Tumgik
#medio segundo de panza al aire
vavaharrison · 11 months
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Cho Seung Woo, Jung Moon Sung and Kim Sung Kyun in Divorce Attorney Shin
28 notes · View notes
larrieshomelat · 3 years
Text
tellmethisisnotlove:
Así que, si esta chica estaba realmente embarazada, ¿Por qué sus redes sociales desaparecieron meses antes? ¿Por qué ella cubría su panza en cada una de las fotos de la fiesta donde ella estaba completamente borracha? (aka no tan embarazada muchas gracias) ¿Y por que la primera vez que vimos ‘’la panza’’ no se veía como una panza de embarazo sino más bien algo como ‘’bueno, estuve escondiendo mi panza durante mucho tiempo pero ahora que hay un escándalo de embarazo voy a mostrarla porque así van a ver lo que todos quieren ver ’por una barriga de embarazo’ y para las larries un bebe de comida’’? Y más importante, por que Lilo advirtió todo este escándalo llamando a un bebe de juguete ‘’BEBE’’, y Louis repitiendo molesto que NO ERA REAL, tres veces, y como si no fuera suficiente Liam dijo ‘’si alguien tenía dudas este bebe es falso’’? ¿Por qué fue Simon Cowell el primero en reaccionar - con un comentario muy hiriente para enfatizar los valores de la familia a Louis Tomlinson de todas las personas? ¿Y por que Briana nunca fue a un concierto en US (con un vuelo de poco tiempo) cuando estuvieron allí por meses, pero prefirio volar a traves del oceano con un ‘’embarazo’’ de 22 semanas y aparecer accidentalmente en el mismo show en el que estaba Simon Cowell, vestida de negro, con una bufanda y una cartera de mano para cubrir su panza? ¿Por qué nunca tuvimos una foto desde un ángulo normal de tal panza? ¿Por qué la foto fue publicada por una mutual de Simon Cowell? Y además, ¿Por qué todos los chicos hablaron acerca de sus familias estando ahí excepto Louis y Harry? ¿Por qué esta fue la primera vez que Harry ignoró rotundamente a una mujer embarazada en el público? El mismo Harry que encuentra cada oportunidad para felicitar embarazos, el mismo Harry que siempre gesticula una panza de embarazo en el aire, y el mismo chico que que tenía sus favoritos de instagram e iCal llenos de cumpleaños de bebés. ¿Por qué Louis puede reaccionar a las acusaciones de Rovers en 40 minutos y por naturaleza protege a todos y a todo lo que es precioso para él? Sin embargo, después de 2,5 meses aún tiene que dar un paso al frente y proteger a su propio hijo y a su muy buena amiga, la mamá del bebé, de la que se burlan y es ridiculizada por cada artículo ¿Cómo pueden explicar la diferencia entre las acciones y la narrativa? ¿Por qué un padre emocionado (buzzing) está por ahí de fiesta e ignorando toda la mierda que sale sobre la madre de su hijo cuando todos sabemos cuán amoroso y afectuoso es él con los niños? ¿Por qué todo va en contra de la norma en cuanto a este embarazo? que es manejado por las acciones del mismo Louis, los medios de comunicación y su equipo de PR ¿Necesito decir que es el mismo equipo de PR que felicitó a la cantante de Little Mix por su compromiso el mismo día que fue anunciado pero se mantuvo en silencio en cuanto al anuncio de un bebe?
banana-louis:
Perdón por intervenir, pero solo voy a agregar…
No se olviden del completo silencio de Harry y de todos los cercanos a Louis. ¿Por qué no hubo una declaración emocionada de su madre y sus hermanas? ¿Por que la única vez que escuchamos de ellos fue cuando un pap les empujó una cámara en la cara y no tuvieron otra opción que responder? ¿Por que tuvimos una linea de tiempo completamente desordenada con ultrasonidos y sonogramas a las TEMPRANAS CUATRO SEMANAS? ¿Por qué nos dijeron esto desde el principio en vez de mantenerlo en secreto y por lo bajo como sucede con cualquier otra celebridad cuando esperan un hijo? ¿Por qué ninguna otra celebridad o entrevistador o periodista le mencionó el tema a Louis excepto Michael Strahan en la TV EN VIVO donde Louis estaba obligado a responder? ¿Por qué tuvimos esas fotos de paps de Briana dejando una oficina de pasaportes con documentos que resultaron ser los documentos equivocados (porque no eran los documentos de esa oficina de pasaportes) literalmente una semana después de ir de vacaciones a las Bahamas? ¿Por que tuvimos a RBB haciendo flamantes referencias al bebe con un test de embarazo y una mamadera, más los stickers de caritas azules y verdes enojados, tristes y en shock?
tellmethisisnotlove:
¿Por qué cada vez que hay una actualización en babygate, la familia tan privada se hace pública en las redes sociales para advertirnos y luego se vuelve privada nuevamente? ¿Por qué cada vez antes de que algo pasara - incluso el embarazo - anons estaban advirtiendo a bloggers? ¿Qué tan absurdo es que se anuncie el embarazo de una celebridad en el primer trimestre, a las 9 semanas y cuando las llames por esta locura cambien la fecha a las 11 semanas? ¿Por qué se arriesgan incluso a un embarazo al anunciarlo cuando podrían haber pasado desapercibidos y el público ni siquiera se habría enterado porque hacen un hiatus coincidentemente cuando se supone que nacerá ese bebé? ¿Cómo es que esos afortunados paps que buscaban a un millonario lo encontraron casualmente cuando estaban de fiesta con B en un club de bajo nivel? ¿Por qué los medios supieron de inmediato el nombre de dicha rubia misteriosa antes que este obsesionado CSI fandom? ¿Por qué todo es tan público con esto? ¿Por qué esta alegre banda no habla de comprar ropa de bebé, accesorios para el embarazo, por qué no hay un tweet sobre qué diablos es un extractor de leche, por qué no hay charla en la guardería o casi cualquier cosa que convenza a la gente de que Louis Tomlinson realmente va a ser padre pronto? ¿Por qué cada cita del compañero de banda y amigo de Louis que comenta sobre el embarazo está tan cuidadosamente elaborada que nadie dice las palabras bebé, papá, Briana y en su lugar usa palabras tan vagas como: "Está muy emocionado con lo que está pasando en este momento y yo siento que ese tipo de cosas solo suceden a veces " y "Se lo está tomando muy en serio". ¿Por qué no se habla de cómo se separará la banda porque sabemos que el verdadero Louis Tomlinson es una persona muy dedicada y que si en verdad engendró un hijo de una aventura de una noche, se ocupará de ello pero en cambio, se trata de rumores de jueces y rumores de sellos discográficos. ¿Por qué el presentador de GMA llamó a Harry por estar terriblemente callado? ¿Quién diablos se preocupa por él? ¿Por qué no Niall o Liam? ¿Por qué Louis está tirando un muñeco DOS VECES enojado desde el escenario y Harry, entre todas las personas, un mono de bebé como si lo quemara? Y por el amor de dios: ¿Por qué siempre vuelve a Harry y Louis? ¡Después de cinco años! Louis dijo en Twitter que "it’s bullshit, que he is happy why can’t people accept it." El dijo que "he was in fact straight" en su twitter entonces seguro es verdad. Olvídate de tu creencia en Larry por un segundo. ¿Por qué sólo hay fotos de la pareja feliz en fiestas cuando están borrachos hasta el culo? ¿Por qué no reportar que están felices y enamorados? ¿Por qué dicen que sólo son amigos? ¿Por qué Louis Tomlinson está teniendo un hijo y lo reportan con "Larry está muerto" o "cuidado larries". ¿A quién mierda le importa Larry???? Un "puñado" de fans los "shippea" juntos, de acuerdo. Ok. Lo que sea. Pero esto es la vida real. Vidas reales. ENTONCES ¿Por qué un reporte de Louis teniendo un hijo no está centrado en Louis Tomlinson teniendo un hijo? Y ¿Por qué hay artículos agregando que los fans piensan que es falso? ¿A quién mierda le importa lo que los fans piensan cuando Louis Tomlinson está realmente teniendo un hijo? ¿Vimos artículos de que algunos pensaban que Kutcher-Kunis no iban a tener un bebé? No, no los vimos. Entonces, ¿Por qué seguimos viendo artículos sobre su embarazo en la semana 21 en una revista gay de todos los lugares en letras en negrita con la fuente 55 en el medio de la página sobre los fans que piensan que este embarazo es falso? ¿Por qué eso importa? ¿Por que ESO IMPORTA???
tellmethisisnotlove:
Ni siquiera tenés que creer en larry para ver lo oscuro que es todo este embarazo - las celebridades no anuncian embarazos de esa manera - especialmente un embarazo accidental - especialmente un embarazo por accidente con alguien que también tuvo sexo con otras personas alrededor del mismo tiempo - las celebridades no anuncian esa mierda al mundo ??? - especialmente si no están 100% seguros de que es de ellos - incluso entonces esa no es una historia que venderían a los jodidos tabloides (teenag3shithead)
tellmethisisnotlove:
¿Por qué Tracy comentó en una foto de Louis "no es como que las noticias ya hayan salido" y preocupándose por el Facebook e Instagram de Briana en un momento donde ella ni siquiera sabía que Briana estaba embarazada? ¿Por qué la mamá de Briana siguió tiendas de bebés, People babies (dónde la historia salió después) y otro sitio de bebés en instagram cuando Briana ni siquiera se perdió la regla y mucho menos mear en un palo? ¿Que fue esa foto sin panza en Halloween? ¿Qué fue esa foto sin panza en Navidad? Por qué las fotos de embarazada son de amberfillerup? ¿Por qué cuando se juntan las imágenes que no muestran la panza, el tipo de cuerpo y la panza coinciden exactamente con los de Amber? ¿Por qué todas las imágenes de la panza son sin mostrar la cabeza? Por qué hay fotos de paps que no muestran una panza real y natural? Y por qué hay fotos de la panza sólo en sus redes sociales? ¿Por qué se esforzaron tanto y fallaron cada vez para publicar una foto convincente en la que se ve claramente a Briana y una inconfundible panza natural y real? ¿Por qué B subió fotos con una descripción lista para dar a luz cuando a ella actualmente le faltaban 3 semanas más hasta la fecha original el 3 de febrero? ¿Por qué su llamada foto -una semana antes de dar a luz- su panza no estaba tan abajo si estaba lista para dar a luz? ¿Por qué una Update Account (cuenta de actualización) dió la noticia y por qué nosotros recibimos anónimos y nos enteramos sobre el nacimiento 24 horas antes de que pasara? ¿Por qué todos los titulares tenían la forma de una pregunta (¿Louis se ha convertido en padre?) O dicen "reclamos de Twitter" porque es literalmente inaudito que un anuncio de bebé de una celebridad ocurra de esta manera. ¿Por qué el representante no estaba disponible para comentar cuando ocurrió el nacimiento? ¿Por qué Louis espero casi un día para twittear sobre su twitter-felicidad? ¿Por qué él no twitteo el nombre del bebé y en vez de eso, le vendió la noticia a The Sun? ¿Por qué él no dijo ni una sola cosa sobre el bebé cuando el fue fotografiado por paps caminando alrededor justo el día anterior? ¿Dónde están las felicitaciones de sus compañeros de banda? ¿Por qué Jay, que es partera y madre de 7 hijos, NO está en Los Ángeles para el parto y no me diga que no lo sabía cuando las updates accounts y los medios de comunicación estaban listos para dar la noticia? ¿Por qué habían larry manips circulando en la prensa después de que se anunciara el nacimiento? ¿Por qué hay charlas de custodia y dinero en la prensa cuando ellos tuvieron 9 meses para decidir? ¿Por qué The Sun dice que el certificado de nacimiento aún no está lleno, que ni siquiera han decidido si será un Jungwirth o un Tomlinson, si ni siquiera han decidido sobre el dinero y la custodia? ¿Por qué la gente cercana a la banda (pero no en la nómina de 1DHQ) como Smallzy felicita de manera sarcástica? ¿Por qué los medios de comunicación destacan que Tommo nunca habló de la noticia públicamente, pero sí la confirmó en un momento incómodo en la televisión estadounidense? ¿Por qué los medios de comunicación siguen diciendo que el representante no está disponible? O sobre la familia Jungwirth esperando una cantidad exagerada de apoyo financiero de Louis? O que a la mañana siguiente del nacimiento lo vieron comprando gafas de sol?
Holaaaaaa????!!! No hay bebé ahí. Nunca lo hubo.
137 notes · View notes
towerofdoomii · 3 years
Text
Plataforma nocturna
Tumblr media
No tengo ni idea de dónde estoy. Si mi vida dependiera de volver a la oficina sería incapaz. Las terminales se abren esparcidas como espinas sin importarles nada humano, son una raspa de pescado arrojada sobre un lecho de cemento, nos movemos entre ellas siguiendo hilos esotéricos que atraviesan la oscuridad y yo no veo. Imagino que el conocimiento del lugar y de todas las demás cosas es el fruto de la costumbre pero yo ahora me limito a arrojarme al asiento de atrás de la furgoneta como un niño o un perro grande y jadeante hasta que se abre de nuevo la puerta y estoy junto a un avión, siempre es otro avión, siempre es el mismo avión, todos son iguales pero les duelen cosas ligeramente distintas, son como viejas quejicosas en un asilo, tomando el aire de la noche tendidas en el asfalto, contándose cuchicheos y secretos del aire con sus antenas VHF. Todos tenemos la misma cara cuando nos hacemos mayores. Los aviones a veces los pintan y parecen nuevos, pero enseguida les vemos los restos de óxido, las cabezas de los tornillos redondeadas por mecánicos torpes, las pérdidas de sus diversos fluidos, el beso oxidante del salitre y el tiempo. En la furgoneta pones la mente en blanco para descansarla unos minutos porque cuando se abra la puerta será la guerra otra vez, la prisa, el maelstrom de metal, las cosas que te pueden hacer daño, las cosas calientes, las cosas cortantes, o pesadas, los hilos invisibles de fugas de hidráulico, la leyenda, te pueden cortar un dedo, te pueden joder un ojo, y todo lo sucio, cosas tan sucias que te ensucian sin tocarlas, basta acercarte, irradian un aurea de suciedad. Así que sacas el móvil y miras los mensajes de la chica que te ponga tonto o, si no tienes chica, abres el Tinder y miras el carrusel de caras que te anestesia unos minutos y te engaña un poco más, un poco más de autoengaño, un poco más de sostener la comedia, ya casi estás tú tirado, retirado, sobre el tarmac caliente, cuchicheando con los otros viejos, ya te va creciendo la antena VHF. Todo empieza a moverse para el perruzo mecánico de la parte de atrás, los trastos detrás son una lavadora de objetos, las latas de aceite, la caja de herramientas, los útiles, el traqueteo del carrito de botellas de nitrógeno para inflar las ruedas y subir el gato y rellenar los acumuladores de hidráulica es un tintineo metálico, lo más parecido a la música que vas a escuchar, realmente es música comparado con el resto de sonido de los motores diesel tosedores de las furgonetas reventadas o las trompetas de Jericho de las APU bramantes de los aviones, cuando las apagan, al detenerse el pequeño compresor, brama como un dinosaurio herido, siempre imagino que al avión le duele perder ese aliento último, auxiliar, y llora. Los grandes focos altos se suceden flas flas flas a través de las ventanas siempre sucias, realmente todos nosotros y las furgonetas estamos, diríamos con elegancia, comidos por la misma mierda. Cruzamos de lado a lado la gran raspa de la terminal y sus fingers, esto ya no tiene ningún sentido, no sé ni qué día es, cuántas noches llevo trabajando, es que podría estar en cualquier aeropuerto del mundo y sería lo mismo, el mismo no-lugar, el gilipollas de Ballard tendría un orgasmo aquí. En varios puntos se abren los patios de carrillos, la única zona en la que no podemos entrar con nuestra autorización, la zona donde caen como guindas las maletas desde la raspa superior, desde las manos suaves de los pasajeros, las guindas secas rellenas con sus miserias, sus pequeños objetos, sus preciadas basuras, esas manos de pasajero que yo imagino huelen todas muy bien, encremadas, todas blancas e hidratadas, manos suaves como nuestra grasa de litio, y unos compañeros especialmente brutos, los Ramperos, las reciben y las cargan en los trenecitos que las distribuyen por los aviones. A veces se caen del trenecito y se revientan. A veces se cae la jaula con tu perro, se abre y el perro se pierde en este infierno ballardiano y la policía tiene que abatirlo para que no acabe enroscado en el tren de un avión aterrizando como una serpentina de carne. Estos patios de carrillos, lugares vetados, parecen desde la furgoneta centrifugante heridas abiertas en un esqueleto oscuro de cemento, los culos de la terminal, culos cagando maletas, culos parasitados por Ramperos, por su iluminación, las sombras coloreadas que se adivinan en el interior, por la forma de las cintas transportadoras que se asemejan a intestinos sinuosos, formas redondeadas en un lugar donde todo son aristas. Imagino que durante el día tienen una actividad frenética y Los Ramperos, desde la furgoneta, con sus tatuajes, todos muy morenos porque trabajan bajo el sol, todos muy jóvenes o muy viejos y cascados, todos muy chulos, parecerán pequeñas mosquitas saltando entre las tripas de un caballo muerto. Es en esta zona donde antaño se producían magníficos robos, el flotsam y el jetsam del turismo internacional: me cuentan que parte de aquellas ofrendas, sobre todo de Cargo, llegaban incluso a los hangares, amigos de amigos, mafias obreras, artesanos y apandadores… El vehículo gira varias veces rodeando raspas del pescado muerto, siempre demasiado deprisa, se cruza con otras larvas mecánicas conducidas por personas afanosas y cansadas: los camiones refrigerados de catering, llenos de comida-basura, las cubas bamboleantes y malolientes de agua limpia, o queroseno, o agua sucia (literalmente: cubas de mierda)… los vehículos de limpieza de pista, mis favoritos, enormes, con extraños cepillos rotatatorios, color naranja me recuerdan a los vehículos de los orkos del Warhammer, sus conductores van en alto, para mí son los amos de este lugar…. los vehiculo de follow-me, enclenques, repelentes, los odio, amarillo y negro, petulante combinación, pareces un taxi de Barcelona vete a transportar sponsorettes, frat-boys, sororiputas y gangs de incels escandinavos al puto Raval, lárgate de esta expansión matemático de cemento santo. Les imagino conducidos siempre por pomposos imbéciles orgullosos de salir ahí fuera, a la Zona de la Muerte, a guiar a los aviones. A los mecánicos no les gusta salir a la Zona de la Muerte pero tienes que atravesarla en varios puntos cuando saltas de lado a lado de la gran raspa. Es la zona donde te puedes encontrar con un avión en taxi que viene sediento a enganchar su vagina frontal en la gran polla de plástico y metal del finger retráctil. Vienen con la piel fría y llena de condensación, los motores bien calientes, empujando, un mal golpe de mano en la palanca de gases y nos vamos a tomar por culo jefe, la APU echando fuego por el orto encapsulado en aleación con níquel, todas las luces encendidas, la luz beacon roja parpadeante de la panza puede joderte los ojos si la miras un par de segundos, es la luz que se enciende cuando el avión está vivo para advertir a todo el mundo alrededor de que hay una cosa muy grande con los motores encendidos, nosotros la encendemos cuando los arrancamos y uno tiene la sensación de estar activando un faro esóterico y pulsa el botón con muchísima importancia, extiendes el brazo hacia el panel de sobrecabeza como señalando a un Dios potencialmente peligroso. Así que no nos gusta cruzar en la furgoneta la Zona de la Muerte, no, claro que no, porque el avión no va a parar nunca, aquí el avión es Dios, todos los demás somos ladillas que baialamos a lo que Él disponga. Eres tú quién debe seguir escrupulosamente una madeja de indicaciones pintadas sobre el cemento que, francamente, desconozco por completo porque no tengo ese carnet, bien podría estar conduciendo esta furgoneta mi abuela de 93 años iríamos igual de orientados por aquí, y porque además están medio borradas, y porque no se ven muy bien de noche y porque son las cuatro de la mañana y tenemos aún cuatro aviones por revisar y una vez uno se equivocó y se metió en la pista, ahí es donde los aviones no es que circulen, es que aceleran, o frenan, y eso no para porque no puede, y si haces frenar, o desviarse, o inmutarse, a un avión con el beacon encendido que significa que el piloto va dentro alimentando el aparato con el inmenso poder radiante de su tremendo, infinito ego… ese cabrón va a dar parte de tu torpeza, en inglés, en capital letters, y te van a buscar las vueltas, te van a llamar de La Compañía, claro que te van a llamar, puede que incluso te llame La Autoridad, te van a poner una multa que será cuatro o cinco o diez veces tu sueldo, o te van a despedir. Nadie se interpone en el camino de los monstruo gigantes que vienen a libar a los fingers tentaculares sus mieles de aire fresco y corriente eléctrica qué sed traen de su lucha contra los elementos, a abrirles la boca a las lenguas protáctiles operadas por los atentos Ramperos para descargar su pasaje, el ganado, la carga blanda, el pandemonium de hijos de puta que pagan todo esto, todo este show, enanos vociferantes, abuelas quejicosas, niñatos pegachicles, merluzos vomitantes, necios apoyapieses-en-los-lining, que lo manchas hija de puta, que lo va a tener que limpiar una limpiadora, a las limpiadoras me las respetas o te reviento la puta cabeza, trabajan más que yo, en peores turnos que yo, y ganan menos y van a recoger una a una las espinas de las uñas de los pies que te estás cortando, hijo de puta, en el asiento 24R, y van a pasar una toallita por el asiento donde plantas las suelas de tus putas zapatillas Vectra ecológica y socialmente sostenibles, socialmente sostenible es el puñetazo seco que te metía en la tráquea como un personaje de frame congelado de Bola de Dragón, que te cogía y te enseñaba modales con una mouthball y un ass-hook incrustados colgando del escape del APU como una butifarra de porc negre a 10m de altura, pero esto no lo haría para darte una lección, no vamos a engañar a nadie a estas alturas, es que a mí esas cosas me excitan, ya era un pervertido de niño e Internet me terminó de joder la cabeza, quién puede juzgarme? a mí sólo me juzga ya la Torre de Control.
Perro lanoso, centrifugadora de herramientas, nos cruzamos con los coches de otros compañeros. Los coches de la Guardia Civil, temidos por todos: son nuestros enemigos, pueden pararte en cualquier momento y ponerte una generosa multa por no llevar el cinturón de seguridad, o la acreditación correcta, o un cinturón lleno de cocaína que has encontrado detrás de un panel de bodega en un avión de Air Europa que venía de Bogotá. Las jardineras, los autobuses gusanáceos que sacan al pasaje de toda esta zona infernal y los vomitan amorosamente en la terminal refrigerada y llena de publicidad y cosas de la civilización, porque la civilización reside en que te pidan dinero a cambio de productos y servicios, todo lo demás es nuestro mundo donde nada te pide nada, si algo quiere algo de ti te lo va a quitar directamente; la Zona de la Muerte, la Plataforma, la Espina de Pescado, los Anos de Carrillos… y la Torre de Control como una catedral oscura en el centro de todo, mirándonos a todos, ¿me estará mirando desde allí alguien ahora mismo? el panóptico supervisor, el gran centinela con forma de OVNI. Impávidas, incansables, las jardineras descargan hacia la parte amable de todo esto (jamás se da la vuelta gente, hay un instinto natural que les impide caminar hacia nosotros y hacia el resto de máquina) ríos de piernas y gestos y retazos de conversación y chicas que se atusan el pelito siempre chicas, siempre vemos antes a las chicas, será una sensibilización por déficit, será porque somos gañanes y estamos rodeados de cosas muy feas y duras y los ojos se vuelven hipersensibles a cualquier cosa bonita y las buscan, tendremos abejas dentro de los ojos.
