#tu y yo contra la pared no se piénsalo | Explore Tumblr Posts and Blogs

yaoibajo-blog · 6 years

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“Zero Moral”

Por Sophie Chepulich

Capítulo I

Era un día abochornado de primavera, en los que aunque está nublado hace calor igualmente; tres jóvenes salían de un colegio con sus mochilas, sonrientes y con el espíritu esperanzador que envuelve a los adolescentes.

Uno de los jóvenes, un rubio de estatura mediana se adelanto a los otros dos jóvenes y con una pequeña maroma se despidió de ambos. Entonces los otros dos se quedaron viendo por un largo tiempo y sin más cada uno se fue por su propio camino.

-Tengo que comprar berenjenas y coles de brúcelas-canturreaba el joven rubio, saco de su bolso un monedero y miro hacia el cielo-…de seguro debes estar muy bien donde estés mamá…-pensó el joven, mientras se precipitaba en llegar al supermercado más cercano-.

La puerta automática se abrió para dejar entrar al joven, que llevaba algo de prisa. Se dirigió raudamente hacia los vegetales y escogió cinco berenjenas y dos paquetes de coles de brúcelas, los hecho en su carro de supermercado y luego fue a las cajas, éstas estaban medio llenas por lo que debió esperar unos cuantos minutos en la fila.

Una vez fuera del supermercado el joven volvió sobre sus pasos y siguió su camino hacia un condominio cerca de su colegio. Subió las escaleras, a pesar de que en el edificio habían ascensores, pero él aun así subía sagradamente todos los días las escaleras, saco una pequeña llave plateada de su abrigo negro y la inserto en la ranura de una puerta café, sin embargo, antes de que abriese la puerta, esta cedió y otro joven parecido a él, pero pelirrojo apareció semidesnudo.

-Hola Nevai, ¿cómo te fue en la tienda?-le pregunto casualmente el pelirrojo-. Se acabaron las cervezas, ¿puedes ir a comprar algunas?

-Giovanni, si nuestro padre sabe que estas tomándote su alcohol te castigara, bebe sólo cuando estés con él…-el rubio entro en el departamento, dejo su bolso del colegio en un sofá en el living y se llevo las bolsas del supermercado con él a la cocina-. Si quieres más cerveza anda a comprar tú, yo tengo que cocinar y estoy retrasado, de vez en cuando podrías hacerlo tú.

-Sabes que detesto la cocina. Es para mujeres cocinar-Giovanni tomo el control remoto y prendió el televisor, entonces de la caja tonta comenzó a escucharse un programa incoherente e irrisorio-. Prefiero que el viejo me rete y castigue antes de ir a comprar, estoy con toda la paja de las clases…tenemos tarea para mañana, no quiero hacerla.

Nevai abrió la llave del lavatorio y metió las berenjenas con las coles bajo el agua, los limpios y luego en una olla echo las coles y las puso al fuego. Seguidamente empezó a pelar las berenjenas…de pronto, Giovanni entro a la cocina, le acarició y luego abrazo la espalda de su hermanito.

-Estás más delgado, estas adelgazándote-le dijo seductoramente Giovanni a su hermanito-. A pesar de que somos gemelos tu eres más bajo que yo e incluso nuestra anatomía es distinta. Somos completamente diferentes, tienes el cuerpo frágil y débil como el de una mujer-. Le musito al oído el pelirrojo al rubio, el aludido se sonrojo, pero continúo pelando su segunda berenjena-. Pero con todo eso, yo te amo… ¿por qué no dejas lo que estás haciendo y vamos a nuestra habitación?

Nevai se dio media vuelta como pudo entre los musculosos brazos de su hermano, le devolvió el abrazo y estiro su cuello para que sus labios alcanzaran a los de su amado. Entonces Giovanni se hizo a un lado de su hermano, tomo las llaves del departamento y se acercó a cerrar la puerta con pestillo, así tendrían el tiempo suficiente antes de que su padre los pillase, para vestirse y tal vez inventar una excusa.

Giovanni levanto a Nevai y se lo llevo hasta el cuarto de los dos, ahí ambos se besaron y acariciaron mientras lentamente se iban desvistiendo el uno al otro…Nevai quedo desnudo primero, entonces Giovanni se quito los calzoncillos, saco una crema del velador común y la coloco en su mano que luego paso a frotar el ano de su hermano.

-Prometo que no dolerá esta vez-le dijo cariñosamente mientras le mordían una oreja, Giovanni-. Solo lo meteré y lo sacare, en la noche cuando nuestro padre se duerma podemos seguir. Juro que parare si te duele.

Nevai dejo la oreja de su hermano y se preparo para ser penetrado, entonces sintió que el miembro de su pareja rosaba caliente sus pompas, sintió un leve dolor acompañado de una electrizante tirantez, se retorció en los brazos de su hermano, una electricidad recorrió su cuerpo y gimoteo.

-Hoy estás muy estrecho-le dijo Giovanni mientras empujaba más adentro. Su hermano gemía cada vez más y se retorcía buscando apoyo-. Tu trasero me encanta; eso gime, gime, que me excita…permíteme irme dentro tuyo…-dijo esto último con una voz de cachorrito-.

-Hazlo, vete pronto dentro de mi-le alcanzo a decir Nevai antes de soltar un fuerte gemido y de arrojar su semen a la altura del ombligo de su hermano, quien por lo demás también hacia lo suyo dentro de él-. Por Dios siento que te estás yendo dentro de mí, está caliente, mi pene se vuelve erecto de nuevo.

Giovanni comenzó a gemir hasta que termino en un grito, fue ahí cuando ambos supieron que la leche se había derramado completamente en el interior del rubio. Giovanni saco su ya diminuto miembro del interior de su hermano y se dio vuelta, entonces Nevai toco los testículos de su pareja y se los sobajeo.

-Los tienes duritos, por qué será…las otras veces quedaban blanditos, incluso podía jugar con ellos-le dijo en forma aniñada Nevai a su hermano-. Tengo que ir a preparar la cena, ¿dejaras que lo haga?

Entonces Giovanni soltó a Nevai y este pudo ponerse en pie y colocarse unos pantalones. Se dirigió a la cocina y siguió cocinando las coles y las berenjenas.

Capítulo II

Dos jóvenes caminaban a paso ligero por los pasillos de un colegio, apoyándose el uno en el otro, dejaban entre ver su profundo cansancio por la labor nocturna. Pasaban aula por aula, descansando cada trazo del camino hasta llegar a una puerta tan conocida por ellos que ya hasta les resultaba nauseabunda.

-En realidad mis ánimos están por el suelo, lo mejor que podemos hacer es darnos media vuelta e irnos a la casa a dormir un poco más y si así lo deseas volver para la hora del almuerzo o seguir con lo de la noche-le aconsejo Giovanni a su hermano antes de entrar al salón de clases-. Si no fuera por tu terquedad ahora estaríamos acostados juntos en la cama, descansando por la continuación de anoche…

-Yo también estoy cansado, pero piénsalo bien-le contestó aun más extenuado y adolorido Nevai, quien tenía unas leves ojeras debajo de sus ojos y un aire de fatiga que ni el mismo se lo podía-. Jamás pensé que te sobrepasarías anoche…cuando saltaste sobre mi pensé que solo tardaríamos un par de horas no toda la noche, con suerte dormí una hora. Ahora estoy con todo el tedio y un poco adolorido-se quejó-.

Giovanni y Nevai entraron en su sala de clases, la cual ya estaba repleta de sus compañeros, todos hombres. De pronto a ellos dos se acerco un compañero alto y esbelto de cabello negruzco con una sonrisa que decía-ven, acércate a mi-, el le dio una palmada al hombro de Giovanni y abrazo a Nevai con una fuerza un tanto exagerada que provoco una mueca de dolor en el rostro del rubio.

-Veo que como siempre ustedes dos llegan juntos, hermanitos García…-el joven de cabello negruzco se sonrió un poco y miró a Nevai con ojos evidentemente devoradores, Giovanni aparto de un aletazo al joven de su preciado hermano y se encamino a su pupitre, mientras que Nevai se repantingaba en su asiento que quedaba justo al lado de la puerta del aula-. Luces agotado, tal vez tengas anemia o un bicharraco te desee comer como en los cuentos de Edgar Allan Poe-comento a Nevai quien le dedico una mirada de cordero ante la acosadora preocupación del moreno-. Pobrecito, se te ve muy mal, pero al parecer no eres solo tú, también lo está el Gio.

De repente, apareció Giovanni, quien a pesar de estar agotado se apoyo en el hombro de su compañero y se lo palmeo con ira. Entonces el joven de cabello negruzco se irguió como lo hace un gato al ser amenazado y hecho humo, molesto por la atrevida interrupción.

-Por cierto, Fernando, me carga que me digan Gio, más si lo dice un extraño que no conozco-le advirtió sonoramente el ardiente pelirrojo a Fernando, que parecía querer algo con su hermanito-. Además creo que tu asiento se encuentra casi al lado del mío, por lo que deberías devolverte, no tienes nada qué hacer aquí.

-Pero qué cruel eres conmigo, Gobi-le dijo zalameramente, inesperadamente Nevai se movió de su pupitre dejando al descubierto su cuello, el cual mostraba claramente marcas de chupones-. Creo que Nevai fue atacado por los mosquitos anoche, debieron ser unos bien feos y molestos como para dejarle tales marcas- señaló con un dejo de sarcasmo y se alejo serio.

Nevai se levanto presurosamente de su asiento, se tapo su cuello con su bufanda y se la acomodo para que no se notasen las marcas, mientras que Giovanni pareció aumentar su odio y repulsión hacia su burlesco compañero de clases. Odiaba que el arrogante muchacho se metiera en su territorio de forma tan osada y cínica.

Las clases del día transcurrieron con normalidad incluso después del incidente de la mañana, como siempre Giovanni y Nevai pasaban los días juntos sin otra compañía que la molestia entidad de Fernando acosándolos. Durante el almuerzo los dos hermanos se quedaron dormidos juntos apoyados contra una pared en el patio del colegio, dejándole tiempo a Fernando para planear alguna estratagema y descubrir qué tramaban.

-Aún no puedo creer que mi pequeño Nevai tuviese un chupón en su blanco y fino cuello-pensaba Fernando mientras se paseaba por los corredores del colegio-. Creo que iré al patio a descansar o a buscar a esos dos. Supongo que mientras ellos no se peleen yo no podre entrar, pero estoy seguro que algún día terminare al lado del dulce Nevai.

Al término de las clases de ese día, Nevai se dirigió de nuevo al supermercado, cosa que realizaba todos los días; pero esta vez a comprar carne, papas y cerveza. Como siempre fue primeramente hacia las verduras y cogió las papas y luego recorrió el supermercado buscando la carne y la cerveza, que se encontraba en el pasillo más alejado de las cajas, para su padre y su hermano…entonces camino de regreso tranquilamente al condominio con su hermano Giovanni.

-Podría usar un parche para disimular las marcas-meditaba Nevai mientras caminaba raudamente hacia su hogar con los paquetes en cada brazo y su mochila colgando de la espalda-. No me doy cuenta cuándo deja sus chupones…, sus caricias son suaves y tiernas, pero a la vez ardientes, tanto que en cada parte de mi cuerpo que es tocado, provoca que recorra una electricidad por todo mi ser y me permita abrirme a él y entregarme.

Nevai entro en el departamento, como siempre dejo su mochila en un sofá, se llevo las bolsas del súper a la cocina y se alisto para preparar la cena. Esta vez sin que Giovanni le molestase pidiendo sexo o caricias, ya que éste último se encontraba en su cuarto tirado sobre la cama durmiendo y descansando plácidamente por lo que no pudo descansar durante la mañana.

…

Después de una hora de trabajo la cena estaba lista, había hecho bistec a lo pobre; el departamento olía al aceite frito de las papas y todo alrededor rebosaba de vida.

Nevai sintió la ducha y supo que su hermano se había levantado y tomaba un baño rápido para relajarse antes de comer. Decidió ir al comedor y prender la radio, la coloco a un volumen moderado en su emisora favorita. Minutos después su hermano abrió la puerta del baño y salió, en tanto que Nevai volvía a la cocina apresurado para ver que sus papas no se quemaban.

Pronto también llegaría su padre, un hombre asalariado de unos cuarenta y tantos años de edad, cuyo único placer culpable en la vida era llegar a casa, sentarse en un sillón y ver las noticias mientras comía la cena, y luego retirarse para ir a dormir temprano y así seguir su jornada al día siguiente. Era un hombre rutinario, sin vicios y sencillo

Giovanni salió del baño y se paseo por el apartamento desnudo, tapado solo con una toalla que cubría únicamente su parte inferior, dejando al descubierto su tórax. La ausencia paterna desinhibía los pudores y lazos morales con el mundo y dejaba entrar en ellos dos el candor de las hormonas revoloteantes durante la adolescencia y el caliente deseo por el sexo y el contacto corporal, la electrizante sensación de penetrar y ser penetrado.

Nevai continuaba en la cocina preparando una serie de ensaladas y pensando en cómo disponer la mesa cuando Giovanni, como usualmente hacía, le abrazo por la espalda envolviéndolo cariñosamente y rozándole con su pene húmedo y erecto a través de la toalla empapada listo para poseerlo. Nevai intentó sacudírselo de encima puesto que la toalla se había resbalado y su pantalón se podía manchar con semen, no obstante, ya era tarde, la puerta del departamento había cedido y su padre se encontraba observando tal escena parado desde la puerta de entrada.

Capítulo III

-Papá solo estábamos jugando, tu sabes cómo somos nosotros los chicos-le decía casi a gritos Giovanni, quien estaba poseído por la histeria, a su padre quien parecía consumirse por dentro, mientras que Nevai se mantenía callado y en estado de alerta-. Estábamos disfrutando de cocinar juntos.

Nevai se mantenía con los ojos abiertos, asustado y sobrecogido por detrás de la figura de su hermano quien mantenía su excitable monólogo. El rubio comenzó a observar los colores que iba tomando el rostro de su padre y cómo cada vez más se transfiguraba con cada palabra expulsada de la boca de su amado, su padre pasaba de un suave rosado a un rojo encendido.

-No creo que debas seguir-le advirtió Nevai a Giovanni en un tono tan bajo que fue inaudible ante las vociferaciones, el padre de ambos levanto una mano para hacer callar a su hijo, se giró y se tiró en su sofá predilecto, Nevai también tomó asiento dejando a su hermano solo de pie-. Tenemos que conversar, ¿cierto?-pareció estar conteniendo su voz y sus movimientos se notaban limitados por su descontento.

Giovanni se sentó tenso al lado de su hermano, le puso su mano derecha en el muslo y se acurruco tiernamente, Nevai no intento rechazarlo, sino que por el contrario se junto un poco más a él, demostrando la unión que representaban. El padre de ambos, por su lado, observaba la escenita desde una perspectiva completamente ajena, miraba cómo el posicionamiento de los brazos de sus hijos y la falta de moral se desprendían desde cada exhalación hasta cada mirada o caricia que le provocaban náuseas.

Nevai intento comenzar la conversación, no obstante, su padre y su amado intervinieron; Nevai internamente practicaba dilucidar qué pasaría a continuación, secretamente siempre se cuestionaba acerca de lo que hacían, pero bajo los inagotables arrumacos de su hermano ahogaba esas ideas. Pensamientos locos iban y venían por su mente, desde suicidarse hasta irse de la casa, no creía, Nevai, que fuese ni la mejor manera de contárselo a su padre ni la mejor manera de nada, se iba sintiendo mareado, sus sienes le molestaban, la garganta le empezaba a arder…pronto entraría en estado catatónico.

Entonces el cuerpo de Nevai inicio un temblor que recorrió todo su cuerpo y que traspaso al de su hermano, quien tomo sus manos y le abrazo obligándole a hacerse hacia sí y parar el temblor. El padre continuaba sin humor de iniciar la disputa, deseaba no haber presenciado tal imagen y estar en ese momento viendo la televisión y comiendo la cena que su hijo atentamente había preparado para todos. Entonces Giovanni apretó aun más a su hermano contra sus desarrollados pectorales y la risa estalló desde dentro de su ser.

