Tumgik
#las mordidas
still-single · 8 months
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Las Mordidas – Ex-Voto LP (L.G.)
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Never-thought-I’d-see-it-in-this-lifetime release of an album-length Las Mordidas record. Back in ’93-’94 when 7” singles were largely all I could afford, much less sneak back into my teenage bedroom, these guys put out a really great one, and little else (a split I didn’t find, comp tracks I couldn’t scope and a demo cassette well out of my reach). The 10 songs on Ex-Voto get most of it but not all of it, apparently the best of the tapes that could be baked, but that’s fine. It’s good to leave some mystery now and then. Las Mordidas was the connective in between Circus Lupus and The Monorchid for all-timer frontman Chris Thomson, joined here by John Kirtschen (Chris Bald’s little bro, also of Rain) on guitar, Beefeater/All-Scar Dug E. Bird on bass, and late-era Fugazi aux drummer Jerry Busher, and they really beat on those bookends, so much more “pro” than either it’s almost a shame things didn’t move beyond the semester or two they were active. Chris T is always a god-level vocalist, one of the best to ever do it, no arguments heard or even considered, so let’s keep going. I saw The Monorchid twice when Jerry was drumming and it was an entirely together, locomoting experience, playing about twice as fast as they could with Tom (who, understandably, was dealing with a drum kit that was always falling apart mid-set), and we get the benefit of that here, along with the versatility and inherent funkiness of the Birdzell bass. Jon K. is a lone guitarist who plays like he’s backing behind an evil twin hiding behind a full stack, rippin’ out these rhythmic crossover-style leads with a thick distorted sound that cuts like Vernon Reid meets Greg Ginn – he is the real secret weapon here, a very under-utilized guitarist following this group. One of the initial releases off this new reissue imprint, headed up by Monorchid/Skull Kontrol bassist Andy Coronado, with thick vinyl, tip-on sleeves and no digital counterparts to speak of from the looks of things. Other titles out include a reissue of the Fury EP (Chris fronting Swiz, a complete legend), the Milk Music demo (once shat on in these pages or ones like them by Dais co-capt. Ryan Martin), and some songs from Tarot Bolero pre/post party Decapitated Lovers. If you want these you have to engage in retail or mailorder, and good for you because you’re definitely gonna want this one. Let’s Go. (Doug Mosurock)
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manaosdeuwu · 8 months
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hombres lobo sweep porque no podría con un vampiro. cuando me sacan sangre me baja la presión. tener un bicho chupandome la sangre haría que me desmaye por primera vez en mi vida. nuh uh. ya suficiente con la cantidad de análisis de sangre que me hicieron hacer en mi adolescencia
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thrwsaby · 12 days
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hhhh this was the drawing i did in april. look there's a lot of (pretty visible) errors in this but i'm really happy how it turned out. also, as I said in spanish: this was only practice of anatomy. no horny thoughts jssj
oh also: the final image was named “oh_mickey__mp3”
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suenitos · 6 months
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MORDIDA!!!! Have a happy birthday Nov!!! I hope you have an awesome day and eat delicious cake 🎂
CROW!!!!! 😭😭 muchísimas gracias ily
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querido-eh-dump · 1 year
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cliffburton · 1 year
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no mames hijo estás twink, te gusta neon genesis evangelion y te besas con [vato], cómo vas a ser hetero
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aricastmblr · 2 years
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Me, Myself, ​and Jung Kook​ ‘Time Difference​’ ​Photoshoot Sketch
#Photo_Folio #JungKook #정국​
En español:
(¿Porque has dado ese efecto a los labios con el pintalabios?) 
(Pensativo)
En realidad... No se puede practicar el canibalismo (jeje)
En Ingles:
I can't actually eat other people for this
En realidad no puedo comerme a otras personas por esto. (hehe)
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superlansde · 4 days
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33 k word count, and not done yet (but very close) 😳
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catsatopmydesk · 1 month
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I need to pet a dog that gives me open mouthed bites so I keep petting it
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elizabethbcnnet · 2 years
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deberían inventar pastelitos donde el membrillo llegue a todos lados
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voglatte · 4 months
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dios mío, acabo de ver que estás aceptando pedidos y tengo uno para Francisco! — si puedes y quieres escribir, ¡claro!
podrías escribir un escenario en el que él y la lectora pasen mucho tiempo juntos, especialmente toda la mañana en la cama; complacerse y disfrutar de la compañía del otro. — Después de pasar días alejada del rodaje de la película, Fran quiere aprovechar al máximo su tiempo con ella.
es un escenario lindo, y si quieres agregar obscenidad, ¡siéntete libre y me encantaría!
⊹ ┊LOVER ꒱ .゚
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↷ ˊ- pairing: francisco romero x f!reader.
warnings: +18, fluff, smut, fingering, nipple play?, oral (recibe ella), (leer bajo su responsabilidad).
• dani’s typing… ! amo esta clase de pedidos, además el fran tan lindo literal es un sol.
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no había otra cosa que más le gustara a fran que pasar tiempo con su novia, enredados bajo las sábanas blancas de su cama y sintiendo piel contra piel, como lo estaban ahora. ya había pasado un tiempo alejado de ti por el rodaje de la película en la que formaba parte y esto hacía que disfrutara al máximo tu compañía en lo que restaba de sus días libres como hoy.
para ti era relajante estar acostada sobre su pecho mientras escuchabas los latidos de su corazón y las caricias que dejaba en tu cintura. extrañabas esos momentos íntimos con él y sabías que le pasaba lo mismo.
“esperaba tener estos momentos con vos” su voz sonaba adormilada pero aún con ese característico tono dulce que era único.
“yo también” no querías abrir los ojos, sabía que te ibas a encontrar con la luz solar que se mezclaba por las cortinas de la habitación.
en realidad estabas muy feliz por el, tal vez alguna que otra lagrima rodó por tu mejilla al momento en que le dijeron que había obtenido el papel, parecía un rayo de luz que iluminaba todo tu ser y no dejarías que nadie lo apagase. aunque si te sentías un poco triste que no pudieses pasar tanto tiempo con él, pero era su trabajo.
aún así nunca dejaron de disfrutar los momentos cortos que tenían siempre salía alguna cena o una película en la cual ambos se quedaban dormidos.
“¿qué pensás, beba? su mano hizo que subieras tu rostro y abriendo un poco los ojos, chocaste con esa mirada azulada.
“que te extraño mucho” dijiste cortamente antes de repartir besos por toda su cara sin dejar algún lugar por besar. notabas cierto rubor en sus mejillas lo que te hizo sonreír porque se veía adorable más sus cabellos dorados que se encontraban despeinados bajo la luz del sol que entraba.
no supiste en qué momento de todos los mimos que se andaban dando, ambos terminaron en un beso algo caótico.
sentías tu labio palpitar por las mordidas que fran dejaba pero luego recorría con su lengua, su mano bajaba cada vez más con sus delgados dedos tocando en los lugares correctos que hacían erizar tu piel.
tu ropa de dormir básicamente era una camisa que te quedaba algo grande de tu novio junto la ropa interior, no hacía falta nada más para sentirte cómoda.
lo que fue mejor para él ya que su mano pudo escabullirse tranquilamente debajo de su camisa para amasar tus senos, torturando de a poco tu pezón.
aprovechó de quitar la única prenda de ropa que tenías dejándote solo con tu ropa interior, sonrió antes de besar tus labios y dejar un camino baboso por tu cuello.
sus dedos buscaron tu intimidad sin dejar de besar tu piel mientras dejabas salir tus gemidos ahogados, francisco siempre te hacía sentir como una reina.
gruñó cuando su boca bajó por tus senos y sus dedos sintieron lo empapada que estabas, corrió un poco la ropa interior a un lado y acaricio tu entrada necesitada.
“dale, no seas malo” dijiste entrecortada, la combinación de su boca con su mano te estaban llevando a otro nivel.
“¿hm?” su boca empezó a jugar con tus pezones conjunto a su mano que antes estaba utilizando, no era sorpresa que a fran le encantaba tus senos ya que se la pasaba con una mano debajo del brasier amasando o dejando marcas.
se quedó un momento pegado a ellos, tu mano solamente jalaban su cabello dándole a entender que te gustaba hasta lo acercabas más.
su mano dejó de trabajar en tu pezón y bajando de a poco se encontró con tu panty, la cual ayudaste a bajar cuando te dió dos palmadas en el muslo.