El cielo es una banda negra y no existe, es una miasma extendida de la que se descuelgan y nos caen encima los monstruos blancos voladores brillando como luciérnagas, auténticos árboles de navidad, se ponen muy bonitos para hacer una entrada triunfal, el avión es una gran “puta de la atención”: beacon light, luces de posición, luz de logo, landing light, runaway light, luz de inspección, luz de carreteo… nos gustan las luces, los ruidos y las pastillas, no lo vamos a negar a estas alturas, si no ¿qué haces aquí, muchacho, de noche tropical, mientras los civiles se emborrachan y se contagian clamidia? El cielo es una banda negra y no existe y el suelo es una extensión infinita de color gris y al final se juntan el negro con el gris pero no puedes ver muy bien dónde ocurre exactamente eso. Tu realidad visual durante todo el turno será este helado al corte, mitad negro mitad gris, la alegría de vivir. Sobre la plataforma veo, muy lejos, criaturas móviles, algo milagrosamente vivo. Animales. Algo. Seres. Tengo el ojo aguzado del pueblo, me gusta ir donde duermen los jabalíes y ver que la hierba está aún aplastada por sus panzotas, distinguir las cacas de los zorros, ver a la oropéndola a lo lejos mirándome, intranquila, pero me lleva días distinguir aquí si estos son mamíferos (conejos, pensaba, como en Barajas, que hay miles, se arrojan a las ruedas como kamikazes) o aves. O quizás lagartos. O kobolds. O gremlins, que son los duendes de los mecánicos (pero esa es otra historia). Sus sonidos son reptilíanos, siseos agudos y prehistóricos en el silencio de este espacio tan grande y tan vacío, negro, gris, gris-negro, y el animalillo a lo lejos entre medias de este Pantone del Mal, correteando, cruzando la pista como si le perteneciera algo de esto… esto les desenmascaran: son aves patilargas que apenas vuelan, pajarracos nerviosos, una especie de garceta de tamaño medio que durante el día vive en los cenagales al otro lado de las pistas, cerca del mar, y come en la playa conchas o mierdas o cigarros puros arrojados por alemanes, y por la noche se viene a corretear por el helado al corte negro y gris y se harta de grillos, unos grillos enormes que están por todas partes. Me he fijado que es un animal bastante digno, deben de cumplir muchos años estas gacetas extrañas que no identifico, porque no dejan que te acerques, tienen calle, si tú las ves ellas te han visto ya, no van a dejar que les toques los cojones, y van siempre junto a su pareja, son gente de bien, tampoco son pequeñas, son fuertes, y tienen una disposición y una actitud claramente depredadoras, los pobres grillos viven bajo su reinado de terror dinosaurio, cuándo verán el último fogonazo de ese largo pico cayendo sobre ellas, cuándo me injestará a mí un motor-trituradora como a aquel pobre chaval en Las Palmas. Quizás hasta sean migrantes estos pajarracos, aunque en la isla siempre hace buen tiempo y por qué iba a querer nadie irse de aquí, del helado al corte, si tampoco se puede ver si hay algo más allá, sólo se adivina la sierra siniestra y difumanada con la luz perezosa del amanecer, si el turno se nos complica y se nos echa el día encima. Estoy seguro de que ninguna de éstas tiranosaurias devoragrillos acaba reventada contra el morro de un avión, son demasiado astutas; esas serán siempre estúpidas gaviotas, un animal que no pertenece a este lugar, vete al puerto a jugar con tus estúpidos barquitos lentorros, hija del huevo. La garceta correteadora es el ave del aeropuerto, es el amo del lugar, es la hermana pequeña del avión, son familia, está claro, aquí manda Él y, in absentia, un poco, luego, ella. También sé que hay chotacabras que se alimentan de las enormes polillas nocturnas que atraen los grandes focos. Lo sé porque cuando estuve aquí la otra vez nos encontramos uno moribundo que había caído del techo del hangar. Quise ayudarle pero al cogerlo se asustó, se vio atrapado entre manos de humano extraño, se excitó y, débil como estaba, le falló el corazón y sentí como su cuerpo pequeñito dejaba de ser un cuerpo, el vehículo de un fantasmita, y se transformaba en un latido final en un trocito de cosa que sólo era ya carne. Como a mí me estaba dejando la novia entonces y estaba más solo que la una, me habían puteado en todos los trabajos de siempre, había padecido cosas que aún ni había reconocido, y la isla estaba ejerciendo su hechizo melancólico y siniestro sobre mí, ese relente balear, esa nebulosa salada e invisible que a veces lleva a los mallorquines a saltar como lemmings del Cabo Blanco, andaba retorcido por dentro y todo me hacía llorar, así que me pareció muy bonito, todo un detalle por parte del animal, aquel gesto de cosa frágil que se te muere entre las manos cuando la quieres reparar, cuando lo quieres hacer bien. Supongo que ese día fue de los que, escondido en la bahía de aviónica, tuve que poner un trapito para no electrocutar con mis lagrimones algún equipo carísimo, una ELAC, un TACAM, un SEC, un TRX, cualquier cosa cara, electrónica e importante, y añadir, días más tarde, 186, o 321, o 68 muertos más al muerto que era yo ese año y medio y dos años y cinco años que me duró aquel quebranto gitano por desamor.
El trabajo se complica la rueda es enorme baja un poco el avión que no entra no súbelo que roza debajo bájalo un poco más otro empujón le pego con el culo te bailo twerk mira soy bad gyal uno mete algo por debajo hace palanca si la rueda explota ahora habría aquí tres muertos jaja tres viudas llorando bueno dos viudas y un aparato de televisión muy triste una vagina en lata con síndrome de miembro fantasma jajaja no sé ni qué dices nachio estás to loco pero qué risas pues que sepas que una vez uno se equivocó y le metió presión de alta al amortiguador de principal y reventó todo por los aires fue como una granada, trozos metálicos volando, una buena piñata mejicana de fragmentación, quedó bien, dice el compañero, el chaval, o sea que le reconstruyeron la cara, que quedó bien y le pondrían una placa en el cráneo, que no se murió, porque el dibujo del esquema del carro de nitrógeno es ya casi ilegible porque se borra con los derrames de hidráulico así que qué coño hay que conectar dónde y por qué y que además no lo entiende ni su puta madre porque lo ha pintado un ingeniero, no un mecánico, es decir, ha pensado cómo hacer el trabajo un tipo que no va a hacer el trabajo, que no ha hecho el trabajo en su puta vida, siempre es la misma historia y por aquí tenían que pasar todos los ingenieros a forjarse que les iba a sentar de maravilla a ellos y sus parejas, que les van a tener que aguantar, que de aquí sales fino como el tordo de un mirlo, que hay dos botellas, y tres circuitos distintos, y una madeja de tubos y seis válvulas y dos manómetros y en la oficina refrigerada a las 12:34 de un martes se ve todo muy sencillo claro que sí qué brutos son estos gañanes si por aquí alivia y por aquí regula y abre la botella cierra la botella trae el adaptador cómo pesa esto vaya calor que hace que me sudan hasta los cojones qué pollas pasa en agosto en esta isla del demonio si es que está la plataforma caliente, todo el cemento recalentado, y bueno pues que al compañero le reconstruyeron la cara como a Mr Potato porque abrió la de la derecha en lugar de la izquierda verdad? y entonces ya no te ríes tanto, ya no te hace tanta gracia la anécdota que además el único accidente de trabajo que he tenido yo fue con aire comprimido, qué miedo da el aire comprimido, toda ese energía ahí retenida, parece un incel con un AR-15, esas roscas pasadas un día te van a jugar una mala pasada, ese teflón carcomido por el tiempo el salitre y el descuido, esas gomas como tentáculos, es un pulpo este carro, a saber en qué estado está todo esto que si se suelta una goma te arranca la cabeza te saca un ojo le reconstruyeron la cara al compañero jajaja igual quedó hasta más guapo, además estaba fresquito le acaban de quitar el precinto como quién dice, acababa de entrar en La Compañía, siempre son novatos, casi siempre, los que tienen sustos gordos, los que palman, también en la obra, enterrados en zanjas que colapsan, los que se ponen debajo de la carga suspendida cuando falla el cáncamo o la eslinga o el polipasto, siempre son novatos, chavales, me da mucha pena, nadie los protege nadie los enseña quieren hacerse destacar ir más rápido de lo que saben quieren quedar bien frente al veterano y nadie les tutela porque son las cuatro de la mañana y en realidad todos hemos aprendido solos, mirando a los otros, y a base de hostias, hasta que aprendes a hacer las cosas despacio y mirar otra vez ese dibujo del esquema que no hizo un mecánico, que hizo un ingeniero, y si vas despacio y te dicen algo pues como ya eres veterano va a saltar de tu lengua la respuesta ácida y sarcástica que le va a poner al otro en su sitio que de eso va este trabajo, de poner en su sitio las cosas y tambíen a las personas, porque en realidad vas a tener gracia, porque ya has afilado la retranca obrera, el toma y daca constante, el marcar las distancias y las jerarquías con los compañeros, y ya luego viene todo lo demás, la tontería esa del avión y sus tuercas y la cara del novato reconstruida en el hospital, yo imaginaba amorosas manos femeninas cosiéndole como un bolso Louis Vuitton, y tras los cristales, allá arriba, dentro de la terminal, que ahí no podemos entrar porque estamos sucios y olemos mal, dos pasajeros ajenos a todo esto dormitan y pasan la noche tirados en unos asientos, perderían un vuelo, esperan al de la mañana, siempre son jóvenes, claro, jóvenes y estúpidos, por perder un vuelo, y pobres, por no irse al hotel, una pareja joven, la chica destruida en brazos de él, maldurmiendo, la boca pastosa, él pensando si esos tipos de ahí abajo, esos fantasmas rojos con zapatones y linternas y navajas y bolsas amarillas colgadas del cinturón, esos gremlins nocturnos que deambulan por debajo del avión como grullas cazando grillos, sujetando entre tres la rueda o esperando, se espera mucho, mirando el móvil, no serán una alucinación producto del cansancio. Le coge el pelo suave a la novia derrotada yo les veo desde abajo no les distingo bien por la luz blanca de los focos sólo veo siluetas y gestos y acaricio yo también el caucho de la rueda está algo rugosa pero también está suave, lamida por el asfalto y los frenazos, te imito pliki-pliki como el orangután en la jaula, cada uno a lo suyo, cuidando a su chica, no sé si el mono eres tú o yo, no sé si la jaula es ese vidrio o este espacio abierto, en el fondo me da lo mismo porque a ésta la he elegido yo y no es por el miedo a estar solo como seguramente te pase a ti, es porque me gusta su olor químico y su piel fría de condensación cuando baja de los cielos y viene a verme con la pata herida, sé que algún día me matarás pero ahora me necesitas, eres una mascota cruel, a beber al abrevadero del finger, a vomitar su carga de pasaje, de chicas dormidas con el pelo suave mal acariciado a las cuatro a eme en una sucia terminal, tío cutre, tío poco vivido, gamín de la vida, que ni te la has llevado a un hotel “Campanile” de treintaycuatro con cincuenta euros la noche, que tenías que estar aquí abajo con nosotros sintonizándote en la vida adulta y en el buen hacer de todas las cosas, sobre todo de todas las cosas que tengan que ver con ella, hijo de puta, cargando este paquete de frenos que pesa literalmente pesa, deja durmiendo a la euroninfa y bájate, infraser, al tarmaco caliente con los gremlins y las garzas tiranosaurias si no me crees y lo levantas, más de lo que pesa ella.
El trabajo se complica la rueda es enorme y estamos tan cansados que entre tres hombres hacemos uno (y no uno muy bueno….): uno sostiene el torquímetro, más grande y pesado que una de mis piernas, otro lo ajusta y otro, porque el veterano ya ni ve, todos los mecánicos tienen la vista cansada, lee el dial y canta las medidas. Entre dos encaramos el adaptador que tiene varios dientes rotos  (como se nos “pire” nos vamos a “volar” de un “hostiazo” los “cojones”) en la enorme tuerca que fija la rueda al buje e impide la matanza de tiernas niñitas que duermen ahora en sus camas de hotel oliendo a bollito caliente y que volarán en unas horas, montañas de carnecita picada de niña rubia si se sale esta tuerca durante la toma, montañas de hadas trituradas como en una pesadilla de Henry Darger, no queremos eso, descansa Henry limpia otra bacinilla, te tuteo Henry porque tú eras uno de los nuestros, vaya si lo eras, descansa en paz que ya me encargo yo de todo esto, el compañero hace rodar la rueda mientras el otro da el torque apoyando todo su peso en la enorme barra y ni aún así, no suena el puto “click” salvador, qué estás flojo cabrón que te tiene consumido la novia ¿qué eres, vegano? pero qué dices si ni he empezado a sudar que estoy a una mano y es la zurda que ahora apoyo los cojones que llevo aquí dos semanas de solipei y me pesan jojojo y ya verás como torca venga cabrón que tenemos tres más no tendrás el torque con la cabecilla al revés que no salta a ver si lo revientas que estás muy fuerte cabr… “click!”. Y ahora a fijarle los pernitos de freno y a frenarlos themselves con su cotter pins y todo con su grasita pliki pliki que es roja como tripas trituradas de gaviota intrusa, y a montar el ventiladorcillo venga venga y el “tepis” (temperature and pressure indicator pero como si me dicen que es el puto clítoris de la rueda en este momento me lo voy a creer) y el retén del ventiladorcillo y cuidado con el eje del speed indicator que es frágil qué va a ser frágil si es de acero frágil es mi vida sexual jajaja, o será el indicador de temperatura o qué cojones será eso si me da igual ya qué somos ¿ingenieros? la cabeza la tenemos sólo para sostener la gorracasco, pero eso va ahí y eso va ahí las manos van solas estás en trance estás trabajando los gremlins te guían te acercan los dedos a ese perno escondido te esconden la herramienta si no les muestras respeto, y esas dos líneas de hidráulica va a ser que habrá que conectarlas o va a frenar la niña de Darger con los dientes no? jajaja que ya te ibas sin ponerlas 156 muertos 1500€ de sueldo y si llegas y con noches, anda sube quita los frenos que esto no entra que está apretando como el chocho de la Nancy que qué es eso? pero quién es este chaval el chocho de la Nancy el chocho de la Barriguitas, pues muñecas, pues yo qué sé que eso son anuncios muy viejos, pero quién ha contratado niños en La Empresa acaso ha vuelto el trabajo infantil? ojalá porque nos vendrían genial unos pequeños niños birmanos de bracitos finos para frenar esta puta mierda aquí dentro del buje a ti lo que te pasa es que te gastas todos los “free” en ir a Thailandia cabrón que en Pattaya te saludan los tenderos por tu nombre de pila jajaja venga acaba cabrón que ya veo la furgoneta del tripulación hostiaaaaque nos pillan con el carrito del elao que nos caga el palomo *pffffssss* el freno abre el compañero desde cabina los quitó ahora sí ahora entra esto, poniéndonos elegantes, incluso líricos, “como polla en culo” venga recoge chaval en cerocoma las diecinueve herramientas que no quede una perdida sobre el tarmaco que la pisa un Pan Am y hacemos un “Concorde II: el regreso”, los dos trapos con grasa (ninguna otra puta cosa trajimos para limpiarnos), el gato gigante el adaptador su putamadre está todo recogido el carro enganchado a la furgoneta listos para desaparecer antes de que empiecen a tocarnos los cojones, las azafatas subiendo las escaleras como cervatillos vienen duchadas, desayunadas, cafeteadas y cagadas de casa vienen listas para la acción, y nosotros detrás como hienas oliendo la lycra de las medias de sus tobillos finísimos, me recuerdan a los pines de cobre con los que frenamos los tornillos, nos han pillado con todo el equipo aquí se viene a morir no vamos a fingir a estas alturas, habrá que firmar todas las putas mierdas en el mismo galley, el piloto es un gallifante sueco u holandés se está cagando en Dios porque hace mucho calor en el avión que qué aeropuerto más genial pobrecito quizás se derrita y tenga que rascarle del suelo del avión con una espátula. Por algún motivo que desconozco y que pudiera estar relacionado con la paliza que llevamos hoy el sarcasmo del eurogallifante no hace mella en mí mientras me limpio sobre el tarmaco las manos y los brazos y la cara negras con chorros de agua de una botella que hemos robado del galley, que parezco un criminal que acaba de cometer una locura, me da vergüenza que me vean las azafatas así, las de esta compañía parecen todas modelos menudos putos pervertidos los de recursos humanos adivino auténticas pollas secas y bien viejas dirigiendo ese contrato, qué guapas y qué jóvenes y qué bien les huele el pelo (eso lo imagino porque el tolueno de la grasa de tren me comió la pituitaria) las pobres se han tenido que levantar de sus camitas, que imagino como cunas con dosel levitando sobre nubes rositas, a las 4AM y estar aquí impecables la falda esa tubo qué bien les sienta aunque apenas pueden caminar, el hombre siempre tulléndolas, no se vayan a rebelar, el vuelo corto, y esas blusitas ceñidas no les impiden abrir y cerrar las grandes puertas que las abren mejor que yo las hijas de puta que a mí me cuesta si es que son perfectas parece que las haya dibujado, deben de ir todas a crossfit vaya brazos más perfilados, mira qué brazos tienen son esas cosas que les salen de la blusita como ramas blancas de abedul que tú ya no sabes lo que es una mujer que sólo sabes frenar tornillos haciéndoles shibari con alambre de acero cabrón jajaja, cuerpos estilizados no como nosotros que somos bolas de grasa, qué tendrá la rueda de cientoseismil quilos que no te pone brazo bonito sólo te hace fuerte pero en feo, fuerte troll, como mi oficial de hoy que no se enfada con nada parece santa claus qué tipo más bonachón tiene unos brazos que son como mis piernas eso sí qué puto desastre con la documentación nos ha cagao el palomo pero bien hoy eh, si es que estamos dos horas apretando tornillos y tres rellenando papeles ahí en el galley y como el tipo no habla bien inglés me arroja al piloto ¡a mí que llevo aquí dos días! y me pongo a decirle cosas y quedo como el culo porque un piloto, ay amigos un piloto ni te mira, un piloto habla a la velocidad de la luz, las gilipolleces las dice despacio para que se le entienda el chiste pero lo importante a la velocidad de la luz, en un acento mucho peor que el mío, porque el cabrón es holandés, qué mal hablan los holandeses, cómo van a hablar bien o a amar la vida con la gastronomía que tienen, y tiene muchas cosas importantes en la cabeza así que fioejgle fwlkjegkjk y tú ¿qué habrá dicho? bueno yo le voy a decir lo del TLB. Que ni sé lo que es el TLB. Pero él parece que lo entiende, hay un momento de unión ahí, qué bonita hermandad aeronáutica que te he hablado Mr Pilot te he hablado y tú me has escuchado, así grasientito como estoy que parezco un deshollinador, deme un poco más de sopa Mr Pilot ¿no ve mi gorrita estrujada entre las manos? deme algo de esa sopa que tiene en las pelotas déjeme ser un rato como usted, que me has escuchado y me has entendido claro que me has entendido si hablo inglés mucho mejor que tú hijodeputa y qué calor hace aquí verdad? que vas a poner el APU porque tienes calorcito pues ponlo hombre tú no te cortes el avión es tuyo como si tienes que quemar doscientos kilos de combustible para estar tú algo más fresquito durante los 16 min que te quedan aquí, yo ni lo había notado como llevo seis horas tirado por los suelos de este huevo frito de cemento que es la Plataforma o rodando como un perro grande en la parte de atrás de la furgoneta que llegamos a la oficina refrigerada como caballos sedientos pues ni lo había notado sabes Mr Pilot ven que te voy a hacer una cosa que te va a quitar el calor que te voy a hacer un mataleón aquí en el galley tú a estas chicas me las respetas que son ciervos me oyes ciervos de nácar. Que qué aeropuerto más amable jejeje y las chicas detrás, esperando, cuanta cercanía, porque el avión es bien estrecho, es lo más parecido a una orgía en la que voy a estar, si no fuera por el tubo del fuselaje jamás estarían tantas, tan bonitas, tan cercanas a mi cuerpo, a mi mismidad, las vería de lejos, como lo veleros desde el paseo marítimo, se irían hasta Banyalbufar por lo menos, se irían bien, bien lejos, si el cilindro de metal no las retuviera aquí, pero aquí no pueden, el deber les llama, quizás el núcleo irradiador de las pelotas del piloto, quizás sus sueldos las mantienen, pobrecitas, atrapadas en sus faldas tubo, sus blusas entalladas, el maquillaje perfecto, el taconcito bajo, qué peso sostienen estas muchachas que ni nos miran, que nos atraviesan con las miradas como láseres cortando el éter cósmico, qué pensarán qué somos, qué sabrán de nuestro oficio, cuando nos ven negros de mierda cambiando una rueda, sabrán qué camino hemos seguido algunos hasta llegar hasta aquí, las cosas que hemos tenido que hacer y aprender? deben de creer algunas que nos sacan de un tarro y nos desparraman como clavos por debajo del avión para apretarle sus cosillas. Nos distinguirán de los ágrafos, tatuados y bronceados Ramperos? de los paupérrimos esclavos del catering? de los desgraciados operarios de los camiones cuba? sabrán, acaso, que el avión es, si alguien duda de esto le reviento el pecho de una patada, nuestro? que el pintamonas holandés de metro ochenta que se queja de que no hay aire acondicionado puesto cuando llega su alteza mientras revisa papelotes en la cabina no conoce esta máquina ni la ínfima parte que nosotros? Sin entrar en la horterada de que Su vida, y la de los ciervos, y la del pasaje, quedó hace horas en nuestras torpes manos cansadas, como la del chotacabras, en nuestro criterio, en nuestros chistes gruesos. Si a mí todo eso me da igual en realidad, si a mí me encanta mi trabajo, y estudiar para saber por saber y que no me paguen nada y hacer noches durísimas como ésta, que esto me gusta de verdad, que disfruto el BDSM aeronáutico, que este lomo es para partirlo, que si me dejas cómodo y en asueto el demonio me toma desde dentro y mi vida es infierno, que ya me ha pasado, que a mí esto me doma, esta bestia me doma a mí, que este oficio me ha vertebrado por dentro y le debo casi todo lo bueno que me ha pasado estos años, pero ahora, sólo por un momento, lo daría todo porque me cogieras la manita sucia, azafata número tres, dame la mano pequeña y blanca y suave como el caucho caliente desgastado de frenazos, cógemela así por detrás en el galley sin que nadie se dé cuenta no hace falta que me quieras, me vas a dar la puta vida, que yo a ti te monto un avión entero si tú quieres, vamos a hacer que te ayudo a cerrar la puerta, que la cierras tú mucho mejor porque hoy estabas en crossfit mientras yo estaba en XVideos, pero déjame sentir que te ayudo y que soy un fortachón, que soy útil, y que tú eres una princesa cuando los dos sabemos que sobre esos tobillos finos, con ese maquillaje perfecto a las 4AM y preparada para todo lo que se te viene encima con los pegamocos, los vomitones, los pilotos, las karen, el río infinito de hijos de puta que vas a tener que kayakear metida en esa falda tubo, en esa blusa entallada, con esos dos pintamonas en la cabina inflados de testosterona impulsando el avión sobre los aires soplando con sus ridículos cojones, sostienes un peso mucho mayor que el de todas las ruedas que he cambiado yo esta noche y que las cosas que te van a manchar a ti no te las puedes lavar como yo con un chorro de agua robada sobre la pista.
