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#irrumpiendo
victormalonso · 11 months
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CONTRAPUNTO | COUNTERPOINT | by víctor m. alonso
para L
[Anhelo los mundos del silencio, la morada de tus ojos, tu boca, el alma, el fuego moldeado por los sueños. anhelo la mecha vital de tu mirada. 
Anhelo los mundos del silencio; donde puedo verte, imaginarte en las puertas del tiempo, los portales del segundero ávido de tus ojos; tus ojos y tu cuerpo, tus curvas como un mar de olas que se abren y  estremecen ante lo incierto de la noche, como irrumpiendo en la costa con su empuje de esperanza, con su canto negro y blanco de oleajes, húmedo como el olor de tus labios, cálido y salvaje como la noche.]
english version in the notes*
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planet-onfire · 4 months
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Durante las festividades de 1888, Ugo Fontaine celebró junto a sus padres, y los ochenta y ocho invitados que habían asistido a la glamorosa cena navideña en la mansión Fontaine. Una de las tantas preguntas obligatorias que debió responder fue acerca de su pasatiempo como mago e ilusionista, objeto de bromas y muecas confundidas por parte de los amigos de sus padres, grandes inversionistas para los proyectos Fontaine. A pesar de que nadie le cuestionó directamente sobre la familia que había abandonado, sí que fueron susurros a sus espaldas los que dominaron el festejo. Poco antes de caer la medianoche, irrumpiendo como si la fiesta hubiese sido suya, Madame Beaumont resurgió de entre los muertos. Acusó al matrimonio Fontaine del precio que habían puesto sobre su cabeza, todo por enseñar supuesta brujería a su único hijo. Ugo huyó detrás de ella cuando fue escoltada fuera de la mansión, pero al llegar al exterior solo encontró una carta en el suelo en posición invertida, The Magician.
@atimeodyssey
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nekoannie-chan · 5 months
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La trampa perfecta parte I
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Pareja: Brock Rumlow X Lectora mutante alterada X Jack Rollins, Steve Rogers X Lectora mutante alterada (platónico).
Palabras: 1060 palabras.
Sinopsis: La lectora está en una relación con Brock y Jack, a ella le dieron la tarea de introducir a Steve al mundo actual, algo que obviamente no le gusta a ninguno de los dos, pero no les queda de otra.
Advertencias: Relación poliamorosa, la lectora es agente de HYDRA, menciones de Smut.
N/A:  Esta es un pedido de @azulatodoryuga. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
También lo puedes leer en Wattpad y Ao3.
         Si te gusto por favor vota, comenta y rebloguea.
No doy ningún permiso para que mis fics sean publicados en otra plataforma o idioma (yo traduzco mi propio trabajo) o el uso de mis gráficos (mis separadores de texto también están incluidos), los cuales hice exclusivamente para mis fics, por favor respeta mi trabajo y no lo robes. Aquí en la plataforma hay personas que hacen separadores de texto para que cualquiera los pueda usar, los míos no son públicos, por favor busca los de dichas personas. La única excepción serían los regalos que he hecho ya que ahora pertenecen a alguien más. Si encuentras alguno de mis trabajos en una plataforma diferente y no es alguna de mis cuentas, por favor avísame. Los reblogs y comentarios están bien.
DISCLAIMER: Los personajes de Marvel no me pertenecen (desafortunadamente), exceptuando por los personajes originales y la historia.
Anótate en mi taglist aquí.
Otros lugares donde publico: Ao3, Wattpad, ffnet, TikTok, Instagram, Twitter.
Tags: @sinceimetyou @black23 @unnuevosoltransformalarealidad
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2011
—¿Ya se pusieron de acuerdo de a donde iremos de vacaciones? —les preguntaste a tus novios mientras terminabas de acomodarte el sostén.
Estaban ocupados cuando les llegó el mensaje de S.H.I.E.L.D., en el cual les indicaban que requería de su presencia de forma inmediata en las instalaciones, tuvieron que vestirse rápidamente.
—T/N, no hay tiempo para eso, debemos de llegar cuanto antes y ver que nada de eso interfiera con nuestros planes —Jack te regañó.
Volteaste indignada a verlo. —¿Qué dijiste?
—Jack, déjala, mejor tú apúrate, ya sabes que si la haces enojar, no te dejará que le hagas eso que tanto te gusta —Brock intervino, provocando que Jack saliera de la habitación refunfuñando.
—¿Qué será lo que ocurre? Son las cuatro de la mañana —comentaste rompiendo el silencio en el carro.
—Algo demasiado importante, de otra manera no nos habrían llamado, pero no somos los únicos, entonces es algo muy grande —Brock dijo mientras conducía.
—Esto no me gusta.
—¿Acaso viste algo? —Jack preguntó.
—No tengo visiones, solo muevo cosas y bueno, ya sabes… —hiciste una señal para indicar que podías matar a alguien usando tus poderes—. Pero tengo un mal presentimiento,
—¿Creen que nos hayan descubierto? —la voz de Jack sonaba nerviosa, eso no era nada normal en él.
—Si fuera así, tendríamos a varios equipos irrumpiendo en la casa para atraparnos, en vez de que nos llamaran. Es algo más —Brock aclaró.
—Espero que no tengamos que usar al Soldado —expresaste.
—¿Acaso la pequeña e inocente T/N quiere repetir lo de la otra vez? Creo que tenemos una adicta al sexo —Jack se burló de ti.
—Jack, cállate, tú eres el adicto al sexo —te defendiste.
—Brock —Jack esperaba que el otro le diera la razón.
—Lo siento, pero T/N tiene la razón, comienzo a creer que es en lo único que piensas —Brock te apoyó.
—Los odio.
—Mientes, nos amas, o quieres que te recuerde lo que estábamos haciendo antes de ser interrumpidos —ahora tú te burlaste.
Jack hizo una mueca, sabía que había perdido la batalla.
—¿Por qué llegaron juntos? —Natasha te preguntó cuando te sentaste a su lado. Iba a ser muy obvio si los tres se sentaban juntos.
—Le hablé a Rumlow que vive cerca de mi casa, mi auto se descompuso y no tenía forma de llegar —respondiste, usualmente inventaban excusas, no querían que nadie supiera de la relación que tenían, para evitar poner a los otros en peligro—. ¿Sabes para qué nos llamaron? —con agilidad cambiaste de tema, sabías que ella seguiría interrogándote si no lo hacías.
—Encontraron a alguien —ella respondió.
—¿A alguien? ¿A quién?
—Aún no están seguros, pero dicen que al Capitán Rogers.
—¿Capitán Rogers? Te refieres a… a Steve Rogers, o sea al Capitán América —no podías creer lo que acababas de escuchar, debías de avisarle a Jack y Brock lo más pronto posible.
Te las ingeniaste para enviarles un mensaje de texto, ellos hicieron un gran esfuerzo para evitar que su reacción fuera obvia. Lo que ocurría quedó confirmado con aquella reunión, donde les explicaron
Ninguno de los tres sabía exactamente el significado de lo que estaba ocurriendo, pero comenzaban a imaginarse las consecuencias que traería. Evidentemente Pierce no estaría nada contento y sobre todo, en pocos días también juntaría a los agentes que estaban en la misión de intervenir a S.H.I.E.L.D.
Te sobresaltaste cuando Fury te nombró al final de la junta, requería tu presencia en su oficina, Brock y Jack intercambiaron miradas, un tanto aterrados, en medida de lo posible se mantuvieron cerca de la oficina de Nick, estaban muy preocupados.
—¿Para qué me necesita, Director? —preguntaste haciendo todo lo posible para parecer tranquila.
—Te encargarás de Rogers, necesito que lo ayudes a que se integre a nuestra época, eres de las mejores agentes que tenemos —Nick ordenó.
—¿Ya despertó? —estabas intentando obtener la mayor información que pudieses. Tú, Brock y Jack debían de trazar un plan con rapidez.
—Esta mañana, pero necesito que se mantenga en secreto aún —él te contestó.
Asentiste, él te siguió dando instrucciones, ahora te esforzabas por evitar sonreír, tal vez no todo era una mala noticia, eso podría significarse que tal vez podrían subir de rango en HYDRA.
Cuando saliste de la oficina, le hiciste señas a ellos para que te siguieran, debían de hablar en un lugar privado, donde nadie los pudiera escuchar.
La idea no les gustó del todo, no les agradaba para nada que tuvieras que compartir tu tiempo con el enemigo, ni de lo que podía pasar, NO QUERÍAN COMPARTIRTE CON NADIE MÁS EN NINGÚN SENTIDO, SOLO ERAS DE ELLOS.
—¿Cuándo vas a empezar con eso? —Brock cuestionó.
—En tres días.
—No me gusta la idea —Brock no quería imaginar lo que podría pasar, el solo hecho de pensarlo, lo ponía furioso.
—Lo sé, Brock, pero si lo vemos por el lado bueno podríamos obtener mucha información valiosa, eso haría que Pierce estuviera muy contento —dijiste.
—T/N tiene razón, pero aun así estaremos cerca y si se atreve a sobrepasarse…
—¿Acaso el grandullón está celoso? —interrumpiste a Jack.
—Pierce quiere que nos reunamos, bueno, todo STRIKE con él mañana —Brock interrumpió al ver el mensaje que había llegado.
—Entonces supongo que tenemos que aprovechar el tiempo, no sabemos cuándo podríamos volver a tener algún tiempo a solas juntos —propusiste pícaramente.
Obviamente, no desperdiciaron esa noche, tanto así que al día siguiente no podías ni caminar, pero no negabas que lo habías disfrutado.
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Día D
Sabías que debías llevar a cabo tu misión a la perfección, aunque ahora que Pierce se había enterado de lo de Steve, sentías más presión.
—Ya sabes que puedes llamarnos cuando nos necesites —Brock dijo, luego te dio un beso y una cajita con un collar que te había comprado.
—Te estaremos esperando, todo será muy aburrido sin ti —Jack te besó.
Nunca habían estado separados por más de un mes, pero de alguna manera iban a conseguir que Steve formara parte de HYDRA, de alguna forma tú lo convencerías sin que se diera cuenta.
Teniendo al Soldado y al Capitán de su lado, el mundo sería de HYDRA.
Tomaste un poco de aire antes de tocar la puerta, la abriste lentamente cuando escuchaste que podías pasar.
—Capitán Rogers, soy la agente T/N T/A, me encargaré de ayudarlo a integrarse a nuestra época, encantada de conocerlo.
