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yuukinoryuu · 2 years

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DIABOLIK LOVERS -MORE BLOOD- RUTA DE RUKI ~ECSTASY 10~

Mukami Ruki ~Ecstasy 10~

Monólogo:

-- Pasó una noche desde que había vuelto a la mansión Sakamaki.

Hasta hacía poco era mi día a día, pero no podía librarme de la sensación de estar fuera de lugar.

Fuera donde fuera en la mansión, sólo podía acordarme de lo que había pasado el día anterior.

Y sólo podía pensar en Ruki-kun.

*en el balcón*

Yui: (Al principio fui secuestrada, y hasta hace poco estaba encerrada en el sótano así que la reacción de Ayato-kun y los demás es la correcta.)

Yui: (Pero, de alguna manera, oír hablar mal de Ruki-kun y los demás me pone triste.)

Yui: (Puede que sea raro que me esté preocupando así, pero)

Yui: (Pero...)

Yui: (¿Un invitado...? ¿A esta hora, y en esta casa...?)

Yui: (... ¡¿No será?!)

*en la entrada*

Rainheart: Hola, buenos días, Komori-san.

Yui: ¿Doc... tor...?

Yui: (¿... El de hoy, es real...?)

Rainheart: ¿Hm? ¿Qué pasa?

Yui: Ah, n-nada. Mejor dicho, ¿qué le trae por aquí?

Rainheart: Me he preocupado porque he oído que no has ido a la escuela últimamente.

Rainheart: Parece que eso se debe a que no te encuentras bien. Pareces más delgada.

Yui: Ah... sí...

Yui: (... Parezco tonta. ¿Cómo va a ser Ruki-kun...?)

Rainheart: ... ¿Puede ser que estuvieras esperando a alguien?

Yui: ¿Eh?

Rainheart: Cuando has visto que yo era la visita, se te ha visto bastante decepcionada.

Yui: ... ¡L-Lo siento! Qué maleducada he sido...

Yui: Esto, pase, por favor. Prepararé té.

Rainheart: ¿Sí? ¿No iba a venir alguien?

Yui: No, está bien. No va a venir... nadie.

Rainheart: ¿Sí? Bueno, entonces, con permiso.

*en el salón*

Yui: Tenga.

Rainheart: Gracias. Aunque, me sorprende. No sabía que te quedabas en casa de los Sakamaki.

Yui: Ah, sí. Mi padre tuvo que irse al extranjero por trabajo... Entonces mientras tanto yo me quedaría aquí.

Rainheart: Ya veo. Podrían haberme dicho algo. No estaban siendo muy receptivos cuando les preguntaba, y no me querían dar una respuesta.

Yui: Ah... En realidad, hasta el otro día, estaba viviendo en casa de otras personas.

Yui: Entonces, tiene sentido que le dijeran que no lo sabían.

Rainheart: ¿Sí? Ah, entiendo. ¿Era la casa de tu novio?

Yui: ¿Eh? ¡N-No es eso!

Rainheart: Vaya. Pensaba que a quién esperabas antes era a tu novio también. Yui: P-Pues...

Rainheart: Ah, ¿era eso? No te preocupes, yo soy abierto con estas cosas.

Rainheart: Los estudiantes de secundaria ya no sois niños. Pienso que es una buena edad para empezar a pensar en el amor.

Yui: ¿En... el amor?

Rainheart: Sí, el amor. ¿Qué piensas que es el amor? Te has enamorado alguna vez ¿verdad? ¿Sabes la diferencia entre amor romántico y amor*?

(NA: Vale, esto tengo que aclararlo bien. Rainheart le pregunta si sabe la diferencia entre 恋(こい-KOI-) y愛(あい-AI-), la primera se refiere al amor romántico, apasionado y personal, al que sientes por una pareja -y se refiere tanto al hecho de querer estar con ella como a la atracción sexual-; mientras que la segunda se refiere a un amor más universal, incluye el que sientes hacia una pareja pero también el que sientes hacia tu familia, amigos, animales, aficiones, etc., y también puede significar cariño o afecto.)

Opciones:

1. La sé. -S- 2. No la sé. -M- (correcta)

Opción 1:

Yui: Creo que la sé...

Rainheart: Increíble, entonces lo entiendes bien.

Yui: Aunque es difícil explicarla con palabras...

Opción 2:

Yui: No... no sé distinguirla claramente...

Rainheart: Ya veo, es normal que no sepas.

Yui: Sí...

Rainheart: Pero que no la sepas no es nada malo.

Continuación:

Rainheart: La opinión general es que en el amor romántico deseas que tu compañero haga algo por ti, y en el afecto eres tú quien quiere hacer algo por esa persona.

Rainheart: Lo principal es que yo creo que cada uno llega a una conclusión distinta.

Rainheart: Por supuesto, cualquiera necesita un compañero, pero cuando quieres que alguien 'haga algo por ti', se ve implicada la voluntad del compañero, ¿verdad? Sin embargo, en el amor (NA: el AI) no es así.

Rainheart: Aunque sientas pena por tu compañero, o lo odies, si aceptas esos sentimientos como amor, se convierten en eso.

Rainheart: En resumen, el que decide si eso es amor, es uno mismo.

Yui: (Amor (NA: AI) ...)

Rainheart: ... ¿Cuál Adán elegirá Eva realmente?

Yui: ¿Eh? Doctor, ¿ha dicho algo...?

Rainheart: ¿Hm? Decía que es hora de que me vaya yendo. Ya que te estás recuperando, no quiero quedarme demasiado.

*en la entrada*

Yui: Vuelva cuando quiera.

Rainheart: Hehe, entonces vendré de nuevo. Gracias por el té, Komori-san. Estaba delicioso. Bueno, hasta luego.

Yui: (... El doctor es realmente amable por haberse molestado en venir...)

*en el salón*

Ayato: Esos bastardos de los Mukami tampoco han venido hoy.

Kanato. Parece que sí. Shuu, ¿vosotros tampoco los habéis visto?

Shuu: No... probablemente. No estaban en la clase.

Laito: No había ninguna presencia sospechosa, parece que no pasa nada si la dejamos ir. Bitch-chan debe estar aburriéndose aquí en casa.

Reiji: Nosotros no tenemos la afición de no dejarla ir a la escuela y encerrarla en el sótano como ellos.

Ayato: Pues a mí sí que me has encerrado.

(NA: JAJAJA AYATO)

Ayato: Bueno, parece que con esto por fin todo vuelve a la normalidad.

Ayato: Ya puedes estar tranquila, Chichinashi.

Yui: ... Sí...

*en la habitación de Yui*

Yui: (... Ayato-kun y los demás se preocupan por mí a su manera. Lo sé, y me alegra... pero)

Yui: (Pero, al fin y al cabo, estoy triste...)

*en el jardín*

Yui: (Hace un poco de frío...)

Yui: (... Me siento un poco deprimida.)

Yui: (Me preocupa Ruki-kun. Quiero que siga vivo. ¿Es raro... que piense eso?)

Yui: (Esto... ¿sólo es simpatía?)

Yui: ... No lo sé. Ruki-kun...

*viento*

???: Como siempre, eres una Kachiku a la que le gusta andar sola de noche, ¿eh?

Yui: ...!

Monólogo:

¿Amor? ¿Simpatía? ¿O una ilusión? Todavía no sabía qué nombre darle a estos sentimientos.

Sólo sabía una cosa. Lo que yo sentía en ese momento de verdad.

Me deshice de todas las cosas difíciles y complicadas, y solamente lo pensé de manera simple. Y lo que quedó fue una única cosa.

Sólo quería verle de nuevo.

