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miss-jota · 3 years
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Me he puesto a pensar en Baudelaire y claro,
con Baudelaire pasa que no solo te convence y te arrastra sino que te embriaga con sus pompas amorosas, sus ideas satánicas y esa insobornable borrachera de belleza interior que vertebra como un sistema linfático de relaciones profundas toda su obra, tanto la crítica como la poética, que en él apenas se diferencian porque Baudelaire se opuso a las frialdades idiotas de la razón con la misma furia satánica con las que combatió los estruendos viscerales de las masas, frente a quienes defendió la belleza incorruptible de los grandes burdeles de la imaginación, que tuvieron en él a su príncipe de los poetas.
Baudelaire es uno de esos artistas -y odio esa palabra- que no se parecen a nadie excepto a sí mismos. Su obra poética es incandescente y resulta tan moderna e inusual ahora como lo fue en su tiempo, que es también nuestro tiempo y el tiempo de todos los que quieran estar vivos. Porque es de ahí de donde proviene su inmortalidad literaria, de su aversión por estar medio vivo como quien está medio muerto. La poesía de Baudelaire no solo perdura, sino que arde, y se presenta ante los lectores como prueba y a la vez como fruto de una actitud embriagada ante la vida y ante la literatura, como la obra de alguien que se entregó a todos sus instantes y fundó su poesía de gozo en gozo, en posesión de todo su ser y de todos sus sentidos. Sus correspondencias sinestésicas, que inauguran las grandes avenidas de la poesía contemporánea, son una de las mayores aportaciones individuales a la historia de la literatura y revelan tanto su conocimiento del oficio como la manera de afrontarlo, que no fue otra que entregarse al ejercicio literario con toda la fuerza de su libertad creadora, que en Baudelaire se manifiesta como una tiranía feliz a la que somete todo su ser.
Ni cerebral ni visceral, Charles Baudelaire fue el escritor total porque se negó a limitar el ejercicio literario a la acción del pensamiento a través de la escritura, es decir, a castrar ninguna parte de su ser. Para que haya literatura tiene que haber escritura, pero si solo hay escritura no hay literatura porque no hay nadie tomando decisiones literarias. Cada escritor las toma a su manera -algunos de cualquiera manera-, pero muy pocos a una manera que Baudelaire practica al mismo tiempo que teoriza y que refleja un compromiso absoluto con todas las posibilidades humanas que contenemos dentro. Su escritura resulta a la vez analítica y emocional, pero al igual que la de Edgar Allan Poe a quien tradujo y admiró -y que según Julio Cortázar era él mismo doblado en otra persona- la suya es una escritura hecha de la convicción en la dimensión sobrenatural de la vida humana.
Todos los textos y por supuesto todos los poemas se pueden leer, pero solo unos pocos se pueden leer telepáticamente, es decir, como si el autor o la autora estuviera proyectando cosas en nuestra mente y nos hiciera ver a través de sus ojos. Cuando decimos que un texto literario es poderoso es porque ha ejercido un poder en nosotros, porque lo hemos visto mientras lo estamos leyendo y porque quien sea que lo haya escrito ha conseguido que ese objeto inanimado que es un libro cerrado haya guardado algo mientras estaba ahí, aparentemente muerto, pero solo de forma que pudiera revivir con el conjuro de nuestra lectura. Cuanto mejor sea el libro más difícil será ver los mecanismos que ha utilizado para conseguirlo y mejor el engaño. De ahí que los buenos escritores conozcan muchos trucos aunque los mejores procuren usar pocos para que no se vean las costuras de lo que han escrito. Lo fascinante de Baudelaire es que no hay truco, toda su magia procede de un acercamiento sobrenatural que extrae sus conjuros de un descenso poético a las profundidades y que nos eleva como lectores y lectoras en esa misma ceremonia sobrenatural. Sus poemas revelan las conexiones profundas de la realidad a través de imágenes espectrales y alucinaciones sensoriales y por eso se recuerdan como se recuerda un sueño, como si hubiéramos sido parte de una experiencia vívida e irreal que siempre guarda en sí misma un último misterio.
La gloria incandescente de Baudelaire, que se negó en los tribunales a someter su conciencia a la moral de otros, es que entró en la poesía para ser libre y liberó al verso para que fuera poesía. Si es inclasificable no es porque no se parezca a otros sino por lo mucho que se parece a sí mismo. Malvado por elección y humano por convicción, Baudelaire fundó el señorío poético de los infiernos. En sus poemas sobrenaturales podemos viajar a ciudades que reconocemos sin haber visto y transportarnos a un pasado que parece anterior al tiempo y poderosamente premonitorio.
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miss-jota · 3 years
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“Apto, al fin, para la vida sin muros”
No tiene ninguna importancia y tampoco sé cómo se me ha ocurrido ahora porque no estaba pensando en Brokeback Mountain -no activamente, quiero decir, aunque sí de esa manera en la que una parte de mi cerebro siempre suele pensar “vaqueros gays”-. 