“soy toda tuya” y con esas tres palabras los largos dedos de fran empezaron a hacer su trabajo, subían y bajaban por toda tu intimidad regando tu excitación, a veces dejando movimientos circulares en tu clítoris.
su cabeza reposó en tu muslo mientras mantenías las piernas abiertas y sin ninguna advertencia metió sus dedos en tu abertura, sacándote un chillido.
“sos mía, beba” sus dedos entraban y salían lentamente, sin hacer ningún esfuerzo por hacerlo rápido.
disfrutaban del momento, tu cabeza andaba dando vueltas mientras tu cabello se esparcía por toda la almohada. el chapoteo de tu excitación, tus gemidos y los suaves susurros de fran te estaban llevando al límite.
te sacó otro chillido al sentir su lengua caliente en tu clítoris, pasando rápidamente a chupadas.
ahora sus dedos si decidieron ir más rápido causando que salieran más gemidos de tu parte. aún así sentías las vibraciones de sus zumbidos en tu clítoris haciendo que tus ojos quedaran en blanco.
“m-me vengo” dijiste entrecortada, todo el aire se te estaba yendo de los pulmones.
“hacelo, bonita” con las vibraciones de sus palabras y sus dedos tocando tu punto dulce, tus piernas temblaron al igual que todo tu cuerpo mientras repetías su nombre varias veces.
sin ningún problema te limpió toda con su lengua dejando un beso corto en tu intimidad mientras subía su rostro para quedar con el tuyo, se notaba un poco de baba junto con tu excitación en su barbilla y lo limpiaste un poco.
“te adoro, entendelo” sus penetrantes ojos azules se complementaron con los tuyos y le diste un beso corto.
“yo también, nene” ahora le diste un beso un poco más largo donde empezó una nueva guerra de lenguas “¿segundo round?” reíste, dejando su cuerpo debajo del tuyo.
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by ﹫ VOGLATTE ╱ en realidad me encantó cómo quedó aún así me disculpo porque es mi primera vez haciendo smut (si hay algo que mejorar recibiré críticas constructivas) pronto estaré subiendo pedidos, etc… bye!
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yzzart · 2 months
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"...𝐥𝐡𝐞 𝐚𝐦𝐚𝐯𝐚 𝐞 𝐦𝐞𝐫𝐠𝐮𝐥𝐡𝐚𝐯𝐚."
⋆。𖦹°‧ enzo vogrincic x f!reader.
⋆。𖦹°‧ sumário: você era a menina-onça de um charmoso uruguaio.
⋆。𖦹°‧ word count: 1.884!
⋆。𖦹°‧ avisos: 18+!, smut, leitora baiana (!!), reconhecimento a música "flor de tangerina", sexo desprotegido, praise kink, dirty talk, brincando com mamilos, menção de apertões, mordidas e chupões, enzo sendo acanhadinho pela leitora, palavras explícitas e conteúdo explícito.
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"Eu lhe amava e mergulhava..."
O tom de voz aconchegante, verdadeiramente, familiar e que, com um pouquinho, insinuava dengo acompanhado pelo encanto chegou a se preencher no quarto e em seus ouvidos; atiçando, provocando sua atenção e agindo como um feitiço. — Sem mencionar, o prepotente sotaque que se libertava durante o canto.
"...no seu olhar de onça menina." — As duas vozes, completamente, diferentes entraram em sincronia durante o verso e causando, não apenas uma fascinação de você, algumas vibrações perante seu corpo; claro, afinal, o uruguaio cantava com os lábios mantendo contato com seu pescoço. — "E docemente me afogava..."
Seu corpo se encaixava, perfeitamente, ao de Enzo; entrando em movimentos acompanhados, relaxados e apaixonados, não faltando uma linha de paixão. — Não poderia explicar o conforto das mãos do mesmo em sua cintura, se agarrando a ela com carinho e chamego e enquanto seus braços estavam presos ao redor do pescoço do mais velho; se equilibrando e sentindo segura e sentido o morno contato de sua pele, pois haviam saído de uma banho há momentos atrás. — Tudo isso ao som de "Flor de tangerina".
Dançando de toalhas, uma cena tão inesperada e ao mesmo tempo primorosa de observar e se encantar.
Sendo uma das primeiras músicas brasileiras que o uruguaio teve a oportunidade, ou melhor, privilégio de escutar por sua recomendação, Enzo nunca se enjoou dela; e lembrando de sua pessoa ao escuta-la. — Também, nunca ousaria cometer ou sentir a sensação mencionada. — E sempre referindo, apelidando você á um verso da canção.
Onça-menina.
As vezes, aspirando uma ocasião airosa, pousava "minha onça-menina da bahia" como se fosse um verso muito bem produzido de um poema. — E nunca se cansou de recitar.
"Você está tão cheirosa, nena..." — Murmurou passando o nariz por seu pescoço, arrancando arrepios e uma pequena movimentação, por causa da área sensível, de você. — "Tan fragante." — Normalmente, Enzo se sentia, completamente, viciado em seu aroma porém, naquele momento, ele se enxergava louco pelo cheiro e que, provavelmente, ainda continha, sutilmente, o cheiro do mar.
Vocês haviam programado e aproveitando o quente e ensolarado clima para passarem, pelo menos, a metade da manhã na praia; o sol estava ótimo, e o rapaz almejava caminhar na areia e admirar uma das belezas da cidade acompanhado por outra beleza da cidade. — Palavras do próprio uruguaio.
"Enzo..." — O nome do sujeito raspou como uma repreensão calorosa, seguida por uma pequena risadinha ao sentir seus lábios selando seu pescoço. — "Mas você não se aquieta mesmo, né?" — Proferiu querendo exibir uma imagem resistente aos charmes do rapaz, que negou com a cabeça em ritmo á canção. — "Ó, coisinha..." — Seus dedos passaram pelos cabelos negros e molhados dele.
"Tu cosita." — Brincou, não querendo esconder a manha que andava pelo peito e aproveitando as carícias que recebia por alguns segundos.
Enquanto Alceu cantarolava as letras, — "Depois sonhei que ela voltava..." — Vogrincic com firmeza, e ao mesmo tempo, cercado pela delicadeza, prendeu as mãos em suas coxas; mesmo pela maneira pouco desajeitada, ele conseguiu puxar seu corpo, feito um pena, para o colo. — Agora, a segurando com suas pernas ao redor dos quadris e seus braços segurando seus ombros largos.
Claro, em todos os sinais, foi uma surpresa para você, afinal, não esperava esse rumo em meio da dança; tanto que o nome do sujeito se exclamou pelos seus lábios, divertidamente. — Porém, não reclamou e se deixou levar e ser guiada pelo mais velho.
Os passos desajeitados, e sem muita pressa, de Enzo, prontamente, os levaram até a cama do quarto; o impacto sedoso, e tão cheiroso, do lençol contra seu corpo a deixou uma graça. — Seus cabelos ganhando espaço e se espalhando por uma parte. — Logo, a imagem da corpulência de Vogrincic por cima de você; com um dos braços ao redor de sua cabeça e o outro em sua cintura, aproximando um aperto na região.
Sem mencionar a toalha, que estava presa em sua cintura, ameaçando se retirar do pequeno nó e o deixar livre e exposto. — O quê não seria uma cena ruim.
"Minha linda." — Clamou, percorrendo o nariz contra o seu, uma carícia tão genuína e característica do uruguaio e caminhando um selar em seus lábios, que, de início, se formou a um beijo afeiçoado para abrasador; degustando o gosto de sua boca, querendo apreciar o seu sabor. — "Minha onça-menina." — Falou entre o beijo.
A mão de Enzo se aprofundou em sua nuca, agarrando algumas mechas de seus cabelos e tentando, ao máximo, não preencher uma movimentação brusca e continuava em explorar, com tamanho desejo e fervor, sua boca. — E pendendo solta-lá até sentir uma dormência nos lábios; assim, não demorando muito para, infelizmente, encerar o beijo. — Porém, finalizando com um lamber em seus lábios.
"Tá' carente, é?" — Você ousou em questionar, sorrindo na companhia da audácia e beijando, ligeiramente, o queixo do seu namorado. — "Hm, meu amor?" — Ele desceu pequenos beijinhos em seu pescoço, inalando, novamente, seu cheiro e exprimindo algumas palavras em espanhol quase inaudível.
"Oh, claro." — Respondeu sem muita motivação mas concordando e prestando atenção em seu pescoço, demonstrando um contato fino dos dentes na região; arrancando um gritinho, parecendo um miado, atordoado de você e não conseguindo esconder a risada pela graça que achou. — "Bebita."
