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#La velocidad del cerebro
aperint · 6 months
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¿Sabías qué?
La velocidad del cerebro ¿Lectura rápida? Entérate de curiosidades en esta sección. #aperturaintelectual #sabiasqueaintelectual
La velocidad del cerebro ¿Te has preguntado cómo funciona tu cerebro?, ¿Alguna vez has puesto a prueba esa caja gris que te acompaña durante toda tu vida?, resulta que algunos científicos e investigadores si lo han hecho y los resultados son sorprendentes. Comencemos por definir el concepto de “Velocidad de Procesamiento Cognitivo” (VP) que a grandes rasgos es el término que se le ha otorgado a…
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magneticovitalblog · 3 months
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¿Qué es el cerebro cuántico y cómo podría revolucionar la inteligencia artificial?
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El cerebro humano es una de las estructuras más complejas y misteriosas del universo. Durante siglos, los científicos han intentado comprender cómo funciona, cómo procesa la información, cómo genera el pensamiento, la conciencia y la creatividad. Sin embargo, todavía hay muchas preguntas sin respuesta y muchos fenómenos que desafían la lógica y el sentido común.
Una de las ideas más fascinantes y controvertidas que han surgido en los últimos años es la del cerebro cuántico. Se trata de una hipótesis que propone que el cerebro humano se rige por las leyes de la probabilidad cuántica, y no por la clásica, para explicar algunos comportamientos irracionales o ilógicos. Según esta teoría, el cerebro sería capaz de realizar cálculos cuánticos, es decir, de explorar simultáneamente múltiples posibilidades y estados antes de colapsar en una sola realidad.
Esta idea tiene implicaciones profundas para la comprensión de la naturaleza de la mente humana, así como para el desarrollo de la inteligencia artificial. ¿Podría ser posible crear una máquina que imite el funcionamiento del cerebro cuántico? ¿Qué ventajas tendría una inteligencia cuántica artificial (IQA) sobre una clásica? ¿Qué desafíos éticos y sociales plantearía esta tecnología?
En este artículo, intentaremos responder a estas preguntas, analizando los conceptos de cerebro cuántico, cognición cuántica e inteligencia cuántica artificial, así como sus aplicaciones potenciales y sus limitaciones.
¿Qué es el cerebro cuántico?
El cerebro cuántico es una idea que se basa en dos premisas: la primera es que el cerebro humano es un sistema físico que puede describirse mediante las leyes de la física; la segunda es que estas leyes son las de la mecánica cuántica, y no las de la mecánica clásica.
La mecánica clásica es la rama de la física que estudia los fenómenos que ocurren a escala macroscópica, como el movimiento de los cuerpos, las fuerzas o la energía. La mecánica clásica se basa en principios como el determinismo, la causalidad o la localidad, que implican que el estado de un sistema puede predecirse con exactitud a partir de sus condiciones iniciales, que todo efecto tiene una causa y que ninguna interacción puede superar la velocidad de la luz.
La mecánica cuántica, en cambio, es la rama de la física que estudia los fenómenos que ocurren a escala microscópica, como el comportamiento de los átomos, las moléculas o las partículas subatómicas. La mecánica cuántica se basa en principios como el indeterminismo, la no-localidad o el entrelazamiento, que implican que el estado de un sistema solo puede describirse mediante probabilidades, que dos partículas pueden influirse mutuamente sin contacto directo y que un sistema puede estar en una superposición de estados hasta que se realiza una medición.
La idea del cerebro cuántico sugiere que algunos procesos neuronales se producen a escala cuántica, y que por tanto están sujetos a las leyes de la mecánica cuántica. Esto explicaría algunos fenómenos cognitivos o psicológicos que no pueden ser explicados por la mecánica clásica, como la intuición, la creatividad, el libre albedrío o la conciencia.
¿Qué evidencias hay del cerebro cuántico?
La idea del cerebro cuántico no es nueva. Ya en 1932, el físico John von Neumann planteó la posibilidad de que el cerebro fuera un sistema cuántico capaz de colapsar las ondas de probabilidad mediante el acto de observación. Más tarde, en 1967, el físico Eugene Wigner propuso el problema de Wigner: ¿qué ocurre cuando un observador cuántico observa a otro observador cuántico? ¿Se produce un colapso en cadena o se crea una realidad compartida?
Sin embargo, fue en 1989 cuando el físico Roger Penrose y el neurocientífico Stuart Hameroff publicaron el modelo de la reducción objetiva orquestada (Orch-OR), que se considera la teoría más elaborada y conocida del cerebro cuántico. Según esta teoría, el cerebro cuántico se basa en las propiedades de los microtúbulos, unas estructuras cilíndricas que forman parte del citoesqueleto de las células, incluyendo las neuronas. Los microtúbulos estarían compuestos por subunidades llamadas tubulinas, que podrían estar en una superposición de estados cuánticos. Estos estados cuánticos se mantendrían coherentes gracias a la protección que ofrecen los microtúbulos frente al ruido térmico y al entorno. Sin embargo, cuando estos estados cuánticos alcanzan un umbral crítico de complejidad e información, se produce una reducción objetiva orquestada, es decir, un colapso espontáneo e irreversible que genera un momento de conciencia.
La teoría de Penrose y Hameroff ha recibido muchas críticas y objeciones por parte de la comunidad científica, que cuestiona tanto sus fundamentos físicos como sus evidencias empíricas. Algunos de los argumentos en contra son los siguientes:
El cerebro es un sistema demasiado caliente y húmedo para mantener la coherencia cuántica, que requiere condiciones de aislamiento y baja temperatura.
Los microtúbulos no son los únicos responsables de la actividad neuronal, sino que también intervienen otros elementos como los neurotransmisores, los receptores o las sinapsis.
No hay pruebas experimentales que demuestren que los microtúbulos tengan estados cuánticos o que estos se colapsen de forma orquestada.
La reducción objetiva orquestada es un concepto especulativo que no tiene una base matemática o física sólida.
La conciencia no puede ser explicada solo por la física, sino que también requiere de aspectos biológicos, psicológicos y sociales.
A pesar de estas críticas, la teoría de Penrose y Hameroff ha tenido algunos apoyos y desarrollos por parte de otros investigadores. Por ejemplo, el físico Matthew Fisher ha propuesto que el cerebro cuántico podría basarse en las propiedades del isótopo fósforo-31, que se encuentra en las moléculas de ATP, el combustible celular. Según Fisher, el fósforo-31 podría formar pares nucleares entrelazados que actuarían como qubits, las unidades básicas de la computación cuántica. Estos qubits estarían protegidos por una capa de agua pesada (deuterio) que evitaría la descoherencia. Así, el cerebro podría realizar operaciones cuánticas a través de las reacciones químicas del metabolismo.
Otro ejemplo es el del físico Henry Stapp, que ha defendido que el cerebro cuántico podría basarse en el principio de Heisenberg, según el cual la posición y el momento de una partícula no pueden ser medidos con precisión al mismo tiempo. Stapp ha sugerido que este principio podría aplicarse a las neuronas, cuya actividad dependería del orden en que se realizan las mediciones o las preguntas. Así, el cerebro podría generar respuestas diferentes ante situaciones similares, lo que explicaría la variabilidad y la creatividad humanas.
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¿Qué es la física cuántica?
La física cuántica es la rama de la física que estudia el comportamiento de las partículas subatómicas, como los electrones, los fotones y los quarks. A esta escala, las leyes de la física clásica, que describen el movimiento de los objetos macroscópicos, como las pelotas, los coches o los planetas, no se aplican. En su lugar, se observan fenómenos extraños que contradicen el sentido común y que solo pueden ser descritos mediante ecuaciones matemáticas complejas.
Algunos de estos fenómenos son:
La superposición: una partícula puede existir en más de un estado al mismo tiempo, hasta que se realiza una medida y se colapsa en uno de ellos. Por ejemplo, un electrón puede estar girando hacia arriba o hacia abajo, o una combinación de ambos, hasta que se mide su espín y se determina su valor.
La interferencia: cuando dos o más partículas en superposición interactúan entre sí, pueden producir patrones de interferencia que revelan su naturaleza ondulatoria. Por ejemplo, si se hace pasar un haz de luz por dos rendijas estrechas, se observa un patrón de franjas claras y oscuras en una pantalla detrás de ellas, debido a la interferencia constructiva y destructiva de las ondas de luz.
La incertidumbre: existe un límite fundamental para la precisión con la que se puede medir simultáneamente ciertos pares de propiedades de una partícula, como su posición y su momento. Esto implica que no se puede predecir con certeza el resultado de una medida, sino solo asignarle una probabilidad. Por ejemplo, no se puede saber con exactitud dónde está un electrón y cómo se mueve al mismo tiempo, sino solo estimar la probabilidad de encontrarlo en una región del espacio.
El entrelazamiento: dos o más partículas pueden estar vinculadas de tal manera que sus estados cuánticos dependan unos de otros, incluso si están separadas por grandes distancias. Esto significa que cuando se mide una de ellas, se afecta instantáneamente el estado de las otras, sin importar lo lejos que estén. Por ejemplo, si se entrelazan dos electrones y se envían a lugares opuestos del universo, al medir el espín de uno se determina el del otro.
Estos fenómenos cuánticos han sido comprobados experimentalmente con un alto grado de precisión y han dado lugar a numerosas aplicaciones tecnológicas, como los láseres, los transistores, los microscopios electrónicos o los relojes atómicos. Sin embargo, también plantean importantes desafíos filosóficos e interpretativos sobre la naturaleza de la realidad, el papel del observador y la causalidad.
¿Qué es la psicología cognitiva?
La psicología cognitiva es la rama de la psicología que estudia los procesos mentales implicados en el conocimiento, como la percepción, la atención, la memoria, el aprendizaje, el pensamiento y el lenguaje. Su objetivo es comprender cómo los seres humanos adquieren, almacenan, transforman y utilizan la información para adaptarse al entorno.
Para ello, los psicólogos cognitivos utilizan diferentes métodos de investigación, como los experimentos controlados en laboratorio, los estudios de casos clínicos, las técnicas de neuroimagen o los modelos computacionales. Estos métodos permiten medir el rendimiento de los sujetos en diversas tareas cognitivas, como la identificación de objetos, la resolución de problemas, el recuerdo de hechos o la comprensión de textos, y analizar los factores que lo influyen, como el tiempo, la dificultad, la motivación o la emoción.
