Tumgik
#alana cabello
randomestfandoms-ocs · 2 months
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The Witching Hour: Part 1
[ Part 2 ]
Originally part of the Calaveras, Elias Navarez saw 8 year old Evelia Torres about to die in a witch burning. He killed everyone who was part of it and then adopted her, defecting from the Calaveras and started his own hunting organization. Originally just Calaveras defectors, the group grows to include other hunters, supernatural creatures, and even some ordinary humans, and the group grows into a family.
(extra special thank you to @cecexwrites and @ginevrastilinski-ocs for helping me figure out wtf I was doing with this idea)
(Also there will probably be more ocs bc I still have ideas and need to build more of the family but this is it for now)
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Acacia Summers [ Kiernan Shipka ] — 16; witch with nature magic, her older sister died around 8 years ago
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Aileen Darragh [ Minka Kelly ] – early 20s; banshee, has never met another banshee until she meets Lydia
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Alana Cabello [ Victoria Justice ] – 15/16; werewolf, potential Isaac Lahey ship
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Alandra Silva [ Alba Baptista ] – 17; human, priestess to Apollo. Either recently rescued from a very intense pagan cult or is still with the cult at the start of the story
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Alastor Argent [ Curran Walters ] – 15; human, Allison Argent's younger brother, does not support the family business and pays the price
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Almira Castro [ Ana De Armas ] – 24; hunter, Darius Castro's younger sister, one of the earliest members of the family
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Altea Calloway [ Kathryn Newton ] – 16; hunter
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Asher “Ash” Faulkner [ Walker Scobell ] – 12; youngest of the Faulkner siblings
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Ashlyn Argent [ Natalia Dyer ] – 15; hunter. Her father was Chris & Kate's middle brother, defected from the Argents to join this group, killed on a hunt but no one knows how he died.
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Aven Yukimura [ Ryan Potter ] – 15/~70, unknown species. Noshiko’s son with Corporal Rhys, died at Eichen House when the Nogitsune first attacked. Has been stuck in Eichen House as a spirit until he's accidentally revived by Evelia
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Beckett “Beck” Faulkner [ Alan Ritchson ] – 24; hunter, newest deputy at the Beacon Hills Sheriff Department, much older Faulkner brother, left home at 16 but when their parents are killed by the Alpha, he adopts his younger siblings
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Carrie Prescott [ Sarah Michelle Gellar ] – 17; hunter, That Bitch™, Jackson & Lydia's bestie
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Cassidy Hale [ Conor Leslie ] – 23; werewolf, Derek’s twin sister, lived with he and Laura in New York
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Cynthia Ruelle [ Abigail Cowen ] – 15; phoenix
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Darius Castro [ Oscar Isaac ] – 45; hunter, Elias' best friend. When Elias defected from the Calaveras, Darius followed him without question and the two started the new hunter family
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Della Pemberton [ Candice King ] – 18/unknown, vampire. One of the two last survivors of a vampire coven that was slaughtered by hunters and now they’re in Beacon Hills, they chose it because there was no supernatural life left there so they’d be safe, but only a month or two after they moved, everything started up and now they’re the first suspects for killing Laura
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Elias Navarez [ Pedro Pascal ] – 47, hunter. Founder of the family, Evelia's adoptive father, chooses to hunt monsters, not supernatural creatures.
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Elijah Hayes [ Brenton Thwaites] – 23; hunter.
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analisword · 2 months
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem! Reader)
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summary:
Alana Lomelí tiene todo lo que alguna vez soñó: Un best selling en Latinoamérica, un departamento en España y un novio para compartir sus triunfos, sin embargo, todo cambia una noche, cuando su actor favorito le confiesa que ella es su autora favorita. 
Or
En donde Enzo y Alana se encuentran el uno al otro cuando ambos estaban perdidos.
Inspired by high indelity and tolerate it de taylor swift.
tw: infidelidad por parte de enzo y protagonista, uso de alcohol y otras drogas, smut eventual. La mayoría de la escritura será en lenguaje neutro, una disculpa de antemano si utilizo modismos incorrectos:).
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Capítulo 1.
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—Muchas gracias por todo—dice Alana amablemente mientras le abre la puerta a Julieta, su estilista de confianza. 
—Gracias a ti—dice ella—. Ya sabes, si se te empiezan a soltar las ondas…
—Dejo que lo hagan y no meto mato—termina la oración, recordando como en el último evento al que asistió, arruinó su  peinado intentando componer un rizo suelto. 
—Eso es—dice riendo—. Mucha suerte hoy. 
—Vale, gracias—le responde cerrando la puerta una vez se marcha del departamento. 
No necesita suerte. 
No la necesita porque no está nominada a ningún premio, no tiene que presentar artistas o entrevistar gente que no conoce, simplemente se dedicará a ver una premier de una película independiente, beber alcohol gratis y comer palomitas, un viernes bastante apetecible a decir verdad. 
Hace dos años y medio que se mudó a Sevilla, antes de eso, nunca había visitado Europa, y la primera vez que lo hizo, se quedó. 
Nunca se hubiera imaginado viviendo en España, fuera de su país  y fuera de su familia, pero todo cambió cuando le ofrecieron un nuevo trabajo a Sebastián.
Sebastián  era su novio desde hace largos cuatro años, se conocieron precisamente por el trabajo, cuando él fue el encargado de editar su libro de fantasía, el chico hizo un trabajo impecable, como de costumbre, y el libro terminó siendo best selling en Latinoamérica, cosa que hasta el día de hoy, Alana encontraba como algó impactante y maravilloso. 
Decidieron separar su relación del trabajo, por lo cual el resto de libros de la saga (otros tres en total) fueron editados por otra colega, eso no fue impedimenta para que el resto de los libros fueran igual de aceptados que el primero, actualmente, Alana era una de las autoras más proclamadas del habla hispana, firmando contrato con una editorial que le daba libertad de escritura, escuchaba sus opiniones y conseguía que asistiera a eventos divertidos: la premier de una película underground en el teatro más grande la ciudad. 
Después de quemarse las pestañas durante cuatro años, consiguiendo de alguna manera escribir un libro por cada uno, Alana decidió tomarse unas vacaciones, aún así, sus dedos picaban por seguir creando, por lo cual actualmente se dedicaba a leer y corregir los manuscritos de Sebastián, el cual había decidido escribir su propio libro a la par de editar para otros autores, para este punto, a Alana le parecía un poco irónico todo el asunto, pues cuando acordaron separar el trabajo de su relación, no pensó que eso significaría leer los cientos de relatos sin terminar del chico mientras que él no se dignaba a leer nada de lo que ella hacía, pero no quería culparlo, sabía más que nadie que su novio se encontraba lleno de trabajo hasta las narices, y cuando no lo estaba, él mismo buscaba encontrarse en aquella incómoda situación. 
—Me da mucha pena no acompañarte hoy—dijo Sebastián viéndola desde el marco de la puerta mientras que ella terminaba de aplicarse la última capa de rubor, Alana hacía su maquillaje para todos los eventos a los que iba, era una de las cosas que más le apasionaba, sin embargo, su rebelde cabello sólo podía ser domado por Julieta, por lo cual la mujer siempre trabajaba en su melena mientras que ella se maquillaba. 
Alana hizo una mueca mientras lo veía por el espejo, Sebastián llevaba la misma camisa con la que se había dormido y un short de ejercicio, unas profundas ojeras decoraban su rostro y su barba estaba mal afeitada, los últimos meses habían sido así, Sebastián se la pasaba más tiempo en su propio estudio del departamento que a su lado, nuevamente, Alana no quería culparlo, pero no pudo evitar sentir una punzada de coraje en su pecho, no era el hecho que Sebastián hubiera decidido no acompañarla a la premier, era el hecho de que nuevamente había decido no pasar tiempo con ella, Alana hubiera cambiado su costoso vestido (prestado, claro) y sus lujosas joyas (rentadas) por quedarse en casa aunque sea viendo una película con su novio, llevaban meses sin pasar tiempo juntos y sin hacer otra cosa actividad recreativa que no fuera hacer el desayuno o las compras del supermercado. 
—No pasa nada—mintió devolviendo la mirada a su reflejo, al menos se veía guapa—. Sé que estás ocupado. 
—No tienes idea, creo que acabo de escribir lo mejor de toda mi vida—dijo emocionado, Alana le sonrió sinceramente, ignorando el hecho de que el chico decía eso cada vez que escribía un nuevo capítulo para el thriller que se encontraba creando. 
—Estoy segura que sí, cariño—dijo ella viéndose por última vez y tomando su pequeño bolso de la cama. 
—Sabes que al menos te llevaría al teatro, pero…
—Estás ocupado—lo interrumpió—. Ya lo sé. 
Sabía a ciencia cierta que Sebastián mentía, hace tres semanas, Alana se había despertado en la madrugada por unos horribles retorcijones en el abdomen, unos mariscos le habían caído pesado y la chica vomitó una cantidad de veces que ni siquiera sabía que eran posibles para el cuerpo humano, cuando buscó con su brazo a Sebastián en la cama no lo encontró, y cuando le pidió que si por favor la podía llevar al hospital mientras él se preparaba un café, él le dijo que tomara un taxi. 
Porque claro…estaba escribiendo lo mejor de su vida. 
Sebastián apretó los labios apenado, al menos tenía la decencia de fingir importancia, sabía que cuando dejara de hacerlo, sería el quiebre para ellos. 
A veces se sentía que estaban en la cuerda floja, pero ella no podía simplemente tirar cuatro años de relación a la basura, se había mudado a un jodido continente desconocido por él, eran el apoyo del uno al otro, en la extraña y retorcida manera de Sebastián.
O tal vez Alana era tan estúpida como para quedarse en un lugar donde ya no sentía bienvenida por el simple hecho de sentir miedo a estar sola. 
—Te esperaré despierto—le aseguró él dejando un pequeño beso en su mejilla, al menos Alana sabía que eso sí era verdad. 
—De acuerdo, ya llegó el taxi—dijo ella viendo su celular.
—Diviértete. 
El viaje hacia el teatro fue tranquilo y la llegada fue más explosiva de lo que imaginaba, el lugar estaba repleto y desde la calle había una especie de alfombra roja donde le obligaron a caminar, Alana no era famosa en el mundo del cine pero ciertamente era conocida, adoraba el séptimo arte y aunque fuera un sueño bastante loco, le encantaría que alguna vez llevaran alguno de sus libros a carne y hueso. 
Había celebridades de todo tipo, ella se tomó fotos con los que conocía y admiraba y le sonreía a los que no, la presentación de la película fue bastante emotiva (como suelen hacerlo) y al finalizar la transmisión, comenzó la fiesta. 
Alana no dejó mostrar su incomodidad mientras se paraba en uno de los pilares del teatro y tomaba una copa de champagne, era introvertida, por lo cual no solía hacer muchos amigos en eventos como estos, pero no podía negar que se estaba divirtiendo, la película había resultado medianamente buena, adoraba la comida de cine y el alcohol le sabía delicioso. 
—¿Alana Lomelí?—un acento bastante dulce y diferente al español que había estado escuchando durante toda la noche la sacó de sus pensamientos, ella se giró a ver al protagonista de aquella melodiosa voz e inmediatamente se ahogó al verlo. 
Literalmente se ahogó: el champagne se fue por el orificio equivocado, quemando su vía aérea,  comenzó a toser tan fuerte que algunas personas la miraron con preocupación y vergüenza ajena, el actor  levantó su mano, como indicando que estaba por tocarla y después comenzó a palmear su espalda. 
¿Qué mierdas hacía Enzo Vogrincic evitando que ella muriera asfixiada?
¿Y por qué mierdas sabía su nombre?
 ¿Y por qué mierdas era jodidamente guapo?
—Perdón si te asusté—se disculpó con una tímida sonrisa una vez que ella dejó de toser y abrir la boca como un pez fuera del agua, sentía lágrimas en las orillas de sus ojos y su garganta aún picaba un poco, un  frío recorrió su espalda una vez que la enorme mano de Enzo dejó de tocarla, quién sabe si había sido su intención, pero sus palmadas habían sido fuertes aunque efectivas. 