~end Ecstasy 10~

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#diabolik lovers #dialovers #dl #more blood #ruki mukami #ecstasy 10 #traduccion #español #preparaos para llorar en el siguiente #T.T

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custom-pronoun-pins · 2 years

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———————–

Designs are no longer available on Redbubble as of April 2023, as they’ve started actively stealing money from artists. Sorry for the inconvenience. You are, as always, encouraged to save these designs to use as icons or in other art, and you are encouraged to print them out and make your own shirts or buttons if you’re able to.

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The List of neopronouns! Whenever I make a new pronoun pin/icon design from now on, I'm going to make one for every single pronoun set on this list at least.

I am no longer employed because it's past high time I admitted that I can't have a normal job and have an appartment that's livable in, so my twin's income is now our sole source of income. So from now on I'm going to try to make at least 60 new pins a day, since that's the limit for designs you can upload to Redbubble at once, in the hopes that more pins will mean more people are buying them.

If you would like to donate to help out, both my venmo and cashapp usernames are Rjalker! There is also our gofundme here. The Redbubble store is set up so that I get half of the listed price (instead of the default 20%), so if you buy a pin for $6, I get $3, and Redbubble gets the other $3, and same with more expensive products.

As always, if you are buying a pronoun pin from Redbubble that you want to be functional as a pronoun pin, I suggest buying the "large" size, since the "small" size is way too small for people to notice or read easily. You can see an example of how big the "large" pin is here.

If you don't see your pronouns on this list, or would like a specific combination (it/xe for example) or different spellings, please let me know, either in replies, reblogging, sending an ask, or whatever! :)

Any pronouns not on this list that are requested for other designs will also be added to this list so that hopefully nobody gets left out.

Maybe if I find a website that will do it for me, I will figure out how many unique combinations there are of these pronouns in sets of two and make all of them, we'll have to see, lol...

They have been sorted into alphabetical order to help finding them be easier.

Some of these have only just been added while making this post, so they aren't on the newest pin designs yet. That's on my to-do list.

You can request pronouns to be added to this list even if you have no intention of ever buying from my Redbubble store, because the designs will also be free to use for icons and other things! (or if you have a printer and are able to make your own buttons, you can print them out for that, as long as you aren't selling them or claiming the design is your own)

This list will be edited and alphabetized again anytime new ones are added :)

You can also read the list on this google doc with larger font.

Please use my name rather than pronouns

Ask for my pronouns

Any pronouns

Any neopronouns

a/ace ace/aces ae/aer ae/he ae/it ae/ryn ae/she ae/they ae/xe aero/aeros an/droid ar/aro ar/lok aro/aros ay/ace ay/li by/lar byt/byts char/chars clo/loc/locs/clockself club/heart cu/ti de/ad de/der de/dim de/ir deq/dir dey/dem dre/aras e/er e/im echo/echos es/lin ex/exself ey/eir ey/em ey/er fang/fangs fleur/fleurs fluff/fluffs gar/ros he/ae he/it he/it/she he/she he/she/it he/they he/xe he/xey hea/ler hop/hops hy/hym ido/eis it/ae it/he it/he/she it/she it/she/he it/they it/xe it/xey ith/iths ith/kir ix/hal ix/ixelf ke/kem ker/kri kit/kits ky/shal ky/tin kyn/areth ley/lem li/lia li/lim li/lir lo/lok ly/lyr mango/mangos mio/fel mley/mlem moon/moons moth/moths mus/ruum N/Z nat/zahl ne/nem ne/neo ne/rix nei/ther neo/neon ney/nem nix/nixself pe/per pup/pups rain/rainself rak/sura rot/rots ry/ryn sci/ence sci/scis shay/shayself she/ae she/he she/it she/it/he she/they she/xe she/xey shey/shem sia/lia singu/laer star/stars sy/sky tal/lyn tar/dis te/ter tey/tem they/ae they/he they/it they/she they/vee they/xe they/xey they/ze thi/hil thorn/thorns thun/thunder ti/tik twig/twigs vae/vam ve/vei ve/ven ve/vim ve/vir vee/veen vi/vir vo/vos voi/void wa/wir wave/waveself x/xself xae/xaer xe/hir xe/xem xe/xim xe/xir xe/xym xeno/bell xey/xem xi/kiyn xiy/rik xy/xym zag/rey zal/az ze/hir ze/zem ze/zir zey/zem zy/zem zy/zev zy/zym

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mariomunoz73 · 6 months

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El vampiro de virrey

El sábado pasado estuve en la FIL, ya son como 10 años que solamente voy una o dos veces por edición, aún hay muchos eventos que quisiera atender, pero cada vez menos tiempo libre y, por que no decirlo, menos energía.

La misión era estar en la presentación de El vampiro del virrey del buen @hzagal, que será el cuarto libro que yo lea de el, y que solo al ver la edición se ve un libro mucho más ambicioso que los otros 3, al menos en extensión. La cita no fue en un salón de la Fil sino en el stand del Tec de Monterrey, lo cual es raro por que quienes escuchamos el podcast del doc sabemos bien que el es catedrático de la UP. Yo prácticamente he estado en todas las Universidades de la ciudad, como alumno o como profe, así que en cualquiera me las arreglo para sentirme como en casa.

La presentación estuvo buena, la persona que la llevó había hecho muy bien su tarea de leer el libro y así crear interés en el, ocurrió un poco entre el ruido de los demás stands y la gente que al pasar se detenía a curiosear un minuto y luego seguía su camino. Al final me acerqué para una foto, para comparar con hace 11 años en que ambos teníamos un poco mas de pelo y yo muchas menos canas (por no hablar de kilos) . En aquella ocasión, si bien recuerdo, vino a presentar Imperio, una novela breve, casi monologo interior de Maximiliano de Habsburgo mientras espera su turno al paredón. Ese monologo se convirtió en obra de teatro, y aunque cuando he estado en CDMX he tratado de verlo, nunca he coincidido con una función. Tampoco es que haya ido tantas veces a CDMX en los últimos 10 años (3 o 4).

Pero el deseo se ha convertido en compromiso; en la breve conversación que tuvimos, el Dr Zagal me dijo que cuando vaya le mande un mensaje y el se encargará de conseguirnos boletos. La obra se representa en el mismísimo Castillo de Chapultepec, así que es toda una experiencia multimedia a la antigüita, realmente he querido presenciarla, pero no se ha dado. Añadido a la lista 2024.

Se preguntarán ¿Cómo le enviaría un mensaje a Hector Zagal? Resulta que al llegar a la feria no adquirí el libro, asumí que al igual que en otras presentaciones podría hacerlo ahí mismo, pero me equivoqué. Tuve el atrevimiento de preguntarle si podría verlo mas tarde en el stand del Tec (o en el que sea) para que me firmara un ejemplar, y el acabó dándome su número, así que ahora tengo el número telefónico de un famoso.

Lo del libro no fue tan bien, fui al pabellón de la editorial e hice que al menos 3 personas lo buscaran infructuosamente hasta que llegaron a la conclusión de que “los tenían perdidos”, encontrar un libro no-best-seller en el mar de libros de la Fil pues si es una misión difícil, así que tampoco lo logré en el stand de la librería ms conocida del país. Con la pena le envié un whatsapp al doc quien en menos de un minuto me llamó y me ofreció regalarme uno. Así de accesible es. Se lo acepté sobre todo por la posibilidad de tenerlo dedicado de su puño y letra.

Y ahora estoy adentrándome en el mundo de Sor Filotea y esperando el que será su encuentro con el mencionado vampiro. Gran lectura =)

#el vampiro del virrey #hector zagal #fil

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corrupcionedificios · 8 months

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EMILIO MARTI GUERRA – FINCAS COSTA BLANCA – BENIDORM (ALICANTE) – CONDENADO POR COACCIONES – 2ª PARTE

uera de la lógica común, que el acusado llevara meses diciéndole a María xxxx que se llevara sus cosas y que cuando cambiara la cerradura no la avisara ni le diera las llaves para que se Ilevara sus cosas, que es lo que le venía demandando.

