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#el nombre en la punta de la lengua
aschenblumen · 5 months
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Que una palabra pueda perderse quiere decir: la lengua no es nosotros mismos. Que en nosotros la lengua es adquirida quiere decir: podemos conocer su abandono. Que podamos estar expuestos a su abandono quiere decir que el todo del lenguaje puede refluir en la punta de la lengua. Quiere decir que podemos regresar al establo o a la jungla o a la preinfancia o a la muerte.
—Pascal Quignard, «Pequeño tratado sobre Medusa» en El nombre en la punta de la lengua. Traducción de Antonia Barreda.
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flan-tasma · 8 days
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hey!! I saw that you write for lyney (I love your lyney fics btw- they're so scrumptious) and I was wondering if you could write sub!top lyney who gives dom gn! reader oral, and then is made to fuck reader and overstimulates himself because they told him to :0 If you can thank you so much! have a nice day :3
(also sub!top is basically someone who isn't in control but does the fucking if you were confused- sorry if im not describing it well)
💖~ Thank you for making this request! I won't deny that I love the idea of sub!Lyney 👀
Warning: NSFW, breath play, creampie, GN!Reader | English is not my native language, so if I have made any mistakes in the translation, I am open to corrections | Content in spanish and english!
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Spanish:
Lyney se ha acostumbrado a perseguir tu satisfacción antes que la suya, principalmente porque no le gusta ser egoísta contigo en ningún aspecto. Te cuida mucho antes, durante y después del sexo, tratando de que siempre estés tan a gusto y feliz como él. Se enrosca a tu alrededor, te limpia y desborda su devoción como si fuera lo único capaz de sentir.
Por eso, cuando se puede permitir ser cuidado, no es capaz de negarte nada. Ni siquiera si se trata de ponerse un collar y follarte tan fuerte como le permitan sus caderas.
Tiras del cuero contra su cuello, él siente que su respiración terminará por incendiar sus órganos enteros cuando tu humedad lo chupa y lo exprime hasta dejarlo casi ciego por la lujuria. Su rostro patético solo puede demostrar su estado mental, vacío, solo enfocado en lo bien que te sientes cuando su polla te martilla y es abrazado por tu carne. Lyney no es alguien que disfrute ser vocal, pues le gusta mantener las cosas discretas, llamándote en susurros mientras se obliga a llenarte con sus múltiples cargas, pero esto es nuevo. Tan nuevo que la máscara de confianza del mago ha caído muy lejos de su rostro, solo siendo capaz de jadear y sollozar con tu nombre y súplicas.
No sabe cuántas veces se ha corrido en lo que va de la noche, tampoco puede enumerarlas ahora, solo sabe que la extraña sensación pegajosa que sentía en el punto donde tus muslos y los suyos se conectaban era tan irreal que quería perseguir más. La toalla debajo de ti se encontraba empapada, la cama también era una pista de la escena del crimen que estaban cometiendo, pero no pudo pensar en que debía cambiar las sábanas y limpiar el colchón, sino que se permitió soltar más lágrimas que caían por sus mejillas hasta tu propio rostro.
Su boca estaba manchada, rastros de labial y el delicioso líquido que lo obligaste a tragar minutos antes se mezclaban con la saliva que caía por su lengua. Era una buena imagen, fascinante, como Lyney perseguía el placer sin detenerse, sus manos estaban agarrando con fuerza el marco de la cama que para este punto ya había dejado varias marcas en la pared.
“No puedo…” Lloró buscando tu mirada con sus ojos aguados, incapaz de demostrar algo más que unas nuevas ganas de llenar tu interior con su semen. “¡Por favor, por favor!”
Pero Lyney es tan obediente contigo. Es tan lindo cuando jadeos contra su oído y tiras más fuerte de la correa que lo deja sin aire momentáneamente, suspirando su lujuria y golpeando contra ti con más urgencia. Ya había cerrado los ojos, perdido en la sensación deliciosa y pegajosa de los lubricantes mezclados con su semen y saliva.
“Me voy a desmayar, amour.” Traga saliva cuando siente la picazón en la punta de su polla que lo obliga a arañar tu muslo y acercarse más. El ruido de la piel sudorosa chocar se pierde entre sus maullidos y llantos. Su semilla se dispara lo que profundo que puede dentro de ti, que lo aceptas con gusto y le besas las mejillas mientras limpias sus lágrimas. Ha sido un buen chico, tan dulce y sensible que tiembla entre tus piernas y se detiene para por fin respirar algo de aire fresco y no el aliento cálido del que se ha vuelto adicto.
Pero no tiene mucho tiempo para descansar, pues vuelves a apretar el collar y lo haces encorvarse, tembloroso, para besarlo en sus labios devastados. Y Lyney entiende que aún no han terminado, y vuelve a follarte más a través de su semen que gotea y baja por tus labios y lo embelesa más contra tus suaves paredes que lo aprietan nuevamente.
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English:
Lyney has taken to pursuing your satisfaction before his own, mainly because he doesn't like to be selfish with you in any way. He takes great care of you before, during, and after sex, trying to ensure that you are always as comfortable and happy as he is. He curls around you, cleans you, and overflows with his devotion as if it were the only thing capable of feeling.
 
Therefore, when he can allow himself to be cared for, he is not able to deny you anything. Not even if it means putting on a collar and fucking you as hard as his hips will allow.
 
You pull the leather against his neck; he feels that his breath will end up setting his entire organs on fire when your wetness sucks and squeezes him until he is almost blind with lust. His pathetic face can only demonstrate his mental state: empty, only focused on how good you feel when his cock hammers you and is embraced by your flesh. Lyney isn't one to enjoy being vocal, as he likes to keep things discreet, calling out to you in whispers as he forces himself to fill you with his multiple loads, but this is new. So new that the magician's mask of confidence has fallen far from his face, only being able to gasp and sob at your name and pleas.
 
He doesn't know how many times he's come so far this night, nor can he list them now, he just knows that the strange sticky feeling he felt at the point where your thighs and his were connected was so unreal that he wanted to chase more. The towel under you was soaked, and the bed was also a clue to the crime scene you were committing, but he couldn't think about changing the sheets and cleaning the mattress; instead, he allowed himself to let out more tears that fell down from his cheeks to your own face.
 
His mouth was stained, traces of lipstick and the delicious liquid you had forced him to swallow minutes before mixing with the saliva that ran down his tongue. It was a good image, fascinating, how Lyney pursued pleasure without stopping, his hands were tightly gripping the frame of the bed, which by this point had already left several marks on the wall.
 
“I can't…” He cried, searching your gaze with his watery eyes, unable to show anything more than a new desire to fill your insides with his cum. "Please please!"
 
But Lyney is so obedient to you. He's so cute when you gasp against his ear and tug harder on the leash that it leaves him breathless momentarily, sighing at his lust and pounding into you with more urgency. He had already closed his eyes, lost in the delicious, sticky sensation of the lubricants mixed with his cum and saliva.
 
“I'm going to faint, amour.” He swallows when he feels the itch at the tip of his cock that forces him to scratch your thigh and get closer. The noise of sweaty skin colliding is lost between his mewls and cries. His seed shoots as deep as it can into you, who accept it with pleasure and kiss his cheeks while you wipe away his tears. He's been a good boy, so sweet and sensitive that he trembles between your legs and stops to finally breathe some fresh air and not the hot breath he's become addicted to.
 
But he doesn't have much time to rest, as you tighten his grip on his collar again and make him bend over, trembling, to kiss his ravaged lips. And Lyney understands that you're not done yet, and he goes back to fucking you more through his cum dripping down your lips and enthralling him more against your soft walls that squeeze him again.
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stuckwthem · 3 months
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hi! i love your writing and i wanted to ask you if i can request a kuku fic? and could you make it a little smutty? thnx!!
sweet nothing | esteban kuku
summary: tú y kuku vivís juntos, y todos los días después del trabajo lo único que queréis es correr a los brazos del otro.
tw: bien poquito smut
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cuando entraste en el salón, después de una ducha revitalizante y vestida con ropa más cómoda, viste a esteban sentado en el sofá con sus gafas leyendo uno de tus roteros de teatro, y sonreíste al verlo. formaba parte de tu rutina familiar después de un largo día de trabajo llegar a casa, ser recibida con cariño y poder pasar un rato de relax en el sofá con tu novio. 
la tele estaba encendida, emitiendo sonido ambiente, pero el actor no la estaba viendo, concentrado en las pequeñas palabras de las páginas, desplomado en el sofá. 
"¡vete para allá, que estás en mi lado del sofá!" te acercaste con un tono de falsa impaciencia sólo para romperle las pelotas, chocando tus rodillas contra las piernas de kuku.
esteban levantó la mirada, uniéndose a tus bromas mientras te fulminaba con la mirada por encima de sus gafas, observándote con falso fastidio. entonces te recorrió con la mirada, más concretamente se fijó en tu cálido pijama con estampado de monitos.
esteban soltó una carcajada y rodó los ojos cariñosamente, girándose perezosamente hacia el centro del sofá. 
"oh, perdona, no había visto tu nombre escrito en él", dice irónicamente, torciendo los labios. te tiras sobre el cojín antes ocupado por él, siendo acogida por el calor de su cuerpo.
"es mío por honor, esteban. ¿ves esa mancha aquí? la hice yo. mi territorio". señalando una pequeña mancha más oscura en la tela, exclamas con expresión seria.
