⠀" ILLUMIA "
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⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀» 31 de diciembre del 2018
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀» Seoul Incheon Airport
❦ [ Busan]
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Algunos días antes...
[SMS to Amor]
Bebé, ¿dónde pasaremos el año nuevo entonces?
➥ Sent to Aaron Hilfiger [ 11:06 a.m.]
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[SMS to Kurage]
Illumia, quiero llevarte a conocer Illumia, un festival de luces en Busan.
➥ Sent to Yang- Mi Nanase [ 11: 09 a.m.]
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El inicio de un nuevo año comenzaba en cuestión de horas y él castaño se preparaba para tomar el avión a medio día, donde se encontraría con el amor de su vida y persona que le hacía exponer una sonrisa de dueña ánonima al mundo. La pareja decidió pasar el Año Nuevo en Busan, específicamente, en el Festival de Luces " Illumia, " donde cada año el parque era adornado con hermosas, brillantes, y luminosas luces de distintos colores para simular el espírituo navideño que emanaba felicidad en los corazones de los presentes.
Tomada la decisión, Aaron reservó los boletos de avión tal como el hotel. El vuelo salía a medio día y desde una noche antes el joven preparo su maleta con un cambio formal, zapatos mocasines (como siempre) y un cambio cómodo de ropa. Un saco, un buzo, un pantalón de mezclilla, ropa interior (obviamente), rastrillo y otras cosas de higiene personal. También llevaba en sus bermudas medicamentos en caso que atrapará un resfriado, como bufanda y un gorro para protegerse del severo clima. En Corea el clima podía llegar a ser amenazante.
Por cuestiones de reporteros, chismes y paparazzis la pareja acordó verse en el mismo avión, sin embargo, llegar separados para no levantar sospechosas y evitar el posible escándalo por la presencia de Yang Mi en el áeropuerto. Los K-netizens nunca descansaban. Si justo hace unos días SBS estaba realizando una investigación sobre la respiración de su novia, ¿a qué extremo pudieran llegar por la relación de ambos?
En fin, esa misma mañana Hilfiger dejó a su canino a cargo de Ethan como su hermano también se comprometió en dejarlo en el áeropuerto. Sería mejor, así se evitaría muchas complicaciones.
Una vez frente al áeropuerto de Incheon, Aaron agradeció a su hermano y bajó del automóvil con su maleta en mano y mochila para el vuelo en mano, Su conjunto de áeropuerto era una camisa a cuadros, beanie, saco negro, jeans y unos tennis normales. Llegó a la línea donde reportería su documentación y aprovecho para mandar un mensaje. Sacó el iPhone de su abrigo y tecleó:
[ SMS to Kurage]
Mi amor, ya estoy haciendo línea, ¿cómo estas? ¿Te encuentras bien?
Ethan me dejó en el áeropuerto y lo dejé con Hamilton. El canino cuidará mejor de Phillip que él, ah. Te amo y te veo en cuestión de minutos, si.
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Su turno llegó para mostrar la identificación y medir el peso de su maleta, donde prosiguió a seguir a la azafata y pasó a subir al avión para asentarse en su asignado asiento ( el de al lado para su novia) y suspiro.
Seguro sería un bonito viaje.
Yang
Uan sonrisa deslumbrante se podía diferenciar entre las pocas personas que allí se encontraban. La pelinegra lo pudo evitar soltar aquella sonrisa tan particular que solo el mayor provoca.
[SMS to Amor]
Estoy bien, bien.
Espero que Hamilton se porte bien en tu ausencia.
Ya quiero verte, pero aún no llegó al aeropuerto, estoy en camino π.π
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Aquello último era mentira, Yang Mi ya estaba en el asiento y número del avión asignado por lo que una pequeña mentirita no estaba mal.
Había llegado a la terminal un tiempo antes para evitar a los reporteros y las especulaciones que podía surgir si se topaba con las cámaras.