Pero quería decir que Brokeback no solo fue una película importante porque llevó una historia de amor queer a un paisaje cinematográfico y un universo mitológico en el que no había historias de amor de amor queer canónicas -que sería en sí mismo muy importante-, sino porque al hacerlo, hizo que tuviéramos que replantearnos todo ese universo para adaptarlo a sus posibilidades queer, que siempre habían estado allí, solo que no habíamos tenido que pensar en ellas. 
O sea. Brokeback no altera ninguno de los elementos tradicionales del western. Solo introduce una historia de amor gay y su grandeza consiste un poco en eso, en obligarte a pensar en la opción gay en cada uno de los westerns que has visto en tu vida. No es que, de pronto, toda la historia del western sea gay pero podría serlo. Y eso es mucho
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miss-jota · 3 years
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Una gran lección sobre el amor
Me ha costado mucho ver el último episodio de Supernatural. Me ha faltado tiempo y supongo que... ¿ganas? Durante mucho tiempo la de Sam y Dean fue mi historia favorita del mundo. En cierto sentido, lo sigue siendo. En la medida en la que todas las otras historias que me han gustado son una versión de esta historia y de todas las versiones de esta historia, la de Sam y Dean es una de las que más me ha gustado. 
A pesar de que no la he visto durante años, sabía que costaría un poco decir adiós. Sabía que el final era satisfactorio, pero también que sería una experiencia emocional intensa. No me importa llorar cuando veo algo que me gusta, pero tenía que prepararme para una de esas veces en las que sabes que vas a llorar con mocos. 
Además de un final precioso, me ha parecido un gran final y un final moral, que es lo que siempre habría querido. La epopeya romántica de Sam y Dean era la de dos personas que se quieren demasiado para quererse bien. No es que no fuera bonito verlo porque era LO MÁS BONITO DEL MUNDO (and then some), pero en la vida real el amor tiene que ser una fuerza que nos haga libres y capaces de decir adiós, una fuerza que nos haga autónomos y conectados a los demás, sin que eso signifique que no podemos (literalmente) asumir la vida sin esa persona.
En esta serie he visto cosas más románticas que el momento en el que Dean se despide de Sam y Sam le da permiso para despedirse, cosas como volver de la muerte por tu hermano o dar la vida por él o salir del purgatorio para reuniros de nuevo, pero no he visto nada más amoroso ni mejor dicho. Nada mejor ni más importante. 
Y ahora supongo que voy a lavarme la cara un poco y a respirar un poco. Para procesarlo todo. Aunque solo sea un poco. 
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miss-jota · 3 years
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El fanfic: construyendo sobre los cimientos de otros
Por si a alguien le interesa, dejo enlace de la charla que he tenido de esta mañana en  #Hispacon2020 con las fantásticas Myriam M. Lejardi y Virginia Buedo, en la que hemos podido hablar hasta hartarnos de ese continente de amor que es el fanfic, al que tanto debemos. Con inifinitas gracias a PÓRTICO, Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror, por la fantástica organización y por darle un sitio al fanfic en la convención. Y por supuesto al fandom, por ser the gift that keeps on giving
https://www.youtube.com/watch?v=xN_HBWI2nIA&ab_channel=P%C3%B3rtico-AEFCFT
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miss-jota · 4 years
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“La gente viene a Oasis por todas las cosas que pueden hacer, pero se quedan por todas las cosas que pueden ser”
Es un poco el mundo en el que vivimos pero NO ME ACOSTUMBRO a que la gente no te pare por la calle para hablarte del genio de Steven Spielberg. Me resulta extraño que no le veneremos y nos cruzamos al comprar el pan y digamos “vengo de ponerle un vela a Spielberg que tengo al niño y enfermo y, ya sabes, nunca viene mal”. 
Por culpa de mi idolatría a otros dioses menores y de la satrapía en la que vivimos (dijo ella en un intento de esquivar su responsabilidad) se me había despistado “Ready Player One”. PEOR: la había minusvalorado después de ver sus 15 primeros y gloriosos minutos. ¿Por qué? No sé, no me termino de sentir cómoda con el nivel de irrealidad que supone el tipo de animación / efectos especiales que ya probó Spielberg en su fenomenal versión de Tintin (un MUST para fans de Tintin y quien diga lo contrario no ha leído los tebeos) y creo que pensé que era una versión de un videojuego y no me iba a gustar (LO SÉ, PREJUICIOS, ME ARREPIENTO HUMILDEMENTE y me pongo de rodillas como el penitente en la segunda prueba del Grial).
TOTAL, A LO QUE IBA.
Qué película, señoras. Qué película. 