"ah, así que ahora admites que has sido tú" el pelinegro entrecierra los ojos en tu dirección, acusadoramente. te aguantas la risa al recordar la vieja discusión que tuvisteis sobre las manchas en el sofá, en la que negaste rotundamente ser la culpable.
"sólo era cuestión de marcar tu territorio para momentos como éste", te encoges de hombros, con cara desdeñosa.
entonces los dos os reís, en un momento totalmente doméstico y habitual, que te ayuda a deshacerte de la tensión del día y a reconectar con esa buena energía. esteban te tiende una bolsa de gominolas ácidas, que aceptas encantada, arrojándote sobre el sofá, imitándole.
después de un rato de mirar al techo, repasando inevitablemente los pequeños detalles del día, te vuelves y te encuentras con un esteban cariñoso, con la cara vuelta en tu dirección mientras tiene una mirada divertida clavada en ti.
"¿por qué me miras así?", le preguntas enarcando las cejas, apoyando la mejilla en el mullido cojín del sofá.
"porque eres guapa y eres mi novia, ¿puedo?", reta, como si tuviera la respuesta en la punta de la lengua.
"¿incluso con este ridículo pijama?", preguntas, casi incrédula, abriendo los brazos para que pueda contemplar tu elección de vestimenta.
esteban sonríe, mirando brevemente el pijama que llevas puesto. coge uno de los extremos tejidos entre los dedos y finge analizarlo seriamente.
"ah, definitivamente. estos monitos sólo añaden encanto", responde, guiñando un ojo juguetonamente. "además, es el pijama más sexy que he visto nunca".
"¡parezco una abuelita!" discrepas, asombrada, exageradamente estupefacta.
"pues entonces, supongo que me gustan las señoras maduritas. serías una señora muy apetitosa" bromea esteban con una sonrisa maliciosa en los labios, mirándote de arriba abajo como si te estuviera evaluando.
jadeas de sorpresa, sorpresa y humorada, mirándole con los ojos muy abiertos y una enorme sonrisa en la cara, divertida. kuku abandona el rotero que estaba leyendo, lo deja a un lado y te atrae en un cariñoso abrazo sobre su regazo. le duelen las mejillas de tanto sonreír.
esteban olía a su suavizante de ropa limpia, a desodorante masculino y a jabón. olfateaste la curva de su cuello una vez más antes de separarte para oírle hablar.
"me está gustando mucho la idea de envejecer contigo ahora, ¿sabes?" murmura, con la misma sonrisa traviesa, mientras la punta de su nariz casi se encuentra con la tuya.
"idiota", su cariñosa maldición se convierte en una risita nasal.
sus dedos se pasean por la cara de kuku, contando cada peca a lo largo de su mejilla y luego bajando por su nariz. los ojos del actor se pasean por su cara, admirándola con calma, repasando cada trocito que desearía no olvidar nunca.
"¿cómo te ha ido el día?" preguntó esteban, apoyando la cabeza en el sofá para verla mejor. sus ojos recorrieron el resto de pecas de su cuello hasta el cuello de la camisa, haciéndola suspirar con la tentación de besar cada una de ellas.
"muy bien, un poco cansada como siempre" contestó, pasándose la mano por el pelo en un intento de arreglárselo. él le ayudó pasándole los dedos por detrás de las orejas, recogiéndole algunos mechones rebeldes. "te he extrañado todo el día"
esteban sonrió dulcemente, pasando la otra mano por su muslo izquierdo mientras la otra bajaba hasta su mandíbula, acariciándola lentamente con el dorso de los dedos.
"¿y lo tuyo?" le devolvió la pregunta, dejando caer la cara hacia un lado, apoyada en la mano de su novio.
"es un poco pesado, ensayos y más ensayos, no quiero más leer ni una palabra", soltó, y se podía ver el brillo del cansancio en sus ojos marrones detrás de las gafas. "sólo he estado esperando este momento"
para satisfacer tu deseo, esteban bajó la mano hasta tu barbilla y te atrajo hacia un beso, lento y suave. el calor de su boca era agradable y familiar contra la tuya, encajando tan fácilmente en el contorno de los labios suaves y contorneados del actor. saboreaste el sabor cítrico del dulce ácido de antes y te reíste en el beso, rozando tu nariz contra la suya mientras inclinabas la cabeza hacia el otro lado.
las gafas de esteban empezaron a interponerse en la profundización del beso, y te apartaste rápidamente, retirando con suavidad la montura de su cara y colocándola sobre el brazo del sofá. sus miradas volvieron a encontrarse, tu sonrisa creció al poder ver la extensión completa de su rostro. inclinándose sobre su regazo, dejó un beso bajo las pequeñas arrugas que marcaban las comisuras de sus ojos, completamente adorables. sin poder contenerse, comenzó a repartir besos sobre su piel, sobre su ceja, sobre su frente, sobre la punta de su nariz. la risa de kuku era adorable y serena mientras aceptaba su arrebato de amor.
sus labios recorrieron la longitud de su cara, dejando un pequeño beso en el arco de cupido de sus labios y luego volvieron a buscar su boca, besándola sujetándola por ambos lados de la cara. era tan fácil amarle. las manos de esteban encontraron el dobladillo de la camisa de su pijama, y lo recorrieron lentamente por debajo, las yemas de sus dedos subieron lentamente por su torso, descansando alrededor de sus costillas, sujetándola. su pulgar acarició tranquilamente su piel en pequeños círculos. 
instintivamente, a medida que el beso se alargaba y te perdías en aquella sensación, deleitándote en el rincón de su boca, sus caderas comenzaron a rodar, lentamente, hacia delante y hacia atrás bajo tu regazo, convirtiendo el movimiento en una deliciosa fricción, arrancando débiles gemidos de la garganta de esteban, que no tardó en sentir cómo su miembro se tensaba bajo su palpitante núcleo. sinceramente, no necesitaba mucho.
rápidamente, el roce se convirtió en algo más rápido e intenso, calentándole todo el cuerpo y agitándole la respiración. era difícil incluso igualar el beso, que con el movimiento de vaivén se perdía cuando sus bocas se alejaban, limitándose a rozarse.
esteban no perdió el tiempo, agarrándola por la cintura y deslizando todo su brazo por detrás de ella, acercando sus posiciones y colocándola ahora debajo de él, tumbada bajo el cojín del sofá, sintiendo el ligero peso de su cuerpo y la presión de su polla entre sus piernas.
sediento, ansiando tu sabor, el actor se quitó rápidamente sus pantalones y bajó sus labios hasta tus muslos, mordisqueando la sensible piel del interior de tus piernas. 
tu cuerpo se estremeció ante la repentina proximidad de su boca a tus bragas, y el mero roce de la nariz de esteban con la tela bastó para que arquearas la espalda y jadearas.
"oh, de repente tu lado del sofá no es tan importante, ¿eh?", se burla, murmurando entre tus piernas, y tú te ríes, con la mente ya demasiado ida como para refutar sus insinuaciones.
━━━━━━━━ ✤ ━━━━━━━━
me estoy torturando con estas cosas, no aguanto 😣
gracias por la ask <33 ¡¡ ¡como lo has enviado en inglés (me dejé llevar y lo olvidé), lo traduciré y lo publicaré lo antes posible!!!
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nebulamorada · 1 month
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Michael Gavey x witch! reader
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• Cuando te conoció, era sumamente estúpido para él que en cada examen o día importante llevaras piedritas de colores, pero nada supero ese día de examen de opción múltiple en la que a la mitad de las preguntas las contestaste usando un péndulo.
• Te ama realmente, algo más allá de su comprensión porque siempre idealizó una pareja similar a él, pero con un poco de tiempo y paciencia comenzó a disfrutar de vos y cada una de las características que te hacen quien sos.
• Como dije, realmente te ama, pero si pudieras no prender sahumerios o palo santo las ocaciones en las que está en tu dormitorio lo apreciaría, el olor le hace doler la cabeza cuando es muy fuerte.
• Si tenés altares o cosas similares él va a intentar tocarlos más allá de tus pedidos y advertencias, después de todo no hay pruebas científicas sobre alguna deidad existente, no es hasta que te ve pasar por emociones desde la angustia hasta la ira dejando claro que no es un límite que estés dispuesta a remover que se retracta.
• "Mira, es un duende, lo conseguí en una feria a la que fui con unas amigas, ¿no es lindo?" no, él está algo asustado en este momento como escuchar la información que estás diciéndole.
• A veces aún no puede evitar ser un poco escéptico sobre ciertas cosas; tuvo un día horrendo porque la gente es estúpida y la vida es una mierda, ¿qué es eso de mercurio retrógrado?
• "¿Querés que te tire las cartas?" no, realmente no, pero lo preguntas con esa sonrisa tan linda mientras le das pequeñas caricias para convencerlo que está más que dispuesto a escucharte hablar de las cartas que salieron y su significado.
• Realmente, en ocaciones, cuando ve los frascos, las velas derretidas, las cenizas de sahumerios que llamas sal negra y todos los demás elementos, bromea sobre como tal vez lo hechizaste para atraerlo, mencionando el clásico muñeco vudú; pero claro que siempre te ríes de eso, sin contarle sobre la cantidad de miel que usaste en hacer cruces sobre tu lengua antes de las clases que compartían o el frasco sellado con vela que tienes en alguna parte escondido con el endulzamiento que hiciste en su nombre.
