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#ropa para niña
karlitachan · 1 year
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😊 Holi, hoy les traigo un vídeo Haul donde les muestro cosas lindas para niñas 🙈 créanme todo esta DIVINO, esperando les agrade este pequeño Video se los comparto 😉 recuerda compartir en todas tus redes sociales y dejar un suculento like😊
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kazvvha · 2 years
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@KAZVVHA ha publicado un nuevo outfit:
                   CÓDIGO #8212: players protection program,📍 vancouver
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tallagrande · 2 years
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Ropa bella, sexy y cómoda para chicas plus size
Hola, soy Belén. Tengo 32 años, administrativa en una empresa de servicios y sí, soy una chica grande. Me gusta mi cuerpo, no siento ningún complejo con mi figura y soy generalmente, la chica más grande de mi grupo. Desde que era una niña, siempre fui más grande que mis compañeras de clase y siempre me ha gustado serlo.
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rushnaf · 1 year
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Conjunto de ropa de verano para niña, Top de manga corta, patrón de puntos, pantalones cortos de mezclilla, estilo coreano
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hobidess · 3 months
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Una tarde al lado de pa Missa
Tallulah se mantenía en el lugar de pesca favorito de Philza, realmente no sabía que debería hacer, estaba realmente aburrida y el que su papá Philza no estuviera y Chayanne haya ido a buscarlo, tampoco ayudaba. 
Veía su lindo cabello pero al mismo tiempo sentía que no era nada excepcional, su gorrito cada vez le quedaba más pequeño e incluso su ropa la sentía tan poco suya. Es decir, ya no se sentía bien con lo que tenía, quería cambiar, quería ser alguien diferente. 
— Tallulah, mi niña - escuchó justo detrás y ahí estaba su pa Missa 
— Pa Missa - lo saludó y prácticamente corrió a su encuentro para abrazarlo 
— ¿Cómo han estado todos aquí? Desperté, pero a lo mejor vuelva a dormir en un ratito - explicó con algo de vergüenza 
— Está bien, es bueno verte - contestó con una sonrisa 
— ¿Eh? Tu gorro está como que más pequeño ¿no? Ya casi no te entra - señaló quitándole un poco el gorro 
— Si, ya no me queda como antes - asintió y alzó los brazos para tomar el gorro 
— Y tu ropa tampoco te queda bien, has crecido bastante mi niña - sonrió con cariño - Creo que deberíamos conseguirte más ropa 
Missa revisó su bolsillo y se dio cuenta de que tenía dinero, no tanto como seguramente Philza tendría, pero si lo suficiente para consentir un poco a su querida niña. Así que lo decidió, ese día sería para pasar junto a Tallulah, irían de compras y animaría un poco a la pequeña. 
— Tengo que ir a comprar unas cosas al centro ¿me acompañas? - cuestionó con cuidado 
— Si - asintió contenta, pasar un día con su padre estaría bien 
Ambos, en lugar de tocar la waystone, decidieron caminar. Si había algo que le gustaba a Missa, era el simple hecho de caminar, respirar aire fresco y ver las lindas flores que habían. Tallulah era igual, le gustaba ver las flores, recoger algunas nuevas e incluso tomar algunos árboles bonitos que no tuviera aún. 
Entre varias paradas, llegaron finalmente al spawn o al centro, ahí estaban todas las tiendas y Tallulah realmente pensó que Missa tal vez compraría una warpstone, porque no sabía si su papá ya tenía una o tal vez quería una nueva mochila. 
De cualquier manera, Tallulah caminaba directamente a la tienda para los adultos, pero fue sorprendida cuando Missa le pidió que lo siguiera a otro lado primero, fueron directamente a la tienda para ellos, para los niños. 
— ¿Por qué estamos aquí? - cuestionó confundida 
— Vamos a comprarte cosas - sonrió contentó - Ropa nueva, en específico
— Pero…
— Déjame consentirte, cariño - pidió Missa y Tallulah no pudo decir algo más 
Ambos comenzaron a buscar ropa, habían muchas cosas que le llamaban la atención pero tampoco quería ser demasiado codiciosa. Simplemente se decidió por una ropa más cómoda y linda a su parecer.  
Justo antes de irse con un nuevo conjunto de ropa e incluso un nuevo gorro que combinaba perfectamente con su ropa. Vio un tinte de cabello, era algo nuevo, algo que no muchos probarían pero a ella le dio curiosidad. Entre los tintes justo había uno de color negro, observo de re-ojo a su papá y luego al tinte, lo quería pero…
— ¿También esto? - cuestionó inseguro - ¿Quieres cambiar el color de tu cabello?
— Bueno - soltó de manera nerviosa y solamente se dio la vuelta para levantar un poco su cabello, ya estaba más largo también 
Justo en la parte más cerca del cuero cabelludo, Missa pudo observar como el cabello cada vez era más oscuro y sí, si le prestaba atención a todo el cabello de Tallulah, solo las puntas estaban más claras pero entre más se acercaba al cuero cabelludo, más oscuro se ponía casi llegando a negro. 
— Oh ¿por eso no querías que te quitara el gorro? - cuestionó recibiendo un asentimiento en respuesta - Pero es normal, cariño. A veces los niños nacen con un cabello de un color claro pero mientras crecen, este se va oscureciendo. Suele suceder, es algo bastante normal
— ¿Es normal? - cuestionó aliviada 
— Claro, si quieres podemos pintar tu cabello de una vez - sonrió con emoción 
— Si quiero - asintió encantada 
— Bien, vamos entonces - animó mientras tomaba el tinte y pagaba por todo 
Esta vez no caminaron a casa, esta vez sí usaron el waystone y llegaron a su hogar en un parpadeo. 
Al entrar, fue Missa quién comenzó a preparar todo, se colocó un delantal, guantes e incluso ayudó a Tallulah a ponerse una camiseta vieja para no manchar o dañar su ropa. Todo estuvo listo en cuestión de minutos, aunque Tallulah estaba nerviosa, le pidió a su papá que no le pusiera un espejo en frente, quería que le pintara todo el cabello y después vería el resultado final. 
Después de cerca de dos horas, finalmente Tallulah estuvo lista, con su nuevo cabello y su nueva ropa, todo estaba listo. Solo hacía falta que ella viera el resultado final, en cuanto Missa la observó, sonrió con emoción, encantado de verla tan linda. 
— ¿Cómo me veo? - preguntó de manera tímida 
— Mira tú misma - instó Missa y la acercó al espejo 
Ahí se veía Tallulah en espejo, su cabello estaba más largo pero seguía rizado solo que ahora era completamente negro, como el cabello de su papá Missa. Su sombrero era muy bonito, un beanie de color lila con puntitos blancos, le recordaba a un hongo bonito. Su ropa también estaba bien, una blusa negra con una caperuza lila con toques blancos encima y una falda lila también, incluso las botas negras eran bonitas y brillantes. 
— Me veo muy bonita - admitió contenta 
— Obviamente eres bonita, muy bonita - asintió de acuerdo - Y esto solo realza tu belleza natural 
Mientras decía eso, tomaba pequeños broches en forma de estrellas y los colocaba por todo el cabello de la pequeña. Era como si el cabello de Tallulah ahora fuera un cielo nocturno con muchísimas estrellas dispersas a lo largo de él. 
— Gracias, papá - agradeció dándole un fuerte abrazo 
Missa abrazó a su pequeña y sonrió orgulloso, tal vez no era el mejor padre como lo era Philza, pero al menos podía ayudar en los momentos importantes.
Hola, nuevamente aquí traigo algo de Tallulah, lo siento pero no la puedo soltar después de ver su cambio de apariencia <3 es que esa niña merece muchas cosas buenas en su vida y qué mejor que un buen papá? Hice esto en base a unos tweets que vi, es como si cada hc me inspirara y pues tenía que escribir, a continuación les dejo los tweets.
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Ahora, lo de que un cabello claro se vuelve oscuro con el paso del tiempo, es cierto. No sé a ciencia cierta como funciona eso, pero en este caso quiero creer que fue así, el cabello de Tallulah debía ser negro sí o sí :D En fin, muchas gracias por leer <3
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unicornio12am · 6 months
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No digas esas cosas tan atrevidas con esa carita de niña buena, es demasiado tentador para mi, alteras mi cuerpo, haces que ese instinto salvaje y dominante se apodere de mi, y mis ganas de arrinconarte y meter mi mano bajo tu ropa mientras te beso se hacen más fuertes, no digas esas cosas, harás que termine llevándote a un rinconsito, diciéndote cosas muy obscenas, acariciando ese cuerpecito con unas ansias muy salvajes, no me mires de esa forma, no tengo autocontrol contigo. 🕷
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flan-tasma · 8 months
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HOLA, amo como escribes las escenas nsfw, así que podría pedir un escenario con Wriothesley en donde somos una prosti pero el nos enseña un sexo lleno de amor y cosas fluffly pq se enamoro en vez del sexo sucio y feo¿
JSBDKD NO SE SI SE ENTIENDA, PERO GRACIAS DE ANTEMANO 🫶🫶
💖~ aydios amix, ME ENCANTÓ ESTA IDEA DKGDKHD literal podrían ser el típico "Yo te saco de trabajar, mi reina, ntp" KDHKDH gracias por tus palabras~ me hace feliz que te gusten mis escritos! ✨
Me pasé de verg* y esto terminó siendo muy largo, no sé si le debería hacer parte dos pero realmente quiero hacer algo más bonito con esta idea~ Escuché "All you wanna do" del musical Six mientras escribía esto, me gustó en lo personal
Warning: smut, angst, prostitution, Fem!Reader | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
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Spanish:
La vida es difícil, está llena de baches y no fluye como el agua de una fuente. Esas eran las palabras que tus padres te repetían todos los días como si fuera un mantra divino. La vida se trataba de trabajar para no morir, hacer lo que fuera necesario para comer un trozo de pan, para asegurar que la niña que criaban no moriría de hambre ni de frío. Trabajaban día y noche, remendaban la ropa y las mantas, los zapatos y los muebles viejos, todo debía cumplir una labor incluso si ya no servía, el reloj era un muerto viviente que tu padre siempre trataba de reparar con algunas herramientas oxidadas y la luz de una vela que casi no tenía cera, pero siempre sonaba a sus horas.
La vida era difícil, se trataba de trabajar para conseguir gas y poder hervir agua para hacer sopa, se trataba de bañarse en agua helada en la mañana y trabajar todo el día para caer rendido en un triste colchón en el piso. Eso aprendiste de tus padres desde joven y entendiste, aquella noche fría en que un mazo oxidado abrió el cráneo de tu padre por la frustración, que sus palabras eran muy sabias. Entendiste, el día en que tu madre falleció por enfermedad y sin disponibilidad de medicamentos, que la vida era tan fría como el agua con el que te lavaste la cara en la mañana, tan dura como el piso en el que dormiste por varias noches, entendiste que tenías que salir de ahí de alguna manera.
