Tumgik
alismithlier · 8 months
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ADVERTENCIAAAS: +18, obscenidad, sexo sin protección, ¿degradación?, lenguaje explicito. creampie
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Nos encontrábamos en una de las spider fiestas, obligue un poco a Miguel para que viniera, pero accedió con demasiada felicidad, se veía demasiado guapo, lucía unos pantalones y una camisa color negro, color que le sienta de maravilla, usaba unos lentes oscuros que le cubrían sus ojos rojos. mientras tanto yo vestía una falda y un top negro con unas botas largas, al principio Miguel no estaba muy convencido con mi elección, sin embargo, se mantuvo mirandome un rato, de arriba abajo y dejo de discutir aceptando mi vestimenta, sin duda tiene planes para cerrar la noche.
Miguel se encuantra sentado en una silla junto a la barra conigo parada enre sus iernas, una de sus manos sostiene el vaso de whisky que pidió mientras su mano libre se encuntra sosteniendo mis caderas, mientras me muevo al ritmo de la musica en los altavoces, mi respectiva bebida sobre la barra. El resto de los spiders mpezaban a entrar en ambien y la pista comenzaba a llenarse, mi intención era ambientar a Miguel, pero nada parecía funcionar.
— Vamos Miggy — dijo mientras acariciaba mi cintura de arriba a abajo
— No tengo ganas de bailar ahora, pero ve a disfrutar mientras
— Pero quiero bailar contigo — dije mientras le bateaba las pestañas inocentemente
— en un rato más, primero quiero verte bailar — recibí una sonrisa coqueta de su parte, a pesar del tiempo que llevamos juntos cosas como estan logran sonrojarme, intente seguir insistiendo pero por más que le insiste no logré doblegarlo, fue entonces cuando vi a Alexia, una de mis amigas mas cercanas en la cede quien se acerco a nosotros.
— Ven Ali, acompañanos — dijo emocionada — Te la robaré un momento — Se dirige a Miguel, quien asiente y palmea mi cintura
— Ahorita vuelvo — me desped[i de Miguel con un beso en los labios
— Anda diviertete — podía sentir su mirada sobre mi mientras me alejaba, Alexia me guio hacia un grupo que bailaba y cantaba una canción latina, pero muy tipica en estas fiestas, pues todos se la sabían
"CANDY" de Plan b
— Le gusta a lo kinky, nasty y aunque sea fancy se ponte crakly si lo hago romantic — cantaban todos al unisono, mientras se movian al ritmo de la musica, rodeando a personas al azar quienes bailaban en el circulo, Alexia y Peter fueron algunos de los que pasaron.
Al terminar la canción, hicieron un cambio drstico de genero musical, iniciando con una bachata, eres mia de Romeo dantos,
justo en la primer estrofa, se acerco alguien para sacarme a bailar, cuando descubrí quien era, se trataba de Jacobo, otro de mis compañeros y un amigo no muy cercano, al estar en contacto visual con Miguel despues de dedicarle mi anterior baile pude apreciar el momento en que miro por encima de sus lentes, con los ojos osciuros y una mirada asesina a mi pareja de baile, dejo su vaso de whisky sobre la barra mientras se ponía de pie y caminada hacía nosotros.
Ellos siempre habían tenido un tipo de rivaliad que jamás entendí, desde antes que yo fuera parte del equipo, Jacob detuvo sus movimientos mientras Miguel me extendía su mano
— Jacobo — dijo mirandolo friamente mientras envolvia mi mano con la suya — con permiso — rodeo mi sintura y yo pose mi mano en su pecho mientras guiaba mis movimientos, direccionando mis caderas con las suyas, a decir verdad a Miguel de le da muy bien bailar, aunque no lo parezca, fue el quién me enseñó, seguimos bailando, me giro elegantemente y termine con mi espalda en su pecho mientras me seguía moviendo Contra él, para finalizar la canción me giro sobre mi propio eje, terminado cara a cara, con sus labios cerca de los míos, no pude resistir y lo bese, beso que el correspondió, nos fundimos tanto en nuestro baile, que solo los aplausos nos hicieron salir de nuestra burbuja.
Continuamos bailando un par de canciones más, después de unas horas, comenzó a sonar "Me rehuso" de Danny Ocean tome a Miguel de la mano y nos dirigi a la pista nuevamente.
Me abrazo desde atras con su boca a la altura de mi oreja, donde lo escuché cantar, yo estaba sonriendo moviéndome con el ritmo de la música con mi mano sobre su mejilla cantando también, me giro para esta cara a cara, aún con sus manos en mi cintura, junto nuestras frentes.
- Sin mirar atrás sin buscar a nadie más solo quiero estar contigo... - canto mirándome directo a los ojos
Si no te tengo aquí conmigo yo no quiero ser tu amigo
Porque tú eres mi camino, woh
Y yo solo quiero estar junto a ti
Nena, por favor entiéndelo
Solo dame tu mano y confía en mí
Si te pierdes sólo sigue mi voz
Y dale tiempo (tiempo)Mami, al tiempo (tiempo)
Que tú, que yo
— Estamos hechos para estar los dos — terminamos de cantar ahí, tomé su mano y nos dirigi a la salida, en la puerta me detuvo y deposito un beso que me dejó sin aire
— Tengo ganas de verte solo con esa falda — dijo al separarse, le tocó a él llevarme hasta el coche, pues me había dejado atontada por el beso.
Al entrar por la puerta del departamento que compartimos me recargo sobre está y me empezó a besar frenéticamente, agachándose para poder alcanzar mis labios, decidió tomarme de los muslos obligándome a enrollar mis piernas alrededor de su cintura, mi falta se subió ante el movimiento y Miguel aprovecho para acariciar mis piernas.
No supe en qué momento nos separamos de la puerta y comenzamos a movernos por el departamento terminado en la habitación, donde me depositó en la cama, no muy amablemente, dejo un beso corto en mis labios, pero antes de que se separará por completo, lo tome del cuello de la camisa y lo bese de nuevo, está vez más intensamente, mientras me encargaba de desabotonar su camisa, deslizandola por sus hombros, admirando su torso desnudo, deslizando mi mano por este, al llegar a la pretina de su pantalón me tumbó sobre el colchón y se encargó de dejar besos húmedos en mi cuello, deslizándose por mi torso, una de sus manos tomaba mi cintura mientras la otra amasaba uno de mis pechos por encima del top, sus besos llegaron al inicio de la falda, pero no hizo ningún ademán por quitarla del camino, se alejo de mi cuerpo quedando arrodillado entre mis piernas, me encontraba demasiado vestida, prácticamente como llegué, pareció pensar lo mismo que yo, se inclino nuevamente a besarme como distracción mientras extendia una mano y destrosaba mi top, dejandolo inservible
— Oye — me queje de inmediato, separandome del beso, momento que aprovechó para deslizarse hacia abajo — me gustaba mucho —
— Lo s��, te compraré otro y todos los que quieras — lo escuché decir antes de tomar mi pezón izquierdo entre sus labios, subsionandolo, amaso mi peón derecho y cuando estuvo erguido se inclinó hacia este, tomandolo entre sus dientes.
— Ahh Mig — atine a soltar ante la sensación dolorosa, pero placentera. Se alejo de mi pecho, incandose entre mis piernas, estando en su altura, metió una de sus manos entre mis piernas, tentando mi clítoris por encima de la tela, dibujando círculos sobre este.
— Tan mojada — se burló de mí, como no le bastó con el top, hizo jirones mis bragas — Ups, ahora será el conjunto completo — no tuve voluntad suficiente para quejarme. Continuo acariciando mi clítoris, hincado en medio mió, de repente sentí como abofeteaba mis tetas, provocando un escozor demasiado placentero.
— Por favor Miguel, por favor — lo escuché soltar una risita malvada, disfrutando de mis ruegos.
— Aún no preciosa — se bajo de la cama deshaciéndose de su pantalón y ropa interior, en lugar de retomar la posición anterior y darme lo que ambos necesitábamos, se arrodillo quedando por encima de mi cabeza, con la punta de su polla roja, hinchada y necesitada cerca de mis ojos.
 — Abre esa linda boquita — obedecí sin objeción, alineó su punta en mi boca, introduciendo solo un poco, cuando cerré mi boca a su alrededor con la intención de profundizar, se alejo burlandose, tomando mi intención de protesta como distracción, introduciendo su polla por completo en mi cavidad, ahogándome mientras me acostumbraba, comenzó a follar mi boca, atragantandome, antes de extender su mano y jugar con mi entrepierna, con dos de sus dedos abriendo mis labios vaginales, para luego seguir tentando mi entrada con uno de sus dedos, mientras mis manos estrujaban las sábanas debajo de nosotros, hasta que dos de sus dígitos se abrieron pasos en mis paredes vaginales, haciendome soltar un gemido alrededor de la polla de Miguel, quien por la vibración gimió — Preciosa, que linda te ves con mi polla en tu boca, tragandola toda — aleja su mano de mi centro, posa una alrededor de mi cuello para sentir su longitud en mi garganta, mientras la otra pellizca mis pezones. —No no, de ninguna manera — comienza a decir cuando cierro mis piernas en busca de fricción para alcanzar mi orgasmo — te correras alrededor de mi polla solamente — se aleja de mi boca y vuelve a entre mis piernas, tomandolas para ponerlas sobre uno de sus hombros,
Me impulsó hacia delante para que se hunda de una buena vez en mi, pero se aleja.
— Miguel, Por favor, ya no puedo más —
— ¿Qué es lo que quieres muñeca? — se burla golpeando su hinchada punta en mi clitoris
— Follame, por favor —
— Como desees — susurra mientras deja un beso en mi chamorro antes de hundirse en mi — ah, tan apretada
— Oh Sr Ohara — gemi mientras arremete contra mi lento, pero profundamente, con sus manos en mi cintura, tan fuerte que seguro dejará marca.
— Eso es, ¿te correras encima de mi, eh? —gruñe — ¿dejaras que te llene? — abre mis piernas bajandolas a su cintura y escupe un fajo de saliva en nuestra unión, para frotar mi clitoris — vente para mi princesa, vamos, dejame llenarte mientras me aprietas —
—AHHH,por Dios — el orgasmo fue intenso, los músculos de mi abdomen se relajan mientras me dejo ir, mi vista se pone borrosa por las lágrimas del intenso orgasmo, Miguel continua dentro mio por un par de embestidas, antes de correrse en mi interior, procede a sacar su polla de mi núcleo, y se inclina, para limpiar los restos de ambos con sus dedos y depositar un beso en mi clitoris.
— Abre — dice antes de llevar sus dedos a mi boca, los cuales chupó con avidez ante sus ojos, cansada por la intensidad de la noche. — Buena chica — Deja un beso en mi frente mientras se viste con unos pantalones chandal —
— Me debes un conjunto eh, no se me olvida —lo recrimine con la voz apagada, a lo que suelta una risita
—Lo sé amor — acaricia mi cabeza despegando los mechones que se quedaron ahí por el sudo —  ahora vuelvo iré a prepararnos un baño — me cobija con un camisa antes de adentrarse en el baño.
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alismithlier · 8 months
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Lost you
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Esa noche, después de descubrir que no estabas en casa y que nunca volverías, se encargó de curar sus heridas físicas  e ignorar el hecho de no tenerte en su vida, ignoro el hecho de haberte destrozado el corazón y sacarte de su vida, se convenció que era lo mejor para el bien multiverso y para mantenerte a salvo. Se arrepintió tanto de su decisión.
Sus noches y días no eran lo mismo, extrañaba que lo recibieras en casa,  su amaneceres contigo a su lado, todo, no dormía, batallaba para conciliar el sueño y cuando lo lograba podía sentirte a lado, arrullandolo como solías hacerlo cuando tenía insomnio, te extrañaba tanto, deseaba regresar el tiempo y en lugar de sacarte de su vida, mejorar, ser la persona que merecias. Sabe y se atormenta con el hecho de saber que fue su culpa que te marcharás, lo esperaste mucho, sin embargo nunca puso de su parte.
La noche en la que te vio con aquel hombre supo que te había perdido, la forma en la que te miraba le decía que no era la primera vez que salían, lo que lo lastimó fue la forma en que le devolvías la mirada, como una vez lo miraste a él.
Continuó cuidando de ti camino a casa, pero siempre te acompañaba James, si, lo investigo, era un buen hombre, decidió que sería la ultima noche que cuidaba de ti, pues estabas en buenas manos.
Pasó el tiempo, alrededor de un año, no te había dejado de pensar, se había metido demasiado en el trabajo, no descansaba, su humor era horrible, en los momentos libres que tenía se dedicaba a revivir las memorias que tenía contigo, aquellos que no supo valorar.
- Miguel deberías descansar - le dijo Layla apareciendo frente a él. 
Así lo hizo, ese día decidió intentar descansar, llegó a su departamento y tomó el correo que llegaba cada semana,  simplemente lo tomó y lo aventó en el encimera de la cocina, pretendiendo ignoralo, pero un sobre color blanco perla llamó su atención.
             𝓔𝓶𝓲𝓵𝔂 & 𝓙𝓪𝓶𝓮𝓼
Sabía de que se trataba y aún así decidió abrir el sobre y torturarse más, era la invitación de tu boda, eso solo significaba que lo habías olvidado, que ya no lo amabas.
Esa noche no pudo dormir para nada, se dejó hundir por la tristeza, sus mejillas húmedas por las lágrimas derramadas, sabía que eras feliz, había sido tu más grande sueño, recordó las veces que hablabas del tema, en donde él era la persona con la que te casarías, como te brillaban los ojos ante la idea, como se arrepintió de su idiotez, ahora era un invitado más, no el novio. A pesar de su tristeza, esperaba que James estuviera siendo el hombre que mereces, que te otorgará todo lo que él no pudo darte.
