Tal vez ya no te hable, no te busque, no escriba más sobre ti, pero dejaste huellas en el mar de mis sentimientos, pusiste orden en el caos de mi soledad, serás el más precioso de mi recuerdos, aunque ya la vida levantó un muro entre los dos...
Y en este pequeño corazón hay huellas de 4 patas que siguen en lo profundo de mi ser, marcando cada etapa de mi vida o de la corta vida que llevo aquí; dejandome una marca con cada uno de sus recuerdos.
A lo largo de la noche se deja oír el latido de un corazón, más si yo pudiera calmarlo tal vez lo arroparía entre las sábanas o quizás tuviera la idea de abrazarlo y acurrucarlo al mío, pero solo es un sueño de verano, eterno y sereno.
Susurros y quimeras que dejan una profunda huella en el alma que te ha estado esperando siempre…la mía.
Nuestro paso es pasajero, vamos y venimos como las olas del mar, dejamos huellas que otros pisaran y el cielo contempla tu sinsabor con la vida. Un poco de sal y pimienta y mucho color.
Por mucho tiempo ella pensó que lo que sucedía era normal, que era normal el sufrimiento y parte de la vida la tristeza y las lágrimas.
Hasta que un día se dio cuenta que del otro lado del invierno, había un mundo diferente al suyo.
Armandose de valor decidió correr el riesgo y quitándose las ataduras a las que ya sentía como parte de su vestuario y secándose las últimas lágrimas derramadas, corrió en pos de esa leve luz que le indicaba el camino a seguir.
Cuando volteó a ver tras de sí, se dio cuenta que las huellas dejadas eran cada vez menos marcadas, a tal punto que, entre más avanzaba sentía más fragilidad al caminar.
Cuando por fin llegó al punto de donde provenía la luz, ésta le iluminaba por completo el rostro y cuando se vio al espejo de una laguna natural que ahí estaba... ¡Milagro de los milagros!... Ella notó que su mirada era distinta, que una sonrisa se había impregnado en su cara, y las ataduras habían desaparecido completamente.
Ella se sentía frágil, ella se sentía libre; y cuando el sol asomó por el horizonte, tuvo la sensación de que por la espalda le estaban naciendo alas, y por primera vez en muchos años, se sintió libre y feliz.
Por el 2011 un cuaderno pequeño de 100 hojas común y corriente se convirtió en mi diario, yo lo decoraba a mi manera y literalmente escribía en ella lo que cada día me sucedía y las cosas que pensaba ¿habrá alguien que utilice uno en este 2023?. Los diarios eran muy comunes pero, como no tenia dinero para comprar uno, pero si tenia cuadernos con muchas paginas sin utilizar elegí uno y fue mi diario por algunos meses.
Tengo 27 años y estoy mencionando de un diario que tuve en el 2011 y desde ahí no he vuelto a tener uno, decidí no tener otro y cerrar ese diario por completo, entendí que cuando invaden algo privado duele y da mucho coraje, pero sin guardar resentimiento decidí convertirme en uno, escribir en mi corazón y que en mi mente quede fotografías, vídeos y gifs plasmados para siempre.
El diario físico se cerró, pero la tecnología se ha encargado de que se abra digital y con mas privacidad, no al 100 pero si con mas privacidad de cuando estaba en tu cuarto o en ese lugar secreto y privado que decías tener.
LindaRacer