Tumgik
#te mimo
tomasens · 3 months
Text
ja patrzacy na to jak ludzie w koncu krytykują wychodzenie z szafy ale zamiast robic to normalnie to zaczynają pierdolić coś o kobiecej perspektywie i narzucaniu orientacji
19 notes · View notes
sabi-star-blog · 5 months
Text
Tumblr media
Feliz cumple Cenny!!
Me demore un montón QWQ pero espero que hayas pasado un hermoso cumple junto a las personitas que te aman uwu disfruta de un año más de vida!! \>W</
@jglyanoro
12 notes · View notes
gabimedialuna · 7 months
Text
por qué verga me tomé un café a las 11 de la noche soy pelotudooooooo grrrrrrr
3 notes · View notes
lesbiano-tonta · 1 year
Text
Dios que puto que soy lloro cuando la estoy pasando bien tipo extrañaba la sensación de paz mi cuerpo disfruta y parece que se DESAHOGA
2 notes · View notes
vinidra · 1 month
Text
youtube
0 notes
catgirlbae · 1 year
Text
Hace un año escribi aqui por ese motivo, hace dos y hace tres estoy segura que también, sigo sintiendome igual, la que nunca eligen, la que nadie encuentra, la que sueña con amar y que la amen , que llora de panico cada que hay una leve posibilidad por que tiene miedo de que falle de nuevo y solo sea su mente engañandola, como lo ha sido todas las veces anteriores …
Cada año estoy mas asustada, cada año soy mas grande, cada año la oportunidad y el tiempo se van y yo sigo aqui sola mendigando atención y mimos y nisiquiera asi puedo conseguirlo, cada año y cada dia es una oportunidad y tiempo que no volvera, crezco y todos también se hacen grandes a mi lado, pronto parecere la tia soltera solo que no tengo sobrinos, y no se si en algún momento mi sueño de amor se desvanecera y eso me da miedo, pensar que tal vez en un tiempo este tan decepcionada que desista y me condene a vivir sola y sin el amor que soñe, quiero mi amor adolescente, quiero magia, mimos, dormir abrazaditos, besitos en la frente, abrazos por la espalda, un brazo del cual agarrarme fuerte para sentirme segura, ese alguien con el que viviré mi primera vez, alguien a quien decirle todas las palabras bonitas que se me ocurren, alguien para besar en la disco en medio de un cancion mágica con las luces brillando a nuestro alrededor.
No quiero dejar de soñar, pero parece que la vida me lo esta negando, es como si en mi plan de vida se les olvidara anotar el amor, no quiero rendirme, por favor Dios , universo,Vida regálenme esa oportunidad de amar, tengo mucho miedo, no quiero perderme de un amor en mi juventud, quiero ser suficiente para alguien, tal vez no soy muy bonita , me falte ponerme brakets y tal vez hacer ejercicio, pero amaría tanto poder dormir sabiendo que el hombre que me ama me escribirá a la mañana siguiente para salir a caminar juntos
1 note · View note
appalachy · 1 year
Text
Ja: tbh mam wyjebane fr 😜
Also ja: nie spi do 7 rano
1 note · View note
gucio · 2 years
Text
nie wiem czy to jest unpopular opinion wśród ludzi lubiących filmy z prl, ale chyba naprawdę nie lubię barei
1 note · View note
voglatte · 3 months
Text
⊹ ┊HEADCANONS OF YOU BEING ENZO’S GIRLFRIEND ꒱ .゚
Tumblr media
↷ ˊ- pairing: enzo vogrincic x f!reader.
warnings: ninguno (fluff).
summary: pequeños headcanons de enzo siendo el novio más adorable de todos.
• dani’s typing… ! es mi primer post así que disculpen si no es lo que esperaban, iré progresando.
Tumblr media
— ¡adora los mimos en el cabello! no hay manera de que no esté con la cabeza sobre tu regazo para recibir esas delicadas caricias, podría pasar toda la tarde y nunca se cansaría.
— back hugs! no sería sorprendente que cada vez que tiene la oportunidad te abrazaría por detrás, mientras cocinas, hablas por teléfono o simplemente cuando toman una siesta.
— ama salir contigo a museos, cafeterías o simplemente al parque, al igual que tomarte fotos con su cámara en mano.
— está siempre pegado a tu cuello, siempre teniendo la oportunidad de esparcir sus besos por toda su longitud.
— su lenguaje del amor es el contacto físico así que no puede estar ni un segundo sin tocarte, así sea tomarte de la mano o colocar su mano en tu muslo.
— fan de verte hacer cosas tan simples como verte comer, reír, arreglarte, bailar, entre otras cosas… he’s just obsessed with you.
— no hay nada que le guste más que tenerte sobre su pecho mientras te lee un libro que ambos escogieron, lo hace sentirse en paz y más si es contigo.
— no te escapas de su guerra de besos por la mañana, a penas abres los ojos, lo vas a tener encima de ti llenándote de ellos.
— le gusta darte pequeños detalles que para el significa mucho porque los hace con todo el amor del mundo.
— obviamente de vez en cuando vas a sorprendente con algún ramo de rosas, tulipanes o margaritas adornando tu mesa de noche.
— un poco mimado a la hora de que le prestes atención, de alguna manera u otra lo vas a ver queriendo que tus ojos estén puestos en el todo el tiempo.