𝐸𝑙 𝑑𝑖́𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑏𝑜𝑑𝑎 Miguel se escabulló hasta la habitación en donde te alistabas, espero a que tus damas te dejarán solas y entró sigilosamente. No lo habías sentido, ya no lo sentías, ya no se te erizaba la piel con su presencia, ya no distiguias su perfume. 
Se aclaró la garganta, tu respiración se detuvo, te encontrabas de espaldas a él, así que te volteaste lentamente mirándolo a la cara.
- Estas preciosa - comentó mientras te observaba envuelta en ese vestido, tenía los ojos rojos y cristalinos.
- Gracias, gracias por asistir - aún te miraba, no te había tenido tan cerca desde hace tiempo - pero ¿Qué haces aquí?, en la habitación quiero decir - cuestionas
- A pedir perdón - murmura agachando la mirada - Te debo una explicación
- Creo que es un poco tarde para eso - dices señalando el vestido y soltando una risilla, que le gusto a pesar de las circunstancias, el solo sonrío de lado, triste
- Sé que no tengo excusa, solo quería despedirme y aclararte unas cosas - se acerca lentamente a ti, dejando algo de distancia entre ambos - Tenía que alejarte de mí, mi vida es peligrosa, por eso decidí dejarte, no quería que corrieras peligro, no podía perderte para siempre.
- Creo que eso fue lo que conseguiste - Miguel nego con la cabeza
- No, es muy diferente, no podía permitir que tuvieran la oportunidad de lastimarte o peor, matarte por mi culpa - 
- Era un riesgo que estaba dispuesta a correr y era mi decisión - 
- Lo sé, se que lo hubieras hecho, pero no podía permitir que lastimaran a la persona que amo - soltó cerrando lo ojos
- Ay Miguel - suspiraste, jamás te había dicho tal cosa, te acercaste a él y acariciaste su mejilla, el solo se inclino ante tu toque - Eras un peligro que estaba dispuesta a correr, porque tambien te amaba, demasiado, pudimos tenerlo todo si nos hubiéramos arriesgado, pudiste ser tú la persona que me espera ahora en el altar, pero decidiste por ambos y aquí estás. 
-¿Lo amas?- pregunto muy a su pesar
- Sí, mucho - solo asintió y dejo un beso en tu coronilla para alejarse
- Si es así, deseo que seas muy feliz y que todo lo que soñaste y alguna vez compartimos se cumpla - Salió de la habitación antes de que tu padre viniera por ti, para entregarte ante el altar.
Durante la ceremonia y la fiesta Miguel fué torturado con la interacción entre tú y James, no había duda, lo amabas y él te había perdido para siempre.
Después de la boda decidió que era buena idea seguir adelante, quería intentarlo, tal como tu lo habías hecho, pues la idea de recuperarte ahora era imposible, no tenía ninguna oportunidad contigo, así que decidió conocer gente, salir a citas, sin embargo, las cosas no salieron como él esperaba, inconscientemente te buscaba en sus intentos de cita, el color de ojos, el color de cabello, el perfume, cada una de las chicas con las que había salido tenía algún parecido a ti.
Con el tiempo dejó de intentarlo, simplemente se rindió, pues sabía que nadie más podía hacerlo sentir como tú. 
Fue entonces cuando en esa misión, en otro universo se encontró de nuevo contigo.
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alismithlier · 8 months
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Habían logrado salvarse aquella vez. La oficina de Miguel tiene una puerta de emergencia que los ayudó, por supuesto tu padre adivinó que había tenido sexo con alguien en su oficina y la tenía escondida en algún lugar
Aquel día
Todavía no te recuperabas de tu orgasmo, pero ni bien escuchaste a tu padre en la puerta, te levantaste del regazo de Miguel para tomar tus cosas, vestirte con la ayuda de Miguel y salir disparada de la oficina por la salida de emergencia.
Miguel terminó de arreglar sus prendas y asegurarse que no dejarás nada para levantar sospechas, para caminar hacía la puerta y abrirle a tu padre.
— John, que sorpresa — saluda — no te esperaba hoy, ¿Quieres pasar?
— Si que te sorprendí, prefiero no hacerlo, pero gracias — se burla tu padre de Miguel  — Venía a ver a Alaia para almorzar, pero no me contestó, por cierto ¿Donde esta?, no debería estar en recepción — cuestiona tu papá
— Como podrás imaginar o como dedujiste no estaba trabajando ahí dentro, así que mandé a Alaia por unos documentos inexistentes a archivo, le iba a marcar cuando terminará.  No quería que se traumara— comenta como si no fuera la primera vez por lo que a tú papá no se le cruzó que pudieras ser tú, cualquier mínima sospecha de eso fue desechada, gracias a tu compañero.
— Muy bien hecho, no quiero que la atormentes —
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 Tu padre y Miguel hicieron una reunión en tu casa, como cada tanto lo hacían, un día en el que no hablaban de trabajo y tenían charlas completamente triviales,reuniones que te encantaban y más ahora pues por lo general Miguel se quedaba a dormir aquí.
— ¿Ninguna novia aún Miguel? — preguntó tu papá de repente, ya un poco pasado de copas —se te pasará el tren — soltaste una risa ante su comentario — deberías a prender a mi pequeña, no me ha dicho de quien se trata aún, pero sé que ha estado saliendo con alguien.
—¿Qué dices papá?, no salgo con nadie, entre el trabajo y la escuela no me da tiempo
—Sospecho que es ese muchacho que nos visitó una vez, ¿Peter?, si creo que así se llamaba —  hipó, Miguel se había callado
— ¿Pet?, es mi mejor amigo — sueltas una risa incómoda, puedes sentir los ojos de Miguel perforarte — Será mejor que te vayas a dormir, ya estás diciendo tonterías.
— Sabes que no lo son, toda la universidad han estado muy pegados, además la manera en la que te mira — tu padre, siempre ha querido verte enamorada, dice que es el mejor sentimiento y quiere asegurarse de que si algún día, él parte de este mundo, estés con alguien que te merezca. — deberías de considerarlo, Miguel ayudame tu los has visto — El mencionado se encontraba tenso, a comparación de tu padre resistía más al alcohol.
— Hace mucho que no les veo juntos — dice secamente
— Pff, Peter está por aquí en cada oportunidad — continua diciendo, arrastrando cada vez más las palabras — te invitaré en una de esas y no me dejarás mentir
Continuó hablando de lo bien que se verían tú y Peter como pareja, hasta quedarse dormido, desparramado en el sofá. Te quedaste sola con Miguel en la sala y se sentía un aura tensa en el ambiente
— Miguel, ayúdame a llevarlo a su habitación, por favor — le pediste amablemente, tratando de ignorar el ambiente.
— Claro — se encargó de dejarlo en su habitación, salieron de ahí y se quedaron parados en el pasillo
— Mmm, puedes quedarte donde siempre, ya sabes —estabas nerviosa, estaban en tu casa, a solas, con tu padre inconsciente, tantas posibilidades, sin embargo lo único que dijo fue
— Bien — sin más — Buenas noches — fue todo lo que dijo, para desaparecer del pasillo rumbo a la habitación de invitados que solía usar.
Te diriges a tu habitación y te alistas para dormir, tu pijama no es la gran cosa, un simple pantalón corto y una camiseta sin mangas, estas por meterte a la cama, cuando escuchas que tocan tu puerta
— Alaia —dicen en susurro, puedes reconocer la voz de Miguel, corres a abrirle y lo encuentras con una expresión de enojo en su cara
— ¿Todo en orden? — preguntas mientras te recargas en el marco de la puerta, se cruza de brazos y puedes ver que su mirada se dirige a tu pecho, libre de sostén. Se había cambiado, lleva puesta una camiseta sin mangas y un pantalón holgado, se veía tan sexy.
Toma tus brazos y se mete contigo a la habitación, estando  dentro toma tu cara con ambas manos y te besa, es un beso necesitado, que te deja sin aire, su lengua dominando la tuya.
— mmm —  te separas para tomar aire con un gemido, Miguel no pierde tiempo y baja sus besos a tu cuello, mordiendo ligeramente, por la bruma del placer solo gemiste.
Toma tus muslos y te levanta, caminando contigo hacia tu cama en donde se sienta contigo a horcajadas, nuevamente sube sus labias a los tuyos y continua besandote mientras comienzas a moverte sobre él en busca de fricción.
Toma tus caderas entre sus manos y te levanta para depositarte en la cama con las piernas abiertas, te despoja de tu pantalón corto  mientras se arrodilla
— ¿Qué te tiene tan mojada cariño?, si ni siquiera he empezado — deposita un beso en la parte interna de tus muslos, para comenzar a acariciar tu entrada con dos de sus dedos.
Los introduce de golpe, hasta dejar fuera solo sus nudillos y mueve sus dedos dentro y afuera, abriendolos dentro de tu coño buscando tu dilatación, comienza a ir más lento torturando y una vez que te nota más dilatada inserta un tercer dedo a su tortura.
Tus caderas se impulsan para más contacto, así que te arranca los dedos de jalón dejandotpe al borde, con eso sabes que se tomará su tiempo hasta que estés rogandole.
— Ahh, Miguel no, no — gimes
— Me gustaría escuchar un Señor de tus labios hoy cariño — sueltas otro leve gemido, han usado ese término antes en la cama, pero solían usarlo cuando estaba estresado. No contestaste —¿Entendiste?
— Ss- sí — palmea tu muslo con fuerza — Si señor, lo siento
— Eso es bonita — te alga mientras hunde su cabeza entre tus piernas, lame tu coño desde tu entrada hasta tu clitoris, el cual succiona y para seguir torturando tu clítoris con su lengua, Miguel se da cuenta que tus paredes se aprietan alrededor de nada así que abre tus pliegues con sus dedos y abandona tu clitoris para meter su lengua en tu entrada, su lengua entra y sale de ti, tu mano se mueve a su cabeza en busca de más contacto, empujas su cabeza contra tu entrada, tu otra mano arrugando la sabana del placer que te proporciona.
Ignora tu agarre en su cabeza, succiona una ultima vez tu clitoris y deja una lamida por tu coño goteante, se separa de tu entrepierna caundo tus piernas estan temblando cerca de tu climax y se levanta, imponiendose ante ti, te mira a los ojos desde su altura, pudiste ver  su cara, la cual estaba llena de tus jugos.
—Deliciosa — dice mientras lame sus labios y limpia los restos de tu excitación, se inclina para besarte y que puedas probarte en sus labios.
— mhm — puedes sentir su polla rozando tus pliegues, con su pantalón de por medio te retuerces buscando un poco de fricción contra él, pero se aleja al ver tus intenciones.
— Aún no dulzura — Se despoja de sus prendas, quedando en su gloria, se deshace tambien de tu camiseta sin mangas para pellizcar tus pezones con más fuerza de la que pretendía robandote un gemido. 
Hace que rodeas su cadera con tus piernas, con la punta de su polla rozando tu entrada, sientes que se mueve y te regala una deliciosa fricción, hasta que te acuesta de nuevo en la cama, esta vez cerca del cabecero, aún con tus piernas a su alrededor toma la base de su polla y la golpea contra tu clitoris
—Por favor Señor, jodeme ya — Se burla de ti un poco más hasta que se introduce en ti de una estocada apenas permitiendo que te adaptes, golpeando una y otra vez sus caderas contra las tuyas. Levanta una de tus piernas para hacerse más espacio en ti y entrar más profundamente y la pone en su hombro, besando tu pantorrilla en el proceso.
— Silencio cariño — dice mientras sigue entrando en ti, con una de sus manos en tus tetas.
— Quiero correrme Señor —
— Aún no mocosa —su mirada está en la unión de ustedes dos, la manera en la que tu apretado coño le hace espacio a su gran polla, abandona tus tetas y su mano va a tu cabello, para inclinarte y que aprecies la misma vista que él — Mira lo bien que me tomas — tu visión es borrosa pero logras enfocar, la vista era tan caliente como para correrte.
— Ahh Miguel — gimes, grave error, sale por completo de ti, te gira un poco hacía un lado para depositar una nalgada.
—Aún no tienes permitido correrte — entra de nuevo en ti lentamente esta vez, haciendolo tortuoso, cuando está completamente adentro toma ambas piernas y las pone en sus hombros — Recuerda que debes llamarme Señor, de lo contrario menos dejaré que te corras.
Ambas manos las pone en tu espalda, para levantarse contigo en brazos, entrando por abajo, en esta posición puedes sentirlo más allá que acostada, pones sus manos en su cuello y el comienza a mover las caderas para entrar en ti.
— Te follaré tan bien para que no olvides a quien le perteneces—
—Solo a usted Señor — sube la velocidad de sus embestidas,  — joder — lloriqueas la sobreestimulación te estaba jodiendo, no creías aguantar más.
Te mueve sobre su polla, sale por completo de ti para entrar profundamente, practicamente te empalaba. 
— Ojos en mi — dice cuando los cierras por el placer, tus piernas estaban entumecidas por la posición,  sus manos van a tus gluteos, los cuales amasa con fuerza y los abre para entrar, de ser posible, más en ti, se detiene cuando lo aprietas y besa tus lágrimas para pasar a tus labios.
 Recuesta nuevamente tu espalda sobre el colchón 
—No cierres, ni apartes tus ojos de los míos bonita, quiero que me mires mientras te corres. — solo puedes asentir, pues tu capacidad de hablar se había esfumado,  lo sientes estirar tus paredes, cada vez más apretadas en busca de liberación. 
Sus manos estan en todos lados, mientras una de ellas presiona tu estomago, sobre el bulto que genera su polla al entrar, la otra juega con tu clitoris aumentando las sensaciones.