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ashvvton · 7 months
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privado para @cosetteng * familiaridad en voz femenina provoca vacilación en andar, un pequeño tropiezo que cesa caminata tan pronto reconoce timbre. sosiego es arrebatado de sistema mientras inquietud se dispone a invadir cada rincón en su mente; siente su estómago dar un vuelco en la conmoción que acompaña desconcierto. nada lo habría preparado para el instante en que miradas volvieran a colisionar. era consciente, regresar a la isla haría de su recuentro algo inevitable, mas esperaba congregar el tiempo suficiente que le permitiera encontrar excusa a su desatinado accionar. debió suponer con antelación, no sería tan afortunado. mordisqueo de labio inferior reprime condenación. mandíbula se tensa con indecisión, obligándose a finalmente alzar su mirada para contemplar fisonomía opuesta. ' cosette. ' inquieto balbuceo se escabulle de carmines, irrumpiendo consigo en conversación de terceros. ' ¿podemos hablar un segundo? '
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trav3rixx · 1 year
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@lov6bird​ ha enviado CONFUSIÓN -- un starter donde mi personaje no esté seguro de si se trata de tu personaje o una persona parecida 
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las épocas festivas son dos extremos, júbilo en núcleos familiares o las almas errantes que deambulan. se merece esto porque estuvo todo el día teniendo que hacer compras de último minuto. responsabiliza ese pequeño exceso de licor en sangre o quizá que fantasmal recuerdo de experiencia de aplicación condenado a perdurar, como un mal sabor para no olvidar aquel juego del diablo. pestañea, acercándose por el costado. “¿será que ahora los papeles se dieron vuelta y yo tengo cara de fantasma por cruzarme contigo, hm?” pregunta, irrumpiendo sin aviso, aunque no promete absoluto cuidado en movimientos. "por lo menos ahora lo entenderé” comenta, con una sonrisa algo burlona sobre qué representan en la vida del otro, la reproducción de imágenes trágicas al fin de cuentas. “¿feliz navidad, qué haces por la calle, hm?” no es la fecha en específico, pero sí se respira su llegada y es casi un desierto todo. “¿brindas?” 
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milvvs · 8 months
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─── ⠀ ⠀⠀starter privado : @noisuwa
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suspiro que abandona labios no es más que una manifestación de hastío, a pesar de propia expectativa, divisar silueta femenina no resulta tan complicado. ' lo sabes, ¿cierto? ' pregunta sin más, irrumpiendo en periferia de su hermana mientras sus manos parecen encontrar refugio en el interior de sus bolsillos. ' mamá está aquí. ' no da mucho tiempo a respuesta, pretendiendo ofrecer información y evitar que noi pudiese cambiar rumbo de conversación. si tono se percibe más dulce al hablar de ella, es simplemente por vínculo que comparte con progenitora, siendo costumbre y comodidad la que predomina. ' ¿vas a ignorarla? ' interrogante, que busca un enfoque más certero de posición femenina, se expone con cierto tono de reproche ante posibilidad de una predicción positiva.
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artemartinpietro · 10 months
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Xul Solar: El Emblemático Artista de La Boca y su Influencia en el Arte Argentino
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El Despertar de un Genio
Desde su nacimiento en 1887, Xul Solar, originalmente Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari, demostró una luz interior y una pasión creativa que sobrepasaban lo ordinario. En su elección del seudónimo “Xul Solar”, combinando las palabras ‘luz’ y ‘sol’, se veía reflejada la promesa de una carrera luminosa que plasmaría paisajes cósmicos y universos maravillosos. Pero su genialidad no se limitaba a la pintura: su habilidad y creatividad se extendían a la escultura, la música, la lingüística y la astrología, en cada uno de estos campos dejando su distintivo toque de maestría.
El Camino Hacia la Gloria
Con el amanecer del siglo XX, Xul Solar se abrió paso en la escena artística argentina como un cometa, irrumpiendo con una brillantez sin precedentes. Sus obras, impregnadas de simbolismos profundos y espiritualidad enigmática, son un portal a un universo paralelo, un espacio donde lo ordinario se entremezcla con lo extraordinario, y lo cotidiano se ve imbuido de lo mágico.
Un Tapiz de Símbolos
Lo que verdaderamente distingue a Xul Solar en el vasto mundo del arte es su poderosa y singular visión de la realidad. Su arte es el umbral a un cosmos místico, una exploración del ser y el universo, enraizada en las diversas culturas, espiritualidades y creencias astrológicas. Su lienzo es un crisol de figuras humanas flotantes, ciudades etéreas, estrellas en errancia y constelaciones desplegadas, creando un rico tapiz de simbolismo y metáforas que desafían la percepción convencional.
Dominio de la Acuarela
Xul Solar se destacó en la manipulación del agua y el pigmento, convirtiéndose en un maestro de la acuarela. En su obra, cada trazo meticuloso convive armoniosamente con pinceladas sueltas y fluidas, creando un balance perfecto entre precisión y libertad. A través de esta técnica, nace una paleta de colores vivos que dan vida a paisajes fantásticos y figuras oníricas, moviéndose con soltura en espacios tridimensionales.
Desafiando Categorías: Una Vanguardia Única
Clasificar el arte de Xul Solar es un desafío en sí mismo. Mientras que su obra podría situarse en los márgenes del modernismo y el surrealismo, su arte trasciende estas categorizaciones para erigirse en una esfera propia. Es una amalgama de vanguardia europea, simbolismo y misticismo latinoamericano, dando lugar a un viaje visual en constante evolución.
Innovador Incansable
Xul Solar fue más que un pintor e innovador. Se convirtió en un inventor, dando vida a dos idiomas artificiales, el “neocriollo” y la “panlingua”, con el sueño de trascender las barreras culturales y lingüísticas. Diseñó un piano para tocar su música microtonal y desarrolló un juego de mesa basado en la astrología y el I Ching, el “Panjuego”.
De La Boca al Mundo
La historia de Xul Solar está intrínsecamente ligada a La Boca, el vibrante barrio de Buenos Aires que fue cuna y musa de su creatividad. Aquí, en la confluencia de la vida urbana y la cultura bohemia, su estilo inconfundible floreció. Fue en La Boca donde la paleta de colores brillantes de Solar cobró vida, y donde los paisajes urbanos tomaron formas fantásticas en sus lienzos. La influencia de la energía y el espíritu de La Boca es evidente en su obra, y la recíproca es igualmente verdadera: Xul Solar dejó una impronta ineludible en la cultura y el arte de La Boca.
Un Legado Inmortal
Xul Solar dejó un impacto duradero en el arte argentino contemporáneo. Su espíritu libre, su valentía para desafiar las normas y su incansable pasión por la innovación han moldeado generaciones de artistas. Su luz continúa brillando intensamente, iluminando, inspirando e intrigando a aquellos que tienen el privilegio de conocer su trabajo. Como arquitecto de sueños y tejedor del cosmos, Xul Solar nos legó un universo de arte que persiste y continúa desafiando nuestras percepciones de la realidad y abriendo la puerta a un mundo de posibilidades infinitas.
Originally published at https://artemartinprieto.com/on July12, 2023.
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catoixsstuff · 1 year
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Presente
Cosas dificiles abundan en mi vida estos días, estos días de extrema apatía me persiguen, la desesperanza y la tristeza me pisan los talones, siento que en cualquier momento me alcanzarán, me anclaran y me abrazarán, adhiriendose a mí. Me parecía haber ganado la batalla... mis demonios que creía olvidados vuelven a drenar mi energía, todas mis fuerzas estan haciéndoles frente pero ¿y si esta vez no son suficientes?
El fracaso parece haberse escabullido en mi vida, parece humedad que va irrumpiendo en mi corazón, mi cabeza y mi cuerpo, el cual se siente oxidado.
La incertidumbre me envuelve en sus brazos y me acompaña en mis días, me hizo su mejor amiga.
La vida se siente tan cambiante como la marea y yo naufragio por ella sin rumbo, ni objetivo. Me siento pesada, cargando mis penas, resagada de lo que pudo haber sido mi vida.
Espero que ella me pueda sacar de aquí, ha demostrado ser capaz de ello en veces anteriores, hay luz, la veo, pero pierdo el sentido.
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lenaranjamecanica · 10 months
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Estan quienes desean tanto ser amados, tan desesperadamente que olvidan amarse a sí mismos. Y creo que es esto último lo que atrae a quienes nos rodean.
Y no creo que el amor propio sea como muchos piensan; un narcismo radical o altanería. Creo que el amor propio es conseguir la tranquilidad propia mediante una especie de autorrealización o búsqueda de la autorrealización. Es en esta búsqueda que inherentemente van apareciendo personas que nos aman. Porque es precisamente la dirección que nosotros escogemos la que nos lleva hacia lugares donde otras personas también disfrutan de estar y por ende, personas que podemos amar y y con las cuales sentirnos autorrealizados. Finalmente las personas que nos aman y que en la mayoría de los casos amamos devuelta, son compañeros de viaje hacia nuestra propia autorrealización.
Me parece muy hermoso cuando dos personas que se aman toman direcciones muy distintas y deciden separar sus caminos. Creo que es muy hermoso amarse en libertad y despedirse con ella también.
Las personas que buscan ser amadas con desesperación, buscarán tomar un camino ajeno, irrumpiendo bruscamente en la vida de un otro, teniendo que adaptarse forzosamente a aspiraciones que no le son propias. Estas personas no van a ser amadas porque el amar es un proceso de compartir y retribuir, y de qué manera podemos retribuir si no estamos alimentando nuestra propia espiritualidad.
Si no nutres tu propia realización vivivirás como un parásito de la realización de un otro.
¿Por qué creemos que hacer un espejo de la vida de un otro nos va a hacer sentir amados por este?
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azulatodoryuga · 1 year
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Te Esperaré
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Personaje: Jack Rollins
Advertencia: Un poco triste, referencia a smut.
Nota: Este shot nació de un reto de escritura de @nekoannie-chan a quien agradezco por haberlo traducido al ingles. También será publicado en mi Wattpad (solo la versión en español).
Frase: "No somos asesinos, pero tampoco somos ángeles" Canción: Don't you see de Zard. "Eso es porque tengo miedo de lastimarme", "No lo ves", "Aunque pido y rezo, por milagros y recuerdos"
En uno de los parques de Nueva York, un par de niños paseaban por ahí, cada uno por su lado hasta que inevitablemente se encontraron.
—Entonces, no eres de por aquí, ¿verdad? —pregunta el niño sin dejar de mirarte.
—No, recién llegamos, soy… —escuchaste el llamado de tu madre— ¡Uy! ¡Me tengo que ir! —te acercaste más al niño mientras te quitas tu pulsera—Soy T/N—le dijiste tu nombre a pesar de que sabías que no debías hacerlo—Solo T/N—le sonreíste con dulzura mientras le colocabas tu pulsera. Tu madre volvió a llamarte—Te esperare aquí la próxima vez—empezaste a correr en dirección a tu madre.
—¡Soy Jack Rollins! —te grita mientras te alejabas corriendo.
Al perderla de vista, Jack mira la pulsera con mayor detenimiento, una pulsera Tous, con una perla de plata. Entendió que eso fue una promesa de que se volverían a ver.
Pasaron varios días desde su primer y único encuentro, Jack fue en múltiples ocasiones al parque donde pasaba horas antes de volver a casa. A pesar de sus esfuerzos, nunca más te volvió a ver.
16 años después
A pesar del tiempo que había pasado, Jack no te había olvidado, en el fondo aún esperaba encontrarte, poder reconocerte con solo mirarte aunque ya fueras adulta al igual que él, esa simple idea podría tenerlo entretenido por horas
—Tenemos una misión —informa Brock, irrumpiendo en su oficina.
