Tumgik
#asuntos publicos
cristinabcn · 7 months
Text
COLOMBIA: La Migración irregular es un asunto transnacional: Procuradora
COLOMBIA: Irregular Migration is a transnational issue: Attorney General Gabriel Briñez Vanegas. Periodista, Director en Combo Tropical, Editorialista – Prensa Especializada ​*La jefe del Ministerio Público intervino en la instalación del XXVII Congreso de la Federación Iberoamericana del Ombudsperson que se realiza en Barranquilla. *The head of the Public Ministry intervened in the…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
cafeec0nlechee · 2 years
Text
Me he terminado de arruinar
Tumblr media
Contexto: No he podido dormir bien desde que vi por 3era vez King's Tide y vi esto:
Tumblr media
Su cintura... Su cinturita😳
Para no faltarle el respeto a mi lado simp sinvergüenza decidí tomar cartas en el asunto y por eso publico esto hoy😔👊
Tumblr media
Cinturita😳👉👈
Tumblr media
498 notes · View notes
nekoannie-chan · 27 days
Text
Batalla diaria
Tumblr media
Personaje: Steve Rogers.
Palabras: 65 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Steve no sabe qué hacer.
Advertencias: Sobrepensar.
N/A:  Esta es mi entrada para CA:TWS 10th Anniversary Event con la frase:
" Departamento de Asuntos de los Veteranos."
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
         Si te gusto por favor vota, comenta y rebloguea.
No doy ningún permiso para que mis fics sean publicados en otra plataforma o idioma (yo traduzco mi propio trabajo) o el uso de mis gráficos (mis separadores de texto también están incluidos), los cuales hice exclusivamente para mis fics, por favor respeta mi trabajo y no lo robes. Aquí en la plataforma hay personas que hacen separadores de texto para que cualquiera los pueda usar, los míos no son públicos, por favor busca los de dichas personas. La única excepción serían los regalos que he hecho ya que ahora pertenecen a alguien más. Si encuentras alguno de mis trabajos en una plataforma diferente y no es alguna de mis cuentas, por favor avísame. Los reblogs y comentarios están bien.
DISCLAIMER: Los personajes de Marvel no me pertenecen (desafortunadamente), exceptuando por los personajes originales y la historia.
Anótate en mi taglist aquí.
Otros lugares donde publico: Ao3, Wattpad, ffnet, TikTok, Instagram, Twitter.
Tags: @sinceimetyou @black23 @unnuevosoltransformalarealidad @azulatodoryuga
Tumblr media
Steve había estado pensando mucho en la propuesta de Sam, aún no sabía que haría después de lo que había ocurrido.
Tal vez... Él entendía perfectamente lo que sentían. Era una batalla diaria, incluso para él.
Tal vez podría ir y dar algunas pláticas, quizás les ayudaría a otras personas.
Tenía que pensar en una forma de colaborar y ayudar Departamento de Asuntos de Veteranos.
8 notes · View notes
carabanchelnet · 15 days
Text
CASO PUBLICO Aquí cuenta la clave @SIntxaurrondo de por qué el fraude fiscal de la pareja de Ayuso no es un asunto privado o particular, sino que también afecta a la propia presidenta de la CAM, que debería ser destituida inmediatamente (esto último lo digo yo).Video publicado por Tomás Casas @tomascasascm
8 notes · View notes
er-usa · 2 years
Text
Para: el amor de mi vida.
De: un alma rota.
Asunto: aunque no leas esto.
No sé como empezar, ni siquiera sé ordenar lo que siento. Ha pasado tiempo desde la última vez que te escribí algo, lo siento por eso, nunca fui muy valiente.
Pero aunque no te escriba o no te dedique mis letras aún te pienso, no dejo de hacerlo. Recuerdo tus sonrisas cada tanto y tu voz solo es un murmullo ahora. Admito que la echo de menos, a ti también.
Aún tengo tu cumpleaños en el calendario, 17 de mayo, no puedo olvidar la fecha. Este año llegué algo tarde para felicitarte. También lo siento.
Conocí a alguien pero no funcionó, no lo supe amar bien, como pasó contigo. Hace 4 años que te conocí y aún tienes gran parte de mí corazón, me amaste cuando más rota estaba y yo no lo aprecié. Duele.
Creo que ya me olvidaste, no te culpo, yo también lo habría hecho. Estoy segura de que ya hay alguien en tu vida y no me extraña, eres tan único... Siempre fuiste mi sonrisa M, siempre la serás.
Terminé un libro hace poco y creo que lo sentí muy fuerte porque me recordó a ti. Muchas cosas lo hacen todavía. Estoy escribiendo un libro ahora, nunca te conté ese sueño mío creo. Vas a estar en mi dedicatoria si algún día lo publico, siempre vas a estar en todo aunque no estés.
Duramos tan poco y aún así, tu y yo en la luna, siempre en la luna. Porque cuando miro la luna pienso un poquito en ti, ojalá tu también.
Pero no todo es triste, estoy mejor y voy a estarlo aún más. Dejé lo que me restaba atrás, ya no hablo con mi padre y se que te lo debería haber dicho, pero no pude. Estoy mejor con mi hermano, también debí decírtelo. Y ahora quiero estudiar, tener un perro, quizá una vaca.
Y te echo de menos, mucho. Pero un día no lo haré o eso me gusta pensar. Mientras, te seguiré pensando mientras miro a la luna. Quizá algún día tomemos ese café que nos debemos, no lo sé.
Y te quiero, demasiado. Creo que siempre lo voy a hacer aunque duela hacerlo. Siempre te voy a recordar, espero que tú a mi también.
Katastrophal
375 notes · View notes
lasdelaintuicion · 6 months
Text
en realidad creo que es algo bueno que haya diputados y diputadas de identidad transgenero en Morena, aunque sea bastante evidente que todos son del sexo masculino, y el acoso en contra de maria clemente garcia es repugnante y predecible de la derecha mexicana como Quadri y Salinas y los reacionarios ignorantes que siguen su propaganda clasista y homofobica pero, Maria clemente en realidad no tiene ningún asunto todavia estando en un puesto de funcionária publica, no solo porque su ideologia sea incompatible en muchas maneras ya que apoya la industria neoliberal de la trata sexual y se expresa de manera violenta contra otras mujeres y publica cosas completamente subidas de tono, antagonizando en linea a mujeres de izquierda como sheinbaum y citlali, pero ya van VARIOS arrebates de ira en publico y sus contenidos actuales de redes sociales son pornograficos y explicitos, muchas veces VIOLENTOS... De verdad no creo que le deban dar un puesto publico. Aunque definitivamente deberia haber sanciones para el acoso que Salinas Pliego desató en su contra.
3 notes · View notes
Text
La Escritora
by Esther
La escritora fue una de las primeras historias que publiqué allá por 2006 en esta página. No llegué a terminarla y estaba en una carpeta olvidada de mi PC, pero hoy he querido rescatar un fragmento. El escrito ni siquiera tiene capítulos sino que empalma unas historias con otras como si fuese un monólogo, por lo que lo publicado aquí son sólo las tres primeras páginas del escrito.
Lo publico a modo de curiosidad, sin más pertensiones que compartirlo, con vosotros. Supongo que si ya habéis leído otras historias mías se debe notar el estilo. En este caso la historia la narra el propio hijo en primera persona y eso creo que es una novedad respecto a mis otras historias.
Tal vez en un futuro revise la historia y la novele como es debido, espero que guste.
La escritora
La escritora es mi mamá, yo soy Guillermo su hijo, actualmente tengo 18 años y estoy de vacaciones con ella. Estaremos juntos todo el verano en esta casa rural a las afueras de un pueblo pequeño donde ella busca tranquilidad, según dice. A mi la verdad es que me disgusta estar aquí en lugar de estar con mis amigos en la playa o la piscina, y debido a esto aún estoy disgustado con ella. Ya noche tuvimos una acalorada discusión sobre este asunto y eso que sólo había pasado un día desde nuestra llegada.
Estamos rodeados de olivos y montes donde según dice ella podremos dar largos paseos y hablar. No entiendo su afán por hablar, hablar de qué, después de todo ella pasó todo el año viajando y apenas nos vimos y ahora me trae a esta casa solitaria, vieja y aburrida, con sus paredes de piedra y barro blanqueadas. Definitivamente yo soy un chico de ciudad y creo que eso no lo va a poder cambiarse.
Después de tanto discutir ella terminó llorando —odio que haga eso, yo ya no lloro—, aunque en el fondo me dio pena pues era mi madre y en el fondo me dolía verla así de apenada. El caso es que cuando se consoló me prometió que si en una semAroa seguía queriendo irme me llevaría de vuelta con mi padre y podría ir a la piscina y a la playa con mis amigos en la ciudad.
Esta mañAroa nos hemos levantado muy callados, yo no se que decir y ella creo que tampoco. Apenas me ha preguntado que quería para desayunar y luego cuando he bajado después de lavarme me he encontrado que había preparado otra cosa, tostadas con aceite y leche con cacao fresquito. Sólo me ha gustado esto último en principio aunque después de insistir me lo he probado y me ha gustado, normalmente no tomo pan con aceite y lo cierto es que su sabor me gusta. Según dice es lo típico por aquí, también ha preparado tomate triturado y se lo ha echado a otra tostada y el efecto me ha gustado aún más, saben mucho estos andaluces.
Cariño, ¿te apetece pintar?
¿Cómo dices?
Que si te apetece pintar, es que el dueño de la casa me ha dicho que perdonase el estado de la casa que tenía que haberla pintado pero que su mujer tuvo un accidente en primavera y no pudo hacerlo, entonces yo le he propuesto que si él traía las brochas y la cal nosotros lo haríamos, ¡vamos será divertido!
Vaya, y encima de pagarle por estar aquí vamos a tener que pintarle la casa —protesté yo indignado por su ingenua actitud.
¡Será divertido! Por las mañAroas pintaremos y por las tardes daremos paseos y nos bañaremos en el río que no está lejos de aquí. No te lo había dicho pero el dueño me ha comentado que tiene cercada toda la parcela y que parte del río pasa dentro de la misma y podremos bañarnos con intimidad en él, imagínate lo, ¡un río para nosotros sólos!
Mi madre parece estar mucho más ilusionada que yo, pero no quiero comenzar otra discusión así que accedo a pintar. Después de todo, sino qué vamos ha hacer aquí todo el día sin ir a ningún sitio.
En una nave contigua a la casa el dueño había dejando todos los apaños para pintar, brochas y cal. Yo desconocía aquella faceta de pintora de mi madre pero al parecer cuando era joven lo hacía en su casa del pueblo.
Ya llevamos una hora pintando, el calor empieza ha hacer mella en nosotros, menos mal que el corral son apenas cuatro paredes sin mucha complicación y no tardaremos mucho en acabarlo. Pintamos en silencio y este silencio me hace reflexionar, pienso en mi madre, la veo pintando junto a mi y recuerdo que la echaba de menos. Desde que se divorciaron, apenas pasamos juntos el verano y algunos fines de semAroa. Este año ha sido especialmente intenso pues ha publicado un libro y ha estado de gira, por lo que apenas nos hemos visto.
¿En qué piensas Guille? - me pregunta mi madre rompiendo el hielo.
En nada – contesto yo de forma seca.
Sabes, trabajar es bueno, relaja los músculos y la cabeza, pues mientras trabajas puedes pensar con claridad, por eso te preguntaba en qué piensas.
Bueno pensaba en lo poco que nos hemos visto este año.
¡Lo siento hijo, ya sabes que publiqué el libro y he estado muchos meses de viaje!
Ya lo se mamá, supongo que es muy bueno para ti.
Si, se está vendiendo bien, creo que no tendré que publicar otro hasta dentro de dos o tres años. Con lo que ahora nos podremos ver más. Por eso quería que vinieses aquí conmigo para poder estar juntos, ¿lo entiendes? Aunque ya sé que es un fastidio no tener a los amigos cerca, pero hijo piensa que es para poder recuperar el tiempo perdido.
Continuamos el trabajo, mi madre ahora tiene que subirse a una escalera y me pide que se la aguante mientras ella pinta. Tengo la camiseta manchada por el sudor y ella también tiene su camisa mojada, para refrescarse se ha desabrochado dos botones de la misma e incluso se le ve el sujetador. La verdad es que me da vergüenza mirar, es el tabú de ver desnuda a la madre propia lo que me hace sentir remordimientos aunque admito que se conserva muy guapa para su edad, y la encuentro más delgada, se ve que con tanto viaje ha comido poco o mal y ha perdido peso quedándose con una buena figura.
Ahora que sujeto la escalera me doy cuenta con cierto espanto de que al mirar para arriba sus nalgas se muestran ante mi sin tapujos, puedo también verle las bragas blancas que lleva y durante unos instantes me quedo absorto en su contemplación, pero de nuevo el pudor me hace apartar la vista.
A mis dieciséis años me considero sexualmente muy activo, me masturbo varias veces al día, me excito contemplando un par de revistas porno que escondo celosamente entre mis libros que supuestamente he traído para repasar. Una de ellas me gusta especialmente pues es muy guarra y se ven unas mujeres impresionantes, junto a escenas muy escabrosas donde los tíos eyaculan en sus caras y cuerpos. Me pregunto como conseguirán captar los chorros de leche en pleno vuelo, casi sólidos.
Y absorto como estoy en mis íntimos pensamientos no tarda en ponérseme dura bajo las bermudas, y en desear que llegue la siesta para aliviarme esta excitación que tengo.
De nuevo miro hacia arriba y veo los muslos sudorosos de mi madre que se afAroa en continuar pintando, también me fijo en lo empapadas que tiene las bragas, especialmente entre cachete y cachete, en lo que sería la raja del culo. Entonces surge lo inesperado y me doy cuenta de que mi madre se ha dado cuenta.
¡Guille, no me estarás viendo las bragas! - exclama para mi vergüenza.
Sin saber qué hacer o qué decir miro para abajo sintiendo como el calor que me ruboriza sube hasta mi cara.
Es broma hombre, no te avergüences, sólo bromeaba. De todas formas soy tu madre, no sería la primera vez que me ves las bragas.
Continuamos pintando, pero ahora ya mi madre baja de la escalera para mi alivio, pues la situación se había tornado muy embarazosa.
Tengo gAroas de hacer pis, pero lo voy ha hacer aquí mismo en el caño que hay en el centro del patio hijo, no me apetece subir a la planta de arriba de la casa, así que sé discreto y no mires, ¿vale cariño? - me pide mi madre para asombro mío.
Está bien mamá, no miraré –contesto yo algo escandalizado.
Mientras continúo pintando no puedo evitar oír el chorro que cae con fuerza en el agujero y siento la tentación de mirar de reojo pero el complejo de Edipo me lo impide, así que lucho por no hacerlo y que se pueda dar cuenta. Es extraño, siento morbo ante esta situación y rechazo al mismo tiempo.
Oye Guille, qué te parece si preparo unos bocadillos y nos vamos a pasar el día al río, nos podemos bañar allí y hasta echar la siesta, según me ha dicho Cipriano hay sombras de álamos que crecen junto al río y estaremos muy bien.
Bueno - me limito a decir, pues estoy bastante cortado con los últimos acontecimientos.
2
Al terminar nos ponemos los bañadores y las camisetas, y sin ducharnos, pues al fin y al cabo nos vamos a bañar ahora mismo, emprendemos camino hacia el río.
Creo que debe de estar a un un kilómetro más o menos y el paseo se nos hace interminable bajo el intenso sol. Menos mal que vamos provistos de sombreros que hemos encontrado en el pajar del cortijo.
Al llegar al paraje comprendo por qué aquello se lo recomendó tanto el casero, en medio de gigantes álamos, que proyectan grandes sombras, vemos una presa natural hecha en el el cauce del riachuelo que pasa por allí, que cae en una pequeña catarata en la parte de arriba dejando el agua mansa permanecer en la poza que forma nuestra piscina privada y salvaje.
Inmediatamente nos metemos en el agua, pero descubrimos con sorpresa lo fresquista que está y se nos quitan las gAroas de tirarnos de cabeza, teniendo que meternos poco a poco adaptándonos a su temperatura.
Mientras nos metemos no puedo evitar fijarme en lo duros que se le han puesto los pezones a mi madre, es curioso nunca había reparado en lo grandes que los tiene, y no es que tenga los pechos muy grandes, es ciertamente curioso. Sin duda el frío del agua hace que se le ericen de esa manera tan espectacular, pienso.
Está fresquista, ¿eh?
Sí, muy fría, especialmente cuando llega a ... – tengo que detenerme pues iba a soltarle una burrada a mi madre.
¿Al los huevecillos? – termina afirmando ella dada mi timidez.
Si, a eso – contesto yo mientras nos reímos a carcajada limpia– . Oye mamá pues a ti lo que se te pone tieso es otra cosa, afirmo yo tras el regocijo en que hemos entrado sin pensar en las consecuencias.
Para colmo mi madre parece no haber cogido el chiste y se sonríe aunque extrañada trata de averiguar lo que ha llamado mi atención de su Aroatomía. No tarda mucho en darse cuenta lo abultado de sus pezones y entonces su risa cambia volviéndose algo más una risa nerviosa que graciosa.
¡Qué vergüenza hijo, no lo sabía! – exclama mi madre ruborizándose.
No te preocupes mamá, es algo natural, ¿no?
Bueno sí –afirma finalmente relajándose después de todo.
Ya más adaptados al agua nadamos un rato y descubrimos que no está tan fría una vez metidos dentro.
¿Tienes hambre cariño?
¡Un montón! –contesto al instante pues tanto pintar ha despertado mi voraz apetito.
Nos salimos y buscamos una sombra a la que extender las toallas. Nos sentamos y comenzamos a devorar los bocadillos y los refrescos que hemos traído. Al final decidimos echarnos la siesta y nos tumbamos uno junto al otro, pero en distinta toalla claro, y nos quedamos dormidos.
No sé cuanto tiempo he pasado durmiendo, lo que sé es que he descansado muy bien, se nota que el trabajo también da sueño. Mi madre aún duerme en su toalla a mi lado. Entonces no puedo evitar el contemplarla.
El bikini le sienta muy bien, con lo seca que se ha quedado, es rosa, yo diría que hasta un poco provocativo pues su tamaño se podría decir que es reducido aunque sin llegar a ser escandaloso. Ella duerme plácidamente mientras yo la observo. Sus pezones ya han vuelto a su estado natural.
Su pelo rubio ondea suavemente con el suave viento que corre. Hace mucho calor y el viento está igualmente caliente y es sofocante. Este calor provoca un nuevo efecto inesperado en mi, despertando la impaciente que quiere pedirme guerra, pero no puedo, mi madre está justo a mi lado. Así que la olvido esperando que se tranquilice un poco...
He intentado cerrar los ojos y seguir durmiendo, pero la excitación que tengo me lo ha impedido, al hacerlo veo a mi madre en bikini y no puedo quitarme de la cabeza pensamientos pecaminosos respecto a ella. Mi mente está confundida, por un lado siento deseo y atracción sexual hacia su cuerpo y por otro rechazo ante algo prohibido, algo que la sociedad me ha dicho que está mal.
Incluso se me ha pasado por la cabeza la idea de acariciarle un pecho mientras duerme, o incluso bajarle un poco el bañador para mirar el secreto que se esconde tras su tela, pero el miedo a que se despierte y se de cuenta de lo que hago me paraliza y soy incapaz de intentarlo siquiera.
Las imágenes lujuriosas continúan pasando por mi mente sin yo poder hacer nada para evitarlas, sólo repudiarlas al olvido conforme van llegando, o al menos intentarlo, pues el morbo que me producen me hace a la vez desearlas.