-Ya basta de esta degeneración-casi grito el señor García a sus hijos, mantenía sus puños cerrados, produciendo que sus nudillos tomaran un color blancuzco-. Tengo que hacer algo con ustedes, ¿qué creen que diría su madre de lo que hacen? Es qué no se dan cuenta del daño que le provocan a su entorno, ¿alguien además sabe de esta situación?...Que asquerosidad, cómo no me di cuenta antes, estaban todos los signos y no me entere.

-Padre-quiso comenzar la conversación Giovanni, lo cual le resulto imposible, el cuerpo tembloroso de Nevai se agarroto con más fuerza, imposibilitando acción alguna por parte de su hermano, Giovanni abrazo con más fuerza a Nevai y continuó, mientras que éste último se sentía más enfermo con cada segundo que pasaba-. Nosotros nos amamos, somos una pareja como tú lo eras con mamá, y estoy seguro que ella entendería…

El padre de los dos se levanto y tomo por la muñeca izquierda a Nevai, quien parecía más débil y pálido, Giovanni salió al rescate de su hermano, sin embargo, su padre tiro lejos al pelirrojo y zamarreo a Nevai con fuerza, le miraba airoso, sus ojos demostraban todo su sentir.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué permites que tu hermano te viole? ¿Te está obligando?-el padre desesperado siguió zamarreando a su frágil hijo, quien parecía ir perdiendo de a poco su conciencia-. Háblame, te lo ordeno, deja de temblar, deja de llorar, no estoy haciendo nada grave contigo, grave fue lo que te hizo Giovanni. Así que ahora dime qué es lo qué está pasando aquí ¿Es la primera vez o han sido repetidas veces?

Giovanni agarro a su hermano por la cintura y lo arranco de los brazos de su padre, quien ardía aún más en furia. Nevai había dejado de temblar y Giovanni podía mantener a su hermano seguro entre sus brazos. Sin embargo, el padre quien perdía su centro termino por descontrolarse completamente y golpeo a sus hijos, Giovanni mantenía su posición como protector de Nevai recibiendo cada golpe, patada y rasguño proveniente de su padre. Así se mantuvieron por casi media hora, entre chillidos de Nevai, resoplidos de Giovanni y golpes del padre. No obstante, el pelirrojo también iba cediendo hasta que llegado un punto de frustración alcanzo a tomar el brazo de su padre y se lo doblo, Nevai chillo más fuerte y claro que nunca lo que desconcentro a ambos contendores, y con el chillido quedo en estado de semi conciencia. Por lo cual, su padre y su amado terminaron la pelea, y se avocaron al inconsciente.

-¿Nevai?, ¿Nevai? Vamos guapo despierta, vamos si no paso nada, solo fueron unos gritos, nada que realmente importe-Giovanni parecía desesperado e impaciente ante lo que pasaba entre sus brazos, entonces tomo a Nevai, se lo llevo hasta su cuarto y lo coloco suavemente sobre la cama, el padre iba siguiéndolos atentamente, observando la situación como un espectador de comedia. Esperaba descubrir que su hijo Nevai estuviese fingiendo para así dejar ir toda su frustración y enojo por la situación-. Padre no estorbes, llama a una ambulancia, no es normal que Nevai se desmaye así…estas pálido y sigues tiritando…

El padre sintió que Nevai no actuaba, por lo que corrió a buscar su bolso y saco el celular desde su interior, marco rápidamente el numero de urgencias y pidió una ambulancia para su hijo. Una vez realizada la acción volvió a la habitación y vio a su hijo preocupado por el otro. Giovanni se encontraba tapando el cuerpo de su hermano con una frazada de polar, ya que Nevai había perdido su temperatura y se congelaba; el señor García se dio cuenta de los verdaderos sentimientos de sus hijos y vio la escena desde una perspectiva un tanto apacible.

Después de casi quince minutos la ambulancia llego y subieron los paramédicos por el ascensor hasta el departamento con un equipo médico básico, fueron recibidos por el señor García y entraron al departamento, Giovanni los guió hasta el cuarto donde se encontraba Nevai envuelto en frazadas. Los paramédicos descubrieron al enfermo y tomaron sus signos vitales, luego pidieron que les ayudasen a bajar al enfermo por el ascensor hasta llegar a la camilla en la ambulancia.

-Tiene los signos vitales bajísimos, sístole y diástole bajo la línea, perdió el conocimiento y cuerpo helado y tembloroso-dijo por un intercomunicador uno de los paramédicos, entonces levanto el cuerpo del joven como a una pluma y se lo llevo con ayuda del padre, mientras que Giovanni ordenaba algunas cosas y salía con un bolso detrás de Nevai-. Tenemos que bajar por el ascensor para dirigirnos al hospital central.

Los tres hombres entraron con Nevai al ascensor y lo hicieron andar, sin embargo, el rubio recupero momentáneamente la conciencia y provoco que lo botasen involuntariamente al suelo, gritando que lo sacasen del ascensor, que se ahogaba y que no aguantaba su interior. Giovanni se tiro al piso con Nevai e intento calmarle, pero el paramédico lo levanto del piso recibiendo los suaves golpes y lo tomo con más fuerza imposibilitando cualquier clase de movimiento por parte del rubio.

Pronto el ascensor llego al primer piso, entonces Nevai se calmo totalmente y volvió a su estado de inconsciencia, el paramédico lo metió a la ambulancia y lo amarro a la camilla para que no se moviese ni lastimase a nadie en un posible nuevo ataque de euforia. El señor García entro a la ambulancia junto con su hijo y le pidió a Giovanni quedarse en el departamento, sin embargo, este último le miro con recelo y se subió a la ambulancia también.

La ambulancia salió del aparcamiento del condominio velozmente camino al hospital central, el cual se encontraba a pocas cuadras de allí, Giovanni se mantenía sosteniendo la mano de Nevai, mientras que el padre se sentaba al otro lado pensando en lo que pasaba aquella noche y deseando nunca haber entrado en el departamento en aquel momento. La ambulancia llego al hospital y bajó a Nevai a toda pastilla hasta dejarle en una sala de emergencia, Giovanni seguía cada paso junto con su padre. Al llegar entubaron a Nevai y le pusieron suero y anestesia.

El rubio parecía haber descansado al haber sido drogado y dormido completamente, la frazada fue arrojada por una enfermera lejos de él y comenzó a desvestir al joven. Este estaba delgado y demacrado, tenía marcas en su cuello y en el cuerpo entero, marcas de golpes, sexo y otras que no quedaban muy claras cuál era su procedencia. Había llegado prontamente el médico y se encontraba tratándole. Mientras tanto Giovanni y su padre se mantenían fuera de la sala de emergencia pensando en lo que ocurría dentro.

-Dime, Giovanni-dijo el padre a su hijo en un hilo de voz que se fue extinguiendo hacia el final de la pregunta-. ¿Desde cuándo tú y tu hermano hacen todo esto?

Giovanni miro a los ojos a su padre y luego los desvío hacia la puerta de la sala de emergencia, entonces exhaló un gran suspiro y volvió la vista a su padre.

-Desde el año pasado-le respondió francamente a su padre-. Desde que tú empezaste a hacer horas extras, nos quedábamos solos, ya nos habíamos dado cuenta de que teníamos un sentimiento más fuerte que el de unos simples hermanos, hasta que un día en que ambos nos habíamos bañado recién nos empezamos a tocar. Nevai siempre dijo que lo que hacíamos no era correcto y que deberíamos parar, pero yo le rogaba por más. Hasta que un día tuvimos sexo como una pareja normal. Desde ese momento nos percatamos de que no podíamos estar separados y que nos necesitábamos. Por favor, padre, Nevai es frágil y no creo que soporte castigo alguno, es solo cosa de ver lo que acaba de pasar como para que no tomes represalias, además es mi culpa todo esto, yo solo…

-¿Pareja normal? Yo sabía que algo pasaba entre ustedes, no sabía a ciencia cierta qué, pero jamás sospeche que los dos mantenían una relación de este tipo a puertas cerradas-le confirmo el padre a su hijo, manteniendo sus ojos bajos mientras comentaba su parecer. Siempre pensé que eran más unidos, pero creía que era por la falta de su madre y ahora…-. Siento como si mi mente estuviese despegada de mi cuerpo y viviendo una pesadilla…sé lo que debo hacer, y eso es separarlos, pero yo no me quiero separar de ustedes. Desde que su madre falleció, ustedes me la recuerdan, no los perderé como a ella y mucho menos los separare, pero ustedes hacen aquello y yo… ¡Es antinatural!

-No era nuestra intención en un principio llegar a estas alturas a querernos así como lo hacemos, pero padre en verdad nos amamos y yo al menos no estoy dispuesto a que esto afecte mi relación con Nevai, deseo seguir con él-le clarifico Giovanni a su padre, quien se mantenía absorto en sus reflexiones-. Por favor padre acepta nuestra relación y vivamos felices como hasta ahora, olvidemos el pasado como tantas veces lo hemos hecho y sigamos nuestros caminos.

-¿Crees tú que esto es un cuento de hadas? ¿¡Vivamos felices como hasta ahora!? Puaj. Creó que hablaremos del tema en casa-termino por discutir el padre, quien se aparto de su hijo por miedo a continuar con la pelea de casa y se fue a sentar a la sala de espera, mientras que Giovanni se quedaba cerca de la puerta de la sala de emergencia donde se encontraba su preciado amante-.

Después de unas horas el doctor tratante de Nevai salió de la sala de emergencia y pidió hablar con el padre de su paciente o un familiar. Nevai se quedaría internado por aquella noche y podría volver a casa durante la mañana del día siguiente debiendo tomar haloperidol, lo cual le ayudaría en su bienestar diario.

Al día siguiente, Giovanni fue a buscar a su hermano al hospital, ya que su padre no había querido ir pese a haberse tomado el día libre, llevaba en sus manos un paquete de dulces de leche que sabía que a Nevai le encantaban, el doctor le dio unas recomendaciones más y los dejo ir. Giovanni se llevo a su hermano tranquilamente sin decir una palabra hacia el condominio, caminaron lentamente a tomar el bus y se sentaron juntos, donde los esperaba su padre.

Giovanni subió las escaleras del condominio con Nevai, puesto que sabía que él no aguantaba subir en ascensor, y entraron al departamento. Nevai dejo sus cosas en el sillón y se fue a la cocina a preparar el almuerzo como de costumbre, su vida continuó como si nada hubiese pasado la noche anterior, pero sí se notaba una cierta tirantez en la relación de los tres.

Nevai, Giovanni y su padre se sentaron a la mesa a almorzar, no dijeron nada, solo tragaron lo que debían tragar, masticaron lo masticable y se levantaron, Nevai volvió a la cocina a fregar los platos y a terminar de hacer los quehaceres domésticos diarios. Se sentía fatal, tenía una mezcla de culpabilidad y un extraño dolor en el estomago que le confirmaba lo mal que se sentía con respecto a lo que ocurría.

Al caer la noche Nevai y Giovanni se dirigieron a su habitación juntos como siempre, no obstante, el padre de ambos les paró en seco, impidiéndoles pasar hacia la alcoba.

-No quiero que duerman juntos, o sea, que compartan cuarto de ahora en adelante-les señalo a sus hijos, tenía un rostro de agotamiento que no se lo podía, pese a que había pasado su día completo en su sillón leyendo diarios viejos y observando la televisión. Los hermanos no se sorprendieron y aceptaron silenciosamente la orden de su padre-. Quiero que Nevai duerma en mi alcoba y que tú Giovanni duermas en la pieza conmigo, cada uno en su cama. Y quiero pedirles tiempo para encontrar una casa o un departamento donde cada uno tenga su propia recamara. No puedo permitir que ustedes duerman en el mismo sitio, más con los antecedentes que tienen.

Por primera vez en sus vidas, Giovanni y Nevai, durmieron separados por algo más que un metro, los separaba ahora una pared y la figura de autoridad que representaba su padre, este último estaba exhausto, si bien había pasado el día leyendo y viendo programas de televisión, pero en realidad vigilaba a sus hijos y pensaba en qué podía hacer al respecto. Su conclusión era cambiarse se casa lo antes posible.

Ambos hermanos no pudieron dormir bien, se hacían falta el uno al otro. Y así, en estas condiciones de desasosiego transcurrió una semana, Giovanni y Nevai volvieron al día siguiente al colegio y continuaron su jornada como dos hermanos normales, Nevai había sufrido un ataque de nervios por lo que tomaba diligentemente sus pastillas al tiempo indicado y su padre buscaba prontamente en encontrar un departamento o una casa que arrendar o comprar, y eso no le quitaba el tiempo para llegar a la misma hora que sus hijos a casa, ahora sin hacer horas extras.

Su padre ya no sostenía conversaciones, los miraba como quien mira a un enfermo terminal, con lástima, mezclado con rencor. Ese orgullo en sus ojos cuando veía a sus hijos se había esfumado.

Nevai entraba al departamento con Giovanni, su padre se encontraba ya en casa, sentado en su sillón favorito descansando después de un día de arduo trabajo…Nevai se dirigió a la cocina, sin embargo, su padre le detuvo en seco y le pidió que fuese con él y su hermano al living donde les esperaba una larga y cansada conversación. Nevai se recondujo al living y se sentó solo en un sofá, mirando a Giovanni y a su padre, bajo la vista y junto sus manos, estaba nervioso.

-Realmente cuando uno es padre, no se espera que algo así ocurra y menos que sea delante de sus ojos-proyecto el señor García a sus hijos, quienes no se veían en parte afectados-. A ambos los quiero por igual y lo único que deseo para ustedes es su bien, se que el camino de nuestras vidas ha sido tortuoso y no como el de un adolescente normal y común, pero estoy dispuesto a dar mi brazo a torcer y aceptarlos tal como son, siempre y cuando prometan que no volverán a “juntarse”. Comprendo su homosexualidad, pero no así su unión, no aceptare nada más aparte del cariño entre hermanos, pero no quiero amantes en esta casa.

Los hermanos se miraron con un dejo de felicidad en sus ojos brillantes y luego vieron a su padre, quien curvaba sus labios en una media sonrisa. Los tres iniciarían una nueva vida, tal vez las cosas cambiarían y se retorcerían un poco pero estarían juntos para afrontarlo. Giovanni se levanto de su asiento y se fue a sentar con su hermano.

-Espérate ahí Giovanni-le reto su padre severamente-. Dije que los aceptaría, pero por favor háganme el favor de no hacerlo frente a mí, así que denme tiempo para hacerme a la idea y de adecuarme a este nuevo estilo de vida. Me duele mucho verlos deprimidos y bajoneados, solo por eso. Pero seguiré buscando un departamento y deberán dormir separados, además no podrán hacerlo público…Esas son mis condiciones, espero las respeten…

-Pero padre es injusto, si vas a aceptarnos tienes que aceptar nuestra relación-dijo en voz alta Nevai-.

-Nunca-bramó el señor García a su hijo, lo que provoco que Nevai se sentase inmediatamente en el sillón sin hacer más reparos-.

Así, todo el problema quedo zanjado, salvo por un hecho, el cual trataba de un pequeño problema que se haría más grave conforme pasase el tiempo. Y a la mañana siguiente los dos hermanos se encaminaron como siempre al colegio, donde pasarían gran parte de su día.

Al cabo de las clases Fernando nuevamente se pego como lapa a los hermanos y pidió ir de visita a su casa, a lo que Nevai contesto alegremente que sí y con ello la burbuja de felicidad de Giovanni simplemente se reventó.

Saliendo del colegio, Nevai como siempre iría a comprar los materiales para cocinar en la noche, pero esta vez no fue solo, sino que lo acompañó Fernando y como si fuera un acto reflejo también lo hizo Giovanni. Los tres chicos caminaron hasta el supermercado acostumbrado, compraron y luego partieron al departamento.

-…Ojala no estuviera presente Giovanni, así podría tomarlo una vez llegásemos al departamento-pensaba Fernando mientras caminaba junto a Nevai y su hermano camino al supermercado-. Me gustaría besarlo y acariciarlo, tomarle suavemente la mano y dirigirlo a la cama, allí desnudarlo mientras beso tiernamente su blanco cuerpo virginal, recorrer cada parte y recodo y por ultimo al llegar a su punto erógeno pleno hacerlo estallar con mis emociones, para que cuando terminemos continuar acariciándolo a pesar de su cansancio…quisiera meterle mi pene hasta que me ruegue porque lo saque y oírlo gemir mi nombre. Pero sobretodo anhelo que me ame…

Capítulo IV

Al volver al departamento los dos jóvenes y su inesperada visita se sentaron a charlar, pero Nevai se levantaba de su asiento yendo y viniendo de la cocina cargado platos con suflés y papas fritas además de bebidas que consumían con incalculable rapidez. Giovanni había procurado hacer sentar a Fernando lo más alejado posible de su hermano, sin embargo, su rival parecía cada vez más cercano, debido a que ayudaba a poner los platillos sobre la mesita de centro, y eso le molestaba.

