Tumgik
#aly antorcha
epellucid · 9 months
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overthiss · 2 years
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lawschoolapplicant · 2 months
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some reposty blog just posted a picture of my hands from a tattoo picture what the hell hahahaha I am become Aly Antorcha destroyer of worlds
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paulmcartney · 2 years
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I miss her
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ofleafstructure · 5 years
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Aly Antorcha (ph. Danny Lane)
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zs021 · 7 years
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girls/hair part 10
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meatcrimes · 7 years
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FUCK
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maurarules · 7 years
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overthiss · 2 years
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stilldollest · 3 years
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Aly antorcha
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anniediscn · 3 years
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En retrospectiva, Petra le hubiera podido brindar más atención a todo el asunto, de no haber sido por los acontecimientos que se desataron inmediatamente después. 
El sueño había sido... Muy real. Y muy inesperado también. Había despertado con el corazón retumbándole fuertemente en el pecho y con gotas de sudor en la espalda, lo que hacía que su bata de seda quedase adherida a su desnuda piel, generándole una sensación pegajosa que sabía sólo se le iría si tomaba un baño. 
Un escalofrío le recorrió la espalda al sentir el fantasma de los dedos de J.R. en su cuello. Tragó saliva. Había sido solo un sueño. J.R. no había estado allí realmente y Petra no tenía fantasma alguno rondándole. 
Al sentarse en el sofá del lobby del penthouse, una incomodidad en el centro de sus piernas la puso en alerta, ¿cómo era que un producto de su mente la había dejado tan...? No. No lo diría. Porque no lo estaba, porque estarlo significaría que...
“¡Mami!” La voz de Anna la hizo ignorar su tren de pensamientos. “¡Mami, mami! ¡Ven pronto!” 
Quizá era mejor así. 
Petra corrió hasta la habitación de sus hijas. Anna estaba trepada en la cama de Ellie, quien por alguna razón, independientemente de los gritos de su hermana, continuaba dormida. (¡Un milagro! Más sencillo lidiar con una que con las dos, pensó). 
“¿Qué pasa?” Petra se sentó en la cama vacante y palmó a su lado, esperando que su hija fuera con ella. Anna negó. “Anna no puedes dormir con tu hermana, no eres un bebé,” aún cuando bebés Petra se había negado a dejarles compartir cuna. Claro hubiera sido más barato, pero también necesitaba que sus hijas tuvieran un sentido de individualidad. Que tuvieran personalidad propia y no un apego insano por la otra—Jamás se lo perdonaría si alguna de las dos terminaba como Anezka.
“Por favor mamá, sólo hoy.” 
Petra suspiró, cruzándose de brazos. 
“¿Qué pasó?” 
“Tuve un mal sueño mamá,” Anna dijo mientras que se acomodaba a un lado de su hermana. “Era sobre la tía Anezka... Y babička,” Petra sintió sus hombros tensarse bajo la mención. “Tenían antorchas y gente encapuchada que las seguían y venían por ti y por Ellie... Y por mí también.” En la oscuridad de la recámara de sus hijas, los ojos de Anna se llenaron de lágrimas. “No quiero que te pase nada, mamá. O a Ellie. O a mí.” 
Petra tensó la mandíbula. Todo este asunto del caso de homicidio—defensa propia—de su hermana le estaba afectando no solo a ella, ¿cómo había sido tan ciega como para no velar por el bien de sus hijas? Que si bien, no estaban involucradas directamente en ello, no eran tontas y veían lo que ocurría a su alrededor. 
“No va a pasarme nada,” se levantó entonces de la cama vacía y, tomando a Anna en brazos, se acomodó a un lado de su otra hija, quien al sentirla, abrió los ojos de manera confundida. “Sh...” Acarició el cabello de Ellie con suavidad. “Voy a dormir aquí hoy, ¿to je v pořádku?” 
La cama era demasiado pequeña para las tres, (habría que decirle a Krishna que checara colchones matrimoniales para cambiar las camas de las gemelas), pero Petra se las arregló para meterse bajo las sábanas y abrazar a cada una de sus hijas. Ignorando el mal sabor de boca que la conversación le había dejado. 
“Fue sólo un sueño,” susurró a Anna quien se aferró a su pecho, asintiendo con la cabeza. “Sólo un sueño...” Y esta vez, no se refería sólo a la pesadilla de Anna, sino al suyo también. 
                                           ♡
Petra había sido capaz de dormir, despertarse y meterse a la ducha sin tener que pensar en... El sueño con J.R., sin embargo, al tener que preparar a las niñas para el brunch semanal, un mensaje la distrajo por completo: ‘Voy rumbo a la oficina del fiscal, quiero ver si hay algún cambio en el caso.’ No había nada fuera de lo ordinario en aquel mensaje de texto, sin embargo su mente no tardó mucho en llenar su cabeza con imágenes y sonidos no aptos para todo público.
Oh, rayos. No podía pensar en esto tan cerca del brunch familiar. Las Villanueva tenían una habilidad extraña para leer ojos. Jane lo sabría inmediatamente y Petra prefería ir al arcade en temporada de gripe antes de tener que contarle a Jane acerca de su...
“Mamá,” Ellie se acercó a ella, envuelta en una toalla. “Anna quiere usar el conjunto amarillo, pero yo no quiero usar el conjunto amarillo porque me recuerda a Pammy el Perico. Dile que prefiero el rosado.”