Y seguramente las ondas que le caían por la espalda ya estaban arruinadas. 
Y por primera vez, no le importaba que Julieta la regañara si llegaba a ver las fotos. 
—¿Me hablas a mí?—preguntó ella sintiéndose estúpida apenas las palabras abandonaron su boca, se golpeó la frente mentalmente. 
—Ehh, sí—dijo él riendo, ¿qué siempre estaba feliz?—. Al menos que exista otra Alana Lomelí por aquí—dijo él levantando las cejas como escaneando el lugar. 
Para este punto de su carrera, Alana ya estaba algo acostumbrada a conocer gente famosa, pero nunca se le había pasado por la mente encontrarse con su jodido actor favorito y mucho menos que él supiera de su existencia. 
—Perdón—se disculpó nerviosamente—. Es que wow, soy en verdad una gran fanática tuya. 
El chico le sonrió dulcemente y se llevó la mano al pecho, como si su corazón se hubiera llenado de la confesión de la chica, ella no pudo evitar sonreír estúpidamente. 
Dios, qué bueno que había aceptado venir. 
—Lo mismo digo—dijo él—. Me leí la saga completa de arco de sangre, uff—expresó resoplando al final.
Alana parpadeó varias veces, los recuerdos de los años anteriores invadieron su mente rápidamente, ella escribiendo en su habitación hasta la madrugada, en la biblioteca de la facultad después de sus exámenes, en casa de Sebastián una vez inició con el manuscrito del segundo libro, todo tomaba sentido cuando la gente le decía que en verdad leía lo que escribía, que habían tenido un buen tiempo haciéndolo, incluso cuando la odiaban por matar a sus personajes favoritos, ahora en este mismo instante, mientras Enzo Vogrincic le decía que se había leído la saga completa, todo tomaba sentido. 
Sintió la sangre subir por sus mejillas y un calor extraño en el vientre, tuvo que bajar la mirada a su copa, usualmente no se sentía intimidada por la gente, pero Enzo estaba parado ahí, con su cabello largo perfectamente peinado pero despeinado, con una piel reluciente y bronceada y un perfecto traje, se dio cuenta que sus ojos eran más claros que en las fotografías o en vídeos, la cámara no le hacía justicia para capturar la belleza y aura que emanaba. 
—Vengo siguiendo tu trayectoria desde años, desde el teatro hasta el cine—le informó rápidamente, sintiéndose como una adolescente que acababa de conocer al cantante de su boyband favorita, Enzo le regaló una sonrisa que mostró todos sus dientes y de pronto se sintió como si se encontraran solos en el lugar y no estuvieran repletos de gente y flashes de cámaras. 
—Sos mi escritora favorita de habla hispana, sos una genia—dijo él abriendo sus ojos, Alana sintió un tirón en su corazón al escuchar esas palabras, Enzo jodido Vogrincic le había llamado genia. 
Ya podía morir en paz. 
—Esto significa muchísimo para mí, muchas gracias—agradeció y dio otro sorbo de champagne, sintiéndose agradecida de que el coraje líquido estuviera haciendo su efecto. 
—¿Conocés a Rodri de hace mucho?—preguntó él casualmente, Alana supuso que el chico se refería a Rodrigo Saltz, el director de la película que acababan de ver, Alana cayó en cuenta que estuvo sentada durante más de tres horas en el mismo lugar que Enzo Vogrincic sin tener idea alguna al respecto. 
—No realmente—respondió sinceramente a decir verdad, no conocía a nadie del electo o staff de la película, había asistido únicamente porque Maricia, su agente, la había invitado—. Pero soy muy fan del cine, desde que me mudé acá he estado asistiendo a este tipo de eventos. 
—No sabía que te encontrabas viviendo acá, sos de México, ¿cierto?
—Sí, ya voy para dos años viviendo acá, me mudé por el trabajo de mi novio.
—Ah, qué interesante—respondió él inclinándose en el muro y entregando su completa atención—. ¿Escribe también?
—Sí, algo así—respondió—. Fue el editor de arco de sangre y ahora se encuentra trabajando en su primer libro. 
—¡Ah! ¿Editó toda la saga?
—No, sólo el primer libro—informó, se sentía culpable, pero hablar de Sebastián de pronto le aburría. 
—El segundo es mi favorito—informó él para después tomar una copa de la bandeja que un mesero iba pasando, Alana inclinó la cabeza con gesto de curiosidad al escucharlo—. ¿Qué?—preguntó al notar la reacción de la chica. 
—No te creo—respondió ella, el segundo había sido su libro favorito al escribir, pero también había sido el menos aclamado por el público y el que peores reseñas tuvo (dentro de las tantas buenas) incluso se pensó cancelar la saga completa, pues por un momento pensó que a la gente no le había gustado tanto por haber sido editado por una persona diferente y no Sebastián. 
—Es verdad—dijo él—. Fue donde más protagonismo le diste a Luther, que por cierto, es mi personaje favorito. 
Alana no pudo evitar morderse el labio inferior, Luther era el protagonista masculino de su saga. 
Dios, Enzo no tenía idea alguna…
—¿Sabes? Casi cancelo la saga entera precisamente por ese libro—dijo ella alzando su copa. 
—Nah, no te creo—dijo él con el mismo tono que ella había empleado momentos atrás. 
—Te lo juro—respondió—. Al público no le gustó mucho. 
—Estás jodiéndome, a ver, que tengo ese libro en mi GoodReads y sé que a la gente le encantó—gritó pues la música era alta y los cientos de voces se mezclaban entre su conversación—. Yo mismo le di 5 estrellas, la reseña estará por ahí si la buscas. 
Nota mental: Buscar la reseña de Enzo apenas llegara a casa. 
—Bueno, tal vez tenía algo de problemas para aceptar las críticas cuando recién inicié—confesó, precisamente por eso no le ponía mucha atención a las reseñas, no le tomó mucho tiempo en darse cuenta que Enzo emanaba una confianza que te hacía querer hablar hasta los codos. 
O tal vez era el alcohol y ese estúpido traje negro, la imágen de Sebastián le picó en el fondo de su mente pero ella la empujó, no tenía nada de malo que estuviera conversando con su actor favorito, ¿cierto? Era de esas oportunidades que se presentaban una vez en la vida, además, Enzo estaba siendo jodidamente amable y para nada le hablaba con otras intenciones, además, Alana le hizo saber inmediatamente que se había mudado al jodido continente por el trabajo de su novio. 
—Yo era igual al principio—dijo él asintiendo—. Cuesta, pero uno se termina acostumbrando y a la larga aprendés a bloquear los malos comentarios y sacar lo bueno de las críticas constructivas. 
—Debe ser más difícil para ti—apuntó ella—. Tú cara literalmente está en la pantalla grande o enfrente del público, yo oculto mi rostro detrás de letras, la mayoría de la gente que está aquí no tiene puta idea de quién soy—dijo ella aliviada, le gustaba ser reconocida, pero no amaba los reflectores. 
—¿Qué va?—dijo él rodando los ojos—. Cualquiera que haya comprado un libro tuyo te verá en la contraportada—rió—. Pero entiendo a lo que te refieres. 
—¿Tú conoces a Rodrigo de hace mucho?—preguntó cambiando un poco la dirección del tema. 
—Sí—dijo—. Precisamente estoy trabajando con un amigo de él, andamos filmando acá, entonces ya llevo unos meses viviendo en España. 
—¿Cómo te trata el país?—preguntó ella, España era hermosa, pero el cambio le había parecido brusco al inicio. 
—Eh, me gusta pero me asusta—dijo él—. Por eso cuando noté a la primera latina del lugar  corrí hacia a ella—dijo él para después darle un trago a su copa, Alana se sintió sonrojar,  ciertamente se sentía agradecida de que Enzo se le hubiera acercado, ella probablemente hubiera muerto del coraje si se hubiera dado cuenta que Enzo estaba en el mismo lugar que ella y ella no había tenido idea alguna. 
—Gracias, la verdad este lugar estaba ahogándome, no conozco a nadie, digo, no es como que te conozca a ti, supongo que ahora sí, bueno tú entiendes, gente latino, digo latina—sacudió la cabeza—. Y así—habló rápidamente, Enzo soltó una carcajada, para ser una escritora, Enzo parecía robarle el sentido de las palabras. 
—Qué tierna que sos—sonrió él, Alana sintió la necesidad de darle un abrazo, pues aunque precisamente acababa de conocerlo hace unos instantes, llevaba años siguiendo su trayectoría, le admiraba de demasiado, sin embargo, antes de que se atreviera a acercarse más, llegó un hombre con una gigantesca cámara. 
—Enzo, ¿una foto con Alana?—preguntó el hombre captando la atención de más presentes, inmediatamente personas comenzaron a acercarse.
—Claro, claro—dijo él llevando su brazo delicadamente sobre los hombros de Alana, ella sonrió y posó para todas las fotografías. 
—¿Se conocen de mucho?—preguntó un reportero, Enzo se giró a verla y rió, Alana apretó los labios. 
—Lo acabamos de hacer pero llevo leyéndola años atrás—respondió él. 
—Y yo llevo viéndolo años atrás. 
Flashes resplandecieron ferozmente, pero ellos mantuvieron la mirada fija sin borrar sus sonrisas. 
No tenían idea de que sus vidas no volverían a ser las mismas. 
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deeverset · 1 year
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¡Por favor, no le digan a nadie!
Cap. 1 ¿Bailamos?🪩
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Créditos de la imagen: @aleandriseige
Will sospechó desde el inicio. En el almuerzo ocupaban la misma mesa, al salir caminaban abrazados, de hecho, cada instante disponible lo destinaban a estar juntos.
Todos lo notaban, nadie decía nada, él no preguntaba.
Ciertamente, dolía. Imaginaba sustituir a Alana. Solo soñaba.
¿Qué camino escogió? Aparentar alegría infinita al enterarse de que dos de sus amigos tenían una relación.
Los fotografiaba a petición de ella; no las borraba. Cuando el rechazo golpeaba su pecho, las revisaba y permitía que las lágrimas brotaran. No lo remediaba, pero su aflicción emanaba a cuentagotas.
Llegó temprano a la escuela. La ciudad era peculiar, un segundo de desfase en tu horario habitual y atrasarías o apresurarías tu rutina.
El sol iluminaba los muros color pistacho, hojas verdes caídas de los árboles llenaban el asfalto y el viento producía una melodía con las aferradas a las ramas.
—¡Hola, Graham!
—Hola, Bloom.
Antes apreciaba la efusividad de su “amiga”, ahora resultaba irritante.
Lo invito a caminar alrededor del colegio. Discutieron referente a la fiesta que realizarían en la casa de ella, luego la mujercita empezó a desahogarse respecto a su ruptura con Hannibal.
“Demasiado inmaduro. No se presta a solucionar problemas”.
“¿Ternura? Pff, su inteligencia es recíproca a la imposibilidad de demostrar cariño”.
Actuación extra.
“¡Lo siento tanto!” Un apretón. “Encontrarás a alguien mejor”. ¿Existe?
Celebró que Lauren, la prefecta, abriera la pesada puerta metálica y el suplicio acabara.
Beverly y Margot llegaron rato después, ni siquiera saludaron. Se avecinaron a él con objeto de corroborar que la lista de invitados y el dinero recaudado se mantuvieran ordenados. Libres de deudas, pendientes o cabos sueltos.
Se cuestionó la razón de planificar excesivamente una sencilla reunión.
Era la primera vez que el ojigarzo acudía a ese tipo de evento, ya que nunca se le dio socializar ni obtenía muchos permisos de su madre sobreprotectora.
No negaba que la sensación de incertidumbre ante las aventuras que traería la noche, le entusiasmaba. Percibir la mirada de Lecter encima de su nuca, durante la media hora de descanso, no le gratificaba.
Conservaban cercanía, sin embargo, el tiempo compartido disminuyó, igual que los roces.
Lo extrañaba, no obstante, su dignidad era mayor y no mendigaría migajas de atención.