-Debería hacerlo confeti-pensaba en su interior Giovanni, mientras observaba como Fernando ayudaba a Nevai y aprovechaba de sentarse incluso más cerca que él mismo, miraba esa sonrisa de Fernando y la alegría con que trataba a su hermano, todo eso, todo el cuadro lo volvía loco…de celos-. Voy a patearlo o podría darle un golpe “sin querer” por debajo de la mesa…podría incluso ahogarlo en aceite de motor hirviendo o no sé, alguna clase de tortura por mirar, un corte por pensar en él y por osar tocarlo…la muerte-Disfrutaba Giovanni pensar en cómo acabar o hacer sufrir a su compañero de clase y contrincante-.

Después de una hora y unos minutos el señor García volvió al departamento, al llegar parecía incomodo e incluso atemorizado, pero después parecía feliz de ver que sus hijos no habían estado solos, sabía que si estaban acompañados no podrían dedicarse a hacer cosas pervertidas, lo cual le animaba. Invito al compañero de sus hijos a que se quedara a la cena y hablo atentamente con él mientras esperaban la comida. Deseaba que ese joven, que estaba delante de sus ojos, pudiese ir todos los días a casa y así usarlo como chivo expiatorio.

-¿Cómo se llama usted, joven?-fue lo primero que le pregunto el señor García a Fernando, a lo cual el aludido contesto y añadió una sonrisa perspicaz, lo que dejo contento al padre de los gemelos-. Y dígame, ¿desde cuándo conoces a mis niños?

-Fuimos compañeros en el jardín, pero debido a que mi padre fue transferido a otra ciudad debimos cambiarnos, pero ahora volvimos y espero que sea para quedarnos por siempre, sabe me molesta mucho tener que cambiarme cada cuanto-respondió Fernando, mientras que veía a Nevai moverse por todos lados en la cocina, sacando materiales y comida;…de pronto un olor sumamente agradable había impregnado el aire y le abría el apetito-. Yo estaba al tanto de que Nevai cocinaba, pero por el olor parece que no solo cocina, sino que además lo hace bien, ¿Gio tu no cocinas?

-No-manifestó violentamente Giovanni, quien se movió hacia la cocina estorbando la vista de su visita hacia su hermanito-. Y por favor no me digas “Gio”, detesto que me digan así…Por cierto padre, ¿cómo te fue hoy en el trabajo?

-Muy bien, Giovanni-amablemente expreso el padre a su hijo, quien estallaba en medio de celos y desaires hacia la visita-. Encontré hoy una linda casita de cuatro habitaciones con dos baños y un patio para que nos cambiemos, lo único que debo pensar ahora es en cómo pagarla…

-Padre ya te he dicho que no es necesario que lo hagas, pero tú y tus ideas no se mueven nunca, eres muy obstinado-se afano Giovanni, de pronto apareció Nevai con unos cubiertos que paso a su hermano y le pidió colocarlos y ordenarlos en la mesa. El padre miro de mala gana la mesa, puesto que no le gustaba comer allí, estaba acostumbrado a comer en su sofá viendo la tele, pero esta vez como había visita debían comer ahí, así que se levanto y se fue a sentar a una silla en el extremo de la mesa-. Creo que deberíamos comer en la sala, Nevi…

Nevai miro con mala cara a su hermano, debido al sobrenombre que le acababa de dar su hermano; puso los platos de crema de sopa de espárragos en los individuales y pidió a todos se sentasen. Giovanni se apresuro y le pidió a Fernando se sentase con él en la mesa, dejando a Nevai al otro lado y muy lejos del invitado. El señor García parecía maravillado con las exquisiteces que tenía delante de él.

Durante la cena no hubo altercado alguno, se sentaron felices y comieron felices, Giovanni se preocupo de que Fernando no acaparara la atención de Nevai; y su padre, tal vez, sin intención le ayudo preguntándole a cada tanto nueva información al invitado. El señor García sentía que Fernando podría ayudarle, ya que al parecer sentía algo por uno de sus hijos.

Llegado el postre, Nevai lo repartió y se fue a sentar directamente justo entre Fernando y su hermano, lo que suscito un frenesí en el temperamento de Giovanni y provoco la alegría de su invitado. Giovanni intento hacerse el lindo y le paso su mano izquierda por las piernas de su hermano, quien hacía como si nada pasase. Fernando en tanto conversaba con Nevai, y en un momento cuando el objeto de su aprecio se movió un poco exaltado vio la mano de Giovanni recorrer el pantalón de su amado, entonces Fernando decidió hacer lo mismo. Poco a poco, Fernando fue poniendo su mano derecha en el muslo de Nevai, después la fue corriendo cada vez más hacia arriba intentando llegar a la zona erógena.

-¡Por Dios, Giovanni!-pensaba el rubio, mientras sentía como se iba endureciendo su pene y se acaloraba. Sus piernas eran recorridas lentamente por las manos del que él creía su hermano y por su mismo hermano, una electricidad recorría su cuerpo y le era imposible siquiera tomar la cuchara de postre para comer, había transcurrido cuatro meses desde el ultimo acercamiento sexual y aquello lo ponía caliente-. Vamos Giovanni ya suéltame, tenemos visita. ¡Ay! ¿Qué fue ese tirón? Sentí como claramente tomaba mis testículos. Ya no aguanto, necesito ir al baño, pero papá lo notara, ¿qué hago?, ¿qué hago…

-Que dulce expresión en su rostro, demuestra mi angelito-meditaba Fernando enfermo de excitado y de pasiones por la pequeña criatura a su lado-. Quisiera tener su miembro entre mis manos y a él resoplando y chillando, si pudiera sacar de aquí a su padre y a su hermano lo haría completamente mío. Masajearía su cuerpo con mis besos y ahogaría sus gemidos con caricias…

Giovanni había dejado de masajear la parte baja de su hermano y se sorprendía de que Nevai continuase excitado, conocía ese rostro de seducción y deseo como la palma de su mano y en ese momento anhelaba sacar de escena a su hermano y darle unas pastillas para dormir a su padre y así poder hacerlo suyo. Así fue cómo Giovanni comenzó a fraguar un plan para volver a tener a su hermanito entre sus brazos.

Saldrían del colegio y con el dinero en conjunto de él y de su amado se dirigirían a un motel y arrendarían una habitación por al menos una hora, donde desquitaría sus ansias en el suave cuerpo de Nevai, le pediría que se subiese encima y moviese sus caderas, mientras que el iba acariciando su cuello, sus hombros y sus pezones hasta pedirle que bajase completamente. Giovanni anhelaba todos estos pensamientos y se estimulaba con ellos, pero le quedaba la parte de su padre, sabía que debía crear una coartada creíble para él y para todos.

El padre de los gemelos comía el postre que había hecho su hijo con inigualables ganas. Miraba a sus hijos compartir con su compañero y pensaba qué distinto sería si entre sus hijos no se quisiesen como amantes, tal vez su corazón podría aguantar que sus hijos fuesen homosexuales, pero sentía que el incesto era algo que no podía ser, que era anti-natura y prohibido por las leyes del hombre y de Dios. Le hubiese gustado tener nietos en el futuro, tener nueras y ser abuelo, no obstante, ya había permitido la relación entre sus hijos, técnicamente era incapaz de decirles que la situación le repugnaba, por eso es que quería cambiarse de casa y trabajar más o menos tranquilo, pensando que al menos había hecho algo por remediar la situación.

Mientras tanto, Fernando intentaba bajar el cierre de la cremallera de Nevai para así alcanzar su pene, se sentía cada vez más encendido y sentía que no podría parar, necesitaba de algo para detenerse, ¿qué? No lo sabía, sin embargo, hasta Giovanni podría ayudarlo a relajarse en ese momento. Nevai, en tanto, se mantenía cada vez más apasionado e incluso tenía sus manos en su boca para acallar sus gemidos, pero estaba por irse en las manos de su hermano, se sentía confundido, notaba que las manos de su hermano habían cambiado su forma de tocarlo, de hecho creía notar esas manos algo más grandes y suaves. De pronto Giovanni subió ambas manos encima de la mesa y miro a Nevai contento, entonces Nevai no comprendió por qué continuaban los sobajeos si su hermano no estaba haciendo nada, entonces se dio media vuelta y vio a Fernando, quien también parecía ganoso, entonces a Nevai se le termino por parar su pene y un pequeño chorro de líquido blanquecino salió de él.

Fernando paro de sobajearle y quito sus manos, al parecer habían recibido todo el líquido proveniente de Nevai, entonces Fernando se levanto de su asiento y pidió el baño, entro en él y cerró la puerta. Nevai en tanto, se encontraba un poco cansado, pero anonadado; se había logrado ir, no como siempre, con su hermano, sino que con Fernando, sentía que no estaba mal, pero Giovanni era su verdadero amor, sin embargo, Fernando tampoco estaba mal.

-Giovanni, por favor-comenzó su petición Nevai a su hermano-. ¿Podrías llevar los platos a la cocina? Es que me siento un poco agotado y necesito descansar…-Fernando volvió a la mesa con las manos húmedas, se veía un poco descompuesto pero más relajado que hasta unos minutos antes, Nevai se envaro al verlo y corrió su ojos-. ¡¡Oh!! Fernando ha sido un gusto pasar la velada contigo, me imagino que tienes muchas cosas que hacer, además ya es tarde y temo porque te pase algo en el camino…con permiso me retiro, estoy muy cansado y necesito descansar.

Nevai se demoro en levantarse, pues cerraba su cremallera, entonces fue a despedirse de su invitado y luego de su padre, se dirigió a su habitación que compartía con su hermano y se recostó en la cama. Fernando tomo sus cosas y al igual que Nevai se despidió de Giovanni y el señor García y se retiro tan feliz que no paraba de sonreírse. Giovanni, en tanto, no conocía los hechos, por lo que intentaba explicarse la conducta de su amante.

Después de unas semanas el padre de Nevai y Giovanni les avisaba a sus hijos que se cambiarían del departamento a la casita que antes les había mencionado y que debían, ambos, ayudarle a cargar las cajas y los catres a la nueva casa. Donde esperaba vivieran mejor y sin tantas presiones. Si bien no podría separarlos, esperaba que en el año que se avecinaba, la universidad sí lo hiciese.

Secretamente Giovanni pensaba que tenía que inaugurar esa casa con su hermanito, pensaba en grabar a su hermano en una cinta y así poder escucharlo, pero debía hacerse el tiempo y esperar por Nevai, ya que éste se había sentido distinto los últimos días…

Capítulo V

Nevai pasó toda la noche pensando en lo ocurrido en la cena, por lo que le fue imposible levantarse el día siguiente, dejando a Giovanni francamente preocupado. El padre de los gemelos dejo que su hijo descansase tranquilamente y llevo en auto a su otro hijo dejándolo seguro dentro del colegio.

Todo el día transcurrió tranquilo, Nevai continuaba pensando en Fernando, en lo ocurrido, por raro que sonase no se sentía violado ni transgredido, sino que se sentía feliz de que él lo hubiese tocado, pero a la vez sentía a Giovanni en su corazón. Ese día a Nevai se le olvido tomar el haloperidol…

Unas semanas después el padre de de los gemelos llego eufórico al departamento a contarle a sus hijos que ya había comprado la casa que anteriormente les había señalado a sus hijos y ahora necesitaba poner en arriendo el departamento en el que vivían y cambiarse a su nuevo hogar.

-Pienso que podríamos tirar en la nueva casa, ¿no lo crees Nevai?-le pregunto audaz entremedio de susurros Giovanni a su hermano, quien lucía nervioso sin motivo aparente alguno-. Si bien estaremos en cuartos separados, siempre podemos hacernos un tiempito.

-Lo siento-le contesto en voz alta Nevai-. Me iré con Fernando al cine y saldremos algunos días, así dudo poder ayudarlos a llevar las cosas-el padre de los gemelos asintió y saco de su billetera unos cuantos billetes, extendió su mano y se los entregó a Nevai.

El padre de los gemelos estaba satisfecho, sus hijos no estarían juntos y al parecer se iban lentamente separando gracias a Fernando, si las cosas seguían a ese ritmo no necesitaría esperar a que sus hijos llegasen a la universidad para que se desligasen definitivamente, sino que podría ser pronto.

Al día siguiente el señor García partió temprano a recolectar cajas para embalar las pertenencias del departamento, y así poder llevarlas a la nueva casa. No necesitaría de mucho ni siquiera tenía pensado en contratar un camión para cambiarse, podía hacerlo en su camioneta y con la ayuda de su hijo bastaría.

-¿Tal vez ese chico que vino este interesado en nuestro Nevai?-iba pensando el padre de los gemelos mientras caminaba por las calles buscando sitios donde vendiesen cajas y cintas de embalar-. Ojala fuese una chica, pero ya que sé que es gay no me queda de otra que aceptar que tenga una relación con otro muchacho…podría darle más dinero cuando vaya con ese chico o darle más tiempo. Sería bastante positivo que ahora Giovanni encontrase a alguien para él, pero pareciese que estuviese cegado con quedarse con su hermano…Le pagaré el gimnasio que me pidió el mes pasado y así no verá a Nevai. Mientras más separados estén mucho mejor…Nicol esto es por ti amor, so supe criar a nuestros hijos y por eso todo está como está.

Mientras tanto Giovanni discutía con Nevai acerca de que este último saliese con su peor enemigo, Nevai aún no entendía el por qué de la rabia y rencor de su hermano hacia el compañero de clases y amigo. No se le pasaba por la mente de que Giovanni sí estuviese enterado de que Fernando quería algo con él, mucho más que una simple amistad. Los últimos días habían estado juntos, muy juntos, conversando acerca de las cosas que les gustaban; Fernando lo acariciaba desde el mentón hasta la oreja, sus labios rosaban sus zonas erógenas, provocándole a Nevai diferentes sensaciones, aunque nunca “esa” electricidad.

Giovanni por su lado deseaba que Nevai le volviese a pertenecer, desde el incidente con su padre en que descubrió la orientación sexual de los dos y de la relación amorosa entre ellos no había podido tener sexo con su hermanito. Se cuestionaba constantemente por qué lo hacía con él y se juraba que era por amor, últimamente había comenzado a mirar a diferentes jovencitos y jovencitas con las cuales podría desquitar su calentura.

Por la tarde de ese día Nevai ayudo un poco a su hermano y a su padre a embalar las cajas que este último había conseguido y sino comprado en el centro. Aún no conocía la nueva casa, a diferencia de su hermano. No quería abandonar el departamento, allí su madre los había criado a ambos y luego había enfermado y muerto, también había perdido su castidad y su padre se había enterado de su homosexualidad y relación con su hermano.

Fernando lo iría a buscar al departamento alrededor de las siete de la tarde y ya veía el reloj regularmente esperando por su acompañante.

El citófono sonó provocando eco en el departamento casi vacío, Nevai se levanto, tomo su abrigo y habló por el auricular para avisarle que ya bajaba. El señor García también se levantó y le dijo a su hijo que tenía permiso hasta las tres de la madrugada para llegar y le entregó un poco de dinero para que se lo gastase en lo que mejor le pareciese (tal vez un motel y condones). Giovanni observaba el cuadro receloso y molesto…

-Si yo fuera el padre de Nevai, tendría una escopeta o una pistola para dispararle a ese imbécil-masticaba Giovanni sus pensamientos-. Voy a esperar unos minutos y le diré a mi papá que también saldré a pasear un rato, así podre ver qué hace Fernando con mi Nevy…

Nevai salió del departamento con su mejor chaqueta de cuero negro y unos jeans ajustados y converse, estaba acicalado y nervioso interiormente. Bajó las escaleras a trancadas, veía a Fernando desde cualquier punto en las escaleras y sentía su rostro se tornaba rojo.

