la vecinita ✧ wong kunhag
nombre: wong kunhang
título: la vecinita
interprete: vico c
palabras: 2031
advertencia!: contenido sexual explícito.
el día realmente estaba caluroso, miraba por la ventana esperando a que el heladero pasara para comprar y al menos refrescarse un poco, maldecía a sus padres por no arreglar el aire acondicionado a tiempo, suspiro con suavidad revolcándose en la cama y con disimulo miró a la casa de enfrente, estaba ese muchacho burlón y molesto, hendery, con su hermano pequeño lanzándose agua con unas pistolas de juguete, reían demasiado y eso colocó de peor humor a la chica acalorada, no era que su vecino le cayera mal, en lo absoluto, bueno, tal vez sí, pero es que esa sonrisa molesta junto a su actitud de arrogante, le desagradaba demasiado.
se levantó de inmediato cuando escuchó el típico sonido que daba la bocinita del señor, arregló su short que le llegaba más arriba del medio muslo y su camiseta algo holgada, bajó las escaleras corriendo sacando el dinero de su bolsillo cuando abrió la puerta, hendery junto a su hermano estaba ya pagando dos paletas. se acercó sonriendo y miró al heladero.
—¡buenas!, quiero un helado de paleta de crema y chocolate, por favor.— murmuró la chica y el señor negó.
—lo siento, pero él se llevó el último.— respondió apuntando a su vecino con una mueca ligera, ella sólo suspiro bajo y asintió lento.
—no hay problema, sólo deme aquél de fresa.— le dijo fingiendo tranquilidad, él heladero se lo entregó luego de recibir las monedas y marcharse, continuando así con su recorrido.
(t/n) se giró para poder ir a sentarse justo en la entrada de su casa sin embargo kunhang la detuvo sonriendo, se acercó haciendo que ella le prestara atención.
—puedes tomar mi helado si quieres, intercambiemos, no tengo problema.— dijo soltándola con delicadeza para poder abrir el envoltorio.—tomar helado de fresa por una vez no me hará nada malo.
—no, muchas gracias, estoy bien con éste.—su tono de voz había sido muy indiferente que el contrario quiso echarse a reír.
le parecía tan divertido que su vecina lo odiara cuando por él hace ya mucho tiempo la habría tenido en la cama envolviéndola en sus brazos porque la deseaba tanto que ni ella se lo podría imaginar.
siempre pensó que era imposible que alguien se viera tan bien por las mañanas con ese pijama rosa de ositos y el cabello revuelto, es que sí, hendery usualmente la espiaba por la ventana que quedaba justo a la vista, ¡no había más opciones! ella le gustaba demasiado, sólo que no lograba llamar su atención, además, le desfavorecía su actitud que a decir verdad, ya no podía cambiar. relamió sus labios fijándose que su hermano menor ya había entrado a casa y ella estaba muy cómoda sentada bajo techo sacando la envoltura del helado.
los finos dedos de (t/n) se habían ensuciando un poco ante el derretimiento del helado así que pasó su lengua por estos limpiándolos, se llevó de inmediato la paleta hacía la boca chupandola, lo sacaba y metía sin perder el ritmo, con su pulgar limpio la comisura del labio inferior quitando cualquier exceso. soltó un jadeo por lo frío que se sentía aquél pedacito que había mordido, colocó su lengua en la punta para poder deleitarse del delicioso sabor a fresa, cerró sus ojos y nuevamente lo introdujo en su cavidad.
para ese momento hendery, estaba en mitad de la calle, con el helado deshecho y una erección que lo torturaba. caminó a paso lento a donde (t/n) intentaba quitarse el calor del día, se agachó flectando sus rodilla, provocando un ligero dolor en su polla dura.
—hazme eso.— susurró con dificultad.
—¿hacerte qué?.— preguntó frunciendo el ceño para darle una siguiente lamida al helado, el contrario trago fuerte y suspiró con dificultad.
—lamer mi polla, así como lo estás haciendo.— respondió directo y ronco, ella se sonrojo se inmediato y luego soltó una carcajada negando.