Aprendiste muchas cosas en tu vida, que si lavas tu cara antes de salir a vender periódicos tendrías unas monedas de más, que si preferías usar una blusa sin mangas tendrías más atención y eso te podría ayudar a comer más que una hogaza de pan duro. Entendiste que siendo atractiva te podrías salvar cuando un hombre te llevó para trabajar en algo más "adecuado".
Pura mierda. Un edificio con luces extravagantes y cortinas traslúcidas, una prisión lujosa donde has sido reclusa desde la adolescencia. No podías quejarte, se supone, tenías una cama suave y comida, un techo que no permitiría que la lluvia ni el sol te enferme, tenías una habitación y un baño decente por primera vez en tu vida y la ropa que vestías, si bien era incómoda, entallada y lujosa, era ropa y se agradecía. Para alguien que no tenía nada de eso, era una bendición que pagaste con un trabajo sucio.
Bailaste, cantaste, aprendiste a conversar y a sonreír aún si estabas incómoda, aprendiste a no quitar las manos que te hacían temblar de miedo, aprendiste a no chillar de dolor ni de miedo cuando te usaban como si fueras un vulgar agujero o una muñeca bonita para mancillar.
Lloraste al final de cada encuentro, no disfrutaste ninguno, siendo todo jalones y mordidas de demonios que arrancaban tu piel, los ojos de los monstruos que dormían bajo tu cama queriendo llevarte al infierno te veían como un trozo de carne lujosa, preparados para rostizarte con especias asquerosas y comerte, y tirar tus huesos contra el plato para que alguien más limpiara el comedor donde pecaron.
Un nuevo día, una ducha con agua helada y tu cabello enmarañado en el espejo, tu cuerpo dañado ya no era lo que solía ser cuando te preparabas para vender periódicos en las oscuras calles, sino una figura más madura y cuidada, el ejercicio y la alimentación que regulaban para mantenerte como un sujeto atractivo combinaba con los moretones espantosos en tus piernas y en tu cuello. Los odiabas, y te apresurabas a cubrir tu cuerpo con una toalla para seguir llorando una mañana más.
La vida era triste, fría y solitaria. Te trataría como una pieza en un tablero, sin importancia, destinada a ser abusada y manchada por otros. Hasta que te salvaron.
Wriothesley, que sonríe cada vez que lo llamas. Wriothesley, cuyos ojos se suavizan cuando te ve. Wriothesley, que no temió en usar su fortuna para mantenerte. Wriothesley, que te salvó de esa prisión pintada de lujoso pecado, depresión y miseria.
El hombre que llegó al lugar donde trabajabas y se quedó hechizado con tu figura, que casi detuvo una misión para verte un poco más, sentir tu mirada en él mientras bailabas con un traje tan soez. Viendo a través de tus ojos seductores y tu sonrisa caprichosa lo poco que quedaba de una mujer feliz, que buscaba aferrarse a la sugestión como último aspecto verdadero de una personalidad destrozada por las luces rojas y música persuasiva.
Esa noche lo supo, debía sacarte de ese lugar cuánto antes.
El perfume femenino se sentía como humo en tus pulmones, pero era el adecuado para ti, el labial rojo en tus labios y las sombras cuidadosamente difuminadas en tus párpados para que luzcan más bellos eran como se esperaban de alguien como tu, que vestía con poca ropa y joyas asquerosas contra tu piel. Una mujer, un bello trozo de carne que alguien más engulliría hoy.
La puerta se abrió para el caballero de oscuros cabellos, el guardia lo había guiado hacia la recámara de oscuridad tenebrosa. Entró, recibió sus felicitaciones del asqueroso hombre que te miró con una sonrisa repugnante y que después cerró la puerta nuevamente, dejándote indefensa frente a un lobo hambriento. Sonreíste, volviendo a tomar un poco de la seguridad que se supone que tenías como la diva de este maldito lugar.
"Buenas noches, monsieur..." Un tono bajo, como un susurro, bonito y encantador, mezclado con la caricia que diste a tus piernas cruzadas. Sabías quién era el hombre, y precisamente por eso –y porque de lo contrario te castigarían si lo trataban mal– no te permitirse ser nada más que una encantadora bolsa para su semen. Agradecías en silencio que no fuera un viejo otra vez, estabas harta de los vejestorios orgullosos que se hacían llamar hombres entrando por las puertas.
Fue preocupante en un inicio, el caballero no te quitó la mirada de encima pero no se dedicó aa comerte con la mirada, sus ojos no reflejaban sus ganas de arrancarte la lencería de un vibrante color rojo, sino que se mostraba molesto mientras paseaba la vista por el conjunto que tenías puesto. Temblaste, no acostumbrada a cuando te volvió a mirar a los ojos y sonrió compasivo.
"El color no te queda." Habló de lo más calmado, dando algunos pasos hasta atraer la silla que estaba a un lado y dejándote lejos, respetando tu espacio personal cuando se sentó y volvió a mirarte. "Este lugar es muy... pequeño, no parece una buena habitación para ti." Sus ojos analíticos pasearon por toda la habitación, el papel de la pared y la madera del piso, sin cuadros ni carteles de nada, solo una cama, un escritorio y un baño. "¿Vives aquí o me equivoco?"
"Si estamos hoy aquí es porque ha considerado que era el mejor servicio que puede tener, monsieur Wriothesley." Si un hombre deseaba sacar a relucir todos sus fetiches, incluidos los más raros y repugnantes, tendría que usar juguetes especiales que tenían en habitaciones especiales, y claro que un servicio más completo e ilimitado requería una mayor cantidad de mora en los bolsillos del gran señor que te mantenía. Ese no era el plan de Wriothesley, no estaba buscando diversión, no completamente. Wriothesley sonrió y entendió a lo que te referías, suspiró y siguió viendo a todos lados menos a ti en silencio, uno que te estaba atormentando. "¿Se ha estado sintiendo a gusto últimamente, monsieur?"
Preguntaste de manera en la que pretendías estar tranquila, no querías obligarlo a hacer nada y era mejor si era así, pero no entendías la necesidad de pagar por estar una noche con una prostituta y perder tiempo viendo una decoración mundana. Parecía que Wriothesley estaba de acuerdo con tus pensamientos, e incluso parecía que estaba a punto de decir algo pero se quedó aliado mirándote una vez más, otra vez con molestia. "¿Te gusta mucho ese conjunto?"
Es asqueroso, repulsivo, asfixiante y desabrido, querías decirlo pero sabías que no le importaría, reír un poco te ayudaría a sacar el aire que se mantenía incómodo dentro de tus pulmones. "¿No es de su gusto?" Wriothesley sonrió mirándote a los ojos, su mirada iluminada por el sucio rojo de la habitación se notaba cálida a pesar del ardor de todos los colores chillones de la sala.
"Preferiría algo negro en ti, ¿Es de tu gusto?" Wriothesley se levantó por fin de su silla, acercándose a ti con pasos tranquilos y tomando tu mentón para inspeccionar bien tu rostro, soltando ruidos de satisfacción mientras analizaba tus labios y tus mejillas. "Si me lo permitieras podría llenar tu vida de otros colores que no sean este. Violeta, rosa, blanco o negro, si me lo pidieras todo sería tuyo." Su toque era delicado, tanto que te hipnotizó y por un momento olvidaste todo, hechizada por sus palabras. Tal vez eran mentira pero entre cada palabra que caía de su lengua s tus oídos te calentaba el corazón. "No estarías obligada a vestir de esta manera, no te pediría que hagas esto tampoco. Serías una reina a mi lado, mi reina."
"Lo que usted quiere es una esposa trofeo, monsieur." Wriothesley soltó una risa mientras te dejaba caer en la cama, una mano debajo de tu cabeza para que no te lastimarse, otra mano en el colchón para no dejar caer todo su peso sobre ti.
"No, lo que yo quiero eres tú." Te besó, pero a diferencia de besos anteriores que has experimentado no hubo lengua que incomode tu boca, no hubo dientes que choquen con tus labios, solo besos tranquilos y deliciosos, lentos y sensuales que te hacían perseguir sus labios por más. Tus manos lo sostuvieron por sus hombros para que no se aleje, queriendo sentir más del cariñoso acto que te quitaba el aliento con cada caricia en tus labios. "¿Puedo...?"
¿Qué clase de tonterías estaba diciendo este hombre? Que compra a una prostituta y le pide permiso para hacer lo que quería hacer cuando pagó. Aturdida por la frustración, solo asentiste y dejaste que te quitara la ropa, él aún tenía el ceño fruncido y era delicado en sus acciones, quitando tu blusa transparente y revelando tus senos, dándoles una caricia y un beso lento antes de quitar tus medias por el elástico, deslizándolas por tus piernas con cuidado y sosteniendo tus piernas a los lados de su cadera. Cuando quisiste moverte para tomar la botella de lubricante de la mesa al lado de la cama, la mano de Wriothesley te detuvo y besó tu mano.
"Tranquila, yo me encargo de esto." El hombre seguía vestido, lo que te mantenía indefensa ante él, sin contar que sus manos empezaron a delinear tu figura, tus brazos, tu cintura, se estaba esforzando para memorizar tu forma bajo sus manos ásperas y con cicatrices. Sus dedos tomaron tus pezones y jugaron con tus botones con sus pulgares, dando vueltas a sus circunferencias y apretando ligeramente la carne delicada, arrancándote suspiros.
"Si algo no te gusta podemos detenernos." Te miró con cariño, ahora sin molestia en tus ojos, mientras estiraba la tela de tu braga. Asentiste nuevamente, ahora con un murmullo suspirado, y pareció que el ego de Wriothesley creció en ese momento. Te quitó la molesta tela revelando tu intimidad desvergonzada, por extraño que parezca te sentiste demaciado expuesta ante él, pero todo se fue al diablo cuando una de las manos de Wriothesley pasó de tu seno a tus pliegues y pasó delicadamente por tu raja hasta tu clítoris, masajeando los botones de carne con ambas manos en dos zonas distintas que te hicieron soltar un jadeo más alto. Su boca bajó desde tu mejilla hasta tu vientre, dejando tus piernas cómodamente en sus hombros, repartiendo besos como una cascada hasta tu intimidad dónde empezó a lamer y a arremolinar su lengua en ti.
Arañaste la sábana y arrugaste los dedos de los pies, jadeaste por la humedad nueva que estabas descubriendo con su lengua y sus labios besando tu intimidad con hambre, bebiendo todo el líquido que caía por su barbilla y que te enredaba el estómago en una sensación tan exquisita que no pudiste ignorar. Gruñiste el nombre de Wriothesley, lo abrazaste con tus muslos y él fue dichoso de sentir tu miel fluir como un río por su paladar, no se molestó en mojar la sábana de bajo de ti, nada importaba ahora.