“Díselo tú,” Petra le dijo, encaminándola de vuelta al cuarto de baño. “Puedes usar tus palabras, además el conjunto amarillo no se parece en nada a Pammy el Perico, es de una colección exclusiva de Banana Republic.” Ellie viró los ojos, pero hizo como indicado y volvió con su hermana. Segundos después escuchó una discusión desencadenarse en el baño. No interferiría, tenían edad suficiente para negociar y llegar a un acuerdo. 
Y como era usual, tenía razón. Anna y Ellie salieron del baño hacia su clóset y, prenda por prenda, sacaron unos pantaloncillos cortos y una camisola azul. Se habían ido por lo neutro, ¡brava! 
“No olviden ponerse crema en las piernas,” advirtió Petra antes de salir de su habitación, permitiéndoles privacidad suficiente para que se vistieran a gusto. “¡Y no tarden demasiado! Su tía Jane y Mateo no deben tardar en llegar.” 
Y hablando de Jane... El mensaje aún la esperaba sin respuesta. 
Petra desbloqueó su teléfono casi que con miedo—hacer énfasis en el casi—y lo releyó varias veces. Estaba conflictuada. ¿Qué tal si no contestaba? No tendría que haber problema alguno si no lo hacía, ¿cierto? J.R. sabía que era una mujer muy ocupada y seguramente le daría lo mismo que Petra respondiera o no... Pero ¿y si estaba aguardando por una confirmación? No habían hablado de que J.R. volviera a la oficina del fiscal después de que Petra hubiera dado su declaración a la policía, ¿que tal si quería la aprobación de Petra? ¿Un emoji de pulgar arriba serviría? 
El sonido de la puerta la hizo brincar en su lugar. Diablos, Jane había llegado. El mensaje de J.R. tendría que esperar, no quería ser interceptada por Jane y sus dotes Villanueva. 
“¡Niñas, Mateo está aquí!” Gritó a tiempo que abría la puerta. Mateo la saludó con una sonrisa, pero ni bien Anna y Ellie salieron de la habitación, perfectamente bien vestidas y peinadas, empujó ligeramente sus piernas para hacerse espacio y corrió hacia la sala con ellas. Pudo escuchar un sonido de disgusto por parte de una de sus hijas, pero no alcanzó a tomarle suficiente importancia porque lo primero que Jane hizo al verla, fue pasarle la funda de su computadora. 
Petra la miró con una ceja enarcada.
“Terminé el primer capítulo de tu libro,” Jane dijo entusiasmada. “Pero quiero que lo leas antes de que lo mandes a tu publicista.” 
“¡Oh!” 
Claro... El libro. 
Con todo el asunto de... Eso... Lo había olvidado. “Bien, pasa. Podemos revisarlo en mi recámara. Aprovechamos el tiempo antes de que nos traigan la comida. Krishna dijo que la orden estaría pronto.”
                                          ♡
Todo ocurrió demasiado rápido. 
“Petra Solano queda bajo arresto por el homicidio de su hermana Anezka Archuletta,” se sintió palidecer. Esto no podía ser posible. Su declaración a la policía había sido un éxito, J.R. se lo había dicho. Ahora sólo había que esperar a que el fiscal retirara los cargos, ¡y le había dicho que era muy plausible! 
“¡Esto es ridículo!” Una parte de sí esperaba que esto se tratara de una mala broma. Que fuera su madre haciendo una gran escena sólo para conseguir dinero, pero ni bien sintió un par de ásperas manos tomar sus muñecas por la fuerza, supo que esto era real. “¡Oiga, un momento! ¡No me toque!” 
No había razón para esposarla. 
No frente a sus hijas. 
“¡Jane!” Le gritó, implorándole con la mirada que hiciera algo. Sus niñas no la podían ver así, y quizá fue sentido común o quizá fue que en sus ojos la más pura desesperación se veía reflejada, pero ni bien Petra escuchó el primer ‘clic’ de las esposas, Jane ya se había llevado a las niñas y a Mateo a la habitación.
Su mente estaba hecha un desastre. No comprendía qué había pasado para haber llegado hasta aquí. Todo había salido bien. Había hecho todo en su poder para no llegar a una vieja y húmeda celda y de una u otra manera, había terminado en una. 
¿Qué pasaría con Ellie y Anna? Sabía que Rafael cuidaría de ellas, independientemente de aún seguir molesto con ella por lo ocurrido con Luisa, pero por alguna razón, quizá la certeza de que sin una mano firme para guiarlas, las gemelas podrían desviarse fácilmente de camino y convertirse en una copia exacta de su madre, no se sentía completamente cómoda con la idea de tener que pasar toda la vida tras las rejas. 
Tenía que salir de allí. No sabía cómo lo haría, pero lo haría.
Se rehusó a llorar mientras tomaban sus huellas digitales y su retrato, se negó a llorar incluso una vez que estuvo completamente sola, aguardando por una respuesta a todas sus preguntas, aunque la verdad era que el nudo en su garganta y la picazón en sus ojos estaban volviéndose más insoportable con cada segundo. 
“¿Petra Solano?” Un guardia de seguridad se acercó a las celdas provisionales y Petra se levantó rápidamente. “Puede irse. Han pagado su fianza.” 
Se preguntó quién lo habría hecho. Jane no tenía suficiente dinero para pagar su fianza y dudaba que Rafael quisiera hacerlo. Daba lo mismo quien lo hubiera hecho, lo importante era que estaba a punto de salir de allí y podría darse una ducha. 
Apestaba a cárcel. 