— se siente cómodo con la idea de tenerte en su regazo mientras están viendo una película, ama sentir el calor corporal del tuyo con el suyo.
— los atardeceres son algo que no se les escapa, en cualquier lugar que estén, ambos lo verán agarrados de mano.
— nicknames? “chiquita”, “linda”, “beba”, “amor” y esos son algunos por los cuales le encanta llamarte.
————————————————————————————
by ﹫ VOGLATTE ╱ cortito pero igual espero que les haya gustado .ᐟ
619 notes · View notes
nekod0lly · 9 days
Text
Ten post może wywołać dużo kontrowersji, ale trzeba to powiedzieć.
Już mówiłam o tym wiele razy na poprzednich blogach. Mam problem z niektórymi osobami tutaj.
Nie możemy udawać. To jest choroba, uzależnienie które pielęgnujemy celowo, aby czuć się komfortowo, bo odnajdujemy w nim spokój (mimo że nas rani i krzywdzi).
Niektóre blogi tutaj robią jakiś kult z tej choroby 💀 nie chodzi mi o inspiracje czy zdjęcia, opowiadanie o dniu i bilansach, tylko o osobach które dosłownie jeżdżą po innych, większych i tych które np. wciągają brzuch na zdjęciach. Pojebane to jest dla mnie.
To jebana choroba, w której niektórzy chcą być, ale jak widzę osoby które robią z tego „kult” to blokuje je od razu.
Może tutaj jest mniej takich osób ale na „X” (stary Twitter) to jest tragedia.
Ciężko mi się patrzy jak niektórzy wpędzają osoby zdrowe w chorobę, albo osoby które chcą tutaj schudnąć, jedząc więcej, pisząc im że nie są prawdziwymi „motylkami”.
Za przeproszeniem, po chuj się wpierdalasz w kogoś sprawy?
Pomoc sobie nawzajem? Okey git. Ale mówienie komuś „jesz 1000 kcal? Zqjeb się grubasie” nie pomaga. Co jeśli jeszcze ta osoba ma myśli samobójcze i zrobi coś sobie? Co jeśli się z@bije? Te osoby nie myślą o tym, tylko myślą o tym „kulcie” i wpierdalaja w niego nieświadome i niewinne osoby.
Przykro się na to patrzy.
Jeśli chcesz innym robić przykrość i sieczkę z mózgu innym w tej chorobie, to się lecz i mnie odobserwuj.
Ja osoby które są na moim blogu i aktywnie mnie wspierają/obserwują nazwę „łabędziami" bo do nazwy „motylek” przywarło wiele negatywnych i krzywdzących rzeczy.
Nie chce być utożsamiana z osobami które krzywdzą innych. Mój blog to jedynie pamiętnik i forma mówienia o moim problemie.
Mimo że ja chcę schudnąć i będę się gl0dzic, to nie będę nigdy nikogo wyzywać. Nigdy nie chciałam skrzywdzić i namawiać do skrajnych zachowań. Opowiadam wam tu tylko o tym co się ze mną dzieje.
Dziękuję bardzo, dobranoc. Czekam na wasze opinie i jestem otwarta na KULTURALNĄ debatę.
~Neko.
390 notes · View notes
deepinsideyourbeing · 1 month
Text
Rum on a Fire - Enzo Vogrincic
Tumblr media Tumblr media
+18! Dom!Enzo, biting, choking, creampie, dacrifilia, daddy kink, dirty talk, face sitting, fingering, sexo oral, sexo sin protección, size kink/size difference, spanking (sólo una vez), edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
El aroma del café persiste en la habitación, pero Enzo sólo percibe la fragancia de tu perfume y la sensación de tus dedos en su cabello. No tiene idea de cuánto tiempo lleva recostado en tu regazo, sólo sabe que está agotado y disfruta demasiado de tus caricias como para abandonar su lugar.
-¿De dónde sacaste las flores?
-De una maceta- contestás, como si no fuera más que obvio.
Emite un sonido de desaprobación y recordás la charla sobre no cortar flores ajenas, pero no dice nada más. Cuando cierra los ojos te deleitás con la imagen de sus pestañas oscuras y largas rozando su piel, la curva de su nariz y sus labios, que probablemente conservan el sabor del café y de su alfajor favorito.
Tus dedos comienzan a descender, delinean el puente de su nariz y la definida línea de su mandíbula para luego capturar su mentón con tu mano y acariciar su labio inferior con tu pulgar. Hace amague de morderte y el sonido que acompaña el gesto es enternecedor, pero sus movimientos letárgicos te permiten reaccionar a tiempo y escapar del juego que tanto adora.
Planta un beso en tu muslo, su mejilla reposando sobre este, y sentís la forma en que su mano acaricia tu piel con un toque casi imperceptible. Las yemas de sus dedos te provocan escalofríos y Enzo disfruta sentir que te estremecés, incluso si su intención sólo era mimarte para retribuir un poco de la atención que le brindás.
-Te extrañé- otro beso-. Mucho.
-Yo también te extrañé mucho.
Te dirige una mirada un tanto ambigua, en sus ojos una mezcla de timidez y algo más... Es algo oscuro, para nada inocente y con implicaciones que conocés a la perfección. Sus dedos se acercan más y más al interior sensible de tu muslo mientras deposita besos húmedos sobre tu pierna, sus dientes te rozan como una sutil amenaza y sus párpados se cierran por cuenta propia cuando comienza a sentirse embriagado de tu ser.