El acusado ha manifestado que María xxxx le denunciaba porque quería dinero y quedarse con la casa, sin embargo, reconoció en el acto del juicio que tenía conocimiento de que la denuncia que le había interpuesto era porque no le había querido dar llaves de la vivienda para que recogiera sus efectos. Resulta ilógico que el acusado manifieste que la intención de María xxxxx era quedarse con la casa y conseguir

dinero cuando el mismo reconoció que María xxxxx entro en la vivienda para coger sus cosas y que la denunció por allanamiento de morada (Doc.2).

El acusado reconoció que actualmente todavía había efectos personales de María xxxx en la vivienda; en este sentido, aunque el acusado insiste en que no ha impedido que la victima recogiera sus enseres personales no ofreció justificación lógica al porque en la actualidad seguía habiendo enseres personales de la víctima en la vivienda.

En cualquier caso, debe reseñarse que el hecho de que la victima María xxxxx abandonara o no la vivienda, no justifica en modo alguno que el acusado pudiera cambiar la cerradura e impedir que la misma accediera a la misma y recogiera en algún momento sus efectos personales. El acusado manifestó que María xxxxxx había ido a la oficina y le había dicho que o le

daba dinero o llamaba al 016, hecho que corroboró la testigo Nuria, sin embargo, este hecho fue reconocido por la propia víctima, 1a cual matizó que ciertamente le había pedido dinero al acusado pero porque no quería darle las llaves para recoger los efectos y no tenía donde ir en ese momento

En cuanto a la documental obrante en el escrito de Defensa del acusado, consistente en: Doc. 3 factura emitida por Marsala 2005 S.L.U en cuanto al cambio de cerradura de la vivienda, Doc. 4 y 5 borrador del contrato del reconocimiento de deuda de 65.000 euros entre María xxxxx y otros dos sujetos, así como los correos electrónicos y las trasferencias a favor de Maria xxxxx, debe reseñarse:

En primer lugar, que se refieren a la capacidad económica de María xxxx, hecho este ultimo que no es objeto de controversia. En segundo lugar, con respecto a la factura del cambio de cerradura, si bien se hace constar en la factura que el cambio se produjo por el desgaste de la misma, lo cierto es que María xxxx ni fue avisada ni pudo acceder a la vivienda para recoger sus enseres personales, hecho que ha reconocido el acusado sin ofrecer justificación lógica a lo sucedido.

En sentido contrario, en la victima Maria xxxxxx concurren todos los requisitos exigidos por la Jurisprudencia, para considerar su declaración como prueba de cargo suficiente para enervar la presunción de inocencia; y ello por los siguientes argumentos: En primer lugar, (persistencia en la incriminación) la víctima ha venido manteniendo el mismo relato de hechos a lo largo de todo el procedimiento, manifestando que el acusado cambió la cerradura de la vivienda familiar sita en la Calle Belice n°18 de la Nucia cuando se fue a Madrid para solucionar una mudanza y que al regresar no pudo acceder a la misma ni recoger sus efectos personales, negándose el acusado a dale la llave o una copia de la misma.

En este sentido lo refirió en fase policial (folio 3) «Que la declarante se fue a Madrid hace dos semanas para solucionar una mudanza y at regresar al domicilio en el día de hoy, se ha percatado del cambia de cerradura, alegando el denunciado haber

Cambiado la cerradura porque no funcionaba, pero no le ha querido dar una copia dela nueva cerradura.» Asimismo, lo manifestó literalmente en fase de instrucción (folio29) «Que hace dos semanas se traslado a Madrid con el fin de hacerse cargo de una mudanza de los enseres personales tanto de la declarante como del denunciado como de la hija de este. Que cuando regreso de Madrid es cuando se percató que no podía acceder a la vivienda por el cambio de cerradura de la puerta principal. Que acudió la oficina del denunciado y le manifestó que había cambiado la cerradura porque se había roto y solo tenía una llave, la declarante no ha podido entrar a la vivienda. Que en el día de ayer cuando le reclamo una copia de las llaves el denunciado le amenaz6 diciendo que si le cambiaba la cerradura le iba a denunciar por allanamiento de morada. «Y en el acto del juicio, sin incurrir en contradicción alguna. En segundo lugar, (ausencia de incredibilidad subjetiva) si bien es cierto, que tanto el acusado como la victima han reconocido que hablan vivido una crisis matrimonial y que estaban en trámites de divorcio, la presente juzgadora no ha apreciado interés económico móvil espurio en la victima María xxxx, la cual se ha mostrado sincera y espontanea, manteniendo que su única intención era recuperar sus efectos personales. El acusado ha manifestado que María xxxx habla interpuesto la denuncia con la intención de quedarse con la vivienda y conseguir dinero pero ello se basa en meras manifestaciones subjetivas que no se corroboran con ningún elemento) periférico objetivo. En este sentido, debemos destacar que ninguna reclamación o pretensión de carácter económico consta por parte de la victima María xxxxx en su escrito de acusación particular, la cual insiste en la necesidad de acceder a la vivienda para recoger sus efectos personales.

A este respecto, la victima reconoció de manera sincera que le había pedido dinero al acusado sino le daba las llaves para recoger sus enseres porque no tenía donde ir ni dinero en ese momento. En este sentido, lo refirió la victima de manera espontanea y voluntaria ante la policía (folio 3) «_Que además desea hace constar que no tiene medios económicos ni sitio donde pernoctar».

Por otro lado, la propia víctima ha venido reconociendo que la vivienda sita en la calle Belice n°18 de la Nucia era propiedad del acusado (folio 29). En este sentido, consta en la documental obrante al folio 39 a 55 donde se refiere que la vivienda pertenecía a la UNION TEMPORAL denominada «COARSA S.A.’ Y GESTION AGESUL S.L., UNION TEMPORAL DE EMPRESAS».

Debe reseñarse, que en el Doc. 1 consta Acta Notarial de Manifestaciones y Exhibición de Documento, recogiéndose fotografías, correos electrónicos y conversaciones de whatssapp mantenidas entre el acusado y la víctima, así como entre la víctima y la abogada del acusado, no constando en ninguna de ellas referencia a que la intención de la victima fuera quedarse con la vivienda sita en la calle Belice u obtener algina tipo de beneficio económico.

En tercer lugar, (verosimilitud de la versión) la versión ofrecida por la victima resulta corroborada con otros elementos periféricos objetivos.

En este sentido, el propio acusado ha reconocido que cambio la cerradura de la vivienda sin avisar ni darle copia de la llave a María xxxxxx y que sabía que dentro de la vivienda habla enseres personales de la misma, sin haber ofrecido justificación lógica al porque María xxxxxx no había podido acceder a la vivienda para recoger sus enseres.

La victima manifestó que no solo había ido a la oficina para pedirle las llaves y poder recoger sus enseres personales sino que había intentado contactar con el acusado y que le habla pedido también una documentación que tenla el acusado en su oficina, negándose este en todo momento y dándole largas.

