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#El baile de las calacas
ilianazuleta · 6 months
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El baile de las calacas
Tres calacas bailan un son. Una, que fue mujer, se alza las enaguas y mueve sus huesudas piernas. Otro, que fue hombre, vestido de charro, marca el paso y empuña su pistola: solo por lucir. Otro esqueleto más los acompaña. Desnudo, en los puros huesos, baila. Nos recuerda que así, así vamos a bailar con la Huesuda un día, mañana. ¡Qué ritmo! ¡Pero qué alegría la de vivir este morir! Texto de…
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redcomunitaria · 7 months
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Calaverita a mi abuelita
Chepita en el más allá, con chispa en la mirada,
Dijo a los esqueletos: "¡Amigos, no me hagan la tumba mojada!"
En el baile de calacas, se robó el espectáculo,
Con su esqueleto danzante, ¡se veía muy chula!
Pidió tacos de cráneo y refrescos de alma en pena,
Y le dijo a la Catrina: "No te pases de buena."
La Catrina se rió y le dijo: "Eres muy pícara,
¡Vas a hacer que la parca se muera de risa, ja, ja, ja!"
En el Día de los Muertos, Chepita es la reina,
De las bromas y chistes, no hay quien la frene.
En el reino de ultratumba, su humor brilla más,
Y a todos los difuntos, les saca una carcajada, ¡Amor y paz!
Con su risa espeluznante y ocurrencias mil,
Hace que hasta los esqueletos rían sin fin.
En el panteón eterno, la fiesta no tiene final,
Porque Chepita en el más allá, es la reina del carnaval.
Así que recordemos a Chepita con alegría,
En el Día de los Muertos, en esta melodía.
Su espíritu alegre en el más allá persiste,
Y en nuestras vidas, su recuerdo y amor siempre existe.
Don Ggatto
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esqueletodanzarin · 7 months
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El baile de la calaca. Me gustaría ver eso... si es que no se desarma en el acto
Quiza lo veas quien sabe.
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alejandrolopezglop · 2 years
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Siguiendo tradiciones que acostumbraban mis papas ♡ Altar dedicado a mis papas. Calavera literaria, LA MARIA Y EL ALEJITO BAILABAN UN DANZÓN ESTABA EN TREMENDO GRITO PORQUE SE VEÍA MUY PANZÓN. LA HUESUDA LOS ESPIABA DESDE UN RINCÓN DE LA CASA ELLA ESPERABA Y CONFIABA QUE LE PONDRÍAN UNA SALSA BAILE Y BAILE LOS VIEJITOS EN TREMENDO VACILÓN SE ESCUCHABAN MUCHOS GRITOS ESOS NIETOS QUE PARECÍAN PELOTÓN LA CALACA DESESPERADA SE EMPEZABA A MOLESTAR LLEVABA MUCHO TIEMPO PARADA Y NUNCA LA INVITARON A PASAR SE LE OCURRE PLATICAR CON UNA DOÑA AHI SENTADA DESPUÉS NO LA PUDO CALLAR PUES ERA ALEJANDRA LA AMARGADA YA ENTRADA LA NOCHE LLEGARON MILI Y MISAEL SE BAJARON DE UN GRAN COCHE PUES YA TRAIAN EL PASTEL FATIMA COMO SIEMPRE DORMIDA SE LA PASABA SOLO ASI PUDO DARSE CUENTA QUE LA HUESUDA AÚN ESPIABA QUÉ CARAJOS BUSCAS? LE PREGUNTA YA ENOJADA CON TU ASPECTO NO ME ASUSTAS Y TE ME VAS A LA FREGADA LA MARIA ESCUCHÓ QUE TRAÍAN SU ALBOROTO EN EL TEMA SE ENGANCHÓ Y LAS INVITÓ A SU GRAN COTO HIJAS DE MARÍA MORALES LES GRITÓ EL ALEJITO NO SIGAN CON SUS MALES Y TRAIGANME UN PULQUITO MOLESTARON A LA MUERTE TANTO QUE A LA FAMILIA LÓPEZ ELLA LLEVA TODOS A SU CAMPOSANTO AUNQUE LE PROVOQUEN MUCHA HUEVA LOS NIETOS SOLOS HAN QUEDADO NO HABRÁ FIESTA POR FESTEJAR ESO ES COSA DEL PASADO AHORA SOLO SERÁ EL ALTAR . #photochallengemx #samsungplaygroundmx #withgalaxy #altardemuertos #tradiones #mexico (en El Marques, Queretaro De Arteaga, Mexico) https://www.instagram.com/p/CVwgNbGrr0z/?utm_medium=tumblr
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El último baile
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-  Hoy cierro las puertas, hoy cierro los bares. El último día os traigo, que nadie se espante.