De forma sorrateira, a mão do uruguaio se caminhou até a ponta de sua toalha, que libertava o pequeno fecho, e com os dedos, desabotoou a peça branca e facilitando a retirada; isso enquanto a beijava, docemente, sua pele. — Pegando no macio tecido e o abrindo, Enzo contemplou a imagem diante dos seus olhos.
Seus seios, que continha algumas gotas, completamente, intrometidas de água ao redor da região, exposto na frente dele; e ainda mais irresistíveis com pequenas marcas roxas que o mesmo havia deixado momentos atrás. — Nunca saciado, e muito menos, satisfeito. — E, automaticamente, nos lábios do uruguaio, um sorriso afiado e um pouquinho mordiscado se formou.
Sem perder segundos, que poderiam ser considerados preciosos, Enzo levou a boca até um dos seus peitos; chupando, severamente, e mordiscando seu biquinho e o deixando, extremamente, sensível. — E com a outra mão, brincava e distribuía uma atenção pouco confusa em seu outro peito. — Nos ouvidos do rapaz, gemidos e clamações com seu nome foram exaltados e conquistados com maior prazer e incentivação.
"Puta merda, Enzo." — Exclamou alto, passando os dedos entre os cabelos do mais velho e, as vezes, puxando com uma certa força; querendo expressar ainda mais a excitação que sentia. — Não seria surpresa mencionar o contato que o biquinho do seu peito ganhava dos dentes dele, e sua boca remetia um grito silencioso durante.
"Que boquita más sucia, eh?" — Falou entre as chupadas, sorrindo sem nenhuma vergonha e entupido de sacanagem; vendo a satisfeita atenção que havia distribuído, Enzo se voltou para o outro peito e refazendo as mesmas ações deleitosas.
Adorada. — Essa seria a exata e tão certeira palavra que poderia lhe definir naquele momento; o uruguaio selava o colo dos seus peitos com paixão, cercando-a de fascínio, mesmo com a presença de mordidas e cantarolando, em sincronia, a música que encantava o ambiente.
Durante as relevantes movimentações, o pequeno e frouxo nó da toalha, que se prendia na cintura de Enzo, se desfez e não querendo permitir uma atrapalhação, ele a retirou, completamente, e largando em algum canto da cama; agora, ficando despindo a sua frente. — E a dureza do pau do uruguaio se contraia contra sua coxa, causando um incerto calafrio em seu corpo e um gemido quebrado dos seus lábios. — Balançando, inquieta, sua coxa, você sinalizou sua excitação.
Enzo sorriu, mais uma vez, observando a sua necessidade em ser preenchida, rapidamente, por ele; quase em desespero. — E concordando, mentalmente, que nunca iria se cansar de contemplar aquilo. — Logo, apoiando e segurando uma de suas coxas, com credibilidade e pressão, para se encaixar, perfeitamente, entre elas e fazendo com quê suas intimidades se tocassem.
O nome do mais velho saiu carente, de maneira tão meiga e ao mesmo tempo sonsa, implorando para o receber dentro de você; porém, não ousando em proferir nada, apenas, tentando se comunicar com o olhar. — Famoso "implorando por pica", o uruguaio aprendeu.
"Ah, tá' carente, é?" — Fez biquinho, tão sínico e maldoso e não querendo perder a graça na gozação, mesmo em segundos tão vulneráveis. — "Amo ver você assim, sabe?" — Confessou, passando os lábios nos seus, levemente. — "Tão cachorrinha, bonitinha e molinha pelo meu pau." — Novamente, lambeu sua boca. — "Do quê adianta ser carinhoso, né?" — Olhou, profundamente, para seus olhos, que estavam pesados de prazer e poucos sonolentos, e piscavam, delicadamente, precisando de mais.
Sem muito aviso, embromação, seu buraquinho se tornou preenchido, deliciosamente, pelo pau de Vogrincic; sentindo-se maravilhada e, incrivelmente, satisfeitas pela sensação. — Somente um miado aprazível e deleitoso se exaltou nos ouvidos do rapaz, que sorriu com a ação. — Sua bucetinha aconchegou o mais velho, desejando ficar enterrado em você para sempre, arrancando, claro, choros da boca dele.
O ritmo dos quadris de Enzo era lento mas, também, gostosinho; do jeitinho que vocês gostavam. — E, afinal, ele rendeu, através de sinais e ações, que estava fazendo amorzinho; um cafajeste com amor. — Sussurrando palavras e elogios em espanhol no seu ouvido, na maioria das vezes, era putaria porém você se deitava no prazer que seu homem a proporcionava.
"Como pode ser tão lindinha recebendo pica dessa maneira, hein?" — Falou com carinho e retirando uma mecha, que estava grudada em sua testa. — "Me vas a matar un día, mujer." — Se aprofundou ainda mais em você, implementando um gemido uníssono entre os dois, Enzo sentia suas paredes internas, tão quentes, apertarem seu pau e o deixando cada vez mais insano.
Não existia mais a doce e melódica cantiga, que havia se encerrado durante minutos atrás, somente vozes enfraquecidas, maviosas e gemidos cheios de desejo e exultação e, juntamente, com os sons de carnes se debatendo e ruídos obscenos e cercados de malícia. — Sem duvidar, a música favorita do uruguaio. — E, de sua boca, saía clamações e avisos sobre o quão perto estava da linha do orgasmo.
"Eu sei, eu sei, bebita." — Entrelaçou a enorme e molhada mão com a sua, quase engolindo ela, e a apertando. — "No se preocupe..." — Balbuciou. — "...eu vou encher você de porra." — Confessou, acelerando a movimentação dos quadris, chegando em debater a cabeceira da cama.
Alcançando, incrivelmente, a linha final do prazer e continuando a se deleitar, você chegou em seu orgasmo; desprendendo uma ingênua nuvem de excitação que estava presente em sua barriga e, ao mesmo tempo, se sentindo muito mais do quê preenchida. — Entre uma invertida, o mais velho lhe acompanha ao gozar dentro de ti; o peitoral de Enzo se movimentava contra seus peitos, fortemente, com uma respiração descontrolada e eufórica.
Vogrincic continuou dentro de você por um empolgante tempo, continuando a aproveitar a sensação quente e gostosa que suas paredes internas entregavam a ele. — Óbvio que, também, não queria desperdiçar nenhuma gota de porra e querendo que você pegasse, completamente, tudo. — O sacana não se sentia, nem um pouquinho, sujo; nem você.
"Satisfeita?" — Perguntou ao levantar o rosto, querendo olhar para sua carinha e matar uma pequena "saudades" de sua boca. — "Cheia da minha porra, como eu gosto." — A beijou com sutil moleza e soltando minúsculas risadas, de vez enquanto, ao sentir certas vibrações que sua buceta dava para seu pau. — "Ah, minha onça-menina..."
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deepinsideyourbeing · 2 months
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Standing in the light of your halo - Esteban Kukuriczka
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+18! Dom!Esteban, spanking, breve nipple play, sexo oral, alusión a bondage y/o shibari, fingering, sexo sin protección, face slapping, spitting, begging, creampie, aftercare, edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
Esteban te sostiene firmemente sobre su regazo, el bulto entre sus piernas roza tus costillas y la palma de su mano impacta con fuerza sobre tu piel ardiente una y otra vez, sin darte respiro. Tu voz es apenas un murmullo al contar y agradecerle por cada nalgada.
-¿Color?- pregunta, dirigiendo sus dedos a tus pliegues mojados y moviéndolos de arriba abajo. Te resulta difícil concentrarte y la siguiente vez que habla, acentúa sus palabras tirando más fuerte de los mechones entre sus dedos-. Contestá cuando te pregunto algo.
Tomás aire.
-Verde.
Siembra un par de besos en tu espalda luego de un último roce a tu centro y masajea tu cuero cabelludo por unos instantes antes de obligarte a reincorporarte para sentarte entre sus piernas, sus manos se deslizan desde tus caderas hasta tus pechos desnudos salpicados con las marcas de sus dientes. Besa tu mejilla, tu cuello, desciende hasta tus hombros y deshace el camino que trazaron sus labios hasta llegar a tu boca, pero no te besa.
-¿Querés que te coja?- asentís-. ¿Sí…?
-Sí, por favor.
Sus dientes capturan tu labio inferior mientras una de sus manos te aprisiona contra su pecho y la otra juega con tus pezones. Sus dedos no muestran piedad alguna y emite un sonido de falsa simpatía cuando te quejás a causa del dolor, sonido que sería convincente de no ser porque sentís la forma en que su miembro caliente palpita contra tu espalda baja y humedece tu piel.