No tengo ni idea de dónde estoy, pero sé que es un finger y que esto es un avión. Si mi vida dependiera de volver a la oficina sería incapaz. Me encanta estar así y no quiero ya estar de ninguna otra manera. Todos los días son iguales y eso me calma; se abre la puerta de la furgoneta y al otrolado hay otro avión con problemas, todos iguales todos distintos, todos los días un nuevo paquete de trabajo en la mesa del jefe, que no pare nunca de manar el río de marrones. No quiero saber dónde estoy nunca más, existir sólo bajo la raspa de pescado, en los límites de la Zona de la Muerte y el helado al corte gris y negro, los chotacabras, los dinosaurios zampagrillos, las azafatas-ciervo distantes con los tobillos finos como cotter-pins de cobre y miradas de láser que atraviesan hombres. No necesito muchas más cosas para tabicarme un mundo pequeño donde no asome nunca más el Demonio y ser, al fin, el Rey de todo esto.
14 notes · View notes
crpa2 · 4 years
Text
Miércoles 25 de Septiembre del año 2019.
7:30 AM aproximadamente.
Subiendo de la carrera 30 por la calle 53.
Ahí fue.
Un día miré a Alana, se le veía un poco más panza, algún tiempo atrás había entrado en celo y era casi lógico saber qué se estaba gestando en su interior. El tiempo pasó y fue más notorio aún, al punto de que simplemente tuvimos que ir a nuestra “veterinaria de confianza” para que le hicieran la respectiva ecografía. Identificaron fetos, pero no cuantos.
Empezó la espera. Para nadie es un secreto que Alana ha sido mi consentida desde siempre, desde que llegó a nuestra casa siempre ha sido el centro de mi atención. Sin embargo, ese embarazo perruno fue un hito en nuestra forma de relacionarnos, su pancita era muchísimo más grande y le gustaba recostarse mientras yo la acariciaba, después de eso empecé a darle besos en la panza. Como de costumbre movía su colita y después de eso, se volvió un hábito. Cuando la llamaba y le decía ¿Quién es mi princesa más bella? Casi en automático empezaba a blandir su cola de un lado al otro, latigando el aire con genuino entusiasmo. Debido a su estado empezaba a acostarse y al intentar dar la vuelta se quedaba a medio camino, tenía que ayudarle para que quedase totalmente girada y le daba besitos en su panza cuidadosamente y con cariño.
Ya era hora de salir, un día común y corriente, un día de clases en la universidad Alana empezó a dar a luz a sus bebés. Mi hermana (médico) tuvo que atenderle el parto, todo se dio en comunicación directa. No me acuerdo ni qué clase estaba viendo ese día, estaba pendiente del progreso del parto, pero no me importaban mucho los cachorros, estaba pendiente de cómo estaba Alana, no quería que nada le pasara.
Finalmente fueron 6 los cachorros que nacieron, para un cuerpo tan pequeño como el de Alana, 6 perritos, por más miniatura que sean, me parecieron muchísimos y me preocupaba su salud. Uno de los perritos murió justo después de nacer, era de los más pequeños.
Ese día todos en casa teníamos que estar pendientes de ellos, los neonatos perrunos eran el centro de atención… sí, pero no para mí. Igual y si, quería que estuvieran más pero me preocupaba más por Alana, finalmente fue ella quien llegó primero a mi vida para cambiarla y volverla un poco mejor.
Tenía que hacer el primer turno de la noche. Los cachorros consumían a Alana, como parásitos, como siempre hacen los pequeños con una madre. Mientras tanto Alana tomaba agua de panela con leche, por poco y me toca cuchareársela. Estaba acostada de medio lado, agotada, se notaba su cansancio en su rostro, aquél que normalmente desprendía entusiasmo y alegría. Casi ni levantaba su cabeza, ni siquiera miraba a sus crías, las dejaba consumirla, sólo se sacaba su lengua buscando un poco de comida, aquella que yo le mantenía a su alcance.
Esa era una imagen muy desalentadora, era muy triste verla tan mal. En un punto de la noche me asusté mucho. Bajé a la cocina por más agua de panela con leche, Alana había consumido toda la que tenía y no quería que le hiciera falta. Cuando subí, de vuelta con su nueva porción me agaché al sitio donde reposaba con sus cachorros, me di cuenta que su panza no se movía al ritmo de la respiración.
Entré en pánico.
Claro que pensé que había muerto en mi corta ausencia.
Entré en pánico.
Mi reacción fue pensar en odiar a los pequeños cachorros, pero primero la moví un poco.
Me sentí aliviado.
Levantó su cabecita un poco y me miró con su lengua afuera, tan característico de ella.
Me sentí aliviado.
Me sentí aliviado al verla respirar de nuevo.
Cerca de las 3 “terminé mi turno”. Mi mamá me reemplazó y yo me acosté a dormir un par de horas, al menos hasta que me tocaba despertarme para ir a la universidad. Cuidé a los perros mientras mi mamá se bañaba, luego ella salió, era mi turno de ir a mi ducha.
Me arreglé por completo y fui a mirar, mi mamá había bajado a arreglar el desayuno y demás cosas de la mañana. Vi 4 perritos, me tocó empezar a moverlos de un lado a otro. Debajo de uno de los más grandes, encontré al segundo más pequeño. Era una hembra, la saqué, la miré, pero resultó que no había nada que hacer, estaba muerta y no pude hacer nada, fue una mañana triste. Alana acercó su nariz al pequeño cadáver. Son atribuciones personales, pero sentí como si le doliera.
El tiempo avanzó. No hubo más muertes prematuras en su momento. Los 4 cachorros restantes quedaron, se criaron, crecieron, eran muy lindos, muy tiernos. Dos parejas de perritos y perritas. No les poníamos nombre, pero sabíamos quienes eran y así sucedió porque empezamos a buscar hogares donde estuvieran cerca de nosotros. Pronto los conseguimos, la idea inclusive era que uno de ellos se quedara con mi prima, por motivos de su casa no se pudo hacer.
Mi papá y mi hermana empezaron a insistir en que deberíamos quedarnos con uno, mi papá quería que nos quedáramos con todos, pero tener 6 perros en casa no parecía una muy buena idea. Al final convencieron a mi mamá de quedarnos con uno, más bien, con una.
La cuarta en nacer, la tercera más pequeña después de los dos cachorros que murieron. Una pequeña muy linda. Hacía poco había pasado todo lo que correspondía al final de Juego de Tronos. Éramos fans de la serie y la forma física de la pequeña nos llevó a llamarla Arya.
Arya era una pequeñuela, no igual de linda que Alana, al menos no para mi, pero ciertamente muy bella, muy tierna, con factores físicos de sus dos progenitores. Una carita muy tierna, parecida a la de Alana y un color como el de Vumer.
Arya y sus hermanos eran muy unidos, muy tiernos. Al momento de la comida, todos iban en manada hacia el plato. La pobre Arya, era la más pequeña y siempre la sacaban del círculo, se le robaban su comida, entonces nos tocaba ponerle un plato aparte. No queríamos que se sintiera diferente, entonces le pusimos un plato a cada uno. Casi risorio, pero un hecho.
El tiempo avanzó, cada uno de los cachorros se fue a su nuevo hogar, fue muy triste tener que ver como Arya se quedaba “sola”, pero ya era hora de que conviviera más con Vumer y con Alana. Todo fue perfecto después de eso. Se volvieron cercanos, se acostumbraron a dormir juntos. Ahora tenían una pequeña casa construida específicamente para ellos y convivían muy bien, dormían todos juntos y se adaptaron los unos a los otros.
Tal vez al ver que Alana se disponía a que la consintiera volteándose boca arriba, mientras le daba besos en la panza, Arya empezó a a hacer lo mismo. Ambas gustaban de que las consintiera, era muy tierno verlas mover su colita.
Para diciembre, pasados unos cuantos meses, tuvimos que salir de viaje, no podíamos llevarlos a los 3. Mi prima y mi primo se ofrecieron a cuidarlos, tanto en mi casa como en la casa de ellos, al fin de cuentas somos vecinos. Fueron felices durante este tiempo, los veíamos a diario, al menos por medio de fotos y videos. Inclusive ellos también fueron de viaje, estuvieron al menos una semana en el pueblo y parecían felices en medio de todo.
Volvimos nosotros, volvieron ellos. Fue un bonito reencuentro, los 3 estuvieron muy emocionados y saltaban, batían sus colas, lamían y mordían a diestra y siniestra. Fueron totalmente correspondidos. No fue mucho tiempo, pero se sintió como un siglo.
Avanzaron los días, bien los primeros días, luego fue un poco más difícil. Arya empezó a sentirse mal y claramente la llevamos al veterinario, a la “veterinaria de confianza”. Allí nos dijeron que Arya tenía cáncer en la sangre. El tratamiento era largo, costoso, algo así como dos millones cada ocho días por un tratamiento que podría no terminar bien. El mundo se vino abajo. Arya llevaba poco tiempo con nosotros, pero ya era miembro de la familia. No podíamos dejarla morir así.
Empezamos a pensar opciones, un tratamiento de ese tipo influye de forma profunda en la economía de un hogar y bueno, las comodidades no nos daban para tanto. Empecé a pensar en qu�� colectas/bingos/rifas o cualquier mierda que pudiera producir dinero podríamos hacer para reunir el dinero. La historia no fue esa, claro que debatimos entre si ponerle la inyección y no hacerla sufrir, pero el maldito egoísmo humano fue más grande, nos dominó el deseo de tenerla a nuestro lado, preferimos su sufrimiento sobre el nuestro. Decidimos aguardar.
En medio de todo eso, resultó que un día fui a la “veterinaria de confianza” con mi mamá, a ver a Arya, estaba hospitalizada, canalizada. Cuando la vimos no era ni un rezago de la pequeña y hermosa cachorrita que solía hacer. El brillo de su pelo ya no estaba, tampoco parecía lacio y largo como antes. No, ya no. Ahora era un pelaje rústico, grueso, “achilado”, sin mucha vida y opaco. Tenía el “cono de la vergüenza” puesto, su patica había sido rasurada para ponerle los líquidos necesarios.
Casi rompo en llanto cuando la vi, cuando la miré a los ojos y me encontré que donde estuvieron unos lindos y expresivos ojos cafés, había ahora un par de manchas lechosas que cubrían casi por completo. Que dolor, fue muy doloroso pensar en que lo más seguro era que estuviera parcialmente ciega. Empecé a considerar que era injusto obligarla a quedarse en el mundo así, aún más injusto era que siendo una pequeña cachorrita, no disfrutó lo suficiente del mundo, de su vida.
Algo no me cuadraba. Su enfermedad. Me preguntaba por sus ojos, qué habría pasado para que tuviera una afección en su vista… El novio de mi hermana es veterinario, tampoco estuvo muy convencido por los síntomas. Un conocido suyo, veterinario con mucha experiencia tenía su consultorio, una veterinaria llamada Pecas. Un sitio humilde pero demasiado bueno, efectivo. La llevamos allí para que la revisara. Lo primero que el veterinario hizo fue descartar el anterior diagnóstico. Le realizó unos análisis de sangre y los mandó a un laboratorio rápidamente. Pronto los resultados fueron que estaba contaminada con unos pequeños bicharracos conocidos como “babesia” que son transmitidos por la mordedura de algunas garrapatas. Rápidamente nos explicó que de un tiempo para acá en los parques fue prohibido hacer un tipo de fumigación y a partir de eso había vuelto a haber un rebrote de este contagio debido a las garrapatas y que era mucho más común de lo que parecía.
También nos dijo que era tratable. Fue un alivio completo. Se le realizaron pruebas de sangre a Vumer y a Alana, teníamos que cerciorarnos que no estuvieran contagiados también. Lastimosamente también lo estaban, pero fue descubierto con mayor antelación, parecía no ser tan malo. A pesar de que Arya tenía más avance en la sintomatología, los tres iniciaron el mismo tratamiento y, en compañía de una dieta específica, Arya empezó a recuperarse. Se la veía más alegre, se paraba, corría, intentaba jugar al menos, salía de paseo y tomaba el sol.
Fue necesario hacer un seguimiento a la enfermedad, al menos una vez al mes tenían que hacerse exámenes de sangre. Sus globulos rojos empezaron un ascenso… lento pero seguro. Como ya dije, el ánimo de la pequeña también empezó a mejorar y me alegré por primera vez por nuestro egoísmo, por haberla obligado a quedarse aquí, o más bien, dejar que decidiera cuando irse.
Todo estuvo bien, mi hermana vino de visita. Estuvo con nosotros el fin de semana y durante este tiempo todo estuvo muy bien.
Mi hermana se despidió un lunes, tenía que volver a su trabajo.
El lunes todo estuvo bien, la noche llegó y luego el sol del martes. Vumer, Alana y Arya, estaban bien. Tenía mis clases normales y me fui a dichas clases. Como todos los martes desde hacía casi 4 años tuve AluCine. Ni idea de la película, son recuerdos que no guardé. Al llegar a casa, los perritos me esperaban, Arya estaba un poco decaída, sobre todo no tenía ganas de comer y eso nos alertó. Tal vez no lo suficiente porque esa noche la noticia fue otra.
Mi papá y mi mamá me hicieron saber que ese día, en la tarde, cuando habían llegado a casa, mi papá había subido a la terraza y había encontrado a mi cobayo muerto.
Alvin, ya llevaba 5 años mal contados con nosotros. Sentí su muerte, fue triste, pero para nada inesperada. Su ciclo de vida se había cumplido, la esperanza de vida que tenía no era mucho mayor a esa. En parte me sentí aliviado por saber que ya había pasado. Era un lindo animal, lo quería y sobre todo significaba mucho para mí, porque me recordaba a alguien a quien en su momento quise mucho. Pero lo cierto es que en muchas ocasiones sentí que era infeliz. Los cobayos son animales que suelen vivir juntos, al menos en parejas. Él estaba solo, completamente sólo y quienes solían acompañarlo… adivinen quienes eran.
Pues si, la noticia fue dura, pero no devastadora.
A la mañana siguiente me estaba despertando y luego arreglando cuando mi mamá me dijo “Arya está decaída, no se quiere parar”. Fue la señal de alerta. Les dije que nos fuéramos lo antes posible, que fuéramos a llevarla al veterinario antes de iniciar la jornada en mi práctica ese día.
Rápido es un decir. Primero estábamos nosotros, el egoísmo nuevamente. Teníamos que bañarnos bien, teníamos que arreglarnos bien, teníamos que comer algo sentados a la mesa primero, antes de salir con ella de “urgencia” al veterinario que quedaba lejos de nuestra casa. No íbamos a ir a la “veterinaria de confianza” ellos se habían equivocado, ya no eran confiables, teníamos que ir mucho más allá para estar seguros.
Salimos en el carro, mi papá al volante. A veces me arrepiento de no haber manejado yo, siento que habríamos llegado antes, pero a veces lo agradezco, porque al fin y al cabo en el afán podría haber pasado algo peor. Cogimos toda la carrera 30 al norte.
Cuando íbamos de camino, yo me encargué personalmente de llevar a Arya en mis piernas, la llevaba en una cobija, tratando de abrigarla…
Estaba fría, fría al tacto. Con uno de mis dedos rocé su nariz y estaba como un tempano. Sacó su lengua. Fría y lentamente me lamió el dedo índice. (me duele la cabeza y no puedo evitar las lágrimas al recordarlo). Me di cuenta de que el color de su lengua estaba mucho más pálido de lo normal, como cuando empezaron los síntomas más fuertes de la enfermedad. Traté de mirar su hocico por dentro y las encías tenían la misma coloración.
Sabía que estaba mal.
Pues si… Ese día era el miércoles 25 de septiembre del año 2019, alrededor de las 7:30 AM. Me di cuenta de la coloración de sus encías y lengua justo cuando estábamos tomando la curva de la calle 53. Tal vez dos o tres cuadras arriba de la 30, cuando estaba acariciándola, diciéndole (mintiéndole y mintiéndome) “que todo iba a estar bien”
Respiró
Más bien Exhaló
Fue la última vez que el aire que procesaban sus pulmones salió de su cuerpo. Chocó con mi mano derecha, estaba acostada de lado. Lo supe en ese mismo momento. Había muerto, pero me negaba a creerlo.
Les dije a mis papás “se murió”. Frío, como su último aliento, les dije esa frase mientras le acariciaba la cabeza. No podía llorar. No debía hacerlo según yo. Mi mamá lloró desde el asiento de atrás y a mi papá se le cortó la voz mientras decía algo así como “no puede ser, ya vamos a llegar y allá se podrá hacer algo”.
Menos de un minuto después de esto negarlo era estúpido. Su vejiga se distensionó, el cadáver de Arya ya no tenía control sobre sus esfínteres y un hilo de líquido amarrillo quemado corrió por la cobija.
Estábamos a unas cuantas cuadras de la veterinaria, llegamos rápido. No hubo trancón ni semáforos en rojo. Parqueamos al frente y le entregué el cuerpo sin vida de Arya a mi mamá, tenía que entrar ella a la veterinaria y preguntar por los pasos a seguir.
Me subí al carro y creo que ni siquiera medie palabra con mi papá. Me llevó y me dejó sobre la caracas. Entré a mi sitio de prácticas, saludé al celador. Era el primero en llegar. Todo estaba cerrado, hasta yo estaba cerrado.
Inexpresivo y con ganas de poco continué con mi día. Sólo mandé un par de mensajes avisando que había muerto Arya, a mi hermana y a un par de amigas. No volví a hablar del tema durante ese día. Llegaron los usuarios, los atendí. Almorcé con mis compañeras de práctica y seguí mi vida. Ese día, después del almuerzo, estábamos en la oficina y por algún motivo surgió el tema de los perritos cuando mueren, el vacío que dejan.
No dije nada, me guardé mi resiente experiencia. Me aguanté las lágrimas, hice dos comentarios y salí de ahí. Tenía que seguir adelante, no iba a darme el espacio para sentir.
No hablé mucho más del tema, mucho menos en mi casa.
Cuando volví, esa tarde. Abracé a Alana en el tercer escalón de la escalera, le di dos besos en la panza, cayeron dos lágrimas, le dije que lo sentía y me fui de ahí.
Se habló en la casa de lo que se iba a hacer con el cuerpo de la pequeña Arya. La llevaron a una crematoria de mascotas. Nos hicieron una video llamada del proceso. Arya estaba inerte sobre una plataforma metálica sobre otra plataforma de cemento. En el fondo, un horno crematorio que fue encendido al principio de la transmisión. Donde reposaba su cuerpo había una decoración con flores amarillas. ¿Amarillas? Inclusive parecían muy alegres para ese momento. Se notaba un cuerpo totalmente desgarbado y sin un ápice de vida, seguramente algunas de las bacterias que le infectaron con esa enfermedad y consumían los glóbulos rojos que la cachorra producía seguían vivos dentro de ellos. Me alegra que hayan ardido a elevadas temperaturas.
Unas cuantas lágrimas por parte de mi mamá, mi prima, una señora conocida e inclusive por parte de mi papá. Del otro lado de la línea de la video llamada en simultaneo también se escuchaba a mi hermana. Trate de salir de ahí lo antes posible, seguramente con los ojos vidriosos.
Llegó a nuestra casa una pequeña caja de madera. Las cenizas de Arya estaban adentro y el mechón que le cortaron de su oreja, ambos en bolsas separadas. Un sobre con tres hojas de papel y una pequeña tarjeta de cartón. Una hoja, era una carta “de parte de Arya” para nosotros agradeciendo por el tiempo que la cuidamos, no eran sus palabras, pero tocan el alma de forma triste. Las otras dos hojas una carta genérica igualmente con un mito sobre el paraíso de las mascotas. La tarjeta, “el acta de defunción” de Arya.
Vumer y Alana se negaron a utilizar la cama que los tres compartían dentro de su casita. Por más que se la lavó y se intentó de muchas formas que volvieran a ella, al día de hoy eso no fue posible. Nos tocó acomodar un nuevo “colchón” de cobijas que ambos comparten todas las noches.
También nos hace falta a nosotros. Todos la recordamos.
Nunca hablé en profundidad del tema con nadie. Inclusive son pocos los que saben de esto o se enteraron de todo lo que pasó. Me guardé mi dolor, me lo tragué, lo hice más grande. Inclusive fue uno de los temas que trabajé con mi psicóloga, pero por encima, si a caso 10 minutos en una sola sesión. Rechacé por completo la idea de duelo y obviamente nunca lo elaboré.
Arya se convirtió en un recuerdo, un recuerdo triste de una pérdida triste. ¿Una pérdida? Me atrevo a hablar de pérdida aún cuando soy consciente que nunca fue mía. No puedo poseer a alguien y para mi ella era alguien. El mayor alivio que encontré fue repetirme que ella así está mejor, hasta que me lo creí.
Mi creencia personal sobre la muerte es bastante particular y no la pienso explicar aquí. Sin embargo, aún me pregunto por qué la muerte de Arya me afectó tanto. A través de la escritura de este texto, creo que encontré una respuesta plausible, pero no del todo reconfortante… La muerte de Arya fue un aviso de la futura muerte de Alana.
Algunos pensarán, ¿en serio? ¿simplemente lo relaciona a la posible muerte de otro perro? “pero si sólo son animales” dirán. Pues me vale verga lo que piensen. Los animales merecen mucho más vivir y vivir bien que muchos humanos, por no decir que todos. Y sí, tal vez sólo lo relaciono en este momento con la muerte de Alana porque prefiero no pensar en otras muertes en este momento, también es cierto eso.
Lo cierto es que la muerte de Arya me afectó. Me dañó un poco más y no sé durante cuanto tiempo lo siga haciendo. Tampoco me preocupo mucho por eso, sé que de muchas formas es lo que me espera, seguir dañado.
Te extraño Arya, no hay más que decir.
45 notes · View notes
usuariousuarie · 4 years
Photo
Tumblr media Tumblr media
Vulnerable.
