorpresa cuando la puerta se abre bruscamente, y Mayu esta visiblemente molesta en la puerta.
“Por qué le has dicho eso?” protesta Mayu, poniendo sus manos en su cintura, “ahora ella va a ha empezar a actuar de forma engreída a mi alrededor”.
“Hablas mucho de mí?” pregunto Jurina, sonriendo de oreja a oreja.
“Ves, ¡lo que yo te decía!” exclama Mayu, señalando a Jurina con un dedo acusador antes de recomponerse y señalar su atuendo, “de todas formas, que pensáis?”
“Algo parece estar mal”, Yuki declara, tocando su barbilla y estudiando la pequeña cara de la chica, ¿“Misaka tiene el pelo tan largo?”
“Al principio lo tenía largo, pero luego se lo corto”, Jurina responde asintiendo con la cabeza, imitando las acciones de Yuki y observando cuidadosamente las características de Mayu. “Y el flequillo…”
“El traje!” exclama Mayu, moviendo sus manos en el aire frustrada, “Estoy hablando del traje!”
“Lo siento, estaba convencida de que estabas hablando de tu pelo,” responde Yuki en un tono suave, antes de girarse hacia Jurina fingiendo sorpresa, “creías que estaba hablando del traje?”
“Definitivamente no,” Jurina sacudió su cabeza, imitando la expresión desconcertada de Yuki, “tenía que ser el pelo”.
“Vosotras dos parad”, murmulla Mayu, intentando no dejar salir su ira, “y decime como me queda el traje.”
“Es perfecto”, se ríe Yuki, cogiendo la mano de su enfadada novia, y apretándola brevemente, “no cambies nada.”
“Sí”, Jurina interviene, guiñándole juguetonamente a la estrella de AKB, “casi podría llegar a creer que estoy en presencia de la mismísima gran Mikasa”.
“No necesitas exagerar tanto”, Mayu pone sus ojos en blanco, antes de volverse a mirar, una sonrisa de satisfacción se movió a sus labios, “Gracias Jurina, es un gran regalo de cumpleaños”.
“De nada”, contesto Jurina, sonriéndole de vuelta cuando Mayu se mueve para besar su mejilla, “ahora, que vamos a hacer?”
“Que tal un karaoke?” sugiere Mayu, su sonrisa pronto desaparece ante la falta de entusiasmo que enfrenta.
“No me importa”, contesta Jurina finalmente cuando Yuki elige quedarse callada, “pero no te olvides de que esta noche vuelvo a Nagoya. Tengo que estar en la estación de tren a las 5 p.m.”
“No te preocupes”, Mayu le da una mano tranquilizadora, la alegría vuelve de inmediato sus ojos, “lo cojeras a tiempo”.
Jurina no tiene tiempo de añadir nada más porque Mayu ya ha salido de la puerta y esta - de acuerdo con todo el ruido que está haciendo - preparando apresuradamente la consola de juegos en la sala de estar. Jurina se ríe mientras ve la expresión de derrota en Yuki a su lado y mueve una mano a su hombro, acariciándola ligeramente. Era el momento del karaoke y aparentemente, el miembro de AKB tenía toda la intención de hacer un buen uso de las tres horas que le quedaban.
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Rena estaba empezando a preguntarse si la suerte estaba en contra suya. Los retrasos en los programas de tv y en las sesiones de fotos parecían ser la nueva tendencia. ¿Qué estaba pasando con estos negocios? ¿La puntualidad ahora era una noción pasado de moda?
Ya está oscuro a fuera cuando Rena se dirige a la puerta del escenario del teatro SKE. El concierto termino hace 45 min y por desgracia, ella llegó tarde a su cita con Jurina. Otra vez. Afortunadamente, la joven parecía no importarle mucho estos sucesos recurrentes. Jurina contestó a su mensaje diciéndole que haría un buen uso de ese tiempo, ya que ella quería practicar la coreografía de Rivalry.
Rena no pudo evitar preocuparse un poco cuando lo leyó. Ella sabía que la joven quería estar preparada antes de la primera presentación de la canción, pero ella acababa de hacer un concierto de dos horas. ¿Dónde podría encontrar la energía? Jurina aun no conocía los límites de su cuerpo y tenía la tendencia de trabajar muy duro. Parecía que no había aprendido demasiado sobre sus pocos viajes al hospital. Rena había intentado razonar varias veces con ella, pero era como hablar con la pared. Era de conocimiento com��n que las dos chicas eran realmente diferentes - desde su personalidad hasta su forma de pensar - pero si tenían una cosa en común, definitivamente era su terquedad.