En un rápido movimiento te deja de rodillas entre sus piernas y tus manos se ubican de manera instintiva sobre tus muslos para que pueda verlas con claridad. Acaricia tu rostro con suavidad y perseguís el calor y confort de su mano mientras mantenés contacto visual con él, los destellos verdes en sus ojos fundiéndose con el color ámbar ahora que sus pupilas están dilatadas.
Te perdés contando las pecas que salpican la piel de sus mejillas y el puente de su nariz, observando cómo los mechones rubios caen sobre su frente y sus cejas, la particular forma en que sus labios se fruncen y delatan así el deseo y la necesidad que siente por vos. Recostás tu cabeza contra su pierna y la sombra de una sonrisa amenaza con romper su semblante serio.
-¿Puedo…?- tu mirada alterna entre sus ojos y su miembro, erecto y goteando.
Cuando asiente dejás escapar una respiración temblorosa, deseosa de tenerlo en tu boca, y sin perder tiempo cerrás tu mano alrededor de él. Lo masturbás con lentitud y un agarre firme, hipnotizada por la aparición de gota tras gota de líquido preseminal, por los suspiros y por sus palabras de aliento que te incitan a continuar. Tu pulgar juega con su punta brillante y roja, provocando que su excitación impregne su miembro y también tus dedos.
Comenzás besando sus muslos, dando alguna que otra mordida inofensiva para luego plantar besos sobre su miembro y delinear con tu lengua la vena que lo recorre. No pasa mucho tiempo antes de sentir su mano sobre la parte posterior de tu cabeza, una silenciosa indicación o una orden que obedecés inmediatamente: cuando tu lengua se desliza sobre su punta y su sabor invade tus sentidos tus labios se cierran sobre esta para comenzar a succionar con fuerza.
Esteban no te la hace fácil, por supuesto que no. Su mano ejerce presión para que tomes más de su miembro en tu boca y no se detiene al sentir la forma en que tu garganta se contrae –una sensación que lo vuelve loco-, sabe que de necesitar parar vas a tocar su muslo dos veces. Acaricia tu mejilla y limpia las lágrimas que desbordan tus ojos antes de liberarte, observa fascinado la forma en que su miembro y tus labios permanecen conectados por un hilo de saliva.
Toma tus manos entre las suyas y masajea tus muñecas antes de llevárselas a los labios para besar con delicadeza las marcas en ellas, el recuerdo que las cuerdas de yute dejaron en tu piel. Cubre de besos el dorso de ambas manos y las yemas de tus dedos, cerrando sus ojos y suspirando cuando su lengua prueba el rastro que dejó en vos.
Te ayuda a ponerte de pie y te recuesta en la cama deshecha, el movimiento realzando el aroma de sus respectivos perfumes en las sábanas. Sus ojos recorren tu cuerpo de manera intensa antes de recostarse a tu lado y separar tus piernas con un simple toque de su mano, sus largos dedos instalándose entre tus muslos para acariciar superficialmente la piel alrededor de tu entrada.
-Mirá cómo te mojaste- acerca su mano a tu rostro para que puedas apreciar la forma en que sus dedos brillan bajo la tenue luz de la lámpara-. Abrí.
Tus labios se separan e introduce dos dedos en tu boca, el sabor de tu esencia esparciéndose sobre tu lengua rápidamente. Esteban clava sus ojos en los tuyos y observa la forma en que batallás para sostenerle la mirada cuando comienza a golpear tu garganta con sus dígitos: una de tus manos cerrándose sobre su muñeca a modo de advertencia, o tal vez súplica, basta para que los retire. Te recompensa besando tu mejilla y presionando sus dedos contra tu entrada.
-Por favor- humedecés tus labios-. Necesito…
-¿Qué necesitás?
-A vos.
Una sonrisa de satisfacción tira de sus labios y sus dedos se hunden en la calidez de tu interior con movimientos lentos, medidos y expertos. Centra su atención en tus puntos más sensibles, una acción reflejo del conocimiento que posee sobre tu cuerpo, y minutos más tarde su pulgar masajea tu clítoris siguiendo el mismo ritmo.
Tus gemidos cada vez más altos acompañan los sonidos obscenos que reverberan en las paredes desnudas de la habitación y las muecas que atraviesan tu rostro, junto con la contracción de tus paredes alrededor de sus dedos, le permiten saber que tu orgasmo se acerca. Normalmente te haría esperar, pero decide darte el capricho sólo por esta vez y cuando intentás advertirle asiente de manera comprensiva para hacerte saber que tenés su permiso.
Silencia tus gemidos besándote en el momento justo y disfruta el hecho de que te cueste corresponder el beso, tus piernas se cierran con fuerza ante el placer abrumador y no sos consciente de que tus uñas se entierran sobre la piel sensible de uno de sus hombros… Pero no le importa, Esteban adora que todo el mundo sepa que te pertenece tanto como vos a él.
Retira sus dedos y utiliza tus fluidos para lubricar su miembro, pero se detiene al posicionarse entre tus piernas para apartar los mechones de cabello que caen sobre tu rostro y asegurarse de que te encontrás en las condiciones adecuadas para continuar. Desliza su punta entre tus pliegues y el calor de esta te roba un suspiro que se transforma en un gemido cuando por fin te penetra.
Para distraerte del ardor inicial provocado por la intrusión, Esteban acaricia tu cadera y dibuja círculos sobre tu clítoris sensible. Observa la forma en que su miembro se desliza entre tus pliegues, tu entrada apretada cediendo lo suficiente para que él logre hundirse profundamente en vos, y aparta la mirada de vez en cuando para observar en tu rostro las expresiones que ya conoce. Están grabadas a fuego en su memoria pero no puede evitarlo, adora verte.
Te perdés en el placer y la sensación de sus caricias, de tu boca sólo surgen palabras sin sentido pero Esteban comprende que es la forma en que rogás por más. Descansa su peso sobre una de sus manos y la otra toma tu mejilla antes de comenzar a mover sus caderas con fuerza, abusando de tu punto dulce como sólo él es capaz de hacerlo.
El pulgar rozando tu mejilla se desliza entre tus labios y su mirada vuelve a perderse entre tus piernas, la imagen desplegándose frente a sus ojos es casi suficiente para hipnotizarlo y tus gemidos son su melodía favorita, siempre acompañada por el ostinato que producen sus pieles en contacto.
-¿De quién es esta conchita?- remarca sus palabras con una fuerte embestida-. Decime, dale.
El dedo en tu boca te impide hablar casi tanto o más que el placer que nubla tu mente y Esteban es consciente de ambas cosas, pero no significa que deje de esperar una respuesta de tu parte. Retira el dígito de manera brusca y la palma de su mano impacta con fuerza sobre tu mejilla, el escozor devolviéndote a la realidad demasiado tarde.
En un segundo te posiciona dejándote sobre tu estómago y se sienta sobre tus muslos, desliza sus uñas sobre las aun notorias marcas que sus manos dejaron en tu piel hasta hacerte llorar y luego masajea la zona afectada. La punta de su miembro roza tu entrada por una fracción de segundo antes de que te penetre con fuerza y deje caer su pecho sobre tu espalda, su peso corporal haciéndote sentir protegida al igual que sus labios besando tu cabello.
Con las fuerzas restantes en tu cuerpo te reincorporás lo suficiente para voltear a verlo, intentás pedir que te bese pero lo único que escapa de tus labios entreabiertos son gemidos y sonidos de desesperación. Acerca su rostro al tuyo y escupe sobre tu lengua, observando con atención la forma en que las emociones tiñen levemente tus mejillas antes de tragar su saliva.
La sensación de su miembro golpeando el punto más profundo en tu interior te lleva al borde de otro orgasmo, ocultás tu rostro contra la almohada y tu mano se cierra sobre su muñeca.
-Por favor, por favor- rogás, tus palabras apenas audibles-. ¿Puedo?
-Sí, bebé- besa tu sien con delicadeza, una acción que contrasta con la agresividad de sus estocadas y los sonidos húmedos que estas provocan.
Intentás ahogar un grito mordiéndote el labio, pero es completamente inútil una vez que alcanzás el orgasmo y el placer se extiende por todo tu cuerpo. Una de tus manos se cierra con fuerza, haciendo un puño con las sábanas, mientras las uñas de la otra marcan nuevamente la piel de Esteban y aprisionás la almohada entre tus dientes.
Unos segundos más tarde, cuando la sensibilidad  post orgasmo amenaza con convertirse en tortura, sentís la forma en que Esteban llena tu interior y sus movimientos se detienen. Susurra palabras dulces en tu oído, entre ellas apodos como princesa y bebé, y riega besos en cada sitio que sus labios encuentran en su camino hasta tu boca.
