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#gloria a ti SEÑOR JESÚS.
eduardoskipper · 2 years
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letras-de-maye · 5 months
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Hoy es el último día del mes de noviembre, quizá miras con nostalgia pues lo que tanto haz pedido no llegó...
Ya casi termina el año y todo sigue igual, hasta lo ves venir peor, te sientes frustrado y el desánimo está anidando en tu corazón.
En Proverbios 18:21 leemos que TODO lo que sale de nuestra boca TIENE PODER, no mires más este año como un fracaso, no te lamentes ni te ates con los dichos de tu boca, el enemigo lleva a tu mente palabras negativas para menguar tu fe, no lo permitas.
Cuida lo que sale de tu boca, no te ligues ni maldigas.
El salmo 71:8 dice: Mi boca rebosa de alabanzas a tu nombre, y todo el día proclama tu grandeza.
Cuesta elevar cantos de alabanza y glorificar a Dios en medio de la adversidad, pero cuando tienes un corazón agradecido que reconoce LA DEIDAD DEL SEÑOR, que todo lo puede y no hay otro como Él, sabes que es EN TODO TIEMPO que debes adorarlo y sobre todo caminar en fe, soltar palabra de bendición creyendo, porque al que cree todo lo es posible, así lo dice Su palabra.
No olvides que a pesar de lo que hoy vives hay un Dios que te ha sostenido y te dará lo que te conviene a Su manera y en Su tiempo como siempre lo ha hecho.
Declara que estos últimos días del año verás la gloria de Dios de manera sobrenatural, vivirás por fe, no por lo que digan o estés viendo, que te esforzaras por agradar al Señor. Anula con toda palabra de maldición que ha salido de tu boca y corta con todo decreto que fue lanzado contra tuya y de tu familia en el Poderoso nombre de Jesús. Y empieza a soltar palabras de bendición y de fe, para ti, para los tuyos, confiando en que Su mano verás mover.
Yo creo en un Dios de Poder, y veré Sus promesas, si tú lo crees di Amén. ✨
—𝓒𝓸𝓷 𝓪𝓶𝓸𝓻 𝓜𝓪𝔂𝓮.
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#Misericordia_para_hoy
"Es por la misericordia y la bondad amorosa del Señor que no somos consumidos, porque Sus [tiernas] misericordias nunca decayeron. Son nuevas cada mañana; grande y abundante es su estabilidad y fidelidad".—Lamentaciones 3:22–23.
Las misericordias de Dios son nuevas cada mañana porque cada día solo tiene suficiente misericordia para ese día. Dios señala los problemas de cada día. Y Dios señala las misericordias de cada día. En la vida de sus hijos, ellos están perfectamente designados. Jesús dijo: “Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana, porque el día de mañana se inquietará por sí mismo. Le basta al día su propia angustia” (Mateo 6:34). Cada día tiene su propio problema. Cada día tiene sus propias misericordias. Cada uno es nuevo cada mañana.
Pero a menudo tendemos a desesperarnos cuando pensamos que quizás tengamos que soportar la carga de mañana con los recursos de hoy. Dios quiere que sepamos: no lo haremos. Las misericordias de hoy son para los problemas de hoy. Las misericordias de mañana son para los problemas de mañana.
A veces nos preguntamos si tendremos la misericordia de soportar una terrible prueba. Si, lo haremos. Pedro dice: “Si sois insultados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros” (1 Pedro 4:14). Cuando viene la injuria, viene el Espíritu de gloria. Le sucedió a Esteban mientras lo apedreaban. Sucederá para ti. Cuando se necesite el Espíritu y la gloria, vendrán.
El maná en el desierto se daba un día a la vez. No había almacenamiento. Así es como debemos depender de la misericordia de Dios. No recibes hoy la fuerza para llevar las cargas de mañana. Se te dan misericordias hoy para los problemas de hoy.
Mañana las misericordias serán nuevas. “Fiel es Dios, por quien fuisteis llamados a la comunión con su Hijo, Jesucristo nuestro Señor” (1 Corintios 1:9).
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SALMO 19:1-7
Interactuando con la naturaleza
Durante el sermón del monte, uno de los temas sobre los que Jesús habla es acerca de las preocupaciones de esta vida. Uno de sus consejos para lidiar con la ansiedad es precisamente contemplar la naturaleza creada por Dios. Él dice en Mateo 6:26: "Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?", y nuevamente en Mateo 6:28-30 dice: "¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?"
Estas impactantes palabras de Jesús nos llevan a reflexionar sobre el hecho de que Dios cuida de toda la creación, pero especialmente de sus hijos.
Cuando dirigimos nuestra atención hacia la naturaleza, vemos a un Dios detallista y creativo. Un artista que pinta todos los colores del cielo, los mares, las flores y los árboles. Un arquitecto que diseña montañas y valles. Un gran chef que inventa aromas y sabores deliciosos. Al contemplar la creación, vemos la gracia y la sabiduría multiforme de Dios.
Si admiramos el cuidado de Dios al crear tanta belleza y vida, tendremos la misma actitud del salmista en el pasaje de hoy, convencidos de que los cielos declaran la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Sin embargo, en medio de la rutina diaria, no siempre nos detenemos para contemplar y reflexionar sobre toda la belleza a nuestro alrededor y sobre lo que nos enseña acerca de nuestro Creador, aquel que colocó millones de estrellas en el cielo y todos los granos de arena en el mar.
Dios creó todo para que tú y yo lo disfrutemos y lo cuidemos.
En la historia de la creación, leemos que al hombre se le dio la responsabilidad de cuidar del jardín en el que Dios lo había puesto. Este es un principio válido para nosotros hoy. El Señor nos ha concedido el privilegio de disfrutar de su creación y la responsabilidad de cuidarla.
Hoy, dedica un momento para contemplar la belleza de la naturaleza y la grandeza de todo lo que Dios ha hecho y cómo revela su amor por ti.
Al mirar la inmensidad de la creación, nos damos cuenta de nuestra propia fragilidad. Esto nos enseña que debemos depender más de Dios y depositar toda nuestra confianza en él.
Al observar detenidamente todo lo que Dios creó, podemos percibir su cuidado, su amor, su gracia y su control soberano sobre todas las cosas. Esto debería llenar nuestro corazón de fe, alegría, paz y renovación en medio de nuestra vida ocupada.
Contemplar la naturaleza nos recuerda que debemos conectarnos más con nuestro maravilloso Creador y deleitarnos en su presencia.
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colegiosanjudastadeo · 4 months
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25 de Diciembre de 2023
Del santo Evangelio según san Juan: 1, 1-18
En el principio ya existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Ya en el principio Él estaba con Dios. Todas las cosas vinieron a la existencia por Él y sin Él nada empezó de cuanto existe. Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron.
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por Él y, sin embargo, el mundo no lo conoció.
Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios.
Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan el Bautista dio testimonio de Él, clamando: "A éste me refería cuando dije: ‘El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo’ ".