—¿Qué te dije sobre entrar sin tocar?
—Nos reuniremos con una informante —Brock continua hablando, ignorando la pregunta de su amigo—Que también es una comerciante del mercado negro, parece ser que nos encargaremos de hacer un trato con ella.
—¿La misión es de HYDRA o de S.H.I.E.L.D.?
—Ambas, la información es para SHIELDRA, pero las armas son para HYDRA.
Este tipo de misiones no era en absoluto extraño para ellos, en múltiples ocasiones realizaban misiones de ambos bandos, aunque claro, S.H.I.E.L.D. no se enteraba de todo.
—Aquí está el archivo con la información, nos vamos en unas horas—le entrega el expediente para luego irse.
Jack toma el archivo para revisarlo y apenas lo abre, queda perplejo por la mujer de la imagen, no está seguro si su mente le está jugando una mala broma o si en verdad eres tú.
El parecido era innegable, pero curiosamente tu nombre real no estaba en el expediente, solo nombres que sueles usar, tu alias y lo que más llamo su atención tu relación con el Clan Mercurio.
El Clan Mercurio era un Clan de informantes y vendedores del mercado negro que ha ayudado tanto a HYDRA como a S.H.I.E.L.D. desde sus inicios, de forma neutral. Cosa que seguían haciendo hasta la fecha, pues muy pocos de sus miembros sabían de HYDRA y lo seguían manteniendo en secreto.
Jack recorre su manga para destapar pulsera que le diste, ya un poco desgastada debido a los años, pero aun así sigue estando en buen estado.
«¿Será ella realmente? ¿Me recordará?, si es del Clan Mercurio… ¿Por qué no…? No, primero tengo que asegurarme que sea ella realmente»
El lugar acordado era un bar de estilo rústico al aire libre, muy agradable, en realidad. No paso mucho para que te encontraran, Jack te vio en la barra sentada con tu bebida y un elegante vestido negro.
—Deja que yo me acerque primero, tal vez así sea más fácil todo —Jack pidió, aunque la petición fue extraña, Brock no se negó.
Jack luchó contra los nervios al momento de acercarse a dónde estás, tras tomar asiento justo a tu lado, pidió una bebida, lo miraste de reojo, te resulta familiar, pero por el momento debías esperar a los de S.H.I.E.L.D., ya te preocuparías por él después.
El bartender le entrega su bebida a Jack y él finalmente decide hablar, antes de darle un trago a su bebida.
—Solo T/N, ¿no? —él dijo, no obstante, para amenazarlo, volteaste de inmediato a verlo tras escuchar tu nombre, pero algo te detuvo, lograste ver su pulsera ya que la manga no la cubría mucho por la posición en la que estaba—No eres de por aquí, ¿verdad?
—¿Jack? —cuestionaste, él asintió, el corazón de ambos empezó a latir como nunca lo había hecho — Es imposible… yo…
—Sé que ha pasado mucho tiempo — él te interrumpe.
—16 años, de hecho — dijiste, él asintió.
—Pero, soy yo con quién te ibas a reunir.
—¿No se supone que vienes con alguien? Me informaron que serían dos personas — cuestionaste confundida.
—Cierto, en un momento llamo a Brock — Jack se golpeó mentalmente, se olvidó por completo de Brock. Ambos se pararon para ir a un lugar más alejado, Jack le hizo una seña a Brock.
—Sigamos como si nada, te buscaré después de esto y esta vez, te voy a encontrar, Jack…
—¿No recuerdas mi apellido? — él preguntó al notar que estabas esperando a que él dijera su apellido. Reíste bajo en respuesta.
—Me lo dijiste mientras corría solo logré escuchar tu nombre, aun así, te busqué como una desquiciada cuando crecí — admitiste a lo que él sonrió más.
—Jack Rollins, te esperaré, pero no me hagas esperar otros 16 años — ambos rieron ante su broma.
—¿Y él? —preguntaste, Jack voltea confundido encontrándose con Brock, dando un grito ahogado, apenas audible — Me imagino que es su compañero —Jack asiente.
Después de presentarse y de alejarse de las personas, los tres comenzaron su trabajo. La misión fue un éxito. Jack y Brock volvieron a la ciudad, pero algo no iba bien, no hubo ninguna señal tuya después del bar, aun así, Jack conserva la fe en que te volverá a ver.
Apenas entra a su departamento, el olor de la comida entra en sus fosas nasales, poniéndolo en alerta, sin hacer ruido, saca su arma, va a la cocina, pero antes de poder asomarse.
—Sé que ya llegaste — Jack se sobresalta al escuchar tu voz y sale de su escondite, sin creer que realmente seas tú, quien ahora está de espaldas cocinando — Te escuché cuando abriste la puerta.
—¿Cómo entraste aquí?
—Tengo mis trucos — apagaste la estufa para voltear a verlo — Y te dije que te encontraría esta vez, ¿no? — sonreíste con picardía — Tenemos mucho de qué hablar, Jack Rollins.
Y ese fue solo el comienzo, el comienzo, no paso mucho tiempo para que su relación pasara a algo más que una amistad. Por desgracia, a las pocas semanas tuviste que irte de Nueva York, tu trabajo te impedía quedarte mucho tiempo en un lugar.
—Volveré —aseguraste. Te recostaste en su pecho desnudo — Solo serán un par de días y volveré… o tú podrías venir conmigo.
—Dudo que eso pueda pasar —contesta desanimado. Dejar a HYDRA no sería nada fácil.
—Por si no lo recuerdas, el Clan Mercurio es respetado por S.H.I.E.L.D. y por HYDRA —mencionaste, Jack se levanta un poco por la sorpresa, sosteniéndote por la espalda.
—¿Sabes acerca de…?
—Desde el comienzo cariño, pero descuida, su secreto está siempre a salvo con nosotros — la idea de que supieras de HYDRA ya había pasado por su cabeza, pero nunca se atrevió a confirmarlo o a abordar el tema, no quería correr riesgos.
—¿Puedo preguntar algo? — asientes, ninguno de los dos despega su mirada del otro — ¿Por qué siguen guardando el secreto de HYDRA?
—Muy simple, dinero y una infinidad de información sobre el gobierno, las organizaciones y todo en general. Te sorprendería todo lo que ocurre en un solo día.
—¿Hay algo más que debería saber? — ante su pregunta haces fuerza en su pecho, para obligarlo a recostarse.
—Eso no es gratis — la lujuria es notable en tu voz — Tengo un par de horas antes de irme — ambos se miraron con complicidad para besarse y aprovechar las horas que aún les quedaban.
Su relación a distancia no fue fácil al principio, casi siempre estaban ocupados por el trabajo, en especial tú al estar viajando casi siempre, pero con el tiempo lograron encontrar una forma de llevar su relación. Jack le contó a Brock sobre su relación unos meses después de su relación.
Puede decirse que te volviste la informante y vendedora personal de ambos y Jack se encargaba del pago.
A lo largo de los años, en varias oportunidades, le propusiste a Jack y a Brock unirse a tu Clan, ambos se negaban siempre, es cierto que HYDRA le tiene respeto al Clan Mercurio, pero el miedo de que HYDRA se alzara en contra de tu Clan siempre estaba presente, aunque les afirmabas con seguridad que no sería un verdadero problema.
Pero, los verdaderos problemas empezaron a llegar con el descubrimiento del Capitán América, así como el dios que cayó en Nuevo México, también el científico que se convierte en una criatura verde y el multimillonario con su traje de metal y miles de armas que para colmo formaron parte de la iniciativa Vengadores junto a dos agentes de S.H.I.E.L.D.
Las cosas cambiaron de un momento a otro en HYDRA. Se volvió más complicado lidiar con los superiores.
—Ven con nosotros, ven conmigo, déjame protegerte — le rogaste a Jack. Quien apenas había llegado a su departamento, tomándolo por sorpresa.
—Sabes que no puedo, menos ahora con lo que están planeando con los Helicarrier, si huimos ahora nos matarán a todos.
—¡Soy consciente de eso, Jack!
—Entonces, ¡¿por qué insistes en que huya contigo, cuando las cosas están empeorando y ambos podemos terminar muertos?!
—¡Eso es porque tengo miedo de lastimarme! — Jack se quedó mudo — ¡No lo ves! Aunque pido y rezo, por milagros y recuerdos, tú no estás dispuesto a dar ese paso, a pesar de todo lo que pasamos, sigues dudando…
—¿Cómo sabes que nada saldrá mal? — en su voz se notó el miedo. Te acercaste a él y colocaste tus manos en su rostro.
—No somos asesinos, pero tampoco somos ángeles… mi padre y nuestro líder hicieron un trato con Pierce, estaremos bien, solo… ven conmigo — el silencio se apoderó de la habitación.
—¿Podrías darme unos días? — sentiste como si un balde de agua fría te cayera — Déjame resolver unas cosas — lo miraste sorprendida, por su pregunta, pensaste que querría tiempo para pensarlo — En cuanto las resuelva, podremos irnos, lo prometo.
—Te esperaré, lo prometo.
Sellaron su promesa con un beso. Pero él no podría cumplir su promesa, las cosas no transcurrieron de la forma que él esperaba, de hecho, nadie esperaba que todo este desastre ocurriera.
La existencia de HYDRA fue revelada al igual que sus secretos y los de S.H.I.E.L.D., sin mencionar la destrucción de los Helicarrier y el Triskelion. Muchos miembros de HYDRA lograron escapar o bien fueron asesinados o capturados, para fortuna o desgracia de Jack, él fue de los capturados.
—Señor Rollins, es hora de su traslado a la prisión Raft — informa el guardia abriendo la celda de Jack.
Él no dio resistencia alguna, ya no había razón para luchar, la culpa de no haber cumplido lo que te juró lo carcomía, no tenía idea de donde estabas y lo único que sabía de Brock es que estaba en el hospital.
Fue llevado uno de los jets junto a otros prisioneros. Todos iban en silencio, nadie decía nada. Hasta que de pronto uno de los guardias ataco a los otros dos con dardos eléctricos, dejándolos inconscientes.
La mayoría de los prisioneros empezaron a festejar, pero había otros que no estaban seguros si esto era algo bueno o malo.
—Ya podemos ir al verdadero destino — informa el piloto — Libéralo — el guardia de inmediato se acerca a Jack y lo libera, este se queda atónito ante la situación, no está seguro de lo que sucede.
—¡¿Oiga y nosotros qué?! — reclama uno de los prisioneros.
—La dama solo nos ordenó liberarlo a él. Confórmate con no ir a prisión por el momento.
«¿T/N?»
—Sosténganse, vamos a aterrizar —informa el piloto, pero antes de que Jack pueda preguntar mira por el parabrisas para saber en donde estaban y quedo atónito cuando su mirada cruzo con la tuya. Las respiraciones de ambos se volvieron agitadas
En cuanto el jet se detuvo totalmente en tierra, ambos se acercaron a la parte trasera del jet, y en cuanto se abrió la compuerta Jack salió disparado para reencontrarse contigo. Se abrazaron con fuerza sin lastimar al otro, casi llorando, creyeron que nunca se volverían a ver.