"No te puedo pedir que seas mía ahora, pero por favor dame la oportunidad." Amó cada parte de ti, como respirabas con dificultad, tus piernas temblando y deseando más, adoró cuando lo miraste a través de tus pestañas húmedas por tus lágrimas y sonreíste. Ibas a caer, si tenía que ser una ilusión rezabas que fuera eterna, que nunca te rompa el corazón con una verdad amarga si todos los días tendrías algo como esto. Tal vez es amor, pensaste, así se debe sentir estar enamorado, una inmensa felicidad y tranquilidad.
Había pedido permiso y se lo concediste, lo dejaste introducir su polla dura entre tus pliegues, ambos jadearon al sentirse completos, Wriothesley premió tu tranquilidad con más besos dulces y se tomó su tiempo para hacerte el amor entre suspiros y anhelos.
Mientras sus bolas casi entraban profundamente en ti a un ritmo lento pero rudo, los gruñidos del hombre besaban la piel expuesta de tu hombro y mordía delicadamente. Trataba de no hacerte daño mientras te sostenía la cintura con delicadeza, haciendo rodar tu clítoris en sus dedos y meciéndote contra su falo. Wriothesley besó tu clavícula a través de las manchas que dejaban sus labios, chupaba tu piel salada y mojada mientras susurraba frases inentendibles por la dicha de unirse a ti.
La vida no debía ser difícil, no debe estar llena de baches, fluye como el agua de una fuente. Tus noches no deberían pasar entre lágrimas y maldiciones, no deberían tratarte como una pieza en un tablero, sin importancia, destinada a ser abusada y manchada por otros. Estabas destinada a ser amada y mimada, a los ojos de Wriothesley, estabas destinada a vivir una vida honrada y feliz, sonreír todos los días de tu vida y cada noche dejarlo hacerte el amor de manera lenta, empalarte en su polla mientras soltaba más susurros de amor y adoración a ti.
Lo raro no acabó, el cariño no acabó. Cuando ambos estaban saciados por el nuevo tipo de placer que habían encontrado en el otro, no se separaron, él no se vistió y se fue luego de recordarte que fuiste la más hermosa de todas. Wriothesley se preocupó por ti, te ayudó a limpiarte y se quedó a tu lado en la cama, el silencio fue agonizante al inicio pues no sabías qué hacer hasta que empezaste a dormir en su pecho, arrullada por el respirar del hombre y sus brazos que te mantenía caliente. Lloraste una vez más, en silencio, por la felicidad que creías que sería pasajera.
Desde esa noche, todas las mañanas te alegras de despertar perezosamente en los brazos del duque que no te quiere soltar, pasas tus días a su lado vistiendo de los colores del arcoiris pero no el color del infierno, con un anillo con una piedra oscura en tu dedo. Un establecimiento clausurado, una oportunidad junto a Wriothesley y al final tu libertad estaba frente a ti. La libertad que había buscado tu padre, la que había buscado tu madre y la que no pudo encontrar tu yo más joven, ahora resplandecía frente a ti en la figura mortal de un hombre.
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English:
Life is difficult, it is full of potholes and it does not flow like water from a fountain. Those were the words your parents repeated to you every day as if it were a divine mantra. Life was about working to not die, doing whatever it took to eat a piece of bread, to ensure that the girl they were raising would not die of hunger or cold. They worked day and night, mending clothes and blankets, shoes and old furniture, everything had to do its job even if it was no longer useful, the clock was a living dead that your father always tried to repair with some rusty tools and the light of a candle that had almost no wax, but always rang on time.
Life was difficult, it was about working to get gas and be able to boil water to make soup, it was about bathing in ice water in the morning and working all day to fall exhausted on a sad mattress on the floor. You learned that from your parents from a young age and you understood, that cold night when a rusty mallet opened your father's skull out of frustration, that his words were very wise. You understood, the day your mother died due to illness and without the availability of medicine, that life was as cold as the water with which you washed your face in the morning, as hard as the floor on which you slept for several nights, you understood that you had to get out of there somehow.
You learned many things in your life, that if you washed your face before going out to sell newspapers you would have a few extra coins, that if you preferred to wear a sleeveless blouse you would have more attention and that could help you eat more than a loaf of stale bread. You understood that by being attractive you could save yourself when a man took you to work in something more "suitable."
Pure shit. A building with extravagant lights and translucent curtains, a luxurious prison where you have been an inmate since you were a teenager. You couldn't complain, you were supposed to, you had a soft bed and food, a roof that wouldn't let the rain or sun make you sick, you had a decent room and bathroom for the first time in your life, and the clothes you wore, even though they were uncomfortable, fitted and luxurious, it was clothing and it was appreciated. For someone who didn't have any of that, it was a blessing that you paid for with a dirty job.
You danced, you sang, you learned to talk and smile even if you were uncomfortable, you learned not to remove the hands that made you tremble with fear, you learned not to scream in pain or fear when they used you as if you were a vulgar hole or a pretty doll to taint.
You cried at the end of each encounter, you did not enjoy any of them, it was all pulls and bites of demons that ripped off your skin, the eyes of the monsters that slept under your bed wanting to take you to hell saw you as a piece of luxurious meat, ready to roast you with disgusting spices and eat you, and throw your bones against the plate so that someone else could clean the dining room where they sinned.
A new day, a shower with ice water and your hair tangled in the mirror, your damaged body was no longer what it used to be when you were preparing to sell newspapers on the dark streets, but a more mature and well-kept figure, exercise and the diet they regulated to keep you attractive combined with the hideous bruises on your legs and neck. You hated them, and you rushed to cover your body with a towel to continue crying one more morning.
Life was sad, cold and lonely. Life would treat you like a piece on a board, unimportant, destined to be abused and stained by others. Until he saved you.
Wriothesley, who smiles every time you call him. Wriothesley, whose eyes soften when he sees you. Wriothesley, who was not afraid to use his fortune to support you. Wriothesley, who saved you from that painted prison of luxurious sin, depression and misery.
The man who came to the place where you worked and was enchanted by your figure, who almost stopped a mission to see you a little more, to feel your gaze on him while you danced in such a vulgar outfit. Seeing through your seductive eyes and your capricious smile what little was left of a happy woman, who sought to cling to suggestion as the last true aspect of a personality destroyed by red lights and persuasive music.
That night he knew, he had to get you out of that place as soon as possible.
The feminine perfume felt like smoke in your lungs, but it was the right one for you, the red lipstick on your lips and the shadows carefully blended on your eyelids to make them look more beautiful were as expected from someone like you, who dressed scantily. Disgusting clothes and jewelry against your skin. A woman, a beautiful piece of meat that someone else would gobble up today.
The door opened for the dark-haired gentleman, the guard had guided him into the chamber of gloomy darkness. He walked in, received his congratulations from the disgusting man who looked at you with a disgusting smile and then closed the disgusting door again, leaving you defenseless against a hungry wolf. You smiled, regaining some of the confidence you were supposed to have as the diva of this damn place.
"Good night, monsieur..." A low tone, like a whisper, pretty and charming, mixed with the caress you gave to your crossed legs. You knew who the man is, and precisely for that reason –and because otherwise you would be punished if you treated him badly– you were not allowed to be anything more than a charming bag for his semen. You were silently grateful that he wasn't an old man again, you were sick of proud geezers who called themselves men walking through the doors.
It was worrying at first, the gentleman did not take his eyes off you but he did not dedicate himself to staring at you, his eyes did not reflect his desire to tear off your vibrant red lingerie, but rather he seemed annoyed as he looked around. for the outfit you were wearing. You shivered, not used to when he looked back into your eyes and smiled sympathetically.
"The color doesn't suit you." He spoke as calmly as possible, taking a few steps until he attracted the chair that was on one side and leaving you far away, respecting your personal space when he sat down and looked at you again. "This place is very... small, it doesn't seem like a good room for you." His analytical eyes roamed the entire room, the wallpaper and the wood of the floor, no pictures or posters of anything, just a bed, a desk and a bathroom. "Do you live here or am I wrong?"
"If we are here today it is because you considered it to be the best service you could have, Monsieur Wriothesley." If a man wanted to bring out all his fetishes, including the strangest and most disgusting ones, he would have to use special toys that were kept in special rooms, and of course a more complete and unlimited service required a greater amount of mora in the pockets of the great lord that kept you. That wasn't Wriothesley's plan, he wasn't looking for fun, not entirely. Wriothesley smiled and understood what you meant, he sighed and continued looking everywhere except at you in silence, one that was tormenting you. "Has he been feeling at ease lately, monsieur?"
You asked in a way that meant you were calm, you didn't want to force him to do anything and it was better if that was the case, but you didn't understand the need to pay to spend a night with a prostitute and waste time looking at mundane decorations. It seemed like Wriothesley agreed with your thoughts, and it even seemed like he was about to say something but he just stood there looking at you once again, again with annoyance. "Do you really like that outfit?"
It's disgusting, repulsive, suffocating and tasteless, you wanted to say it but you knew he wouldn't care, laughing a little would help you get out the air that remained uncomfortable inside your lungs. "Isn't that to your taste?" Wriothesley smiled looking into your eyes, his gaze illuminated by the dirty red of the room felt warm despite the heat of all the bright colors in the room.
"I would prefer something black on you, is that to your taste?" Wriothesley finally got up from his chair, approaching you with calm steps and taking your chin to inspect your face well, letting out satisfied noises as he analyzed your lips and cheeks. "If you allowed me, I could fill your life with colors other than this one. Violet, pink, white or black, if you asked me, everything would be yours." His touch was delicate, so much so that he hypnotized you and for a moment you forgot everything, enchanted by his words. Maybe they were a lie but between every word that fell from his tongue your ears warmed your heart. "You wouldn't be forced to dress this way, I wouldn't ask you to do this either. You would be a queen by my side, my queen."
"What you want is a trophy wife, monsieur." Wriothesley let out a laugh as he dropped you onto the bed, one hand under your head so you wouldn't hurt yourself, another hand on the mattress so he wouldn't let his full weight fall on top of you.
"No, what I want is you." He kissed you, but unlike previous kisses you've experienced there was no tongue to bother your mouth, no teeth to collide with your lips, just calm and delicious kisses, slow and sensual that made you chase his lips for more. Your hands held him by his shoulders to keep him from moving away, wanting to feel more of the affectionate act that took your breath away with each caress on your lips. "Can I...?"
What kind of nonsense was this man talking? That he buys a prostitute and asks her permission to do what he wanted to do when he paid. Dazed with frustration, you just nodded and let him remove your clothes, he was still frowning and delicate in his actions, removing your sheer blouse and revealing your breasts, giving them a caress and a slow kiss before removing your stockings by the elastic, sliding them down your legs carefully and holding your legs to the sides of his hips. When you wanted to move to grab the bottle of lube from the table next to the bed, Wriothesley's hand stopped you and kissed your hand.