Lo cual la llevo a abordar como la primera pasajera del avión.
Yang Mi esperaría paciente la llegada del mayor, por otra parte estaba muy emocionada en compartir otra fecha importante con él.
Aaron Hilfiger
Iba deslizando su maleta por la conexión entre el edificio del aeropuerto y el avión correspondiente que en cuestión de minutos saldría a Busan. La distancia era larga por lo que apresuró su paso, la azafata a cargo de inspeccionar le dirigió hacia la izquierda y de tal manera fur hasta subir al avión.
En el pequeño momento que tuvo de espera, en lo que subían los demás abordo, Aaron revisó su celular. Suspiro y se encogió de hombros. Ya quería estar con ella.
Al abordar sus pupilas se asomaron al boleto. Sin esperar mucho, pues le dijo que apenas venía, camino cabizbajo hasta dejar su maleta en el compartimento de arriba y solo se dejó caer en el asiento, no se había fijado si el asiento de al lado estaba ocupado o no.
Yang-Mi Nanase
Yang Mi se encontraba entretenida con su celular, no le pareció extraño que el mayor no le hay contestado si bien sabía que estaba por abordar.
Su vestuario era un poco más simple de lo normal, vestía de negro, últimamente le gustaba llevar aquella campera color marrón y una bufanda. No podía pretender sobresalir con su vestimenta, eso llamaría la atención y era lo que por lo menos quería evitar esta noche.
Al parece los pensamientos del mayor estaban en otro mundo, pues este apenas se sentó ni siquiera la había mirado. Dejó su celular a un costado y antes de decir algo, tapo los ojos contrarios con sus manos.
— Miren a quién tenemos aquí. — comento bromista. — Adivina quién soy. — volvió a decir un poco más cerca de la oreja contraria.
Aaron Hilfiger
Unas manos delgadas y un tanto frías cubrieron su mirada, detalle que le hizo dar un pequeño brinco pues estaba tan distraído en su mundo que no se esperaba aquella reacción.
Inmediatamente reconoció la voz suave y dulce de su novia. — Eres la señora Medusa. — Susurró con las comisuras de sus labios elevadas, esbozando la suavidad de sus ideas; algo que solo ella provocaba en él.
Subió su diestra a la mejilla ajena, ladeo su rostro, forzando al movimiento ajeno a alejarse de su rostro y unió ambos labiales en un ligero y demandante beso.
Yang-Mi Nanase
Una sutil carcajada salió de sus labios al escuchar aquel apodo tan original y único que el le había otorgado.
No tuvo tiempo para responderde, sus labios fueron atacados en aquel precioso y exquisito beso, el cual fue correspondido a los segundos.
Sus manos se colocaron sobre las mejillas a medida que lo atraía hacia sí.
Podría seguir, por supuesto que podía seguir, pero no era el lugar.
Se separó tristemente de aquel beso, no sin antes dejar un pequeño beso en la nariz contraria.
— Hay gente amor. — un puchero se formó en sus labios y solo lo podía observar aquellas pupilas hasta perderse en ellas.
— Te extrañe, bebé.— susurro para ambos.
Aaron Hilfiger
Un pequeño puchero se dibujo en los labios del mayor, pero la fémina tenía razón, había gente y no era precisamente el lugar para tales demostraciones de afecto. Siempre había un lugar para todo. En el hotel pudieran darse los besos que ellos quisieran. ¿Verdad?
Aaron solamente sonrío al sentir la calidez de los labios ajenos en el puente de su nariz. ─ Lo sé. ─ Susurró, recargando su cabeza de costado en el asiento, perdiendose en las pupilas adversas. Una de sus manos se escapo a acariciar sútilmente los nudillos de la idol.