Su boca en tus pezones, succionando tus pezones, para pasar a tu cuello repartiendo besos y mordidas en el proceso y succionar inconscientemente te llevan al limite.
— Vamos, correte para mi — obedeces al instante, apretando a Miguel tanto que casi se corre, pero no estaba en sus planes esta vez.
—Joder, Miguel — te retorcias a su alrededor, tus piernas temblorosas, tus ojos en los suyos, Miguel salio de ti, la base de su polla bañada de tu excitación, el aún sin correrse. —Dejame ayudarte — ofreciste
—  Claro, pero ya tengo planeado como ayudarás — Se pone de pie en tu cama para apoyar sus piernas alrededor de tu torso — Me quiero correr en tu boca esta vez
— Si, señor — abres la boca para recibirlo, mirándolo a los ojos, sin embargo, Miguel toma tu cabello inclinando tu cabez hacia atrás y escupe un fajo de saliva en tu boca, antes de que puedas procesarlo, la punta de su polla está en tu garganta provcandote arcadas.
— Que bien me tomas — gruñe, sacando su polla de tu boca, para darte un respiro, nuevamente abres la boca para él, esta vez preparada para lo que viene, de nuevo en tu boca, lo succionas — Voy a correrme en tu preciosa boca y vas a tragarlo todo, ¿entendido?  —asientes ahogada de él, se inclina hacía atrás y juega con tu clitoris calentandote nuevamente — puedes darme otro orgasmo, vamos cariño, correte en mis dedos
—mmmm — gimes a su alrededor, estabas sensible por el orgasmoa anterior, te mecías en sus dedos, mientras lo tomabas en tu boca, era demasiado pecaminoso, tu padre en el piso de arriba, lejos de ustedes, pero bajo el mismo techo, Miguel al fondo de tu garganta con sus dedos en tu coño, explotas nuevamente, pero esta vez se corren al mismo tiempo.
— Eso es dulzura — saca sus dedos de ti, así como su polla de tu boca para terminar de vaciarse en tu rostro.
Se  levanta contigo en brazos y te deposita en el sofá de tu habitación, busca con que limpiarte y lo hace, estas practicamente mareada, lo sientes moverse por tu habitación y no sabes lo que hace hasta que te levanta de nuevo y te lleva a tu cama ya con sábanas limpias, te pone otra pijama y se acuesta contigo, acurrucandote.
— Estuvo increible, hablas, creí que estabas molesto por alguna razón — le dices, el besa tu cabeza 
— Para nada, solo estaba pensando si era buena idea venir. — Miente, lo sabías, se quedan un rato en silencio, hasta que recuerdas lo entretenido que estuvo en tu cuello y sueltas— Espero no hayas dejado marcas — dices tan amenazadora como te lo permite.el sueño.
— ¿No quieres que los vea tu amiguito Pet? — dice en un tono entre burlón y molesto.
— ¿Qué? —lo separas de ti para mirarlo a la cara — ¿Estas?, acaso ¿Estas celoso? — preguntas incredula, si bien habías desarrollado sentimientos por él no creías que el los desarrollara por ti. Recibes un gruñido de su parte mientras entierra su cabeza en tu cuello avergonazdo.
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alismithlier · 8 months
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No pudiste soportarlo más, lo veías seguir con su vida como si nada, de verdad no le había dolido dejarte, así que al mes de intentar resistir decidiste que no tenías porque hacerlo. Tomaste tus cosas, abriste un portal a tu universo y te refugiaste ahí.
Las cosas en tu universo tampoco estaban bien, tu padre había fallecido justo antes de que Miguel te reclutara, era tu evento canonico, tu madre murió cuando naciste y eras hija unica, estabas sola. Llegaste a la casa que por derecho era tuya, desde afuera se veía sola, triste, caminaste hacia la puerta e insertaste la llave para abrirla, se sentía fría, dejaste las cosas en la sala y saliste corriendo a tu la que era tu habitación, la mezcla de sentimientos te tumbo en la cama nuevamente, no habías llorado desde el día de la discusión.
Pero no pudiste evitarlo más, estuviste un mes conviviendo con él, con la misma actitud de siempre, ojeras no más de lo normal e incluso podrías jurar que lo notabas coquetear, no mostró nunca algún indicio de extrañarte, "quizá porque en realidad no lo hacía" ahora que lo piensas, Miguel te "conquisto" en un momento de debilidad, la reciente muerte de tu padre, la soledad que sentías te hizo caer por él y quizá aprovechó la situación, "No sería tan desalmado, ¿verdad?", con este cruel pensamiento te quedaste dormida, odiando a Miguel, por haberte ilusionado.
Tus días se basaban prácticamente en vigilar la ciudad, de sol a sol, cualquier emergencia Spider-woman estaba ahí, ayudando a su ciudad, literalmente ayudar a los demás era lo que te mantenía en pie, pasaste otro tiempo así al menos otro mes, cuando decidiste dejar de compadecerte de ti, tu carrera había sido exitosa, tus calificaciones excelentes, por lo que decidiste empezar a buscar un nuevo empleo.
Habían ya pasado 2 meses, tu reloj había sido abandonado en alguna parte de tu habitación (la cual estaba patas arriba), por lo que un día durante una patrullada tranquila, pudiste oír el sonido que realizaban al momento de abrir uno. El motor de una motocicleta se escuchó para rodearte y frenar delante tuyo.
- Jess - dijiste feliz de verla
- Ali, que gusto verte - dijo mientras se bajaba de la motocicleta y te rodeaba con sus brazos, hace mucho que no recibias un abrazo - ¿Cómo has estado linda?
- Mejor ¿y tú? - te separaste del abrazo
- De maravilla, el bebé es muy tranquilo - comenta mientras acaricia su barriga
- ¿Que tal las cosas en la sede?
- pff, un desastre, el jefe está mucho más irritado de lo normal - intentaste burlarte, pero solo una mueca pudo formarse en tu rostro
- No es que me incomode tu presencia ni nada, pero, ¿Qué haces aquí?, presiento que no es una visita para tomar el té
- Y no lo es, te necesitan en la sede - te miro, preocupada de tu reacción
- No, Jess, te dije que no quería volver - La idea de llegar a verlo era horrible, te provocaba un nudo en el estómago y no precisamente de emoción.
- Lo sé, pero sabes que si no fuera importante no te molestaría -
Tardaste mucho en responder y Jess te dio tiempo de hacerlo
- Bien, vamos allá -
El portal nunca se cerro, Jess se sube a su moto y pasa através de este, con el udo en el estómago suspiras profundamente y caminas hacia el portal, llegas a una sala de reuniones en donde se encontraban algunos miembros del equipo
Gwen, Hobbie, Pavitr, Peter B. y Mayday
Todos corrieron a abrazarte, pues te habían extrañado, solo te habías despedido de Jess aquella vez, cuando los abrazos terminaron Mayday se quedó en tus brazos.
- Que gusto verlos a todos, los extrañé mucho - dijiste muy sinceramente
- Nosotros a ti, desapareciste sin dejar rastro - tomó la palabra Gwen
- Lo siento, no podía seguir aquí, pasaron tantas cosas - confesaste débilmente, para evitar sentir sus miradas lastimeras jugaste con la niña, que se reía. - ¿Cúal es la situación?. ¿Por qué me han llamado?
- ¿Situación? - preguntaron todos al unísono
De pronto sentiste su presencia, acababa de llegar, ni siquiera lo habías visto, pero la corriente eléctrica en tu columna te aviso de su presencia.
- Yo te mande a llamar - Lo escuchaste y su voz despertó recuerdos en ti, además de un incómodo sentimiento hacia él, volteas para enfrentarlo cara a cara, cruzaron miradas, sus ojos se veían agotados, rodeados de bolsas oscuras, decaidos, te miraba tristemente, tu solo podías devolverle una mirada indiferente. - Déjenos solos - se dirigió al resto, incluso Mayday buscó a su papá con sus pequeños brazos, le encarnaste una ceja a Miguel, quien solo dijo - Solo un momento
- Bien - asentiste mirando a los demás, Jess se acercó y tomo tus manos entre las suyas y susurró un "lo siento", mientras la mirabas con los ojos entrecerrados, después todos salieron.
Miguel dio un paso más cerca de ti, el cual retrocediste al notarlo
-¿Qué crees que haces? - se frenó a seguir avanzando hacia ti
- Perdón -dejó salir después de un silencio largo e incómodo
- ¿Perdón? - Te burlaste - No estoy entendiendo nada
- Perdóname por aquello que te dije
-¿Qué exactamente? - agachó la cabeza - ¿Qué pretendes Miguel?
-Te extrañó mucho Alaia, nada es lo mismo desde que no estas - la tristeza parecia asomarse en su voz - no quiero perderte, nadie me ama, ni me amará como tú - sueltas una risa burlesca
- ¿Tan solo te sientes?, ¿Solo por eso intentas que regresé con unas disculpas tan miserables? -le contestas fríamente - Hace una semana, quizá habría aceptado encantada este intento de disculpa, pero hoy no.
- Por favor, estaba asustado por todo lo que siento por ti, era tan abrumador y tan real que dolía, sabes cómo es nuestra vida, llena de riesgos, no soportaía perderte.
Solo puedes reirte
- ¿De verdad?, entonces ¿Por qué me dejaste así? sabías cuán vulnerable estaba, lo mucho que te quería, y me dejaste sin más, con las palabras más hirientes que encontraste, mirándome directo a los ojos sin una pizca de remordimiento. - dices haciendo ademanes con las manos, molesta
- Lo dije sin pensar, ese día me encontraba muy estresado e insistias constantemente con él tema, exploté - dijo empezando a alterarse
te pasaste las manos por la cara
- No es excusa, no me merecía eso, te entregue lo mejor de mi por meses, si solo querías un revolcón pudiste decirlo, aclaralo, habia aceptado gustosa, sin embargo, decidiste ilusionarme con todas esas citas y mentiras para tener sexo conmigo, solo jugaste conmigo y quieres seguir haciéndolo. -te sentías triste, pero no llorarías frente suyo
-Claro que no, por eso estoy aquí pidiéndote disculpas y otra oportunidad, dulzura, por favor - intento acercarsenuevamente pero lo detuviste con una mano en su hombro
- No me llames así, estás aquí, porque yo estoy aquí -dices con coraje, ¿como se atreve?, lo señalas deslizando la mano de su hombro para apuntarle con el dedo en el pecho- han pasado 2 meses y medio, ¿apenas me extrañaste, recien te enteras que me "amas"?, si toda esta palabrería fuera verdad me habrías buscado antes. Literalmente sabes donde vivo y donde encontrarme, pudiste haberme buscado - lo unico que hizo fue agachar a cabeza, maquinando en su mente alguna excusa, pero lo detuviste antes de que encontrara una y seguir perdiendo tiempo - Vamos con los demás, no perdamos más tiempo - lo dejaste en medio de la habitación, solo
Nada de lo que dijo era mentira, te quería, solo que se asustó y decidió tomar distancia de ti, no de la manera correcta, sino de una forma irreparable, creyó que alejandote sus sentimientos desaparecerían, sin embargo, extraña tu voz en el silencio de su departamento, siente que no descansa desde que no duermes con él, no te fue a buscar porque te conocía, sabía que no lo perdonarías, pero decidio intentarlo esta vez, aunque en su intento la arruinó más, bien dicen nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
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alismithlier · 9 months
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Después de esa noche que pasaste con Miguel, los encuentros entre ustedes han sido llenos de adrenalina y a base de mentiras a tu papá.
Miguel suele arriesgarlos demasiado a ser descubiertos,  te toma en la oficina, en los baños de esta, incluso en una de sus reuniones semanales con tu padre, en  la casa se escabulló a tu habitación. Parece no cansarse , tiene una resistencia increíble que te encanta, te encuentras en la silla de tu escritorio afuera de la oficina de Miguel, no tiene ninguna reunión próxima, así que decides entrar a su oficina.
Tocas la puerta con los nudillos antes de girar la perilla
— Miguel tenía una duda sobre unos correos, unos datos que me parecen incorrectos — de verdad se trata de una pregunta sobre unos correo. trabas la puerta y mientras caminas al interior de la oficina Miguel tiene sus ojos fijos en tus piernas desnudas debido a la falda que traías puesta ese día
— Echémosle un vistazo  — Rodeas el escritorio quedando junto a él para tomar el portátil y mostrarle los correos, sin embargo, sus ojos están en tus muslos — Toma asiento — Toma tus caderas y te sienta sobre uno de sus muslos — Mejor — sueltas una risita mientras sus manos recorren tus muslos de arriba a abajo
— Basta  — te hace cosquillas — De verdad necesito esta información  — aunque inconscientemente tus caderas se mueven, intentando encontrar fricción con su muslo para tu centro necesitado.
— Mmm, tu cuerpo no parece decir lo mismo, dejémoslo para más tarde — susurra en tu oído antes de deslizar besos húmedos desde el lóbulo de tu oreja hasta tu cuello.
— Si insistes  — continuas meciendote sobre su muslo,  con las manos agarrando fuertemente el escritorio — ahhh, por Dios —Miguel sostiene tu cintura para evitar que te muevas y con la otra mano palmea el interior de tus muslos para que los abras más, pasando un dedo en tu coño por encima de las bragas 
— Apenas te he tocado y ya estas lista para mi , mmm  — ronroneó en tu oreja, mientras juega con el elástico de tus bragas — deshamonos de estas — las desliza por tus piernas olvidandolas en tus tobillos, toma tus caderas y comienza un vaivén sobre su muslo y tu coño desnudo, dejando un rastro de humedad sobre su pulcro pantalón.