Harto ya de psicosis decido levantarme y bañarme en la fresca charca a ver si el agua fría aplaca mi dilatada imaginación. Ahora está menos fría la entrar así que en unos segundos estoy chapoteando en el líquido elemento. Mientras tanto mi veo a mi madre desperezarse de sus siesta y saludarme mientras me baño.
Tras unos minutos, mi madre termina de desperezarse y se lanza literalmente al agua estilo “bomba” consiguiendo salpicar mucha a gua. Muy sonriente se acerca hacia mí y comienza una peleilla para darme una ahogadilla, me coge por la espalda e intenta tirarme para atrás, yo me resisto un poco pero finalmente me dejo sumergir. Tras unos segundos salgo de nuevo a la superficie y ahora la agarro yo a ella para pagar su ofensa con la misma moneda, ella se resiste más. La cojo por la cintura desde su espalda y sin querer en el forcejeo aprieto sus pechos y pego su culo contra mi pene, por unos segundos soy consciente del magreo fortuito que estoy disfrutando, finalmente ella se deja sumergir y yo la libero para dejarla salir.
¡Qué divertido verdad! - comenta mi madre muy sonriente.
Sí, el agua está muy buena ¿verdad?
Si mucho, está estupenda.
Continuamos jugando en el agua, aunque ya apenas hay contacto corporal, nadamos juntos y echamos carreras de un extremo a otro de la charca. El agua está un poco verdosa pero en general está aceptablemente limpia.
3
Tras el día en la charca, al atardecer volvemos al cortijo, nos duchamos y nos vestimos para salir a pasear por el campo. El Sol está ya muy bajo en el horizonte y el cielo, después del calor que ha hecho hoy hay calima y ésto hace que el cielo no se azul sino más bien se torna pajizo. Subimos aun cerro para ver mejor la puesta de sol y nos sentamos en unas piedras salientes.
¿Te gusta el espectáculo? -me pregunta mi madre cogiéndome la mano.
Si, es una puesta de sol preciosa.
Merece la pena aburrirse todo el día para ver esto, ¿oh no?
Yo no me he aburrido mamá.
Es que como decías que estar aquí era muy aburrido.
Bueno, tal vez me equivocaba -admito yo finalmente.
Mi madre me echa su brazo por el hombro y se acerca más, entonces puedo oler más intensamente su perfume, es delicioso.
¡Mm hueles de maravilla mamá!
Vaya, creo que igual me he pasado, ¿te gusta el perfume?
Mucho -reitero yo-, y no te has echado mucho, es que al estar más cerca huele más.
Mi madre sonríe y me da un sonoro beso en la mejilla.
Ciertamente eres un encanto Guille.
Oye mami, ¿sabes que te quedaste más flaca de tanto viajar?
¿En serio? Y cómo me ves, ¿más guapa así?
¡Oh sí, estás muy guapa mami! ¿Te has echado novio por ahí viajando? -le pregunto yo de sopetón casi sin pensarlo.
¡Oh, no! No he tenido tiempo ni para eso hijo, ¿y tú, tienes ya alguna chica que te guste a la vista?
¿Yo? Tampoco, la verdad es que me da mucha vergüenza hablar con ellas mami.
Ella me acaricia el pelo y suspira.
¿Pero por qué, las chicas no muerden? Sólo tienes que hablar con ellas como si lo hicieses conmigo, sin vergüenza, no tienes nada que temer.
Si, pero es que luego a la hora de la verdad me da corte, y más si es una chica que me gusta.
Entonces, ¿te gusta alguna, no? ¿Y cómo es ella?
Parece que mi madre siente curiosidad por conocer mis escarceos amorosos con las chicas, aunque la verdad es que no hay mucho que contar, salvo claro, las pajas que les dedico en la intimidad, pero eso mejor que quede para mí.
Bueno sí, me gustan unas cuantas, porque son muy atractivas, tienen unas pedazo de... -dejándome llevar por la confianza meto la pata hasta el fondo, esto me pasa por no medir mis palabras.
¿Sí, en serio? ¿Entonces te gustan las chicas con mucho pecho?
Bueno sí, perdóname mamá yo no quería decirlo así, me refería a que son muy guapas y van siempre muy arregladas.
No te preocupes Guille, es normal que te fijes en el cuerpo femenino, todos los hombres lo hacen.
Ella parece muy comprensiva, aunque yo estoy muy colorado, menos mal que está oscureciendo y no se me debe notar. A continuación nos quedamos cayados, limitándonos a contemplar la puesta de Sol.
Finalmente mi madre vuelve a interesarse por mi vida sexual.
Entonces Guille no tienes ninguna amiga especial, ¿no?
No mamá, ya te he dicho que me da mucha vergüenza hablar con las chicas.
No sé hijo, me produce curiosidad saberlo, lo admito, quiero que sepas que cualquier cosa que quieras saber sobre las chicas, me la puedes preguntar con total libertad.
Gracias mami, a lo mejor en otra ocasión se me ocurre algo.
El Sol ya ha bajado completamente tras la línea del horizonte, por lo que nos levantamos y volvemos caminando hacia la casa. Ya de camino me surge una pregunta que hacer a mi madre, pero me da un poco de vergüenza, así que dudo en si hacérsela o no durante unos minutos. Finalmente se la suelto...
Oye, mamá, tengo una pregunta sobre las chicas.
¿Sí, ya te has atrevido? Adelante, pregúntame lo que quieras.
Las niñas a mi edad, ¿siente el mismo deseo sexual que los chicos?
Mi madre en principio se queda algo extrañada por la pregunta, pero reflexiona unos momentos y después contesta.
Hijo, el deseo sexual a vuestra edad es cuando comienza a despertarse. Es normal que sintáis curiosidad los unos por los otros y que tengáis dudas en lo referente a este tema. El deseo es distinto en los chicos que en las chicas, por lo que yo se, los chicos tenéis normalmente un mayor deseo sexual a esta edad, las chicas en cambio no tanto. Pero eso no quiere decir que no lo tengan, sino simplemente que le dan un poco menos de importancia que vosotros.
Hay que admitir que se ha esforzado por aclarar mis dudas, tras explicármelo espera unos segundos antes de interesarse por si lo he entendido.
No sé es a esto a lo que te referías hijo, ¿era lo que querías saber?
Entonces es normal que los chicos pensemos mucho en el sexo, ¿no?
Sí, es todo tan nuevo para vosotros que os apasiona, supongo que por eso lo “pensáis tanto”.
Otra cosa mamá, es que algunos amigos dicen, que... bueno que masturbarse es malo, que se te puede caer el cabello, ¿eso es cierto?
¡No, claro que no! Ese acto es también natural, os sirve para conocer mejor vuestro cuerpo y sobre todo vuestro pene.
¡Ah, vaya, pues hay mucha gente que piensa que es malo!
Continuamos de regreso, los árboles ya son sombras en la penumbra que empieza a cernirse sobre el campo.
¿Tú te masturbas mucho Guille? ¿No me refiero a que hacerlo mucho sea malo, sino a si lo haces con mucha frecuencia?
Bueno mamá, pues lo normal supongo. A lo mejor un par de veces al día. Una por la mañana y una por la noche.
Si, está bien -contesta ella dándolo por razonable.
Aunque en este punto me he permitido mentir un poco por vergüenza, pues no quería contarle que lo hago hasta cinco veces en un día, no tengo tanta confianza con ella.
¿Y las mujeres cuanto lo hacéis? -pregunto yo ahora aprovechando para saciar mi curiosidad.
Pues nosotras algo menos, digamos que dos veces por semana, a veces tres pero no te tienes que preocupar por eso, ya te he dicho que nosotras a vuestra edad somos distintas.
¿Y tú lo haces ahora? Cómo me has dicho que no tienes novio.
Hombre, pues sí, como estoy sola lo hago de vez en cuando, cuando siento necesidad.
La conversación está llegando a límites realmente morbosos y siento confianza como para continuar preguntando.
¿Y eso cuantas veces es? -le pregunto yo presionándola a lo mejor en exceso.
Pues vaya, ¿qué pillín estás hecho eh? Bueno una vez por semana más o menos.
¡Qué poco, comparado conmigo! ¿no?
Como ya te he dicho es distinto hijo en la mujer y en el hombre. No se puede comparar.
Desde luego mi madre se está portando, no tenía ni idea de que fuese tan liberal. Ya de pequeño cuando me explicaron de dónde vienen los niños, recuerdo que ella ponía mucho empeño en que lo entendiese y me hablaron de todo, del pene, de la vagina y de cómo se hace el amor.
Oye Guille perdona si te parezco muy atrevida, pero es que siento curiosidad, ¿te han salido ya pelillos en el pene?
Ante esta nueva pregunta morbosa me quedo bastante pasmado, aunque decido contestar, después de todo la sinceridad es buena en familia.
Sí, unos pocos me están saliendo ahora.
Ah ya, sí es normal, las niñas a esta edad también es cuando les nacen en la vagina.
4
Ya llegamos a la casa, y para mi asombro escucho ruidos extraños, como de animales. Mi madre se alegra y entonces me explica, mientras nos dirigimos a unas cuadras que hay en la parte de atrás de la casa que ha pedido a Cipriano que nos traiga algunos animales de granja para entretenerlos mientras estamos aquí.
Una vez en la nave, enciende la luz y podemos ver que hay gallinas al fondo, un par de cabras en una pared cercadas por un muro de media altura y en frente descubrimos una burrita. Mi madre entra en la habitación donde está y se pone a acariciarla, invitándome ha hacerlo, aunque a mi me da bastante reparo, por si se no le gusto y me da una coz. Por lo visto es muy mansa, así que concierto temor me acerco y lo compruebo por mí mismo.
Ya verás, nos comeremos los huevos de las gallinas y ordeñaremos a las cabras por la mañana, y esta burrita nos puede pasear por el campo, se ve que está bien cuidada. Este Cipriano es un sol, no ha puesto ninguna pega y ha cumplido a la perfección.
A mi lo que me llama poderosamente la atención es la vagina de la burrita, la tiene toda negra, aunque descubro que también parece estar como mojada, a lo mejor es de haber hecho pis pienso. En mi mente surge una idea, “¿y si probase a copular con la burrita?”. Pero inmediatamente me surge la duda sobre cómo reaccionará el animal ante estos tocamientos, tendré que ser cauteloso cuando lo intente.
Tras el largo día estamos cansados así que cenamos y nos vamos a la cama temprano sin ver la tele, por lo visto también habrá que madrugar mañana para echarle de comer a los animales y seguir encalando.
Ya de madrugada mi madre me despierta con un beso y me pide que me vaya levantando. Ella me espera preparando el desayuno en la cocina. De nuevo tostadas con aceite, pero me gusta el menú, hoy además a incluido jamón, con lo que las tostadas saben aún mejor.
Vamos a la nave de los animales y barremos a las gallinas, cabras y burra, después les echamos agua y comida en sus respectivos recipientes. Luego la diversión comienza cuando intentamos ordeñar a las cabras. Otra faceta que desconocía de la madre rural que tengo es que sabe hacerlo, y muy bien, después descubro que el tema no es tan fácil y que hay que estrujarles bien las tetas para que suelten cada chorrito de leche por lo que termina haciéndolo ella.
Mientras sujeto a la cabra, observo también su vagina y me pregunto si no serán otras dos candidatas para una relación zoofílica. Bien pensado son más manejables que la burrita y menos peligrosas. Aunque me da un poco de asco, pero lo cierto es que la excitación que me produce el pensar en estrenar mi pollita aunque sea en una vagina del mundo animal puede vencer cualquier reparo inicial ante tal acto. Sólo pienso en la ocasión propicia para iniciar mis prácticas sexuales, aunque va ser difícil pues mi madre está siempre a mi lado.
Hoy toca pintar el salón de la casa, aunque técnicamente aquello sólo es parecido a un salón, pues apenas tiene una vitrina para guardar los platos y las copas y una mesa cuadrada con cuatro sillas a su alrededor. todos los muebles son de estilo provenzal, de pura y maciza madera y las paredes tienen colgados utensilios del campo, junto con una especie del candiles y objetos de bronce. Sin duda todo muy típico, todo muy de campo. El techo está cruzado por vigas de madera que por supuesto también habrá que pintar, aunque no está muy alto por lo que no nos será muy difícil el hacerlo.
De nuevo sujeto la escalera y de nuevo puedo observar las braguitas de mi mamá subida a los peldaños superiores de la misma mientras pinta las vigas. Hoy son de un tono rosado, yo diría que de algodón. Al ser más temprano que ayer no estamos sudando tanto, lo que también observo en su ropa íntima que no está manchada como ayer.
Hemos decidido turnamos pues pintar vigas es cansado y ella me pide que la releve, sujetándome la escalera a mí. Así la mañana transcurre sin nada de particular, más tarde almorzamos y a diferencia de ayer estamos cansados y sólo nos apetece echarnos la siesta tranquilamente en nuestras habitaciones.
La verdad es que apenas he tenido con media hora de sueño, lo suficiente para reponer fuerzas y recuperarme del sopor post-almuerzo. Pero apenas he podido dormirme, pensando en escabullirme mientras mi madre echa la siesta para visitar a mis animalitos de granja.
De este modo echo un vistazo al cuarto de mi madre, oyéndola respirar en profundo sueño desde la puerta. Así que nervioso y excitado me apresuro a salir de la casa, al principio sin hacer ruido para que la durmiente no despierte y una vez fuera casi corriendo hacia la parte de atrás del cortijo.
Al entrar en la nave el calor es considerable, pero nada me va a detener. Paso al corral donde están las cabras y cierro la puerta tras de mí. Con tacto me acerco a ellas y comienzo a acariciarlas por el lomo para tranquilizarlas. Cojo el banco de ordeñar y me siento detrás de la que parece mas vieja, entonces pruebo a ordenarla un poco, acariciando sus ubres suavemente y piellizcándole los pezones después, consiguiendo apenas unas gotitas de leche. Con la cola se tapa su vagina así que se la levanto suavemente para verla.
Ahora que me fijo, su vagina es pequeña, no sé si me va a caber el pene en ella, pero tengo que probar. Así que comienzo a frotársela con los dedos para que lubrique, tal como he leído en los libros de sexología del colegio, también le escupo para que con la saliva resbalen mejor mis dedos. Pero cuando comienzo a introducirle el índice el animal protesta e intenta zafarse de mi. Yo la retengo contra su voluntad y mientras la sujeto con una mano la penetro con la otra. Parece que la cosa funciona y está suave para recibir mi pene.
Yo hace rato que estoy muy excitado, así que la libero un momento mientras me quito las bermudas. Luego la persigo por el corral y la arrincono en una esquina, cogiéndola desde detrás intento penetrarla si éxito. El animal bala y protesta, esto me inquieta, pues mi madre podría oírlo, pero creo que la distancia que nos separa es suficiente. Apenas consigo introducirle la punta del glande y para colmo el bicho se agacha dificultándome más la penetración.
Finalmente sudoroso desisto, y con la excitación que tengo termino con mi mano lo empezado, corriéndome como pocas veces lo he conseguido. Mi leche salpica a la cabra, esta es mi venganza por su reticencia a mis deseos, mañana nos volveremos a ver las caras.
Antes de salir me llama la atención la burrita, deciendo entrar a “saludarla”. La acaricio por el lomo y la cabeza y ella no se inmuta, continúa comiendo paja. Entonces decido atreverme a tocarle sus parte íntimas, separándome de sus patas para evitar una posible coz. Apenas la rozo, pero ella no se inmuta, así que le toco el chocho sin miramientos, cosa que tampoco la altera. Creo que me he equivocado de animal, mañana esta burrita y yo practicaremos sexo, hasta me permito introducirle un dedo y dos en su negro chocho animal sin que esta muestre reticencias.
Mi ropa huele a cabra, decido entrar a la casa y darme una ducha, por suerte mi madre aún no ha despertado.
5
Por la tarde nos vamos a la charca y nos bañamos hasta que se hace de noche, después vamos al pueblo y nos tomamos unos refrescos y unas tapas en una terraza del bar. La gente nos mira extrañada, incluso algunos comentan que estamos en el cortijo del “Cepri” con nula discreción. Esta situación nos agobia un poco, sobre todo a mi madre, que me dice que los hombres la miran “raro”, como si yo no fuese su hijo. Incomprensiblemente piensan que pueda ser su amante o algo así. “No creo que volvamos mucho por el pueblo” -me comenta mi madre contrariada.
Terminamos por irnos a dormir, no muy tarde para mañana madrugar. Aunque antes mi madre me pide que la acompañe un rato en la cama, que tiene ganas de hablar.
¿Has visto como nos miraban los del pueblo? —me pregunta contrariada.
Sí, los he visto, no son muy discretos que digamos, ¿no?
Pensarán que somos amantes y que soy una pervertidora de menores o algo así.
Yo sonrío y trato de quitarle hierro al asunto.
Déjalos, que piensen lo que quieran, nosotros sabemos que somos madre e hijo y nada más.
Pues sí, pero es que choca tratar con gente así.
Claro, lo entiendo, es agobiante que todo el mundo te mire y te señale por la calle.
Ambos estamos en pijama, y tenemos la habitación en penumbra, únicamente se deslizan por la estrecha ventana los rayos de la luna llena que comienza su ascenso hasta el cenit, iluminando tenuemente la habitación.
¿Quieres dormir conmigo? —me pregunta de repente mi madre sin yo comprender del todo.
¿Cómo dices mamá?
La cama es grande, y este cuarto parece más fresquito que el tuyo, a mi no me importa.
Bueno es que no sé, yo doy muchas vueltas y te puedo despertar.
Alego yo para intentar negarme a su petición, pues me apetece hacerme otra paja antes de dormirme, con el calor estoy desatado y necesito saciar mi apetito sexual.
No será para tanto, anda quédate conmigo —insiste ella un poco más.
Bueno, mejor otro día, vale mami.
Mi madre parece comprender mi negativa a quedarme, y no es que no quiera, seguro que sería morboso dormir con ella, pero como ya he dicho la naturaleza está desatada en mi.
Comprendo, quieres tener intimidad, ¿verdad?
Otra noche será, vale mamá —le digo dándole un beso en la mejilla.
Muy bien, que descanses y que... “disfrutes” —comenta enfatizando el disfrutes.
Yo me limito a sonreír, aunque me avergüenza que piense que voy a masturbarme, aunque en verdad así sea.
De modo que tras el alivio nocturno me quedo dormido hasta la mañana siguiente.
Después de las tareas, ya rutinarias: el desayuno y los animales, mi madre me comenta que quiere pintar mi cuarto. Así que emprendemos el desalojo de los muebles y sacamos las cosas de mi habitación.
Para horror de quien esto escribe, la revista del “Private” que anoche me sirvió de inspiración queda al descubierto cuando retiramos el colchón.
Pero Guille, ¿qué tenemos aquí? —comenta mi madre tomando en sus manos la revista ante de que yo pueda reaccionar.
¡Oye mamá, eso no...! —no sé qué decir ni qué hacer— por favor no la veas, es algo personal.
Bueno hijo, no te pienso regañar porque tengas una revista porno, lo veo normal, como ya te he dicho sobre tantas cosas del sexo. Parece buena —me dice ojeándola, mientras yo me muero de vergüenza pensando en las imágenes de coños, pollas y corridas salvajes.
Me da mucha vergüenza mamá, por favor devuélvemela.
Mi madre se levanta del somier donde se había sentado y me la entrega finalmente.
Está bien Guille puedes guardarla, aunque te repito que no me avergüenza que tengas algo así y a ti tampoco debería avergonzarte, seguro que tus amigos tienen más.
Bueno sí, todos tenemos y ha veces nos las intercambiamos cuando nos cansamos de ellas, porque son muy caras.
Eso está bien así ahorráis —comenta ella socarronamente.