—¿Cómo es que…?
—No importa — te alejaste de él y tomaste su mano en la que colocaste su pulsera — No pude esperarte más — ambos rieron por tu comentario. Acto seguido, Jack besó tu mano.
—Yo tampoco
—Ven — con tus dos manos tomaste la suya y empezaste a caminar — Es hora de ir a casa, tu amigo llegará en unos días.
—¿Brock? — él sonó extrañado, tú solo asentiste.
Tal vez no parecía un gran cambio pasar de HYDRA a un Clan de informantes y comerciantes del mercado negro, pero en realidad si lo era, al menos para él, pues por extraño que parezca, por primera vez en mucho tiempo, se sintió libre y todo gracias a ti.
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auroratris · 2 years
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Fue doblegar la cordura
a la curva de la Danza.
Beber de la disciplina
para que el vuelo
se haga grácil y libre.
Fue Ser del mismo aire,
del susurro como
puntilla de algodón
Irrumpiendo
en los Sueños.
©Auro
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cornelia11st · 1 year
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Ojalá hubiese sido una pesadilla,
De esas que te despiertan de un salto.
Un monstruo en mi alcoba,
Sus manos irrumpiendo mi sueño.
Le gustaba no ver mi rostro,
Quizás así no veía su reflejo.
Un demonio atrapado en su propio infierno.
Tus manos fueron un gatillo.
Balas de recuerdos que fragmentaron mi mente.
Me sentí una niña, otra vez.
Viviendo la misma pesadilla.
Me has quebrado sin lanzar la piedra.
No puedo pensarte sin sentirlo
Sobre mí, deseando hallar refugio en tus brazos,
Sin poder estar en ellos.
No es así como pensé decirte adiós.
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brontis-j · 1 year
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Entrevista para el Chicago Tribune y Los Angeles Times (Otoño 2022)
Metro Underground / Entender la noche del otro
Entrevista a Brontis Jodorowsky
Alfredo Padilla
En mi puericia, al contacto de mis primeros coqueteos con el cine, conocí a Brontis Jodorowsky, en una película del español Luis Alcoriza. Brontis interpretaba el papel del niño Daniel, una especie de ángel hermafrodita que vive con su madre (Fabiola Falcón), en una casona semidestruida de Bogotá, dentro de una atmósfera de claustrofobia sexual, incesto, fetichismo y voyerismo. La cinta llevaba por nombre El muro del silencio (1974), y había marcado profundamente mi niñez, irrumpiendo el sueño de mi razón; el personaje de Brontis era inocente aún en su malicia. Posteriormente lo vería en Bayoneta (2018), de Kyzza Terrazas, en el papel de Dennis, el antiguo entrenador de Miguel “Bayoneta” Galíndez (Luis Gerardo Méndez), un boxeador retirado, cuyo funesto destino lo llevaría a vivir en cierta buhardilla de un complejo habitacional en Turku, Finlandia. Ambos personajes, el ángel colmado de malicia y el coach de boxeo convertido a padre postizo, trazarían una línea narrativa en mi vida, que me llevaría a mi comprensión del Yo y al olvido de los recuerdos que no pude tener, porque como escribió el poeta Enrique Lihn: “no hay nada más difícil de olvidar que las intenciones que no llegaron al acto, los actos suspendidos en la sorpresa y la violencia”.“Hoy cumples siete años, ya eres un hombre. Entierra tu primer juguete y el retrato de tu madre”, le dice el protagonista (Alejandro Jodorowsky) a su hijo (Brontis), en la película El Topo (México, 1970), “¡Destrúyeme! No dependas de nadie”. Un brutal despojo de la infancia perdida, que me ayudaría a quemar las naves de un cruento pasado construido por otros. Hoy, dejando nuevas huellas en arenas que desconozco, me complace presentarles mi entrevista, con el laureado actor y director mexicano-francés, Brontis Jodorowsky, en la que hablamos sobre el reencuentro con la consciencia de la humanidad, la identidad, la noche oscura del alma, las crisis, su libro Algunos cuentos de sabiduría y otras tonterías: ficciones para faltos de tiempo (2017), de su papel en la película Bayoneta (2018) de Kyzza Terrazas y del concepto de la muerte.
A.P. : En Táu (2011), la película de Daniel Castro Zimbrón, interpretas a Gustavo, un hombre que viaja al desierto de Wirikuta, en una expedición que confrontará su más profundo dolor. Tras la pandemia, mucha gente lo perdió todo, o al menos, lo más vital. ¿Qué viaje debemos tomar para reencontrarnos con nosotros mismos?
B.J. : Hubieron una variedad de reacciones con la pandemia, tanto a nivel gubernamental como personal, de país en país sobrevinieron actitudes similares, y a la vez muy distintas. Lo que me pareció fundamental y que también tiene que ver con la crisis climática, es que fue un fenómeno que tocó a toda la humanidad. Claro, fue una oportunidad para un trabajo sobre sí mismo, por estar aislados, y mucha gente sintió que tenía que “rentabilizar“ el Covid-19 escribiendo sus memorias, realizando web meditation o tik tok yoga; todo esto tiene que ver con una forma de individualismo que promueva la sociedad. Asocio tu pregunta con la idea de la autoayuda ; el trabajo sobre sí mismo es necesario, sí. Pero la noción de autoayuda tal como se ha desarrollado, con todas sus publicaciones - que alimentan un mercado - tiene un poco que ver con el ombliguismo, el cada cual por su cuenta y esa ilusión del Self-made man, a la raíz de ciertos males de nuestra sociedad. La verdadera apuesta después de la crisis que hemos pasado es cómo reencontrarnos juntos, más que reencontrarse a sí mismo. No podemos hablar sobre lo que todo el mundo perdió dado que hay gente que no perdió nada (muchas empresas de Internet, los servicios de streaming, por ejemplo, bendicen la pandemia). Hay gente que sí perdió mucho, según su clase social y su nivel económico, los ahorros, la talla de su casa, etc. No es lo mismo si te separaste de tu pareja porque resultó difícil convivir 24 horas sobre 24, o si la pareja sobrevivió a ese test y se dieron cuenta  de que su amor podía atravesarlo todo. Yo te puedo hablar de lo que yo sentí y de lo que más me dolió: esa separación con mis seres queridos, con mis hijas, la disgregación geográfica. En París, después del primer confinamiento podíamos pasear solo dentro de un área de un kilómetro alrededor de nuestro domicilio, y una de mis hijas vivía a un kilómetro 300. Trampeamos un poco. Entendí como nunca el valor del contacto humano, el valor de compartir momentos, el valor de un simple abrazo. Ciertos aspectos del modo de vida que propone la sociedad nos llevan  a enfocarnos en nosotros mismos, las sobre presentes redes sociales nos acorralan con sus algoritmos que siempre te ofrecen lo que te gusta, lo que te mantiene dentro de tu territorio mental y emocional para que con esas pequeñas dosis de dopamina artificial puedas soportar una existencia absurda. Hay que encontrar los caminos para guardar la consciencia de que este fenómeno nos tocó en tanto que humanidad, y que ha durado — en China todavía están con políticas “Zero Covid“ de aislar ciudades enteras, mientras que otras ciudades quedaron abiertas en plena crisis por motivaciones político-económicas y lo pagó muchísima gente por falta de precaución; otras encontraron su equilibrio. Si alejándose de intereses egoístas — que en el fondo son intereses comerciales, la humanidad hubiese tratado el problema de manera global, habríamos hecho un progreso. Hoy en día estamos frente a un problema más grave aún: el de la urgencia climática. Estamos desordenando completamente el medio ambiente gracias al cual vivimos y en una actitud de inconsciencia suicidaría no estamos reaccionando en tanto a humanidad… Me parece que más que preguntarnos qué hacer para reencontrarnos con nosotros mismos, individualmente, deberíamos preguntarnos : ¿cómo hacemos todos para reencontrarnos dentro de la consciencia de la humanidad?
A.P. : Muchos de nosotros tenemos la sensación de que cuando queremos abandonar un espacio denominado como “nuestra identidad”, entramos en otro lleno de incertidumbre, donde nos sentimos a ciegas. La noche oscura del alma es para algunos místicos un periodo de tristeza, miedo y angustia necesario para acercarse a Dios. ¿Estamos pasando por esta etapa, o es simplemente ansiedad generalizada?