Rena oye la alegre música tan pronto como llega e inconscientemente acelera el paso hacia la sala de baile. El sitio está vacío ya que todos los miembros se han ido, y Rena se figura que Jurina es la única alma viviente en el teatro. Rena reconoce el ultimo verso de la canción cuando la voz de Mayu le alcanza y gira el mango de la puerta, rápidamente sus ojos caen sobre la chica que está bailando. La música llega al final y Jurina está por empezar otra vez, cuando de repente ve a la Matsui mayor en la puerta.
“Rena!” exclama Jurina, una sonrisa placentera se mueve a sus labios, pronto transformándose en una divertida, “Estaba empezando a pensar que te habías olvidado de mí”.
A pesar del tono burlón de Jurina, Rena no pudo evitar sentirse un poco culpable y sorprendida. Ella llega terriblemente tarde - mucho más de lo que le había dicho - y ver que la joven le da la bienvenida sin una sola queja, es algo inesperado. Después de todo, Jurina es un poco famosa por su impaciencia, pero parece que ha mejorado un poco ese aspecto de su personalidad.
“Lo siento”, dice Rena, viendo como Jurina usa una toalla para quitar el sudor de su frente “realmente hice mi mayor esfuerzo”.
“No necesitas disculparte”, contestó Jurina, agachándose para coger la botella de agua del suelo y tomando un poco.
“Como ha ido tu ensayo?” pregunta Rena cuando se acerca, sus rasgos se contorsionan en preocupación cuando se da cuenta de que la camiseta blanca de Jurina esta empapada. La joven no se lo puso nada fácil en su ausencia.
“No exactamente como esperaba”, admitió Jurina después de dejar de lado el bienvenido refresco. Había un paso en particular que le estaba causando algunos problemas durante el segundo verso, y su inhabilidad para hacerlo bien le estaba empezando a frustrar. “Puedo pedirte que esperes un poco? Aun no estoy del todo satisfecha y temo que se me olvide algún paso si no lo vuelvo a intentar”.
“Por supuesto”, contesta Rena, aunque un poco preocupada mientras inspecciona el cuerpo de Jurina, “pero piensas que es razonable? Pareces un poco cansada”.
“Estoy bien”, aseguró Jurina, dejando un rápido beso en los labios de Rena antes de regresar al reproductor de música, “prometo que no tardare mucho”.
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Jurina grita en su mente de alegría cuando finalmente consigue ejecutar la coreografía sin fallos. Esto ha tomado un poco más de lo que ella pensaba, pero valía la pena. Ahora ella estaba bien preparada, y más que ansiosa por interpretar la canción en el escenario con su amiga de AKB.
“Rena, lo conseguí”, exclama Jurina, antes de mirar por encima de su hombro cuando sus palabras son recibidas por el silencio.  
Veinte minutos antes, la Matsui mayor tomo asiento en una esquina de la habitación y se entretuvo con un libro mientras esperaba que la joven acabara. De acuerdo con el objeto que ahora estaba tirado en su regazo y por sus ojos cerrados, parecía que Rena había decidido echarse una siesta.
“Rena”, murmura Jurina una vez estuvo enfrente de ella, sacudiendo su brazo suavemente. La acción no pasa desapercibida y Rena poco a poco se mueve, mirando a la chica que se cierne sobre ella, “deberías de haberme dicho que estabas cansada, y habríamos pospuesto la cena.”
“No, estoy bien”, contestó Rena y acepto la mano extendida, antes de taparse la boca para suprimir un bostezo. “Has acabado?”
“Sí, voy a tomar una ducha y nos podremos ir”, anunció Jurina, ya girando sobre sus talones para recuperar su bolsa llena de ropa limpia muy necesaria. Justo cuando está a punto de cogerla y salir de la habitación, un par de brazos rodean su cintura desde atrás, impidiéndole hacer otro movimiento.
“Sabes que eres hermosa cuando bailas?” susurra Rena, apoyando su barbilla en su hombro.
“No me había dado cuenta de que estabas mirando”, contesto Jurina, sus manos se movieron para unirse a las de Rena y encontrarse con sus ojos en el espejo en sorpresa. Ella definitivamente parecía estar absorta en su libro todo este tiempo.
“Jurina”, sonrío Rena, mientras respondía se notaba una ligera nota de diversión en su voz, “siempre lo estoy”.
Jurina no se pierde el suave toque en su piel cuando la mano derecha de Rena se mueve de su cintura hasta su cuello, apartando los mechones de pelo que se habían escapado de la floja coleta de Jurina, antes de dejar un rastro de besos en su nuca.