Tras el escabroso incidente continuamos el trabajo. Yo permanezco en silencio, pues estoy bastante avergonzado, pero conforme pintamos se me va pasando el trauma. Mi madre lo respeta, hasta que rompe el silencio y comienza de nuevo a charlar.
¿Te puedo hacer una pregunta Guille?
¿Una pregunta? —contesto yo temiéndome de lo que quiere hablar.
¡Tranquilo, que no voy a juzgarte hombre! Antes te contaré un secretillo mío. ¿Sabes, yo para excitarme veo películas porno, tan guarras como tu revista?
¡En serio! —exclamo yo sin poder creerlo—. Lo dices por lo de antes, para que no me sienta culpable.
¡No en absoluto, es en serio! Me encanta verlas me excito muchísimo y lego me masturbo mejor, ¿sabes?
Ante la caliente afirmación de mi madre yo me quedo un tanto pasmado y no sé que decir, me limito a asentir con la cabeza.
¿Tú has visto ya alguna película de éstas?
Pues... sí, en casa de un amigo... una vez —contesto yo venciendo mi timidez.
Y qué, te excitarías muchísimo, ¿no? Os masturbasteis después.
Verás mamá es que me da vergüenza hablar de eso contigo.
Bueno hijo, si no quieres no me lo cuentes, no me voy a enfadar ni nada, aunque si quieres yo estoy dispuesta a contarte mis “secretillos” si tú también me cuentas los tuyos.
Tras pensarlo un rato en silencio, decido aceptar el reto que me plantea mi progenitora y comienzo a contarle una caliente experiencia que tuve ese día con mi amigo íntimo.
Bueno mamá, sí el día que vi la película en casa de mi amigo, estábamos sólos él y yo y la vimos casi entera.
¿Y os masturbasteis después? —pregunta mi madre muy extrañamente interesada en este asunto.
Sí, al acabar yo estaba muy excitado, incluso me había estado tocando un poco a escondidas pues teníamos la luz apagada. Entonces mi amigo me propuso hacernos unas pajas. Yo al principio estuve reticente pero luego acepté. Entonces él me preguntó si tenía ya pelillos en el pito y yo contesté que sí.
El caso es que mi amigo me propuso que nos las enseñásemos. A mi me extrañó, pero es de mis mejores amigos y te confieso que yo también tenía curiosidad por ver otro pito aparte del mío.
¿Y os las enseñasteis? Supongo que querríais saber quién la tiene más grande, ¿no?
Bueno, la verdad es que sí queríamos compararlas, supongo por saber si eramos “normales”. El caso es que las pusimos duras y las comparamos, y más o menos eran del mismo tamaño y grosor, tal vez un poco más larga la suya, pero no mucho.
¿Y pasó algo más, hijo? —pregunta ella interesándose por más detalles.
Pues comenzamos a meneárnoslas en el sofá, uno junto al otro, hasta que él me propuso que porqué no nos lo hacíamos uno al otro, así nos gustaría más.
¿Y tú aceptaste? —dice ella casi saltando de la impaciencia.
No sé lo que me pasó mamá, por una parte tenía dudas y por otra quería experimentar. Así que nos lo hicimos el uno al otro a al vez, cruzando las manos. Al principio no estaba relajado, pero luego lo hice y me gustó mucho... ¿tú crees que pueda ser homosexual por hacer algo así? Desde entonces no lo hemos vuelto ha hacer ni hemos hablado del tema, creo que por que nos da vergüenza a los dos.
¡Claro que no Guille, aquello fue curiosidad, nada más! El morbo de que otra persona te tocase tu pene y te masturbase. Las niñas también lo hacen ha veces... bueno a mi me pasó con una amiga y estuvimos un verano en el pueblo haciéndonoslo una a la otra y luego me volvía para la ciudad y nunca más lo he vuelto ha hablar con ella, es normal a esas edades el querer experimentarlo todo, y más si está prohibido.
¡Vaya mamá, me dejas pasmado! Nunca lo hubiese pensado. ¿Oye, encones tú ves pelis porno, en serio?
En serio —afirma ella confirmando una vez mas mi pregunta.
Y cuando te masturbas cómo lo haces, ¿te metes los dedos?
Pues claro, las mujeres lo hacemos así y nos acariciamos el clítoris, ¿sabes lo que es?
Sí, más o menos, sé que es como un botoncito que está en la parte superiror de la vajina, donde se unen los labios menores.
¡Uf, casi lo describes mejor que yo! Pues eso nos lo acariciamos y también nos metemos uno o dos dedos en la vagina mientras lo hacemos.
¡Ah! Pues qué excitante, yo como aún no lo he visto no sabría localizarlo, aunque bueno en alguna revista he visto primeros planos y tal vez si lo reconociera.
No te preocupes, cuando tengas uno delante ya te explicará ella donde lo tiene y cómo tienes que tocárselo para que le guste.
6
Tengo que admitir que la conversación me ha excitado y se me ha puesto dura, incluso he pillado un par de veces a mi madre mirándome justamente a las bermudas, yo para disimular me he sentado sobre un taburete.
Continuamos pintando hasta acabar mi pequeña habitación. Hoy, una vez más observo las bragas de mi madre en la escalera, son de color blanco de nuevo, pero hoy son muy transparentes, y casi le adivino la negra espesura donde se juntan sus muslos.
Tras pintar, almorzamos y de nuevo nos echamos la siesta, aunque hoy no me queda más remedio que dormir con mi madre.
A diferencia de ayer estoy muy excitado y uno puedo dormir, ella en cambio duerme a pierna suelta. La observo y me pone cachondo adivinar sus pechos bajo el camisón, así como mirar sus piernas desnudas y su pantaloncito ceñido a su Monte de Venus.
No lo aguanto más, ella no se va a despertar así que me levanto sigilosamente y me voy a la cita que tenía con mi burrita preferida.
Ella se muestra impasible ante mis caricias como ayer, es más yo diría que aparta la cola para dejarme toquetear su chocho. Aunque el bicho está muy alto y busco algo en lo que subirme. Finalmente cojo un saco de grano que está a medio llenar y lo coloco detrás de sus patas. Aupándome a él con las bermudas quitadas acerco mi excitada y dura polla a su chocho color azabache y finalmente la introduzco entre sus negros labios.
Comienzo a follar a la burrita, ésta sigue impasible y se deja hacer. Su cola es un estorbo y aunque la aparto hacia un lado me impide acercarme más y llegar mejor a su coño, lo cierto es que con mi pequeña pilila apenas se debe de enterar acostumbrada a las trancas de burro, pero ella se deja hacer y espera a que me corra.
Aunque la tragedia se cierne de nuevo sobre mí. Sin yo saberlo oigo a mi madre acercarse y entrar a la puerta y cuando me quiero bajar del saco ya es demasiado tarde, me pilla justamente con la polla metida en su coño, con los ojos cerrados, a punto de correrme. Cuando la oigo abro los ojos y me giro rápidamente, entonces me bajo y nervioso busco con la mirada el paradero de mis bermudas.
¡Mamá, lo siento, yo no quería...! —se me ocurre decir mientras localizo las bermudas en una esquina de la cuadra.
Estoy tan nervioso que no atino a meter los pies en ellas para vestirme, de los calzoncillos por supuesto que me he olvidado.
¡Oh hijo! ¿Pero qué estabas haciendo? —pregunta ella cuando es obvio lo que hacía y me ha visto de sobra.
¡Verás mamá, te lo puedo explicar...! —contesto yo ya subiéndome las bermudas.
Me doy cuenta de lo tieso que tengo el pene y de que ella me lo está viendo, también veo lo mojado que está por los jugos del chocho de la burra. Finalmente consigo subirme las bermudas, aunque la hinchazón hace que el bulto se siga notando tras la tela.
Mi madre se acerca a la cuadra mientras tanto.
No sabía donde estabas, me he levantado y he salido para ver si te habías ido sólo a bañarte, preocupada por si te pasaba algo, cuando he oído ruidos aquí.
Bueno mamá, es que yo... bueno... yo...
Yo comienzo a llorar, no se me ocurría nada qué decir y es tal la vergüenza que sento en este instante que ha sido mi reacción más lógica. Mi madre me invita a salir de la cuadra y me toma en sus brazos, animándome a no seguir llorando.
Ya está, no pasa nada, ya se que debes de estar muy avergonzado por lo que estabas haciendo, yo misma siento vergüenza por haberte pillado infraganti.
Solo se me ocurre decirle que lo siento, que ha sido una tontería lo que he hecho pero que ha sido una locura que se me ha ocurrido.
No importa, lo hecho hecho está, no te voy a meter en el manicomio tampoco, hijo no llores más.
Continúo sollozando unos minutos, ella se sienta junto a mi en unos sacos y trata de confortarme acariciándome la espalda. Después de este tiempo dejo de llorar. Y veo que ella quiere “hablarlo” como todo lo que nos pasa últimamente, aunque decido ser yo quien se lo explique adelantándome.
Verás mamá, es que el otro día al ver a la burra no pude evitar una idea que se me pasó por la cabeza. Ayer vine también en la siesta y la estuve acariciando y vi que era muy mansa, ¿sabes?
Ya, y pensaste en probar a hacerlo con ella, ¿no?
Pues sí y hoy no podía dormir pensándolo así que me he venido a hacerlo cuando tú me has pillado.
¡Vaya, pues de verdad que lo siento hijo! Oye, ¿pero no será malo hacerlo con una burra? —me pregunta más preocupada que enfadada.
Hombre, no sé. La burra parece sana, vamos que no tienen enfermedades.
No lo sé, yo como no entiendo de esas cosas. Había oído en el pueblo que algunos hombre lo hacían con animales pero nunca pensé que mi propio hijo lo pudiese hacer.
Lo siento mamá, se que no debía hacerlo, pero...
¿Pero qué hijo, puedes contármelo todo, después de haberte visto quiero comprender por qué se puede hacer algo así?
Bueno mamá, por desesperación, por deseo sexual. Me masturbo mucho, el otro día te mentí, hay días que necesito tres o cuatro pajas para saciarme. Y sólo de pensar en lo que se siente cuando la metes en una vagina, pues no pude evitar caer en la tentación de hacerlo con la burra, ¿sabes?
Ya sé, me imagino lo ansioso que estás por soltar todas esas hormonas. No sé hijo, si no pasa nada no me importa, es decir, si la burra no te va a pegar ninguna enfermedad —afirma mi madre levantándose y yendo a ver al animal que ahora está mirándonos.
Yo me levanto también y voy verla con ella.
Yo veo que está bien, bueno y el... la vagina la he visto y no tiene nada aparentemente, no es que yo entienda pero es lo que parece.
¿Y te ha gustado Guille? Quiero decir que si era lo que tú esperabas.
Bueno mamá, me da mucha vergüenza decírtelo pero... Sí, me estaba gustando mucho, estaba casi a punto de acabar cuando has llegado.
¡Buf vaya mala pata habrás pensado! ¿No? —exclama mi madre sonriendo por primera vez desde que ha entrado.
Parece que una vez pasada la primera impresión, ya no le importa tanto. El caso es que me he quedado con las ganas de terminar lo que había empezado.
Oye, ¿y te gustaría terminarlo?
¿Cómo? —pregunto yo haciendo cómo que no lo he entendido, para ver si es verdad lo que me está proponiendo.
Verás, ¿qué si te gustaría seguir un rato más y correrte dentro de la burra? Si quieres yo me puedo ir y esperar en la casa, tú te relajas, te tranquilizas y terminas la faena —me propone sonriendo y haciendo gestos toreros.
¿En serio no te importa que lo haga?
Hombre, yo también pienso que esta burrita está muy sana, y después de todo también la estamos pagando así que por qué no, ¡fóllatela cuanto quieras! —grita bajito como sintiendo que la pueden oír.
¿Y tú te irás, mientras lo hago?
Sí, claro cariño, no te niego que siento curiosidad por ver algo así, pero hombre, también comprendo que a ti te de reparo el que tu madre te vea hacer algo así.
¡Oye, después de todo si quieres mirar por qué me iba a importar! ¿Eres mi madre no? Además la burrita a veces se mueve y no me deja hacerlo bien, y la cola es un fastidio, me podrías ayudar, ¿estarías dispuesta ha hacerlo?
¿Lo dices enserio ahora tú? —pregunta mi incrédula madre.
Completamente mamá. Verás es que en los últimos días te he contado mis secretos más íntimos y siento que puedo confiar en ti, claro si no te importa ayudarme.
Pues no sé, vamos a probarlo —afirma ella entrando en la cuadra.
Con un poco de reparo me vuelvo a quitar mis bermudas. Mi pene está ya flácido aunque noto que no tardará mucho en ponerse duro. El indico a mi madre que coloque a la burrita junto al saco y me subo a él. Ella se pone a un lado y le doy la cola para que la aguante.
Bueno, pues cuando quieras Guille, puedes empezar —me dice mirándome el pene que continúa flácido.
Me lo cojo y empiezo a menearlo suavemente, notando que la excitación crece en mi interior, hasta ponerlo duro en segundos. Observo que mi madre me mira, y aunque no me acostumbro a la idea trato de relajarme.
¿Te gusta mi pene? ¡Quiero decir que...! ¿Si lo ves bonito? —me apresuro a corregir tras haber soltado algo que no quería expresar de esa manera.
Claro hijo, es bonito ver algo tan chiquito y joven... ¡bueno chiquito no es, está bien de tamaño para la edad que tienes, ya te crecerá!
Me alegra que me lo digas, a mi me da la impresión de que era un poco pequeño, pero espero que crezca más.
Ya verás como sí.
Me acerco a la burrita y apunto hacia su vagina, deslizándola sin dificultad en su interior. La burrita sigue cooperativa. Yo comienzo moverme y veo como mi madre me observa atentamente, se la ve muy interesada en lo que está viendo.
¿Está suave? —pregunta mi madre si especificar a qué se refiere.
¿El chocho de la burra? —aclaro yo maliciosamente—. ¡Oh sí mami está muy suavecito!
No tengo prisa por acabar, y me está gustando la situación así que me muevo despacio y dejo que ella me observe.
¿Lo hago bien mami? ¿Así se haría con una mujer? —pregunto yo para darle más morbo si cabe a la situación.
Oh si cariño, lo haces muy bien, sigue así hasta que sientas que te corres y luego hazlo tan deprisa como puedas, verás como te gusta.
Continúo haciéndolo y observando de reojo la atenta mirada de mi progenitora, que no se pierde detalle y hasta se acerca para ver mi pene a corta distancia penetrando en al inmensa vagina del animal. Tengo una idea y decido ponerla en práctica. Deliberadamente la saco de la vagina y e intento fallar al volver a meterla, desviándola un poco hacia arriba y hacia abajo, hacia un lado y hacia el otro.
Mi madre, observa el problema y no duda en coger mi pene y acompañarlo hacia su objetivo hasta que este se desliza en su interior.
¡Gracias mami! —exclamo yo exagerando el placer que estoy sintiendo con gestos desmesurados.
¡No hay de qué! ¡Todo para que mi pequeño disfrute de su burrita! —comenta ella divertida y sonriente.
Continuo unos minutos y la verdad es que tengo ya unas ganas tremendas de acabar, así que decido poner el turbo y embestir con ganas a la burrita. De este modo en unos segundos me estoy corriendo en ella y caigo rendido en su grupa. Mi madre está atente todo el tiempo aunque al final cierro los ojos por los espasmo que me produce.
Bueno cariño, ¡voy al baño que me estoy haciendo mucho pis! Límpiate y poco y ve a lavarte al corral trasero mientras —exclama mi madre saliendo rauda y veloz de la cuadra.
Y así me abandona echado encima de la burrita. Me da la impresión de que no ha podido aguantar más su calentura y que va a hacerse una paja femenina ella ahora. Decido dejarla, tiempo habrá más tarde para pedirle que se sincere sobre si de verdad ha hecho pis únicamente.
7
Tras la sesión de sexo me aseo un poco en el corral trasero de la casa, pues como yo esperaba mi madre tarda lo suyo en salir del baño.
Finalmente baja muy sonriente y para mi sorpresa con el bañador puesto.
¡Vaya, al final aparte del pis también me he desalojado algo el vientre! —exclama justificando su tardanza—. ¿Oye, qué te parece si nos vamos a bañar, te apetece?
Vale, me pongo el bañador y nos vamos —me limito a contestar mientras la miro de arriba a abajo, cómo intentando adivinar sus ocupaciones en el baño.
Al llegar a la apacible charca, un suave viento de poniente alivia los calores de esta tórrida tarde de verano. No tardamos ni cinco segundos en estar chapoteando en el agua, y una vez dentro decidimos sentarnos en unas piedras sumergidas cercanas a la orilla.
Podemos hablar de lo que hemos hecho, mami, me gustaría saber tu opinión ahora que ya ha pasado y estamos más “relajados”.
Pues claro Guille, a mi me ha parecido una experiencia muy excitante, nunca había visto nada igual.
¿Te ha gustado? Me refiero a verme hacerlo con una burrita.
Si, mucho.
Ahora dime la verdad, cómo yo te la digo siempre a ti. Al baño no has ido ha hacer pis, ¿cierto? —le espeto sin rodeos.
Mi madre se limita a sonreír ante mi insolencia y tras unos segundos en los cuales debe de haber sopesado su respuesta, contesta con su amabilidad característica.
Pues claro hijo, una no es de piedra, como ya sabes yo me masturbo y con lo excitada que estaba no me ha costado alcanzar el orgasmo.
¿Te has corrido fuerte, porque mi corrida ha sido de las mejores que he tenido? Cuando yo me lo hago no siento tanto.
Por todo lo alto Guille, ha sido una paja de lujo la que me has proporcionado. Oye entonces, ¿cuando crees que lo volverás ha hacer?
¡Uf, pues mañana mismo! ¿Tú me prestarás tu ayuda, no?
¡Claro que sí Guille, aparte de ayudarte disfrutaré viéndote hacerlo!
El resto de la tarde lo pasamos en la charca, y por la noche tras almorzar y sentarnos un rato a contemplar este cielo tan estrellado, nos vamos a la cama. Hoy, cómo hemos pintado mi cuarto voy a dormir forzosamente con mi madre, ya me estoy excitando de pensarlo.
Aunque estaba muy cansado y me quedado frito en unos minutos, a eso de las tres de la mañana me despierto, como si un reloj interno me dijese que es hora de experimentar.
Mi madre respira profundamente, mostrando el profundo sueño en que se encuentra inmersa. La observo, su camisón de seda es muy finito y al tocarlo apenas se nota que esté. Ella está recostada de lado, ofreciéndome su espalda y culito, así que pruebo a tocárselo suavemente por encima del camisón. Ella no se inmuta, por lo que aprieto más las manos y palpo la tersura de su carne redondeada.
No es suficiente, ni mucho menos. Le subo el camisón y ahora palpo sus bragas y sus muslos, suavemente, apretando un poco su culo justo donde se une al muslo y el pliegue de piel es más carnoso. Junto sus braguitas y las coloco en su raja, entre cachete y cachete como si de un tanga se tratase, y palpo a placer su culo semi-desnudo.
Estoy muy excitado, y tengo que dejarlo unos minutos para tranquilizarme, el morbo de que se despierte y me descubra hace que el corazón alcance ciento veinte pulsaciones por minuto como mínimo. Cuando vuelvo al ataque, introduzco un dedo entre sus muslos, justo en el hueco que se forma entre ellos y su culo, donde ella esconde su secreto más íntimo.
Palpo su coño y no me puedo creer que lo esté haciendo todavía. Busco el borde de sus braguitas y acaricio los pelillos que por éste se asoman. Noto su surco en relieve bajo la tela, donde ésta se hunde y le da la forma característica.
De pronto, cuando voy a destapar su almeja y tocar más íntimamente su secreto, ¡ella parece despertarse! Rápidamente me giro y le ofrezco la espalda, haciéndome el dormido mientras agudizo el oído para ver si se ha despertado realmente.