— Por favor Miguel, Por favor  — Se ríe de ti en tu oído
— ¿Por favor qué dulzura?  — suelta un lado de tus caderas para desabrochar su pantalón y masturbarse mientras te sigue frotando en su muslo. suspira en forma de gemido — Vamos cariño, montame  — Te levanta fácilmente de su muslo ahora húmedo,  se introduce en ti sin aviso y de una sola estocada que te hace gritar de placer, grito que es amortiguado por la palma de su mano — Sh-sh, Tienes que guardar silencio, hoy no estamos solos.
— Mhm  — tarareas contra su mano, con los ojos apretados del placer, te ve rebotar sobre el aún con tu blusa puesta y la alza hasta dejar libres tus senos, los cuales pellizca y amasa tan bien que sientes tu climax avecinarse — Joder joder, me voy a ...
— No  — gruñe — todavía no  — palmea tu clitoris, lo que hace que las sensaciones aumenten más y se te haga imposible no correrte, pero por alguna razón lo consigues
— Miggy, por favor, ¿Señor?  — Miguel tambien se encuentra al borde, pero tenerte así encima de él es la gloria, ojos cerrados del placer, labios entreabiertos, jadeando y bañada en sudor, suplicandole
— Tan buena niña  — Pellizca el pezón que tenía entre sus dedos — Tan bonita suplicandome, por eso aclararé tus dudas, muestrame. — esta dentro de ti, pero completamente inmovil
— ¿Ahora?  — Dice s gimiendo e incredula 
— Si y no podrás correrte hasta que quede completamente claro  — tomas la laptop en la mesa e intentas concentrarte en encontrar los correos, pero la sensación de sus manos en tu cintura y su polla enterrada en ti te la ponían muy difícil. Intentaste conseguir un poco de fricción, sin embargo tomó aún más fuerte tus caderas para bloquear tus movimientos — ¿No quedó claro? No. Te. Muevas
Encontraste los correos y te explico tan bien, que no pareciera que estaba hasta el fondo de ti y jugando con tus pezones "despistadamente", no pudiste ponerle atención, pues tenías una presión en el estómago que quería liberarse.
— Quedo clarisimo, por favor Miguel — practicamente lloras en su regazo, intentando absurdamente moverte — Quiero correrme, por favor —  se levanta de la silla contigo en brazos, aún dentro tuyo, por la diferencia de altura tus pies no tocan el piso
— Tan necesitada, manos en el escritorio  — obedeces y te inclinas apoyando solo las manos en el escritorio, mientras Miguel sostiene tus piernas — Hermosa  — dice antes de dejar caer una de sus palmas en tus glúteos,  antes de empezar a moverse efusivamente.
 Una de sus manos deja caer tu pierna y se mueve hacía tu estomago ejerciendo presión,  Miguel puede sentir sus bolas a punto de estallar.
— Me voy a correr dentro tuyo  — gruñe roncamente y te lleva al limite — correte sobre mi polla, para llenar ese precioso coño  — Y como su buena niña obedeces corriendote sobre el y sintiendo su semen salir disparado.
Le encataba ver su corrida choreando por tus muslos, así que eso hace al separarse de ti, no te había besado  en todo el encuentro así que se sienta en su silla y te toma en brazos para mimarte por tomar todo de él, y por fin juntar sus labios dulcemente.
La magia termina cuando tocan la puerta
— Miguel, ¿Estas ahí? — era la voz de tu padre
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alismithlier · 9 months
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Feeling alone
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Estaba sentada en el sofá de la sala de estar, esperando a que mi prometido, Miguel, llegará.
Ha pasado 1 hora de la hora acordada, la cena fría sobre la mesa, la botella de vino que decidí beber para no desperdiciar, a la mitad. Hace tiempo que el departamento no se siente igual, el ambiente es frío, se siente solo, creí que al comprometerme con Miguel todo mejoraría, pero no cambio absolutamente nada.
Seguí en el sofá ya con la botella vacía, eran casi la 1:00 de la mañana cuando decidí trasladarme a la habitación, me acosté en esta hecha un ovillo en medio de la cama con la sábana hasta el cuello, recordando lo buena que era nuestra relación en un inicio, lo atento y que solía ser, solíamos pasar muchisimo tiempo juntos.
Las lágrimas se deslizaban por mis mejillas cuando escuché las llaves en la puerta principal.
— ¿Emma? — lo escuchó llamar mi nombre, y sus pasos por el pasillo que lleva a la habitación. Controlo mi respiración y finjo dormir.
— Cariño, ¿estás despierta? — abre la puerta y camina sigilosamente hasta la cama y se sentó en esta — Emma, perdóname cariño, no pude escaparme antes — dice con un tono precavido mientras acaricia mi mejilla y suspira — Lo siento — sabe que estoy despierta, pero finge que no y se dirige al baño.
Cuando desaparece suelto el aire que retenía y solamente dejó correr las lágrimas mientras caigo dormida evitando su presencia.
Al amanecer, me levanto con la esperanza de encontrarlo en casa, de que quiera arreglar esto, pero oh sorpresa, su lado de la cama frío y tendido con el reloj marcando las 7 am, me levanto perezosamente aún con un poco de ilusión de encontrarlo en la cocina, pero no, no hay ni señal de que estuviera por aquí de no ser porque lo que iba a ser la cena de ayer no está, hasta que llego al comedor en donde hay una nota.
Buenos días, linda.
Lamento mucho lo de anoche, así como lo de hoy, planeaba --------- disculparme apropiadamente, pero hubo una emergencia. ------------Esta noche te llevaré a cenar, lo juro, paso por ti al trabajo.
Con amor, Miguel
Puedo sentir mi cabeza negar, pero le daría el beneficio de la duda, es nuestro 4to aniversario, podría sorprenderme, así que con esa luz de esperanza en mi corazón me aliste para el trabajo y me puse en marcha.
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Una decepción más, ¿sorprendida? para nada, ¿Decepcionada?, definitivamente.
Es un circulo al cual debo ponerle fin, de nuevo, media hora de espera, 10 llamadas directas al buzón, como 20 mensajes y ni una señal de humo, así que aquí estoy de camino a casa.
El camino no es tan largo así que me voy caminando, con un sentimiento oscuro en mi interior, estoy harta de todo esto, así que decidida voy practicando lo que le diré al llegar.
Al girar la esquina de nuestra casa mis manos comienzan a sudar y temblar, sé que lo que haré está bien, aunque lo ame. Abro la puerta principal y me recibe la oscuridad y el silencio del departamento, sin poder evitarlo lágrimas y sollozos escapan de mi y las dudas que quedaba sobre la decisión de dejarlo se han desvanecido, no podré soportar esto más.
Voy a la habitación y empaco mis cosas en una maleta y las alistó dejándolas en detrás de la puerta, no seré una cobarde y esperare a que llegue. Pasan 20 minutos cuando recibo su llamada.
— Emma, perdoname, no me di cuenta de la hora —está conduciendo se puede escuchar los carros alrededor —¿donde estas?
— En tu departamento Miguel —contesto más bruscamente de lo pensado — no te iba a esperar todo el tiempo que quisieras.
— Disculpame de verdad, voy para allá aún no se acaba el día — suelto un suspiro exhausto
— Te espero aquí — cuelgo y llamo a un taxi que me lleve a mi departamento, hice una buena elección al no deshacerme de él.
Veo a Miguel entrar por la puerta principal con un aspecto preocupado.
— Listo, vamos — solo lo veo desde el sillón en el que estoy sentada
—No, no vamos a ningun lado Miguel — suelto y su semblante empeora, verlo así me hace sentir mal, pero no puedo hecharme para atrás — tenemos que hablar
— Esto es por lo de ayer, ¿verdad? — se apresura a mi lado intentando tomar mi mano y es mi turno en ponerme de pie
— No solo de ayer y lo sabes — agacha la mirada — Ya no puedo seguir con esto — dejo salir, sin más
—¿Qué?, no, no digas eso cariño, sé que he estado ausente últimamente — se pone de pie y camina hasta mi, mientras lo miro con una ceja alzada —pero te prometo que... —
— Que pondrás de tu parte?—lo interrumpo — ¿Qué estarás al pendiente?, ¿Qué saldrás más temprano?, ¿Qué compartiremos más tiempo?, ya me lo sé de memoria Miguel — me cruzo de brazos reconfortandome a mi misma
— Lo siento, sé que el trabajo no es excusa — dice buscando que decir — pero aunque no me creas siempre estas en mi mente, y te amo, eres lo que más amo en esta vida, no soportaría que me dejarás — dice desesperado, con los ojos aguados
— Y yo te amo a ti, pero siempre he estado para ti y creo que se te olvido que es mutuo y tenías que estar para mi. Parece que somos extraños viviendo juntos.
Lo veo ponerse de rodillas y tomar mis manos mientras llora.
— Por favor perdoname, no me dejes — era difícil verlo así y mantenerme firme, pero sabía que si se lo permitía lo volveria a hacer — no sé que haría sin ti.
—Lo siento, no puedo vivir con la mitad, más bien menos de la mitad de ti, no es lo que quiero —ahora lloraba junto con él — jamás me había sentido tan sola como este último año a tu lado
Me solte de su agarre dejando el anillo en la mesa de centro, tomé mis maletas y salí del departamento con el corazón destrozado.
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alismithlier · 9 months
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Sweet
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Es hora de un pedacito de dulzura, Miguel puede parecer intimidante y sin corazón, sin embargo contigo es todo lo contrario, no solo cuando están juntos, tienes un trato especial.
Llegó al cuartel después de una estresante misión, se setía cansado, lo único que quería era acurrucarse en tus brazos. Caminaba en dirección a la oficina, en donde sabía que te encontraría, pues no eras capaz de esperarlo en casa cuando salía a alguna misión.
Y así fue, recostada en el sofá que puso especialmente para ti, no estabas dormida, leías un libro en una posición incómoda para él, pero no parecía serlo para ti. Lo escuchaste entrar y te giraste para confirmarlo.
— Mi amor — te paraste de inmediato y saltaste a sus brazos en donde te recibió de inmediato y sin dudar, rodeandote fuertemente con sus brazos — Te extrañé muchísimo — dijiste y depositaste un beso en el espacio de su cuello.
Eso fue suficiente para relajar sus músculos, sentirte y escucharte le daba tranquilidad.
— También te extrañé — los guió hasta el sofá en donde estabas y te deposito en él, sabías lo que quería.
—Ven aquí — le extendiste los brazos para que se acercará. Se acurrucó sobre tu cuerpo poniendo su cabeza en tu pecho y rodeando tu cintura con sus brazos.
— Esto es lo mejor después de un largo dia — dice en susurros y comienzas a acariciar sus cabellos, se acurrucó más contra ti
—Siempre que necesites un poco de confort, sabes donde encontrarme — había alzado la cabeza y te miraba atentamente, se levantó de tu cuerpo y cambió las posiciones, ahora él debajo tuyo y tu en su pecho, deposito un beso en tu cabeza.
— Sabes, debo confesar que fue una misión muy peligrosa — levantaste tu cabeza de su pecho y lo miraste alarmada —creí que no saldría de esa y me puse a pensar en que no te dedico el tiempo que te mereces y a pesar de todo sigues aquí.
—Así será, estaré aquí Miguel, yo realmente entiendo tu papel como superhéroe y... — puso un dedo en tus labios
— No, no trates de justificarme, sé que no debo darte por sentada, el trabajo no es pretexto, no quiero que un día simplemente me dejes, estarías en todo tu derecho, pero no se que haria sin ti, así que decidí que mañana me tomaré el día — sentiste tu corazón saltar de alegría, aunque te preocupaba que la ciudad no tuviera su spiderman por un día o que la sociedad de arañas no tuviera a su líder
—¿En serio? — te habías alzado quedando a la altura de su cabeza mirándolo ojos brillosos de felicidad — pero, ¿Qué pasará con la ciudad, los dejarás sin protección?
— Apuesto que los policías pueden arreglárselas sin mi un día, mi prioridad eres tu muñeca — alcanzo tus labios envolviendo sus lenguas en un beso corto y dulce. — Vamos a casa — se levanto contigo en brazos cargandote como una princesa
Llegaron al departamento que compartían, te dejo en la habitación mientras tomaba una ducha rápida y volver contigo a la cama, para acostarse frente a ti, cara a cara, con la piernas enrolladas y tus brazos alrededor de su torso y sus brazos alrededor del tuyo, su boca en tu frente, tus manos deslizándose de arriba a abajo por su espalda. Cayeron profundamente dormidos, era la primera vez después de mucho tiempo que te quedabas dormida en sus brazos y que sabías con certeza que a la mañan estaría contigo a un lado.
Abriste los ojos y lo viste a través de tus pestañas, apoyado en un codo, mirandote con ternura, se encontraba acariciando tu mejilla con su otra mano y se acercó a ti.
— Buenos días — Deposito un beso en tus labios
— Sigues aquí — sonreíste con somnolencia — Buenos días, se siente muy bien amanecer a tu lado — te acercaste a acurrucarte contra él
Lo escuchaste reírse — Tal como lo prometí, soy todo tuyo, te preparé el desayuno — En la mesita de noche a su izquierda se encontraba una bandeja con dos tazas de café aún humeantes, unos hot cakes calientitos con sus topics a un costado.
— Con tenerte aquí es suficiente — repartes besos por su cara y terminas en su regazo, en donde Miguel se toma muy enserio eso de consentirte y te alimenta en su regazo.
— Prometo no desaparecer de nuevo, no soportaría perderte.
Después del desayuno comenzó una sesión de besos que empezó a subir de tono con el tiempo...
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alismithlier · 9 months
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Asistente
ADVERTENCIA: +18 / SMUT
RESUMEN: Eres la asistente de Miguel, el mejor amigo de tu padre.