-¿Mucho…?- arquea una ceja. Contestás con un suspiro y sonríe contra tu piel.
Cada vez más desesperado, Enzo deja que sus dulces mimos se conviertan en un enérgico masaje y te provoca frotando tu ropa interior de manera superficial. Siente tu respiración acelerándose y la creciente inquietud que te generan sus acciones le fascina, pero no tanto como los gemidos que escapan de tu boca una vez que captura tu piel entre sus dientes y muerde con fuerza suficiente para dejar una huella.
Vuelve a besarte con suavidad, como si eso aliviara de alguna forma el incendio que provocó, y esta vez sus dedos presionan contra la tela ya humedecida que cubre tu intimidad. Suspira y alza la vista para encontrarse con que estás mordiéndote el labio y tus ojos están cerrados en un vano intento de contenerte, el control sobre tu cuerpo desvaneciéndose cada vez que su respiración cálida te golpea.
Enzo adora verte en tal estado, pero adora más saber que él es el único responsable.
Se reincorpora y te deja sobre su regazo sin esfuerzo alguno, la sorpresa robándote un pequeño grito y una risa. Sus manos encuentran su lugar debajo de la camiseta que tenés puesta para masajear tu cadera, tu cintura y tus costillas, donde dejan una sensación de cosquilleo. Te retorcés por el nerviosismo, al igual que cada vez que Enzo decide hacerte cosquillas, pero el movimiento sólo hace que tu centro entre en contacto con el bulto que deja ver su ropa interior.
 Suspira y sus dedos se cierran sobre tu muñeca.
-Mirá cómo me ponés- coloca tu mano sobre su miembro cubierto, haciéndote gemir-. ¿Te gusta…?
-Mucho- confesás, tus dedos tirando de la cintura elástica de la prenda con anhelo.
-Mostrame entonces.
No perdés tiempo y liberás su miembro ardiente, tus dedos rozándolo con delicadeza antes de cerrarse sobre su extensión y comenzar a masturbarlo; Enzo inspira profundamente y cuando echa la cabeza hacia atrás un sonido gutural llega a tus oídos, acompañado por la imagen de una gota de líquido preseminal brillando en su punta y sus uñas casi enterrándose en tu cadera.
Continuás con los mismos movimientos, acariciás la punta con tu pulgar y te deleitás con las expresiones que se apoderan de su rostro y los sonidos involuntarios que emite ante tus caricias. Sentís sus manos sobre todo tu cuerpo, ansioso por más, por lo que decidís recostarte entre sus piernas y besar sus muslos y su cadera mientras trabajás para llevarlo hacia el borde del orgasmo.
Tu lengua recorre su miembro desde la base hasta su punta goteante y roja, tus labios cerrándose sobre esta mientras mantenés contacto visual con Enzo para poder ver la forma en que su rostro se transforma. Se muerde el labio y frunce el ceño, casi como si estuviera enojado, pero sus pupilas dilatadas y el brillo en sus ojos hacen que sus emociones sean más que evidentes para vos.
Una vez que comenzás a moverte, sus caderas reaccionan de manera automática y Enzo toma el control inconscientemente. Tus ojos se llenan de lágrimas debido a los reiterados golpes en el interior de tu boca y sus dedos tirando de tu cabello, uno que otro gemido dejándolo al ver la dificultad con que tomás sólo la mitad de su miembro en tu boca y cuán pequeña te ves entre sus piernas. Sólo cuando sus músculos se tensan decide liberarte, el hilo de saliva manchando tu mentón haciendo que se replantee su decisión.
Se deshace de su ropa y palmea su pecho tonificado con la clara intención de hacerte saber lo que quiere, pero te negás a causa de la vergüenza. Acorta la distancia entre ambos, una expresión preocupada en su rostro, y limpia con sus dedos el rastro de una lágrima.
-¿No querés...?                                                              
-Sí, quiero, pero…- tu voz se desvanece, pero Enzo ya sabe lo que ibas a decir.
Es consciente de lo mucho que te avergüenza tal posición, pero sabe que se debe más a la vulnerabilidad en la que te pondría dicha situación y no a la forma en que puedas verte ante sus ojos... También sabe que te encanta estar completamente a su merced, sometida a sus deseos y cediendo el control hasta ser un mar de lágrimas y súplicas.
-¿Color?- sus nudillos acarician tu mandíbula.
-Verde.
Te dedica una sonrisa antes de quitarte la ropa interior y moverte con facilidad para posicionarte sobre su rostro, sus manos acariciando tu cadera y sus labios depositando pequeños besos que alternan con mordidas inofensivas en tus piernas. Tomás aire y dejás caer un poco de tu peso, la calidez de su boca envolviéndote de inmediato y haciéndote gemir.
Estás completamente mojada y Enzo adora sentir tu esencia manchando sus labios y su lengua, que acaricia tus pliegues de manera experta hasta hacerte lloriquear. Disfruta la forma en que tus muslos suaves lo arropan y siente que podría morir al ver que tus dedos se cierran sobre tus pezones, notorios debido al color y la tela de tu camiseta. Sus labios se cierran sobre tu clítoris y succiona con fuerza, ganándose un grito ahogado de tu parte y confirmando que adoraría morir de esta forma.