Al llegar al lado de su “amigo” lo saludo con un abrazo y partieron juntos una caminata larga hasta el centro de la ciudad, que no quedaba a más de seis o siete cuadras. El plan era ir al cine a ver una película de acción y luego ir a tomar algún refresco o bien unas chelas.

-¿No tienes frio?-le pregunto también nervioso, Fernando. Este mantenía su mirada baja, secretamente había escondido unos condones en su chauchera por si es que resultaba algo más esa noche estrellada-. Sabes, yo estoy muy feliz de tenerte aquí conmigo hoy, realmente tu me gustas mucho y bueno, jamás pensé tener esta oportunidad…-decía atropelladamente, entre tanto jugueteaba nerviosamente con sus dedos-.

Nevai sacudió su rubia melena y le sonrió calurosamente a Fernando, dejando en este último el ánimo de tranquilidad, después de eso la velada transcurrió lenta y serenamente, sin ningún percance.

Por otro lado, Giovanni acababa de pedirle a su padre poder salir al centro, pero su padre se había negado impidiéndole no únicamente salir a los jardines del departamento, sino también del recinto y se su vista. Había captado la jugada de su hijo y sabía que si no le prohibía salir este se iría toda la noche acosando a su hermano e impidiéndole a su cita concluir algo.

Así transcurrió toda la noche para Giovanni, teniendo que envolver cosas y empacarlas en las cajas de cartón, después poniéndoles cinta de embalar y dejándolas a un costado del departamento. El señor García estaba complacido con la situación, le había quitado incluso el celular a su hijo para impedirle mandar mensajes o llamar a Nevai y este último se encontraba en algún lugar del centro disfrutando de una velada excepcional con su compañero de clase.

Al día siguiente, Giovanni se encontraba en el comedor sentado sobre una rústica silla esperando a que su hermano, quien había llegado casi a las cuatro de la noche, mas tarde de lo que le había dicho su padre, pero que a este último no le había ni importado despertarse para conversar con el. Estaba enojado y quería tener al idiota de Fernando frente suyo para usarlo como saco de boxeo en sus prácticas y a Nevai…por Nevai estaba que comía ansias por comérselo completamente igual a como lo hacía unas semanas atrás.

El padre de los gemelos se levanto primero, estaba feliz y se reía solo, cuando miro a Giovanni sentado sobre la silla con los brazos cruzados y notoriamente enojado se partió de la risa de él. Fue a la cocina y saco un poco de pan que masco a regañadientes. Si Nevai no preparaba el desayuno, entonces nadie lo hacía. Y se devolvió con su hijo a quien le pidió seguir empacando y embalando…

Eran así las tres de la tarde cuando Nevai se despertó y tanto su hermano como su padre estaban furiosos, el primero por la salida de la noche anterior con Fernando, y su padre porque estaba hambriento y quería almorzar…

Capítulo VI

Un par de semanas transcurrieron, los gemelos y su padre ya se hallaban en su nuevo hogar, una linda casa de tres habitaciones separadas con patio delantero e inclusive una pequeña piscina en el patio trasero. El padre se había regalado una linda casa donde vivir durante su vejez y los niños estaban complacidos al ver la piscina, el jardín y las nuevas cosas que en un departamento no podían disfrutar.

Giovanni, por su parte, odiaba estar en una habitación distinta a la de Nevai, aunque tuviese más espacio para sus mancuernas y equipamiento deportivo, le gustaba pensar que lo tenía a escasos centímetros de sí, en cambio ahora no solo se separaban por un pasillo, sino que se separaban por metros, un pasillo y una puerta, privacidad a la que no estaba acostumbrado.

Por otro lado, Nevai parecía haber superado lo ocurrido durante la mudanza, había vivido un episodio de crisis de pánico que había acarreado una crisis mayor en su temperamento que aunque se mantenía desde ese momento, parecía manejarlo cada vez mejor. Y tuvo que retomar el tratamiento de haloperidol que había dejado de lado intencionadamente. La vida no podía marchar mejor…

En cuanto al padre, el aún se preocupaba por sus hijos, pero por sobre todo de Nevai quien se había encerrado en el ropero que se hallaba en su antiguo cuarto, había llorado desconsoladamente en un rincón del mismo y había pasado por episodio de cambios de humor e incluso demostrado una conducta sicopática. Y también se preocupaba de su otro hijo, Giovanni a quien no le parecía de plano este nuevo cambio, siempre que lo veía este estaba observando a Nevai, intentaba bañarse con él y dormir con él, incluso aunque fuese observado por otros. Lo que ocurría en su hogar no era normal, sin embargo, tampoco deseaba que sus dos hijos volviesen al incesto, aquello parecía peor.

Las semanas transcurrían, Giovanni y Nevai habían quebrado su relación desde que el padre se había enterado, Fernando cada vez obtenía mejores resultados en su conquista diaria a Nevai. La nueva casa rebosaba de vida, Nevai todos los días se preocupaba del jardín y cocinaba, como siempre. Fernando los visitaba con exagerada frecuencia y con mayor constancia se peleaba con Giovanni, mientras que Nevai se reía humorísticamente como tomándose la situación como un chiste.

-¿Hasta cuándo debo mantener el celibato?-le pregunto molesto Giovanni a Nevai, quien se encontraba con un delantal de cocina preparando un queque. El primero abrazó a su hermano por la espalda, como solía hacerlo, le beso el cuello esperando una reacción, pero de Nevai no hubo respuesta alguna-. Estoy caliente por ti, te he esperado e incluso aceptado al idiota de Fernando pasearse por nuestra casa…no te quiero volver a ver con él, no quiero que vuelva a venir aquí-el arranque de celos de Giovanni dejo a Nevai impertérrito, parecía que nada le molestaba, incluso los reclamos de quien había sido su pareja-.

-¿Sabes qué Fernando quiere estudiar arquitectura, igual que yo?-le menciono Nevai a su hermano, sin prestar mayor atención a las caricias ni a los celos-. Tenemos muchas cosas en común, incluso tengo más cosas en común con el que contigo, tú quieres estudiar pedagogía en educación física o personal training y no te preocupas por nada más que no sea tu propio cuerpo, pero te quiero, porque eres mi hermano, mi hermano gemelo…

>>…no me puedes prohibir verlo, invitarlo a nuestra casa ni hablar con él-le enervo la voz Nevai a Giovanni, luego e volteo y siguió cortando las verduras que echaría en la sopa-. Ahora ándate que no quiero verte.

-Así que con esas tenemos-Giovanni tomo con más fuerza a Nevai por la espalda, este ultimo empujaba en su contra con tanta fuerza como le era posible; entonces Giovanni quiso levantarlo, pero Nevai saco el cuchillo con que picaba la verdura, Giovanni retrocedió mientras que Nevai lo atacaba, envuelto en un ánimo de locura-. Cálmate, por favor-le gritaba Giovanni, mientras que salía a toda pastilla de la cocina-. Suelta el cuchillo, Nevai, soy tu hermano, no me puedes hacer daño ¡Suéltalo!

Nevai continuaba cegado, pero cuando Giovanni salió de la cocina se le vio un poco más calmado, entonces se dio media vuelta y enterró el cuchillo en su mano izquierda. Un grito de dolor salió de la garganta de Nevai, Giovanni le quito el cuchillo y lo tiro lejos, Nevai hizo fuerza, pero el dolor coartaba su acción y así su hermano pudo tomarlo entre sus brazos llevarlo hasta el baño y limpiarle la herida, sin embargo, esta era muy profunda y debió llevarse a su hermano a una clínica para que lo examinaran y cocieran.

Por la noche, Giovanni y Nevai llegaron del hospital más tarde que su padre, quien estaba desesperado esperando por sus hijos, quienes no se habían llevado ni un celular con cual poder comunicarse. Nevai estaba sedado aún y Giovanni lo cargaba como a una pluma, el padre se asusto todavía más y tomo el mismo a su hijo y lo fue a dejar a su alcoba. Nevai, quien era tan liviano, solo emitió un gemido al ser repentinamente recostado sobre su cama. Giovanni los siguió durante todo el cambio, luego se giro y espero a su padre en el living-comedor.

-¿Qué pasó con tu hermano? ¿Por qué está dopado?-le pregunto severamente el señor García a su hijo, quien se sentaba en el sofá tranquilamente-. ¡Respóndeme, ahora!-ahora ya más exasperado-.

-Padre yo fui el culpable-le confesó Giovanni a su padre-. Yo quise tomar a Nevai por la espalda, pero él se negó y yo lo empuje, entonces Nevai me amenazo con su cuchillo y me persiguió, entonces cuando salí de la cocina él se volvió y se corto con el mismo cuchillo…yo pensé que no era tan profundo así que lo lleve al baño y lave su herida, pero nos tuvimos que ir a la clínica, le cocieron.

En el fondo, el señor García sabía del mal estado mental de Nevai y no podía culpar por ello a su otro hijo, la conversación termino y Giovanni se fue a su alcoba, triste, a meditar, mientras que el padre se estiraba sobre su sillón favorito.

Al día siguiente Nevai se levanto y continuo su vida como si nada de lo que había ocurrido la noche anterior hubiese acontecido; se bañó procurando no mojar los puntos, se vistió y preparo el desayuno para su padre y su hermano, y luego partió hacia el colegio a reunirse con sus pares, no obstante, Giovanni lo vigilaba de cerca procurando no molestarlo ni provocarle un nuevo ataque que podría ser incluso peor que el anterior.

Cuando ambos llegaron al colegio Nevai salto a los brazos de Fernando, quien lo esperaba impaciente en la puerta de entrada del colegio mismo, éste último tomo la mochila del rubio y se fueron juntos seguidos por el pelirrojo al salón de clases. Sin embargo, Giovanni, sin quererlo, capto la atención de su hermano y éste también se tiro a sus brazos, provocando la furia de Fernando y la extrañeza de Giovanni.

-Te amo, Gobi…-le decía tiernamente Nevai a Giovanni, mientras que Fernando se acercaba a ellos furibundamente-. … ¿Me dirías cuánto me amas? ¿O cuán feliz te hago?

-Nevai deja de colgarte de mí y suéltame ya-le rogaba Giovanni a Nevai, mientras que en secreto su sexo se iba levantando, debido a la repentina atención-. ¿Te tomaste los remedios?...Suéltame de una vez por todas…

Fernando llegó ante ellos y arrancó a Nevai de los brazos de su hermano, a quien empujo fuertemente provocando que se cayera al piso, lo que a su vez hizo que Nevai se deshiciera del agarre del furibundo y fuese en ayuda de su hermano.

-¿Estás bien mi vida? ¿No te hizo daño?-Giovanni estaba tratando de incorporarse, pero Nevai lo apretaba contra su cuerpo impidiéndole cualquier clase de movimiento, este intentaba deshacerse de su hermano y de sus brazos-. Creo que te golpeaste fuerte. Fernando eres un bruto…

Giovanni logró ponerse en pie sacudiéndose a Nevai de encima, se hizo a un lado y siguió su andar al salón de clases, Fernando volvió al lado del rubio con su bolso, pero Nevai no le prestó mayor atención, estaba dolido por la fría conducta de su hermano hacia él, entonces esquivo a su amigo y corrió hacia su hermano a quien le dio una vuelta y beso delante de todos sus compañeros de colegio.

Capítulo VII

Desde aquel día a todo el colegio e incluso a sus compañeros les quedo claro que Nevai y Giovanni tenían una relación que iba mucho más allá que el amor de unos hermanos, era una relación incestuosa.

Pese al enojo, frustración y rabia de Giovanni, su hermano se afirmaba con tal fuerza a su brazo que se lo ahorcaba, y cada día Fernando, por su parte, sentía que había avanzado tres pasos y retrocedido dos (al fin y al cabo lograba conformarse con un paso); mientras que en la mente de Nevai sólo volaban murciélagos.

Aquel día al volver a casa, Giovanni no prestó mayor atención a su hermano, se sentía decepcionado y herido por él, y se fue a encerrar a su cuarto con sus mancuernas y su desorden, prendió el laptop y puso música estridente a máximo volumen. Nevai, en cambio, hizo como si nada hubiese ocurrido, continuó con su rutina diaria, y se dirigió a la cocina a preparar la cena para la noche, no obstante, no pudo avanzar mucho porque el timbre sonó y debió ir a contestarlo.

-Disculpe, pero no aceptamos publicidad, propaganda. Somos ateos así que tampoco queremos testigos de Jehová, ya tenemos cable y no necesitamos que nos corten el pasto, muchas gracias, hasta luego-Nevai se sabía esas frases de memoria y cuando contestaba el citófono las citaba, sin embargo, esta vez se había equivocado de receptor-…

-Nevai espera, soy Fernando, por favor ábreme-Fernando había ido a arreglar los problemas que se habían suscitado durante la mañana y esperaba sacar algo en limpio de todo el revoltijo creado-. Sólo quiero que sepas que me gustas… y pensaba que yo a ti también te gustaba, pero creo que no,… me vengo a despedir…me cambiaré de colegio.

Nevai abrió las puertas y permitió a Fernando entrar a la casa, éste entró y lo acorraló inmediatamente contra la pared, Nevai notó que algo duro le rosaba el muslo y trato de zafarse, pero le resulto imposible. Fernando tomó el rostro de Nevai y lo atrajo al suyo, entonces le besó apasionadamente, quería comprobar si su querido sentía algo o sólo había sido un cruel juego. Nevai se deshizo entre sus besos y se los contesto, lo que para Fernando significó el continuar con sus caricias y besos.

Nevai se tiro al piso de la casa y Fernando se le echo encima, sin embargo, desafortunadamente para Giovanni quien había salido de su habitación inocentemente para ir al baño los vio a los dos en el suelo, uno encima del otro y con sus prendas a medio sacar y desordenadas. Giovanni se enfureció y levantó a Fernando al que golpeó y luego pateó, después lo sacó a trancazos de su casa y cerró las puertas, entonces se dio media vuelta y miró a su hermano quien mantenía los brazos abiertos y se mantenía estirado en el piso.

-¿Cómo te atreves?-le grito furiosamente Giovanni a su hermano. Nevai, no se dio por aludido y no contesto ante las interrogantes de su gemelo, por el contrario se levanto y se dirigió de vuelta a la cocina. El pelirrojo le siguió enfadado-. En la mañana le demostraste a todo el colegio nuestra relación, ¿Qué tienes en la cabeza? ¿Estás estúpido o qué? Yo te voy a enseñar, no me has dejado tocarte en semanas y yo no aguanto…

Giovanni al ver que Nevai no le prestaba mayor atención lo tomó por las caderas, lo tiró contra la pared y le bajó los pantalones, entonces antes de que Nevai pudiera hacer algo, le metió su miembro provocándole un gran y profundo dolor a su hermano.

Nevai gritaba de dolor, no había tenido la preparación necesaria a la que estaba acostumbrado, además hacía unas semanas que no tenía relaciones sexuales y su cuerpo actuaba extraño. Giovanni estaba siendo muy brusco con él y no lo soportaba, trato de quitárselo de encima, pero Giovanni tiro de su cabello con fuerza y lo apretó contra su erecto miembro.

-Giovanni… ¡No! Para…por favor,…Para…-le rogaba Nevai entre llantos y gritos a su hermano, a la vez que lo rasguñaba y le hacía daño, que a Giovanni no le provocaban más que furia-. Me duele, me duele…al menos vayamos al cuarto…suéltame…

Después de casi quince minutos de continua brutalidad Nevai quedó semiconsciente, su cuerpo no respondía a sus órdenes pero su mente registraba cada acto con absoluta perfección. Giovanni le había golpeado hasta el cansancio para que le dejase hacer lo que quisiese...le había violado.

-Es qué no te das cuenta de que yo te amo, que nuestros lazos son muchos más profundos que la sangre misma-le dijo el pelirrojo con excesiva violencia en la voz, en la mirada y en sus actos como conjunto, entonces se dio vuelta y tiro a Nevai al piso, golpeándolo contra un sillón-. ¿Por qué me haces hacerte esto? Es tu culpa, por ser un puto, eres un gamberro… pero no te preocupes, yo te enseñare y esta vez no olvidarás…

Giovanni levantó a Nevai, quien se había despertado con los gritos proferidos por su hermano, y lo fue arrastrando hasta llevarlo al cuarto de su padre, donde lo tiro contra la cama provocando que se golpease la espalda con una de las esquinas del somier de madera; Nevai dio un alarido al aire, se retorció de dolor, lo que encolerizo aún más a su hermano.