El viaje se extendió más de lo previsto. Una pequeña edificación ocre, protegida por un portón oscuro, era el hogar de la pelinegra. No era un buen vecindario, mas no era el peor.
El interior era amplio, pintado de tonos durazno y muebles que apostaba heredados.
Prefirieron no comer y dedicarse a colocar en el jardín las luces para la pista de baile, limpiar y decorar.
Al terminar, entraron a un estudio repleto de cajas, un viejo sillón y una computadora arcaica. El rizado contempló a la ondulada acicalarse.
—Iré al baño.
—Arriba. Al final a la derecha.
Alcanzó su mochila y se dirigió a su destino.
Desempacó unos jeans negros y un suéter rojizo. Usó el cinturón y los tenis del “uniforme”.
Untó una pizca de aceite de coco en las zonas altas de su rostro, iluminándolas. Bálsamo labial aumentó el rosa natural de dicha área. Eso bastaba.
Varias conocidas de Alana aparecieron. Se sentaron a conversar mientras “Ocean drive” se oía de fondo. Él no participó, aunque sí se informó de los inconvenientes familiares de esas chicas.
Treinta minutos más tarde, seguían exentos de rastro de sus amigos, incluso las hamburguesas que encargaron arribaron, sin embargo, no había quién las degustara.
Una llovizna cayó y les desanimó; podría ser motivo de inasistencia y sus planes fracasarían.
Pero no…
Delante a la entrada, entreabierta, de hierro, aparcó un Jaguar azabache. Katz, con su impecable cabello lacio, escoltada por Hannibal. Eso, en efecto, impactaba.
Verlo ahí, sumamente perfecto, rozando el término de “divinidad”, le regaló a su mente un recuento de las semanas en la biblioteca, aprendiendo Historia, y las tiernas escenas guardadas de él, alimentándose.
Convivían a diario, a pesar del “malentendido” y justo en aquel momento, ante el castaño y su maldita exnovia, quiso derrumbarse.
Matthew, otra de las exparejas de Bloom, se adhirió a ella cual chicle. Danzaban y cantaban felices, chocando sus frentes y tomándose de las manos. Las circunstancias coadyuvaron y se besaron.
Will esperaba que Lecter reaccionara mal, no obstante, se unió al bullicio generado.
Por otra parte, Verger se encargó de emborrachar a todos. Le sirvió tequila a la mayoría. Entre ellos y el castaño arrasaron con el vodka.
Graham la observaba bailotear mediante las divisiones en medio de los bambús que funcionaban de muro y apartaban la pista de la mesa de pícnic donde comieron.
—¿Qué haces aquí sentado? Todos se divierten —indagó Hannibal, acomodándose junto al ojigarzo.
—Me entretuve suficiente. Descansaré y regresaré. Enseguida lo necesitarán o simplemente te imitarán y buscarán al individuo más asocial que conozcan con intención de dialogar.
—¿Crees que poseo tal influencia? ¡Vamos, no soy tan relevante!
—Guapo —Comenzó a enlistar ayudándose de sus dedos—, carismático, inteligente, dispones de todo para convertirte en líder. Tardaría años mencionando tus cualidades.
El mayor sonrió levemente. Le gustó escuchar eso del joven.
De pronto, “If I Go, I'm Goin” sonó. El chance idóneo para perder miedo y dejar que la bebida se tradujera a “el pretexto óptimo”.
—¿Bailamos? —Se levantó y le tendió su mano—. No necesitamos ir a la pista si te incomoda.
Sopesó la situación. Acababa de ver a su ex besuqueándose con otro, frente a él y decenas de gentes. Su ego pudo herirse y aquello era una venganza magnífica.
¿Qué había de sus deseos? Era una ocasión, seguramente, irrepetible. No la desperdiciaría, aunque posteriormente tuviera que recoger sus pedazos.
Entrelazaron sus manos. El menor llevó una al hombro contrario y Lecter rodeó la cintura ajena.
Torpes pasos de vals los hicieron girar. Estaban bastante próximos, a punto de hundirse en sus clavículas. Aspirando sus aromas diversos; bosque y cientos de dólares almacenados dentro de un frasco de perfume.
»Somos pésimos en esto —Se separó algunos centímetros, admirándolo y guardando, en su palacio mental, esa imagen del muchacho iluminado por un reflector amarillo que acentuaba su sonrojo.
—Sí —Le devolvió la mirada. Amaba el ligero bronceado adornando la piel del castaño. Cada detalle de él impresionaba—, mas es agradable.
La adoración persistió en las pupilas del rizado, como si esos cuatro meses restregándole a otra persona en la cara no marcara diferencia.
Ignoró el temor, se acercó y fusionó sus labios de un modo tierno y cálido.
El mundo frenó cuando apreciaron restos de saliva, prueba del secreto naciente que compartirían… ellos, Bev y Jimmy.
—Shockeante —confesó Price, ingirió un trago de su vaso rojo y volteó a verificar la reacción de su compañera: boquiabierta—, algo insólito.
—Veníamos a invitarlos a jugar “7 minutos en el paraíso”, sin embargo, creo, empezaron sin nosotros —bromeó Katz.
—Mierda —maldijo Will, frotándose la cara—. ¡Por favor, no le digan a nadie! —imploró, estrujándolos.
—Tranquilos, campeones, están a salvo.
Brown no desaprovechó la oportunidad de comentar su época “rockstar” tocando en modestos lugares locales.
Hannibal y Graham se incorporaron al círculo donde la botella elegía las parejas del juego, pero decidieron no participar.
—¡Will, no tienes idea de cuánto te me antojas! —declaró Matt cuando el envase de vidrio los señaló.
—Estoy fuera y, francamente, no anhelo probar la baba de Beverly.
—Solo un besito —Brown gateó en el pasto hasta alcanzarlo y jalarlo de la nuca.
Súbitamente, su cuerpo se elevó, sus pies no tocaban el piso, Lecter sostenía el cuello de su camisa.
—¡Pedazo de imbécil, ¿se olvidaron de enseñarte el significado de “no”? —La rabia se apoderó del castaño, oscureciendo su expresión y orillando a mostrar sus caninos, involuntariamente.
—¡Déjalo, da lo mismo! —El ojigarzo se ubicó a su lado y palpó su brazo.
Lo bajó. Matthew quedó atónito e inmóvil.
—Si vuelves a insinuarte, tocarlo o respirar en torno a él, toda esa furia que casi te hace manchar tus pantalones, caerá sobre ti —le susurró al oído—. No me controlaré.
Agradeció, nuevamente, que la pelinegra no fuera testigo.
—¡Marchémonos, los padres de Bev llegaron! —Jimmy los arrastró hacia la salida.
El grupo de adolescentes permaneció callado en el transcurso del trayecto, pues su olor y forma de hablar, los delatarían.
Hannibal se apoyó en la sien del menor, copiándoles a Beverly y a Price; las distinciones fueron los dedos enroscados y el beso en la frente al despedirse.
Ninguno sabía qué ocurriría a partir de aquella madrugada, aunque… poco importó.
Disponible en AO3:
Wattpad:
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aureliahillshqs · 3 months
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todos conocen a ALANA SVENSSON, pero su reputación está por descubrirse.
rin, ¡bienvenide a @aureliahillshqs! nos encanta tenerte con nosotres. a partir de ahora contás con 24 hs para enviarnos la cuenta, en caso de necesitar más tiempo, ¡no dudes en solicitarlo! pst! también queremos contarte que si todavía no rellenaste este form, nos serviría mucho que lo hicieras. ¡gracias!
OUT OF CHARACTER: 
nombre/alias: rin
¿tenés más de 21 años? sí
zona horaria o país: gmt -5
nivel de actividad estimado: 7/10
triggers: abuso animal
¿aceptás que tu personaje se vea involucrado en las intervenciones realizadas por la administración del grupal? sí
¿algo que agregar?: no.
IN CHARACTER: 
nombre: alana svensson
faceclaim: shin ryujin
cupo: #53
edad y fecha de nacimiento: 22 años - 27 de mayo.
descripción física: la característica física que más resalta en la apariencia de alana es su cabellera, puesto que es usual verla con diversos colores ajenos a su azabache natural (en la actualidad, lleva el cabello rosa); por lo general lo lleva corto a la altura de los hombros, mas suele darse el lujo de acoplarlo a extensiones cuando apunta a un estilo diferente. unos hoyuelos acompañan sus sonrisas solo cuando pecan de sinceras; por lo demás, es bastante buena modulando la intensidad de sus acciones. de estatura promedio, bordeando el 1.65m de altura, tiene contextura delgada pero atlética debido a los diversos entrenamientos realizados a lo largo de su vida. tiene un tatuaje en forma de daga por debajo del busto, en el lado derecho.
descripción psicológica:  ( + ) determinada, divertida, astuta. ( - ) necia, rencorosa, orgullosa.
historia o datos curiosos: cuando el embarazo detuvo la exitosa carrera de la medallista de oro en gimnasia, cho minju, el mundo por poco se le cayó encima. con apenas diecinueve años y un futuro próspero, era inconcebible que el nacimiento de un nuevo ser fuera recibido con la alegría que sucesos como aquel merecían. porque cho minju sabía que su camino en la vida era mucho más grande que solo convertirse en una madre joven. pero ¿cómo solucionar un error tan grande con el tiempo restándose del calendario tan rápido? la conexión cercana de minju con sus representantes, el renombrado matrimonio svensson, no solo fue la clave de su éxito profesional en años previos, sino también la bendición que llegaba a curar deslices imposibles. pues, a sabiendas del deseo del matrimonio por agrandar la familia, fue sencillo llegar al tópico cuando las renovaciones de contrato se vieron cercanas. y es que era claro: minju quería una solución; los svensson, una familia. así, varios meses después, alana svensson llegó para unirse al gran cuadro familiar.  habiendo crecido desde el minuto uno en el ambiente rimbombante y lujoso al que estaba acostumbrado el matrimonio, alana jamás conoció lo que era la carencia o bien, el desear algo y no tenerlo. maduró sabiéndose capaz de lograr cada uno de sus objetivos, sintiendo que el mundo entero estaba bajo sus pies, siempre al alcance de sus deseos. se forjó como una persona determinada a aprovechar sus oportunidades y, quizás, poner a prueba los límites que sus padres le imponían con poca firmeza debido a su facilidad para encantarlos. porque, si algo había aprendido a hacer en el medio, era a darle a todos por su lado.  amante de las artes, una seguidora de tendencias con el sueño de abrirse paso en el mundo de la moda, su nicho no podía estar más lejos del ambiente en el que su familia se desarrollaba. mas, inteligente como ella misma, cada paso que daba llegaba asegurado por detrás. y es que, con el fin de ganar los favores de sus padres, jamás les negó los planes que tenían para ella; entre ellos, el más importante de todos: ser una joya excepcional en alguno de sus principales deportes, y la esgrima era lo suyo.  EXTRA! · la danza es uno de los hobbies que más le ha durado con los años. se considera excelente en el rubro y, en alguna oportunidad, hasta consideró seguirlo de forma profesional. no obstante, terminó decantándose por seguir diseño de modas.
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Glee OCs
Alana Monteith-Bennett. Faceclaim is Alisha Boe.
Amaya Lodge. Faceclaim is Cami Mendes.
Anara Hemsworth. Faceclaim is Sabrina Carpenter.
Antoinette Jones. Faceclaim is Vanessa Morgan.
Betty Hayes. Faceclaim is Billie Eilish.
Carina Simpson. Faceclaim is Camila Cabello.
Charlotte Lopez. Faceclaim is Sophie Turner.
Cho Sherman. Faceclaim is Momona Tamada.
Cleo Pedulla. Faceclaim is Landry Bender.
Cody Hawkins. Faceclaim is Jamie Bell.
Damon Anderson. Faceclaim is Louis Partridge.
Daniel Bennett. Faceclaim is Timothee Chalamet.
Deacon Turner. Faceclaim is Aaron Tveit.
December Walsh. Faceclaim is Katelyn Nacon.
