Tumgik
#hermanas manitas
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DIHWYF Incorrect Quotes but it's mild Carmine sisters chaos
Because ✨sisters ✨
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Clara, staring at newly adopted Vaggie: Um...want a beer?
Odette: She's like...five!
Clara: I DUNNO, WHAT AM I SUPPOSED TO DO WITH HER?!
Clara: I'M BREAKING THE WINDOW!
Odette, whispering into her phone: Uh, hi- we locked our baby sister in the car and people are judging us.
Clara, now running around looking for a rock: I SWEAR TO GOD I'M GONNA BREAK IT!
Odette, whirling around: DO NOT BREAK THE WINDOW, YOU'LL GET GLASS ON HER!
Odette: But if you keep making up words, no one will understand you.
Young Vaggie: Clara will. Watch. *tugs on Clara's arm*
Clara: Yeah, squirt?
Vaggie: *complete gibberish*
Clara, immediately playing along: Whoa, are you serious?
Vaggie: *more gibberish*
Clara: I'd never considered that before!
Vaggie: *very serious gibberish*
Clara, patting her head: This changes everything.
Odette, facepalming: You're both crazy.
*Odette, spotting Vaggie trying to sneak out of her bedroom: Oh, not again. Come on, go back to bed before Mamá sees you.
Vaggie: But I don't want to go to bed!
Odette: Too bad, manita.
Vaggie, pouting: Why do I have to go to sleep? Why can't I just stay awake all night?
Odette, sighing and getting up to walk her back bed: Because that's the way the world is.
Vaggie: Well I'm going to make it so that's not how the world is!
Odette, tucking her in: That sounds like a big job. You're gonna need a full night's sleep for that.
Vaggie: Yeah, I will! *triumphantly snuggles in*
Vaggie, ten minutes later: Hey, wait a second-
Vaggie, curled up in front of the fridge: :(
Clara, spotting her: You alright, hermana?
Vaggie, sadly: I just miss Odette**.
Clara, sitting down next to her: Aw, I know.
Vaggie: And the fridge doesn't like me :(
Clara: I...know?
*Odette: Bed. Sleep. Now.
Vaggie, trying to hide behind Clara: But I'm not tired!
Clara: Yeah, 'Dette, she's not tired!
*they're both asleep in Clara's bed in ten minutes later*
Clara, snuggling lil' Vaggie: Big sister's going to drop-kick anyone that touches you 🥰
Odette, without missing a beat: And bigger sister's going to bail big sister out of jail.
Carmilla, cuddling Vaggie after she tripped and fell: I know it's tough, mija. But hey, how many times have you bumped your head or gotten a bruise while you're playing with your sisters?
Vaggie, holding an ice pack on her knee: Um...lots.
Carmilla: Right. And what do they always tell you?
Vaggie: ...don't tell Mamá?
Carmilla, who was fully expecting a different answer: What?!
Clara, who'd walked into the room to check on her little sister: Uh...I'll maybe come back later?
Clara, holding an ice pack to her sister's head: How much do you remember?
Teenage Vaggie, who'd just gotten into her first fight: Just the ambulance ride to the hospital, I think.
Odette: That wasn't an ambulance ride, I drove you.
Vaggie: But I heard sirens?
Clara: That was your girlfriend.
Charlie, clutching the largest teddy bear the hospital sold***: I got nervous!
Charlie, fresh into their relationship: If something happened to Vaggie, I...I couldn't live with myself.
Odette, completely straight faced: You wouldn't have to. Clara and I would kill you.
Vaggie, trying to sneak off with Charlie at a party: Guys, I need your help.
Clara: Oooh, ok. I have an idea.
Odette: Is it a bad idea?
Clara: *darts off in Velvette's direction*
Odette, jumping up to chase after her: CLARA, IS IT A BAD IDEA-****
Vaggie, walking by with a teapot:
Clara: Whatcha doing?
Vaggie: It's for Zestial. I'm planning on making some bad choices tonight and I want him on my side when Mom finds out.
Clara: Oooh, smart. I'll have to remember that.
Odette, not looking up from her laptop: I never realized the forethought that went into raising our mother's blood pressure.
BONUS:
Carmilla, trying to calm Lucifer down after he came to her for advice about Charlie: Look, I've raised three fully functional, well adjusted children and-
Luci, sniffling: You have three kids I don't know about?
Carmilla: ...
BECAUSE I LOVE THEM ALL
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Here's a link to the AU!
*these exchanges definitely took place less than an hour apart.
**Odette is fine, she's just on a business trip and her sisters are sad.
***That bear is not for Vaggie. She has a different one for Vaggie. The older Carmines got her that so she would calm the fuck down
****is this a hint as to how Charlie and Vaggie meet? 🤫
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sleazysleazysleazy · 3 months
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Mira muy fijamente a Gary Stuart. Le conoce desde hace años, de cuando trabajaba de organizador de fiestas y guateques. Ha sido su manitas de confianza, y cuando Mary le dijo de comenzar una promoción de lucha libre fue en el primer nombre que se le vino a la cabeza para ocuparse de todo lo necesario para montar el espacio físico de la promoción.
...
Sin embargo, ahora le está dejando a su querida hermana gemela, Laura Niccals, y su adorado Chevrolet Impala del '67
...
Para que vaya al aeropuerto a recoger a tres personas de las que dependen las futuras relaciones internacionales de la promoción, una de ellas siendo la campeona y cara de la promoción, y a una ex-alumna de talento inigualable.
...
Don't fuck up. Es lo único que le dice, con un hilo de voz, antes de dejar las llaves del coche en su mano, enlazadas a un llavero en forma de crucifijo.
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mikrokosmcs · 11 days
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gyeong seoja  -  mitad humano mitad okami  -  22  años  -  26 de mayo del 2002  -  geminis  -  general de la guardia del diamante  -  fc:  kang taehyun
tw: mención de racismo, intento de acoso
Su apellido Gyeong proviene de su padre adoptivo, que significa “fuerte”, mientras su nombre se deriva de “Seo” que significa tranquilo y “Ja” que significa amable.
Nació en luna llena, estando conectado con la luna y la naturaleza. Es el menor de los dos mellizos.
Es mitad okami y mitad humana, su madre provenía de un clan de youkais okami, o sea de lobos que, a diferencia de los zorros, son criaturas benevolentes y honestas. Al ser fuertemente penado el amor entre razas sobrenaturales y humanos, sus padres se emanciparon y gracias a ese mismo estigma, fueron asesinados. Eso dejó a Seoja y Sayuri, su hermana melliza idéntica, abandonados en el bosque, fuertemente unidos por las dos pequeñas manitas de los mellizos que se negaron a separarse hasta ser encontrados por el Capitán General de la Guardia del Diamante, Gyeong Seori, quien fue guiado por los lamentos y fuertes sollozos de los dos pequeños, siendo adoptados inmediatamente.
Seori nombró a sus dos hijos más pequeños (teniendo cinco más grandes), como él mismo, dándoles algo más que solo el apellido para que sean fuertes, sino también parte de su esencia.
A pesar del racismo contra las criaturas sobrenaturales, y que Seoja y Sayuri demostraban claras evidencias de pertenecer a la raza sobrenatural, como sus dos orejas y la esponjosa cola, y las dos marcas rojas debajo de los ojos, Saori no permitió que se le quitara a sus hijos y los crío como parte de su familia sin hacer distinción.
Seoja desde pequeño era más fuerte y poderoso que cualquier otro adulto, por ende, siempre fue maldecido y tratado como basura por adultos y niños cuando entrenaba con cualquier otra persona que no fuese su padre o sus hermanos mayores. Seoja siempre quiso pertenecer a la Guardia del Diamante, no por sus deseos de proteger al Rey de Zafiro o a sus herederos, sino para demostrar que era más fuerte que todas las adversidades que le había tocado vivir.
Se construyó una coraza alrededor para evitar ser ridiculizado, señalado por nepotismo o por llamarlo “tramposo” al ser mitad okami, siendo algo inexpresivo con desconocidos o con cualquiera a quien considere “inferior” o de “poca importancia” enervando a cualquiera que se quiera meter con él.
Seoja estaba muy apegado a su madre, su hermana melliza y su hermana mayor, siendo un niño de “mami” aunque su padre, asegura Seoja es su mayor orgullo. Se vuelve una masita y un niño pequeño cuando está con ellas.
Es general, estando militarmente solo por debajo de su padre.
Tiene un diente dulce, adorando todo lo relacionado a los postres
Es bueno cazando, subiendo montañas, pescando, acampando y cualquier cosa que requiera estar en el exterior
Sus orejas, la cola y cualquier característica como okami está oculta gracias a dominar ese poder, no obstante pueden salir a colación en momentos de mucho estrés o cuando está con alguien de confianza.
Sabe hacer armas rudimentarias.
Su poder se basa en la dureza y la protección del diamante, puede ser fuerte como uno e irrompible, siendo excelente en combate cuerpo a cuerpo, no obstante puede también crear proyectiles filosos de punta de diamante, atravesando la carne sin problema alguno. Maneja seis proyectiles en forma de flor de lirio, llevando a Sayuri (su nombre significando eso) con él siempre.
Maneja una lanza de doble filo con punta de diamante.
Su padre le enseñó que su fuerza era para proteger, no para lastimar, por ende, nunca ha utilizado su poder para ocasionar un mal indiscriminado. Va a la guerra, pero en nombre del Reino del Zafiro no por ideología propia.
Está enamorado del príncipe del Reino del Zafiro, Minjun. Desde pequeños tuvieron diferencias por sus personalidades, volviéndose unidos desde niños, separándose cuando tuvieron una fuerte pelea y volviéndose prácticamente “amantes trágicos” luego de unos años. Seoja daría la vida sin pensarlo por Minjun, nunca abandonándolo ni dejándolo desprotegido.
Presentó como un alfa, su esencia es la del cedro y el jacinto.
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intruzox69 · 11 months
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Marlén
Capítulo 5
Mi secreto infiel
A raíz de que se publicó mi relato, en el que cuento mi experiencia , he recibido varias felicitaciones y me animan a que siga escribiendo mis anécdotas sexuales.
Me dicen que mi temperamento es tal que sé disfrutar y me dejo llevar por el deseo. Déjenme decirles que yo no era así, alguien me convirtió en la mujer ardiente que me gusta ser, y fue un concuño, o sea, esposo de la hermana de mi marido, él sacó lo puta que escondía dentro de mí. Pero empecemos desde el principio;
Mi educación fue estricta, los novios que tuve, no pasaban de la manita sudada, aunque dentro de mí, deseaba algo más, si acaso con dos de ellos jugamos a masturbarnos, pero con ninguno tuve un orgasmo, pero ellos si eyaculaban.
Mi virginidad la perdí con mi esposo, siempre fue algo machista y celoso, y escuchaba comentarios de que él quería por esposa a alguien recatada, yo estaba enamorada y gustosa acepté casarme con él. En mi noche de bodas, me concreté a que me hiciera suya, no demostré mi gusto por el sexo, y él quedó satisfecho de haberse casado con alguien que de sexo no supiera tanto, según él, para enseñarme.
De recién casados vivimos con mis suegros, al igual que la hermana de mi marido y su esposo Oscar, éste siempre me cayó mal por presumido, es muy guapo pero me molestaba su presunción. Cierta ocasión en que sabíamos mi marido y yo que estaríamos solos, me dijo que lo esperara lista en la noche ya que íbamos a tener "relaciones", muy dentro de mí, estaba emocionada pues teníamos como tres semanas sin hacerlo por una u otra cosa.
Pero de repente llegaron todos, mis suegros, mis cuñados, y mi esposo nunca llegó, resulta que se encontró a Oscar y se fueron a beber, lo supe cuando llegaron y mi marido perdido de borracho, Oscar lo sentó en la sala, yo me quedé desilusionada ya que no iba a tener "relaciones".
Oscar supo que me molesté, y dejé a mi esposo en la sala mientras yo regresaba a mi recámara, tuve la idea de masturbarme pero me aguanté, pensando que mi marido podía levantarse y descubrirme, o bien, deseaba que se levantara y me poseyera, aunque solo fuera un mete y saca, con eso me conformaba.
Como estaba en mi recámara, me quité la bata y me quedé solo con un corpiño y un calzón de los pocos bonitos que tenía, no era una tanga ni nada, pero sí coqueto. Me cansé de esperar y me dormí sin cobijarme ni nada, esperando a mi esposo, esperando ser penetrada.