Me gustó muchísimo. Pero muchísimo. Qué difícil es hacer algo que funciona en sí mismo a pesar de que es obviamente -guiño guiño codazo codazo- una metáfora sobre el proceso de creación de las películas y sobre los actuales modos de producción (hola, por favor, el malvado es un ejecutivo con traje que está tan desconectado del proceso artesanal original que tiene su contraseña en un post it). La historia funciona en sí misma a pesar de ser grotescamente obvia (solo que no es grotesca), tanto que yo diría que es lo más difícil del mundo: una alegoría. No sé si podemos leer “Rebelión en la granja” sabiendo no solo que el autor habla de la Unión Soviética sino que quiere que sepamos que habla de la Unión Soviética y no ver “Ready Player One” como un alegoría sobre el proceso de hacer películas. 
Se trata de un proceso cooperativo, INEVITABLEMENTE cooperativo (”esa es la única verdad” dijo William Goldman, “que todos hacemos la película juntos”) y se trata de un proceso en el que hace falta valor (tienes que besar a la chica) y hace falta jugar (¡¡¡¡la secuencia del baile!!!!) y hace falta sentir el amor (te parece cutre pero es así) y, sobre todo, hace falta seguir conectado a tú yo verdadero y profundo, que no funciona si está desconectado del niño que fuiste y de la razón auténtica que te llevo a amar lo que sea que hagas. Me conmovió que Spielberg, en su tercera edad quisiera encontrarse con nosotros, sus espectadores emocionados (lo de tercera y encontrarse era a propósito, espero que os haya gustado), para decirnos lo que ya sabíamos o deberíamos saber: que toda nuestra pasión (y la suya) por las películas y por ese Oasis (¿lo habéis pillado?) de evasión que suponen tiene que ver (como mínimo) con la herida del niño y (normalmente) con la herida del adolescente. Sin eso no se podría crear, pero es importante no atascarse ahí, es importante ser consciente y recordar que vamos a las películas para conectar con la humanidad, de manera que deberíamos no olvidarnos nunca de volver a la humanidad (no solo, aunque también) para renovar nuestro amor por las películas. Porque la realidad, como explica tan DELIBERADAMENTE, TAN POCO ELEGANTEMENTE y TAN CONMOVEDORAMENTE porque llegados a este punto qué importa la sutileza, es lo único que es real. 
Parece estúpido y sin embargo, ¿se puede decir mejor?
No se puede.
(Tampoco es mala manera de decirlo que Percival dispare a Samantha para obligarla a salir del juego)
Quienes hayan leído “La historia interminable” sabrán que el final de “Ready player one” es un poco el niño Bastián Baltasar Bux entregándole a su padre las aguas de la vida (o las del Grial), comprendiendo finalmente la gloria y el dolor de ese mundo llamado Fantasía en el que siempre tendrá un amigo pero al que no puede acudir como sustituto de la vida real. 
Por otra parte, el momento en el que Haliday dice que está muerto pero no es un avatar tiene algo del “American Gods” de Neil Gaiman, de esa idea tan genial y tan verdadera de que las cosas que amamos colectivamente son cualquier cosa menos frívolas y tienen algo mitológico que las conecta con los antiguos relatos sobre la divinidad. 
Me gustaría tantas cosas que podría estar horas aquí. No sé. Todo. El equipo de cinco adolescentes luchando por mantener vivo su oasis frikazo frente a las corporaciones, el mundo adulto y los financieros sin alma que no lo entienden, la manera en la que los súper frikazos de la Gran Corporación se entregan al resultado final y ese gran momento en el que se trata de vivir una aventura (”Adventure”) y no tratar de ganar. 
De los homenajes que hace Spielberg a todo el cine de los 80 y la cultura popular, a su propia mitología y la era que ayudó a construir como pocos cineastas lo han hecho en la historia del cine no voy a hablar porque había tantos y siento que perdí tantos otros que no sé cuánto tiempo estaría aquí. Lo de “El resplandor” me parece el requetecontrahomenajedefinitivo. En lo que se refiere a homenajes o películas dentro de películas no estoy segura de que se puede superar. Lo digo completamente en serio. Kubrick cultivó tanto sus rarezas que vete tú a saber qué le hubiera parecido pero solo pensar que alguien haga algo así con tu obra... yo me muero. En serio. Morirme. 
Dos cosas para acabar. Creo.
1) Esta es discursivamente la segunda vez que Spielberg hace una película sobre la búsqueda del Grial. Más allá de que todas las películas tratan, en cierto sentido, sobre la búsqueda del Grial, quiero decir. En la primera, “Indiana Jones y la última cruzada” el Grial es real y el caballero se llama “Indiana Jones”. En esta el Grial no es real pero el caballero sí: se llama Percival. Sigue habiendo tres pruebas, la más importante sigue siendo sobre elegir la copa de madera frente a la copa de oro y un anciano te dice al final que has elegido bien. Sus películas siempre han sido mitológicas pero en esta está en LA ZONA. Tres pruebas en ambas y una cuarta que prueba que te lo mereces me parece una genialidad. 