De su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha revelado.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
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lecturasdiarias · 5 months
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Lecturas del Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María
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Lecturas del día Viernes 8 de Diciembre de 2023
Primera lectura
Lectura del libro del Génesis 3,9-15.20
Después de que el hombre y la mujer comieron del fruto del árbol prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le preguntó: “¿Dónde estás?” Éste le respondió: “Oí tus pasos en el jardín; tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí”. Entonces le dijo Dios: “¿Y quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?” Respondió Adán: “La mujer que me diste por compañera me ofreció del fruto del árbol y comí”. El Señor Dios dijo a la mujer: “¿Por qué has hecho esto?” Repuso la mujer: “La serpiente me engañó y comí”. Entonces dijo el Señor Dios a la serpiente: “Porque has hecho esto, serás maldita entre todos los animales y entre todas las bestias salvajes. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya; y su descendencia te aplastará la cabeza, mientras tú tratarás de morder su talón”. El hombre le puso a su mujer el nombre de “Eva”, porque ella fue la madre de todos los vivientes.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial
Sal 98 (97), 1.2-3ab.3c-4
R./ Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas: Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R./ Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R./ Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R./ Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios 1,3-6.11-12
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que, por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido por medio de su Hijo amado. Con Cristo somos herederos también nosotros. Para esto estábamos destinados, por decisión del que lo hace todo según su voluntad: para que fuéramos una alabanza continua de su gloria, nosotros, los que ya antes esperábamos en Cristo.
Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según San Lucas 1.26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo. El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”. María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”. María contestó: “Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor
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iamcxlleigh · 2 years
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The wrath of God | vito scaletta x daughter situation.
MAFIA II : ( definitive edition )
situation : el estilo de vida el cual llevaba vito scaletta era complicado, ser gángster atrae tanto cosas buenas como muy malas, se prometió a si mismo proteger a su familia del peligro del mundo criminal, era lo más importante para el, pero un mal trato y las negociaciones equivocadas lo harán enfrentarse directamente con el miedo de perder a un ser querido ante sus ojos.
nota : incluso antes de comenzar a escribirlo creo que quedará un poco largo, pero la situación lo amerita, también les recuerdo que no busco apegarme al 100% a la historia del Mafia ii original ya que solo es un relato hecho por una escritora amateur, así que puede que ciertas personalidades o sucesos no sé asemejen al juego, aún así espero les guste. (espero un buen apoyo para este imagine, me hace bastante ilusión tt)
🌃 ...
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— Palabra del señor.
— Gloria a ti, señor Jesús.
La casa de Díos, el lugar más sagrado sobre la tierra, hogar de millones de personas buscando redención y consuelo en la palabra que ahí dictan, en sus muros han habido sientas de historias morbidas y de índole pesada, hasta difícil de digerir, historias vividas por aquellos que ante los ojos de Dios y el mundo, dan sus falsas promesas y palabras vacías buscando la salvación en su fe.
En su incrédula fe.
Una mañana de domingo se estaba llevando a cabo la misa como siempre se hace, la iglesia tendía a llenarse medianamente por aquellos ciudadanos de Empire Bay que asistían con constancia, aquella construcción era deslumbrante con un aura divina, era conocida por ser una de las iglesias mejor conservadas de la ciudad.
Elizabeth Scaletta, una visitante regular de aquel lugar, ella no era fanática religiosa pero su crianza giro al rededor de dichas costumbres católicas, intentaba no perder ese hilo y asistir cuando podía, escuchar la palabra, aunque jamás iba sola, siempre era acompañada de su pequeña de 5 años, María Scaletta.
María era la luz de sus ojos, su gran motivación para seguir adelante, era su bebé adorada. ambas siempre usaban sus mejores vestimentas para asistir a misa, para Elizabeth era importante, en los últimos meses no se ha sintiendo bien, había comenzado a sufrir de los nervios y hace tan solo unos cuantos años atravesó una grave depresión cuando nació María, son tantas cosas que de solo pensarlo le hacen sentir horriblemente mal.
Pero esto no había comenzado así nada más, todo se remontaba hace casi 6 años, al momento de conocer a quién sería la persona más importante de su vida, el padre de su hija..
Vito Scaletta.
. . .
Las campanas sonaban mientras todos salían de la iglesia entre risas y conversaciones amigables, después de dar la paz al finalizar la misa todo era lindo y ameno, Elizabeth disfrutaba ese momento con las pocas personas que de verdad la apreciaban, ser la esposa de alguien con tal fama como la Vito era complicado, ante los ojos del mundo era un simple hombre de negocios, pero los rumores dictaban otra cosa, llevar el apellido Scaletta era una gran carga, pero se sentía honrada de llevarlo junto a su hija, no le avergonzaba en lo más mínimo.
Elizabeth con María en sus brazos bajaba los escalones del lugar dispuestas a irse, era momento de regresar a casa.
— Señora Scaletta — Una voz la llamó a unos cuantos metros.
— Padre Angus — Expresó la fémina al momento de ver cómo aquel hombre de tercera edad se acercaba a ella.
— Espero no molestar, hola hija — Dijo el padre llegando al lugar de Elizabeth, saludando también a María.
La pequeña Scaletta era una niña tierna y simpática, pero algo tímida y penosa con los extraño o personas que no le agravaban, y el padre Angus formaba parte de este último grupo de personas, simplemente se abrazo más a su madre.
— María no seas grosera, saluda — Río su madre al notar la acción de su hija.
— Oh venga, déjala, debe estar cansada — Afirmó el padre — Elizabeth, la he notado distante al momento de la misa, un poco perdida diría yo ¿Todo está bien?
La pregunta le hizo arquear una ceja a la joven ¿Acaso era evidente que su mente divagaba mucho? O el padre le habría brindado especial atención.
— No se preocupe Padre, todo está bien — Respondió cortésmente sin dar tantos detalles de si misma, había aprendido perfectamente que no podía hablar mucho sobre su vida con cualquiera.
Había aprendido a desconfiar.
— Oh entiendo, solamente tenía esa inquietud en la cabeza, estaba preocupado por ti, incluso esperaba que vinieras mañana a verme en mi despacho — Dijo sonando preocupado, Elizabeth quería créerle, pero ese miedo y nerviosismo le hacía dudar rápidamente de las personas.
— Que pena Padre, pero no habría podido asistir y de verdad estoy bien, no se preocupe por mi — Afirmó bajando a María de sus brazos, mirando a los lados esperando acabar con la conversación.
— Comprendo, pero si algo está pasando o tienes alguna inquietud puedes acudir a mi, a la iglesia, y a la gratitud del señor, que tanto te ha bendecido con esa belleza — Esto había comenzado a incómodo a Elizabeth, todo empeoró cuando el mayor estiró su mano y froto el brazo cubierto de la joven.
Incluso a través de la tela sintió esas arrugas en sus dedos, su mano se sentía caliente, su respiración se aceleró entrando por un momento en este estado de terror y nervios, sus oídos zumbaban, por un segundo, estuvo fuera de si.
— ¡Papi! — Inmediatamente volvió a la realidad al escuchar el grito de su pequeña, miro a abajo notando que ya no estaba a su lado, miro a su alrededor frenéticamente hasta encontrarla.
María sonreía en brazos de Vito feliz de ver a su papá, el también sonreía levemente mirando a su pequeña niña, amaba verlos juntos y se enternecia notando el gran amor su hija por su padre.
Pero está vez no se sentía bien, solo miraba la escena seriamente intentando calmar su respiración.
— Elizabeth-... — Intento hablar el padre notando a la joven inquieta, pero está quito su brazo rápidamente de la mano del hombre caminando rápido sin agregar nada más.
Camino sin mirar atrás hacia su esposo e hija, rasco su cabeza buscando pasar el mal rato, pero aquel hombre desvío su atención hacia el recién llegado, lo veía sabiendo perfectamente quien era, no le hacía falta presentación.
— Lizzie ¿Qué sucedió? — Pregunto Scaletta firmemente notando el estado de su esposa.