─ No más que yo. ─ Estaba pérdido en la mirada ajena cuando una voz le interrumpió fuerte y grave le interurmpió, el resto de pasajeros terminaba de acomodarse y la azafata dio anuncio de las instrucciones para el vuelo. Realmente Buscan no estaba muy lejos; era lo bueno. Como se dijo, Aaron cambio su móvil a "modo avión" y subió su mochila a sus piernas, donde tenía pequeños snacks escondidos: Tteokbokki, nongshim...
─ Tengo snacks, ¿quieres? ─ Preguntó una vez que la azafata se había ido.
Yang-Mi Nanase
Al escuchar que el vuelo ya estaba en marcha, prosiguió a colocarse en cinturón, apagó su celular y lo guardo en un pequeño bolso que traía.
Todo se le fue de la mente al ver lo que el mayor tenía dentro de su mochila.
— ¡Por Dios! Te amo. — plantó un beso en los labiales contrarios por pura emoción. La joven había estado evitando los snacks el último mes, tampoco los encontraba en sus comidas y ver los que el mayor tenía a su disponibilidad, sería capaz de llamarlo de besos solo por recibir una bolsita de aquellos apetitosos snacks.
— Si supieras hace cuanto no como golosinas.— cuan niña emocionada tomó una bolsita en sus manos y empezó a degustarlas. — Riquísimo.— le regaló una de tantas sonrisas que durante el día se las iba a otorgar
Aaron Hilfiger
De repente los labiales del mayor fueron ocupados nuevamente en un beso sorpresa, cosa que le dejo perplejo unos instantes. Sacudió ligeramente su cabeza para dejar el shock y prosiguió a reir al ver la emocion de la menor.
─ Son solo... ─ Comentó Aaron, pero fue interrumpido por el comentario adverso y pudo entender cual era su emoción al comer snacks. Olvidaba frecuentemente que ella tenía que seguir una dieta muy estricta en cuanto a lo que comía y a lo que no. ─ Disfrútalo. ─ Susurró regalándole una sonrisa, también.
La pareja se quedó conversando por el resto del vuelo y también se fueron arrullando con el vuelo, ya que todos permanecían callados. Terminó por quedarse dormido en el hombro adverso hasta que un fuerte brincoteo por parte del avión se sintió y en ese instante la voz de la azafata anunció la llegada a Busan.
Yang-Mi Nanase
La vista que otorgaba el cielo era inmensa, pero toda la atención de la pelinegra se la llevaba su pareja, quién dormía plácidamente en su hombro.
Su mano se encontraba entrelazada con la adversa a su vez dejaba sutiles caricias sobre la palma del mayor.
La cuidad de Busan podía verse, estaban próximo a arribar y antes de que despertará al mayor, este se despertó con una turbulencia del avión. Segundos después anunciaron la llegada a Busan.
— Despertaste dormilón, bajaremos en unos minutos. — lo abrazo cálidamente mientras respiraba el aroma del perfume que el solía usar.
Aaron Hilfiger
Aunque fue corto, él castaño profundizo tanto su sueño que cuando despertó, sus parpados estaban hinchados y hasta se podía decir que la tela de aquella campera se marcó en el rostro del joven. Seguramente Yang se burlaría una vez que se diera cuenta.
─ Mh...─ Gruño Aaron, aún con los ojos cerrados y como un niño, solo volvió a acomodarse en el hombro de la menor, ignorando todo posible bullicio de los pasajeros bajando. Los brazos ajenos rodearon su cuerpo y solo sirvió para que quisiera moverse menos de ese exquisito momento.
─No me quiero ir. ─ Susurró para ambos, pero ya se tenía que ir preparando para bajar. Solamente subio su zurda a la mejilla impropia y deposito un último y pequeño beso en el rostro de la menor.
El avión aterrizó y cuando al fin se pudo, Hilfiger se levantó de su asiento, abrió el compartimento y bajo la maleta de la menor, dejando esta en la superficie del suelo. Bajó la suya y pasó su mochila a su hombro. ─ ¿Lista? ─ Cuestionó con una sonrisa en su rostro, mientras estiro su mano para entrelazar la de él con la suya.
