bnas :D podria hacer una peticion de un fic enemies to lovers donde a mc la secuestran y/o hacen daño con keiji de ikesen?? si no es de tu agrado puedes borrarla ^w^
Un solo paso
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Categoría/Trope: Enemies to lovers
TW: Menciones de violencia no explícita
Necesitaba decírselo a alguien, necesitaba quejarse de él y de lo horrible que era con ella, pero no podía ser alguien dentro de las fuerzas Oda.
Y así fue como terminó aquí, en una casa del té, con su ninja moderadamente asombroso y compañero de otro tiempo; quien solo asentía ocasionalmente mientras ella sacaba todo lo que tenía guardado semanas atrás.
—No me agrada, apenas puedo tolerarlo. — cuando finalmente terminó de sacar todo, llegó a esa conclusión, Sasuke se tomó el mentón y volvió a asentir con la cabeza.
—Para no agradarte si que hablas mucho de él. — MC sintió un escalofrío al entender la insinuación que estaba ofreciendo su amigo.
—No, ni se te ocurra, Sasuke. — ante la mirada acusatoria que le aventaba su compañera, Sasuke levantó ambas manos en forma de rendición —No busques cosas donde no, solo… solo necesitaba a alguien con quien sacarlo, alguien fuera de los Oda.
—¿Por qué no? Ya sabes lo que dicen, del odio al amor hay un solo paso.
—Nunca dije que lo odiaba. — miró atenta el rostro de Sasuke, tratando de entender qué gesto estaba haciendo - a pesar de su poca expresividad. —¿Estás… alzando una ceja?
—Sí lo viste, quizás está mejorando mi condición. — sus comisuras se levantaron un poco y continuo —Pero ese no es el punto, dices no tolerarlo pero tampoco odiarlo, incluso después de enviarme una señal de humo y hablarme de él por más de dos horas, perdí la cuenta de cuantas veces pedí que me sirvieran más té.
MC sintió su cara acalorada, ahora sentía pena de haberlo hecho ir solamente a escucharla quejarse de su nuevo no-amigo.
—Incluso si no lo odiaras, ¿qué tiene de malo que le digas a alguien de los Oda? Que dos personas se lleven mal no es nada raro y no habla mal de ninguno, solo es… poca compatibilidad. — su razonamiento estaba bien, y MC lo sabía, quizás pudo decirle a Mitsunari, tal vez a Masamune o Ieyasu, los veía menos capaces de hacer un alboroto. Aún así…
—No puedo, Sasuke. Todos aprecian a Posi-Keiji, incluso cuando su exceso de energía los cansa, saben que pueden confiar en él para animar a cualquiera, porque todos lo quieren. Si digo algo… se preguntaran porque conmigo no es así, y tampoco quiero exponerlo.
Miro sus manos hechas puño, ni siquiera notó cuando las hizo así, devolvió su vista a Sasuke, y terminó su línea de pensamiento.
—No me agrada ayudarlo a mentirle a mis amigos, pero tampoco quiero que pierdan algo que consideran útil o valioso.
Una vez más, Sasuke sonrió ligeramente. —Siempre pensando en los demás, MC. — su gesto estoico volvió a plagar su rostro. —Debo irme ya, pero no dudes en llamarme para quejarte de tu no-amigo.
Aquello le trajo una sonrisa a MC. —Siempre puedo confiar en mi ninja moderadamente asombroso, gracias Sasuke, de verdad.
Un “guiño” de su parte fue lo último en esa conversación.
Había pasado de estar cómodamente hablando con su aliado del futuro, a sentir que la vena del cuello le iba a reventar.
—MC, MC, MC… ¿qué diría Hideyoshi si supiera que no sales con amigas sino con un hombre? — al dar la vuelta en una esquina, se encontró recargado en la pared con quien menos quería ver.
—¿Me estabas siguiendo? Has caído aún más bajo de donde ya estabas, Keiji — en las semanas de coraje y rivalidad que tenía con él, había aprendido a domesticar mejor sus reacciones, al principio probablemente hubiera dado un brinco a saturno del sobresalto.
—¿No será al revés? Siempre que salgo te encuentro de algún modo, ya tengo suficiente con verte diario en las lecciones de defensa. — una sonrisa le cubrió el rostro —No negaste andar viéndote con un hombre, ¿qué dirá la gente ti, princesa de los Oda?