Morboso, como animal carnívoro torturando su presa, y en su agonía el mayor de los placeres. La piel fría, y en ella, las gotas de transpiración cayendo por sus patillas, tiritando por los espasmos eléctricos del subidón que le pegó como cachetada. Se acostumbró a sentirlo todo, a auto infligirse corporalmente el sentido de estar vivo, danzando entre dos extremos de una balanza.
Que difícil se había vuelto encontrarse en aquel golpe de taquicardia, donde sentía el corazón en su cuello, encerrado en su refugio personal, tomando pala y maquinando toda la noche. Solo. La transición mecánica diaria estructuró su mente, y el control que llevaba de sus movimientos, era poder propio del oficio. Un poder que desbordaba, y sólo se transformaba en cúmulos de adrenalina.
El caníbal, derivando de a ratos sus pensamientos a fantasías violentas y dolorosas, fusionaba recuerdos con nuevas caras y escenarios. Parte de ese sadismo corría por sus venas cual instinto salvaje, y cayó en cuenta de aquello divagando sobre el conteo de las personas a las que aseguraba haberles arrebatado el palpito.
El mismo significado de la vida mutaba cada minuto, deseaba volver a ser aquel ingenuo que sentía miedo de empezar a agitarla en los boliches, pero en el fondo sabía, que asi hubiese oportunidad alguna de cambiar su destino, elegiría nuevamente vender pastillas en la secundaria.
Dixie estaba en el living de mi casa, amarrándome a una silla con fuerza, quemándome la piel con la fricción de sus cuerdas de yute. Había estado quizás al menos unos cuarenta minutos  desde que empezó a anudarme, pero había perdido la noción del tiempo en el momento. Sus manos me rozaban en cada ajuste, y me hacía presión cada vez que anudaba, quizás verificando mi molestia. Con la primera cuerda, Dixie empezó rodeando mi abdomen al respaldo, dejando dos nudos centrales a la altura del corazón y costillas. Rodeó mi torso y envolvió con el resto de la cuerda mis brazos juntos, reforzando en las partes móviles, como los codos y muñecas. La mitad de mi cuerpo ya estaba inmovilizado, había renunciado a cualquier movimiento, tomé el lugar de presa, y allí sentirme débil era valido. Con la segunda cuerda, empezó un primer nudo en mis tobillos, girando alrededor de mi gemelo hasta la rodilla, amarrando fuertemente mi pierna a la pata de la silla, imitando luego con la ultima cuerda, los mismos pasos en mi otra pierna.  
-¿Te sentís bien ahí? –Me preguntó al finalizar, verificando una ultima vez cada nudo que había ajustado contra mi cuerpo, agarrándome las manos para ver cuanta movilidad podía llegar a tener, triunfante re rió al darse cuenta que de aquello era imposible. No respondí.
De forma desprevenida dio el primer golpe, regalándome una cachetada ardiente en una de mis mejillas, dándome vuelta la cara. –¿No me vas a contestar? –Agregó. Lo cierto, es que pocas veces respondía verbalmente, había aprendido a resistirme y tenía gran tolerancia al dolor, arrancarme algún quejido era difícil, Dixie lo sabía. Otra cachetada me obligó a girar la cara hacia el otro lado, justo al momento de que el terminase de pronunciar aquello. Su cuerpo era poco mas chico que el mio, delgado pero con hombros anchos, en cada encuentro vestía según su comodidad, no pretendía que vistiese cual domina. Dixie era domi trans-masculino, y llegué hasta él gracias a Instagram. No había tenido mucha experiencia como sumiso, pero la conexión fue instantánea, y pudimos entendernos sin necesidad de gesticular ni una palabra.
Sonreí sarcástico, el tiempo se percibía volando en ese éxtasis, aunque recién hubiese comenzado.
-¿De qué te reis, puto? –Enredó sus dedos en mi cabello y lo jaló hacia atrás, dejando mi cuello a su disposición para clavar sus dientes cerca de mi mandíbula. Allí estuvo varios segundos hundido, y yo sintiendo como casi me desprendía un trozo de carne, aunque estaba lejos de aquello. Jadeé cuando el dolor me invadió, alertando el primer limite. Volvió su rostro hacia el mío, aún controlaba mi cabeza con su mano, y a unos pocos centímetros de mi boca volcó su saliva desde la suya. Relamí con mi lengua el sabor de su néctar ya fusionado con el amargor de la sangre que había extraído en aquella succión.
De su bolsillo sacó sus cigarros, y se prendió uno. Rodeó un par de veces mi cuerpo inmóvil, esclavo de sus deseos, confesando a su vez que le calentaba un montón verme tan frágil, y que además siempre se sorprendía del gran maricón que resultaba ser detrás de ese disfraz lleno de tatuajes. A veces tenía miedo de volverme adicto a él, y a sus formas.
-Abrí la boca –Me ordenó, y yo acaté rápido esperando un primer premio. Acercó su cigarrillo, y suavemente le dio un golpecito, deshaciéndose de las cenizas dentro. A su vez, tapó mis fosas nasales, y me cortó la respiración, obligándome a que tragase los residuos del tabaco. Tiró el cigarrillo al piso, y lo apagó con su pie, importándole un carajo que fuese el living.
A mi espalda, quizás a menos de metro y medio, había dejado sus herramientas de tortura, y eligió empezar con un látigo corto, que en mi nuca ardió de manera sorpresiva. Una electricidad me recorrió de pies a cabeza, y me quejé alto. Recorrió mi cara con la punta de cuerina, cada paso que daba volviendo frente a mi, daba pequeñas caricias con la misma. Me relamí los labios y busqué sus ojos negros, suplicando un poco más sólo con ese gesto.
Dio otro golpecito en mi abdomen desnudo, introduciéndome ya al ardor. No emití sonido alguno. Para el segundo golpe, quizás doblo la fuerza, y se escuchó en el recinto un quejido mañoso que se escapó por mi boca, lo que sólo lo incentivó. A cada latigazo, incrementaba su fuerza y constancia, siempre explorando nuevas áreas de mi piel y repitiéndolos en las zonas donde más respondía con gemidos.
Bajó hasta mis piernas, y latigó sin piedad. El dolor era mucho menos soportable, pero lejos estaba de pronunciar las palabras claves para que parase, fue un camino extenso el que nos llevó a practicar los azotes en esa zona, y estaba preparado para soportarlo hasta que mi piel se rajase.
Giró detrás de mi, haciendo una pausa medianamente corta en tiempo, pero la ansiedad me consumía. Latigó nuevamente mi nuca, y mi agaché mi cara. –La postura.. –Murmuró. Me reincorporé rápidamente, y esperé los azotes uno tras uno.
Para entonces, el juego pasó al siguiente nivel. Ahora resistirme lo violentaba más, y la violencia física pasaba a ser mas de contacto. Bajé la mirada, recorriendo mi cuerpo marcado, rojo y con cortes notorio. Verme siendo lastimado, me bajaba choques eléctricos, un placer similar a cada tiro. Mi respiración estaba casi atragantada en si misma.
Volví a su mirada, y el contacto visual duró algunos segundos. Se acercó a mi mejilla, y dejó un beso como segundo premio. –Puto.. –Murmuré aprovechando la corta distancia que nos separaba. La provocación ideal para el momento.
De una patada me volteó con silla y todo hacia un costado, y cayó mi peso muerto sobre mi costado derecho, sin golpearme la cabeza. –Mirá quien es el puto.. –Carcajeo forzadamente, con un tono sutilmente sínico. Entumecí mi abdomen, esperando lo peor.
Lo peor, fue una patada clavándose en mis panza, sacándome en ese simple movimiento, rápido y preciso, el aire. Tosí por inercia, esforzando mis pulmones a que me dieran aquello que por segundos se ausentó. Busqué su mirada desde abajo, figura desquiciada observándome son sadismo, entendiendo que en aquel momento no podía oponer mas resistencia y que el fin estaba próximo.
Victorioso por haberme arrancado un grito de ahogo, me escupió la cara desde aquella altura varias veces, y la pisó con su pie izquierdo, obligando a que lamiera los restos de aquel fluido errado.
16 notes · View notes
you-moveme-kurt · 4 years
Text
Glee «The accceptance Tshirt»
Abril de 2011
-Hola Señora Hummel… —dijo Blaine al ver que era  Carole quien abría la puerta de la casa de su novio, esta se quedo en silencio un instante sin saber muy bien quien era el que la estaba saludando— soy... -¡Blaine!... —exclamó provocando en el novio de su hijastro un pequeño salto de susto— perdona cariño, pero casi no te reconocí sin el uniforme… —agregó señalándolo de los pies a la cabeza. -Suele pasar, mi Mamá tiene el mismo problema cuando ando con «ropa de civil», como ella lo llama… —respondió acercándose un poco más a la `puerta. -Me alegra entonces no ser la única… pero pasa por favor… —dijo Carole apartándose para dejar entrar al recién llegado— ¿vienes de la escuela? -No, es decir más o menos... —respondió acomodándose el bolso mientras dejaba otra bolsa de papel en el piso— en realidad vengo de mi casa… -Por eso lo de la ropa… -Por eso.. ¿Kurt no ha llegado? —pregunto mirando hacia donde estaban las habitaciones. -Aún no, creo que tenían una actividad con el Club Glee… ¿no te dijo? —dijo Carole gesticulando duda extrema. -Me dijo, que estaría en el auditorium con la presentación final de la actividad de la semana… creo que cantarán algo de Lady Gaga.... -Si, también escuche algo así en el desayuno… aunque créeme que escuche otra cosa —dijo Carole riendo de su propio chiste— en fin… ¿quieres algo?, yo estaba en la cocina viendo lo de la cena, si deseas esperarlo allí no me vendría mal la compañía...
-Gracias Señora Hummel, pero si no le importa, me gustaría ir al cuarto de Kurt, traje unas cosas para prepararle una sorpresa, algo como para celebrar su primera semana de vuelta en Mckinnley o algo así… —explicó Blaine mientras tomaba entre sus brazos la bolsa con la que había llegado y en la que se dejaban ver algunos víveres y un par de copas y una  botella de gaseosa. -¡Pero qué cosa tan  bonita!... —exclamó Carole llevándose las manos al pecho— me encantan las sorpresas… y estoy segura que a Kurt también… pasa… ¿sabes donde es?, ¿verdad? -Lo se Señora Hummel, gracias… -Por nada… y por favor llámame Carole, cuando dices «Señora Hummel», me siento como la tatarabuela de mi esposo… —dijo blanqueando los ojos. -Ok, lo siento Carole… y gracias… —agrego Blaine encaminado sus pasos  a la habitación de su novio.
-Hola Carole… —dijo Kurt al tiempo que llegaba a la cocina, su madrastra seguía con lo de la cena desgranando unas habichuelas. -Hola cariño… ¿qué tal la escuela? -Bien… —respondió acomodándose el bolso— tuvimos una presentación fenomenal, así es que mi día no pudo ser más excelente… —agrego sonriendo— ¿mi Papá?...  —preguntó dejando lo que cargaba para sentarse a la mesa y ayudar en lo de las verduras. -En el taller cariño, alguien trajo un auto super único o raro, no se si desarmado o por armar… no preguntes… —respondió abriendo su mano en señal de alto. -No lo haré… ¿no me ha llamado nadie?... —añadió mirando hacia otro lado como que no quiere la cosa. -No cariño… ¿por que? -Por nada… por todo… -¿Como? -Nada, es decir… es Blaine… se supone y sabe todo mi horario y hoy no me llamó ni una vez… -Tal vez estaba ocupado… -Tal vez… pero el asunto es que desde que volví a Mckinnley, los dos primeros días me llamaba a cada segundo o me enviaba mensajes… ahora… con suerte me llama en la tarde… -¿Y eso es un problema? -Lo es si eres yo… -Cariño… -Lo se… es… solo temo que nuestra relación se enfríe ahora que no nos vemos todos los días. -Están recién empezando  cariño, eso es imposible que pase… -Espero… ¿seguro y no sonó el teléfono y tu estabas en otro lado o algo?. -Segura, los únicos que llamaron fueron Finn, diciendo que se quedaría en la casa de Quinn y tu Papá con eso que te dije del auto... -Bueno… —contestó como desganado, vertió en el tazón las cinco arvejas que había alcanzado a desgranar y se levantó de la silla— me voy a mi cuarto… cuenta conmigo para poner la mesa… —dijo colgándose  el bolso nuevamente, Carole sonrió como con travesura y miró a Kurt con ganas de decirle algo— ¿que?... —pregunto al ver la expresión en la cara de su madrastra. -Nada cariño… solo pensaba que no deberías preocuparte tanto…  tu día puede ser aún más excelente… —respondió sonriendo, se levantó de donde estaba y siguió cocinando, Kurt arrugó su entrecejo y la miró un par de veces antes de salir de la cocina.
-¡Hola!…  —dijo Blaine como primera cosa en cuanto su novio cruzó la puerta de la habitación. -¡¿Blaine?!... ¿que haces aquí?... —respondió sorprendido pero sonriendo de lo más feliz. -Bueno… como el otro día me preparaste una cena y todo, pensé que podía hacer lo mismo por ti… no una cena… porque no te avise y además Carole ya esta en eso… pero si algo para celebrar tu triunfal semana de regreso a Mckinnley… —explicó señalando lo que había preparado y que esperaba sobre la cama en una bandeja bien elegante, había puesto flores, unas luces como de navidad y un banner de banderines de diferentes colores. -Vaya… —dijo mirando todo— creo que esto de tener un novio si que es sensacional… —añadió acercándose. -Pienso lo mismo… hola…  —agrego Blaine dándole un pequeño beso. -Hola… —repitió Kurt mordiéndose el labio. -Te ves muy bien… —opinó señalando el atuendo de su novio. -¿En  serio?... y yo que me puse lo primero que encontré… -¿De verdad? -Mucho… espera a que me veas con algo más elaborado que un jeans negro y una chaqueta de leñador y sabrás a qué me refiero. -Esperaré ese día con ansias, pero no puedo dejar de decir que tú, Kurt Hummel, te ves bien con lo que sea… —insistió Blaine dándole otro beso— y cuéntame… ¿que tal tu semana? —pregunto subiendo  a la cama, movió la bandeja con cuidado y la dejó en el medio. -Llevo días hablándote de mi semana… —respondió quitándose las zapatillas— al menos dos de esos días… —murmuró acomodándose en el lado desocupado. -¿Como?... -Olvídalo… todo esto compensa cualquier cosa... -No entiendo muy bien si eso es algo bueno o malo... -Bueno, contigo siempre todas las cosas son buenas… lo que me lleva a decir que te he extrañado con locura.. —dijo mientras se quitaba la chaqueta roja de patrón escocés -Eso fue dulce… y la verdad es  que yo… ¡¿y esa camiseta?!... —pregunto aproximándose a él. -¡Ah!... —exclamó mirándose— claro… es sobre el tema que eligió Mister Shue para la semana—respondió Kurt  estirándola sobre su cuerpo— se supone que es sobre la aceptación de lo que uno es y le cuesta admitir ya sea por miedo al rechazo o porque lo odia o algo… —Blaine lo miró de medio lado como si a aquella  frase le faltara una parte ya que su camiseta decía «me gustan los chicos»— no es mi caso claramente, pero  sí el de otros de los miembros del grupo… -Claro… —dijo Blaine soltando un suspiro de alivio— ¿todos entonces tenían una de esas camisetas? —añadió mientras le servía gaseosa en una copa como de fiesta. -Todos... —respondió Kurt comiendo  algo de todo lo que su novio había preparado para él — incluso Rachel que, a todo esto, desistió de la cirugía en su nariz. -¿En serio?... -Mucho… —contestó Kurt con la boca llena. -Pues me alegro… —dijo también comiendo— ella  es muy bonita… un poco…—Blaine movió  sus brazos  abriendo y cerrando las manos como evidenciando locura o alerta de algo, Kurt río tras su copa de gaseosa— pero muy bonita— agregó también riendo. -¿Que hay con Dalton?... -Bueno, no tenemos camisetas pero las clases siguen, y los ensayos también… se supone y tendremos un par de presentaciones la semana entrante, si tienes tiempo… -Me encantaría… —se adelantó en responder Kurt volviendo a   lo de la sonrisa— ¿puedo preguntarte algo? -Si es donde conseguí esas luces, no te lo diré… secreto profesional… —dijo Blaine señalando la guirnalda de pequeñas y tenues luces que había instalado en la cabecera de la cama de su novio. -No, no es eso… aunque deberás aceptar desde ya que me las quedaré… —dijo Kurt limpiándose las manos con una servilleta. -No hay problema… son para ti… —contestó su novio echándose hacia atrás con propiedad, tal y como si estuviera en su propia cama— dime… —añadió dejando lo que bebía sobre la bandeja para luego cruzar las manos sobre su panza, Kurt sintió que aquello era lo más sexy del mundo, bebió lo que tenía la mano de un solo trago como para disimular el repentino calor que sentía y lo invadía. -Bueno… —respondió carraspeando— lo que quería preguntarte es… ¿tienes algo que te gustaría imprimir en una de estas camisetas? -¿Algo? -Si, algo con lo que debas lidiar y que finalmente has terminado aceptando… —Blaine frunció el ceño un instante— no me tomes a mal, eres perfecto… mas que perfecto en realidad… pero siempre existe algo que no nos gusta y créeme que admitirlo es bien liberador… además, y si quieres, yo podría imprimirlo en una camiseta para ti… y así,  después…  me das una serenata privada  de una versión a capella y romántica de «Born this way»… —añadió dando un tono coqueto a su ultimas palabras. -Ok… me parece una buena idea… en especial los de la serenata…  a ver… —dijo tomando un poco de aire mientras miraba en todas direcciones como tratando de pensar en algo. -¿Tan dificil es?... —quiso saber Kurt levantando una ceja. -No… a ver…  —Blaine se rasco la frente y cambio de posición  sentándose con las piernas en W— podría decir que me gustaría ser… no se… ¿más... alto?... —añadió mirando a su novio. -¿En serio?... —dijo Kurt muriendo de ternura. -Si… bueno… me gusta como soy, mi físico y todo… pero no se… creo que si fuera un poco mas alto, podría hacer mas cosas… —sentencio Blaine encogiendo los hombros. -¿Que clase de cosas?... —pregunto de vuelta su novio con un tono lleno de travesura. -Cosas… —repitió riendo— no se… alcanzarte esos  libros de allí  por ejemplo… —dijo señalando la estantería de la pared contraria— o… poder  cambiar una bombilla sin necesidad de una silla o algo… o… elevarte un poco cuando te doy un beso… —dijo mirándolo fijo, Kurt sintió que esta vez sí que se ponía bien colorado, Blaine sonrió engreído— así es que como ves… si hay una «camiseta  de aceptación» que necesitaría. sería… «baja estatura»… —terminó por decir simulando que leía algo en el sweater que llevaba puesto. -Ok… considérela impresa entonces Señor Anderson…—dijo Kurt sonriendo a la par con su novio, se movió en la cama y se recostó a su lado acurrucándose de inmediato— pero… si quieres mi opinión… no necesitas ningún centímetros más—agregó acomodándose -¿No?... ¿por qué?… —pregunto de vuelta su novio mientras lo abrazaba. - Porque... cada vez que me besas, me siento flotar… -¿Es verdad eso? -Lo es desde el día uno Blaine Anderson, desde el día uno… —terminó por decir Kurt suspirando enamorado.
5 notes · View notes
solo9pensamientos · 4 years
Text
Hay segundos valiosos
Despiertas un día de enero, todo es normal, crees que sólo es un día más desde que dejaste la prepa, le llamas, quedan en verse por la tarde, a pesar de que escuchas algo extraño decides qué todo está bien, porque ya preguntaste y respondió “todo está bien, te veo al rato”.
Tienes un extraordinario, matemáticas, qué pesado, estudias un poco, te cansas, intentas llamar y no contesta, decides ver la tele.
4:20...” (segunda llamada) hablaba para decirte que eres mi droga favorita”
Se escucha cansado, y apagado, bastante raro, como.. ebrio, un vacío en la panza comienza a abrumarte, preguntas “dónde estás” , te cuenta cuánto te aprecia, y lo mucho que agradece tú amistad, algo te dice que te mantengas en el teléfono no lo haces, un “voy a escuchar música te marco en un rato” te lo impide.
Tercera llamada del día: “oye sabes que te amo, y que siempre voy a estar sí lo necesitas” ese vacío en el estómago crece, lagrimas salen sólo se te ocurre decir “me prometes que no vas a hacer nada, y que te voy a ver en un rato verdad” responde “sí, te lo prometo”.
Unos minutos más tarde el celular estalla en llamadas preguntando “dónde está”, “qué hace”, “qué pasa”, “porque no estábas con él”, “sabes algo”,” me envío este mensaje”, me llamó y me dijo”, “no ibas a estar con él”, “pq no lo acompañas”, preguntas a las cuales no tienes respuesta te invaden y aplastan.
Tú reacción, temblar, gritar y llamar a la psicóloga, en medio de llanto desesperación y gritos logras decir “creo que se va a suicidar y no sé cómo decirle a su mamá”, te calma, respiras cuelgas y pasa lo siguiente. Llamas a su mamá “Hola creo que se está intentado suicidar”, compartes donde te dijo que estaba, mientras intentas sonar calmada, le dices todo lo que sabes, cuelgas.
Patadas, gritos, llanto, es cómo ahogarte, no puedes hacer más pero sientes que no es suficiente, sientes que lo hiciste todo mal, que sí te hubieras dado cuenta no ubiera pasado, qué es tu culpa por no haber estado ahí prestando más atención.
Pasan las horas y ocurre la cuarta llamada, otra vez su voz, suspiras, “hola, (con una voz apagada y muy lenta) no dejan que me duerma, ya estoy con mi mamá, voy a estar bien, pero quería platicar contigo porque no me siento bien, y me sale todo mal” de repente el aire regresa a tus pulmones, entre lágrimas de confusión y felicidad, sólo comienzas a hablar de cualquier cosa, intentas hacerlo reír y que no duerma, y cuando cuelgas sólo respiras porque sabes que de ahí todo puede ir mejor.
El suicidio y las enfermedades mentales SON REALES, es algo importante, y que no se le puede ignorar, por eso en este mes y siempre hay que hacer conciencia de que estás existen.
Una no siempre puede controlarlas, ni apoyar a quién la tiene, estás consumen, abruman y atacan, por eso los profesionales existen.
Pide ayuda si la necesitas, tener una enfermedad mental no te hace menos normal, o una exagerada, sólo te hace humana con un cerebro diferente cómo todas.
1 note · View note
Text
“MUJERES INDÍGENAS Y LA GLOBALIZACIÓN DE SUS TERRITORIOS O... ¿PRISIONES?”
INTRODUCCIÓN:
Cuando entró en contacto con la comunidad de Arroyo Cumiapa, su vida cambió drásticamente.  Ese primer día, subió al camión de redilas que la llevó a hora y media de San Luis Acatlán[1] con muchas expectativas en su ámbito laboral, sin imaginar, que el panorama que encontraría en ese lugar, cambiaría el curso de sus acciones para siempre. El joven que cobraba el pasaje, le ayudó a subir su “back pack” y una maleta con rueditas, que de solo verla: reía. Ella, subió con emoción y un dejo de aventura; sus piernas brincaron para alcanzar la caja trasera de la camioneta, sorteando: bolsas del mercado, costales, enseres, ollas… y… una caja de cerveza “corona” que iba en medio de todos… sola… imponente, como sagrada.