—ni en un millón de años, no sé si lo notas pero te detesto. déjame en paz, idiota.— rodó los ojos levantándose del suelo, él también lo hizo, pasó su brazo por la cadera atrayéndola en un poco a su cuerpo, tiró el helado al suelo sin importarle mucho y ladeo la cabeza rozándole el cuello con su nariz y labios, depositó suaves besitos en la zona haciendo que su vecina soltara un jadeo involuntario.
—te he visto ahí en la ventana de tu habitación espiándome cuando termino de ducharme o cuando invito a chicas pero descuida, también te he visto yo a ti.— pasó la punta de su lengua por el cuello dejándola algo húmeda, le favoreció el que hiciera calor y la gente no saliera de sus casas, estaba seguro que cualquier persona que los viera así les regañaría.
rozó su muslo con el bulto que tenía él, cerró los ojos por unos cortos segundos y mordió el labio inferior.
— eres tan molesto todo el tiempo, no te soporto.— gruñó bajo ante los sutiles besitos que hendery le regalaba.— está bien, puedo hacerlo. él sonrió amplio al escucharla, agarró su mano y la jaló hasta dentro de la casa, cuando ambos estuvieron dentro cerró la puerta, era tan confiado que se comportaba como si el lugar fuera suyo.
ella sintió ambas manos calientes en sus muslos para alzarla, enrolló las piernas alrededor de la cadera del muchacho y luego lo besó, explorando y luchando por quien llevaría el control de la situación. hendery hizo un brusco movimiento dejándola con la espalda pegada en la pared y rozando ambas intimidades. declarando que él era el supuesto ganador.
—uhm, vamos a mi habitación.— le susurró sobre los labios y como un esclavo asintió.—quiero que me lleves a comer después.— le exigió en tono sutil e infantil.
—si mi vecinita tiene antojo, yo lo resolveré.— sonrió con diversión y fue guiado por la fémina que estaba en sus brazos hasta la habitación. la dejó en el suelo con cuidado, (t/ n) lo empujó con suavidad para que se sentara en la cama, suspiró bajo y se colocó de rodillas frente a él, relamió sus labios y alzó las manos hasta la cremallera del jean que con delicadeza bajó, jugó con el elástico del bóxer simplemente para molestarlo un poco.
—¿sabes?, sí me caes muy mal, eres todo el tiempo irritante.— Arrugó su nariz con suavidad, bajándole la ropa interior hasta el suelo.— todo el maldito tiempo ahí siendo tan coqueteo con el resto de las chicas de las demás casas, lo detesto y las estúpidas sonrisas que le das a cualquier persona.— dijo negando con suavidad quejándose antes de poder pasar su lengua por la punta.
—oh, dios, (t/n) no es momento para tu escena de celos, luego reclama todo lo que quieras.— hendery la miró suplicante de atención, mordió su labio inferior para evitar gemir aunque fue imposible antes la extensa lamida por toda su longitud. su vecina, se llevó todo a su boca o al menos la gran parte, cerró los ojos y deslizo sus manos por los muslos del muchacho, chupaba con cierta brusquedad cosa que lo provocaba demasiado. agarró el cabello suelto de (t/n) entre sus dedos para poder jalarlo suavemente alejándola de su polla dura y húmeda.
—calma, cariño, aún hay mucho por hacer.— susurró y nuevamente la acercó a él. la muchacha colocó su mano alrededor del falo masturbándolo, ensalivó la punta para chuparla como si fuera el helado que hace un rato tomó, no aguantó la ganas que con su mano libre se quitó el short dejándolo a un lado, posicionó su dedo índice y medio encima de su clítoris dando círculos inestables, estaba tan caliente que sintió sus bragas humedecer por completo.