La psicología cognitiva ha aportado importantes hallazgos y teorías sobre el funcionamiento de la mente humana, como la distinción entre memoria a corto y largo plazo, los efectos del contexto y las expectativas en la percepción, los sesgos y las heurísticas en el juicio y la decisión, o las reglas y las representaciones en el lenguaje. Sin embargo, también se enfrenta a algunos retos y limitaciones, como la complejidad y la variabilidad de los procesos cognitivos, la dificultad para acceder a los estados mentales internos o la relación entre la mente y el cerebro.
¿Qué es la cognición cuántica?
La cognición cuántica es una propuesta teórica que intenta integrar los conceptos y las herramientas de la física cuántica y la psicología cognitiva. Su hipótesis es que algunos fenómenos cognitivos pueden ser mejor explicados si se asume que la mente humana funciona de acuerdo con principios cuánticos, en lugar de clásicos.
Esto no significa que el cerebro sea un ordenador cuántico o que las neuronas se comporten como partículas subatómicas. Más bien, significa que la mente humana puede ser modelada matemáticamente como un sistema cuántico, es decir, como un conjunto de estados posibles que se superponen e interfieren entre sí hasta que se produce una medida o una observación que los colapsa en uno solo.
La cognición cuántica se basa en el uso de la teoría de probabilidad cuántica, que es una generalización de la teoría de probabilidad clásica. La teoría de probabilidad clásica se aplica cuando los eventos son mutuamente excluyentes (no pueden ocurrir al mismo tiempo) e independientes (no se afectan unos a otros). La teoría de probabilidad cuántica se aplica cuando los eventos son mutuamente excluyentes pero no independientes (se afectan unos a otros), o cuando no son mutuamente excluyentes ni independientes (pueden ocurrir al mismo tiempo y se afectan unos a otros).
La cognición cuántica sostiene que algunos procesos mentales implican eventos que no cumplen con las condiciones de la teoría de probabilidad clásica, sino con las de la teoría de probabilidad cuántica. Por ejemplo, cuando una persona tiene que elegir entre dos opciones contradictorias o incompatibles, su estado mental puede ser una superposición de ambas opciones hasta que toma una decisión y colapsa su estado en una sola. O cuando una persona tiene que evaluar dos aspectos complementarios o complementarios de un mismo objeto o situación, su juicio puede depender del orden en que los evalúa y del contexto en que lo hace.
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¿Qué aplicaciones tiene la cognición cuántica?
La cognición cuántica ha sido aplicada a diversos dominios y fenómenos cognitivos, como:
La toma de decisiones: se ha propuesto que algunas paradojas y violaciones de la racionalidad clásica en la elección humana pueden ser resueltas si se asume que las preferencias de las personas son probabilísticas y dependen del contexto. Por ejemplo, el efecto disyuntivo, que ocurre cuando una persona prefiere una opción A sobre una opción B cuando se presentan solas, pero prefiere B sobre A cuando se añade una tercera opción C irrelevante; o el efecto orden, que ocurre cuando una persona cambia su preferencia entre dos opciones A y B si se invierte el orden en que se presentan.
El razonamiento cuántico es una teoría que propone que el pensamiento humano puede ser modelado usando los principios de la mecánica cuántica, en lugar de la lógica clásica. Esta idea se basa en la observación de que algunas situaciones y fenómenos cognitivos presentan características similares a las que se encuentran en el ámbito de lo cuántico, como la superposición, la interferencia, la indeterminación y la no conmutatividad.
En este artículo, vamos a explorar algunos ejemplos de cómo el razonamiento cuántico puede explicar algunos aspectos del pensamiento humano que resultan paradójicos o irracionales desde una perspectiva clásica. También veremos algunas de las ventajas y limitaciones de esta teoría, así como sus implicaciones para la psicología, la inteligencia artificial y la filosofía.
El efecto conjunción:
Uno de los fenómenos que se ha sugerido que pueden ser explicados por el razonamiento cuántico es el efecto conjunción, que ocurre cuando una persona asigna una mayor probabilidad a un evento más específico que a uno más general. Por ejemplo, supongamos que se le pregunta a una persona si cree que es más probable que un político sea corrupto o que sea corrupto y pertenezca a un determinado partido. Según la lógica clásica, la probabilidad de la conjunción (corrupto y de un partido) debe ser menor o igual que la probabilidad de cada uno de los eventos por separado (corrupto o de un partido). Sin embargo, muchas personas tienden a asignar una mayor probabilidad a la conjunción, lo que viola el principio de subaditividad.
¿Cómo puede el razonamiento cuántico dar cuenta de este fenómeno? Una posible explicación es que las personas no evalúan las probabilidades de forma independiente, sino que las actualizan según el contexto y el orden en que se presentan las informaciones. Así, cuando se les pregunta por la probabilidad de que un político sea corrupto, las personas pueden tener en mente una distribución de probabilidad amplia y difusa, que refleja su incertidumbre sobre el tema. Pero cuando se les pregunta por la probabilidad de que sea corrupto y de un partido, las personas pueden enfocar su atención en un subconjunto más restringido y definido de políticos, lo que hace que aumente su confianza en esa afirmación. Este proceso se puede modelar usando el formalismo cuántico, donde las probabilidades se representan como amplitudes de onda que pueden interferir constructiva o destructivamente según el contexto.
El efecto polarización:
Otro fenómeno que se ha propuesto como un ejemplo de razonamiento cuántico es el efecto polarización, que ocurre cuando las opiniones o actitudes de las personas se vuelven más extremas después de recibir información ambigua o contradictoria. Por ejemplo, si una persona tiene una opinión favorable sobre un candidato político, y luego recibe información positiva y negativa sobre él, es posible que su opinión se vuelva aún más favorable, en lugar de moderarse. Lo mismo puede ocurrir con una opinión desfavorable. Este efecto parece ir en contra del principio de coherencia, que supone que las personas deben actualizar sus creencias de forma consistente con la evidencia disponible.
¿Cómo puede el razonamiento cuántico explicar este efecto? Una posible explicación es que las personas no tienen una opinión fija y definida sobre un tema, sino que tienen una superposición de estados mentales posibles, cada uno con una cierta probabilidad. Cuando reciben información ambigua o contradictoria, las personas pueden experimentar una interferencia cuántica entre esos estados mentales, lo que hace que algunos se refuercen y otros se debiliten. Así, la opinión resultante puede ser más extrema que la inicial, dependiendo del ángulo o fase entre los estados mentales. Este proceso se puede modelar usando el formalismo cuántico, donde los estados mentales se representan como vectores en un espacio complejo, que pueden rotar e interferir según la información recibida.
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420hamlet · 3 months
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El Sueño Más Grande del Cine - Raúl Victoria III (#69)
Esta es mi historia favorita de todo el cine, y creo que la inventé por completo. No proclamo ni declaro de ninguna manera que esto es real, pero el año pasado descubrí un hermoso patrón en la vida de James Cameron que me llevó a entender la carrera del más influyente y rentable cineasta de la historia.
Shirley Cameron trabajaba muchísimas horas en el hospital. Cada que James sabía que tendría oportunidad de verla lo hacía lleno de emoción: se quedaba despierto hasta la madrugada, o esperaba pegado a la puerta en las mañanas, o corría con su padre a recogerla por las tardes para dar una caminata. Shirley siempre pasaba el tiempo con su hijo compartiéndole su pasión por el arte: viendo películas de todo tipo, leyendo libros juntos, u observando pinturas y platicándolas. James amaba a su mamá y su amor contagió todo lo que ella le presentaba.
Philip Cameron era un ingeniero eléctrico y sus creaciones fascinaban al pequeño James tanto que pasaba todas las tardes de su infancia en el taller de su papá ayudándolo a crear esos extraños artefactos que realizaban extrañas funciones.  Al crecer, James decidió intentar ser tan inteligente como su padre siempre lo había sido. En 1973 se inscribió en el Fullerton College para estudiar física. Las conversaciones que tuvieron jamás habían sido tan interesantes.
Una noche de 1974, después de mucho estudio, James soñaba vívidamente con la Tierra. Pasaba de frondosos bosques a heladas taigas y de eternos desiertos a vastos océanos, volando sobre ellos con gracia y velocidad hasta el anochecer. Fue entonces cuando notó que la Tierra brillaba. A su derecha cada árbol del bosque brillaba en un tono azulado suave que cambiaba ligeramente de tonalidad a cada segundo. A su izquierda el pasto que cubría una planicie entera brillaba en ondas, movido por el viento en patrones impredeciblemente hermosos. Sobre él, como un relámpago, pasó volando un dragón enorme que, con su aleteo, lo atrapó en turbulencia lanzándolo hacia el suelo. James cayó y cayó, dando vueltas, la mente se le llenó de brillo hasta que con un inmenso salpicón al fin llegó al mar. Sentía el frío del agua rodearlo y, al abrir los ojos, esperando la profunda oscuridad del océano, se encontró con un ecosistema sinigual. Criaturas pequeñas e inmensas, todas sumergidas y flotando vivamente a su alrededor en un remolino de colores y luces que lo envolvió hasta despertar. Con las pupilas dilatadas, la respiración agitada y el cabello desarreglado, James Cameron se obsesionó.
El mundo que había visitado lo atormentaba. Durante un par de semanas no podía atender nada más que su imaginación y las imágenes que se habían impreso en su mente. Con cada segundo que pasaba iban perdiendo intensidad y James sabía que tenía que capturar lo que veía en su mente pronto, inmediatamente. Comenzó a escribir, todo lo que veía cuando cerraba los ojos lo describía cada vez con más detalle, e incluso cambió su carrera de física a inglés, con la esperanza de poder mejorar las descripciones de lo que veía. No duró mucho. Unas cuantas clases y James supo que esa no era la respuesta, no podía poner en palabras lo que veía, tenía que hacerlo visual, como cuando él lo vivió por primera vez.