Sus manos encuentran tu cadera y te fuerza a dejar caer todo tu peso sobre él, sus dientes rozando peligrosamente tu centro mientras continúa asaltándote con su lengua. Tus gemidos aumentan en volúmen, cada vez más constantes, y un hilo de palabras sin sentido surge de tus labios; logra distinguir su nombre y varias súplicas, pero el resto es un confuso producto de lo que el placer provoca en tu mente.
Te lleva al orgasmo sólo con su lengua y los sonidos obscenos que esta produce en contacto con tus pliegues y la humedad provocada por tu excitación. Recobrás un poco de fuerzas y te separás de su boca -un tanto sobre estimulada por sus labios que continúan besándote en todos los lugares posibles-, el brillo de tu liberación adornando su piel y una mueca de satisfacción u orgullo apoderándose de su rostro.
-Me encantás- da un beso a tu muslo-. ¿Puedo seguir...?
Te ayuda a recostarte y te sentís en trance al ver cómo pasa una mano por su cabello despeinado, tus ojos vidriosos siguiendo cada uno de sus movimientos hasta que se posiciona a tu lado y captura tus labios. El beso se torna intenso y su mano cerrándose sobre tu cuello no ayuda a calmar la sensación ardiente entre tus piernas, que sólo empeora cuando su lengua se cola en tu boca y sus dedos comienzan a ejercer presión.
No estás segura de qué provoca el leve aturdimiento que nubla tu mente, si es la restricción de oxígeno o la fuerza con la que Enzo te está besando, pero sus acciones se detienen antes de que pienses en advertirle. No tenés mucho tiempo para recuperarte antes de sentir sus dedos haciendo un glissando en dirección a tu centro, sus yemas deslizándose por tus pliegues y rodeando tu entrada, deleitándose al sentir que estás goteando.
Tu interior no opone resistencia alguna cuando introduce uno de sus dedos, la lentitud y profundidad de sus movimientos haciendo que tu respiración se entrecorte en un segundo. Cometés el error de mirar justo cuando su pulgar encuentra tu clítoris y comienza a masajearlo con círculos, el placer arrancando de tu garganta un gemido que borda lo pornográfico… Pero para Enzo no es suficiente, así que introduce otro dedo y acelera el ritmo.
El placer te desborda y los sonidos húmedos que llegan a tus oídos son tan indecentes como tus gemidos, que sólo actúan como fuel para las acciones de Enzo. Le encanta llevarte al borde, dejar que te pierdas por completo en las sensaciones mientras él se encarga del placer de ambos, saber que tu mente es una especie de boceto que él desdibuja hasta dejar en blanco.
-Papi…
Tu voz es poco más que un susurro, pero es suficiente para que te escuche. Sus dedos siguen asaltando tu interior mientras besa tu mejilla y repite palabras de aliento en tu oído, haciendo un esfuerzo inhumano por no frotar su miembro contra tu pierna cuando ve en tus ojos el reflejo de la desesperación y necesidad que sentís. Se lamenta cuando ve tus párpados caer, indicio de tu orgasmo desatándose, pero la imagen de tus pestañas brillantes por las lágrimas y tus dientes torturando tu labio le resulta celestial.
La tensión en tus músculos se disipa y tu cuerpo frágil reposa contra el suyo. Rodea tu cintura con su brazo y te atrae hacia su cuerpo aún más; tu espalda contra su pecho te permite sentir su respiración todavía acelerada y el calor que irradia su piel, pero este no se compara con el calor de su miembro aprisionado contra tu muslo, donde deja un rastro húmedo.
El particular sonido del lubricante llama tu atención y te preguntás en qué momento y de dónde lo sacó, pero sus dedos con producto frío en tu entrada hacen que te sobresaltes y te distraigas. Se disculpa y su voz ronca provoca un cosquilleo entre tus piernas, besa tu hombro mientras su punta acaricia tus pliegues y tu entrada antes de comenzar a introducirse en tu calidez.
-Papi- llorás, sensible ante el inevitable ardor de la penetración inicial.
-Ya sé, bebé, ya sé- dice en un intento de calmarte, regalándote un beso-. Estás muy apretada.
Sus movimientos son lentos y muerde tu hombro una vez que se adentra por completo, conteniendo sus deseos de forzarte a tomar sin protestar todo lo que él te ofrezca. Te da unos segundos para acostumbrarte a la intrusión, su mano acariciando tu cadera y luego dirigiéndose hacia tu clítoris, el contacto provocando que te contraigas alrededor de su miembro.
Comienza a acelerar su ritmo y no hay forma de que reprimas tus gemidos, tu cuerpo reaccionando por cuenta propia cuando sentís cada vena y surco de su miembro rozando tu interior mientras su punta abusa de tu cérvix reiteradamente. Su ataque sobre tu clítoris no se detiene, su lengua se desliza sobre la piel sensible de tu cuello y posteriormente sus dientes apresan el lóbulo de tu oreja. Llegás al clímax ahogando un grito en la almohada.