Mi recámara era toda oscura ya que las cortinas no permitían nada de luz, pues en ese tiempo, todavía me daba pena que aún mi marido me viera desnuda, y no quería que viera mi expresión de gusto cuando lo hacíamos.
De repente sentí unas manos acariciando mis nalgas, yo casi dormida creí que era mi esposo el que al fin se había acordado de mí, discretamente abrí mis piernas, fingía seguir dormida, las manos metían mi calzón a mis glúteos y lo volvían a acomodar, luego cerró mis piernas para quitarme el calzón, esas caricias eran extrañas para mí, supuse que mi marido como estaba borracho, me haría el amor como nunca, en ese momento pensé que si de eso se trataba, podía emborracharse lo que quisiera.
Cuando mi calzón quedó en las rodillas, las manos regresaron a mis nalgas, acariciaba también mi espalda y el nacimiento de mis tetas debajo del corpiño, pues estaba boca abajo.
Me quitó el calzón por completo, yo seguía fingiéndome dormida, creía que si cooperaba con "mi marido", perdería el encanto, y me cogería como siempre. Ya estando sin calzón, otra vez abrí un poco mis piernas, y esas manos me ayudaron para abrirlas más. De repente unos dedos entraban a mi vagina que estaba llena de jugos.
La manera de tocarme era diferente, la otra mano abría mis nalgas y tocaba mi culo, esa caricia era nueva para mí, imaginaba que el alcohol ayudaba a mi esposo a sacar su lujuria, el solo contacto de la mano masculina en mi ano me estaba volviendo loca y levanté un poco mis nalgas.
Las caricias cesaron y escuché que el intruso bajaba sus pantalones, se hincó en mis pantorrillas y siguió acariciando mi trasero, entre mis muslos sentí una verga, algo me decía que no era la de mi esposo, pero estaba ardiendo y no quería averiguar nada, solo deseaba ser poseída, escuchaba jadeos y luego sentí una respiración en mis nalgas que estaban muy sensibles, las manos abrieron de nuevo mis nalgas y una lengua recorrió la separación de ellas provocándome gemir, el que me hacía eso, se daba cuenta de mi disposición, siguió su trabajo sin hablar.
Cuando la lengua se ocupo de mi esfínter, me sentía en el paraíso, ni siquiera sabía que existiera esa sensación, los dedos maestros se ocuparon de mi raja, me di cuenta que el extraño traía barba y bigote, en ese momento me vino la imagen de mi cuñado, ya que mi esposo siempre ha sido lampiño.
El placer me impidió protestar, no me importaba nada, solo ser acariciada de esa forma tan sexual.
En el silencio del cuarto solo escuchaba el chasquido de los dedos con los jugos de mi panocha. Levanté mas mis nalgas para sentir esa lengua en mi clítoris, el causante de mi placer sabía lo que quería, así que lamió mi vagina con tanta delicadeza y paciencia que me volvía loca, deseaba que me poseyera, quería pedírselo a gritos pero me contenía, sin importarme ya nada empecé a mover mis nalgas en forma circular, sabía que si no lo hacía, me arrepentiría, me dejé llevar por la locura, eso permitió que un orgasmo, el más intenso que había sentido hasta ese momento, inundara mis entrañas, mis piernas temblaban y para no gritar de gusto, mordía mi almohada, apenas terminaba mi explosión orgásmica cuando sentí que mi panocha se abría sin piedad, un enorme miembro atravesaba mi vagina, con mis manos trataba de detener la impetuosidad del hombre que me poseía, sentía dolor y placer.
Cuando mis manos tocaron el pecho de él, lo sentí cubierto de vellos, ya no había duda, era Oscar el que me había enseñado el cielo del placer, con mis movimientos le indicaba mi aprobación por ser poseída de esa manera, su verga es tan enorme que con solo ser cogida estaba a punto de hacerme venir otra vez.
Mientras me cogía, trataba de meter sus dedos en mi culo, en ese tiempo muy apretado pues nada había entrado por ahí, ni un dedo siquiera, quizá solo entró la punta de uno de sus dedos, porque mis movimientos exagerados no se lo permitieron, pero si provocó que se viniera dentro de mí, el chorro de semen era tanto que sentí que mi útero ardía, ya no me contuve y de nuevo un orgasmo, el segundo más rico chocaba con la eyaculación de Oscar.
Se quedo sentado en mi trasero, yo no me atreví a voltear ni a hablar, no quería que se perdiera la magia de haber sido cogida, y al mismo tiempo, no sabía que decir.
Cuando sacó su verga, sentí la sensación de vaciarme toda, mientras se levantaba me dio un par de nalgadas, sentí que me agradecía, y se fue. Por un buen rato me quedé boca abajo, repasando los momentos vividos, y satisfecha como nunca.
No sé cuanto tiempo estuve pensando, pero ya en la calma sin querer pensar en las consecuencias, quise levantarme para limpiarme el semen que depositó en mí, y en eso vi a mi marido, completamente borracho sentado en un sillón que amueblaba nuestra pequeña recámara.
Estoy segura de que si me hubiera dado cuenta de que ahí estuvo en todo momento, nada hubiera sucedido. Ahí lo dejé, al despertar seguía en el mismo sitio, me levanté para empezar con las labores de la casa.
Al terminar decidí darme una ducha, aún sentía las caricias y la verga de Oscar, ya en la regadera, entró mi marido, que según él, quería contentarme, pero solo quería deslecharse, y lo hizo me pidió disculpas por no haber tenido "relaciones" la noche anterior.
Observaba como me enjabonaba y cuando me agaché se arrimó a mis nalgas, estaba muy excitado, como pocas veces, yo solo me empiné un poco y lo dejé que terminara, como andaba muy caliente sabía que se vendría enseguida, y así fue, no pude evitar compararlo con su cuñado, cerraba los ojos para invocarlo, pero todo era diferente, el tamaño de la verga, la experiencia y el saber provocar verdadero placer. Terminé de bañarme y lo dejé en la regadera, no podía quitarme de la mente lo sucedido apenas unas horas.
Por la tarde hubo una reunión familiar, Oscar se comportaba como si nada hubiera pasado, y se lo agradecí, había momentos en que envidiaba a mi cuñada, y muy en el fondo sentía que empezaba odiarla, a ella y a mi marido, deseaba ser ella y tenerlo para mí. Pero reaccionaba y trataba de disimular mi incomodidad.
La reunión era para darnos la noticia de que él y su familia se iban a otra ciudad. El hecho de que partiera lejos, me tranquilizaba, pero muy en el fondo de mí, sentía tristeza de saber que una cogida como la de Oscar ya no experimentaría, y se fue. Ni cuando se despidió, me habló de lo sucedido.
En la despedida familiar, nos abrazamos y les deseamos buena suerte, cuando me tocó despedirlo, me dio un apretón de manos, le respondí igual, pero a la vez daba gracias de que se fuera, pues no sabía que decir o como reaccionar cuando estaba cerca.
El tiempo pasó, no volví a tener otra experiencia similar, solo mi matrimonio y ya, creí que lo sucedido se olvidaría y ya, que nunca volvería a estar con él, pues en sus cartas sólo me mandaba saludos y en sus llamadas, nunca habló conmigo, sabía que había sido yo una de sus tantas aventuras, pues tiene fama de mujeriego, y tiene con qué serlo, mi experiencia con él fue mi secreto por varios años.
Mi vida matrimonial siguió siendo la misma, ¿orgasmos?, ya los extrañaba. Pero me conformaba con ser una mujer de hogar, y lo vivido era sólo un bono placentero en mi existencia, una rica experiencia, pensaba que ahora sí, me podía contar entre las mujeres que habían experimentado un orgasmo al menos una vez, en la relación sexual, y de que manera.
Cuando regresó con su familia, se portaba muy natural, con su indiferencia asumí que ya no le interesaba yo, ya que se rumoraba que tenía amante, y yo me descartaba por completo por ser de la familia y por que me sentía mayor, por no decir vieja, tenía 33 años, y cuando sucedió lo que les relaté, tenía 20.
Pero todo cambió, y otra vez establecido aquí, empezó a buscarme. Lo que aconteció después, lo contaré en el siguiente relato.
© Marlén
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rubimoon45 · 7 months
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SANGRE Y FUEGO
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PRÓLOGO
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-El aún sin coronar rey Aegon bajó de lomos de su enorme dragón, Balerion el Terror Negro, y se dirigió hacia la media docena de personas que aguardaban su llegada. Frente a él, el ejército del Norte se desplegaba en todo su esplendor, atentos a cualquier movimiento del ejército contrario, para defender las tierras y al rey que por derecho propio llevaba gobernando... Hasta que este hincó la rodilla y ofreció su corona sin mediar palabra con nadie. Los que se habían despertado norteños libres esa mañana, se acostarían siendo norteños pertenecientes a los nuevos Siete Reinos que los Targaryen estaban construyendo.
Los gemelos rubios, la joven princesa y el joven príncipe, escuchaban atentamente las palabras que salían por su boca. Era una viaja novela, escrita durante los tiempos de Aegon el Conquistador por un artista financiado por la reina Rhaenys a modo de propaganda política. Los niños se iban a la cama escuchando las hazañas de su ancestro siempre que podían, o que insistían en escuchar de boca de algún familiar cuando las doncellas les aburrían. Para tener solo seis años, eran audaces e inteligentes.
Naerys dirigió una rápida mirada hacia la vela que se consumía a su lado, que ya iba por la mitad de lo que había prometido. A sus espaldas, el aire cálido de la calle entraba. Desembarco del Rey dormía en el interior de la fortaleza, pero en el exterior, el bullicio debía de ser suficiente para mantener el reino despierto por mucho más tiempo que a unos niños revoltosos y con ganas de jugar. Las cortinas de seda de Essos se mecían con la cálida corriente. Su espalda se deleitaba con esa corriente. Por las tardes, la pesadez de la humedad y el calor se hacían insoportables
-Creo que ya es hora de que los gemelos se vayan a la cama.
-Sí, princesa -asintió ella.
La princesa suspiró una sonrisa y miró de nuevo hacia los niños. Si bien la miraban con esos enormes ojos suyos, las melenas rubias peinadas y bien cuidadas, sus manitas jugaban aún con los juguetes que las doncellas les habían ofrecido hacía rato. La doncella intentó arrebatarle uno a la joven princesa, pero esta le dirigió una mirada aguada y amenazante.
-No, por favor.
-La princesa está cansada, jóvenes príncipes, mañana os leerá más.
-No, ahora -replicó el joven príncipe. Naerys cerró el libro sobre su regazo y lo dejó a un lado.
Jaehaerys, el joven príncipe, y su hermana Jaehaera iban vestidos igual a diferencia de un cinturón marrón y otro verde para diferenciarlos. Su ropa de cama también era diferente, puesto que al ser aún tan pequeños y similares físicamente era casi imposible diferenciarlos.
Iba a regañarlo, nada más que una amenaza al aire con quitarle uno de sus juguetes favoritos, cuando la puerta se abrió y un guardia entró acompañado por el maestre, vestido entero de gris y con una cadena de la Ciudadela alrededor de la cintura.
-Princesa -el guardia se marchó, cerrando de nuevo la puerta. Naerys se levantó para recibir al maestre, al mismo tiempo que estiraba el brazo para darle una orden a la doncella. Esta se apresuró a cumplirla.
-Maestre Kylian.
-Esto es para usted. Acaba de llegar de Marcaderiva.
-¿Noticias de mi abuelo y sus aventuras?
-No me atrevería a leer sus cartas, princesa.
Lo sabía, y por eso solamente se merecía un premio en esa fortaleza. Todos querían meter las narices en los asuntos de otros, y cuando se trataba de la familia real, entonces el asunto era más grande que el de los nobles. Sobre todo, cuando podía estar relacionado con una sucesión, un problema en la salud de una persona o la amenaza entre familiares. Naerys se apresuró a desenrollar la carta, bajo la atenta mirada del maestre.
"Mi querida nieta, me gustaría darte buenas noticias de tu ciudad natal. Pero una amenaza se cierne sobre el Trono de Pecios, en Marcaderiva, y me veo obligada a enfrentarme a gente que consideraba mi familia hasta entonces.