Caminó con la espalda recta y una expresión soberbia. Una parte de sí quería gritarle a los incompetentes policías quienes la habían tratado cual muñeca de trapo durante su estadía, pero prefería no meterse en más líos siendo ya una sospechosa por asesinato—defensa propia. 
Sintió los brazos de Jane antes de realmente poder ver de quién se trataba, y si bien Petra no era una persona afecta al contacto físico, dejó que Jane la abrazara, incluso que le respirara en el cabello. Suponía que haber presenciado todo el arresto también la había dejado sacudida, no podía culpar que quisiera asegurarse que estuviera bien. 
“Estoy bien,” le dijo a Jane antes de sus ojos se percataran de la otra figura que estaba a su lado.
El aliento se le quedó atorado en la garganta. 
“Recibí un mensaje de la oficina del fiscal,” J.R. dijo con una sonrisa contagiosa. “Parece que te liberé de los cargos.” Petra había querido saltar de la pura emoción; no tenía nadie con quién compartir la noticia, por lo que realmente no estaba apresurada por tomar el teléfono, pero de haberlo estado, los dedos de J.R. desatando el nudo de su bata la hubieran detenido. Recordaba claramente el escalofrío que le había recorrido el cuerpo cuando la desnudó, y si bien Petra estaba sorprendida, no opuso resistencia alguna cuando las manos de J.R. la sostuvieron del cuello y la obligaron a entrar a su penthouse. “Ahora...” 
Petra carraspeó. 
No era el momento. 
Con los ojos bien abiertos, como un ciervo atrapado en las luces de un auto, extendió la mano hacia su abogada. J.R. pareció encontrarlo extraño, pero no cuestionó la acción (y menos mal). 
“Gracias por sacarme de aquí, J.R.” Y quizá era que Petra había estado en prisión o que sus recuerdos de la noche anterior la estaban haciendo ver más estirada que de costumbre, pero J.R. no hizo afán alguno de corregirla acerca a su nombre. “Es totalmente ridículo que esté aquí, no hice nada.” 
“Encontraron los tornillos faltantes en el cajón de tu oficina.” 
Su cuerpo se heló. No era posible. Petra no sabía ni lo más mínimo acerca de construcción, que la policía pensara que haber quitado los tornillos del barandal del balcón era cosa suya era francamente estúpido, había que verla para darse cuenta. 
“Debió ser mi madre,” se excusó. Aún con el gancho era hábil. “Tiene que ser.” 
“Concuerdo,” J.R. intentó calmarla pero lamentablemente no estaba funcionando. “Voy a sacarte de esto, Petra.”
Kletba. 
La mano en su cuello... 
Dios, cómo quería sus manos en su cuello, apretando, forcejeando, aplicando la presión suficiente para hacer que Petra soltara gemidos y lloriqueos y pudiera profundizar el beso hambriento en el que se veían involucradas.
Una mirada inquisitiva la quemó entre sus recuerdos lujuriosos y Petra tuvo que mirar hacia cualquier lado que no fuera a Jane... O a la otra Jane. 
Qué pésimo lugar y momento para acordarse de todo este asunto. 
“Bien.” Dijo con la voz ligeramente ronca. “Porque sólo quiero irme de aquí.”
Y olvidarse, de una vez por todas, del maldito sueño enfermo que la estaba haciendo perder la cabeza. 
                                          ♡
Rafael y Jane la dejaron sola al poco tiempo de haberse asegurado de que estaba realmente bien, y con Anna y Ellie dormidas, tuvo la oportunidad de sacar sus sales de baño y comenzar a llenar la tina con agua caliente. Necesitaba relajación urgente y era demasiado tarde para encontrarse con el masajista del Marbella, así que su propio spa personal tendría que ser suficiente (por ahora).
“¿Señora Solano?” La voz de Krishna, estresada como siempre la recibió del otro lado de la línea. “¿Está bien? Escuché que había ido a prisión y yo...”
“¡Krishna!” Su asistente calló de inmediato. No estaba de humor para lidiar con su incompetencia ahora. “Llama a la cocina, por favor que me suban una botella de mi blanco usual y que me preparen una tartaleta de fresa. ¡Y pepinillos! Que me traigan pepinillos.” 
“¿Usted los... Usted los recibirá?”
“Pues claro que yo los recibiré Krishna. Dile al botones que entre al penthouse y lo deje en mi habitación. Encárgate de la propina, sácalo de la cuenta.” 
“Por supuesto señora Solano.” 
La línea quedó en silencio después de eso y Petra, negada a lidiar con más personas en lo que restaba de la noche, se metió a la bañera, importándole poco si se le mojaba o no el cabello. El agua caliente hizo que sus músculos se tensaran momentáneamente acostumbrándose a la sensación antes de que por fin se relajaran, dejándola caer en un estado de quietud que desde hacía días no conseguía. 
¿Por qué su madre estaba intentando incriminarla? Esto no tenía que ver con venganza, Anezka no le servía para nada, y si lo que necesitaba era dinero entonces inculparla de asesinato no la ayudaría para salir de la miseria. Ahora lo único que le quedaba era Petra como fuente de ingresos. No había razón para que la quisiera tras las rejas. 
Respiró hondo y apretó los ojos. Ya era suficiente. 
No quería pensar más en el asunto. Haber ido a prisión, aunque fuera por escasas 3 horas había sido más que suficiente para dejarle en claro que jamás quería volver. 
Tenía que desestresarse. 