B.J. : La cuestión de la identidad es interesante, sobre todo actualmente. Necesitamos pertenecer, el ser humano es un ser social que se desarrolla en contacto con otros seres humanos, según los estímulos que recibe del exterior. Esto es puramente teórico, pero a un bebé recién nacido lo metes en un cuarto totalmente oscuro y en quince días se vuelve ciego, dado que la luz no ha estimulado su nervio óptico. Emocionalmente somos así: un ser no querido, no acariciado, tendrá más dificultades para vivir la empatía y la compasión; en la vida, si recibes amor lo puedes compartir. A la vez, la noción de identidad puede ser es algo que te encierra en modelos de pensar preestablecidos, en modelos de sentir, de actuar. Como todo ser, una sociedad es orgánica, tiene grandes riquezas y grandes trampas, aspectos terribles y otros luminosos. La identidad en su faz oscura, es algo que te va a encerrar, a limitar, que va impedirte el acceso a tu verdadero ser; es un sistema de inhibiciones. La  religión, por ejemplo, es pertenencia, es formar parte de un grupo que se identifica con un mito, en principio con el objetivo de elevación espiritual compartida. Pero a la vez la iglesia está llena de prejuicios sobre la sexualidad, de sistemas de poder, de misoginia, etc. Es muy doble eso de la identidad. Hasta políticamente: puede ser una noción de cohesión social o un veneno absoluto. Hay una bonita adivinanza para niños, que a veces a los adultos les cuesta resolver: “¿Qué está más lejos de ti, la punta de tu nariz o el pulgar de tu pie?“ ¡La respuesta es ninguno de los dos, dado que los dos son tú! Cuando realizas que has vivido en pertenencia a una identidad impuesta,  o a la cual no te identificas más, querer separarte de ella es delicado; no te vas a cortar un brazo, so pretexto de que de esa manera serás más tú… Hay que saber distanciarse sin perderse. Porque, en el fondo, nuestra identidad está ligada a nuestra vivencia, a nuestro transcurso; somos un relato. Y nuestra historia personal, familiar, social, está ligada — como las grandes obras de teatro de Shakespeare que combinan la pequeña y la grande Historia — con muchas circunstancias de la narrativa que compartimos con los demás, con la sociedad. Dentro de eso, hay que tener clarividencia. Me hablas de identidades, de saber quién eres. “¿Quién soy?“, es una pregunta compleja, a veces angustiante. Pero si “Quién soy“ es complejo, vaporoso, fluido, algo intangible; más accesible es saber quién NO eres y dejar caer lo que no eres, lo que sientes que no eres, lo que van a ser las inhibiciones, los prejuicios, los límites mentales, los miedos emocionales, etc. Eso lo puedes identificar, es palpable, concebible, desechable. Por otra parte, si estamos de acuerdo con Carl Jung, de que el inconsciente tiene una dimensión colectiva, entonces “Quién soy“ no puedes ser nada más tú, tu Yo. La pregunta se transforma entonces por ella misma en “Quiénes somos“. Volvemos a la identidad… Según el sicólogo francés Serge Tisseron una de las preguntas que causa ansiedad es la del sentido de la existencia: “Qué sentido tiene mi vida“ y él argumenta que es una pregunta imposible, a menos de darse cuenta de que, in fine, el sentido de nuestra vida es el sentido que tenemos para los otros. Vale la pena meditarlo. En el mito judeocristiano, Jesús dice: “Por sus obras los conoceréis”. Así como el conjunto te recibe, le da sentido a tu vida. Eso no quiere decir que si el conjunto te recibe bien, ese sea tu verdadero sentido: a veces tienes que ser alguien que rompe las barreras, que sale de los esquemas, del conformismo, que va más allá de lo previsto, que hace avanzar a la humanidad de un salto con un nuevo conocimiento o una inspiración artística; ahí puede haber una forma de rechazo hacia ti. ¿Quiere eso decir que tu vida pierde su sentido? No, puesto que tras un tiempo, lo que es justo permanece y el mundo progresa. El conjunto avanza más lentamente que el individuo. Ahí entramos en otro espacio lleno de incertidumbre: tenemos algo inscrito muy profundamente en nosotros, en lo que algunos llaman el cerebro reptiliano, que es la noción de territorio. Fuera del territorio conocido, está el peligro. Un tigre, por ejemplo, tiene un territorio: lo marca con su orina, en él tiene de qué beber, presas, sol y sombra, etc. Si sale de su territorio, se mete a la comarca de otro tigre, donde puede haber peligro, falta de agua o de presas, es decir peligro de muerte. Nosotros tenemos un territorio mental (me identifico a lo que pienso o a ideas aprendidas), un territorio emocional (me identifico a lo que siento o a mis temores), un territorio sexual (me identifico a lo que deseo o a mis prejuicios), territorios que pueden ser catastróficos, pero que corresponden a lo que conocemos. El conjunto de nuestros comportamientos repetitivos, de nuestra manera de pensar, de lo que hemos sentido, los deseos que hemos podido satisfacer o no, ese es nuestro territorio. Nos cuesta cambiar de rutina, abrirnos a nuevas ideas, abrir nuestro corazón a nuevos sentimientos o aceptar los sentimientos negativos que descubrimos nos habitan y que reprimimos a tal punto que nos ahogan. Tenemos temor al cambio y a lo desconocido porque nos introduce a un territorio oculto. Metafóricamente hablando, a menudo preferimos un aire viciado que conocemos a un aire puro desconocido. Sin embargo, en el momento en que te quieres conocer renunciando a lo que no eres, inevitablemente vas a entrar a un territorio ignorado hasta entonces. La única manera de ampliar tu conocimiento, es ir a lo desconocido y soltar lo que no eres; además de cuestionar tu sentimiento contigo mismo, ello cuestionará tu sentimiento para con los otros. Y viéndote a ti mismo de otra manera, ellos también te van a percibir de otra manera: te pueden rechazar o aceptar. En ese sentido es útil el trabajo con los sueños. En su libro La Maîtrise des Rêves, Marc-Alain Descamps explica que no te puedes morir en tus sueños, porque nuestra mente no conoce el estado de su no consciencia. Si sueñas que estás dentro de un ataúd y que la gente está llorando, hay un punto de vista tuyo, no estás desaparecido. Todos hemos tenido esas pesadillas en las cuales te persigue un monstruo para comerte. Tiene variadas formas, pero es un mismo esquema narrativo de algo que te va a devorar: expresión probable de una pulsión reprimida. Aunque pueda ser a veces el llamado de un proceso positivo, tú lo ves como un angustiante monstruo que va a devorar el ser limitado que eres en ese momento. Cuando trabajas el sueño lúcido, durante una tal pesadilla de persecución devoradora, puedes darte cuenta de que estás soñando. En ese momento, en vez de huir con angustia o esforzarte en despertar, te detienes, haces frente al monstruo, hasta corres hacia él. Ahí va a haber una gran luz y un despertar lleno de orgullo, un sentimiento de fuerza y plenitud que puede durar una semana. Te cuento algo que he vivido. Volviendo a nuestro tema, el miedo a renunciar a lo que NO somos para encontrar quienes somos, es obviamente un proceso en el que debemos aceptar el miedo del que tú hablas y ese miedo, todos lo vivimos. Lo menciono porque es bueno realizar que mucha gente vive lo mismo que tú. Dicen en México: “Mal de muchos, remedio de pendejos”. A menudo cierto es. A menudo también no: el mal de muchos no será un remedio, pero sí ayuda saber que eres parte de un mal general, compartido. Regreso a la idea inicial: no soy un individuo, sino que somos, y ahí está para mí una posible solución.
A.P. : Como expresa el filósofo español Eugenio Trías: “en esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra”. ¿Cuál fue la noche oscura del alma que te convirtió en Brontis Jodorowsky?
B.J. : Es que no soy Brontis Jodorowsky, una entidad fija. Uno cree que es todo el tiempo el mismo, pero no: crecemos, nos achicamos; nos crece el cabello, luego se nos cae; tu energía es inextinguible, luego surgen dolores en diferentes partes del cuerpo; pasas de la insaciable curiosidad a la rigidez mental o sigues aprendiendo nuevas cosas, tu manera de comunicarte con los demás es más amena… Físicamente, las células de nuestro organismo se regeneran en permanencia. Al hígado le toma de seis meses a un año renovarse completamente, pero hay partes que en un día ya no son (somos) las mismas. Vivir es un cambio, una regeneración constante. Cuando te identificas a una personalidad, en cierta manera te anquilosas, mientras que el universo mismo está en perpetuo movimiento. En el microorganismo sucede lo mismo, estamos todo el tiempo adaptándonos a este proceso de la vida, ese proceso que es no morir. Como escribí en un aforismo: “Gracias a mis padres, que con la vida me han dado la muerte”. Vivir es en permanencia adaptarse a todo nivel al medio ambiente y a sus cambios. Entonces, ¿cómo imaginar que eres tú algo ya hecho e inmutable? Eso dicho, cuando yo era niño, mis padres hablaban mucho del cambio. Por una razón u otra había que "cambiar". El lenguaje es muy importante; el decirle a una persona « ¡cambia! » o « ¡tienes que cambiar! » me parece un enfoque erróneo. Un árbol no cambia, un árbol se desarrolla. No tengo por qué cambiar, si eso significa ser otra cosa que lo que soy. Cuando una familia te insta a cambiar, es probable que lo que quiere decir es « adáptate a mí », « sé como yo quiero que seas ». Un ejemplo : un árbol crece en un terreno ventoso y ese fuerte viento que sopla contra su tronco hace que crezca inclinado. Digamos que eres ese árbol. De repente te das cuenta de que ese viento te hace crecer chueco, adolorido y por un trabajo de concientización logras deshacerte de la influencia de esa toxicidad. Ahora, no porque cesa ese viento el árbol repentinamente se endereza como con resorte, "cambia" y adquiere a una forma ideal que se supone hubiera de haber tenido. No: tras la toma de consciencia y a partir de esa adquirida inclinación, empieza a crecer hacia la vertical. Pero lo negativo que padeció, es parte de su existencia, de sus ser y su desarrollo, es parte de su historia: somos una historia y todas las circunstancias terribles o maravillosas que vivimos forman parte de nuestro ser, nuestro ser que es relato. Yo no sé que es exactamente "la noche oscura del alma ». Sí sé que uno pasa en su historia por momentos de oscuridad, de dificultad, en los cuales te cuestionas si tienes la fuerza, el anhelo, la valentía suficientes para cuestionarte. Si lo pienso, la noche oscura del alma no es precisamente algo negativo: es un momento en el que el enfoque cambia y puedes ir hacia la comprehensión de lo que te sucede. Como todos, en mi vida he pasado por momentos de sufrimiento. El sufrimiento es parte de nuestra vida, no hay vida sin sufrimiento. La concepción que tenemos del sufrimiento tiene que ver con el dolor, concretamente. Desde los inicios del siglo XX y el descubrimiento de los analgésicos, nuestra civilización se ha vuelto férreamente anti-dolor: nadie tiene que sufrir de lo que sea y mucho menos de dolor físico. Los pain killers son muy recientes. Antes, con todas sus catástrofes y sus guerras — también con toda la maravilla de su desarrollo— la humanidad siempre había interactuado con el dolor: la gente vivía con dolor de dientes, con dolor de estómago, con dolor de cabeza, no era un escándalo, no tragaban una píldora a la menor incomodidad: atravesaban el dolor, por necesidad aprendían de él a vivir, con él. Hoy hay gente que llora porque la simple opinión que el otro expresa "le duele" y la vida en sociedad se vuelve imposible. No estoy en contra del tratamiento del dolor, obviamente, es un progreso importante de la medicina. Pero interrogo nuestra relación a este. Hay momentos en que puede también ser un maestro, una manera de comunicar de nuestro cuerpo con nosotros. ¿Cuándo te das cuenta que tu cuerpo existe? Cuando te duele; si no, lo olvidas. Somos muy mal agradecidos con nuestro cuerpo. De vez en cuando, cuando estoy procrastinando, me acaricio la mano, me acaricio el pie, los hombros, y le digo: “Gracias cuerpo, vas cargando mi consciencia todos estos años de mutación, fiel hasta que un día nos apaguemos; gracias, gracias, gracias.” Recomiendo hacerlo vez en cuando. Es de notar que al mismo tiempo que aparecieron los analgésicos, llegaron los estimulantes, los speed, la anfetamina, las drogas como la cocaína o la heroína, que te engancha porque durante el trip te quita el dolor, físico y psicológico. El alcohol seduce porque desinhibe, salen todas las pulsiones que la sociedad te reprime a veces sin razón, a veces con razón — no queremos que cunda por ahí la pulsión asesina… Esos momentos de la noche oscura del alma, como tú los llamas, son momentos necesarios que nos permiten una mirada introspectiva, a condición de que en esa oscuridad abramos los ojos. Se dice que muchos chamanes son voluntariamente ciegos; por alguna razón será. ¿Para entrar en una oscuridad (de la noche oscura del alma), a partir de la cual se ve mejor? ¿Y a partir de su mirada interior, poder entender mejor la noche del otro? De nuevo la relación con el otro… Cuando alguien fallece se reúne la gente en el velorio, y en general concluye el día de tristeza con una gran cena, en la que se es muy alegre y se come bien, porque la vida continua. La luz y la oscuridad están ligadas mitológicamente en las primeras frases de nuestro relato judeocristiano: lo primero que hace Dios en el cuento de hadas, es separar la luz de las tinieblas, el día de la noche. Es decir que en el origen van juntas, son una y misma cosa. ¿Cómo es eso que la luz y la oscuridad eran una y misma cosa? El mito nos hace aparecer después de que esa separación haya ocurrido, así que no nos es posible concebirlo: no lo "vimos". Pero es como el símbolo de Yin y el Yang: dentro de la coma negra hay un punto blanco, lo que implica que no existe la total oscuridad, como tampoco existe la total luz, dado el punto negro en la coma blanca. La total oscuridad y la total luz, como toda noción de pureza, son nociones en algo totalitarias. La pureza de la raza, por ejemplo, que blanden movimientos de extrema derecha, pureza basada en el rechazo del otro. La verdadera pureza, no es pura en ese sentido: la verdadera luz, nuestra luz mitológica, es día y noche oscura del alma a la vez.