— Nada, solo vámonos — Respondió sonando lo más tranquila posible, conocía perfectamente la actitud de Vito en estos casos, en el pasado llego a romperle la nariz a más de uno por eso, Elizabeth quería evitar un problema con aquel Padre.
Paso por su lado sin seguir la conversación, Vito no estaba para nada convencido y sabía claramente que algo pasaba, su esposa adoraba la iglesia y jamás la había visto así al salir de ella, Miro a un costado notando la mirada del Padre viendolo con atención y disgusto, sin miedo le dedicó una intimidante mirada a aquel viejo.
— El.. asusto a mami — Hablo María aún en los brazos de su papá, Vito notaba la mirada de aquel viejo viajar por un momento a dónde estaba su esposa antes de darse la vuelta y regresar a la iglesia.
Fue el, el intimido a Elizabeth.
— Idiota — Dijo entre dientes dándose la vuelta para irse, en cualquier momento tendría una grata conversación con el “Padrecito”.
. . .
— Solo tienes que patearle el culo, eso es todo — Dijo Joe al terminar de escuchar todo lo que Vito le había contado, lo sucedido en la iglesia con aquel Padre.
Scaletta permaneció en silencio al escuchar la gran “sugerencia” de su amigo, a su parecer no era mala idea y generalmente ese era su estilo, acabar con el problema de una vez por todas, pero al ser un hombre religioso se aguantaría las ganas de partirle la boca, pero no le quitaría la mirada en lo más mínimo.
— Escucha Vito, organice una reunión privada con los hermanos stefanelli, esos idiotas están ganando terreno y quiero llevarme un poco de su botín, nos tienen una propuesta.
— ¿Propuesta? — Pregunto Scaletta, Vito era alguien de renombre en el mundo criminal, logro destronar a cada uno de sus enemigos y tomar las calles de Empire Bay como anillo al dedo, el junto a Joe manejaban sus negocios al pie de su propia letra consiguiendo frutos instantáneamente.
Vito recordaba con frecuencia cuando el era un simple don nadie, en busca de algo más allá, lo que sentía que merecía y salió al mundo a buscar, un maldito gánster, lo era, pero era el dueño de Empire Bay.
El mundo, es suyo.
— Déjame a mi esto — Dijo Joe despreocupado, Vito lo miro con su chocante mirada — Entiendo, tu eres el jefe, pero yo soy el cerebro, la maldita boca entre tu y yo.
— Por supuesto — Dijo Vito suspirando, definitivamente Joe podía ser insoportable a veces, era bueno en lo suyo, no podía perderlo de vista o haría alguna locura.
Supongo que está reunión con aquellos hermanos era una.
Scaletta volvió a prestar atención al camino conociendolo perfectamente, conocía todas las zonas de la ciudad pero le extrañaba estar por aquí, su confusión aumento al momento de darse cuenta que Joe había estacionado detrás de la iglesia.
— ¿Enserio la reunión es aquí? — Pregunto Vito intentando pensar que era una broma de Bárbaro.
— ¿Qué? ¿Le temes a Dios, Vito? — Dijo Joe bajando del auto, Vito reflexiono un segundo antes de bajar y caminar junto a su amigo, sentía que esto era una mala idea, ni siquiera conocía a esos tipos y seguro estaban irrumpiendo en aquel lugar sagrado.
Debido a la hora las calles estaban oscuras y silenciosas, el viento agitaba levemente el cabello de Scaletta, sin perder la cabeza miraba por encima de su hombro, a su alrededor pendiente de su posición, llegaron a una puerta tracera del lugar donde Joe tocó anunciando su presencia.
Un hombre fornido abrió la puerta, primero fijando la mirada en Bárbaro sabiendo quien era, pero se impresiono en sus adentros al ver a Scaletta, realmente era el, el hombre estaba informado de la llegada de Joe y un invitado, los dejo pasar sin decir una palabra.
Esto es Empire Bay, no puedes hablar con estos hombres, no digas sus nombres, solo sigue órdenes.
— Miren a quién tenemos aquí, Joe — Saludo un hombre acercándose desde las sombras con un cigarro entre sus dedos.
— Beny, un gusto amigo — Respondió Bárbaro, Vito veía todo con atención a un lado de Joe, aquella expresión en su rostro era intimidante sin duda — Vito, este es Benjamín Stefanelli.
— Llámame Beny, mis amigos me llaman así — El hombre estiro su mano hacia el ojiazul.
— Vito Scaletta — Estrecho su mano sin mucho que comentar.
— Se quién eres, eres un hijo de puta muy grande, así me gusta — Expresó el hombre dándole una calada a su cigarrillo.
— Intento guardar las apariencias — Respondió Vito sin cambiar su expresión cargada de severidad, Stefanelli quedó en silencio asintiendo levemente sintiendo lo chocante de las palabras de Scaletta.
— Vamos muchachos, tenemos negocios que hacer — Intervino Joe pasando su brazo por los hombros de Vito, esto no le agrado a Scaletta en lo más mínimo.
Sentía desconfianza en este momento, en ese hombre ¿De dónde carajos Joe lo saco?
En resumen, Beny stefanelli junto a su hermano Vincenzo, ambos de origen inglés asentados en Empire Bay, tenían negocios independientes, dispuestos a exprimir lo que sea del jugo americano, ese nectar deseado por los extranjeros.
Una alarma sonó en la cabeza de Scaletta al escuchar dicha proposición de trabajar con drogas, era arriesgado y difícil de supervisar, cualquiera de sus hombres podía consumir del producto, poco a poco volviendose un drogadicto ¿Acaso Vito quería gente así de su lado? Por supuesto que no, incluso los mismos Stefanelli no parecían estar en sus 5 sentidos.
Esto era una locura.
— No — Intervino Scaletta en la conversación después de estar un largo rato en silencio, todos voltearon a ver a Vito.
— Vito, que-... — intento decir Joe, no antes de que Vito se levantará del sitio en dónde estuvo sentado todo el rato.
— No trabajo con esa porquería, quédense con sus negocios y con suerte vivirán para contar sus billetes.
El mayor de los hermanos no parecía estar contento con la actitud de Vito, no era del tipo que se dejara intimidar, mientras que Vincenzo reía por la actitud alzada de su invitado.
— Llegué a un acuerdo con su socio señor Scaletta, no le conviene echarse atrás — Dijo severamente con su cigarrillo entre sus dedos.
— Se acabo el puto acuerdo, no va a suceder — Al parecer Joe había abierto la boca antes de hacerle saber a Vito esto — No haré negocios con dos estafadores drogadictos, se de lo que hablo.
Joe se levantó posándose junto a Vito, tal vez veía venir problemas particulares en este momento,en el momento que Scaletta perdía la paciencia era imposible recuperarlo.
Parecía que alguno de ellos estaba esperando un segundo idóneo para contestar, responder a la actitud de Vito y su rechazo a esta negociación, pero el mayor de los Stefanelli estaba harto y sobre todo desesperado por conseguir un socio para esto, Vito y Joe le hicieron sentir que perdió su tiempo y no estaba dispuesto a perder tiempo o saliva en esto.
Beny saco su arma apuntando directamente a Scaletta totalmente listo para disparar, pero no contaba con que tanto Vito cómo Joe veían venir su acción, sacando sus armas en conjunto contra a Stefanelli, incluso Vincenzo se había unido a la fiesta.
— ¡Bájalo o juro que disparo! — Afirmo el menor de los hermanos apuntando en dirección a Vito.