—No me estoy viendo con él de la forma que te imaginas, ¿y desde cuándo te importa con quién me veo? — Keiji se enderezó y comenzó a andar.
—No me importa con quien te ves, sino que dices — siguió hablando como si nada, como si supiera que ella iba detrás de él. —Para mi mala suerte, cierta mujer tonta tuvo que descubrir mi secreto, y ahora debo estar pendiente de que no lo difunda.
—¿Te mataría ser amable conmigo por una vez en tu vida? — Keiji la miró de reojo, en algún punto iban uno al lado del otro.
—¿Entonces te estabas viendo con él como amigos o como algo más? — cambió de tema, odiaba que cambiara de tema.
—¡Por amor a…! — MC lo volteó a ver con ira irradiando de ella. Sí, había mejorado en mantenerse tranquila, pero aún le faltaba un largo camino. —No puedes cambiar el tema solo porque sí, Keiji.
—¿Ah no? — y esa sonrisa, esa sonrisa de nuevo. MC bufó y siguió caminando sin voltear a verlo.
—¿Por qué insistes tanto con eso? Dijiste que no te importaba con quien me veía.
—Ah, no me importa, pero me parecía raro. Eres demasiado molesta, irritante y ruidosa, no creí posible que alguien se fijara en ti. — la mirada ofendida de MC y la burlesca de Keiji se encontraron de nuevo, siempre acababan así.
—¡Tú…! — y como si eso no fuera suficiente, le dio unas palmaditas en la cabeza, como si tratara de consolarla.
—Te hará daño enojarte tanto, MC. ¿Qué no ves a Hideyoshi con Mitsuhide?
—Ya es suficiente, me voy. — se dió la vuelta, y comenzó a caminar.
—¿Vas a comprar tela? — le cuestionó, sin moverse de donde estaba. MC lo volvió a ver, confundida de que supiera a dónde iba. —Lo pasamos hace rato.
Su rabia se bajó de inmediato y miró a su alrededor, ¿cuándo habían llegado hasta ahí? ¡El local quedaba varios puestos atrás!
—Iba a irme al castillo, pero quizás sea buena idea llegar a ver que tiene nuevo. — no iba a aceptar que él adivinó a donde quería ir, pero no era necesario que lo hiciera para que Keiji lo supiera.
Tras pasar unos puestos atrás, Keiji hizo una reverencia hacía ella para darle el paso.
—Damas primero.
—Vete al diablo. — Keiji fingió sorpresa, como lo haría una tía al escucharte maldecir.
—¿Qué diría Hideyoshi si te escuchara?
—¿Qué diría si supiera tu secreto? — el silencio del otro lado la obligó a voltear, se encontraba parado, viendo las telas con la mirada perdida. —¿Qué? ¿No hay comentario sarcástico de regreso? ¿Se te acabó tu repertorio?
—No lo harías. — la volteó a ver con una sonrisa retadora. —Te gusto demasiado para hacerlo.
—¡JA! Sigue soñando.
Algo bueno había salido de que Keiji se quedara a molestarla, le estaba cargando la mitad de sus compras.
—Se ha hecho tarde… — comentó MC, tras unos minutos de caminar en silencio
—¿Desde cuándo haces charlas triviales conmigo? — le cuestionó Keiji, que parecía no importarle lo oscuro que estaba ya todo.
—Desde que llevamos un buen rato en silencio, es incómodo. — Keiji la volteo a ver, alzando una ceja.
—No me digas que extrañas que te moleste — MC volteó los ojos y lo miró de mala gana.
—Ya vas a comenzar, nunca puedo tener una plática medio decente contigo… — mientras la seguía viendo, Keiji trató de estudiar su rostro, su lenguaje corporal siempre era demasiado honesto, estaba asustada.
—¿Por qué tienes miedo? — MC sintió un escalofrío recorrerle por la espalda.
—¿Cómo…?
—Ya te lo había dicho, tienes que educar tu cuerpo, todo tu lenguaje corporal grita que tienes miedo. ¿De qué tienes miedo? — recordó lo que habían estado diciendo los días pasados, miró a su alrededor.
—Está muy oscuro, es todo. — no era eso.