Cuando estés leyendo esto, ya habré salido de Marcaderiva en Meleys para dirigirme a Desembarco del Rey cuando antes. Espero, si bien confío en nuestros mensajeros, que la carta de Baela también llegue a tiempo a tu padre, Daemon, y a quien ahora ostenta el título de tu madre, Rhaenyra, y sus hijos.
Espero a mi llegada poder verte y recordar a Laena juntas, si bien puedo dudar de que la paz llegue a nosotras"
Las manos se Naerys apenas se movieron. Un ligero temblor las hizo sacudirse, pero nada que no pudiera ocultarse con un rápido movimiento para disimularlo. Naerys enrolló de nuevo el pergamino y le dio orden al maestre.
-Son nuevas de mi abuela, la princesa Rhaenys. Espera llegar antes de amanecer a la capital. Viene volando.
El maestre, un hombre viejo y arrugado, bajito y con una ligera chepa, masticó sus palabras de una en una. Era un hombre sabio, el mismo que atendía al Rey cuando ella no podía hacerlo y que la informaba de su avance para poder informar a su padre al otro lado de la capital. También había asistido en el nacimiento de los gemelos y, si los dioses se lo permitían, esperaba que alguno de sus hijos naciera con su ayuda.
-Informaré a la Mano para que haga los preparativos necesarios. Y a Su Majestad la Reina, ahora antes de que se acueste.
Resultaba extraño que la Reina siguiera despierta después de pasada la hora del búho, pero tampoco se lo pensó mecho. Le dedicó una sonrisa agradecida al maestre antes de que se retirara. Jaehaera tarareaba una canción en el sofá donde se había sentado ella antes, mientras hilaba un trozo de madera, con su gemelo esperando de la mano de la doncella.
-Oh, maestre Kylian.
-¿Sí, princesa?
-Mi esposo, el príncipe, ¿sabe dónde está?
El maestre le dio una respuesta sencilla. Antes de que el maestre Kylian ocupase el cargo, el maestre Mellos había trabajado en la Fortaleza Roja hasta su muerte por una bajada de tensión repentina mientras subía las escaleras. Ahora, su presencia resultaba silenciosa como la de cualquier maestre enviado por la Ciudadela de Antigua.
-Antes de descubrir que estábais vos aquí, pasé por vuestros dormitorios y el príncipe estaba leyendo en solitario. Me atrevería a decir que estaba esperándola.
Naerys se lo agradeció, y por fin lo dejó marchar. La cadena sonó a cada movimiento, hasta que la figura cubierta de este desapareció de la sala y pudo concentrarse en otras tareas.
La doncella llevó a dormir a los gemelos a sus respectivas habitaciones, ni lejos ni cerca de los dormitorios de sus padres, el príncipe Aegon y la princesa Helaena Targaryen, y de la Reina. El dormitorio del Rey se encontraba en la parte más alta de la Torre de Maegor, protegida de los pasadizos que recorrían la Fortaleza. No muy lejos, también estaba el dormitorio individual que ella había ocupado durante un tiempo antes de su matrimonio con el príncipe Aemond y los de él. La Fortaleza estaba dormida, aún si algunas personas como los guardias en las puertas de los nobles o de la familia real hacían guardia. No muy lejos, sir Criston Cole custodiaba la puerta de la reina Alicent Hightower, que ya debía de haberse acostado. Esperaba que el maestre Kylian hubiera llegado a tiempo.
El patio interior, una zona de piedra de dos plantas y con el techo descubierto con muchas columnas que sujetaban el resto del edificio, era iluminado por la luz de la luna y alguna que otra antorcha. Sabía que esas horas no eran el momento en el que una dama tuviera que estar despierta, y menos recorriendo sola el castillo. Pero sabía que, si paseaba por delante de los guardias, que acostumbrados estaban a verla sobre esas horas por su rutina nocturna, no iba a pasarle nada. No le costó mucho tiempo ni esfuerzo en llegar a la alcoba compartida, iluminada por varias velas y el resto oculto en sombras. La puerta chirrió al abrirla y al cerrarla a sus espaldas.
La estancia estaba a oscuras, iluminada por alguna vela en las mesitas y las llamas de la chimenea. Esta estaba encendida, pese al calor del exterior. A diferencia de otras habitaciones, esta tenía su propio toque personas con varias estanterías llenas de libros de la biblioteca real y una decoración normal que el resto de dormitorios tenían; muebles de madera que conformaban un espacio para la conversación, una zona espaciosa que se dejaba siempre para la bañera, y un lugar de descanso en el que estaba la cama, también de madera, espaciosa y un dosel recogido en las columnas.
Al principio, no lo vio, pero sabía que estaba ahí porque el maestre nunca se equivocaba. Siempre la esperaba antes de acostarse, no como ella que tacañamente perdía su lucha contra el sueño las veces que le tocaba esperarlo y acababa encontrándoselo de frente a la mañana siguiente. El príncipe Aemond estaba sentado al lado de la chimenea mirando al fuego. Naerys se lo encontró así como muchas otras veces, perdido en sus pensamientos.
La belleza de los hombres de Valyria era bien conocida por todos, sobre todo con una monarquía que conservaba la pureza de su sangre de esa manera. Los hermanos se casaban entre ellos, así como los tíos con las sobrinas y al revés. Sería mentira no admitir que fue probablemente por eso que su matrimonio acabó concertándose, no por el amor entre su familia. Los hermanos de él estaban casados, y los padres de Naerys eran casi primos por la unión de la sangre Targaryen con la Velaryon de Marcaderiva. Si bien ella podía ser también una jovencita delicada, atractiva y con la belleza de la sangre Valyria de las mujeres Targaryen, esa belleza solo podía dedicarse, en palabras que la septa había explicado al poco de instalarse en la Fortaleza Roja, al honor de su marido.
-Llegas tarde. ¿Los gemelos se han negado esta vez a que les leas o ha sido mi hermana la que ha interrumpido vuestra sesión?
-La presencia de Helaena hubiera sido reconfortante un día más con nosotros -respondió. Pasó al lado de un candelabro, que casi se apagó con la corriente-. Podrías haberte unido. Jaehaerys casi consigue lo que quería.
-Por eso tareas como esas son delegadas a las mujeres. Mi papel en este matrimonio no será enfrentarme a un niño de seis años y su temprano mal genio.
Naerys contuvo una sonrisa, comenzando a quitarse las joyas que adornaban desde sus dedos hasta su cuello. El collar con una piedra azul, en el que estaba tallado el caballito de mar de los Velaryon, bailó sobre entre sus pechos cuando se quitó los otros con los que odiaba dormir. Una vez había pertenecido a su madre, pero cuando cumplió la edad suficiente se lo regaló para que recordara que no solo era una Targaryen de sangre, sino una Velaryon y que el mar y el fuego hacían espesa su sangre valyria.
-Quizás Aegon tendría que practicar con su hijo su temperamento. Quizás Jaehaerys le enseñe algunas cosas que aprendió el otro día. Ya sabe contar hasta veinte.
-Dudo que mi hermano sepa contar hasta ahí.
Ahora, Naerys rió. Dejó las joyas en un pequeño cofre, un regalo de bodas de su cuñada, y se acercó lentamente hacia donde él estaba. Aún estaba vestido, con la ropa de cuero pegada al cuelo y el parche atado tras su cabeza. Lo único que lo diferenciaba de su atuendo de día era que llevaba el pelo suelto. Su mirada estaba perdida entre las llamas, como si el fuego le susurrase al oído órdenes que los demás no podían escuchar. Hacía meses, un comerciante de Essos había llegado a la ciudad diciendo que había nacido una nueva religión a un dios de fuego y que sus seguidoras se vestían de rojo. Aemond se había interesado por ella e investigado en las ��ltimas semanas lo suficiente como para no salir de la biblioteca en días; ni cuando ella lo llamaba para atender sus deberes.
-Esposo -posó una mano sobre el respaldo del asiento, llamando su atención de una vez por todas. Separó los ojos, o el ojo mejor dicho, de las llamas y se volvió a mirarla. El púrpura claro de su mirada se encontró con su gemelo más claro.
Aemond se levantó en un ágil movimiento, como el de un felino preparándose para abordar la situación, y cerró el espacio entre ellos.
-¿Puedo?
-¿Por qué lo harías? -le detuvo la mano a mitad de camino, cuando había levantado los brazos para trabajar en los botones de su jubón. Aún le resultaba difícil que lo tocasen sin su permiso.
-Soy tu esposa, no hay nada de malo en hacerlo.
La miró durante un largo momento, vagando por su rostro en señal de duda y vacile, y luego bajó las manos, rendido. Naerys dio un paso más y comenzó a desabrochar el jubón, moviendo las manos lentamente . Su ojo permanece fijo en ti durante todo el tiempo. En otro momento, solo la habría intimidado y puesto más nerviosa, bloqueando el aire en su garganta. El fuego de la chimenea, tan cerca de ellos y a la vez tan lejos, calentaba su costado e iluminaba la pequeña porción de dormitorio.
-La princesa Rhaenys vendrá al amanecer. Me temo que Marcaderiva va a traer sus propios internos a la Corte.
-Lo raro es que no hubiera ocurrido antes -dejó caer como si nada, pero sin perder ese tono altivo y tranquilo que lo caracterizaba-. ¿Qué es esta vez?
Inmediatamente dejó de desabrochar, la tarea a la mitad con una parte de la camisa interior asomando y el cuero separado con todas las correas sueltas que lo mantenían en su sitio. Su complexión alta y delgada se acentuaba. Dejó la palma abierta sobre su pecho.
-Quiero esperarla en Pozo Dragón para que me diga qué está ocurriendo y si es tan grave el asunto. La carta apenas tiene información.
-¿No tendrá nada que ver con la legitimación de los hijos de Laenor? Mi señora madre ha mencionado algo sobre una audiencia mañana a primera hora.
-No tengo ni idea.
Pero podía hacerse a la idea de que estaba relacionado. Con las noticias de que su abuelo había resultado herido de muerte en una de sus expediciones, compungido de dolor por la muerte de Laenor, los rumores sobre su sucesión habían comenzado a expandirse. Se dudaba sobre la sucesión de su primo Lucerys Velaryon o sobre si el derecho le pertenecía al verdadero heredero, Vaemond Velaryon, el hermano de Corlys Velaryon.
-Sea lo que sea, quiero esperarla.
-No -le respondió, y le pasó una mano por el cuello. Sus dedos estaban cálidos-. Acuéstate y duerme. No son tus problemas.
-Lo son si ha enviado una carta a mi nombre y me informa de su asistencia.
-Ese asunto, esposa, se resolverá mañana. No dudes que toda la familia se reunirá para defender el derecho de Marcaderiva y lo que conlleve. Tal vez incluso duden de nuestra unión y salga algún opositor.
Naerys le devolvió la mirada, con el rojo tiñendo sus mejillas entre el calor y el atrevimiento. Hablar de su matrimonio había dejado de ser un tabú en el momento en el que se casaron a los ojos de los Siete y con la aprobación del Septón Supremo, el Rey y el resto de la familia. Sabían que iba a traer problemas desde un principio tomar la iniciativa, pero la mención al matrimonio de Alyssanne y Jaehaerys I hacía casi ya cien años aún estaba reciente y enterneció sus corazones. Aún lo recordaba, el cómo la insistencia había ganado al deber y habían conseguido casarse por el ritual valyrio de la misma forma que la princesa Rhaenyra y su padre habían hecho al poco de la muerte de sus cónyuges.
-No digas tonterías -suspiró, y se rascó el interior de la muñeca, donde comenzaba a salir una mancha roja de tanto rascarse-. Este maldito vestido me va a despellejar.
-La tela no tiene que haber sido bien tratada. Tu piel no debería someterse a esa tortura ni aunque fuera un regalo de Lord Tyrrell.
Lord Tyrrell le había regalado ese vestido en un intento de tomar su mano en matrimonio hacía unos cuantos años, cuando solo era una niña, a modo de regalo cuando alcanzase la madurez. Su padre se había negado en rotundo alegando que aún era una niña y que su mano sería tomada en cuanta en unos cuantos años, pero que de todas formas no iban a venderla a un anciano que arrastraba viudas e hijos a sus espaldas. Aemond insistía cada día en quemar ese vestido solo por ver el placer de la desdicha en los ojos del lord, que se había vuelto a casar con una jovencita de doce años y ya habían tenido tres hijos.