• Aprende rápidamente que uno de tus lenguajes de amor suele ser regalarle cosas de "protección", como la pulsera roja que usa en su muñeca o tus pedidos al universo para él, así que lo agradece cada vez.
• Aprendió que recibe muchos besos cada que consigue frascos, velas o incluso "yuyos" para vos, así que lo hace seguido.
• Siempre fue una persona de ciencia, pero escucharte hablar sobre los dioses o diosas con los que "trabajas" es una de sus cosas favoritas para hacer mientras ambos están acostados bajo las mantas mientras se acurrucan contra el otro.
• "¿Te hago tu carta astral?" no entiende para que necesita esas cosas, pero de cualquier modo ahí está en su dormitorio, llamando a su madre para preguntar cuando fue la hora exacta en la que nació para dártela.
• Con el tiempo, aprende los distintos tipos de brujas que hay, como las brujas de cocina, las brujas verdes, las brujas del caos, etc; quitando por fin la imagen de las señoras de vestidos blancos, sombreros en punta y escobas.
• El se adaptará bien a cualquiera que sea tu espacio, creelo.
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danielac1world · 4 months
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Si un día me ves escribiendo mucho, por favor ten cuidado.
Me quiebro como un copo de nieve a la luz, los amaneceres no me gustan, llego tarde para ver el atardecer a través de mis manos, y por más que quiera, las horas se me van como tinta azul entre los dedos... jamás podré conocer todas las flores del mundo.
Distraerme es tan fácil como decirme un te amo dulce que dure un tiempo, después de eso, puedes mantenerme en vilo con la luces pequeñitas de te quiero´s aislados; pero si me ves escribiendo tu nombre a las 2 a.m en medio de las sabanas con lágrimas de prisa, por favor, ten cuidado.
Muero de risas, fallezco con prisa, soy ese reloj que nunca a dado la hora correcta dos veces al día, una utopía de sinsabores que se deshace en la punta de tu lengua, y si me ves entre el cariño de una carta hecha a mano, cuidame, que estoy faltando.
Tomo el café con más ansias que las de respirar bajo el agua, camino despacio como un pájaro sin alas, pero si me ves soñando con cielos en la inmediatez de los tonos rosas de un primer abrazo, ten cuidado, o cuidame, que es lo mismo, porque si de algo no se vuelve, es de la soledad del tiempo, en la rapidez de sentirse, completamente solo.
-danielac1world ~Cosas que no voy a decirte cantando~
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caostalgia · 1 year
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Quiero tener en la punta de la lengua tu nombre, tus labios o tu boca, quiero el sabor de ti.
-Onthesilkroute
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deepinsideyourbeing · 19 days
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Noto que por algún motivo nadie escribe sobre Agus Pardella 🥺🥺🥺 El también merece amor. Considerarías escribir algo NSWF sobre él? (cualquier tipo de migas me viene bien, necesito algo de él, cualquier cosa 💔)
+18! Smut & (a hint of) Fluff
Tus manos se aferran a los hombros tatuados de Agustín en un último débil intento de continuar con tus movimientos, pero aún así perdés el ritmo y provocás que se deslice fuera de tu interior.
Aparta tu mano de manera brusca para sujetar por sí mismo su miembro y acaricia tus pliegues húmedos y tu clítoris sensible con su punta antes de dirigirla hacia tu entrada, estrecha a pesar de que lleva horas allí.
Te observa atentamente cuando tus paredes apretadas se contraen aún más sobre su extensión y sus grandes manos vuelven a su lugar en tus caderas, sus dedos pulgares presionando sobre tu abdomen bajo para hacer que te estremezcas.
Cuando te quejás debido a lo abrumador de su tamaño e insistís con que no podés más, en sus labios se dibuja una sonrisa que es tan burlona como alentadora. Agustín sabe que tu cuerpo siempre hará un lugar para él... Pero de no ser así, él mismo se encargará de ello.
Sus pupilas dilatadas parecen consumir el verde de sus ojos y sus rulos están despeinados como resultado de tus dedos tirando de ellos cuando ocultó su rostro entre tus piernas. Sus dientes torturaron el interior de tus muslos hasta hacerte llorar y luego utilizó su lengua y sus labios sobre tu centro.
Tus movimientos lentos provocan que se harte y alza sus caderas, la sorpresa y la súbita sensación de placer haciéndote gritar cuando caés sobre su amplio pecho tonificado. Sus manos acarician tu espalda con fuerza, como si intentara consolarte mientras abusa de tu entrada sin contenerse.
Besás los diseños que cubren su piel para no morderlo cuando sentís tu orgasmo apoderándose de tu cuerpo. Tu interior parece estar en llamas y la piel que rodea tu entrada arde, irritada y enrojecida, pero la sensación que tensa los músculos de tu abdomen hace que olvides todo eso y grites su nombre una y otra vez.
Cuando llena tu interior con su semen caliente sus brazos te rodean, para inmovilizarte o sólo para amarte, su miembro aún palpitando y pintando tu interior con las últimas gotas de líquido blanquecino.
Con una delicadeza impensada toma tu rostro y te obliga a dejar tu escondite. En cuanto te separás de su cuello acaricia tu mejilla y también tu cabello en un inútil intento de peinarte.
-¿Estás bien?- asentís-. ¿Querés ir al baño?
-No- llevás un dedo a tus labios y mordés tu uña-. Quiero quedarme acá con vos.
Sonríe y te abraza con fuerza.
-¿Querés que te prepare algo de comer? Lo que quieras- propone-. Vos decime y si querés lo preparamos juntos.
Prepararlo juntos es un término que tu novio utiliza para ser amable, porque lo cierto es que suele ser él quien se encarga de cocinar mientras vos lo observás sentada sobre la encimera, moviendo tus pies y tus manos sosteniendo los utensilios que él necesita.
Cuando susurrás un sí, te regala una sonrisa.
¿Disfruté escribir para Agus...? Cada segundo, sí.
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia @delusionalgirlplace
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anevoir · 4 months
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Domingo, 31 de diciembre de 2023.
Hoy me siento acabada. Me siento de lo más devastada como para hacer de mi aliento una carta, aunque sé que las letras se asfixiarán con el sutil enemigo de mis penas.
El tiempo.
Todo un año escribiendo, supuestamente, para encontrarme, para inventarme un propósito minúsculo, pero fue en vano y no hay nada; permanecí, una vez más, a la suerte de lo que me obliga a mantenerme aquí.
Mientras buscaba maneras de valer y de ser, me perdí más de lo que ya estaba y me obsesioné con llenar espectativas, haciéndome olvidar que la vida era mía. Estudiar, quizás, y cumplir las metas de alguien más antes que las mías —aunque no tenía ni tan solo un sueño propio— se veía como el camino más genérico y sencillo; o casarme, vivir bajo la sombra de alguien y condenarme a ello y, de ser así, ¿debía cumplir la condena en una relación vacía o esperar y hallar el "amor verdadero"?; tal vez debería intentar, de nuevo, no sobrepensar tanto y dejar que las cosas caminasen por sí solas, volviéndome un nihilista deprimido y creer en la nada absoluta, ¿pero qué me asegura que eso funcionaría y me ayudaría a evitar acabar conmigo misma?
"¿Y qué se supone que deba hacer?" resonaba en mis oídos y me cerraba la garganta.
Llegarán los 20 y no habría nada para alegrarme ni enorgullecerme y, probablemente, eso daría entrada a una nueva conmoción por lo que pudo ser. Como siempre, camino sobre recuerdos y en el pasado, aún cuando acepto que mis pies sangran y no me dejan avanzar como otros esperan de mí; y siempre han esperado mucho de mí y yo no sé nada. No reconozco ni algo tan mío como lo es mi nombre.
¿Cómo se supone que algo tan latente y complejo esté en manos de la ingenuidad?
Las preguntas siempre van más rápido de lo que puedo expresar y comprender del propio mundo, y quizás esa sea una de las principales causas de mi algarabía mental. Todo lo que podía mantener en mí era miedo al exterior.
Hoy me siento acabada, porque una vez más he fracasado como un "alguien". Las palabras se me acaban en la punta de la lengua y la acidez de que me he decepcionado se cuela, y me temo decir que me estoy acostumbrando y ya no sé como pararlo.
Nada.
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aschenblumen · 5 months
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Escribir es escuchar la voz perdida. Es tener tiempo para encontrar la palabra del enigma, para preparar la respuesta. Es buscar el lenguaje en el lenguaje perdido. Es recorrer incesantemente la distancia que media entre el engaño o el sucedáneo y la opacidad ininteligible de lo real, entre la discontinuidad del lenguaje encomendado a la disidencia de los objetos e implicado en la identificación de los individuos –la cara vista en el espejo– y el continuo materno, el río, el chorro de orina materna: la cara vista de cara.
—Pascal Quignard, «Pequeño tratado sobre Medusa» en El nombre en la punta de la lengua. Traducción de Antonia Barreda.
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knario47 · 4 months
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ATTASAT
José Farrujia
ATTASAT
Me llamo Attasat. Nací y me crié en Chinamada, en este extremo de la isla de Tenerife. Ahora vivo en Aguere, la que luego fue capital de la isla bajo el nombre de San Cristóbal de La Laguna.
