La derecha te quiere en la Pobreza
En Chile siempre hay excusas para subir los precios, la inflación constante que disminuye el poder adquisitivo, la dilución del valor del dinero, profundizada cada vez más con el crecimiento mal distribuido, que alcanza sólo para algunos; se constituye en el disfraz perfecto para el alza artificial y deliberada del nivel de precios y el costo de la Vida.
Más allá de las presiones inflacionarias externas, que siempre existirán; en un país como el nuestro, en que menos del 1% de la población concentra cerca del 30% del ingreso; en que un sector de la sociedad controla los medios de producción, la capacidad de distribución, los servicios y la infraestructura para su prestación, con una hegemonía reforzada por medio de la integración vertical; en que la colusión, el abuso, las prácticas monopólicas y anticompetitivas, son más la regla que la excepción; cabe preguntarse, si todas aquellas ilegítimas “ventajas”, son también mecanismos que permiten el manejo discrecional de los precios; que la evidencia parece reafirmar, y que vemos con mayor claridad en tiempos de crisis, como la que experimentamos durante la pandemia y que hoy seguimos padeciendo.
¿Quienes son los que dominan toda aquella logística, todas aquellas instalaciones?
¿Cuál es la tendencia política a la que son adeptos?
¿Condiciona su pensamiento el uso que hacen de ellas?
¿Que sucede cuando los que manejan la economía son los mismos que se oponen a los Derechos, tanto laborales, sociales y políticos, como de las Mujeres?
¿Que ocurre cuando son los mismos que siempre nos han dicho que si suben los sueldos, o las personas tienen condiciones de Vida dignas, se hundirá la economía?
¿Que pasa cuando son los mismos que hacen hasta lo indecible para evadir y eludir impuestos, y no contribuir al Estado que saquearon en dictadura, del cual les gusta servirse, y del que exigen rescates, cuando su sinvergüenzura y prácticas deshonestas los llevan a la quiebra?
Según parece, es lo que estamos presenciando, sabemos que ya ha ocurrido antes, cada vez que se ha buscado mejorar las condiciones de vida de las personas; incluso llegando al extremo de desestabilizar el país completo, o abusando de la necesidad en tiempos de dificultad; hoy pese al alza sustantiva del sueldo mínimo, prácticamente congelado desde hace casi 30 años, seguimos aplastados por la sobrevivencia.
Es así como los pocos que dominan la economía nos quieren, sumidos en la pobreza material e intangible, porque su riqueza se basa en la miseria de la comercialización de los Derechos; porque cuando tienes que luchar por llegar a fin de mes, no te puedes permitir defenderlos, y te los venden como mercancía, un bien de consumo; tal es la inmoralidad de los que lucran con la precariedad que nos aflije, la ruindad de quienes hacen extractivismo de nuestra vida y nuestra muerte; el presente está a la vista, los saqueados somos nosotros.
Sin embargo, ha llegado el tiempo, en que con firme convicción, dejamos para siempre la ingenuidad atrás, no permitiremos que nos manipulen, ni nos mientan; tampoco el abuso de quienes con más conocimientos, arteramente y a sabiendas, engañan a quienes por diversas razones, saben menos; es fundamental que tengamos la capacidad de hablar con Todos, sin arrogancia y con respeto, responsabilizándonos de darnos a entender, para a la vez hacernos cargo, de las definiciones que como Pueblo tomamos.
Para superar de forma definitiva tanto el chantaje constante, y la captura en que mezquinos intereses mantienen a nuestro país, como el bloqueo de la derecha a los cambios que aún son urgentes, a las justas demandas que siguen sin tener respuesta; resulta imperativo impugnar el verdadero y antidemocrático poder constituido, desenmascarar el engaño de lo que verdaderamente está impulsando, mientras sus esbirros le mienten a la gente; rechazar el origen ilegítimo del poder que ostenta la barbárica y matonesca oligarquía, es también declarar ilegítima la estructura socioeconómica de poder que desarrolló, y por tanto hacer inaceptable la profundización y consolidación de tal poder ilegítimo, impuesto a punta de tortura y fusil en dictadura; más aún cuando, como se propuso en el adefesio medieval de kast, aquello ocurra a costa de dinamitar la capacidad del Estado y los Derechos, y el secuestro de las instituciones políticas mediante la elitización de la base representativa; en definitiva más de lo mismo, hoy como ayer, la élite buscó una vez más, afortunadamente sin éxito, apropiarse del Estado para su conveniencia, en desmedro del Bien Común, esta vez representada por el partido fascista opus dei pinochetista, también conocido como republicanos y chile vamos.
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