— Con gusto afirmó lo mismo — Respondió Scaletta dispuesto a matar a ambos hermanos si era necesario, no era la idea pero en ocasiones los asuntos se agravan.
— ¡Joder Beny! Dile a tu hermano que baje eso — Joe alzó su voz al mayor apuntando a Vincenzo.
— ¡Ya me colmaron la paciente! Tu jugaste con mi tiempo — Le recriminó a Joe — Y tú, viniste a reírte en nuestra cara y escupírnos cómo a unos don nadie, Se va a arrepentir Vito Scaletta ¡Lo hará!
El dedo de Vito no tenía vacilación alguna en apretar ese gatillo, veía con una mirada infartante y dura a aquellos hombres, incluso sentía que ni siquiera había parpadeado, supongo que de aquí saldría con otro problema y cargo de conciencia en sus hombros.
— ¡Bajen esas armas! — Otra voz los alerto a todos sacándolos de aquel punto muerto en el que estaban, los humos de Vito se calentaron aún más al ver a intruso en su reunión.
Aquel hombre mayor con su traje negro y un rosario entre manos camino lentamente hacia eso, ajusto sus lentes mirando con atención a Vito y a Joe posándose a un lado de los hermanos stefanelli.
— No van a derramar sangre aquí, Por Dios. Es la casa del señor — Expreso el padre Angus haciendo que todos bajaran sus armas, Vito apretaba con fuerza el mango de la pistola sintiendo como sus nudillos se volvían blancos por la presión.
Joe notaba la comodidad y cercanía que tenían los hermanos con el padre, lo que faltaba, un religión corrupto más, cómo si no hubieran suficientes en la ciudad, que porquería.
— Lo siento, Padre — Comenzó Vincenzo — Solo que... Las negociaciones se calentaron un poco — El padre volteó a ver a los invitados notando la presencia de Vito y su cara de perro con la situación, percibía su rabia y eso le gustaba, nadie lo retaba y Scaletta tampoco lo haría.
Vito Scaletta, el jodido gánster más respetado de la ciudad, el dueño y señor no solo de Empire Bay si no también de aquella muchacha que venía cada domingo con un brillo de angustia y a la vez alivio a su iglesia.
Esa mujer lo volvía loco, y allí enfrente tenía al dueño de ese dulce caramelo.
— Dejen ir a los invitados muchachos, no están listos para incursionar en este negocio — Hablo el padre, los hermanos lo escuchaba con absoluta atención, aquel padre los había ayudado a hacerse un lugar en el mundo del crímen a través de la iglesia, nunca le decían que no.
— Larguense, no los quiero volver a ver — Expreso Beny lleno de ira, Joe había comenzado a retroceder completamente alerta, Pero Vito solo veía al padre con desprecio mientras esté se le reía en la cara.
Tomo la determinación de calmarse y no empeorar más las cosas, alejaría completamente a su familia de esta iglesia y le daría un claro mensaje a aquel maldito Padre.
Inmediatamente que Vito y Joe dejaron el lugar los hermanos estaban frustrados, pero el Padre no iba a dejar el asunto así, tenía una idea, un plan desalmado y ruin.
— Hijos, tengo el plan perfecto para hacer que el señor Scaletta colabore — Les comento, Beny mostró desinterés harto de Scaletta y Bárbaro, Pero Vincenzo veía una mina de oro en ese hombre y no lo dejaría pasar.
— Dígame padre, lo escucho — Dijo el menor de los Stefanelli, El Padre río muy seguro de su plan.
. . .
Era una bella tarde, un sol radiante y el aire fresco era imperdible, Elizabeth encontraba este día magnífico y pensó que salir al parque no era mala idea, se encontraba sentada en una banca mirando como María jugaba con otros niños, sonreí viendo a su hija divertirse.
Hace mucho tiempo que no salían al parque, realmente era costumbre familiar que María amaba, especialmente porque ese era el día donde papá y ella estaban juntos sin interrupciones, pero este día solo fueron madre e hija.
Elizabeth volteó a un costado mirando a un hombre con un elegante traje verla desde lejos, sabía que la veía a ella, intento no alterarse, quito su mirada de aquel hombre soltando un suspiro, los sonidos de los autos le habían comenzado a aturdir un poco, no pudo evitar volver a ver a ese sitio notando que el hombre ya no estaba.
Se removido sintiendo una corazonada, regreso su mirada al grupo de niños viendo que María ya no estaba con ellos, sus ojos se abrieron enormemente mirando a los lados, no la veía.
— ¿María? — Se levantó de la banca sintiendo un nudo en su estómago, camino cada vez más rápido por toda la zona sin tener rastro de su pequeña.
— ¡María! ¡Hija por favor! — Grito está vez completamente alterada, los niños y personas de los alrededores la veía preocupados y miedosos, Elizabeth se veía verdaderamente mal y estaba entrando en un colapso serío, muerta completamente de miedo y terror.
— ¡María! — Gritaba dejando salir sus lágrimas sintiendo sus piernas débiles y el pecho apretado, sin importar que estaba usando esos tacones corrió lo más rápido que pudo a la entrada del parque rezando que tal vez la niña este allí.
Al llegar se detuvo abruptamente viendo a aquel misterio hombre subirse a un auto, el noto su mirada y solo le dedicó una media sonrisa llena de cinismo y maldad.
No.. no, por favor.
— ¡Mi hija! ¡No, no, no! — Grito Elizabeth corriendo para intentar alcanzar ese auto, pero fue en vano, desapareció entre la multitud y calles de Empire Bay perdiendose de su vista.
— ¡Señora, detengase! — Un policía la detuvo tomándola de los hombros notando su estado alterado y desesperado.
— ¡Tienen a mi hija! ¡Por favor, ayúdeme! ¡Se la llevaron! — Suplico ayuda a lágrima tendida a ese policía, pero ya era tarde.
Se la habían llevado, esos hombres se llevaron a su pequeña.
. . .
Pretendía ser un día normal, un día como cualquier otro, la simpleza de fumar sentado en su oficina era la rutina de Vito, solo un día más.
“ vito ¡se la llevaron! ”
Todo en ese momento pareció ir en cámara lenta, el momento en el que el cigarro se le cayó de los dedos, el rostro lleno de miedo de su esposa y las lágrimas bajando por sus mejillas, los curiosos fuera de la oficina de Scaletta parecían consternados oyendo la situación, realmente estaba sucediendo, algo que probablemente Vito jamás hubiera evitado por más que quisiera.
Su hija, su habían llevado a su bambina.
“ cálmate lizzie, la encontraré ¿si? solo necesito que te calmes ”
“ ¿calmarme? ¡como voy a calmarme! cuando se llevaron a mi hija y quién sabe que le harán ”
Vito aún oía los gritos de aquella discusión que había tenido con su esposa horas atrás, cuando le dijo lo sucedido.
“ ¿crees que puedo estar tranquila sabiendo que constantemente estamos en peligro? ¡mira maldita sea! se llevaron a la niña ”
El cigarro había terminado de consumirse en sus dedos mientras esperaba el momento para actuar, no era estúpido, el sabía quién o quiénes habían tenido que ver, juro por lo más profundo de su ser que los dejaría completamente hundidos en el infierno, no los perdonaría ni un poco lo que hicieron.
La pagarían sumamente caro.
“ no podría soportar perderlos, vito. no a ustedes”
— Vito... — Llamo Joe a sus espaldas, pero el mencionado no despegaba su mirada de la ventana donde ya se filtraba la luz de la luna.