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Era la asistente de Miguel O'hara, para realizar tus prácticas profesionales no podías hacerlo en la empresa de tu padre, así que Miguel, muy considerado, ofreció un puesto en el que podrías trabajar como su asistente, tenían una relación amistosa, aunque siempre te ha parecido muy atractivo e incluso, vergonzosamente llegaste a fantasear con él, jamás creíste que que este tipo de sueños se volvieran realidad.
Cuando ingresaste te diste cuenta que tenía fama de ser buen follador, aprovecharías la oportunidad de seducirlo pues pasarían mucho tiempo juntos, además sabías que la atracción era mutua, pues lo has atrapado mirandote en varias ocasiones, no estabas loca, por supuesto, una tensión es de dos.
Comenzaste tu plan con cosas simples, con faldas cortas, no demasiado, pero solías subirla cuando entrabas a dejar algún recado, reporte etc, y por supuesto podías sentir su intensa mirada en ti, fuste subiendo el nivel con las camisas escotadas, y para Miguel cada vez era más difícil resistirse.
Sabía muy bien que verte como lo hacía estaba muy mal, que eras 15 años menor que él, eras la hija de su mejor amigo, pero se la estabas poniendo muy difícil, la gota que derramó el vaso fue cuando entraste a su oficina a revisar su itinerario, la oficina era amplia, unos sillones a los costados como sala de espera, en una esquina había unos cuantos monitores, una puerta que conducía a su propio baño completo y en el centro de la habitación se encontraba Miguel, en su escritorio, sentado revisando unos papeles.
Eres joven aún, estabas a la moda, vestías una falda negra cómoda que te llegaba un poco más abajo de los muslos, unos zapatos de tacón, y una camisa blanca a la cual le desabrochaste los primeros 2 botones al entrar.
— Mi padre solicitó verte hoy — le dijiste desde el otro lado del escritorio.
— Sin problema — dijo tratando de ignorarte y fingir que estaba concentrado en los documentos en sus manos y no en tus piernas.
— Amm, pero tu itinerario no tiene espacio — le comentas realmente confundida, aunque a Miguel le pareció muy inocente ese gesto.
— Debe haber algún espacio, a ver — dijo y te inclinaste con tu ¡pad para mostrarle, la vista de tu escote improvisado quedó frente a sus ojos, pero fingio no notarlo, pero su polla si que lo hizo — aquí, tu padre puede ir en uno de los espacios para almorzar, dulzura — solía llamarte así desde siempre, obviamente que anteriormente era porque enserio lo parecías. ahora tenía otra connotación.
— Oh — atinaste a decir, fingiendo inocencia, algo que siempre funciona — Perfecto, le avisaré entonces.
Te diste la vuelta para salir de la oficina y podías sentir la mirada de Miguel, quien observaba el movimiento de tus caderas mientras caminabas, sobando sobre la tela del pantalón su erección.
No podía seguir así. Al terminar el día, solía dejarte en casa, así que lo esperabas.
— He terminado — dijiste entrando a la oficina, que se encontraba bañada de luces blancas — Si gustas puedo pedirle a papá que mande por mi —
— Para nada, me faltan unos detalles solamente, puedes esperarme en el sofá — dijo señalando con la cabeza al sofá de 2 plazas más cercano al escritorio.
Seguías parada en la entrada, la vista que tenías frente a tí era caliente, tenía puesto unos lentes, su cabello desordenado, la corbata suelta, concentrado en aquellos detalles que comento. Te acercaste lentamente apoyando las palmas de tus manos en el escritorio, quedando frente a él
—Puedo ayudarte, si gustas — lo notabas inquieto — Para eso estoy aquí también — aunque estaban a una distancia considerada, creíste notar un bulto en sus pantalones y sonreíste para tus adentros, te despegaste de ahí y caminaste, rodeaste el escritorio quedando en su espalda, percibiste el cambio en su respiración cuando tus manos tocaron sus anchos hombros.
Cerró los ojos intentando no caer y seguir creyendo que todo era parte de su imaginación
Sabrá Dios de donde sacaste tanto valor.
— ¿Cómo podría ayudarte?, solo tienes que decirlo —susurras cerca de su oído, pero sin tener contacto con este, aún así puede sentir tu aliento, y no puede más.
— Tengo algunas ideas — toma tu muñeca en su hombro y te jala hasta que quedas de pie frente a él, acorralada entre su cuerpo en la silla y el escritorio, con su cabeza a la altura de tu pecho.
Mantiene tus ojos en los tuyos, posa sus manos en tu cintura, las desliza por tus caderas y ejerce fuerza en ellas indicando que te arrodilles.
— He notado tus intenciones dulzura — Con sus miradas entrelazadas, le regalas una mirada inocente
— No sé de que estas hablando — Suelta una risilla, con su mano aún en tu cintura se pone de pie, y ahora eres tú quien se encuentra a la altura de su pecho y tienes que levantar la mirada.
— Yo creo que sí — mira tú escote — Sabes perfectamente lo que estás haciendo — Te apoya al borde del escritorio y se hace espacio entre tus piernas, su gran mano se comienza a deslizar de arriba abajo sobre tu muslo.
Tu respiración se entrecorta al tenerlo tan cerca y tu piel comienza a enchinarse, toma tu mejilla con su mano libre y te besa, es un beso agresivo, inclina tu cabeza para besarte mejor y te deja sin aliento, pero le sigues el ritmo más que gustosa., sus manos se mueven a tus glúteos los cuales amasa y aprieta.
— ¿Quieres seguir con esto? — se separa de tu boca bruscamente, reaccionando, su voz más ronca que de costumbre — Porque te juro que no seré amable.
— Si, lo quiero y no esperaba que lo fueras — dices con la voz cargada de deseo, te adueñas de su boca nuevamente — no sabes cuanto he esperado.
El toque de Miguel en tus glúteos desaparece, para reaparecer en tus pechos, los amasa con dulzura y con la yema de sus dedos pellizca tus pezones endurecidos, a al sentirlo sueltas un gemido de sorpresa que Miguel se traga con el beso.
— Tan bonita — se separa por completo de ti y te observa, con los labios entreabiertos anhelando los suyos, tus mejillas sonrojadas, tu falda alzada y con la respiración acelerada, su polla palpito en sus pantalones rogando por atención, pero se contuvo, pues había esperado mucho y quería disfrutarte.
Su toque desapareció por completo de tu cuerpo, te tumba contra la mesa del escritorio y pone tus pies en esta, separando tus piernas, se sienta de nuevo en su silla a la altura de tu entrepierna en donde puede observar la humedad en tu ropa interior.
Toma tus muslos y se inclinó hasta rozar su nariz en tu intimidad. suspiras entrecortadamente al sentir su respiración en donde más lo necesitas. Miguel puede sentir tu desesperación, así que se deshace de la tela que lo separa de tu coño.
Muerde delicadamente tus muslos, antes de pasar su lengua por tus labios vagina3s, tan dulce como alguna vez imaginó.
— Oh por Dios — soltaste en un gemido, te alzaste en tus codos para observar al hombre entre tus piernas, quien ahora se encontraba deslizando un dedo alrededor de tu entrada.
Tus paredes estaban apretando alrededor de nada, tan húmeda que la intromisión del dedo de Miguel fue muy fácil, deslizó su dedo hasta que solo el nudillo se encontraba afuera, continuo lamiendo los jugos que soltabas, introduciendo otro dedo para abrirte más, bombeando de adentro a afuera, con la punta de su lengua en tu citorís.
— Mig, Miguel, ah — alzó la vista, observando el desastre en el que te había convertido, la imagen tuya con el rostro contraído del placer, labios entreabiertos y dejando escapar leves gemidos lo motivaron a seguir, sus pulgares abrieron tus pliegues y una gota de humedad se deslizo por tu piel, Miguel se separo y gemiste en protesta
— Todavía no — se levantó de la silla y te beso nuevamente — Quiero que te vengas en mi polla — pudiste probarte a ti misma en su lengua, así como también sentiste su erección en tu muslo, cuando embistió en busca de alivio.
— Mi turno —dijiste alejandolo un poco desabrochando su camisa, para posteriormente empujarlo a su silla, bajarte del escritorio con piernas temblorosas y terminar de rodillas, entre sus piernas.
Tanteaste su dureza encima de la ropa y recibiste un jalón de cabello.
— Basta de juegos — Con una mano sostuvo su agarre en tu cabello y con la otra se deshizo de sus prendas liberando su erección. Era grande, gruesa y con las venas saltadas. La sostuvo con su mano por la base y te dio unas cachetadas con esta. — Muéstrame cuánto quieres esto — la puso frente a ti, abriste la boca y la sacudió en tu lengua, ahuecaste las mejillas y metiste solo la punta. Estaba desesperado, empujo sus caderas obligandote a respirar la nariz, era demasiado, pero tomaste todo lo que podías, atragantandote — Joder, eso es, tomalo — practicamnete gruñó, te aparto buscamente antes de correrse.
Se alzó de nuevo en su altura y te llevo con él, nuevamente te sentó en el escritorio y término de desabotonar tu camisa y bajo la copa de tu brasier para pellizcar tus pezones.
— Joder Miguel — empujaste tus caderas en busca de las suyas, estabas ansiosa por tenerlo adentro, le importo poco, así que bajo su cabeza a tus pechos mordiendo uno de estos mientras que el otro era atendido por su mano.
— Dime, ¿Qué es lo que quieres? — dijo pasándose a tu otro seno, no podías emitir palabra, te encontrabas con la mente nublada — Vamos bonita, ¿Qué haré contigo?
—Follame, por favor, te necesito tanto — Atinaste a decir.
— Como desees — se fue contra tu cuello y lo beso, su peso hizo que terminaras recostada de nuevo en el escritorio, abandono tu cuello luego de dejar una marca, con sus manos llevo tus piernas a sus hombros. Estaba por alinearse con tu coño cuando hablaste
—Por favor, ahora —
—Aquí no das órdenes — aunque se encontraba desesperado por sentir tu coño alrededor, se contuvo para golpear tu nudo de nervios con la punta de su polla — Sigo siendo el jefe
— Lo siento señor — Ese "Señor" lo jodió y entro por completo de una estocada — Aahh — estabas apretada, pues la posición de tus piernas juntas en sus hombros apretaba tu entrada.
Tu calidez lo estaba volviendo loco, tus pechos rebotando por la brutalidad de las embestiadas, tomo uno de tus pecho en sus mano y lo estrujo.
— Tan apretada — desde su altura podía ver su unión, la humedad de tu coño envolviendo su polla, dejándola brillosa con tus jugos, no pudo resistirse y escupió un fajo de saliva.
La vista de Miguel dominando la situación y haciendo de tu cuerpo su voluntad te tenía al borde y él pudo sentirlo, como te apretaste a su alrededor
— ¿Te vas a correr? — preguntó
— mhm — asentiste freneticamente
— No te he dado permiso para hacerlo — Salió de ti de jalón, te bajo del escritorio y bruscamente te dió grió, presionando tu pecho en la fria superficie del escritorio.
Alzo tu mini falda, enrollandola para usarla como palanca y entro de nuevo, sin esperar a que te acostumvraras inicio un vaiven que te maero, te dio una nalgada que resonó por toda la oficina
— AAHH, joder — Gritaste, agradeciedno que todos se encontraban en casa a esta hora. Te apretaste aún más a su alrededor y seguias goteando.
Miguel tomo tu barbilla desde atrás y te obligo a mirarlo
— Que chica tan sucia — te dio otra nalgada y volviste a apretarlo con tus paredes — mmm — gruñó — Te gusta que te nalguee ¿mmm?
— Siii — Su mano en tu barbilla y la que sostenía tu falda terminaron en tus tetas, su boca a la altura de tu oreja, podías escucharlo gemir tu nombre
— No puedo más — Lloriqueaste — ¿Puedo correrme? por favor — Te tenía suplicando debajo suyo, no creía aguantar más tampoco
— Correte en mi polla mi cariño — dijo en tu oído, obedeciste inmediatamente, disfrutando del climax, con la vista borrosa, lágrimas deslizándose por tus mejillas, tu mente en blanco y con los ojos en blanco.
La sensación de tu coño ordeñandolo lo llevó al borde, se retiró de ti y se corrió en tu espalda.
— Que buena chica — te elogio, con los kleenex que habían salido volando de su escritorio te limpio la espalda, te levantó del escritorio, y se sentó en su escritorio contigo en su regazo — Muy bien dulzura, estuviste muy bien — dijo besando la coronilla de tu frente
— Ahora ¿qué le diré a papá llegando así? — comentaste recargada en su musculoso pecho desnudo y trazando líneas sin sentido en él.
— No llegues a casa, ven a la mía —Ofreció
— De verdad? —
— Clao, dile que aún hay trabajo por terminar —
Y así fue, te llevó a su casa, en donde hicieron de todo, menos trabajo.
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alismithlier · 9 months
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After party || Miguel O`hara
ADVERTENCIA +18, SMUT
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Miguel te observaba conteniendose y disfrutando de la vista que le proporcionas, tú de rodillas frente a él, con tus manos en sus rodillas, tus ojos brillosos por tu intento de llevarlo todo a tu boca y la vista del espejo frente al sillón de su habitación.
- Joder - se permite gruñir ante esto, en el reflejo podía observar tu vestido a la cintura, y como un juguete  de goma entraba y salía de tu coño empapado, tomó tu cabello en un agarre firme para ahogarte con su dureza, y como su plan no era correrse en tu boca, te aleja de su entrepierna con un hilo de saliva aún uniéndote a él.
- Suficiente, ven aquí - gimes ante el inesperado retiro del aparato entre tus piernas y con un tirón en tu cintura te sienta a horcajadas sobre él, a pesar de haber utilizado el juguete anteriormente, miguel es lo suficientemente grande para que te cueste acostumbrarte a su tamaño, te aferras a sus hombros y encajas tus uñas mientras gimes su nombre.