El único motivo por el que interesaba los matrimonios con las mujeres de la familia real, no era solo por el compromiso de verse envueltos en las intrigadas de palacio. Era, mayoritariamente, para tener una gota de sangre valyria en su descendencia y subir el estatus de su casa. La antigua casa que gobernaba Bastión de Tormentas había intentado comprometer a su hija con Aegon I cuando este ya tenía dos esposas-hermosas solo para conservar sus tierras, así que también entraban los motivos políticos.
-Llamaré a una doncella para que me ayude.
-No -susurró su marido, y Naerys torció la mirada de nuevo en su dirección, guiada por su dedo sobre su barbilla. Un brillo cálido y hambriento recorría su ojo descubierto-. Date la vuelta.
Naerys cerró los labios, sin palabras. Vio que hacía un gesto de acuerdo a lo que estaba diciendo, instándola a darse la vuelta y que expusiera su espalda a él. Ella lo hizo sin motivo de desconfianza. Al final, era su esposo y que supiera no había hecho nada malo para que la castigara por la fuerza.
Su corazón latía con fuerza por debajo del corpiño ajustado a su pecho y cintura. Si por ella fuera, seguiría llevando los vestidos de cuando era una adolescente y nadie tenía interés en verla, solo algún príncipe de Tyrosh interesado en su dragón y en el poder de la casa Targaryen para las últimas revueltas. Aquellos vestidos que no necesitaba ajustarse al cuerpo, solo pegarse lo suficiente para mantener todo en su sitio sobre la ropa interior y que le habían sido sustituidos por unos complejos con los que necesitaba varias personas para deshacerse de ellos. Naerys suspiró en un tembloroso escalofrío cuando sintió los dedos de su esposo trabajando en el material ajustado de su espalda.
Notaba los tirones de la tela y su sonido característico de tela rasgándose a cada cordón que desataba. Los dedos bailando de un cordón a otro, alguno enredándose en la larga melena plateada a sus espaldas; Aemond la había retirado y puesto sobre un hombro en algún momento. Naerys pensó en su abuela para distraerse. Lo que quisiera hacer en Desembarco del Rey, estaría en conflicto con otra opinión y sería llevada al Trono de Hierro. Y, por consecuente, la presencia de la Mano ahora que sustituía al Rey por su enfermedad.
-Debería haber ido esta noche a ver al Rey -comenzó a decir, recordando el estado en el que se encontraba el hermano de su padre, postrado en la cama y adicto a la leche de amapola que le daban-. Mañana no podrá ni levantarse para ver a mi abuela.
-El Rey está enfermo y confundido. No hay nada que se pueda hacer por él ahora mismo.
-El peso del hierro sobre la sangre -murmuró, sin saber muy bien por qué.
Los dedos de Aemond se detuvieron donde estaban, para caer en la piel desnuda de su espalda. Sintió cada uno de ellos moverse con preocupación.
-¿Qué?
-Helaena me lo dijo una vez y ahora no paro de pensarlo. Sentarse en el Trono de Hierro es llegar a donde está el Rey ahora.
El camisón a modo de ropa interior por dentro del vestido quedó al descubierto. Naerys tiró de las mangas para fuera, dejándolo a la vista de quienes estaban en esa sala, cayendo al suelo.
-Los dioses son misericordiosos por no hacer que nos sentemos ahí.
Naerys masticó sus palabras. Por mucho sentido que tuviera, el Gran Consejo había decidido apartar de la sucesión a su abuela Rhaenys a favor del actual rey Viserys I, solo por ser hombre; su abuela tenía más apoyos que cualquier otro pretendiente. Y ahora se tenía en conflicto el reclamo al trono de Rhaenyra, la hija de Viserys con su primera esposa Aemma Arryn, y a quien había nombrado delante de todos su heredera y Princesa de Rocadragón, con el de su hermano Aegon. Pero todo, por supuesto, de puertas para dentro. Aemond evitaba hablar del tema la mayor parte del tiempo, solo algún chiste oportuno sobre la herencia del trono, así que Naerys hacía lo mismo y se esforzaba por no escuchar ciertos comentarios. Sobre todo aquellos que eran pullas al pasado de su padre, antes su madre con su primera esposa, Lady Rhea Royce, y sus pretensiones casándose con la princesa heredera. De verdad que lo intentaba.
-No critico a ninguno, pero a veces pienso que mi padre tendría que haber sido dejado como heredero.
-Y entonces tú serías la heredera, ¿no? Pequeña traviesa.
Naerys suspiró sin gracia. Se terminó de quitar el vestido, pasándoselo entre las piernas hasta el suelo, y recogiéndolo al vuelo. Lo dejó sobre el asiento que antes ocupaba Aemond para que la doncella mañana lo retirase.
-Ya tiene un hijo, bueno, dos. Renunciaría a mis derechos al trono si se me permitiera solo para huir de él. Doy gracias porque mi presencia no suscite rumores inoportunos como esos -respondió ella-. Y no creo que a mi esposo le haga gracia sentarse en esa silla con espadas. La Mano no parece cómoda.
-¿Me ves débil?
-Te veo como una persona más dedicada a una guerra que a sentarse y atender las quejas de los nobles del reino -se dio la vuelta, echándose el pelo de nuevo por la espalda, y se puso de puntillas para darle un beso-. O a leer entre cojines a solas. Quizás Jaehaerys le guste esa atención.
Aemond puso los ojos en blanco, pero no dijo nada. Tomó sus manos, delicadas y suaves, entre las suyas, entrelazando los dedos. La joven princesa, pequeña a su lado, se atrevió a volver a besarlo. Un suspiro salió de sus labios, pero no los apartó en ningún momento... Luego, la tomó de la cintura y la atrajo hacia él, volviéndola a besar esta vez de una forma más pasional. Los dos se acercaron a la cama, pero en el justo momento en el que iban a meterse, unos golpecitos en la puerta los sorprendieron.
-Siete infiernos... Espero que valga la pena.
Aemond se cerró el jubón, que por suerte no se había quitado, y fue hacia la entrada con los hombros tensos. Las bisagras de la puerta sonaron cuando esta se abrió. Una corriente de aire se coló en el dormitorio, helando las piernas de la princesa. Naerys se apresuró a envolverse en la bata que descansaba a los pies de la cama. El pudor porque alguien la viera en camisón a esas horas la podía más que el deber de atender quién llamaba a esas horas.
El maestre Kylian, para su sorpresa, apareció de nuevo por segunda vez esa noche. Llevaba una manta alrededor de los hombros a modo de manta, con el vestido gris de maestre por debajo. Ya no llevaba las cadenas metálicas.
-Princesa, mi príncipe -hizo un gesto hacia Aemond, que cerró los ojos y se hizo a un lado-, siento molestarla a estas horas, pero ha llegado un cuervo a su nombre, de su hermana Rhaena. Me temo que parece urgente.
Naerys pestañeó con sorpresa. ¿Rhaena? ¿A estas horas? ¿Qué diantres estaba pasando que todos querían hablar con ella? Se acercó y recogió el pergamino.
"Hermana mía, como ya te habrán informado la abuela y Baela, nos dirigimos hacia Desembarco del Rey desde Rocadragón. El tío Vaemond intenta usurpar el derecho de Luke y, por consecuente, el de nuestra princesa Rhaenyra. Por precaución iremos en barco, y dejaremos a los dragones en la isla. Espera nuestra llegada".
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atlvas · 1 year
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      starter privado ( uno de dos )   @marsverick​    *    ‘ vi un tutorial en youtube ’ cuenta sólo con la vanagloria que supuesto conocimiento podría otorgarle. mientras cleo se encarga de juzgarlo a través de la visión del espejo de mano que porta, refunfuña ante ese primer ensayo de peinado. ‘ cuando tenía tu edad no iba haciéndome trencitas ’ vira iris, mientras usa el peine para dividir el cabello de su hermana. « nunca tuviste mi edad. naciste viejo » bufa cleo, teniendo que cruzarse de brazos también. hades, como fiel acompañante, descansa la cabeza en el regazo de la pequeña. ‘ ¿qué se supone que haga con esta otra parte del pelo? ’ casi habla para sí, presa de la confusión momentánea. « yo te enseño, mira —— asher, ven »  lo llama con su manita, ya preparada con dos coleteros. al parecer, él sería el modelo. « puede ir a juego con fluffy » refiere, por cierto, al gorrito rosado que el animal porta. cael, en ese punto, no puede contener la risa que emana.
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vikyjames · 29 days
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28 03 2024
Hoy tuve un sueño largo y claro… fue un sueño medio repetido… ya había soñado con ese lugar y esa situación, solo que había sido mil veces más caótico… esta vez supe a donde ir y qué hacer… nos invadían zombies, y nos resguardábamos en un hotel que parecía más bien un buncker futurista (de ese futurismo de los 80’s)… golpeaba a un loco que nos quería quitar un arma enorme a mi hermana y a mi… que al parecer habíamos “tomado” hacia algún tiempo… subía un elevador veloz que parecía hecho de metal muy rudimentario, la estética general del hotel si era muy transición entre los 70’s y los 80’s con sillones cuadrados en tonos grisáceos o cafés… palmas… muros color hueso… entraba a un bar en los últimos pisos del hotel buncker y estaban muchos bebiendo por el fin del mundo, entre ellos Toño (qué raro que se haya aparecido en mis sueños y en mi vida después de tanto tiempo de ausencia) quien brincaba como krosty el payaso de los simpson , luego veía otras caras conocidas… pensaba en que las personas que veía ahí eran perfectas para ese lugar…
Bajaba y me encontraba con una mujer que aparentemente era mi amiga, pese a haber una crisis de zombies algunos sectores de la ciudad seguían funcionando, vimos un Walmart enorme, cerrando sus puertas por la crisis y ella pensaba en si refugiarse ahí sería buena idea, escabullirse e introducirse una vez todos se fueran… de pronto estuvimos en un autobús y ella llevaba consigo a una pequeña, al parecer su hija… estuvimos hablando aún, cuando de pronto se levantó rápidamente y como de esas personas que no se quieren despedir por ser demasiado problemático únicamente me dijo adiós y a la pequeña que se despidiera de su tía Vicky mientras la tomaba del brazo y recorrían el corto pasillo del bus, sentí la intención mía de abrazar a la bebé, pero su madre la llevó muy rápido y ella solo me pudo decir “adiós”, sacudiendo su manita… sentí un poco de tristeza y solo dije en voz baja “adiós” estirando un poco el brazo. Creo que regresaría a la guarida de mi hermana y veríamos que hacer con la situación juntas, y con nuestra arma robada y mejorada.
Hubo una parte del sueño donde se apareció Elena Larrea (ella murió la semana pasada, fue una activista con un santuario de caballos, era guardiana de caballos, le admiraba y ciertamente, era de lo que más veía últimamente en mi día a día en Instagram, un día de la semana pasado simplemente anunciaron que tuvo una trombosis y que murió repentinamente, ciertamente quedé desolada, justo ese día que pasó fue un día de mierda, y lo estaba pasando mal, esa noticia, tal vez, extrañamente fue la cereza del pastel para terminar la decoración de un pastel de día de mierda, al llegar ese día a casa me solté berreando como hacía mucho no, creo que fue por ella, ciertamente, le daba alegría a mi vida ver su esfuerzo y dedicación a la causa, perderla era perder mucho… como dijera el señor Gibs: “el mundo ha perdido ya algo de su brillo” y así fue… ciertamente no todos podemos ser esa figura que ella era, tener el valor, el coraje, los medios y el carisma… en fin … gran paréntesis) en el sueño, Elena era remplazada por una inteligencia artificial que la imitaba y trataba de dar mensajes como los que siempre daba en su Instagram, lo vi y pensé, que raro y triste, pero tal vez es la nueva realidad… aunque también peligroso… no había pensado en ello…
En días pasados también soñé a mi cuco como cachorro… lo tomaba en mis manos y sin querer lo lastimaba gravemente, era como si él fuera muy frágil… el caso es que posteriormente lo ponía sobre una mesita y ya no recuerdo bien si yo misma le introducía por el costado que le había “roto” unas babosas cristalinas, o ellas se metían solas al pobre bebé Cuco… babosas blancas gruesas y grandes que se introducían rápidamente en su cuerpo, luego parecía más bien un costal de gusanos… luego yo intentaba sacarlas de ahí, y él me miraba. Cuco se aparece a veces en mi sueño, y esta es la segunda vez que sueño con él y gusanos entrando en su cuerpo… a veces de broma decimos que cuco es un nahual, porque ciertamente su cuerpo es un poco extraño, su caja torácica es muy grande y sus patas traseras parecen mas cortas que las delanteras, tal vez en su línea sanguínea hay algún pastor alemán, su hermana Tita, parece tener cualidades de pastor… agilidad, inteligencia, color del pelaje… pero ya estaría muy perdido, ellos son mestizos… tal vez cuco tiene algún don mágico… es muy sensible y su mirada es muy penetrante… es una chulada.