Aguere, en la lengua de mis ancestros, significa precisamente "lago" o "laguna"... de ahí la suplantación.
Hoy he recorrido, de nuevo, el camino que desde niño hacía con mis abuelos y con mis padres para ayudarles a bajar, desde la cumbre, papas y leche de cabra a La Punta del Hidalgo para cambiarlas por pescado y plátanos.
También bajábamos a la costa con las cabras, al charco de las ovejas, para el baño de cada año por estas fechas.
Hoy ellos ya no están, ya no tenemos cabras, ya solo cultivamos papas, pero para el consumo familiar.
Llegó la "aldea global", como le dicen, y poco después murieron no sólo mis abuelos y mis padres, sino también buena parte de nuestras tradiciones.
Ya no me cruzo en el camino de la cumbre con los vecinos de Chinamada, sino con turistas que atraviesan Anaga para bajar a la costa y luego dejar algunos euros en los restaurantes a cambio del pescado local.
Consumo de "Kilómetro cero", le dicen... Pero para nuestra gente siempre ha sido "faenar para subsistir".
A pesar de tantos cambios y pérdidas, cada año, por estas fechas, cuando llego a este punto del camino con mi perro Mocán, sigo saludando al sol, como hacían mis abuelos y mis padres cuando bajábamos y nos parábamos, justo aquí, en la estación de cazoletas guanches, el día en que empezaba el invierno.
Sigo acordándome de ellos y de todo lo que aprendí aquí, lejos de la ciudad.
Y sigo bañándome en el agua helada del mar, en La Punta, en diciembre, en el charco de las ovejas, con Mocán y mi familia.
Nuestra sombra y la de nuestra gente simboliza que cerca está la luz que nos ilumina.
No olvidemos el significado con el que seguimos haciendo aquellas cosas que nos dicen quiénes somos de verdad.
#memorias_guanches #indígenas_canarios #educacion #guanches #arqueologia #raíces #solsticiodeinvierno #lalagunatenerife #magec #tenerife #puntadelhidalgo #anaga
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https://www.facebook.com/afarruji/posts/pfbid0E7HLdBLxUxBKLGHwDWgK4rfGEnG2ma5xLd9LEuKeSV2cE8PsqRnxTCshGu1nrBpRl?__cft__[0]=AZWaL1yyDa6Q4zVrK9KtAIf4aBb8iVhO89hDEJn1Rl3Bpkm38hpDbsHG2T2lOeRSd_eBHApfSRnvYq_W3k-NJazdNC3Ual63MGy3C4j5RC2wX63VMUooeYVMDY05AkC5tvN8_Dp7VD9u6FpzBzgAG46mv-BTSl9nHu23WO_HADXY3g&__tn__=%2CO%2CP-R
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actnod · 5 months
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children take care, please be aware all that you've done, will come to bear
𝐊𝐀𝐑𝐎𝐋 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐄𝐋𝐋𝐒 ; noveno capítulo.
En las bulliciosas calles de Tokio, donde la vida cotidiana se desenvuelve a la velocidad de la luz, la llegada de la esperada nevada de diciembre parece detener todo por un segundo, desafiando la rutina urbana con su danza efímera y permitiendo un momento de contemplación tanto para mortales como vástagos. Aquellas calles tan vibrantes y eléctricas no dejan de ser, pero tintes pasan de la más moderna representación de una ciudad a transformarse en un verdadero cuento de invierno. No es sólo la llegada de la más significativa impronta de estación la que lo logra, sino también todos esos escaparates que intentan convencerte de consumir más, más y más en un intento de demostrar tu cariño con todos sus adornos de aquella figura mítica. ¿Lo consideras banal, o quizás un lindo gesto? ¿Hay alguien en la ciudad que creas digno de recibir regalos de tu parte? ¿Hay algo en tu espíritu que despierte alguna pulsión por celebrar? Sea cual sea tu respuesta, en cada pequeño distrito central de la Camarilla encuentras algún detalle que no te deja escapar la realidad con la que convives.  Por otro lado, los neonatos sumidos en el torbellino político de la noche muchas veces contra su voluntad, no dejan de sentir el peso de la ciudad sobre sus hombros pálidos. Encontrar calma en medio de la agitación de las fiestas resulta una tarea titánica, pero incluso entre la nieve que se amontona a pies de cada criatura, buscar un respiro, una pausa en la frenética danza de la eternidad, es un lujo que sólo los más despreocupados logran darse. Los anarquistas cuyas noches habían sido trastornadas por las trastornadas maquinaciones de una de sus propias facciones, luchan por encontrar un liderazgo sólido antes de disolverse por completo en la ciudad. La falta de guía dejaba cicatrices en sus egos, pero en medio de la helada, las llamas de la rebelión aún arden en sus pechos. Viejos hábitos tardan en morir, al final del día. Lentamente, la ciudad se convierte en un campo de batalla silencioso, donde cada paso resuena como un susurro de desafío. Las voces nunca dejan de fundirse y la pelea siempre yace en la punta de la lengua de quien esté dispuesto a probar su coraje. La desconfianza sólo parece crecer entre inmortales, aún más cuando la ausencia del reconocido vástago Siddharth todavía se hace sentir entre aquellos más cercanos a él. Repentinamente cerrada, la casa de té de la que era dueño llama la atención de clientes fieles y vástagos por igual, algunos reuniendose cerca de ella en búsqueda de algún indicio de su paradero. Todos podrían jurar haberlo visto llegar a los túneles, ¿pero por dónde había escapado? Incluso si la secta Independiente carga aquel nombre por una razón, ¿se permitirán ser títeres de los demás por su aversión a encontrarse en un punto medio? ¿Es tanta su falta de corazón como para no hacer nada al respecto? El individualismo jamás llevó a los vástagos a ningún lado, y es por eso que de manera histórica todos tropiezan.   En el juego mortal de la política vampírica, hay una pregunta tintineando en cada mente inmortal: ¿seguirán siendo peones o reclamarán su lugar en el tablero? Si las cartas ya están tiradas, ¿igual se permitirán perder?
𝐀𝐂𝐋𝐀𝐑𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐎𝐎𝐂.
¡Bienvenidos a la décimo tercera actividad! En esta ocasión, los vástagos estarán nuevamente enfrentándose a su vida diaria en la ciudad, encontrando un poco de calma incluso con la agitación por las fiestas luego de la pésima noche que una de las facciones anarquistas les ha hecho vivir. Con la aparición del Sabbat en la escena, el ego lastimado de los Anarquistas que no encuentran liderazgo en nadie, y la tardía presencia del hijo del Príncipe en la escuela a donde muchos terminaron refugiándose, ¿cómo comienzan a sentirse nuestros chiquillos en las diversas casillas en las que se encuentran? ¿Permanecerán quietos ante su condición de debiluchos o harán algo para adelantarse en esta sociedad que parece tan cruel para con las generaciones más débiles? Si hasta los Caitiff logran disfrutar sus noches y organizarse con proeza, ¿qué detiene a los neonatos? ¿Seguirán el camino que se les ha impuesto o intentarán discutir algún paso más? El frío del invierno y la pesada nieve que se amontona a sus pies no parece el paisaje ideal para hacer temblar ciertas estructuras, pero para quienes acostumbran a que la helada cale sus huesos, ¿cuál es la diferencia? Incluso si creen que su inmortalidad les regala todo el tiempo del mundo, alguien detrás siempre cronometra cada uno de sus pasos.  
⦾ Este evento se dará entre la noche del 20 y el 26 de Diciembre para los vástagos. 
⦾ Considerando que estas fechas son difíciles para todes y muches se encuentran lejos de sus casas o con dificultades para conectarse, las convos se desarrollarán a través de la plataforma Discord. Los starters serán abiertos y daremos más indicaciones sobre cómo será la lógica al respecto en breve por aquel lugar. 
⦾ Así mismo, estaremos sumando un par de locaciones más acordes a la fecha en Discord, pero pueden utilizar las que ya se encuentran en el blog de locaciones y adaptarlas como consideren necesario.
⦾ Más allá de cualquier incertidumbre en mente de los vástagos, tantos cuestionamientos por hacer y tantas ganas de ver en qué posición del tablero realmente se ubican — consideramos que es un buen momento para abrir los chats de los diversos clanes para que también se aproveche la plataforma donde se estará dando el rol, por lo que si desean, pueden comunicarse entre personajes por ahí. Les recordamos que los mensajes no son considerados como actividad.   
⦾ Durante esta actividad, el código de vestimenta será libre. Están invitados a publicar lo que están vistiendo sus personajes y luego rebloguearlo en el blog de ediciones. 
⦾ Queremos recordarles que, a pesar de ser un grupal de temáticas sensibles, nuestra prioridad es la comodidad de todes nuestres usuaries por igual, así que les pedimos tengan cuidado con la manera con la que se abordan estos tópicos en el dash ya que se trata de un espacio compartido y pedirles, por favor, que no hagan caso omiso a la lista de triggers que se encuentra actualizada para que puedan hacer uso correcto de cada etiqueta. 
⦾ Aunque cambiemos de plataforma por este momento excepcional, la selectividad, rol burbuja o parecidos permanecen estrictamente prohibidos. De sentirse afectade por alguna de estas situaciones, por favor siéntanse libres de acercarse a la administración.