- ¿Ahora porque hablas en verso, hija de la calaca?
- ¿Qué mejor manera de acabar nuestros días de fiesta que hablando en verso Angelito?
- Tienes razón, aunque sería mejor con flamenco.
- Cierto, los españoles son unos aburridos el día de muertos, pero al menos les traigo alegría con el flamenco cómo hace Mamá.
La hija del fin con sus mejores ropas se vistió para las fechas. Con el vestido negro, de flores en las mangas dibujado, y una grieta que llegaba hasta la parte baja de su espalda, dónde iniciaba la falda de volantes rojos que a fuego se asemejaban. El pelo, que caía rebelde por su espalda, sujetado por una corona de flores se encontraba y en sus pies de pajarillo tacones de bailarina reposaban.
Ella a él le sonríe, y con los dedos índice y corazón el rostro se divide. En el lado derecho de su rostro, humana parece; mientras que, en el lado izquierdo, se le notan los huecos de los huesos y los colores que en ella reposaban. Aunque estuviera muerta, el color nadie la quitaba, al igual que, aunque fuera día de Todos los Santos en España, la música a su fin no llegaba.
Él pone los ojos en blanco y por la calle avanzan. Las mujeres, asombradas la miran, Tremendo maquillaje piensan. Los niños se paran a observarles, y ellos que son las almas más puras pueden ver los secretos que esta dama esconde. Los mira, les sonríe, y después de agacharse junto a ellos; unas mariposas de luz de su mano desprenden. Maravillados, los pequeños intentan atraparlos y el ángel con un soplo en polvo de estrellas las convertirá.
La noche es joven, eterna y aún no termina. Es hora de ir a bailar a la tasca, a hacer honor a la muerte castellana. Bajando por una acera cualquiera de la Castellana, a la tasca llegan, y ella encuentra su sitio entre las tablas.
Los taconeos empiezan y furiosa mueve las manos al ritmo del compás. Un, dos, tres; un, dos, un, dos, tres. El ángel un año más en el cajón le seguía, más los tres o cuatro fantasmas que con la música el ritmo le correspondían:
- Por un beso de la flaca daría lo que fuera, por un beso de ella, aunque solo uno fuera…
La gente la canción seguía. Ese lugar comenzó a llenarse de alegría y de magia el Día de Todos Los Santos. Fantasmas, dioses y mortales en esa tasca se reunieron para venerar a los que parece que se marcharon, aunque acá permanecen.
El ángel, a la sucesora de la muerte castellana acompaña. Y mientras que el cajón gracias a la magia sólo se toca, en su baile le acompaña. Se queman las tablillas, los zapatos incendian, echan chispas aquí y allá. Es explosión de magia, de amor, de sinceridad; de un último suspiro antes de que el sol entre por la ventana.
Entre los dos se miran, es hora de que la obra se termine. Un, dos, un, dos, tres. El último taconeo, con él agarrado a las manos de ella. Un calor sobrecogedor los rodea y en un apareces y desaparecer de melodías de humo desaparecen.
Reaparecen en el cementerio y entre risas se miran:
- Aunque solo uno fuera…
- Aunque solo uno fuera…
María I (Finis Filia)
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rios-jakenov · 5 years
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Mictlán
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Para los antiguos mexicas, la muerte no era el final, era solo el inicio del largo viaje hacia la tierra de los muertos, donde nuestros ancestros nos esperaban con amor.
La travesía no era fácil, el alma debía cruzar nueve terribles pruebas. Morir en ellas significaba perecer para siempre.”
Francisco Eusebio acababa de fallecer, su esposa le dejaba flores de cempasúchil y claveles blancos en su tumba. Ella todavía tenía que estar en Tlaltipac. Más adentro de las tierras que cubren el ataúd, Eusebio despertaba en izcuintlan, los coloradas tierras del Mictlan decoraban antes sus ojos y veía la tierra seca adornada con pencas de agaves; su esposa lo extrañaba y Eusebio lo sabía.
“De noche cuando Cruz duerme, gotitas caen desde el cielo. Eusebio le está llorando de lluvia manda sus besos, jazmines crecen de noche los más hermosos del pueblo son flores que él le manda llorándole, ¡Ay! Llorándole, ¡ay! Llorándole.