Yang-Mi Nanase
Sonrió al ver el rostro contrario, más no dijo comentario alguno sobre aquella marca que podía notarse.
— Hay que irnos para ir a ver las luces, corazón.— comento tranquila, acto seguido tomó la mano contraria y se levantó para poder bajar del avión.
— Deja que llevo mis cosas. — tomó su cartera, la maleta y sin soltarlo se dirigió a la salida para poder salir del avión.
Pero como era de esperarse, la pelinegra no podía salir por la puerta principal del aeropuerto.
— Solo siganme, por favor.— Yang Mi le regaló una sonrisa de confianza al mayor, asegurándole que todo estaba en orden. Antes de abordar su mánager se había encargado de asignarle una azafata designada que los llevaría por la puerta trasera para que no haya ningún tipo de futuros problemas
Aaron Hilfiger
El castaño asintió y aguardo a que la menor tomara sus cosas para entrelazar su mano con la adversa. Siguió a la menor y había olvidado ese pequeño detalle; a veces se olvidaba de que su pareja tenía que tomar ciertas rutas diferentes para no ser vista. Aún no se acostumbraba a pequeños detalles.
Un poco confundido, asintió con una duda plantada en sus ojos. ─ ¿A dónde? ─ Pero su vista se desvío a la azafata que les guío a la entrada trasera del áeropuerto. Era la primera vez que pasaba por una lugar, o "experiencia" así, sin contar a Jeju.
─ Los reporteros. ─ Soltó aquel comentario. Sin embargo, se detuvo unos momentos. ¿Acaso ya llevaban el equipaje las personas que los recogerían en el áeropuerto por parte de la agencia? ─ ¿Y nuestro equipaje?─ El mayor entró en pánico en unos cortos instantes.
A la salida se asomaba un vehículo discreto de la agencia, imagino que se irían ahí camino al hotel.
Yang-Mi Nanase
— ¿Umh? — la joven detuvo su paso ante tan cuestionamiento. — No te preocupes, está todo en orden. Nos trasladarán para que sea lo más discreto posible ¿Sí amor? Perdón por no avisarte antes, pero ya sabes que no podemos ser tomados por ninguna cámara o algún sasaeng. — terminó de comentar con seguridad para que él se sintiera de la misma forma, por su lado entendía que todo esto era nuevo para él y hasta podía ser un poco hostigado, pero eran medidas que se debían tomar por la seguridad de ambos.
— Las maletas están en el auto, nos transportarán hasta el hotel y si queremos también podemos hacerlo quedar para que ya nos traslade hasta cualquier lugar ¿Vamos? — Yang Mi camino hasta el automóvil, subió a la parte trasera y espero que el mayor hiciera lo mismo, la azafata esperaría hasta que ellos subieran y luego se iría para así informar que nada hubiese ocurrido.
Aaron Hilfiger
Aaron permaneció en calma y solo sostuvo la mano de su pareja. Esos pequeños “nervios” eran una parte de su persona y un aspecto en el que todavía estaba trabajando. Había muchas cosas tras esos trabajados nervios de su infancia. — Bien amor.— Solamente susurro y sostuvo con mas fuerza el agarre.
Aaron asintió a la propuesta ajena. Todo esto era nuevo para él, pero con el tiempo se acostumbraría. — Vamos. — Replicó con una cálida sonrisa en sus comisuras.
El chofer del auto subió las pertenencias de ambos a la cajuela y seguido de la menor, él mayor subió a la puerta trasera de la camioneta y cerró esta. Colocó su cinturón y suspiro. — En verdad todo esto es nuevo. — Solamente soltó con una pequeña risa.