—No me digas que te da miedo la oscuridad, MC. — Keiji la miró con incredulidad.
—Uy, pues perdón, señor “no le temo a nada”. — bufó MC —Deja a una chica tener miedo por algo, ¿quieres?
—No me estaba burlando, ¿por qué me burlaría de algo así? — no puedo evitar preguntarse qué imagen tenía de él si creía que se burlaría del miedo de otros. —Todo el mundo le teme a algo.
—¿Ah sí? ¿A qué le temes?
—¿En este momento? A que puedes destruir todo lo que he construido, y no podré hacer nada más que ver como arde todo.
No era como que MC no lo hubiese pensado, pero pegó más cuando Keiji lo vocalizó. Sacar la verdad sobre él implicaba muchas cosas, entre ellas que todo el tiempo que ha servido a los Oda ha sido ocultando quién es.
—Ahora lo entiendo. — una sonrisa sincera se formó en el rostro de MC.
—¿Qué cosa?
—El por qué vuelves. — lo miró y Keiji seguía sin entender. —Podrías amenazarme para mantener tu secreto oculto, pero eliges pasar el tiempo conmigo, incluso cuando no nos llevamos bien. Debió ser difícil esconder quien eres por tanto tiempo.
—Vaya, no pensé… que realmente fueras tan tonta. — con eso comenzó a reírse a carcajadas, como si le hubieran hecho la mejor broma del mundo. —¿Qué sigue ahora? ¿Una declaración de amor?
—Ugh, creí que estábamos teniendo una conversación real. — MC suspiró y siguió andando, creyendo que la conversación había terminado.
—Pero… puedo decir que disfruto tu compañía… en pequeñas dosis. — antes de que MC pudiera voltearse y preguntarle qué había dicho, Keiji se echó a correr. —El último en llegar le explica a Hideyoshi porque llegamos tarde.
—¡No se vale! ¡Iniciaste antes!
Sentía que le iban a explotar los pulmones, no podía regular su agitada respiración.
Idiota.
Podía escuchar sus latidos resonar en los oídos, su presión estaba como loca.
Imbécil.
Y no es como que sus pensamientos mejoraran la situación.
Estúpido.
—Calmate, Keiji. No vas a lograr nada así. — se dijo a sí mismo, tomando aire. Miró a su alrededor, entre la oscuridad del callejón y su vista nublada, seguía tratando de encontrarla, ¿cómo se le pudo ocurrir eso? ¿por qué la había retado a correr así? —¡MC!
Retomó el ritmo al que estaba corriendo, de un extremo de la ciudad al otro, seguía sin poder encontrarla. ¿Qué iba a hacer ahora?
—Vas por el lado contrario.
—¿Qué? — se giró, topándose con un hombre que estaba cerrando su local, el último local abierto. —...¿Por qué está cerrando tan tarde?
—Si vas a dudar de mí, estás perdiendo tu tiempo. Sirvo comida a los viajeros, por eso cierro a esta hora. — el hombre suspiró y miró a Keiji. —Buscas a una chica, ¿no? ¿No has oído que han estado desapareciendo mujeres durante la noche?
Algo había escuchado, pero MC iba con él, estaba seguro que nadie los seguiría así.
—¿Por qué dijo que estaba yendo al otro lado? — le cuestionó.
—Solo una chica se salvó, dijo que la habían llevado hacía el bosque, solo creí que sería bueno buscar ahí.
Tras agradecerle rápidamente, salió corriendo hacía allá.
El sabor del metal era lo que menos le preocupaba a MC, quien miraba desde abajo a los hombres que la habían estado siguiendo.
Tonta.
Debió decirle a Keiji desde el principió, no importaba que solo hubiera visto una sombra pasar, debió decirle. Ahora estaba ahí.
En el suelo, cubierta de tierra y el labio partido. Si regresaba a Azuchi, le pediría ayuda a Ieyasu. Le dolió pensar así, si regresaba.
—Señorita… por favor, ya no los rete… — la niña detrás de ella le imploró mientras lloriqueaba. Era por eso que tenía que seguir retándolos, ¿cómo podían llevarse a una persona? ¿y más a una niña?
