No me inventes cualidades ni virtudes, que no soy diferente a las miles que mueren ni a las que nacen a diario.
No me cargues con la responsabilidad de una mirada encantadora, no me incluyas en tus sueños de mujer perfecta No puedo, no quiero serlo.
Mis caderas no tienen el ritmo de tus deseos ni mis labios saben a tiempo. No tengo la dulzura con la que se condena a las damas ni un perfume inolvidable en mis cabellos. No puedo.
No quiero tenerlo.
Que te sea indiferente si mi voz canta o grazna, no soy canto, soy palabra. Realidad, defecto y caos, así puedes nombrarme, no permito que me pretendas celestial.
No puedo.
No quiero serlo.
La vida para mí es una aventura. No sé porqué quería tener un propósito ó una vocación, si todo éso me estresa. Quería hacer algo grande cómo un superhéroe pero no puedo cambiar a los demás, no puedo cambiar el mundo. Ahora quiero ser felíz y sentirme útil, dejar atrás la perfección y el querer arreglar lo exterior, y arreglarme a mí.
Ya no soy una persona interesante, soy alguien triste, deprimido, sin energía, sin muchas ganas de nada, no tengo nada para ofrecer. Ya no me encuentro, no soy, no puedo ofrecer nada. Lo siento.