- Miguel ah - con la voz entrecortada y casi un susurro llega a los oídos de Miguel, quien sonríe complacido mientras baja los tirantes de tu vestido y amasa tus pechos mientras levanta la vista y observa el desastre que eres.
-Ali, ali, ¿Qué voy a hacer contigo?, provocandome con ese vestido durante toda la noche - desliza su mano lentamente hacia abajo por tu cintura provocando escalofríos hasta amasar uno de tus glúteos. Intentas moverte sobre él pero es más rápidos y toma tus caderas para impedir cualquier movimiento.
-Bailando de esa manera frente a todos - desliza su nariz en un paseo por tu cuello y clavículas, -Siente lo que provocaste - te mueve solo un poco sobre él para que puedas sentir su erección dentro tuyo
-Migueel, ah, por favor - lloriqueas,  mirándolo a los ojos con una súplica silenciosa.
- Se una buena niña y montame cariño - susurra en tus labios mientras se pone cómodo con las manos cruzadas bajo su cabeza. en el respaldo del sillón en donde se encuentran. Dejandote todo el trabajo te empiezas a mover, sin que el colabore, apoyando tus manos en su gran pecho, a pesar de sentirte al borde te era imposible terminar pues tu cuerpo anhelaba su toque.
- Por favor Miguel, Por favor - le suplicas casi desesperadamente    
Se ríe descaradamente de ti, mostrando sus colmillos, para tomarte de la cintura y rápidamente tumbarte  boca abajo sobre la cama a un costado de ustedes, poniendo los brazos para no dejar caer todo su peso en ti y susurrarte al oído.
-¿Puedes pavonearte y bailar frente a mi con ese diminuto vestido, pero no puedes tomar mi polla como una niña buena,  huh? - toma un puño de tu cabello para levantarte de la cama y mordisquear tu cuello, rozando sus colmillos peligrosamente en este, su mano torturando tu clitoris.
Eres un manojo debajo suyo, gimiendo desesperadamente, la sobreestimulación y el no dejar que te corres te hacen rogar con las lágrimas de placer en tus ojos.
- Joder Miguel, por favor, quiero correrme - Miguel alcanza el juguete abandonado con una de sus telarañas, ahueca las mejillas y lo utiliza como una mordaza.
-No tienes permitido hablar - brama mientras empuja sus caderas con las tuyas usando como palanca una de sus manos en tu cintura y la otra en tu cabello,  mientras te ahogas con el juguete, y haces puño la sábana debajo tuyo.
Para Miguel la imagen es jodidamente caliente y no se cree capaz de soportar más, pero contar de verte suplicar, resiste -¿Qué, no puedes soportarlo? - una palmada aterriza sobre tu glúteo y provoca que el juguete salga de tu boca para dejar salir un gemido-queja, Miguel no se molesta y para tener ocupada tu boca toma fuertemente tus mejillas, inclina tu cara hacia arriba y te besa, duro, hundiendo su lengua en tu boca invitando a la tuya a una danza pasional en la que él tiene el control, la mano en tu cintura se desplaza a tu entrepierna y fruta tu clitortis aún besandote tragandose tus gemidos, cuando no crees soportarlo más y piensas dejarte ir aunque no te ha dado permiso, decide hablar, abandonando tu boca.
-Correte para mi cariño - y obedeces,  tu coño lo aprieta fuertemente, tu cara contraída por el placer y unas pequeñas lágrimas deslizándose por tus mejillas lo llevan al límite y se corre, una parte dentro de ti antes de retirarse de ti y derramar el resto en tu espalda baja.
Aún con su mano en tu cintura se inclina dejar un beso en tu hombro -Que buena niña, quedate un momento ahí - susurra y solo puedes emitir un -mhm- como respuesta, se dirige al baño para regresar con algo para limpiar el desastre que dejó, posteriormente te levanta cuidadosamente para meterte en la cama y acostarse junto a ti y besar tu frente.
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alismithlier · 9 months
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No habría llegado a los 50 «Me gusta» sin vuestra ayuda. ¡Gracias por este sueño!
Muchas gracias por su apoyo, es un muy buen inicio para mi, pues no creí que fueran a gustar estas escena en mi cabeza, prometo mejorar para ustedes y ser más constante
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alismithlier · 9 months
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Con alguien más
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Ahí estaba Spiderman otra vez, en el edificio frente a tu trabajo, velando porque llegaras bien a casa, siempre, incluso después de tantos años, después de esa ruptura, no podría dejar que nada te sucediera. Se arrepentía por la manera en la que terminaron las cosas, quería bajar, pararse frente a ti y pedirte una segunda oportunidad, pero sabía que no lo dejarías, además de que sería muy egoísta de su parte.
                                          >> FLASHBACK <<
Por supuesto que sabías de la identidad de Spiderman, pues Miguel te lo había confesado tras tantas heridas que habías captado en su cuerpo, las llegadas tarde y las excusas que ponía al desaparecer repentinamente, las cuales ya no podía sostener.
Siempre lo apoyaste y estuviste para él como su novia y compañera de la silla, llevaban una relación de muchos años y decidieron vivir juntos. No habían tenido problema, Miguel aprendió a separar su vida personal de su vida como superhéroe, pero era cada vez más difícil,  las amenazas cada vez eran más, casi no estaba en casa, casi no se veían, te sentías sola, lo habían platicado y el siempre prometía estar presente, promesa que duraba cada vez menos, lo entendías y lo amabas, pero no querías vivir así.
- Es que no lo entiendes - dijiste lo más pacíficamente posible
- No!, tu no lo entiendes - gruñó, con los ojos rojos. - la protección de la ciudad está en mis manos, un gran poder conlleva una gran responsabilidad
-¿Y en donde quedas tú?, ¿tu felicidad?, ¿yo qué lugar ocupo? - ya tenías lágrimas acumuladas. - No puedo quedarme sentada a esperarte siempre, con el corazón en la mano, preguntándome si estarás bien o si regresaras a salvo.
- Es una locura, Emily, lo hemos hablado, creí que era tema cerrado - sigue, intenta mantener la calma, pero su tono es rudo
- No, tu lo diste por cerrado, saliste corriendo de aquí porque tenías una misión, solo tu no te das cuenta de lo mal que estamos - de verdad no puedes creer que esté tan ciego - Te encargas de resolver los problemas allá afuera, pero aquí?, conmigo?, no puedes decir que estamos bien cuando te he dado no solo señales, sino hechos, nunca hay tiempo ni para una comida juntos, para resolver algo, nada, ya no te das el tiempo. - dices, esperando que entienda, es la conversación que más a avanzado en meses.
- Crees que es más importante que mantener a salvo toda una ciudad? - se arrepintió tan rápido como salió de su boca, lo miras con una ceja elevada y lágrimas en los ojos, incredula - no, no es lo que quise decir - intenta remediarlo
- ¿Es enserio?, ¿de verdad?, si lo dices es porque lo crees Miguel - unas lágrimas corren por tus mejillas, porque por más que intentes retenerlas se te escapan. - Te lo dí todo, te entendía siempre que ponías alguna excusa, lo entendía, pero no más Miguel, me estoy perdiendo a mi misma tratando de salvar esta relación, y tu ni te esfuerzas, prometiste que te esforzarías - Miguel solo se arrepiente de sus palabras, pero no dice ni una sola palabra, solo te mira con lástima en los ojos - Di algo joder, lo que sea - dices con desesperación esperando otra de sus promesas ya vacías - Intenta luchar un poco, por favor,  haz algo - te abalanzas contra su pecho y lo golpeas destrozada por su indiferencia esta por decir algo cuando su  radio que intercepta la de la policía suena,  te mira  destrozada - Solo sacrifica esta noche y resolvamoslo.
Solo retira tus manos con delicadeza de su pecho y besa tu frente antes de susurrar un "lo siento, pero eligo esto" y salir por la ventana dejandote ahí, sin más, con el corazón hecho trizas.
Por alguna razón creyó que te encontraría en casa, durmiendo o esperandolo en la sala como siempre, se encontraba herido pues no estaba al 100%, pero no, lo recibió el silencio y la oscuridad del departamento, lo sentía frío, fue hasta el dormitorio que compartía cuando llegaba a dormir, pero estaba completamente solo, tu ropa no estaba, tus accesorios, todas tus pertenencias habían desaparecido. Creyó y se convenció de que era lo mejor, te mantendría a salvo así y no se distraeria constantemente. GRAVE ERROR.
Había descuidado un poco las guardias que hacía, te dedicaba más tiempo que cuando estaban juntos, bien dicen "Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes", se dedicaba a observarte, vigilaba tu camino a tu nuevo hogar,notó que tomabas una ruta más larga, te veía llorar y se sentía horrible al saber que la razón era él, pero ya había tomado la decisión de dejarte ir.
                                      >> FIN DEL FLASHBACK <<
Te había tomado tiempo sanar pues intentabas encontrar una parte que Miguel no hubiera tocado de tu ser, se quedó con todo y te dejo como si fueras la peor de las drogas, habías compartido muchos años con Miguel y aunque el final no fue grato, sabías que sería el amor de tu vida, pero no para esta.
Conociste a James, quien te hizo volver a sentir ese calor en tu pecho que hace tiempo no experimentabas y eso era lo que Miguel observaba ahora desde aquel edificio, esa sonrisa de oreja a oreja que el no supo cuidar dedicada a alguien más.
Cuando entraste a tu departamento percibiste una corriente de aire, que provenía de la entrada del balcón que estaba cerrándose, sabías de quién se trataba y lo confirmaste cuando viste la nota encima de tu colchón.
Para mi amada Emily
Sé que no tengo derecho de llamarte así y que es muy tarde para una disculpa, pero quiero que sepas que te deseo lo mejor y lamento no haber podido cumplir las promesas que te hice ni los sueños que tuvimos juntos, ahora se que estas con alguien más y se harán realidad, aunque no conmigo. Nunca te quise hacer daño, pero que terminará como terminó fue para mantenerte a salvo, así me odiaras para siempre.
- Miguel.
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alismithlier · 9 months
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PROFESSOR
Miguel era grande a comparación tuya, era imposible no notarlo, un hombre alto, hombros anchos, piernas gruesas y esas manos tan grandes, venosas y masculinas, además de apuesto paseándose de un lado a otro en medio de la sala explicando ese tema importante que dijo que estaría en el examen final, pero no podías prestarle atención estando metida en tus fantasias.
Pensando lo bien que se vería  sentado en esa silla contigo entre sus piernas y  debajo de ese escritorio, o como se vería entre tus piernas contigo sobre el escritorio, cuando de repente.
- mith - lográs entender muy cerca tuyo - Señorita Smith - era el profesor O'hara mirándote con una ceja alzada mientras parpadeabas nerviosamente intentando adivinar que espera de ti. 
- ¿Disculpe? - atinas a decir al no comprender la situación
- Le estaba haciendo una pregunta correspondiente al tema de su trabajo final, está usted muy distraída y esto es importante - comenta con un tono duro, que le da cuerda a tus fantasias, mientras finges estar muy avergonzada ante las risillas de tus compañeros en el aula.
- Silencio - le regala una mirada rápida antes de regresar a ti -Hablaremos  al terminar la clase - y sin más continuó con la clase, regalandote una mirada que podrías comprender perfectamente.
~~~~
Su relación realmente había comenzado antes de que fuera tu profesor directo, pues se habían conocido en su antiguo edificio, ya que resultaron vecinos, no sabias que seria tu profesor ni nada por el estilo, pues sus materias no correspondian a tu carrera, no fue hasta que decidiste entrar a una asesoría para conseguir unos créditos que te faltaban en una materia que compartieron aula por primera vez y, por Dios la seguridad con la que compartía su clase y se movía alrededor del aula era hipnotizante.
Todos salieron del aula y quedaste al final, a solas, con Miguel
- Sígueme - te indico con un movimiento de cabeza guiándote a su oficina, en donde te dejo pasar primero para poner el pestillo de la puerta - Se supone que debes concentrate en las lecciones, no fantasear con tu profesor amor - susurra detrás tuyo poniendo tu piel de gallina
- Lo sé. lo siento, pero deberías verte exponiendo clase - dices en voz baja.
- Creeme, puedo sentirme exactamente como tú - desliza su nariz por la curvatura de tu cuello desde atrás mientras una de sus manos toma el dobladillo de la falda que decidiste usar hoy - Verte con esta falda, apretando las piernas mientras me miras - Deposita un beso en la base de tu cuello, mientras sube tu falda mientras acaricia tu muslo y te estremeces - es muy difícil no mandar a todos a la mierda y tomarte ahí mismo -- suspiras encantada.
Te toma de la cintura, te gira y te besa, la diferencia de altura lo hace encorvarse y para evitar una tortícolis te levanta de la cintura llevándote hacia su escritorio para sentarte sobre él y acorralarte con su enorme cuerpo, continuo besandote llevando una mano a tu mejilla, pero antes de que la alcanzará te separas.
- Espera - le dices intentando recuperar aire y te mira extrañado y le sonries tranquilizadoramente mientras te encargas de aflojar su corbata y desabotonar los primeros 2 botones de su camisa - necesitaba sacarme esta imagen mental teniéndote enfrente  
Se ríe roncamente para continuar donde se había quedado, tomando tu mejilla y besandote de una manera muy pasional, moviendo su otra mano por tu pierna, dejando leves apretones en esta y moviéndose a tu entrepierna en donde toca sobre la tela, ya humeda, la hace a un lado y desliza sus dedos por tus pliegues.
- Miguel - te separas un poco y suspiras su nombre de manera entrecortada y vuelves a besarlo intentando callar tus gemido, procede a mover la mano que estaba en tu mejilla hacía tu cabello, retrando la pinza que usabas para soltar tu cabello,  tomarlo en un puño y separarte.