A sus padres no les encantó la idea, pero James abandonó la escuela a finales de 1974 para buscar la forma en que su mundo podría venir al nuestro. Consiguió trabajo como camionero y a todo al que conocía le contaba sus sueños. Bebía mucha cerveza, fumaba marihuana e incluso probaba el LSD buscando en ellos la intensidad que sus imágenes alguna vez tuvieron. Todo lo escribía y nada era suficiente. Leía sobre la tecnología que se desarrollaba en el mundo, las proyecciones de pantallas, las impresiones ópticas y demás avances de los efectos especiales del cine. Si su papá podía crear máquinas mágicas, ¿por qué no sería posible crear una máquina que imprimiera las imágenes de su cerebro? Durante casi tres años James vivió así, cazando una ballena blanca cada vez más elusiva.
Se acercaba la Navidad de 1977 y, estando lejos de su familia, James hizo lo único que sabía podía acercarlo a su madre, fue al cine. Le dijo al muchacho de los boletos que le recomendara una película. El muchachito, prácticamente saltando de emoción, le vendió los boletos de “la mejor película que verás en tu vida”. A James le pareció muy rara su actitud, pero tomó los boletos, compró unas palomitas y tomó su asiento.
Las luces se apagaron
y en la oscura pantalla
aparecieron 10 palabras:
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Su vida al fin encontró un sentido.
Al ver lo que era posible crear en una pantalla de cine, al sentirse tan inmerso en la belleza de planetas que no existían, y al sentir que verdaderamente se encontraba en una galaxia muy muy lejana, renunció a su trabajo de camionero y se mudó a California para trabajar en la industria del cine. Para al fin poder crear el mundo de sus sueños. En su primera película, “Xenogenesis” (1978) lo buscó llevando a sus personajes al espacio. Pero la tecnología y sus habilidades con ella no eran suficientes para capturarlo. Trabajó en unas cuantas producciones como parte del equipo de efectos especiales y después dirigió la secuela de Piraña (1982), intentando en ella comprender la forma en que el cine capturaba el agua, lo más vivo de sus recuerdos de aquel sueño.
Lo que siguió fue una carrera obsesionada con avanzar la tecnología de los efectos especiales que se utilizaban en el cine y cada vez más intentos de capturar la sensación del océano y lo que en él existe. Con Terminator (1984) revolucionó los efectos especiales que se utilizaban en ese entonces. Al dirigir la secuela del legendario Ridley Scott en Aliens (1986) tomó el mundo que Scott había creado y los visuales que habían inundado las pantallas y las llevó más allá. En 1989 hizo un intento acelerado de adentrarse al océano. Casi lo consigue grabando toda una película (El Abismo) bajo el agua, en un inmenso tanque, avanzando la tecnología de cámaras y efectos visuales rodeados por este elemento. Cuando trabajó en la secuela de su exitosísima Terminator, Judgment Day (1991), incluso creó un personaje que estaba compuesto completamente de un fluido metálico que se movía como agua a través de las cosas, creando la tecnología para capturar esto en la pantalla grande, creando un éxito más en su ya ilustre carrera.
Entonces llegó. En 1997 James Cameron dirigió la película más exitosa de todos los tiempos. Con su propio equipo realizó una exploración del océano para obtener material real del hundido Titanic. En la película, en todo momento, nos mostró un mundo sobre el agua, hasta ser sumergido, y entonces vemos la maestría de efectos especiales em la épica que al fin le permitió perseguir sus sueños sin detenerse. Sin tener que responder preguntas o dar explicaciones.
Después de trabajar por 12 años, creando tecnología nueva, empujando los efectos especiales a donde jamás habían llegado antes, e invirtiendo cantidades inmensas de dinero, James Cameron al fin pudo transportarnos al mundo con el que llevaba soñando 35 años. Pero nunca llegamos al agua. Algo dentro de Cameron le decía que la tecnología todavía no estaba lista, que todavía no era momento de caer en la culminación de su sueño, que primero había que probar todo lo demás y después, cuando la tecnología lo permitiera, al fin nos permitiría entrar al océano y sentir lo que el sintió tantos años antes. En 2009, Avatar se convirtió en la película más exitosa de todos los tiempos, después de 12 años alguien al fin había vencido a Cameron y Titanic, fueron Cameron y el mundo de sus sueños.
Esto le dio la libertad que todo artista sueña tener. No había nadie en el mundo que le pudiera o quisiera decir que no a esta máquina de dinero. Vendió una trilogía de Avatar a 20th Century y finalmente trabajó en crear el mundo que siempre quiso visitar. Durante 13 años trabajó arduamente en los efectos especiales, en los visuales bajo el agua y al fin lo logró. James Cameron al fin había encontrado y dominado el mundo de los efectos especiales y la visualización del agua. Con El Camino del Agua, James Cameron alcanzó sus aspiraciones y, el día de hoy, la segunda película de su épica saga se sienta cómodamente en un trono de 5. Al lado de los héroes mas poderosos del planeta en la lista de las películas más taquilleras de toda la historia. Compartiendo este asiento con la secuela a la película que le dio dirección a Cameron tantos años atrás: “Star Wars: The Force Awakens”, y con cómoda descansando entre sus dos hermanas: Avatar y Titanic.
Dave Chappelle dice que, en la vida, el sueño más poderoso siempre ganará el momento. Como cuando estas en el club pasándola bien, nada especial, nada malo tampoco. Pero alguien más, sentado en las mesas VIP, está teniendo la noche de su vida. Esta bebiendo todo el alcohol que quiere con todas las personas hermosas de todo el antro. Entonces sabes que tú eres parte del sueño de esa otra persona. El día siguiente tu recordarás poco de tu noche, y en tu vida no causará mucho impacto, pero algo que recordarás por al menos una fracción de tiempo es a esa persona que lo disfrutó. Mientras tanto, ese soñador recordará su aventura (o se la contarán) y en ella tú figurarás como parte del fondo, olvidado, parte de un sueño que no se recordará.
En la industria del cine el sueño de James Cameron lleva ganando todos los momentos desde hace 46 años. Desde el 2009, el joven con un sueño, y todos nosotros a su lado, al fin tenemos la oportunidad de vivir en el soñado y luminoso mundo de Pandora. La industria del cine cambió para siempre, y gran parte de su historia puede ser contada a través de la dedicada búsqueda de James Cameron y su Camino del Agua.
1680 words (420 x 4).
Instagram: @thevictoryville
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polarhoid · 4 months
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La machaca mecánica
Ayer o antier leí una nota donde se anunciaba una nueva versión de clockwork orange de Kubrick. Me parece una empresa innecesaria, sin embargo, despertó mi creatividad e imaginé cómo seria el argumento de un machacado mecánico localizado en una ciudad del noreste caliente del país.
Ahí les va a ver qué les parece.
Año 2030. Alejandro, un adolescente de 16 años vive en una familia monoparental: su papá trabaja en la maquila y él pasa la tarde bebiendo y fumando piedra en foco, y escuchando obsesivamente corridos tumbados. En lugar de escuchar a Beethoven positrónico, obvio, escucha a Peso Pluma, Chinito Pacas, y corridos clásicos de Natanael Cano. Esquinea con sus amigos los -alucidrogos- que es una pandilla que gusta vestirse de negro, zapato de charol picudo, cintio pitiado y chaqueta de punks rotos con motivos de Neon Genesis Evangelion, Berserk y Dora la Exploradora [es una explicación larga que se podrá abordar en la pre-cuela].
Y pues Alecs y los alucidrogos salen a las calles a hacer desfiguros y a tirarles rollos a las morritas alucidrogas que van al cibercafé a bajar música y a mirar vídeos de ejecuciones; cibercafé porque es un mundo retro-futurista. Y cómo no, practican un idiolecto estandarizdo para comunicarse que se llama el -narcdast-. Con el que se comunican en código 10 e hiperneologismos. Ejemplo: su bebida predilecta qes una mezcla de leche de almendras, Vive100 y Buchanas, al que llaman PistoLeche.
Todo en su vida va relativamente bien, ya saben, lo usual: dando golpizas a migrantes, a niños de la calle y vagabundos. Días normales pues, hasta que un día a Alejandro y secuaces se le ocurre ir a buscar problemas [a toda velocidad en su moto ibérica] a la colonia Cumbres Élite [que luego de varios desplazamiento por las ampliaciones de la megafábrica TESLA, llegó a convertirse en la real Cumbres-Cumbres]. Los alucidrogos asaltan a una casa en donde vive un youtuber generador de contenido retirado y devenido en micro-motivador en reels, y su esposa una influencer que filma atracones con comida muy picante y asmr para personas con ansiedad al cambio. Ambos acomodados y posburgueses, no ven llegar ni esperan a la pandilla y son salvajemente agredidos por los alucidrogos. Vamos a re-crear la famosa secuencia del falo de mármol, pero sin violencia explícita para no perturbar al público, y, en lugar del pitote, Alejandro empuñará una pieza de arte moderno generada por una IA: un sable láser fluorescente y venudo que proyectará por el ojo de su empuñadura imágenes de Mickey Mouse en blanco y negro [así también hacemos una crítica al post-materialismo pop y testosterónico]. Asesinan al hombre y se creen salir con la suya, pero pronto se dan cuenta que se metieron con la clase [creativa] equivocada.
Y entonces en todos los telediarios y redes sociales se alarman y comienzan a buscar a los alucidrogos. Ya se saben la película, así que no ahondaré más, sólo diré que al final la influencer crea una campaña para doxear a Alejandro y su camarilla.
Sus amigos alucidrogos lo traicionan y publican su ubicación en un live. Y pues lo atrapan. Parece que la vida de nuestro personaje ha llegado a su trágico final, pero no: resulta que lo apresan justo cuando un nuevo partido neopopulista llega al poder:
Movimiento Naranja [mecánica].
Esta “nueva” fuerza utiliza técnicas de suspensión de la voluntad y lavado de cerebro con propaganda y vídeos de niños que cantan canciones pegajosas y, entonces, comienza un lento y doloroso proceso de reconversión ideológica y de anulación de la voluntad. Aquí vamos a replicar escena por escena la peli original como homenaje, pero en lugar de vídeos violentos serán puros vídeos promocionales de campaña.