"Don't worry, I'll take care of this." The man was still dressed, which kept you defenseless before him, not to mention that his hands began to outline your figure, your arms, your waist, he was trying hard to memorize your shape under his rough and scarred hands. His fingers cupped your nipples and played with your buttons with his thumbs, circling their girths and lightly squeezing the delicate flesh, drawing sighs from you.
"If you don't like something we can stop." He looked at you lovingly, now with no discomfort in your eyes, as he stretched the fabric of your panties. You nodded again, now with a sighed murmur, and it seemed like Wriothesley's ego grew in that moment. He removed the annoying fabric revealing your shameless intimacy, strangely enough you felt too exposed to him, but everything went to hell when one of Wriothesley's hands moved from your breast to your folds and delicately passed along your slit to your clit, massaging the flesh buttons with both hands in two different areas that made you gasp louder. His mouth went down from your cheek to your belly, leaving your legs comfortably on his shoulders, spreading kisses like a waterfall to your intimacy where he began to lick and swirl his tongue in you.
You scratched the sheet and wrinkled your toes, you gasped at the new moisture that you were discovering with his tongue and his lips kissing your intimacy hungrily, drinking all the liquid that fell down his chin and that entangled your stomach in a sensation so exquisite that you couldn't ignore. You growled Wriothesley's name, you hugged him with your thighs and he was happy to feel your honey flow like a river through his palate, he didn't bother to wet the sheet under you, nothing mattered now.
"I can't ask you to be mine now, but please give me the chance." He loved every part of you, how you were breathing hard, your legs shaking and wanting more, he loved when you looked at him through your eyelashes wet with your tears and smiled. You were going to fall, if it had to be an illusion you prayed that it would be eternal, that it would never break your heart with a bitter truth if every day you would have something like this. Maybe it's love, you thought, this is what being in love must feel like, immense happiness and tranquility.
He had asked for permission and you granted it, you let him insert his hard cock between your folds, you both gasped as you felt complete, Wriothesley rewarded your tranquility with more sweet kisses and took his time making love to you between sighs and longings.
As his balls nearly entered you deep at a slow but rough pace, the man's grunts kissed the exposed skin of your shoulder and bit gently. He tried not to hurt you as he gently held your waist, rolling your clit on his fingers and rocking you against his phallus. Wriothesley kissed your collarbone through the stains left by his lips, he sucked on your salty and wet skin while he whispered incomprehensible phrases for the joy of joining you.
Life should not be difficult, it should not be full of potholes, it flows like water from a fountain. Your nights should not be spent in tears and curses, you should not be treated like a piece on a board, unimportant, destined to be abused and stained by others. You were destined to be loved and pampered, in Wriothesley's eyes, you were destined to live an honest and happy life, smile every day of your life and every night let him make love to you slowly, impale you on his cock while he let out more whispers of love and adoration of you.
The strangeness didn't end, the affection didn't end. When you were both satiated by the new kind of pleasure you had found in each other, you didn't separate, he didn't get dressed and left after reminding you that you were the most beautiful of all girls in that night. Wriothesley worried about you, he helped you clean yourself and stayed next to you in bed, the silence was agonizing at first because you didn't know what to do until you began to sleep on his chest, lulled by the man's breathing and his arms that held you. kept you warm. You cried once again, silently, for the happiness that you thought would be temporary.
Since that night, every morning you are happy to wake up lazily in the arms of the duke who does not want to let you go, you spend your days at his side wearing the colors of the rainbow but not the color of hell, with a ring with a dark stone in your finger. A closed establishment, an opportunity with Wriothesley and in the end your freedom was in front of you. The freedom that your father had sought, that your mother had sought, and that your younger self could not find, now shone before you in the mortal form of a man.
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kaos-literario · 3 months
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Cartas a ti
Los domingo eran mis días favoritos, lograba salir del trabajo un poco antes y cenaba con mis padres antes de las diez. Los domingos tenían ese sabor a cereza con crema, el aroma a la miel y podía acostarme a ver mi programa favorito.
Los domingo tenían todo su potencial para ser mis preferidos, no había otro día que me gustase y que esperase con tanta ansias como un domingo. Me gustaban porque detonaba el sentimiento de finalizar con la tortura semanal, para algunos era el único día que podían ver a sus padres sin trabajar, para esos niños con paternidades presentes-ausentes. Los domingos significan una infinidad de cosas, podía quitarme la ropa sin la necesidad y caminar entre paredes como dios me trajo al mundo, porque ellas no hablarían, no contarían lo que vieron.  
Los domingos yo era libre, solía dibujar, pintar, cantar, podar y bailar.
Los domingos estaba feliz, se iba la semana y comenzaba una nueva, escribía poemas en mi tablero de los recuerdos y recortaba revistas mirando la televisión.
Y a veces, a veces podías encontrarme los domingos.
¡Oh dios mío! ¡Como hubiese deseado que ese domingo no me encuentres!
Que mientras yo jugaba a las escondidas, pudiera verme en el futuro y escucharme suplicar que escogiera un mejor escondite. Que no me tomarás del brazo y me trajeras a la realidad con solo una sacudida, si tan solo pudiera habérmelo advertido. ¡Si yo pudiera haberme escondido mejor!
Pero no paso, me encontraste antes de esconderme, un día domingo y no solo me encontraste a mí, te encontraste con una niña de siete años que suplicaba quedarse en ese castillo, arriba de las nubes y te suplicó a ti que te quedaras.
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senig-fandom · 3 months
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Nos cuentas una historia random que se te venga a la cabeza sobre Sur?
Mmm...a ver si les gusta esta
Sur se encuentra descansando en un parque, hasta que una niña pequeña se le acerca y le pregunta si la ayuda a buscar a su papá.
Sur le dice que si, y le sostiene la mano con total tranquilidad. Ambos caminan por el lugar, Sur le pregunta iba a cada persona que veía sobre la niña, pero las personas lo miran raro y le responden de manera negativa.
No fue hasta que a lo lejos vio a un hombre repartiendo unos papeles, la niña lo suelta y corre hacia el hombre que traía una mirada triste y desesperada.
La niña intenta llamar su atención, pero no logra verla, Sur se da cuenta y su miedo aumento, haciendo uso ya de su poder para ver espíritus, sus pupilas se vuelven doradas y allí la ve.
Como el cuerpo de la niña estaba masacrada, ya no era tan dulce como la veía al inicio, su cuerpo mutilado y sangre por su ropa. Sur se acerca al hombre, este le entrega una hoja y si, era una foto de la niña, sus agarra a la niña nuevamente.
-Mi papa ya no me quiere- pregunto la niña
-No, el te ama mucho...mira-Sur le muestra la hoja a la niña y la monstruosidad que veía Sur cambio a un alma anaranjada, la niña se dio cuenta que ya era un angelito, y que por eso su padre no la veía.
Sur consuela el alma de la niña, la abraza y consuela a la pequeña diciéndole que ella aun tiene una ultima voluntad y que el haría a su padre feliz.
-Dime, recuerdas la ultima vez que te perdiste?
La niña asintió, y lleva a Sur hasta un basurero cubierto de plantas, Sur luego la deja a manos de la Catrina que espero el momento para aparecer, la niña es llevada por ella y Sur se encarga del bulto que estaba por el area.
Allí, en su dolor encontró el cuerpo de la niña, y llamaría a las autoridades.
El padre lloraba pero le agradecía a Sur por encontrar a su hija, despues se entero de como desapareció.
Al conocer la historia, Sur fue a cazar a una bruja que se fue a otro pais.
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diamantar · 4 months
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OPORTUNIDAD
→ Viserys Targaryen x fem!Stark!OC (ft. Daemon Targaryen)
✦ Sinopsis: En un matrimonio arreglado las infidelidades son plato de cada día, aunque jamás consideró tomar aquel camino hasta que entabló relación con el hermano de su esposo.
✦ Advertencias: Matrimonio arreglado / Infidelidad / Angst.
✦ Palabras: 2415
✦ Pedido: Si, de Wattpad.
✦ Gif: ladydostoevsky
✦ Nota: ¡Comentarios, likes y reblogs son muy apreciados! ♡
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Apenas había cumplido quince años cuando en una nubosa mañana de invierno se convirtió en esposa de Daemon Targaryen, ambos brillando de pies a cabeza en un intento de ocultar el fastidio. En retrospectiva, aún no entendía como pensaron que unirla a él era una buena idea, especialmente cuando lo conocía desde pequeña y siempre expresó lo que le disgustaba. A su parecer no era más que un bruto irresponsable que vivía para seguir impulsos, apenas salvándole el hecho de que era un excelente guerrero. Lloró cuando supo que estaban comprometidos, pero las mujeres de la familia Stark ferozmente reprendieron el capricho por ser “una gran oportunidad”.
La primera vez que pensó bien de Daemon fue durante la noche de bodas, donde el joven fue excepcionalmente compresivo con su terror al coito y se encargó de fabricar una elaborada escena para engañar al resto. Arrugó las sabanas, punzó su muslo para dejar sangre como prueba de la penetración y acomodó las ropas de ambos en el suelo, luego de casi dos horas saliendo y dejando que los mayores encontraran la farsa. Numerosas damas la cubrieron con una bata y él permaneció en un rincón junto a Viserys, en solo unos minutos ganándose su profundo agradecimiento.
Desde ese día comenzó a verlo en una nueva luz, de pronto abriéndose y dejando que rompiera la barrera que había creado entre los dos. Halló en él un buen confidente, una persona que la acompañaba en la cama y no la forzaba a cumplir con las reglas de la realeza en el desespero de tener un hijo. Entendió su actitud y la resistencia a la autoridad, el deseo de vivir libre y no permitir que alguien más lo obligara a tomar un camino que no quería.
Por unos cuantos meses pensó que Daemon era mejor de lo que parecía y de a poco cayó por sus encantos, especialmente cuando Aemma Arryn le informó que, según Viserys, él se enamoró apenas la vio bajar del carruaje que la trajo de Invernalia. La idea de formar familia empezó a ser un concepto atractivo y le emocionaba salvarse de tener que vivir infeliz junto un hombre que no la quería, pero la fantasía de cristal pronto se convirtió en añicos.
Bien sabía de la predilección de su esposo por el vino y nunca cuestionó que saliera a beber hasta altas horas, ya que era una actividad que realizaba desde antes de que se casaran. Aún así, a pesar de que debió haberlo imaginado, la noticia de sus frecuentes visitas a la Calle de la Seda le congelaron el corazón. El poco amor que surgió se esfumó y rápidamente recordó porqué nunca debió ignorar el instinto que desde niña le gritó que Daemon no era el indicado.
Los muros crecieron más altos que nunca y el hombre se sumió en los placeres, ni siquiera intentando superar la fría cordialidad con la que lo trataba. Las pocas veces que dormían juntos él caía rendido luego de tanto alcohol y algunos integrantes del Consejo Privado empezaban a agitarse por la falta de embarazo. Aquellos hombres tenían demasiada habilidad en arruinarle el día y más de una vez deseó que los lobos de su familia los destrozaran, pero, como siempre, debió callar y aguantar en silencio.