Evin Cohen Chang. Faceclaim is Jessie Mei Li.
Fallon Brose. Faceclaim is Ella Hunt.
Georgia Monteith. Faceclaim is Maude Apatow.
Gianna Pugh. Faceclaim is Brittany O’Grady.
Grace Lynn. Faceclaim is Grace Van Dien.
Hunter Lynn. Faceclaim is Casey Cott.
Isaac Hummel. Faceclaim is Tom Holland.
Joni Hemsworth. Faceclaim is Taylor Swift.
Jordan Puckerman. Faceclaim is Mason Gooding.
Kayla Berry. Faceclaim is Hailee Steinfeld.
Kendall Foy. Faceclaim is Maddie Ziegler.
Kit Harrington. Faceclaim is Maya Hawke.
Lily Fabray. Faceclaim is AmyBeth McNulty.
Luna Chavez. Faceclaim is Xochitl Gomez
Maisie Clark. Faceclaim is Sadie Sink.
Marlene Pierce. Faceclaim is Jenny Boyd.
Mary Jane Hawke. Faceclaim is Talia Ryder.
Nevaeh Monteith Bennett. Faceclaim is Laura Harrier.
Oliver Holden. Faceclaim is Austin Butler.
Ophelia Laurence. Faceclaim is Ana de Armas.
Percy Chang. Faceclaim is Simu Liu.
Riley Evans. Faceclaim is Oliver Stark.
Samantha Park. Faceclaim is Whitney Peak.
Serenity St. James. Faceclaim is Dove Cameron.
Sloan Parker. Faceclaim is Liv Hewson.
Tamsin Rose. Faceclaim is Taissa Farmiga.
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Photo
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abbeydrucker: Taylor, Los Angeles @taylorswift #TaylorSwift By #AbbeyDrucker #Kodak #35mm #FujiFilm
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karlieklosssource · 5 years
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Unreleased photo from late 2014 ~ 2015 by photographer Abbey Drucker shot on 35mm film.
📷 : Karlie Kloss, Jaime King, Ansel Elgort, Este Haim, Alana Haim, Hailee Steinfeld, Lorde, Camila Cabello, Sarah Hyland, Taylor Swift, Selena Gomez
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Audio
(via https://open.spotify.com/playlist/3SwiW6R5I6AoiuI3KEsP1o?si=7d8q6NHuTH__VXBPWwrH4Q)
because id rather bury my love
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darling-i-read-it · 4 years
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Used To This
Will Graham x reader
Word Count: 1k
Warnings: nothing I dont’ think 
Author’s Note: I really don’t like camila cabello like I think she had some good songs but I am in no way a die hard (maybe that stems from the fact when I went to see Taylor Swift and she was supposed to open she didn’t end up coming but whatever) but on spotify under this song she said ‘sometimes you’re a songwriter and sometimes you’re a painter...and I feel like with this song I was a painted for a that moment’ i felt that emotionally and had to write some will for it
Summary: based losley around the song used to this
Genre: fluff 
Song: used to this by camila cabello
I don’t own these characters. They belong to author/director 
(not my gif)
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You had ever liked your apartment. It was a weird thing to not like because it was supposed to be yours but it always felt so empty. You could barely afford life by yourself and as much as you wanted to get an animal to join you you knew you couldn’t have afforded it. 
Your apartment was a small, barely two rooms. You had learned to live in a small way but you were prepared to move on, when you got enough money. But you hated the apartment. You hated how small it was and you hated how you had gotten it and you hated how it never really felt like it was resting.
However, Will’s house was a stark contrast. You loved that place. It was because you loved him but you tried not to tell yourself that. It was the strangest feeling, loving a place. Loving the porch and the bookshelf and the dogs. 
You laid beside him but he wasn’t looking at you. He was looking out the window behind you. You were watching his face as it moved from a resting expression to an easy confusion and then a smile as his face landed on yours. A relaxed smile.
“You know, you could stay,” he said, his voice barely audible but you heard it because you were the only two people there. 
“Good because I was going to stay even if you didn’t offer it,” you said laughing quietly. He smiled and shook his head as much he could with his head on the pillow. “I love your place,” you told him suddenly. He looked around the ceiling and the window and the comforter. 
“What about yours? It’s homey,” he said with a smile that told you he knew it wasn’t.
“My place is literally four white walls and a blanket on the ground that doesn’t even pass as a bed,” you told him truthfully. “But your home...the dogs, the decorations...it’s very you.”
“It is my house.” 
“Shut up,” you said laughing. He smiled and nodded softly, raising a hand to touch yours that was resting between you. You were glad that he did. His hands were warmer than yours. “You know it’ll take me a minute but I could get used to this,” you muttered, your thumb rubbing the back of his hand. He gave you a small sheepish smile. 
“I don't get that a lot.”
“What because Alana Bloom thought you were too unstable for a relationship?” you questioned. He laughed lightly.
“You know I think you’re more annoyed with that than I was,” he confirmed. You scoffed.
“I just think she’s one to talk to, you know.”
“Relax, it was one comment that won't scar me for life. Especially if you want to get used to this. Being here.” You nodded lightly and gave him a look of wonder. He saw the vulnerability in your eyes and he hoped that you saw how he was being vulnerable as well.
“I never thought this place was special until you kissed me here,” he said. You almost melted then and there as you tried to wrap your goo back into a bow so that you could answer him in an equally eloquent way.
“It’s incredibly special.”
“It is in the middle nowhere,” he told you. You shook your head.
“It’s like your own Earth. Your own universe Will,” you whispered. “You have your dogs and you have me and your wall of books.” 
He tried to see his home the way that you obviously did. He wanted to see the special that you saw but it seemed you were sucking up every last piece of the special.
“I love you.” 
You caught yourself before you rambled on more because you had to hear that. He had just told you that he loved you and he was looking at you that way and you felt your heart bursting into pieces.
“I love you too.” 
You couldn’t help but kiss him again which came so easily. His lips on yours were something you would rather die than give up. You pushed yourself so that you were closer to him and your bodies were flush together in bed, your fingertips playing with his hair.
“You still want to get used to this?” he asked, his lips practically still touching yours. 
“I won’t pretend I’ll say anything to get you to kiss me again but in all honesty I want nothing more than to get used to this.” 
He smiled and didn’t leave you waiting any longer.
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horrifically · 3 years
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5, 10, 20, 23!! 💗💖💕
5. share a little known fact about a band/artist that you love?
idk if this is a little known fact but the box tops were the first artist to record and have a song reach number one in memphis !
10. what are the best playlists that you've made?
i keep starting playlists and then forgetting to finish them but i live and die by my country playlist that im still building (if anyone has more poc to recommend pls do 👁👁) i made it to send to people who say they hate country/bluegrass/folk music and it spans from the 20's to now. i also have playlists for possession, hannibal/will & alana/margot but they're not close to being presentable- i think my fleabag playlist is pretty good tho! my adhd playlist is fun too but. the taste is horrible 😭
20. how does it make you feel when an unknown artist that you like blows up?
AMAZING, its starting to happen with miss benny & sir babygirl and i love it 😭 i remember when megan thee stallion & rico nasty weren't popular and it feels so good to see them everywhere
23. what artist can you absolutely not stand?
ummm taylor swift, camila cabello, ariana grande, blake shelton and pretty much all of the new country artists idek their names dfjdjd that drivers license is also pretty annoying and like, most influencer artists are too. phoebe bridgers is starting to get on my nerves as well
ask me pretentious music questions
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boyigrushechnyy · 4 years
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Will no es un hombre feo, Hannibal piensa. Es hermoso como una construcción en ruinas, majetuoso, abandonado, casi destruido. Cuando Hannibal intenta imaginarselo como niño no puede dejar de ver los ojos oscuros de un adulto anhelando un despertar sexual.
Will observa a Hannibal cocinar, como hábilmente rebana el jengibre. Luego piensa, cocinar es casi como respirar para este hombre. Hannibal tenía una mirada ausente cuando cocinaba, sus labios relajados y tranquilos. Se pregunta si las manos de un asesino son frías y un fervente deseo de tocarlas nace en él.
"Ahora, tu deber es mirar como este cerdo se cocina." Hannibal dijo mientras se paraba a su lado. Se limpia las manos en un viejo mantel y Will fija su mirada en ellas, son manos con pequeñas quemaduras y cortes por los cuchillos de cocina, se ven cansadas pero no viejas. Puede sentir como el hombro de Hannibal toca el suyo y recuerda que los únicos toques que han compartido han sido pequeños roces de sus dedos al pasarse algún objeto.
"Me pregunto si este cerdo tuvo una madre." Will encubre sus palabras, es cuidadoso y preciso. "Me preguntó si habrá llorado ante la perdida de su lechón."
"Todos los lechones nacen de cerdas." Hannibal dice despacio, una sonrisa que goteaba por su cara como sangre a la vez que se inclinaba hacia el mostrador de la cocina. "Quizá la cerda pensaba que su lechón tendría un futuro más brillante."
"Oh, su futuro es brillante." Will sonríe de lado mientras mira la flama amarilla del sartén. Mira de nuevo hacia las manos relajadas de Hannibal, los huesos que se movían lánguidamente bajo la piel. Nuevamente el castaño se pregunta si las manos de un asesino son frías.
"¿Podría tocar tus manos?" Will pregunta suavemente, sientiendo un indicio de timidez en su voz. Hannibal simplemente extendió su manos hacia Will el cual finalmente, oh finalmente, las toco con las suyas. Mueve la punta de sus dedos sobre la palma del otro, las sostiene como si fueran anclas atadas a una piel bronceada. Hannibal le mira en silencio, sus ojos con un fuego distraído que Will no comprendía. El menor comienza a trazar las líneas en las palmas del otro.
"¿Dicen ellas las fortunas?" Will murmura, mirándolas. "¿Que dirían las tuyas?"
"Si las líneas dijeran la fortuna," Hannibal dice aún con sus manos en las de Will. "Quisiera que las mías estuvieran vacías, no deseo la fortuna tallada en mi piel."
Will, en una ola de ataque de un sentimiento indecente y raro, levanta las manos del otro hacia su cara. Pone sus labios contra ellas, sintiendo el calor y la sal de la cocina. Se queda con sus labios contra sus manos por un largo tiempo, ojos cerrados mientras está parado ahí, fascinado. Cuando pone sus manos devuelta hacia abajo se da cuenta que el asesino está excitado, el deseo visible en la seda de sus pantalones.
"¿Son mis manos heladas, Will?" Pregunta "¿Son heladas como la mano de un asesino?
"No." Dice la verdad mientas recuerda el sabor de sus manos. Lo guardará, el savor, en el fondo de su garganta. "No, no lo son."
Hannibal ignora su erección, Will hace lo mismo.
El castaño come la carne con una sonrisa en su rostro. No sabe si es porque está acostumbrado al sabor de la carne humana, porque le gusta o porque está sonriendo a la memoria de las manos del otro. Quiere tocarlas de nuevo, las rudas manos, el sabor del sudor y de la cocina, quiere hacer muchas cosas que sabe que son imposibles, cosas que no debería.
"Somos iguales," dice Hannibal "Tú y yo."
"¿En qué sentido?" No niega nada como antes lo habría hecho. "¿Cómo somos iguales tú y yo?"
"Has cambiado el bien y el mal por behaviorismo, yo también lo hice."
"¿Cuándo?" Pregunta el menor, sus ojos fijados en las manos del contrario. Quiere tocarlas pero repentinamente se ponen rígidas, las venas marcándose.
"Si te dijera..." Hannibal susurra y Will puede ver algo oscuro y parecido al ciervo de sus sueños. "Tendría que matarte."
No bromeaba del todo, Will sabía.
"Oh." El agente dice tranquilamente. Desea que las palabras del otro se queden en su mente y no naden en una neblina de mentiras e inquietudes. Sus propias manos tiemblan.