Nevai comenzó a llorar y a rogar a su hermano porque ya parara el maltrato, pero Giovanni estaba cegado, le era imposible pensar en el bienestar de su hermanito, sino que por el contrario intentaba sacar todas sus frustraciones por medio de su miembro, cosa que al parecer no le estaba resultando tan bien como en un principio había planeado, porque cada uno se sentía peor, aún más miserable.

El pelirrojo volvió a recoger a su hermano tirándolo contra la cama, le termino por quitar los pantalones y sin esperar ni alivianar el dolor, por el que estaba pasando el rubio le introdujo su pene erecto de nuevo. Nevai que no tenía dilatado su ano sintió un punzante malestar que le hizo llorar y gimotear entre los hercúleos brazos de Giovanni que le sostenían imposibilitándole acción cualquier. Es nuevo lamento sumado al anterior, en la sala, provoco que sangrase.

En el interior de Nevai había confusión y dolor, sólo podía sentir asco de tal situación, se encontraba mareado y aturdido, y en cada parte donde su hermano tocaba, o se posaba siquiera, experimentaba un sufrimiento tal que prefería haber muerto en ese mismo instante con tal de que no siguiera, necesitaba borrarse de la faz de la Tierra y ojala no haber existido nunca.

Giovanni se tranquilizó y empezó a sentir un fluido cálido emanar desde donde agarraba a su hermano, sin embargo, no lo notó hasta que ese fluido cubrió gran parte de sus muslos y le añadió más aflicción a su pesar.

Su cuerpo no respondía a lo que su mente mandaba; por una parte quería escapar y dejar todo atrás, pero cada vez que su mente ingresaba la orden el resto del cuerpo se quedaba paralizado. Lo único que realmente escuchaba entre medio de todo el manchón de tormento que significaba toda la escena eran sus llantos, gimoteos, gemidos y sollozos. Además de los gritos eufóricos de su hermano. Nevai quedo echado sobre la cama, parecía muerto.

-Eso perra, ábrete más como haces con todos los otros-le aullaba al oído Giovanni a su aturdida víctima, mientras que tiraba con absurda violencia el cabello del rubio. Ni él sabía por qué estaba haciendo aquello, siempre había protegido a Nevai, le amaba por sobre todo y lo que deseaba por sobre todo era tenerlo en sus brazos y con bien, pero lo cierto y real era que le estaba gritando cosas que nunca en su existencia se le habían cruzado por la mente decirle a nadie, aunque se lo mereciese-. ¿Querías que te frotara crema o algo? Pues no, ábrete tal y como lo haces con ese maldito de Fernando, o es que el te da mejor sexo que yo…-termino la frase como si fuera una pregunta, luego dio vuelta a su hermano sobre sí mismo, le saco el pene del ano sangrante y se lo metió en la boca-. Ni se te ocurra morderlo, porque te pegó…

Cuando Giovanni saco su miembro del trasero de su hermano un hilo de sangre salió con él, avanzó unos pasos en dirección a la cabeza de Nevai y se la tomó, le abrió la boca y le metió su verga manchada por la sangre proveniente del ano del rubio, sin embargo, no fue chupado, ni lamido el miembro.

Después de casi media hora de continuo acto de agresividad Giovanni al fin entró en razón y salió de encima de Nevai, se caló unos jeans y salió corriendo de la casa en dirección desconocida, mientras que Nevai quedaba tendido boca abajo en la cama de su padre llorando en silencio.

…

Por otro lado, Fernando todavía se encontraba en las cercanías de la casa de los García y vio salir de ella corriendo como desquiciado a su enemigo en el amor, Giovanni, por lo que se decidió a ir en busca de su amado. Pero no sabía lo que le esperaba…

Capítulo VIII

Fernando entró en la casa de los García con sigilo, abrió y cerró las puertas con absoluto silencio y fue a la cocina a buscar a Nevai, pero éste no se hallaba allí, por lo que Fernando buscó por toda la casa, menos en la habitación del señor García la que reservó para el final, inconscientemente como si fuese la guinda de la torta.

Cuando Fernando entró en la habitación del padre encontró a Nevai desnudo repantigado sobre la cama, llorando con extraño mutismo, como si una fuerza extraterrena le hubiese obligado a hacerlo. Al acercarse notó cómo el cuerpo de Nevai se iba envarando y tomando una posición fetal; Nevai intentaba protegerse, pero de qué…

-Nevai, soy Fernando… ¿qué pasó?-preguntó con extrema cautela Fernando, quien estaba desconcertado y a escasos centímetros del cuerpo de Nevai-. Estas desnudo, ¿por qué?

Fernando posó su mano sobre el cuerpo del rubio, el cuerpo se sacudió ferozmente, pero no le impidió tocarlo, entonces sintió que entero temblaba y que cada cierto tiempo se sacudía con violencia. Nevai emitió un gemido de dolor lo que hizo que Fernando se apartase unos milímetros y luego volviese a su anterior postura, para terminar por acariciar el hombro desnudo de su amado y susurrarle que todo iría bien en adelante.

Nevai se movió velozmente en la cama y se tiró con todo su cuerpo a los brazos de Fernando, entonces ahí chilló…luego el llanto se volvieron alaridos y después de nuevo llantos, y así se llevó hasta perder por completo la conciencia.

Fernando estiró a Nevai sobre la cama nuevamente y partió a la alcoba de él a sacar un bolso y ropa, enseguida volvió con el rubio, le vistió a duras penas y le tapo con una frazada, entonces echó mano del bolso de mano de Nevai el cual tiro a sus espaldas y se lo llevó.

…

Por la noche el señor García volvió a su casa feliz, nada había pasado, sus hijos parecían no tener contacto íntimo y Nevai estaba evolucionando su relación con su amigo del colegio. Al abrir la puerta su felicidad seguía constante, no obstante, al entrar en la morada algo encontró extraño, la casa tenía las luces apagadas, la puerta solo tenía una cerradura y ninguno de sus hijos lo había saludado aún. El señor García prendió las luces y se sorprendió de todo a su alrededor, en una esquina todo había sido reducido y se hallaban manchas de color carmesí aureoladas por un café sangre.

-¿Qué habrá pasado? ¿Por qué hay manchas de sangre? Mis hijos, ¿Dónde están?-pensaba el señor García cada vez más nervioso. Se dio vuelta y abrió la puerta, entonces se adentro en la casa buscando a sus hijos…

…

A cientos de kilómetros de la anterior escena se enfrentaba Giovanni a la tumba de su madre, fría y sin vida, sin flores y en una cripta desoladora. Ya hace más de cinco años que no iba a ese cementerio a ver esa tumba, ni siquiera se preocupaba por pensar en aquella mujer que le había regalado la vida; y no iba sólo porque no la quería, pero qué curioso, por qué estaba allí con una botella de vodka en la mano izquierda y un cuchillo cartonero en la otra.

Hace cinco años la madre de Nevai y Giovanni había fallecido por razones que el pelirrojo desconocía, no obstante, ubicaba a la persona que conocía acerca del deceso de su madre.

Según los médicos ella había sufrido de un cáncer cervico uterino no descubierto a tiempo, pero cada vez que se hablaba sobre ella en casa Nevai saltaba como energúmeno y les rogaba no hablar sobre el tema, por eso es que Giovanni no intentaba recordar o saber al respecto.

-Madre hoy hice algo que jamás debí hacer-murmuraba Giovanni mientras se llevaba a la boca un gran trago de vodka de centeno y lo tragaba como si fuese simple agua. Si bien estaba acostumbrado a beber, la cerveza nunca se compararía al vodka-. Creó que lo que jamás debí hacer fue haber tomado a Nevai, mi hermano, como mi pareja, pero en verdad lo amo; yo en verdad siento cosas por él, pero hoy…lo viole…

>>Si lo viole-ahora casi gritaba Giovanni a la tumba de su madre-. Adivina qué trago elegí para venir a verte… ¿no sabes? Pues escogí el vodka de centeno, el que a ti tanto te gustaba porque lo producían en Polonia, el lugar de donde provenías. Nevai es igual a ti, con la diferencia de que él es mejor que tu. El jamás me ha dejado y tú en cambio preferiste irte…

Giovanni escupió gran parte de la botella de vodka, otro poco se lo tomó y el resto cayó derramado sobre el sepulcro de su madre y sobre su torso desnudo. Entonces comenzó a dar alaridos y a llorar lastimosamente, se apoyo sobre la lápida pero trastabilló, en aquel momento agarró con más fuerza el cuchillo cartonero que cargaba consigo y lo abrió, para luego rasgar su piel blanca con la navaja y provocarse heridas de importancia. Y así continuo lacerando su cuerpo semidesnudo hasta que un sopor lo adormeció lo suficiente.

-Nevai, te amo…-susurró Giovanni por última vez antes de caer rendido sobre la cripta.

…

-Tiene múltiples moretones y cardenales, además de magulladuras por todo su cuerpo, ¿cómo se los pudo hacer?-meditaba en voz baja Fernando mientras observaba el subir y bajar del tórax de Nevai, quien respiraba tortuosamente. Fernando había ido a su casa con Nevai a cuestas y un bolso de mano con las pertenencias del rubio-. Ojala despierte pronto, necesito preguntarle muchas cosas… ¿cómo pudo terminar así…?

Fernando se acomodó sobre una poltrona[1] y espero a que Nevai despertase, sin embargo, su sueño parecía ser eterno y empezó a cabecear hasta quedarse medio dormido.

Nevai se arremolinaba con fuerza, sus pensamientos invadían su mente y su cuerpo entero ardía en dolor y lacerante agonía. De pronto, Nevai recordó distintos momentos en su vida, el primer recuerdo que se le vino a la mente fue el primer día de clases en básica cuando Giovanni era su único amigo además de hermano. En seguida rememoro cuando su hermano y él se dieron su primer beso y le siguió la primera cogida de ambos y lo nerviosos que ambos se encontraban en aquella oportunidad…continuaron pasando miles de recuerdos por su memoria hasta que un recuerdo en especial se evocó.

Nevai había por años suprimido recursos amargos…había sido el primero en llegar a casa aquella tarde, Giovanni estaba jugando en la escuela con unos amigos suyos y como él aún no tenía un amigo o alguien con quien conversar se había ido más temprano. Su madre le abrió la puerta de entrada al departamento, ella estaba llorando, pero intentaba controlarse al verlo. Aunque el intento era infructuoso.

La madre de los gemelos se había arrastrado por los pasillos del departamento hasta llegar a su cuarto y encerrarse en él, le resultaba muy duro mantenerse en buen estado delante de su familia, por lo que todo el tiempo o en su mayoría permanecía encerrada. No sabía qué le pasaba, pero lo cierto era que ella pasaba gran parte de su día triste y adolorida; su padre ya no sonreía con ella y procuraba no entrometerse en nada.

Ese día como siempre ella se había ido a encerrar en su cuarto, pero un fuerte golpe proveniente del closet provocó que Nevai dejase el televisor y fuera a ver lo que ocurría. Al entrar en la alcoba el niño se encontró con un gran desorden en el interior, la ropa estaba esparcida por todos lados y colgada en los lugares más increíbles, estaba todo sucio y mohoso, y un extraño hedor envolvía la atmósfera. Su madre no se veía por ningún lugar, algo temblaba en el interior del ropero, Nevai entreabrió el mueble y luego lo abrió de par en par, su madre estaba en el interior remeciéndose con violencia.

-Mamá ¿estás bien?-había preguntado nervioso Nevai a su madre, quien tenía dificultades para respirar, sus ojos desorbitados y los dedos de sus manos amoratados-. Mamá voy a por el teléfono…

La señora alcanzó a tomar la delgada muñeca de su hijo y lo arrastró consigo, Nevai se quedo con ella hasta que exhaló su último aliento, entonces los brazos de ella cayeron a los costados y el niño quedo liberado…

…

Fernando parpadeo unos instantes y luego abrió sus ojos deliberadamente lento, entonces se levanto y se fue a apoyar en la cama donde reposaba el cuerpo aún inerte de su amado.

Nevai llevaba más de siete horas dormido, los cardenales y los moretones ya habían adquirido el tono violáceo virulento característico de esos hematomas. Su respiración había recobrado fuerza y vitalidad con las horas, ahora era acompasada y relajada, su cara parecía haber vuelto a la normalidad, de sus ojos ya no manaban lágrimas, ni tampoco gimoteaba.

Fernando posó sus labios con los de Nevai segundos antes de que éste último parpadeara hasta abrir por completo sus ojos.

-¿Estás despierto?-le pregunto como si fuese un acto inconscientemente a Nevai, quien parecía no reconocer dónde se hallaba o qué hacía allí-. ¿Cómo se siente tu cuerpo?

Nevai se estiró y de un pispas se encogió nuevamente, contrayendo todos los músculos que podía, se lamentó unos escasos segundos y se volvió a Fernando, lo miro con extrañeza y luego se ocultó entre las frazadas.

-¿Debería llamar a un doctor?-le volvió a preguntar Fernando a Nevai cuando este se oculto entre las frazadas. Nevai se movió entre el ropaje para luego exhalar un simple y rotundo >>no<<-. ¿Te traigo algo de beber? ¿Tienes hambre?

Fernando al no recibir respuesta por parte del interpelado se levanto, pero fue impedido de seguir su andar por el tenue agarre de Nevai, él se aferró con todas sus fuerzas y comenzó a llorar fuertemente rogándole porque no se apartase de su lado…

Capítulo IX

Cuando despegó el alba del día siguiente en las noticias de la prensa se constataba que un joven adolescente semidesnudo había sido encontrado por un nochero y sus perros durante su ronda en el cementerio y que había dado aviso a la policía de forma inmediata; ahora el joven se encontraba en un hospital, ya que se encontraba malherido y con principios de hipotermia…

A eso de las cuatro de la mañana el señor García recibía una llamada de la subcomisaria de Valparaíso y había tenido que salir casi corriendo de su casa hacía el hospital, allí estaba Giovanni.

Él creía que se encontraba con Nevai en alguna juerga, ya que era viernes por la noche y el colegio estaba por terminar para ellos, pero lo cierto era que había sido hallado en el cementerio donde descansaban los restos de su esposa y madre de sus hijos.

Al llegar se dio cuenta que ni Nevai ni ninguno de los amigos que acostumbraban estaba acompañando a su hijo. Un carabinero se le acercó para tomarle los datos, pero el señor García permanecía en un estado aún somnoliento, el policía le insistió un poco más con lo que consiguió sacarle los datos básicos y preguntarle acerca del joven, sin embargo, el padre ya no le prestaba atención, sino que con su mirada buscaba a algún médico que pudiese darle alguna explicación a lo que estaba viviendo, y lo busco hasta encontrarlo…

-¿Doctor? es usted doctor, ¿cierto?-le pregunto presuroso el señor García al joven doctor vestido de capa blanca-. Me llamaron y me dijeron que mi hijo estaba aquí…el ¿está bien?-las últimas palabras apenas si pudo pronunciarlas. Mientras iba al hospital miles de escenas habían asaltado su mente hasta dejarlo un guiñapo de nervios.

-¿Quién es su hijo, señor?-le pregunto relajadamente como si nada sucediese esa noche a su alrededor, el joven doctor al señor que le miraba desesperado-. Déjeme buscarlo en las fichas, puede que todavía no haya sido ingresado… ¿con quién llegó su hijo?

El cansado padre estuvo a punto de perder sus nervios con la tranquilidad del joven médico, que resultaba exasperante, pero el carabinero que antes le había molestado se había acercado, puesto una mano en su hombro como un signo de que se tranquilizase, entonces se dirigió el policía al doctor y le dio los datos y explicaciones, gracias a eso el internista le guió por los desvencijados pacillos hasta dar en la U.T.I.[2]

-Su hijo fue traído al hospital a las dos y quince de la madrugada, presentaba heridas corto-punzantes en su antebrazo, piernas y gemelos, además tenía principio de hipotermia-leía casi con vehemencia el medicucho al desesperado padre que se erguía sobre el cuerpo inconsciente de su hijo-. Además tenía altos contenidos de alcohol en la sangre. Le daremos el alta por la mañana si es que no presenta alguna otra complicación…

El doctor se dio media vuelta y siguió su ronda por las diferentes salas de urgencias del hospital. Mientras que el señor García derramaba amargas lágrimas sobre el pecho de su hijo. Qué le podía haber pasado, una riña o tal vez un atraco, pensaba dentro de sí el padre.