A este respecto, destacamos las conversaciones que obran en el Doc.1 (Acta Notarial) concretamente las páginas 27,28 y 29, destacando el tenor literal de la página 29: «Buenos dial. Emilio que parte no entiendes que toda mi documentación la tienes tú y es a ti a quien tengo que pedírsela? Ya me dijo xxxxxxxx que tu solo le dejaste en tU despacho una sola caja y sabes perfectamente que tengo demasiada documentación?. Te insisto de nuevo que cuando y donde a lo largo del día de hoy me vas a entregar toda mi documentación? Te estás negando a algo que es algo muy personal y sumamente necesario para mi declaración sobre alzamiento de bienes (penal) el 1 de diciembre de 2015. Documentación que va llevo meses pidiéndotela y tu diciéndome siempre que no me preocupe que la voy a tener Pero a día de hoy sigues negándote rotundamente a dármela.», la pagina 32: «Hablar con mi abogada y resolverlo ya, por favor. No pierdas tiempo en escribir emails. Estov muy agobiado de trabajo.» Y la pagina 34: «Tu abogada ni me contesta ni me coge el teléfono. Por qué le das parte de mi documentación a nadie que no sea a mí? Y si tienes agobio por tu trabajo (lo sé perfectamente porque he trabajado en tu oficina bastantes meses para saberlo) más agobio tengo yo por demostrar la MENTIRA de que yo nunca he vivido en nuestro domicilio conyugal en la calle Belice n°18 la Nucia desde que nos conocimos en agosto del 2013. No líes mas las cosas y por favor llega a un acuerdo».

En el mismo sentido constan las conversaciones mantenidas por Marlo xxxxxx y la abogada del acusado llamada xxxxxxx, destacando la pagina 50 con el siguiente tenor literal: » 25/11/15 19:00:23: María xxxxx: Buenas Tardes Maravillas, yo te he llamado más de 10 veces v ni me contestas. Te he pedido mi documentación imprescindible para una declaración penal v no me respondes. Emilio no para de decirme que hable contigo. Yo con toda mi paciencia si hoy no me llamas tomare las medidas que crea conveniente. Y que quede claro que lo he pedido tanto a ti como a Emilio en numerosas ocasiones. Un saludo.»

De la prueba practicada resulta acreditado quo el acusado cambió la cerradura impidiendo que la victima María xxxxx acudiera a la misma y pudiera coger sus efectos personales causándole una serie de perjuicios, y ello, no solo porque así lo ha venido refiriendo la victima a lo largo de todo el procedimiento sin incurrir en contradicción alguna, sino porque el propio acusado reconoce que cambió la cerradura y que no aviso a María xxxx ni le proporciono llave para que cogiera sus efectos. Si bien es cierto, que el acusado trata de justificarse manifestando que María xxxxx nunca le pidió las llaves y que pensó que ya no volvería, ello tiene como única intención exculparse de los hechos .

Por ello, entiende la presente juzgadora que conviven todos los elementos del delito de coacciones, es decir: a) Existencia de una dinámica consistente en el despliegue de una conducta violenta tanto de carácter material -vis física- como intimidatoria o moral

-vis compulsiva- dirigida contra los sujetos pasivos ya directamente, ya indirectamente, a través de otras personas, o de una «vis in rebus». En el caso concreto, el cambio de cerradura de la vivienda; b) que esa conducta se encamine a un resultado de impedir a otro hacer algo no prohibido o a impulsarle a hacer algo que no quiera, sea justo o injusto, impidiendo así que la victima María xxxxx, pudiera acceder al domicilio bien para hacer uso de él o bien para recoger sus efectos personales; c) que la manifestación de violencia sea de cierta intensidad, y ello a los efectos de la delimitación entre el delito actualmente tipificado en el artículo 172 del vigente Código Penal y la falta prevista en el artículo 620.2 del dicho Código, en este caso y al tratarse el sujeto pasivo de la ex pareja del acusado el tipo del art.172.2 se refiere al que de modo leve coaccione; d) concurrencia de una factor psicológico, consistente en el ánimo tendencial en el agente de querer restringir la libertad ajena, como es impedir a la victima María xxxxx acceder a la vivienda familiar y e) ilicitud de la actuación del agente al no estar legalmente autorizado para efectuar los actos coactivos, lo que constituye un elemento de antijuridicidad, que exige y conlleva la necesidad de examinar, en cada caso concreto, el proceder del autor para comprobar si está o no de acuerdo con las reglas generales del comportamiento jurídico y con las normas reguladoras de actividades concretas de las personas. En el caso concreto no consta en autos resolución judicial alguna que impidiera a la victima el acceso a la vivienda familiar (SSTS de 6/7/1986, 10/4/1987, 26/4/1994, 6/10/1995 y 28/2/2000, entre otras muchas.) Asimismo, el elemento subjetivo hay que inferirlo de la conducta externa, voluntaria y consciente del agente, sino que se requiera una intención maliciosa de coaccionar, pues Basta el dolo genérico de constreñir la voluntad ajena imponiéndole lo que no quería efectuar (SSTS 30-1-1980, 19-1-1994,731-2006 de 3-7).

En conclusión, concurriendo todos los elementos del tipo y existiendo prueba de cargo suficiente para enervar la presunción de inocencia que ampara al acusado, se procede al dictado de una sentencia condenatoria.

SEGUNDO.-Del referido delito de coacciones en el ámbito familiar es responsable en concepto de autor EMILIO MARTI GUERRA, conforme a lo previsto en el articulo

28 del Código Penal, por haber realizado directa y voluntariamente los hechos que lo integran.

TERCERO.-No concurren circunstancias modificativas de la responsabilidad

CUARTO.-En orden a la pena a imponer por el delito de coacciones, resulta de aplicación:

El Art.172.2 CP» El que de modo leve coaccione a quien sea o haya sido su esposa, o mujer que este o haya estado ligada a el por una análoga relación de afectividad, aun sin convivencia, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días y, en todo caso, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de un año y un día a tres

así como, cuando el juez o Tribunal lo estime adecuado al interés del menor o persona con discapacidad necesitada de especial protección; inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad, tutelar curatela, guarda o acogimiento hasta cinco años. Se impondrá la pena en su mitad superior cuando el delito se perpetre en presencia de menores, o tenga lugar en el domicilio común o en el domicilio de la victima, o se realice quebrantando una pena de las contempladas en el artículo 48 de este Código o una medida cautelar o de seguridad de la misma naturaleza.» Y el art.

66.1.6° C. Establece «que cuando no concurran atenuantes ni agravantes aplicarán la pena establecida por la ley para el delito cometido en la extensión que estimen adecuada, en atención a las circunstancias personales del delincuente y a la mayor o menor gravedad del hecho.»

Atendidas las circunstancias del hecho y las personales del acusado, careciendo el acusado de antecedentes penales, se considera ajustado a derecho imponer al acusado por la pena mínima 56 días de trabajos en beneficio de la Comunidad, y privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante 2 años y 6 meses.

De conformidad con el art.49 del CP para la realización de la pena de trabajos en beneficio de la Comunidad se requiere el consentimiento expreso del penado; en el acto del juicio el acusado prestó consentimiento expreso para la realización de la pena de trabajos en beneficio de la comunidad.

Respecto a la petición de alejamiento solicitada por el Ministerio Fiscal y la Acusación Particular, el. Artículo 57 establece:

2. En los supuestos de los delitos mencionados en el primer párrafo del apartado 1 de este articulo cometidos contra quien sea o haya sido el cónyuge, o sobre persona que este o haya estado ligada al condenado por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, o sobre los descendientes, ascendientes o hermanos por naturaleza, adopción o afinidad, propios o del cónyuge» o conviviente, o sobre los menores o incapaces que con el convivan o que se hallen sujetos a la potestad, tutela, curatela, acogimiento o guarda de hecho del cónyuge o conviviente, o sobre persona amparada en cualquier otra relación por la que se encuentre integrada en el núcleo de su convivencia familiar, así como sobre las personas que por su especial vulnerabilidad se encuentran sometidas a su custodia o guarda en centros públicos o privados se acordara, en todo caso, la aplicación de la pena prevista en el apartado 2 del art. 48 por un tiempo que no excederá de diez años si el delito fuera grave o de cinco si fuera menos grave, sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo segundo del apartado anterior. Y el 48.2: establece la prohibición de aproximarse a la víctima, o a aquellos de sus. familiares u otras personas que determine el juez o tribunal, impide al penado acercarse a ellos, en cualquier lugar donde se encuentren, así como acercarse a su domicilio, a sus lugares de trabajo y a cualquier otro que sea frecuentado por ellos, quedando en suspenso, respecto de los hijos, el régimen de visitas, comunicación y estancia que, en su caso, se hubiere reconocido en sentencia civil hasta el total cumplimiento de esta pena. El 48.3. La prohibición de comunicarse con a la víctima o con aquellos de sus familiares u otras personas que determine el tribunal, impide al penado establecer con ellas, por cualquier medio de comunicación que determine el juez o tribunal impide al penado establecer con ellas con cualquier medio de comunicación informático, telemático, contacto escrito, verbal o visual.