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yosoynxae · 2 months
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"La conciencia de una mujer extraña"
Hoy... regresé a ese café tilichento, jajajaja ¿Qué es eso? Me podrás preguntar, es un tipo de café con historia, lleno de cosas viejas, cómo la casa de tu abuela...lleno de cosas que pueden hacer que los recuerdos evoquen miles de emociones a tú alma
Estoy a unos pocos meses de cumplir 50 e impulsada por Franco, retomé el hábito de escribir...
Hace unos años abrí una cuenta en el extinto TW hoy X e inicie a escribir mmm digamos que cosas que en ese momento sentía, algunas noches leo los textos que escribí, porque a veces necesito...esa gasolina llamada Ego, que me hace ver qué he sorteado muchas cosas sola...
Y así inicio está historia de "La conciencia de una mujer extraña"
Mucho gusto, mi Nombre es Anel...estoy a meses de cumplir 50 años, soy la mayor de dos hijos de una familia un tanto disfuncional - jajajaja, soy mamá soltera de una adolescente, soy Contadora de números y de cuentos, soy la oveja negra de una familia católica tradicional, vivo en un pueblito bicicletero cerca de la gran Ciudad de México
He tenido muchas experiencias de vida con las cuáles he volado pero también me he caído de bruces frente a la vida...
Me considero una mujer de retos, leal, honesta, alegre, simpática, muy sexual, atractiva cuándo me peino - jajaja, respetuosa, buena amiga, un poco loca, extrovertida pero... también tengo mi lado obscuro soy terca, un poco necia, irresponsable a veces, demasiado distraída, silenciosa a veces, perdonó pero no olvidó, soy Tauro y cómo buena Tauro mi palabra es la ley -jajaja
Me encanta leer, todos los días leo las primeras planas de los periódicos nacionales y aunque Franco diga que los medios informativos de nuestro país son una basura, yo los leo con objetividad aunque el no lo crea, me encanta el teatro y amo la poesía... Sí amo los versos y la prosa que se unen para evocar un mar de emociones que forman olas llenas de realidad y alegría - mmm a veces al escribir algo bonito sale.
Me gusta la música qué con su composición te lleva a un mundo imaginario dónde eres el protagonista y esa guerrera que vive un sinfín de aventuras, odio el reggaeton y la música agropecuaria (banda); me gusta el cine y amo ir a los museos, sentarme frente a Remedios Varo ha sido la experiencia más surrealista de mi vida...
Iba a cumplir 30 años... Tenía que ir a un evento en la CdMx, me dejaron las instrucciones de cómo debía vestir y cómo debía arreglarme, odiaba que me dieran instrucciones, pero algo en mí siempre terminaba obedeciendo al Señor Don Innombrable -jajaja sigo sin poder nombrarlo, el evento... Algo de política en el Museo de Arte Moderno de la CdMx, la cita 7:00 pm, había que salir de mi pueblo bicicletero a las 5:00 pm a más tardar había dicho el Sr. Don y la verdad es que no tenía ánimos de escuchar reproches toda la noche, estaría a tiempo...
Salí temprano de casa, digamos que estaba un poco irritada... No había podido dormir bien, mis emociones estaban un poco fuera de control, me había enterado de algo que...me había roto el corazón, pero hacia tiempo atrás me había prometido a mí misma qué no iba a permitir que ellos supieran qué sufría, tomé mi bolso, un hermoso bolso rojo de Hermes -dicen que entre más grande es el pecado, más caro es el regalo
Subí a la camioneta y conduje hacia el salón de belleza, no tenía ganas de ir al evento, no tenía ganas de fingir que todo estaba bien, pero a veces la función tiene que continuar y las relaciones son así poner la mejor cara y pensar cómo actuar
Entre al salón de belleza, odiaba ir con ese par de chismosos, pero cómo era el salón dónde iba la mamá y hermana del Sr Don, pues había que ir ahí, yo aprovechaba qué el decía necesitas un cambio de look e iba con Kary a un cambio de look y ellos me peinaban y maquillaban; llegué y ese par de hipócritas me saludaron, manita hermosa te estamos esperando, nos dijeron que te tenemos que dejar espectacular, yo solo hice una mueca de...hagan lo que quieran, me senté y dejé qué este par trabajarán, trataron de hacerme la plática, pero les dije que traía un insoportable dolor de cabeza que no tenía ganas de hablar, me entendieron y solo se dedicaron a trabajar, tengo el cabello ondulado a veces hermoso y a veces un desastre, traigo una gama de colores rojos, morados increíbles en el cabello, claro el dinero puede pagar esa colorimetría perfecta, les dije que me arreglaran cómo quisieran y me dijeron, ¡No manita! No te preocupes ya tenemos instrucciones precisas de cómo te debes ver, cerré los ojos y sentí cómo me hervía la sangre, ¡qué cabrón! Odio ser la mujer perfecta
Después de unas horas en el salón, me vi en el espejo, woooow me veía realmente espectacular, este par si que sabían hacer su trabajo, les dije ¡Gracias! Y salí.
Obviamente no tenía ganas de alabar su excelente trabajo, pero en verdad me había encantado cómo me veía, llegué a casa, Juanita me dijo que el Sr ya estaba en casa qué se estaba bañando...
Entre en la habitación y tomé el vestido, qué estaba sobre la cama era hermoso, pero me hubiera encantado el rojo, habíamos visto ese vestido rojo en el aparador de una tienda, me había encantado y me dijo pruébalo, yo dije para que, me dijo quiero ver cómo se te ve, accedí a probarlo, claro con la intención de que me dijera llévatelo, era un vestido rojo largo de una manga con un cómo holan, ceñido y el mismo holan en la parte de abajo, era hermoso, me encantó cómo se me veía, digamos que tenía mmm un cuerpo ahhh si no perfecto si con curvas, llegué tarde a la repartición de bubis, pero a la repartición de caderas, culo y piernas creo que en el punto exacto, en ese tiempo tenía ahhh un cuerpo tonificado por el ejercicio, todo en su lugar, bueno...con ese vestido rojo me veía muy buena -jaja lo dijo él cuándo salí del probador y si... En verdad me veía muy buena, siempre había querido comprar un vestido rojo, pero me daba cosa porque en verdad me veía muy buena con ese vestido, él dijo... luego venimos por él, no me causó ningún conflicto no comprarlo
Tomé el vestido qué estaba sobre la cama y salí de la habitación, no quería que me viera, quería verme primero yo, Juanita me preparo algo de comer y mientras me cambiaba, me preguntó cómo me sentía... Había olvidado cómo me sentía, así soy... Olvidó con facilidad cómo me siento cuándo me distraigo con otras cosas y hoy... Me había distraído verme tan hermosa, le pedí a Juanita que entrará por mis zapatos qué se me habían olvidado en nuestra habitación...
Llevábamos 4 años viviendo juntos o más ya no recuerdo, solo se que cumpliríamos 7 años juntos con algunos Time out
Me vestí en la habitación qué era mi espacio, había arreglado esa habitación para mí, para escribir, para trabajar, para tomar baños de tina de dos horas, para dormir sola en mi cama, para bailar desnuda, para comer en la cama, para sentirme libre en mi espacio... Tenía la mayoría de mi ropa de diario en esa habitación, porque el Sr. Don tenía mucha ropa, ahí solo estaban los abrigos y vestidos de fiesta, qué por cierto eran muchos
Asistíamos a fiestas elegantes por el trabajo del Sr Don, hoy no era la excepción, tomé el vestido era un vestido negro, largo, ceñido al cuerpo, pero... tenía la espalda descubierta hasta la espalda baja, de frente era de cuello recto, me lo puse y se veía increíble, me encantaba el cuerpazo que se me veía, ahhh el peinado, el maquillaje woooow en verdad me encantaba lo que veía en el espejo, una mujer de casi 30 años con un cuerpo para mí perfecto, pero... Ahhh creo que una lágrima rodó por mi mejilla, ¡tranquila! Me dije a mi misma, !tranquila! Respiré profundo y escuché que abrieron la puerta...
Era él, ahhh porque me encantaba tanto ¡Carajo! - me miró con esa mirada tan penetrante y me dijo... Te ves hermosa y muy cogible, si no tuviéramos que salir ya, te cogería en este mismo instante... -Quise sonreír pero...no pude, tomé un bolso pequeño y baje las escaleras, Juanita me vió, me tomó la mano y me dijo te ves hermosa mi niña, le sonreí, Melesio el chófer nos esperaba... abrió la puerta y me dijo, te ves espectacular, solo moví la cabeza.
Salimos a tiempo y miró su reloj, odiaba su perfecta puntualidad, el camino fue tranquilo a pesar de ser viernes el tránsito de la carretera estaba fluido, no tenía ganas de hablar, raro en mí porque habló cómo tarabilla, pero.... Cuándo algo tengo, simplemente me quedó callada, el Sr.Don lo sabía y evitaba hablar porque le chocaban las conversaciones incómodas y a estás alturas del partido no teníamos una, si no un sinfín de conversaciones incómodas, iba pensando en miles de tonterías y no escuché lo que me dijo, el levanto su voz cómo siempre hacia cuándo creía que no le ponía atención, cómo explicarle que mi TDA llevaba a mi cerebro a un lugar cómodo para relajar mis emociones, -Me dijo, te estoy hablando, mi cerebro reaccionó y le respondí ¡Qué pasó! Me preguntó si me había gustado el vestido, le respondí que... Cómo siempre su fino gusto por los vestidos no había sido la excepción, se acercó y me dió un beso.
Llegamos al Museo, amo los museos e ir a ese lugar en especial me emocionaba, había mucha gente en la entrada, saludamos a su padrino y su esposa, el Magistrado era un viejito bonachón que siempre me hacía reír, me agrado verlos y saber que no estaría rodeada de gente con quién no tenía ganas de hablar, Rosi me abrazo y me dijo...te ves hermosa, cómo siempre, ese color de cabello te queda increíble, le devolví el abrazo y le dije ¡Gracias!
Entramos al lugar, cuándo entramos el Sr. Don me tomó de la mano y me dijo algo que en otro momento me hubiera hecho la velada, ¡Recuerda que te amo!, solo dibujé una leve sonrisa y le respondí ¡Yo también!, puso su mano sobre mi espalda desnuda e hizo ese maldito movimiento qué hacía qué mi sexo despertará, me quedé inmóvil y el lo notó
El recinto estaba repleto de personajes de la política del Estado, todo me imaginaba menos que ese día mi mundo se iría al traste, nos asignaron mesa y le dije que iría a recorrer el museo, me dijo ¡Ve, pero no tardes!
Salí del salón, mucha de la gente cómo yo que no nos interesaba la política, recorrían las salas del museo, entré a la primera y mi ser se transportó a otro mundo...
Remedios Varo, pintora surrealista, escritora, española nacionalizada Mexicana, si no conoces su obra y eres amante de lo científico, lo místico, lo esotérico y lo mágico cómo yo, te va a encantar su obra, en ese momento mi ser se encontraba en otro plano y casualidad o destino, había una banca frente a esta su obra
"Visita inesperada" 1958
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Mi mente, mi alma, mi ser, estaba en un éxtasis de emociones frente a esta pintura tan impotente... Si era mi mundo, sentada frente a mi conciencia qué me gritaba ¡Ya!
Yo, estaba realmente viviendo y sintiendo las emociones que ese cuadro me quería gritar, nunca sentí cuándo aquel Señor bonachón se sentó al lado mío y tocó mi mano, ahhh brinque porque me sacó de mi letargo, me dijo ¡Perdón, no quise interrumpirte! -Le respondí, no se preocupe Licenciado, me dijo ¡Anel, te puedo decir algo¡ Le dije claro dígame, por un momento pensé, Dios que no me vaya a proponer cosas, porque no estoy para aguantar
Me dijo, te aprecio mucho y creo que necesitas saber que él Sr. Don no te merece, lo volteé a ver con cara ¡De que me habla! me dijo, eres una chica increíble, no mereces a un tipo cómo mi amigo de pareja, mire al Licenciado, era un hombre con toda la experiencia en política, no sé si era recto en su trabajo, pero era un hombre cálido y amoroso con su esposa, me caía bien.