Falsa alarma aunque casi se despierta, al poco vuelve a resoplar profundamente. Aprovecho para contraatacar, ahora ella se ha vuelto boca arriba, por lo que sus pechos quedan a mi alcance. Los aprieto muy suavemente, sintiendo su tersura, su dulce tacto. Según he leído los pezones son la parte más sensible así que me abstengo de tocarlos, pues seguramente la despertaría. Pero me cebo con sus pechos en general, toco ambos y veo como mi mano se queda pequeña para cubrirlos, qué buen par de tetas tiene mi mami, con razón estoy tan bien criado.
Bajo la mano y le acaricio el Monte de Venus, pero en dos o tres segundos ella resopla más fuerte, indicándome que se va a despertar. Inmediatamente me doy la vuelta y la escucho bostezar, ahora sí se ha despertado. Así que doy por finalizados mis ejercicios expiatorios nocturnos, que han sido muy provechosos y me han ayudado a conocer mejor el cuerpo femenino y materno más concretamente.
A la mañana siguiente concluimos la rutina diaria y volvemos a colocar los muebles en mi habitación. Apenas la mesilla de noche, una cómoda y la cama tenemos que mover así que acabamos pronto. Hoy toca pintar el cuarto de ella, de modo que hacemos la misma operación que el día anterior y terminamos la faena cerca de la hora del almuerzo.
Comemos y algo cansados como ayer nos echamos la siesta, aunque hoy, con los cambios de ubicación del mobiliario decidimos echar el colchón de su cama en el suelo del salón y dormimos así más mosquitos. Realmente estoy cansado, anoche me desvelé un poco con mis prácticas nocturnas así que en la siesta me dedico a dormir y relajarme.
A eso de las seis de la tarde mi madre me despierta y me pregunta si quiere que nos vayamos a bañar. Yo acepto, por lo que ella se va al cuarto de baño a prepararse mientras yo me desperezo.
Cuando estamos saliendo de la casa el sol aún es muy fuerte, entonces me dirijo a ella.
¿Oye, es que hoy no quieres que vaya con mi amiga la burrita?
No se Guille, como tú no has dicho nada, he supuesto que no te apetecía.
Pues claro que me apetece madre, por supuesto, ¿vamos?
Vale, y después nos iremos a bañar.
Al entrar en la nave nuestros animalitos parecen estar esperándonos. Curiosamente me fijo en las cabras y me acuerdo del fracaso del día anterior y cambio de opinión, hoy intentaré de nuevo desvirgar a estas tozudas rumiantes.
Oye mami, qué te parece si me echas una mano hoy con las cabritas, me gustaría intentarlo con ellas, pues la burrita tiene el chocho muy grande y apenas lo siento, ¿tal vez con las cabras sea mejor, no crees?
Hay que ver en lo que piensas, hijo. Por mi vale, también me gustará.
Mi madre se sienta en el taburete de ordeñar y yo me despojo de las bermudas. Mi pollita está ya lista y esto parece sorprender a mi progenitora progenitora.
¡Vaya Guille ya la tienes dura y aún no has empezado, qué barbaridad!
Si, la verdad es que sólo viendo hacia aquí me he excitado. Bueno mami, perdona si soy grosero pero tendré que escupirle en el chichi para lubricarlo.
Si, claro adelante hijo hazlo, no te apures por mi.
Escupiéndome en la mano embadurno con la saliva el chichi de la cabra, también me ensalivo mi pilila para que deslice mejor. Mi madre me observa, yo diría que atentamente incluso. Y tras estos necesarios preliminares intento la penetración.
El animal se altera en este momento, pero mi madre la tiene cogida por el cuello y la retiene con fuerza intentado tranquilizarla con caricias en el lomo. Tras una serie de intentos, como el otro día, sólo la punta entra.
Es inútil mamá, aunque mi pene no es muy grande, no consigo que entre más que la puntita.
Eso va a ser problema de lubricación, escúpele un poco más hijo.
Es que se me ha secado la boca y no me queda más saliva.
Te ayudaré yo —se ofrece amablemente ella.
Con algo de pudor mi madre escupe en el chichi de la cabra poniendo sus labios muy cerca del mismo, y con sus propias manos la extiende, incluso la penetra con un dedo comprobando su efectividad.
Parece que la cabra sí está lubricada, es extraño. Oye hijo, y tu pollita, convendría también que la lubricases, pero con tu saliva.
Obviamente mi madre no está por la labor de ensalivar también mi pene, el pudor es muy fuerte ante esta posibilidad. Yo lo intento pero de la excitación apenas si consigo unas gotas de saliva. Entonces ella se da cuenta de que no ha a ser posible.
Bueno a lo mejor se me lubrica con los jugos de la cabra, voy a probar mami sujétala.
Un nuevo intento, y aunque la situación ha mejorado algo tampoco consigo el ansiado objetivo de una buena penetración.
Nada, no hay manera mami, mejor lo hacemos con la burrita.
Vaya hijo, yo creo que tienes la pollita seca, te la lubricaré yo anda.
Yo opto por no decir nada ante su ofrecimiento, y ante mi asombro echa una buena cantidad de saliva en su mano y generosamente la extiende por mi pene. Siento un escalofrío recorrerme la espalda en el momento que lo hace y creo que mi polla va estallar.
Venga inténtalo de nuevo —me anima dándome una palmadita húmeda en el culo, pues sus mano está mojada con la saliva.
Un nuevo intento y esta vez casi entra, aunque ahora es el chichi de la cabra el que parece haberse secado con el calor.
¿Aún no hijo? Espérate un minuto que se me ha ocurrido una idea.
La veo salir de la nave de los animales mientras me siento a esperar, en un par de minutos vuelve portando en su mano lo que parece ser aceite de bebé.
Este aceite lo uso para la piel y es muy lubricante, verás cómo con esto no hay problema.
Se acerca a la cabra y echándose una generosa cantidad de producto embadurna el coño animal. A continuación y sin preguntarme se vuelve a echar aceite en la mano y lo extiende por mi polla, con lo que nuevamente vuelvo a sentir escalofríos que recorren mi cuerpo. Tras la pausa la excitación había bajado pero al instante, con las caricias de mi madre no tardo en ponerme apunto.
Como una moto empujo con furia al dichoso animal y esta vez mi polla se clava en el chichi como una estaca provocando un berrido de queja en el animal. “¡Qué se joda, que ya me tiene negro esta maldita cabra!” —pienso.
Mi madre está asombrada por el ímpetu de mis acometidas y por lo bien que ha entrado ahora el tema. Yo encima con la excitación de sus caricias siento que hoy no podré aguantar mucho.
¡Tranquilo hijo, no tengas prisa! Hazlo despacio como ayer —me pide ella poniendo su mano en mi vientre y frenándome—. Sácala un poco, te noto impaciente y así no lo disfrutarás, relájate.
Casi me obliga a retirarme, entonces mi polla queda en el aire, chorreando aceite y jugos animales, ante su mirada.
Está bien mamá, es que estaba ya harto de no poder meterla.
Mientras yo recupero el aliento y ella me mira y mira a la cabrita. De repente opta por introducir su dedo en el chichi del animal. Yo atónito me quedo observándola sin comprender su interés, ella parece deducirlo por mi expresión de asombro.
¡Uy cabrita, sí que tienes humedito el chichi! —exclama mientras introduce su dedo una y otra vez, aunque con suavidad—. A mi también me excita el hacérselo a la cabrita, así mientras tu descansas ella no se “aburre”.
Oye, mamá y porqué no te masturbas mientras yo follo con la cabrita. Seguro que te gustaría hacerlo, por mi no temas estamos en familia —le ofrezco yo sin pensarlo dos veces.
¡Pero hijo! Entonces me verás...
Bueno, ¡tú también me estás viendo el pene a mi y follar con la cabrita y no me avergüenzo! —le digo mostrando mi indignación.
En el fondo estoy deseando ver su coño y con esta estrategia tan agresiva igual lo consiga, este es mi planteamiento y por intentarlo no pierdo nada.
Está bien Guille, pero no me mires mucho el coño, ¿vale?, que a mami aún le da vergüenza.
Ante mis ojos sudorosos ella se incorpora y se quita el bañador, dejándome ver su coñito rubio depilado, aunque no rapado, con la cantidad justa de pelillos en su Monte de Venus para que sea más atractivo y sensual.
La veo echarse aceite en la mano, agacharse junto a la cabra y pringarse el chichi mientras cierra los ojos con cara de satisfacción.
Vamos Guille, que mami está muy caliente y quiere verte follar a la cabrita mientras ella se masturba.
8
Vuelvo a follar con la cornuda protestona y trato de no perderme detalle de lo que hace mi madre junto a ella, agachada en cuclillas.
¡Umm qué rica la pajita que me estoy haciendo, no tardaré mucho en correrme, si quieres córrete tú cuando te plazca.
Muy bien mami, yo también estoy disfrutando mucho y me alegro de que disfrutes tú también conmigo, después de todo sin tu ayuda no hubiese podido follarme a esta cabra tozuda.
La resistencia del animal se ha convertido en complacencia y ahora se está quieta mientras yo la embisto, y como se está portando tan bien decido hacerlo con suavidad.
El orgasmo no tarda mucho en llegar y una idea pasa por mi cabeza, antes de comenzar a correrme saco mi polla de la cabra y me incorporo, comenzando a meneármela delante de los pasmados ojos de mi madre que me mira sin poder creer lo que verá a continuación.
Los chorros de semen transparente se proyectan a gran distancia impactando sobre el lomo de la cabrita, aterrizando en su pelo y formando perlas blanquecinas. De reojo miro a mi madre y leo la expresión de asombro y gusto por lo que ve en su cara. Tanto es así que la veo cómo se estremece y las piernas le empiezan a temblar, cierra los ojos y aprieta la mandíbula, comenzando a respirar únicamente por la nariz. Sus manos se deslizan con frenesí bajo su chochito, y comienza a dar pequeños gritos hasta que pierde el equilibrio y se cae de culo. Pero ni en ese momento se altera y continúa gritando y corriéndose aunque ya con menor intensidad.
Yo me quedo anonadado ante el espectáculo, aún recuperándome de los espasmos no dejo de mirar a mi madre mientras ella apura también sus últimas contracciones, aminorando el frenesí con que se frotaba el coño.
Por fin la zorra esta ha caído, el otro día no pude follarla yo solo —afirmo finalmente.
¡Pero híjo! ¿Qué maneras de hablar son esas? —me recrimina mi madre aún tumbada en el suelo.
Lo siento mamá se me ha escapado, es que le tenía ganas a la cabra esta, desde el otro día.
Bueno, está bien, pero ya sabes que me gusta que hables bién. ¡Pero bueno, no ayudas a tu mami a levantarse del suelo! ¡Me habré puesto perdida!
Al instante la ayudo, tomando su mano y ayudándola a levantarse. Por suerte el suelo estaba lleno de paja y sólo se ha manchado el culo de paja. A ayudo a limpiarse pasando mi mano por sus nalgas, no tándo lo sudorosas que están mientras le ayudo a despegarse las briznas de paja que, debido al sudor, han quedadopegadas a su culo.
¡Bueno hijo ya está bien! Ya termino yo sola —me espeta de repente mostrando cierto enfado.
¿Por qué te enfadas, sólo te ayudaba? —le pregunto yo extrañado.
Perdóname Guille, es que me da vergüenza que me veas así, desnuda.
No pasa nada mamá, yo también estoy desnudo y ya no siento vergüenza de que me veas.
Para mi desconsuelo busca inmediatamente sus bañador poniéndoselo.
¡No te quedes ahí pasmado, vístete que nos vamos a vañar! Con lo que he sudado me apetece mucho un buen baño en la charca.
Ya de camino a nuestra charca particular, comienzo una caliente conversación.
¿Me ha gustado mucho hacerlo con la cabra, sabes mami?
¿En serio hijo? Es que debe tener el... bueno el chichi más apretado que la burrita, ¿verdad?
Sí, justamente habrá sido por eso, cuando se le ha habierto lo suficiente ha dejado de dolerme la punta y me ha gustado cada vez más, ¡ummm! —le confieso.
Ha estado bien, hacía tiempo que no tenía una corrida así. Supongo que me ha excitado verte hacerlo con la cabrita —confiesa mi madre sincerándose como nunca antes lo había hecho en este tipo de temas conmigo.
Ya te he visto correrte al final, ¡hasta te has caído! —le comento riéndome, provocando igual risa en ella.
¡Qué vergüenza hijo!, ya sé que tú te has acostumbrado a que te vea desnudo pero para mi es la primera vez que me ves masturbarme y encima corriéndome así.
No sientas vergüenza mami, para mi ha sido algo natural el verte. Aunque la verdad es que como aún no he visto a una mujer así desnuda y corriéndose pues admito que me ha impresionado un poco.
¿Sí?, ¡Tierra trágame! ¡Igual te has traumatizado y todo al ver a tu madre como una guarrilla tocándose así el coño!
¡Tampoco exageres mamá! —afirmo yo quitándole hierro al asunto.
Ya hemos llegado a nuestra charca, que se muestra tan apacible como todas las tardes, de modo que sin dilación nos metemos en el agua, siempre helada por otra parte, por lo que entramos poquito a poco y dando respingos a cada centímetro que nuestros cuerpos se introducen en el “gélido” elemento.
Oye hijo, convendría que te quitases el bañador y te labases bien bajo el agua el pajarito, pues la cabra estaba sucia y puedes coger una infección. Yo también me labaré un poco el culito por si se me ha pegado algo del suelo.
Está bien mamá.
Como no se donde poner el bañador opto por tirarlo a la orilla a una roca junto al agua, mi madre saca también el suyo tras quitárselo y con el mismo problema que yo opta por idéntica solución y lo lanza sobre el mío.
Con algo de pudor ella comienza a frotarse bajo las aguas de la charca y sin querer me quedo observándola, por lo que se gira recriminándome mi “voyerismo”. Por lo que se acaba el espectáculo y opto yo también por girarme mostrándole que yo tampoco soy un exhibicionista aunque ella sea mi madre.
Oye, no me mires tanto Guille, que me da vergüenza, y lávate tú.
Tras un par de minutos de cuidadoso lavado nos volvemos a girar y nos quedamos sin saber qué decir.
Oye mamá, ¿qué te parece me baño desnudo? El agua está muy fresquita y es muy agradable sentirla así íntimamente —le propongo en lo que a mí respecta, sin atreverme a proponerle que se una a mí.
Me lanzo nadando y cruzo la charca hasta la orilla cercana sentándome en unas piedras que quedan sumergidas para descansar.
¡Qué diablos! Pues yo también me quedo así, ¿a ti no te importa no Guille?
¡Claro que no mami, te lo llevo diciendo toda la tarde! Además, ¿quién nos va a ver en este sítio tan apartado y protegidos por estos álamos como estamos?
Es cierto, pues ala, ¡el sujetador también va fuera! —dice mi madre despojándose de la parte superior del vikini.
Se acerca a mi nadando y se sienta a mi lado en otra piedra bajo el agua. De nuevo un silencio se abre entre nosotros y lo aprovechamos para descansar y recordar con gusto los ricos placeres disfrutados momentos antes. Finalmente vuelvo a romper yo el silencio.
Oye, mamá, ¿me pregunto si será lo mismo hacerlo con una mujer?
Pues bueno hijo, en esencia es lo mismo, aunque si algún día lo haces enamorado de la otra persona descubrirás que es aún más placentero. El amor es muy importante en el sexo, ¿sabes?
¿Si, en serio? Y tú cuando lo hacías con papá enamorada disfrutabas, ¿más que hoy por ejemplo?
Bastante más hijo, ya te digo que con amor todo es diferente.
¡Pues vaya, con lo que te ha gustado hoy, con papá debería ser la caña! —exclamo sin cortarme un pelo provocando una honda carcajada en ella.
No puedo dejar de observar sus pechos, erizados como siempre al contacto con el agua fresca, redonditos y un poco caídos, sin duda las niñas de mi edad los tienen más subidos pero estos también me parecen muy atractivos, interesantes diría yo por la experiencia que habrán acumulado. Y pensar que yo un día estuve tocándolos y besándolos mientras mamaba de ellos.
Tienes unos pechos muy bonitos mamá —afirmo yo girándoselos.
¡Pero hijo, que me vas a poner colorada! —afirma ella tapándoselos.
Sólo era un piropo inocente mami, ¿es que no puedo decirle a mi madre que es guapa, o qué?
Bueno hijo, está bien, tú también eres muy guapo, eres un sol —afirma acercándose y dándome un beso en la mejilla.
Oye mamá, ¿y por qué a los hombres nos gustan tanto los pechos? Yo se los miro a las niñas de mi clase y mis amigos también y nos gustan más los más grandes.
¡Ahh pues supongo que será el recuerdo de que una vez estuvisteis mamando de unos y por eso la naturaleza os hace recordar esos momentos!
¿Tú crees que es por eso?
No lo sé, no soy hombre pero es posible.
Pues los tuyos son tan bonitos...
¿Es que quieres tocármelos Guille? —me pregunta divertida.
¿Te importaría?
¡Pues claro que sí, me da vergüenza! Pero, ¿por qué me los quieres tocar?
No sé, por saber qué tacto tienen unos pechos, no sé, de pequeño los tocaba, ¿verdad?
Claro, como todos los niños, hasta te quedabas dormido chupándomelos mientras mamabas.
Claro cuando se es pequeño uno no se entera de nada, porque yo no me acuerdo.
A ver, ven aquí y dame tu mano.
Se ve que el tono de conversación desenfadado le ha hecho gracia y va a complacer mis deseos. Toma mi mano y la posa sobre uno de sus pechos, noto el pezón duro y el pecho también, aunque poco a poco le transmito el calor de mi mano. Ella lo pasea por toda su extensión.
¿También querrás tocar el otro, no?
¡Bu... bueno ya que estamos!
Debo de ser buen humorista pues ella no para de reír con cada afirmación mía.
¿Te gusta su tacto?
Sí, son muy blanditos y suaves aunque los tienes un poco fríos del agua.
Bueno me alegro que te hayan gustado ya sabes como es un pecho femenino. Ahora tienes que concederme tú a mi un deseo, ¿vale?
¿Deseo, qué te puedo dar yo a cambio?
Verás Guille, quiero verte el pene de cerca, cuando te veo follar apenas lo puedo apreciar bien con la excitación del momento y me parece tan bonito. ¿Te importa enseñármelo de cerca?
Bueno mami, no sé que decir, tú me has complacido así que yo tampoco puedo negarme, ¿pero qué te parece si nos salimos del agua? Tengo frío.
Ya fuera del agua buscamos las toallas y las extendemos en el suelo, pero al ir a ponerla donde siempre lo hacemos mi madre me corrige.
Hoy no hijo, me da vergüenza que pueda aparecer alguien y vernos así a lo lejos. Vente detrás de estos matorrales —me indica tendiendo su toalla al abrigo de unos arbustos que crecen cerca del tronco de uno de los grandes álamos del lugar.
Una vez tumbados, ella observa mi erección mal disimulada.
Supongo que el agua fría me ha excitado, mamí.
¿Sólo el agua? —se pregunta ella maliciosamente.
Bueno, lo admito es que me ha gustado tocarte los pechos, ¿eso es malo mamá?, ya se que eres mi madre pero no he podido evitarlo.
¡Claro que no hijo! Una teta es una teta, ¿verdad? Bueno así será mejor, justo como quiero verlo, ¿entonces me dejas?
9
¡Claro mami! Adelante.
Espero que no te importe que me acerque, ¿vale? No tengas miedo.
No claro que no —contesto yo mientras noto como ante sus afirmaciones mi corazón late con fuerza, apunto de salírseme del pecho.