(Bueno, Y PERDÓN, el hechizo del Orbe está cogido el Excalibur de John Boorman. O sea, que es LITERALMENTE la saga artúrica. GENIALIDAD, LO DIGO EN SERIO)
2) Lo voy a decir otra vez: ¿cómo no hablamos más de lo bueno que es Spielberg como realizador? Es la injusticia definitiva. ¿Quién más tiene un sentido del espacio como Spielberg? Su genio como realizador es que jamás dejas de saber dónde estás, sabes dónde va tu coche, dónde estás sentado, quién va detrás, quién delante y dónde está Kong. Hay un momento genial en el que una de las super frikazas de la Corporación de Sorrento mira atentamente a Percival tratando de meter la llave en la cerradura y hace físicamente el gesto para intentar ayudarle que resume toda mi relación con el legado de Spielberg. Mientras Indiana Jones trata de sacar su sombrero de debajo de la puerta, tú sujetas el aliento y haces fuerza físicamente porque sientes que la puerta baja y que tienes que sacar el sombrero. Mientras Percival trata de meter la llave y los coches empujan contra la furgoneta (como en la mejor escena de “La última cruzada” con el carro de combate y los caballos), tú sufres físicamente y sientes que todo el universo depende de que ese chico encantador meta la llave en la cerradura. Algo tan simple y tan universal que no puedes evitar arrodillarte ante el genio del hombre que te ha llevado a sentir que tu vida depende de ello. 
Todavía podría hablar mucho más, aunque sé que debe parecer mentira. Tengo mucho amor por el momento en el que el avatar ninja nos confiesa que es un niño de 11 años, MUCHO AMOR. Pero, no sé, creo que tengo que verla más veces para decir más cosas con sentido. 
O sin sentido. 
STEVEN SPIELBERG, GENTE, NUESTRO SEÑOR Y CREADOR. No entiendo cómo esto no se dice más a menudo.  
Y voy a poner esta foto porque podría poner otra pero en el fondo PENSADLO BIEN no podría.
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miss-jota · 5 years
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"Someone great” de Netflix no solo es una bonita película y está bien hecha, dos cosas mucho menos habituales y mucho más importantes de lo que parece y se suele decir. Además, es una película hecha a favor de cosas buenas. Tiene el aroma de los días felices y todo lo que afirma es precioso. Trata sobre el vértigo de madurar, que tan comunmente despreciamos porque significa “cambiar” y no toma ningún atajo emocional. Me encanta, particularmente, que la historia de amor de Gina Rodriguez -que es un TESORO- no esté ni edulcorada para que creamos que “debía ser eterna” (o sea, toxicidad romántica) ni transformada para que pensemos que hubo algo malo desde el comienzo (o sea, trampas narrativas). El vínculo de las amigas, por su parte, es real y precioso, está lleno de asertividad y de amor y da gloria verlo. Su oda a la embriaguez, por otra parte, es un respiradero en estos tiempos de puritanismo salvaje. Ojalá más películas así para más chicas así. 
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miss-jota · 5 years
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Como dijo un viejo loco en televisión hoy he venido a hablar de mi libro. O de un libro mío, más bien. Al menos de un libro que es un poco mío. De este libro, en concreto. 4 ensayos sobre género y ciencia ficción que estoy convencida de que tienen su público ideal aquí, en Fandomium, y que espero que os gusten. El mío habla de Supernatural, Expediente X, Buffy y Angel, entre otras series y me permite decir cosas que pienso profundamente como que Mathew McConaughey es el único hombre que ha aspirado a Reina de la Comedia Romántica. Si os interesa lo podéis comprar directamente en la web de la editorial o, pedirlo en vuestra librería habitual, si no lo tienen. Si no os interesa está bien, pero pensé que era importante decir aquí, que en algún lugar de la vida real, siempre recuerdo con un amor inmenso todo lo bueno que me ha dado este sitio increíble que compartí con tantas mujeres increíbles. Aquí, un extracto de mi parte del libro: !En inglés se nos llamaría fangirls y la gente nos conoce como frikis pero yo me quedo con frikazas porque las comunidades que frecuenté eran principalmente de mujeres, porque mi experiencia fue profundamente femenina y porque me gusta definir esa parte de mí con una palabra que, por un lado, es pura invención y, por otro lado, suena a exageración. La frikaza es, por definición, una persona de emociones extremas, puestas al servicio de la exaltación de todo lo que le guste. Alguien que ha decidido entregarse a una pasión totalmente superficial porque le resulta profundamente significativa. Una pasión para la que, a menudo, las palabras normales fallan y para la que hay que inventar otras más chiflantes e hiperbólicas, como idolaza, genialoso o, sí, frikaza. Alguien que se estudia la temporada de pilotos como si fuera la selectividad, que tiene un conocimiento enciclopédico de cosas que solo le interesan a un reducido grupo de gente que conoce por internet y que es capaz de enfadarse de por vida por algún nimio detalle de un relato de ficción, por un final de temporada decepcionante o por una cancelación inesperada. Alguien afortunado porque ha decidido entregarse al entusiasmo con la energía estallante de un unicornio colocado de crack y que, casi con total seguridad, guarda un lugar muy especial en su colección de pasiones para la ciencia ficción. Porque, cuando se trata de número de seguidores, capacidad de movilizar a la gente y de generar debates dentro o -como demuestra este libro- fuera de internet, es el género por excelencia. Por eso, en este momento, en algún lugar del mundo hay alguien preparando una fiesta temática de Juego de tronos y no hay nadie haciendo lo mismo con The Wire".