"¿Podría dormir aquí hoy?" Will pregunta con una sonrisa en su rostro. "Es tarde y es un viaje de dos horas a Wolf Trap"
"Claro." El psiquiatra acepta. Ambos terminan su comida y van a la cocina, el mayor lava los platos mientras Will se para a su lado. Se siente domestico, el agente se pregunta si así fue como Alana se sintió. Celos crecen dentro de él. Soy el número, piensa con un pequeño temblor mientras Hannibal seca el último plato. Yo soy a quién quiere arruinar, despedazar, morder.
El castaño se pregunta cuando comenzó a sentirse orgulloso acerca de eso.
Hannibal lo lleva a la habitación de invitados, blancas sábanas y una pintura incomprensible allí. Will deja su abrigo e la cama y el mayor se apoya contra el arco de la puerta.
"Sí sólo supieras..."
Sin querer, y deseando que no fuera así, Will se ve oscuro, degastado y deseoso. Hannibal desea que sus palabras sean algo normal y no algo tomado con cuidado.
"Lo sé." Dice el menor.
Cierra la puerta.
Espera.
Abre la puerta.
Cuando la abre se encuentra con Hannibal, parado como si estuviera pidiendo perdón. (Cejas levantadas, manos en los bolsillos de su abrigo- es entrañable y duele) Will se pregunta por un momento si debería estar preocupado. El mayor habla.
"¿Podría compartir tu cama hoy?"
"Uh." Las manos del agente tiemblan. "Yo- Por favor."
"Gracias" El psiquiatra se ve casi casual cuando se desviste de su abrigo y lo deja en la silla. Remueve los tirantes alrededor de su cinturón y desabotona su camisa. Will mira sus dedos y piensa que quiere sostenerlos por siempre. Se saca la camisa y el agente se da cuenta que es la primera vez que lo ve así. Hay tanta intimidad entre ellos, tantos parajes oscuros llenos de dolor, pero aún así nunca se habían visto si no era con toda la ropa puesta. Graham se saca la camisa y siente como el otro le mira con deseo, puede sentir un pinchazo de excitación en su vientre y piensa: no. No.
"Déjame tocar tu rostro." Repentinamente el más alto estaba demasiado cerca, el menor sentía como si nunca volvería a respirar. "Tú querías tocar mis manos, déjame tocar tu rostro. Estamos a mano."
Will ríe, luego asiente.
Los dedos del más viejo tocan su cara con una emoción implacable. Will se siente vivo, brillante, vívido. Siente como si estuviera matando al otro de nuevo, pero esta vez con su rostro. El otro le mira deleite retorcido. A pesar de todo Graham se siente vagamente honrado de que Lecter esté tocando su cara, sus labios, sus ojos con un deseo que demostraba que habían roto la barrera entre amigos y amantes y estaban flotando en un umbral de nada. Oh, piensa Will, odio a este hombre, no es mi amigo, pero mira como me toca. Mira la expresión en su cara, mira sus manos, oh, oh, mira sus manos.
Hannibal se mueve más cerca y sus labios se juntan en un suave beso. Will se queda quieto, los amigos no se besan, no se besan sin camisa en una habitación mientras están solos. Pero ellos no son amigos, ellos se odian. El castaño le besa devuelta con esa promesa, su cuerpo se pega contra el del otro sintiendo si erección. Will también está excitado. El cabello de Hannibal roza su frente y el menor quiere hundirse en el calor y besar al otro por toda su vida, pero también lo odia con la misma pasión.
Oh, lo entiendes?
Hannibal deja de besarlo, sus labios están hinchados y mordidos, sus ojos vivos y brillantes. Un sentimiento de felicidad se aloja en el vientre de Will y toca el vello en el pecho de el otro. Will siempre pensó que el hombre estaría depilado, pero acá estaba el suave vello. Recorre sus dedos por él y le besa, derrepente piensa, _'¿En qué me convertí?'._
"¿En qué nos convertimos?" Pregunta en voz alta.
"Nada." Dice Lecter calmado. "Tú sabes lo que soy, yo sé lo que eres. No somos nada sin el otro."
Will se siente idiotamente con ganas de llorar. Piensa, _tú lo eres todo ahora._
"Bésame, Will" Hannibal pone las manos en sus hombros. "Por favor, házlo."
Lo hace.
Sostiene sus brazos y lo besa, buscando, deseando, triste. No se detiene hasta que siente que el dolor del otro es el suyo, duelen como una larga, lenta nota en un piano roto. Will se sostiene al sabor y comienza a besar el cuello del otro, siente el sabor salado en un moratón y se pone de rodillas. Le saca el cinturón y el caníbal simplemente cierra sus ojos en preparación, el agente baja su cierre y toma su largo miembro dentro de su boca. Hannibal tiembla, estuvo esperando desde que Graham le dijo "No me psicoanalices". Will sabe que los amigos no hacen esto, pero ellos no son amigos.
Lecter está duro en su boca, el agente cree estar lleno y el otro empuja aún más adentro hasta que siente que Will se ahoga un poco. El mayor se excita aún más ante el sonido, el castaño puede saborear el líquido pre-seminal en su garganta, arrastra su lengua por su longitud y el otro tiembla. El otro hombre era tan físico que le hacía humano, _deseaba el sexo como un hombre_, Hannibal no era un dios.
Graham se levanta y le empuja contra la cama, el otro hombre cae por sorpresa en ésta. Lecter le toma por la cintura hasta que ambos están presionándose contra el otro. Will roza su pene contra el estómago del otro, éste les da vuelta en la cama y le toma de las muñecas para dejarlo bajo de él. El agente recuerda que es un hombre peligroso, un caníbal, pero sólo le mira servil mientras su lengua se humedece sus labios hinchados. _Ven a amarme,_ piensa. _Tú eres todo lo que tengo, yo soy todo lo que tienes._
_Él tiene a Alana,_ una voz le susurró a Graham. _ _Y tú no. Y tú la quieres._
Hannibal está sobre Will ahora, una mano aprieta su garganta. El menor deja salir suspiros rotos, temblores en sus manos y sus ojos vagando por todo el lugar. La perdida de oxígeno era repentinamente intoxicante. Lecter estaba palpando su miembro y el más joven se preguntó si planeaba correrse sobre él, sin prestarle su placer.
"¿Le hacías esto a Alana?" Dice a la vez que el otro retira su mano.
"Sí." Sonrie ladino el más viejo, sonríe de lado mostrando esos dientes peligrosos. Will se imagina a Alana y Hannibal en la cama, ahorcando y siendo ahorcado.
"¿Ella te ahorcaba?"
"Sí." Hannibal suspira y las manos del agente se dirigen a su cuello, apretando y presionando, ahogándolo. Quiere hacerle rogar por la misericordia que no merece, _quiere matarlo_, pero a la vez no. Su cara se vuelve más oscura con la perdida de oxígeno, ambos sentados en esta lucha de poder. Will ve los ojos de Lecter oscurecer, su boca se abre para obtener el aire que sus manos no dejaban pasar.
"¿Ella te ahorcaba así de fuerte?" El castaño aprieta los dientes con el deseo de ver al otro tirar su cabeza hacia atrás con desesperación. "¿Te ahorcaba así de fuerte, Hannibal?"
"N-nunca..."
Le deja escapar.
El más viejo llena sus pulmones con aire furiosamente, una marca roja alrededor de su cuello que seguramente sería morada mañana. Su mano estaba en su entrepierna, su pene duro y él cerca de su límite por la agresión del otro. Hannibal ve la mano de Will en su propio, más pequeño, pene. La imagen era encantadora, quería verle correrse sobre las blancas sábanas. El pensamiento de William gimiendo le excitaba. Lecter paró de tocarse con el miedo de llegar demasiado rápido a su clímax. _Oh, Will Graham era delicioso cuando estaba celoso._
El doctor le da la vuelta al otro, doblando sus rodillas dejando su culo en el aire, su cara contra la cama, casi como un perro obediente. La entrada de Will ahora estaba a su vista, estrecho, nadie nunca había entrado en él. Su chico era tan suave y puro, como una novia llevada a su sultán.
"¿Eres virgen, Will?" Hannibal me pregunta mientras pone un dedo en su propia boca y lo lame, se pregunta como sabría luego de estar dentro del menor.
"¡Claro que no!" Suena casi molesto con la pregunta. "He ten-"
"No, Will." Lecter frota su dedo sobre su entrada, haciendo al hombre (oh, pero si era sólo un cachorrito!) contraerse en anticipación. Estaba asustado y dispuesto, quería y no. "¿Eres _virgen_?"
"Sí." Admite. "Necesito que me tomes, necesito que seas el primero."
"Oh, Will." Murmura, mirando al, aún no corrompido, chico en frente de él. Lentamente deja su dedo entrar, sintiendo como los musculos hacían resistencia. Le empieza a follar con sus dedos, despacio para no dañarle, por lo menos no de esta manera. Will tira su cabeza hacia atrás y el otro puede ver trazos de su excitación. Lecter retira sus dedos y el otro se queja, pero oh, aún no terminaba. Humedece su otro dedo y le folla con ambos, preparándolo para el largo miembro que venía después.
Cuando ya tiene cuatro dedos dentro la espalda de William está llena de sudor, su pene totalmente erecto goteando liquido pre-seminal y su boca soltando sonidos los cuales nunca pensó hacer. Todo esto empezó como algo oscuro peligroso, ahora quiere que Hannibal le folle, que lo tome por detrás, que lo empotre contra la pared como si no fuera nada. Siempre se imaginó el pene de Hannibal en las más sucias de sus fantasías, ahora se daba cuenta que no estaba preparado para él.
Lecter saca sus dedos y ve como de abierto está el chico frente suyo, le saca los pantalones y saca su pistola del bolsillo. Presiona el arma contra su entrada, luego la desliza contra sus muslos, contra su pene y contra su culo.
"¿Qué tengo aquí, Will?"
"Mi arma." Susurra con miedo. "Tienes mi arma."
"¿Qué sucede si te disparo con ella?" Sostuvo el arma contra su entrada y lentamente la metió dentro de él. Graham gimió ante el cambio de temperatura, sintió el deseo de mirar el otro a la cara. Hannibal metió el arma aún más adentro, hasta el gatillo. Will se sentía lleno, abierto hasta más no poder. El dedo del psiquiatra descansó en el gatillo a la vez que movía el arma fuera y dentro del otro, sacándola casi entera antes de volver a meterla. Lecter imagina que el arma es su pene y un escalofrío recorre su cuerpo.
"¿Es esto peligroso?" Susurra el mayor. "¿Sientes que soy peligroso?"
"Tú eres el león." Will gruñe. "Te ves peligroso, actúas peligroso y, al fin de todo, en un cliché, _eres peligroso_."
"Mírame." Dice Hannibal mientras saca el arma dentro del otro. "Mí-ra-me."
El castaño da vuelta su cabeza y ve como el otro lleva el arma a su boca, siente el sabor dulce de Will y el metal del arma. El bulto en su boca hace que el arma parezca un pene, Will piensa en el suyo.
"¿Te gusta mi sabor?" Susurra. "¿Tengo buen sabor?"
Lecter asiente, el arma aún en su boca mientras que dentro de Will nace el deseo de jalar el gatillo.
"¿Mejor que Randall Tier?" El menor sonríe sensual.
"Sí."
"¿Mejor que Marissa Schurr? ¿Mejor que Beverly?
"Sí, mucho mejor." Hannibal sonríe antes de poner nuevamente el arma en su boca.
“¿Mejor que Abigail Hobbs?”
Es como si un viento fuerte hubiera pasado sobre Hannibal, sus ojos arden con ira y su mano va hacia su garganta, dejándolo bajo él. Muestra sus dientes blancos y presiona el arma contra su garganta, se siente mojada y helada.
"Nunca menciones a Abigail de esa manera." Lecter gruñe, primitivo, peligroso, su acento marcado. "Nunca. Nunca la vas a mencionar. Nunca vas a mencionar a Mischa-"
“Ni siquie-" Intenta hablar el menor.
Hannibal jala el gatillo y nada pasa.
Tira el arma contra la pared y rudamente le da la vuelta a Will, pone su culo hacia arriba y toma su propio miembro en mano. Sin advertencia ni dudas entra en él, los músculos vírgenes entregándole un placer carnal. Sus caderas chocan con el culo del chico y le hace sollozar.