No le llores más Eusebio, dicen las flores del huerto, tu amor vivirá por siempre en Cruz y su corazón doliente.”
En la noche de Coyolxauhqui, día de muertos, cruz ponía al centro  del altar: su foto, velas, pétalos de cempasúchil, calaveras de azúcar y amaranto, pan de muerto, mezcal, pulque, naranjas, guayabas y un sahumerio con copal y mirra.
Eusebio pasaba el río Apanohuaia, su xoloescuincle de cuando era un niño lo esperaba con ansias desde hacía una década, pues su chucho era su barca hacia el otro lado del caudaloso río. Dándole cariños, su can lo seguía y le daba un abrazo, unas lágrimas salían de los ojos de Eusebio.
Rumbo hacia Tepectli Monamictla, Eusebio veía el baile de las montañas, con valentía corría hacia el fandango de las sierras, saltando ante los movimientos tectónicos de las piedras, mientras su perro corría detrás de él y metiéndose a un morral que tenía Eusebio colgando de su cuello. Eusebio dejaba detrás las montañas aplastantes
Después ambos subían al Iztepectetl, a Eusebio se le rasgaba la ropa y la carne, y sus huesitos tilicos iban rozagantes bajando de la montaña de vidrio negro.
En Itzehecayan pasaba el paisaje de hielo y nieve, entre las sierras de piedra negra, cubriéndose el esqueleto con una manta que cruz le dejó en el altar, pues hasta los huesos tienen frío. Y volaba como papalote en el Paniecatacoyan planeando con su chucho sobre los aires.
Ya en Timiminaloayan las flechas de los antiguos guerreros proyectadas hacia los viajeros por manos invisibles trataban de empalar a los pasantes, en un bosque de árboles negros con olor a copal, las saetas pasaban sobre Eusebio y la comida que este  traía le hacía de amortiguado, a trompicones Eusebio llegaba hacia Teocoyohuehualoyan, donde las zarpas de los jaguares de piel de runas los esperaban ansiosos y con sus ojos de fuego ponían decisión sobre cuál era la siguiente  víctima, así un jaguar del doble de tamaño que uno de Tlaltipac se lanzó sobre Eusebio y le quitó la última parte humana que aún le quedaba. Su corazón latiente ahora era comida de estos guardianes.
 Mientras tanto Eusebio veía con asombrosa fascinación el firmamento, pues veía las constelaciones o los templos flotantes de Quetzalcóatl o Huitzilopochtli o Tláloc construidos en Tlaltipac sobre  montículos de tierra que reposaban con fina suavidad sobre el aire e incluso pudo ver de reojo a la  gran serpiente emplumada. Una vez que Eusebio entró a Izmictlan Apochcalolca la laguna de aguas del color de la obsidiana, su cuerpo quedó completamente limpio  de la carne humana y su alma purificada, en Chicunamictlan debía de nadar las nueve aguas de Chiconauhhapan, y así con su can a lado, iba nadando con mucha fuerza ante los rápidos filosos del río, hasta que llegó al templo de Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, un templo de luces guinda y ornamentos de flores de cempasúchil.  Mictlantecuhtli  con un penacho de plumas de guacamaya y quetzal  los observaba entrar, sentado en su trono y con un cetro de oro y demás bisutería en su cuerpo de dios.
Mictlantecuhtli le pidió una prueba para dejar pasar a Eusebio hacia el eterno descanso. Eusebio sacó un reloj de platino pero el señor de los muertos le hizo un ademán con el dedo de que eso no le servía y señaló un montículo de oro y joyas preciosas y uno de cráneos que probablemente no pudieron pasar. Con una mirada fúnebre Mictlantecuhtli lo tomó en sus zarpas y su perro empezó a ladrar. En ese momento su esposa puso un camafeo en el mantel del altar, y Eusebio ante la boca de Mictlantecuhtli le enseñó  el camafeo, cayendo Eusebio al suelo y Mictlantecuhtli abriendo las puertas del eterno descanso  con una mirada de ternura y una lágrima de ámbar que salió de sus cuencas negras, Eusebio estaba arrodillado ante las puertas,  veía de nuevos a sus antepasados y a una ciudad alegre de muchos colores, trajineras, edificios alegres y fuegos artificiales, una ciudad que siempre estaba en fiesta. Sus abuelos y sus tíos iban a darle un abrazo, con vestimenta revolucionaria y cananas cruzadas en x.