En un primer momento se inclina sobre él y lo observa, lo mira desde todos los ángulos y finalmente lo coge con dos deditos. Suavemente desliza el prepucio hacia atrás descubriendo mi glande. Me asombro a mi mismo de lo bien estudiada que tengo esta lección de las clases de sexología que nos dieron en su día en el insti.
¡Qué bonito es Guille!
¿Tú crees?
¡Sí, es precioso! No había visto antes un pene joven como el tuyo tan pequeñito.
¡Pero mamá no me digas que es pequeño, a mi me gustaría tenerlo grande, como los de las películas porno! —la recrimino muy dolido en mi amor propio.
Claro que no es pequeño, hijo. Es del tamaño que tiene que ser a tu edad, ya te crecerá poco apoco, ya lo verás que hermosa polla vas a tener cuando seas mayor... ¡uy perdona mis palabras es que estoy algo nerviosa! ¿Y tú estás nervioso?
Sin darme tiempo a responder acerca su oído a mi pecho y lo pega contra él, oyendo sin duda el crepitar de mi corazoncito bajo la piel.
Tranquilo Guille, tú también estas acelerado. Anda túmbate y relájate. Cierra los ojos mientras oyes mi voz, ¿vale?
Está bien, mamá, es que es una situación algo embarazosa la verdad, pero antes he notado que a tí también te latía fuerte el corazón. ¿Es normal?
Claro que sí —afirma obligándome a tumbarme en la toalla—. Entonces cuéntame que ves en esas pelís porno, cuéntame lo que te gusta y lo que no.
Bueno mamá, pues veo a la gente hacer el amor...
¿El amor? ¿No hijo, lo de las películas no es amor, es sexo, así que aunque te saltes mi regla llámalo por su nombre, vale?
Está, bien pues veo a los tíos follar con las tías, también veo a las mujeres follando... o lo que sea que hagan entre ellas y eso me gusta, ¿es normal mami?
Si, es normal, a los hombres os gusta ver a dos mujeres hacerlo entre ellas. ¿Y qué más ves?
Mi madre ha vuelto a cogerme de nuevo mi “pequeño” pene y con dos deditos lo mueve arriba y abajo muy suavemente, masturbándome.
Bueno veo a los tíos con unos pollones enormes, follándoselas.
Ten en cuenta hijo que lo normal en un hombre es tener un pene más pequeño que esos, esos son una excepción y muy pocos hombres los tienen. No te tiene que obsesionar con el tamaño. Cuéntame más, ¿qué te gusta de las lesbianas, por ejemplo?
Bueno me gusta verlas comerse el coño, besarse y acariciarse y sobre todo cuando se meten los consoladores una a otra o las dos a la vez, con unos que hay de doble punta, ¿sabes los que digo?
Si hijo yo también las he visto en las películas.
¿Es que tú también las ves, y te gustan?
Claro hijo, cuando estoy sola me ayudan a excitarme para masturbarme y alcanzar antes el orgasmo. Venga cuéntame más, ¿las pelis las ves sólo o con amigos?
Bueno las vemos en casa de un amigo que se las coge a sus padres cuando están trabajando. Las vemos él y yo en su salón y a veces nos masturbamos bajo las enaguas de la mesa camilla.
¿Si, qué interesante? Seguro que habéis comparado vuestros pitos, ¿verdad? ¿Quién lo tiene más grande?
Pues casi lo mismo, aunque él dice que la mía es un poco más grande.
¿Ves cómo es normal tu tamaño de pene? Y dime qué más ves en las películas.
Pues a veces dos hombres follan a la vez a una mujer, uno por la vagina y otro por el ano.
¿Y eso te gusta?
Pues si, la verdad es que me atrae todo lo que veo, debe de ser porque como yo no lo había hecho antes, me refiero a que nunca había follado ni con animales como estoy haciendo aquí, pues me gusta todo.
¿Y te gusta mi coño Guille, quiero decir que si lo ves como el de las actrices porno, más o menos claro?
Claro que sí mami, tu coño es bonito como tus pechos pues tú eres una mami muy guapa. Hasta lo llevas afeitado como ellas, aunque con unos pocos pelillos más pero también me gusta.
Para mi sorpresa noto como mi madre coge una de mis manos y la acerca a donde yo nunca hubiese soñado llegar, a su coño, frotándomela contra sus labios y pelillos.
¿Te gusta el tacto también de mi chochito, como antes el de mis pechos?
¡Oh mami, nunca hubiese imaginado que fuese así! Lo tienes húmedo, ¿verdad? Eso es porque estás excitada, ¿no?
¡Vaya, sabes mucho sobre sexo, eh!
Bueno nos lo explicaron en unas clase de sexología en el insti.
Pues sí hijo, mami también esta disfrutando de estas caricias que nos estamos haciendo.
Me confiesa mientras suelta la mano con la que le estaba tocando el coño, yo por inercia la dejo caer al suelo.
No hijo, sigue tu sólo tocándole el chochito a mami, ¿porque te gusta tocarlo verdad?
Si, claro, mucho mami. ¿Pero esto que hacemos no está mal?
Bueno hijo eso depende de lo que ambos pensemos, pues yo no quiero obligarte a que lo hagas ni a que aguantes mis caricias, lo hago sólo porque creo que te gustan, igual que yo no me dejo tocar por que me sienta obligada, ambos somos libres y libremente lo hacemos, ¿no piensas así hijo?
Por supuesto mamá, es que me choca un poco pero te confieso que me está gustando muchísimo lo que hacemos.
A mami también Guille, anda sigue con mi chochito, no lo dejes sólo.
Automáticamente elevo la mano y palpo su suave humedad, con sus suaves pelillos y labios vaginales y todo lo que puedo. También palpo su ano, aunque temo que esto no le guste y en seguida vuelvo con su chochito. Abro los ojos para verla pero ella posa sus manos en ellos y me indica que los cierre que es mejor así...
¡Oh Guille cuánto me está gustando esto! Acariciándote tu pene tan bonito, mientras me tocas con tus manitas mi chochito. Te voy a hacer un regalito hijo ya que a mami le está gustando tanto lo que le haces.
10
Noto como se mueve y aleja su chochito del alcance de mi mano, la siento arrodillarse ante mi y a continuación sus labios rozándome el glande. No puedo creer lo que va a suceder a continuación, pero lo se, ¡ella va a comerse mi pene!
Sus labios arropan mi pequeño pene con gran dulzura, nunca antes había sentido algo así, es maravilloso y ella lo hace tan bien... entra y sale de su boca con un suave ritmo que me ayuda a no correrme por el momento, aunque lo cierto es que apenas en unos segundos estoy a tope y no puedo evitar lo inevitable, ¡me corro! Y para más sorpresa aún, noto como los labios chupadores continúan como si tal cosa y siento como las pocas gotitas que me quedaban son tragadas por mi progenitora sin ningún pudor aparente. El éxtasis me envuelve, se me nubla la vista y me dejo llevar.
Pasan unos minutos en los que me niego a abrir los ojos mientras me recreo en las sensaciones recién descubiertas. ¡Qué buena que está una mamada, hecha con cariño y dulzura!
Cuando por fin abro los ojos me incorporo un poco y observo a mi madre que ahora se ocupa de su chochito, frotándoselo con una mano mientras con la otra se pellizca un pezón. Me quedo unos segundos observando el excitante y morboso espectáculo de ver a una madre masturbándose ante mi y finalmente ella nota mi interés por el asunto y me invita a participar.
¿Quieres ayudar a mami a correrse? —me pregunta sin dejar de masturbarse.
¡Si, claro que quiero! ¿Te puedo tocar... —hago una pausa como solicitando autorización materna, nunca mejor dicho— el chochito?
¡Claro adelante! —exclama ella retirando su mano y cesando en su masturbación, ofreciéndome una espléndida vista de su flor húmeda y caliente.
Con una mano apoyada en el suelo permanezco incorporado a su lado, mientras la mano libre viaja a su entrepierna. Allí encuentra su sexo tremendamente húmedo y expectante a mis caricias. Pero las dudas aún me tienen paralizado. Aquí es donde entra en juego mi sabia progenitora, que siente mis dudas y toma mi mano temblorosa, conduciéndola confiada hasta su excitada raja.
Al contacto con su intimidad siento como un calambre recorre todo mi cuerpo y después siento la alta temperatura de su piel. Entonces me restriega la mano por todo su sexo, llenándome los dedos con el suave fluido que engrasa su piel y la mía haciendo que las caricias fluyan sin ninguna dificultad. Como si de electricidad estática se tratase, noto como el bello se me eriza y me embarga una emoción muy especial, mezcla de deseo y miedo a lo prohibido, al tabú que me atenaza.
¿Te gusta? —me pregunta melosa, disfrutando del momento.
¡Mucho mamá, está súper caliente y muy mojado! —exclamo yo provocando su sonrisa.
Eso debe de ser así.
Continúa tomando la iniciativa y hunde un poco más mis dedos en sus labios vaginales, arropándolos con sus dulces pliegues e incitándome a introducirlos en su coño.
Adelante mételos en mi chochito, así con dos deditos primero —me dice colocándomelos juntos y ayudándome a introducirlo en su raja.
Al entrar el líquido que lo lubrica parece salir a borbollones de la cavidad, desapareciendo mis pequeños dedos en él sin dificultad. Ahora ella, suelta mi mano y espera a que yo reaccione. Aunque tardo un poco en captar la idea, su mirada inquisitorial mientras retoma sus frotes de clítoris es como un interruptor que pone en marcha mi mano comenzando a penetrarla con mis dos dedos juntos.
En poco tiempo me voy soltando y poco a poco incorporo un dedo más y luego otro, hasta que los cuatro entra en su coño al la vez, adaptándose su tamaño sin problemas.
Mi madre comienza a gemir y contorsionarse al tiempo que se masturba, cierra sus ojos y confía en mi buen hacer. Entonces una idea surge en mi mente y presto a complacerla en lo que pueda y darle placer la pongo en práctica. Bajo la cabeza y me acerco poco a poco a su más tierna intimidad...
¡No Guille! Sigue metiéndome los dedos que ya casi estoy a punto de correrme, ¡vamos! —me grita casi en tono amenazador.
Un poco disgustado por el rechazo de mi madre ante mi iniciativa para complacerla, continúo penetrándola con mis dedos, que a estas alturas están embadurnados completamente en sus suaves y resbaladizos jugos.
De pronto siento como su cuerpo se estremece, y para mi asombro los antes suaves labios vaginales que tan bien se dejaban acariciar comienzan a estrujar literalmente mis dedos con fuertes contracciones. Sin saber muy bien que hacer continúo moviendo mis dedos en sus interior, aunque más suavemente.
Finalmente tras unos segundos de éxtasis mi madre me indica que me retire y se queda apaciblemente tumbada en la toalla, descansando.
Realmente estamos tan relajados que nos quedamos dormidos un buen rato, tendidos sobre las toallas, con nuestros cuerpos desnudos.
11
Los chapoteos de mi madre nadando en el agua me despiertan, abro los ojos y la veo nadando en la charca, así que decido unirme a ella.
Conforme voy entrando veo que aún no se ha vestido e inevitablemente pienso que le gusta estar así, desnuda.
—El agua está estupenda hijo, ¿has dormido bien? —me pregunta recibiéndome.
—Si, muy bien, hace bastante calor aún.
Nos quedamos mirándonos el uno al otro durante unos segundos interminables, parece que no sabemos bien qué decirnos o que hacer ahora. En el fondo una duda florece en nuestras almas tras los últimos sucesos.
—Oye mami, ¿tú crees que está bien lo que hacemos? Me refiero a lo de antes —le pregunto finalmente sincerándome con ella.
—Bueno, verás... yo creo que en el fondo si lo hacemos de mutuo acuerdo, respetándonos el uno al otro, no tiene por qué estar mal hijo, ¿es que tú piensas que está mal? —me pregunta ella secándose el cabello mientras el agua resbala por sus pechos desnudos.
—No lo sé, a mi me ha gustado lo que me has hecho... ¡mucho la verdad! Está genial, nunca antes había sentido algo así, ni cuando se lo hacía a la burrita.
—Pues entonces no tienes porqué preocuparte hijo, aceptalo como un regalo y ya está, ¿vale?
—Vale —asiento aún no muy convencido.
El resto de la tarde la pasamos entre baños y siestas a la sombra de los grandes álamos, mi madre continúa desnuda y acabo acostumbrándome a verla así, con su coño peludo y negro, sus pechos prominentes con los pezones erizados y duros por el frío del agua.
—Oye, mami, ¿tú alguna vez lo has hecho por atrás? —le pregunto mientras descansamos tras un nuevo baño.
—¿Por atrás, a qué te refieres hijo?
— Bueno, por el culo —digo con algo de corte, pensando que tal vez le pueda molestar mi pregunta..
—Pues hijo, me da un poco de vergüenza decírtelo pero sí, alguna vez lo intenté con tu padre aunque lo cierto es que nunca llegué a disfrutar haciéndolo así, eso si, ¡tu padre se lo pasaba bomba!
—¿No te gusta entonces? —continúo inquisitivamente preguntando.
Mi madre se muestra visiblemente incómoda ante mi nuevo ataque de curiosidad morbosa y ciertamente esto me produce cierto placer y morbo.
—Pues es diferente, al principio sientes dolor, y a medida que te acostumbras tiene algo de prohibido que te hace desearlo, pero luego vuelve el dolor y aunque terminaba corriéndome seguía doliéndome, así que dejamos de intentarlo.
—Ya, comprendo, por ahí tiene que estar más difícil de meter, ¿no?
—¡Bueno hijo, ya está bien que me da vergüenza hablar de eso, hablemos de otra cosa! —protesta finalmente ella zanjando el asunto bruscamente.
Ya por la noche decidimos bajar al pueblo y cenar en un restaurante a la salida del mismo. La gente, incorregible como siempre, nos mira y murmura a nuestro alrededor. Una comenta: “esa es la escritora”, y otra asiente con la cabeza.
Mi madre está radiante, se ha puesto un vestido espectacular y luce un generoso escote. Esta noche y sin que sirva de precedente me ha dejado tomar tinto de verano y estoy sufriendo algo de embriaguez debido a la falta de costumbre.
Al terminar creo que no soy el único que se encuentra mareado, mi madre se agarra a mi tras pagar la cuenta y abandonamos el lugar intentando que nuestra dignidad no se vea mermada por nuestra falta de equilibrio. Decidimos pasear por las afueras del pueblo en esta noche estrellada hasta más allá de donde las farolas de esta carretera terminan.
—Me encante el cielo de este pueblo —afirma mi madre aún cogida a mi brazo—, ¿a tí no?
—Sí, hay millones de estrellas ahí arriba, en el camino de Santiago, esta noche es espléndida.
Yo voy cogido a la cintura de mi madre y mi mano se apoya en su cadera, sobre su suave y fino vestido. Su perfume es embriagador, y como voy algo pedo, me embriaga aún más.
—Me encanta tu perfume, hueles muy bien —afirmo mientras mi nariz husmea en su pelo, justo por encima de su oreja.
—Gracias, hijo, me alegra que te guste.
—Y tu vestido es muy suave, casi no se nota al tacto sobre tu piel —continúo alagando su ego—. Te has fijado como te miraba el camarero el escote, seguramente que adivinaba el contorno de tus pechos trasparentándose por la tela, porque, ¿no llevas sujetador, verdad?
—¡Oye, qué observador te has vuelto pillín! ¿Te cuento un secreto? Sí que llevo sujetador, está bajo los pechos, mira...
Mi madre toma mi mano izquierda y la coloca bajo su pecho izquierdo, haciéndome palpar algo un poco duro.
—¿En serio? En efecto esto está un poco duro.
—Ves, se pega a la piel por debajo del pecho, aunque da algo de calor, pero realza el busto —se deleita en explicaciones mi madre mientras yo sigo con mis palpamientos.
—¿Puedo tocarlo por dentro? —me atrevo a preguntarle mientras casi sin esperar respuesta introduzco mi mano entre la tela vaporosa—. Es cierto, es como un plástico duro —afirmo yo al tiempo que rozo su pezón que queda al aire por encima del moderno artilugio.
—¡Oye, que por ahí no hay sujetador! Sólo es por abajo para “sujetar”, captas la idea... —enuncia entre risas.
Casi sin querer noto que sus braguitas no son tales, sino que lleva un tanga, pues en su cintura apenas noto el tacto de una costura y suavemente exploro hasta el centro de su espalda donde el inconfundible triángulo delata mis sospechas.
—También llevas tanga, ¿no mamá?
—¡Hijo, acaso estás analizando mi estilismo esta noche! —protesta ella aunque sin mostrarse enfadada.
—¡Perdona mami! Es que cuando me fijo en las niñas de mi edad ya veo que llevan estas prendas de vestir, era simple curiosidad.
—Pues ya no te queda mucho por examinar Guille. Ahora es mi turno, ¡a ver qué moda interior lleva el señorito! —exclama ella introduciendo su mano por mi pantalón y bajándola por mi trasero—. Vaya pero qué culillo más prieto tiene mi niño.
Entre bromas y risas mi madre palpa mi trasero por encima y por debajo también del pantalón. Yo también decido jugar y palpo su culo igualmente por encima del vestido y también por debajo, acariciando sus posaderas desnudas.
—¡Oye Guille!, no hemos quedado en que no está bien tocarle a mamá sus partes íntimas.
—Tú me tocas a mi el culo, pues tengo derecho a hacer yo lo mismo, ¿no? —digo para protestar.
—¡Entonces si te toco aquí, qué me vas a tocar a mi! —dice llevando sus manos hasta mi entrepierna palpando mi polla, que a estas alturas estaba ya dura y puntiaguda—. ¡Pero, estás cachondo hijo!
Mi madre parece extrañada por lo que acaba de descubrir y se separa de mi unos centímetros. Yo continúo con el juego y toco su entrepierna, justo a la altura del coño, aunque sólo a través del vestido. Al mismo tiempo lanzo mi boca a su cuello y lo chupo con pasión.
—¡Sí mamá estoy cachondo, no se si será malo pero creo que es por tí! —exclamo mientras chupo su cuello un poco más.
Ella parece dudar unos segundos y se deja hacer, yo aprovecho y subo su vestido colando mi mano en su interior tocando su tanga y sus ingles, pero justo en este momento parece recapacitar y me aparta de un empujón.
—¡No! —me grita—. ¡Esto no está bien hijo, unos juegos pasen pero no podemos continuar!
—¡Lo siento, no lo volveré ha hacer!
Se marcha caminando de vuelta al pueblo, yo la sigo poco a poco hasta colocarme a su altura. Caminamos un buen rato en silencio. Finalmente llegamos al pueblo y nos montamos en el coche, ella arranca y sin mediar palabra comienza a discurrir por entre los carriles sin asfaltar hasta el cortijo. Al llegar a la puerta para el motor y se gira con gesto muy serio hacia mí.
12
—Hijo, no quiero que nos enfademos, pero tenemos que tener cuidado con estas cosas, pues estoy disfrutando mucho de la intimidad que tenemos juntos en estas vacaciones, de la sinceridad en torno al sexo y todo eso, pero no debemos pasar ciertos límites, ¿comprendes?
—Sí, lo entiendo, yo también tuve mis dudas esta tarde cuando me hiciste aquello...
—Guille, tienes que comprender que tal vez me haya equivocado y en un arrebato de pasión haya hecho algo que no debía, como eso. Así que dame tiempo y mientras tanto vamos a seguir como hasta ahora, ¿vale?
—Está bien mami, procuraré no entusiasmarme de nuevo.
De este modo nos despedimos y nos vamos a la cama.
A la mañana siguiente continuamos con nuestras tareas en el cortijo y decidimos pintar una de las fachadas exteriores del mismo. Tras un copioso desayuno en el que apenas hemos mediado palabra comenzamos la pinta de la fachada norte de la casa.