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miss-jota · 5 years
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Se trata de esconder la jugada
No vi “Molly Bloom” en su día, pero la he visto hoy y me ha gustado tanto como te gustan las películas de Sorkin si te gustan. O sea, MUCHO. Es lo de siempre, un héroe moral en un mundo que no lo es. Bartlett pero es mujer y organiza timbas de póquer. Lo importante es que es dueña de su alma y que no importa el padre que hayas tenido, siempre puedes tener la vida que decidas, no la que decidan por ti. 
Me fascina la fascinación de Sorkin por las personas extraordinarias porque el mundo está lleno de gente que se fascina de mediocres o de personas sin moralidad, aunque parezca lo contrario. Y me ha emocionado ver cómo se ha movido su conflicto con el padre hacia otro lugar ahora que él también es padre. 
Lo mejor del guión es, sin duda, lo bien oculta que está la información ahí mismo, donde cualquiera puede verlo. Pero el juego va tan bien y tan rápido que no lo ves hasta el final. Es la jugada maestra. Cuando parece que ya has visto el accidente de la rama en el esquí, aparece de nuevo, al final, para revelarse como algo distinto a lo que era. 
Me encanta que Aaron Sorkin haya vencido siempre a sus demonios y se haya seguido sentando frente a la máquina de escribir para seguir presentándonos sus jugadas maestras. No me cansó de que nos gane la partida una y otra y otra vez. 
Por otro lado, Kevin Costner me gustó como hace años que no me gustaba, su vejez me está dando sorpresas que no me esperaba cuando le ADORÉ en mi pre-adolescencia. Jessica Chastain es una maravilla y qué voy a decir de Idris Elba aparte de que es UN DIOS ENTRE LOS HOMBRES. 
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miss-jota · 5 years
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Siempre que he visto películas de M. Night Shyamalan me ha gustado ese algo suyo que tienen. Me fascina su acercamiento clínico y psicológico a los géneros, la manera en la que los lleva hasta su mínima expresión y los encaja en un mundo más naturalista del habitual, para deshacerse del código tradicional y volver a crearlo. 
“Glass” también me gustó, en ese sentido. Aunque no había visto más que “El protegido” y al principio me despisté con la Horda y lo que coño fuera. También es verdad que no me importó mucho porque estaba fascinada con la fisicidad de James McAvoy que es uno de esos actores que pueden transformar su energía de cerebral a muscular de una manera que me hace enamorarme una y otra vez del trabajo actoral, ese gran enigma. 
No me gustó el final. No porque no me gustara en sí (era bonito) sino porque me pareció que imponía una moralidad (yay, superhéroes! yay triunfa la verdad!) a la moralidad real del relato, o sea, la de los personajes. Y en ese sentido, lo siento Shyamalancito mío, pero tratar de encontrar un equivalente entre el personaje de Bruce Willis QUE ERA UN HOMBRE ADMIRABLE (y un Bruce Willis ESTUPENDO), con la Bestia (un antihéroe tipo Hulk pero con más sombras) y, sobre todo, con Glass (UN SOCIÓPATA CON TODAS LAS PUTAS LETRAS) es resultado de haber tenido una idea y tratar de encajar a tus personajes en ella. Y tú lo tienes que saber porque tu cine ha tenido siempre factor sorpresa de niño listillo pero nunca le ha falta un corazón latiendo verdad a todos tus universos. 
Eso era, por cierto, lo más bonito de “El sexto sentido”. Sigo pensando que la escena en la que el niño le cuenta su verdad a su madre (o sea, se deja ver, como los superhéroes) y la intenta salvar (como los superhéroes) y se salvan juntos (como los superhéroes) es de las cosas más verdaderas, más bonitas, más emocionantes que se puedan imaginar.  