Su esposa lo recordaba en Tlaltipac, recordaba con tristeza el novenario de Eusebio, las noches de luto y su marcha funeraria.
“Por Cruz y sus ojos negros, dolor llevaba en el pecho, Cuando él se fue pal cielo.”
Un año después convenció a Mictlantecuhtli de que por piedad lo dejara estar un día en Tlaltipac, el dios siendo condescendiente se lo permitió, despertó en su ataúd  y salió de la tierra del panteón, movía sus huesos gozosos pues iba por su esposa, desde una miranda vio a lo lejos al pueblo y se dirigió hacia el pueblo.
Camino por las veredas de las calles adoquinadas y lo primero que hizo fue entrar a una cantina para ver si veía a sus viejos amigos, pero los borrachos casi se les salen los ojos de ver al muerto en la puerta. Paso a lado de la gente y la gente salía corriendo y gritando blasfemias. A un viejo casi le da un infarto, en eso una niña no le dio miedo y  ayudó a Eusebio pues ella sabía a quién estaba buscando, lo dirigió hacia el quiosco central donde una banda de calacas  con su acordeón, bajo, gaita y flauta tocaba cumbia: la cumbia calavera. Estrafalarias y locas, las calacas movían sus pies como si fuera polca o zapateado e iban tocando y marchando, Eusebio las siguió, unas catrinas se unieron al jolgorio contoneando sus huesitos al son de los platillos. Eusebio no era el único que tenía derecho a estar en Tlaltipac una vez más.
Eusebio llegó a la vieja casa donde la veía cuando eran novios, y en una de esas tantas ocasiones le tocó serenata, ahora la casa se veía descolorida, sola y con las paredes cuarteadas, siguió avanzó hasta que de reojo vio un altar, entró en aquella casa y vio a la foto de su esposa en un marco de madera y una ofrenda a su alrededor así como la que ella hacía.
Miró con tristeza la foto pero ella apareció detrás de él tomándole las manos y sacándole una enorme sonrisa, felices los dos, bailaron la cumbia calavera y abrazados se fueron caminando de nuevo hacia la última tierra del Mictlán.   15.-
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vidaderockstar · 5 years
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No me dejaba subirlos, así que lo subo hoy, casi una semana después.
Que onda fans. Aquí manteniéndolos al tanto de mi fin de semana, el viernes algo muy tranquilo, agusto. El sábado fui a una fiesta neón muy increíble, donde una calaca pinto nuestras respectivas prendas, estuve con mi familia y mis primos, de verdad algo muy cool, gracias prima por hacer fiestas tan cools. Me sentía muy perrita con mi outfit y mi makeup, y baile mucho y tomé cómo estúpida, todo muy agusto. El dominguito igual todo muy agusto, comí con mi familia y mi día terminó con un chisme dominguero con mis amigas en un café tal cuál señoras de 50 años.
Agradezco muchísimo a la vida por darme la oportunidad de disfrutarla al máximo, doy gracias al universo y a Dios por poner a gente tan bonita en mi mismo camino, disfruten, gocen y agradezcan siempre lo que tienen.
Los amo y los veo en el próximo post, adiós
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karlozatl · 3 years
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💀🕯️ #CalaveritaLiteraria para @k_nopaltzin 🦇🎃 La Calaca bailando viene por K la toma de su cintura tienta su calentura tiene los ojos llenos fuego es la fuerza de un atardecer de invierno es la misma llama del Infierno la que hace que baile este juego la Muerte la eleva a los cielos en un cuerpo azul de energía ahora van juntas a viajar por el Universo muere gozando enmedio de este verso. ☠️☠️☠️☠️☠️☠️☠️☠️☠️☠️ ❤️‍🔥 Pide la tuya para celebrar tu vida este Día de Muertos 🔥La dinámica es de trueque o un pago de $50 en adelante ✨ 👉🏾 Llena el formulario, link en bio o manda inbox 🔥 #calaveritas #calaveritaliteraria #calaveritasliterarias #trueque #dinero #don #servicio #comida #bebida #420 #texto #video #Diademuertos #ofrenda #ofrendasmexicanas #halloween #halloweed (en Universo) https://www.instagram.com/p/CVk3FXJr8ek/?utm_medium=tumblr
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treeofliferpg · 3 years
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Concurso de relatos Halloween 2020
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Título del relato: Cempazúchitl, la Flor de Veinte Pétalos
Autor: Chantry
Este treinta y uno de octubre, en cuanto las campanas de la iglesia resuenan al mediodía, los pétalos de la Cempazúchitl se encienden en un brillo áureo creando el puente entre el Mictlán, el inframundo prehispánico y la tierra de los vivos. Las almas de los niños atraviesan este puente para llegar con sus padres que los esperan impacientes. Algunos, los reciben en sus tumbas hermosamente limpias y arregladas, con la ofrenda lista con sus juguetes favoritos, fotografías, imágenes santas, agua, leche, Cempazúchitl, velas, dulces, comida y sal para los no bautizados. En cuanto los inocentes los reencuentran, se dispensan abrazos y besos que no se sienten en el cuerpo, pero apaciguan y calientan el alma.