El trabajo discurre monótono y los pensamientos se agolpan en mi mente:
— ¿Estará enfadada conmigo? No debí hacer lo que hice anoche, ¿por qué lo hice? ¿Por qué me atrevía a ir tan lejos? —me digo a mi mismo mientras trabajo.
Lo cierto es que aunque estoy algo confuso un sentimiento claro de deseo se ha arraigado en mi mente hacia mi madre. Deseo su cuerpo, deseo acariciarla, besarla y tocarla, aunque me siento culpable por ello. Me pregunto si ella opinará lo mismo que yo.
Tan absorto estoy en mis pensamientos que al oír un chorrito no me percato de lo que pasa hasta que la veo agachada en el suelo haciendo un pis furtivo.
—Por favor Guille, no mires, es que me ha entrado gana y no me apetecía ir a la casa para hacerlo.
Instintivamente giro la cabeza y sigo pintando aunque la imagen de su coño y del chorrito va a quedárseme grabada en mi mente el resto de la mañana.
En silencio pesa en mi alma y un sentimiento de culpabilidad comienza a inundarla, con lo bien que lo estábamos pasando en los últimos días. Decido probar suerte e intento disculparme de nuevo.
—Perdona lo de anoche, mami, no sé en qué estaba pensando para hacer lo que hice.
Mi madre ser sorprende por mi arrebato de arrepentimiento y piensa unos segundos antes de contestar.
—No le des mas vueltas hijo, lo hecho, hecho está. Yo creo que también tengo la culpa, por no darme cuenta de lo que estaba pasando y creo que te incité un poco al dejarme acariciar por ti, a lo mejor por eso malinterpretaste la situación.
Espontáneamente se acerca hacia mí y me repite que no pasa nada que intente olvidar el asunto y ya está. Me estampa un par de besos y cuando ve que estoy bien me invita a seguir pintando. Aunque ahora parece querer continuar charlando y comienza una conversación sobre si me gustaría hacer algo distinto esta tarde.
—Pues no sé, supongo que a bañarnos como siempre —asiento yo mostrando mi aburrimiento por las alternativas.
Mi madre parece contrariada, es cierto que la rutina diaria comienza a cansar. Pero entonces le surge una idea.
—Ya lo tengo, ¡nos iremos a la playa!
—¿A la playa? —pregunto yo extrañado por la idea.
—¡Sí, exacto! En una hora podremos estar en la playa, si quieres cogemos el coche y nos vamos. Cuando lleguemos buscamos un hotel y nos quedamos unos días.
—Pero, ¿y esta casa? —la interrogo ante su improvisada propuesta.
—Serán unos días, como mucho una semana, supongo, y el cortijo nos estará esperando. ¡Venga vamos a recoger antes de que se nos haga más tarde.
En apenas una hora cogemos lo justo para pasar unos días fuera, y emprendemos la marcha a eso de la una de la tarde. Menos mal que el coche tiene aire acondicionado porque sino nos derretíamos por el camino.
En apenas hora y media estamos ya divisando la costa y conforme nos adentramos en la turística ciudad observamos como sus habitantes hacen honor a este adjetivo. Rubios y rubias, pelirojos y pelirojas, mulatos y mulatas denotan su procedencia extranjera en este pueblo antaño repleto de pescadores que malvivían con lo que arrancaban del mar todos los días.
Lo primero es comer, así que mi madre localiza un restaurante, por supuesto abarrotado de gente, y descansamos un poco tras el repentino viaje mientras reponemos fuerzas. Entre el bullicio de gente me deleito con las jovencitas y no tan jóvenes en bañador. Mi madre parece darse cuenta y sonríe con picardía.
—Qué, por ahí el ambiente está mejor que en el pueblo, ¿verdad? —sugiere mi madre sonriéndome.
—Bueno, un poco —afirmo yo quitándole hierro al tema.
Tras la larga comida por fin pedimos la cuenta y pagamos. Ahora comienza un nuevo reto, buscar hotel.
Quién lo diría, ya es el cuarto que visitamos en una hora y nos dicen que está completo. Empiezo a verme de vuelta por la noche al pueblo, aunque mi madre está tranquila y me dice que no me preocupe, que ya encontraremos algo.
Al final le comentan que en pueden quedarles habitaciones en un cinco estrellas a las afueras del pueblo, eso si, nos saldrá algo más caro, pero mi madre acepta sin dudarlo y nos dirigimos al mismo.
Sorprendentemente también está lleno, a pesar de que son casi 300€ por noche. El encargado reconoce enseguida a mi madre y se acerca a la recepción saludándola y felicitándola por su último libro. Desde luego no hay nada como ser famoso para que te atiendan bien. Se pone manos a la obra y tras un par de consultas en el ordenador nos ofrece una habitación de matrimonio con una cama, aunque añade que no habría problema en poner una cama más para mi en la habitación.
Mi madre acepta encantada, aunque rechaza la oferta de la cama supletoria, “podemos dormir juntos” asiente, “es mi pequeño” concluye poniéndome colorado delante del encargado. Así que por fin subimos y nos instalamos cómodamente. Descansamos un rato y con impaciencia mi madre me apremia para que me ponga el bañador y vayamos a la playa para aprovechar lo que queda de tarde.
El mar está espléndido, con suaves olas y una luz radiante, ya no hace tanto calor como al medio día. Hemos venido en un minibús que el hotel posee para cubrir los aproximadamente dos kilómetros que nos separan esta fina arena amarilla.
Mi madre extiende su toalla y se libera de la ropa con presteza. Para mi sorpresa se quita la parte superior del bikini y se dispone ha hacer top-less como cualquier mujer liberada. Tras la untura de cremitas de rigor comenzamos a descansar y tomar el sol encima de la toalla. Ella lee y yo, escondido tras mis gafas de sol observo el paisaje...
Hay muy buen ganado en esta playa, concluyo tras unos minutos de observación. Y así apuramos los últimos rayos de sol. Definitivamente esto sí es vida.
13
Ya por la noche no tenemos ganas de salir por el pueblo y tomamos una romántica cena en la terraza del hotel, escuchando música de piano en directo, sin duda todo un lujo. Mi madre luce su mejor vestido y yo aunque no tenía ropa para la ocasión en seguida se han encargado en el hotel de buscarme unos pantalones de pinzas, una camisa y unos zapatos de vestir, cosas del dinero.
Tras la cena hay baile y aunque me da vergüenza mi madre insiste en bailar conmigo agarrados, y se muestra como una estupenda maestra de baile de salón. En el proceso no puedo evitar fijarme en su escote y acariciar su cintura, sentir el roce de sus pechos contra mi pecho y me excito. Juraría que ella lo ha notado pues mi pene abulta tras la cremallera, pero no le da importancia y sigue como si tal cosa.
Tras casi dos horas de baile decido que ya no más y nos tomamos unas bebidas en la barra de la terraza.
—¿Te estás divirtiendo? —me pregunta mi madre tras tomar un sorbo de su vaso.
—Mucho mamá, esto sí que son unas vacaciones —afirmo yo sin dudarlo.
—¡Cómo! ¿Acaso no te divertías en el cortijo? —dice ella aparentando estar ofendida.
—Bueno, admito que tiene su lado bueno, pero es que esto es puro disfrute, todo lo tenemos hecho, ¿no crees?
—Si, desde ese punto de vista si, pero, ¿no te gusta la tranquilidad de aquellos parajes? ¿Tener “una playa” para nosotros solos? —dice mi madre refiriéndose al lago como playa, la verdad es que no lo había visto de esa manera.
Bostezo, mi madre me mira y me dice que nos subamos a la habitación, allí dos desvestimos y hago un pis mientras mi madre se quita el maquillaje, cuando me doy cuenta de que me observa.
—¿Me estás mirando? —pregunto avergonzado.
—Si, es que me parece muy curioso —confiesa ella.
Y ahora con descaro la observo que mira mi pito mientras hago pis.
—Bueno, a mi también me resulta “curioso” verte hacerlo a ti, el otro día te vi sin ir más lejos —le digo mientras me dejo observar.
—¿Y te gustó?
—Fue curioso —me limito a admitir mientras le sonrío.
Corto algunos trozos de papel higiénico y me limpio mientras ella no deja de observar. Tras esto me la guardo en mis calzoncillos.
—Bueno ahora es mi turno —dice ella mientras yo me aparto.
—¿Puedo mirar? —digo mientras me pongo a su lado, frente al lavabo.
—¡Ni hablar, eso es una guarrería! —sentencia mi madre y me echa del cuarto de baño.
No puedo dormir, no hago más que dar vueltas en la cama, la noche es muy calurosa y aunque he intentado que mi madre pusiese el aire acondicionado, ella ha insistido en que mañana estaríamos resfriados y que nos estropearía las vacaciones. Así que opto por levantarme e irme al balcón.
Aquí se está algo mejor, la suave brisa marina me refresca. Todo está en absoluta calma, aunque hay algunos clientes levantados aún, a juzgar por la luz que sale de algunas habitaciones. El cielo está sereno y estrellado como una noche de verano cálida y esplendida en la que estamos.
Al rato mi madre aparece por detrás y casi me da un susto de muerte.
—Hace calor, ¿verdad hijo?
—Si, no podía dormir.
—Yo tampoco puedo, ahora estaría bien un bañito en el mar, ¿verdad?
—¡Oh si, pero está muy lejos y ahora no hay autobús!
—Y qué más da podemos coger el coche, darnos el baño y venirnos a acostar, ¿te apetecería hacerlo?
—¿No será muy tarde? —pregunto algo preocupado, ya son las tres de la mañana.
—Claro que no, aquí está entrando y saliendo gente constantemente.
En diez minutos estamos vestidos informalmente y con los bañadores debajo. Mi madre oculta las toallas en una mochila mía y con ella al hombro salimos discretamente del hotel.
El parking está en penumbra, avanzamos hasta el coche y un leve movimiento en un coche próximo llama mi atención. Se lo indico a mi madre con un gesto, pero ella me hace señas para que permanezca en silencio.
Entramos en el coche.
—Se ve que a algunos les pone más hacerlo en el coche que en la habitación, ¿no?
—¿Tú crees que estarán follando en el coche? —pregunto yo con mi clásica inocencia.
—Por los movimientos del vehículo casi seguro. No te parece excitante, igual hay gente en la playa haciendo lo mismo así que procura no llamar mucho la atención, ¿de acuerdo?
Arrancamos y salimos del hotel en dirección a la fina arena que nos espera. Los amantes furtivos se quedan en el parking continuando su relación.
Al llegar mi madre aparca junto a la carretera y cruzamos los pinos por una pasarela de madera. Al llegar no divisamos ni un alma, aunque la verdad es que la noche es oscura y tampoco se ve mucho.
Extendemos las toallas y guardamos la ropa en la mochila.
—¿Oye Guille y si nos bañamos desnudos? El agua tiene que estar deliciosa y las olas te hacen cosquillas en todo el cuerpo, ¿te atreves?
—Vale, ¿por qué no? —contesto yo sin poder creer lo moderna que se está volviendo mi madre.
Nos acercamos a la orilla y la primera sensación es de frío, el agua está fresquita pero acostumbrados al río cerca del cortijo podemos soportarlo y nos vamos adentrando poco a poco entre las olas.
Mi madre coge mi mano para no caerse por los leves movimientos del agua. La sensación es extraña y aunque el oleaje es muy suave parece como si te mareases un poco a no ver nada y sentir las olas al rededor.
Apenas adivino su silueta desnuda en la oscuridad de la noche, pero si siento su mano caliente cogiendo mis dedos.
Ya estamos metidos de lleno en el agua, mi madre se sumerge y nada unos metros, yo la espero agachándome un poco hasta que el agua me cubre por el cuello. Una vez acostumbrado a la temperatura del líquido y salado elemento comienzo a estar fenomenal, está calentita calentita y se está mejor dentro que fuera con la brisa marina.
—¡Está estupenda verdad! —afirma mi madre ya de regreso acercándose a mi.
—Si, está calentita. Te has fijado en este cielo tan estrellado, es como en el pueblo —observo yo maravillado al ver la luminosidad del Camino de Santiago.
Espontáneamente mi madre se acerca y me besa en la mejilla, yo, aprovechando su gesto, la abrazo y me pego a ella para poder sentir sus pechos desnudos sobre mi piel y tal vez algo más abajo, su pubis peludillo contra mi pene. Le doy otro beso en el cuello y le susurro al oído: “Lo estoy pasando muy bien estas vacaciones contigo”.
—Yo también Guille, me alegro de poder dedicarte todo mi tiempo.
Su cuerpo, aun debajo del agua está caliente y suave y me excita pensar que tengo mi pene a solo unos centímetros de so coño. Sus pechos, de un tamaño hermoso y de tacto suave y gelatinoso resbalan sobre mi piel volviéndome loco.
De pronto mi madre me echa agua y se pone juguetona, zafándose de mi abrazo me echa agua en la cara, yo le sigo el juego.
—¡A que no me coges! —grita lanzándose a nado.
La sigo, nadando con todas mis fuerzas me acerco a ella pero sin poder cogerla, se nota que está en forma con sus sesiones de gimnasio y me mantiene la distancia. Tras nadar unos veinte metros las fuerzas nos abandonan momentáneamente y se para delante mío, consiguiendo entonces alcanzarla.
De nuevo vuelvo a abrazarla juguetonamente colgándome de su cintura como si fuese un niño pequeño bajo el agua, poniéndole mis testículos y pene en la barriguita y agarrándola por el cuello.
—¡Jo hijo, cuanto pesas ya, apenas puedo contigo! —afirma aunque me continúa agarrándome en mi abrazo.
Tras unos segundos me hace bajar y vuelve a los juegos, me echa agua de nuevo y al ir a girarse para huir de mi me anticipo a su movimiento y la agrazo por detrás, con una mano por encima del hombro y la otra bajo su axila contraria ciño mi abrazo sobre sus pechos, justo entrelazando mis manos en su canalillo. La pego de nuevo a mi cintura y noto como mi pene erecto choca contra su culo redondito.
—¡Te pillé! —le susurro al oído mientras ella forcejea.
En el juego mi pene se desliza y busco a propósito el hueco entre cachete y cachete, metiéndolo por él, hasta llego a notar cómo sus pelillos me pinchan el glande. Mis manos ahora la sujetan por la cintura, las entrelazo en su barriguita y la aprieto un poco más pegándome a su espalda, sintiendo la magnitud de su prominente culillo en mi estómago.
Sin duda que tiene que notar mi erección entre sus muslos y de repente deja de moverse y sólo la oigo jadear tras el esfuerzo. Con un temblor por todo el cuerpo debido a la emoción y los nervios del momento apenas acierto a subir mis manos desde su cintura hasta sus tetas juntándolas en su canalillo, recogiéndolas con mis manos cuan si de palas se tratase. Ella parece permitir mi atrevimiento y se queda quieta.
Tras unos momentos de clama se gira y parece querer preguntarme algo, pero sin darle tiempo a hablar me abalanzo sobre su teta izquierda y busco su pezón con mis labios en la oscuridad, chupándoselo y degustando su dulce sabor salado.
—¡Guille!, ¿pero qué me quieres hacer? —me pregunta aunque de sobra sabe mis intenciones.
—¡Oh mami me encantan tus pechos! —exclamo yo abrazándola por la cintura y bajando las manos hasta su culo.
De un fuerte empujón la acerco hacia mí, clavando literalmente mi pene en su monte de venus, incluso me hace un poco de daño cuando se dobla y se queda para arriba, aplastado entre ambos cuerpos.
—¡Oh, qué dura la tienes! —exclama mi madre abrazándome por el cuello—. Anda toma un poco más de mis pechos, que ya veo que estás muy necesitado de ellos.
Me acerca su otra teta y la chupo con más pasión aún, ahora la beso con fuerza hasta que mi boca queda atrapada en su canalillo con ambas tetas a su lado, ella aprieta mi cabeza contra su pecho y sus tetas literalmente estrujan mis mejillas a cada lado.
—¡Nos salimos ya Guille!
—¡Vale mami! —comento yo entusiasmado.
Sin soltarme de la mano salimos juntos de la mar. Entonces nos damos cuenta de nuestro error, no encontramos las toallas. Así que con un poco de paciencia caminamos por la arena con la esperanza de pisarlas. Ella continúa cogiéndome la mano.
—¡Qué quieres que hagamos Guille! ¿Estás seguro que quieres que sigamos por este camino? —me pregunta mientras buscamos.
—¿A qué te refieres exactamente? ¿No te entiendo?
—Te lo diré claramente, ¿es que quieres follarme? ¿Follar con tu mami?
Ante la rotundidad de la pregunta no sé qué contestarle, y opto por quedarme callado mientras no encuentre una respuesta apropiada.
—A mi también me da mucha vergüenza esta situación hijo, ni yo misma sé si sería capaz de hacer algo así... pero en el fondo admito que me siento atraída sexualmente por ti.
—Yo también mami, te quiero mucho, como antes, pero es que además cuando estoy cerca de ti, te veo desnuda, te acaricio la piel o incluso siento tus tetas sobre la mía, me pongo cachondísimo y en esos momentos sólo se que sería capaz de follarte sin pensarlo más.
—En el agua te ha pasado, he sentido tu polla acercarse a mi culo y admito que la sorpresa me ha gustado Guille, por unos segundos he perdido la cabeza y te he dejado continuar a ver qué eras capaz de hacerme... ¡oh vaya, aquí están las toallas! —exclama mi madre tras rozar una de ellas con su pie—. Vamos a sentarnos y lo hablamos, ¿vale?
—Está bien mamá, pero empiezo a no querer hablar mucho del tema, porque cuanto más lo pienso más culpable me siento.
—Hablar no es malo Guille, nos ayudará a superar nuestros miedos y si tiene que pasar algo que pase, después será nuestro secreto y de nadie más.
Un poco harto de tanta conversación decido pasar a la acción y me siento junto a mi madre, chupándome todos los dedos de mi mano derecha no dudo en llevarla hasta sus muslos obligándolos a abrirse y la conduzco hasta sus labios vaginales externos. Le froto el coño suavemente, con la saliva enseguida sus labios exteriores se abren y descubro que los interiores están superlubricados, ratificándome que ella también se ha excitado por el abrazo marino de antes.
—¡Oh Guille, qué impetuoso eres! —exclama mi madre sin atreverse a apartarme la mano de su húmeda vagina.
—Hagamos un trato mami, estas serán las últimas palabras que pronunciaremos esta noche, vamos a hacer lo que tengamos que hacer y mañana ya tendremos tiempo de pensar y hablar.
—Vale Guille, a ver hasta donde eres capaz de llegar —dice mi madre incitándome a seguir.
En la oscuridad de la playa mis labios buscan la fruta prohibida. Mi nariz la huele, ya a escasos centímetros de esta, entonces mi lengua sale de entre mis labios y saluda a su chochito, propinándole toda una serie de lametones de abajo a arriba y viceversa. Mi madre se ha tumbado, con las piernas abiertas y ligeramente flexionadas me acoge entre sus muslos y me deja hacer... ¡por fin!
Saboreo los delicados jugos de su coño, mi boca no se cansa de comerlos y continúa estimulando su segregación. Lamo su clítoris, lo chupo, lo beso, hago que ella se vuelva loca del placer que obtiene con mis atrevidas caricias.
—¡Méteme los dedos Guille! ¡Vamos! —me implora y yo obedezco.
Mis dedos se pierden en su delicioso interior, suave, muy suave y húmedo, muy húmedo. Follarla con los dedos es toda una delicia y mientras lo hago ella me coge la cabeza y me obliga a seguir lamiéndole el clítoris. Así meto y chupo, lamo y meto.