⦾ Para las personas que aun no lo han deshabilitado, les recordamos que sus buzones deben de permanecer cerrados para los  mensajes anónimos en todo momento y hasta nuevo aviso.
⦾ Tendrán la opción de retomar un máximo de una convo de la actividad anterior en manera de flashback a través del dash. También, tendrán la posibilidad de realizar un máximo de dos privados por personaje, siempre y cuando sea en un espacio y tiempo diferente al de la actividad actual. Para esto, deberán tener por lo menos seis convos activas en la actividad que se está realizando en este momento.
⦾ Las llamadas o visitas de las intervenciones de las últimas actividades continuarán en vigencia hasta que las mismas se definan como cerradas.  
⦾ Por último y no menos importante, la actividad tendrá una duración de doce días. El fin de la actividad en su totalidad será el día 3 de ENERO a las 16 hs a las GTM-6, mismo horario en el que se publicará la siguiente. 
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de-letras-somos · 6 days
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LA ENTREGA DESPUÉS DE UNA VIDA
Nunca quise empezar estas letras. No quise traer el pasado a esta mesa ni manchar tu nombre con destellos de reflexiones escuetas. Pero hay algo que debo decirte, que debo profesarte porque te juro que a veces me asusta verme tan enamorada, tan conectada a esa parte inhabitada e inexplorada por mí: el corazón.
Y es que allí empezaste a habitar antes del primer beso, antes de entrelazar nuestras manos y mucho antes de ser uno solo en un rincón donde mezclamos nuestras ganas y ese amor que me embriaga.
Nunca te vi venir, ni te esperaba. Pero llegaste, llegaste con esa sonrisa que irradia mis días y desvanece aquellos que son nublados. Y me hiciste olvidar que era una muerta en vida, que yo tenía una vida a la cual destruí para comenzar de cero, sin que nadie supiera quién era, qué hacía. Una extranjera de su propia tierra, una nómade aprendiendo a quedarse.
Y es que no me cuesta nada quedarme si sos vos quien me espera. Ya no huyo ni me freno ante las olas de este sentimiento que creí conocer pero no, no éramos conocidos ni tampoco sabía que yo podía ser esta chica verborrágica del amor.
Pero apareciste y atrapaste mi corazón en un abrazo cálido, en un perfume que se volvió mi preferido, en el recorrido de tus besos por aquellas cicatrices que se hicieron pequeños caminos para que tus labios recorran.
Me exorcizaste los miedos y la entrega, esa primera vez me hizo darme cuenta que aún después de una vida, hay una primera vez.
Hay un primer beso, un primer encuentro, un primer suspiro que se eleva con tu nombre y se retuerce en la delicada petit morte para volver a la vida y ser devota de tu néctar, de la copa que rebosa y que calma cualquier sed.
Hay entrega, hay vida y hay amor. Un amor que se mezcla en inocencia, en ternura y también en deseo y pasión. Porque descubrí que tus manos son las únicas que mi piel quiere reconocer, que tu aliento es el único aire que quiero respirar, que tus ojos y esa devoción mientras devoras la carne son los que quiero sigan siendo para mí.
Házme lo que quieras, estampilla mis miedos en el olvido con tus "Te amo" sinceros, exorciza lo que me duele con tu abrazo de hogar, besa mis cicatrices y dibuja estrellas en ellas con la punta de tu lengua. Sí, es arriesgado y quizás me embriagué de tu aroma pero con vos lo quiero todo.
Con vos yo deseo y creo.
Y por primera vez, la entrega no duele, es complacencia, es la rendición divina que solo llega cuando el amor toca a tu puerta.
Emilia R.B
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De citas y otros sucesos (Miles Edgeworth x fem!reader)
Fandom: Ace Attorney
Pairing: Miles Edgeworth x fem!reader
Word count: 4.2 K
Warnings: smut (super ligero, pero ¡menores DNI!), asesinatos, temas sensibles, enfermedades crónicas, fingering (f reciving), cualquier otra cosa lo agregaré después...
Notas: realmente no tiene mucho sentido, sólo se me ocurrió y realmente adoro a Miles. Espero lo disfruten, sé que no hay casi nada de Ace Attorney por aquí y mucho menos en español. No se olviden de apoyar con reblogueos y comentarios si les gusta.
P.D: no he olvidado mi fic de Obi-Wan, pero tenía esto por aquí, esperen proximamente una actualización de Blue&Grey.
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⋅•⋅⊰∙∘☽༓☾∘∙⊱⋅•⋅
Tu relación con Phoenix era de las más extrañas y adorables que muchos habían notado con el joven y brillante abogado. Claramente Maya no pensaba lo mismo, un ligero caso de celos le cegaba, pero intentaba actuar como si no le importara.
A pesar de los celos, ella podía distinguir que eras una buena persona, igual de entregada al trabajo que Phoenix y muy amable. Todas las mañanas traías café y pasteles para compartir con ambos antes de iniciar el día.
En el primer caso donde los acompañaste dentro de la sala de juicio. Maya notó algo que la hizo sentir como una idiota.
-Hey, Phoenix… ¿Quién es ese? – preguntaste en un susurro para que nadie más que ellos dos escucharan.
-¿Él? De todos los fiscales que pudiste poner tus ojos en, ¿te fijas en él?
-Siento que te molesta, ¿qué pasó allí? – preguntaste confundida
-Fingió su muerte y luego regreso – responde Maya en un susurro y todas las piezas lograron encajar como un rompecabezas.
-Oh, es tu amigo de la infancia, el que te defendió de una acusación en la escuela… ¿Cómo dijiste que se llamaba? – intentaste recordar mientras dabas varios golpecitos con tu dedo índice a tu mejilla derecha.
Maya lo entendió, no tenías ningún sentimiento romántico por Phoenix, eran mejores amigos y realmente le salvaste el pellejo más de una vez a estas alturas.
-Fiscal Edgeworth, ¿fiscalía se encuentra lista?
-Sí, su excelencia
-¿Defensa se encuentra lista, abogados?
Te mantuviste estática, todavía intentando recordar el nombre cuando Maya te dio un ligero codazo sacándote de la ensoñación.
-¿Qué sucede? – preguntaste sorprendida
-El juez
-¿Defensa, algún problema?
Entonces lo entendiste, Phoenix estaba aguantando la risa y le diste un pisotón por detrás provocando que se agachara a sujetar su pie con una mano y la otra cubría su boca aguantando el grito de dolor.
-Defensa se encuentra lista, su excelencia- respondiste con seriedad, pero tus mejillas anunciaron que te sentías avergonzada.
El fiscal tuvo que disimular una sonrisa ante tu acción, a lo que actuó con bajar la mirada hacia sus papeles y listas de pruebas.
•─────⋅☾ ☽⋅───��─•
Miles estaba experimentando lo que llamaban “amor a primera vista”, cuando entraste por la puerta de defensa con varias carpetas bajo el brazo y en el otro tu bolsa, casi cae de espaldas.
El pantalón tipo palazo, la blusa de vestir blanca y los zapatos de punta triangular de color negro y tacón de aguja sumado a tu adorable rostro y cabello con los accesorios en tono dorado te hacían ver respetable y hermosa.
Cuando le susurraste algo a Phoenix y este respondió un poco molesto causando que te quedaras con una expresión que dejaba en claro que estabas pensando sobre algo, distrayéndote de la pregunta que hizo el juez que casi lo hace reír. Pero cuando con fluidez pisaste a Phoenix, Miles mordió su lengua para no reír y al ver tu expresión de vergüenza bajó su mirada a los papeles que tenía en frente para no perderse en lo tierna que te veías.
El juicio.
Oh, el juicio.
No dejaba de pensar en cómo te veías, completamente concentrada y en el momento en que lideraste la verificación de los hechos de los testigos fue increíble.
Miles sabía que perdería el juicio, desde el inicio, pero cuando dieron el veredicto no pudo importarle menos. Con solo el verte fue suficiente para él.
Al salir de la sala Phoenix estaba discutiendo contigo y no supo si no acercarse. Claramente, Maya decidió por él.
-Edgy, ven a saludar – exclamó y le saludo con la mano.
-Phoenix – saludó -, Maya… señorita.
Tu expresión fue algo similar a pánico, pero sonreíste antes de voltearte y extender la mano.
-Y/N Powell[EM1] 
-Miles Edgeworth – respondió con agrado y estrechó tu mano -. Bienvenida a la ciudad, no la he visto por aquí antes.
-Me mudé hace un par de meses, de hecho.
-Excelente trabajo allá dentro, supongo que todos tus amigos son igual de apasionados, Phoenix.
-Ella en especial – reconoció divertido a lo que rodaste los ojos.
-Pasó la prueba del bar un año antes de graduarse.
-En ese caso debe ser más inteligente que tú
-Muy gracioso, tú no pasaste ese examen tampoco.
-No cuando estudiaba, pero si poco después de graduarme.
-Te dije que lo intentaras de nuevo, Nick. No es tan difícil.
-Lo dice la que lo pasó siendo estudiante.
-Y siento que lo haría mejor ahora, estas desestimando lo que la experiencia aporta a tus conocimientos base. Deberías de hacerlo.
-Ugh, eres insufrible
Dejaste escapar una risa y negaste – Hace casi diez años que nos conocemos y sigues diciendo lo mismo.