-Lo encontramos tirado sobre una tumba con una botella de vodka rota y con un cuchillo que tenía su sangre-le relato el carabinero al ya extenuado padre-. Creemos que se intento suicidar, pero eso no explica por qué estaba semidesnudo, sólo vestía unos pantalones, sin calzoncillos, ni pollera o remera, solo el pantalón.

-El…ha tenido ciertos problemas…con su hermano, pero…no creo que eso haya sido el por qué de…-intentaba aclarar su mente, pero en lo único en que podía pensar en ese momento era en la palabra suicidio y en las implicancias-. ¿Tanto amaba a su hermano como para intentar quitarse su vida por no poder tenerlo consigo? ¿Había sido una buena idea cambiarse del departamento a la nueva casa?- De pronto recordó a Nevai, si él no estaba con Giovanni entonces dónde estaría-. ¿Acaso con ese “amigo” que tenía?-entonces su mente dejo de meditar y le pregunto presuroso al hombre que tenía en frente-. ¿No encontraron cerca a su hermano? ellos siempre salen juntos a carretear o a donde sea, no he sabido nada de los dos desde la tarde de ayer…

-Este chico estaba solo-le contesto el carabinero, al ver al padre de nuevo ansioso y preocupado saco de su chamarra un intercomunicador y comenzó a balbucear una serie de frases-…Busquen al otro joven, puede que esté cerca de donde encontramos al primero.

…

Lo cierto era que Nevai no estaba ni cerca ni pensando en su hermano, y lo que era más, se sentía presuroso de olvidar a su hermano y todo lo que significaba, el dolor y los malos momentos, todo, necesitaba olvidarlo todo. Fernando se había quedado dormido sobre la poltrona nuevamente, dejando a Nevai descansando a solas en su cama.

Después de que Nevai le hubiese impedido salir, Fernando se había girado e intentado sobarle la mejilla, pero Nevai se había echado a llorar, Fernando mantenía la distancia como una forma de no hacerle daño ni provocarle otra llantería desmedida.

Nevai estaba sentado sobre la cama con la cabeza gacha y las piernas entrecruzadas, aunque le dolía mantenerse en esa posición el tormento era peor al mantener los ojos cerrados o pensando, por lo que hacía lo que podía para no dormir. Así fue como paso toda la noche en vela hasta la mañana en que se encontraba hablando incoherencias a la nada…de todas formas hacia días que ya no tomaba el haloperidol y los últimos sucesos lo habían dejado tocado.

Fernando se estiró en su cómodo poltrón, bostezó y luego observó a Nevai en la cama, se hallaba extrañamente sentado, sus ojos estaban dilatados y por extraño que pareciese jamás lo había visto más bello y hermoso que en ese minuto, se le acercó. El rubio no hizo ningún ademán ni siquiera lo miro de reojo o algo, y vista la reacción se sentó a su lado y lo abrazo con su cuerpo entero…

-Ahora me podrás decir qué pasó ayer-le dijo juguetonamente a su amado-. Yo he estado muy preocupado por ti, así que no me dejes sin saber…

Fernando apachurró a Nevai contra sí un poco más fuerte, entonces el rubio comenzó a llorar mientras se reía fuertemente, se carcajeaba exageradamente y sus hombros se movían de una forma poco habitual.

-¿Yo? ¿Quién soy yo?-decía al aire Nevai, que se retorcía entre los brazos de Fernando mientras se reía estrepitosamente. Su acompañante comenzaba a preocuparse, la sonrisa de amabilidad ya no se dibujaba por su rostro y resultaba sorprendentemente desanimado ante lo que ocurría ante sus ojos-. Yo estaba con mamá ayer, ¿Dónde está mamá?

-Nevai tu madre falleció hace mucho tiempo-le contesto Fernando con una arruga en su frente en señal de preocupación-. Nevai vístete te llevare con tu padre, vamos apresúrate.

Cuando Nevai estuvo vestido, no sin ayuda de Fernando, salieron de la casa y partieron de vuelta al lugar de los hechos.

…

A eso de las diez de la mañana dieron de alta a Giovanni y como a las once el interrogatorio de los carabineros fue completado, entonces el joven y su padre pudieron irse a su casa. Nevai no había sido encontrado en el cementerio y no contestaba a su celular por lo que se mantenía su búsqueda.

-¿Qué sabes de tu hermano, Giovanni?-le pregunto ya más calmado el señor García a su hijo, éste tomó una actitud agresiva contestándole que no tenía idea, entonces se metió en el colectivo con cuidado de no rosar sus vendajes, y se mantuvo callado todo el trayecto-.

…

Al llegar a casa Nevai entró a duras penas por la puerta, Fernando mantenía sus manos apoyadas en los hombros del rubio jalándolo al interior por su espalda; cuando ingresaron los dos, Nevai se tiró sobre el sofá favorito de su padre; su acompañante lo vio y luego se dirigió a la cocina.

-Quiero tener sexo sobre este sofá–dijo Nevai, tirado sobre el sofá, a Fernando, mientras que el otro estaba en la cocina viendo qué había para comer-. ¿Quieres tener sexo conmigo en este sofá?

-Ah, ¿sí? Yo también quiero hacértelo, pero Nevai es el sofá de tu padre, nunca me permitiste sentarme siquiera en ese mueble, ¿qué te pasa?-le pregunto Fernando sacando del refrigerador un salchichón y unas hojas de lechuga, Nevai en tanto estaba quitándose la ropa para quedar desnudo tendido sobre el sofá-. Oye no hay mantequilla, ¿vamos a comprarla?

Cuando Fernando apareció por el dintel de la puerta se quedó pasmado viendo a Nevai sobre el sofá desnudo y haciendo posturitas con las piernas abiertas. Entonces dejó el sándwich a medio comer encima de la mesa y fue hacia donde estaba el objeto de su deseo mientras se sacaba la chaqueta y luego el pollerón.

-¿Estás seguro de lo que vas a hacer?-le pregunto deseoso Fernando, teniendo una erección entre sus piernas, mientras que el joven desnudo estiraba sus brazos en su dirección y abría mas sus piernas-. Esta será nuestra primera vez haciéndolo juntos…yo jamás pensé que sería aquí, yo…estoy feliz…te quiero mi Nevai…

Fernando se sacó los pantalones y los zapatos apresuradamente y luego se recostó al lado de Nevai como pudo, impedido por los brazos del sillón. Empezaron a besarse, Fernando fue bajando lentamente hasta llegar al pene de su pareja, que se mantenía flácido y agachado, mientras que el estaba que no podía más por poseerlo y llegar al orgasmo. Fernando metió sus dedos en el ano de Nevai, éste se dilató rápidamente y entonces le metió su miembro en el interior, pero ni con eso lograba que Nevai se estimulase, no gemía, ni se levantaba.

-¡Ah!-alcanzó a gemir Nevai antes de que Fernando pusiera su glande y luego el resto del cuerpo en su interior-. Te amo Giovanni, perdóname por todo…-mascullo el joven en un estado perturbado-.

Fernando paró en seco la fricción provocada por su pene en el interior de Nevai y se le ablando, entonces lo sacó y buscó su ropa para irse pronto. Estaba herido, se sentía utilizado y humillado, sin embargo, lo peor de todo es que seguía amando a Nevai, pese a que él no.

Cómo podía ser que no lo quisiese, cuando él había estado en todo tiempo con Nevai, desde el jardín infantil, los primeros días en el colegio, cuando su madre había fallecido y sobre todo ahora que había comenzado a enloquecer, igual como a la madre de los gemelos años atrás.

Cuando Fernando se fue de la casa se prometió que una vez saliesen del colegio se olvidaría de Nevai, entraría a estudiar y tendría una vida normal como cualquier universitario, para eso sólo le faltaban un par de semanas y luego dar la PSU para desaparecer totalmente de aquel sitio, se iría a estudiar a Santiago, al sur o al norte, no volvería a Valparaíso jamás. Aquí sólo le quedaban recuerdos amargos y pesarosos.

Nevai, en cambio, se quedó tendido sobre el sofá, desnudo y con las piernas abiertas, su pene aún blando y recogido, sus labios levemente amoratados e hinchados, y con el corazón roto hasta el punto de no poder pegarse ni con el más efectivo pegamento.

Capítulo X

Estirado sobre el sofá yacía Nevai, desnudo, erótico y sensual…

La cerradura cedió, se escucho el crujir de la madera de la puerta y sus goznes y, se abrió; Giovanni y su padre entraban extenuados a su hogar después de una tormentosa noche.

-Padre perdona, yo en verdad lo único que quería…-se disculpaba vehemente Giovanni, miraba el piso bajo sus pies sin levantar la cabeza por nada-. Es cierto que me corte, pero es que tú no sabes, Nevai y yo…

El señor García se había detenido en el umbral de la puerta, estaba tenso, el pelirrojo tiro de la manga de su padre, sin embargo, éste último no se movía, entonces Giovanni levanto su vista y la fijo en el objeto que mantenía la atención de su padre.

-¡Nevai!-susurro con sorpresa Giovanni, todos sus recuerdos del día pasado se movían por su mente y florecían para posicionarse en el frente de su mente-. Creí que estabas perdido,…perdona.

-¿Qué estás haciendo?, pensábamos que estabas perdido, no contestaste nunca tu celular, ni llamaste, los pacos te están buscando-bramaba el señor García-. Anda a tu cuarto y vístete.

-Carlos, Carlos, Carlos-le miraba con un sesgo de locura Nevai-. No me digas padre que no sabes nada ¿no le has contado? ¿Sabes qué paso ayer mientras tu trabajas feliz?-Nevai se divertía preguntando aquellas preguntas-. Creó que sentí que algo se rompía dentro de mí y un llanto lacerante opacaba mis gritos de ayuda, no te imaginas lo mucho que me divertí ayer, durante todo el día y durante toda la noche, pero pienso que ahora podríamos divertirnos los tres mucho mejor… ¿les gusta mi cuerpo?-el demente joven mantenía su mirada fija en un punto lejano, imposible de decir dónde, aún se mantenía flácido y desnudo sobre el sofá. De la nada, comenzó a reír histéricamente, como si algo o alguien le hubiese animado a ello-.

-Cállate, tu hermano no está bien ahora, necesito de tu ayuda-el padre puso sus manos sobre los desnudos hombros de Nevai, le dio la vuelta y lo trato de dirigir a la alcoba-. Hijo, por Dios ¿Qué te paso?

El señor García aún no fijaba la vista en su hijo, no miraba más allá de la desnudes del joven. Tal vez si lo hubiese notado antes, las cosas o las circunstancias que envolvieron el conjunto de situaciones que ocurrirán en un futuro no hubiesen sido las mismas, o simplemente se podría decir que cuando las cosas están por pasar, pasan.

-Ja, Ja, Ja…-reía Nevai, su cuerpo con moretones, arañazos y heridas múltiples no representaban ni el ápice de todo el daño provocado a su cuerpo y espíritu, su trasero era la cruenta prueba de una horrorosa violación, aún mantenía manchas de sangre y semen, su cuello empezaba a mostrar las marcas de las manos que habían intentado estrangularlo y sus labios se encontraban desfigurados, amoratados e hinchados-. Vamos padre ríete conmigo un ratito, Giovanni te puede hacer el favor de explicarte por qué me rio yo…Alégrate padre me convertí en hombre y puto al mismo tiempo, quién diría que antes de terminar el colegio iba a tener una profesión tan bien pagada…ajajajajajajaaja…

Cuando al fin Carlos García notó que su hijo ya no era el mismo que el día anterior, no sólo por las marcas en el cuerpo, sino porque se notaba que su mente había perdido el poco equilibrio que le quedaba. Entonces recordó que su difunta esposa fallecida hace años, no sólo había pasado por algo similar, sino que había enloquecido totalmente y posteriormente muerto teniendo a Nevai en sus brazos y ambos encerrados en el closet en el departamento que habían dejado atrás hacia unos meses. Entonces un pánico intolerable atravesó cada nervio de su cuerpo, provocándole una pesada descarga y lo único que vio fue a su hijo, a Nevai, al lado de la tumba de su esposa, en un ataúd de madera oscura con aroma a flores y por fin descansando de toda su locura.

-Hijo por favor, cálmate, yo y tu hermano queremos ayudarte…-ninguna de las palabras anteriores sirvieron para que Nevai volviese en cierto porcentaje a sus cabales. Por otro lado, Giovanni se había desaparecido por la cocina, dejándolos a solas-. Mira hijo, déjame que te vista e iremos de inmediato a buscarte un poco de ayuda.

Nevai se rebatió en los brazos de su padre, intentando soltarse, sin embargo, las fuerzas que le quedaban después de una violación y de una noche entera en vela no eras las suficientes como para alcanzar su objetivo, por lo que prontamente cedió, y su progenitor pudo llevarlo a su alcoba.

-¿Qué te gustaría que te pusiese? ¿Unos jeans, zapatillas y de lona y una blusa? ¿Tu remera favorita?, ¿prefieres botas? ...-Carlos García le puso unos calzoncillos algo raidos a su hijo y fue entonces cuando realmente supo sobre las dimensiones del daño por el que había pasado su hijo y llamo a viva voz a Giovanni-. Hijo por Dios, ¿quién pudo hacerte esto? Tienes sangre, debo llevarte a un hospital, vamos hijo ayúdame a vestirte.

Giovanni al escuchar su nombre bramado por su padre, sólo atino a salir de la cocina y mirar fijamente hacia el pasillo, específicamente hacía donde se hallaba la habitación de su hermano.

-Padre, yo le hice eso a mi hermano, yo lo ate, lo amordace, lo ahorque y lo viole no una sino que muchas veces-dijo Giovanni en un hilo de voz casi inaudible, el señor García se levanto y cruzó el rostro de su hijo con una cachetada, luego se agarro la cabeza con ambas manos y comenzó a desvestir a su otro hijo-. Yo no estaba pensando, sentí que Nevai me pertenecía, pero él no me dejo,…entonces lo amarre, pero continuo diciendo que Fernando era mejor para él y…y…

Carlos García desvistió a su hijo y lo llevo hasta el baño, prendió el calefón y lleno la tina con agua tibia, entonces con mucho cuidado metió a Nevai en la tina e inicio su tarea…la de borrar la mayor cantidad de huellas que pudiesen quedar en su cuerpo. El padre se encontraba llorando mientras lavaba lentamente y con sumo cuidado a su hijo. Tomo un paño y recorrió el rostro del joven, limpiando cada parte de él; untó un poco de champú en sus manos y lo esparció por la cabeza, masajeo el cuero cabelludo con cuidado, notando que habían surcos de cabello que ya no estaba donde habían estado. El agua se torno de un color sucio, pues la sangre reseca en sus piernas al entrar en contacto con el líquido se disolvió. Las lágrimas del padre se hicieron cada vez más angustiosas para Giovanni, quien no sabía qué hacer, estaba claro que mucho tiempo no aguantaría, entonces resolvió volver a la cocina y con otro cuchillo reabrió las heridas y cortadas hechas el día anterior y se tendió en el piso a esperar que el presente se borrase o al menos se difuminase.

Capítulo XI

Corría el año 1999, Carlos García y su esposa iban a cumplir siete años de casados y tan sólo hace cinco años habían nacido sus dos hijos. Estaban próximos a celebrar el cumpleaños de los pequeños cuando una trágica noticia remeció a la familia entera, la señora de la casa tenía cáncer cervico uterino.

Cuando el señor García entro por la puerta del departamento y sus hijos no estaban allí para saludarlo como de costumbre supo qué algo pasaba. Su esposa lo esperaba sentada en el comedor con un sobre de papel café en su falda.

-Carlos por favor ven a sentarte, necesito conversar contigo-la conversación al parecer iba a ser larga, por lo que el señor García tomo asiento al lado de su esposa-. Hoy…fui a recoger los exámenes que me hice hace unas semanas,…te lo conté en la mañana y los resultados…, bueno no son los más esperanzadores.