Me afano en la tarea y disfruto viéndola gozar, la estoy haciendo gozar mucho. Tanto es el celo que pongo que mis actos se ven recompensados en forma de orgasmo.
Mi madre se corre en mi boca, mis labios chupan su clítoris y entre estertores mi lengua se pierde entre sus labios vaginales, bebiendo sus jugos: ¡se corre! ¡se corre irremediablemente en mi boca!
Desatado me incorporo y cojo mi polla tremendamente excitada, la apunto a su sexo, quiero metérsela, llenarla con ella, sentir el calor de su coño abrasador envolviendo mi pito dentro de ella.
Pero me ve y alarmada cierra sus piernas.
—¡No Guille, eso no! Entiéndelo, los juegos si, pero eso ya son palabras mayores.
—Pero te deseo, ¡antes me dijiste que te hiciera lo que quisiera! —digo protestando.
—No pasa nada Guille, mami te complacerá de otra forma verás cómo te gusta.
Se incorpora y me hace ocupar su lugar, me tumba y ahora es ella la que se agacha y me chupa mi pito, se lo traga entero y siento su calor abrasador, no sé si su coño será como su boca, pero me deja sin respiración, la sensación es brutal y me entrego a ella. Ésta chupa con fuerza mi polla erecta, me masturba con la mano a conciencia y yo, tan excitado estoy que no puedo parar y cuando mi orgasmo se aproxima es la ola que sube por encima del espigón del puerto.
—¡Me corro! —digo rápidamente para avisarla, pues me parece de mal gusto no decírselo.
Entonces mi madre se la saca de su boca y sigue masturbándome, mientras andanadas de semen salen de mi glande a modo de fuente de leche, caliente y viscosa que se desparrama en torno a mi pene, tremendamente duro y excitado, mientras yo tiemblo de puro placer, sufro unas contracciones extrañas, nunca había sentido tanto vértigo, una mezcla de placer inenarrable y un vértigo que hace que todo mi cuerpo se estremezca.
Para más inri, cuando mi corrida termina ella vuelve a meterla en su boca y chupa los restos de semen que debe haber en mi glande. Esta nueva sensación es brutal, se une al placer anterior, pero éste es más suave y delicado, aunque muy, muy placentero, todo está super sensible ahí abajo, pero ella lo sabe y actúa en consecuencia.
Pacientemente sigue chupando mi delicado glande y yo siento que me elevo, como si flotase. Imagino que estar colocado debe ser como esto, sentirte flotando como en una nube.
Me he corrido y ella me ha derrotado, al final, de nuevo se ha salido con la suya, ¡maldita! Pero, ¡qué delicioso final!
PD.: Si te gusta la serie, tal vez te gusten mis novelas: Náufragos (B07B1MLJ8N) o Las Memorias de Adam (B07WLLM982), las puedes encontrar en cualquier web de amazon buscándolas con los códigos entre paréntesis. https://www.amazon.fr/Zorro-Blanco/e/B083JZJ3H3/ref=dp_byline_cont_ebooks_1
5 notes · View notes
flash56-chase05 · 1 year
Text
Esperas mortales
Veo necesario rectificar uno de mis primeros fics, Decepción, que publiqué para la Rare Pair Week 2022. Sabía desde hacía tiempo que iba a tener que hacerlo, e incluso se me llegó a pasar por la cabeza borrarlo y reescribirlo, pero, al formar parte de un evento, prefiero dejarlo ahí.
Pero publico una corrección de los hechos para que no sea confuso con todo lo planificado para más adelante.
Irlanda viajaría a España —por primera vez, todo sea dicho—, en 1602 después de la batalla de Kinsale, pero, al contrario de lo que se dice en el fic, no lo haría sola; habría acompañado a "Red" Hugh O'Donnell y a otros nobles en su viaje para solicitar una nueva ayuda a Felipe III.
Serían recibidos en La Coruña con honores por el Gobernador de Galicia y el Arzobispo de Santiago, donde asistirían a la fundación de un Colegio Irlandés y visitarían la Torre de Hércules, lugar de gran importancia para la mitología irlandesa.
(Irlanda no podría evitar acercarse a la torre y recordar a su padre, aunque fuese por un simple segundo, junto a todas sus historias).
Tras hospedarse en la casa del Gobernador, Irlanda habría aprovechado para preguntarle por España —al que no había avisado de su plan por falta de tiempo—, y se habría encontrado con que estaba ausente en América.
A la vez que O'Donnell mandaba cartas al Duque de Lerma y al Rey, Irlanda intentaría encontrar las palabras con las que comunicárselo, aunque no conseguiría nada antes de que, en abril, el noble decidiese entrevistarse con el Rey en la propia Corte para insistir en la ayuda que no hacía más que ser aplazada.
Ella lo acompañaría hasta Valladolid, donde sufriría la falta de respuesta por parte del Monarca y se decidiría por fin a enviarle una carta a España para pedirle que intercediese por el noble. Desafortunadamente, no habría manera de que llegase a tiempo.
Sería obligada a presenciar la enfermedad de O'Donnell, ya en septiembre, y su posterior muerte a los pocos días.
[Se dice que fue envenenado por un irlandés, James Blake, por orden del Gobernador inglés de Munster, pero la Historia está llena de conjeturas, y ni en ese momento ni ahora, conociendo los síntomas, se ha probado que pudiese ser así, por lo que dejémoslo como una incógnita].
Ella estaría allí para llorarlo y rezarlo, para acompañarlo en su entierro en un Convento franciscano, y para enviar una carta a su hermano, Ruarí O'Donnell, avisándole de su muerte.
Y en diciembre sería cuando llegaría España, que se presentaría de inmediato ante ella. Irlanda le recriminaría que no hubiese estado presente en sus últimos momentos, que ni su Rey ni su valido hubiesen tenido el valor de enfrentarle y le hubiesen permitido pudrirse en una torre.
España no podría hacer más que abrazarla y consolarla en el llanto que había acompañado a sus gritos, recriminándole mentalmente a su Rey ese repentino abandono de tan leales vasallos.
(Porque su presencia allí tampoco hubiese asegurado nada.)
Él la habría acompañado hasta su casa, puesto que, por más que lo desease, Irlanda sería consciente de que, por el momento, no podría volver.
[La Guerra de los Nueve Años (1594-1603), a pesar de tener las mayores victorias de los irlandeses sobre los ingleses, acabaría un año después. Sin embargo, desde la derrota en Kinsale se sabía que la ganarían los ingleses, y ya se estaba planeando la Fuga de los Condes, un evento recordado como el final de la era medieval irlandesa, que tendría lugar en 160].
Ella misma se encargaría de recibir más adelante a Florence Corny, el confesor francisco de Ruarí O'Donnell que sería enviado a la Corte española como asesor sobre los asuntos irlandeses y tendría un papel esencial hasta su muerte en Madrid en 1629.
5 notes · View notes
you-moveme-kurt · 1 year
Text
Glee «Things I have to do»
Inspirada en la foto de la nota que Chris Colfer publico en su Instagram hace días y que lee mientras escribe... 
Febrero de 2035
-¡Hace mucho frío!, ¡hola!... —grito Lizzie llegando a la cocina, Blaine estaba sentado a la mesa con su computadora abierta, el teléfono móvil  a la mano y a un costado de todo, un lápiz y su agenda de papel que tanto le gustaba. -Hola Princesa… ¿qué tal la escuela?.. -Aburrida como siempre… -¿Tu hermano? -Dijo  que iba a casa de Liang, que ustedes sabían, ¿saben?, ¿o esta mintiendo y me esta poniéndome a mí en una posición súper incómoda?… ¡hola! -Sabíamos Princesa, tranquila… -Ah, ok…  ¿acaso no me escuchaste?… ¡hace mucho frio!… ¡doble hola!… —repitió alzando aún más su voz y frotando los brazos como si quisiera entrar en calor abrazándose a sí misma. -Lo se, pero,  ¿podrías bajar el tono de tu voz?…—pidió Blaine señalando con la mirada a Noah que dormía en su silla transportable. -Ups… lo siento… ¡perdóname hermanito!... —añadió la chica en un grito esta vez como ahogado. -Mucho mejor…  —dijo su Papá sonriendo— ahora, lo que decias tiene sentido,  he estado mirando los informes meteorológicos y al parecer que se viene una ventisca de proporciones… —aseguró Blaine chequeando al bebé primero, luego su teléfono y señalando el televisor después. -¿Cómo puedes concentrarte haciendo tantas cosas a la vez?… —quiso saber Lizzie mirando la computadora, el teléfono, la agenda, el televisor y al pequeño Noah. -No son tantas cosas, el televisor lo miró por momentos, tengo mi teléfono solo por si es que hay alguna llamada importante, Noah esta dormido y con el computador y la agenda estoy tratando de organizar el próximo mes antes de compatibilizarlo con el del Papá…
-¿Muchos asuntos surgieron después del programa de Jimmy Fallon?...  —pregunto la chica mientras hacia andar la maquina de cafe y abría uno de los cajones y sacaba un  mantel blanco con bordes dorados irregulares para arroparse, Blaine no supo si reír o advertirle que a Kurt no le parecería correcto que su lencería de mesa Mirasol de la marca Matouk inspirada en la  Worth Avenue de Palm Beach,  fuera usada de esa manera. -Algo así… mucho así en realidad… —contestó Blaine haciendo un gesto engreído y divertido con su cara. -Es una buena noticia… ¿verdad? -Una muy buena Princesa, en un pésimo momento por cierto… pero muy buena noticia… -¿A qué te refieres con un pésimo momento?... —preguntó de vuelta Lizzie al tiempo que abría una de los anaqueles altos para sacar dos tazas. -A que… bueno… bien sabes que cuando tengo muchas actuaciones, estoy más que  perdido aquí, cosa que no es compatible con un bebe recién nacido,y... -¡Ay «Papáblen»! -¿Qué? -Hablas como si fueras un obrero de la clase baja, sin beneficios y sin ayuda de nadie…—dijo mientras abría el refrigerador y sacaba la caja de leche. -¿Revolución Industrial en la clase de historia Princesa? -Evolución del movimiento obrero en latinoamerica mas bien… —corrigió Lizzie siendo ella la que hacía esta vez el gesto engreído mientras ponía la leche en medio de la mesa y apagaba la cafetera después, Blaine gesticuló un «oh» como suspendido y se quedó mirándola  su hija— lo que trato de decir es que ustedes, y por consiguiente nosotros… somos súper privilegiados, partiendo porque tenemos a Julianna para encargarse del bebé aquí…—explicó Lizzie mientras alineaba las tazas y servía café en partes iguales. -Lo se Princesa, pero es que a lo que me refiero, es que a mi no me gusta perderme cosas de su desarrollo… —Lizzie alzó una ceja mientras ponía uno de los cafés en frente de Blaine y se dejaba el otro para ella, vertió leche en el suyo y se acomodo en la silla arropandose aún más con el mantel de lujo. -¿Y qué cosas? -Cosas… ¿qué tal si Noah empieza a hablar por ejemplo? -¡Ay «Papáblen»!, Noah lo único que hace es dormir y lo otro…  —exclamó Lizzie poniendo un poco de cara de asco cuando mencionaba lo de lo «otro»— te aseguro que no te perderás de nada si aceptas un concierto más este mes, tal vez tengas mas quejas del Papá que de Noah… ¿dónde esta él a propósito? -Arriba escribiendo… estábamos a punto de empezar nuestra coordinación de actividades para Marzo y le vino una inspiración repentina… así es que se apoderó del estudio de grabación y esta en eso desde hace como… una hora… —explicó Blaine mirando el tiempo transcurrido en su reloj pulsera. -Genial… ¿por eso Noah esta aquí? -Por eso y porque… -Lizzie… ¿estás aquí?.. —dijo Kurt apareciendo de pronto en  la cocina por la escalera de servicio. -Así parece… —contestó la chica sonriendo ampliamente. -¿Ese es mi mantel Matouk?  —pregunto señalando con lo que su hija estaba arropada, la chica se miró, encogió los hombros y se cobijó aún más. -¿Esos son mis pantalones de ejercicio? —pregunto de vuelta Blaine señalandolo a él. -¿Qué?... —dijo su esposo como sintiéndose pillado en algo. -Mis pantalones, los deje sobre la cama porque después que terminaramos aquí saldría a correr… -¡Ah!, claro… pero no son...  —respondió Kurt dándose media vuelta, tomó el rollo de papel toalla y se lo puso bajo el brazo, acto seguido abrió el closet de los productos de limpieza y sacó una esponja, unos guantes y un balde de plástico, además de un envase de producto con gatillo difuminador— permiso… —dijo retirándose sin dar más explicaciones, Lizzie y Blaine intercambiaron miradas cada uno más confundido que el otro. -¡¿Que demonio fue eso?!.. ¡hola! -Lenguaje Princesa… -¡Noah esta dormido!… -Aun así… -Uy,  esta bien… ¿qué diantres ha sido eso? —preguntó Lizzie haciendo ademanes de señorita bien portada. -Loca… y no lo sé… pero es mi trabajo averiguarlo… ¿podrías…?... —Blaine hizo ademán de levantarse al tiempo que señalaba al bebé. -Ve, yo veo a mi hermanito… -¿Segura?... —preguntó mientras cerraba su computador, la agenda y se guardaba  el teléfono móvil en el bolsillo. -Obvio… además esta dormido y si se desordena, le doy café… —respondió Lizzie levantando y dando un sorbo a  su taza. -Princesa… -Es broma… ¡hola!... -OK… igual cualquier cosa, das un grito ... y de eso si sabes… —terminó por decir Blaine desapareciendo por la escalera de servicio.
-¿Kurt?... —dijo mientras entraba en el estudio de grabación, el aludido estaba de rodillas limpiando con ahínco la silla y parte de la alfombra— ¿que paso?... —agregó terminando de entrar. -Nada… ¿qué haces aquí? -Nada… es decir… tu actitud allá abajo fue un poco extraña y quise saber si estaba todo bien, si tu estas bien… -Lo estoy… —contestó Kurt pasando una esponja con producto limpiador en el asiento de la silla. -¿Derramaste algo?, porque te advierto que me da lo mismo, esa silla ha acumulado manchas desde el 2019… -No derrame nada, tuve… tuve un accidente…—dijo Kurt sintiendo que se ponía colorado, Blaine entendió de inmediato a qué se refería con lo del «accidente» y no pudo evitar soltar una pequeña risa— no te rías de mí por favor…—pidió incorporándose. -No me rio… lo siento… pero…  ¿acaso te hiciste pipí?...  —preguntó mirándolo con ternura. -No… bueno… si, pero no fue algo que planeara desde que me senté a escribir… —añadió quitándose los guantes de goma para dejarlos dentro del pequeño balde junto con la esponja y el limpiador con gatillo. -¿Qué pasó entonces? -Primero prométeme que no le contaras a nadie… -Obvio que no le contaré a nadie… -¿Seguro?, porque ya te veo contándolo en una reunión social como una anécdota de tu esposo estupido e incontinente… -Kurt… vamos… —dijo Blaine acercándose a él. -Lo siento… lo que acabo de decir suena como a algo que tu no harías jamás…—contesto Kurt cruzándose de brazos mientras se medio sentaba en la mesa de sonido, Blaine reafirmó eso encogiéndose de hombros— ¡esto es tan estupdo y vergonzoso!… —exclamó tapándose la cara. -Tan solo no alcanzaste a llegar al baño, a mi me ha pasado cientos de veces, una vez incluso estuve a punto de orinar dentro de mi guitarra… -Mentiroso… -¡Es la verdad!, puedo probarlo… —insistió ubicándose a su lado. -Pues yo no pensé en esa posibilidad, y me pasó por creer que tenía dominio sobre mi vejiga y que mis esfínteres funcionaban bien… pero se me durmió un pie y al tratar de levantarme para ir al baño me caí y bueno… pasó lo que pasó… me quite la ropa sucia  y tome lo primero que encontré que resultaron ser tus pantalones… -Lo siento… -Juro que iba a tomar un break,  pero no quería olvidar la idea que tenía en la cabeza… creo que esta es la última vez que me encierro solo a escribir con dos botellas de agua en el cuerpo… -¿Dos botellas? -Si… bebi antes más de lo que necesitaba para no tener que levantarme a buscar hidratación…  cosa que me lleva  a pensar que si estoy con más gente, al menos se que me recordaran ir al baño… me siento super estupido… -No te sientas así… primero porque fue un accidente que le puede ocurrir a cualquiera, segundo, porque al parecer no fue tanto porque todo huele a limón aquí dentro y tercero, porque se por experiencia propia que tus esfínteres funcionan a la perfección… —dijo Blaine sonriendo con picardía, Kurt sintió que se ponía más colorado que antes— ¿te dejo solo?, ¿para que sigas con tu inspiración? -No.. prefiero ir a la cocina, si me quedo solo, quizás que cosa pueda pasarme… -No te pasará nada…—aseguró Blaine haciendo chocar su hombro con el de él—, además tengo una  idea… —dijo apartándose para abrir un par de cajones, sacó una libreta de notas autoadhesivas y un marcador y comenzó a escribir. -¿Qué haces? -Asegurándome que no te vuelva a pasar lo que pasó… listo… —dio terminando, depego la primera nota y la pego en la orilla del computador de su esposo, Kurt se acercó y comenzó  a leer: -«Cosas que debo hacer: -Beber agua (de a poco), -Estirar las piernas, -Besar a mi esposo, -Ir al baño aunque no tenga ganas»…. dulce…—dijo sonriendo. -Así, puedes quedarte aquí conectado el tiempo que quieras y ninguna de esas ideas brillante que tienes se escapara sin que antes la tipees en tu computadora… -Gracias… -De nada… -¿Puedo hacer de inmediato algo de esas indicaciones?… -Por supuesto… -Ok… —dijo Kurt sonriendo, se mordió un segundo el labio mientras se acercaba más a su esposo y lo beso con pasión, después de todo, esa era una de las cosas que debía hacer mientras escribía.
4 notes · View notes
Text
Cada vez que publico algo haciendo referencia directa o indirectamente a mi experiencia como víctima de abuso psicológico, aparece alguien para darme algún consejo. Algunas personas dicen cosas muy interesantes, sobre todo otras víctimas que sufrieron abusos peores que el mío y que tienen mucho más para aportar sobre el asunto que yo, hablan desde la empatía, la solidaridad y la contención. Obviamente vengo a hablar de las otras, las que con toda la buena voluntad del mundo vienen a informarme cosas que se supone no se o a recomendarme métodos de sanación o superación que se parecen más a una tomada de pelo que a una ayuda bienintencionada. Hablé al respecto con mis amistades, con profesionales de la salud mental, con otras víctimas de abuso de toda índole, y les mostré mi “lista de personas que están autorizadas a dar algún consejo a una víctima de abuso y que no tienen ni puta idea de quién es”. Todas las personas consultadas estuvieron de acuerdo con la lista, y es la siguiente:
Otras víctimas
Psicólogxs
Psiquiatras
Y dentro de las personas que sí tienen una puta idea de quien sos: amistades y algún amor si es que existe tal cosa.
El resto mejor abstenerse, les aconsejo no dar consejos que no les piden y menos a desconocidxs, porque no saben con quién están hablando, cómo lo puede tomar, como le puede afectar, y aunque les parezca difícil de creer hay cosas que para alguien puede sonar positivo y para otra persona puede sonar muy negativo o abrir innecesariamente una herida que venía cicatrizando bastante bien. Una opinión sin sustento es peligrosísima. Igual un cráneo vacío en cuerpos aún vivos. Cuando menciono estas cosas me dicen “y para qué publicás si al final no querés que opinen o solo querés que opinen lo que te gusta a vos” y mi respuesta es “oh sí, quiero que opinen, que digan todas las cosas posibles, simplemente me dedico a bloquear idiotas. No soy escritor, soy un cazador de imbéciles, y la poesía mi cebo”.