“Recibí un mensaje de la oficina del fiscal,” escuchó la voz de J.R. entre sus pensamientos. “Parece que te liberé de cargos.” 
Petra se removió un tanto incómoda en su bañera. 
Cuando había pensado en desestresarse no había querido decir que haría algo, especialmente pensando en... J.R. 
“He pensado tanto en ti, Petra...” J.R. susurraba en su oído mientras que le dejaba besos húmedos en el cuello. “Me vuelves loca.” 
Sus piernas se abrieron inconscientemente bajo el agua y una mano escurridiza comenzó a bajar con caricias hacia su vientre y el hueso de su cadera. 
“Te deseo tanto. No tienes idea.” 
Con la mandíbula apretada y los ojos cerrados de manera casi dolorosa, Petra dejó que sus dedos acariciaran el escaso y sedoso vello que crecía en su pubis—No, ¡suficiente! No haría esto. 
Era extraño.
Y probablemente irrespetuoso.
Además, si lo hacía, ¿qué significaba esto para ella? 
Petra no era... Bueno, no creía serlo. 
Siempre había pensado que las mujeres eran bonitas, pero suponía que toda la gente pensaba en ello porque bueno, las mujeres sí eran bonitas. 
Había conocido una gran cantidad de mujeres hermosas durante sus años de esposa trofeo a lado de Rafael. Mujeres exitosas, realizadas, con sonrisas de comercial, con curvas voluptuosas, con ojos brillantes, sin embargo ninguna le había provocado algo. 
No lo que J.R. había despertado en ella.
No esas... Inexplicables ganas de querer pasar tiempo con ella o conocerla un poco más. Esas inexplicables ganas de querer que pusiera su mano sobre su muslo para reconfortarla. O... Que hiciera otras cosas con ella. 
Cosas más...
Íntimas. 
¿Se debería esto al estrés? ¿Se debería a su inmensa soledad? ¿O se debería a que J.R. había avivado algo que por mucho tiempo había dejado dormido? 
En momentos como este deseaba haber generado una relación con Luisa durante aquellos años de matrimonio con Rafael, quizá le hubiera venido como anillo al dedo preguntarle esto a ella, seguro que tendría una buena respuesta. O al menos una graciosa para aligerar la tensión. 
Petra no estaba escandalizada de que pudieran gustarle las mujeres, que eso quedara bien claro, era el siglo veintiuno y ella era una mujer de negocios y de mucho mundo, pensar en ser algo más allá de heterosexual no la ponía a llorar de miedo, pero sí que la descolocaba. 
Más aún porque la mujer que le había despertado la crisis de identidad sexual a los casi cuarenta era... Bueno, su abogada. 
Y Petra sabía que era una mujer guapa—diría guapísima pero no quería parecer soberbia—pero hasta ella con su roto compás moral sabía que involucrarse con la mujer que empleaba para intentar probar su inocencia en la corte era... Bueno, problemático por ponerla simple. 
“Ugh,” esto del baño relajante no estaba funcionando. 
De mala gana tomó su bata y se enredó el cabello en una toalla. En su habitación, el botones había dejado el carrito de servicio. Una botella de vino rosado, una tartaleta de fresa y un frasco de pepinillos, justo como había pedido. 
Desde el brunch Petra no había comido nada, pero la realidad era que con todo este asunto hasta el apetito se le había desaparecido. 
Agradecería a Krishna por la mañana por haber sido tan servicial, pero ahora, lo único que quería era su cabeza se callara un momento.
Sin importar que la ventana de su habitación estuviese abierta, o que sus caras sábanas de algodón egipcio fueran a arruinarse debido a la humedad de su cuerpo, se lanzó a la cama y puso la cara contra la almohada. El cansancio y desesperanza que durante el día había estado reteniendo la embargaron rápidamente y bastó con respirar profundo y cerrar los ojos para que su cuerpo comenzara a ceder con la presión. 
Mañana sería otro día. Lleno de posibilidades nuevas y, ojalá, una solución a su predicamento.
...Al de la muerte de Anezka claro estaba.
Su cuerpo yació inerte sobre el colchón y su boca se entreabrió mientras que el sueño invadía la habitación.
“Te ves exquisita, Petra...” Escuchó la voz de J.R.
Hm.
Bueno, tal vez mañana también podría encontrarle una solución al... Otro predicamento.
Pero...
Mañana.
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laannie0803 · 4 years
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Seda es un mayordomo de la Guardia de la Noche de servicio en el Castillo Negro.
Seda es descrito como un muchacho hermoso, con ojos oscuros, piel suave y cabello negro con bucles. Le creció la barba y se la acicala con una esencia dulce. Es un joven inteligente que aprende con rapidez, valiente en la batalla, y que sabe leer y escribir más o menos bien. También es un bailarín elegante. En la Batalla del Castillo Negro le dice a Jon que es devoto de la Fe de los Siete, si bien posteriormente cuando presta el juramento como hermano de la Guardia, lo hace en el bosque de arcianos.
Seda es originario de Antigua, y recibió el nombre del burdel donde había nacido y fue criado. Hasta los dieciocho años de edad trabajó allí prostituyéndose.
Dos días antes de la salida de Lord Jeor Mormont en la gran Exploración por el Bosque Encantado, Conwy está de vuelta en el Castillo Negro con seis nuevos reclutas. Estos son un anciano de barba gris que se apoyaba en un bastón, dos muchachos rubios que parecían hermanos, un joven emperifollado vestido con ropas de seda muy sucias -Seda-, un hombre andrajoso con un pie zambo y un orate sonriente que se creía un guerrero.