La azafata se retiró y él mayor indicó el hotel al cual irían, en si, la dirección de su estadía. — Park Hyatt Hotel. — Indico al chofer que inició el camino, saliendo del aeropuerto. Aaron volvió a tomar la mano de su pareja y beso la palma de esta
Yang-Mi Nanase
Un suspiro de alivio salió de sus labios al escuchar el automóvil arrancar, lo que menos quería era que los capten a ambos y le preocupaba colocar al mayor en una situación que sería estresante para él.
Yang Mi recargo su cabeza en el hombro contrario.
— Lo sé, sé que es nuevo para ti, pero es necesario para que podamos estar tranquilos.— volvió a soltar un suspiro pesado, le encantaría salir como personas normales, pero eso era imposible por el momento.
— ¿ya haz venido a este lugar alguna vez amor? — cuestiones, quería sacar charla del tema y olvidarse un poco de las preocupaciones.
Aaron Hilfiger
i— Me acostumbrare con el tiempo. — Aseguró a la menor mientras seguía acariciando los nudillos adversos. El comprendía que eran medidas necesarias para mantener la paz entre ellos y evitar posibles escándalos.
— Solo he pasado por Busan, nunca me he detenido la ciudad en verdad. — Comentó intentando desviar la conversación a algo mas relajado. — Siguiente parada debe ser Francia.
Yang-Mi Nanase
— Hazme saber si algo te incomoda ¿Si? —
La joven estaría dispuesta a solucionar cualquier incomodidad que le surgiera al mayor, era su prioridad.
Escucho atenta el comentario lo que decía el mayor.
— ¡Francia, Francia! Debe ser ese nuestro próximo destino.— comento no puedo evitar estar entusiasmada, deseaba volver a aquella cuidad, ahora la emoción era doble por ir con junto a él.
Sonrió y solo se apego más a él, desea recorrer muchos lugares, hacer recuerdos y sobre todo estar con él.
El chofer anuncio que pronto llegarían al destino, Yang Mi preparo su bolso y volvió a recargar su cabeza en el hombro contrario hasta que llegaron al hotel.
Aaron Hilfiger
i— Todo esta bien, Yang. — Reconfortó a la menor mientras acariciaba su mano. En verdad, lo mejor era que ambos se mantuvieran en secreto.
Esbozó una gran sonrisa cuando la menor exclamó emocionada sobre Francia. — ¿Comeremos quesos apestosos y pan baguette? — Cuestionó juguetón, pues aquella era un estereotipo para el país de Francia.
Tenían todo el tiempo del mundo y la aventura para ellos solamente comenzaba. Tenían toda una vida.
Una vez llegaron al hotel, fueron llevaros a la parte trasera donde al parecer también seguridad especial les recibía para poder entrar con tranquilidad al hotel. — ¿También son de la agencia? — El botones ya tenía la tarjeta de la habitación en mano. El castaño bajo del auto y suspiro, acomodando su abrigo.
— Llegamos.
Yang-Mi Nanase
Yang Mi solo pudo sonreír a tales comentarios sobre Francia.
— Podemos hacer muchas cosas allí.— terminó de decir.
Después de que el automóvil se detuviese, la joven divisó a la seguridad del hotel. — Son del hotel, pero solo se aseguran de ingresemos sin ningún problema.— comento.
La pelinegra prosiguió a bajar del vehículo y volvió a entrelazar sus manos con el mayor mientras caminaban la puerta por dónde iban a ingresar.
— Llegamos más rápido de lo que pensé. —
Saludo amablemente a los de seguridad los cuales dieron paso al ingreso de la pareja al edificio, hasta guiarlos hacia su habitación
Aaron Hilfiger
— Un beso todo romántico frente a la Torre Eiffel. — Sugirió con una sonrisa ladina, insinuando un rato para ellos dos solos. El castaño alejó aquel pensamiento de su mente y bajó del automóvil.
— Gracias. — Dijo por último al al chofer y entrelazo su mano al compás de la de su pareja. Su piel estaba fría. El clima estaba frío.