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miss-jota · 5 years
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“Dantza” (Telmo Esnal, Txintxua Films, 2018) es una joya. Me estomaga el folclore y aún así consiguió elevarme con él hasta un lugar en el que pude sentir su magia, su sentido final, su conexión profunda con lo colectivo. La película viaja desde lo prehistórico hasta lo moderno, desde el sur hasta el norte, desde el desierto y las cuevas hasta la mar, pasando por las canteras, las montañas y los pueblos y acabando en los palacios, los violines y el mar. Es una historia de la música, que empieza con el sonido de un hacha en el suelo y acaba entre violines. Es la historia de la moda, que empieza en un envoltorio de pieles y acaba en un miriñaque. Por supuesto, es la historia de la danza, un ritual de acercamiento al mundo capaz de expresar lo primitivo -como la supervivencia, el trabajo, la muerte-, pero también lo elevado, lo complejamente humano -el duelo, el amor, la civilización, el sexo-.  
Audaz, inusual, bellísima, “Dantza” es la historia de los vascos y las vascas contada a través de su folclore y elevándose sobre él, nos describe furiosamente arcaicos y modernos, nos explora desde la piedra y la tierra hasta la industria y los pueblos, para acabar dejándonos en un torreón, mirando al mar. La película empieza telúrica, continúa emocionada y termina virtuosa.
Y es una maravilla capaz de trastornar la fibra misma de una cultura, de un cine, de un pueblo. Preciosa.
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miss-jota · 5 years
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A todas las películas en las que se inspira
Me da ganas de empezar como en “Sinopsis de cine”, en plan “bueno, pues ayer vi A todos los chicos de los que me enamoré y os voy a contar un poco...”
En realidad no voy a contar nada solo que me hizo muy feliz ver una reinvención tan refrescante y tan valiosa para las chicas de la clásica trama de instituto “fingen que salen y se enamoran”. Lo mismo de siempre pero dando toda la agencia y todo el poder de su vida a la chica, que es la que al final va a buscar al chico que le gusta. En lugar de esperar que sea al revés. No solo eso si no que la enemistad femenina se resuelve positivamente y se nos muestran vínculos entre mujeres profundamente significativos, capaces de soportar las embestidas de la trama, cariñosos y saludables.
Además, la escena del jacuzzi me pareció sorprendentemente sexy. La protagonistas me pareció DIVINA y el cachas de instituto tenía diez veces más carisma que la media de actores que suelen interpretar ese papel.
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miss-jota · 6 years
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Ha nacido una estrella
Qué película tan emocionante.
Podría decir muchas cosas pero me limitaré a decir que si tomamos la verdad como tema principal, entonces emerge en todo su esplendor. Porque la verdad, tal y como le dice el personaje de Bradley Cooper a Allie mientras ven su enorme cartel desde la terraza del hotel, es el único material no fungible, no contaminante, no tóxico y, sobre todo, no perecedero del arte.
La verdad es lo que hace que esta película sobre gente que se enamora no sea un tópico tras otro. Podría ser esa película. Esa película de un tío arruinado moralmente que arrastra en el abismo a una que se quiere demasiado poco. Pero no lo es porque se quieren de verdad, se ven de verdad, se dan cosas bonitas y reales de verdad, a pesar de toda la basura que lleva dentro él, se hacen felices de verdad. Y eso equilibra la toxicidad de este tipo de dramones románticos.
Podría ser esa otra película. Esa película del artista atormentado que no deja de joderle la vida a todo el mundo. Pero es una película de un chico profundamente herido y enfermo que no termina de poder estar en su luz pero que tiene luz, que tiene corazón, que tiene mucho que ofrecer. Que tiene un hermano que le quiere y que no dice una sola frase tópica una sola vez a pesar de que las tiene todas en bandeja. Todo lo que se dicen es nuevo y original porque cada familia rota está rota a su manera.
Podría ser incluso esa película. La de la chica que quiere triunfar y tiene un padre tan desastre que se busca un novio desastre. Pero justo cuando está ahí descubrimos que su padre, tan desastre, es también un hombre que ha creído en su hija y que eso le ha hecho a ella esforzarse y creer en sí misma. Con un novio desastre, sí, pero también con un novio al que no le deja tratarle mal. Al que pone límites, al que trata de ayudar. Quizá demasiado pero no más allá del abismo.
Podría ser la película del agente hijo de perra pero es más la película del agente con un filo venenoso que quiere que algo no salga mal y que quiere proteger a su artista, incluso por motivos generosos.
Es la verdad. Al final es siempre la puta verdad lo que siempre lo cambia todo. Y de eso va esta película.
De la verdad que, por algún motivo, debía resonar en el interior de Bradley Cooper cuando escogió hacer esta película y no otra para su fabuloso debut como director. Del material que hace que se te encoja el corazón con la cuarta versión de una película que Hollywood ya debería haber convertido en el chicle más masticado e insípido del mundo.