A.P. : Me parece que tu libro “Algunos cuentos de sabiduría y otras tonterías: (Ficciones para faltos de tiempo)”, logra un portentoso ejercicio de prestidigitación literaria, al hacer que las historias cotidianas e íntimas, hechas de detalles, que en otras manos podrían resultar anodinos, se transformen en una poderosa narración de validez universal capaz de curar.
B.J. : Gracias, aunque no haya sido mi objetivo curar a nadie mientras lo escribía; no pretendo ser terapeuta. No me atraen las bonitas frases de sabiduría genérica (a menudo acompañadas de ilustraciones cursis), que plagan las redes sociales en búsqueda de « likes » y seguidores. Trato que todo lo que escribo tenga que ver con un proceso personal; mis micro-cuentos están, de una manera u otra todas ligadas con fantasías y procesos míos. Su breve formato es porque encuentro que hay algo de poético en el aforismo y porque ambicionaba ofrecer un libro que se pudiera leer “entre dos puertas“ o en los transportes públicos, por ejemplo. La multiplicación actual de solicitaciones a nuestra atención roen nuestro tiempo. Así que traté de reducir mis historias al mínimo de palabras, de hacer un proceso de destilación, o digamos de liofilización de mi experiencia, para que al contacto de la imaginación del lector las compactas historias se desarrollen en su mente, que este les dé contexto, marco e interpretación. Si, como dices, esa experiencia metafóricamente compartida le es útil al lector, me alegro; pero con que le arranque una sonrisa ya estaré satisfecho.
A.P. : En Bayoneta (2018), la película de Kyzza Terrazas, interpretas a Denis, el antiguo entrenador del boxeador Miguel “Bayoneta” Galíndez, quien vive exiliado en Finlandia - tras sufrir un fuerte trauma - trabajando de día como sparring en un gimnasio de boxeo, sin más esperanzas que ganar lo suficiente para alcoholizarse. ¿Qué te atrajo de esta historia, de tu personaje y qué te quedaste de él?
B.J. : Me atrajo el papel del coach y su relación con ese joven ex-campeón lidiando con la depresión y la culpa, un rol de humanidad, en un esquema que   lejanamente me recordaba a John Wayne en el famoso Western Río bravo (1959). Las buena películas de género son a menudo un pretexto para hablar de otra cosa que lo que implican los cánones del genero mismo: en la película de Howard Hawks, más que de disparos, asaltos de banco o del Grand Canyon, se trata de la historia de alguien que intenta sacar a su amigo del alcoholismo, Wayne tratando de levantar a Dean Martin, una bella película sobre la amistad. En la parte coach/boxeador - Denis/Bayoneta, sentí que podía haber algo así. Ya al ver la película terminada, llegué a la aceptación final y total de que una cinta realmente encuentra su identidad en la mesa de edición. En tanto que actor, conoces el guión original, sabes las escenas que se filmaron, en qué orden estaban y luego ves la película y lo primero que sientes es que  “faltan“ muchas de esas cosas. Claro Bayoneta es la historia de Galíndez, Luis Gerardo Mendez estaba en todas las secuencias, era su historia y lo esencial no era la relación con el coach. Pero en el corte final, de lo que había entre esos dos hombres quedó algo un poco esquemático. Había también otros personajes secundarios y otras sub-intrigas con actores finlandeses de mucho talento y también todo eso se cortó. Me encantan las películas que cuentan una historia principal enriquecida con "sub-historias", con personajes secundarios desarrollados, porque la vida está llena de cosas entretejidas, de micro-eventos y relaciones que no son lo esencial pero que le dan sabor y relieve a la narrativa. Luego, cada director hace la película que quiere hacer, la que le habla a él; es su visión la que cuenta, son sus años de arduo esfuerzo para que exista el film. Cuando lo platiqué con Kyzza, me dijo que había optado por un “estudio de carácter”. En general, como público, me interesan más las historias que los estudios de carácter; cuál sea la forma artística, anhelo en una obra la posibilidad de catarsis. Pero lo que cuenta es que un director sea fiel a sí mismo y aunque no fue un súper éxito taquillero, a mucha gente le gustó la película y yo me encuentro bien en las escenas que quedaron. Bueno, perdón: opinar sobre el trabajo de los demás es tan fácil…« opinadores » no faltan: todos tenemos opiniones que tomamos muy en serio. Afrontar el proceso creativo, lograr hacer una película, encontrar su vía personal,  es otra cosa y le estoy agradecido a Kyzza por su confianza. A.P : Al final, “Bayoneta” Galíndez ve morir a un alce. ¿Cuál es su relación con su historia, es quizá la aniquilación del pasado?
B.J. : No sé. Esa es una pregunta para Kyzza, no para mí. Yo no actúo de ese alce, entonces no te puedo decir, jajaj. La metáfora del venado existe también en la película que hice con Daniel Castro Zimbrón, su opera prima Tau (2012), pero cobraba otro sentido dado que el contexto era Wirikuta, el desierto mágico, algo que ver con el duelo y con los huicholes…La breve aparición del venado azul es ahí algo bastante bonito. Hay un cineasta que ha tenido mucha influencia en toda una generación: Carlos Reygadas, y desde su reconocimiento internacional han aparecido en otras películas mexicanas elementos de ese tipo, que introducen algo « extraño », metafórico, fantástico, aunque no siempre de manera tan oportuna. A lo que voy es que un cineasta tiene que encontrar su cine, porque en cierta manera todas las historias ya fueron contadas; lo importante es cómo la vas a narrar tú: que seas pintor, escritor, cineasta, dramaturgo, lo que debes buscar es tu forma. Todos nosotros en tanto que seres humanos, en nuestra constitución neurológica, fisiológica, somos iguales; pero a la vez somos todos únicos: no hay dos huellas digitales, dos formas de orejas idénticas en toda la humanidad, no hay un diseño del iris igual a otro - por eso puede existir el reconocimiento facial. Carlos Reygadas encontró su cine, puede gustar o puede no gustar - a mí, por ejemplo, Nuestro tiempo (2018) me encantó: ahí llegó a su forma más completa y tengo mucho apetito por su próxima entrega. Pero ver aquí y allá « reygaderías », elementos sobrenaturales gratuitos o súper lentitud con no actores - por ese temor de ciertos directores de confrontarse a un actor y ese a priori que algunos tienen de que un actor no va a ser auténtico - pues no me interesa tanto. Ahora, cuando un cineasta abre puertas, también se puede explorar ese nuevo campo: en la muy buena Sundown (2021), Michel Franco introduce de repente un elemento así, con unos puercos en una ducha y es formidablemente coherente. Cuando es justo, es justo; cuando no, son efectos estilísticos vacíos.
A.P. : ¿Cómo se afronta con solemnidad la muerte de un ser querido?
B.J. : Lo sabes, mi hermano Cristóbal falleció el pasado mes de septiembre. ¡Qué tristeza! Más que afrontar, diría que la muerte se atraviesa, te atraviesa y transforma tanto a ti como al fallecido en ti. Tu amor por él, sin disminuir, cambia de naturaleza. Es ese el proceso del luto, por eso el tiempo que requiere: aceptación de la ausencia tangible, mutación de la presencia y del sentimiento. “Para que algo quede de ti en mí, debo dejarte ir… “ En fin, no se pueden definir procesos o recetas para todos los seres humanos y para todas las vivencias, todas las muertes. Lo vivo así ahora porque está relacionado con mi historia, mi transcurso. Ya he pasado por varias muertes. La primera, la viví a los 17 años, cuando falleció Renée, mi abuela materna. De familia muy católica, fue madre de 14 hijos, así que puedes imaginar además el numero de nietos y bis-nietos. Tenía más de 80 años, estaba agonizando en la clínica y había literalmente una cola para verla una última vez, con 15 minutos cada cual para despedirse de ella. A mis seis años mi madre se fue a hacer teatro a Polonia y me dejó medio año con mis abuelos. Me querían mucho y aún más quizás porque, dentro de la visión del mundo de esa familia tan tradicional, yo era “el pobrecito”: hijo ilegitimo (mi padre y mi madre eran amantes, él estaba casado), de un padre artista, ¡y judío además de todo!, abandonado en cierta manera ahí por sus genitores… Entonces me arroparon muy bien, con mucho afecto. Fueron probablemente mi primer modelo de pareja estable y amorosa. Recuerdo aún la cálida y tierna mano de Julien, mi abuelo medio ciego, durante los paseos por la tarde, y el delicioso aroma del entre-senos de mi abuela cuando me abrasaba cariñosamente en cualquier momento del día. Al llegar mi cuarto de hora para despedirme de ella, ya estaba a punto de irse – falleció al día siguiente. Me senté a su lado, le di la mano y pasamos los quince minutos mirándonos en silencio. Hay momentos así, en los cuales las palabras están de sobra. Transcurridos mis quince minutos, justo cuando nuestras manos aceptaban soltarse, pronunció suavemente, casi en un suspiro: “Je prendrai soin de toi” (Te cuidaré). ¡Qué gran regalo me hizo ahí! A pesar de que yo considere fundamental haber leído por lo menos el Génesis y los cuatro Evangelios, saber de mitología greco-romana, del sufismo o del pensamiento budista, no soy creyente. Pero ella sí creía. Había nacido católica, ido a Misa todos los domingos, vivido en la fe cada día y en ella moría, totalmente convencida de que al expirar iba a subir al Cielo y entrar en la luz de la Virgen María. Cuando pequeñas, mis hijas me preguntaron si Santa Claus existía. Como nunca quise mentirles, les dije: “Mientras crean en él, existirá”. Para ellas existiría y es lo que contaba para ellas. Reconozco y respeto el total y absoluto derecho de creer en Santa Claus, lo respeto profundamente (lo que obviamente no le otorga el derecho a nadie de obligarme a creer en Santa Claus, ni a imponer en mi casa a fines de diciembre un árbol podado con bolitas de colores - si captas la metáfora). Pero aunque yo no sea creyente, su intención amorosa de decirme que para siempre estaría conmigo, me apoyaría, me cuidaría desde ese cielo al que ella iba a naturalmente acceder, era un mensaje de amor profundo: “Te amaré más allá de la muerte”. Sus palabras se grabaron en mi corazón y han sido desde entonces una fuente de fuerza interior. Unos años más tarde, falleció Bernadette, mi madre, en un accidente de avión, y lo alucinante es que la tarde misma de su vuelo me dijo al despedirnos: “Si muero durante mi viaje, no quiero flores en mi entierro, porque son muy caras y mis amigos son muy pobres”. ¿Qué presciencia fue esa? La misma noche se estrelló su avión en las afueras de Madrid. Al principio no sentí nada. No vertí ni una lágrima, me quedé impávido cuando frente al Château de Vincennes su amigo Michel me anunció con voz temblorosa el accidente. No lograba entender: “Mi madre ha muerto. ¿Cómo es posible que no sienta nada — me dije. ¿Acaso soy un insensible, un ser sin corazón?