Y pues sueltan al buen Alejandro y, claro, sus compas alucidrogos se lo encuentran y lo machacan y pues Alecs por su cocowash ya no se puede defender y ni siquiera probar gota de pistoleche o escuchar ninguna nota aguda y gangosa de corrido tumbado cualquiera. Alejandro va a morir y por eso busca refugio de nuevo en su casa paterna a la que llega para darse cuenta que su papá ya se hizo del pueblo bicicletero, animalista y prepper con huertos caseros. Así que el cuarto de Alejandro es ahora un corral y una granja de cucarachas. Alejandro ya no tiene dónde vivir y su futuro es infausto, pero, oh, giro de guion esperado, cuando nuestro héroe está a punto de ser apaleado por una turba de gente sin hogar clamando venganza, un alma caritativa hace un en vivo del ataque.
Hecho viral que desata la furia de las sociedades preocupadas-alarmadas-e-indignadas. Alejandro no muere al final, al contrario, renace como mártir y, cuando descubren, lo que Movimiento Naranja [mecánica] le hizo, se convierte en una celebridad inmediata: lo buscan los medios tradicionales, pero, sobre todo, los generadores de contenidos para sus podcast, lives, reels, twitchs, myspace, etcétera. Al darse cuenta del poder que tiene, Alejandro empieza a monetizar su experiencia y lanza su propia canal-marca y al pronto se vuelve en un youtuber generador de contenido cuasi-multimillonario. Hace shows donde enseña como hablar el -nardasc-, hace colaboraciones con Peso Pluma, vídeos picantes con Karely Ruiz; y hasta tiene un show de cocina donde muestra cómo preparar una pistoleche que brilla en la oscuridad.
En la última secuencia de la película, vamos a mostrar a Alejandro en una fiesta de creadores creativos de arte viral multimedia. A Alejandro lo vemos triunfante, sonriente, pero... antes de irnos a negro, se escuchan los primeros acordes de la más famosa de Peso Pluma y... -a la Ti West- sostendremos un primer plano de 7 minutos y medio en donde veremos el rostro de Alejandro que parece o quiere echarse a llorar.
FIN
[no mms pinche Netflix deposítame mis 750 mil dólares ya o me voy con VIX alv fierro el gordo tiene el mando]
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playas5ecretas · 5 months
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Propuestas para no perder el control
Christian Ferrer
La digitalización altera la condición humana, reflexiona Flavia Costa en Tecnoceno (Taurus). En este abismo, la expansión de los modos sigilosos de vigilancia y modelización nos transforman en “seres infotecnológicos”, interviniendo no sólo nuestros cuerpos sino reformateando también nuestra forma de entender el mundo. Si “a medida que la política se hace más biológica, la técnica se hace más orgánica”, el desafío es promover una imaginación social, cultural y subjetiva alternativa ante una megamáquina que no para de agrandarse.
En unas cuantas décadas más no mucha gente, al menos en las grandes megalópolis, recordará cómo era la vida cotidiana antes del surgimiento y difusión de Internet –ese gran cerebro interconectado–, y cómo era el arte de conversar antes de la propagación de las redes sociales y otras plataformas de vinculación prontas a ser inventadas, y cómo era compartir el mundo con especies animales y vegetales que ahora están sucumbiendo en nombre y beneficio del desarrollo industrial y la expansión de las fronteras agrícolas, y cómo se procedía a la transmisión de bienes y tradiciones antes de la instauración masiva de la cultura digital. Paisajes enteros se desvanecerán de la memoria.
La biografía del cuerpo humano, potenciado técnicamente, se escribirá con otras claves de interpretación. Los arquetipos y prácticas de comprensión y modelación de nosotros mismos se orientarán según las instrucciones de la representación teatral más que las de la intimidad cultivada con cuidado y constancia. Habrá comenzado –ya comenzó– la era que Flavia Costa llama “Tecnoceno”.
No es fácil analizar y describir el relieve y el devenir de las transformaciones que nos son contemporáneas, porque aunque las consecuencias vayan a ser duraderas el proceso recién está en cuarto creciente y no ha desplegado aún todas sus potencialidades. No podemos saber cómo funcionará el mundo dentro de cincuenta años –los que hoy están en su niñez lo sabrán–, de la misma manera que los coetáneos de la Revolución Industrial no imaginaron los costos que la naturaleza y los trabajadores habrían de pagar en el futuro por causa de la pujante y deslumbrante novedad. Luego, porque lo peculiar de este proceso es la velocidad de los cambios y de los acoples entre industrias tecnológicas “de avanzada”. Y además, porque el rostro oculto de la mutación –de magnitud descomunal– no se revela, más bien se sustrae, a la comprensión de quienes la están experimentando en sus propias vidas. En este contexto, el libro de Flavia Costa es un triunfo. Tecnoceno. Algoritmos, biohackers y nuevas formas de vida (Taurus), ha logrado ensamblar, con escritura serena si bien inquietante, las diferentes partes de un rompecabezas cuyas piezas coexisten en continua y mutua metamorfosis.
El libro da cuenta de la instauración de un “nuevo orden informacional” que procede por conversión de todo lo que existe en datos, a su vez comparados y procesados a altísimas velocidades y a una escala global sin precedentes, y cuyo objetivo es modular el comportamiento humano y hacer que las audiencias masivas sean altamente predecibles a la vez que se anticipan posibles peligros para el funcionamiento del sistema.
Para eso, primero es preciso inculcar la idea de que nada hay en el mundo que no sea información. Así como en la época moderna la clave de comprensión –de individuos, ciudades, naciones– era la producción y consumo de energía, ahora lo es modelar nuestras vidas como si sólo fuéramos imágenes y cifras. Lo que está en juego es lo que Flavia Costa llama “una poderosa ampliación del campo de batalla biopolítico”. Sucede que la capacidad de control ha dado un salto cualitativo. Tal como la fotografía y la huella digital fueron, en los siglos XIX y XX, novedosos auxiliares de la policía, en el presente es la interconexión de computadoras y nuestro propio activismo informático los que suministran al instante datos sobre nuestras tareas, creencias y reacciones emocionales.
Una huella digital dejada en el ciberespacio es el equivalente de las clásicas huellas digitales que imprime la piel. De modo que nunca ha habido tantas personas en el mundo bajo vigilancia y registro constantes en cualquier ámbito de acción, y nunca ha sido tan fácil y económico clasificar, organizar y regular masas inmensas de población. Estamos ligados al mundo por una densa y dúctil telaraña de algoritmos rapaces, que pueden reunir y sistematizar opiniones y emociones en pocos segundos de tiempo. En verdad, los algoritmos reinan sobre nuestras vidas, dado que el medioambiente técnico en que proliferan –la red informática, de la cual nadie puede prescindir– no parece tener un afuera y los supuestos canales de fuga reconducen todo esbozo de rebeldía al sistema.
Pero Flavia Costa, aunque percibe que la digitalización de todo lo existente, merced a la ubicuidad de las tecnologías de la información, abre un abismo entre la experiencia humana anterior y la contemporánea, a la vez comprende que la expansión de los modos sigilosos de vigilancia y modelización es sólo la punta del iceberg de un proyecto mucho mayor: la transformación de todas las personas en “seres infotecnológicos”, lo que significa alterar la condición humana. Es algo que ya está sucediendo, pues “a medida que la política se hace más biológica, la técnica se hace más orgánica”.
En nuestra vida cotidiana ha cambiado la relación con las tecnologías: ya no nos parecen duras e imponentes sino dúctiles y amigables, pantallas de cristal que invitan a un mundo de ensueños y consumos. Pero, además, el ensamblaje de industrias farmacéuticas, tecnológicas y neurocientíficas está promoviendo la aceptación general de que el cuerpo es un diseño inacabado y que la posibilidad de potenciarlo para “optimizar o maximizar los rendimientos más allá de las capacidades naturales” resulta ser una tentación irresistible. Es una ambición de rango faústico, la fantasía titánica de hombres y mujeres agobiados por las presiones insoportables de vivir en un mundo que al final del día deja exhaustos al cuerpo y el ánimo.
En la parte más innovadora y perturbadora del libro, se nos introduce en el probable futuro que se está creando ahora mismo, poblado por “formas de vida infotecnológicas”. En verdad, de principio a fin, y paso a paso, Flavia Costa va abriendo un panorama total de las transformaciones que estamos experimentando así como de la envergadura de los peligros implícitos. En principio, que cada vez más somos comprendidos como conjuntos de datos y que nosotros mismos aceptamos tal condición y entonces los proporcionamos sin pensar en las consecuencias, o más bien somos conscientes de las consecuencias –que hay poderes que usan los datos a conveniencia– pero preferimos dar de comer a nuestro voraz narcisismo: “existo si soy visto”, un lema –angustiante–. Todo confluye, nos dice Flavia Costa, en la instalación de un “campo de entrenamiento” para la subjetividad de tamaño gigantesco, posibilitado por la multiplicación de dispositivos de producción y transmisión de mensajes y por el amplísimo incremento –pandemia mediante– de la mediatización de los vínculos sociales.
Pero el despliegue de lo que Flavia Costa llama vida “infotecnológica” supera en mucho la pretensión de control tanto del individuo como de las audiencias masivas. Es cierto que ahora, como si fuera efecto de una hechicería general, y de acuerdo al entorno científico-técnico de época, adoramos las redes sociales y transferimos nuestros datos a grandes corporaciones como si fuesen ofrendas diarias debidas a dioses que nos proveen de flujos de entretenimientos y novedades, y que con esos datos se da forma a una suerte de holograma personal de cada usuario cuya instantánea superposición permite producir diagnósticos de la realidad social y prevenir posibles amenazas, pero en el libro de Flavia Costa nunca se pierde de vista que, para los poderes contemporáneos, el centro de preocupación primordial es “la vida biológica de la población”, y por lo tanto las ambiciones y las osadías son mayores, lo que significa imaginar que es posible introducirse en el cerebro y los genes para modificarlos así como promover y potenciar la inteligencia artificial hasta lograr desarrollar dispositivos capaces de “hiperactividad cerebral”, superior a la que pudieran lograr todos los humanos del planeta juntos. Cuando el deseo es alcanzar esta meta, raramente la cautela se impone sobre la ambición de experimentar con fuego.