Le respondí, ¡Gracias Licenciado! Por sus palabras, hoy las necesito, tomó mi mano y me dijo, ¡Siempre puedes contar conmigo! Hace más de 10 años qué falleció y me enteré por los periódicos, creó que Rosi esperaba mis condolencias pero nunca se las envié, ella también ya falleció unos años después. Se levantó y me dejó frente a la "Visita inesperada"
Me quedé un poco más de tiempo frente al cuadro, trataba de comprender todos los detalles de la pintura, cuándo el Sr. Don exclamó ¡Qué diablos haces!
Lo miré y traté de encontrarle algo que no me encantará de él, ahí parado bajo la luz tenue de esa sala... Se veía realmente guapo, era mmm estatura promedio 1.75 aproximadamente o más, moreno, ojos grandes y profundos, una nariz perfecta, usaba barba, siempre bien peinado y con la barba impecable, sabía vestir muy bien y tenía una sonrisa qué hacía que las piernas me temblaran, siempre olía delicioso una mezcla de sándalo y madera ahhh, me encantaba su loción
Lo miré y le respondí ¡Nada!, me preguntó que te dijo el Licenciado y lo miré con cara de no sé de qué me hablas, le dije ¡El Licenciado, a mí... ¡Nada! ¿Por? El respondió ¡Por nada!
Vamos que ya van a dar de cenar, me tomó de la mano y caminamos hacia la estancia; cuándo entramos al lugar...
Sentí cómo algo se derrumbaba sobre mis pies, ella estaba ahí y no me extrañaba, era la Secretaría Particular del...
Pero tenía una sonrisa malévola y sentí un tsunami de emociones al verla frente a mi con mi vestido rojo, se acercó y conforme ella se acercaba, mi corazón latía con fuerza, quería matarla, ¡Maldita perra! No te es suficiente con cogerte a mi marido, te compraste mi vestido rojo, ahhh iba a gritar, cuándo me dijo ¡Hola Anel! Te ves guapísima, ¡Gracias! Le contesté, No podía decir lo mismo, la muy infeliz llevaba mi vestido
Llegué a la mesa y Rosi me preguntó si todo estaba bien, solo asentí con la cabeza, sabía que si emitía una palabra, mis lágrimas no podrían contenerse
No podía estar más en ése lugar, le dije al Sr. Don qué me sentía mal, qué si me podía ir, me dijo que Melesio te lleve al hotel, le dije ¡Nooo! quiero irme a casa, me miró y sólo dijo ok...
Me despedí solo de los de la mesa y salí necesitaba aire, el Sr. Don estaba ya con Melesio esperando
Me subí al auto y cerré la puerta, no tenía ganas de despedirme ni de escuchar nada que viniera de él...
Melesio arrancó el auto, me miró y me preguntó, ¿Estás bien?....
Empecé a llorar cómo una niña, me preguntó si se detenía y le dije, detente en una tienda necesito cigarros y algo de tomar, siguió conduciendo y se aparco en un Seven eleven del camino, bajó a comprar, regreso y me prendió un cigarrillo, me dijo te lo fumas adentro, le dije que no, me baje y me dió la botella de tequila, le di un trago y me dijo tranquila no es agua, le grité ¡Pendejo! Déjame en paz
Me fumé un par de cigarrillos y le di varios tragos a la botella, me preguntó si quería algo más, le respondí ¡Quiero mandar todo esto a la chingada!
Me miró, me dijo ¿Por qué no lo haces? Lo miré y le respondí... Lo voy hacer, pronto ya lo verás...
Me subí al auto con la botella en la mano, me preguntó si me llevaba a la casa, le dije que no, que me llevará a mi casa, en el camino solo lloraba y bebía, me preguntó si traía llaves de mi casa y obviamente no traía, me preguntó si me llevaba a casa de mi mamá y le respondí, eres tonto o que, me dijo tranquila, te llevo a casa...
Llegamos a casa, no me podía bajar pues estaba completamente ebria, me quería ayudar y le grité ¡No me toques!, sabía perfectamente que podía pasar lo mismo qué había pasado hacía unos años atrás y tal vez debería de volver a acostarme con el, pero no podía, ¡Maldita sea! No podía...
Entré a casa, estaba oscuro todos dormían, me quité los zapatos y el vestido en el camino, no podía sostenerme sola, en ese momento sentí cómo alguien me cargaba y grité, me dijo tranquila no te voy hacer nada, quisiera cogerte, pero....no quieres, me llevó a mi habitación me dejó en la cama y me preguntó si necesitaba algo...
Le contesté qué no se fuera y me preguntó si estaba segura, le dije si... Pero no me toques, el me respondió Claro que no Señora, yo la respeto demasiado, simplemente que me preocupo por usted.
Volteé a verlo y le dije ¡Pendejo! Si me respetaras no me hubieras cogido aquella vez, sé quedó en silencio y me dijo... Aquella vez tú me lo pediste, eres una mujer hermosa y cualquier hombre en mi lugar no hubiera desaprovechado la oportunidad
Me metí a la cama, estaba desnuda porque nunca usaba bragas con vestidos de fiesta porque al Sr. Don así le gustaba, me volteé y me quedé dormida.
Continuará....
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ourheavenlybug · 4 months
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I have infinite tenderness for you. I always will, all my life long.
A letter to an angel...
From: Blair.
Mi Leah, quisiera iniciar esta pequeña cartita deseándote el mas bonito de los cumpleaños. Hoy estuve pensando mucho en ti. Pensaba en nuestra amistad, cada momento que hemos compartido juntas, las risas, las lágrimas, las palabras de apoyo mutuo, tu ánimo constante y el apoyo incondicional. Recuerdo cada vez que me defendiste mientras yo me desmoronaba, cada vez que te mencioné a mi mamá o a mi hermana, hablando sobre tu importancia en mi vida o de cualquier mensaje gracioso que me enviaste (que son tu especialidad). Cada vez que sentí enojo por alguien que te lastimó, cada momento donde solo nos teníamos la una a la otra y nos tomamos de la manita hasta sentirnos mejor, solo podía pensar en ti y en la amistad tan valiosa que tenemos. Eres la amiga que todos desearían tener, y para mí, eres la más increíble y especial. Hoy, mientras celebramos tu vida, puedo decir con certeza que no hay mejor amistad que la das día a día, no hay amiga como Leah d’Orsay. Cada día agradezco al destino por tener la fortuna de formar parte de tu vida, de ser tu confidente, de disfrutar de tu amistad y todo lo maravilloso que ello conlleva. Pero sobre todo, de tener la dicha de llamarte mejor amiga.
Hay algo que siempre mencionamos en broma y me hace reír, pero es completamente real y no hay nada mejor que describa nuestra amistad. En serio, haría cualquier cosa por ti, soy Leah apologist forever. Incluso si un día decides quemar Argentina yo te acompañaré y después diré “Bueno, pues algo le hicieron los argentinos”. Sabes que mi compromiso como amiga siempre será apoyarte y respaldarte. Eres mi confidente, mi mejor amiga y mi hermana, y eso nunca cambiará.
Tienes una belleza interior auténtica y tan bonita, tan Leah, que resalta en cada una de tus cualidades. La veo en ti, en tu disposición para escuchar a quienes te rodean, en el apoyo y contención que brindas, en tu humor contagioso que a todos nos saca una sonrisa incluso en los días mas fríos y en esa calidez que nos hace sentir en paz estando a tu lado. Estás rodeada de amor y personas que ven lo especial que hay en ti, que aprecian tu luz y la persona tan hermosa que eres. Y así debe ser. Creo que al fin tu corazoncito está en casa y con las personas correctas, me llena de tranquilidad saber que al fin tienes lo que mereces. Mereces el mundo entero, porque eres un angelito que ilumina cualquier espacio con su amabilidad, alegría y amor. Es tan fácil quererte por ser tú, por lo que hay en tu corazón. Todos amamos a Leah d��Orsay.
Deseo seguir a tu lado durante muchos años más, creando recuerdos juntas y manteniendo ese espacio seguro que hemos construido. Espero que sigas siendo mi mejor amiga y esa persona a la que le hablo de mis sueños, con quien comparto risas (o burlas) y lágrimas. Deseo seguir teniendo la oportunidad de conocer más sobre la persona tan increíble e interesante que eres, de crecer juntas y disfrutar de muchos 29 de diciembres más. Cada día siendo tu amiga es como abrir una caja de sorpresas, siempre hay algo nuevo y bonito que compartir.
Me hace mucha ilusión y me llena el corazón de amor compartir a tu lado, por tercer año consecutivo, este día tan especial que es tu cumpleaños. Espero con emoción ese momento en el que estés rodeada de amor y felicidad frente a tu pastel, a punto de soplar las velas para pedir tu deseo. Espero que se haga realidad y deseo que sea un día verdaderamente hermoso, porque nadie más que tú lo merece. Espero que hoy llegue ese perrito gordito con un lazo en la panza y que pases el día siendo la mujercita más feliz de todas.
Feliz vida, angel.
Te ama por siempre,
Blair.
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lyon-amore · 6 months
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Desde las cenizas Prólogo
*Jake POV*
   —MC, sé que regresamos hace un año y que estamos recuperando el tiempo perdido, pero sabemos que somos incapaces de estar lejos del uno del otro, que nunca dejamos de amarnos —tomo aire calmado, cogiendo sus manos—. Me encanta despertarme contigo a mi lado cada mañana, escuchar tus bromas con las referencias de películas o que estés allí en los momentos difíciles cuando siento que todo el mundo me vigila, pero estás tú para calmarme cuando me sucede y so esos momentos en los que pienso que tengo suerte de tenerte. MC… ¿Quieres casarte conmigo?    —No, no quiero casarme contigo, no te quiero.
    Miro a Dan tras poner la voz aguda. Sabía que esto era un error. No debía de confiar en ellos.    —Me voy —digo ofendido.    — ¡Vamos Jake! ¡Que es broma! —oigo a Dan y a Thomas.     Continúo caminando, saliendo del salón de la casa de Thomas.
Habíamos ido a pasar un fin de semana a Duskwood, como cada fin de semana. Era costumbre hacerlo, aunque ya todo el mundo sabía quién era “¡Ey! ¡Es el hijo de Nathan Donfort!” “¿Le puso los cuernos a su mujer? ¿Y a él no le da vergüenza venir aquí?” “Seguro que algo quiere, uno no regresa tras 37 años de vida buscando un padre sin motivo alguno. Debe de querer dinero”. Claramente no todos los comentarios no son así y cuando a lo largo de tu vida has escuchado comentarios hacia ti y tu madre, uno ya se acostumbrada.    —Jake, le digas lo que le digas, ella te va a decir que sí —Thomas se ríe dándome palmadas en la espalda— ¿Por qué dudas de ello?    —Porque quizás no quiera después de…     No sabía si MC quería preparar otra boda o querer casarse. Quizás lo pienso demasiado.  Tenía el sueño de compartir mi vida como ella completamente, cuando pensé que podría haberla perdido para siempre, tuve miedo. No quiero dejar pasar esta oportunidad en la vida.    —Fue a por ti nada más marcharse de Duskwood —comenta Dan—, queda más que claro que esa chica quiere a un tío que no aparta la vista del ordenador en vez de tomar el aire y hacer cosas de pareja.     Pongo los ojos en blanco y suspiro. Sí, le estoy dando muchas vueltas. Cojo la caja y lo guardo en el bolsillo del pantalón.    —Voy a buscarla —contesto decidido.    — ¡Eso es! ¡A por ella, tigre! —exclama Dan emocionado, alzando su vaso de whiskey.     Estoy un poco nervioso, nunca he llegado tan lejos con alguien. MC es la primera mujer con la que he durado muchos años y son los mejores años de mi vida.