Este día es bendecido por los dioses prehispánicos del más allá: Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, porque los que tienen el corazón muerto, no dejan de sentir amor. Y ante sus ojos bondadosos, los niños juegan, hacen travesuras, hablan en el oído de sus padres, ríen persiguiendo al perro xoloitzcuintle, el que guía en el otro lado y sus progenitores comen con ellos, recordando con agridulce emoción, cuando los tuvieron en cuerpo, en vida; y rezan rogando por el descanso de sus almas, con lágrimas de pena, pero también con risas porque de nuevo, están ahí, a su lado. Y los niños, los consuelan con sus bracitos pequeños, pero no por ello, faltos de fuerza. En esta festividad, el cementerio a medianoche no tendrá aspecto de ultratumba, sino de pletórica emoción, color y luz de velas durante dos jornadas, que se antojan cortas. Los inocentes se van justo al mediodía del primero de noviembre, cuando las almas de los adultos llegamos y conforme a la tradición, nos iremos al mediodía del dos de noviembre. ¡Cada quien merece su propio día para ser agasajado! Algunos de los muertos adultos se quedan en el camposanto disfrutando con su familia. Yo, en cambio, corro desde mi tumba hasta llegar a la que fue mi casa, mi hogar, con el corazón muerto hinchado de emoción y las ansias de verlos. Atravieso las calles engalanadas con tapetes de aserrín y Cempazúchitl en alegoría a la muerte. El papel picado con diseños intrincados decora lo alto de los caminos, en cordeles multicolores que se mueven con el jugueteo de la deidad prehispánica del aire, Ehécatl, pues hasta los dioses están felices y celebran nuestra memoria. Es cierto, en este mundo material, hay muchas personas muertas y vivas penando. Son las ánimas que están atormentadas creyendo sus lazos rotos. No entienden que en este mundo, todo tiene un ciclo: nacer, crecer, fallecer. La muerte no es el último estadio. Está la esperanza de Nuestro Día, donde volvemos a estar reunidos. En casa, antes de la llegada de los niños, se pone el altar de tres niveles. Representa al cielo, el infierno y el purgatorio. Se colocan en él, las fotografías y los objetos que usamos en vida. Se ofrendan calaveras de azúcar, papel picado, Cempazúchitl, pan de muerto, una vela para cada fallecido y otra, por las ánimas del purgatorio, así como agua, que purifica y calma la sed. Es un sincretismo entre lo católico y las costumbres prehispánicas. Una alabanza al ciclo de la vida y la esperanza más allá de la muerte. Este primero de noviembre, la ofrenda del altar se hace más grande, pues se agrega el tequila, la cerveza, la comida muy picante. Lo que le agrada al adulto, pero está prohibido a los pequeños. En mi honor, mi hija María pone los tamales y el mole de mi predilección. También enciende las velas, que iluminan a Tonantzin, “Nuestra Madre”, hoy llamada Virgen de Guadalupe, quien observa con benevolencia esta costumbre, que es una catarsis, un alivio a la pérdida y a los posibles sentimientos de culpa que embargan a los que se quedan. Estamos todos los que nos fuimos: mis abuelos, tíos, padres, hermanos, amigos y mi esposo Toño, que falleció este año. En nuestro honor, se pone la música y el mariachi que nos gusta. La familia está completa otra vez y lo celebramos como en la mejor de las fiestas, entre risas, canto, música y alegría salpicada de tristeza. El aire huele al incienso y al copal que se usan para purificar el ambiente. Mis brazos se alargan y rodean a mi hija María, cuyas lágrimas bajan por sus mejillas. Las desprendo con mis dedos fríos mientras pongo mis labios en sus cabellos y susurro al oído: “Aquí estoy, hijita. Llora si lo necesitas, pero sonríe porque hoy estamos juntas. No me iré mientras me recuerdes. El amor que nos une, nunca se termina”. Mientras los muertos comemos, los vivos hablan de nuestras vidas a su lado, recordando anécdotas con amor, alegría y una pizca de tristeza por nuestra memoria. Siempre en tono irreverente porque hoy, hay que burlarnos de la muerte. La calaca es la única que es ineludible y algún día nos encontraremos en el Mictlán. Por eso, fumo mi cigarro escuchando a mi nieto Carlos: “Ay abue, el vicio. ¡El vicio no te lo quitas ni muerta!”, lo que me provoca la risa. Entre cantos, bailes y alegría agridulce, reparto besos y abrazos, consolando sus corazones. Es cierto, hay dolor en la partida, en la separación, en el duelo, pero siempre, siempre… hay un Día de Muertos. “Y en la esperanza del reencuentro, sigo aquí. Porque no me he ido, ni me iré”.