-Nicol déjate de rodeos y dime qué te pasa-le apuro Carlos. Si de algo estaba seguro Carlos era que odiaba los preámbulos, siempre había preferido la verdad por muy dura y cruel que fuese-. ¿Qué tan malo es?

Nicol tomo una postura más seria, recogió las manos de su marido entre las suyas y las acarició. Resultaba tan obvio que esto le dolía que Carlos tomo los análisis y los abrió, los leyó y luego sintió que la pesadumbre lo embargaba.

-¿Qué tenemos que hacer? ¿Qué dijo el doctor?-Carlos dejo las preguntas en el aire, por cómo actuaba su esposa ya había notado que no había mucho qué hacer-… ¿Cuánto te queda?

-El médico me dijo que unos meses a lo sumo un año-Nicol bajo la vista y tomo con más fuerza la mano de su esposo-. Prométeme que te harás cargo de los niños y los cuidaras. Lo único que quiero es que ellos estén en buenas manos cuando fallezca, y que cuando sean adultos, sean amados y amen, como nosotros, que sean correctos hombres de bien.

Carlos García había prometido ciegamente a su esposa que cuidaría de su familia hasta que sus fuerzas se lo permitiesen. Después de eso, los dos cenaron con los niños en la mesa en el más profundo silencio.

Por supuesto la ignorancia de los niños no facilitaba en mucho aquella situación, sin embargo, en algo ayudaba. Ahora lo que importaba era fingir que nada sucedía y que todo seguía igualmente bien en casa, como en los anteriores años de felicidad.

…

Pasaron unos meses, la enfermedad de la señora García ya se estaba haciendo notar. Si bien sus hijos no lo percibían, porque ella se los escondía, se introducía todos los días antes de que llegasen los niños del colegio al closet a gritar por los dolores y así poder desahogarse lo suficiente.

Su esposo, en tanto, sí se enteraba, ya no la tocaba, cada vez conversaban menos y no había otra interacción que la de las comidas.

Un día, Nevai llego más temprano del colegio, su madre lo recibió a duras penas recargándose en cada elemento que se lo permitía y le abrazó.

-¿Y Giovanni?-pregunto la madre a su hijo-. ¿Por qué no está él contigo?

-Es que yo me vine antes y él se quedo jugando un ratito, mami-le contesto el niño inocentemente-. ¿Puedo ver monitos, mami?

La señora García contesto afirmativamente a Nevai, y el pequeño se fue a prender el televisor en su alcoba. Nicol, en tanto, se recostó un rato más en su cama, sin embargo, al sentirse enferma se escondió en el ropero para que nadie la viese.

Nevai veía sus monitos animados en su pieza cuando se levanto para buscar a su mamá y pedirle un jugo. Fue hasta la cocina y no la encontró, entonces fue a la habitación de sus padres, sin embargo, no se veía que su madre estuviese por allí.

Un ruido se sintió, provenía desde el interior del closet, entonces Nevai con sus pequeñas manitas regordetas aún, corrió una puerta del mueble con gran esfuerzo y presencio lo que su madre les había estado ocultando por meses, ella se encontraba hincada y abrazada sollozando por el fuerte dolor que sentía.

Cuando la señora García vio a su hijo, no pudo impedir a tiempo que un alarido cortara el viento y aturdiese a su pequeño, entonces antes que Nevai rompiese en llantos, ella lo tomo por el brazo y lo tiro hacía dentro del ropero. Allí Nevai presenció los últimos momentos de vida de su madre.

Cuando el cuerpo termino de convulsionarse, el rubio quedo atrapado entre los brazos de su madre, que de a poco iba perdiendo el calor y la suavidad. Las lágrimas se secaron en su rostro y se hundieron en las cuencas de sus ojos.

Transcurrieron las horas y al llegar Carlos García junto a Giovanni, Nevai inicio una serie de golpes contra la puerta del mueble, golpeaba contra la madera con todas sus fuerzas, necesitaba escapar, el olor a muerte había producido en el pequeño un letargo pero que con la llegada del resto de la familia se transformo en pánico y en unas ganas locas de pedir auxilio.

El señor García al sentir esos golpecitos pensó que estaban intentando entrar a robar y tomo un palo que guardaba en un rincón del saloncito y fue buscando por todo el departamento el lugar de donde provenían esos ruidos. Entonces al pasar por su alcoba, reparo en que el sonido provenía desde el interior de su closet y lo abrió fuertemente para asustar al presunto intruso, pero lo que vio fue muy distinto.

-Nevai, hijo…qué haces a…-antes de terminar la pregunta el señor García observo que el niño intentaba zafarse del brazo de su madre, quien además yacía muerta entre medio de las ropas colgadas-. Hijo, ven conmigo, dame tu mano, yo te ayudaré-Nevai logro salir de los inertes brazos y se colgó del cuello de su padre, llorando amargamente sobre su hombro.

-Papi, papi, mamá está muerta, está muerta…-repetía el niñito, que a pesar de saber lo que ocurría no lograba dimensionarlo.

…

Capítulo XII

Pasaron alrededor de tres semanas antes que el hogar de los García se normalizara lo suficiente como para que ninguno de los tres quisiera huir como pudiese de ese hogar. Y pasó aún más tiempo antes de que todo o al menos casi todo volviese a la normalidad.

Giovanni había quedado inconsciente completamente unos veinte minutos después de haber repetido las cortadas y abierto las heridas que empezaban a cerrar, y sólo había sido capaz de despertar un día completo después de haber sido llevado de nuevo a urgencias. Nadie sabía que lo que había provocado este daño era la culpa que sentía Giovanni por haber provocado un daño tan grave a su amado, su padre lo había llevado de urgencia al mismo hospital para que lo cocieran y le ayudaran, diciendo que por un descuido suyo, su hijo se había vuelto a lastimar, no obstante, nunca contó a nadie la verdad, la violación de uno de sus hijos y todo continuo normalmente.

Carlos García se levantaba cada mañana a las seis y media, se bañaba y preparaba su desayuno para llevárselo a su oficina, salía de su casa con la hora justa y tomaba el metro mientras se iba tomando el café y comiendo el pan que se había hecho. Se bajaba en la estación Barón, cruzaba las calles con sagacidad y llegaba al edificio donde trabajaba, entonces se subía al ascensor y se bajaba en el quinto piso, caminaba unos cuantos pasos y se sentaba todo el día a trabajar; almorzaba cuando todos lo hacían y salía del trabajo siempre tarde, cuando ya nadie, salvo el conserje, quedaba en el edificio, pues no hallaba mayor satisfacción en su vida que un trabajo bien hecho, entonces hacía el mismo recorrido a la inversa que en la mañana, salvo que no podía tomar el tren porque a esas horas las estaciones se encontraban ya cerradas, y llegaba a su casa, donde su hijo Giovanni lo esperaba encerrado en su alcoba. Todos los días recordaba el sofá donde le gustaba relajarse y ver un poco de televisión, sin embargo, ese sofá había dejado de existir el mismo día que habían vuelto del hospital por segunda vez con su hijo Giovanni. Iba al refrigerador y preparaba fideos o arroz todos los días con un huevo frito, se lo comía e iba a la cama a dormir. Esa era toda la rutina que tenía el padre después de todos los sucesos oscuros que había pasado.

Como siempre había mantenido a sus hijos apartados de su vida laboral, nadie sospecho que algo en su diario había mutado, pues el mayor cambio se había hecho el día en que su mujer había fallecido hacía años atrás. El día negro, aquel día de depresión y de desesperación, en que se dio cuenta que por primera vez en su vida estaba solo y dos personitas dependían de él para sobrevivir. Sus compañeros de trabajo nunca le volvieron a parecer los mismos desde que su mujer lo había dejado, y como sus compañeros comprendieron que el hombre estaba demasiado afectado, el señor García se fue quedando solo con el paso de los años, y cuando sus hijos ya no estuvieron para él, la soledad termino por matarlo.

Por otro lado, Nevai fue trasladado más tarde a un centro de atención mental para jóvenes, en donde se quedaría por tiempo indefinido o hasta que el Señor García lo quisiese recibir en su casa. Nevai jamás recibió visita alguna, de Giovanni, de su padre o de Fernando, quien desapareció para siempre y no se supo nada de él, lo que provoco que se hundiese todavía más en su abstracción y sus locuras, y como los médicos no vieron que su familia se interesase por él también le abandonaron, el joven cada vez se fue perdiendo más y más hasta el punto de que ni con toda la terapia del mundo podría regresar a ser una parte de lo que un día fue, un adolescente alegre y con esperanzas, que iba a comprar y cocinaba cada día para su amada familia. Ahora sólo quedaba un cuerpo inerte, sin personalidad, sin sentimientos y sobre todo sin espíritu.

…

-Intente hacer lo mejor que pude, Amor, pero muchas cosas ocurrieron en el camino, tu sabes que sin ti soy un inútil, falle como padre y como hombre-había llevado consigo una silla plegable al lugar donde estaban enterrados los restos de su esposa, entonces se estiro sobre ella y dejo que sus huesos se relajasen lo suficiente como para que al levantarse crujieran-. Giovanni supero todo su pasado y ahora está estudiando educación física, claro que seis años después de haber terminado el colegio, y su hermano Nevai…bueno Nevai ya no es Nevai, el es una cáscara vacía, el otro día lo fui a ver, pero fui incapaz de sentarme a su lado o de hablarle, por lo que me limité a observarlo desde lejos. Mi esposa, maldigo la hora en que todo esto ocurrió, no soy lo suficientemente fuerte y ahora probablemente muera solo…

-FIN-

[1] Poltrón, ona:

.1. adj. Perezoso, haragán: no seas poltrón y ponte a trabajar

.2. Se dice de un tipo de silla más baja, amplia y cómoda que la común. También f.: está muy cómodo sentado en su poltrona.

Extraído de: http://diccionarios.elmundo.es/diccionarios/cgi/lee_diccionario.html?busca=poltrona&diccionario=1

[2] Unidad de Tratamiento Intensivo

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borisartamonovblog · 3 years

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Capítulo 8. La ingeniería de seguridad. La teleportación. Parte I.