Pero funciona. Funciona porque una historia de amor, si es la tuya, es siempre la primera. Porque las películas, como la música, son el mismo material repetido una y otra vez y es la mirada de quien coge ese material para expresar algo que está buscando, que verdaderamente está buscando lo que las hace significativas. Ese es el mensaje que, por si no lo teníamos claro, nos repite Sam Elliot al final de la película.
Las estrellas nacen y mueren pero si son estrellas de verdad siempre nos conmoverán. Y serán estrellas de verdad si lo que buscan desde ese lugar de estrellato es, precisamente, su verdad.
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miss-jota · 6 years
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Mission Impossible: Fallout
Soy la primera sorprendida. Porque, aunque es verdad que la saga ha dado cosas interesantes, no es menos verdad que Tom Cruise crea en sus personajes una interferencia estomagante. Y tampoco es que su Ethan Hunt me pareciera la mejor cosa desde el pan de molde. 
Hasta ahora. 
“Mission Impossible: Fallout” es la contrarreleche. Maravillosamente bien realizada. Bien realizada, en plan Spielberg, que para mí es el mayor cumplido. Con un sentido escénico y del espacio tan bueno que estás todo el rato con el corazón en un puño. Salí con una especie de nudo en el estómago LITERAL. Los personajes son encantadores, el argumento mola y hay hasta una elegancia en los diálogos inusual en el cine de acción. Ejemplo: la Viuda Blanca escucha lo que Ethan le dice del capullo de su hermano y se limita a decirlo todo con un “la familia...” que toda persona humana que haya tenido que lidiar con un familiar “difícil” puede entender. 
Hace poco vi la primera de las dos películas de “Jack Reacher” y pasaba justo lo contrario. Teniendo buenas intenciones, había momentos en los que Tom Cruise estaba risible de megamacho supercomenpesatorio, el argumento no se sostenía del todo, las escenas de acción eran demasiado largas y les faltaba corazón. Y los diálogos mejor ni comentarlos. Parecía que en todos iba a haber un añadido y Tom Cruise iba a decir “...con la polla”. “Hola, soy Jack Reacher y solucionaré este caso... con la polla”. “Me llamo Jack Reacher y os voy a dar una paliza a los cinco... con la polla”. Probadlo si la veis. Os estropeará la película pero es un gran drinking game. 
En “Mission Impossible: Fallout” está todo bien. Todo. Una de las mejores películas de acción que he visto en años. Las peleas son físicamente emocionantes, la absurda sucesión de problemas a resolver en la última media hora final te saca el corazón por la boca e incluso Henry Cavill, que como Supermán me pareció tan interesante como ver crecer la hierba, me parece que encaja en un papel más turbio. 
En resumen: AWESOME. 
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miss-jota · 6 years
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Contra el esnobismo, fangirls
Al menos una parte del esnobismo cuñado que tanto abunda se evitaría si hiciéramos mejor periodismo cultural. Esos comentarios de libros o de películas o de lo que sea que parecen escritos por el hechicero de la tribu, ¿no cansan mucho? Si tal serie está bien "pese a sus evidentes defectos", ¿sería mucho pedir que, aunque sea, se enumeraran los defectos? Si tal director "domina a la perfección los recursos del cine", ¿se podría indicar cuáles y de qué manera se han usado para que una persona sin problemas graves de comprensión lectora lo entienda? Si algo es “más flojo que su anterior trabajo”, ¿podemos saber en qué sentido?
De lugares comunes, tristemente, abusamos demasiado todos, pero el problema no es tanto ese como la poca ambición de difusión y de pedagogia que resultan tan habituales. Si te gusta lo que sea, las películas o leer o lo que sea, ¿cómo no consigues contagiar amor por ese algo? Amor, ¿eh? No misticismo narcisista. Que decir que te gusta algo solo porque crees que te da no sé qué excelencia o vivirlo como un coto de caza privado del que es mejor que no se den instrucciones de uso -no vaya a ser que se llene de gente- no es amor. Es como decirle al cine "me gustas pero cámbiate de ropa que con minifalda te van a mirar mucho". En serio. Cuanto más añosa me pongo más cutre me parece el esnobismo. No tóxico (que también), no irresponsable (que por supuesto), no canso (aunque EN FIN). Sino cutre. Y vacío. Y aburrebaldosas. 
Perdón por el desahogo, pero es que he entrado a voyeurear un poco a Twitter para ver qué tal va la pelea (ya veo que de victoria en victoria hasta la derrota final) y he salido pensando que nunca me he equivocado al elegir el fandom y las fangirls para todo lo que sea comentario o análisis cultural. Es en el entusiasmo feliz e incluso en los dramas pasionales de ese rincón de la vida donde más honestidad intelectual (y moral) y más ganas de leer, de comprender, de conocer, de saber, de escuchar y de aprender he encontrado en mi vida. 