Donal Noye le dice a Jon Nieve que los trajo de las mazmorras de un señor, cerca de Puerto Gaviota. Queda entrenando en el Castillo Negro bajo la tutela de Endrew Tarth.
Con un grupo de distracción, Mance Rayder logra que Bowen Marsh deje el Castillo Negro para enfrentar una partida de salvajes, dejando una pequeña fuerza para defenderlo. Seda queda allí participando en la Batalla del Castillo Negro. Viste la lana, la cota de mallas y el cuero endurecido de la Guardia de la Noche. Medio año en el Castillo Negro le habían endurecido las manos y Noye decía que era aceptablemente diestro con la ballesta.
Cuando los cuernos sonaron avisando de la llegada de los salvajes, Seda se orinó en los calzones. Estaba pálido como un fantasma y le dice a Jon que tiene miedo. Jon Nieve, Dick Follard y Seda ocuparon posiciones en tres lados de la torre redonda armados de arco y ballestas. Cuando Seda mata a un salvaje, grita con voz ronca y de triunfo, que le ha dado en el pecho. Durante la batalla son superados en número y Dick muere. Jon y Seda abandonan la posición dirigiéndose hasta el parapeto norte, donde la Torre del Rey dominaba la puerta y la barricada que Donal Noye había hecho levantar con barriles y sacos de maíz para defender la escalera al Muro.
Jon le ordena traer el aceite y ambos toman los gruesos paños acolchados que habían dejado junto al fuego, levantan la pesada olla de aceite hirviendo y derraman su contenido por el agujero de la trampilla sobre los thenitas. Los chillidos fueron espantosos y Seda estaba a punto de vomitar. Jon cerró de una patada la trampilla, puso encima la pesada olla de hierro y sacudió a Seda por los hombros para sacarlo de ese estado y continuara peleando. Jon le ordena a Seda ir por las antorchas. Disponían también de una docena de flechas de fuego. Seda, muy asustado, puso una antorcha entre las llamas hasta que se encendió bien y se la llevó a Jon junto con las apagadas. Jon se dedicó a lanzar las flechas de fuego que eran encendidas por Seda. Cuando Jon se quedó sin flechas, Seda y él empezaron a encender las antorchas y a lanzarlas desde las almenas.
Luego de la batalla desde el sur, Jon le pide que lo ayude a bajar al patio con una antorcha. Jon vagó por la oscuridad, con la muleta bajo un brazo y el otro en torno a los hombros de Seda buscando a Ygritte.
Luego de la batalla, el Castillo Negro se queda sin maestro de armas, por lo que Jon participa en el entrenamiento de algunos reclutas, entre ellos Seda. Está entre los que felicitan a Jon Nieve cuando gana la votación para Lord Comandante.
Durante la práctica de tiro con arco Seda se arrancó media uña del pulgar con la cuerda.
Seda se encarga, junto con Caballo y otra docena de hombres, de guiar con antorchas al otro lado del Muro a los salvajes que doblaron la rodilla ante el rey Stannis Baratheon.
Seda termina su entrenamiento y es designado para ser un mayordomo. Va con Jon Nieve a tomar su juramento en el bosque de arcianos en el Bosque Encantado.
Cuando se asigna a Eddison Tollett como mayordomo jefe de Túmulo Largo, el Lord Comandante Jon Nieve nombra Seda su escudero y ayudante. Su nombramiento causó un escándalo y molesto a varios oficiales de alto rango. El septón Cellador es parte de una delegación de tres hombres, junto con Othell Yarwyck y Bowen Marsh, quienes presentan sus demandas al Lord Comandante Jon Nieve. Bowen Marsh, le plantea que a los hombres no les gusta ya que por tradición, el mayordomo del lord comandante es un muchacho de buena familia adiestrado para el mando y que la Guardia de la Noche no seguirá a un ex prostituto en la batalla.
Seda asiste en la boda del Magnar Sigorn con Alys Karstark, la que llevaba el pelo recogido en un remolino de encajes que había encontrado Seda en alguna parte. El Lord Comandante Nieve le pidió que escoltara a la reina Selyse al banquete, pero Ser Malegorn de Lagorrojo, uno de los caballeros de la reina interviene con el fin de cumplir con esta tarea.
Seda está presente en el banquete y bailó derrochando gracia con tres criadas, pero ni siquiera intentó acercarse a ninguna dama de alta cuna, cosa que Jon consideró muy prudente ya que algunos caballeros de la reina, sobre todo Ser Patrek de la Montaña del Rey estaba buscando cualquier provocación para derramar sangre.
Satin is a butler of the Night's Watch on duty at Castle Black.
Satin is described as a handsome boy, with dark eyes, smooth skin, and curly black hair. He grew a beard and is groomed with a sweet scent. He is an intelligent young man who is a fast learner, brave in battle, and can read and write more or less well. He is also a graceful dancer. In the Battle of Castle Black he tells Jon that he is a devotee of the Faith of the Seven, although later when he takes the oath as brother of the Guard, he does so in the weed forest.
Satin is originally from Antigua, and was named after the brothel where he was born and raised. Until he was eighteen years old, he worked there as a prostitute.
Two days before Lord Jeor Mormont's departure on the great Enchanted Forest Exploration, Conwy is back at Castle Black with six new recruits. These are an old man with a gray beard who was leaning on a cane, two blond boys who looked like brothers, a young man dressed in very dirty silk clothes -Silk-, a ragged man with a club foot and a smiling orate who thought he was a Warrior.