Te arrastra hacia el borde de la cama y te deja sobre tus rodillas, las sábanas revueltas en tu rostro amortiguando tus jadeos cuando su palma impacta contra tu piel al volver a penetrarte. El sonido de su piel colisionando con la tuya inunda la habitación y las palabras que te dirige se pierden en algún punto en el aire antes de llegar a tus oídos, que parecen estar cubiertos con algodón.
Sus estocadas son profundas y frenéticas, pero cuando siente su orgasmo aproximándose se detiene. Retira su miembro hasta dejar sólo la punta dentro y acaricia con su pulgar el borde de tu entrada, embelesado por la forma en que la fricción enrojece tu piel. Escucha tus súplicas por más, lo llamás papi una y otra vez en un intento de convencerlo por continuar, pero no cede.
-Estás desesperada, ¿no?- pregunta. Ya sea que negás o asentís, se inclina sobre tu cuerpo para poder tirar de tu cabello y continúa:- ¿Querés más, princesa?
Te aleja del colchón y encuentra una respuesta en el hilo de saliva que cae de tus labios, acompañado por las lágrimas que recorren tus mejillas antes de humedecer las sábanas. Abandona tu interior y te oye protestar, pero te calmás cuando te deja sobre tu espalda y posiciona su cuerpo sobre el tuyo.
Te obliga a ver la forma en que su miembro acaricia tus pliegues, enrojecidos y más que húmedos, pero apartás la vista para ver su rostro cuando vuelve a hundirse en tu interior: sus ojos están cerrados y sus labios entreabiertos dejan salir un sonido casi animal, su cabello despeinado enmarcando sus rasgos a la perfección.
Lleva tus piernas a sus hombros y utiliza un brazo para aprisionar tus muslos contra su abdomen, su otra mano ubicándose en tu abdomen bajo y ejerciendo presión para sentir cómo tu interior se amolda a él, la forma en que tu cuerpo lo recibe cada vez. La sensación es abrumadora y tus manos se mueven en todos los sentidos buscando aferrarse a algo -lo que sea- para poder sobrellevar el placer que te invade, pero sólo encontrás las margaritas desperdigadas en el espacio entre la almohada de Enzo y la tuya.
-Papi, por favor, ¿puedo…?
Asiente mientras besa tu tobillo, sus ojos abriéndose de inmediato para poder presenciar el espectáculo que le ofrecés cada vez que acabás. Masajeás tus pechos y pellizcás tus pezones, justo como él suele hacerlo, y cuando el orgasmo te golpea repetís su nombre entre balbuceos. El movimiento de sus caderas no cesa ni por un segundo y tu rostro se contrae en una mueca de algo similar al dolor, pero que Enzo reconoce como la prolongación tortuosa de tu orgasmo.
Estás a punto de rogarle, pero sus jadeos te interrumpen y la repentina brutalidad en sus embestidas hace imposible formular palabra alguna. Su cabello brilla bajo la luz y cubre parte de su rostro cuando sus dientes se cierran sobre tu pierna. Sentís el palpitar de su miembro en tu interior y recuperás la voz.
-Adentro, por favor.
-¿Sí? ¿Querés que te llene la conchita…?- cerrás los ojos, casi avergonzada por lo mucho que disfrutás oírlo expresarse de esa forma-. Dios…
Sentís el calor de su liberación salpicando tu interior y suspirás satisfecha, tus brazos separándose instintivamente para abrazarlo cuando se desmorona sobre tu cuerpo y su rostro busca refugio en el espacio de tu clavícula. Masajeás su espalda mientras su respiración vuelve a la normalidad y estás casi segura de que percibís los latidos de su corazón.
-Extrañaba tanto esto- comenta, alejándose para mirarte a los ojos-. No te das una idea.
-Yo también lo extrañaba- sonreís-. Pero…, ¿no tenías sueño vos?
Suelta una carcajada pero no responde, en su lugar se estira para tomar una margarita y colocarla sobre tu oreja. Besa tus ojos, tu nariz, y por último envuelve tus labios en un apasionado beso que te deja sin aire.
-Gracias por el café- apoya su frente sobre la tuya-. Me ayudó bastante.
Sabés que no se refiere al café.
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia
284 notes · View notes
Text
Hola, quierés venir a acostarte conmigo mientras escuchamos música y te hago mimos en el pelo?
2K notes · View notes
caostalgia · 3 months
Text
Ya no me queda nada dentro, te lo llevaste todo. Incluso los pedazos más pequeños que estaba arreglando con mimo.
Y no puedo llamar a eso amor, ya no.
Katastrophal
298 notes · View notes
xexyromero · 2 months
Note
Xexy, eu te imploro, faz um headcanon dos meninos como pai de menina 🙏🙏
wn: talvez eu morra
meninos do cast x pai de menina
fem!reader headcanon
tw: muito fofo cuidado
enzo:
primeira coisa que fez quando descobriu que ia ser pai foi colocar aquelas cadeirinhas de bebê na traseira da bike. quando descobriu que era menina, colocou uns adesivos de girl power e you go girl.
inclusive, é super contra essa coisa estereotipada de menina rosa com bonecas e exigiu que o enxoval fosse bem neutro, com bichinhos, e procurou uma educação mais livre.