“Estoy toda sudada”, protestó Jurina suavemente mientras trata de separarse del abrazo de Rena, en vano, mientras la chica mayor opta por apretar su agarre en su cintura y continuar su acción.
“Está bien”, Rena cede en el segundo intento y deja que Jurina recoja su bolsa, no antes de robar otro beso, esta vez en los labios. “No tardes mucho, tenemos una cita a la que ir”.
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“¿En serio?” exclama Jurina con incredulidad cuando las dos chicas tomaron asiento en el restaurante y Rena explica que quiere comer algo sin picante, “¿Estas enferma?”
“Para”, protesta Rena, apartando la mano ofendida que estaba en su frente ahora con falsa preocupación, “no como comida picante todos los días”.
“¿Desde cuándo?”
“Estoy de acuerdo con que me gusta mucho, pero no es muy saludable comer comida picante todo el tiempo,” declaro Rena, antes de mirar el menú con gran interés. “Además, quiero probar cosas nuevas, y este restaurante tiene muy buena reputación”, explica ella, antes de mirar hacia arriba al escuchar una risa, encontrándose enseguida con los ojos divertidos de Jurina. “No puedo creerlo, te estabas riendo de mí!” le regaño Rena, golpeando el menú contra la mesa en desaprobación.
“Y tú estabas contestando muy seriamente”, se burló Jurina.
“De todas formas”, Rena se calla ahora bastante inquieta por cambiar de tema, ¿“que piensa tu madre de que te quedes tan a menudo en mi casa?”
“No mucho”, admite Jurina mientras coge el menú para elegir qué van a comer, “ya está bastante acostumbrada y no olvides que dormí mucho en el departamento de Churi estos últimos meses”.
“Eso es cierto”, asiente Rena. Jurina siempre había sido una persona muy afectuosa, y parecía que su amiga mayor compartía el mismo patrón. “Y que piensa Akane sobre esto? ¿No te echa de menos?”, se burla.
“No creo eso”, sonríe Jurina. “Sé que ella y Airi han estado pasando mucho tiempo juntas últimamente”.
“Sí, se están poniendo al día”, afirma Rena. “Honestamente, estaba un poco asustada. No solo por su relación, sino también por mi relación con Airi,” de repente Rena se detiene cuándo se da cuenta de lo que acaba de decir, y levanta los ojos con aprensión del menú.
Rena no escondió la confesión de Airi a Jurina, pero aún se sentía incomoda al mencionarlo. Como resultado, ella deseaba que no se le hubiera escapado eso. Jurina no dijo mucho cuando le contó que Airi le había confesado sus sentimientos, pero su expresión de disgusto había sido suficiente información.
“Está bien, puedes hablar sobre eso”, aseguró Jurina cuando se dio cuenta de la inseguridad de la chica mayor, “no me importa.”
Aunque el hecho de que Jurina sabía que Rena había rechazado a Airi, le molestaba saber que la otra chica había tenido esos sentimientos por la Matsui mayor. Después de todo, ella había estado celosa de Airi todo este tiempo. Ella siempre había creído que ellas eran más que amigas, y el beso que presenció aquel día solo había reforzado esa sensación. Ella ni siquiera creyó a Churi la primera vez que le aseguró que no pasaba nada entre ellas dos. Es por eso que le llevó bastante tiempo aceptar el hecho de que Airi había amado a Rena de una manera romántica, y aún más darse cuenta de que ya no era el caso. Jurina aún no lo entendía del todo, pero parecía que Airi había logado hacer algo que ella nunca había podido hacer. Dejar de lado los sentimientos por Rena.
“Es terrible presenciar la angustia de alguien, especialmente cuando tú eres la causa”, dice Rena cuando Jurina le pide que continúe, “tenía tanto miedo de perderla. Honestamente, no sé lo que habría hecho si se hubiera distanciado de mí”.
“Rena”, murmura Jurina, colocando una mano reconfortante sobre la de ella mientras ve lágrimas a punto de caer en los ojos de la chica muy emotiva, “ahora se ha acabado. Airi y tú son buenas amigas otra vez”.
“Sí, lo somos”, responde Rena con una pequeña sonrisa en los labios. “Sabes, esta horrible situación me ha enseñado algo, y es que si tu corazón se rompe, aún puede ser reparado”.
“Sí, puede”, susurra Jurina. Ella sabe que Rena no se está dando cuenta, ya que actualmente está pensando en su amiga, pero sus palabras realmente la afectan en lo más hondo. Por un tiempo, creyó que nunca podría olvidar esas palabras que le causaron tanto dolor en el hospital, pero inesperadamente, el tiempo había sido un gran aliado.