Donal Noye tells Jon Snow that he brought them from a lord's dungeon, near Puerto Gaviota. He is training at Castle Black under the tutelage of Endrew Tarth.
With a distraction group, Mance Rayder manages to get Bowen Marsh to leave Castle Black to face a party of savages, leaving a small force to defend it. Seda remains there participating in the Battle of Black Castle. Don the wool, chainmail, and hardened leather of the Night's Watch. Half a year at Castle Black had hardened his hands and Noye said he was acceptably skilled with a crossbow.
When the horns sounded warning of the arrival of the savages, Silk urinated on his breeches. He was pale as a ghost and tells Jon he's scared. Jon Snow, Dick Follard and Satin took positions on three sides of the round tower armed with bows and crossbows. When Satin kills a savage, he yells in a hoarse, triumphant voice that has hit him in the chest. During the battle they are outnumbered and Dick is killed. Jon and Seda leave their position heading to the north parapet, where the King's Tower dominated the gate and the barricade that Donal Noye had erected with barrels and sacks of corn to defend the stairway to the Wall.
Jon orders him to bring the oil and they both take the thick padded cloths that they had left by the fire, lift the heavy pot of boiling oil and spill its contents through the hole in the hatch on the Thenites. The screaming was awful and Satin was about to throw up. Jon kicked the hatch closed, put the heavy iron pot on top, and shook Silk by the shoulders to bring him out of that state and continue fighting. Jon orders Silk to go get the torches. They also had a dozen fire arrows. Satin, very scared, put a torch between the flames until it was lit well and took it to Jon along with the extinguished ones. Jon dedicated himself to launching the fire arrows that were ignited by Satin. When Jon ran out of arrows, he and Satin began lighting the torches and launching them from the battlements.
After the battle from the south, Jon asks him to help him down into the courtyard with a torch. Jon wandered through the darkness, his crutch under one arm and the other around Satin's shoulders, searching for Ygritte.
After the battle, Castle Black is left without a weapons master, so Jon participates in the training of some recruits, including Satin. He is among those who congratulate Jon Snow when he wins the vote for Lord Commander.
During archery practice Satin pulled off half a thumbnail with the string.
Satin, along with Horse and a dozen other men, is tasked with leading with torches to the other side of the Wall the savages who have bowed the knee to King Stannis Baratheon.
Satin finishes his training and is appointed to be a butler. He goes with Jon Snow to take his oath in the weedy forest in the Enchanted Forest.
When Eddison Tollett is assigned as Long Mound's chief steward, Lord Commander Jon Snow appoints Silk as his squire and aide. His appointment caused a scandal and annoyance to several high-ranking officials. The Cellador septon is part of a three-man delegation, along with Othell Yarwyck and Bowen Marsh, who present their demands to Lord Commander Jon Snow. Bowen Marsh, suggests that men do not like it since by tradition, the Lord Commander's butler is a boy of good family trained for command and that the Night's Watch will not follow a former prostitute in battle.
Satin attends the Magnar Sigorn's wedding to Alys Karstark, the one with her hair tied back in a swirl of lace that Satin had found somewhere. Lord Commander Snow asked him to escort Queen Selyse to the banquet, but Ser Malegorn of Redhead, one of the queen's knights intervenes in order to fulfill this task.
Satin is present at the banquet and danced gracefully with three maids, but did not even attempt to approach any highborn lady, which Jon considered very prudent as some of the queen's knights, especially Ser Patrek of King's Mountain, were there. looking for any provocation to shed blood.
27 notes · View notes
writtenbyhappynerds · 4 years
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Unit 3: Face Claims, Please Stop Using Emily Rudd
     Ok. So now lets look at face claims. Face claims are a broader topic to character creation and OCs as a whole. I like face claims. They’re great, because they allow you the writer to get in your head what the main character looks like and how they fit in with the cast and the world. I have nothing against face claims, I use them myself because I like to visualize what I’m working with. However, as we’ve seen in Unit 2, it’s on the writer to convey what the character looks like. As we’ve seen in Unit 1, the character should be cohesive with the rules of the universe. Face claims and characterization can apply the first two units very easily. 
     Reference images are for your eyes only, so that you can see what the character looks like. When describing a character, pull details from your reference image to explain what they look like. You do not have to be overly specific. Ebony Dark'ness Dementia Raven Way is a prime example of being overly specific, given the first paragraph of her fanfiction My Immortal is: 
     “Hi my name is Ebony Dark’ness Dementia Raven Way and I have long ebony black hair (that’s how I got my name) with purple streaks and red tips that reaches my mid-back and icy blue eyes like limpid tears and a lot of people tell me I look like Amy Lee (AN: if u don’t know who she is get da hell out of here!). I’m not related to Gerard Way but I wish I was because he’s a major fucking hottie. I’m a vampire but my teeth are straight and white. I have pale white skin. I’m also a witch, and I go to a magic school called Hogwarts in England where I’m in the seventh year (I’m seventeen). I’m a goth (in case you couldn’t tell) and I wear mostly black. I love Hot Topic and I buy all my clothes from there. For example today I was wearing a black corset with matching lace around it and a black leather miniskirt, pink fishnets and black combat boots. I was wearing black lipstick, white foundation, black eyeliner and red eyeshadow.”