— Beny Stefanelli está en el Empire Arms reunido con un socio comercial para la exportación de drogas desde Londres hasta acá — Expreso sin más volteando a ver a su escritorio, específicamente a una foto familiar.
Bárbaro comprendió perfectamente lo que Scaletta le había pedido, si. Aunque era una orden ante cualquier otro hombre que trabajará para el.
— Jefe — Una voz alteró a Bárbaro dándose la vuelta, pero Vito ni siquiera se molestó en levantar la mirada estaba concentrado pensando, repasando todas los posibles escenarios y alternativas habidas y por haber.
— ¿Qué pasa? — indagó Joe, el muchacho dueño de la voz camino con algo de duda al escritorio de su jefe, dejo en la superficie sin decir nada un pañuelo blanco envuelto por un rosario, las manchas de sangre le hicieron a Scaletta reaccionar viendo el objetivo.
— Es un mensaje — Pronunció Joe mirando a un lado del muchacho, sonandole demasiado obvio a Vito, tanto que solo levanto la mirada con ese semblante serio, aquel hombre retrocedió dejando a los hombres solos.
Volvió su atención al “presente” tomandolo en sus manos y con sumo cuidado lo desenvolvió, adentro el objeto cubierto de aquella sangre, estaba un collar que el mismo le había regalado a su hija, una hermosa pieza invaluable llena de su propia sangre.
Era el momento de actuar, no había más tiempo que perder, por primera vez en muchos tiempo Vito sintió miedo, un profundo vacío en su pecho lo hizo pasar saliva con dificultad, pero no sé detendría, esto realmente le daba el impulso suficiente para no arrepentirse de sus actos.
. . .
Uno de sus caros trajes llenos de sangre, sus zapatos perfectamente lustrados se habían manchado dejando gotas rojas a cada paso, el sudor bajaba por su frente y su cabello, siempre peinado al ras, las puntas del mismo se movía ligeramente por la respiración agitada de Scaletta.
Esto pretendia ser algo “ sigiloso ”, pues el sigilo no era la mayor virtud de Vito.
Aquel tiroteo en la iglesia dió como resultado varios cadáveres dejando sus charcos de sangre bajo la mirada de los santos estáticos en las esquinas y paredes del lugar.
Finalmente con el fusil thompson en las manos Vito llegó caminando victorioso al centro de la iglesia, a sus costados los asientos y en frente suyo, el lugar donde aquel Padre daba la palabra y la gran estatua de Díos, observándolo.
— Su irá es alucinante, señor Scaletta — Esa repugnante voz resonó en la oscuridad del salón, surgiendo en las sombras se apersono el Padre.
— Un enfermo como tú debió disfrutarlo, mírese. Pensé que su hobbie era espantar mujeres, pero también tráfica drogas y secuestra niños — Escupió Scaletta con ironía sin ocultar su cólera en estos momentos.
— Soy bueno con los negocios, esto para mí no es nada — Expresó tomando la biblia entre sus manos — Solo el señor sabe perdonar a aquellos que tienen sus razones — Vito chasqueó la lengua al escuchar semejante barbaridad.
— La iglesia es santa, pero sin duda, sus miembros son pecadores — Expresó encontrando mucha razón en sus palabras, seguidamente levanto el fusil apuntandolo directamente al Padre — Quiero saber dónde está mi hija.
— Óigame, Vito-
— Don Vito Scaletta para ti — Pronunció con grandeza y pura rabia en su interior, quería de una vez volarle la cabeza, pero primero necesitaba saber dónde estaba su pequeña.
— Te meteras en problemas, muchacho — Dijo el padre dando señales de miedo.
— Si hablas de los imbéciles aquellos, no te preocupes. Ya están con tu dichoso Dios.
El padre soltó la biblia dejándola caer al suelo, veía fijamente asustado la punta del fusil que daba directamente a su rostro, no le quedaba más salida que entregar a esa niña, la hija de aquella muchacha hermosa y el maldito Vito Scaletta.
— En mi despacho — Dijo queriendo morderse la lengua, había acabado todo, esas simples palabras habían destruido su oportunidad de ganarse más a los fallecidos Stefanelli y sobre todo, de joder a Vito.
Así fue como Scaletta para dispuesto a disparar, acabar finalmente con la vida de ese mundano ser, pero no lo dejaría ir así nada más, quería sentir que verdaderamente este hombre iba a sufrir, un simple tiro no bastaría.
Primero le disparo a sus piernas, el mayor grito desesperadamente cayendo de rodillas al suelo, el suelo bajo sus pies comenzó a mancharse.
— Esto es por mi esposa — Pateó su cuerpo dejándolo agonizante en el suelo — Por mi hija — Continuo con otros tiros en el abdomen, comenzando a toser sangré y suplicando incoherencias — Y esto, por la ira de Dios.
Dos tiros certeros, dos más en la cabeza habían dado por finalizo la vida de un pobre diablo, un infeliz.
. . .
Vito camino desesperado al despacho del difunto padre siendo guiado por sollozos y golpes sobre una superficie, al entrar escucho los golpes en un armario y los gritos de su pequeña, no se sorprendió al ver el cadáver del hombre que los recibió a él y a Joe aquel día de la reunión.
Abrió rápidamente el armario trabado con unas tablas, entonces sintió el mayor alivio del mundo al ver a su pequeña allí adentro.
— Cariño, soy yo — Elevó a la niña en sus brazos aferradola con fuerza a su cuerpo, la pequeña María estuvo un momento en shock antes de reconocer a su padre y envolver sus brazitos en su cuello, aún llorando con fuerza — Todo está bien ¿Sí? Papá está aquí, no llores más.
— ¡Tenía mucho miedo papá! Esos hombres me llevaron del parque, me taparon la boca muy fuerte — Expresó levantando su mirada viendo a su padre llena de miedo, su frente y labio inferior brotaban sangre, sus lindos ojos azules tales a los de Vito reflejaban absoluto terror.
— Lo siento mucho cielo, esos hombres no volverán a hacerte daño, lo prometo — Le prometió culpable a su pequeña, ya se encontraba caminando fuera de allí mientras pasaba su mano por el rostro de María quitando rastros de sangre y lágrimas.
— No es tu culpa papá, tu me buscaste — Le dijo recostando su cabeza del hombro de Vito cerrando sus ojos, completamente cansada pero feliz de que su papá la haya encontró, era su héroe.
Scaletta solo pudo suspirar poniendo su mano en la cabeza de su hija aliviado de haberla encontrado sana y salva, sentía que si soltaba a su pequeña el mundo se encargaría de dañar su inocencia, su bien estar.
— Volvamos a casa, solo cierra los ojos para mí ¿De acuerdo? bambina mia.
Con esas últimas palabras Vito con su hija en brazos abandono aquella iglesia cuyas paredes y los ojos fijos de los santos había visto la mayor matanza en un sitio religioso en la historia de Empire Bay, motivos era uno simplemente, razones existían millones para argumentar las acciones de Scaletta.
No quería que su familia estuviera envuelta en estás cosas, fallo si, pero Vito no sé rendiría jamás, su familia era lo más importante y haría lo imposible por ella.
Después de todo, su ira era equiparable a la ira de Díos.
🌃 . . .
‹ 31. Ago. 2022 ›
credits for : @iamcxlleigh
Lamento cualquier tipo de error gramático u ortográfico. 🙇🏻‍♀️
@scalecatt me habías pedido algo similar hace un tiempo, me deje llevar un poco pero ojalá te guste. ♡
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tetha1950 · 8 months
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Libertad para quitar la máscara...