Tumblr media
Acostumbradoalfindelmundolandia: linktr.ee/acostumbradoalfindelmundo
3 notes · View notes
2/5 Si es cierto que las fotografías realizadas a MJ coincidían con el esquema descrito por Jordan.¿por qué el Ministerio Fiscal (o el equivalente en eeuu) no actuó de oficio? Sobre esto no he encontrado ninguna fuente verídica. Solo algo de que varios investigadores y el fiscal del distrito "dicen que" coincidía. Lo que a ellos le parezca es irrelevante. Sin un informe forense que indique las coincidencias, no se puede afirmar o negar nada.
Hola.
Si es cierto que las fotografías realizadas a MJ coincidían con el esquema descrito por Jordan.¿por qué el Ministerio Fiscal (o el equivalente en eeuu) no actuó de oficio? ¿por qué el Ministerio Fiscal (o el equivalente en eeuu) no actuó de oficio?
Porque es una prueba de corroboración de la credibilidad del niño, pero no es una prueba irrefutable de abuso sexual, que es lo que estaba buscando la fiscalia. Así que esa prueba se añadía al caso del niño, pero no era la prueba determinante que estaban buscando. Esto lo explicó mas a fondo en el post #91.
Solo algo de que varios investigadores y el fiscal del distrito "dicen que" coincidía. Lo que a ellos le parezca es irrelevante.
No es irrelevante que personas directamente involucradas en la investigación (Lauren Weiss, Bill Dworin etc.) afirmen que coincidía. Y no es una opinión, ellos en muchas ocasiones y a varios medios han afirmado que si lo hacia (Post #117). Empleados públicos que están sujetos a la revocación de sus cargos/demandas por difamación si dicen información falsa a los medios son mucho mas creíbles; que lo que digan las paginas de fans de Jackson o su familia. Si hablamos de irrelevancia, ellos son los realmente irrelevantes en este asunto.
Y viendo lo que paso después; el hecho de que Jackson decidiera pagar a la familia en un acuerdo les da la razón (Douglas insinuó posteriormente que esas fotografías fue una de las razones del pago del acuerdo (Post #44)). Obviamente no hubiera tenido necesidad de pagar esa millonada si esa prueba en concreto le beneficiaba, más aun sabiendo los problemas financieros que afrontaba en ese entonces (Post #89).
Sin un informe forense que indique las coincidencias, no se puede afirmar o negar nada.
En el 2005, habríamos podido tener ese documento publico porque la fiscalia intentó introducir las fotografías y la descripción como prueba en el juicio de Gavin, pero los abogados de Jackson hicieron todo lo posible para impedir que esos documentos salieran a la luz. Obviamente no les beneficiaba (Post #85).
Considero que no es necesario tener el documento para saber cual es la verdad. Solo basta con analizar los hechos posteriores (Post #117).
3 notes · View notes
nekoannie-chan · 21 days
Text
Capitán América: El Soldado del Invierno Evento de aniversario Masterlist
Versión en español/ Spanish version
Publico mis fanfics en español e inglés.
If you wanna read the English version here.
No doy ningún permiso para que mis fics sean publicados en otra plataforma o idioma (yo traduzco mi propio trabajo) o el uso de mis gráficos (mis separadores de texto también están incluidos), los cuales hice exclusivamente para mis fics, por favor respeta mi trabajo y no lo robes. Aquí en la plataforma hay personas que hacen separadores de texto para que cualquiera los pueda usar, los míos no son públicos, por favor busca los de dichas personas. La única excepción serían los regalos que he hecho ya que ahora pertenecen a alguien más. Si encuentras alguno de mis trabajos en una plataforma diferente y no es alguna de mis cuentas, por favor avísame. Los reblogs y comentarios están bien.
DISCLAIMER: Los personajes de Marvel no me pertenecen (desafortunadamente), exceptuando por los personajes originales y la historia.
Otros lugares donde publico: Ao3, Wattpad, ffnet, TikTok, Instagram, Twitter.
Todas mis entradas para CA:TWS 10th Anniversary Event:
Exhibición
Personaje: Steve Rogers.
Palabras: 215 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Steve piensa acerca de la exhibición en el Smithsonian.
Advertencias: Dudas, un poco triste.
N/A: Esta es mi entrada para CA:TWS 10th Anniversary Event con la frase:
“El Smithsonian.”
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Personal
Personaje: Steve Rogers.
Palabras: 121 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Steve piensa acerca de lo que ocurrió en el elevador.
Advertencias: Sobrepensar.
N/A: Esta es mi entrada para CA:TWS 10th Anniversary Event con la frase:
"Se siente como algo personal."
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Edificio
Personaje: Brock Rumlow.
Palabras: 123 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Brock piensa acerca de la siguiente misión en el Triskelion.
Advertencias: Sobrepensar.
N/A: Esta es mi entrada para CA:TWS 10th Anniversary Event con la frase:
"El Triskelion."
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Confianza
Personaje: Steve Rogers.
Palabras: 123 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Steve no sabe en quien confiar.
Advertencias: Problemas de confianza, dudas.
N/A: Esta es mi entrada para CA:TWS 10th Anniversary Event con la frase:
"Problemas de confianza."
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Prensa
Personaje: Steve Rogers.
Palabras: 101 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Steve tenía que dar una conferencia de prensa.
Advertencias: Enojo.
N/A: Esta es mi entrada para CA:TWS 10th Anniversary Event con la frase:
"Conferencia de prensa."
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Batalla diaria
Personaje: Steve Rogers.
Palabras: 65 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Steve no sabe qué hacer.
Advertencias: Sobrepensar.
N/A: Esta es mi entrada para CA:TWS 10th Anniversary Event con la frase:
" Departamento de Asuntos de los Veteranos."
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Pensamientos
Personaje: Brock Rumlow.
Palabras: 139 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Pensamientos de Brock acerca de STRIKE.
Advertencias: Tener un presentimiento.
N/A: Esta es mi entrada para CA:TWS 10th Anniversary Event con la frase:
"STRIKE."
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Venganza
Personaje: Brock Rumlow.
Palabras: 160 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Lo único que Brock quiere es venganza.
Advertencias: Querer venganza.
N/A: Esta es mi entrada para CA:TWS 10th Anniversary Event con la frase:
"Venganza."
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Solo de nuevo
Personaje: Jack Rollins.
Palabras: 116 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Jack está solo de nuevo.
Advertencias: Sobrepensar.
N/A: Esta es mi entrada para CA:TWS 10th Anniversary Event con la frase:
"Familia encontrada."
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Helicarrier
Personaje: Steve Rogers.
Palabras: 124 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Un encuentro inesperado.
Advertencias: Sobrepensar.
N/A: Esta es mi entrada para CA:TWS 10th Anniversary Event con la frase:
"Helicarrier."
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
2 notes · View notes
19982022 · 2 years
Text
Tesis reseña
"¿Crees que una película puede matar una persona?"
Una película que nos cuenta la vida de Angela, una estudiante de universidad trabajando en su tesis, por razones que se nos explican en la película su profesor de tesis aparece muerto. la joven se ve envuelta así en un turbio asunto sobre películas gore.
Su amigo Chema fan del gore, sospecha de Bosco, un alumno que tiene el mismo modelo de cámara que el empleado en los videos, El tema de la película se prestaba al exceso de violencia, pero, con sentido. Existen algunas imágenes desagradables, pero nada que arruine la película, Tesis es un titulo importante en la renovación de argumentos y modos de hacer cine en español.
Cuenta con buenos personajes fáciles de empatizar, además de una rica trama con giro bastante buenos, si bien, el largometraje no es perfecto, puede resultar lento los primeros minutos que se usan para introducir personajes y contexto a la historia, es un film totalmente disfrutable y recomendable para un publico que busca un aire totalmente diferente al que están acostumbrados.
Sin dudas “Tesis” significa un gran punto de partida para la carrera de Amenábar, quien después sería reconocido por muchas de sus películas, consiguiendo varios premios como los Goya o los Oscar. Esto se debe a que nos presenta un thriller impactante y espeluznante que se mantiene gracias al perfecto manejo del suspenso (que se consigue a través de su clima y música) y al misterio de sus personajes, atrapando al espectador para saber quién se encuentra detrás del crimen.
4 notes · View notes
xe1gqp · 2 years
Photo
Tumblr media
Tomas MotaPROPIETARIO The Beatles Publico THE BEATLES 1966 CAPÍTULO II UNA CUESTIÓN DE CONTEXTO: La prensa siempre ha tenido la habilidad de sacar declaraciones de famosos de contexto para crear titulares sensacionalistas. A principios de 1966, Jhon Lennon había concedido una entrevista al Evening Standard. En ella hablaba abiertamente sobre su interés por la religión, añadiendo: "El cristianismo desaparecerá. Se irá reduciendo hasta extinguirse. No tengo porque discutirlo... Ahora somos más populares que Jesús". Nadie pestañeó, hasta que una revista estadounidense para adolescentes publicó partes de la entrevista bajo el titular: "No se que desaparecerá antes, el rock o el cristianismo". El volcán bíblico estadounidense entró en erupción. Emisoras de radio de todo el país vetaron a The Beatles, e incluso se llegaron a quemar discos. Cuando el grupo llegó al país en Agosto, se vio obligado a dar una conferencia de prensa inmediata Jhon Lennon le explicó a los medios paciente y repetidamente lo que quería decir en realidad, pero la prensa sólo quería saber si estaba dispuesto a retractarse de lo que ellos habían decidido que había dicho. Jhon Lennon procuró ocultar su desconcierto, pidió perdón y todo el asunto quedó más o menos olvidado. Pero cualquier entusiasmo que pudiera tener la Banda ante la perspectiva de la gira desapareció por completo, y la hicieron a regañadientes. La última actuación, en el parque Candlestick de San Francisco, el 29 de Agosto, sólo sería recordada por una cosa: fue la última vez que The Beatles subieron a un escenario. Cuando el grupo regresó a Londres, todo el mundo, Brian Epstein incluido, supo que, a partir de entonces, todo iba a cambiar. No hicieron planes para volver a grabar en tres meses. Durante ese tiempo, Jhon Lennon participó en una película poco exitosa de Richard Lester, How I Won The War "Cómo gane la guerra".Paul McCartney se introdujo en la escena artística londinense. George Harrison se marchó a la India con Patti, donde tomó clases de Sitar con el gran Ravi Sankar y se introdujo en la instrucción espiritual. Ringo Star era el único que parecía satisfecho con lo que tenía, dedicando su tiempo a Mauree (en Tlaquepaque, Guadalajara) https://www.instagram.com/p/CdwHF5JPRWr/?igshid=NGJjMDIxMWI=
2 notes · View notes
edithguerrerov · 2 years
Text
Esclavos de las redes sociales
Hoy me he inspirado bastante, durante la semana he leído algunos textos sobre las redes sociales, su uso excesivo y exclusivo en algunos aspectos, en otros puede ser demasiado abierto para gente muy receptora.
El modo en que yo hago llegar mis textos es por medio de redes sociales, es algo que agradezco en lo que encuentro un espacio para expresar y permitir que estos sean leídos, me he expuesto un poco al publicar libremente textos míos, pero no me arrepiento si llega a manos de más personas que gusten de una lectura tranquila, algo compleja y lleno de pensamientos de temas diversos y que suceden en nuestros días.
Las redes sociales han influido tanto en mi vida como en la de las demás personas, puedo decir libremente que yo cuento con al menos 7 cuentas de 7 diferentes redes sociales, no me enorgullece, siempre he pensado que son demasiadas redes, pero siempre hay una espina en mi cabeza diciéndome que probablemente algún día utilizaré más esas redes sociales. Aquí puedo decir que de esas 7 cuentas, al menos 2 o 3 uso frecuentemente, las demás sólo están ahí, las hice y no las he borrado.
Me he adentrado un poco en artículos de periodistas que hablan sobre los daños diversos que ocasionan las redes sociales a los jóvenes, adolescente y público en general, desde una perspectiva mental, hasta una física.
Mi interés por buscar este tipo de artículos vino primero de un pensamiento que me invadió la mente la semana pasada. Estaba observando que una persona que tengo en redes empieza una relación nueva, yo ya sabía que estaba a punto de entrar en esta relación. Inmediatamente luego de que oficialmente iniciara este nuevo enlace observe en una red social que anunciaba públicamente su intimidad. Me hizo pensar.
Yo hace no mucho entre en una relación, mi reacción inicial fue: “no publicar mucho, ya que considero mis relaciones como privadas”. Me aclaré a mí misma esa situación, y sé que mi pareja está en sintonía conmigo ya que el uso de sus redes sociales es igual que las mías, las usa poco o no las usa.
Aquí es donde decidí entrar a un artículo publicado por una revista donde habla sobre experimentos y estudios realizados por universidades importantes acerca de la necesidad de publicar cada movimiento que realiza una persona. Cabe aclarar que no se dice que está mal, cada persona tiene la libertad de publicar lo que le convenga, bajo sus propios términos, lo sé, porque yo igual lo hago con este texto.
En ese artículo menciona que las personas que tienen la necesidad de publicar acerca de sus relaciones, de sus sentimientos libremente o de cualquier aspecto de su vida personal, puede “carecer” del afecto o sentimiento que publica. Esto lo comentó una psicóloga especializada en el tema de las redes sociales y la atención y aprobación que necesitamos como seres humanos como parte de nuestra naturaleza.
La pregunta que surge en este artículo es: ¿si no lo publico, no lo quiero?, hablando de una relación sentimental en la que la persona se encuentra.
Con esta pregunta me adentré a buscar entre mi lista de “amigos” de una de mis redes sociales, donde en mi “modo periodista/chismosa”, pude encontrar que al menos 1 de cada 10 amigos que yo conozco que están en una relación, tiene públicamente en su red social que están en la misma y “etiquetan” a la persona con la que salen.
Me di cuenta que no es 100% necesario publicar tu vida diaria, tus relaciones sentimentales o tu espacio personal como tu vida privada o las acciones y reacciones que tienes día a día. Está bien hacerlo siempre y cuando no afecte en tu pensar para vivir tu día a día. Lo que me lleva al punto final sobre este tema.
Luego de recibir este tipo de información y llegar a mis propias conclusiones sobre hablar públicamente de asuntos personales en redes sociales, caigo en otro artículo que habla de las redes pero con un enfoque más orientado a la salud mental. Sí, aquí entro en los pensamientos que recaen en personas que no se encuentran estables mentalmente y cuentan con redes sociales.
Primero que nada entro en una pequeña escala que yo misma hice acerca de las redes sociales que más daño hacen o en las que libremente se puede expresar de lo que sea, hasta la que menos libertad hay por términos y condiciones de la misma.
No entraré en detalles de todas las redes sociales, pero puedo decir que hay una “del pajarito azul” donde las palabras, textos, fotos, publicaciones y demás no tienen censura, es fácil insultar, publicar, denigrar y hablar de otras personas libremente sin ningún tipo de “castigo”, como por ejemplo, no dejar que publique en 24 horas o bloquear al usuario por algún comentario ofensivo.
La otra red social, si tiene un poco más claras las restricciones en cuanto a contenido y lenguaje ofensivo, captando casi de inmediato los insultos y malas palabras en una publicación. Aun así, esto no detiene a la gente de publicar libremente acerca de cualquier tema.
En el segundo texto que leí acerca de las redes, fue publicado por un periodista que conozco, y que actualmente trabaja en un medio local. Toca el tema del suicidio y de los problemas mentales y alimenticios que llega a tener una persona que no puede con la presión de las redes.
Recientemente una joven de un pueblo cercano se suicidio a causa de las redes sociales, no por insultos (esto ya pasa a segundo plano), sino por “likes” que no recibió al publicar fotos suyas.
Esto me hizo pensar mucho más de lo que ya estaba en el tema, ya lo había dejado por la paz, ya tenía mis conclusiones, pero surgieron más dudas y menos respuestas.
¿Todos los que tenemos redes sociales, de alguna manera buscamos aprobación de los demás, de quiénes llamamos nuestros amigos, de quienes pueden juzgarnos con una foto?
Creo que las personas que contamos con al menos una cuenta ya tenemos en nuestro chip instalado que tenemos que subir contenido para “agradar” a la gente, y es gente que se supone conocemos, porque el tener agregada a personas que no tenemos idea de quienes son, es otro tema extenso de las redes, pero el subir este tipo de cosas, ¿nos hace esclavos de las redes o de nosotros mismos?
La cantidad de información que encontramos sobre problemas alimenticios, suicidio, homicidios, acoso, bullying, y demás, es inmensa, cualquiera tiene acceso, puede ser en una búsqueda fácil o en una red social.
Cada aspecto negativo tiene lo positivo. Gracias a las redes sociales y a la inmensa cantidad de información mala, pésimos consejos sobre el suicidio, contamos de igual manera con información que ayuda, grandes publicaciones que aparecen en cada búsqueda negativa “¿buscar ayuda?”, “Psicólogos cerca de ti”, entre otras opciones.
Siempre que hay una persona con problemas, hay otra que intenta ayudar a superar lo que está viviendo. Hay que recordar que siempre hay alguien y las redes sociales nunca nos controlan, nosotros no somos presos de ellas y tomamos nuestras propias decisiones.
28 abril 2022
4 notes · View notes
aneshkablack · 2 years
Note
Fede se quedo mudo selectivamente despues del trauma que le agarro con ryan, solo se hablaha con Megan y si hablaba eran palabras cortas
Fede ni siquiera esta de parte de r xd, los quiere derrumbar desde adentro. solo que tampoco esta del lado de hogwarts. Es basicamente como dije antes: Un doble Traidor
Fede en realidad se suicido tirandose de una azotea
Fede nunca rompio con Talbott como tal, tipo nunca lo verbalizaron
Fede lit ha pasado por el mismo abuso Tres veces, con diferentes personas. Ryan fue la gota que derramo el vaso. Porque soprendentemente confiaba en él.
Ryan sabe del trauma de fede con Su Madre, por eso le hizo lo mismo a megan, solo para decirle "Parece que ustedes ahora tienen algo en comun"
Ryan también abofeteo a fede una vez cuando se acerco en publico, se disculpo pero luego dijo "Pero si haces de nuevo lo hare otra vez"
Son mas datos sueltos que nada. Pero dios tenia que sacarmelo de la mente.
Lo comprendo. Ya leí todo el lore que has escrito. Es lógico que se haya encerrado en sí mismo, por el temor de confiar de manera plena de alguien, para que lo hiera en sus puntos sensibles en la menor oportunidad y le destruya como hizo aquel.
Es interesante ver que prefiere trabajar solo sin lealtades a nadie, y hasta ese punto se comprende por todo su pasado.
Policontusión, espero que haya sido una muerte inmediata y no que tuviese que pasar unos días más debatiéndose entre la vida y la muerte, cómo amigo que tuve en mi facultad (aunque ese fue accidente cuando estaba borracho).
Eso suele pasar, dejado inconcluso un asunto con la persona amada, sobretodo por la separación que tuvieron y no tuvieron resolución.
No es sorpresa, no al menos para mí que haya confiado en alguien como Ryan. Si no me equivoco el wey era un narcisista oscuro con rasgos sociopatas, y muchas veces al inicio no se muestran como un peligro, sino como gente encantadora. Pudo haber manipulado poco a poco a Fede, mostrando su verdadera cara en el camino y descubriendo que estaba repitiendo patrón de abuso con él. Sobretodo al lastimar a gente cercana a él como Megan.
No te preocupes. A veces queremos sacar esos datos de nuestros personajes para no olvidarlos y afianzarlos. Además no hay lio si son una lista, porque sería la guía del comportamiento del personaje y hacia donde le (o él se quiere) dirigiremos conforme se estructura su historia.
1 note · View note