- Tu distracción en clase debe ser castigada - dice mientras te mira desde su altura y da una palmada sobre tu clítoris y te sobresaltas -Compensaras eso, ¿verdad cariño? - asientes ya perdida en el deseo, suelta tu cabello, se deshace de tus braga, te pone de pie y te observa, aprovechas esa pequeña distracción para empujarlo sobre la silla.
Tu fuerza no podría él, por supuesto, pero lo dejo ser y dejó caer su peso sobre la silla.
Te hincas frente a él entre sus piernas, acaricias sus muslos sobre el pantalón y subes tus manos lentamente hasta la cremallera de este, lo deshaces hábilmente y depositas un beso en el bulto que sobresale de su ropa interior, mirándolo a través de tus pestañas. Te mira con deseo, bajas su bóxer y el te ayuda levantando su cuerpo, su miembro queda libre y golpea el abdomen de Miguel, lo tomas con una mano y das una rápida lamida al glande, lo escuchas gruñir y ahora das una lamida rápida desde la base hasta la punta mientras lo sostienes con la otra mano, sientes su mano en tu cabello, acariciandolo antes de hacer un moño con este y alejarte.
— Basta de juegos — dice de manera ronca y seductora — manos en la espalda y abre la boca — ordena y como buena alumna, obedeces. Toma su masculinidad con una mano y la otra en tu cabello te guía hacia esta para empujarse en tu boca, te toma por sorpresa, te atraganta un poco antes de sacarla y empujarse nuevamente hasta el fondo, ahuecas tus mejillas para intentar meterlo todo, pero es demasiado grande — mmm, vamos cariño, abre más para mi — al vislumbrar las lágrimas en tus ojos se separa y golpea tus cachetes con su polla, mientras sacas la lengua esperando que vuelva a tu boca
— Por favor, Profesor — Le pone que uses honorarios, se unde nuevamente en tu boca, entrando y saliendo de una manera rápida y constante golpeando la campanilla en tu garganta, lo recibes gustosa, ahuecando las mejillas y respirando por la nariz, para evitar arcadas, sus gruñidos van directo a tu centro, retiras las manos de la espalda y empiezas a jugar con uno de tus pezones sobre la blusa.
— Mierda — gimio, la imagen que le regalabas fue demasiado para el, sientes que el agarre en tu cabello se intensifica para hundirse más en ti y se corrw en tu boca, se separo de esta — abre — dice, abres la boca con su corrida en esta, se separa del respaldo de la silla en la que estaba, su agarre en tu cabello te inclina hacia atrás y con su mano libre te toma de las mejillas para escupirte — tragatelo — y así lo haces, le muestras tu boca vacía — Buena chica, ahora me haré cargo de ti —
Te levanta del suelo, toma tu cintura y se cierne sobre ti, quedas a la altura de su pecho aún con esos zapatos de tacón que llevabas puestos, quita tu blusa y sujetador del camino, dejándote solo con la falda y los zapatos. Te observa un momento tomándote de la cintura
— Jodidanente sexy — se inclina nuevamente para besarte y te paras en puntas para "facilitarcelo", sus manos en tu cintura decienden por tus glúteos al llegar a tus muslos, te toma de estos y te lleva hacia el escritorio donde continúa con sus besos y descender a tus pechos poco a poco, lenta y torturosamente, toma uno entre sus labios, mordiendo tu pezon, mientras que su mano libre juega con tu otro pecho, golpeándolo y pellizcando el pezón
— Miguel, por favor, Profesor, por favor — dies desesperada por su toque intentando frotarse contra el, quien sólo se ríe burlonamente, continúa descendiendo dejando un camino húmedo por tu abdomen, hasta llegar al hueso de tu cadera el cual intenta morder.
—¿Quieres esto?— habla sobre el tu piel y puedes sentir su aliento — Que te haga venir con mi lengua y tomar todo de ti, mientras suplicas por más ¿mmm? — continúa hablando mientras sigue bajando, hasta que sienes su aliento en tu entrepierna desnuda y chorreante
— Sisi, por favor cómeme — casi lloriqueas para que te haga caso hasta que sientes una lamida en tus pliegues — ah, por Dios — hechas la cabeza hacia atras y tomas su cabello en un puño, mientras sigue brindándote placer, esta vez sientes su lengua tentando tu clitoris antes de tocarlo y arremolinarlo, para posteriormente lejarse solo un poco para observarte — Por favor — contoneas tus caderas en busca de más contacto con su boca.
— ¿Quieres correrte? — vuelve a tu coño para succionar tu clitoris y te escucha suplicar nuevamente — ¿mmm?, necesito tus palabras —
— Si, si, Por favor Sr O'hara — se deshace de tu agarre en su cabello, se pone de pie contigo desparramada en el sofá, palmea tu entrepierna excitandote más, toma tus caderas, pone tus pies en el suelo, de espaldas a él con tu culo en pompa y tu falda de pormedio, proporcionando ahora una nalgada en tu glúteo.
— Esto es por la poca atención el día de hoy señorita, espero se aplique — toma tus caderas con una mano, te lavaanta un poco más, hasta que terminas con tus pies colcando, se alinea en tu entrada y arremete con fuerza, por lo mojada que estás la intromisión es muy fácil, entra y sale de ti, sus pelotas golpeando tu clitoris, una de sus manos en tu cuello usándolo como palanca mientras rebotas. — Mi pequeña puta, tan necesitada que no puede evitar fantasear con su profesor — gruñe, sus palabras tienen efecto sobre ti, pues tus paredes lo aprietan con fuerza — aún no puedes correrte, no te lo he permitido — dice mientras deposita nalgadas.
Te voltea, aún dentro de ti, en la posición del misionero, con tus tacones en su espalda, tus uñas en sus bíceps, viéndote a la cara con tu gesto contraído, sigue arremetiendo contra ti, ahora con la falda enrollada en tu cintura, cada vez sus embestidas son más descuidadas, ya no puedes más
—Mig... Ahh, Miguel, por favor, por favor, dejame correrme — oírte suplicar es su debilidad, tu coño ordeñandolo, también es demasiado para el, golpea ligeramente tu mejilla, lo que te hace abrir los ojos.
— Quiere tus ojos en mi cuando te corras — hunde dos de sus dedos en tu boca para disminuir tus gemidos, los succionas, entierras aún más las uñas en sus bíceps cuando maltrata tu clitoris — correte encima de mi polla — y así lo haces, lo aprietas aun más mientras te dejas ir, no puede evitarlo y se viene dentro tuyo, se retira lentamente y fija su mirada en tu coño en donde observa como este gotea de sus fluidos, antes de dejarse caer en tu pecho.
— Cinseguiras un obresaliente en tus notas — dice aún sobre ti y golpeas si espalda ligeramente mientras lo escuchas reír — Deberíamos irnos a casa —
Se separa de ti, te pone las bragas con sus fluidos aún en ti y te sigue ayudando a vestirte para después vestise él
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alismithlier · 10 months
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Celos?
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Se disfruta más con esto , (no es la traduccion literal)
Miguel acababa de llegar de la sede al departamento que compartimos, no traia muy buen humor y yo no tenía ganas de molestarlo,  habíamos pasado unos días sin convivir mucho.
- Comprare comida hoy ¿Qué se te antoja? - pregunta con un tono de voz contenido.
- No es necesario cariño, puedo cocinarte algo rápido, hay alimentos en el refrigerador - contesto pensando preparar algode comer rapido y quizá que se una a mi y cocinar juntos, pero contrario a eso lo escucho decir.
- Sé que tenemos comida en la alacena y refrigerador, puedo notarlo todos los días al abrirlo y lo recuerdo porque yo cargue las bolsas, aveces solo quiero comprar un poco de comida preparada, incluso ahora - suspira intentando tranquilizarse al tonar que comenzaba a alzar la voz - no importa, ¿Qué se te antoja? ¿Comida china?¿mexicana? quiza ¿hamburguesas?, que quieres?, solo pidelo, te lo traeré - Hice una huelga de silencio, pues no tenía la culpa de su estrés, aunque si me gustaba su actitud así en la cama no me gustaba que me hablará así, yo solo tenía la intención de preparale algo , obviamente no le parecio que me quedará callada
-- Muy bien - Suspira pesadamente - mantente en silencio entonces, más para mí - se hizo un silencio entre nosotros donde era palpable su irritabilidad y joder, solo es comida, ¿Por qué se pone así?
Me mira fijamente aún esperando alguna respuesta - Solo estoy esperando una respuesta de tu parte, puedo sentir la tensión en el aire, Alaia solo quiero ordenar para comer algo, contestame, maldita sea - eleva la voz con cada frase que dice y solo lo observo diciendole con los ojos que no me gusta su tono. - Lo siento cariño - dice suavizando la voz, tomandose el puente de la nariz - Fue una noche de mierda, más de lo normal, estoy cansado, tengo mucha hambre, las cosas en la sede se estan pniendo feas con unas anomalias - vuelve a subir la voz y como no me esta mirando solo levanto una ceja - No se lo que el multiverso necesita de mi y es malditamente frustrante, solo quiero desestresarme pasando tiempo contigo, no quería pelear por alguna de tus actitudes, así que por favor no te pongas quisquillosa - termina casi gruñendo
Solo me quedo en el otro sofa mirándolo triste y desaprobatoriamente ¿Mis actitudes?, no puedo creer que un platillo lo molestara. Suspira fuertemente al no recibir, nuevamente, una respuesta de mi parte
- ¿Así es como será entonces? - pregunta mirandome con una ceja alzada -¿en serio? ¿La ley del hielo?, A puesto que a tu compañero Willison  no tardaste en contestarle que tipo de comida deseabas, ¿no?, no te perderías de ningun aluerzo con él, claro -
Espera, ¿en que momento?, ¿no era esto por la comida?, todo este alboroto es porque esta celoso, perfecto, quiero decir, el sexo es mucho mejor cuando esta molesto y mis hormonas lo necesitan rudo. Lo miro aún más molesta sin decir nada
- ¿Así será?, ¿Quieres estar en silencio?, quedate en silencio entonces - Se levanta del sillón en el que se encontraba y lo imito quedando de frente - Te voy a recordar y dejar en claro a quien le perteneces - me toma de la barbilla y me observa a los ojos -- Voy a tomar todo de ti, a la habitación, andando. - Me empuja ligeramente al pasillo que da a la habitación golpeando mi culo en el proceso y se queda unos minutos en la sala.
Al llegar a la habitación me quito la camisa de Miguel que traía encima de mi ropa interior y lo espero impaciente, su actitud celosa nunca la había visto así, Will es solo un compañero asignado, justo por él mismo, es nuevo en la spider society y cabe aclarar que almuerza con todo el equipo.
Escucho sus paso por el pasillo antes de que habrá la puerta y se desplace dentro de nuestro dormitorio aflojandose el cinturon - Ven aquí - camino hacía él y cuando me tiene cerca toma mi cabello en un puño y me acerca a él, termina de quitarse el cinturón y lo pone como collar alrededor de mi cuello -Eso es, que bonita y mía te ves así - aprieta el cinturon alrededor de mi cuello solo para cortar un poco la circulación del aire. - Espero que te mantengas en silencio como hace un momento, de rodillas - ordena, puedo sentir mi coño empapado por su actitud domitante.
- No has sido una buena chica esta semana cariño, conviviendo demasiado con ese compañero tuyo - Se inclina y toma mi barbilla - Te demostraré que le sucede a las chicas que se portan mal - aprieta un poco, solo un poco más el  cinto - Estoy muy estresado y demsiado celoso, no pararé contigo hasta drenarte y que te quede claro que me pertences - dice rozando su nariz con la mía - y no podrás hacer nada al respecto - por fin junta nuestros labios en un beso corto, casi un roce mientras afloja el cinturón - respira, eso es -
Me indica con una mirada la cama y obedezco su petición silenciosa, recostandome en medio de esta - Separa las piernas bonita, déjame ver tu coño empapado y preparado solo para mi - dice desde la orilla de la cama y obedezco - eso es - gruñe de placer - ahora bajaras tu mano y te masturbaras mientras me miras con esos ojos que tienes, sin hacer un solo ruido - dice mientras acaricia su polla aún en sus pantalones, por mi parte obedezco y deslizo mi mano llegando a su destino, me deshago de mis bragas y acaricio mi clítoris para seguir deslizándome a mi entrada en donde introduzco  2 dedos y bombeo bajo la atenta mirada de Miguel - Más rápido - comenta ya con la polla en su mano - Más rapido - dice nuevamente con la respiración acelerada y no creo poder soportar - Detente, aleja  las manos - ordena cuando estaba por alcanzar la cima.
- Ves esta polla?, su punta hinchada y rojiza no estará en tu boca, no hoy  - dice mientras desliza su mano de arriba a abajo.
Joder, era un placer chupársela siempre, su tamaño, las venas marcadas alrededor de esta, siempre me dieron asco muchas cosas y alguna vez pensar en chupársela alguien lo era, pero puedo jurar que es increíble, la reacción de Miguel, sus gemidos y  gruñidos, con la cabeza hacia atrás y maldiciendo era un espectáculo que se me estaba negando en este momento.
-De rodillas y con la cara en el colchón - Me saca de mis sucios recuerdos y me acomodo al borde del colchón, frente a él, tal como me ordena -Te has portado realmente mal - comenta  distraídamente acariciando mi glúteo - mereces un castigo, lo sabes, ¿no?, así es amor, lo amerita -
Deja caer su mano sobre mi glúteo en una sonora nalgada. Antes de hincarse en la alfombra de la habitación y ponerse entre mis piernas acariciando mis muslos con sus grandes manos. puedo sentir su respiración en mi centro y comienza con una lamida a mi feminidad, desplazándose a mis pliegues y antes de continuar se aleja un poco - Una cosa más, no hagas ningún sonido - continua en mis pliegues succionando e introduciendo dos dedos en mi centro para bombearlos mientras mueve su lengua avidamente sobre mi clitores, y como si no fuera suficiente comienza a golpear mi culo - Esto es por ser una mala chica - dice separándose de mi clitoris y puedo sentir su aliento y sus dedos, que solo me estropean más, continua golpeando y sigo mordiendo la sabana debajo mio con miedo de no aguantar.