Sólo por un minuto le duele a Will, luego el mayor está presionando todos esos lugares donde nunca antes había sido llenado. Se siente tan lleno y piensa _aquí es donde pertenezco_. El peligro en los ojos de Hannibal deberían haberle asustado, pero sólo lo dejaron más duro. El agente gime y se corre en su mano, manchando las sábanas blancas.
Hannibal no está listo, continúa embistiendo contra el otro, incluso cuando el pene del menor deja de estar erecto. Cuando su límite llega ya no ve a Will llorando o rogando. No ve nada excepto el deseo de su orgasmo que lo consume. Se dice a si mismo que no ve nada pero, lo hace. Ve a Will Graham acostado a su lado, sudoroso y desnudo. Ve a Will Graham sentado a su lado en un avión. Ve a Will sonriendo, un chico en sus brazos. Ve a Will con un chico de cinco años. Ve a Will con una sonrisa en el rostro y con el cabello gris. Ve a Will cuando se corre dentro de él, lo ve con su cabello tan blanco como la nieve y sus ojos borrosos como seda. Hannibal sale de su interior y se acuesta a su lado, respirando agitado.
Por esta razón Will Graham es peligroso, piensa.
Él te hará amarlo.
"Perdón." El menor está acostado a su lado. "En serio, perdón."
"No hay nada por lo cual pedir perdón." Hannibal ríe y acerca a Will. "Nada en lo absoluto."
"Por mecionar a Abigail." Se disculpa, moviéndose más cerca al hombre. Acariciando su pecho. "Y Mischa, quién sea él."
"Ella." Dice Lecter, despacio. "Era una chica, tenía solamente cinco años."
"¿Qué le sucedió?" Pregunta. "¿Ya no está?"
"Murió." Dice con un temblor en sus labios. "En la nieve. Su cuerpo era hermoso o por lo menos eso asumí yo."
"¿La mataste?" Will era insensible y directo, el típico niño de granja, el típico Will. Hannibal descubre que no le importa esto. "¿La asesinaste, Hannibal?"
"N-" El psiquiatra comienza a hablar, su mano tiembla. Le diría la verdad, sólo a él. "Sí. Sí, la maté."
Ríe, una risa rota.
"La maté con mi amor." Dice Hannibal. "La maté con mi amor, Will."
El mayor esconde la cabeza en el hombro del otro, buscaba un poco de cariño. Sabía que podría matar a este hombre con su amor, pero no lo haría. Will no sería otra Mischa. No podía ser una consecuencia de su amor.
"Ella es la razón." Hannibal levanta la cabeza. "Es la razón por la cual cambié el bien y el malo por behaviorismo."
"¿Por qué no no me estás matando?" Pregunta Will. "Por.. decirme."
"Casi lo hago." Rie el más viejo. "¿Acaso no recuerdas?"
"Sí." Graham se mueve más cerca. "Con mi arma, pero estaba vacía."
"Lo sé."
"¿En verdad lo sabías?" Will ríe pero dentro de si siente las pulsantes ganas de llorar. "¿De verdad sabías que estaba vacía o en realidad querías matarme?
"No sabía que estaba vacía." Dice serio. "Pensé que estaba cargada."
"¿Qué hubieras hecho, Hannibal?" Pregunta el castaño, su voz tiembla. "Después de dispararme, ¿Cómo esconderías mi cuerpo? Le dije a todos que vendría acá. ¿Cómo me esconderías?"
Si Will le hubiera preguntado esto antes Hannibal hubiera respondido en los túneles, hubiera escondido su cuerpo en las alcantarillas. Hubiera describido gráficamente como removería cada pieza de evidencia. _Si tan sólo le hubiera preguntado antes._ Ahora luego de ver a Will después de su orgasmo, después del propio, luego de verlo con el hijo de ambos (el cual sería tímido, de cabello negro y hermoso), luego de verlo con el cabello gris y los ojos cansados. Ha visto a Will y ya no puede hablar de esconder cuerpos.
"Hubiera volteado el arma en mi dirección," Hannibal sonríe. "Y hubiera muerto."
"Entonces..." Will sonríe sin importarle las oscuras palabras. "¿Te hubiera matado con mi amor?"
"Sí." Hannibal termina. "Lo hubieras hecho."
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analisword · 2 months
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem Reader)
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Antes de iniciar les quiero agradecer mucho por el apoyo que le han estado dando a la historia, significa mucho para mí, ¡gracias! les traigo capítulo RE cursi, que ya hacía falta jaja.
Capítulo 14.
Decían que la calma venía después de la tormenta, y eso nunca se había sentido tan real. 
Las siguientes semanas después del incidente se habían sentido como un verdadero abrazo al corazón, Enzo tenía el poder de hacer que los días pasaran más rápidos, durante esos días, tanto Alana como él decidieron silenciar sus celulares y disfrutar de su nueva rutina sin escuchar al mundo exterior. 
Enzo al fin había vuelto a filmación de la película y Alana había vuelto a escribir, nuevamente no se veían mucho durante el día debido a sus trabajos, pero las noches eran para ellos, veían películas o leían hasta tarde, se habían propuesto a aprender a cocinar, por lo que ahora  el servicio a domicilio de comida rápida no era tan recurrente, pero la comida seguía siendo igual de deliciosa, las costillas de Alana habían sanado bastante bien, aunque no podía decir lo mismo de la herida de su frente. 
—En verdad odio como se ve—dijo Alana viéndose en el espejo del baño mientras Enzo terminaba de cepillarse los dientes, era domingo y acababan de despertarse hace apenas unos minutos, tiempo atrás le habían quitado los puntos de la frente, dejando una línea morada e irregular como cicatriz 
—El doctor dijo que tardaría un tiempo en terminar de sanar—le recordó Enzo una vez se terminó de enjuagar la boca.
—De todas formas quedará la marca cuando termine de sanar—dijo tristemente mientras se inspeccionaba la frente, juraba que entre más se veía al espejo, más imperfecciones le encontraba. 
—Sos hermosa, no me gusta verte así de triste por eso—dijo Enzo tomándola de la cintura, no era la primera vez que Alana se quejaba al respecto. 
—Si tú estás cansado de escucharlo, yo también estoy cansada de decirlo, pero en verdad no soporto verme al espejo—suspiró para después girándose sobre sus pies y luego hundir su cara en el hueco del cuello de Enzo, Alana siempre había sido una chica bastante segura de sí misma, para nada se consideraba Miss Universo, pero era consciente de que tenía lo suyo, sin embargo, entre el peso que había perdido durante su sanación y la horrible cicatriz que marcaba su rostro, le resultaba difícil sentirse linda, incluso si Enzo se encargaba de recordarle cada día lo bella que era. 
—No estoy cansado de escucharte—dijo Enzo suavemente—. Simplemente me frustra un poco que tengas que lidiar con eso. 
—Me gustaría que hubiera una forma de simplemente hacerla desaparecer—respondió alejándose un poco de él, el chico protuyó los labios, lo cual era signo de que estaba pensando en algo. 
—¿Qué estás ideando en esa retorcida mente tuya?—preguntó Alana riendo. 
—Bueno, tal vez no hay forma de desaparecerla en si, pero sí de ocultarla. 
—No me voy a hacer flequillo—respondió Alana rápidamente como si le hubiera leído la mente, la última vez que había utilizado flequillo fue cuando iba en secundaria y lo había odiado absolutamente. 
—¡Pero si se te vería re lindo!—dijo Enzo riendo.
Alana inclinó la cabeza y se lo pensó un poco, entre usar flequillo y tener que andar por la vida con esa línea en la frente, quizá sí prefería usar el flequillo, además, un cambio de look le vendría bastante bien. 
—Me convenciste—dijo elevando los hombros.
—Wow,  fue fácil—rió—. Sólo quiero que vos te sientas bien, hasta calva te verías linda—dijo él buscando algo entre los cajones del baño. 
—¿Qué buscas?
—Las tijeras, mi vida—dijo él con tono de obviedad. 
—¿Me lo vas a cortar tú?—preguntó Alana horrorizada. 
—Obvio, soy un excelente peluquero. 
—¿Cuándo has cortado el cabello de alguien?—preguntó Alana llevando las manos hacia sus caderas.
—Nunca, pero no creo que sea muy difícil, ¿no?
Alana lo miró no muy convencida, estaba loca si permitía que Enzo le tocara el cabello, pero entonces pensó que sólo serían unos cuantos centímetros, no podía salir tan mal, ¿cierto?
—Si me terminas cortando más de lo adecuado, me comprarás una peluca—lo amenazó mientras se sentaba sobre la tapa del retrete.
—Del color que vos querás—dijo él emocionado, se veía bastante feliz por cortarle el cabello, quizá si no hubiera sido actor, ser estilista hubiera resultado su carrera soñada. 
Entre los dos se pusieron a ver un tutorial en YouTube, ciertamente no parecía algo muy difícil de hacer, aunque sí debían tener cuidado, Alana cerró los ojos cuando Enzo acercó las tijeras a su cabeza y lo dejó hacer su magia, en menos de 10 minutos, el chico había terminado de hacer su trabajo. 
—Ya podés abrirlos—dijo él. 
Alana primero abrió un ojo y luego el otro. 
—¿Tan mal se ve?—preguntó ella con miedo al notar que el chico la veía estupefacto. 
—Te ves preciosa—respondió él—. Miráte en el espejo. 
Alana se paró y se observó.
—Enzo—dijo sorprendida—. Mi amor, lo hiciste increíble, me encanta—dijo emocionada, su cabello caía sobre su frente de manera adecuada, aún podía ver sus cejas, pero la cicatriz de su frente había sido difuminada perfectamente. 
—No puedo creer que me hayas dejado cortarte el cabello—dijo incrédulo y peinando otros mechones. 
—Cuando termines de filmar tu película, yo seré la que te lo corte a ti—respondió ella—. Te raparé dormido. 
—Sí te creo capaz—dijo él. 
Desayunaron escuchando música y se terminaron de alistar, Enzo se había encargado de traer las cosas de Alana a su departamento hace un par de semanas, Sebastián se había mudado con unos amigos, el antiguo departamento había sido puesto nuevamente a renta, ninguno de los dos tenía intención de volver a ese lugar, así como Alana no tenía la intención de volver a ver a Sebastián en su vida, desgraciadamente el chico estaba libre después de pagar la fianza, pero al menos había conseguido una orden de restricción que le impedía acercarse a su ex novia. 
Enzo y Alana habían salido un par de veces en público para chequeos en el hospital, la gente aún no entendía qué tipo de relación había entre ellos dos y debido a que ninguno confirmaba nada aún, la gente especulaba que era meramente una amistad.
 Les gustaba la privacidad que tenían en el departamento, aunque estaban conscientes que eventualmente tendrían que salir y enfrentar al mundo, claro que querían mantener su relación privada, pero no secreta,  ese día al fin había llegado, Alana no creía sentirse capaz de seguir más tiempo encerrada en el departamento, necesitaba al menos salir a caminar e ir a tomar algo y quería sentirse libre de poner besar y abrazar a Enzo cuando le apeteciera. 
—Vamos por un café y caminar un rato en el parque, ¿te parece?—preguntó Enzo, en realidad llevaban días planeando su salida, sin embargo, hasta hoy Alana se había sentido preparada para hacerlo. 
Cuando salieron del departamento Alana no pudo evitar sentirse nerviosa, no era raro que le tomaran fotografías a Enzo en la calle o se le acercaran para pedirle autógrafos, sabía que estar a un lado del actor implicaba captar un montón de atención y reflectores, sabía que por el medio en el que ambos se envolvían, su relación estaría en boca de muchas personas, sin embargo, una vez que Enzo entrelazó los dedos con los de ella, todos sus miedos se fueron, estarían bien, todo iba a estar bien. 
La caminata hacia la cafetería fue bastante tranquila, Alana notó que algunas personas con grandes cámaras les tomaron fotografías desde lejos, Enzo y ella se limitaron a pretender que no estaban ahí, una vez que tuvieron sus cafés, procedieron a caminar hacia el parque. 