Se aspira, quizás, a fusionar el cerebro humano con artilugios de inteligencia artificial, y dado que muchos científicos y laboratorios trabajan en ello, algo inventarán. Pero mientras tanto, y desde hace décadas, toda una preparación cultural acelerada está puesta en marcha para que etapas más audaces en la evolución del cuerpo humano sean aceptadas. Flavia Costa las identifica y detalla: el acostumbramiento a que la tecnología se “encarne” por medio de implantes, trasplantes y cirugías estéticas; las búsquedas de las neurociencias, que toman a la conciencia como mero epifenómeno de la actividad química y eléctrica del cerebro; los sucesivos y rápidos lanzamientos al mercado, por la industria farmacéutica, de medicamentos destinados a modificar los estados de ánimo de la población; la creciente auscultación informática de la vida anímica de los usuarios; la expansión de un régimen somático que considera al cuerpo como objeto modelable, autodiseñable incluso, a fin de facetarlo como obra de arte para el mercado de la apariencia del “capitalismo espectacular”; la propagación de una “biopolítica informacional” que a las identificaciones biométricas suma el análisis y procesamiento de material genético.
Es la “buena nueva” de un “mundo feliz” en el que, como de costumbre, conviven el mundo de la sofisticación técnica y el de la pobreza –los salvados y los condenados, los enclaves de riqueza y sus periferias devastadas–. Pero si se lograra producir inteligencia artificial más alteración genética inducida significaría concederle a ciertos seres humanos un poder propio de dioses –no necesariamente celestiales, pues existen dioses poderosos e irresponsables–. Las cosas siempre pueden salirse de control y provocar lo que Flavia Costa llama “un accidente normal”, sea un choque de autos en una ruta o el escape de una nube radioactiva de una central atómica. La probabilidad estadística ya está prevista.
Por momentos el libro de Flavia Costa puede ser leído como una novela de terror, sintiéndose el lector una hierba muy frágil –un ser pequeñito– presto a ser soplado por dispositivos superpotentes o bien movilizado, con o sin su anuencia, según planes que se van esbozando a medida que se despliegan, en tanto todos aquellos que no logren hacerse compatibles con el nuevo mundo tecnoesférico ingresarán en su ocaso: serán descartados. Pero mayormente el libro logra establecer y esclarecer los mecanismos y la lógica del medio ambiente que está dando forma a un tipo específico de humano intervenido profundamente por la técnica. Se esboza una necesidad de una imaginación política alternativa capaz de poner en cuestión los usos abusivos de las tecnologías y que por el momento no está siendo promovida por políticos, científicos o por instituciones académicas sino por artistas, organizadores de ONG y activistas en general. Se pregunta Flavia Costa: “¿Podemos imaginar, a través del arte, un mundo más justo?”. Sin embargo, no es una tarea obligatoria para el arte, tampoco para la filosofía, intentar mejorar el mundo. El diálogo del arte y la filosofía es con la muerte, no necesariamente con la justicia, que más bien requiere de coraje ético y político para conseguirla y lograr que permanezca equilibrada.
La fortaleza del libro no consiste solamente en ofrecer un panorama completo de la mutación en curso sino también en señalar los desafíos que deben ser pensados y enfrentados. Enfrentarlos quiere decir, para Flavia Costa, mirarlos de frente, no dejarse fascinar ni tampoco dar vuelta la vista hacia atrás con nostalgia, dado que sólo es posible soportar el presente y crear futuros mejores.
Los desafíos a tener en cuenta son abrir los ojos y aguzar los oídos ante las fuerzas que promueven “shocks de virtualización”, negarse a que se nos considere meros “soportes de información predecible y modulable” y proponer políticas en común que diseñen defensas ante tecnologías que se juzguen “peligrosas pero inevitables”.
Otro desafío es oponerse a los daños ecológicos que la era del Tecnoceno está causando en el aire, en el agua y en la tierra. Es una tarea urgente y casi imposible porque implicaría detener la industrialización del orbe entero y de la forma de vida que le es concomitante. De otra forma la alternativa es de hierro: o ellos –los animales a ser extinguidos, los paisajes a ser arrasados, la tierra y el agua a ser contaminadas– o nosotros –“el progreso”, el industrialismo–. Dado que la idealización del progreso, en su momento, persuadió a todo el arco ideológico que va de derecha a izquierda, hubo muy pocas voces críticas y además fueron poco escuchadas. Pero no eran profecías, sino análisis y advertencias con respecto al devenir en caso de que no cambiáramos nuestro modo de estar en el mundo. Lo mismo ha hecho Flavia Costa, con un nervio envidiable que mantiene de comienzo a fin: observar el mundo tal como es y no como nos gustaría que fuese ni tampoco el que se nos muestra –y vende– publicitaria y cotidianamente.
El desafío que ella propone al lector es promover una imaginación social, cultural y subjetiva alternativa ante una megamáquina que no cesa de agrandarse. No obstante, al cerrar el libro no estamos seguros de haber contemplado el relieve verdadero de esta época o si se nos acaba de mostrar el rostro de la Medusa.
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¿Por qué no nos caemos de la cama al dormir?
Al dormir, el cuerpo descansa pero se mantiene activo: respiramos, nos movemos, roncamos, arrojamos flatulencias, soñamos, brincamos, cambiamos de posición, incluso hasta hablamos. Toda esa actividad provoca que el cuerpo no permanezca extático sino que se desplace por diversos lugares del colchón. Entonces ¿por qué no nos caemos de la cama al dormir?
La causa de ello podría estar en una especie de sexto sentido, el cual se refiere a una percepción extrasensorial, clarividencia, premonición, o intuición, según los estándares de la cultura popular. Sin embargo, la ciencia difiere de estos conceptos y lo aterriza de una forma más sensata.
En lugar de definirlo como un sexto sentido, la ciencia lo llama propiocepción, y se conoce desde hace más de un siglo. Uno de los científicos pioneros en su estudio fue el francés Claude Bernard, reconocido neurocientífico del siglo XIX.
La propiocepción se refiere a la conciencia que tenemos sobre cada una de las partes de nuestro cuerpo y dónde se encuentran ubicadas en el espacio. Esta conciencia es posible gracias a señales neurofisiológicas de los receptores en nuestros músculos, tendones, articulaciones y piel que le informan al cerebro sobre la longitud actual y el estiramiento de los músculos, la rotación articular, los cambios locales y la flexión de la piel, entre otros detalles.
En un sentido práctico, puedes notar la propiocepción cuando te mareas y tu cuerpo busca de inmediato recuperar el equilibrio para no caerte.
Lo mismo pasa cuando dormimos. La propiocepción nos permite determinar la posición, la velocidad y la dirección de cada parte del cuerpo, aunque estemos dormidos, y así permite que el cerebro guíe nuestros movimientos. Gracias a ello podemos movernos con toda libertad, pero sin correr el riesgo de caernos de la cama.
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ℜ𝔬𝔰𝔞🖤
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aranchamora · 6 months
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¿Nos estamos divirtiendo mientras creamos? 
Es una pregunta que me hago todos los días.
¿De dónde vienen las ideas, la inspiración? Al menos para mí vienen de los momentos en los que no estoy haciendo absolutamente nada, cuando lavo los trastes, cuando barro o cuando me baño, especialmente cuando me baño. 
Son esos momentos de tranquilidad absoluta en los que no piensas en nada, tu cuerpo está en piloto automático, se mueve mecánicamente y el cerebro se relaja. A mí me gusta tomar un baño caliente por las noches; dejas que tu cuerpo se relaje con el agua corriendo y todo lo que traes en la cabeza fluye hacia afuera con la velocidad de las gotas al caer. 
Es en esos momentos en los que el cerebro está en un estado de quietud, hay silencio afuera y adentro. Y se descubre algo que a mi me gusta llamarle: “El mundo de las ideas”, sí, así como el de Platón. Todo el conocimiento que una persona posee, todas las buenas ideas, toda la inspiración y todo aquello que estamos a punto de crear… ya existe en nuestro cerebro. Ha estado ahí recopilando información del mundo por todo el tiempo que llevamos vivos. Y solo en ese estado de meditación, de quietud, es cuando las ideas empiezan a flotar, empiezan a moverse porque tienen espacio libre de pensamientos intrusivos, porque se han ido. Estas ideas conforman absolutamente todo lo que hemos vivido, todo lo que hemos escuchado, todo lo que hemos visto, todo está ahí en nuestro cerebro, listo para encontrarse unos con otros. Una idea se junta con otra idea como una neurona con otra y bum! Sinapsis. Y entonces, esas ideas se juntan con un sentimiento que ya hemos experimentado, o una situación actual en nuestra vida y esos elementos son los que crean las buenas ideas, o lo que a veces llamamos: “llegó la inspiración”. 
No es de la nada porque todo ese conocimiento siempre existió ahí. Desde la primera exposición sobre dinosaurios a la que fuí, hasta el dato científico más random que leí en twitter sin buscarlo. Al menos en mi cerebro así se siente que pasa. 
Es un estado muy parecido al de la meditación, no pensar en nada, estar en el presente apagando los estímulos externos. No es necesario estar sentado en posición de mariposa y siendo consciente de tu respiración. Son los pequeños momentos en los que podemos poner en piloto automático nuestro cerebro dejando ir los pensamientos intrusivos con el correr del agua, al ritmo de la escoba moviéndose de un lado a otro, escuchando tus pasos en una caminata tranquila. Ese estado de quietud de la mente es en realidad una actividad que permite mover la energía física del cuerpo que ayuda a transformar los malos pensamientos hasta que desaparecen, y eso, es la inspiración.
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pedrink · 6 months
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Agilidad mental sobrehumana, ¿es posible no tener límites?
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Sin límites, es una serie de televisión estadounidense adaptada de la película de 2011 que lleva el mismo nombre, donde un tipo llamado Brian Fish desarrolla una agilidad mental sobre humanas, luego de que toma una píldora llamada NZT-48, esto lo lleva a enfrentarse a una serie de situaciones donde pone a prueba toda su capacidad mental.
Finch, es un músico con poco éxito y que se siente agotado de la vida. Cuando conoce el NZT-48, prácticamente le da acceso completo a cada neurona en su cerebro. Durante las 12 horas posteriores a la ingesta del NZT-48, resulta ser la persona mas inteligente del mundo, con la capacidad de recordar cada detalle de su vida, razonar de forma masiva y desarrollar al máximo su intuición.
¿Es posible lograr lo que que se describe en sin limites?