Un poco pensando, viejo Paul continuó: -Así escucha. Empiezo desde cosas secundarias. Poseyendo tal capacidad, es necesario que sea posible evitar emborracharse o estupefactar a sí mismo de cualquiera otra manera. Una cosa me ocurrió. Todo terminó bien, cuando no, ahora no estaría sentado delante de ti. En juventud he visitado la península de Kamchatka. También visité varios volcanes, incluyendo Avachinsky que está cerca de Petropavlovsk. Unos de ellos estaban en condición de actividad baja. Recuerdo bien como si eso sea ahora, una pared empinada me impresionó para siempre. Estaba de pie arriba. El crepúsculo vespertino, cuando la lava parece más clara y burbujea abajo y un calor insoportable está emanando de allí. Una belleza infernal. Espantosamente y alegremente a la vez. Algún tipo del sentimiento, sublime y difícil de explicar. ¿Por qué me dejé emborracharme, hace dos años en el verano? Sentía que bebiera demasiado, sin embargo, ya no soy joven. El corazón puede fallar o algo otro que es importante para la vida. Estaba entendiéndolo a través embriaguez, pero estaba bien que el verano era. Pensaba: iré al bosque, al aire libre para pasar la noche. No es tan nocivo para la salud que en esta condición quedarme en la casa, incluso si lo aireara. Llevé conmigo la brújula, los fósforos por si acaso, incluso no olvidé un remedio contra los mosquitos. Entrando dos kilómetros en bosque, me pinté por el remedio y me acosté debajo del abeto. Al mismo tiempo estaba recordando la juventud, los viajes. Pensaba que dormiré, la borrachez terminara y partiré en un viaje adondequiera. Es mejor más frecuentemente usar lo que Dios dio. Me desperté. La noche. Todavía estoy borracho. Y lo ocurrió inmediatamente, de repente. No había ningún tiempo para pensar, ni para concentrarme. Hice único un movimiento repentino y de golpe... hay un día, brillante luz de sol, el calor como en una sauna. Estaba estando de pie cerca de la pared de piedra sobre una cornisa estrecha, el abismo estaba debajo de mí, hay lava ardiente allí, gases sulfuros estaban alcanzando y es difícil respirar. Era necesario a concentrarse y regresar atrás de misma manera pero siendo un tonto en ese momento... Vi que hay muchas cornisas sobre el muro que había posibilidad agarrar o poner la pierna. Comenzé a trepar, el diablo me sugirió, aunque era nunca alpinista. Cuanto más arriba, sea la dificultad. Si yo regresara abajo, esto ya no sería posible. La distancia hasta la meseta arriba era como el sexto piso o veinte metros. También ya hay primeros síntomas de la resaca, las manos tiemblan y la cabeza no va bien, probable el dióxido sulfúrico actúa. No puedo apurarme, de lo contrario puedo caer en el abismo. Tampoco puedo detenerme, porque puedo inhalar el gas. Significa que tengo que rápidamente. "Tranquilamente", - digo a sí mismo. "Si la misma pared fuera en un lugar bajo y seguro, ¿sería yo capaz de subir? Difícil, pero subiría", - respondí a sí mismo. Yo estaba apresurándose, escalando y calmando sí mismo. Pisé sobre una piedra que sobresalía de la pared, pero ello se rompió y cayó abajo. No logré agarrarme comenсé caer justo en el lago de fuego. Incluso, no puedo recordar que pensé en este momento. Alguna energía entró en mí. Todavía estaba volando en el aire y sentí que ello empezara a arder a mí. ¿Fin? Me moví sacudiéndome automáticamente y aparecí ... en alguna oficina. En la mesa un hombre de mediana edad, estaba sentado, llevando una corbata y escribiendo algo. Hay algunas tablas y libros con títulos latines. Es naturalmente que este oficinista me miró, abriendo la boca, y sus ojos como si fueran a saltar de la cabeza. Lo entiendo. Yo parecía asustado, es probable que estuviera todavía tan pálido como una sábana y el humo estaba saliendo desde vaqueros. Probablemente él pensó que soy un advenedizo del infierno. Ahora yo no tenía nada a tener miedo. Reí mucho, luego me concentré y regresó al lugar, donde pernoctaba. Allí sólo estaba empezando a ponerse ligero. A pesar de la noche fría en Siberia, al principio no sentí el fresco. La aventura era divertida, pero es desgraciadamente que tal aventuras no siempre terminan bien. Por lo tanto, poseyendo tal capacidades no podemos usar algunas sustancias enajenantes. -Espera, regresaré ahora, - Albert dijo, salió rápidamente y regresó con un cuaderno y pluma. Se sentó, dibujó dos rectángulos, puso una moneda sobre uno de ellos. -Mira aquí. Suponemos que estos rectángulos son cuartos o celdas o cajas fuertes - no importa. Como si seres de dos dimensiones estuvieran viviendo aquí y entonces sólo las dos dimensiones en este plano serían imaginables para ellos. Los lados de rectángulos son unas barreras insuperables para ellos, cómo los muros para nosotros. Ahora la moneda está aquí. Ellos estaban percibiéndola como un círculo, es decir, como una bola de dos dimensiones. Albert tomó la moneda y la llevó al otro rectángulo aislado, explicando: -Ahora ellos lo percibirían cómo desaparición de la "bola" y los habitantes del otro rectángulo lo percibirían como aparición de la "bola", pero de la manera desconocida y sobrenatural desde el punto de vista de ellos. -Así fue exactamente cómo pasa. -Entonces, eres capaz de escapar de cualquier prisión, subir en la caja fuerte de cualquier banco... - Albert miró con pregunto al viejo. -¡Precisamente! ¿Y qué? ¿Inmediatamente, tan pronto cómo aprenderás a hacerlo, subirás en el más grande y rico banco? Yo no te condenaría. Si robaras tal estado por varios millardos dólares, esto no sería un pecado. Porque este dinero será gastado a sustentar la muchedumbre enorme de los bastardos con culos gordos que cada de ellos ocupa puesto alto y a la vez 99 desde 100 de ellos tienen menos intelecto que nosotros, pero tenemos que desperecer. Tú, siendo con educación superior tienes que vender los periódicos. La mayoría de ellos se ha graduado sólo IIVS, es decir un Instituto de Infamia de la Vida Soviética. Sin embargo, ¿a dónde será gastado el resto de dinero que no estará dado a ellos? ¿Es esto para poder interferir las transmisiones de países libres? ¿O para extender unas mil kilómetros del alambre de púas? Sí, ahora la democracia es, pero ¿por cuánto la durará? El pueblo es esclavo, pueblo es ganado, pueblo es bastardo que se rebela contra la libertad. Él quiere hacia atrás, a la esclavitud, para estar de pie en la cola para comprar una salchicha podrida por 2.20 y glorificar a Lenin. Similar a cómo en el último siglo las rebeliones tenían lugar contra la abolición de la servidumbre, también ahora de la misma manera los nubarrones se avecinan del horizonte. El rebaño quiere atrás al establo. ¿Así que, vas a robar a los bancos? -Como si dieras una tarea astuta con trampa. -Ya más cerca. ¡Piensa! Eres hombre inteligente. -Ello provocará un pánico. Perturbaciones en unos círculos que no están necesitados en absoluto. -¡Más cerca completamente, bien hecho! -Traerá de cabeza al KGB, o ¿cómo ello es llamado ahora? Aunque el nombre no es importante. -Esto molestará todos los servicios de inteligencia en el mundo y no sólo los servicios. También esto molestará todos los clanes de mafia, los capos de la droga, buscadores solos de las aventuras y dinero fácil, terroristas suicidas, fanáticos. Entre ellos hay aquellos que sería muy difícil de luchar contra, incluso poseyendo por los sobrepoderes. Esto no es hipnosis ni telepatía que ocurren en cada paso. Es suficiente de la voz imperiosa y el vistazo seguro, más un poco de la fantasía e imaginación. Vivieras más tiempo y por intuición aprenderías ver como la persona que has avistado, te trata. Incluso si él hablara en otro idioma, tú podrías redecirlo en ruso que él piensa en ti. Aunque no literalmente, sino suficiente cierto. Esta es otra cosa. No es aquellas cosas que no tenía miedo de que tu esposa escuchara. ¡Es TELEPORTACIÓN! ¿Has notado que uso esta palabra en primera vez? Y también sabe que en última vez. Y tampoco te aconsejo. ¿Crees que yo vivía largo demasiado en una aldea de Siberia y por lo tanto uso la palabra "subir" en vez de "teleportar"? - la palabra última fue dicha en susurro. -¿Quién creería? Como si esto fuera una locura para mucha gente. -No hagas conclusiones precipitadas. Piénsalo. Sé que comprenderás, sin embargo, si dijera, así sería más rápidamente. Hay unidades, incluso personas en los servicios especiales que están interesados en la información de los descubrimientos que gracias a Dios, la ciencia todavía no descubría. Y ellos bien saben que entre millones de locuras y supersticiones hay posibilidad pequeña ¡encontrar tal cosa!.. Ellos son como los cazadores de tesoros. Ellos son capaces de entender que hay una posibilidad del descubrimiento, para qué no hay ninguna necesidad en grandes laboratorios, ni en un equipo de gran valor. Y a la vez con todo esto, tal descubrimiento un día puede volсar el mundo. También puede ser hay un buscador individual de los tesoros y aventuras, él tiene en el bolsillo o no importa donde, un dispositivo direccional para escuchar. En tiempo nuestro no hay necesidad de poner el micrófono en un apartamento. Tal tipo camina en la calle y se divierte, orientando su aparato a las ventanas y escuchando, donde quien y qué habla. A la vez él puede oír por casualidad algo delicado. Un lo usaría para chantaje a la larga, otro sí mismo disfrutaría de esta información, sin embargo, a la vez intentaría ganar algo o quedar bien con la autoridad. Aquí y allá hay una palabrería mundana que es aburrida. En otro lugar un poco más interesante, marido está lejos en misión, pero un vecino está haciendo una visita. Y allí, bebiendo el coñac, un jefe de departamento en una planta militar narra al amigo una información secreta de la planta. Esto ya es algo, él debe tomar nota. Un día este tipo escucharía que dos soñadores hablan de los fenómenos anormales y OVNI, tampoco duda, algunas veces más él "irá a pescar" en dirección de esta ventana. Para verificar, es lo una tontería o no es. Sí, más probable que es una tontería, pero ¿y si fuera algo importante? Y si fuera algo importante, un tonto correría a informar. Allí ellos fingirán como si hubieran pasado por alto, pero de hecho pondrán a personas muy fuertes y peligrosas en este asunto. Las personas que no son iguales con un "techo" de tienda o con aquellas que han echado un ojo a la cooperativa del amigo de Sveta. Si él el que ha informado, no quedara tranquilo, acabarían con él, incluso sin matar. Ellos encontrarán un artículo en el Código penal y lo llevarán al manicomio. Y lo harán así que todo esto no provocará ninguna duda. Alguien que es más listo, él conoce a quién y cómo informar... y a pesar de todo esto sería un riesgo. Si tuviera suerte, él se salvará de trabajar de por vida, hacia la vejez engordará, brillando por las hombreras de generales. Pero el caso funcionará. En la Inteligencia Exterior o Contrainteligencia, no importa, hay siempre filtraciones. Desde el punto de vista de la gente común, esto como si algo que no existiera, como una anécdota, pero para aquellos que son capaces de pensar, esto son las organizaciones que existen de hecho, pero no para que agotaran los pantalones, estando sentado sobre las sillas. A veces, allí hay tal grandes pasiones que no vendrían a la mente, ni en un sueño. Ahí hay intereses de los poderosos que se encuentran en las más exóticas e inesperadas combinaciones. Allí hay una justa de máquinas infernales tienen lugar que son capaces de romper a destino de un individuo como un tanque a una tortuga. Allí hay gente que no se detendrán ante nada. ¿Qué significa una vida de otro o un dolor de otro para ellos? Mientras ellos son capaces, para promover la causa, incluso de lanzar sí mismo debajo del tanque o en la lava en Kamchatka, a donde gracias a Dios, yo casi me caigo. Si meditaras, verás que hay cosas, a causa de cuales podrías sacrificarte, no cómo un soldado lo haría, siendo emborrachándose por vodka, sino deliberadamente y con calcularte, después de sopesar todos los pros y los contras. ¿Por qué michos millones de gente han pasado por el infierno que causaba estragos durante casi todo el siglo XX? Porque no había ningún héroe que tuviera conocimiento y a tiempo y cortara de raíz la propagación de contagio marrón-rojizo. Sin embargo, si fuera encontrado a un hombre que tendría conocimiento, cómo cortar de raíz el totalitarismo que estaba avanzando, y a la vez él se daría cuenta de la significación y escala de acontecimientos y posibilidad de cambiar todo esto, no estaría mal posibilidades que él habría hecho cualquier cosa, incluso podría llegar a sacrificarse. Aquí la amenaza principal no es para nosotros ambos. Podemos eludir, teniendo tal capacidades y estoy seguro de que ti mismo podrás pronto subir de esta manera. En primer lugar, es inadmisible que alguien además de nosotros ambos pudiera hacerlo, sabes de lo que digo. Si la cosa principal para ti es la libertad y dignidad verdadera, si no eres un esclavo del estado, esto está bien, pero puedes sucumbir y dar este gran descubrimiento al Occidente. Pero tampoco puedes hacerlo y creo comprenderás. Recuerda, como fue propagado la primera arma nuclear. En 1945 Estados Unidos lo han usado, pero en 1949 ya Beria con Kurchatov lo estaban jugando. Probablemente no hay inteligencia, también como no hay celda de prisión que estaría asegurada contra un agente infiltrado. Aunque esto es peligroso mortal, pero vale la pena. Y hay una gente que está acordada jugar estos juegos peligrosos. Nuestra ventaja principal radica en que somos dos. La dupla es el más confiable y estable grupo. ¿Sabes que entre los asesinos, los grupos que son más extendidos consisten en dos personas? -La primera vez que le oigo. -Ves que el proverbio es correcto: dos cabezas saben más que una. Yo te enseño algo, tú me enseñas algo. Te instruiré plenamente de mis conocimientos. Sabes mucho que digo, pero es más preferible, si narrara todo completamente, sin darte sólo partes separadas de mi conocimiento que no sabes. Si incluso oyeras de mí lo que sabes, eso estaría sólo favorable para ti. No descuide nunca la repetición. Así que, un grupo de diez hombres sería falible, torpe y con filtración. Pero la díada es fuerte, movible y cerrada. Probablemente ya entendiste, tenemos que lanzar toda la fuerza no robar bancos, sino a la confidencialidad. No permitir que alguien se ponga a la cola a seguirnos. Si se pusieran, entonces tenemos que deslastrar a ellos fuera, pero más mejor sería a escapar. Nuestra invención es semejante a la invención de armas nucleares. ¡Piensa con atención, qué posibilidades ello abre! Ello es peligroso, peligroso para toda la humanidad. Unos intentarán obtener el dominio del mundo. Los otros se defenderán. Los defensores tendrán el pretexto maravilloso solicitar la autoridad sin límites y no es conocido quien de ellos sería peor. Esto no es todo. ¿Pero que hay del acceso al botón nuclear? Esto es algo más que una caja fuerte con el dinero. ¿Y qué si las fuerzas de los Estados Unidos y de Saddam Hussein se hicieran iguales? Y todo esto todavía está sólo a primera vista. Albert reflexionó profundamente. Al principio él era agitado con alegría de tal novedad, pero ahora ha visto lado inverso de ella. El viejo tiene razón. Este milagro no es mejor que las armas nucleares. -Aquí ahora tú te fuiste en otro extremo. Veo que estás listo para aconsejar a mí a llevar el descubrimiento a la tumba conmigo. ¿Verdad? -Lamentablemente. Muy lamentablemente, ¿pero puede ser tan será mejor? -Todavía tú estás intentando de responder el problema sin probar resolverlo. Eres inteligente y encontrarás una respuesta correcta. Sin embargo, ¿por qué esperar largo, cuando ya tengo la solución? Soy capaz de dirigir este fenómeno desde 1957. ¿Eres capaz de calcular? ¿Qué año es ahora? -Noventa y tres. -¿Han llevado mis capacidades al desastre mundial? -No los veo. -¿Puede ser que no estés seguro de sí mismo? -Al contrario. Puede ser que esté demasiado seguro de mí mismo. ¿Sabes, por qué no me gusta volar en avión? Porque sentiría mejor si lo dirigiera por mis propias manos. -Tampoco tendrías razón si estuvieras preocupado por mí después de pasar el período de prueba de treinta y seis años. No hay razón de dudar de mí. El resto está sólo ti mismo. Pero estás seguro de ti mismo. Describí la situación terrible del escapado esta invención de su control no para que la renunciaras. Entonces de mi lado sería más correctamente a ocultarlo de ti totalmente. Justo quería mostrar a ti, cuanto la ingeniería de seguridad es considerable e importante. Todo estará en tus manos. Recuerda una cosa importante más. Si alguien desde personas muy peligros quisiera obtener el dato sobre mis y, más tarde, sobre tus "viajes" desde tus personas cercanas, antes de torturarles, ellos lograrían adivinar desde sus caras, están ellos sabiéndolo o no. Es por esto el dato es peligroso para ellos y es mejor que ellos no lo supieran. Los espías no son sádicos y las torturas sin necesidad para ellos, es la misma cosa que vender los periódicos sin ganancias para ti. -No obstante, ¿cómo ejercitaré? Tengo que trabajar, es decir, vender los periódicos. Cuando no, entonces en bancarrota. -Llevarás contigo mochila, bolsa, como siempre. Pero en vez de Moscú, visitarás otros lugares. Así ejercitaremos. Cada día regresarás a la casa a tiempo y traer el dinero que daré. -Pero no quiero estar en deuda con nadie. -¿Es posible estarías en deuda con persona que ha dado un vaso de agua a ti? Obtener el dinero no es más difícil para mí. No es más difícil que preparar el té para ti. -Has dado una buena idea, - lo diciendo, Albert vertió agua a la tetera y vertió contenidos al retrete. Luego encendió el gas estufa y puse el hervidor sobre ello, después de añadir el agua. El viejo sacó del bolsillo un paquete de billetes de 100 dólares cada uno. Yo podría darte todo a la vez, pero todo el mundo alrededor verán que algo tiene lugar contigo. No podrás ocultarlo. Tenemos que pagar por todo y creo que no es gran pago por posibilidades que recibirás. -Ciertamente no. -Todavía, intenta en presencia de esposa, amigas de ella y los padres no mostrar ninguna vista que tu humor ha cambiado. Cuando alegría de la perspectiva abraza a ti, intenta recordar de los lados negativos de esto. También al contrario. Recuerda las ventajas, cuando empiezas a caer en la depresión a causa de la pesadilla imaginada. Más frecuentemente, intenta pensar que la andadura, la carrera, el transporte - toda esta es una tontería. ¿No sería una tontería alcanzar a la estufa de gas cincuenta kilómetros? O, por ejemplo, la misma tontería, si alcanzara de Mytischi a Moscú a través del Polo Sur, África, Krim, Kharkov y finalmente a través Serpukhov y Podolsk. No obstante, todo el mundo lo hace en la vida diaria. Recuerda sin olvidar, que en Edad Media la gente usaba las astillas, candelas, incluso las antorchas, pero no había lámparas eléctricas, ni linternas. La causa de esto no son dificultades tecnológicas sino la ignorancia. Pero ahora lo sabes, lo viste. Y lo verás muchas veces. En medio de la Hora del té, el timbre de la puerta sonó. -Ya he narrado todo a ti, voy a estar sentado otra media hora para parecer amistoso. Luego me iré de la manera ordinaria, sin trucos, - el viejo dijo a Albert que en este momento estaba abriendo la puerta. Nadia entró solo, sin Sveta. -Ya veo habéis hecho amistad definitivamente, - esto era primeras palabras que ella dijo. Después de eso una conversación informal tenía lugar en la cocina. Era visto que Nadia intentaba de llevar la conversación al tema de hipnosis, telepatía y fenómenos anormales. Durante la conversación ella preguntó, como si por accidente: -¿Es que de hecho puedes arreglar este caso en la cooperativa? -Ello será resuelto como si por sí mismo. Que preocuparse menos, sería mejor. Si cada caso semejante llevara hacia al sangriento final, los cadáveres yacerían en todas partes y la guerra total todos contra todos, tendría lugar alrededor. Hay noventa por ciento que todo arreglará incluso sin intervenir. -¿Es que de hecho vas a hipnotizarles? Perdón, por supuesto, por la pregunta indiscreta. -Soy especialista de mi caso, - el viejo respondió estrictamente y distintamente. Nadia comprendió que la continuación de preguntar parecerá no sólo como sin tacto, sino sin utilidad. El invitado estaba sentado durante media hora, como prometía y empezó a preparar para salir y despedirse de sus amigos nuevos. Albert se levantó para acompañarlo hacia la puerta. -Jueves, plataforma "Kalistovo", a las nueve. Jueves, plataforma "Kalistovo", a las nueve, - el viejo repitió dos veces en susurro al oído de Albert. - Yo necesito toda la información sobre los tipos que están fuera de línea e intentan de capturar la cooperativa conocida. Incluso un detalle pequeño puede resultar valioso, por lo tanto trae todo que puede dar cualquier información sobre ellos. Todo hasta el más mínimos detalles. Especialmente sobre sus jefes, porque los "toros" no hacen nada sin órdenes de arriba. ¡Adios! -¡Hasta la vista! -¿Estás seguro de que él es sincero completamente contigo? - Nadia preguntó, cuando Albert regresó a la cocina. -Cada árbol se conoce por su fruto. Yo necesito ver al amigo de Sveta en un futuro cercano. Por cierto, ¿cómo él llama? -Parece que Anatoly. -Deja que él dé a mí todo que sabe del "techo" que viene sin ser invitado, todo en absoluto, con todos los detalles. Esto es muy importante. Tengo que verlo, sería preferible en una zona abierta. Deja a él escriba todo el dato necesario, para no olvidar nada. Reescribiré por mi mano y después de eso puede destruir lo que fue escrito por mano de él. -Si no te conociera, creería que tuvieras miedo, sin embargo, veo decidiste jugar de espías. -Si a alguien no gustaría mi estilo de acción, puedo renunciar, pero si yo funcionara, entonces sólo de la manera que me gusta, - Albert respondió severamente. - Y tengo que verlo durante los dos días. Nadezhda quería pelear con él, pero ella se contuvo en esta vez. The same en English:

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