Alguien a la entrada abrió la puerta para ambos y el mayor nuevamente agradeció con un ademán en la mano. Con tarjeta de acceso en mano, le hicieron saber el número de su habitación; número 68. Esta tenía vista al amplio mar de Busan y ofrecía una hermosa vista. Aaron sabía que su pareja disfrutaba mucho del cielo en si.
El botones llevo con el equipaje de ambos. — Espero te gusté mi elección. — Si, solo era un cuarto de hotel, pero cuando venía a Yang, él era muy cuidadoso con lo que elegía.
Pasó la tarjeta de acceso para poder entrar y el botones se adelantó a dejar el equipaje y se retiro, dejando a la pareja sola. Halo de la meno de la menor para llevarla hacia adentro de la habitación.
El color del atardecer ya estaba cambiando, a como se podía apreciar en el gran ventanal.
Yang-Mi Nanase
— No tienes mal gusto en tus elecciones.— dijo mientras ingresaba y observaba completamente la habitación.
La vista que el ventanal otorgaba en ese momento era preciosa, se llevaba el premio mayor en el cuarto, se acercó a este y observó cada detalle de la cuidad.
— Podremos disfrutar de la vista ¿No crees? Y sacar muchas fotos para tener nuestros recuerdos. Es una lástima que no nos quedemos más tiempo.— si voz se fue apagando en el último comentario, sacudió su cabeza para no pensar en el trabajo, estaba allí para festejar el año entrante y lo más importante, estaba ahí con él\
.Aaron Hilfiger
— Me alegro que te gustará. — Aunque tal vez no era de gran relevancia, él joven siempre tenía detalle cuando se venía a su novia.
Sin pensar, siguió a la menor y cálidamente rodeo la cintura ajena, apegando su anatomia a la adversa y acercando a ambos para disfrutar ese sútil momento. — Todas las fotos que quieras. — Aseguró con certeza. Este era un viaje que no olvidarían.
Notó la preocupación en la voz de la menor, ¿o mas bien era agobio? No lo sabía, pero, por lo menos por hoy, quería que se olvidará de todo y hacerla sentir tranquila. — No importa, no sera el único viaje que realicemos y, ¿tenemos tomo el tiempo del mundo no? — La diestra que reposaba en la cintura ajena paso a acariciar la mejilla ajena. Acercó el menton de la menor a su rostro, ladeo su menton y otorgo un beso en aquellos cerezos.
Sería una bonita noche y el atardecer apenas iba cayendo, por lo que el estomágo del mayor gruño; no había comido nada en todo el dia. — ¿Te gustaría ir a cenar antes de ir al festival, o pedimos algo aquí?
Yang-Mi Nanase
Lo que más adoraba de todo esto era que después de mucho, volvía a recibir aquellos besos que deseaban nunca terminen, sin duda esta noche le robaría más que un beso al mayor y tomaría todas las fotos que su celular le permitiese, ah pero sin exagerar, solo deseaba guardar este preciado momento.
Yang Mi sonrió al escuchar el gruñido proveniente del estómago del contrario.
— Te mueres de hambre al igual que yo.— cometo.
No iba mentir, los snacks solo habían servido como un aperitivo para ella y por otro lado él no era el único que tenía hambre.
— Podemos ir para el festival y por el camino ir comiendo algo, no sé a qué ahora empieza todo pero estoy segura que nos dará tiempo de comer, aparte la comida de los puestitos suelen ser deliciosas. — dijo emocionada.
Yang Mi solo tomo su campera, billetera y celular, no necesitaba nada más. Espero que el tomara lo que deseaba llevar y luego entrelazó su mano con la del contrario, camino rumbo a la salida para así emprender camino a aquella aventura.