—Acá fue la segunda vez que nos vimos, ¿te acordás?—preguntó Enzo, Alana asintió con nostalgia, era loco pensar lo mucho que habían cambiado las cosas en los últimos meses, apretó la mano del chico con afecto. 
—Me quedé dormida en la banca—dijo ella negando con la cabeza.
—Vos te podrías quedar dormida en cualquier lado—dijo él depositando un beso en su mejilla. 
Conversaron de varios temas, sobre los recientes capítulos que había escrito Alana para su novela, sobre como Enzo sí se cortaría el cabello una vez terminara las filmación de su película, iban dando su tercera vuelta a la manzana cuando Alana escuchó un débil maullido. 
—¿Escuchaste eso?
—¿Qué cosa?
—Como un gato, pero no veo ninguno—dijo ella inspeccionando el lugar con la mirada, entonces lo volvió a escuchar, Enzo hizo cara de lástima. 
—Ay, está llorando el pobre. 
Alana soltó la mano de Enzo y corrió hacia el arbusto de donde procedía el chillido, había una caja con un gato muy pequeño y flaco. 
—Ay no, me muero—dijo ella agachándose—. ¿Quién lo habrá dejado aquí?—preguntó con miedo a cargarlo por lo frágil que lucía. 
—No debe tener más de un par de semanas—añadió Enzo de cuclillas, era un pequeño gato naranja que muy apenas podía abrir los ojos.
—No lo podemos dejar aquí, tenemos que llevarlo al veterinario—dijo Alana—. Siempre he querido un gatito—mencionó sútilmente. 
—Vos te lo querés quedar, ¿cierto?—preguntó Enzo directamente, Alana lo miró con ojos suplicantes, aún no habían entablado bien la situación en la que se encontraban, pero Alana llevaba semanas viviendo en el departamento de Enzo y ninguno tenía planes de cambiar eso—. Yo también siempre he querido uno—dijo él al notar que la chica no decía nada, Alana sonrió mostrando todos los dientes y se le lanzó encima de él en un abrazo. 
—Gracias, gracias, gracias—dijo rápidamente. 
—Anda, tenemos que llevarlo al veterinario para revisar que todo vaya bien y ponerle sus vacunas. 
Alana tomó al pequeño gatito y se lo llevó a su pecho en lo que Enzo pedía un taxi hacia la veterinaria más cercana.
—Siempre dije que a mi primogénito le pondría Mateo, así que ese será su nombre—dijo Enzo acariciando la cabeza del pequeño gato mientras hacían fila en la veterinaria, Alana rió al escucharlo. 
Sin embargo, Enzo tendría que esperar un par de años más para hacerlo, pues el gato terminó siendo gata. 
—Esto es un desastre—dijo Enzo dramáticamente—. ¿Cómo le pondremos entonces? Mateo estaba genial. 
Alana rodó los ojos al escucharlo, se encontraban de vuelta al departamento sentados en el suelo, con un arenero, un montón de juguetes y una pequeña No-Mateo  investigando el lugar, el veterinario les informó que no tenía más de 3 semanas de nacida, tendrían que alimetarla con biberón y toda la cosa, no había estado en los planes de ninguno tener una mascota pronto, pero en las pocas horas que llevaban con la gatita, se había ganado su amor por completo. 
—No tengo idea—bufó Alana mientras tomaba a la gata para que no se metiera debajo del sillón. 
—Vos sos la escritora aquí, debes ser buena con los nombres—dijo Enzo mientras preparaba la fórmula del biberón. 
—¿Qué hay de Matilda? Suena parecido a Mateo—sugirió, Enzo arrugó la nariz al escuchar el nombre. 
—No, no—dijo él. 
—¿Mafalda?
—Amor, sos pésima en esto—replicó él. 
—¿Felicia?
—Basta—dijo él riendo—. ¿Qué te parece Zola?—sugirió, Alana arqueó una ceja al escucharlo. 
—¿Zola? ¿Por qué la encontramos sola?—bromeó. 
—No, boba, Zo porque así termina mi nombre, La porque así inicia Lana, ¿entendés? Zo-La, Zola. 
—Zola, me gusta—dijo ella.
Jugaron un par de horas más con Zola hasta que se quedó dormida en la pequeña cama que le habían comprado, Alana sabía que ella sería la responsable de cuidarla durante el día, nunca había tenido una mascota antes debido a que en México sus padres no la dejaban y en su antiguo departamento las mascotas no estaban permitidas, se encontraba algo nerviosa, aunque feliz por la nueva aventura que le esperaba.
—Amor—murmuró Enzo una vez volvieron a recostarse en la cama, ambos se encontraban agotados, habían pasado un montón de tiempo en la veterinaria y preparando al departamento para Zola. 
—¿Sí?—preguntó ella escuchando con atención.
—No sé si lo notaste, pero nos tomaron un montón de fotos hoy—dijo él acariciando su espalda—. Ya vi algunas y bueno, se re nota que tenemos algo. 
—No lo creo, fui bastante discreta—dijo ella arrugando la frente, Enzo hizo una mueca y le mostró una fotografía sacada de Instagram, en ella se mostraba a un Enzo saliendo de la veterinaria con Zola entre sus brazos, Alana se encontraba agarrando su trasero, ella abrió dramáticamente la boca ante la imagen. 
—¡Ni siquiera recuerdo haber hecho eso!—dijo horrorizada. 
—Lo haces más de lo que vos crees, de hecho lo estás haciendo justo ahora—dijo él riendo, Alana se carcajeó al notar que era verdad, apartó su mano de Enzo pero él volvió a colocarla ahí. 
Después deslizó el celular por la pantalla y le mostró otra fotografía en donde salían besándose en la cafetería. 
—Bueno, supongo que ya todo el mundo lo sabe—dijo ella, podía imaginar la clase de comentarios que estarían en las redes sociales por haber pasado de estar en una relación con Sebastián a una con Enzo en poco tiempo, pero decidió no preocuparse mucho al respecto. 
—No puedo controlar que me pregunten o no por vos en las entrevistas, así que quiero saber con qué te sentís cómoda, es mi prioridad  que vos estés bien—dijo él acariciando su mejilla, tan comprensivo como siempre. 
—Bueno, ciertamente no quiero ser un secreto, pero sí quiero que tengamos nuestra privacidad—dijo repitiendo lo que ya habían establecido hace unos días—. Eso significa que debo de tener más cuidado con no tocarte el trasero saliendo del hospital con nuestra hija—bromeó refiriéndose a la fotografía de Enzo con Zola en manos.
—Vale, me agrada la idea—dijo él—. Ahora vuelvo, voy por agua. 
Alana se entretuvo unos minutos viendo la película a la cual no le habían estado prestando mucha atención hasta que Enzo volvió de la cocina, no llevaba un vaso de agua consigo, en cambio llevaba un ramo de tulipanes amarillos, las flores favoritas de Alana, ella se sentó rápidamente y le bajó a la televisión ante la imagen de él apoyando en el marco de la puerta con las flores y su pijama de cuadros rojos y azules. 
—¿Y eso?—preguntó nerviosamente, Enzo se acercó lentamente y se las entregó. 
—Tenemos que ponerle nombre a esto—susurró. 
Alana tragó saliva y sintió su corazón latir rápidamente ante las palabras de Enzo. 
—¿Puedo ser tu novio?—preguntó  nerviosamente, sus mejillas estaban rojas y sus manos estaban temblando, Alana sintió que se derretía ante la imagen—. Mi amor, te juro que iba a preguntártelo más romántico y toda la cosa, pero es que vos te ves tan linda ahora mismo, me muero, quiero que vos seas mi novia ya—habló rápidamente y la apretó contra él sin importar que ella aún estuviera sosteniendo las flores, Alana soltó una carcajada, Enzo se escuchaba mortificado por la falta de preparación en  la propuesta, pero a ella le pareció perfecta, no necesitaba de un cartel gigantesco o una cena costosa, aquí, justo en la cama abrazada de Enzo,con la luz de la luna que se colaba de la ventana y el ruido de fondo de la televisión, era más que suficiente. 
—Claro que sí—respondió ella. 
Enzo oficialmente era su novio, no podía sentirse más feliz al respecto. 
—Aunque mañana te toca preparar el desayuno, novio. 
—Está bien, novia. 
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tabloidtoc · 4 years
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People, February 10
Cover: Kobe Bryant -- The shocking death of a sports legend along with 13-year-old daughter Gianna “Gigi” 
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Page 3: Chatter -- Brad Pitt, Tyra Banks, Taika Waititi, Adam Driver, Irina Shayk on Bradley Cooper, Leslie Jones 
Page 4: 5 Things We’re Talking About This Week -- a social media challenge goes viral, Hershey’s debuts a makeup line, Bong Joon Ho learned swear words from Spike Lee, the Mean Girls musical will be a movie, Bambi is getting a live-action remake 
Page 6: Contents 
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Page 8: Grammy Awards -- Billie Eilish’s big night, with brother Finneas 
Page 9: Demi Lovato 
Page 10: Rosalia, Billy Porter, Lil Nas X and Ellen DeGeneres and Portia de Rossi 
Page 11: Camila Cabello and her father Alejandro, Gwen Stefani and Blake Shelton and Tanya Tucker and Shania Twain and Keith Urban, Chrissy Teigen, A Difficult Grammy Night -- the shocking death of Kobe Bryant and an ousted CEO loomed large 
Page 12: Tyler the Creator, John Legend and Smokey Robinson, Cardi B and Offset, Nick and Joe and Kevin Jonas 
Page 13: Party Time -- Jay-Z and Beyonce, Gary Clark Jr. and his pregnant wife Nicole Trunfio, Heidi Klum and Tom Kaulitz, Aerosmith 
Page 14: StarTracks -- Emma Thompson and Robert Downey Jr. at the London premiere of Dolittle, Olivia Newton-John and Michelle Pfeiffer at a G’Day Usa event in support of the Australian bushfire relief efforts 
Page 15: Drew Barrymore and Minnie Mouse at Disney World, Patrick Dempsey at the 80th Hahnenkamm races in Austria, James Marsden and girlfriend Edei and his kids Mary and William Luca at the Sonic the Hedgehog premiere 
Page 16: Stars at Sundance -- Glenn Close and Alec Baldwin, Kaitlin Olson and Veena Sud and Jeffrey Katzenberg, Eva Longoria and America Ferrera, Will Ferrell and Julia Louis-Dreyfus, Kerry Washington
Page 19: Taylor Swift’s hidden pain 
Page 20: Harvey Weinstein’s rape trial begins 
Page 22: Heart Monitor -- Cara Santana and Jesse Metcalfe messy split, Avril Lavigne and Pete Jonas new couple, Brandon Jenner and pregnant Cayley Stoker surprise wedding, Lena Waithe and Alana Mayo it’s over 
Page 24: Blake Lively -- Family is my everything
Page 27: Channing Tatum and Jessie J back on and going public after split, Catherine and Sean Lowe juggling 3 kids under 4 
Page 28: Molly Ringwald from brat packer to modern mom 
Page 31: Passages, Terry Jones passed away 
Page 33: Stories to Make You Smile -- a kindergartner makes tiny clay koalas to raise money to help real ones -- https://www.instagram.com/littleclaykoalas/
Page 35: People Picks -- Ted Bundy: Falling for a Killer 
Page 36: Tommy, The Sinner 
Page 37: The Rhythm Section 
Page 38: The Assistant, Briarpatch, One to Watch -- Party of Five’s Brandon Larracuente, Q&A -- Coyote Peterson 
Page 41: Books -- Q&A with royal etiquette expert Myka Meier 
Page 42: Cover Story -- Kobe Bryant -- a tragic death, a lasting legacy 
Page 50: Diane Keaton became a movie star and her brother’s life was stunted by mental illness and in her new memoir Diane tells the story of her beloved brother Randy 
Page 54: The Bella twins Nikki and Brie are both expecting 
Page 58: Princess Kate’s new project is honoring Holocaust survivors 
Page 60: How Schitt’s Creek -- a little feel-good TV show -- became a global sensation and turned its cast into the toast of Tinseltown 
Page 64: A Jehovah’s Witness cover up -- survivors of sexual abuse inside the religious group speak out in a new documentary part of an investigation they hope will bring offenders to justice 
Page 67: James Taylor opens up about how he overcame personal pain to find his peace through his songs 
Page 70: The deadly coronavirus -- what you need to know 
Page 73: Oscar Insider -- Renee Zellweger, fourth time’s the charm for Brad Pitt? 