     Never do this. I will find you and we will have a very nice conversation about how to improve your writing. Ebony Dark’ness Dementia Raven Way breaks the three big rules of characterization and character description: She drops the face claim directly in the narrative (Amy Lee, lead singer of Evanescence), she describes every characterizing feature about her (vampire teeth, ebony black hair), and she describes her complete outfit. To give a better standard of describing characters, we are going to fix Ebony Dark’ness Dementia Raven Way. 
     Young Adult novels very often stick to height, hair color, eye color, and body shape. This is something you as an author should think about, but sticking just to this blueprint can be pretty generic. When you look at other people, those aren’t the only things you notice, right? Those aren’t even things you necessarily need! A big example of going against the grain of the standard is found in The Great Gatsby. Despite having loads of color imagery, we never learn what Daisy’s hair color or eye color is. But somehow, we don’t need them because we are supplemented with, “Her face was sad and lovely with bright things in it. Bright eyes and a bright, passionate mouth.” Fitzgerald focuses on how his characters carry themselves and their facial expressions. These give descriptions of their personalities. When he does describe hair color or eye color, he does it in a way that fits with the style and vibe of his writing, and you as a writer can do the same. 
     In my own personal opinion, eye color does not need to be described immediately. You can save small descriptions of your characters and sprinkle them in throughout the story, rather than dumping an appearance in one paragraph. In one instance you can describe what a character’s wearing, and in another later on, describe their hair as they pull it away from their face. Describe it as it changes from the normal. Jeremy Scott’s The Ables is a great example of character description and characterization. The main character is blind, which means that the cast gets by on contrasting personalities. We don’t know the ethnicity of many of the characters until we’re halfway through the book, and the main character only learns his basic appearance because it’s been described to him by his parents. Things like eye color and hair color and how tall someone is don’t matter as a whole. What matters is how it can be applied and further the story and the personality of the character. A character having curly brown hair? Don’t necessarily need that. A character who takes the time to curl her brown hair every morning? That tells me something about that character. Small moments, and giving descriptors through details can really help you avoid the paragraph dump. 
     Character Bios are the bane of my existence. Do not put character bios in the beginning of your fanfiction. All you’re doing is giving me a paragraph I’m not going to read. Character bios are lazy writing. It’s low-hanging fruit to mention them as something to not do. There are so many ways to incorporate detail into a story. By putting in a character bio, you tell the reader that you either: don’t know how to incorporate these facts, are too lazy to incorporate these facts, or don’t care enough about what you’re writing to incorporate this information that we must know immediately about your character. In addition, we don’t need to know your character’s favorite color and the music they like on page one, so why do that to yourself? Not caring about your work can ruin a fanfiction. If you don’t care about what you’re putting out there, how can you expect your audience to care enough to read it. 
     Another important aspect of characterization is show-don’t-tell. Which we’ve all heard, but I’ve rarely seen it used. When used effectively you can draw the reader in, and allow them to use context clues to draw their own conclusions. A good rule of thumb, and the Show Don’t Tell 101 is that you show emotions, and tell feelings. You don’t need to tell me how the floor swayed under someone’s feet and they felt as if they were underwater. You can just say they felt tired that morning. However you can show emotion, and show the full range of anger and pain when someone’s upset to convey properly how that character is feeling. This is something that requires a light touch. It ties in with context clues and foreshadowing. I shouldn’t know from the third line of dialogue of a Shane Dawson fanfiction that the OC has an eating disorder. I shouldn’t know when exactly two characters are going to end up together, or when two characters are going to split apart. It should come as a surprise. An example I can give is a story I have of two spies who fall in love. From the first chapter, it’s obvious to the reader how this world is a game to them, and how they click and exist on that same wavelength. Chemistry can be obvious. Banter can be a fun way to express chemistry. What wasn’t obvious in this story, was that one of the spies would be killed by his own organization. What wasn’t obvious was how this would shape the other spy, who became the main villain of later works. If you make the narrative obvious I want you to then surprise the reader. Because you yourself will get bored. That’s why you see a lot of fanfics get dropped after three chapters- the writer has it all planned out how something will happen, and this plan becomes boring, but they don’t try to change the plot to make it more exciting. Throw in a wrench. Shoot someone. Spice it up my dudes. 
     We titled this chapter Please Stop Using Emily Rudd because one, we see Emily Rudd, as well as other girls who will be in an imgur album at the end of this chapter, way too often as the main OCs in fanfiction, and two, they represent a saturation and an insecurity in the market of main characters. We as writers don’t need to rely on these girls, and we actually keyhole and limit ourselves when we stick to stereotypical goth/emo girls (ex: Eugenia Cooney, Aly Antorcha, and Taylor Momsen face claims), or pale girl with dark hair and green eyes (Emily Rudd) same thing different descriptor for Nina Dobrev, or that red haired girl with green eyes who I couldn’t find a name for but she’s in almost every Harry Potter and/or Weasley sibling fanfic so you know who I’m talking about. 
     These girls should not be the standard of OCs. On top of that, not every OC has to be “strikingly beautiful” some of these OCs are like, 11-12 at the start of the fanfic. It’s ok to not describe how pretty they are. On top of that, not all of the world looks “strikingly beautiful” and that shouldn’t be a character descriptor. When one fanfiction I read had the love interest describe the OC as, “nothing to look at,” they contrasted everything else I’d read before because they made the beauty in that character not about what she looked like but her actions and who she was as a person. She became more beautiful as the fanfiction went on because of her personality, and by the end of it, it made sense that the love interest fell in love with her because he loved her as a person, not as an object. That’s what it boils down to. These girls don’t have to be pretty thin models and celebrities to be good face claims. Spending less time on the appearance, and more time on the personality makes for a character more beautiful and more believable than if you used some model. Don’t feed the manic pixie dream girl trend. 