é pai estilo montesori com o quarto todo adaptado.
faz de tudo pra ser o pai mais presente do mundo, mas, como o trabalho exige que ele viaje muito e fique um pouco ausente, deixa mimos e presentinhos escondidos pela casa antes de ir - pra filha ir achando um todo dia, se fazendo presente.
gosta de assistir filme e desenho com a neném, mas prefere atividades ao ar livre. isso não impede que ele saiba todos os nomes dos amigos da hello kitty. ou saber recitar todo o pequena seria de trás pra frente só pra ver a filha sorrir.
agustín:
é o maior bobo de todos os tempos: guarda cada coisinha que a filha o presenteia, inclusive flores secas e desenhos indecifráveis.
chora na apresentação de dia dos pais da escola com o sorriso mais bobo do mundo. todo ano. e vai chorar quando for mostrar o vídeo da apresentação pra outras pessoas.
tem uma tatuagem com a inicial da neném, tamanho do pezinho e da primeira vez que ela escreveu te amo pra ele.
apesar de ter sim um caminho mais estereotipado, com bonecas e lacinhos e vestidinhos, ele apoia muito a liberdade da filha e deixa ela sempre à vontade pra se expressar como quiser.
é daqueles pais que dá muito apoio a tudo que a filha se propõe a fazer: vai levar pras aulas de dança, de skate, de bateria, de piano, de qualquer coisa. e vai achar ela a melhor da turma, sempre.
fran:
é o pai mais carinhoso do mundo - se não está abraçando a menina, está com ela no braço. enche de beijinho, abraço, eu te amos e você é linda.
gosta de fazer penteados até na época que o cabelo é super duper ralinho.
inclusive, é daqueles que compra roupas fashion pra bebê e criança. a menina é um luxo, anda sempre o mais atualizada e antenada com as tendências possíveis. param a rua. ainda mais quando eles resolvem sair combinando.
convidado número um e vip dos chás da tarde e brincadeiras de boneca. e ele entra na brincadeira mesmo, viu? cria personagem com história e tudo.
adora fazer a hora da dança.
matías:
quase caiu pra trás quando descobriu que ia ser pai? sim. mas assumiu desde o primeiro momento e chorou um pouquinho quando descobriu que ia ser menina.
tem a mesma idade mental da filha, então se dão super bem.
isso significa que ele também birra quando ela desobedece ou faz algo que ele não gosta. é muito engraçado.
deixa ela rabiscar ele todinho, encher de adesivo, cortar cabelo com tesoura e maquiar ele com aquelas maquiagens de criança. os dois adoram.
bebê quer? papai dá. faz todas as vontades e todos os quereres. mas tenta explicar que faz porque quer e pode, porque ela é uma menina educada ou porque fez algo de bom. ele mima, mas tenta evitar que ela se torne mimada.
kuku:
é aquele estilo de pai que, caso a filha comente que gosta de maçã, aparece no dia seguinte com 20 maçãs de baixo do braço com a maior naturalidade possível.
é apaixonado pela filha. cheio de fotos dela no celular, na geladeira, em porta retratos. mostra inclusive pra estranhos quando tem oportunidade.
primeiro da fila de todas as apresentações que ela resolva fazer na vida. e o primeiro a aplaudir de pé.
são super grudadinhos e ela sempre corre pros braços dele quando se sente mal, doente ou ameaçada. é um grude só.
adoram assistir filme juntos e toda sexta-feira é dia de cinema em casa.
pipe:
pai de menina daqueles que sai na rua usando blusa escrito pai de menina com a menina em questão nos braços.
leu e releu oitenta vezes vários livros sobre os cuidados e particularidades de ser pai de menina.
inclusive, sabia mais sobre menstruação que a própria mãe no sentido técnico da coisa.
chora se ela se machuca ou se é machucada. é horrível quando ela tem que fazer exame porque pipe não se aguenta de tanto chorar, atrapalhando todo mundo no processo.
fez uma mini cozinha pra ele e sua mini querida cozinharem omeletes e pratos simples juntos. deixa ela ter a maior autonomia possível.
175 notes · View notes
chascon-a · 3 months
Text
osea, si te quiero chupar el pico, pero tmbn quiero hacerte mimos y regalonearte🥺
271 notes · View notes
imninahchan · 2 months
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
⌜ 𝐀𝐕𝐈𝐒𝐎𝐒: felipe!namoradinho, rivalidade brasil x argentina, oral fem, strength kink(?), pussy spanking, masturbação fem, fingering, dirty talk, degradação, dumbification. Termos em espanhol — me vulve loco (me deixa louco), boluda (boba), perrita (cadelinha rsrs) ˚ ☽ ˚.⋆ ⌝
꒰ 𝑵𝑶𝑻𝑨𝑺 𝑫𝑨 𝑨𝑼𝑻𝑶𝑹𝑨 ꒱ pau no uc dos argentino
𓍢ִ໋🀦 NAMORAR UM ARGENTINO LOUCO POR FUTEBOL NÃO É A COISA MAIS SIMPLES NA SUA VIDA AGORA ─────
A faculdade te toma tempo, neurônios. A sua família e os traumas são uma soma instável. Mas Felipe... Pô, Felipe ganha de tudo.
Ele ama futebol. É apaixonado. Se não fosse pelo simples fato de que obviamente precisa fazer outras coisas no cotidiano além de estar num estádio, marcaria presença em todo jogo do time do coração. E não, os problemas não surgem quando é o River quem está buscando a taça do campeonato — nem quando é época de Libertadores, honestamente —, as coisas ficam sinistras ao se falar de nível nacional.