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El Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:17-18
El apóstol recuerda de inmediato a los corintios que el Señor está en sus corazones, en sus espíritus humanos. Su esperanza de libertad se basa en el importante hecho de que Aquel que está en el interior de ellos es Dios mismo. Pablo le identifica: “El Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”.
Libertad implica las cosas hechas abiertamente, con atrevimiento, sin tener nada que ocultar. Aquellos que son libres son los que no tienen una reputación que defender, ninguna imagen tras la cual ocultarse, nada que conservar en sí mismos, por lo que pueden ser ellos mismos. Por todas partes hoy hay personas que anhelan tener esta clase de libertad. Las personas quieren ser “ellas mismas”. “Tengo que ser yo”, oímos decir, y no hay nada de malo en esto. Lo único que está mal es cómo lo hacemos. En el mundo se nos enseña que la manera de poder ser “yo mismo” es pensando en “mi” ventaja, “mis” esfuerzos, defendiendo y exigiéndolos.
La Palabra de Dios nos enseña que es otro proceso totalmente diferente. Ser uno mismo y tener libertad no significa negar el potencial de todo el mal que es posible en su corazón y en su vida, porque tiene usted otra base sobre la cual recibe la aceptación y la aprobación de Dios. Su aceptación y Su aprobación son dones que Él le concede a usted. La fe que continuamente nos da hace que aceptemos renovadamente el don de la justicia, el cual nos hace estar ya agradando a Dios y, sobre esta base, le sirve usted con un corazón agradecido por lo que ya tiene usted. No tiene que ganarse Su favor, y su comportamiento no va a afectarlo. Cuando empieza usted a mirar a Aquel que está haciendo esto en su vida, el Señor Jesús, y le contempla, habiendo eliminado todos sus velos, de modo que no tema examinar su propia capacidad para el mal, entonces sucede algo maravilloso. Sin saber siquiera que lo está haciendo, sencillamente gozándose en lo que tiene usted y sirviendo al Señor que se lo dio, descubrirá usted y otras personas también, que se está convirtiendo usted en una persona amorosa, y el amor es el cumplimiento de la Ley; es la exigencia misma que Dios hizo mediante la Ley que usted tanto se esforzó en cumplir por medio de sus propios esfuerzos. Se cumplirá sin que usted se dé cuenta cuando empiece usted a amar por la gracia y el perdón de Dios.
Es un proceso de crecimiento. No sucede por medio de una gran transformación de repente cuando es usted santificado, lleno del Espíritu o bautizado. Sucede cuando mantiene su vista fija en la gloria del Señor y no en el rostro de Moisés, no por medio de sus propios esfuerzos, sino por lo que Él ya le ha dado. Cuando lo hace usted, descubre de repente que el Espíritu de Dios ha estado obrando haciendo cambios graduales. Se está convirtiendo usted en una persona amorosa, con la cual resulta más fácil vivir, más atractiva, más digna de afecto. Su vida se está volviendo más profunda al ir perdiendo su superficialidad, y es usted más comprensivo respecto a lo que sucede. Esa es la obra del Espíritu. Fíjese en lo que dice: “Esto procede del Señor, que es el Espíritu”. No es usted el que lo consigue, es Él.
Señor, gracias por Tu promesa de que al mirarte a Ti me vuelvo como Tú.
Aplicación a la vida:
 ¿Somos realmente libres para admitir y examinar nuestra naturaleza y capacidad para el mal? ¿Confiamos equivocadamente en nuestro propio esfuerzo para vencerlo? ¿De qué manera nos cambia la libertad en Cristo?
(Ray Stedman).
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toasteri · 1 year
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El Ascenso a Dios
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Evangelio: Mateo 5:1-12a IV Domingo Ordinario | USCCB
Porque Dios es misericordioso, su voluntad ha sido que las almas que lo aman y que renuncian las cosas banales por El reciban aun en esta vida las doscientas veces mas que Jesús prometió. Por ende, tenemos las Beatitudes que el Señor predico en el monte; y aunque las vemos a través de las sombras de la imperfección que no desaparecerá por completo mientras permanezcamos en este valle de lágrimas, en este exilio terrenal, las Beatitudes son las cumbres de la perfección y la felicidad que nos guían a lo gloria misma.
Las Beatitudes pueden ser una fuente de consuelo para almas que añoran por una migaja de amor y están sedientas de felicidad.
Las Beatitudes son un suspiro, un aliento de vida nueva para las almas que han aguantado mucho. Son un nuevo aliento, para alentar a vivir allá en esas mansiones, en esas cumbres, respirando la brisa de las alturas del Señor; y dejarse llevar y sentirse enaltecido porque Él te levantara sobre alas de águila, “y te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio” (Ps. 91:4).
Las Beatitudes son una maravillosa cadena de montañas de las cuales cada pico es un escalón en el ascensor que llega hacia Dios.
Cada una de las Beatitudes, en las palabras de Santo Tomas, "es algo perfecto y excelente—una cumbre en si mismo/a; y a la misma vez es el comienzo de una felicidad por venir aun en esta vida".
Todas las Beatitudes son cumbres nobles, pero hay una constante ascensión desde las primeras hasta la última, que nos promete la gloria misma.
Primero, la libertad del desprendimiento, o desapego que nos da la pobreza del espíritu, la frescura de las lágrimas; luego la plenitud de la justicia y la gentileza de la misericordia; y muy cerquita del cielo, la luz de la pureza, la paz del amor y el estasis del martirio.
Cuando Jesús dejo abrir sus labios para revelarnos los secretos de las Beatitudes, nos pintaba un paisaje del ascenso espiritual hacia la felicidad y de las cualidades que deben tener los que ascienden al cielo porque nos estaba revelando un auto retrato de El mismo, el discípulo perfecto que encierra todas estas cualidades, Jesús, pobre de Espíritu que lamenta y duele por su gente, que es manso y tierno y tiene hambre y sed de justicia, es misericordioso y puro de corazón y busca la paz y cuando lo hieren, lo insultan y humillan pone la otra mejilla. Es perseguido por anunciar el Reino de Dios.
El primer paso por quien desea alcanzar la vida bendecida descrita por las Bienaventuranzas  es renunciar, sinceramente, totalmente, y completamente a las alegrías falsas y pasajeras que ofrecen las cosas vanas de este mundo como los honores, las riquezas, los carros caros incluso nuestra reputación y todas aquellas cosas que otros nos pueden quitar.
Por más de veintiún siglos el antídoto contra la vida vana y la felicidad engañosa de riquezas, honores y placeres se ha desplegado en las paginas de los Evangelios: Pero ¡ay de ustedes los ricos! Porque ya están recibiendo todo su consuelo.
 »¡Ay de ustedes, los que ahora están saciados! Porque tendrán hambre. ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen! Porque se lamentarán y llorarán.» ¡Ay de ustedes, cuando todos los hombres hablen bien de ustedes! (Lk 6:24-26). Pero la gente no sabe como leer los Evangelios. Deslumbrados por el mundo, ya no toman en serio la palabra de Dios. Por eso cada vez hay menos y menos gente feliz en el mundo. Muy poca gente tiene el valor de atreverse a ser feliz porque la felicidad verdadera se encuentra en Jesús, con Jesús y a través de Jesús.
