Tumgik
#aplastar
viejospellejos · 10 months
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Y ahora está muerto…
aporte: @ladycallesatm
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welele · 9 months
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brodasweb · 1 year
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Dough Networkz Gotas "Poison" Feat. Planeta Asia, TF, Tristate, Cyph, Prod. por aplastar
Dough Networkz Gotas “Poison” Feat. Planeta Asia, TF, Tristate, Cyph, Prod. por aplastar
Publicado por: undergroundhiphopblog 7 de enero de 2023 Productor ejecutivo de Los Ángeles y conector de puntos subterráneos Pegar red tuvo un ajetreado 2022 con lanzamientos constantes de sencillos y colaboraciones geniales. El primer trimestre de 2023 ya se siente como una muestra de lo que está por venir y el tipo de colaboraciones seleccionadas que está configurando. Echa un vistazo al…
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librosyfragmentos · 1 year
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Creo que al hombre [...] se le ha puesto muy cerca a la pared. Y que esta es una responsabilidad muy grave para él porque debe entre dejarse aplastar o enfrentarse a quien lo empuja. Claro, para tomar la actitud correcta -y, en este caso, la única actitud correcta es el enfrentamiento- hay que tener una gran solidez moral, una estructura interior que no se puede fabricar en veinticuatro horas y que debe tener la envergadura suficiente como para oponerse a la Realidad
ALVA ORLANDINI, Hernán: “Un alto en el camino del Perú. Crítica y consenso. Tomo I [Entrevista a Luis Felipe Angell de Lama]”, 1ra. Ed., Editorial Universitaria, Lima, 1979, p. 4.
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traselmar y la luna
... De hace unos días ¿veis? una tarde ligera. Ahí no tenía el mal cuerpo que se me ha quedao tras el escrutinio. Hoy es uno de esos días en los que soy bastante¿ consciente de la cámara de eco en la que vivo [familia, amigas, militancia, pueblo, redes sociales]. A respirar muy hondo y seguir intentando cambiar esta sociedad de mierda. Nanit.
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Me desperté con más sed de sangre europea que nunca
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And here's what I've got for episode 2!!! Now updated with all the routes c;
/neutral +positive -negative
Jason: El Nuevo Palacio no abre por la mañana. Y además, hay que esperar al mes que viene…
(DULCE) Hola. ¿Es usted el dueño? /
(ENÉRGICA) ¡Ja, ja, ja! Sí, gracias. Estoy al tanto. +
(REBELDE) (No he dicho nada. Supongo que acabará por irse, ¿no?) -
Jason: …
(ENÉRGICA) Después de tu numerito, me parece lógico creerlos… +Devon +Roy
(REBELDE) Quizá no deberíamos entrar en su juego… -Devon -Roy +Jason
(DULCE) (No he dicho nada. Está claro que no sé de qué hablan…) -Jason
Jason: …
(REBELDE) No haga caso, señor. No saben comportarse. Lo siento. +Devon +Roy -Jason
(DULCE) No le haga caso, señor. Sabemos muy bien lo que hacemos. +Devon
(ENÉRGICA) Jason, ¿podrías calmarte un poco y dejar de soltar indirectas? +Jason
Jason: Lamento de antemano tener que infligirte una derrota en tu primer proyecto, pero no es nada personal.
(DULCE) Mientras todo el mundo juegue limpio… /
(ENÉRGICA) Para mí, ahora lo es. Te vamos a aplastar. +Devon +Roy -Jason
(REBELDE) ¡No hables demasiado pronto! ¡Que gane el mejor! -Devon -Roy +Jason
Amanda: No, estaba aquí. Y ahora, tú también…
(ENÉRGICA) Pues me alegro, porque te estaba buscando. /
(DULCE) ¿Prefieres que venga en otro momento? +
(REBELDE) Si te molesto, dímelo directamente… -
Amanda: Puedes anotarlo: cuando necesites decirle a un cliente que lo que elige es vulgar, di “barroco”.
(DULCE) (Lo anoto rápidamente) /
(ENÉRGICA) Vale, genial. Lo utilizaré. +
(REBELDE) Creo que lo barroco también puede tener su encanto. -
Amanda: ¿Dónde crees tú qué compro mi vajilla?
(ENÉRGICA) Te confieso que no me había planteado esta cuestión. /
(DULCE) Ahora que lo dices, parece lógico… +
(REBELDE) ¡Vaya sentido de la moderación! -
Amanda: …
(REBELDE) ¿Qué opinas de Goldreamz? ¿Y de Jason? -
(ENÉRGICA) ¿Puedo hacer algo para ayudarte? /
(DULCE) No, no tengo preguntas. Parece muy bien elaborado todo. +
Thomas: En realidad, eso no es del todo cierto: ya he pirateado su red. Solo por precaución.