Se impone al acusado la prohibición de acercarse la victima María xxxxx xxxxxxx xxxxxxx, a su domicilio, lugar de trabajo o cualquiera en que se encuentren a una distancia inferior a 500 metros y comunicarse con ella por cualquier medio durante un año y seis meses.

QUINTO.-Que según los articulos’:116 y 123 del Código Penal, toda persona responsable criminalmente de un delito o falta lo es también civilmente y está obligado al pago de las costas procesales.

Vistos los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación

FALLO

Que debo CONDENAR Y CONDENO al acusado EMILIO MARTI GUERRA, como autor criminalmente responsable de un delito de coacciones en el ámbito familiar, sin la concurrencia de circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal, a la pena de 56 días de trabajos en beneficio de la Comunidad, privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante 2 años y 6 meses, y prohibición de acercarse a María xxxxx xxxxxxa xxxxxxx, a su domicilio, lugar de trabajo o cualquiera en que se encuentre o que frecuente a una distancia inferior a 500 metros y comunicarse con ella por cualquier medio durante 2 años.

Todo ello con imposición de las costas procesales (incluidas las de la acusación particular).

#acacias iv

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sadieslauenwite · 10 months

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ENTRE LA MALEZA

Cuento

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SINOPSIS

México 2010. Samuel Antoine, un inmigrante afrohaitiano llega a Reynosa con la esperanza de encontrar un mejor empleo para apoyar a su familia. En medio de su búsqueda surge un trabajo sencillo: limpiar los terrenos de una hacienda abandonada. Samuel, sin saberlo, se adentrará en el hábitat de un ser desconocido y descubrirá toda una conspiración delictiva detrás de su creación.

Para Gemma y Estrella, amigas y compañeras escritoras.

Pasaban ya de las siete y media de aquella calurosa mañana. En medio del tráfico de la hora pico, uno de los tantos camiones de transporte público intentaba abrirse paso a través de las calles del centro de Reynosa. Ahí, entre decenas de pasajeros que llenaban los asientos y el pasillo viajaba un señor de nombre Samuel, un inmigrante que llevaba varios días en busca de empleo. El hombre golpeó levemente el barandal con una moneda y se escabulló hasta las puertas para bajar, sujetando su mochila en su pecho con su mano libre. Entre pasos, pensaba que en aquel horno con ruedas no cabía una persona más, pues le costó buenos segundos y gotas de sudor llegar a la salida.

–¿Cuánto es? –Preguntó al chofer–

–Seis pesos –Le respondió, pero Samuel no lograba escucharlo. La música, el sonido del motor y los pasajeros ni siquiera lo dejaban escucharse a sí mismo–

–¿Cuánto?

El chofer despegó las manos del volante y le mostró seis dedos, Samuel le extendió el dinero, bajó y el camión se alejó de él. Emocionado, vio que por fin estaba frente a su destino; si no se había equivocado, estaría por verse ahí con Genaro Salas, el hombre que días atrás contestó su llamada tras marcar al número de un anuncio que solicitaba trabajadores para una hacienda. Aquella llamada era su enésimo intento de conseguir empleo desde su llegada a Reynosa; todas sus entrevistas previas habían ido bien, pero a la hora de ser contratado, la falta de documentos terminaba por devolverlo al centro de la ciudad a buscar la siguiente vacante. Su travesía se había convertido en un ciclo interminable de angustia hasta el día sábado, cuando le quedaba una fracción de sus ahorros y la urgencia por un empleo era más grande que nunca. Genaro fue al grano y lo citó a las ocho en punto del lunes en La Gloria, una cocina económica en contraesquina con un bar y frente a una tienda de autoservicio. No le dio muchos detalles del empleo porque dijo que lo vería en la entrevista, pero cuando mencionó que sólo era necesaria su solicitud de empleo, Samuel vio una buena oportunidad. Así que ahí estaba, entrando al local y buscando con la mirada a quien pudiera ser el hombre tras el teléfono, el dueño de aquella voz ronca y profunda. “Quizás el señor de la mesa en la esquina izquierda”, pensó; un hombre de unos treinta y tantos vistiendo una gorra roja, con barba descuidada y sobrepeso, pero apenas dio unos pasos hacia él cuando fue tocado en el hombro por alguien más. Lo que sus ojos vieron al voltear fue a un anciano muy delgado, de cabello plateado y corto, piel pálida y de unos setenta y cinco, tal vez ochenta años de edad.

–Buenas tardes, debes ser Samuel, ¿verdad? –Le extendió su pálida mano en un firme apretón–

–Buenas tardes, si. Busco al señor Genaro. –Samuel dedujo al instante el por qué Genaro lo había encontrado tan rápido: a pesar de dominar el español casi a la perfección, el acento de Samuel delató su ascendencia en aquella llamada, por lo que el hombre debió darse una idea de su apariencia desde el principio–

–Ese soy yo, estoy sentado por allá. –Señaló a una de las mesas pegadas a la ventana del lado opuesto del local–

De modo que ambos se sentaron.

–¿Trajiste tu solicitud?

–Aquí está. –Respondió Samuel, mientras la sacaba de su mochila para pasarsela–

–Bien, Samuel… –Dijo mientras leía el documento, casi sin ponerle atención– El trabajo es solo por un par de días, es por eso que no pido documentos. Acabamos de comprar una hacienda en las afueras de la ciudad, la cosa es que llevaba años vacía y necesita gente que la limpie. Hablamos de un terreno grande y muy poco tiempo. Si no tienes problemas con quedarte las horas que sean necesarias, puedo llevarte con tus compañeros ahora mismo.

Samuel no tenía problema alguno. Dado a que calculaba que sus ahorros sólo podrían durar un par de días más, accedió, pero sin demostrar prisa, pues lo próximo que preguntaría sería el sueldo y no quería parecer angustiado. Era poco, como esperaba, pero le daría unos cuantos días más de tiempo mientras seguía buscando algo estable.

Los hombres se estrecharon la mano. Genaro pagó un café que había pedido antes de que llegara Samuel y partieron en su camioneta en un largo trayecto. Samuel veía las casas, los negocios, los tianguis y demás marcharse en la distancia. Llevaba ya unos cuantos días alojado en un cuarto de la zona céntrica, pero Reynosa seguía siendo una ciudad completamente nueva para él. Se encontró a sí mismo reflexionando sobre su futuro cuando Genaro le hizo una pregunta.

–¿Y de dónde eres? –Dijo, sin apartar la vista hacia el frente–

–Soy de Port-au-Prince, creo que en español es Puerto Príncipe.

–Puerto Príncipe, ¿eh? ¿Y qué haces tan lejos?

–Mi familia y yo llevábamos meses pensando en salir de Haití y buscar algo más, una mejor vida… El terremoto fue el último empujón.

Genaro sintió un golpe de culpa por haber hecho la pregunta.

–Perdóname.

–Oh, no, no pasa nada.

Pero ninguno de los dos volvió a hablar. Genaro volvió a concentrarse en el volante y Samuel siguió apreciando la ciudad.