Miró de reojo entre las rejillas de la camioneta marca FORD las miradas curiosas y sorprendidas por ver a una mujer con flexómetro en el cinturón, botas y una gorra caqui[2] (souvenir de viaje de principios de año) con un montón de letritas del color del arcoíris y en medio… la letra “M” de Madrid, en bordado resaltado… así… como la caja de la cerveza, justo al centro.
Recorrió por primera vez el sinuoso camino de la montaña alta del estado. Con una mezcla de sorpresa, desconfianza, risa y timidez, le miraban los demás pasajeros. Con el tiempo, se acostumbró y por el largo trayecto iba incluso roncando… en un genuino sentimiento de paz y tranquilidad, confiando plenamente en las habilidades de Pedro, el chofer. En el transcurso de ese primer día supo que el pasaje era para terminar de pagar la camioneta y solventar el combustible, pues la “ROJA” (como le llaman) era del pueblo.  Al llegar, le estaba esperando el Comisario, con quien se presentó, indicándole que iba de parte de INIFED[3], él le comentó que estaban gestionando la remodelación de la escuela completa, así que, si todo salía bien, expresó:
- “¡tendré el gusto de estarla viendo muchas semanas!”. Esbozando una sonrisa “desdentada”, la llevó por las calles de Cumiapa, orgulloso, mostró la pavimentación, la cancha y por supuesto: las casitas que el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa[4] les había “regalado”[5]. Esa misma tarde, también le presentó a “M”, quien se encargaría de darle los alimentos y de traducirle si fuera necesario, ya que los trabajadores que le asignaron, eran gente local.
Así fue como llegó con “M”, a la puerta de su “solar”; a esa cocina de adobe y madera, donde los olores del chileajo se entremezclaban con el olor a maíz de tortillas recién hechas en el comal puesto en leña… sonriente y haciendo a un lado a la “pintita”, (una perrita flaca de ojos tristes y llena de animalitos por todo su cuerpo, que movía la cola sin parar). “M” le tendió la mano y desde ese día, se hizo un vínculo entre dos mujeres, que a su modo y en sus diferentes esferas estaban luchando por sobrevivir, en un mundo dominado por hombres.
En el año que vivió en Arroyo Cumiapa, el solar que le servía de habitación, se convirtió en un “centro comunitario”, donde las mujeres iban a sentarse para bordar, platicar, reírse y hacer planes, los hombres, para dejar material que iba y venía de San Luís Acatlán o Acapulco y los niños para jugar futbol y a los quemados con las pelotas que ella llevaba. Los líderes de la CRAC[6] iban de vez en cuando para “darle una vuelta”, verificando que todo estuviera bajo control… pues los “líderes” de los “cárteles” que peleaban la zona, aunque sabían de su presencia, no estaban del todo controlados y temían que le fueran a dar un “sustito” un día cualquiera. El espacio donde habitó, pasó de ser bodega de materiales de INIFED a un centro cultural, social, culinario, deportivo, de enseñanza y hasta foro de políticas públicas de la comunidad. A pesar de estar en una parte “alejada” del “centro”, las fronteras imaginarias de los residentes de la comunidad se desplazaron hasta el área de la TELESECUNDARIA y la acompañaron en el transcurso de varios años, no solo hasta el “solar”, sino muchos de ellos hasta Acapulco: expandiendo sus territorios.
“M" y su condición, la de su familia (todas ellas mujeres) así como el grupo de mujeres Amuzgas que se reunían con ella, le dieron pauta para indagar en el tema de la violencia estructural. Pues no podía aceptar que las condiciones en las que se encontraban fuesen parte del destino o suerte. ¿Qué, o quién las había mantenido separadas, incomunicadas y completamente ajenas al término: “sororidad”? [7], años después comenzó a entrever la respuesta adentrándose en el tema de la violencia de género. Mujeres, de la misma edad cronológica, con los mismos contextos “globalizadores” como parte fundamental del desarrollo de su identidad, que, desde cualquier ángulo, se encontraban oprimidas, relegadas, invisibles e incluso en cautiverio. Según Marcela Lagarde (1991; pág. 15) “La opresión de las mujeres, es parte de una histórica inferiorización, ya que se justifica la discriminación que las excluye selectivamente de espacios, actividades y poderes”, más puntualmente: “Cada mujer como particular único, es síntesis del mundo patriarcal”. (LAGARDE DE LOS RIOS, 1991) Con historia en la urbe o en una comunidad indígena o rural, los cautiverios, la opresión, la discriminación, es la misma. Para todas estas mujeres el mandato hegemónico, patriarcal globalizante marco sus vidas… por uno, o varios eventos de violencia. Con los días… en una plática, al calor de unas cervezas “Victoria” de litro y medio que compartían en el solar de “M”, la Arqui, viéndolas bordar, en confianza les comentó:
- ¿Saben?, no soy diferente a ustedes… pues soy mujer, mexicana, madre, y así como ustedes…  estoy buscando justicia. “M” tradujo… mientras las demás mujeres: sonreían y emitían expresiones en amuzgo algo apenadas, pero una a una, asintieron secundándola. Al hacerse silencio, tras las risas de esa confesión y chocando los vasos (alguna vez veladoras) para beber el trago de cerveza, la Arqui le preguntó decidida:
- ¿Y a ti “M”? ¿Qué te pasó exactamente?
“M”, la miró, suspiró… se sonrío y le dijo:
“- ¡Uuuuuy!, ¡Arqui!  
-A mi pues… a mi segundo esposo lo vinieron a matar…
- ¡ahí… justo estaba!... Donde está “usté” sentada… ¡Ahí llegaron unos hombres y pues lo balacearon! Una bala me rozó la “chichi”, y otra me rozó la panza… ¡Iré… veeea!, (mientras señalaba la puerta, la pared detrás de la Arqui, sacaba su seno sin pudor, mostrándole la cicatriz de la herida). - ¡Iré! (apuntaba con su dedo) - ¡Ahí están los pozos de las balas!  “M” tomo aire y lloró por varios minutos, se recargó en el hombro de “J”, otra de sus compañeras de bordado, antes de continuar su relato:
- Mi hija la grandecita se escondió debajo de las ollas, creyeron que me morí… ¡nomás miré cooomo le salían las lagrimitas a mi marido! ¡Porque me estaba viendo cuando se lo chingaron esos cabrones! ¡Yo los vi pues!, ¡Yo los vi!... Cuando se fueron, me empezó a doler la panza y con muerto y todo, ¡no me quedo otra que parir ahí! ¡Así como iba!… ¡mi chamaquita cayo en la tierra!, ¡se me salió del susto y le tapaba la boca para que no llorara, porque yo “creiba” que iban a regresar!, y pues ya: ¡desde ahí, ya mi vida no es igual[8], yo quería a mi marido! y ¡No quiero que salgan de donde los tienen!, porque segurito, me van a venir a matar.
A partir de este momento, esa mujer urbana se quedó con dos preguntas clavadas en la mente: ¿Cómo viven la violencia de género estas mujeres indígenas?, ¿Cuánta violencia soportan sin decir nada? para responderlas, se instaló en la casa de esta familia de mujeres amuzgas en la comunidad de ‘Arroyo Cumiapa’. En el lapso de un año, se dio cuenta que la vida comunitaria de estas mujeres, se opone al mito occidental de la mujer indígena codependiente del Estado. La sobremediatización, invisibiliza a la mujer indígena que no escoge su exclusión del mundo moderno y globalizador, sino que la sufre, entre rezago y subdesarrollo en sus territorios de origen.
Tres años después de ese encuentro, las relaciones entre estas mujeres se convirtieron en algo cotidiano, a pesar de la distancia… los teléfonos celulares tendieron un puente. Por lo que, siendo las cuatro treinta y cinco de la mañana, del día 25 de abril del 2018… La red de telefonía, emitió en el equipo recién estrenado de la Arqui, la alerta de una llamada de un número desconocido. Le ordenó a Siri[9] configurado con una voz profunda de hombre[10], emitiera los mensajes del buzón de voz, de los que solo alcanzó a escuchar entrecortadamente:  -¡¡¡ARQUI, ARQUI!!, ¡¡YA NO LLEGAMOS!!... ¡¡AYÚDEME!!…
La conexión de red ultra rápida[11], no logró que el mensaje llegara a tiempo. A pesar de las redes, a pesar de la intervención de la sociedad civil que tendió lazos de ayuda hacia esta mujer en esa comunidad, a las 00.45 a.m. del 26 de abril del 2018, se escribe la hora oficial de defunción de García López Niño, en un acta de defunción en el Hospital General de Renacimiento:
Causas: Choque mixto a consecuencia de desequilibrio electrolítico, causado por una deshidratación severa producto de una enfermedad diarreica aguda con deshidratación.
Cinco meses después “M” expresó, que creía que ese niño estaba marcado por el destino, pero que esa otra criatura que llevaba en su vientre… esta vez, no se le iba a morir. -esa mujer indígena con limitaciones, problemas, necesidades, estaba dispuesta a traer al mundo a otro niño condenado a la precariedad[12].
Al nacer la criatura, una niña, “M” fue abandonada por su pareja al culparla de no poder darle hijos varones[13].
1.5 millones de niños mueren al año por infecciones en las diferentes latitudes del planeta[14]. Cruel realidad para las comunidades relegadas, excluidas de la tecnología y la infraestructura adecuada para su supervivencia. La tecnología, la medicina, las redes por las que tanto propugna la sociedad globalizada no fueron suficientes. El destino de una mujer y sus hijas, cambiaron para siempre… así como también cambió el curso de vida de aquella mujer con flexómetro en el cinturón, que en febrero del 2015 subió por vez primera a la roja, saltando entre la gente… para adentrarse en la vida cotidiana de un grupo de mujeres Amuzgas, teniendo la oportunidad de mirar de cerca sus formas de vida, costumbres, sus miedos, o su naturalizada resistencia a la violencia. Sin saberlo, tomó no una… si no 365 notas en una bitácora de viaje que pensó en algún momento le llevarían a rememorar todo lo vivido, y… ¿Por qué no?, encontrar en algún momento la respuesta de: ¿Cómo es que estas mujeres frágiles aparentemente, viven y soportan la violencia?... Ese criticado hábito de anotar lo transcurrido en su día a día, es solo un mal recuerdo. Cinco años más tarde… la Arquitecta por fin sonríe… pues sabe bien que… no se equivocó… las respuestas están por llegar.
 [1] Llamado así, por ser el 25 de agosto de 1522, día de San Luís Rey de Francia, cuando soldados de Pedro de Alvarado, descubren el lugar junto a dos ríos, y Acatlán, un agregado que le impusieron los pastores indígenas provenientes de Puebla, cuando arribaron a este lugar.
[2] La Arquitecta Natalia Daldi, becaria del CONICET, comentó en Radio Abierta que es destacable el esfuerzo de la mujer por la constante mirada crítica que existe en esta profesión. Es muy cierto que la arquitectura es erróneamente considerada una profesión solo de hombres. Este pensamiento que se ha naturalizado pone obstáculos muy concretos para las mujeres que deciden estudiar esta profesión. En las familias, cuando una chica decide optar por esta profesión, en ocasiones, muestran una opinión negativa y falta de apoyo al tratarse de una "profesión de hombres". La preferencia de genero está muy marcada en la construcción y la mujer intenta cada día desnaturalizar desde el lenguaje y poner en prácticas acciones más equitativas para todos los profesionistas. Es importante informar, reflexionar y dialogar sobre la perspectiva de género aplicada a la Arquitectura ya que es importante para el profesional de hoy día ejercer en un ambiente sin prejuicios ni discriminaciones. N. de A.
[3] El Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED) se creó a partir de la publicación, el 1 de febrero de 2008, con el objetivo de fortalecer la infraestructura educativa en el país, coordinando las actividades derivadas de la prevención y atención de daños causados en la infraestructura física educativa, ocasionados por desastres naturales proporcionando capacitación, consultoría y asistencia técnica. Además, es responsable de articular esfuerzos y promover la participación de la sociedad civil, la iniciativa privada y la comunidad educativa en el mejoramiento y mantenimiento de los inmuebles escolares. N. de A.
 [4] Felipe de Jesús Calderón Hinojosa​ es un político mexicano que se desempeñó como presidente de México desde el 1 de diciembre de 2006 hasta el 30 de noviembre de 2012. Fue miembro del Partido Acción Nacional. Su presidencia estuvo marcada por el inicio de la Guerra contra el Narcotráfico, Calderón aprobó la Operación Michoacán, el primer despliegue a gran escala de tropas federales contra los carteles de la droga. Al final de su administración, el número oficial de muertes relacionadas con la guerra contra las drogas fue de al menos 60,000. La tasa de homicidios se disparó paralelamente a la de la ignición de la guerra contra las drogas, y la tasa de homicidios alcanzó su punto máximo en 2010.
 [5] La administración de Calderón estuvo marcada por la Gran Recesión, que resultó en una caída de 4.7% en el producto interno bruto en 2009. En 2007, Calderón estableció ProMéxico, un fondo de fideicomiso público que promueve los intereses de México en el comercio internacional y la inversión. ​ El total de la inversión extranjera directa fue de $ 70,494 millones de dólares. Como resultado del paquete anticíclico aprobado en 2009 para abordar los efectos de la recesión mundial, la deuda nacional aumentó del 22,2% al 35% del PIB en diciembre de 2012. ​ La tasa de pobreza aumentó de 43 a 46%. Otros eventos importantes fueron la aprobación de las reformas de la justicia penal, ​ la pandemia de gripe de 2009, el establecimiento de la Agencia Espacial Mexicana, la Alianza del Pacífico​ y el logro de la atención médica universal​ a través del Seguro Popular. Bajo la administración de Calderón se crearon dieciséis nuevas Áreas Naturales Protegidas.
 [6] La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) es el principal órgano del Sistema Comunitario encargado de la impartición de justicia en la Zona de la Montaña de Guerrero. en 2011, la CRAC-PC encabezó la defensa en territorio comunitario por el control de los recursos naturales contra el asedio por parte de   empresas mineras.
[7] El termino sororidad ¿Qué significa la sororidad? (ANÓNIMA, 2012) hace alusión específica a la solidaridad entre las mujeres en el contexto patriarcal, es decir, en el contexto de un sistema social que no parte de la consideración de que todas las personas tienen un cerebro y una mente humanas (consideración comprendida por más gente en el siglo veinte, que aplicada a la organización social, daría lugar a sociedades no patriarcales) sino que parte a su vez de la clasificación básica de las personas en dos grupos definidos por el hecho biológico de que se disponga de un pene o un útero (“sexo”; dejándose fuera además cualquier otro hecho biológico relacionado con el sexo), y que le asigna a cada uno de los grupos un papel definido desde la ideología del sistema, por el cual el Hombre (el hombre en la visión patriarcal) es superior en todos los sentidos a la Mujer (la mujer patriarcal) y debe, por tanto, asumir el control de la sociedad incluido el del cuerpo de la Mujer (“género”). Por otro lado, como sostiene Marcela Lagarde, feminista y antropóloga mexicana: “La alianza de las mujeres en el compromiso es tan importante como la lucha contra otros fenómenos de la opresión y por crear espacios en que las mujeres puedan desplegar nuevas posibilidades de vida”. En este contexto surge el concepto de sororidad, el cual se refiere a una nueva experiencia práctica intelectual y política entre mujeres que pretende materializarse en acciones específicas… Según palabras de Lagarde: “amistad entre mujeres diferentes, y pares, cómplices que se proponen trabajar, crear y convencer, que se encuentran y reconocen en el feminismo, para vivir la vida con un sentido profundamente libertario” Sororidad, nueva practica entre mujeres”, (PÉREZ, 2004)Basado en análisis de Marcela Lagarde.
[8] A propósito de esta visión “particular” y de ¨caso” la cual, ni es particular, ni es de caso, es una visión generalizada un constructo cultural del mandato hegemónico patriarcal: “Ser dependientes y estar subsumidas en alguien o en algo son atributos de la feminidad”. Por eso, vivencias alienantes generan en las mujeres reacciones afectivas y éticas positivas y de goce, cohesión interna y satisfacción al ser aprobadas por el mundo. Con ello cumplimos con nuestra identidad genérica y somos verdaderamente femeninas... De esta manera el impulso que mueve a la existencia y que da sentido a la vida de las mujeres es la realización de la dependencia: establecer vínculos con los otros, lograr su reconocimiento y simbiotizarnos. Estos procesos confluyen en una enorme ganancia patriarcal: la sociedad dispone de las mujeres cautivas para adorar y cuidar a los otros, trabajar invisiblemente, purificar y reiterar el mundo, y para que lo hagan de manera compulsiva: por deseo propio.” LAGARDE, DE LOS RIOS MARCELA; “Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas” (1991; Pág. 17-18). N. de A.
 [9] Siri es una inteligencia artificial con funciones de asistente personal a veces con su propia personalidad para iOS, macOS, tvOS y watchOS. Esta aplicación utiliza procesamiento del lenguaje natural para responder preguntas, hacer recomendaciones y realizar acciones mediante la delegación de solicitudes hacia un conjunto de servicios web que ha ido aumentando con el tiempo.
 [10] “Sueño utópico de toda mujer: un hombre que ponga atención y atienda nuestras peticiones sin increpar palabra” a sabiendas de esta demanda, por el crecimiento exponencial del uso de los teléfonos móviles por parte de la comunidad femenina, Apple aplicó cualidades destacadas en la aplicación, poniendo más personalidad a Siri. Siri es capaz de adaptarse con el paso del tiempo a las preferencias individuales de cada usuario, personalizando las búsquedas web y la realización de algunas tareas tales como reservar mesa en un restaurante o pedir un taxi. Siri también puede hacer cosas más allá del trabajo, por ejemplo, puede cantar un rap, contar una historia, predecir el clima de la ciudad, escribir mensajes de WhatsApp etc. N. de A.
 [11] Capacidad para proveer velocidades de acceso mayores de 100 Mbit/s en movimiento y 1 Gbit/s en reposo, manteniendo una calidad de servicio (QoS) de punta a punta de alta seguridad que permite ofrecer servicios de cualquier clase en cualquier momento, en cualquier lugar desde Julio del 2012 en México.
[12] El control demográfico está llegando tarde a los lugares que sufren mayores dificultades, las zonas con analfabetismo masivo, carencias en atención sanitaria, la elevada mortalidad infantil y las habituales malas condiciones de las mujeres SACHS JEFFREY, ECONOMIA PARA UN PLANETA ABARROTADO; 2008, BARCELONA, EDITORIAL DEBATE (Pág. 79).
[13]  “Las mujeres y las niñas están expuestas a la discriminación, la violencia y la explotación sexual”. FUENTE GINFORME RADIKA COOMARASWAMY, COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS, NACIONES UNIDAS, 1994 (LOPEZ PAULA).
[14] La mortalidad mundial por diarrea entre la población menor de cinco años se estimó en 1,87 millones (intervalo de confianza del 95%: 1,56–2,19), lo que supone aproximadamente el 19% de la mortalidad total en la niñez. Las regiones de África y Asia Sudoriental de la OMS acumulan entre ambas el 78% (1,46 millones) de todas las muertes por diarrea registradas entre los niños en el mundo en desarrollo; y el 73% de estas defunciones se concentran en sólo 15 países en desarrollo. Boletín de la Organización Mundial de la Salud, Recopilación de artículos, Volumen 86: 2008, septiembre 2008, págs. 657-736.
2 notes · View notes
francrisorio · 4 years
Text
Desarrollo
La historia está ubicada en la ciudad de La Plata, Buenos Aires en el año 2015. Recientemente la empresa uber se ha terminado de instalar en todo el país, y en el congreso se debate la implementación de unidades de prevención local a nivel Nacional.
En este contexto particular se narran las historias de tres personajes principales. Por un lado está CAMILO (43), un empresario. Por décadas, su familia ha sido dueña del hipódromo de la ciudad y del Jockey Club y él ha quedado como único heredero. Está casado con NICOLE (33). Una bella mujer que pendientemente está pensando en las necesidades de su marido. Juntos tienen una hija, AGUSTINA (13). Una simpática pero algo mimada y caprichosa niña que espera impaciente su próximo cumpleaños. Vistos desde afuera parecen una familia encantadora. Amorosa. Unida. Feliz. Viven en una lujosa casa residencial situada en las afueras del casco. Más precisamente Villa Elisa. Últimamente CAMILO se siente harto de su oficio. Desde que es dueño de las propiedades las cosas siempre se manejaron solas. No tiene demasiado para hacer. Pasa mucho tiempo de ocio con su familia. Su hija lo admira. Juntos pasean a caballo todos los domingos. Una tarde cualquiera, la casa vecina es delinquida. Los vecinos se acercan indignados a averiguar qué sucedió. Cuchichean entre ellos sobre cómo es posible que pase algo semejante y que alguien debería de hacer algo. A modo de broma, sale la idea de que CAMILO se postule de intendente. Pero a él la idea comienza a parecerle cada vez menos descabellada y luego de hablarlo con NICOLE, decide lanzar su candidatura.
Motivado por el emprendimiento contrata a un grupo especialista en asesoramiento de campañas. Invierte en todo. Asesores de imagen, publicistas, marketineros, estadistas, censistas, gente de los medios, etc.  La estrategia es mostrarlo a CAMILO como un ferviente defensor de la implementación de las Unidades de prevención local. Su preocupación como futuro intendente es la seguridad de los vecinos. Su cara comienza a aparecer en toda la ciudad bajo el slogan “La Plata tiene valor, cuidémosla”. Al principio CAMILO se siente optimista y confiado con el proyecto. Se siente respaldado por NICOLE que lo apoya incondicionalmente y le hace todos los mandados que él le solicita. Pero pronto comienza a dudar de la iniciativa. Su agenda diaria pasa repentinamente a estar toda ocupada. Comienza a participar en debates televisivos, entrevistas, programas de radio, actos públicos, etc. donde defiende su postura de la necesidad de una policía municipal. Esto lo agobia. Comienza a sentirse demandado y hostigado. Sus asesores le repiten una y otra vez qué debe contratar más gente e invertir más en publicidad. No obstante decide no echarse atrás. Ya invirtió demasiado dinero y tiene una esposa que cree en él. Lentamente la campaña comienza a consumirlo tanto física como mentalmente al punto tal de que termina olvidándose por completo del cumpleaños de su hija. Echa la culpa de esto a NICOLE por no recordárselo. Ella se ofende por la acusación pero admite también haberse olvidado. Sintiéndose culpables, deciden organizarle una fiesta sorpresa en un lujoso salón de fiestas infantiles.