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Los nootropicos mejoran la capacidad cognitiva, contrarrestan los efectos dañinos ocasionados por el envejecimiento y ayudan a controlar el estrés.
Tenemos, por ejemplo, Noopept, considerado el NZT-48 de la vida real. Este peptido se receta en Rusia y en los países vecinos como un nootrópico que ayuda a proteger el cerebro de traumas, problemas de hipoxia o intoxicación alcohólica. Se ha demostrado que Noopept genera un aumento considerable en la capacidad cognitiva y la memoria, así como un marcado incremento en los factores de crecimiento nervioso y el factor neurotrofico derivado del cerebro.
Los beneficios de usar Noopept se describen como una marcada mejora en la habilidad cognitiva, un incremento en la memoria, la capacidad de aprendizaje, la capacidad de poner atención y la velocidad con la cual se puede procesar información así como el funcionamiento general del cerebro.
Si bien los beneficios nos son de un poder mental sobre humano, si se nota una marcada mejora en la capacidad cognitiva al momento de resolver problemas de la vida diaria o de enfrentar situaciones estresantes como resolver exámenes o realizar presentaciones orales en publico.
Aunado a esto se puede conseguir mejores resultados al tomar nootrópicos si se siguen los siguientes pasos:
Duerme lo suficiente: los nootrópicos como Noopept proporcionan un impulso mental instantáneo, pero este se vera limitado si no tienes un descanso adecuado.
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Realiza ejercicio: el realizar ejercicio 2 o 3 veces por semana, estimula la circulación sanguínea al cerebro y ayuda a mejorar la captación de nutrientes y oxigeno necesarios para mantener el cerebro activo.
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Comer sanamente: Tener una dieta adecuada que incluya nutrientes esenciales para el cerebro ayuda a que el funcionamiento de nos nootrópicos como Noopept mejore.
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Es posible que aun tengas dudas sobre los beneficios que los nootrópicos le pueden dar a tu mente, para darle ese impulso que necesitas en tus tareas cotidianas y conseguir tener un desempeño mental sobresaliente. Ya se para realizar un examen en la universidad o para mejorar tu desempeño y llegar a la alta dirección de la empresa en la que trabajas.
Pero si hay algo que la serie sin limites nos muestra, es que el cerebro humano puede hacer cosas mucho más haya de los limites preestablecidos, y que con solo un nootrópico como noopept puedes llegar a trascender los limites de tus objetivos de vida.
En NeuroGent te ofrecemos nuestro nootropico NootroGen el cual contiene noopept como ingrediente activo, si te interesa puedes adquirirlo dando clic en la siguiente imagen.
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infusionmental · 2 years
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Charla de almohada
Por fin llega al motel. Se siente asqueroso, tiene tierra por todas partes después de haber cavado para buscar y quemar los huesos. Fantasmas enfados.. después de todo lo ocurrido y siguen con eso.
-Ey, Sammy, voy a la ducha.
Sin esperar respuesta, arroja la bolsa polvorienta sobre la cama y se dirige al baño.
Sam suspira y se deja caer en la única silla de la habitación. Está agotado, pensaba que después de derrotar a Chuck y que Jack subiese al cielo podrían tener una vida “normal”. Normal a lo Winchester por supuesto.
Sabe que Dean no está bien, pero no sabe cómo ayudar. Había caído de nuevo en esa espiral autodestructiva de noches sin dormir y alcohol. Después de dejar a Chuck tirado en ese bosque, despedirse de Jack y encontrar a Eileen, sintió que habían encontrado unos momentos de paz.. pero fueron días.. Dos exactamente. Lo único que sabe Sam es que fue a casa de Eileen a dormir y cuando regresó todo era un desastre. Dean estaba en el sofá había latas y un par de botellas vacías.. Sólo le había dejado dos jodidos días.
Tras eso habló con Eileen. De momento no podría volver a dormir en su casa. Ella entendió.. Sam sonríe. Aun no sabe cómo tuvo tanta tanta suerte. Ella se quedó en el bunker algunas noches. Y Dean..bueno, parecía que delante de ella podía hacerse cargo de esa olla a presión en la que se estaba convirtiendo.
Habían vuelto a cazar, casos sencillos. Eileen le dijo “distraerá a tu hermano, ve con él”. Por supuesto, ni de coña iba a dejarle solo.
Durante estos pensamientos ha oído el agua de la ducha caer. Ahora se ha detenido. Pasan unos minutos y Dean abre la puerta. Tiene los ojos hinchados y rojos y Sam no sabe que hacer.
-Tu turno Samantha, he dejado agua caliente para que limpies tus cabellos.
Pero su voz no esta bien. Dean no está bien.
Después de encargar la cena y tomarla frente al viejo televisor, se acuestan y apagan las luces. Escucha a Dean, respira fuerte, como si tomase aire por la boca porque se está ahogando.
Sam no puede más y susurra:
-Dean, por favor, por favor- Su voz se quiebra- Tienes que decirme qué te pasa, no lo entiendo. Por favor, dime qué es, cómo puedo ayudarte.
Escucha a Dean tomar una fuerte bocanada de aire. Sam piensa que le va gritar, o se va reír o le va mandar a la mierda. Pero no.. Dean comienza a hablar, su voz baja, como un murmullo. Sam se agarra a su almohada y se acerca al borde la cama, para poder estar más cerca de la cama de su hermano.
-Soy un hermano de mierda.
Sam abre los ojos, tratando de ver en la oscuridad a su hermano. Ve su contorno en las sombras, abrazado a la almohada, y cerca del borde como él.
-¿Por qué dices esa mierda?
-Estoy enfado..No lo entiendo. No entiendo, sacrifiqué mi vida, estuve 30 años en el infierno, fui recipiente de Miguel, llevé la marca. He sacrificado toda mi jodida vida y quería una cosa, una sola cosa. Por qué a mí no se me ha permitido recuperarla.
El cerebro de Sam trabaja a toda velocidad pero no es capaz de entender aun.Sigue escuchando a Dean, quien continua susurrando, con la voz contenida de rabia.
- Todo acabó y Eileen volvió. Es genial, me alegro por tí, y por ella, en realidad, lo mereces, lo merecéis.. Pero ¿yo no? ¿yo no lo merezco? Hice todo por puto amor, y ¿no lo merezco? ¿Por qué no ha vuelto él?
Y la luz de la comprensión enciende los ojos de Sam. Todo va cayendo como un castillo de naipes. Castiel. Su tercer hermano en esa familia que no empieza ni acaba con la sangre y que fue aumentando con los años. Era su familia si, pero nunca se preguntó que fue para Dean. Suponía que el único amigo que tuvo en su vida nómada donde era difícil crear vínculos.. Y ahí hubo uno. Único y profundo. Pero nunca preguntó, nunca imaginó.. Tan listo y tan idiota.. Y escucha a Dean en la cama de al lado, respira de nuevo deprisa. Sam se levanta y se mete en la cama con su hermano. Dean le deja un pequeño espacio y Sam le abraza. Y Dean se rompe.
Los ojos de Sam se llenan de lágrimas también, de felicidad por su suerte y de tristeza por su amigo perdido y de angustia por su hermano. No sabe, no puede ayudar. Solo susurra.
-Dean, lo siento, no sabía...Yo no sabía, todo va a estar bien.
Nota a Dean coger aire antes de hablar. La voz sale en susurros, es demasiado íntimo y Dean se coloca boca arriba. No puede mirar a su hermano en la misma almohada.
-No va a estar bien. Yo no puedo. Todo da igual. Lo se Sam. Llegará un día... y ese día será pronto, lo se..En que ya no lucharé.. Ya todo da igual. Yo solo se que no lucharé. No puedo seguir peleando. No puedo pelearme por vivir. No quiero morirme. Pero no me voy a pelear. Solo quiero dormir y olvidar, y que pase este dolor. No puedo seguir con tanto dolor. Me cuesta respirar. No puedo ni decir su nombre.
Entonces Dean se levanta y se va a la cama de Sam. Susurra un “buenas noches” y Sam tiene miedo. Sus lagrimas empiezan a caer por sus mejillas. No puede creer lo que Dean le ha dicho, simplemente no puede ser. Él siempre ha sido el fuerte, siempre ha querido luchar y ahora simplemente se ha rendido. Sam se duerme intranquilo.
La luz de la mañana trae un nuevo espíritu sobre Sam. Le demostrará a su hermano que hay muchas cosas, muchas oportunidades. Una gran vida. Cuando se levanta ve que Dean ha ido a por el desayuno. Mientras empaca va trazando su plan para la gran vida nueva y feliz.
Enciende su móvil y tiene varios mensajes. Unos niños secuestrados, el cazador les pide ayuda.. Cree que son vampiros. Cuando regresa Dean con el café Sam le informa y suben sus cosas al Impala, de camino al nuevo caso. Parece que será fácil. La mente de Sam sigue maquinando.
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magneticovitalblog · 10 months
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"Una Sociedad de Etiquetas"
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Estimado/a lector/a,
En el presente artículo, nos adentraremos en un fenómeno social intrigante y universal: el etiquetado precipitado de las personas en nuestro mundo. Exploraremos las razones subyacentes a este comportamiento, así como sus implicaciones y consecuencias en nuestras vidas cotidianas. Para comprender a fondo este tema, es necesario analizar aspectos psicológicos y sociológicos que influyen en la forma en que categorizamos a los demás antes de conocerlos realmente.
Es innegable que vivimos en una sociedad caracterizada por una acelerada velocidad de interacción y comunicación. Las tecnologías modernas, como las redes sociales y la mensajería instantánea, han amplificado nuestra capacidad de conectar con una amplia variedad de personas en todo el mundo. Sin embargo, esta conexión constante también ha dado lugar a un fenómeno preocupante: la tendencia a etiquetar a las personas basándonos en percepciones superficiales y estereotipos.
Una de las razones que subyace en este comportamiento es la necesidad humana de simplificar y categorizar la realidad que nos rodea. Nuestro cerebro tiene una capacidad limitada para procesar información, por lo que utiliza atajos cognitivos, como los estereotipos, para clasificar rápidamente a las personas en grupos predefinidos. Esto nos proporciona una sensación de orden y comprensión en un mundo complejo y caótico.