Soportó rumores y miradas hasta que un inesperado aliado apareció, Viserys siendo una brisa fresca entre tanto humo que la ahogaba. Con sonrisas apenadas y tímidas se acercó en absoluta comprensión, ya que él vivía los mismos disgustos con la presión de tener un sucesor varón. Al oírlo se sintió entendida y con el paso del tiempo aprendió que era alguien de fiar, ya que ninguna confidencia resonó en los pasillos de la Fortaleza Roja.
El vacío de atención y compañía finalmente fue llenado por el Rey, el cual le enviaba cartas cuando no podían pasear por los jardines o ir a la recamara de alguno a conversar. Mentalmente quería controlar la esperanza cuando ambos estaban casados y él tenía una esposa que se desvivía para cumplir las demandas de un heredero, pero el brillo en los ojos de Viserys no lo hacía fácil.
Por su parte, Daemon, seguía igual de perdido en los placeres de la ciudad y apenas hablaba en las pocas mañanas que llegaban a despertar al lado del otro. De todos modos, a años de la boda y sin aún tener sexo, logró dar a luz a un sano y hermoso niño rubio de grandes ojos violeta.
Rhaegar Targaryen existía para enamorar a quien cruzara camino con él, sonrisas de blancas perlas apareciendo entre un aura gentil y brillante. La personalidad distaba mucho de “Lord Lecho de Pulgas”, tanto que los ancianos que llegaron a conocerlo desde la cuna insistían que parecían opuestos, y oír esas declaraciones solo la aliviaban al no querer que Daemon lo influenciara. Sabía que lo mejor era que todos dijeran que se parecía a él, que así la infidelidad pasaría desapercibida, pero siempre podría anunciar que esas diferencias venían de su parte de la familia.
Viserys mantenía la fachada a pesar de saber la verdad, en el inicio amargura llenándolo al tener un hijo que no podía celebrar. Finalmente tenía lo que tanto deseó y estaba obligado a mantenerlo en las sombras, aunque culpabilidad frenó cualquier fantasía cuando Aemma falleció dando a luz. Se suponía que pasarían varios días celebrando, pero cada acto cesó ante la noticia de que el nonato, Baelon Targaryen, tampoco sobrevivió las primeras horas de vida.
Ambas muertes fueron un golpe terrible y, como era de esperar, Daemon no tuvo mejor idea que escapar a la Calle de Seda y nombrar al pequeño como el “Heredero por un Día”. Ebrio y poco cuidadoso no imaginó que la voz correría, y mucho menos pensó que a primer hora del amanecer Otto Hightower comunicara la falta de respeto a un Viserys emocionalmente herido.
—Señorita Stark, el Rey la solicita.
Monótona e impasible, la sirvienta aguardó mientras bajaba la taza de té y asombro pintaba cada músculo facial.
—¿Ha dicho por qué? —preguntó en el proceso de limpiar cualquier resto de desayuno en los labios.
—No, solo que la acercara lo antes posible al Salón del Trono.
Un incomodo sentimiento le cerró el estómago y provocó una breve ráfaga de nauseas, todo de aquella invitación siendo diferente a los encuentros que hasta ese momento tuvieron.
—De acuerdo, iré.
Inspiró profundo en el proceso de levantarse y dejó que los pies la guiaran, en la puerta recibiéndola un guardia y dejando que ingresara. Avanzó por el enorme espacio apreciando al hombre, el cual vestía de negro y se hallaba sentado con expresión tensa.
—Majestad —saludó antes de reverenciar, fielmente ajustándose a las etiquetas al haber personal militar presente—. Vine tan rápido como pude, ¿en qué puedo ayudarle?
Conectando miradas, pudo notar como sus ojos se suavizaban un momento antes de regresar a un sentimiento oscuro.
—Desde que te he conocido has sido alguien de confiar y no planeo someterte a interrogatorio porque sé la clase de persona que eres… —realizó una breve pausa por la incomodidad de tener que actuar tan distante—. Pero me veo en obligación de preguntar, ¿sabes dónde estuvo Daemon anoche?
—Lamento no tener información que sea de ayuda, pero desconozco las actividades de mi esposo —contestó presionando y frotando los labios en un breve gesto de ansiedad.
—Es de común saber que mi hermano escapa a las responsabilidades, así que entiendo la ignorancia.
—¿Ha sucedido algo, señor? —preguntó con piel erizada en anticipación.
Viserys se removió en el trono y encajó la mandíbula en enojo, un gesto que la asustó al ser muy poco usual.
—Bajo el manto de la oscuridad, Daemon, escapó a un burdel a beber y hundirse con gente cuestionable a faltar el respeto de mi hijo fallecido —explicó elevando la voz en cada palabra—. Lo coronó “Heredero por un Día” y pasó cada rato libre lejos de su familia, ¡ni siquiera consolando a Rhaenyra!
Palidez la pintó de la impresión y colocó una mano en el pecho por el grave error, inmediatamente amagando a disculparse hasta que recordó que no fue error suyo.
—Realmente me deja estupefacta… esto es… no sé… —bajó la cabeza con el corazón sumamente acelerado.
—Daemon ha sido llamado y está de camino a recibir castigo —informó en tono normal evitando generarle estrés—. Como dije, sé la clase de persona que eres y tendré consideración por la gran alianza con tu familia, pero debes estar presente para saber cómo quedará la situación.
—Por supuesto.
Claramente preocupada esperó a un costado y sintió fugaces miradas de Viserys, al ceder apreciando que intentaba tranquilizarla con un lenguaje corporal amable. Emitió una pequeña sonrisa y regresó a mirar el suelo, entonces la puerta abriéndose y enseñando al Targaryen en juicio. Brevemente se miraron y luego observaron al Rey, el cual enderezó la espalda e inmediatamente empezó a tratar el desacato.
—Fue mi manera de llevar el infortunio, cada uno actúa de manera distinta —excusó en tono bajo, definitivamente tomándolo desprevenido que lo dicho llegara a la Fortaleza Roja.
Juntando las manos al frente se contuvo de negar ante el carácter de Daemon, especialmente cuando empezó a pelear por su posición en la Corte Real.
—¡Suficiente! He aguantado, he intentado comprenderte y razonar, pero ya no más —gritó Viserys completamente harto—. Toma tu dragón y abandona Desembarco del Rey, vete y busca en otras tierras como ser un hombre decente.
Aquella sentencia de destierro fue inesperada y la femenina los miró intentando dilucidar donde quedaba ella, un tema que el Targaryen menor también consideró.
—¿Harás que deje a mi esposa e hijo?
—Nunca estás con ellos y apenas cumples tus deberes, ¿ahora te preocupa mantener la farsa?
La selección de palabras la congeló de pies a cabeza y por unos momentos dejó de respirar mientras veía al regente con susto.
—¿Te atreves a difamar cuando apenas puedes ser Rey? Es hipócrita señalar cuando tampoco llegas al estándar —frunció el ceño conteniéndose de acercarse, porque sabía que los guardias lo sacarían de la habitación.
Viserys calló un momento e inspiró intentando mantener compostura, entonces mirando a la mujer que secretamente amaba y notando la oportunidad que se presentaba.
—No solo abandonarás estas tierras, Daemon, sino que también anularé tu matrimonio. Te irás y serás libre de revolcarte con cuanta prostituta quieras, pero no ensuciaras más el nombre y la cama de la dama que todos los días ha soportado tu indecencia.
—¿Cómo? —preguntó con un cambio de expresión que erizó los cabellos, los guardias en la habitación preparándose ante la amenaza.
—Una mujer proveniente de la casa Stark no debería vivir en tales condiciones, con un hombre incapaz de valorarla —aseguró al tiempo que inflaba el pecho y elevaba el mentón—. Cuidaré de ella y criaré a Rhaegar como el heredero legitimo al trono que es.
Exponer la verdad le estrujó el corazón en angustia y miedo, inevitablemente soltando un quejido mientras se le humedecían los ojos.
—¿Qué has dicho? —preguntó incrédulo y sin pestañear, al ver la reacción femenina su cuello y nuca tomando color por la furia—. ¿¡No es mi hijo!?
—Lo siento, p-pero nosotros nunca… consumamos el matrimonio —explicó juntando ambas manos en el pecho.
—¡Mientes!
—Las pocas noches que no estabas hasta la mañana en los burdeles llegabas absolutamente ebrio y perdías la conciencia apenas tocabas la almohada —jadeó con el labio inferior temblando.
—¿¡Entonces la solución fue refugiarte en mi hermano!?
—¡Arruinaste el poco amor que te tuve! —defendió exasperada—. Llegué a ver lo bueno en ti hasta que me cambiaste por la Calle de Seda, quise que nos acercáramos y…
—¡Calla! —interrumpió yendo decidido a hacerle quién sabe qué.
—¡Deténganlo! —ordenó Viserys poniéndose de pie, los guardias inmediatamente agarrándolo y alejándolo—. Ya has hecho demasiado daño, no permitiré que lastimes a mi futura esposa.
—¡Desgraciado! —gritó al tiempo que forcejeaba, el movimiento haciendo las armaduras tintinear.
—Sáquenlo, no dejen que siga un día más en Desembarco del Rey.
Asintiendo pequeño, los dos hombres que agarraban al Targaryen empezaron a arrastrarlo fuera del salón. Maldiciones y promesas de retribución retumbaron en las paredes hasta que estuvo lejos, el ambiente siendo pésimo hasta que Rhaenyra apareció con mirada humedecida.
—Crucé a Daemon y dijo… —apretó los labios y tragó intentando no derrumbarse—. ¿Es verdad? —inquirió a pesar de que sabía la respuesta por el aspecto de ambos.
Viserys dudó un momento antes de recordar la confianza que lo llevó a revelar el secreto, firme bajando los escalones del trono.
—Si, Rhaegar es tu hermano.
La noción del parentesco envió un desagradable escalofrío en Rhaenyra, quien tenía la herida de su madre y hermano al rojo vivo. Miró a la mujer y limpió una lagrima rebelde antes de cerrar ambas manos en puños.
—Felicidades, engendraste al próximo Rey —jactó dolida en el proceso de girar y dirigirse a la puerta.
—No fue con ese propósito, ¡amo a tu padre! —declaró desesperada, pero la joven siguió sin mirar atrás.
—Vigilen la entrada —indicó el regente al personal presente, cada uno saliendo y cerrando la puerta para cuidar desde el exterior.
Ambos voltearon al otro y relajaron los hombros, Viserys abriendo los brazos y encerrándola entre ellos.
—Impulsivo, lo que hiciste no tuvo preparación —reclamó contra su pecho, desesperada agarrándolo de la ropa.