—Descuida, no dejaré que te hagan nada… — le sonrió antes de mirar a los secuestradores con rabia. —Esto no se va a quedar así, la gente con quien vivo se dará cuenta y van a buscarnos.
—Contamos con eso. — uno de los hombres respondió de mala gana. —En cuanto tu amigo le lleve la noticia a tu familia, nos haremos millonarios.
—¿Millonarios…? — y lo entendió, asumieron que por la ropa que llevaba que era una mujer noble o de alguna familia adinerada. Poco sabían que se estaban metiendo con el señor de esas tierras.
—En lo que esperamos, ¿quién tiene ánimos para un espectáculo? — la mente de MC entró en alerta, los sí y sonidos emocionados de la jauría de hombres no tardaron.
—El público te espera — el gesto de satisfacción del hombre le generó náuseas.
—Son repulsivos, moriré antes de que me hagan hacerlo. — el jefe del grupo se desesperó, y se levantó, tomando con fuerza a MC y levantándola. La niña que estaba detrás de ella retrocedió a una esquina, asustada.
—Escucha, arrastrada. No tienes idea de con quién te metes — MC se hizo pesada, tratando de soltarse, pero el hombre la tomó del cabello, jalando de él fuerza. —Mira princesa, o lo haces por las buenas, o lo hacemos por las malas, elige.
Tras el silencio de MC, el hombre jaló con más fuerza, haciendo que MC se quejara del dolor, de reojo logró ver a la niña cubrir su rostro, su corazón se hizo pedazos, no resistirán mucho así.
—¿Entonces? ¿Cómo va a ser? — MC volteo a verlo con rabia, y murmuró algo para ella. —¿Qué?
En cuanto se acercó, le escupió en la cara.
—¡Maldita criada! — el jefe levantó la mano hacía MC, quien solo se quedó quieta, esperando el impacto.
Tal impacto no llegó. El metal, una vez más el olor de metal plagaba todo, ahora también sentía un líquido correrle por el rostro y el resto del cuerpo.
Los hombres al mando del jefe se pusieron de pie inmediatamente, mirando horrorizados también. Una lanza le había atravesado el cuerpo, y MC conocía esa lanza. Eso fue lo último que vió antes de perder la consciencia.
Rojo, sangre, metal.
Rojo, sangre, metal.
Rojo.
Sangre.
Metal.
MC despertó agitada, mirando a su alrededor a oscuras, tocó su rostro y luego el resto de su cuerpo, estaba limpia, estaba a salvo en su habitación. Recordó a la niña y empezó a querer levantarse, pero algo la detuvo.
—Está bien, está durmiendo en otra habitación. —giró hacía donde provenía la voz, se encontró con su salvador, estaba segura que era su lanza.
—¿Qué haces aquí? — eso no era lo que quería decir, pero ver a Keiji ahí la hizo entrar en modo automático.
—Fue culpa mía — era la primera vez en tiempo que lo veía serio, pero no enojado o de forma grosera, parecía que había tomado muy enserio lo sucedido. —No te molestaré más, haz con mi secreto lo que quieras. ya no te voy a vigilar.
—Keiji… — MC intentó hablar, pero Keiji continuó, agitado.
—Odiame, está bien. — sonrió a medias —Reconozco que lo merezco, y por eso le diré a Nobunaga que tras dejar a la niña en casa me deje ir a la misión de mañana, no me verás en unas semanas, te dejaré descansar de mi.
—Keiji…
—Y también es excesivamente tarde hoy, tanto que es más bien temprano. Me voy.
No había terminado de dar el primer paso, cuando sintió que había jalado su mano, impidiendo que se fuera.
—Por favor, quédate…
Instintivamente quería voltearse y hacer uno de sus brillantes comentarios, “¿ya te has enamorado de mi?”, pero fue el temblor en las manos de MC y las lágrimas que amenazaban con salir lo que lo detuvo.
—Por favor… — volvió a insistir débilmente —Tengo miedo.
Keiji no dijo nada, solo se acostó al lado del futón de MC, pero eso era suficiente para ella, sabía que estaría segura así. Había sido una noche agitada, ambos habían sufrido por ello, pero aquella experiencia les había ayudado a dar un paso en su relación, un solo paso.
Y eso era suficiente.
Gracias por darme la oportunidad de escribir para ti, espero te haya gustado<3
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