Recuperar una vida perdida era un poco complicado. Tras las vacaciones que decidí tomar con MC, quise poner en orden mi vida pasada con mis amigos. Cuando me enteré de que uno de ellos me estuvo buscando de manera desesperada, supe que hice mal en haber desconfiado en él. Incluso se enfadó conmigo por haber pensado de él de esa forma. Al igual que MC, me ayuda a que no tenga el pensamiento de que estoy siendo perseguido. Quiero pensar que de verdad que nadie me persigue para detenerme, pero es complicado. A veces, incluso me pongo nervioso el pensar que pueden volver a atacar a MC. Aquel caso me había vuelto un poco más protector. Tengo suerte que ella lo entendía y me calmaba para pensar en otra cosa.
Veo a MC hablando con las chicas en el jardín. Hannah tiene a Luca en brazos y las chicas le hacen carantoñas. Veo cómo mi hermana le pasa el niño a MC y ella le coge en brazos con cuidado, cogiendo después su pequeña manita mientras le sonríe. Le sale muy natural, se nota que está acostumbrada a cuidar niños aunque niegue que le gusten. Suelto una risa, todavía observando. Quiero observar la escena un poco más.
*MC POV*
Era increíble que había pasado un año después de todo lo que había sucedido con Charlotte y Schneider, casi parece algo que ocurrió hace mucho tiempo.
Jake y yo tenemos una vida de ensueño, buenos trabajos, buenos amigos, un gato al que queremos como a nuestro hijo y los momentos más maravillosos que jamás podríamos imaginar. Una vez al mes solíamos ir a un restaurante chino, convirtiéndolo en una tradición. Nuestra tradición. Ahora sí que podía decir que estaba muy feliz, sabiendo que Jake llevaba un año siendo libre, mis preocupaciones por saber si estaba bien todos los días sin saber de él se habían marchado. Ahora intentaba ayudarle a tener una vida normal. Desde aquel caso, solía estar nervioso todo el tiempo. Lo único que podía hacer era estar allí apoyándolo y ayudándole a calmarse.
Sobre Phil, no había hablado con él desde que lo dejamos. Quizás un saludo al cruzarnos cuando venimos a Duskwood. Lo último que me dijo la señora Sully es que le había visto con una chica salir de su casa. En fin, supongo que las viejas costumbres no cambian. Si así es más feliz, entonces no le detendr��. Ya tengo a alguien mucho mejor.
Estar con el grupo era como estar con una familia. A veces, echo en falta una, pero con ellos se me olvida y el vacío se completa. Y estoy segura que también a Jake le pasa, tiene gente a su alrededor que se preocupa por él. Ojalá pudiera hacer algo más por él, quiero decir, ha conocido a su padre pero… ¿Y la familia de su madre? ¿Nunca supo nada de ellos? No quiero ni pensar en lo difícil que debía de ser para un niño el que pudiera estar solo sin unos abuelos o tíos que no te quisieran. Solo espero que seamos suficiente para él como su familia.    — ¿Se lo has dicho ya a Jake? —Miro a Lilly, que toma su bebida mirándome de manera acusatoria.    —No, aún es pronto —contesto, jugando con Luca a ponerle caras graciosas.    —Deberías decírselo —suspira Jessy, negando con la cabeza.    — ¿Decirme qué? —oímos a Jake detrás de nosotras y me asusto.    —A que te voy a poner un cascabel para saber cuándo te acercas —bromeo y se ríe. Amo su risa.     Se inclina y me besa. Pasó mi mano por su cabello y las chicas empiezan a quejarse en broma.    —Vale, esto no es algo para menores de dieciocho —dice Hannah cogiendo a Luca—, vamos, es hora de comer.     Nos echamos a reír y Jake me besa en la cabeza.    — ¿Tienes un momento? —me pregunta con un timbre de voz nervioso. Lo ha intentado disimular, pero lo he notado.    —Claro —ofrece su mano para levantarme y la acepto—. Ahora vuelvo.    —O no —bromea Cleo arqueando una ceja—, porque no sería la primera vez que nos dejas colgadas.    —Os prometo devolvérosla —Jake pasa una mano por mi cintura, mirando a Cleo sincero—. Os doy mi palabra.     Las chicas se ríen y nos alejamos, acercándonos a la casa árbol que Thomas había construido para su hijo cuando creciera. Una fortaleza para Luca. Un bebé con suerte.    — ¿Has estado alguna vez en una casa en el árbol? —me pregunta, mirando hacia arriba.    —No, nunca tuvimos una —contesto, para después mirar a Jake— ¿Tú has subido a alguna?    —Sí, pero tampoco era para tanto, sólo era un casino.     Me río al escuchar la referencia de Los Simpson. Algo que compartíamos era el amor por las series y películas. Creo que no había una noche que intentábamos desconectar del mundo tumbados en el sofá con Gizmo y apostar si la película o la serie que vamos a ver es buena o mala. Sí es buena, la vemos entera. Si es mala, la dejamos de fondo, ocupados en otra cosa mucho mejor.    — ¿Así que va a ser nuestra primera vez en una casa árbol? —pregunto, emocionada como una niña.    —Creo que sí —me sonríe y señala las escaleras—. Las damas primero —señalo mi vestido y se sonroja—. Perdón, lo había olvidado.     Empieza a subir murmurando cosas. No puedo evitar pensar en lo adorable que es. Me gusta mucho cuando se pone caballeroso o tímido a pesar de que ya son años juntos. No quiero que cambie nunca.
Me tiende la mano para entrar y me acomodo en una silla pequeña. Está lleno de juguetes de Hannah y Thomas en cajas, para cuando Luca crezca.    —Increíble… —murmuro, mirando el lugar— A Thomas le ha debido costar mucho hacerlo.    —Un padre haría cualquier cosa por un hijo —dice un poco melancólico.     Cojo su mano, entrelazando nuestros dedos. Le sonrío con cariño y con su mano libre me aparta un mechón de la cara.    —Estoy segura de que Nathan te habría hecho una casa árbol.    —Mmm… ¿Es demasiado tarde para pedírselo?     Ambos nos reímos y me imagino de verdad a Nathan haciendo una casa solo para compensar el tiempo perdido con Jake.    — ¿Y qué me tienes que contar? —me pregunta, con un tono de curiosidad.    — ¿Por qué no empiezas tú a decirme qué querías de mí? —sonrío, deseando escuchar lo que tiene que decir. Me gustaría darle un poco de emoción a mi noticia.    —Vale, pues yo primero.     Coge aire mirando al suelo. Parece estar pensando en sus palabras.
Acaba por mirarme a los ojos, decidido.
*Jake POV*
Puedo ver cómo sus ojos brillan, esperando a mis palabras. Con mis manos, intento calmarme cogiendo con cariño las suyas, con delicadeza. Me siento como cuando nos conocimos, tan nervioso que casi no puedo pensar bien. Solo me aparecen los buenos momentos con ella en mi cabeza, no las palabras que había ensayado.
En realidad, no necesitaba ensayar ningunas palabras, sé lo que tengo que decir.    —MC —pronuncio su nombre lo más claro posible y puedo ver cómo aparece un leve sonrojo en sus mejillas. A veces me sorprendo lo fácil que puedo hacerla sonrojar con sólo decir su nombre. Que se podría decir, que se convirtió en mi palabra favorita—, en mi vida me he equivocado en muchas cosas, pero tengo que decir, que conocerte fue lo único en lo que acerté, aunque no fuera de la manera más común para conocer a alguien—suelta una pequeña risa y no puedo evitar sonreír—, tú siempre has sido la razón por la que sigo aquí, teniendo esperanza de seguir continuando con la pequeña familia que hemos creado —conforme voy hablando, siento que me relajo. Seguro de mí mismo—. Y es lo que deseo hacer el resto de mi vida contigo.    —Jake… Me vas a hacer llorar —dice, llevándose rápidamente una mano a la cara para quitarse unas pocas lágrimas y volver a darme la mano.    —Pues mi intención no es esa —suelto una risa y me acompaña—. MC, no creo que necesitemos más años para pensarlo, porque yo al menos lo tengo muy claro —meto la mano en el bolsillo, preparado para sacar la cajita— MC ¿Me harías el honor de-    — ¡MC! —escuchamos a Lilly desde abajo, interrumpiéndome— ¡Te llaman por el móvil! ¡Pone ‘comisaria’!     MC frunce el ceño, con una mirada asustada. Sé que guardó el número de teléfono porque se ponía nerviosa cuando llamaban para hablar del caso 712 y todo lo que investigamos. Ver el nombre la calmaba antes de contestar.    —Pensé que ya lo habíamos contado todo —la miro extrañado. Se supone que estaba el tema zanjado.    —Yo tampoco sé por qué me llaman —MC se levanta y se dirige a las escaleras.     Estupendo, interrumpido por la policía. Creo que los agentes de la ley deben de estar vigilándome cada vez que quiero ser feliz con ella.
Bajo del árbol y me acerco a las dos deprisa.    — ¿Qué es lo que sucede? —Me pregunta Lilly— ¿No habíais terminado ya?    —Eso mismo me pregunto yo —susurro, cruzándome de brazos.    —Sí, soy yo… —vemos a MC frunciendo el ceño parece nerviosa— ¡¿Qué ha hecho qué?!     Me sorprendo al escucharla hablar de ese modo. Comienza a caminar en círculos.    — ¡Por supuesto que sí! …. No, no, claro, ahora voy… Sí muchas gracias —cuelga y nos mira a modo de disculpa—. Lo siento muchísimo, tengo que irme ahora mismo.    — ¿Pero qué ha pasado? —empiezo a ponerme nervioso con su preocupación. Al menos no parece aterrada.    —Tengo que ir a comisaría, si salgo ahora puede que lleguemos a casa —no parece que me lo diga a mí el “lleguemos”. Es como si se refiriera a otra persona.     Veo cómo se dirige deprisa a la mesa donde estaba antes y Lilly y yo la seguimos.    —Chicas lo siento, pero tengo que irme, es urgente —dice lo más deprisa posible.    — ¿Pero todo va bien? —le pregunta Jessy, como si se contagiase con sus nervios.    —No lo sé-    —Te acompaño —cojo su mano y la acaricio, intentando calmarla.    —No Jake, puedes quedarte aquí-    —Lo digo en serio, no voy a dejarte sola en este asunto, sea el que sea.     Suspira comenzando a relajarse. Asiente con una media sonrisa.    —Por favor, excusarnos con Thomas, Hannah y Dan —MC las mira a modo de disculpas.    —Por supuesto, iros, antes de que la policía se impaciente —Cleo también se contagia con sus nervios. Estamos preocupados por el misterioso motivo que han llamado.    —Llamarnos luego para informarnos —Lilly nos mira, hablando deprisa.    —Sí, claro, intentaré daros los detalles —MC y yo regresamos rápido dentro de la casa hasta la entrada, cogiendo nuestras cosas.
Al llegar al coche, la veo pelearse con las llaves para intentar abrir la puerta. Me acerco a ella, cogiendo su mano.    —Deja que conduzca yo —me ofrezco, cogiendo las llaves.    —Sí por favor…     Da la vuelta al coche y abro el coche.
Durante el trayecto, la veo morderse las uñas. Le bajo la mano despacio, volviendo al instante al volante.    —Te vas a hacer daño —le aviso, intentando mantener la calma.    — ¡Es que no me lo explico! —Exclama exaltada— ¿Cómo es que le han detenido?    — ¿Pero a quién han detenido?     Echo un vistazo rápido hacia ella, viendo cómo se masajea las sienes. Suelta un suspiro.    —Hay… Algo que no le he contado a nadie —dice muy despacio.    —Cuando te refieres a nadie ¿A quién te refieres?    —Jake, yo… ¡Handetenidoamihermanlpequeño! —suelta las palabras muy rápido.    —Verás cómo al final no es- Un momento ¿Has dicho hermano pequeño?
Capítulo 1 pronto
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cinemaslife · 7 months
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Bonnie Aarons solo con existir en la cinta ya hace todo el trabajo.
La monja 2 empieza cuando acaba La monja 1, el personaje de Frenchie sale de Rumania después de salvar a la monja Irene y comienza su andadura creando caos y confusión a su paso. Frenchie pasa a estar poseído al salvarla.
Nada más empezar el fil ocurren diversos crímenes contra monjas, curas y obispos a lo largo de Europa, El Vaticano se pone en contacto con la hermana Irene ya que se está repitiendo lo ocurrido en la primera entrega con el demonio Valak.
Frenchie ha ido a parar a un internado de niñas para hacer de manitas en el mismo, pero no es consciente de que está poseído y que está buscando una reliquia antigua para tener el poder.