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cfotofan · 4 years
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Text credits: http://elsannebarrows.com/
Elsanne Barrows lives in San Miguel de Allende, Guanajuato, Mexico, where she has her dance studio (Libelula) and has trained over 122 teachers around Mexico in her certification program titled “Maestras del Tribal”. Called “the mother of tribal style bellydance in Mexico”, she brought Tribal Style to Mexico in 2001. Combining an M.Ed. with a passion for community and personal growth through dance, her workshops are crafted to optimize learning, as well as have heaps of fun. Elsanne has headlined festivals all around Mexico as well as in Bogota and Medellin, Colombia; Buenos Aires, Argentina; and been invited guest instructor in Cues & Tattoos Tribal Bellydance Festival in Seattle, WA, and Austin Belly Dance Convention (Austin, TX).
Español Créditos de este texto: http://elsannebarrows.com/la-maestra/
Elsanne es una bailarina y maestra de la Danza del Vientre estilo Tribal nacida en California en 1972. Norteamericana de origen, trajo su amor y pasión por el baile a San Miguel de Allende, Guanajuato, México en el año 2001. Con una B.A. (Licenciatura) en Pedagogía de Western Oregon University y una M. Ed. (Maestría en las Ciencias de la Pedagogía) de Northern Arizona University, desarrolla “Maestras del Tribal”, un curso de docencia para el estilo Tribal exitoso a nivel nacional que consta de más de 90 horas de clase, exámenes, y espectáculos, actualmente en su 16a generación con 150 egresados por todo el país. Su academia Libélula abre sus puertas en 2008 en San Miguel de Allende. Sus maestras principales son Terri Walden de Salamat Tribal en Prescott, Arizona, Katarina Burda, de Aywah! y Bal Anat, San Francisco, CA, y Myra Krien de Mosaic Dance, Santa Fe, NM. Otros guías y maestros de influencia son Kathy Stahlman, Karim Nagi, y Amy Sigil.
La Calaca Danzante Show, Teatro – Ángela Peralta – Theater, San Miguel de Allende, México Text credits: Elsanne Barrows lives in San Miguel de Allende, Guanajuato, Mexico, where she has her dance studio (Libelula) and has trained over 122 teachers around Mexico in her certification program titled “Maestras del Tribal”.
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Noviembre
Hay muchas diferencias entre Día de Los Muertos en México y el día de fiesta de Halloween en los Estados Unidos. Aparte del hecho que los dos ocurre en el mismo tiempo, Día de Los Muertos hay más días de celebraciones. Primero, Día de Los Muertos tiene tres días para varios grupos de personas. En el primer día, las personas que reciben oraciones son los niños que murieron en la pasada. En el segundo día, el grupo es adultos, y en el día final, miembros de la familia que murió son conmemoran. Cada día, flores de cempaxúchitl, decoraciones de calacas, y comida de los difuntos son involucrado. Hay muchos tipos de comida, y no limita a dulces. Por noche, hay bailes y bandas en los calles. Por otro lado, Halloween tiene un solo día y la mayoría de las actividades tienen lugar por la noche. Niños entre 2 y 15 años participan usualmente en este evento y ellos reciben todas las formas de dulces. No hay otros formas de comida está involucrada, pero un tradición familiar de Halloween son los calabazas. No comen los calabazas para Halloween, pero los calabazas son cortan o pintan. En los dos fiestas, disfraces son llevan. Sin embargo, disfraces de Halloween no limitan a calacas, y hay una gran selección de opciones.
En los ideológicos, Dia de los Muertos celebra muerte y acepta almas, pero en los Estados Unidos, personas de Halloween no acepta almas malas.
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