     Moving on. Your character should not fill a hole or replace a member of the cast. They should bring a new perspective and add, not take conflict from the original work. For example, if you are writing Harry Potter fanfic, the character should not be composed of all the attitude Harry and Ron didn’t get in the movies. If you write Sherlock fanfiction, the character should not be the voice of reason to apologize for Sherlock’s antics while still doing the same things as him. In my own Psycho-Pass fanfiction, my character should not be a manifestation of Shogo Makishima’s soul. All these things do are fill holes in the story without adding to the narrative. If they were removed the story wouldn’t know they’re gone. If you can add conflict or alternative plots to the narrative, making the characters and the cast go through something they didn’t go through otherwise, you make the OC matter more. There used to be a beautiful Harry Potter fanfic that got deleted, where the OC went on full fledged adventures without the cast. She did her own thing, hanging out in the Harry Potter universe. This fanfic worked because the OC was the star of her own narrative. She wasn’t hanging on to Harry, Ron, Hermione, and Draco. They did their thing, and she did hers. It made for a great fanfic that I’m very sad to have seen the end of. Try and give your character something to do that doesn’t involve the cast. Think of it like fanfiction’s version of the Bechdel Test: Can your OC go through a chapter of fanfiction without relying on the cast. 
     Let’s revisit our darling, dearest, dead, Ebony Dark’ness Dementia Ravenway. Using what we’ve discussed in the previous paragraphs, I am going to attempt to fix the introduction given by our dear Enoby in Chapter One of My Immortal. Pray for me. 
     By Year 7 at Hogwarts, I had given up on the uniform. I’ve been at this school for too long to keep wearing the same damn thing, and as soon as I’m done I can bow out of button-ups and itchy sweaters. Professor McGonagall had a fit when I walked in last year with purple and red streaks in my hair. I smile as I imagine her face when she sees my miniskirt and corset. I sloughed in front of my mirror, carefully winging out my eyeliner and dabbling my lids with red eyeshadow. I popped on a black lip, blew myself a kiss, and felt stupid for doing so. 
     McGonagall didn’t even let me make the Great Hall. She marched me back, and forced me to change into the school uniform. I added pink fishnets and combat boots, and rolled my skirt up before heading back down to the Great Hall. My classmates gave me a wide berth. As I walked past a cluster of Slytherins I could hear them whisper. 
     “Fangy bitch.”
     “Say that again?” I said setting my sights on them. “Do you really want to insult me now? I haven’t even had breakfast yet, though I could make an exception.” They scurried off. I flipped them the bird as they went, and carried on downstairs. Remus Lupin was the best thing to ever happen to this school. Yeah, he was a werewolf, but I felt a little less alone. At least there was more than one monster running around here. 
     Next week we will be discussing names. Ebony Dark’ness Dementia Raven Way will make a return, as well as some other names that are uncomfortable and cringy to read. This is your warning now, that in 2 weeks we will have our first exam for Fanfiction 101. I did say in the introduction that there would be an exam, and it’s on its way. We will give you more information next week when we see you to discuss Nameberry.com. 
     Supplemental Instruction: The aforementioned imgur album of overused face claims and OCs. Think of this like a newly minted banned book list. 
https://imgur.com/gallery/SpIGZhF
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malarone4 · 4 years
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sky ferreira is such a throwback to tumblr when it was mostly effie stonem gifs, "pastel goth/grunge", molly soda, aly antorcha... i miss the early 2010s...
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alydavisperez · 4 years
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Ansiedad Insomne
El murmullo de la noche arrulla el silencio de mi soledad.
Madrugada dilatada que me arrastra a su profundidad, temores de ojos insomnes me rodean y el tiempo se ofusca en esta inmensidad.
El fuego de la vigilia es frío, se confunde con la brisa que a mi aturdimiento cobija, pero que al sueño no quiere entregar.
Es perfecta la serenidad de la noche para jugar con la vulnerabilidad de mi mente. ¡Con antorcha encendida la zozobra se hace presente!
¿Cuántas voces multiplicadas en mi cabeza? ¿Cuántos latidos en mi pecho se aceleran? Contémplome al borde de ese abismo al que siempre he temido.
Se erigen espirales de irrealidad que me llevan a laberintos interminables. La locura es un miedo al miedo que estalla en mis sesos. Sé que hay una salida de escape, pero debo parar de correr y tomar aire.
Procurando huir la asfixia se incrementa: me envuelve, me absorbe, me minimiza, me descentra, se roba las luces y los colores, me aturde, me encadena a la sombra de un infarto, a la muerte que me acecha.
El sentido de la lógica se desvanece con estas imágenes alebrestadas en mi mente. Delirios que se alzan atestándolo todo de incoherencias.
Vienen las experiencias de crisis pasadas, me auxilian respirando por mí, por la corriente me dejan fluir. No importa, el temor se acalla, no es hora de morir.
Y siento que la angustia se sosiega, cual fiera encadenada que se agota de hacer fuerza. No pudo escapar, gruñendo mira la penumbra infinita, desconoce lo que le enfurecía.
Y se desvanecen las voces, huyen los demonios a sus laberínticos cuarteles. Revuelta acallada, el miedo decrece, la cordura se enciende, me enciende, y ya amanece.
Aly Davis Pérez
Tumblr media
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