Page 74: Cynthia Erivo, double nominee Scarlett Johansson, could Parasite pull a surprise win? 
Page 76: Oscar Ballot
Page 87: Second Look -- Seth Meyers and brother Josh Meyers and Jack McBrayer vs. Kevin and Nick and Joe Jonas 
Page 88: One Last Thing -- Sean Hayes
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gotticalavera · 5 years
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Quejas & Risas || Prologo
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Fanfiction || Wattpad
[[¡Hola, gente! Okay, este fanfic está basado en uno de los primero Au’s que hice con @dmoondream  y como es su cumpleaños, es hora de darle luz verde a este bebé.]]
Aclaraciones
Este AU se encuentra a la par que el universo de Falsettoland (musical Falsettos). Por lo que puede haber guiños del musical durante el fanfic.
Como es a la par de ese musical, la historia se desarrolla entre los 80. 
Connor y Zoe tienen una diferencia notoria de edad. El contenido maneja temas delicados. 
Posible uso del OOC.
Dear Evan Hansen no me pertenecen, uso sus personajes sin fines de lucro.
———
El castaño abrió los ojos por el golpe a causa de un bache, se sobo la frente por el dolor y masajeo sus ojos en un intento de que la luz no le lastimará; otra vez había dormitado en el bus, miró por la ventana para poder orientarse en que parte de la ruta iba el transporte, soltó un ligero suspiro de alivio al verificar que faltaba poco para llegar y no se había pasado, y con ese pensamiento se aferró a su maletín de piel… pronto llegaría a casa.  
Había salido de trabajar demasiado tarde, no podía creer que le faltó a la promesa de Zoe (otra vez), sabía lo que pasaría al llegar a su casa; le haría un gran berrinche y rompería a llorar.
¡No era su culpa que el idiota de Kleinman se atorará en la fotocopiadora!
Y ante tal travesura por parte de "los dos" quedaron con horas extras. Tuvo que llamarle a Alana para que fuera a recoger a Zoe y llevarla a casa, y quedarse ahí hasta que él llegará.
Bajó del bus con un aspecto algo abatido, no quiera enfrentarse a Zoe, otra vez.
¿Desde cuándo esto se volvía rutina?
Tal vez todo empezó desde que pensó que era mejor conseguir un trabajo para pagar la educación de su hermanita; sabía que el seguro que les dejaron sus padres cuando estos murieron podría cubrirlos bien, sin tantos lujos, pero bien, en fin de en cuentas.
Pero él quería que Zoe tuviera todo alcance de sus manitas.
Aunque eso significaba tener que romperse el lomo en una silla incomoda y quedarse ciego por ver datos en esas máquinas.
¡Esas cosas eran una locura! ¡Como avanzaba la tecnología! Tal vez si existirían los autos voladores después de todo.
Siendo adolescente nunca hubiera imaginado que una maquina así existiera, con una actitud rebelde y su cabello largo; rompía con la imagen perfecta que su padre quería mantener ante la sociedad.
¿Desde cuándo se revelo? Si era completamente lo contrario antes de cumplir los quince; perfectas notas, bueno en deportes, excelente en todo, tanto que era agobiante. Cada actividad extracurricular era como tener otra soga en el cuello, revelarse contra esas exigencias fue como desaparecerlas, no solo porque no eran una imagen del verdadero Connor, era el Connor que siempre Larry quiso.
Se sobo la nuca por el cansancio, no solo del trabajo, está cansando de seguir con  todo eso en la cabeza.
A veces le gustaría recordar a Larry por las cosas buenas, por los gratos momentos, y por el «gran» padre que fue antes de toda esa mierda; la rebeldía, sus exigencias, sus castigos, las discusiones por cualquier cosa. Aunque el tema más recurrente era por ser un desviado.
Le gustaría, pero no puede. A la persona que si recuerda de esa manera, era Cynthia Murphy, su madre; una mujer cariñosa, amorosa y amable, aunque al igual que él, estaba agobiada por llenar el papel de una madre perfecta con su familia perfecta, ante la sociedad que les rodeaba.
A veces Zoe se parecía a ella, en como sus ojos brillan por conseguir algo con éxito; en como le cuenta pensamientos fugaces y pequeños donde le sacan una sonrisa involuntaria, incluso al fruncir el ceño se parecía mucho a Cynthia.
Era increíble.
Retroceder sus pasos y sentirse que nunca se fueron.
Connor Murphy, no era la clase de persona que se preocupara por lo que los demás dijeran de él, desde que comenzó su vida adolescente, las opiniones de sus padres pasaron a segundo plano.
Lo cigarros pasan por su boca y una que otra bebida alcohólica, puede que por un tiempo tuvo un lapso de paz con sus padres, pero era solo la punta del iceberg. Cuando le dijeron que iba a tener un hermano, a casi nada de cumplir los 17 años, le pareció un buen chiste, uno que se ganó la reprenda de su padre.
No le veía el caso que sus padres tuvieran otro hijo cuando él pronto pasaría a una vida adulta ¿Qué le enseñaría a ese mocoso? ¿Cómo pagar una hipoteca? Tenía la ligera sospecha que su padre anhelaba tener más descendencia a causa de la “condición” de su primogénito.
Lo dejaría en esas palabras, aunque odia las definiciones con las cuales era catalogado por Larry.
No lo culpa, aún en los 70, y ya después de ello, está seguro que seguiría siendo un tabú sin importar la época o la cercanía del próximo milenio.
Las peleas entre él y su padre poco a poco se intensificaron, y a pesar del nuevo miembro en la familia, ellos hacían más ruido que la pequeña de Zoe.
Connor quería que ellos desaparecieran, no entendía porque su madre le pedía que le tuviera paciencia a su padre, ¿Acaso ella tampoco entendía su situación? Ya no los quería escuchar más…
No pensó que ese deseo se cumpliría.                                          
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Suspiro por ese recuentro de hechos, no se dio cuenta cuando comenzó a caminar por las calles desoladas del vecindario, la fría brisa le golpea la espalda; pronto sería otoño, aunque a él le gusta más de frío, ese no era el caso de la pequeña niña que tenía bajo su cuidado.  
Dio una ligera vuelta y miro la casa enfrente suyo, se considera algo afortunado que su padre no tuviera tiempo de quitarle la herencia, ahora tenía esa propiedad en su poder. No era tan grande como la anterior casa donde solía vivir con sus padres, pero seguía siendo muy espaciosa para dos personas, y más si una de ellas es un infante.
No entendía como es que Larry tenía esta propiedad si era un hombre de lujos, y que por lo general presumía sus compras al equivalente de su estatus. Es demasiada pintoresca, Zoe la llama «La casita rojita».
Miro por un breve instante el buzón con el dibujo de un pollo-mano, sonrió un poco enternecido cuando Zoe lo pintó, se había llenado la mano de pintura amarilla y sin más la puso encima del metal. Ese día le había pedido que le “ayudara” a pintar la cerca, la chiquilla fingió cero interés en hacer aquella actividad, así que la tuvo que “sobornar” con comprarle las pinturas para pintar las paredes de su cuarto.
Apenas llevan relativamente poco habitando en esa casita, en palabras de Connor, por otro lado, Zoe ya considera que tienen toda la vida en ella; la otra casa esta infestada de recuerdos y duelen demasiado, pero solo a él le afectan.
Intenta no pensar en eso y abre la cerca para poder llegar a la puerta principal, sus pasos suenan como una persona con gran carga ¿o solo es el sonido del viento? No lo sabe, y no le apetece descubrirlo. Ya con la puerta enfrente suyo, busca sus llaves en sus bolsillos, antes que pudiera abrir el cerrojo, pudo percibir risas, pero no solo de su pequeña hermana, había otra persona; por un momento pensó que era una alucinación por el estrés del trabajo, ya que esa voz era más grave que una mujer.
"¡No puede ser!" Su instinto le hizo abrir la puerta de golpe.
Cuando viera ese desgraciado conocería el puto infierno, llegó a la cocina con el ceño fruncido, poner su mejor cara para espantar al intruso le daría tiempo para buscar algún plan. Sabe que no puede ser Alana, no vio su bolsa en el perchero de la entrada y ella nunca dejaría a solas a Zoe con un completo desconocido, pero lo que vio a continuación fue tan irreal; pareciera que un fantasma del pasado había vuelto para atormentarlo.
Un muchacho algo choncho con un mandil lleno de pintura, un poco en la ropa, y también algo en sus cabellos rubios tenían toques de púrpura o verde producto de los acrílicos, pero sus manos está completamente limpias para poder cocinar, al igual que su cara repleta de pecas. El desconocido alzó una mirada gris y está se congelo de igual forma, pero fue a causa de ver al propietario del inmueble y la persona que su alumna llama “hermano”.
Porque no solo vio a un hombre de oficina con la corbata a medio desatar y cansado; también veía a un adolescente de cabellos largos que siempre usaba sudadera y que cuando lo veía a solas, lo llenaba de besos por todo su rostro.
—Evan—el que pronunciará su nombre, era otra prueba de saber quién era.
— ¿Connor?—preguntó en susurro.
———
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Mi hermosa Milena, Alana o Luna.
Claramente tú mami tiene problemas para elegir cómo nombrarte, pero de lo que si siempre estaré segura es de ti mi pequeña. Tú, aunque aún no formas parte de este mundo, eres querida, amada, anhelada & soñada. ¿Sabes? Tú mamita & tú papito están como locos por conocerte, por saber cómo serás, me pregunto si serás una rubita como tú papito, o castaña como tú mamá(secretamente me encantaría que fueras una rubita) aunque no importa el color de tu cabello, se que serás perfecta, perfecta como el amor lleno de imperfecciones que se tienen tus papitos. Ojalá heredes el carácter suave de tu papito, sus ojos & su gran templanza. Eres la consentida de nuestro corazón princesa. El día que llegues a este mundo nuestros familiares & conocidos me felicitarán por haberte dado la vida, cuando ellos no tienen ni la menor idea de que la vida me la diste tú a mi, mi muñeca. Mamá quiere que sepas que nunca te irás a la cama sin saber cuan amada eres, mamá promete hacerte saber lo especial que eres cada día, tú papito se encargará de recordarte lo hermosa & perfecta que eres, y ambos nos encargaremos de llenarte la vida de amor & felicidad, porque eso es lo que quiero que sea tu vida mi princesa, una vida llena de amor, una vida plena & una vida llena de armonía.
Siempre estaré para ti incondicionalmente mi bebé. La persona que te espera con los brazos abiertos:
Mamá.
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jmesptters · 6 years
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hiya, buttercup! for the emoji ask:😳 - Age you get mistaken for?👌 - Best friend? 🎤 - Top 5 favorite bands? 🎶 - Top 5 favorite songs? (ps. guess who this is)
😳 - Age you get mistaken for?Normally I'm mistaken for someone in University.... ...👌 - Best friend? I have lots of good friends but I guess I would say: in rl my next door neighbour/schoolmate, Afreen, and online this girl named Alana....🎤 - Top 5 favorite bands? *sighs* Hmmm... I'm not really sure. I mean, I don't really have any favourite bands... ...🎶 - Top 5 favorite songs? (it changes, but currently,)-Gone, Gone, Gone - Philip Philips-Hot n Cold - Katy Perry-All We Know - The Chainsmokers-Like I’m Gonna Lose You - Meghan --Trainor- Havana - Camilla Cabello...(ps. guess who this is)I have /no/ idea. I mean who would call me Buttercup? 😝😝
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