-¿Estás bien?
Te aclarás la garganta.
-Perfecta- le dedicás una sonrisa.
Su miembro abandona lentamente tu interior y observa la forma en que su semen escapa de tu entrada -que se contrae ante la pérdida de él-, cayendo sobre tus pliegues y manchando las sábanas. Utiliza un dedo para recoger los restos de ambos y los empuja nuevamente hacia tu interior haciendo caso omiso de tus protestas.
-¿Qué te parece si nos damos una ducha y comemos algo?- propone mientras te ayuda a sentarte. Es una pregunta retórica, no tenés otra opción; Esteban es sumamente cuidadoso y jamás permitiría que experimentes los efectos de un descuido o la falta de atención luego de una sesión. Además, ¿por qué te negarías a ser consentida por él?
Te acompaña al baño y ambos esperan a que la temperatura del agua sea la ideal para entrar en la ducha, ignorando el vapor que empaña por completo los azulejos y el espejo. Lava tu cabello con cuidado y hacés lo mismo con el suyo, masajea gentilmente tus hombros y los músculos de tu espalda, y cuando salen observa con atención cómo realizás tu rutina de skincare.
Se acerca y rodea tu cintura con sus brazos, la punta de su nariz rozando tu cuello mientras mira tus ojos en el reflejo del espejo. Te sonríe, agotado y somnoliento, y sabés que tu lugar en el mundo siempre será entre sus brazos.
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nonuwhore · 5 months
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em alto e bom som.
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contém: linguagem vulgar; masturbação (f) e fingering; menção a mordidas e masturbação masculina; menção muito rápida ao que pode ser interpretado como free use; wonwoo service top? talvez, eu gosto de imaginar ele assim.  nota da autora: aqui estou eu de novo, me repetindo sobre os mesmo tópicos com o wonwoo. não é à toa o nome desse blog, nunca se esqueçam disso. 
Você passou na frente da TV e um tapa foi desferido na sua bunda, sem dó, sem piedade, com a mão cheia.
“Wonwoo! Que isso?”, riu, segurando a planta no braço e a colocou no lugar de sempre, com fazia toda semana naquele mesmo horário depois de molhá-la. Ele te ofereceu um sorriso meio pervertido sem tirar os olhos da tela e segurando o controle do videogame novamente, apertando os botões com agilidade. “Você não tá no seu normal esses dias, né?”
  E quando você se referia ao normal do seu namorado, dizia sobre ele nunca demonstrar em excesso o quanto era atraído por você. Não que faltasse demonstrações, pelo contrário, Wonwoo era um amante apaixonado, sempre te deixando sem ar e desnorteada quando te beijava e principalmente fazendo você gozar quantas vezes sua baixíssima energia permitisse. Mas você era mais direta e frequente quando se trata de dizer o quanto o deseja, mordendo um pedacinho do pescoço quando tudo que ele tinha pedido era um abraço, dizendo as maiores baixarias no ouvido dele no meio de uma multidão ou se jogando no colo do seu namorado quando chegava em casa, desesperada pra abrir as calças dele e pronta para manifestar toda a saudade que sentiu. 
Essa era uma dinâmica que funcionava e que ambos curtiam. Você gostava de ser maluca por ele, e Wonwoo, na medida do que ele podia e conseguia, te retribuía. Só que você não podia negar que estava gostando desses novos hábitos. Você se sentia desejada e era bom, o jeito que ele te olhava agora enquanto subia a calcinha e colocava o sutiã depois do banho, satisfeito por ter sido que tirou e planejando para os próximos minutos tirar de novo.
Naquela noite, depois de um jantar divertido beirando ao sensual, enquanto ele beijava suas coxas na intenção de alcançar o que elas escondiam, você achou que era importante que ele soubesse disso.
“Gosto quando você me trata assim.”
“Assim como?”, perguntou, mordendo sua pele e em seguida tirando os óculos do rosto, pousando delicadamente na mesa de cabeceira.
“Como se tivesse morrendo de tesão”, respondeu, segurando um gemido enquanto o via tirar o suéter perfumado que te fez sonhar acordada a noite toda.
“Mas eu tô”, brincou, te puxando pra mais próximo da beira da cama pelo tornozelo com um esforço negativo e você riu, animadíssima.
“Eu sei que você sente tesão por mim, dá pra ver”, apontou despretensiosamente pro volume dentro da calça que ele desabotoava, “mas é legal quando você perde um pouco essa sua pose e age como um homem normal com tesão, de um jeito meio… pervertido?”, pensou em voz alta, não achando naquele momento a palavra ideal.
Wonwoo separou delicadamente suas pernas e se posicionou entre elas, os braços apoiando o peso do corpo e o cabelo do topo da cabeça que crescia como grama, tocando sua testa, macio.
“Gosta mesmo?”, perguntou com a voz baixa e você assentiu, presa no olhar dele, no cheiro e a atmosfera que se estabelecia sempre que vocês estavam assim. “Você quer que eu diga mais quanto eu te desejo?”, e beijou diversos pontos do seu pescoço, respirando pesado, esperando sua resposta que veio em formato de gemido estremecido. “Quer que eu diga tudo?” 
“Sim… Por favor”, seu coração batia rápido, ansiosa pelo que ele estava preparando pra você.
“Abre a boca pra mim, amor”, e quando você permitiu, dois dedos longos inspecionaram a cavidade e seus lábios automaticamente se fecharam em volta deles quando você reparou no olhar perdido de Wonwoo pelo contato com a sua língua quente e úmida, a respiração descompassada e todas as coisas que podiam estar acontecendo com você na imaginação dele.
A língua do seu namorado tomou o lugar dos dedos dentro da sua boca, e esses se encaminharam para o centro das suas pernas. Você gemeu e vibrou contra os lábios dele quando sentiu as digitais quentes e úmidas adentrando seu centro e Wonwoo deixou de te beijar para te assistir gemer. 
“Sabia que eu tenho sonhos eróticos com você?”, a informação te pegou desprevenida e seus olhos se abriram automaticamente, se fechando de novo quando os dedos se curvaram, abrindo espaço, em movimentos fundos e dolorosamente lentos. “Já tive vários, inclusive. Mas na última semana eu tive todos os dias, sem falta. E a coisa que eu mais lembro deles é sua voz, assim, toda manhosa, todinha pra mim”, você gemeu mais alto, em resposta, mas também afetada pelo quanto a voz dele era grave e arranhava sua pele por dentro. 
Você tentou enrolar suas pernas na dele, em busca de mais, mais de algo que não sabia o que era, porque Wonwoo já estava literalmente dentro de você, mas algo inconsciente te conduzia. Chamou pelo nome dele em súplica, do jeito que ele queria, você imaginava, e ele chiou de volta, como se entendesse perfeitamente algo que nem você sabia com certeza.
“Esse é o tanto que eu te desejo. Não consigo parar de te desejar nem quanto tô dormindo”, os dentes arranharam seu pescoço e uma das suas pernas foi empurrada para o lado, dando o espaço que ele precisava para retirar os dedos de você e massagear com o dedão o ponto mais sensível, com uma pressão equilibrada, bagunçando ainda mais os líquidos que escorriam de dentro de você. 
Suas unhas se cravaram no braço dele, deixando alguns arranhões que você sabia que seu namorado gostava de ostentar, e deitando ao seu lados, Wonwoo te puxou de costas, te encaixando no colo dele e continuando o mesmo carinho. “Você é tão gostosa e eu tô pronto pra te dizer isso com mais frequência, mas eu também amo o jeito você sempre me diz, em voz alta, que eu posso fazer o que quiser com você. Só de pensar eu fico duro…”, a voz dele parecia um pouco sôfrega agora, segredando, como se estivesse com medo de ter que fazer uma troca.
“Hoje você tá quietinha, né?”, ele riu baixinho e por instinto mordeu a ponta da sua orelha, “tudo bem, hoje eu cuido de você”, e ele te observou segurar o braço com mais força, o corpo se contorceu parecido com um espasmo e ele sabia. “Pronto, pronto. Vai gozar, amor? Vai deixar eu sentir essa bucetinha piscar no meu dedo? Porra, você não sabe o quanto isso me deixa doido. Eu penso em você assim sempre que eu me toco e é tão bom… Não tão bom quanto você.”
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iilouishoth · 5 months
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she's an angel only angel - christmas one🎄
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louistop / 24
hbottom / hinter / 18
harry sendo tratada no pronome feminino¡!
daddy kink¡!
somnophilia
exibicionismo
one de natal ainda ta valendo porque só se desmonta as árvores dia 06 de janeiro💋💋💋
🎄
"Mas Lou e se eles não gostarem de mim?" a voz beirava a incerteza e Louis a conhecia muito bem pra saber que agora a ponta de seu dedo indicador estava sendo mordida.