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“Dime, me he estado preguntando algo durante un tiempo”, declara Jurina cuando ambas chicas salen del restaurante y se dirigen al apartamento de Rena, “¿Por qué nunca llamas a Akane por su apodo? Todas sus amigas lo hacen, pero nunca te oí llamarla Churi”.
“¿Tal vez porque no la considero mi amiga?” responde Rena, sin perderse la repentina sorpresa de Jurina mientras inclina la cabeza para mirarla. “No me malinterpretes: Akane es una chica agradable, pero no somos amigas”.
Jurina se queda muda por un momento y desvía la mirada hacia la calle oscura frente a ella, reflexionando sobre sus palabras. Ella pensaba que las dos chicas se habían acercado más últimamente, al darse cuenta de que hablaban más a menudo que antes, pero parecía que había malinterpretado la naturaleza de su relación.
“¿Crees que alguna vez lo seréis?” pregunta tentativamente Jurina, deteniéndose cuando llegan a un cruce de peatones y la luz roja les impide avanzar.
“Sé que quieres que nos llevemos bien, pero así no es como funciona”, responde suavemente Rena, sin perderse la esperanza que había en los ojos de la joven. “Tal vez nos volveremos amigas, o tal vez no. No puedes predecir ni forzar estas cosas”.
Jurina solamente asiente, sin encontrar una buena replica. Inmediatamente había conectado con Churi y realmente disfrutaba de su compañía, pero tenía que admitir que había una posibilidad de que no sintieran todos lo mismo por su amiga mayor. Después de todo, ella tampoco era muy cercana a Airi.
Además, era muy consciente de que Rena y ella eran dos personas muy diferentes, y sus recientes palabras solo sirvieron para reforzar esta idea. Jurina era una persona muy cariñosa, no tenía miedo de aferrarse a los miembros que le gustaban, y no tuvo dificultades para formar lazos y conservar con la gente. Obviamente, no podría decirse lo mismo sobre la Matsui mayor. Ella era una persona reservada, definitivamente más distante y cautelosa.
Ambas chicas finalmente llegan al apartamento de Rena un rato después y Jurina observa mientras Rena saca la llave de su bolso, antes de expresar en voz alta lo que ha estado pensando desde hace unos minutos.
“No abres tu corazón tan fácilmente”.
La declaración de Jurina toma a Rena por sorpresa y hace una pausa momentánea mientras está girando la llave en la cerradura, reflexionando sobre las palabras de Jurina, antes de reanudar la acción y empujar la puerta. Es cierto que, por mucho que aprecie la compañía de muchas de las miembros, son muy pocas las que considera como sus verdaderas amigas. De hecho, por muchos nombres que busque en su cabeza, pasando por todas las relaciones que ha forjado en estos seis años, solo encuentra uno: Airi.
Si a decir verdad, ella en algún momento se preguntó si su timidez - y su imagen - realmente no le impedían formar nuevas amistades. Ella era muy consciente de que las miembros más jóvenes todavía no estaban dispuestas a acercársele, y menos aún a hablar con ella, y eso todavía le molestaba. Parecía que la veían como una persona inalcanzable, y aunque trató de deshacerse de esa imagen, se negó irritantemente a dejarla.
En cuanto a las mayores, nunca logró establecer una conexión como la que tenía con Airi. Había algo en ella que las hacía conectar casi de inmediato. Solo fueron suficientes unas cuantas palabras, y Rena supo que esa persona sería importante en su vida. Airi no solo tenía las mismas pasiones que ella, sino que también la entendía mejor que nadie. Ella nunca juzgaba o indagaba y de alguna manera siempre parecía saber lo que tenía en la cabeza. Por supuesto, todavía tenía sus secretos, pero no le ocultaba muchas cosas a Airi. Ella no necesitaba hacerlo. Ella confiaba plenamente en ella.
Es por eso que había estado tan asustada cuando la chica se le declaró y ella le había rechazado. Ella se negaba a imaginar una vida sin tener a su amiga al lado, pero ese hecho había pasado por su mente unas cuantas veces durante este tiempo. Afortunadamente su peor pesadilla nunca se hizo realidad, y no tuvo que experimentar ese espantoso vacío.  
“Me gusta elegir cuidadosamente a las personas con las que quiero mantener una relación”, explica Rena.
Levantando los ojos para ver a Jurina que se quita la chaqueta de cuero negro, “porque una vez que encuentran un lugar en mi corazón, nunca se van”.
Era evidente que Airi ocupaba un gran lugar en su corazón, pero mientras mira a Jurina y responde a su cálida sonrisa, se da cuenta de repente que ya no es la única.
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