La camioneta pasó el letrero de bienvenida de las afueras de Reynosa y se encaminó por la carretera durante otro rato, hasta que al horizonte comenzó a divisarse un enorme portón oxidado con cercas a los costados. Genaro aminoró la marcha hasta estacionarse al lado de este.

–Echame la mano con el portón, parece que no lo han engrasado en años, siempre tenemos que abrirlo entre dos personas.

Samuel seguía perdido en su mente, pero logró escuchar lo que le pedía.

–Claro.

Salió de la camioneta para ayudarle a abrir y de paso engrasar el portón antes de entrar con el vehículo a las profundidades del terreno. Pronto notó que una multitud de insectos gobernaba el pequeño trayecto y se extendían por los alrededores de una enorme y desértica hacienda al borde de las ruinas que les daba la bienvenida. La brisa del aire acariciaba la interminable maleza que se alzaba a su paso y jugueteaba con las hojas de árboles que brotaron en decenas de años de abandono. La entrada del lugar eran un par de bardas enormes que otrora eran de un blanco pálido, pero que ahora lucían un gris sucio con grietas por todos lados. Rodearon el lugar por el exterior hacia el lado derecho, donde Genaro finalmente estacionó la camioneta. Ahí, en una pequeña zona ya trabajada y sin tanta vegetación los esperaban dos hombres cortando la hierba.

–Van a empezar por rebajar la maleza de la parte de afuera –Le dijo Genaro antes de abrir la puerta–, ayúdame a bajar las herramientas.

Samuel bajó y se dirigió hacia la batea de la camioneta. Mientras tanto, Genaro hablaba con los hombres.

–Les traje a alguien más para que les ayude, hay que echarle velocidad para terminar cuanto antes. Voy a dejarles todo para que no se compliquen, cuiden la herramienta por favor. Otra gente me perdió media cubeta el otro día.

Detrás de él, Samuel cargaba un par de cubetas llenas de herramientas que dejó a unos pasos de ahí. Se presentó amable con aquellos hombres, aunque en el fondo pensó que se habría alegrado de ver al menos a un paisano suyo. Se llamaban Diego y Raymundo, y aunque ambos eran mexicanos, tenían en común con él que habían migrado a la ciudad en busca de empleo.

–Pasaré por ustedes al final del día, los dejo. –Dijo Genaro, mientras subía a la camioneta y arrancaba hacia la salida. El sonido del motor se hacía cada vez más tenue y una vez más la multitud de insectos se apropió del ambiente–

Los tres hombres se pusieron a trabajar. Diego, quien tenía pavor hacia los insectos, vestía unos gruesos guantes y usaba el machete más largo para abarcar más distancia entre él y un posible ciempiés, o una tarántula, o un alacrán, o lo que fuera que se encontrara. Un escalofrío recorrió su cuerpo al pensar en eso, tan fuerte que tuvo que reacomodar su gorra y lentes. Samuel sacó una botella de agua de su mochila y bebió un poco.

–Tapala bien, aquí más que nada hay un montón de moscas. –Dijo Raymundo–

Y era cierto. Extrañamente, decenas de moscas volaban por toda la finca. Su vuelo también era algo fuera de lo común, pues no se posaban en casi ningún momento, solo se dedicaban a volar a todos lados, como si estuvieran buscando algo.

Raymundo tomó un hacha de la cubeta de herramientas y comenzó a talar uno de los árboles cercanos. Mientras tanto, Samuel acompañaba a Diego a cortar la hierba. Además del sonido de los machetes cortando maleza, la única ambientación que los acompañaba en aquel caluroso día eran el vuelo de los insectos y los repetidos golpes del hacha de Raymundo.

–¿Qué te ha parecido la ciudad? –Le preguntó Diego para romper el hielo mientras seguía trabajando–

–Es bonita, aunque…

–La situación está fea, ¿verdad? Hace dos días me tocó una balacera cuando estaba comiendo. Eran las dos de la tarde, ¡ya ni de día estás seguro aquí!

Diego era una persona un tanto acelerada, del tipo que contesta por tí antes de que apenas termines de pensar en tu respuesta. Samuel en ese entonces no lo sabía, pero había llegado desde el Estado de México en busca de trabajo y con la esperanza de un ambiente más pacífico. Aquella balacera fue el primero de varios sustos que lo volvieron así.

–Es lo que he visto. No me ha tocado a mi, y espero que así siga.

–Uno nunca sabe… por eso decidí traer a mi amigo.

Diego volteó detrás suyo para cerciorarse de que Raymundo seguía ocupado y entonces levantó un poco el costado de su playera. Lo que Samuel vio fue un pequeño revólver, un 38mm cubierto casi por completo por una maltratada funda de cuero que desapareció de su vista cuando Diego volvió a bajar su prenda. El hombre era muy delgado, así que una playera tan holgada como la que vestía era el escondite perfecto. Samuel disimuló como pudo el respingo que estuvo a punto de dar. Si los hubieran visto, en el mejor de los casos perdería el empleo; en el peor, podría ir a la cárcel.

–Vas a meternos en un problema. –Dijo Samuel silenciosamente, mientras cortaba la hierba–

–Y esto puede sacarnos de muchos. Tengo una familia que alimentar, no puedo mandarles nada si estoy muerto. Un tipo del centro me la vendió, por si te interesa. Estoy seguro de que también estás aquí por alguien a quien amas.

No estaba equivocado en lo absoluto.

–Mi esposa y mis hijas… El plan era irnos todos juntos. Lo habíamos planeado desde hace meses, pero los ahorros se fueron junto con nuestra casa en el terremoto. Así que aquí estoy. Les estaré enviando el dinero que gane.

–Perdóname, no lo sabía.

–Está bien, hay que traba…

–Haganse un poco para allá, ya mero va a caer –Les pidió Raymundo, quien dio el último hachazo al tronco antes de que cayera fuertemente al suelo–

Un estruendo se escuchó por unos cuantos metros a la redonda. El árbol no era muy alto, pero su grosor lo hacía muy pesado.

–Ayudenme a terminarlo de cortar para echarlo a la basura.

Ambos fueron con Raymundo, quien había comenzado a cortar las ramas. A sus pies yacían posados los restos de un nido de pájaros.

–Casi no hay pájaros por aquí, ¿no? –Dijo Samuel, mientras miraba hacia el cielo, buscando algún ave en el horizonte. Aquello le pareció aún más extraño que la multitud de moscas que no paraban de molestarlos–

–No hemos visto ni uno desde que llegamos, y hemos estado aquí desde las seis –Respondió Raymundo mientras veía su reloj, pasaban ya de las once y media–, puros insectos, a ver si en una de esas no nos toca huir de un avispero o algo así.

–Espero que no.

Los tres siguieron trabajando hasta muy entrada la tarde, durante el ocaso del día. Raymundo le había contado a Samuel que Genaro dijo que pasaría a estas horas, lo cual no le preocupó mucho, pues aún no era tan tarde. Habían despejado la fachada y gran parte del exterior, pero la hierba seguía bastante concentrada en el extremo opuesto de la hacienda, una zona que todavía no habían tocado. Los hombres estaban descansando un poco cuando Samuel se levantó.

–Esperate tantito, ya cortamos bastante.

–No se preocupen, solo voy a ver qué tanto falta por allá, aquí quédense.