— Harry, minha menina, é impossível isso acontecer, é impossível alguém não gostar de você — ele terminava de separar a calça social — Por favor se troque logo e vem pra cá, é só meu pai e minha mãe, estou te esperando, beijos meu doce.
Era natal e aniversário de Louis, a época mais gostosa do ano havia chego, onde toda a família Tomlinson se reunia e fazia a maior festa. Sempre foi assim, desde que Louis havia completado 4 anos.
Mas agora com seus 24, as coisas estavam diferentes. Ele ainda morava com seus pais não porque era obrigado, mas sim porquê gostava de estar junto deles, do conforto que era sua casa.
Era somente ele, seu padrastro Mark, -que era como um pai- e sua mãe Johhana. As irmãs se mudaram quando completaram 20 anos, estavam atrás de seus sonhos, mas estavam sempre vindo visitá-los.
Hoje porém não ia ser apenas os três. Louis havia finalmente encontrado alguém. Harry. A menina de cachinhos cor de chocolate e olhos verdes como esmeraldas.
Louis havia ficado perdidamente encantado desde o primeiro dia que chegou na agência de fotografia para seu primeiro ensaio após ser contratado.
A menina era angelical, ele se lembra bem dela entrando na sala com os cachos caindo por seus ombros e rosto, um sorriso doce e meigo em seus lábios e aquela roupa lilás a deixava ainda mais linda.
Os dois trocaram olhares durante todo o ensaio, Harry estava encantada também com o fotógrafo de olhos azuis ele era charmoso por si só, era gostoso ver a forma como ele mordia os lábios e puxava a franja pra trás antes de apertar o botão pra tirar a foto.
O pedido de namoro não demorou pra sair, duas semanas depois eles já estavam com alianças e mais felizes do que nunca. Isso tudo já fazia 7 meses e os pais de Louis ainda não a conheciam, o garoto queria traze-lá no natal pra que ela pudesse também comemorar o aniversário com ele.
Louis terminou de passar o perfume e checou uma última vsz sua roupa no espelho, sua camisa de gola alta preta contrastava com a calça cinza.
Desceu as escadas em pulinhos rápidos e viu a mesa toda decorada, velas acesas em pedestais, pratos decorados, taças finas, vinhos postos sobre a toalha de renda bonita.
Sua mãe como sempre vestia suas roupas mais bonitas, seu pai estava com seu terno preto. As luzes eram amareladas e deixavam o ambiente aconchegante junto dos piscas piscas da árvore de natal.
— Acho que Harry já deve estar chegando — Louis puxou assunto.
Viu o rosto de sua mãe se iluminar.
— Estou ansiosa pra conhecê-la Lou, ela parece ser tão doce.
Antes que Louis pudesse responder a campainha tocou e seu coração se acelerou. Ele saiu rapidamente em direção a porta e a abriu.
Ele desejou que seus olhos fossem câmeras polaroids, daquelas em que capturam as cores vivas e deixam as fotos ainda mais bonitas. Harry estava impecável.
Seus cachos foram a primeira coisa que chamaram a atenção de Louis, eles eram tão soltos e brilhosos, os lábios tinham a cor vermelha, como a decoração que a mãe de Louis havia posto na mesa, a ponta de seu nariz brilhava assim como seus olhos.
Seu tronco era coberto pelo suéter creme, suas unhas em vermelho, mais forte que o tom de sua boca, sua saia xadrez preta e vermelha era tão curtinha, não cobria nem metade de suas coxas branquinhas. Em seus pés suas botinhas pretas.
— Minha menina! — Louis segurou na cintura dela e grudou seus lábios, ela tinha gosto de menta e seus lábios estavam muito gelados.
As mãos dela se enroscaram nos cabelos de Louis, ele quase gemeu.
— Não me provoca agora boneca, por favor — ele pediu a trazendo pra dentro da casa.
Seus pais estavam na sala esperando Harry, Louis pediu que ela deixasse a bolsa pendurada no hall e segurou novamente na cintura dela, dessa vez a prendendo em frente ao seu corpo.
Ele a levava até a sala dessa maneira, colado em seu bumbum. Seus lábios foram rápidos até a orelha dela sussurrando baixo assim que eles entraram na sala.
— Não poderia levar você pra conhecer minha mãe em uma saia tão curta assim — os dedos apertaram a pele do quadril dela — Mas acho que gosto disso.
Ele sabe que Harry estava vermelha de vergonha pois sentiu a respiração desregulada dela. Louis saiu de trás dela com um sorriso ladino, seu braço se apoiou sobre o quadril fininho.
— Pai e mãe, essa é Harry — ele colocou um cachinho atrás da orelha dela e deixou que a bochecha vermelha ficasse a vista. Era óbvio que estava envergonhada. — Meu anjo, essa é minha mãe e meu pai.
Harry sorriu meigo, seus olhos se fecharam e seus dentinhos de coelho apareceram.
— Oi Sra. Tomlinson — sua voz era tão baixa e tão extremamente quebrada, que Louis quis sorrir.
— Pode me chamar de Johhana querida, é um prazer conhecê-la, bem que o Louis disse que você é um anjo.
Ela corou ainda mais forte pelo elogio.
— O-oi Sr. Tomlinson. — ela gaguejou timidamente.
Mark sorriu e esticou sua mão a menina, saudando de forma doce.
— Sinta-se em casa menina e não precisa de formalidade, sou apenas o Mark. — ela concordou com a cabeça sorrindo pequeno.
Harry se sentia em casa, acho que os pais de Louis haviam gostado dela.
⠀⠀⠀⠀ ⠀ ៸៸៸ ⠀⠀⠀⠀ ⠀
— E você gosta do seu trabalho Harry? — a voz de Johhana se espalhava na mesa enquanto todos comiam a comida saborosa.
Harry limpou o canto de seus lábios e sorriu pequeno.
— Eu amo, desde criança tenho o sonho de ser modelo e quando pude finalmente realizá-lo foi o dia mais feliz da minha vida. E afinal se não fosse por isso não teria conhecido Louis. — ela olhou com os olhos brilhantes pra Louis, deixando um selinho na boca dele.
Tomlinson sorriu encantado, os dois estavam presos na bolha da paixão.
O de olhos azuis desceu a mão sobre as coxas de Harry deixando um aperto gostoso. Sua mão permaneceu ali, era um carinho leve.
Todos engataram em uma conversa incansável sobre natal, sonhos, futuro e logicamente sobre o aniversário de Louis.
— Oh querido, eu te trouxe um presente, posso te entregar mais tarde, está na minha bolsa — Harry disse baixo a Louis.
Tomlinson novamente sorriu e acarinhou mais as coxas da namorada, ele subiu um pouco mais a mão entrando com os dedos por debaixo do tecido fino da saia.
— Não precisava minha menina, você por si só é meu presente. — os dois estavam sozinhos na mesa de jantar, os pais de Louis estavam pegando as sobremesas.
As digitais de Louis procuravam pelo tecido fino da calcinha da namorada por debaixo da saia. A pele era tão suave e lisa que Louis podia grudar seus dedos nela pra nunca mais tirar.
Os pais de Louis demoravam na cozinha e ele agradecia pois o carinho que fazia na namorada estava tão bom. Seus dedos alçaram a virilha de Harry e ele não encontrou o tecido fino e costumeiro da calcinha dela.
Seus olhos se viraram pra ela como se esperasse uma resposta, ela tinha as bochechas vermelhas e os olhos brilhavam, ela encarava o quadro a sua frente.
— Louis querido, você vai querer o mousse de morango? — Tomlinson virou seus olhos pra sua mãe na porta da cozinha segurando a travessa com o doce.
— Pode ser mãe, acho que a Harry também, não?.
Ele se virou pra namorada no mesmo momento em que esfregou a ponta de seu dedo médio no clitóris dela, estava tão molhada que Louis poderia se afundar nela agora mesmo.
A menina contra sua própria vontade virou pra Johhana, seus olhos estavam tão tão brilhantes, sua bochecha doía. Ela apenas chacoalhou a cabeça pra afirmar que queria sim da sobremesa.
Louis assistia tudo com um sorriso sacana, seu dedo não parava a massagem curta e gostosa que fazia e ele sentia ela tentar fechar as coxas.
— Para de tentar fechar a porra dessa perna — ele sussurrava tudo tão pornograficamente que Harry tinha vontade de se levantar e sentar sobre ele.