(DULCE) ¿Quieres… quieres decir que puedes leer todos sus emails, su Intranet…? /
(REBELDE) Aunque Devon no esté interesado, tal vez deberíamos echar un vistazo de todos modos… -
(ENÉRGICA) ¿Tan poco confiáis en vuestro propio talento? +
Brune: De nada. Son chorradas de Elenda.
 (REBELDE) Vale, si quieres andarte con secretismos… +Elenda -Brune
(DULCE) (No insisto. No es asunto mío…) +Brune
(ENÉRGICA) Venga, ¿no quieres decírmelo? +Elenda
Roy: Entonces, ¿ya estás lista para hacer tu debut oficial?
(DULCE) Sí, ha sido un detalle que no me dejara al margen. /
(ENÉRGICA) Bueno, no me ha contratado para estar de brazos cruzados. +
(REBELDE) Sí… Habría preferido que me preguntara directamente si tenía alguna idea, pero bueno… -
Roy: Los restaurantes de moda, los palacios… no son en general mi entorno natural.
Sí, ya he hablado con ella… /
(Contengo una sonrisa. En efecto, Amanda ve las cosas a lo grande.) /
Así es, acabo de verla y parece tenerlo todo previsto. /
Roy: Y con frecuencia, el boca a boca funciona bien y me permite hacer nuevos contactos originales o poco conocidos.
(ENÉRGICA) ¡Qué bien! ¡Espero que me ayudes a conocer a un montón de gente! +
(DULCE) O sea, que tu trabajo es ser simpático. ¡Es genial! /
(REBELDE) Tiene gracia, pensaba que tendrías un enfoque mucho más agresivo. -
CONJUNTO CON CORBATA (Devon, Roy, Jason): 47 PAS / CONJUNTO CON CORSÉ (Amanda, Thomas): 47 PAS
Archibald: Pues estoy descansando. Es una sala de descanso…
Vale, pero… Da igual. ¿Va todo bien? REGALO TAKI
Si te ven aquí, podría tener problemas…
Una sala de descanso reservada a los empleados…
Devon: ¿Y qué te parece? Lo que hacemos… El ambiente…
(DULCE) ¡Todo me parece estupendo! Es agradable estar aquí. /
(REBELDE) Teniendo en cuenta que eres tú el que me paga…
(ENÉRGICA) ¡Creo que podría acabar acostumbrándome! +
Devon: Elige a la persona con la que te sientas más a gusto para que te ayude.
Hm… ¿Incluyéndote a ti? Si no te importa… IMAGEN DEVON
Muy bien. ¿Crees que Thomas querrá ayudarme? IMAGEN THOMAS
¡Estupendo! Voy a preguntarle a Roy si quiere ayudarme. IMAGEN ROY
Perfecto. ¿Crees que se lo puedo preguntar a Amanda? IMAGEN AMANDA
Devon: Entiendo. Prefieres labrarte un nombre en tu propio ámbito…
(ENÉRGICA) Exacto. +
(REBELDE) Exactamente: algún día te dirán que fuiste tú el que impulsó la carrera de Ysaline.
(DULCE) Sí, o ni siquiera eso. No me importaría no labrarme un nombre en absoluto. /
Thomas: ...
(REBELDE) Ha estado bien. Pero creo que tardaré un tiempo en volver a hacerlo.
(DULCE) Sí, ha sido... guay, como dices tú.
(ENÉRGICA) ¿¡Bromeas!? ¡Ha sido realmente alucinante! +
Roy: ¿No te parece?
(REBELDE) Sí, estoy de acuerdo, como una criatura imaginaria salida de las profundidades… -
(DULCE) No sé, nunca había pensado en ello…
(ENÉRGICA) ¡Desde luego! Ahora me imagino que a lo lejos aparece un barco pirata. +
Amanda: Sí, se está haciendo tarde. Si estás cansada, ¡vete a casa!
(DULCE) Sí, creo que me voy a ir.
(REBELDE) ¡No sin tomarme antes otra copa!
(ENÉRGICA) ¿Estás de broma? ¡Lo estoy pasando genial! +
Jason: Habéis “ganado”, pero es una victoria a medias tintas…
(DULCE) Da igual, sigue siendo una victoria… /
(REBELDE) Creo que alguien es un mal perdedor… -
(ENÉRGICA) A mí me parece que sigue siendo mejor que perder, ¿no? +
Jason: …
(REBELDE) (Me contengo para no lanzar a su espalda algunos insultos gráficos.) /
(ENÉRGICA) (Y yo me vuelvo a enfrascar en nuestra velada de inauguración con mis nuevos amigos y compañeros) /
(DULCE) (Quizá me toque a mí ser más inteligente y dar un paso hacia él.) / IMAGEN
Jason: …
(Pero me trago mi orgullo para concentrarme mejor en la fiesta.)