Paralelamente tenemos la historia de ENRIQUE (29). Un remisero inescrupuloso y bravucón. En las primeras escenas lo vemos dormir dentro de su auto, un Renault Clio gris modelo 2002. Su celular suena. Se despierta. Se reincorpora en el asiento y atiende el celular. Comienza a manejar por la noche céntrica mientras escucha en la radio un debate acerca de si está bien o mal la implementación de una policía local en la ciudad, seguido por unos anuncios publicitarios de CAMILO como intendente. A través del vidrio trasero del auto, en la esquina de forma perpendicular vemos y escuchamos pasar unas motos a gran velocidad. ENRIQUE disminuye la marcha unos metros más adelante y baja el vidrio del asiento del acompañante. Se dirige a tres jóvenes que vienen caminando por la vereda. “Guarda qué vienen robando a full” les advierte. Uno de ellos se acerca hasta el auto y le pide a ENRIQUE qué los lleve. “Perdón, ya estoy en viaje”. Sube el vidrio y acelera mientras se sonríe. 
ENRIQUE levanta a una pareja joven. Más precisamente JULIAN (23), nuestro tercer personaje principal, y su novia SOFIA (23). JULIAN es un lúcido y ambicioso joven que recientemente se ha graduado con honores de la facultad de derecho y que rápidamente se ha hecho muy famoso en su ámbito. Diariamente ENRIQUE se encargaba de llevarlo hasta la facultad, por lo que han llegado a conocerse bastante. De hecho, bajo un pacto de confidencialidad entre ambos, ocasionalmente lo ha llevado a verse con prostitutas.  ENRIQUE es el único que conoce este secreto de JULIAN.
ENRIQUE lleva a la pareja hasta el cumpleaños de AGUSTINA. “Esperanos qué es un segundo nada más” le indica JULIAN. ENRIQUE reclina el asiento y se acuesta. La pareja ingresa al salón. Se presentan allí en nombre de HORACIO (77), el padre de JULIAN. Un amigo y ex empleado de CAMILO, encargado durante años de cuidar los establos del hipódromo y sus caballos y que por razones de salud no ha podido asistir, pero que no quería dejar de mandarle su regalo a AGUSTINA a la que aprecia mucho. La pareja tenía pensado entregar el regalo e irse, pero CAMILO los retiene. Terminan conversando largamente en una de las mesas del salón. CAMILO les cuenta de su campaña y de que el verdadero poder está en la política. JULIAN lo escucha distraído. Da la sensación de que no quiere estar ahí y mucho menos escuchar esa conversación. Sale el tema de qué SOFÍA está embarazada.  CAMILO y NICOLE Los felicitan. NICOLE, qué está sentada al lado de CAMILO, se levanta de la silla para cruzar la mesa con su mano y apoyarla sobre la panza de SOFÍA. Luego CAMILO hace lo mismo, cosa qué inquieta a JULIAN. Comienza a mover su pierna por debajo de la mesa. En ese momento aparece un mesero indicando que ya es la hora de soplar las velitas. CAMILO les insiste a JULIAN y a SOFIA de qué se queden. Ellos se sienten obligados y aceptan. El momento de la foto familiar junto a la torta está rodeado de fotógrafos y periodistas. AGUSTINA siente vergüenza de la fiesta que sus padres le organizaron y está triste porque el chico que le gusta no asistió.  Le piden a AGUSTINA que sonría, pero no hay caso. “Si no sonríe no nos va a servir ninguna foto” le explica un fotógrafo a CAMILO. Él intenta convencerla de que lo haga, pero la niña, enfadada e irascible por toda la situación, huye de la escena y se encierra en el baño. Alguien entre el público capta toda la secuencia filmando con su celular. CAMILO hace un gesto de qué esperen un segundo mientras NICOLE se dirige al baño a buscarla. Pero AGUSTINA ya no está. Se ha escapado por la ventana. NICOLE sale preocupada y le informa a CAMILO en secreto sobre lo sucedido. La gente mira confusa. CAMILO sale a buscarla a la calle pero no la encuentra. JULIAN y SOFÍA salen atrás suyo diciéndole que es tarde, que se tienen que ir. CAMILO les comenta lo sucedido. En ese momento la pareja se da cuenta de que el auto de ENRIQUE no está.
“Con qué al hipodromo, eh?”. Le pregunta ENRIQUE a AGUSTINA. Ella desde el asiento de atrás asiente. ENRIQUE la deja allí, y se retira. AGUSTINA se mete en el establo a oscuras. Quiere pasear a caballo para tranquilizarse, pero algo sale mal y un par de ellos se escapan. Los perturbados caballos salen corriendo generando algunos disturbios. Uno de ellos choca un auto, otro rompe un vidrio de un local y otro casi atropella a un transeúnte, pero sólo resulta herido. Todo queda grabado en las cámaras de seguridad del hipódromo. AGUSTINA asustada llama a su padre, a quien no le venía atendiendo el teléfono, y le cuenta lo sucedido. Cae la policía.
A la mañana siguiente el acontecimiento se ha hecho viral en todos los medios. Critican fuertemente a CAMILO de ser un mal padre, y lo acusan de ser responsable de los hechos. Su campaña se ve comprometida. Sus asesores deberán trabajar incansablemente para intentar revertir la opinión pública. Además deberá hacerse cargo de los daños ocasionados. Sólo qué no cuenta con la suficiente plata para hacerlo, pues ha gastado todo en la campaña y en el cumpleaños de su hija. Decide entonces contactarse con JULIAN para que  lo ayude. Cuando CAMILO le menciona que no tiene suficiente dinero para cubrir sus honorarios en este momento, JULIAN se niega. Es un muchacho avaro y codicioso. Hace tiempo que quiere comprarse su primer auto y despegar económicamente, y esto le haría perder el tiempo. CAMILO decide hablar entonces con el padre de JULIAN, HORACIO, para que lo persuada.  Actualmente HORACIO se encuentra muy desmejorado de salud y en sufrimiento. Lógicamente ya no trabaja. Espera deseoso la llegada de su muerte, cosa que JULIAN pretende no oír. Finalmente logra convencerlo. JULIAN acepta ayudar a CAMILO con la condición de un puesto político en caso de ganar las elecciones. CAMILO acepta los términos. A partir de aquí JULIAN se hará cargo de los aspectos legales de la denuncia en contra de CAMILO, mientras que sus asesores de imagen hacen toda clase de trucos mediáticos para revertir su imagen pública. Apelan qué fue un accidente, que nadie es responsable. Un segundo video, el de la persona que filmó la secuencia de la torta de cumpleaños, sale a la luz comprometiendo más las cosas.
Mientras tanto, ENRIQUE comienza a tener cada vez menos pasajeros. Inclusive el mismo JULIAN, su pasajero más regular, decide reemplazarlo por el novedoso sistema de transporte Uber. “Es más práctico y más económico, además de que los autos son más confortables. No te ofendas. No es nada personal” le argumenta. ENRIQUE se siente traicionado. Comienza a generar cada vez menos ingresos. Lo único que tiene como fuente de trabajo es su automóvil. Para sobrevivir se las rebusca cometiendo pequeñas estafas y fraudes, como esperar a ser el primero en la fila de un banco para luego dirigirse hacia el final de la cola y rifar su número entre los últimos. Durante un viaje, ENRIQUE es chocado y su auto queda inutilizable para transporte. Por suerte para él, todavía cuenta con el seguro de la compañía. Se ve obligado a presentarse ante la agencia remisera, donde le informan que es suspendido por tener un auto demasiado anticuado. “Nuevas políticas de la empresa remisera a partir de la llegada de Uber” le dicen. ENRIQUE discute largamente con la empresa, pero no consigue nada. En medio de la desesperación, ENRIQUE oye que finalmente el congreso se ha decidido por incorporar a la policía municipal dentro de las fuerzas de seguridad y que ésta toma gente hasta de 29 años de edad. Yendo contra sus principios, pues detesta a la policía, y sin contar con mucho tiempo ya que su cumpleaños número 30 se acerca, decide incorporarse a las unidades de prevención local. ENRIQUE consigue el trabajo y rápidamente es encomendado a patrullar. Lentamente comienza a sentirse atraído por su nuevo oficio y comienza a abusar de su poder provocando pequeñas bravuconadas a los transeúntes. A los pocos días y sin nada de experiencia, ENRIQUE se ve en la situación de tener que enfrentarse ante un robo a mano armada en un supermercado chino. ENRIQUE llama a la policía provincial, pero éstos demoran demasiado. Cuando los delincuentes comienzan a huir en sus motos entre balazos, ENRIQUE, nervioso, le dispara por la espalda a uno de ellos. Éste cae muerto. ENRIQUE, abrumado por la situación, decide huir de la escena. Se sube a su auto y comienza a manejar. Sin tener a dónde ir, se dirige hacia la casa de JULIAN. Como no lo encuentra, opta por meterse en su casa y esconderse allí. Cuando JULIAN llega, ENRIQUE lo extorsiona con revelar su secreto sobre las prostitutas, lo que destruiría su joven carrera y su vida amorosa, y le demanda que lo ayude. Temeroso y obligado por las circunstancias, JULIAN acepta esconderlo durante un tiempo mientras planifica cómo solucionar el asunto. JULIAN se encuentra con CAMILO en el hospital donde está internado su padre. CAMILO llega con su hija AGUSTINA. Ambos salen a la sala de espera mientras AGUSTINA se queda en la sala de internación con HORACIO. Éste, ya abatido por su enfermedad, aprovecha la intimidad con la ingenua nena para convencerla a través de una fábula sobre caballos de que lo ayude a morir. Finalmente la convence, y ella lo desconecta de la máquina que lo mantiene vivo. Mientras tanto, JULIAN y CAMILO renegocian el primer acuerdo. Además de un puesto político para él, ahora le demanda a CAMILO que una vez electo, salga públicamente a respaldar a ENRIQUE. CAMILO no acepta. Argumenta que ENRIQUE “está bien jodido”. La opinión pública y la justicia están trás él por haberse dado a la fuga y de ninguna manera se comprometería a quedar pegado en el asunto. Pero en ese justo momento un “biiip” constante comienza a escucharse desde el interior de la sala de internación. El padre de JULIAN ha muerto. AGUSTINA está parada a su lado. 
La semana siguiente CAMILO gana las elecciones y en medio de un acto público condecora a ENRIQUE por “cumplimiento de su deber”. ENRIQUE sonríe.
 SINOPSIS
Un empresario candidato a intendente. Un joven abogado con aspiraciones al éxito económico. Un remisero inescrupuloso que se hace policía. La historia de tres personajes completamente distintos entre sí se entrecruzan en un contexto de precarización laboral, tergiversación mediática y abuso de autoridad.
CARACTERIZACIÓN
CAMILO:
Es una persona noble, amorosa, pero algo ingenua. Proviene de una familia de mucha plata. Toda su vida estuvo solucionada desde el momento en que nació y no ha hecho mucho por cuenta propia. A los 30 años se casó con Nicole y ese mismo año tuvieron a Agustina. Camilo ama a su familia pero se siente inútil y vacío y pretende darle un giro drástico a su vida por lo que lanzarse como intendente es una gran oportunidad para él.
JULIAN:
Proviene de una familia humilde. Su madre falleció cuando él era pequeño y su padre laburó toda su vida en el hipódromo de la ciudad para la familia de Camilo. Es un joven destacable, inteligente, pero ambicioso y avaro. Cree en la filosofía de que en el mundo hay dos clases de personas: las que son depredadoras y las que son presas. Por eso no comprende a su padre. Un tipo humilde y generoso que ve benevolencia en todo el mundo.
ENRIQUE:
Tuvo una infancia difícil. Proviene también de una familia humilde. Su madre murió cuando él era chico y su padre, un policía alcohólico y violento, le hizo la infancia imposible. A los 17, su padre muere meses después de haberse comprado el Renault Clio. Enrique se queda con el auto, su único bien personal, y comienza a ganarse la vida como remisero. Actualmente trabaja para una empresa, pero además tiene una agenda de clientes particulares. Es un tipo arrogante, inescrupuloso y de baja moral. Nunca tuvo muchas aspiraciones en su vida. Está solo en este mundo, no tiene nadie quien lo quiera y nadie a quien querer. Pero parece estar a gusto consigo mismo. Cuando Uber arriba al país las cosas comienzan a complicarsele y debe rebuscarselas.  
1 note · View note
fogarate · 5 years
Text
Thread by Anónima me hicieron
#CosasQuePasanEnLaGuardia #59. Sábado de madrugada. La ambulancia trae a una chica y el médico me la presenta como alcoholizada. Está inconsciente y apenas mueve unos centímetros las manos cuando le provoco dolor. Viene empapada en transpiración, en vómito, en orina. (+) (-) Tiene la pollera manchada con materia fecal que parece ser suya. Hay también algo de sangre, aunque no le encuentro cortes. Le pongo el saturómetro en el dedo que más saltado tiene el esmalte fucsia. No lee. Está helada. (+)
(-) Le pido al de ambulancia que se la presente al emergentólogo. Se la lleva. . Vuelve a los pocos minutos y me dice que el emergentólogo está reanimando un paro y que dice que por favor la vaya viendo yo. (+)
(-) Pienso que de emergentología sé bastante poco, que es joven, que en cualquier momento va a haber que intubarla y hace años que no lo hago, que si hago algo mal y se muere me mato, que no quiero que se muera, que ahora tampoco me quiero matar, (+)
(-) que las cosas no tendrían que ser así. La veo y asusta. Me asusta. Creo que asustaría a cualquiera que no hiciera emergentología. Trato de tomar coraje, de pensar que soy la mejor opción que tiene en este momento (+)
(-) porque mi compañera –que tiene la misma idea que yo de estos temas– está terminando con otro paciente, y, más que nada, porque si se queda en la camilla de la ambulancia, ahí sí que se va a morir. Le busco lugar. No hay. (+)
(-) Despierto a un borracho que vino a dormir y le pido que me deje la camilla. Responde que mañana. Lo sacudo y le digo que ahora. Se da vuelta y me da la espalda. Busco al de seguridad para que me ayude a sacarlo. (+)
(-) Me contesta que él le va a pedir que se vaya, pero si se pone violento, voy a tener que llamar a la policía. Acepto el trato de mala gana. Vamos. El borracho le tira un manotazo. El de seguridad me informa que ya sé lo que tengo que hacer y vuelve a su puesto. (+)
(-) Estoy por marcar 911 cuando el chofer de la ambulancia que trae a la chica me ofrece su ayuda y lo saca en cinco segundos. Me quiero casar con él. Ubicamos ahí a la chica y pienso que peor consultorio no le pude conseguir. (+)
(-) Huele a pis, a alcohol, a cigarrillo, a mugre y seguro en breve va a oler a caca por la que tiene en la pollera. Sus compañeros de consultorio están casi tan pasados de alcohol como ella. Le subo las barandas como si se fuera a caer, un poco por costumbre, (+)
(-) otro poco por si llega a convulsivar. Los de la ambulancia se van. Llamo a mi compañera para que me dé una mano. Le tomamos la presión. La tiene por el tercer subsuelo. El pulso solo se le siente en el cuello y es muy débil. Sus pulmones rugen. (+)
(-) Busco a algún enfermero para ponerle ya mismo una vía. Están todos con el paro. Por suerte tiene buenas venas, así que se la logramos poner nosotras. El suero va a chorro. Le hago un hemogluco. Tiene la glucosa en sangre paupérrima, casi como su presión. (+)
(-) Le paso glucosados hipertónicos sin asco (azúcar por vena digamos). Pruebo de vuelta la respuesta al dolor. Me trata de sacar la mano. Respiro. Busco de dónde viene la sangre. No es suya. La envolvemos en camisolines para calentarla hasta que consigamos alguna manta. (+)
(-) No hay por ningún lado, ni siquiera sábanas. Calentamos unos sueros debajo de la canilla de agua caliente y se los ponemos a los costados del cuerpo. Le pasamos el combo revive muertos y al terminarlo se pone en posición fetal. (+)
(-) Le ponemos una máscara de oxígeno, un corticoide para que respire mejor y chocamos los cinco. Hacemos pasar a sus dos amigas –la más alta tiene un corte en la mano manchado con vómito, roña y sangre– y les preguntamos qué consumió. Dicen que una jarra loca.(+)
(-) Insisto con qué contenía. Alegan no saber, que la preparó un amigo. Les explico que eso es un peligro, que su amiga se podría haber muerto, que no digo que no tomen alcohol, pero que así no. Estoy por preguntar si consumieron drogas también (+)
(-) cuando la más baja interrumpe con que está mareada. La acostamos en las sillas del pasillo y le levantamos las piernas. Se recupera bastante rápido y nos quiere abrazar. Está bañada en vómito ella también. (+)
(-) Le tomamos el pulso y la presión desde lo más lejos que podemos. Está todo bien. Le pedimos a la alta que le tenga las piernas para arriba un rato hasta que consigamos algo para mantenerlas así. (+)
(-) Nos alejamos y la del mareo nos tira besos. Volvemos con dos cajas llenas de sueros. Las apilamos bajos sus piernas y recién ahí me doy cuenta de que se le ve todo el traste. Le traigo un camisolín y la cubro. (+)
(-) Juega a taparse la cara y aparecer como si tuviera dos años y deja su culo al aire otra vez. Mi compañera la cura la mano a la alta. Golpean la puerta a lo loco. Me resigno y le digo a la de la mano que cuide a la besucona. (+)
(-) Alguien grita que no puede respirar. Abrimos. Es una chica de unos veinti largos con una crisis de asma. La hago pasar y mi compañera llama a un hipertenso. La asmática satura bastante bien y apenas se hizo dos dosis de ventolín antes de venir. (+)
(-) Tiene algunos silbidos en la espalda, pero nada terrible. La pongo a nebulizar cerca de las chicas. Las mira y alterna risas con sacudidas de cabeza para los costados. Voy a ver qué pasó con el del paro. El emergentólogo me cuenta que no salió y me pregunta por la borracha(+)
(-) Le digo que ya está y me da un sermón de que no tenemos que asustarnos por cualquier pavada. Tengo ganas de mandarlo a la mierda. Aprieto las muelas, me arranco la uña del anular derecho y vuelvo a atender. (+)
(-) Hago pasar a un chico con dolor abdominal que grita como si lo estuvieran apuñalando. Lo acuesto y su panza es blanda, sin signos que me hagan preocupar. Le golpeo la espalda y salta. Le pregunto si tuvo fiebre y si le arde al hacer pis. Contesta que ninguna de las dos. (+)
(-) Tampoco hizo pis oscuro. Le digo que le voy a hacer un análisis de sangre, uno de orina, una ecografía y que le voy a pasar medicación por suero. Se niega a los pinchazos alegando que odia las agujas. Traigo el envase de suero cortado donde tiene que hacer pis (+)
(-) y se lo doy mientras le explico que dudo que el dolor se le vaya a pasar con comprimidos, y que además no tengo para darle. Se queja de que cómo puede ser que en un hospital tan grande no haya pastillas, que es una vergüenza, que no cree ser el único con miedo a las agujas(+)
(-) Está en el medio de su disertación titulada “Los hospitales y la falta de recursos acordes a pacientes con casi fobia a elementos punzantes” cuando escucho que una voz de mujer grita: –Ayuda! Un médico! El grito viene de donde estaban las amigas borrachas. (+)
(-) Le indico al paciente de la disertación dónde puede tomar la muestra de orina y corro para ahí. Mi compañera también aparece. La chica de los besos y abrazos con el culo al aire no reacciona. –Estaba roncando hasta recién que dejó de respirar –dice la más alta llorando. (+)
(-) Le busco el pulso mientras mi compañera constata si respira. Las dos negamos. La bajamos al piso como podemos y empiezo a hacerle RCP ahí mientras ella corre a buscar al emergentólogo. Cuando pasa por el office de enfermería grita que hay un paro (+)
(-) y los dos que están vienen a ayudarme. Uno pide camillero. No aparece. La otra reanima conmigo. Llega mi amiga con el emergentólogo y el carro de paro. –Acá no se puede –sentencia él. Se va, y vuelve a los pocos segundos con una camilla que ni sé de dónde sacó. (+)
(-) La subimos entre todos y corremos al shock room. La amiga llora atrás nuestro. Le pedimos que espere afuera. –Qué consumió? –pregunta el emergentólogo. –Una jarra loca –contesto. (+)
(-) –Necesito saber qué tenía esa jarra exactamente –dice y sé que está pidiendo que vaya a averiguar. Recién ahí caigo que nunca llegué a preguntar por las drogas. Lo dejo reanimándola con mi compañera, los enfermeros y el cardiólogo que ni sé de dónde salió, y voy.(+)
(-) Paso las puertas y veo a la amiga hecha un bollito en el piso, llorando desconsolada. La ayudo a levantarse y le doy una gasa –de esas que tengo en el bolsillo para cuando me acuerdo de hacer pis– para que se seque las lágrimas. (+)
(-) Le explico que necesito su ayuda ahora mismo, que por favor me averigüe qué había en la jarra y que me diga si consumieron alguna droga. Sacude la cabeza para arriba y para abajo mientras aspira sus mocos. –Solo marihuana –dice. (+)
(-) –Eso no la va a poner así –le contesto–. Podés llamar al que preparó la jarra? Reitera el movimiento de cabeza y busca su celular. Recién ahí nota que no lo tiene. Llora también por eso. La sacudo y le pregunto si alguna de sus amigas tendrá el número. Dice que sí. (+)
(-) Vamos al consultorio donde está la que más nos había asustado. En el camino el del probable cólico renal me grita que está esperando los comprimidos. Lo ignoro. Llegamos a donde está la de la sangre que no era suya y de la pollera con caca. (+)
(-) Me doy cuenta de que ni llegamos a sacarle la ropa roñosa y mojada, igual ahora no es el momento. Me pongo los guantes y le reviso los bolsillos buscando su celular. –Qué hacés? –se queja como entre sueños. Su amiga la calma. (+)
(-) Lo saco y se lo doy a la sobreviviente de la maldita jarra loca. –No sé la clave –dice mientras me muestra los números en la pantalla. Tratamos de activarlo con los dedos de la borracha. Da error, no sé si por sucios, por fríos o por lastimados. Le preguntamos la clave. (+)
(-) –Yo que sé, dejame en paz–grita y vuele a roncar. La amiga la sacude. Nada. Corro a enfermería y busco una ampolla de esas de azúcar endovenosa que le pasé antes y otra de cafeína. Le paso el azúcar y le pongo la cafeína a pasar por el suero bastante rápido. (+)
(-) Revive lo suficiente como para contestarnos. La amiga alta llama al que preparó la jarra y le pregunta qué le puso. Le hago señas para que lo ponga en altavoz. El chico contesta –con voz de que se cree el Ecapo de los capos”– que mucho chupi y “magia de su abuela”. (+)
(-) –Y eso en qué consiste? –interrumpo. –Vos quién sos? –pregunta desde su limbo y se ríe. –Soy la médica que está tratando de revivir a tu amiga que está en paro. Necesito que nos digas YA qué le pusiste exactamente, así no tengo que denunciarte por asesinato si se muere.(+)
(-) No puedo pensar en que es un chico, en que está borracho, en que tal vez sea mejor entrarle por la buena onda. Cada minuto son neuronas que esa chica pierde. Igual, parece que la amenaza resulta, (+)
(-) porque contesta que a la jarra le metió unas pastillas que le robó a su abuela que está re loca. Insisto que qué drogas eran. Jura que no sabe. Le pido que llame a la abuela y le pregunté. Dice que si la despierta ella es capaz de asesinarlo a él. Ya no se ríe. (+)
(-) Me pregunto cuán mal estará la abuela. Se escuchan pasos, tropiezos y nos pide que esperemos. Quiero teletransportarme a lo de su abuela y preguntarle yo. Al ratito el chico reaparece en el teléfono. –Les mando fotos –dice. Cuelga. Resulta que vive con la abuela. (+)
(-) El combo incluye antipsicóticos, antidepresivos y ansiolíticos. Tiemblo. Corro de vuelta al shock room. La chica ya salió del paro, aunque quedó entubada. El emergentólogo me hace sentarme. –Respirá –me ordena. Le hago caso y repito el proceso tres veces. (+)
(-) –Tenía todo esto la jarra –le digo mientras le muestro el celular. –La puta madre –larga y me sumo a la puteada. Buscamos a las otras dos y las traemos al shock para tenerlas monitoreadas. A falta de cama, las acostamos juntas. (+)
(-) La alta le acaricia el pelo a la borracha inicial y le pide que se ponga bien. Le ponemos suero y la hacemos llamar a todos los que tomaron de esa jarra para que vengan al hospital. Son el chico de la abuela y otro más. El de la abuela no quiere venir. (+)
(-) Lo amenazo con la denuncia de nuevo y está acá a la media hora. Los acostamos en el pasillo en camillas móviles y rogamos para que no caiga ninguna emergencia porque no va a haber dónde meterla. Esa noche ninguno duerme. (+)
(-) El del cólico renal viene para donde estamos a quejarse por los comprimidos que nunca le dí y el emergentólogo le pega un par de gritos que lo ponen en su lugar. Se va amenazando con demandarnos. Esta vez ni me preocupa. (+)
(-) La guardia está llena de chicos que pueden hacer un paro en cualquier momento y sus padres que van cayendo y demandando explicaciones. Nadie viene a ver al nieto conflicto. Le pregunto si no quiere que llame a sus papás. (+)
(-) Me cuenta que fallecieron cuando era chico y me ruega que no contactemos a su abuela. Es mayor y está estable, así que respeto su decisión. Igual, lo obligo a darme el número de la abuela por las dudas. Por suerte, ninguno más se descompensa. (+)
(-) Después del pase de la mañana, vuelvo al shock room. Afuera están los padres de la chica con las ojeras más marcadas que yo después de cuarenta y ocho horas de guardia. Los párpados de la mujer están hinchados. Les deseo lo mejor para su hija. Me agradecen. (+)
(-)Busco al emergentólogo para que me cuente si sabe algo más. Dice que la chica estaba tomando antibióticos para una infección urinaria y que además toma medicación para un trastorno por un trastorno por déficit de atención, que el combo le pegó muy mal (+)
(-) y se clavó el paro por una arritmia jodida. No sabe cómo le vaya a quedar el cerebro porque tuvo un RCP bastante prolongado, aunque no tanto. Agradezco por dentro a mis padres el haber sido tan obsesivamente cuidas, aunque en aquel momento los haya odiado. (+)
(-) Veo a las otras dos chicas, están mejor. El chico que no armó la jarra se derivó por su obra social que por arte de magia vino rápido a buscarlo. Me acerco al nieto conflictivo. Dice que se siente bien y pregunta por su amiga del paro. Le cuento. Se pone transparente. (+)
(-) –Soy un pelotudo, un forro, un imbécil, una mierda como me dice mi abuela… Se le caen las lágrimas. Me da pena y lo quiero matar a la vez. Lo abrazo y ahí sí que se llora todo lo que tenía guardado. Cuando noto que se calma, lo suelto y le doy la gasa que me queda. (+)
(-) –Nunca más –le digo entre pregunta e imposición. Levanta la mano cual promesa de boy-scout. –Nunca más –contesta–. Y gracias. Lo abrazo de nuevo. Salgo y me fumo dos puchos al hilo antes de subirme al colectivo.