Otra influencia importante proviene de nuestras experiencias previas y la socialización. Desde una edad temprana, somos bombardeados con mensajes culturales y sociales que nos inculcan ciertos estereotipos y prejuicios sobre diferentes grupos de personas. Estas creencias internalizadas moldean nuestra visión del mundo y pueden llevarnos a etiquetar a otros sin tener un conocimiento real de ellos.
Además, el miedo a lo desconocido y la necesidad de pertenencia también contribuyen a esta etiquetación apresurada. Al clasificar a las personas en categorías, nos sentimos más seguros y podemos identificar más fácilmente a aquellos con quienes nos identificamos o quienes consideramos una amenaza potencial. Esta práctica nos brinda una sensación de pertenencia a un grupo y nos permite establecer rápidamente vínculos sociales.
No obstante, etiquetar a las personas sin conocerlas verdaderamente tiene consecuencias perjudiciales tanto a nivel individual como colectivo. A nivel personal, perpetúa la discriminación y los prejuicios, limitando nuestra capacidad de relacionarnos y comprender a los demás en su totalidad. Además, esta práctica puede llevar a la exclusión social y al ostracismo de aquellos que no encajan en los estereotipos prevalecientes.
En un sentido más amplio, el etiquetado apresurado contribuye a la fragmentación y polarización de la sociedad. Al dividir a las personas en categorías estereotipadas, se fomenta el enfrentamiento y la falta de empatía entre grupos. Esto puede obstaculizar el diálogo constructivo, la cooperación y el progreso social.
Entonces, ¿qué podemos hacer para superar esta tendencia a etiquetar sin conocer? Como individuos, es fundamental cuestionar nuestros propios prejuicios y estereotipos, así como reconocer la diversidad y complejidad de cada ser humano. Debemos esforzarnos por comprender a las personas en su individualidad, escuchando sus historias y experiencias antes de emitir juicios.
Además, como sociedad, es necesario fomentar la educación y la conciencia sobre los efectos negativos de la etiquetación precipitada. Promover la empatía y el respeto mutuo, así como celebrar la diversidad, son pasos fundamentales para construir un mundo más inclusivo y compasivo.
En conclusión, vivimos en un mundo donde la etiquetación sin conocer a las personas realmente bien es un fenómeno extendido. Sin embargo, a través de la comprensión de las razones subyacentes a este comportamiento y el fomento de una mayor empatía y conciencia, podemos trabajar juntos para romper con los estereotipos y construir una sociedad más justa y comprensiva.
Esperamos que este artículo haya arrojado luz sobre este tema y haya despertado su interés por reflexionar sobre nuestras propias actitudes hacia los demás. A medida que avancemos hacia un futuro más inclusivo, recordemos que cada persona es única y merece ser valorada por su individualidad y no por las etiquetas que se le asignen precipitadamente.
Cordialmente,
Juan Carlos Sanchez @MagneticoVital
Me gustaria saber de vuestros comentarios y si podeis responder con sinceridad ,si alguna vez habeis etiquetado de forma consciente a otras personas sin conecerlas bien,u nosotros hemos sido etiquetados por terceras personas y nos han fastidiado de forma directa o indirecta..
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aixadag · 1 year
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Entrevista a un arquitecto
𝗔𝗿𝗾. 𝗙𝗲𝗱𝗲𝗿𝗶𝗰𝗼 𝗕𝗲𝗱𝗲𝘁𝘁𝗶 || 𝗔𝗿𝗾. 𝗠𝗮𝗿𝗶𝗮 𝗖𝗮𝗿𝗼𝗹𝗶𝗻𝗮 𝗘𝘀𝗽𝗶𝗻𝗮𝗹
Para esta actividad decidí tomar las experiencias de dos arquitectos para poder comparar ambas experiencias y poder relacionarlas con lo que era la arquitectura del renacimiento, para esto no quise limitarme a solo hacer dos preguntas, así que redacte las siguientes: Arq. Federico Bedetti ¿Cómo describirías tu trabajo? Práctico y funcional.
¿en que estilo arquitectónico se situaría mas su diseñar o su estilo? por qué? Moderno, limpio, con superficies y materiales puros. Concreto y metal para crear un contraste entre peso y ligereza.
¿Crees que a nivel arquitectónico ya todo está hecho o difiere de esta y por qué? La manera de vivir cambia constantemente y la arquitectura se debe adaptar constantemente a estos cambios. Por eso como arquitectos estamos buscando constantemente innovar y usar lo ya existente para crear algo nuevo.
¿Cuáles son tus tareas diarias? Diseñar los proyectos en curso, gestionar las obras en ejecución y garantizar que todo funcione de la mejor manera para no retrasarnos.
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Arq. María Carolina Espinal
¿Cómo describirías tu trabajo? Mi trabajo es un proceso de crecimiento constante que involucra muchos ámbitos y que me ha permitido ver , diseñar y enseñar arquitectura en 2 lugares distintos , se ha centrado en entender la metodología de trabajo en varios ámbitos y en combinar muchas especialidades para obtener resultados satisfactorios , con lo cual lo podría describir como una curva creciente de aprendizaje y que apenas a mi edad (47 años ) uno comienza q entender y empieza a tener encargos más formales.
¿en que estilo arquitectónico se situaría mas su diseñar o su estilo? por qué? Mi estilo , seria minimalista no extremo , entendiendo un poco toda la influencia del brutalismo y combinando la compresión de la arquitectura tropical , siempre aferrado a una lógica estructural y a una modulación.
¿Crees que a nivel arquitectónico ya todo está hecho o difiere de esta y por qué? A nivel arquitectónico hay mucho por hacer la arquitectura es como la música hay mil géneros y no es finita , se traspola , permuta y genera nuevas oportunidades de diseño.
¿Cuáles son tus tareas diarias? Mi tarea diaria es organizarme para que todos los que dependen de mi intelecto puedan trabajar y sepan que hacer , es darle seguridad al cliente y volverme indispensable y darle herramientas a mi equipo de trabajo , no paro de buscar referentes , de investigar materiales , de revisar artículos y de rellenar la memoria gráfica y el banco de imágenes para que cuando se presente un problema tenga en mi cerebro donde hurgar. Paso las horas en zoom y Excel que en autocad. Pero necesito transmitir una metodología de trabajo. También me desespero por que algunas veces no obtengo las respuestas necesarias para avanzar a la velocidad que necesito y otras veces me siento plena por que se logran los objetivos.
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Bueno, una vez terminada la entrevista con respuestas diferentes aunque con experiencias en la arquitectura similares, llego a la conclusión de que ambos profesionales se encuentran en constante evolución, de hecho ambos me respondieron la pregunta "¿Crees que a nivel arquitectónico ya todo está hecho o difiere de esta y por qué?" con respuestas parecidas. Me gusto mucho haber podido entrevistar a dos que para mi los veo como grandes profesionales en arquitectura y bueno al realizar la entrevista a ambos siempre tuve presente en como podría compararlo con la arquitectura del renacimiento, pensando en que si los papeles fueran invertidos ¿que haría Brunelleschi en la actualidad o incluso que harían Federico y María Carolina en el renacimiento? Sin duda, creo que estos tres arquitectos de épocas, edades y pensamientos completamente diferentes concluyen en 3 cosas la funcionalidad, la belleza y la espacialidad en sus obras, pero más importante aún la evolución constante de lo que es la arquitectura no solo como algo constructivo sino también de como los ideales van creciendo y cambiando a medida que pasa el tiempo.
@lonuevodenuevoo #sugaromecena Aixa Alcubilla | Historia II | Profesora: Arq. Rebeca Tineo
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En última instancia el amor es el deseo de poseer la libertad del amado como una libertad que se experimenta como determinada de suerte que sea tanto un sujeto libre como un objeto subyugado por el amante.💔
La última esperanza de amor es el líquido que recorre nuestro débil corazón. El corazón es débil, tiene un último suspiro de velocidad para salvar ese momento romántico o vital en el amor. El cerebro es y será único, todo cerebro tiene sus bonitos recuerdos y sueños imborrables.🔝
El-chico-que-nunca-encaja
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rodfuentes · 1 year
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"Rompe los barrotes de Tu Agonía y Prisión Mental"…
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(Este es al artículo 2 de la mi historia personal. Si no leíste el anterior Pincha Aquí)
Mi maestro, me miró con una mirada compasiva y siguió diciéndome…
“Una mente verdaderamente sana y universal -que todos tenemos antes de nacer, y que debemos recuperar- funciona a través de 8 centros de actividad, todos coordinados entre si:
“El centro cerebral (1), aquel de los dos ojos con la glándula pineal (3), laríngeo (1), el cerebro cardiaco (1), el centro umbilical (1) y el sacro (1).
“Pero, debido a las limitaciones de creencias, emociones, pensamiento unidimensional, 7 de ellos se atrofian, congelan, y queda funcionando solo el centro cerebral. Esto es, apenas una décima parte de nuestra mente.
Hoy día, que escribo este artículo, soy un adulto, y he estudiado la mente desde la perspectiva occidental, puedo agregar aquí que, lo que ha llamado la atención de los neurólogos y estudiosos del cerebro, es que tenemos miles de millones de neuronas (más que estrellas en el espacio) pero la mayoría de ellas no se usan jamás.
Es decir, estamos capacitados para que nuestro cuerpo físico con nuestro cerebro físico sostenga una mente universal, superior a la del ser humano actual, en el estado aprisionado que está. Pero no se está utilizando.O se está ocupando mal. 
Y, ya a inicios del siglo XX, un genial médico estadounidense (el Dr. Robinson), se dio cuenta que además del encéfalo, había dos cerebros más, identificados neurológicamente por aquel genio: el cerebro abdominal (vinculado a las emociones) y el cerebro sexual.
Mi maestro, siguió diciéndome…
“Es como tener uno de esos autos deportivos que vemos hoy compitiendo a toda velocidad, en las carreras en Europa, pero lo estás conduciendo todo el tiempo en reversa, de la forma errónea. Es un auto extraordinario, pero se usa mal.”
Como Coach e Hipnoterapeuta puedo señalar que hoy día, ya sabemos, que lo que separa a las personas no es la educación, su cultura, y otras condiciones externas, sino es la mente. La forma como las personas la utilizan. Especialmente, cuando se presentan situaciones complejas de la vida. Una persona sale airosa y triunfadora y la otra derrotada (en la misma situación).