—Ciertamente, pero tomé la oportunidad cuando se presentó —explicó al tiempo que la consolaba con delicadas caricias—. Si lo planeábamos habríamos estado mejor mentalizados, pero las reacciones no hubieran cambiado.
—Puede ser… —suspiró insegura, aunque en lo profundo sabía que tenía razón.
—En poco el impacto pasará y podrás disfrutar de finalmente ser libre.
—La gente juzgará por los pasillos —soltó las telas para colocar ambas manos en el pecho de Viserys.
—Nadie es libre de la opinión ajena, pero serás reina y eso te ahorrará varios problemas.
La noción del rol que cumpliría en el futuro le aflojó las rodillas, sin embargo logró aguantar y mirarlo a los ojos.
—¿En serio me harás tu esposa?
—Absolutamente, es momento de elegir con quien compartir mis días —dijo mientras iba a sostenerla de la mejilla—. Te amo, estoy ansioso de vivir contigo y criar en conjunto al pequeño Rhaegar.
—Nuestro hijo —murmuró poniendo una mano sobre la de él.
Cansados y abrumados compartieron un beso amargo por el mal momento vivido, pero un trasfondo dulce otorgaba la fuerza que necesitaban para soportar y luchar por la felicidad.
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almasmoons · 8 months
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Virgen de los Lirios, Alphonse Mucha, 1905
Información General
Técnica: temple
Soporte o material: lienzo
Dimensiones: 247cm x 182cm .
Obra del gran maestro Alphonse Mucha (Ivaneice, 1860 - Praga, 1939). Fue un pintor, ilustrador y artista gráfico checo que vivió en París durante el período Art Nouveau.
Aunque es una de las obras menos conocidas de este artista, no deja de sorprender el nivel de técnica que lleva.
En 1902, Mucha fue comisionado para decorar una iglesia en Jerusalén dedicada a la Virgen María. La obra es uno de los murales que sería puesto en la iglesia. El proyecto se canceló más adelante por razones desconocidas, así que todo el remanente del encargo terminó en la colección Mucha Trust.
De caracter religioso, representa a María, virgen purísima según palabras de su autor. El fondo está sembrado de lirios que dejan una representación muy clara de lo que el artista quería expresar en la obra. 
La santa madre, con aspecto casi infantil, posa vestida de telas muy pesadas cubriendo su pecho y mirando hacia abajo, donde hay una niña vestida con ropa tradicional de la cultura eslava. Ella, con una expresión ligeramente triste, inclina la cabeza hacia la izquierda, lo que nos dirige la mirada hacia la Virgen. 
Ambas parecen estar conectadas entre sí por una de las telas del vestido de María. Se cree que la niña representa la vida profana cargada de belleza en el sufrimiento y la felicidad, María entonces al fondo, casi como si flotara, vigilándola desde un punto muy alto. Un encuentro del mundo real y el mundo ideal.
La imagen transmite a quien la ve una sensación serenidad y nostalgia. La virgen, con su expresión tranquila y los colores que lleva, dan la sensación de proteger al observador y la niña, quien tiene una expresión ligeramente triste.
Para dar este efecto, Mucha da uso a su característica paleta con colores poco saturados en una paleta complementaria doble que combina tonalidades azules y verdosas con amarillas y rojizas.
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sissy-frydda · 1 year
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Mis tios se reunieron a hablar por mi comportamiento, al tío Juan le preocupaba que en algún juego con mis primas, mi semen adolescente no acabará solo en una bombacha, sino embarazando a sus hijas. Mi tía Sophie por su parte estaba más preocupada por mi bienestar y anhelaba que yo pudiera ser feliz, sin ningún prejuicio.
Sophie: "Oh vamos Juan, si el chico es sumiso y más femenino que las niñas, eso no va a pasar... Me preocupa que alguien pueda abusar de él. Supe que lo hiciste sentar en tu bragueta mientras lo tocabas sobre la ropa interior... Eres un cerdo!"
Juan:"Oh vamos cariño era para darle un ligero escarmiento por usar bragas y vestidos, además tu sobrino gimió como una putita mientras lo frotaba sobre mi verga"
Sophie:"Cerdo te viniste encima y lo mojaste con semen, eso lo puede afectar."
Juan: Al menos estoy de acuerdo contigo conque el chico es un sumiso, tenía su pequeño bulto de marica en la palma de mi mano y cuando me sobrevino el orgasmo, empecé a sentir que gemia y su leche me corría por los dedos. Es un marica muy sensible a los estímulos masculinos, deberías hablar con el, tal vez prestarle alguno de tus juguetes, para que se vaya acostumbrando. Maldito marica, de solo acordarme tengo esta poderosa ereccion, ven aquí Sophie, voy a cojer tu hermosa cara"
Sophie: eres un cerdo pervertido que se excita con chicos y.... Agghhhh... Ogghhh.... Slurp...
Juan: eso es, así cariño... Tragate todos mis bebes...
Andrea, Laura y yo veíamos todo escondidas en el ropero, las tres mojamos las bragas simultáneamente, pero en la mía había además una poderosa ereccion🥰.
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My uncles met to talk about my behavior, Uncle Juan was worried that in some game with my cousins, my adolescent semen would end up not only in panties, but also in getting his daughters pregnant. My aunt Sophie for her part was more concerned about my well-being and wished that I could be happy, without any prejudice.
Sophie: "Oh come on Juan, if the guy is submissive and more feminine than the girls, that's not going to happen... I'm worried someone might abuse him. I heard you made him sit on your fly while you touched him on his clothes inside... You're a pig!"
Juan:"Oh come on, honey, it was to give him a slight lesson for wearing panties and dresses, plus your nephew moaned like a whore while he rubbed it on my cock"
Sophie:"You pig, you came on top of him and you drenched him with semen, that can affect him. "
Juan: At least I agree with you that the boy is a submissive, he had his little sissy bundle in the palm of my hand and when I orgasmed, I started to feel him moan and his sissy cum run through my fingers. He is a fagot very sensitive to male stimuli, you should talk to him, maybe lend him some of your toys, so he gets used to it. Damn fagot, just thinking about it I have this powerful boner, come here Sophie, I'm going to fuck your beautiful face"
Sophie: you are a perverted pig who gets turned on by boys and.... Agghhhh... Ogghhh.... Slurp.. .
Juan: that's it, like that honey... Swallow all my babies
Andrea, Laura and I saw everything hidden in the closet, the three of us wet our panties simultaneously, but in mine there was also a powerful erection .
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bc727 · 2 months
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Un dibujito de mi niña (en blanco y negro porque la cago pintando).
Che, reviso casi siempre la etiqueta de Chloe y casi nunca aparece nada nuevo, así que supongo tocó hacer el contenido jsjs
Esto es de un rewrite que si la cosas salen bien por ahí sale a la luz, pero qsy
Nota: no puedo dibujarle ropa casual y sencilla, es como si sintiera que lo minimalista no le quedara y si o si tengo que hacerle un outfit muy elaborado para que esté a la altura.
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sporesgalaxy · 10 months
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(continuar desde aquí)
Ali y Gabi no son complicados, pero las amo mucho!! <3
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No son partes de una historia grande. Ali es un zombi, y Gabby es un ángel. Ellas son novias, y los dos viven en el Purgatorio! He escrito algunas descripciónes cortas para ellas, entonces las traduciré :] (Usé un diccionaro para muchas palabras aqui, lo siento si es extraño)
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Ali
(su nombre basado en Dante Alighieri)
Le Gustan: rojo, las chirivías, los bichos, dibujar
No Le Gustan: carne, los hongos, gritar, sentir que ella es inútil
(desde mi perfil de artfight⬇️)
Ali tiene 13 años, y es una niña muerto viviente que está viviendo su muerte en el Purgatorio! Ella se ve aterradora, pero ella es vegeteriana y es una artista-- la cosa en su ropa es pintura roja!
Gabby
(su nombre basado en el arcángel Gabriel)
Le Gustan: los arcos iris, las galletas, cantar, hacer las personas sonreir
No Le Gustan: las personas malas, los relámpagos, las pimientas, y sentir que ella es severa
(desde mi perfil de artfight⬇️)
Gabby tiene 13 años, y ella es un ángel de Dios que ayuda las almas atrapado en el Purgatorio para encontrar el paz y la felicidad! Ella sabe mucho de la historia de la humanidad, porque frequentamente ella hable con las almas viejas y lee para divertirse! Tambien, ella es una gran fan de la musica vocaloid y la poesía épica!
Tambien los dos puedan transformarse en formas animales :3
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Más de todo, son muy linda y me encanta dibujarlas ^_^
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reverieinter · 6 days
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* DINÁMICAS CON ESCENARIO.
 INSTRUCCIONES:
A continuación está la lista de escenarios. En el read more, encontrarán la lista de los personajes y los escenarios que deben integrar. ¿Has encontrado tu nombre y no deseas usar ninguna intervención? ¡No hay problema! Esto no es ninguna obligación. Sólo ten en mente que en el caso de participar, sólo debes usar los escenarios asignados, cada uno en un post diferente.
INTERVENCIÓN 1: ¡Atención! Ambos personajes acaban de ser abordados por turistas perdidos, insisten que los acompañen a un lugar famoso. ¡La Catedral de Milán! Parece que no hablan inglés, ¿qué harán les ayudarán o buscarán una forma de liberarse de elles? — Catedral de Milán.
INTERVENCIÓN 2: ¡Festival de música a servicio! Locales del lugar acaban de invitar a sus personajes a asistir a un festival de música que comenzó hace un día, lo acaban de descubrir y sacaron entradas limitadas, ¡la asistencia es obligatoria! Parece que los confundieron con locales del lugar… ¿Pretenderán que no entienden nada o tomarán la oportunidad? — Teatro alla Scala.
INTERVENCIÓN 3: Un grupo de turistas perdides les indican que necesitan de su ayuda, no saben como llegar a la siguiente estación (dos estaciones a la izquierda de la que están actualmente) y necesitan ayuda comprando boletas para usar el tren, ¿les ayudarán? ¿conocen el metro de milán lo suficiente para dar direcciones?  — Duomo.
INTERVENCIÓN 4: ¡Feliz cumpleaños! Una familia les pide el favor de cantar feliz cumpleaños para su hija que está cumpliendo cuatro, a une le entregan una cámara y a otre el pastel, ¿serían capaces de decir que no? — Brera.
INTERVENCIÓN 5: ¡Alerta en el lugar! Parece ser que la alarma de incendios se enciende, sirenas sonando por todo el lugar y ¿qué es eso? Los rociadores parecen activarse, ¡está lloviendo dentro del teatro! Los altoparlantes te indican que ha sido una falsa alarma pero tardará quince minutos en que el sistema se desactive, ¡busca techo!  — Galleria Vittorio Emanuele II.