Entenda, ele é argentino... (respira fundo)... a camisa alviceleste combina com a cor dos olhinhos claros, está recitando junto dos outros hermanos os cantos de torcida para alfinetar o adversário enquanto termina uma latinha de cerveja. E você não abre mão da amarelinha. Pode até dizer um êeee parabéns, amor quando o River ganha um jogo, no entanto essa complacência não existe se falando da seleção. Você vai tietar os jogadores, gritar com a TV, jurar que dessa vez a gente ganha e jogar na cara o penta do país do futebol pra qualquer argentino que queira te peitar no bar.
Na última copa, você lembra, foi bem “intenso” pra vocês dois no Qatar. Não vamos falar daquela cobrança de pênaltis contra a Croácia porque desalinha os seus chakras, mas você chorou nas arquibancadas, não chorou? E quando Pipe te abraçou, fazendo acreditar que faria a linha namorado que vai oferecer muitos mimos, mas mandou um agora você pode torcer pra Argentina, cariño, você jura, só não jogou ele arquibancada abaixo pois ficou com medo de ser presa e deportada. Ah, mas o Messi merecia a... Pau no cu do Messi, cara!
Só que tudo ainda ficou pior, né? Implorou ao máximo pros franceses naquela final, oui oui mon ami, esquecendo toda a camaradagem latina, porém não adiantou muito. Felipe ficou insuportável, e como são um casal, bem... sabe como é... as dinâmicas dentro do quarto ganharam um toque especial, vamos dizer assim. Seu namorado começa com o pé direito, com a vantagem. A camisa dez alviceleste ficou o tempo todo no seu torso, mesmo que ele precisasse enfiar as mãos por baixo do tecido para apertar os seus seios. As circunstâncias pra chegar naquele estado, de quatro na cama do hotel pro canalha patife, não era a das melhores, porém o orgasmo foi tão, tão intenso que você esqueceu por um momento a melancolia.
Desde então, que vença o melhor.
— Adivinha quem a gente eliminou das olimpíadas hoje? — Ele sussurra ao pé do seu ouvido, surgindo feito um fantasma.
Você já está com a faca e o queijo na mão pra refutar. Mas a feminina tá classificada! Ele cruza os braços, o bonezinho virado pra trás.
— Mas aí não vale! — alega, pautado numa regra que ele mesmo deve ter inventado. — Ó, te espero no quarto em cinco minutos, bota a camisa dez.
E entre ganhar e perder, os humilhados também são exaltados. Deus é brasileiro, falha mas não tarda, você tem a sua vingança. Abre a porta do quarto, tira o headset da orelha dele, roubando toda a atenção do joguinho de vídeo game, para avisar: ‘tá na presença do novo campeão mundial, respeita.’
Ele descansa o console sobre as coxas, com a maior calma, a cabeça já fazendo que não, no automático.
— É futebol de areia, não vale.
— Independente, irmão.
— Já falei que não vale.
— É o hexa, pai, vai Brasil!
— Não vou fazer nada.
— É, em cinco-oito foi o Pelé~
A ordem é clara: ‘seguinte, bota o manto da nação do futebol que eu tô te esperando na sala, hermano’, e não demora muito pra você desviar a atenção do filme na televisão pra ver a figura do rapaz com o rosto encostado na parede, a carinha de cachorro que caiu da mudança, na esquina pro corredor do apartamento.
Não consegue segurar o sorriso, e ri ainda mais quando ele resmunga um para de rir, boluda. A amarelinha número nove foi comprada especialmente para esses momentos, nas costas largas o nome de Richarlison estampa onde geralmente você costuma ler algum sobrenome em espanhol. Infla o seu ego, não tem medo do perigo.
Felipe se ajoelha sobre o tapete, o corpo entre as suas pernas. Olhar caído, o jeito de estressadinho na forma com que suspira, segurando nos seus joelhos.
— Tá, o que você quer que eu faça? — já vai questionando. — Quer que eu te chupe? Tira o short.
— Calma, hermano. — Pega por cima das mãos dele, impedindo que possa alcançar o cós do seu short jeans. Está gargalhando, provocante. — Vai, dá uma voltinha pra mim. Deixa eu te ver — instiga. Tira o boné da cabeça dele para bagunçar os fios corridos. — Cê fica tão bonitinho de amarelo...
A expressão se fecha na face do argentino, imitando o som da sua risada, gastando. Se levanta, sim, só que é pra pegar nos seus pulsos, dominar o seu corpo por baixo do dele até te trazer pro colo. Ah, que engraçadinha... Tá tão acostumada a perder, né, vida, que não sabe aproveitar quando ganha. E porque é mais forte, facilmente te molda, a mão firma na sua coxa, aperta a carne. Apenas pela indelicadeza de ser manejada já te dá tesão.
— Eu te amo muito, tá? — ele diz. — Porque, senão, eu nunca vestiria uma camisa tão feia.
— Olha, como cê fala da pátria amada...
— Se os caras me virem com essa blusa eu vou estar sujeito a enforcamento em praça pública.
— Inclusive, vamo’ tirar uma foto?