Pero, aquello se aplica no solo el éxito o superar desafíos y tener logros. Aquello es solo una parte pequeña. Esto va muchísimo más allá.
La forma de recuperar esa mente universal maravillosa, poderosa es romper esa barrera impuesta por las ideas y creencias, que te impone la sociedad. La idea que solo lo material es lo real, el mundo físico unidimensional. Toda esa malla de ideas, juicios, prejuicios, gustos, digustos, valores y criterios, implantados por la cultura y sociedad en que vives. Y, algunos malos hábitos mentales y físicos muy dañinos. Y, todas las emociones, como los miedos, celos, rabia, tristeza, envidia que la limitan de forma terrible.
Y, sacar de nuestra vida, toda sustancia adictiva, como el alcohol o las drogas, que empeoran todo más aún. Alteran más aún la mente y la alejan más de su estado natural.
Esos son los duros barrotes de la prisión de la mente humana que se deben romper para terminar la agonía de millones de personas, obtener la libertad y un estado de poder inconcebible para la mayoría de los seres humanos.
Conocer, estudiar, meditar, aplicar los 8 Códigos de la vida son el camino inicial para comenzar aquello de la manera más segura y confiable.
Y, recientemente, también como adulto, me he enterado (año 2020) que el Professor. Dr. Wouter Hanegraaff . Historiador Holandés, director de Filosofía Hermética (Universidad de Ámsterdam), estudiando textos originales antiguos descubrió que los Egipcios ya sabían, también, como mi maestro y los “Guardianes de los 8 Códigos de la Vida”, que el ser humano está viviendo en un estado alterado de conciencia, y que la meta del ser humano es recuperar el estado natural mental que perdió en el acto de nacer y el proceso de crecer, por distintos procedimientos.
(Continúo relatando, lo que me siguió enseñando, sobre las capacidades de una mente sana y liberada, en el artículo titulado  "El Poder de Tu mente Cuando es Liberada. Puedes Pensar Que es una Locura“. Para leerlo Pincha Aquí )
Rod Fuentes
Que tu jardín florezca!!!
¿Hacia adonde se dirige tu vida?
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lanuevajerga · 1 year
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Me gusta Saturno
Me gusta ese momento en que el kojak explota y mi lengua intuye un chicle delicioso, mitad roca mitad goma, que saboreo durante sólo tres segundos, después el tedio, la decepción. La brevedad de lo placentero me turba a veces, como los discos de Sonic Youth.
Me gusta intentar llegar al fondo de las cosas, nunca llego. Es igual que el bombo de la ropa sucia, puede que allí abajo, sepultadas, haya prendas del pleistoceno de mi vida, puede, que sobrevivan cosas que no quieran ser encontradas, que prefieran la soledad, como Jean Baptiste Grenouille, el de "El Perfume", él era feliz en su cueva hasta que aquel estúpido terremoto lo estropeó todo, dejémoslos tranquilos, a él y a la ropa que no quiere ser encontrada.
Me gusta la sensación de saber que he aprovechado el día, que he ayudado en todo lo que he podido y que he dedicado tiempo a mis cosas. A veces pienso en si las moscas tienen aficiones o en si les cambia el humor en función del tiempo.
Me gustan las listas de lo mejor del año en música, libros, series y películas. Según ellas tengo gustos raros, pocas veces encuentro tesoros ahí. Los tesoros no se buscan en estúpidas listas, me digo, van volando como las pelusas de mi cuarto cuando las tiro por la ventana y terminan posándose en algo, cambiándolo para siempre, como los tesoros que a veces se posan en mí sin siquiera saber por donde me han llegado. El mundo no sería el mismo sin mis pelusas, tampoco sin mis tesoros.
Me gusta escuchar flamenco los domingos por la mañana. Los domingos tienen varias vertientes: a veces los siento bonitos, luminosos, otros son sombríos y pesimistas. Pero al final, uno siempre se siente protegido los domingos mientras haya techo, al menos yo. Es un placer sobrevivir los domingos.
Me gusta que llueva y que ya no salga más el sol en todo el día. No te toca, sol. Cuando llegue tu turno dejaré que me bañes despacio, como la otra tarde en la estación, allí estuvimos tú y yo, midiéndonos como forajidos, sin movernos, pensando en que yo te sentía a tí, pero que tú a mi no. Después me dije que sí, que de alguna manera tienes que sentirme, sino nada de esto tendría lógica alguna.
Me gusta darme cuenta de que el tiempo pasa, es peligroso no percatarse de ello. Saber que voy a morir, tú y yo vamos a morir, puede que lleguemos a viejos, puede que no, pero vamos a morir. Entonces me convierto en blandiblú, me vuelvo ágil, divertido, y voy por casa silbando canciones de Kymia Dawson, sería genial que el amor fuera como las canciones de Kymia Dawson.
Me gustan mucho los bajos de Mecano, más aún los de Michael Jackson. Son increíbles, me revuelven, me estrujan cosas. Me pregunto cómo se le ha podido ocurrir eso a alguien, me pregunto por qué no se me ha ocurrido a mí antes la línea de bajo de "Billy Jean", me pregunto si Michael Jackson sabía tocar el bajo, apuesto a que no, tampoco es que le hiciera falta.
Me gusta cómo me siento al volver a casa tras el gimnasio. También le dedico tiempo a diario a mi cerebro. Si nuestros cerebros estuvieran recubiertos de cristal en vez de piel y se pusieran bonitos al hacer una derivada o al leer a Virgilio, el mundo sería un lugar maravilloso, o quizás no, quizás serían los fuertecitos los que tendrían la superioridad moral en vez de los gafapastas. Es complicado saberlo, yo sólo intento hacer las dos cosas por lo que pueda pasar, no ser tibio.
Me gusta como fluye un boli bic azul nuevo por el papel. Me siento como Michael Phelps, nadando a toda velocidad sin apenas esfuerzo, al menos un esfuerzo que se note desde fuera. Seamos bolis bic azules resbalando en celulosa a brazadas americanas, dicen que Michael Phelps no es de fiar.
Me gusta la yerbabuena. Ella me pide que la toque cuando nos vemos, se deja todo, yo también me dejo todo con ella, luego me huelo la mano y me acuerdo de mi abuela, ella usaba yerbabuena. Tengo una macetita de yerbabuena en mi cocina, abuela.
Me gusta que no haya colas en los sitios a donde voy. Esperar, la de cosas que se le han ocurrido a los grandes genios de la historia mientras esperaban o estaban aburridos. Es bueno aburrirse, yo hablaba con los muebles cuando me aburría y me sirvió de mucho, aunque no lo suficiente para tocar como el bajista de Michael Jackson.
Me gusta que sea jueves. Quiera o no este jueves que viene acabará y ya no será el mismo jueves nunca más pero da igual, los jueves hice cosas importantes, me acuerdo muy bien de algunos de ellos. La semana pasada fue jueves y él y yo lo dejamos estar, "no espero nada más de tí - le dije- ya nos dimos suficiente, dejemos que llegue el Viernes".
Me gusta ver amanecer todos los días y confundir las nubes rojas con montañas enormes, me recuerda a "Interestelar": no son montañas, son olas gigantes.
Me gusta el reflejo de tu pelo y que me hagas preguntas que no sé contestar sobre astronomía. Lo único que se me ocurre decirte al respecto es que yo seré Saturno. Los niños nunca olvidan a Saturno porque tiene anillos de roca y polvo estelar a su alrededor, sólo por eso es inolvidable. Los niños se olvidan siempre de Urano. Voy a comprarme un anillo ya pronto porque se me había olvidado que me gustaban, también para parecerme a Saturno y así nunca me olvides.
Me pido Saturno.
Me gusta Saturno.
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teoriasdeluniverso · 2 years
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Se han puesto a pensar que el universo es tan grande e inmenso que nunca vamos a conseguir su conocimiento total ni el porqué de las cosas, ya que si la teoría del big bang fuese verdad el universo aún se estaría extendiendo y no habría una manera de saber que hay más allá de la barrera que se extiende ya que muy probablemente el tiempo, la velocidad, la luz, la energía y otras cosas no funcionen allí, sería increíble que el ser humano utilizará sus capacidades para llegar hasta el punto de inicio de todo pero para hacer esto tenemos que llegar a un punto espiritual, físico, psíquico y emocional neutro en cual todos se alineen y mucha concentración pero el impacto de todo sería tan fuerte que nuestro cerebro al nacer desea bloquear esta habilidad ya que puede causar mucho daño que pueda llevar probablemente hasta la muerte. Esto lo digo ya que en la teoría del big bang todo se debe a una explosión inicial donde el universo se estaba materializando y en aquella explosión inicial de seguro se tuvieron que crear las células, células que estuvieron vagando miles de años en el universo y que al caer en la tierra se juntaron para poder empezar a evolucionar, claro las células evolucionaron ya que de un tipo de simio y a un humano las células son diferentes pero aún debe quedar algun dato de la evolución en nuestros cerebros...debe quedar al menos una pizca.
Tumblr media
Pd: Solo es una teoría personal xd
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tengomilpalabrasparati · 10 months
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⏬ Un consejo: no mientas a una persona que sobre piensa mucho las cosas. ⏬
En un principio creerá tu mentira, pero tiene entrenado su cerebro para darle muchas vueltas a todo y encontrar cada uno de los pequeños errores que tiene tu historia.
De esta forma, pensará una y otra vez en la mentira hasta descubrir la verdad, ya que tiene la capacidad de poder ir uniendo los gestos, señales, dudas y todos los pequeños detalles que en un primer momento pueden pasar desapercibidos.
El cerebro de una persona que sobrepiensa mucho las cosas absorberá la mentira y la dará vueltas y más vueltas hasta encontrar la verdad.
Entonces comenzará una segunda parte, donde intentará aclarar las causas por las que se ha producido esta mentira y cuáles son las consecuencias de la misma.
El pensamiento irá a gran velocidad intentando buscar toda la información posible que pueda aclarar todos estos datos, repasando de forma concienzuda cada detalle del que pueda obtener información.
Hasta que sepa toda la verdad.
no mientas a alguien que sobre piensa mucho las cosas
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