-Es porque es cierto. Demasiado insufrible…
El teléfono de Miles sonó y todos lo miraron curiosos.
-Disculpen, me agradaría quedarme, pero tengo otro juicio en unos quince minutos. Fue un placer conocerle señorita Powell, espero verla nuevamente. Nos vemos Wright, Maya, con permiso.
•─────⋅☾ ☽⋅─────•
A pesar de no verse muy seguido se encontraron un par de veces en las salas de juicio. Las miradas cargadas de anhelo no pasaron desapercibidas por Phoenix ni Maya, pero tomaron el acuerdo mutuo de no decir nada, a ninguno de los dos.
Luego de un par de meses de admirar de lejos tuviste que visitar el edificio de la fiscalía. El caso era horrible y no encontrabas información que te diese una pista de lo que podría estar ocurriendo. Las pruebas, coartadas y todo se ajustaba al acusado, estabas segura de que él era el culpable pero la parte más importante era lo que faltaba, la prueba definitiva que lo dejara en evidente e indudable culpabilidad.
Por todo eso, te atreviste a solicitar permiso al juez para revisar los archivos que se encontraban almacenados en ese edificio. Tendrías severos problemas porque tendrías que vivir allí por días intentando leer todos los casos que pensaste se parecían un poco, o a lo mejor estuviesen relacionados y no lo habían notado.
Ahora mismo estabas intentando terminar de leer un caso a pesar de lo cansada que te sentías. Habías llevado muchas cosas en el bolso con el fin de poder vivir en la biblioteca un par de días, pero las gotas para los ojos no te estaban ayudando mucho y la cantidad de casos junto sus archivos anexos se habían multiplicado cuando habías pedido por ellos.
-¿Y/N Powell?
Levantaste la cabeza por encima de la torre de carpetas y encontraste a Miles confundido. El sonrojo que te recorrió fue digno de esas comparaciones con el color de los tomates. No tenías la mejor apariencia, en especial luego de haber estado leyendo sin parar por lo que tenías seguro ya eran horas.
-Fiscal Edgeworth, ¿qué hace por acá? – preguntaste nerviosa intentando soltar tu cabello y parecer alguien más respetable.
-Trabajo aquí, pero ¿qué hace con tantos reportes?
-El caso del asesino serial, estoy intentando encontrar algo entre todo esto que me sirva. Hay pruebas, pero no lo suficientemente fuertes. El abogado defensor me tiene acorralada.
-¿Está en ese caso?
-Los padres de varias víctimas decidieron contratar mis servicios para poner al asesino tras las rejas… Me estoy volviendo loca, el segundo juicio es dentro de quince días.
-¿Ha comido algo?
-Sí, un emparedado y un té.
-¿A qué hora? – preguntó interesado
-A las ocho de la mañana, posiblemente a las doce tome un descanso – respondes tranquila.
-Son las tres de la tarde… Venga conmigo, los documentos no van a salir corriendo por que se tome un descanso.
-Ah, pero…
-No acepto un no. Necesita comer algo, además, la habitación cuenta con llave y yo tengo una copia, todo su progreso no se perderá.
-Gracias, Edgeworth.
-Miles, por favor.
Sonreíste un poco – Está bien, Miles.
Te llevó a una cafetería preciosa, no te permitió decidir que pedir y mucho menos ver el precio de las comidas. Cuando la mesera se acercó tenía un par de emparedados salados que olían delicioso y varias tartaletas de frutas. En una taza transparente se encontraba un té artesanal que se estaba abriendo en forma de flor que olía igual de maravilloso que lo demás.
-Que disfruten la comida – dijo con voz dulce, aunque sospechabas que iba dirigida para el fiscal.
-Gracias.
-¿Estás intentando engordarme o algo? – preguntas, divertida sin dudar en sujetar un trozo del emparedado y morderlo.
Miles dejó escapar una sonrisa – No, pero me preocupa que descuide su salud por ese caso, por el momento no tengo ningún caso, quisiera ofrecerle mi ayuda.
Abriste mucho los ojos sorprendida, el famoso fiscal Miles Edgeworth estaba ofreciendo su valioso tiempo para algo que no lo beneficiaría en lo absoluto.
-¿De verdad lo harías?
-Con todo gusto, no sería ningún problema.
-Pero, no te beneficiaría en nada… No ganarías nada.
-No lo necesito, créeme…
-Te daré la mitad de los honorarios, no puedo permitir que no recibas nada si vas a ayudarme con ese caso.
-Insisto en hacerlo de buena fe, no necesito el dinero.
-No, de verdad no puedo… Tiene que haber algo.
Miles te analizó, si te veías cansada y todo, pero la tenacidad con que lo mirabas no le dejaba pensar muy claro. Eras increíblemente hermosa, incluso con evidentes ojeras.
-¿Qué harías por mí? – preguntó sin poder controlar la lengua y casi se pega al saber que lo que pensó lo había dicho.
-Uhm… lo que sea, mientras no sea matar a alguien.
Miles dejó escapar una risa genuina y negó – ¿Después de que termine el caso saldrías conmigo?
Estabas bebiendo un sorbo del té que sabía a caléndula, rosa y té verde, era de las cosas más deliciosas que habías probado en la ciudad, una lástima que terminara escapando de tus labios y casi terminara en tus pulmones ante las palabras que salieron de Miles.
-Perdona… creo que escuché mal – dijiste tosiendo un poco.
-Me temo que no… ¿Una cita a cambio de mi ayuda te parece bien?
-¿De verdad es eso lo que quiere?
-Efectivamente.
Bajaste la mirada y secaste un poco del té que había aterrizado en tu pantalón mientras pensabas. Una cita, sólo eso con tal de que te ayudara y de paso tuviesen horas para compartir juntos, una gran oportunidad de conocerlo más…
Serías una tonta si decías que no.
-Está bien, acepto.
Su expresión te pareció indescifrable, pero en el fondo, él estaba radiante de felicidad.
•─────⋅☾ ☽⋅─────•
Miles entendió la razón de todo el problema y cómo era que a pesar de todas las pruebas la persona estuviese a punto de salir de prisión preventiva y con un veredicto de no culpable.
Su ADN no correspondía al de la escena del crimen. Una de las últimas víctimas había logrado defenderse clavándole un abrecartas en el muslo. La lesión estaba en el acusado, según criminalística la herida podría haber sido causada por el abrecartas, pero la sangre del arma que usó como defensa la víctima no coincidía con el ADN con el del acusado.
El teléfono que habías dejado en la mesa mientras ambos revisaban un par de casos similares resonó y levantaste la mirada antes de responder.
-¿Sí? – preguntaste frotando un poco tu ojo para alejar el cansancio, hasta que quedaste estática al escuchar la voz al otro lado de la línea – ¿Hospital? ¿Por qué? ... ¿¡Qué!? Voy para allá.
-¿Qué sucede?
-Llevaron al acusado al hospital, Phoenix me llamó porque tiene un caso y estaba visitando al testigo en el hospital… Dice que está grave, aparentemente tiene una enfermedad sanguínea.
-Voy contigo, yo conduzco.
•─────⋅☾ ☽⋅─────•
Tanto el abogado del acusado como tú y Miles estaban esperando noticias.
El abogado del acusado había sido compañero de la universidad y mientras conversaban en voz baja intentando no revelar nada que el otro pudiese utilizar en el juicio. Él confesó que no tenía idea de que estuviese enfermo, los dos estaban igualmente sorprendidos en eso.
-¿Quién es el abogado del acusado? – pregunta el médico – Necesita una transfusión sanguínea de emergencia, si necesitaran tomar alguna muestra o algo para la investigación ahora es el momento.
Él se volteó a mirarte y mordiste tu labio, nerviosa. No tenías una orden y mucho menos sabías qué podría pasar.
-¿Qué es lo que padece? – preguntó Miles por ti al ver que parecía que no tenías idea de qué hacer.
-Leucemia, me temo que el trasplante de médula ósea no está funcionando o no estaríamos observando las señales de enfermedad nuevamente.
-¿Cree que pueda tener acceso a toda la información de tratamiento, doctor? – preguntaste al escuchar esa frase
-Eso sería una petición directa con la junta directiva del hospital, abogada, pero es posible que acepten a que tenga acceso.
-Gracias… Otra cosa, ¿tienen acceso a quien fue el donante de médula ósea?
-Sí, no es una donación anónima, por el procedimiento tiene que someterse a muchos estudios… También, si tiene una orden podría acceder a esta información, supongo.
-Gracias, doctor. Con permiso.
Miles te siguió con pasos lentos, no necesitaba correr para alcanzarte – ¿Qué pensaste?
-Una condición muy peculiar, si fue receptor de un trasplante de médula ósea es como si fuese una persona diferente sanguíneamente y el resto de él fuese otro. El termino es quimerismo y ya he visto un caso así.
-¿Dónde?
Sonreíste divertida – Mi segundo caso como novata.
Miles se quedó congelado permitiendo que tomases la delantera hacia el auto. Si los comparaba, tanto Phoenix como tú habían sido novatos prodigios para resolver casos con tanta complejidad. Si sabías términos médicos y no los olvidaste a pesar de los años, definitivamente eras un abogado notable.
Y uno que lo tenía casi de rodillas.
