El nazismo está en todas partes | Franco ´Bifo´ Berardi
Pasado el umbral de la pandemia, el nuevo panorama es la guerra que enfrenta al nazismo contra el nazismo. Günther Anders había presagiado en sus escritos de la década de 1960 (Die Antiquiertheit des Menschen) que la carga nihilista del nazismo no se había agotado con la derrota de Hitler, y que volvería al escenario mundial como resultado del poder técnico, que provoca un sentimiento de humillación de la voluntad humana, reducida a la impotencia.
Ahora vemos que el nazismo resurge como la forma psicopolítica del cuerpo demente de la raza blanca que reacciona airadamente a su implacable declive. El caos viral ha creado las condiciones para la formación de una infraestructura biopolítica global, pero aterroriza la percepción de la ingobernabilidad por proliferación caótica de la materia, que pierde orden, se desintegra y muere.
La mente occidental ha removido la muerte porque no es compatible con la obsesión del futuro. Remueve la senescencia porque no es compatible con la expansión. Ahora el envejecimiento (demográfico, cultural e incluso económico) de las culturas dominantes del norte del mundo se presenta como un espectro en el que la cultura blanca ni siquiera puede pensar, y mucho menos aceptar. Así que aquí está el cerebro blanco (tanto el de Biden como el de Putin) entrando en una furiosa crisis de demencia senil. El más salvaje de todos, Donald Trump, cuenta una verdad que nadie quiere escuchar: Putin es nuestro mejor amigo. Ciertamente, es un asesino racista, pero nosotros no lo somos menos. Biden representa la ira impotente que sienten los ancianos cuando se dan cuenta del declive de las fuerzas físicas, la energía psíquica y la eficiencia mental. Ahora que el agotamiento está en una etapa avanzada, la extinción es la única perspectiva tranquilizadora.
¿Podrá la humanidad salvarse de la violencia exterminadora del cerebro demente de la civilización occidental, rusa, europea y estadounidense, en agonía? Sea como sea que evolucione la invasión de Ucrania, que pase a ser ocupación estable del territorio (improbable) o que acabe con una retirada de las tropas rusas tras haber llevado a cabo la destrucción del aparato militar que los euroamericanos han proporcionado en Kiev (probable), el conflicto no puede resolverse con la derrota de uno u otro de los dos antiguos patriarcas. Ni uno ni otro pueden aceptar retirarse antes de haber ganado. Por tanto, esta invasión parece abrir una fase de guerra tendencialmente mundial (y potencialmente nuclear).
La pregunta que actualmente aparece sin respuesta se relaciona con el mundo no occidental, que durante algunos siglos ha sufrido la arrogancia, la violencia y la explotación de europeos, rusos y estadounidenses. En la guerra suicida que Occidente ha librado contra el otro Occidente, las primeras víctimas son los que han sufrido el delirio de los dos Occidentes, los que no quieren ninguna guerra, sino que deben sufrir los efectos. La guerra final contra la humanidad ha comenzado. Lo único que podemos hacer es ignorarla, abandonarla, transformar colectivamente el miedo en pensamiento y resignarnos a lo inevitable, porque solo así puede suceder lo impredecible en los contratiempos: la paz, el placer, la vida.
Fuente: Franco 'Bifo' Berardi: “El economicismo neoliberal es una enfermedad mental” | Perfil
In the global digital network, labor is transformed in small parcels of nervous energy picked up by the recombining machine...The workers are deprived of every individual consistency. Strictly speaking the workers no longer exist. Their time exists, their time is there, permanently available to connect, to produce in exchange for a temporary salary...In the process of networked production we no longer find working persons, but abstract, depersonalized, fractal atoms of time available in the Net-sphere.
I'm kind of just doing this so I can see the difference, but y'all can look too if you want ¯\_(ツ)_/¯
Angsty 2015 vampire OCs (The Berardi brothers). I'd been writing stories about these guys since 2013 but was still working out what I wanted them to look like. Originally only Pascal (the youngest) and Antioco (the oldest) had names, but in my melodramatic teenage scrawling I named more of them and decided that, one day, there would be one hundred vampires in this family...
And so in 2023, I made teenage Gracie proud and drew/came up with backstories for 100 vampires (they're half-vampires now though).
Most of these guys aren't around in the "main timeline" of my oc universe, but there's more than enough art and story on my laptop set in the aptly named "Berardi Timeline" when they were all still alive.
The surviving ones are this bunch here, my lovely boys~
Yeah, I think I can see some improvement in my art. 😂 Hopefully, by the end of 2024, I can look back and see even more!
One day I swear I'll get down to business and write an actual story about one or more of my 600+ OCs, buuuut... not today. Rimworld go brrrrrrrr
Definito la “Bibbia” delle contaminazioni e degli scenari performativi dell’età contemporanea, Identità mutanti è stato identificato e riconosciuto nel tempo come il manifesto teorico di una rete di contaminazioni tra universi teorici della mutazione.
Da Ballard a Cronenberg, da Artaud alla Body Art, e ancora Tsukamoto, Stelarc, i Survival Research Laboratories, macchine biologiche, Brazil, Crash, i Mutoid Waste Company, Serrano, Orlan, Sterbak, Franko B., Aziz+Cucher, e altro, l’Autrice sviluppa un percorso che intreccia tre modalità: la carne, la contaminazione carne/tecnologia, le macchine. In sostanza, lo spazio invisibile di una umanità che sta inventando un nuovo mondo, tra voci, culture, modi di comunicare, slittamenti tra lingue e identità.
Nel libro compare così il tracciato di un’arte che si dispiega fuori dalle costrizioni dell’addestramento culturale, un’arte che già utilizza il prelievo, lo spostamento, il campionamento, il mixaggio, il riutilizzo. Un’arte che già agisce in uno dei futuri possibili.