Ela deitou a cabeça sobre o ombro de Louis e escondeu o rosto com as mãos. Ela queria poder gemer tão alto, queria poder segurar os cabelos de Louis como sempre fazia, mas os pais dele estavam no cômodo ao lado.
Ela sentia a ponta dos dedos de Louis raspando em seu grelinho fazendo espamos se espalhar por todo seu corpo. Louis pegou no queixo da menina e levantou minimamente.
— Levanta o rosto meu anjo, meu pai e minha mãe não podem ter a impressão de que você é uma putinha, podem? — ele sussurrou tudo tão pecaminosamente que Harry quis chorar.
No momento em que Harry levantou a cabeça com as bochechas vermelhas Johhana entrou pela porta carregando as travessas de doces sendo seguida por Mark.
As sobrancelhas da mãe de Louis se franziram quando observou atentamente a nora, ela tinha as bochechas tão vermelhas e os olhos tão brilhosos.
Louis por outro lado parecia tão calmo, seu rosto era tranquilo o que também tranquilizou Johhana que não questionou o comportamento da garota.
O Tomlinson mais novo continuava a acariciar o grelinho de Harry, ela escorria lubrificação por debaixo de mesa e era tão tão molhada que Louis queria poder lambe-la.
— Aqui Harry, espero que goste querida. — Mark entregou o prato onde continha do doce que ela havia pedido.
Ela agradeceu baixinho, quase nem expondo sua voz com medo de que gemesse sem querer.
Louis desceu seus dedos, agora eles acariciavam a entrada da bucetinha da menina, ele podia ver pelas reações do corpo dela o quão nervosa estava.
Com sua mão livre comia do doce que sua mãe havia lhe dado, saboreava tão lentamente que parecia que não estava fazendo nada de tão pecaminoso por debaixo da mesa.
Quando Harry levou a colher até a boca Louis inesperadamente enfiou seu dedo na bucetinha apertada. Era tão ridiculamente apertada que parecia que Louis nem mesmo havia usado tantas vezes.
— H-hmf — a de cachos deixou escapar sem querer e arregalou os olhos quando a mãe de Louis lhe encarou.
— Tudo bem meu anjo? — foi Louis quem perguntou enquanto ainda metia seu dedo nela.
A menina o queimou com os olhos antes de sussurar — S-sim, o doce está o-ótimo afinal Johhana.
— Obrigada querida. — ela respondeu desconfiada do comportamento da garota.
Por outro lado Harry queria tirar todas suas roupas e deitar sobre a mesa, deixar que Louis usasse de seu corpinho, deixar que ele a fizesse gozar tantas vezes que a bucetinha dela pudesse até mesmo arder.
No entanto tudo o que podia fazer era rebolar disfarçadamente sobre o dedo médio do namorado. Esse que percebeu que Harry queria mais e a ajudou enfiando mais um dedo.
Ela tremeu sobre a cadeira, quietamente, seus dentes apertavam tanto seus lábios que ela achou que sangrariam. Ela comia o doce agora com rapidez pra que pudesse subir ao quarto de Louis.
— P-papai, por favor preciso s-subir com você — ela sussurrou tão perto da orelha de Louis que ele arrepiou — come s-seu doce rápido.
Louis no mesmo instante, comeu somente mais duas colheradas do doce de sua mãe e empurrou o pratinho sobre a mesa.
— Mãe, pai, vou subir com Harry ela não está muito bem — ele disse aos pais e surrou ainda mais o pontinho dela — Acho que é o nervosismo por conhecer vocês, depois descemos tudo bem?
Os pais de Louis concordaram rapidamente e desejaram melhoras a Harry. A garota agora sentia o melzinho escorrer por sua bocetinha toda conforme se levantava da cadeira da cozinha, já se sentindo tão vazia sem os dedos de Louis dentro de si.
Tomlinson se agarrou atrás da menina novamente colando seu caralho duro na bunda dela. Eles subiam tão rápido os degraus que parecia mesmo que a menina passava mal.
Assim que Louis fechou a porta do quarto ele preensou a menina na porta, seus dedos apertaram o pescoço dela tão forte que impossibilitava até mesmo a respiração.
No entanto no rosto de Harry um sorriso sacana dançava sobre seus lábios e seus olhos tinham um brilho tão prazeroso.
— Você é mesmo uma putinha não é, meu anjo? Não passa de uma vadia exibicionista que adora ter meus dedos dentro de você a toda hora — sua outra mão agora se apossava da boca de Harry.
Ele soltou o pescoço dela e segurou nos cachos, a trazendo até a cama de casal. Louis a usava como uma boneca, tanto que a jogou sobre a cama como se fosse uma pena.
Ele a virou com a bunda redonda pra cima, o tecido fino da saia subia sobre a pele avantajada deixando-a quase toda a mostra. O de olhos azuis subiu sobre as pernas dela ficando com o caralho apertado sobre as coxas dela.
Ele passeava com as mãos na pele lisa e macia, onde bem entendia, ele conhecia todo o corpo dela, era como se tivesse um mapa em sua cabeça dizendo exatamente onde colocar as mãos.
Harry gemia baixinho na cama arrebitando sua bunda com a intenção de que Louis apertasse ainda mais. Ele a conhecia pra saber a putinha que tinha. Seus dedos foram pro meio das coxas sentindo-as molhada.
— Você é meu presentinho sabia Harry? — ele abaixou seu rosto e beijou as costas da menina, repleta de pintinhas — O meu melhor presente de aniversário, só eu posso te ter assim, totalmente submissa e desesperada debaixo de mim, implorando pelo meu pau te comendo, não é?
A menina só sabia gemer, de sua garganta somente gritos saíam, suas mãos agarravam os lençóis da cama de Louis como se pudesse descontar ali a vontade que tinha.
Sem esperar mais Louis levou seus dedos novamente a entrada da bucetinha da menina, eles entraram em uma facilidade tão grande que Louis quis afundar seu pau ali.
Ela gemia tão alto e tão desesperada que Louis tinha seus olhos brilhando, mas a parte consciente da sua cabeça dizia que seus pais podiam escutar os gritos dela.
Por isso Louis levou suas mãos até os cabelos da nuca dela, apertaram tão forte que ele levantou a cabeça dela do travesseiro.
Ainda com seus dedos trabalhando dentro dela ele lentamente se abaixou até que sua boca estivesse na altura da orelha dela sussurrando baixo: — Minha menina eu sei que você é exibicionista e gosta que todos saibam que eu sou seu dono, mas cala a porra dessa sua boquinha linda porque eu acho que você não quer que meus pais venham interromper nossa brincadeira, quer?
A menina tinha os olhos chorosos enquanto seus dentes prendiam os lábios gordinhos por entre eles.
— Eu te fiz uma pergunta meu anjo, acho melhor me responder. — como se tivesse esperando a resposta ele parou com os movimentos dos dedos.
— N-não Lou, não quero que eles nos interrompam, prometo g-gemer mais b-baixo.
Louis a beijou no nariz e voltou a empurrar seus dedos, exatamente no pontinho onde ela tremia as pernas. Como havia prometido ela tampou a propria boca afim de não deixar nenhum som sair.
Louis com a mão livre soltou a braguilha de sua calça deixando finalmente seu pau livre, estava tão vermelho e molhado. A menina não demorou a levar a mão até o cacete dele o apertando por entre os dedos.
As luzes de natal que estavam penduradas na janela do quarto de Louis faziam Harry ficar ainda mais linda, seus olhos eram tão verdes e seu corpo todo brilhava pelo suor.
A menina se contorcia na cama conforme Louis abusava de seu pontinho, era um trabalho e tanto pra ela manter os gemidos só pra si. As unhas pintadas de vermelho foram até a nuca de Louis o puxando contra si.
Ela encostou a boca na orelha dele e começou a gemer baixinho com pequenos pedidos de "por favor" ela nem sabia pelo o que pedia, mas Louis entendia exatamente o que ela queria.
No mesmo instante começou a chacoalhar os dedos dentro da menina, era a maneira certeira de fazê-la tremer.
Os dedos de Harry que estavam em volta de seu pau o apertaram no mesmo instante em que ela deixou o orgasmo tomar conta de seu corpo. As pernas tremiam e a cabeça caiu sobre os lençóis brancos de Louis.
— Isso meu anjo, fica toda molinha pra mim — ele sussurrava perto da orelha dela — Fica bem molinha pra eu poder comer sua bucetinha com meu pau agora.