— Vamos amor, no perdamos el tiempo.—
Aaron Hilfiger
Separó sus labios unos cuantos milímetros y mantuvo la cercanía entre ambos rostros, mientras se dedicaba a depositar caricias en la mejilla ajena. Escuchó con atención cada palabra y compartía el mismo pensamiento que ella - comer algo en el Festival - para poder adelantarse y disfrutar de la velada.
─ Entonces veremos que cosas ricas hay de comer allá. ─ Terminó por decir imitando las acciones adversas y pasó a buscar su billtera y móvil, abrigo y un cubrebocas para cualquier cosa que se pudiera presentar
Desde aquella foto que le tomaron fuera de la agencia podía ser que estuviera siendo parte del ojo público . Entrelazó su mano con la adversa y esbozó una cálida sonrisa, pero sus pupilas se agrandaron al recordar un ligero detalle - los hanboks.
─ Espera. ─ Comentó separandose de aquel agarre y camino a su maleta. ─ Yo... Mande a hacer esto para nosotros, por el festival, supuse que te gustaría, son Hanboks. ─ Saco ambas vestimentas con cuidado; la de la menor era de una rosa viejo con patrones florales tela de seda y la del mayor similar, pero en azul.
Ayudo a la menor a ponerse aquel traje, tradicional para el festival de Illumia y puso el suyo. Tomó la mano de la menor, la tarjeta de la habitación y finalmente salieron de la habitación.
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La pareja bajo al lobby del hospita ; la brisa estaba un poco helada, aparte que ya se encontraban expuestos al exterior. El mayor tomó medidas y subrio su cubrebocas, que llegaba hasta la nariz. ─ Solo por precaución. ─ Aseguró a la menor mientras sus pupilas buscaban perdidas el transporte. ─ ¿ Lista ?
Yang-Mi Nanase
Detuvo su paso dándole una mirada incrédula, mientras veía al mayor caminar hacia su maleta.
¿De verdad se había tomado la molestia de hacer aquellos trajes? se acercó emocionada y con una enorme sonrisa en sus labios.
— No puedo creer que hayas hecho esto ¡Me encanta! De verdad, me fascinan.— terminó por decir y tomó la prenda con sus manos, la suavidad de la tela podía sentirse, admiro el traje del contrario y se puso aún más feliz sabiendo que ambos vestirían igual.
Rápidamente ambos se colocaron dichos trajes y sin más salieron de la habitación rumbo al lobby.
— Incluso el cubrebocas combina con tu traje. Estoy segura que no sucederá nada está noche.— Yang Mi divisó el transporte, la camioneta que la agencia les había otorgado los llevaría hasta el festival para más seguridad.
— Listisima.— halo al motor hasta la camioneta en la cual ambos subieron y emprendió en marcha. Por suerte no tomaría tanto llegar hasta allí y tendrían el tiempo para caminar, comer y disfrutar el paseo
Aaron Hilfiger
Yang-MiDespués de cierto tiempo, la parte trasera de la camioneta resonaba con pequeñas risas, cariños y apodos amorosos. ¿Típico de un par de enamorados, cierto? Tanto que el chofer se podía ver un tanto asqueado- a alguien le hacia falta amor.
Los edificios adornados de Navidad y las luces arruinaban la imponente tristeza de la noche con su alegre destello. — De niño me fascinaba ver todas las casas decoradas, al menos cuando aún eran buenos tiempos. — Comentó con un poco de melancolía, solía ser bonito, hasta que las fechas se volvieron amargas, al perder a su padre.
Se perdió unos minutos en sus sentimientos hasta que la camioneta dobló vuelta y ahí estaba; las luces adornadas en el parque mas grande de Busan, donde se llevaba acabó el festival de Illumia y donde la pareja pasaría el año nuevo felizmente.
Desde el automóvil se podía apreciar los diferentes puestos de decoraciones, comida y tal parece había un show musical tradicional. Y tal como el castaño pensó, la mayoría de las personas se encontraban usando Hanboks.