Rodeó el exterior caminando mientras notaba algo particular: moscas. A medida que avanzaba, veía cada vez más moscas volando cerca de él. En un principio la diferencia era pequeña, pero paso a paso su vista comenzaba a obstruirse mientras sentía como una cantidad innumerable de ellas rebotaba sin cesar en sus brazos y piernas. Pensó en un animal muerto, quizás un tlacuache, como aquello que llamaba tanto la atención del enjambre, pero incluso sus pensamientos fueron interrumpidos por el zumbido de ahora cientos de moscas concentradas alrededor de él. Sólo ahí tomó conciencia de que, fuera lo que fuera la comida de aquella muchedumbre, se trataba de algo muy grande escondido apenas unos metros adelante, tras una pared de arbustos que bloqueaba el paso. La curiosidad lo carcomía cada vez más, así que, con machete en mano, Samuel comenzó a despejar el camino cuidadosamente cuando, de manera súbita, el sonido de un grave gruñido lo paralizó por completo. Un escalofrío lo recorrió de pies a cabeza con la intensidad de un choque eléctrico. Estaba inerte, sin voz y sin intenciones de apartar la mirada de enfrente por una buena razón: a unos cuantos pasos yacía observandole una criatura grotesca, un ser robusto de apariencia humanoide cuya piel lucía totalmente cubierta de vello, incluyendo el rostro. En casi todo su oscuro pelaje resaltaban manchas de otro color: el rojo. Samuel no tenía la necesidad de adivinar lo que era, pues el fuerte hedor de la sangre se apoderó por un momento de la escena, interrumpido solo por la fétida putrefacción de restos de carne a su alrededor. Tuvo que hacer un esfuerzo inhumano por soportar las náuseas y no doblarse sobre sí mismo. En el pequeño hábitat de la bestia se apreciaban otras peculiaridades: dos jaulas de gran tamaño, ambas con la puerta abierta; cuatro pares de grilletes, de los cuales dos yacían rotos; pero de todo aquello resaltaba algo mucho más sorprendente: en el interior de una de las jaulas descansaban los restos de un esqueleto presumiblemente humano, pero cuyas extremidades excedían con creces el tamaño normal, exactamente como las de la criatura que estaba frente a él. Samuel aún trataba de asimilarlo, pero el ser que en aquel momento no dejaba de mirarlo a los ojos sobrepasaba los dos metros y medio de altura. La criatura estuvo un momento analizandolo, debatiendo en su mente si el hombre enfrente suyo representaba o no una amenaza. Mientras tanto, Samuel en sus propios pensamientos se preguntaba si aquella cosa otrora pudo haber sido un humano, pero en aquel momento lucía como algo nunca antes visto por el hombre, un fenómeno, el producto de un experimento atroz, una obra de las mentes retorcidas, algo que no debería existir.

La cosa mostró sus dientes para intimidar a Samuel. Sangre residual de su comida bajaba por sus encías, empapando la afilada dentadura que abrió paso a un gruñido que opacó por completo el vuelo de las moscas. Samuel dio un cuidadoso y lento paso hacia atrás, escondiendo su machete detrás de él. Su cuerpo entero temblaba y un par de lágrimas bajaron por sus mejillas. Si algo salía mal, iba a morir. No pasó nada. Dio otro paso cauteloso. Parecía que podría salir de ahí. Su mente no paraba de pensar en su familia y su corazón no dejaba de retumbar, casi saliéndose de su pecho. Apretó su mano derecha para que sus temblores no dejaran caer el machete.

Y entonces escuchó una voz a unos pasos detrás suyo.

–Oye, ¿todo bien allá? Ya mero llega Gen…

Antes de que pudiera terminar de hablar, la bestia se lanzó instintivamente contra Raymundo, quien murió al instante tras ser embestido a gran velocidad por casi trescientos kilos. Samuel, atónito, corrió lo más rápido que pudo al otro extremo de la hacienda, pero sabía que no tardaría en sufrir el mismo destino que su compañero, pues podía escuchar el retumbar de la bestia corriendo a cuatro patas directo hacia él, sonando cada vez más fuerte y acompañando el escándalo de su propia respiración y latidos. Miró hacia atrás. Era su fin.

Repentinamente, el estruendo de un disparo se apoderó de la escena y la bestia cayó al suelo. Samuel se detuvo por el susto y pronto se dio cuenta de que su persecución había cesado. Sudaba frío mientras volteaba perplejo a todos lados. A unos metros de él, la bestia yacía inerte, tumbada boca abajo sobre la hierba recién cortada. Lejos de él, en la esquina de la hacienda los miraba Diego, pálido, en completo estado de shock.

–¿Qué… ¿¡Qué demonios es eso?!

Samuel intentó responderle, pero aún estaba hiperventilado. Como pudo, logró hablar brevemente.

–Salió… arbustos… Raymundo… muerto…

–¿Mató a Raymundo?

Samuel asintió con la cabeza. Diego se tomó unos segundos para asimilar lo que acababa de pasar. Vieron el cadáver de su compañero boca arriba, con un rostro que plasmaba el horror que sintió en sus últimos instantes de vida, antes de que la criatura rompiera su cuello con aquella embestida. El miedo, la ira y la incertidumbre se entremezclaban en las cabezas de ambos hombres, especialmente nublando el juicio de Diego.

–Voy a rematarlo –Le dijo a Samuel mientras se aproximaba decidido a dispararle a la bestia en la cabeza–

La mirada vacía de Samuel aún observaba a su otro compañero. En cuanto escuchó a Diego, volteó a ver a la criatura y pudo notar un ligero movimiento en su brazo, a la par que giraba discretamente la cabeza hacia el hombre con el arma. Aquella cosa seguía consciente. No eran simples espasmos; lo estaba cazando.

–¡Diego, no!

Pero era muy tarde, la distancia entre ellos era mínima y la cosa lo sabía. Su enorme mano atrapó a Diego por el tobillo y lo derribó de una sacudida. El hombre gritó mientras el arma salía despedida de su mano hasta a unos metros de Samuel, quien no dudó en tomarla a pesar de nunca haber disparado en su vida. Tenía que actuar rápido, así que apuntó tan pronto la tuvo en sus manos. Había cinco balas en el tambor. Diego forcejeaba como podía y la bestia, a punto de devorarlo por el cuello, volteó por un instante hacia el hombre que le apuntaba y entonces rodó sobre sí, sujetando el cuerpo de Diego para usarlo como escudo. No podía creerlo. En apariencia, la criatura se asemejaba a un oso grizzly, un depredador, una fuerza imparable de la naturaleza, pero en ese momento su mente delataba absolutos vestigios de inteligencia humana. Samuel cortó distancia con precaución mientras trataba de encontrar un posible disparo, cuando notó que una de sus patas estaba lo suficientemente asomada. Disparó. La bestia emitió un gruñido de dolor para después lanzar varios metros lejos a su compañero, quien había quedado inconsciente en una de las tantas sacudidas, pero aún respiraba. Aquel alivio duraría poco para Samuel, pues ahora volvía a ser la presa principal. Quedaban cuatro balas en el tambor. La criatura se incorporó velozmente y corrió hacia él. Su mirada, intimidante, mostraba la ira misma brotando de sus pupilas. Su hocico emitía fuertes exhalaciones mientras se aproximaba a toda velocidad, aparentando que aquel disparo no había sido más que un rasguño. Era la muerte en persona a punto de embestirlo. Disparó, ahora casi a quemarropa. Un impacto en el hombro. Quedaban tres balas. La criatura emitió otro gruñido mientras retrocedía un poco, pero eso no bastó. Volvió a abalanzarse, pero Samuel le disparó de nuevo antes de que pudiera tocarlo, ahora en el pecho. Quedaban dos balas. El rostro de la pesadilla andante ardía cada vez más en rabia y dolor, su cuerpo se tambaleaba por las heridas, pero seguía de pie. Samuel, sin apartar la mirada, caminó hacia atrás pero tropezó con los restos de uno de los árboles talados y cayó al suelo, disparando al aire por accidente. Quedaba un disparo. Entró en pánico, la criatura volvía a estar a tan solo pasos. Dejó que se acercara un poco más y disparó por última vez. Un alarido de dolor dejó sordo por unos momentos a Samuel, pero pensó que era una buena señal. Le había dado en la rodilla, lo que dejó a la bestia en el suelo el tiempo suficiente para alejarse. Samuel volteó a ver el hacha de su difunto compañero, la cual estaba enterrada en un tronco medio talado muy cerca de ahí. Calculó a ojo la distancia mientras tomaba la herramienta y entonces golpeó fuertemente el tronco hasta terminar de cortarlo, después lo empujó con todas sus fuerzas en dirección al animal para finalmente aplastarlo. Solo entonces, cuando la criatura yacía lejos de él y completamente inmóvil, pudo respirar un poco. Aún lucía pálido cuando se aproximó hacia Diego para comprobar que estuviera estable. Seguía inconsciente, pero por suerte respiraba y no tenía heridas graves. Samuel sacó su teléfono para llamar a emergencias. Por suerte, había señal.