hendery la levantó del suelo y él también lo hizo, la miró fijamente mientras pasaba las manos por debajo de su camiseta, la quitó y después hizo lo mismo con ella sólo que quitó el brasier de un tirón. agarró uno de sus senos para llevárselo a la boca, delineó el pezón erecto con su cálida lengua, dejó algunas pequeñas marcas en la zona a propósito, subió hasta su cuello provocando que delicados gemidos salieran de la boca de (t/n) y él se sintiera complacido. la dueña de casa abrió uno de los cajones de su escritorio rebuscando un preservativo ahora, se lo entregó al chico de inmediato sonriendo y dándole un sonoro beso en los labios, sin pedírselo se colocó en la cama, en cuatro, flecto los codos apoyándolos en la cama al igual que su mejilla, alzó su trasero dándole una maravillosa vista a hendery que cuando logró colocarse el condón se acercó.
bajó las bragas de (t/n) hasta las rodillas, le dió un suave golpe en el glúteo derecho dejándolo algo rojizo, ella gimió en respuesta y su vecino pasó sus dedos por toda su vuelva, detallando con admiración sus pliegues, estaba perfectamente lubricada que agarró su polla y jugueteó con la entrada de la muchacha. entró de una estocada deslumbrante, gimió y comenzó a moverse con mayor rapidez. la tenía afirmada de las caderas para tener una mejor posición para los ojos, el sonido de sus pieles ante el choque era algo que jamás creía superar, su polla se deslizaba tan bien en la estrecha vagina de la vecina que aumento el ritmo de las embestidas.
—lo haces tan bien, hendery, por favor follame más duro.— alzó la voz aunque con algo de dificultad, se agarró de las mantas de la cama y además ésta chocaba con la pared de vez en cuando soltando crujidos, (t/n) temió un momento por su cama, no quería romperla.
él asintió, su respiración estaba agitada y soltaba algunos gemidos graves, pasó su mano por el cabello y luego acarició la suave espalda de ella, se acercó para poder darle algunos besitos en el cuello y por sobre todo decirle cuanto lo estaba disfrutando.
—te sientes tan bien, mi polla te llena por completo, pequeña.— susurró y agarró su cabello, lo jaló suavemente haciendo que su cabeza se alzara y él pudiera contemplar lo jodida que estaba, con la boca entreabierta diciendo groserías en bajo y gimiendo su nombre.— nena, no te corras aún, aguanta sólo un poco más.— le exigió y ella asintió de inmediato colocando todo su esfuerzo en lo pedido.
soltó el cabello suelto de la contraria, sin embargo cambió se posición dejándola de espaldas a la cama con las piernas abiertas a sus costados, le besó los labios sonriendo en medio igual de burlón que siempre y llevó su mano hasta el vientre de ella acariciándolo, por supuesto aún sin detener su duro vaivén que lo tenía al borde del climax. (t/n) chilló al sentir el pulgar de él sobre su clítoris, éste sólo rozaba la yema de su dedo y de vez en cuando presionaba, sin embargo aquél movimiento fue cómplice para que ella llegara al orgasmo de forma exagerada y desastrosa, logrando que parte de sus fluidos salieran a chorro mojando la cama y algo de los muslos de hendery. éste al ver eso no aguantó más llenando el condón de semen.
—maldición, eso estuvo tan bien.— soltó un suspiro bajo relajándose.
—lo siento, no pensé que ocurriría ésto.— susurró apuntando las mantas algo húmedas y él rió negando.
se levantó de la cama quitando el condón para hacerle un nudo en la parte superior y lanzarlo a la basura, se quejó bajo al verla levantarse de la cama algo avergonzada de lo ocurrido, supuso que era de las pocas veces que le había pasado, por suerte dery, tenía experiencia. se acercó pasando sus brazos por la cintura abrazándola por detrás, besó su mejilla y suspiro.
—lo hiciste demasiado bien, vecina. — le dijo apoyando su mentón en el
hombro. —tú también, idiota. — rodó los ojos dándole acaricias en la mano, antes de que pudiera girarse y besarlo, escucharon la puerta principal abrirse.
—i(t/n) ya llegue! — gritó su madre desde la sala. — me encontré con la señora de enfrente, nos invitó a su casa, ¡ así que ponte bonita!.— ambos se miraron riendo bajo y empezaron a vestirse con rapidez, sabiendo que no sería la última vez juntos.
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