“. Era simplemente que cuando un shock es tan fuerte, en un reflejo de supervivencia psicológica tu mente se protege del dolor. La mañana siguiente viajé a Madrid y al aterrizar empezó el proceso: vertí las lágrimas contenidas y entré en un extraño estado de lucidez dolorosa, en el que todo se volvió relativo; lucidez tan exigente y pura, que no se puede asumir más allá de un cierto tiempo. Deberíamos vivir en permanencia con la consciencia de la muerte, de nuestra posible muerte en cualquier momento, de la posible muerte en cualquier momento de nuestros seres queridos y, más allá, de la del entorno, hasta de la de la humanidad entera. Nuestra vida, el simple hecho de vivir, la vida misma adquiriría otra dimensión, otra calidad. Lo sabemos, en teoría. Pero ello requeriría un cierto grado de energía, de compromiso, me atrevo a decir de amor - y todos somos hasta cierto punto perezosos con eso, ¿no? Preferimos cerrar los ojos y seguir adelante, tibios, como si fuéramos eternos. Pero volvamos al momento. Con la mejor intención del mundo mi padre me aconsejó de no ver al cuerpo de mi madre. Temía que fuera para mí algo insoportable y traumático. Lo escuché, pero resultó ser un error: como no la vi (una tía monja que fue conmigo es quien asumió reconocer el cuerpo), mi mente no pudo integrar correctamente su fallecimiento. Por algo se dice “ver para creer“. Por no haberlo constatado con mis ojos, algo en mí se negaba a creerlo; hasta tuve un mes más tarde la alucinación de verla pasar en un automóvil frente a mi casa… Aprendí ahí lo fundamental que es el velorio, esa costumbre de pasar un tiempo con el cuerpo del fallecido. Un tiempo que te pone frente al echo, a la ausencia ya del ser dentro de ese cuerpo, un tiempo de “des-encarnación“, el tiempo que tu consiente y tu inconsciente requieren para poder entablar el proceso del luto: periodo de transformación del fallecido en relato íntimo, tanto en el corazón como en la mente de los que continuamos en vida. Sigamos. En 1995 falleció mi hermano Teo, a los 24 años. Repentinamente, de manera inconcebible, prácticamente inaceptable; fue tremendo. Ahí yo tuve que sostener a mi padre y asumir encargarme de muchas cosas: reconocer el cuerpo en la morgue, gestionar la funeraria, con su madre tratar de que no hubiera autopsia - por haber muerto de una sobredosis, había legalmente que practicarla - estar presente a la clausura el féretro, otro requerimiento legal, tras la incineración recibir la urna aún tibia con sus cenizas; hasta imaginar qué hacer con ellas… Que muera antes de ti tu abuela o tu madre, está en cierta manera dentro del orden de la vida (por más ilusorio que sea ese orden). Pero tu hermano menor, en esas circunstancias… El dolor fue tan profundo, para mí como para todos los miembros de la familia que nos tomó prácticamente 20 años poder evocarlo sin que se nos vele la voz. Yo estaba en ese momento ensayando « Le Tartuffe », de Molière, con la compañía francesa Le Théâtre du Soleil. Creo que si no hubiera estado en pleno trabajo creativo, con un papel como el de Orgón y el apoyo de la tropa, hubiera probablemente padecido un trastorno psicológico. Ahí sentí el valor sanador del arte. A la vez, tuve también que aceptar que la muerte de mi hermano había machacado tanto mi corazón, que en algo me llevaba a ser un mejor actor. Fue difícil aceptarlo, despojarme de la idea y culpabilidad de que en cierta manera estaba « devorando al cadaver » de un ser querido para nutrir mi artesanía. Pero me di cuenta de que era parte del proceso, una manera de aceptar la vulnerabilidad y volverla riqueza. En ese momento el teatro me salvó, me salvó no detenerme, sumergirme en el trabajo y el compañerismo artístico, me ayudó a atravesar ese huracán emocional y a canalizarlo para, más aún que un mejor actor, ser un mejor ser humano. En todo caso eso espero. Es un cliché decir que todo fin implica un comienzo, pero puede ser acertado. La siguiente experiencia con la muerte fue la de mi tía Marie-Renée, la hermana mayor de un par de años de mi madre, que en cierta manera la remplazó en el rol de abuela con mis hijas. A ella la pude acompañar hasta el fin, en el hospital. Marie-Renée no se esperaba morir: tenía solo 75 años, era una mujer alegre y llena de energía, pero de repente padeció de algo a priori benigno que se fue complicando y falleció en un par de meses. Espero no suene frío, pero fue muy interesante observar cómo ocurrió: tenemos la idea de que la muerte es instantánea, que llega en un momento dado y preciso; pero no, morir, la muerte misma, también es un proceso que va por etapas. Cuando morimos, no todos los órganos de nuestro cuerpo se apagan al mismo tiempo, los sentidos se van uno por uno, el oído al último; te vas muriendo de las extremidades hacia el centro: la necrosis había empezado en sus pies y en sus manos, pero ella seguía viva. Ya no veía, había perdido el uso de la palabra, pero su corazón seguía latiendo, respiraba profundamente, reaccionaba a la voz… No sé si en esa etapa tu mente está todavía en estado de comprender y aceptar lo que está por ocurrir. Pero la abracé y le dije al oído: “No temas, yo pensaré en ti, te llevaré dentro de mi corazón”. Y en diez minutos su ritmo cardiaco se fue apaciguando, haciéndose cada vez más lento, hasta que con un profundo último suspiro cesó de latir. Toda nuestra vida es ir de una inspiración a una expiración. Nacemos naturalmente cuando nuestro pulmones están listos para nuestra primer inspiración. Cuando alguien muere, se dice que expiró. Y, cosa hermosa, también decimos que tenemos una inspiración cada vez que nace una idea creativa en nosotros. Acompañar a Marie-Renée hasta su último momento, con cariño y paz, asumir en cierta manera el mitológico papel de Caronte, me ayudó mucho a aceptar su partida. Acompañar a un(a) moribundo(a) no tiene nada de macabro, es un acto que te llena de vida y de gratitud, en algo te deja sin “deuda“. Todos deberíamos, por lo menos una vez en nuestra vida, acompañar a alguien que se va. Nadie debería morir solo. Por eso en las mitologías a menudo hay un ser que acompaña el paso de una dimensión a la otra. En cierta manera también, dado que Marie-Renée había asumido el papel de abuela con mis hijas, eso me permitió metafóricamente, por proyección, acompañar simbólicamente a posteriori a Bernadette: estar ahí, acompañarla, que muera en mis brazos, en algo alivió la tristeza de no haber podido despedirme  así de mi madre. En el trabajo de teatralización terapéutica, es banal que una persona juegue el papel de otra, para permitir “saldar cuentas“. Luego, el pasado mes de septiembre, fallece Cristóbal, mi hermano tan querido… ¿Cómo hablar de eso? Es tan reciente. Diga lo que diga, cual sea tu experiencia, cada vez que un ser querido muere, vuelves a emprender el camino triste y doloroso. Lo que he aprendido sin embargo de mis pasadas experiencias, que la muerte sea repentina o anticipada, es que ese camino es el de la aceptación del fenómeno, cuan triste sea, y que alguien muera a los 83, a los 47, a los 24, a los 75 o a los 57 años, esa es su vida completa; eso es lo que hay que aceptar. Y, sin entrar en detalles, puedo decir que en el caso de Cristóbal es más verdadero aún… Me parece que solo la aceptación de la separación tangible permite honorar por completo al fallecido y, al dejarlo ir, adquirir una presencia nueva en nosotros, hecha de su transcurso, libre de su encarnación, relato de enseñanza. Pero volvamos a tu pregunta inicial : ¿Cómo se afronta con solemnidad la muerte de un ser querido? Todo depende de la vivencia que has tenido, de la persona que eres, de tu relación con la persona que falleció. No hay recetas, modelo, buena o mala reacción: la fallecida puede ser una persona muy cercana, y sin embargo de repente sentir una rabia tremenda hacia ella, justamente por haber fallecido. “Descanse en paz“ no es algo obvio, es también un proceso que debemos llevar a cabo en nosotros: hay gente que a los 90 años siente todavía resentimiento hacia sus padres fallecidos décadas atrás; yo conozco uno que no ha aliviado todavía del todo de esa mezcla de veneración y rencor. El tiempo emocional, sicológico, inconsciente, no es el mismo que el del calendario. Tanto como antagónicos sentimientos, épocas distantes conviven en nuestro presente interior. La paz del “Descanse en paz“ es un estado que, a travez del duelo, debemos aceptar, desarrollar. Para que en cierta manera, la muerte de un prójimo pueda, más allá de la pena, hacer florecer algo en nosotros. En fin, cuando hablas de solemnidad, probablemente te refieres a la video que subí en las redes pocos días después de la repentina muerte de Cristóbal. Aquí el enlace : https://www.instagram.com/reel/CitanOFjItd/?igshid=MDJmNzVkMjY%3D En ese video me baso sobre lo que sabía en ese momento; luego supe otras cosas que completarían la historia, que le darían otro enfoque. Pero bueno, no hubiera sido muy diferente mi forma de expresarlo. Mi hermano Adán, la hija y los dos hijos de Cristóbal, tres de sus ex-parejas, estábamos todos juntos en el proceso de vaciar su departamento. Aparte de todo lo que evoqué anteriormente, la muerte de un prójimo te echa encima una cantidad de cuestiones prácticas que resolver : acabar de pagar su renta, que no corten la luz mientras se vacía el departamento cuyo dueño quiere recuperarlo para un próximo inquilino, deudas pendientes, gastos funerarios, ¿qué hacer con los libros, muebles, ropa, papeles y otras pertenencias? En el caso de Cristóbal, también sus pinturas, los manuscritos de su nuevo libro, etc. Sin hablar de las cuestiones legales de herencia — otro vasto tema. Todo ello te obliga a estar en la acción, lúcido; sin embargo, en medio de todo eso te sumergen las olas emocionales. Como estás en esa acción con otras personas y que sus olas de tristeza no se derraman al mismo tiempo que las tuyas, se puede seguir adelante, consolarse mutuamente, acompañarse, sostenerse y navegar esa noche oscura del alma sin ahogarse. Durante esos tristes pero híper-activos días, a una de las ex-compañeras de Cristóbal le llegaron comentarios en internet cuestionándola sobre por qué no se había hecho pública la causa de su deceso; a ello se combinaron algunas teorías fuera de lugar sobre la vacuna contra el Covid, accidentes en otro país y un par de divagaciones venidas del espacio intersideral. Hay algo tan misterioso en la muerte… Me di cuenta de que, como cualquiera, cuando leía en un periódico sobre la muerte de alguien, lo primero que yo también buscaba era la causa. ¿Por qué? Hay un largo artículo sobre quién era ese gran pintor y su aporte, ese matemático y sus descubrimientos, o ese político y su lugar en la Historia; sobre transcurso, vida… ¿pero por qué no leo el artículo sin buscar primero la causa de su muerte? Mi conclusión es la siguiente: la causa, la razón, es en cierta manera la puerta entre dos dimensiones; la que conocemos y la inconcebible: la de la desaparición de nuestra consciencia de ser. Recuerda que no podemos soñar que morimos. Nuestra psique no lo puede imaginar concretamente y por ende darle una imagen, aunque sea onírica: siempre estamos ahí, actores o testigos, presentes. Ya escribía Sigmund Freud en Consideraciones actuales sobre la guerra y la muerte (1915) : “(…) nuestra propia muerte no nos es representable y cada vez que tratamos de representárnosla podemos notar que en realidad seguimos estando ahí como espectador. Por eso en la escuela psicoanalítica pudimos aventurar esta afirmación: nadie, en el fondo, cree en su propia muerte o, lo que es lo mismo: en el inconsciente, cada uno de nosotros está convencido de su inmortalidad.