Es difícil arrancar nuestro corazón de las cosas pasajeras de este mundo como las riquezas, los carros caros, los títulos de honor, las cenas de gala, para entregarle nuestro tiempo y nuestro corazón a Jesús. Aun así, la felicidad no se encuentra en estas cosas: El Reino de Dios esta dentro de ti.” Porque el reino de Dios no cobra vida en la comida ni en la bebida, sino en la justicia, en la paz y alegría en el Espíritu Santo que solo podemos conocer a través de Jesús (Rom 14:17).
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eduardoskipper · 2 years
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catherinereg-blog · 1 year
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29 diciembre 2022
Estoy en camino a lo que parece inevitable. Me voy a divorciar de con quien pensé pasaría el resto de mi vida. Ha sido doloroso darme cuenta de que no he sido feliz y que nadie más es responsable de mi felicidad que yo misma. La ansiedad que siento me grita que nunca debí casarme, que no debí darle más de un año a esta relación amorosa y que nunca fui verdaderamente amada por ser quien soy, sino por lo que regalaba sin cuidado. Dios, me escuchas? Te pregunté antes de que nos casaramos, pensé que habías dicho que sí. Me equivoqué? La oración que grito a toda voz es que me restaures. Mi alma está hecha pedazos porque estos ciclos en mi vida se repiten una y otra vez. Por favor endereza lo que está torcido Señor y muéstrame el camino hacia mis sueños y a un propósito mayor que tener que salir de estos desórdenes emocionales una y otra vez. Se me hace difícil perdonarme. Se me hace muy difícil entender cómo es que me hice pasar por tanta miseria, por tanto tiempo. Tengo tantos recuerdos que alguna vez atesoré como bellos y ahora miro hacia atrás y veo la suciedad en ellos. Veo la carencia en él, la carencia en mí, la fórmula perfecta para el desastre. 
Tomé la decisión de terminar con este juego de una vez por todas pero no me siento liberada, sino cargada y vacía. Siento enojo porque las cosas no han sido como esperaba y mucho miedo por todo lo que tendré que emprender sola ahora, solo por mí y para mí. Jesús, te entrego esta incredulidad, esta tristeza que me arropa, esta falta de propósito y de ganas de salir adelante para que por favor lo transformes para tu gloria. Tú sabes que te amo pero estoy cansada de fallarte, de repetir la misma historia, de ser tan ingenua y pecaminosa. 
Es difícil pero también se que esta es una oportunidad de hacer con más fuerzas lo que se que he necesitado desde hace mucho tiempo: Estar sola por lo menos por un año y dedicarme a mí y a ti Jesús. 
Te suplico por un milagro mi Señor. Quiero iniciar este 2023 bien.
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#Cobra_vida_hoy
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí, todas las cosas son hechas nuevas".
—2 Corintios 5:17.
Resurrección. ¿En qué piensas cuando escuchas esa palabra? La mayoría de la gente piensa en el pasado. De una piedra rodada. Una tumba vacía. Y un Señor resucitado.
Alabado sea Dios, Jesús está vivo hoy, ¿no es así?
Lo que no entendemos completamente es esto: Él no es el único que ha resucitado. ¡Nosotros también hemos resucitado!
Fuimos resucitados espiritualmente el día que hicimos del Señor Jesucristo el Señor de nuestras vidas. Ese día pasamos de muerte a vida. ¡La mayor parte de tu resurrección ya ha sucedido!
Piénsalo. Cuando hiciste a Jesucristo el Señor de tu vida, el Espíritu de Dios se cernió sobre ti. La gloria del Señor entró en tu ser. Y esa gloria consumió al hombre viejo y pecador que eras. Ese viejo murió. Y en su lugar nació una nueva criatura.
Oh, sí, habrá un día en que el cuerpo terrenal en el que vives resucitará y será glorificado, pero no tienes que esperar hasta entonces para estar libre del pecado y de la enfermedad, la pobreza y el fracaso que acompaña a este mundo natural. . ¡Estás libre de todo eso ahora mismo!
Puede que estés sentado pensando: Bueno, si soy tan libre, ¿por qué no puedo dejar de fumar? ¿Por qué no puedo perder este peso? ¿Por qué siempre estoy enfermo?
Porque has dejado que Satanás te convenza de que todavía estás bajo su poder. ¡Has dejado que él te convenza de vivir como si todavía estuvieras muerto espiritualmente!
¡Así que hoy quiero que empieces a considerarte vivo! Comienza a pensar en ti mismo como alguien que ya tiene la vida de Dios en lugar de un ser terrenal que está esperando la Resurrección. Considérate muerto al pecado y vivo al poder de Jesús. ¡Hoy te encontrarás viviendo una vida completamente nueva!
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FECHA
12/19/2023 12:00:00 a. m.
La esperanza de la cruz
ORACIÓN INICIAL
Gracias Señor Jesús por tu amor demostrado en la cruz, pues tu sacrificio hace crecer en mí esperanza, porque saber que me has amado así me lleva a confiar plenamente en ti. Amén.
LEE LA PALABRA DE DIOS
“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.” 1 Corintios 1:18
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.” 1 Pedro 2:24
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.” Romanos 5:1-2
REFLEXIÓN
Al observar el pesebre y el nacimiento de Jesús lo que podemos ver es la encarnación del amor y al mirar la cruz lo que podemos apreciar es ese amor encarnado entregándose como sacrificio para traer esperanza a todo creyente. Por eso dice Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Además Romanos 5:8 indica “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” y como declara Romanos 5:5 “y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”
Ese amor demostrado en la cruz por Cristo, es un acto tan poderoso que al creyente le trae fe y le permite vivir con una verdadera esperanza, pues el mensaje de la cruz es poder de Dios como está escrito en 1 Corintios 1:18. Y ese poder de Dios se manifiesta en el hecho de que gracias a ese sacrificio de Jesús en la cruz somos perdonados, pues Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo, y también nuestras enfermedades, además este sacrificio aceptado por Dios Padre nos permite ser justificados por la fe, y tener paz para con Dios. (1 Pedro 2:24 y Romanos 5:1-2).
Así que al recordar en estas fechas de navidad el nacimiento de Cristo, recordemos también su muerte, pues ahí en la cruz podemos ver el propósito por el cual el Amor de Dios se hizo carne, y así al mirar la cruz podamos experimentar la verdadera esperanza que trae saber cuán grande es el amor de Dios, que decidió pagar el precio que debíamos pagar por nuestra maldad, con la vida de su Hijo, para hacernos partícipes de su Gloria.
ALABANZA
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colegiosanjudastadeo · 4 months
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Homilía IV Domingo de Adviento
Año litúrgico 2023 - 2024 - (Ciclo B)
Introducción Lecturas Comentario bíblico Pautas para la homilía Infantil
“ Darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús ”
Evangelio de hoy y lecturas
Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16
Cuando el rey David se asentó en su casa y el Señor le hubo dado reposo de todos sus enemigos de alrededor, dijo al profeta Natán:
«Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios habita en una tienda».
Natán dijo al rey:
«Ve y haz lo que desea tu corazón, pues el Señor está contigo».
Aquella noche vino esta palabra del Señor a Natán:
«Ve y habla a mi siervo David: “Así dice el Señor: ¿Tú me vas a construir una casa para morada mía?