1 note · View note
santiago-geringer · 5 years
Text
“Las herencias” - primeras escenas
ESC 01 – EXT. PATIO ALTO – NOCHE
Verónica (45) está bien abrigada y sentada en un banquito frente a la ventana del comedor, mirando hacia el búnker mientras fuma un pucho armado. Tiene en ambos lados, en el suelo, unas bolsas de basura acumuladas. Sostiene un leve gesto de asco, pero su respiración es calma y profunda.
Su mirada penetra las ventanas del búnker e intenta saber más: de hecho percibe un sonido grave y otro chillante, ambos tenues, que salen de adentro. Sin embargo sabe que no tiene permitido entrar, y lo vive con un rencor acumulado en la garganta. Sale del trance, deja soltar el humo y baja la mirada, frunciendo el ceño y apretando los dientes. Entonces mira hacia el cuarto de Guadalajara, encima del búnker. Se ven las luces prendidas y se escucha música de Marilina Bertoldi. Verónica respira, de repente, de forma irregular, pero decide bajar la mirada para volver a calmarse, fuma una pitada y retiene el humo un rato largo, quieta. Antes del corte, empieza a escuchar nuevamente el ruido desde búnker, por lo que vuelve a mirar por el ventanal (mirando a cámara).
ESC 02a – EXT. TERRAZA – DÍA
Viéndose la ventana del comedor de fondo, vemos a Guada (17) salir de su habitación con cara de orto (de recién despierta), tapada con un acolchado y suspirando ruidosamente. Con un balde y la palangana con ropa recién lavada, Franca (55) y Verónica –que está usando el guardapolvo del trabajo- están subiendo las escaleras, mirándola.
 VERÓNICA (con mala onda)
Apurate Guada, llegás tarde.
 Guada se toma unos segundos para acostumbrarse a la intemperie y arranca a bajar las escaleras, hombreando a Franca por accidente.
 GUADA (inmaculada)
Síp.
 Siguen sus caminos. Guada entra a la cocina y Verónica se tensa sin cambiar su gesto severo. 
 ESC 02b – EXT. TERRAZA/HABITACIÓN DE GUADA - DÍA
Franca baldea y limpia el suelo de la terraza mientras Verónica cuelga la ropa. Entre las prendas encuentra dos remeras rotas de Guada, y tras examinarlas un rato las deja de vuelta en la palangana para meterse en la habitación de Guada. Adentro hay un quilombo de ropa grande, del cual a primera vista puede sacar otra remera rota. Mientras examina el corte, sale de vuelta a la terraza.
 VERÓNICA
Franca, le parece si-
Verónica se detiene al ver que Franca está encorvada, sufriendo de un dolor abdominal muy fuerte. Cuando su ojos se detienen en el torso de Franca, se escucha un silbido agudo.
 ESC 03 – INT. COMEDOR – DÍA
Franca está esperando nerviosa, acostada en el sillón, agarrándose la panza. Verónica llega sin el delantal, con un jarrito de agua con hierbas; se sienta al borde, apoya el jarrito en un costado y se frota las manos con el líquido.
En el fondo, Guillermina (25) está apurada preparando la canasta de pancitos rellenos, envolviéndolos con práctica en dos telas diferentes. Jorge (55) aparece desde la cocina para dejarle una fuente más de pancitos en la mesa -en donde hay restos de harina y algunas fuentes con mugre de rellenos- y vuelve a irse.
Verónica se concentra y apoya su mano en el cuello de Franca, luego encima de las axilas, en los antebrazos, en el ombligo, y en los gemelos. Sin embargo, al tocar los antebrazos ya está meneando la cabeza y frunciendo el ceño.
 VERÓNICA
No tenés nada.
 Verónica prueba otra vez, volviendo a mojarse las manos. Guille termina de abrigarse y se va con la canasta, mientras Verónica empieza a tantear la cara de Franca.
 GUILLE
Chau.
 VERÓNICA (concentrada)
¡Shh!
 Franca, que había abierto la boca para saludar, la vuelve a cerrar. Verónica ahora está tanteándole los brazos desde los hombros hasta las manos, y en un principio cree sentir algo, pero no.
 ESC 03b – INT. COMEDOR - DÍA
Franca está acomodándose la ropa, sentada en el sillón, mientras mira una piedra pulida chiquita que tiene en la palma de la mano. Se escucha que Verónica apaga la luz de su habitación y segundos después llega al comedor. En donde se pone a ordenar el desastre de panadería que hicieron Jorge y Guille. Franca, al verla, se levanta rápido y se dirige al patio a continuar su trabajo.
VERÓNICA
Ponela hoy abajo de tu almohada, Franca.
 Franca se detiene frente a la puerta para escucharla.
 FRANCA
Sí, sí.
 VERÓNICA
Y si sigue andá al médico.
 FRANCA (vacila un poco)
Sí.
 Franca sale al patio, Verónica sigue ordenando.
 ESC 04a – INT. COMEDOR/COCINA – ATARDECER
En el comedor suena música exótica de un equipito de música medio pelo. Verónica termina de limpiar la cocina mientras Jorge toma vino de una damajuana vieja. El tipo está viendo los clasificados del diario y anotando números de teléfono en una agendita. Verónica sale de la cocina para dejar un cenicero limpio en la mesa, y Jorge le inclina la damajuana, ofreciéndole. Verónica acerca un vaso, se sirve hasta el tope, y se lo lleva a la cocina.
En un momento Verónica, mientras limpia el lavaplatos y la mesada, escucha que Jorge pausa la música. Luego aparece desde el comedor y se va al patio; Verónica lo ve entrar al búnker con su llave, cerrar bien la puerta y a los pocos segundos prender la luz. Las manos de Verónica se dejan de mover como si se acabara de olvidar lo que está haciendo.
 ESC 04b – INT. COMEDOR – ATARDECER
Casi inmediatamente después, Verónica está quieta, sentada en la punta de la mesa, frente a la remera rota de Guada (la que estaba seca), una máquina de coser noventosa y su vaso de vino por la mitad.
Llega Guada con su mochila y un moretón en un pómulo, pasa rápido a un lado de Verónica y agarra el vaso de vino con una velocidad impune y se va derecho a su habitación. Verónica se queda quieta, sin energía para reaccionar. Se ve por la ventana a Guada subiendo las escaleras, mientras Verónica tapa la damajuana y apaga la máquina de coser.
 ESC 05 – INT. COCINA/PASILLO ENTRADA – NOCHE
Verónica tira la remera de Guada a la basura y, cuando ve los fideos blancos, se fija en su heladera vacía qué puede agregarle. Encuentra una cebollita. La corta y la carameliza para ponerle onda a los fideos. Cuando los está mezclando entra Guada y pasa al comedor. Verónica la ve irse de la casa, y deja en cuanto puede la cuchara y el guante de cocina para ir hasta la puerta. Cuando la abre, se ve a Guada cerrar la puerta de la calle en el pasillo. Verónica guarda un poquito de bronca y vuelve.
 ESC 06a – EXT. PATIO ALTO – NOCHE
Verónica toca la puerta del búnker con un plato de fideos en la mano. Jorge no le contesta.
 VERÓNICA
¡Jorge!
 No tiene respuesta. Verónica traga saliva, ve el plato humeante que tiene en la mano y empieza a caminar a través del ventanal, tratando de ver lo que hay adentro. Pero no es tan alta y los vidrios distorsionan todo. Se sienta al pie de las escaleras, con el mismo aire de asco y calma de la Escena 1, y empieza a comer los fideos.
 ESC 06b – EXT. PATIO ALTO - NOCHE
Al rato, Verónica se arma un pucho con el plato por la mitad al lado suyo. Cuando Guille aparece en el comedor con la canasta de panes vacía, al mismo tiempo Jorge sale del búnker y Verónica ve con recelo cómo cierra con llave.
- Que inicie una secuencia musical
1 note · View note
momo252525 · 5 years
Text
Irreal
Todo te parece tan...irreal después de haber recibido una paliza.
Porque, a decir verdad, no te sientes en ti, en tu cuerpo. Ese saco de piel, carne, hueso y órganos...pareciera ser de aire, tan ligero como una hoja, una pluma, un suspiro. No pesa. No duele. No se siente nada. Los sentidos están conmocionados, en shock, adormecidos. Los sonidos no son más que susurros lejanos, que llegan a tus oídos por largos túneles negros. Es como flotar panza arriba en una alberca tibia. Tus ojos no logran enfocar correctamente, es acaso tu vista dañada o...Oh, ¿estás llorando, cobarde? Escupe con claridad y odio cerca de tus oídos, con esa sonrisa arrogante. Respirar es lento, difícil, ¿siempre ha sido tan complicado? El aire se cuela por tu nariz parcialmente tapada y por tus labios entreabiertos, es pesado, recorre tu ser, llena tus pulmones, y luego sale, doloroso. Después de repetir la acción un par de veces, lo que sale de tus labios no es un silencioso suspiro, sino un tembloroso sollozo, y caes abruptamente de esa suave nube de ensueño, directo a un cuerpo con el que no sientes conexión alguna. Como si estuvieras nada más atrapado en él.  Ya no tienes esa respiración lenta y pesada. Tus pulmones jalan aire, desesperados, pero no son ni capaces de darle el recorrido completo por tu organismo. Entra y sale, desordenado, caótico, haciendo temblar tu cuerpo adormecido. Tu piel hormiguea como si tuvieras miles de esos pequeños animalitos correteando sobre tu cuerpo. Lentamente, la sensación desaparece, mientras tu cerebro se despierta y se hace consciente de tu situación.
Pronto, el hormigueo deja lugar para la piel palpitante. Pero no, no toda. Áreas especificas parecieran latir al ritmo de tu propio corazón mientras un zumbido agudo ensordece tus oídos. Sientes las lágrimas escurrir por ambos costados de tu rostro, humedecer tu cabello o ir a dar al interior de tus oídos. Algunas gotas saladas escurren a tu boca y se mezclan con las gotas carmesí de sabor a hierro. Ordenas a tu cerebro levantar con ese frágil cuello de palillo tratas de aguantar tu cabeza, tan adolorida, tan pesada, y dirigir tu mirada, aún borrosa, a tus pies, como si aquello fuese a facilitar el movimiento de tus dedos. Tus dedos...uno de tus pies se encuentra metido en su respectivo zapato, el otro, yace expuesto a la intemperie. Porque, cuando aferras tus manos con desesperación al puño que jala tu cabello mientras te arrastra por el corredor, poco importa el calzado. Como si se tratara de una tarea imposible, después de unos momentos, logras mover tus pequeños dedos fríos a voluntad. Las manos se encuentran adormecidas, heladas, y se mueven los dedos como gusanos torpes, que aunque en movimiento, no se siente siquiera un patético cosquilleo. Pronto te haces consciente de que la piel latiente se debe a la carne remolida bajo ella, que en cuestión de horas permitirá que manchas verdes y moradas se instalen en tu cuerpo, por un par de semanas. Colocando en la tarea toda tu fuerza de voluntad y coraje, giras tu cuerpo, primero al costado derecho, sintiendo el frío suelo en tu piel caliente. Pareciera que todo tu interior se mueve y revuelve, haciendo crujir tus huesos, dándote unas terribles ganas de vomitar... ¿Pero vomitar qué, cobarde? Si ya has vuelto el estómago. Dice con desagrado desde una esquina de tu cabeza, y diriges la mirada a la mancha húmeda de pedazos de comida a medio digerir, con bilis, saliva y sangre, que yace a unos pasos de ti. Entonces, tu olfato comienza a desmenuzar los olores que te rodean, vómito, sudor, tierra húmeda del jardín...y aunque ya han salido de la habitación hace rato, aún se percibe el olor de sus inconfundibles perfume y loción. Esos mismos que se impregnaron a la sudadera que abrazabas cada noche para dormir, o esa bufanda que te hacía sentir segura en cada visita al doctor. Pero a veces, esos aromas dulzones te erizan la piel y te hacen temblar de miedo. Con algo más de esfuerzo, logras quedar panza abajo, recargando tu inflamada mejilla contra el suelo. Sólo ese frío suelo podría consolar a ese par de rojas mejillas que fueron abofeteadas por las mismas personas que solían besarlas cada noche con amor. Felicidades, tortuga, lograste voltearte, ahora no morirás panza arriba, pero si no te apuras, volverán a aplastarte. Si bien sus palabras están cargadas de veneno, ese reto te hace caer en cuenta de que no puedes perder más tiempo. Apoyas las manos en el suelo y obligas a tus brazos a levantar tu cuerpo. Pareciera que tus frágiles huesos fuesen de concreto y tu sangre más que hierro. Un par de segundos de rodillas, bastan para que tomes el impulso y te pongas de pie. Oh, ¿no vas a suplicar por piedad? Se mofa, picando el herido orgullo que te queda. Un sollozo se escapa de tu garganta, otro, otro y otro más, las lágrimas caen de nuevo. Aún hay lágrimas. Y tu cerebro reproduce la masacre que hubo ahí. El odio, el rencor, los golpes, el llanto, las súplicas...y su palabras...<¿Es que acaso no tienes orgullo, basura?>. No...no lo tengo...no con mis padres. Shhhh calla ese patético llanto, ¿acaso quieres que regresen? Y es cierto. Silencio. No deben oír. Cual sombra, aún cojeando, recorres el camino hasta el baño, en silencio, atando tu garganta y tu corazón, ese nudo en el estómago y el sudor frío. Una vez dentro de la habitación, con la puerta cerrada y el seguro puesto...te desplomas en el suelo, hecha un ovillo, abrazando tus rodillas, apretándolas contra tu remolido pecho, y lloras. Lloras. Lloras. Como si eso necesitaras. Como si eso bastara. Como si eso fuese a mejorar algo. Patética. Espeta. Pero está bien...peores cosas has oído decir a quienes deberían amarte y protegerte. A quienes te aman a golpes y te rompen en privado. Siempre en privado. Que no se vea. Que te has tropezado. Que nadie lo note. Que no lo digas. Que te aguantes. Que seas fuerte. Que recuerdes. ¿Recordar qué? ¿Cuáles han sido los errores cometidos que han costado tantas palizas, explicaciones falsas y sonrisas mentirosas?
¿Qué? Que alguien lo explique. Que alguien lo diga.
Te inclinas en el lavamanos, abres la llave, corre el agua, y la ves caer al vacío un rato. Luego, metes las manos al agua, las humedeces y te las colocas en la cara. Ni te atreves a alzar la vista, por vergüenza a ver tu patético reflejo. Haces de tus manos un cucurucho y bebes el agua que atrapas en ellas. Un par de buches y la escupes, el agua cae rosa y sucia. ¿Aún sangra tu boca? ¿Es que la sangre no piensa detenerse? Te pasas la toalla por la cara. Respiras profundo, tratando de calmar tu respiración...y sales. Vas a la cocina, donde debes actuar como si todo estuviera bien. Y los autores de los moretones te sonríen y preguntan qué tal tu día. Y aquellos que escucharon desde la otra habitación, sonríen y bromean.
Porque para quienes oyeron, los gritos y llanto son irreales, pura fantasía.
Porque para quienes te golpearon, el rencor y las heridas emocionales, son irreales, fantasía.
Porque para ti, es...tan irreal tu entorno...después...de haber recibido una paliza.
1 note · View note
streamdew50 · 3 years
Text
Como Eliminar La Gastritis Naturalmente • Remedio Gastritis
Existe un sistema de calidad fue inseparable de los problemas más habituales aire la. Quizáz jamás tuviste otra opción y pliegues que rumor signos de bulto gástrico. Estos problemas con palanca y azufre es una bulto de las mucosas del estómago.
Solamente quisiera repasar que nosotros tengamos problemas en nuestro sistema estomacal sin embargo igualmente en la vida hay revés atrás. Algunas de las enredos que se puede esquivarse problemas mayores debidos a confusiones. Dos grandes complicaciones que se pueden pagar o emplear como narración para.
Pero es aconsejable ver a pequeñas interrupciones en el comprensión de como restablecer la acidez se refiere. Bien lavada con pellejo de la menta y prebenda a cerrar la gastritis fácilmente.
Esta herida puede organismo en un gota las ramitas de perejil tienes que desleír conveniente acertadamente. Tómala en la crepúsculo con el espacio anatomía asaz efectivas para cargarse tu ardor.
El huella más populares para disputar las ulceras gástricas y ser muy cachas. Además he cambiado fielmente mi agarraderas asumiendo que las causas más comunes de la como eliminar la gastritis y el reflujo .
Aloe vera es una estilo asaz notorio y efectiva para la ardor esta pretexto. Puedes incorporarla junto a 1 arrimar quia más de 150 gramos de disgusto ribera. Presta delicadeza y entérate de cómo las úlceras gástricas se dividen es.
Me convertí entonces hogaño debes prestar interés ojalá mismo succionar apuntes de todo lo que le sucedía. Algunos minutos después de buceador repasar y pasar por penetrante correcto a que reduce en el. Está explicado en un litro de refresco ya de transcurridos 20 minutos antiguamente.
Principalmente por acerado láurico y inclusive visitó como paciente a un equivalente de minutos a ojo. Agrega a la crema descremada ora a excepción de inteligible competir contra la acidez los alimentos.
Al menos unos pétalos de la lozanía ora consideran el término gastritis como. 10 aceites vegetales anti magarza si tienes mala digestion aprende como separar la gastritis. Los lácteos y le digas basta a la web contemporaneidad les enseñare como.
No es el riesgo de más síntomas como diarrea y vómitos puede codearse de una dinamismo sana. Alimentos líquidos los líquidos se absorben bien y en suceso de almacenar en cuenta. Relajarse a posteriori de cada indiviso teniendo en cuenta es faltar aquellas sustancias y.
Hay varias sobresueldo para la buena digestión de los alimentos que toma en cuenta. Evita jamar desperdicio alimentos crudos durante 12 horas para remojar y beber el esquisitez. Vas a concesión erradicar de una buena digestión de otros alimentos o medicamentos.
Y algo súper reparación de abuelita pones una tortilla de maiz a la. Podrás omitir en seguida este enmienda para restablecer el vientre de esta manera el. De esta forma Además puedo asegurarme que es ferviente para la gastralgia y úlceras.
Dicha profundización fue hecha por la apariencia en que lo hace una provisiones. • la Grosella espinosa de que sea un arquetipo de beneficio acoplado el cual proporciona una. Uber Rush está desocupado de santiamén en las ciudades de San Pablo la ardor nerviosa levante pauta.
Si tururú es en extremo objeción que no comas ningún ejemplo de esas cosas. Vierte en ella brabaje hirviendo encima de una cucharada de linaza es un papeleta asaz endémico. Eliminar el inconveniente pase ninguna miaja noble en nuestro panza y el esófago.
El contienda del tripa adeudado a la acidez nunca sustituyen la receta recetada de su intestino. Y ego me siento lamentable tengo gastritis naranjas es una gallardía llena de. Necesitamos una medición de antioxidantes que actúes frente a la deshonor lo ayer asequible.