–066, ¿cuál es su emergencia?

–Fuimos… –Trató de explicar su situación de manera que no sonara como una broma– fuimos atacados por un animal. Uno de mis compañeros está muerto y el otro está inconsciente. Creo que el animal sigue vivo.

–¿Dónde se encuentran?

–En… –Estaba esforzándose por recordar, le pareció haber visto un letrero a pocos metros del portón de la finca– En el kilómetro ochenta de la carretera…

Su voz se vio interrumpida por el más profundo de sus temores, un sonido que rezaba en su interior por no tener que escuchar. Lejos a su izquierda, la criatura estaba bajando el árbol de su cuerpo, incorporándose sobre su rodilla intacta mientras recuperaba poco a poco el aliento. Sus ojos seguían fijos en él. El corazón de Samuel dio un vuelco, tomó el hacha y corrió tan rápido como pudo hacia el interior de la hacienda para esconderse. Mientras tanto, la operadora, quien escuchaba nada más que el fuerte sonido del viento, comenzó a extrañarse.

–¿Señor?

–Carretera Reynosa-Rio Bravo, es una hacienda abandonada tras un portón oxidado, apresúrense, por favor, apresúrense.

–¿Se encuentra de nuevo en peligro?

–¡Sí!

–Quédese en la llamada, una patrulla y una ambulancia van en camino. ¿En qué parte de la hacienda se encuentra?

De nuevo tardó en responder. Estaba concentrado en hallar un escondite, probando suerte en cada una de las puertas hasta que encontró una sin llave que daba a una pequeña habitación separada en el extremo derecho de la hacienda.

–Estoy escondiéndome. Parece ser una bodega, deme un momento.

Lo primero que vio fue una mesa de madera donde dejó su teléfono, pues necesitaba ambas manos para bloquear la puerta con cosas pesadas. Encontró un par de viejos archiveros y los arrastró con mucho esfuerzo hasta la entrada; movió también la mesa mientras buscaba más cosas con la mirada, pero cuando estaba por aproximarse a una cómoda, un fuerte impacto sacudió la entrada, haciendo tambalear bruscamente los archiveros y la mesa. Sintió un escalofrío y se apresuró a mover el mueble, deseando con todas sus fuerzas que aquello fuera suficiente para contener la fuerza de la criatura, pues no quedaba nada pesado en la bodega. Un segundo impacto hizo temblar las paredes, dejando una nube de polvo que tras desvanecerse dejó ver varias pequeñas grietas alrededor de la puerta. Samuel tomó el teléfono.

–¡Dense prisa, por favor!

Lo dejó de nuevo sobre la mesa y tomó su hacha. Se había resignado, aquella cosa tumbaría la puerta y entonces tendría que pelear. Esperó con temor una tercera embestida pero… jamás llegó. Miró a todos lados, paranoico, esperando que alguna pared o la bodega entera colapsara, pero cuando miró hacia arriba, entendió lo que estaba a punto de pasar. El techo de la bodega no era más que una lámina podrida soportada por un par de tablas que se romperían con un poco de peso. Si su intuición no le fallaba, la bestia tendría que estar escalando por la fachada de la hacienda para entrar de un salto a la bodega; algo para lo que comenzaría a idear un plan, no sin antes pasar por fuertes dudas, pues para llevarlo a cabo tendría que comprometer su única arma.

Samuel se dio prisa y arrastró la mesa al centro: la zona del techo donde más óxido y agujeros se concentraban, y por tanto en la que mayormente posible era que cayera la criatura. Pasó unos cuantos libros y pisapapeles de la cómoda a la mesa y comenzó a apilarlos como un soporte para la pieza fundamental. Finalmente, colocó el hacha con el filo mirando hacia arriba, pero no le había dado tiempo de apartarse cuando percibió por el rabillo del ojo que la luz diurna que entraba por el techo se oscurecía repentinamente. Había llegado el momento de conocer su destino. Samuel saltó con todas sus fuerzas al extremo de la bodega más cercano a él. Cerró los ojos mientras el potente estruendo del metal y la madera colapsando se apoderaron por completo de la habitación. Escuchó un fuerte golpe, a la mesa partirse por completo y un montón de cosas cayendo al suelo. Y luego, silencio, completo silencio. Samuel seguía profundamente asustado, pero poco a poco abrió los ojos, y a medida que alzaba la mirada pudo ver mucho polvo, restos de su celular destruido y pedazos de lámina y madera por todos lados, todo iluminado por un enorme agujero en el techo, y entonces vio aquello para lo que tanto había preparado a su mente: En el suelo yacía el enorme cadáver del animal, cuyo cráneo impactó directo con el filo del hacha, muriendo instantáneamente. A lo largo de su cuerpo se hallaban múltiples heridas por enormes astillas y fragmentos de la lámina, además de las balas alojadas en él. Su rostro expresaba vacío, como si la ira que emanaban sus ojos se hubiera ido junto con su vida en tan solo un instante. Lo había logrado. Había sobrevivido.

Samuel lloró y drenó toda la mezcla de emociones que salieron en aquel momento de profundo alivio. Su cuerpo entero temblaba mientras trataba de creer el hecho de que seguía vivo. Pasó unos minutos en ese estado; cuando se tranquilizó, caminó hacia la entrada para mover todos los muebles que había amontonado, pero notó algo pegado en la suela de su zapato: una hoja de papel. La retiró con la mano y al leer el contenido del reverso, su piel de nuevo palideció. La hoja había caído despegada de la pared opuesta a la entrada, donde decenas de fotos y extensos escritos explicaban los procesos de experimentación del proyecto que dio lugar a la existencia de la criatura que ahora yacía muerta a tan solo un par de metros de Samuel. Vio una de las fotos, en ella se observaban hombres armados y cubiertos con pasamontañas, posando al lado de las jaulas que encerraban a las bestias. Sin embargo, su aspecto era algo totalmente diferente: eran más pequeños, su vello corporal era mucho menos denso y sus rostros guardaban una mayor similitud con la de un humano normal. Se preguntó cuánto tiempo podría tener esa imagen, pues lucía amarillenta y muy maltratada; sin embargo, todas sus incógnitas darían un vuelco cuando comenzó a leer un escrito anexado con una tachuela en la esquina inferior derecha de la foto:

“La antropofagia en el México prehispánico fue una de las prácticas más elementales entre pueblos como los Mexicas, quienes aseguraban que la carne humana otorgaba un vínculo con la divinidad.

Los sujetos de prueba, recibidos desde su fase neonatal, han demostrado cambios físicos y fisiológicos innegables a lo largo de estos diez años de cautiverio. Como la fotografía lo muestra, la altura y musculatura de ambos ha incrementado enormemente como efecto de la exclusiva y frecuente ingesta de carne humana, lo cual nos hace creer que nuestros antepasados estaban en lo cierto. Las expectativas del tiempo que nos tomará preparar a nuestros sujetos como soldados de élite del cártel, a juzgar por su acelerado desarrollo, es de unos tres años."

#terror #relatos

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