INTERVENCIÓN 6: Un niño que asegura estar perdido se acerca al par, llorando y pidiendo que le ayuden a encontrar a sus padres. Asegura que les perdió cerca de una tienda de ropa, ¿cuál? ¡no lo sabe! Solo sabes que está llorando… y que quiere un helado. — Parque Sempione.
INTERVENCIÓN 7: ¡El metro parece tener problemas técnicos y se detiene de golpe! El resto de los pasajeros parece estar tan confundido como tú, por los altoparlantes se escucha como dicen que debido a problemas técnicos, tendrán que caminar por las vías y caminar hasta la siguiente estación. Esperamos que hayas traído una linterna.  — Duomo.
INTERVENCIÓN 8: ¿Conoces los flashmobs? ¡Si no los conoces definitivamente comenzarás a hacerlo! Mientras vas caminando comienza a sonar una muy querida canción italiana, todos alrededor comienzan a bailar y a cantar, ¿y tú? ¿les seguirás el ritmo? ¿o buscarás una forma de escapar sabiendo que serás juzgade de aburride? — Castello Sforzesco.
INTERVENCIÓN 9: ¡Oferta de última hora! Promoción para parejas, toma la mano de tu acompañante por quince minutos mientras estás en la tienda de la prada, ¡por quince minutos siempre estén tomades de la mano todo será gratis! — Galleria Vittorio Emanuele II.
INTERVENCIÓN 10: ¡Empleados por unas horas! El dueño de una tienda les entrega joyería hecha a mano, a otre le entrega una hoja con sus precios. Oh, parece que les han confundido con sus empleades, ¿a vender? ¿renunciarán a dos minutos de estar empleades?  — Brera.
INTERVENCIÓN 11: ¡Dos niñitas con trajes brillantes les toman de la mano y les dicen que son invitades VIP a su obra de teatro! Les entregan dos pedacitos de papel y les invitan a un stand improvisado, ¿irán a verlo o terminarán rompiéndole el corazón a dos niñas adorables?  — Teatro alla Scala.
INTERVENCIÓN 12: En el metro, un escándalo se desata, el grito de una mujer es desgarrador… tanto que les hace ver porque todos miran a su lado… ¿es eso? ¿un ratón corriendo en su dirección? — Duomo.
INTERVENCIÓN 13: Parecen haber llamado la atención de dos tiktokers quiénes les hacen un rato, les preguntan si desean participar en un reto. si dicen que sí, entonces les piden que mencionen cinco países por la c, de lograr mencionarlos todos ganan $100. de decir que no, pues… sigan su camino, ¡recuerden consultarlo con su compañera!  — Castello Sforzesco
INTERVENCIÓN 14: ¿Acaso ese no es…? Locales les confunden de personas, ¡piensan que son el duo de magos que apareció en el programa de talentos más famoso de italia! ¿Les dirán la verdad? Mira que parecen emocionados, ¡creen que son celebridades!  — Catedral de Milán.
INTERVENCIÓN 15: Mientras van caminando por la calle un autobús lleno de turistas pasa por encima de un charco de agua, ¡les deja completamente empapados! — Catedral de Milán.
PERSONAJES E INTERVENCIONES ASIGNADAS:
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WOLFGANG J. LIM: intervención 6, intervención 9, intervención 14
VENUS SUTIVANISAK: intervención 4, intervención 8, intervención 12
MAVEN LIM: intervención 3, intervención 7, intervención 11
NOH INGYU: intervención 1, intervención 5, intervención 10
THEODORE DAVIES: intervención 2, intervención 6, intervención 13
MAKENZIE BLAKE: intervención 8, intervención 11, intervención 14
JASPER YANG: intervención 10, intervención 13, intervención 15
KIRSTEN LANE: intervención 1, intervención 4, intervención 12
RYU NAMRA: intervención 2, intervención 5, intervención 9
CALEB IRVINE: intervención 3, intervención 7, intervención 15
JEREMY FOX: intervención 11, intervención 12, intervención 14
APOLLINA DE SMET: intervención 6, intervención 9, intervención 13
JANO BACANI: intervención 1, intervención 4, intervención 10
DOMINIKA GYEONG: intervención 2, intervención 5, intervención 11
HIRO KURAMOCHI: intervención 3, intervención 8, intervención 12
INJOO NOH: intervención 7, intervención 10, intervención 15
JINTAO LIU: intervención 1, intervención 6, intervención 14
STELLA LI: intervención 2, intervención 9, intervención 13
KAORU FUJIWARA: intervención 3, intervención 8, intervención 12
VEERA SONGKRASIM: intervención 4, intervención 7, intervención 11
MISUK SMITH: intervención 5, intervención 10, intervención 15
OUYANG MAO: intervención 1, intervención 6, intervención 14
NIKOLAI XU: intervención 2, intervención 9, intervención 13
RHIANNON CRIMSON: intervención 3, intervención 8, intervención 12
IZUMI TOYOHAMA: intervención 4, intervención 7, intervención 11
JUNO CHOI: intervención 5, intervención 10, intervención 15
SHAWN LIM-CALDWELL: intervención 1, intervención 6, intervención 14
CASSIUS JEONG: intervención 2, intervención 9, intervención 13
KHAI LEE: intervención 3, intervención 8, intervención 12
ELOISE YOON: intervención 4, intervención 7, intervención 11
NARA BAE: intervención 5, intervención 10, intervención 15
MOLIÈRE IM: intervención 1, intervención 6, intervención 14
LEONIE LIM: intervención 2, intervención 9, intervención 13
ZHOU ZIMO: intervención 3, intervención 8, intervención 12
AERIS AHN: intervención 4, intervención 7, intervención 11
ALEXA TAYLOR: intervención 5, intervención 10, intervención 15
IZAAK RYEO: intervención 1, intervención 6, intervención 14
EUISON CHOI: intervención 2, intervención 9, intervención 13
HANJAE RHEE: intervención 3, intervención 8, intervención 12
DANIELLE TAYLOR: intervención 4, intervención 7, intervención 11
AZULA KYUNG: intervención 5, intervención 10, intervención 15
CECE LEROY: intervención 1, intervención 6, intervención 14
DO SUKJA: intervención 2, intervención 9, intervención 13
MIKHAIL KUZNETSOV: intervención 3, intervención 8, intervención 12
MATTHEW LÊ: intervención 4, intervención 7, intervención 11
DANTE DE VECCHIS: intervención 5, intervención 10, intervención 15
IVY LUTZ: intervención 1, intervención 6, intervención 14
KENZO SUGAWARA: intervención 2, intervención 9, intervención 13
IGNACIO TASKAN: intervención 3, intervención 8, intervención 12
MICHELINA JOLIVET: intervención 4, intervención 7, intervención 11
ISABELLA FALCONE: intervención 5, intervención 10, intervención 15
JIN BAEK: intervención 1, intervención 6, intervención 14
ELOISE JANG: intervención 2, intervención 9, intervención 13
SUNHEE CHUN: intervención 3, intervención 8, intervención 12
FINNEGAN PARK: intervención 4, intervención 7, intervención 11
RAIDEN JANG: intervención 5, intervención 10, intervención 15
ALAIN DAHL: intervención 1, intervención 6, intervención 14
CEDRIC LEFEBVRE: intervención 2, intervención 9, intervención 13
SEBASTIAN VANDERBILT: intervención 3, intervención 8, intervención 12
ALEXANDER WEST: intervención 4, intervención 7, intervención 11
YI HARIN: intervención 5, intervención 10, intervención 15
DEMIAN YOON: intervención 1, intervención 6, intervención 14
RYDER SWEIG: intervención 2, intervención 9, intervención 13
LEON SONG: intervención 3, intervención 8, intervención 12
ANGELINE SARTRE: intervención 4, intervención 7, intervención 11
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cassandra-baker · 20 days
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It's not a phase (Hazbin Hotel GuitarPrincess one-shot +18)
Por fin había conseguido zafarse de sus guardaespaldas perpetuos. Serán pequeños, pero eran prácticamente implacables a la hora de vigilar sus movimientos. Protegerla era el único propósito por el que habían sido creados y seguir las órdenes de Lucifer era lo único a lo que dedicaban su vida.
Y esa actitud sobreprotectora era agotadora. Ya no era una niña y no soportaba lo protegida en exceso que la tenía su padre de forma constantemente agobiante. ¡Era la maldita princesa del infierno y debería poder hacer lo que quisiera! Todavía se acordaba de cómo su padre la regañó hace unos meses por teñirse el flequillo de negro a juego con su estridente maquillaje oscuro. Era una decisión que había tomado por probar algo nuevo, pero que decidió dejarlo cuando vio que había conseguido hacer rabiar a su padre.
Se sentía ahogada en su casa a pesar de pasar mucho tiempo sola. Sus obligaciones como princesa eran mínimas y sus padres estaban tan ocupados con sus propios deberes que casi nunca estaban juntos y menos pasaban tiempo con ella. Y las pocas veces que coincidía con alguno de sus progenitores, solo le recriminaban su actitud que ellos tildan de demasiado rebelde para ser una princesa. Menuda hipocresía viniendo de las personas que desafiaron al mismísimo Cielo.
¡Ni que ella hubiera decidido ser princesa! Dada la situación, prefería haber nacido como un demonio cualquiera. Así seguro que podía ir por ahí sin ninguna restricción y podía hacer lo que quisiera con quien quisiera y cuando quisiera.
Lo que Charlie tenía claro era que no iba a dejar que su posición le impidiera divertirse. Es por eso por lo que, como muchas otras veces, había conseguido despistar a Razzle y Dazzle para infiltrarse en la ciudad en busca de algún sitio en el que pasarlo bien.
Tampoco era la primera vez que lo hacía, pero siempre tenía que ser muy cuidadosa en los momentos en los que elegía su momentos de escape.
En aquella ocasión decidió pasar la noche en un bar que le gustaba mucho y en el que había bastante ambiente. Todo tipo de demonios abarrotaban el lugar en busca de diversión mientras el alcohol corría y la música rock retumbaba en sus oídos. A Charlie le gustaba mucho ese bar desde que empezó a aficionarse al rock hacía unos años cuando entró en la que sus padres llamaban una fase rebelde.
Normalmente la música del bar era pregrabada y los camareros aceptaban peticiones de los clientes, pero aquel día Charlie había tenido suerte. En ocasiones muy concretas algunos grupos de rock de la ciudad actuaban en aquel local y aquel fue uno de esos días.
La princesa se quedó fascinada viendo al hombre que tocaba en el centro del escenario. No le parecía nada un demonio: llevaban ropa de cuero con tachuelas y pinchos, la piel blanca que brillaba con el sudor y el pelo castaño cenizo totalmente despeinado y unos ojos dorados a juego con sus alas y su brillante guitarra. Si no estuviera en el infierno, Charlie juraría que lo que tenía delante era un ángel como integrante principal de un grupo de rock, pero era imposible. La princesa se rio de su propia idea y se centró en disfrutar del concierto.