- Voltéate - habla mientras se limpia con el dorso de la mano y cuando estoy en la nueva posición  pasa la punta de su polla por mis pliegues deteniéndose peligrosamente en mi entrada para meter medio centímetro y sacarlo antes de que pueda empujar mis caderas -Eres un desastre justo ahora cariño - dice burlonamente, disfrutando de sus efectos en mi, se sepra de mi entrepierna y se masturma enfrente mío, intento llevar mis manos hacia mi entrada - no te di permiso de tocarte -  gruñe mientras sigue masturbandose, trato de cerrar mis piernas pero no me lo permite.
Es demasiado para mi, ya no aguanto, conteniendo mis gemidos, escuchando los suyos, la sobreestimulación y la vista que me regala, tengo lágrimas en mis ojos de placer. Gruñe cada vez más fuerte - Abre bien las piernas, te follaré ahora -dice acomodándose enmedio de mis muslos - Mírame - me ahuaca las mejilla obligándome a verlo a los ojos - Te jodere de la forma que mereces, ¿entendiste?, ven aquí y justo cuando está por follarme como lo necesito se me hace escuchar que llaman a la puerta, lo ignoró, pero Miguel no. -Mira nadamas, ya esta llego la razón por la que te encuentras así - dice separándose y caminar a la puerta -Juega contigo, pero no te corras - dice antes de salir
Lo escucho  abrir la puerta -Hey, Willson - ¿¿¿Dijo Willson???, - no fue tan difícil traernos la comida, ¿no?, gracias, déjame pagarte - parece buscar algo - Mierda, no traigo efectivo, dejame buscar rapido, un segundo - lo escuchó regresar y al minuto está de nuevo en la habitación -Mantén la boca cerrada - se mete entre mis piernas y me come nuevamente - El puede esperar -mueve la lengua hábilmente sobre mi clitoris, cada vez más rápido y me observa desde abajo, tomo su cabello acercandolo más a donde lo necesito, cuando se aleja -¡Dame un segundo estoy buscando la cartera! - grita para Will antes de volver a mi entrepierna y succionar deliciosamente mi clitoris - ¡La encontre! -  grita nuevamente dejándome a medias otra vez, regresando a la puerta principal.
- Ten un buen día, gracias por la comida, bye - lo despide rápidamente para volver a la habitación casi volando, lo bueno es que ya no solo yo estoy desesperada.
No había dado cuenta de que cerré mis piernas buscando algo de fricción, has que Miguel llega y las separa bruscamente para escupir en mi entrada y enterrarse de una sola estocada en mi, ambos gemimos - tan apretada, después de todo este tiempo - dice en mi oido, saca toda su dureza para empujar de nuevo, tomando mi cintura con una mano y una de mis piernas en su hombro
- En cuatro, volteate - Ordena de nuevo - en tus rodillas, dame esas manos - las apresa con una mano y se empuja nuevamente dentro de mi , entra y sale demasiado rápido, puedo sentirlo en todas partes, toma mic abello con la mano libre y suelta mis manos para apoyarlas en el colchon -Que bien lo tomas cariño, hecha para mi - continua gimiendo en mi oído, conmigo acompañándolo -Toma mi polla eso es, mi chica sucia -
-Mig... guel, ahhh - grito- me voy a correr, ¿Me puedo correr señor? -Suplico aturdida -por favor -
-Que buena niña, cuplicandome,correte para mí -aumenta las embestiadas y no puedo más - Has que me corra
- AAAHH MMMM - grito y Miguel toma mi cara desde atrás y me besa tragandose ese gemido y yo el suyo cuando se corre dentro de mí.
Suelta su agarre en mi cabello y sale de mi, puede sentir su semen y mi corrida saliendo de mi, es obsceno, pero maravilloso, me recuesta en la cama en lo que busca con que limpiarme.
- ¿Entonces todo esto fue por us celos? - pregunto cuando regresa y limpia mi entrepierna.
- En parte si - dice, ahora algo avergonzado
- ¿Recuerdas que fuiste tu quien me lo encargo?, además sabes que no tienes que preocuparte, ¿verdad? -
- Por supuesto solo que tambien necesitaba una excusa para liberar estrés - miente muy mal, sabe que no ocupa excusas - Vamos a comer algo ahora sí, te ordené algo tambien.
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alismithlier · 10 months
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Me encontraba con Miguel hablando sobre nuestro paseo de esta semana, pues no teníamos ninguna misión cuando Layla avisa la entrada de Jess a la oficina de Miguel.
- Solo modifica eso – escucho decir a Miguel intentando disimular.
- Si, perfecto, lo enviaré corregido esta noche, gracias – le sigo la corriente antes de girarme y saludar a Jess – Hola – le sonrió – adiós, Jess con permiso.
Miguel y yo tenemos un tipo de relación Super secreta, no tiene título, pero nos vemos a escondidas, en la sede apenas y hablábamos más de lo necesario, y evitamos quedarnos solos por mucho tiempo. Dormimos juntos en ocasiones, pero nunca amanecemos juntos, hemos traslado algunas cosas al departamento del otro. Solo a veces, como ahora, creamos misiones fantasmas y nos vamos los dos a algún tipo de cita casual.
En la noche
Era ya la media noche, y como acordamos me transporto a la oficina de Miguel abriendo un portal para ir al multiverso elegido, el 19999, al verme llegar me recibe con una pequeña sonrisa en el rostro y me besa.
-Te extrañe – dice dulcemente. Sus acciones siempre me ruborizan, aún no me acostumbro y le brindo una risa nerviosa.
-Yo a ti, ¿nos vamos? – Abre el portal y llegamos a un callejón oscuro y solitario para no asustar a los habitantes de este universo. Vestimos de forma casual, relajándonos del trabajo y pasando un tiempo juntos caminando por las calles de este New York. Hasta llegar a la entrada de un restaurant italiano muy bonito con luces amarillas, música que jamás habíamos escuchado, pero con una melodía relajante y las sillas y mesas de madera.
Miguel retira la silla de mi asiento y ordenamos.
- ¿Cómo vas con la animalia que encontraron? – Pregunté sobre un caso que despertó demasidad curiosidad en Miguel desde que lo descubrió
- Bien, quiero decir aún no sé como lo vamos a atraer a nosotros y reparar el daño –
-¿Cuál es el daño?, quizá pueda ayudar – contesto más nerviosa de lo que me gustaría
-Un universo se quedó sin su Spiderman y está hecho un caos, mientras otro universo ahora tiene 2 Spiderman, aún no me explico como sucedió – comenta mientras toca el puente de su nariz – pero no hablemos del trabajo, te noto nerviosa – Toma mi mano encima de la mesa y acaricia mis nudillos - ¿Qué sucede? –
Tienes razón no hablemos del trabajo -suelto tratando de evitar su pregunta, pero me mira con una ceja elevada y suspiro – Quería comentarte algo, se trata de nosotros.
-¿Qué hay de nosotros? – pregunta extrañado, pero lo puedo sentir indiferente
- Ya es tiempo de no escondernos tanto, ¿no lo crees? - lo miro esperando respuesta, pero no hay nada – Quiero decir, ya llevamos 3 meses saliendo de esta manera y con el tiempo saldrá a la luz
-Si, es verdad, creo que tienes razón – dice resignado -Anda termina de comer que se enfría – su tono de voz cambia y cuando terminamos de comer y regresamos al mismo callejón al que llegamos el ambiente se vuelve silencioso e incómodo.
- Retomando el tema anterior – aunque esta de espaldas mío puedo adivinar que volteó los ojos -¿Cuándo les diremos? – Miguel se queda callado
-Ya lo veremos, anda – me indica el portal. Llegamos a mi departamento y va directo al baño, con un aura que percibo como molestia, regresa y nos metemos en la cama en completo silencio, acostado de frente cara a cara. -Descansa, luego organizamos cuando lo haremos saber – dice antes de besar mi frente y arrastrarme a un abrazo.
Creí que empezaría este día, que amaneceríamos juntos por primera vez, pero no, vaya cosa, el lado de su cama estaba solo y frío, como si hubiera esperado para que me durmiera y escapar.
Después de eso se comportaba muy extraño, se encontraba de misión en misión y cuando estaba en la sede apenas te miraba.
Me empecé a cuestionar todo, el nunca dijo que me quisiera, pero todo indicaba que sí, era una persona diferente conmigo, no era el amargado jefe de la sociedad arácnida que protegía el universo, era Miguel, lo había visto vulnerable, hablando de su pasado, de su padre, incluso me contemplaba en su futuro, pero nunca había dicho que era amor, siempre espere que lo dijera, quizá debí esperar más. Y así continue haciéndome añicos la cabeza.
Hasta que regreso, casi corrí a su oficina, al abrir la puerta estaba ahí, no me pude resistir y lo abrace, con una opresión en el pecho al no recibir el abrazo de vuelta, me separe incomoda, mire a Miguel quien me observaba indiferente y todo el equipo alrededor mirando extrañados la escena, incomodidad total.
- ¿Todo bien Alaia? – pregunta Miguel con un tono duro, no logro entender que sucede y me quedo como idiota ahí, hasta que Jess rompe el silencio.
-Wow, no creí que cumplieras mi reto Al, te debo 20 dólares – me guiña el ojo discretamente, intentando salvarme de esta situación – Bueno chicos parece que Al tiene que hablar con Miguel, retomamos esto mañana – Poco a poco la sala queda desierta con un silencio incomodo y Miguel simplemente se voltea a sus pantallas
- ¿Qué fue eso? – Hable primero, el seguía de espaldas
- ¿A qué te refieres? – pregunta como si nada
- Me hiciste ver como una idiota, ¿Qué te sucede?, ¿Por qué no me correspondiste él abrazo? – pregunte intentando no alterarme
– Creí que había quedado claro que no debíamos demostrar afecto frente al equipo – dice, aún de espaladas, eso solo me hace enojar más.
– Y yo creí que acordamos contárselo, era una buena oportunidad – solo silencio – ¿No nos comunicamos bien? ¿Acaso estoy pidiendo demasiado?, estas actuando muy extraño, Mírame joder – Por fin voltea con una mirada extraña.
– Mira Alaia, de verdad quería continuar con esto tal y como lo teníamos, habría menos complicaciones y nadie se metería en esto, sobre todo porque te dirán que no esta bien que estes con alguien 10 años mayor que tú. – empieza a elevar la voz
– Y fue difícil decir eso cuando lo intente hablar contigo?, solo desapareciste y te distanciaste. – lo escuchas suspirar pesadamente
– Es más difícil de lo que crees decirte que no somos novios, todo era solo una jodida relación de solo sexo que confundiste y entrometiste tus malditos sentimientos, pero no queremos los mismo – Me lo decía mirándome directo a los ojos, como si fuera algo que querría que me doliera – Debemos terminar esto aquí, no te buscaré más y no lo hagas tampoco. – Puedo sentir el nudo en mi garganta que mi orgullo me hace tragar – retírate – suelta sin más antes de girarse, dejándome absolutamente muda y con un hoyo en el pecho.
Salí de ahí rumbo a mi habitación, me derrumbé en la cama, no podía hacer esto, no podía decir que todo lo que pasamos esos 3 meses no significo nada, charlas pasando la noche, el cuidandome cada que regresaba de una misión mal, haciendo notar su preocupación, el dejando que yo me preocupe por él cuando regresaba de una, los almuerzos a escondidas, las escapadas cada que podíamos a un universo diferente, su actitud totalmente diferente conmigo, pero si era lo que quería no podía hacer nada, más que aprender a vivir con ello.
Mirando hacía la mesa de noche encontré el estuche con notas que solía dejarme antes de que amaneciera, harta de llorar y enojada conmigo misma por sentir tanto, me levanté de la cama, tomé una de mis maletas y  deposite, más bien aventé, las pertenencias que Miguel había dejado en mi departamento durantes estos meses. Para después columpiarme al balcón de su departamento y dejar la maleta en el balcón.
Han pasado 2 semanas desde que "terminamos", si es que había algo que terminar, me ha costado volver a mi rutina, de no ser por Jess quien me preguntó que pasaba despues de ver mi mirada hacía nuestro jefe y las miradas de este a mi y le tuve que contar,  se ha encargado de ser la intermediaria entre Miguel y yo de ser necesario y de integrarme con el equipo principal al que perteneceré ahora.
He recuperado mis cosas de apoco durante este tiempo, en mi puerta como un paquete de Amazon, en el balcón como deje las suyas, solo hay una cosa que no he recuperado y es mi suéter favorito.
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alismithlier · 10 months
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Buenas buenas
Hola hola, buenos días, tardes, noches. BIENVENIDOS SEAN
Me presento, mi nombre es Adriana tengo 19 años, Mexicana, Geminis (ya se, ya se, ojala me cure pronto), esta sería mi primer escritura, así que espero que les guste, cualquier falta de ortografía, algo que nos les haga coherencia o detallitos, me gustaría que me lo hicieran saber, estoy abierta a criticas constructivas.
Estaré compartiendo escenarios de diferentes inspiraciones, pero lo del momento es Miguel O'hara. Como dato, no soy buena dibujando, así que tomaré ideas del poderosísimo Pinterest para trajes, rotros, etc. así que créditos a quien corresponda.Ahora bien puntos que trataré en la historia:
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