Que foto!, ele estala um tapinha na sua coxa, com cara de bravinho. Os dedos rapidamente seguram no cós do seu short pra puxar abaixo junto da peça íntima. Vai se colocando mais uma vez de joelhos no tapete da sala, ainda sustentando a pose de irritado, de cenho franzido, ao passo que as suas risadinhas se somam. É lindinho de ver, te faz morder o lábio, danada, deixando o rapaz separar as suas pernas, encaixando a parte de trás do seu joelho no ombro dele.
Ele chupa o próprio polegar, antes de levá-lo até o seu pontinho sensível. Tá muito cheia de gracinha, murmura, sem tirar os olhos do que faz, os movimentos circulares lentinhos, Me vuelve loco, perrita.
Um sorrisinho repuxa no canto da sua boca. É um combo de estímulos — a sensação quente na boca do estômago que a masturbação causa, o tom emburradinho da voz masculina e, claro, o termo degradante com o qual já está acostumada a ouvir ecoando pelas paredes desse apartamento. Mas lamuria, fazendo você um dengo dessa vez.
Felipe ergue o olhar pra ti, o nariz empinadinho.
— Cê tá burlando as regras, eu não deveria aceitar — diz, e a voz fica mais baixa, charmosa, pra completar: ‘mas acho que vou ter peninha de você, okay?’
Os seus dedos vão parar nos fios dos cabelos dele assim que o argentino se inclina pra beijar a sua virilha. Enrola as mechas, escuta os estalidos dos lábios na sua pele. Os selares se arrastando pelo seu monte de vênus, até o indicador e o médio dele te separarem em v pra que a língua possa perpassar.
Hmmm, você se contorce de prazer, forçando de leve a cabeça dele entre as suas pernas. Morde na gola da blusa, na falsa crença de vai abafar os gemidos dessa forma. Cerra os olhos, o quadril ganhando vida sobre o estofado, inquieto, remexendo-se contra o carinho que ganha. ‘Lipe, o apelido soando abrasileirado mesmo, a voz mais doce que o normal nesses momentos.
— Hm? — ele murmura com a boca em ti ainda, a vibração da garganta te faz estremecer. — Fala — volta a te olhar, o polegar assumindo a posição que detinha sobre o seu clitóris inchadinho. Você aprecia a visão dos lábios masculinos cintilando de tão molhadinhos, a imensidão tropical nas íris clarinhas feito o mar límpido. Porra, se tinha alguma coisa pra dizer, até se esquece...
‘Nem sabe mais falar’, caçoa, lendo o seu estado aparente. A cara de decepção é fingida, faz parte de um teatrinho junto do tom manso. ‘Já te deixei bobinha, é? Poxa, normalmente você dura mais, nena...’
— Pipe — chama por ele mais uma vez, num sussurro. A natureza da sua personalidade te faz querer rebater cada baixaria que ele te diz, no imediato, apesar de nem saber o que retrucar.
O tapinha que ganha na buceta desencadeia um sobressalto, o seu rostinho de coitadinha para encará-lo. O indicador da outra mão dele colando na sua boca pra te calar, shhh, evitar um gemido depravado, eu sei, bebê, shhh...
— Já tô sabendo — te garante, chegando mais perto. Os lábios molhadinhos beijam na sua bochecha, terno, melam a região. — Tá querendo levar pica, não? Ou serve os meus dedos mesmo? — Desce o toque pra entradinha, desenha a abertura. — Quantos você quer? Dois serve, não serve? Assim, olha... — E uma dupla afunda pra dentro, desliza devagarinho, desaparecendo na quentura do seu corpo. Ele assiste o que faz, até as juntas impedirem de te tomar mais, e volta o foco pra ti. — Ou quer mais um? Se eu meter três talvez te deixo larguinha pra foder depois...
— Sim...
— Sim? — repete, gozando do seu tom. Estala mais um tapa entre as suas pernas, sorrindo quando te vê chiando, agarrada ao antebraço dele, com os músculos travadinhos. — Sou muito feliz por ter uma namorada tão cadelinha por foda assim, sabia? — Dá outro beijinho na bochecha, um afeto suave que contradiz com a penetração profunda dos três dedos de uma vez só. — Quando eu tô te fodendo, e você até baba na fronha do travesseiro de tão burrinha de levar pica, é a coisa mais linda... Até esqueço que tô namorando o inimigo...
— Felipe... — resmunga entre dentes, as unhas cravando na pele dele.
— É, cê não teve culpa de nascer no país errado — ele continua, descarado. O melhor ainda é a expressão de anjinho na face, os olhinhos claros brilhando, parecendo maiores. — Pelo menos, cê achou o cara certo pra te tratar direitinho, te comer bem. — Os dedos escorregam pra fora para que o indicador possa concentrar o carinho no seu clitóris. — Algum brasileiro te fodia assim, hm? Acho que não, né? Se teve que apelar pra um argentino... A gente não tem culpa de ser tão bom, gatinha.
— Felipe — a ênfase na pronúncia é um aviso duplo; as provocações estão fervendo seu sangue nas veias, e o corpo não vai tolerar muito mais tempo sem se derramar em breve.
— Aproveita a sua taça de futebol de areia — zomba, rindo, e vai chegando ainda mais pertinho do seu ouvido pra finalizar: ‘porque aquele seu Neymar vai aposentar sem uma copa.’
— Felipe, eu juro...
281 notes · View notes