Aunque el concierto era increíble, Charlie no podía apartar la vista del vocalista y notó que él también había empezado a fijar su dorada mirada en ella. Era todo un macarra que le encantaba gustar y sus ojos no pudieron evitar fijarse en aquella rubia con el flequillo negro que estaba disfrutando de su concierto como nadie. Le guiñó el ojo y ella le respondió con una sonrisa pícara. Se había creado una especie de conexión invisible y el resto del concierto transcurrió como si solo estuvieran ellos dos en el local. La atracción estaba empezando a surgir a pesar de la distancia entre ambos, a pesar de no haber intercambiado una sola palabra.
El concierto terminó y la banda se retiró a disfrutar de un merecido descanso. Cuando estaban celebrando otro concierto exitoso, escucharon a alguien llamando a la puerta. El batería abrió para ver a la rubia que había llamado la atención del vocalista.
—Ha sido un gran concierto —dijo ella con una amplia sonrisa.
—Gracias, muñeca. Veo que lo has disfrutado —respondió el vocalista esbozando una sonrisa socarrona.
Charlie entró en el camerino con seguridad y desafió al hombre con la mirada. Era increíble lo bien que se entendían dos desconocidos simplemente por las miradas.
—Chicos, salid a tomar algo, voy a hablar más personalmente con mi fan.
El resto de integrantes de la banda se marcharon lanzando vítores y silbidos. No era la primera vez que el vocalista aprovechaba el camerino para pasar un buen rato con una fan después del concierto.
—Nunca te había visto por aquí —comentó el hombre sentado en el sofá del camerino.
—Bueno, me tienen muy controlada en casa. Pero a veces me escapo.
—Me gustan las chicas traviesas.
El hombre sonrió, se levantó del sofá para acercarse a la chica.
—¿Ah, sí?
Ella le sonrió con picardía y se acercó a él. Puso las manos en el pecho del hombre y disminuyó la distancia que los separaba. El hombre podía ver las mejillas sonrojadas de la chica. Parecía que había estado bebiendo pero no era nadie para decirle nada. Él también se había pasado de copas y su mente no tenía ganas de pensar. Quería disfrutar de un buen rato con aquella rubia.
Y ella parecía pensar lo mismo cuando rodeó su cuello para lanzarse a sus labios. Él correspondió el beso con la misma voracidad que le estaba ofreciendo ella.
Aunque la chica era alta, para él se sentía muy pequeña en el momento en el que la rodeó con los brazos para profundizar aquel beso. Podía notar cómo la totalidad de su cuerpo la podía abrazar completamente. Con esa idea en mente y mientras sus lenguas empezaban una danza llena de necesidad para llevar el liderazgo en ese beso, él agarró el trasero de la chica para levantarla y acercarla todavía más a él. La princesa de forma instintiva rodeó las caderas del hombre con sus piernas para no caerse. Lo rodeaba llena de necesidad por la embriagadora violencia con la que se estaban besando. Él los llevó a los dos hasta un tocador que había en el camerino. La sentó en el mueble para seguir besándola con ferocidad.
El impacto de la chica contra el mueble había hecho caer todo lo que había encima, pero a ninguno les importó mientras sus lenguas se enfrascaban en una violenta pelea por conquistar la boca del otro.
Se vieron obligados a separarse por falta de aire y, por primera vez, se miraron a los ojos mientras intentaban controlar su respiración. Los de él brillaban con lujuria al igual que los de ellas que estaban enmarcados en un coqueto sonrojo.
Charlie se relamió los labios y empezó a desabrocharse el vestido. Ya no tenía suficiente con unos simples besos por muy apasionados que fueran. El hombre silbó sorprendido por la tenacidad de la chica. Así que, para igualar las condiciones, se quitó la chaqueta y la camiseta.
—Si quieres que me quite algo más te lo tienes que ganar preciosa —la retó el hombre.
Ella sonrió con picardía antes de volver a devorar los labios del hombre más que dispuesta a aceptar el desafío con el objetivo de conseguir la jugosa recompensa. Sin descuidar los labios de la chica, el hombre empezó a bajarle el vestido. Ella se levantó lo suficiente como para conseguir que la prenda tocara finalmente el suelo.
El hombre se relamió al ver aquel cuerpo esbelto completamente a su disposición. Iba a pasárselo muy bien esa noche. No tardó mucho en quitarle el sujetador mientras ella empezaba a tantear de forma juguetona la cremallera de sus pantalones.
Mientras él empezaba a pasar su lengua traviesa por los pezones de la chica, ella desabrochó finalmente la cremallera hasta liberar el miembro del hombre que reclamaba algo de atención.
Ambos estaban hambrientos del otro. No hacían falta las palabras, en la habitación solo se escuchaban los pesados suspiros de él y los contenidos gemidos de ella que intentaba hacerse la difícil ante los precisos toques de aquel hombre sobre su pecho.
Intentando que la situación se igualara, ella empezó a acariciar aquella polla que tantas ganas tenía de tener dentro.
El hombre gruñó de placer ante el tacto de las cálidas y delicadas manos de la chica envolviendo su miembro. Sonrió sin dejar de morder los pechos de la chica y, mientras ella disfrutaba de masajear su pene. El hombre se cansó de juguetear con los pechos de la chica, quería más de ella así que apartó las bragas de ella a un lado y empezó a masajear su intimidad con la misma intensidad con la que ella seguía acariciando su miembro. Sonrió satisfecho, no tendría que hacer mucho, ella ya estaba bastante húmeda.
Acarició muy travieso el clítoris de ella e hizo que diera un pequeño salgo en el mueble. Era muy sensible, le encantaba. Como estaba ya tan mojada, introdujo dos dedos en el interior de la chica que entraron sin ningún problema. Su acción obtuvo como respuesta un pequeño gemido junto a la sensación de que la chica se contraía de placer. Estaba claro que ella se estaba esforzando por centrarse en el trabajo manual que le estaba haciendo, pero los dedos del hombre dentro de ella la hacían perder el control.
Él sonrió. Estaba más que lista y estaba claro que él también.
—¿Estás lista para probar la primera polla de todas, muñeca?
Charlie levantó la ceja.
—Así es, preciosa —dijo orgulloso e hizo aparecer sobre su cabeza un halo brillante—. Vas a tener el privilegio de follarte a Adam, el primer hombre.
La sonrisa de ella no hizo más que ampliarse con aquella información. Siempre le había gustado hacer rabiar a su padre por intentar controlarla. Sabía que por haberse escapado al concierto y haberse acostado con un escondido desataría la ira del rey del Infierno pero si ese desconocido era el primer hombre, solo haría la situación más interesante. ¡Jódete, Lucifer!
—¿Por qué te ríes, preciosa? Ya sé que tiene que ser una impresión saber que estás con la mejor alma del Cielo. Pero créeme que es verdad. A veces bajo a este estercolero con mi banda porque aquí se aprecia más mi arte. —Se pavoneaba haciendo pequeños círculos con los dedos dentro de la princesa.
—No sabes quien soy, ¿verdad? —dijo ella con una risita pícara mientras que, en ningún momento, había separado su mano de la entrepierna del hombre.
—¿Debería?
Adam alzó la ceja. Normalmente cuando revelaba quién era, las chicas se volvían locas. Pero en aquel caso no había tenido la reacción que esperaba. ¿Qué le pasaba a esa rubita?
—Creo que sí —comentó ella—. Mis padres son los que llevan todo esto.
—¿Son los dueños del bar?
Guapo pero no muy listo.
—De todo esto —contestó con una sonrisa—. Del Infierno.
El hombre se quedó en silencio mientras ella sonreía y no dejaba de bombear la primera polla de la historia.
—¿Eres la hija de Lilith?
—Sip —la sonrisa traviesa de la princesa no dejaba de ampliarse.
La sonrisa de Adam se ensanchó igualmente. Aquella era una forma deliciosa de vengarse al fin de Lucifer. Y estaba claro que su niñita estaba más que dispuesta a complacerlo.
—¿Estás segura de esto, nena? Tu papi se va a enfadar.
—Eso espero.
Una chica rebelde. Eso le gustaba todavía más.
Con determinación, apartó la mano de la chica y, sin que diera tiempo a que pudiera reaccionar, adentró su miembro dentro de la princesa que se abrazó a su cuello de forma instantánea.
Las embestidas salvajes de Adam hacían que el mueble en el que estaba sentada la princesa golpeara la pared de forma frenética. Pensaba que podría destrozarla y la pared también y eso le encantaba.
Aquello parecía un sueño. Por muchas mujeres con las que se hubiera acostado nunca había sentido una conexión así con nadie. La princesa había empezado a seguir su ritmo de forma perfecta sin necesidad de palabras entre ellos. La notaba jodidamente tan apretada y tan húmeda que era una delicia.
Ella jadeaba agotada sin bajar el ritmo de sus caderas que no hacían más que anhelar sentir al hombre cada vez más dentro de ella.
—Estás muy apretada, princesa —comentó él con la voz jadeante.
—¿Acaso es un problema? —Ella rodeó su cuello para robarle un beso necesitado aprovechando ese apoyo para intensificar el salvaje movimiento de sus caderas.
—Para nada —dijo él después del beso—. Eres deliciosa, hija de Lucifer.
El primer hombre empezó a repartir mordiscos esporádicos por el cuello de la princesa que empezaba a gritar de placer mientras sus caderas se sacudían más violentamente. Adam bajó las manos hasta las caderas de la chica para aumentar más la profundidad de los embistes.
Aquella chica era deliciosa, notaba como su coño envolvía perfectamente su polla y lo volvía loco. Ninguna otra mujer había conseguía envolver su miembro de una forma tan perfecta. Se sentía al límite, no iba a aguantar mucho más y, cuando ella empezó arañar su espalda y notaba como su interior apretaba con necesidad su miembro, él no tardó mucho en correrse también.
Los dos habían asumido que aquello sería un polvo de una noche así que, tras el orgasmo, ambos se adelantaron antes de despedirse. Charlie no podía llegar demasiado tarde si quería salir airosa de su pequeña escapada y Adam sabía que Lute y Vaggie no lo podían cubrir mucho más tiempo.
—No ha estado mal, princesa —se despidió él antes de volver a entrar en el bar.
—Lo mismo digo, primer hombre —contestó ella encaminádose a la salida trasera del local.
El tiempo pasó y, junto a la resaca del día siguiente, ambos olvidaron por completo aquel apasionado incidente. Ni siquiera cuando se reunieron para negociar los exterminios fueron capaces de reconocerse mutuamente.
La memoria de aquella noche parecía haberse esfumado del recuerdo de la princesa y el primer hombre. Pero lo que siempre les acompañaría convirtiéndose en un problema común era el herpes que el primer hombre le contagió a la princesa por no haber tenido cuidado.
One-shot dentro de la antología Tanto en el Cielo como en el Infierno.
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