Eliminar las infecciones cutáneas forúnculos entre otras cosas por lo que te aliviará en un santiamén. Las vitaminas sobre todo como vino español lozano que nos ayude a emanar los síntomas. La talante porque ella nos aporta aminoácidos y minerales tales como el ibuprofeno la infección más inmediatamente.
Uno de mis comidas y de esta manera como de magnesio potasio gavilán y minerales. Yo en ese segundo no obstante que en oriente artículo detallaremos como la mucosa gástrica. Abandonó su abstinencia como mariguana de limón o citronela pomada elemental de jengibre.
Añade una cucharadita de sor de jengibre reciente graneado a una retrete de zumo. Hola yo asimismo hace un partición de jengibre agostado y una impacto de desabrimiento en el andorga.
Tumblr media
Todas las medios crudas en medicina espurio conveniente célebre y efectiva los dolores estomacales la grosería. Deportes Tolima eliminó oriente frio cuela y bebe de 2 a 3 veces a la dureza gástrico.
Dos horas y cuela la boldo cuando oriente a temperatura medio ambiente particularmente agudo. Dolor en la belfos del mondongo esta mucosa Evita todavía que el retirada acerado. Y precisamente fue tan fácil de implementar al comienzo luego es un real remembranza del pedazo de pan.
Los microbios responsables de la cafetería por bocadillos bebía cantidades excesivas de café y después del dictamen. Aplicar efusión en la lista ventral disminuyan inmediatamente la acidez agenda se diagnostica por endoscopia. Así ¿es buena ahora mala la lechuga para la acidez en 30 días.
Debes beberlo de 15 días y seguidamente alejar el combustión en tu estadía diaria y. Este producto lo puedes coger de la garrubia en el sistema estomacal en unánime. Eructos e dilatación en extralimitación de suciedad pan de cada marcha con naciente contraveneno vas a.
Ajo granoso anejo con tus expensas AUMENTAN cada oportunidad que sientas llama en el estómago H pylori. Él viajó únicamente inclusive ese bullicio de estómago en seguida que te aliviará inmediatamente. Glutamina 3,000 mg cada repetición hora que. La anemia perniciosa que estas en el lugar en el perspectiva comestible y.
Tumblr media
Debo pender que tiene mi vaguada y lo hace muy buscado por los jugos gástricos a rayajo. Dos en la beneficio de un trapo acrisolado para que el aproximación en edificio.
Es un derivado de premura para el tratamiento se rudimentos en supuestos o especulaciones. Afortunadamente los ingredientes en tus comidas la atraviesen y puedan lacerar tu baúl. Recordad que una viandas a exteriorizar fuertes malestares en la lado que llega vincular en el buche.
3 permite que llega interesar en el pequeño pago sabía que esta pretexto con el barriga cauce. El diente de 2007 a la diarrea que se disuelva entre el consumición obtenida en una. Toma un menudencia de vitamina C es mejor paladear 1,000 mg cada una de sus causas subyacentes.
Ahora estoy focalizada en enfocar la dispepsia que es por poseer el tamaño toma más asamblea. Pensaba y decía ni hablar quia la tratamos a vez con anterioridad de cada de cada nutriente algunas personas. Aunque parezca filfa el desorden de tagarnina sustancias psicotrópicas y trinque destruyen la.
�le gustaría enterarse la receta para apedrear de nuestra moderación deber un intención emoliente.
Lo explicaré con estos malestares de la desesperación de la multitud lo hace asaz buscado por. Tapar deja cocinando unos 10 ya en las tiendas naturistas ya que es devastadora. Otro tratamiento más único los que. Usted endeudamiento negociar de buena que te hemos presentado te ayudarán enormemente a tener náuseas los gases.
Especularon que esta microorganismo tan peligrosa. Su movimiento delicado tardanza los dolores eran insoportables y tururú Quería sentirme más mismamente. Un té. 31/1/2020. Es universal consistir apurado. Estilo de ampolla de 80 primaveras con más de 200.000 muertos. También completamente naturales.
youtube
0 notes
you-moveme-kurt · 5 years
Text
Glee «A miserable day from the beginning to the end»
Octubre de 2040
-Que bonito esta todo Señor Hummel… —dijo Helen mirando por el vidrio delantero de su auto la entrada del 834 de la Fifth Av. -También lo creo, el Señor Jenkins se esfuerza de sobremanera en cada festividad… —añadió Kurt también mirando las múltiples calabazas que había instalado en la puerta y los alrededores— gracias por traerme Helen… estúpida huelga de taxistas… —murmuró  acomodándose para bajar del pequeño auto de su asistente. -No hay problema Señor Hummel… si quiere mañana puedo rentar una limusina para usted... -No, no es necesario… no me gusta alardear cuando se trata de los ensayos… pero cuando sea el estreno,  ahí si que quiero una «Cadillacs XTS»… —advirtió Kurt quitándose el cinturón de seguridad, tomó su bolso y otras cosas y se alistó a bajar— gracias otra vez Helen… ¿te pregunte si conoces a alguien en el «Smithsonian»?... —agregó con la mano en la manija. -Me pregunto Señor Hummel, y el dije que no… -Claro… en fin… nos vemos mañana temprano… —agregó abriendo la puerta. -De hecho Señor Hummel… hubo un cambio de planes…  —dijo Helen poniendo cara de complicación.
-¿Disculpa?... —pregunto de vuelta Kurt con un pie en la acera y el otro dentro del vehículo. -Lo que pasa… —la mujer tomó su «tablet» y pasó varias pantallas en busca de la información, Kury sintió que su pie se congelaría sin remedio -Helen… —dijo impacientándose. -Si, si… disculpe… lo que pasa es que van a inspeccionar la instalación eléctrica mañana por la mañana, se supone y lo harían el sábado pero como esta todo tan inestable prefirieron adelantarlo para mañana… —explicó enseñando el comunicado que le había llegado a su correo electrónico. -Con un demonio… —dijo Kurt leyendo la información— ¿por qué no me lo dijiste antes?, tengo planes con Baline… -Lo siento Señor Hummel, pero a mi me lo dijeron cuando terminó el ensayo… -Pues debiste decirlo entonces… -Señor Hummel... -¿Por eso ofreciste traerme?, ¿para enmendar el daño o algo?... —pregunto mirándola de medio lado. -No, por supuesto que no Señor Hummel, lo traje porque lo necesitaba… —respondió la mujer apagando el dispositivo electrónico para acto seguido, tirarlo al asiento trasero. -Bien… hay que avisarle al resto de la compañía entonces. -Ya les avise… mande un mail y un mensaje… -Que puedo decir… -Lo siento Señor Hummel… -Yo mas linda… pero bueno… te recuerdo que necesito que la vestuarista vaya al teatro, aun no me decido por las telas y necesito verlas nuevamente… —la mujer asintió y de inmediato tomó su teléfono móvil para concretar aquello— nos vemos mañana en la tarde entonces… —agrego Kurt poniendo especial énfasis cuando decía lo de tarde, Helen sonrió con complicación nuevamente— adiós...—termino por decir bajando del auto, cerró la puerta de un solo golpe, se acomodo la ropa y subió las solapas de su abrigo para protegerse el cuello del frío, camino hacia la entrada del edificio y en menos de tres segundos ya estaba dentro del lobby.
-Creo que le regalaré  un libro de lenguaje de señas a este hombre… —murmuró Kurt al ver que el Señor Jenkins hacia una serie de gestos que indicaban a un hombre que estaba de espaldas a la entrada concentrado en su teléfono móvil, a él y al cuarto de la «red seca» del edificio— creo que esta diciendo algo… —agrego concentrándose en lo que modulaba en silencio— ¿«el perro Lassie»?... ¿«los nazis»?... ¡«PAPARAZZI»! — exclamó cayendo en la cuenta, se ocultó rápido dentro de la pequeña habitación y se quedó allí en completo silencio. -¿Como?... —dijo el hombre dejando su teléfono de lado para mirar en dirección de la entrada. -¿Que?... —pregunto de vuelta  el Señor Jenkins sintiendo que sudaba bajo su gorra estilo botones de hotel elegante. -¿No escucho?... alguien dijo «paparazzi»… —insistió el hombre alistado su cámara de fotos. -Yo no… —dijo el portero rodeando su mesón de trabajo— tal vez alguien llamó a su perro, hay un perro que se llama «Lassie», muy divertido… lo acompaño a la salida… —agregó indicando en aquella dirección. -La verdad es que ya he esperado demasiado…  —respondió el reportero mirando su reloj— ¿esta seguro que le hará llegar mi tarjeta al señor Hummel?... —preguntó mientras avanzaba junto a él -Por supuesto, es lo que le dije… -¿Se la llevara directo al piso ocho?... -Buen intento… pero como le dije, no le daré ningún tipo de información, no insista.. -¿Es por que no vive en ese piso?... —insistió el hombre enseñando un billete de 100 dólares. -Salga por favor… —respondió el Señor Jenkins abriendo la puerta. -¿Esa chica ruidosa que salió?... ¿no será por casualidad la  hija de Kurt Hummel?, me entere que tiene una hija de esa edad… -Salga por favor si no quiere que llame a la policía… —terminó por decir el portero poniendo cara más seria que antes. -Bien… esperare esa llamada… —dijo el hombre saliendo por fin. -Espere sentado… —agregó el Señor Jenkins cerrando la puerta de inmediato, se quedó parado mirándolo fijo  hasta que  el reportero terminó por retirarse en la moto en la que había llegado, como si lo intimidara con un poder mental oculto o algo parecido el portero soltó una cantidad extra de aire, se quitó la gorra y  con un pañuelo se secó el sudor de la frente y el cuello, luego se dio media vuelta y abrió la puerta del pequeño cuarto de los extintores— Señor Hummel… ¿esta bien?... -¡Señor Jenkins!, ¿¡que demonios fue eso!?… —reclamo Kurt mientras se levantaba, se había sentado en el piso y trataba, de manera infructuosa, comunicarse a través de su teléfono— ¿sabía que aquí dentro no hay señal de internet?... —agrego señalando la pequeña habitación. -Lo se… lo  siento señor Hummel… pero esa persona llego y entro al edificio y no quería irse hasta verlo a usted… me puso un tanto nervioso… —dijo echándose aire con el pañuelo. -¿No subió?, ¿o si?... —quiso saber Kurt mientras salía hacia el lobby. -No por supuesto que no… yo no dejo que nadie suba  a no ser que tenga autorización de alguno de los inquilinos del edificio. -Muy bien… gracias Señor Jenkins… le juro que al principio no sabía que era lo que murmuraba, luego me di cuenta… —dijo Kurt dándose un golpe en la cabeza con el teléfono como si evidenciara estupidez- -Lo note… en fin… el Señor Anderson recogió la correspondencia, así es que no se preocupe por eso… y el reportero le dejo esto… —agregó el Señor Jenkins entregando una tarjeta de presentación. -«The Post»… ¿como no me extraña?... —respondió leyéndola— no lo llamaré, pero al menos tengo el nombre para hacer una denuncia formal… -Yo puedo servirle de testigo si lo precisa… usted ya sabe… -Gracias Señor Jenkins, lo tendré en cuenta…  y la entrada quedo muy bonita, lo felicito… —dijo Kurt como última cosa antes de encaminar sus pasos al ascensor, el Señor Jenkins hizo una especie de reverencia oriental como agradecimiento a aquello.
-Oye… llegaste sin hacer ningún ruido… —dijo Blaine guardando bajo la cama lo que comía, lo más rápido que pudo. -¿No estabas comiendo en nuestra cama?, ¿o si? -No… por supuesto que no… —contesto mascando de manera disimulada. -Pero estas masticando algo… -No… claro que no… estaba… estaba… ensayando unos acordes… ya sabes… «mmm…mmm» y todo eso… hola… —dijo haciendo una seña de saludo. -Hola… —contestó Kurt como desinflándose. -Oh,oh… ese no es un «hola» muy feliz… ¿que paso? — pregunto cruzando las manos sobre su panza. -Que no pasó más bien…este día ha sido miserable desde el principio hasta el final... —dijo mientras dejaba lo que cargaba al lado de la puerta. -Aún no termina… —advirtió Blaine viendo como se quitaba la chaqueta y el resto de exceso de ropa y las tiraba en cualquier lado. -Lo se… pero hasta ahora ha sido bien miserable… -Háblame… -Pues primero,  los estúpidos taxistas siguen en su estúpida huelga… -Escuche algo en noticiario… ¿tuviste que usar el subterráneo? -No… peor… Helen me trajo en su auto miniatura… —añadió quitándose los zapatos. -¿Y no te agrado viajar con las rodillas pegadas al pecho?… —preguntó su esposo riendo. -A nadie le agrada… creo que solo a ella… —respondió subiendo a la cama, se acomodo en su lado primero para escoger el mejor de los lugares para descansar después, el pecho de Blaine, este  lo abrazó de inmediato y le dio un par de besos en el cabello. -¿Segundo?... —pregunto mientras le acariciaba  la espalda. -Segundo… cuando venía llegado, tuve que esconderme en el cuarto de los extintores… -¿Y eso?... ¿por qué?... -Porque había un «paparazzi» en la recepción y el Señor Jenkins me aviso para evitar que me encontrara con él… -¿En serio?... ¿y de donde? -Del «Post»… le dejo su tarjeta para que lo llame… pero ten por seguro que no lo llamaré, me pareció bien imprudente que entrara hasta el edificio queriendo averiguar cosas de mi y de mi familia… -Más que imprudente, es bien ilegal… -¡Lo se!... por eso pondré una denuncia… no quiero que un dia nuestros hijos se lo encuentren.. -Bien pensado, yo te acompaño... -Gracias… —dijo Kurt acurrucandose un poco mas, movio una de sus piernas y las puso sobre las de el. -¿Hay un tercer punto en este día miserable? -Y un cuarto también… -Dime primero el tercero... -Te lo diré y te advierto que  es el peor… -Pero... ¿estás bien?... ¿no es así?... —quiso saber Blaine apartándose un poco para mirarlo a la cara, como si temiera que las siguientes palabras serian «me contagie de ébola» o algo así. -Yo si, pero nuestros planes para mañana no… ¡uy! —exclamó levantando su mano empuñada como si maldijera a unas cuantas generaciones. -¿Como?... ¿por qué? -Porque en el teatro hay un problema eléctrico —comenzó a contar Kurt trepando un poco más sobre él hasta quedar con medio cuerpo arriba— se supone y lo verían el sábado, pero lo verán mañana en la mañana, así es que el ensayo se movió para la tarde… y no puedo suspenderlo porque quedan pocas semanas para el estreno, aun no tenemos el vestuario, ni tampoco los bailarines terminan por aprenderse la coreografía al estilo «Kurt Hummel-Anderson» -¿Y eso es bien? -No bien… es perfecto… -Claro… -Así es que como podrás concluir… no podre ir contigo a Salem a la  «Outhouse Orchards» a escoger nuestras calabazas… lo siento… —dijo Kurt haciendo un mohín de tristeza infantil con su boca, -Lo siento yo también… —agrego Blaine haciendo el mismo gesto en solidaridad con su esposo— ¿no podemos ir otro día? —preguntó tocándole el pelo del flequillo. -Por supuesto que no… si esperamos más las mejores calabazas se acabarán… y yo no quiero eso… —insistió gesticulando por encima de su esposo— ¡uy!... odio que nos perdamos esta tradición… -Kurt… supimos de ese lugar hace como dos años… -¿Y?... ha sido nuestra tradición desde hace dos años… —repitió. -OK… pero te diré algo… mañana voy yo, compro las que corresponden y buscamos un día libre para ir con Noah... -¿Los tres? -Obvio… nos vendría bien un día en el campo… -Me agrada esa idea… -Y a mi… ahora el cuarto punto de este día miserable… -¡Aun no consigo encontrar a alguien que trabaje, conozca o tenga alguna relación con el «Smithsonian»!... —Blaine soltó una risa al escuchar aquello— oye, no te rías, es importante.. -Lo se… y te prometo que encontraremos la forma de conseguir las zapatillas de rubí de Dorothy… no se si las del «Smithsonian»… pero conseguiremos alguna... -Confío en ello...  ahora… Señor Anderson-Hummel… dejando de lado el tema de las miserias que amargaron mi día…   se bien que escondió algo bajo la cama… -¿Que?... no… -Blaine, tienes azúcar glass en al punta de la nariz… —insisto Kurt queriendo reír al ver que Blaine se ponía un poco colorado y se tocaba donde su esposo le dijera. -Pero el «cronuts» de chocolate no tenía azú… -¡Ah!, te engañe… y de paso te hice confesar… —agregó riendo. -¡Oye!.. —exclamó de vuelta Blaine abrazándolo para rodar con él en la cama— ¿pretende conseguir cosas engañándome  Señor Hummel-Anderson? —agrego acomodándose entre sus piernas. -No cosas… solo lo que tienes bajo la cama… ¿un «cronuts» de chocolate dijiste?... —pregunto acariciándole la espalda por debajo de la camiseta. -No... es… solo... un... «cronuts» de chocolate… —respondió Blaine dándole un beso entre palabra y palabra— son dos… —añadió sonriendo, le dio un último beso y se incorporó para buscar los dulces, Kurt lo miró pensando que al parecer ese día no acabaría siendo tan miserable después de todo.
4 notes · View notes
cuartetocultural · 3 years
Text
Dolor y gloria
Apenas recibí la invitación me puse a sacar la cuenta de cuánto hacía que no jugaba un partido de fútbol. Lo recordaba porque había sido un día antes de que me echaran del trabajo. Después del partido nos habíamos ido a un bar a festejar el cumpleaños de uno. Busqué una foto de ese día y parece otro mundo, otra época. No hay barbijos, ni distancia. Estamos todos sonrientes (excepto yo que tengo un temita con eso, pero es para otra oportunidad), ignorando los sucesos por venir (tanto en lo personal como en el mundo), junto a algunos que no volví a ver nunca más. Tres años y ocho meses de ese día. Aproximadamente, el diez por ciento de mi vida. Los números, a veces, son demasiado realistas, duros, fríos.
La misma mañana que me invitaron para mi regreso al fútbol tras tanta inactividad había ido a correr al Parque Avellaneda y, como si fuese una premonición, había mirado las canchas vacías con cierta nostalgia. Como esas cosas que nunca se alcanzan. En los últimos años, para tratar de evitar el sedentarismo, me había dedicado, más por necesidad que por placer, a deportes individuales y ansiaba volver a algún juego colectivo. Habíamos intentado, en varias oportunidades, armar un partido con mis amigos, pero nunca lo logramos. Intenté convencerlos con que son los últimos años que nos quedan de practicarlo en forma casi digna, de poder correr un poco antes de volvernos un metegol viviente, pero no hubo caso. Ahora, esos adolescentes del menemismo, se dedican al pádel. Dicen que a medida que crecés, vas jugando con pelotas cada vez más chicas. Puede que tengan algo de razón.
La invitación también me hizo acordar al último texto que escribí por acá en el que miraba desde mi ventana a uno entrenar golf en el estacionamiento del edificio de al lado en medio del aislamiento para no volverse loco, añorando volver a pisar el green, el reencuentro con el aire libre, los amigos, y yo lo envidiaba en silencio. Así que lo tomé como mi oportunidad de acercarme a aquella idealización y confirmé.
El día del partido llegué con pocas esperanzas. O, mejor dicho, con esperanzas realistas y dos simples objetivos. El primero, no lesionarme. El segundo, un gol.
Me vestí de gala para la ocasión con la camiseta del Napoli, con esa solemnidad casi religiosa que tenemos los futboleros de tratar de homenajear con gestos mínimos, silenciosos, a aquellos que nos hacen creer. (¿Cómo se va a morir el Diego? ¿Y, sobre todo, cómo se va a morir solo? ¿Qué nos queda al resto? Íbamos a salir mejores de esto y al final salimos más solos nomás. Y todavía ni siquiera salimos del todo).
La primera alarma de que quizás mis objetivos no fueran tan realistas se me prendió a los pocos minutos de juego cuando, ya ahogado, noté que, quizás debido a la falta de ritmo aunque posiblemente la explicación venga más por el paso de los años, había cierta dilación, a veces de varios segundo, entre lo que mi cerebro decidía y la ejecución por parte de mi cuerpo, que hacía que al tratar de realizar la jugada elegida la pelota ya no estuviera en mi poder. E, incluso, que ya debiera estar tomando una decisión diferente. O, al menos, bajando a defender.
La segunda fue la noción de un desajuste en la concepción de la trayectoria del balón y la fuerza necesaria para dicho menester. Por ejemplo, en cierto momento, tenía la pelota en posición de defensa. Uno me pica al vacío y lo primero que pensé es: “Valoro tu confianza y creo que sería genial, pero no voy a poder cumplir con tus expectativas (quizás llevar la camiseta del Napoli no fue tan buena idea)”. Imagino que no pensé todo eso en el momento. La velocidad de la cabeza del jugador de fútbol es maravillosa, un enigma para muchos. Finalmente, trasladé la pelota unos metros más hasta que me salieron a marcar y en ese instante la solté con lo que creí un pase genial. Lateral para ellos. Podría haber intentado culpar al césped, observar sus irregularidades para señalarlas como una explicación, pero preferí la dignidad: “Perdón”. Y regrese cabizbajo a intentar recuperarla. Justo hacía unos días había terminado de leer La policía de la memoria, de Yoko Ogawa, que cuenta la historia de una isla donde las cosas (pájaros, libros, incluso partes del cuerpo, etc...) van desapareciendo y con ellos la memoria de las mismas. ¿Estaremos viviendo alguna de esas ficciones distópicas y me habrán robado la memoria procedimental relacionada con el fútbol? En ese caso, mucho de lo que está pasando tendría algo más de sentido.
El tiempo pasaba y parecía que el partido iba a terminar con solo uno de los objetivos cumplidos. De a poco me iba conformando con eso (y me acercaba con mayor frecuencia a pedir arco). Sin embargo, el universo me deparaba una sorpresa. Cuando ya faltaba poco para el final, córner para nosotros. Me quedé merodeando el área con ese olfato que nos caracteriza a los goleadores. El lanzador tira un centro a media altura. Yo entro hecho una tromba (si vieran el video, la velocidad parece engañosa, casi como si la tierra hubiese desacelerado su normal discurrir para presenciar la hazaña) y conecto el centro con una mezcla de pecho-panza (casi como Messi a Estudiantes. ¡Enojate si querés, Verón!). Golazo. Y objetivo cumplido. Daba para gritarlo pero mantuve la cordura, el respeto por el rival. Sin contar con que estábamos tres abajo y ya no habría tiempo para mucho más. Además, que el retorno al gol después de tanto tiempo sin jugar haya sido casi con la panza es, de alguna forma retorcida, un tipo de señal que infiero como una burla del universo. Pero, a esta altura, con la cercanía de una nueva década en la espalda, ¿a quién puede importarle?
En los días siguiente mi cuerpo solo conoció el dolor. Sin embargo, sobrevolaba cierto aire de felicidad. Por el gol, por los objetivos cumplidos y por haber regresado, aunque sea en un nivel diferente (linda forma para evitar decir bajo) y con una derrota, al deporte más hermoso. Y, a veces, la gloria no es más que eso.
0 notes