Os dedos de Louis sairam em um plop molhado da buceta de Harry, ela sentiu os olhos marejarem quando pode sentir a sensação vazia que se instalou em sua bucetinha. E Louis viu.
— Calma minha menina, eu sei que você gosta de estar sempre cheia, seja com meu pau ou com os meus dedos, eu já vou te dar o que você quer. — ele novamente a tratou como uma boneca.
Segurou na cintura da menina e a virou na cama, deixando-a com a barriga pra cima. A bucetinha dela estava vermelinha e toda molhada pela baba que ela expelia.
Os olhos dela já estavam sujos de preto pelo rímel que ela havia passado, assim como todo o corpo estava suado.
Louis não aguentou não lamber toda a bocetinha dela, não quando ela parecia tão gostosa. Ele esfregou a língua no clitóris sensível o que fez a cacheada tremer, seus lábios sugaram também o grelinho pra dentro de sua boca.
Ele deixava a bucetinha dela ainda mais molhada, era uma bagunça gostosa de saliva. Seu dedo médio novamente se voltou pra entradinha dela quando Louis começou a esfregar seu cacete no lençol.
Era uma fricção tão absurdamente gostosa que o fazia chupar com mais afinco a boceta da namorada. Ela mantinha dois dedos na boca afim de não deixar nenhum som sair dali.
Louis tinha vontade de sorrir e fotografá-la por ser tão extremamente submissa dessa maneira. Ele havia pedido pra que ela não gemesse e ela como uma cadelinha submissa o obedecia.
— Você é minha cadelinha submissa sabia? — ele levantou seus olhos pro rosto dela, essa que nem fazia questão de abrir os olhos — Estou falando com você, acho bom abrir esses olhos e me escutar direito.
Ela sorriu fraco e abriu os olhos na direção de Louis, eram tão brilhosos e submissos, eram tão bonitos. Louis sentia o formigamento no pé de sua barriga por isso aumentou a velocidade de seus dedos, se ele viria, Harry iria vir primeiro.
A lubrificação da menina ficou mais abundante e os gemidos abafados se tornaram mais desesperados, Louis soube que ela estava vindo de novo por isso voltou sua boca a bocetinha dela lhe ajudando.
Ela tremeu e gozou novamente sobre o lençol, Louis no entanto empurrou seu pau mais duas vezes na cama e antes que pudesse se derramar foi rápido em se levantar e colocar a cabecinha vermelha de seu pau na bocetinha dela.
A porra branca escorreu sobre a buceta vermelha, a deixando ainda mais molhada e babada. Era tão bonito que Louis ficava encantado.
O pau de Louis estava duro, como se não tivesse expelido toda a porra. Por esse motivo Tomlinson tampou a boca da menina com a palma de sua mão e sem mais nem menos meteu seu pau na bucetinha dela.
— P-papai! — ela gemeu abafado contra a mão de Louis fazendo este sorrir sacana.
— Isso amor, seu papai.
Ele se abaixou e começou a chupar o peitinho bonito dela, era tão gostoso ter ele em sua língua. Mais gostoso ainda era poder o chupar até deixar a marquinha roxa que ele frequentemente deixava.
A menina tremia sobre a cama, o pau de Louis era tão gostoso surrando seu pontinho G a cada vez que entrava nas paredes apertadas dela.
Louis nunca se cansaria da sensação molhada e quente que a namorada tinha, era tão gostosa que ele viveria com o pau dentro dela, era tão gostoso.
Seus movimentos eram brutos e fortes, faziam barulho pelo quarto, junto dos gemidos abafados de Harry, ele sabia que provavelmente seus pais escutariam mas não se importava com isso, pelo menos não agora que tinha seu cacete comendo Harry.
— Você é minha boneca sabia? Só minha Harry — ele olhava tão intensamente nos olhos verdes da menina que eles lacrimejavam. — Fala pra mim meu anjo, de quem você é?
Harry estava lenta, seu raciocínio estava lento, todo seu corpo estava.
— S-sou sua boneca papai Louis, somente sua p-pra você usar e a-abusar quando quiser.
Louis aumentou as estocadas no mesmo instante em que levou sua mão até o grelinho duro da menina. Ela iria gozar mais uma vez junto com Louis.
— Boa garota meu amor! — o elogio soava como música pros ouvidos dela.
Ela adorava que a elogiassem, principalmente com aqueles em que ela parecia um mero objeto.
Louis começou a deixar estocadas certeiras na bucetinha dela, estimulava o grelinho com mais rapidez fazendo-a prender a entrada da boceta e causar arrepio nos dois.
Ele sabia que ela viria logo. Continuou a meter nela e estimulando o grelinho ele voltou a chupar os peitinhos já vermelhos.
Em um instante Harry prendeu a respiração e tremeu a perna, logo em seguida Louis pode sentir o líquido sair em abundância da bucetinha de Harry expulsando até mesmo seu pau de lá de dentro. Estava esguichando como rotineiramente fazia.
— L-lou! — ela sibilou com os olhos lacrimejando.
Louis olhava a cena completamente orgulhoso, seus olhos brilhavam e sua mão não deixava de trabalhar em seu pau o estimulando.
Ele logo veio, dessa vez se desmanchando sobre o peitinho de Harry a deixando toda suja.
Demorou alguns minutos pra que os dois voltassem a consciência e pudessem respirar de forma regulada.
— Feliz aniversário Lou, amo você — Harry sussurrou baixinho ao namorado.
— Também amo você, minha menina!.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀ ៸៸៸ ⠀⠀⠀⠀ ⠀
Harry acordou com a leve queimação que sentia no pé da barriga, a rotineira sensação de orgasmo de espalhava por seu corpo e ela nem mesmo havia aberto os olhos ainda.
Podia sentir a respiração de Louis atrás de si, assim como também podia sentir sua bucetinha sendo usada, estava tão quentinha e molhada.
Ela levou sua mão até sua boceta esfregando o dedo médio e o anelar em seu grelinho, estimulando seu corpinho ainda mais pra que seu orgasmo fosse mais intenso.
Sentiu Louis morder seu ombro e logo em seguida a porra quentinha escorrer dentro de si, ela podia sentir o pau dele pulsando absurdamente dentro de sua bocetinha enquanto recebia toda a porra quietinha.
Assim que ele terminou de jorrar toda a porra, retirou seu pau devagar enfiando seu dedo indicador novamente na bucetinha dela.
— Papai quer que você guarde esse presente de natal aí, pode ser? Você disse ontem que era minha bonequinha e que eu podia te usar quando quisesse e eu usei, agora quero que guarde meu presentinho, pode ser?
— T-tudo bem papai, vou ficar cheinha de você.
Ela lambeu a ponta de seus próprios dedos. Louis tirou o dedo de dentro dela a fazendo prender a entrada da boceta pra que nada que estivesse ali saísse.
Louis a virou e a beijou na ponta do nariz, na testa e deixou um último na boca.
— Você me deu um presente de aniversário ontem e hoje eu tô te dando o seu de Natal. — ele sussurrou com os lábios raspando com os da menina — Inclusive Feliz Natal, minha menina.
— Feliz Natal Lou e obrigada pelo presente, você é um ótimo papai.
Ela fechou os olhos quando Louis a puxou pra deitar em seu abraço quente e caloroso, afinal ainda eram sete e meia da manhã.
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al-boom · 2 months
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*aparece mágicamente* holii traigo otra (3era) parte de headcanons (la universidad gente quita tiempo y vida...) A lo que vinimos <(⁠ ⁠╹⁠▽⁠╹⁠ ⁠)>
Lawlu💕
1- la primera vez que law le dijo "te amo" a luffy, luffy no pudo mirarlo por una hora debido a la sorpresa, pero cuando se le pasó lleno de besos la cara de law diciéndole que lo amaba.
2- luffy ama ver respirar a law. (es en el único momento que se queda callado y quieto xdd)
3- luffy es más celoso que law, tanto que le deja mordidas (moradas así mal) a law para marcar territorio.
Zosan✨
1- creo que ha ambos les gusta tomarse de las mano pero se tienden a pelear por ver quien lleva al otro.
2- Zoro no es para nada romántico, pero por sanji termino teniendo la costumbre de regalarle flores cuando están solos y sanji las cuida como si fueran un tesoro.
3- Zoro siempre se sorprende por la elasticidad de sanji, tanto que aveces va a ver cómo entrena sanji y siempre termina calentándose ksjdjskf
Y hoy fotito de Lawlu!!!💕💕 Ahí nos leemos, bye bye!!
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(reitero, las imágenes que pongo no son de mi propiedad. Las encuentro en ✨pinterest✨)
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