Yo te tomé del pastizal, de andar tras el rebaño, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. He estado a tu lado por donde quiera que has ido, he suprimido a todos tus enemigos ante ti y te he hecho tan famoso como los grandes de la tierra. Dispondré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que resida en él sin que lo inquieten, ni le hagan más daño los malvados, como antaño, cuando nombraba jueces sobre mi pueblo Israel. A ti te he dado reposo de todos tus enemigos. Pues bien, el Señor te anuncia que te va a edificar una casa.
En efecto, cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitaré descendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré su reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo.
Tu casa y tu reino se mantendrán siempre firmes ante mí, tu trono durará para siempre”».
Salmo
Sal 88, 2-3. 4-5. 27 y 29 R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dijiste: «Tu misericordia es un edificio eterno»,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R/.
«Sellé una alianza con mí elegido,
jurando a David, mi siervo:
Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades». R/.
«Él me invocará: “Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora”.
Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 16, 25-27
Hermanos:
Al que puede consolidaros según mi Evangelio y el mensaje de Jesucristo que proclamo, conforme a la revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora mediante las Escrituras proféticas, dado a conocer según disposición del Dios eterno para que todas las gentes llegaran a la obediencia de la fe; a Dios, único Sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.
Palabra del Señor.
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family-fans · 10 months
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Matrimonio y servicio
Amar se demuestra sirviendo a quién uno ama de verdad.
El matrimonio es un vinculo amoroso de servicio, respeto y exclusividad entre los cónyuges. El esposo y la esposa están llamados a servirse mutuamente con humildad y sacrificio, siendo generosos, compasivos y misericordiosos entre sí, reconociendo que son uno solo en Cristo. Vivir el servicio diario y desinteresado en el matrimonio es una forma de honrar a Dios y de Glorificar su plan de salvación. Además, vivir el servicio diario entre los cónyuges es una forma de edificar la relación.
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El servicio en el matrimonio se basa en el ejemplo que Jesús enseña dando su vida por su novia, la iglesia. Los esposos deben amar y servir a sus esposas como a sus propios cuerpos, cuidándolas, protegiéndolas y santificándolas con la Palabra de Dios. Las esposas deben respetar y seguir el liderazgo de sus esposos, ayudándolos, apoyándolos y animándolos. Ambos deben buscar el bienestar del otro por encima de sus propios intereses, imitando la actitud de Cristo.
Una verdadera manifestación de amor en el matrimonio se refleja en la paciencia y tolerancia que se tienen los esposos, en el cuidado mutuo, en la lealtad y fidelidad, en el apoyo y esfuerzo que se dan entre sí todos los días. El servicio mutuo fortalece la unidad, la confianza y la intimidad del matrimonio. Los matrimonios que se esfuerzan por servirse el uno al otro tienen más posibilidades de mantener una relación estable, duradera y saludable. Una vida enfocado en el servicio, se practica todos los días, siendo verdaderos compañeros de vida, haciéndonos compañía, conversando hasta de los detalles de la vida, sobrellevando juntos las dificultades diarias, sosteniéndose mutuamente en los momentos difíciles de la vida. Estar presente siempre, en la vida del otro es la mayor ofrenda que uno puede dar.
Pero por sobre todo, el servicio en el matrimonio es un testimonio palpable para el mundo de la gracia y la fidelidad de Dios, que nos amó primero y nos hizo parte de su familia. A través del matrimonio se testimonia el infinito amor de Dios hacia la humanidad.
Dios nos llama a servirle a Él sirviendo a nuestro prójimo con amor, humildad y generosidad. El servicio a los demás no es una opción, sino el camino a la bendición de Dios.
El fundamento bíblico del servicio a los demás se basa en el carácter y la obra de Dios. Dios es el Señor y el Creador de todo, que nos ha dado la vida y todo lo que tenemos. Él es el Dios que sirve, que se hizo hombre en Jesucristo para dar su vida en salvación por muchos. Él es el Dios que nos ama y nos perdona, que nos hace parte de su familia y nos prepara para edificar su iglesia.
Dios nos llama a imitar su ejemplo y a seguir sus mandamientos. Jesús dijo: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir” ( Mt. 20:28 ). Si buscamos estar cerca de Jesús, como los hijos de Zebedeo, querer estar sentados a la derecha y a la izquierda de Él, debemos buscarle en el servicio a los demás, empezando por casa porque es allí donde está el trono de Jesús, en las FAMILIAS.
También dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” ( Mt. 22:37-39 ) el verdadero amor a Dios da frutos de obra que se reflejan en el servicio a Dios, de igual modo del amor al prójimo que da frutos en las obras a través del servicio a los demás . El apóstol Pablo exhortó: “Por amor, sírvanse unos a otros” ( Ga. 5:13 ) de igual modo los esposos deben motivarse en el mutuo amor por medio del servicio.
El servicio a los demás no es una carga ni debería ser una obligación, sino una oportunidad de gozo y alegría. Dios nos promete recompensar nuestro servicio con su gracia y su gloria. Él dice: “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún” ( He. 6:10 ). 
De manera que, el servicio a los demás es la más pura manifestación de amor a Dios, quien dice amar a Dios y trata con indiferencia, arrogancia o sin respetar la dignidad de su cónyuge, simplemente hace lo mismo que los fariseos en época de Jesús. Por que ofrecer respeto al cónyuge, honrar el matrimonio con lealtad y servir en las buenas y en las malas es el verdadero ejemplo de amor por el prójimo. 
Natalia y Christian
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ka1rosnan · 1 year
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꧁Lebrillo de amor ꧂ 29 de marzo de 2018 Lee por favor : Juan 13:1-17 La Biblia en un año: Jueces 7–8; Lucas 5:1-16 -Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos… (v. 5).- Un día, hace muchos años, en la clase de física, nuestro profesor nos pidió que dijéramos —sin voltear la cabeza— de qué color era la pared de atrás del aula. Nadie le pudo contestar porque no nos habíamos fijado. A veces, no prestamos atención o pasamos por alto las «cosas» de la vida porque, simplemente, no podemos asimilarlo todo. Otras veces, no vemos lo que ha estado allí todo el tiempo. Algo así me sucedió cuando volví a leer hace poco sobre Jesús lavándoles los pies a sus discípulos. La historia es conocida, pero suele leerse durante Semana Santa. Nos asombra que nuestro Salvador y Rey se detuviera a hacer algo así. En la época de Jesús, ni siquiera los sirvientes judíos hacían esta tarea, por considerarla humillante. Pero lo que no había notado antes es que Jesús, hombre y Dios, le lavó los pies a Judas. Aunque sabía que lo traicionaría (Juan 13:11), el Señor se humilló y se los lavó. El amor desbordaba de un lebrillo de agua; ese amor que compartió incluso con el que lo traicionaría. Mientras reflexionamos en los sucesos de esta semana que llevan a la celebración de la resurrección de Jesús, vistámonos de humildad para que podamos extender su amor a amigos y enemigos. — Amy Boucher Pye Me pasa lo mismo, muchas personas forman parte del círculo de personas que me rodean y aprecian, estoy aprendiendo a ver mirando y oír escuchando y ahora mismo ya percibo tu presencia y lo que significa tu amistad, ruego me disculpes por menospreciar lo que eres y me comprometo a reparar cualquier daño que te haya hecho...esto solo lo lograré con el amor de Cristo, que tengas un lindo día y que la bendición de Cristo sea en ti y en los que amas...¡Shalom! -Señor, llena de amor mi corazón para que pueda arremangarme y servir a otros con humildad y para tu gloria.= -Por amor, Jesús se humilló y lavó los pies de los discípulos.- https://www.instagram.com/p/CqXxJfvut63/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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