•─────⋅☾ ☽⋅─────•
En los últimos momentos del juicio el caso se había vuelto la sensación de la ciudad, los noticieros corrieron para solicitar entrevistas y declaraciones tanto de los detectives, criminalística, juez y los abogados. Lo inusual que era el caso, los registros médicos admitidos como pruebas, los resultados y la manera en que explicaste cómo había logrado como casi salir libre de la cárcel y al consultante médico que solicitaste como testigo fueron los que dieron el golpe final. Desafortunadamente, por la enfermedad que tenía y lo complicado que se encontraba de salud en esos momentos seguiría en el hospital bajo custodia activa, pero había sido un veredicto de culpable.
-Muchas gracias, señorita, sin usted se hubiese salido con la suya. Le agradezco mucho en nombre de mi hijo.
-No es nada, señora Peters, sólo estaba haciendo mi trabajo – admites un poco avergonzada, no te gustaba tener casos que resonaran tanto con la prensa y tampoco es que fueses un genio.
-Gracias, señorita, le agradezco mucho todo lo que hizo por traernos justicia – señala la madre, ya bastante mayor, de una de las víctimas. Una señora adorable que ahora quedaba sin su único hijo.
-Sólo hacía mi trabajo, les agradezco por haber confiado en mí – respondes y los reverenciaste, no podías evitarlo, les querías demostrar lo mucho que agradecías su confianza.
-Es hora de que se tome un descanso, su novio hizo un trabajo increíble apoyándola en el juicio. Vi como la miraba, estaba maravillado – intervino y sólo atinaste a sonrojarte, no la ibas a contradecir.
-No lo creo.
-Claro que sí, vaya a descansar y ese jovencito merece que le dediques un par de horas, luego de haber estado atrapada con este caso por semanas.
-Lo haré, le debo una cita, de todas formas – respondiste volteando de forma ligera el rostro para observar a Miles a lo lejos.
La señora te dio un par de palmaditas amigables en la mano – Nuevamente, muchas gracias por todo. Siga haciendo un trabajo excelente, los ciudadanos necesitamos abogados como usted. Ahora estoy segura de que mi pequeño podrá descansar en paz.
-También espero lo mismo, que tenga un buen viaje de regreso.
Cuando se retiraron giraste para observar a Miles y le sonreíste. Estabas cansada, sí, pero también extremadamente feliz.
-Miles.
-Estuviste increíble allá dentro.
-Gracias – respondiste y cerraste los ojos tardando un poco más de lo normal en abrirlos.
-Te vez cansada, mereces descansar un poco… ¿te llevo a tu casa?
-Puedo tomar un taxi, no quiero molestar más de lo que he hecho.
-No ha sido molestia alguna, me… me ha gustado pasar tiempo contigo – admitió y sonreíste.
-Si sigues diciendo cosas así, puede que me llegues a enamorar, Miles – admites sonrojada, pero restándole importancia, no querías hacerte ilusiones.
-¿Funcionaría?
Levantaste la mirada sorprendida, el corazón latiéndote desbocado en el pecho y la saliva se había tornado demasiado espesa de un momento al otro – Uhmm… ¿quieres que funcione?
Él levantó una mano hasta tu rostro y acarició tu mejilla con su pulgar, sentiste como tu piel se encendía por donde había tocado provocando que dejaras escapar un suspiro.
La sala de espera había quedado vacía, sólo quedaban dos guardias en la salida, Miles y tú. Pasaste la punta de tu lengua sobre tus labios. Sus ojos brillaron con un sentimiento que no fuiste capaz de identificar y él deslizó su dedo pulgar sobre tu labio inferior.
-No tienes idea…
Cerraste los ojos al mismo tiempo que intentabas tragarte un gemido que quería escapar, deseabas que te besara allí mismo, no había nadie y los guardias de seguro estaban demasiado aburridos como para notarlo.
-Dios, bésame Miles – suplicaste en un susurro.
Pero no pudiste terminar de comunicar tu deseo, los labios del fiscal habían terminado por tragarse las palabras que no terminaron de salir.
La sensación fue abrumante, sus labios estaban tibios, suaves y se movían con una facilidad sobre los tuyos que provocaron que tus piernas perdieran la fuerza para mantener el peso de tu cuerpo estable. Te sujetaste a su traje con ambas manos vueltas puños, la mano que había descansado en tu mejilla se movió hasta tu cuello y la otra se posó sobre tus caderas.
Ambos se separaron más rápido de lo que hubiesen deseado, sólo porque fueron capaces de recordar que estaban en un lugar donde debían de guardar el decoro.
-Te llevo a tu casa – murmuró cerca de tus labios
-Gracias.
•─────⋅☾ ☽⋅─────•
No tenías por qué estar nerviosa, la cita era algo que ya tenías planeado y no era como si fuese la primera vez que pasarías tiempo a solas con Miles. Habían tenido que posponerla casi dos semanas después de que finalizara el juicio, la cantidad de casos que ambos recibieron fue abrumante y no querían ser interrumpidos por el deber en media cita. Una que estabas segura ambos deseaban.
Un par de días después, cuando la carga de trabajo de ambos se estaba aligerando, recibiste un mensaje donde venía una fecha, una hora y un nombre.
Buscaste el nombre, claro, se trataba de un restaurante de los más lujosos de la ciudad y casi caes de espalda a la nota del pie de página “Código de vestimenta: elegante”. Tuviste que correr a buscar vestido, zapatos y joyería.
Por eso, ahora mismo estabas terminando de colocarte un poco de polvos compactos para terminar el maquillaje, rociaste un poco de perfume en tu pecho, detrás de tus orejas y en las muñecas. Tomaste los aretes que eran esmeraldas, luego el brazalete de plata y, por último, el collar. Tomaste los zapatos de color plateado, al tenerlos seguros en tus pies levantaste la mirada y admiraste el trabajo que habías hecho. Maquillaje ligero y discreto, cabello ligeramente ondulado que colocaste en un semirrecogido que definía más tu rostro, el bolso sólo contenía tus tarjetas de crédito y tu teléfono.
Lista.
Bueno, lo más lista que podías estar.
Miles había insistido en recogerte así que sólo esperabas que el timbre te notificara de su llegada. El abrigo negro largo te esperaba a la salida y deseabas no tener que usarlo o arruinaría todo el conjunto.
El timbre sonó y saliste sonriente. Miles te dejó boquiabierta, estaba demasiado guapo.
-Estás… estás – intentó decir y no lograste disimular la sonrisa.
-¿Me veo muy mal?
-No, no… Estás hermosa.
-Gracias, también estás guapo – admitiste y él extendió su mano a lo que asentiste antes de aceptar.
El viaje hacia el restaurante fue silencioso, pero nada incómodo. Al bajar del auto le entregó las llaves al jovencito encargado del servicio de estacionamiento y se dirigió a abrir la puerta, donde aceptaste su ayuda y entraron con seguridad.
La cena transcurrió sin percances, el vino estaba delicioso y tal vez tomaste un poco más de lo que debías. Para tu suerte él estaba atento y se adelantó a pedir que trajeran más agua, se encargó de asegurarse que bebieses más del líquido claro y sin alcohol, además de pedir un postre bastante delicioso y dulce para ayudarte. Luego de haberse asegurado que estabas lo suficientemente lucida pidió la cuenta, pagó y salieron del restaurante.
-¿Te sientes bien?
-Sí, ya estoy mejor, descuida – extendiste tu mano que tomó con cuidado y besó el dorso sin apartar la mirada del camino. Regresó tu mano a tu regazo y continuó conduciendo.
-Miles…
-¿Sí? – preguntó sin dejar de mirar la carretera, tu mano se colocó sobre su muslo y pudiste escuchar como su respiración se entrecortó – Y/N…
-¿Sucede algo? – preguntas sin dejar de acariciar su pierna, pudiste sentir como sus músculos se tensaban y mordiste tu labio esperando por una reacción
Habías escuchado susurros, cosas. No es como si durante el tiempo que compartieron juntos revisando documentos en la fiscalía las caricias distraídas y bastante camufladas no hubiesen ocurrido y sería una estupidez por tu parte decir que más de una vez no estuvieron cerca de hacer algo en su oficina varias veces.
En especial la última semana, sabías que estabas jugando con fuego, pero no le tenías miedo a su reacción, de hecho, estabas esperando por que sucediera.
Observaste la fuerza con que estaba sujetando el volante y no controlaste la risita cargada de diversión que escapó de tus labios. Miles abrió mucho los ojos antes de frenar bruscamente provocando que buscaras sujetarte del tablero del auto con la mano que antes tenías sobre su pierna y la otra en el borde de tu asiento.
-Miles, ¿qué pasa?
Viró en U con seguridad y tomó un desvío
-Vamos a mi casa – admitió y como única respuesta pasaste saliva al mismo tiempo que tu corazón se aceleraba.
•─────⋅☾ ☽⋅─────•
La forma en que te besaba te estaba volviendo loca, te había confesado que se tomaría su tiempo y estaba cumpliendo tan bien la palabra que te estaba llevando al borde de que casi podrías rogar.
Casi.
Sentiste su lengua rodear tu pezón a lo que arqueaste la espalda al mismo tiempo que dejabas escapar un gemido, no sabías el momento en que había sacado del camino el vestido, el cual ahora mismo se apuñaba a nivel de tus caderas y no podía caer más porque estaba ajustado al inicio de las caderas.