Contento porque la expectativa haya sido igual que la realidad, volteó a mirar a su pareja y espero a su reacción mientras el auto terminaba de estacionarse.LikeShow likes7 Jan at 7:40 amReplyYang-Mi Nanase replied to AaronPudo notar aquella sutil melancólica, presionó un poco más el agarre de sus manos, para hacerle saber que ella estaba con él.
— Son buenos tiempos ahora ¿No crees? Vendrán más en este año entrante.— comentó mirándolo a los ojos, se acercó a los labios contrarios depositando un beso en estos, junto así fuentes y sonrió sonrió por aquel cosquilleo.
— En una navidad podemos adornar nuestra futura casa.— Yang Mi dejo volar su imaginación un poco, la imagen de aquel parque iluminado era muy hermosa.
Se acercó a la ventana del automóvil, observó un poco más la decoración del parque y las personas que a medida llegaban.
El automóvil se estacionó y fijo su mirada en el mayor.
— ¿Bajamos? —LikeShow likes7 Jan at 5:18 pmReplyAaron Hilfiger replied to Yang-MiLa voz femenina devolvió al mayor a su realidad, donde encadenó sus ojos a la mirada ajena y sonrió un poco. — Mientras estes a mi lado, lo serán. — Susurró mientras fue interrumpido por ese pequeño beso. Suspiro e igualmente apego su frente. Ella le transmitía esa sutil tranquilidad.
— Bajémos. — Comentó y antes de bajar volvió a acomodar aquel cubrebocas casi a la altura de su nariz. Camino a la puerta de la menor y la abrió por ella. Una vez que bajó agradeció al chofer y entrelazo su mano con aquella de la menor.
Las luces del parque cegaron al mayor en la belleza que trazaba el camino hasta el túnel que mas noche visitarían. Volteó a ver a la menor fijamente y le guió hacia los primeros puestos de comida. — ¿Por qué empezamos? — Cuestionó con grandísima hambre.1LikeShow likes8 Jan at 6:05 pmReplyYang-Mi NanaseUna vez bajada del vehículo, Yang Mi observó un poco mejor la extensión de aquel parque que brillaba cuan estrella en la noche.
Ya se encontraba una cierta cantidad de multitud de personas en el lugar.
— Podemos empezar con un poco de pollo ¿Te parece? — cuestionó mientras trataba de ver más allá del lugar en puntitas de pies, exactamente Yang Mi no era muy alta ni baja pero en ese momento no alcanza a ver los puestos que se encontraban un poco más lejos.LikeShow likes9 Jan at 4:56 pmReplyAaron Hilfiger replied to Yang-Mi— Eres pequeña. — Comentó burlonamente mientras rodeaba la cintura de la menor y le apegaba a su abdomen. Aunque no era mucha la diferencia de estatura entre ellos, Aaron seguía siendo mas alto, obviamente.
— ¿Pollo al curry? Vamos a buscar entonces. — En si su fascinación iba mas al sushi y no al curry, pero Yang estaba enamorada del pollo; era como su segundo novio seguramente.
Entrelazó la mano adversa y miró alrededor del lugar, buscando un olor familiar que indicará lo que buscarán. — Cuidado. — Susurró mientras caminaba cabizbajo (obvias razones, no quería ser reconocido) y caminaba por la orilla de los puestos, dejando que Yang pasará enfrente de él. El tumulto era grande y no quería perderla. Le recordaba a la primera vez que ambos pasearon en Lotte.
La música tradicional ambientaba el lugar y todos lucían hanboks, desde ancianos, hasta parejas y niños. Un grito llamo la atención del mayor y se detuvo unos instantes, haciéndose a la orilla.
“ ¡Curry Fried Tongdak! “ gritó un vendedor desde de su puesto. El tongdak era un tipo de pollo al curry. Parecía haber caído justo para el antojo de ambos.
— ¿Vamos? — Apuntó al puesto
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