“ Bueno, ya hablamos de eso en la primera parte de la entrevista… Ahora, se puede creer en la reencarnación. Pero si la reencarnación existe, de todas maneras no se reencarna con la consciencia de uno mismo: quizá pasamos a ser otra persona, un animal o lo que tú quieras, pero si yo reencarno en ese otro, no recuerdo la vida anterior. Ciertas prácticas pretenden dar acceso a esa memoria… ¿Pero hasta qué punto es verdad ese recuerdo de una vida anterior? Cada quien se cuenta la historia que le hace bien, ¿porqué no? Si eso te hace feliz y te lleva a vivir una vida mejor, a que tu acción en el mundo sea más positiva, perfecto; pero son creencias, como la creencia en Santa Claus o la influencia de Plutón en mi carrera diplomática. Más seriamente, cuando sí conocemos la causa del fallecimiento, nuestra psique concibe una puerta, un río Stix, algo que separa claramente el mundo de los vivientes y el más allá de los muertos. Como la separación de la luz y la oscuridad al momento de la creación, en nuestra mitología judeo-cristiana, para recordar la primera parte de nuestra conversación. “Por ahí pasó: por una intoxicación alcohólica, por un accidente de automóvil, por darse un tiro en la cabeza, porque tenía 97 años y se apagó, lo mató una bala perdida, o demasiada Coca-Cola…“ Ahí tu mente puede aceptar y concebir, visualizar - en una especie de velorio interior. Mientras que si no conoces la causa, en cierta manera la frontera entre vida y muerte se desvanece, y ese momento “pre-creativo”, donde la luz y la oscuridad se combinan, es angustioso: no saber de qué se murió el otro, por qué puerta pasó, abre para nosotros la posibilidad de desaparecer en ese “entre-mundo“, de disolvernos, como en la película End game (2019), con un tronar de dedos. A un nivel inconsciente, sin esa delimitación, la muerte del otro puede simplemente aspirarnos. Bueno, quizás voy un poco lejos para explicar lo que también puede ser una simple curiosidad compasiva… Pero así lo pensé al tratar de entender lo inentendible que abarca la muerte. Después de todo, una de las principales actividades de nuestra mente es darle sentido a lo que no lo tiene. Somos los relatos que nos hacemos a partir del maravilloso caos de la existencia. En todo caso, sentí que para las muchas personas que habían trabajado con Cristóbal en la Gestalt, en la Escuela Metamundo, en las terapias, los talleres y la búsqueda espiritual, había una necesidad emocionalmente vital de saber de qué había muerto. De ahí la video. Salió como salió, conté lo que yo sabía en ese momento, no busqué ser solemne, sino honesto y simple. Recibí una cantidad enorme de respuestas agradecidas y me di cuenta de que había hecho bien. Y que también me había hecho bien hacerlo. No se debe vivir el luto de manera solitaria. Encerrarse en el dolor, es tóxico. Las emociones existen para ser compartidas, tanto como los pensamientos o la experiencia de la vida. Compartir es lo que nos hace humanos. Lo pude hacer con lo que llamas “solemnidad“, quizás porque justamente ya había pasado yo por varias experiencias de muerte y, en cierta manera, renacido de ellas. Sentados aquí frente a ti y al lado mío, están todos mis muertos, mis maestros.
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lyrics724 · 1 year
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Cometas
[Letra de “Cometas”] [Verso] El día me hizo mal La noche estaba lejos Cometas irrumpiendo mi noción Son hoy mis favoritas al mirarte, corazón Sera la misma suerte de apreciarte de la que hoy Nos juzgue y nos despierte de la duda del decir Quisiera conocer tus manos de papel Hoy noEl día me hizo mal Me puedo ver de viejo Cometas irrumpiendo mi noción Son hoy mis favoritas al mirarte, corazón Sera…
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¿Pop? ¿Lady Gaga?
El pop ha sido gran parte de su historia caracterizado por tener composiciones sencillas basadas en estructuras repetitivas, con el fin de que sean pegadizas. Asimismo, sus letras generalmente tocan temas del amor. Durante muchos han aparecido varios subgéneros que han contribuido al pop a expandirse. Algunos de los más famosos representantes son Michael Jackson y Madonna. Sin embargo, a finales de los años 2000, llegaba una nueva artista, su nombre era Stefani Joanne Angelina Germanotta, mayormente conocida como Lady Gaga. Esta llegó como una cantante de popexcéntrica, parecida a una diva, que operaba bajo un seudónimo misterioso que logró anotar cuatro éxitos entre los diez primeros en un álbum debut.
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¿Pero por qué hablar de Lady gaga?
Lady Gaga llegó irrumpiendo en lo que era conocido como un artista pop desafiando las expectativas de lo que estaba permitido en la década de los 2000. No obstante, su impacto no fue solo en lo pop sino en el campo político.  Me gustaría explorar esa revolución, porque siento cercanía con la artista y con el género. Y comprender de qué manera lady gaga abrió las puertas a nuevos artistas pop de explorar más su inventiva sin ser tachados de locos. Además de ser una de las primeras artistas en utilizar los medios digitales para acrecentar su fama.
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¿Objetivos?
Analizar el impacto que tuvo lady gaga y cómo marcó un cambio en la música pop.
Analizar como “The Fame” álbum de Gaga, ha servido como un modelo para que artistas emergentes logren atención dentro del entorno de la música pop.
Analizar si sus atuendos tuvieron un impacto más allá de ser diferentes.
⚠️PERO ANTES DE EMPEZAR⚠️
Es importante entrar en el mundo de Gaga y de "The Fame" escuchando la canción que cambiaría todo.
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azeru-servbanaia · 2 years
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¡Bien! Ya que estamos... Dazai x Lectora. Ambos haciendo algo juntos, él irrumpiendo en tu casa porque... se sentía solo, aunque esto último no lo admita y se invente cualquier otra excusa como que tu casa estaba más cerca. Tenga o no las llaves ya lo dejo a tu disposición☆ ¡Gracias!
Oh qué emoción bienvenida/o es un placer en conocerte eres el primer comentario en estar en mi página con gusto lo haré y si quieres más de ésto no te olvides en ponerlo en los comentarios ^^ espero que te guste me esforzaré capaz le cambié unas cositas si no te molesta.
Osamu dazai x lectora
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Narra kyubi ( yo ) :
Dazai estaba aburrido ya que hoy en día no lo mandaron a aser una misión sea de hoy a si que dazai se preguntó ¿ Por qué no molestar a mi hermosa flor de loto ? Asi que dazai decidido fue a la casa de su amada. Pero el se acordó que no tenía las llaves de la casa de su amada .
Narra Osamu dazai :
Aah~ que ganas de estar con mi hermosa flor de loto su suave cabello (largo de cabello, estilo ,color de cabello ) y sus hermosos ojos ( color de ojos ) y su hermosa piel suave color ( tés de piel ) AAH~ como la amó demasiado es la chica perfecta para mi suicidio doble ,¿ Quién no la va a querer ? Es un hermoso ángel que ilumina mis días tristes .........¡¡AH ME OLVIDÉ QUE YO NO TENGO SUS LLAVES TODAVÍA !!. Bueno no queda más de otra que ir por la ventana .
Narra kyubi :
Dazai como lo e dicho , nuestro querido desperdicio de vendas fue por la ventana de nuestra querida y/n además ¿que tan malo puede pasar ?.
Narra y/n :
Aah me duele la espalda trabajar como ( elige tu trabajo ) es muy pero muy pesado, y además ase mucho frío creo que ( bebida caliente que te gusta ) estaría bien acompañada con ( tú comida favorita para combinar tu bebida ) je ojalá las cosas fueran fáciles en mi vida más que estoy en la agencia armada de detectives es mucho trabajo bueno todo eso lo hago por mi ( tú mascota de preferencia ) es muy pequeño y además pago mucho por los impuestos ,
Ya estoy llegando a mi casa Alfin .... Espera¿ por qué mi ventana está abierta ? Mejor sacó mi pistola , cuando entre a mí casa con cuidado de que no me escuchen y cuando entre me encontré con ..¿¡¡DAZAI , POR QUÉ EL ESTA EN MI CASA !!?
Narra Osamu dazai :
Cuando entre la casa de y/n estaba muy silenciosa su hogar pero ( nombre de tu mascota ) está en su cama dormido je se vé tan tierno/a dormida/o le voy a sacar una foto
Listó ya tengo la foto y ahora que hago ? Mejor me quedo sentado en el sofá mientras estaba sentado en el sofá esche unos pasos y me levanté y vi a y/n y tiene el arma que le regalé awww que tierna .
Narra kyubi :
Y/n se quedo congelada ¿por que dazai estaba en su casa ? ¿ Y por qué no utilizó las llaves que le dió un día en una misión ? ...
Narra y/n :
Y/n : oye Dazai que ¿ases en mi casa?, Si yo te di las llaves cuándo estábamos en una misión ? No me digas las perdiste¿ o no ? - le pregunté con el seño fruncido -
Dazai : haver déjame buscar las - el recibo en sus bolsillos si estaba las llaves y adivinen que si sí estaban en su bolsillo -
Y/n: bueno dazai no quieres pasar a tomar ( bebida caliente ) acompañados de ( cosa que querés acompañar ) ya que ase frío .
Dazai : okey ^^
Narra kyubi :
Y así y/n y dazai estuviera calentitos y comieron unas deliciosas ( comida preferida ) y lo que no sabía Dazai es que si tenía una misión que aser pero mañana se las verá con kunikida quien sabe capaz ese día Dazai se quedé sordo ese día .
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♡Fin♡
¡¡AAAH LO SIENTO SI NO ES LO QUE QUERÍAS Y PERDÓN SI FUE MUY CORTO PERDÓN !!
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