-Miles, por favor – pediste entre un gemido y él se atrevió a sonreír contra tu esternón antes de levantar la mirada. Un par de mechones cayeron de su usual peinado rozando ligeramente tu frente.
Volvió a acariciar tu labio inferior y no evitaste sacar la lengua para lamerlo sacándole un gruñido.
-Eres bastante impaciente – comentó y sin alejar su dedo de tu boca, ni apartar su mirada de tu rostro, su otra mano comenzó a subir por tu pierna hasta encontrarse cerca de donde más lo necesitabas –, sólo deseo venerarte como mereces.
-Oh – fue lo único que lograste decir al sentir como su dedo tocaba justo el lugar que necesitabas, a lo que terminaste por responder cerrando los ojos.
-¿Se siente bien? – preguntó curioso, intentaste asentir, pero sólo lograste morder tu labio inferior al intentar callar un gemido, al no recibir respuesta aplicó un poco más de presión y curvó un dedo en tu interior sacándote un gemido más fuerte – Necesito que me digas si se siente bien.
-¡Sí!, por dios, Miles… uhm…
-No dejes de decir mi nombre, quiero escucharlo.
Su mano no dejaba de hacerte sentir maravillas, los sonidos que escapaban de tu garganta te hacían sonrojar pero poco a poco el placer continuaba incrementando hasta que no te importaba si estabas gritando o no.
Sin darte cuenta, a pesar de tener los parpados cerrados lograste ver un fondo blanco. Al abrir los ojos un poco desubicada sentiste una caricia en el costado y al bajar el cabello de Miles resaltaba de donde se encontraba dejando besos. El vestido no estaba apuñado a nivel de tus caderas sino perdido por algún lugar de la habitación.
-Miles – llamaste y él levantó el rostro para verte, apartó un par de cabellos de tu rostro y besó tu frente antes de besarte los labios con reverencia.
-¿Quieres continuar? – pregunta y asentiste antes de rodearle las caderas con tus piernas.
Volvió a besarte tomándose su tiempo, la noche apenas comenzaba y no pensaba detenerse luego de unos minutos.
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ocasoinefable · 11 months
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Prado de punta hermosa...
Arrojo de barranco las alas que tiene las olas, saltan entre las rocas y vuelan olvidando al cielo. olvidan al sol y se estrellan en la orilla llamando tu nombre]
Boca que muerde entre el silencio de mis labios. Tus dedos o mis dedos recorren la humedad, tus ojos o mis ojos rodea la sal y te nombra. La noche camina por las hebras de mis piernas, tus alas asoman en mi vientre, se mueven los muslos y llega el vuelo. Recorro mis letras cómo si fueran tus manos quienes me dibujan y dejo mi sonrisa por tu piel. Silva el viento, pero es mi lengua quien te dice el clamor de estos latidos. Envidio tu risa por tocar tu boca, sueño hunde sobre tu ombligo y yo quisiera pasar con suavidad mis dedos como el algodón que estira en medio de la lluvia. Solo quisiera acurrucarme en una esquinita de tu risa y verte reír: se hace de alegría cada espacio de alma al pensarlo.
[Las aves de las olas no vuelven, llueven y florecen en medio de la fauce. Tu mirada me nombra como el vuelo que es vida y muerde a la orilla y el centro del mar; como las alas que son devoción en cada roca que es mi letra, porque soy la orilla y tú vienes de lo profundo del mar, con mis brazos, en mi cuello y voz]
El espacio y la cal se mece en mis ojos. Sueño y despierto. La nieve cubre mi nariz, duermen los dedos bajo el cigarro que se orilla y no canta, que solo toca sus patas con el pasto y se doble en su voz a viento.
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love-letters-blog · 1 year
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Tumblr media
Hoy serás mío a diestra y siniestra...
sabes bien que me gusta a todo o nada!
veremos si estas listo
en esta bendita madrugada...
La luna será testigo que rasgare tu cuerpo con mis uñas afiladas,
como gatita en celo cuando deja sus marcas estando enamorada.
Sabes que soy muy golosa, el extasis que tu sexo me provoca a mi me vuelve sexy y loca.
Ven, aquí te espero con un whisky en las rocas,
serás mi sumiso así que esto es lo que toca.
Quiero que vengas prendido en llamas,
con muchas ganas de complacer nuestros deseos...
eres el complemento perfecto para que nos incendiemos...
en cada rincón de la casa y en la cama.
Dejaré la puerta entre abierta,
en la punta de la mesa esta tu copa bébela de una... allí tienes una corbata cubre tus ojos y camina a ciencia cierta...
Aquí estoy completamente desnuda para ti,
usurpa mi cuerpo, muerde y sacia tu sed en mi como lo haré yo en ti.
Saca tu bestia y gime al oído que eres solo mío,
que quieres que sucumba a tus delirios...
Es tu piel la que me quema al fusionar tu cuerpo junto al mío, esa combinación perfecta de tu sexo dentro mío... adoro cuando arremetes y no pones freno,
recorriendo con tus salivas las fronteras de mi cuerpo.
Me provoca placer cuando tu lengua urga mi ser y
tus dedos se aprenden el lenguaje que me ha de enloquecer... y a ti te encanta cuando soy un volcán en tremendo palpito para ponerte a beber.
Me encanta solita cambiar de posiciones así que tu disfruta de hacerme un par de oraciones,
recórreme con caricias, besos y que se escuchen nuestros jadeos que seamos esos que disfrutan de los placeres de las tentaciones.
Disfruto darme mis sentones, sentir tu dureza y cuando en mis adentros te escurres...
perderme en esos ojos negros deleitando tus embestidas con furia y ternura...
Uff tremenda dosis de calentura.
En cuatro terminaremos...
posa una mano en mi cintura y con la otra me nalgueas,
arremete como me gusta y prueba la miel que se escurre entre mis piernas temblando...
Roza tus dedos y metelos en mi boca para que vaya probando.
Mmm ven que ya te siento palpitando, dame todo el cáliz que he estado esperando,
ahora haré lo mismo y nuestros fluidos compartiremos mientras nos vamos besando.
Hoy voy a tatuarte mi nombre a fuego lento,
para que se te grabe quien es tu dueña,
ama, put*#@ y señora.
Gemire a tu oído tu nombre y que eres solo mío, eso a ti te encanta y se como te pone.
🖤
—-☮️
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senderodeversos · 7 months
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Los mensajes que callé: (Tu nombre) En la punta de mi lengua.
Hay un desierto del lado derecho de la cama.
Jamás pensé que me pasaría, esta necesidad, extrañar las sábanas revueltas de tu lado y quitándome el abrigo durante la madrugada, esta maldita nostalgia de cobijarme entre tus brazos cuando ya no estás.
A veces, cuando la noche está fría y llena de terrores, me cambio al lado vacío y me pongo en posición fetal, tratando de recordar, encaminándome hacia un pequeño viaje al pasado. Y, aunque sé que no es una buena idea andar dando vueltas por mi memoria, porque podría salir herido, otra vez, me repito que debí de haberme perdido en la calle del olvido, esa misma donde tu deambulas cuando la noche yace sin estrellas.
Repitiendo este paseo, recorrí un lugar deshabitado, escuchando voces que seguramente vienen desplazándose de tiempos remotos, y quisiera que me guíen a algún lugar donde te pueda encontrar, donde sea, donde quieras que estés, porque tus expresiones las estoy perdiendo de vista, borrándoseme de los pensamientos, aunque supongo que era la idea, perderte, sin más.
Y qué hago aquí, quisiera saberlo, preguntándole al cuarto vacío sin necesidad de una respuesta. Porque, puede que sea evidente, pero aun así necesito escucharlo de un clarividente. Y no soporto esta ironía de olvidarte para recordar, por qué te quiero mantener anclado a mi mente, trayéndote de vuelta simplemente me hace daño.
¿Acaso se trata de otra lección que va a dejarme roto el corazón?
Entonces, me sumerjo en lo profundo de las arenas movedizas, lo que es real y en ocasiones una mera fantasía, totalmente concentrado en mi misión, recorriendo las ruinas del lugar que construimos juntos, pero todo se acabó.
Y pese a que vocifero a los cuatro vientos de que no quiero más, que no lo voy a volver a intentar, en noches como estas, cuando las estrellas se van difuminando entre lo oscuro del cielo, confieso que no me queda más remedio que seguirlo intentando. Volver a recordar, porque pensarte es también pensar en mí mismo, amarte es amarme un poquito más, y aprender de los caminos esquivos del corazón, que cada palpitación me reclama que sigo vivo, aunque no haya motivo para celebrar.
Lo siento, pero no puedo evitar que me envuelva la melancolía. Ya no aguanto tanta rabia y desconsuelo, cuando ni siquiera estás aquí para gritarte todo esto que siento. Porque te culpo… y te amo, maldita seas. Quiero apuntarte y gritar con cada entraña de mi ser que te detesto a rabiar, y lo que más rabia me da es que no tendré ninguna respuesta. Entretanto, sigo dando vueltas en circulo, porque el sendero de los recuerdos lo caminé entero solo en tu búsqueda, pero ya no queda nada, en ese espacio que solía ser tuyo solo queda un desierto del lado izquierdo de la cama.
Ese es el lugar vacío que dejaste, a mi lado, y tu ausencia me reclama que ya no estás más.
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