Creo que casi todo lo que sé, que tampoco es tanto, se lo debo a cosas como una movida del livejournal a cuenta del wincesto, un post sobre queerbaiting en el universo de Harry Potter o a alguna discusión sobre los problemas morales que planteaba el alma de Spike con respecto a la violencia sexual en la última temporada de Buffy. De verdad. Cosas así. 
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miss-jota · 7 years
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Sofia and Francis Coppola. Sin más. Porque el estreno de “La seducción” me ha dado ganas de subir unas fotos. Y porque les adoro. 
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miss-jota · 7 years
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No te vengues por mí, Tarantino
Aunque lo parezca mirando el (brevísimo) recorrido de este blog, la verdad es que no obtengo ningún placer especial por criticar la obra de Quentin Tarantino. ¿Cómo podría? Tarantino es el máximo responsable de haberme dado “Pulp Fiction” y recuerdo pocas experiencias en una sala de cine tan gozosas como haber visto “Pulp Fiction” en el Zinemaldia el año que se estrenó. Fue increíble. Cuando lo recuerdo se me pone la piel de gallina. Aún la adoro. Me sé todos los diálogos de memoria. En el ranking de películas que me han hecho feliz “Pulp Fiction” es un unicornio cagando helado mientras hace estallar las puertas de mi imaginación bombardeándolas con peta zetas. 
Por eso fue triste leer una biografía de Tarantino en pleno estallido de mi furor por su cine y darme cuenta de que, o el autor mentía sostenidamente, descaradamente y vilmente, o Tarantino era un capullo destinado a ser víctima de lo que solo podía describirse como un ego totalmente desproporcionado a su talento. Y tenía (tiene) mucho talento, o sea que es bastante decir. Curiosamente, siempre he pensado que una industria anterior al fenómeno del “cine de autor” y más basada en el poder de los estudios habría podido beneficiarle porque habría tenido que enfrentarse a productores con decisión que le habrían dado un carril a su ambición y le habrían obligado a hacer películas más cortas y mejores. Algo así como Al Pacino, que puede ser un actor notable e incluso brillante (véase “El Padrino”), pero necesita alguien que le mantenga bajo control (véase Coppola) para no resultar completamente estomagante (véase casi cualquier otra película de Pacino).
Todo esto para decir que BRAVO AMÉN LO QUE ELLA DICE ES LO QUE YO PIENSO y recomendar el análisis que hace Roxane Gay en “Mala feminista” de “Django desencadenado”. Una película de un blanco que imagina a un negro vengándose de manera ultraviolenta de los blancos mientras se usa la palabra con la n- constantemente. ¿Cuándo se han vengado los negros así de sus esclavistas? A ver, vamos a pensarlo... nunca.  
¿A qué me recuerda? Pues a “Malditos bastardos”. Una fantasía ultraviolenta en la que un grupo de judíos desata su venganza ultraviolenta contra los nazis. ¿Cuándo se vengaron así los judíos de los nazis? Nunca. 
¿A qué me recuerda? Pues a “Kill Bill”. Una fantasía ultraviolenta en el que una mujer que sufrió una violentísima agresión de un hombre desata su venganza ultraviolenta contra él. ¿Cuándo se han vengado así las mujeres que los hombres que han abusado de ellas? 
No hace falta ni responder, ¿no? 
No es que los negros, los judíos o las mujeres no hubiéramos podido vengarnos así, pero el caso es que no es eso lo que suele pasar cuando se sobrevive a la opresión, la injusticia o la violencia. Tampoco pretendo decir que alguien no-negro no-judío no-mujer no tenga perfecto derecho a hablar sobre negros, judíos y mujeres. Seguramente le será más fácil patinar, pero antes el error que la censura, sin duda. 
Lo que pretendo decir es que manda huevos que alguien que no es -recordemos- NI NEGRO NI JUDÍO NI UNA MUJER se permita dar rienda suelta a escenarios de ultraviolencia en los que recrea en la estética del sufrimiento, la muerte o el dolor y lo haga posicionándose en el lugar de grupos objetivamente victimizados... ¡que no se suelen portar así! A ver, QUENTIN TARANTINO, si crees que le otorgas a ese gente la fantasía que en el fondo ansían es que eres aún más capullo de lo que solías ser porque no tienen esa fantasía y si la tuvieran no eres quien para recrearla PORQUE ES TU FANTASÍA DE SU FANTASÍA. Y si lo que te pasa es que necesitas la sofisticada artimaña de hacerlo “en nombre de las víctimas” para que la violencia esté justificada en tus películas es que eres más cínico, más retorcido y mucho menos imaginativo de lo que solías ser. 
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miss-jota · 7 years
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Creo que, más que ninguna otra prenda, el bikini sirve para demostrar que lo que desagrada al patriarcado no es lo que hacemos sino el lugar desde el que lo hacemos. Por eso, en un momento dado molesta tanto la tela que falta como la que sobra. Bikinis, burkinis, mankinis, trikinis y demás, en un reportaje para el semanal 7ka 
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