La hermana Irene y la hermana Debra van a buscar explicaciones y dan con un librero random que, de repente, tiene más información que El Vaticano, los obispos, la orden y las propias monjas, hace una averiguación cualquiera y suelta una retahíla de cosas que a ellas le parece que les cuadra y nos vamos hacia Francia, hacia el internado que nos dice este librero que sale 3 minutos y que ya sabe más que todo el mundo, ah y que no vuelve a salir nunca más.
Irene se reencuentra con Frenchi y le dice que está poseído y eso es suficiente para que se manifieste la posesión. La cuestión es que la representación de Valak como monja es tan espectacular como la primera vez que sale en la saga de El Conjuro (en la primera entrega del film su presencia es bastante descafeinada), la presencia de La Monja, es increíble, solo con la mirada y la sonrisa es suficiente para infundir terror (unido a la caracterización).
La película es mil veces mejor que la primera, pero pretende dejar un final abierto que se entremezcla con la nueva entrega que tiene que venir de los Warren.
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lizortizsblog · 8 months
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Ponche de Navidad
Elizabeth Ortiz
En una esquina de la cocina, el ponche de Navidad burbujeaba en una cacerola grande, desprendiendo una fragancia que le hacía recordar a Martín su niñez.
Llevaba varios años siendo el único hijo que acompañaba a Elena, su madre, en un hogar que parecía haberse vuelto más grande, silencioso y pacífico: Sin los gritos y peleas con Mariana y Claudia, sus hermanas. El único que lo entendía era Santiago, su hermano mayor, quien vivía en Suiza desde que entró a la universidad y, a pesar de estar lejos, siempre estaba presente para él, encontrando la manera de calmarlo después de cada riña; sabía que, con ellas, sus consejos sobre mujeres nunca funcionaban.
A partir de que a Elena le habían diagnosticado el mal de Parkinson, todas las puertas de la casa se abrían con más frecuencia por tantas personas que llegaban a cuidarla. En especial, la de la cocina esa noche, ventilaba el aroma del ponche cocinándose y se apoderaba de los sentidos de Martín. La combinación del perfume de las guayabas con la canela y la jamaica, eran sus favoritos desde pequeño y también los de Elena; al menos eso le decía ella cada vez que se acercaba para ver cómo lo preparaba. A pesar de sus limitados movimientos, con un poco de ayuda Elena no había perdido el toque en la preparación; el olor seguía siendo el mismo, pero ella ya no podía deleitarse con él. Eso le generaba a Martín una pesada carga de culpa.
Cuando apenas había cumplido la mayoría de edad, la idea de salir de fiesta y consumir alcohol se había convertido en un anhelo casi tangible en su mente. Percibía esa experiencia como una especie de inauguración a un territorio desconocido y emocionante. Se sentía fascinado con la adrenalina de la música resonando en sus oídos, el bullicio de la multitud y la sensación de soltura que el alcohol prometía traer consigo. Cada sorbo parecía sellar su entrada a una nueva vida, dejando atrás la adolescencia. Al regresar a su casa, mientras giraba la llave en la cerradura sentía un nudo en el estómago, porque sabía que su madre desaprobaba ese comportamiento. Sin embargo, ella estaba muy cansada en esa época y pocas veces se despertaba. Con el tiempo, el chico empezó a notar que, aunque él creía que el olor que quedaba en su aliento era evidente, su madre parecía no percibirlo. Solo se enojaba porque llegaba tarde, pero jamás le reclamó por haber tomado. Martín aparentaba conservar el equilibrio y permanecer en silencio para que Elena no lo notara.
Ya había pasado casi un mes después de que los cuatro hermanos discutían en una videollamada el tratamiento médico que debía seguir Elena, llegando a la conclusión de que lo mejor sería buscar una segunda opinión en la que Claudia, Mariana y Martin pudieran plantear todas sus dudas al especialista. Durante la consulta, Martín se vio obligado a contradecir a Elena cuando le dijo al médico que apenas hacía un par de años había perdido el olfato, solo él sabía que ya habían pasado más de cinco. Gracias al médico, las hermanas pudieron comprender que la situación no era fácil para nadie y que los síntomas del trastorno no eran evidentes. Él les recomendó no buscar culpables, sino seguir sus instrucciones de manera puntual para determinar si era necesaria o no una cirugía.
Mariana le pidió a Martín que le ayudara a servir las tazas con ponche y, mientras lo hacía, el aroma le taladraba el corazón. Recordó cómo Elena le daba besos en sus manitas cuando de niño se quemó en una ocasión al tocar una de las tazas. ¿Qué hubiera pasado si hubiera confesado todo desde el principio? Era evidente que eso no hubiera impedido que Elena perdiera el olfato y la movilidad, pero el peso que sentía era abrumador. A pesar de que sabía que su madre lo adoraba, también sabía que se sentía traicionada y difícilmente las cosas serían como antes y eso de verdad lo atormentaba.
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you-re · 9 months
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En este momento, me hace falta MAMÁ a unos cuantos kilómetros de mi, sin poder abrazarte cuando más lo necesito o a mi hermana que siempre esta para mi, ella que sabe la mayor parte de mis días y el dolor que me has hecho pasar solo quiera estar cerca de mi familia y abrazar a todos sentir su calor al menos por un rato, las cosas en mi cabeza, la voz y esas manitas tan pequeñas que tienen... me hacen sentir fuerte. Pero al pensar que estoy sola y que nadie puede entender lo que estoy pasando. No sé si yo me estoy traicionando también. Alguien que quiero mucho me hablo recientemente dice que me quiere, y por otra parte, el papá de mi hija. El que me trató mal solo por querer dar mi opinión 3l que me hizo daño mientras tenia un bebe dentro de mi y sin importar más nada nos abandono, sin nada y mi S causó un trauma que nunca va a poder olvidar. Siempre lo recuerda así de la peor forma no se hasta donde voy a llegar solo se que voy a cumplir mis sueños. FIN
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Familia Kahuna🌺❤️
Este es uno de los dibujos q no pude terminar junto al de la familia de Brook, pero al menos pueden verlos pintados y como son sus bebés, cuando pueda tener otro lápiz los terminaré.
Bueno Tilo y Lillie a los 17 empezaron a ser novios ellos fueron los típicos novios de manitas sudadas, se ponían como tomate si se agarraban las manos, al ser novios ellos Gladio era algo sobreproctector con su hermana y empezó a estar en el grupo de los chicos para ver q nada saliera mal, ahí empezó a socializar más con Lana q era alguien con quien casi nunca hablo, al ser amiga de su hermana entonces no mostró molestia, hasta empezaron a verse más solos y las hermanitas de Lana shipeando sin saber q a los 20 de Lana y 21 de Gladio se haría realidad su ship. Al ser Tilo un Kahuna luego q se abuelo Kaudan le diera su puesto pues su relación con Lillie fue bastante sonada además de la reputación de la familia de ella, igual paso con Gladio cuando se mostró a Lana de pareja.
Ellos empezaron lento la verdad al comienzo agarrarse las manos y de despedida besos en la mejilla, desde adolescente a Tilo le gustó Lillie la espero de su viaje y cuando la vio regresar con su papá la felicito mucho, la veía en sus entrenamientos de Kahuna como la pasaba con su familia y un día se armo de valor y con flores en mano fue hacia Lillie y le confesó su amor, estaba avergonzado y rojo, le dijo q no tenía q corresponderle q estaba bien pero q quería decirle su sentir, ella agarro las flores sonrojada y mirándolo a él, como ella no hablo pensó q lo rechazo y se fue luego de darla un reverencia. Durante unas dos semanas Lillie huía de su mirada hasta de él d ella pena estuvo durante eso días pensando si darle una oportunidad o no, pensando pros y contras, entonces decidida lo cito y le dijo q aceptaría salir con él para ver si funcionaria, el feliz como Lombriz acepto. Así ambos empezó a salir y a ser novios imagina desde los 15 Tilo tenía de inalcanzable a Lillie y sus 17 ya no jajaja.
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A sus 22 ambos se casaron y al año siguiente tuvieron a su hija y al otro año al niño, jejeje les tocó la parejita
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campanaubicua · 1 year
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. ha MUERTO mi PADRE.
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. mi prima MARÍA ISABEL ha contado muy bien en FACEBOOK lo que sentimos TODOS los FAMILIARES y ALLEGADOS. podéis LEERLO en este LINK: https://bit.ly/3whSGoX.
. lo TRANSCRIBO a continuación:
Hoy Tío Pepe estáis de Fiesta allá arriba, hoy habéis recibido a mi padrino y viniendo hacia San Fernando, he sentido vuestra alegría, sí la de todos al recibir a tu hermano Ramón, hoy a mí padrino se le ha iluminado la cara al ver de nuevo a sus padres, a su hermana Elena y a tí...y ha sentido el gran abrazo que le ha dado mi padre...un abrazo de los apretados y casi he escuchado cuando mi padre le ha dicho...cuñado te estaba esperando... Vosotros estáis como locos con él allí...ya podréis escuchar sus chistes, ver los partidos con él y volveréis a ver desde la barrera todas las corridas...y hasta volverá a ir de nuevo de cacería...ahora ya le toca disfrutar se lo merece con creces.
Eso sí...cuando se asome a ese balcón y lo veáis con pena o preocupado por su familia...ponerse al lado suya...y que le digáis que esté tranquilo que van a estar bien, que como familia unida que somos estarán bien cuidado y ya que está al lado del Padre y su Madre Santa, que les diga e interceda por ellos...ahora tiene enchufe. Nosotros aquí lo vamos a echar de menos...porque tío Ramón era querido por todos...a todos nos gustaba hablar con él, a todos nos encantaba que nos hiciera esas tarjetas rayadas con nuestro nombre, a quién no le ha arreglo algo..siempre fue un manitas...y nos encantaba verlo disfrutar en las reuniones familiares. Cómo ha disfrutado con su mujer, siempre juntos, siempre de la mano, cómo ha estado para todo con sus hijos y cómo ha disfrutado de abuelo...el abuelo más divertido que han podido tener...eran su gran tesoro .. sus nietos. Yo como ahijada no he podido tener uno mejor...porque era espectacular y suena en mis oídos sus palabras...cuando me decía...ahijada...que bien sonaba... Tío Pepe...que os escucho, que escucho vuestra fiesta...así que os dejo disfrutar... Pero no os olvidéis entre todos de cuidar a esta familia que es tan buena y unida y eso es porque os lo habéis currado. Dale un beso fuerte a mi padrino y dile que lo quiero.
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ensuszapatos · 1 year
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Te invito a mi cumpleaños.
Llevo tooooda la vida siendo la niña que celebra con todos su cumple pero a la que nunca invitan a ninguno. 
Cuando yo era pequeñita y me pasaba los días por ahí con mis amigas de aquí y de allá, Oli (mi hermana mayor) siempre me decía “ahora eres muy popu pero cuando crezcas te darás cuenta de que te sobran dedos de la mano para contar a tus amigas”. 
Y ahora me doy cuenta de que tenía razón me sobran más dedos de los que necesito para contar. 
Últimamente veo muchas pelis, ayer vi “Princesas”. Es una peli española de hace 20 años aprox, va sobre una prostituta que no sabe lo que es el amor.  Pero sin embargo siempre le da el mismo consejo a su amiga:
“Existimos porque alguien piensa en nosotros, y no al revés”.
Cada persona tiene su vida, y la vida es como una maratón. Aunque tú te pares, el resto de gente se sigue moviendo, nadie parará a esperarte hasta que vuelvas a coger marcha. Pero puede que con suerte encuentres personas que te animen a retomar la marcha mientras no dejan de correr, que te den la manita, y te esperen en la meta el tiempo que haga falta para celebrarlo contigo!  Y si existen personas que no se preguntan por qué tardas tanto en llegar al final, es porque no se han parado a pensarte en ningún momento de la carrera. 
Imagino que tengo que aprender a ser feliz con ello, y dejar de tirar el ancla en lugares donde nunca podré fondear, donde nunca seré bienvenida y donde nunca se alegrarán de tenerme.  Quiero aprenderlo poco a poco, aunque cada dos pasos que de hacia adelante tenga que dar uno hacia atrás. 
Así que a partir de ahora, la vida, como las fiestas, en petit comité. Quien me quiera en su cumple, bienvenido será al mío.
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