(No pienso quedarme aquí.) IMAGEN
(Todo se acaba pagando tarde o temprano… Ya le tocará.)
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lou-art · 2 months
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Tucumán con una bebé Argentina (Tina de DolceMinerva) ✨🥺💓
Un poquitín de lore abajo sobre como veo la relación de Argentina con sus provincias ⬇️⬇️⬇️
Las provincias son preexistentes a la nación (de hecho, se dice que ellas crearon al estado nacional), por lo que, a mi parecer, describirlas como "hijos" de Argentina no es adecuado. Su relación es mucho más compleja que eso y varía de un caso a otro.
Algunas de las provincias más antiguas cuidaron de la futura Argentina en su más tierna niñez y muchas de ellas aún mantienen un fuerte sentimiento de afecto hacia su Patria. Por ejemplo, Tucumán le tiene verdadero cariño fraternal a Tina: La cuidó de bebé y desde entonces desarrolló su sentimiento de protección y en función a eso ha decidido apoyarla en todos sus proyectos.
Durante las guerras civiles, cuando algunas provincias se oponían a los planes del gobierno nacional, Miguel (Tucumán) acató las órdenes de Agustina sin chistar, participando incluso en campañas militares para someter a Rocío (La Rioja) durante el proceso de pacificación. También fue a batallar en la guerra del Paraguay, a diferencia de otras provincias que se opusieron al conflicto (y hasta se rebelaron).
Lo mismo ocurre con Jesús (Santiago del Estero), a él NO LE IMPORTA vivir en la más grande pobreza si eso significa que Agustina pueda vivir bien, aun cuando ella se olvide de él y lo deje de lado por ser una provincia que no entraba en su modelo económico. Él en especial se peleó con Rocío en el siglo XIX y cortaron su amistad porque no le gustó para nada que la riojana se oponga a los proyectos de Argentina, la vio como una traidora y se ofreció a pacificarla él mismo, pero le dieron ese trabajo a San Juan (igual invadió La Rioja, pero Franco lo corrió apenas lo vio en el área ajsjd no iba a dejar que toque a su neña)
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Por el contrario, hubo provincias como La Rioja que no desarrollaron ese sentimiento de protección y afecto hacia Agustina, al contrario, hasta se sintieron defraudadas por ella y llegaron a sentir algo de rencor en cierto momento.
Si bien actualmente Rocío y Agustina se llevan bien porque obviamente son provincia y nación, hubo un momento en el que su relación tuvo un quiebre y se vieron como una AMENAZA. Rocío quería quererla (?) pero Agustina la veía como una amenaza que había que aplastar.
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sinfonia-relativa · 5 months
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Así como me puede levantar así me puede aplastar las palabras que me digan mis seres queridos.
-Louisonrisas
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analisword · 2 months
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem Reader)
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Capítulo 13.
Enzo había sido amante de la limpieza y el orden desde que tenía uso de razón, su madre adoraba contar la historia de cómo cuando era pequeño aprendió a apilar todos sus juguetes por tamaño antes de comenzar a hablar, en particular siempre se consideró un fanático de los desinfectantes, cuando tenía 16 años mezcló cloro con ácido muriático para limpiar el baño después de una fiesta, como resultado por poco se desmayó durante el proceso de limpieza. 
Siempre le gustó el aroma a hospital, saber que todo estaba perfectamente esterilizado y cómo hacían lo posible para erradicar todas las bacterias que pudieran dañar a los pacientes, sin embargo, en este preciso momento, el olor a desinfectante y limpio nunca le había causado tanto repudio, el cloro le quemaba las fosas nasales y el sonido de los aparatos lo estaba volviendo loco. 
Llevaba un par de horas sentado a un  lado de la camilla de Alana, la chica estaba estable aunque dopada de medicamentos para aminorar el dolor, también le habían tenido que inyectar un sedante durante el trayecto hacia el hospital, la pobre había tenido un horrible ataque de pánico. 
Enzo no podía creer que apenas fueran las 5 de la tarde, este era definitivamente el día más largo toda de su vida,
5 puntadas en la frente, dos costillas rotas y un ojo bastante inflamado había sido el resultado del ataque de Sebastián. 
Enzo nunca se había considerado una persona muy religiosa, pero no dejaba de agradecerle a Dios o a cualquier fuerza superior que existiera por haberlo impulsado a ir  al departamento de Alana, Sebastián no sólo la había atacado, también la había dejado tirada y encerrada por un tiempo en lo que él buscaba qué hacer, para finalmente tomar la única buena decisión de llamar a una ambulancia. 
Lo último que Enzo supo es que los paramédicos también tuvieron que inyectar a Sebastián, el cual tuvo un colapso nervioso en el departamento mientras subían a Alana a la camilla. 
Enzo se restregó la cara con las manos, se sentía perdido y con miedo, pero sobre todo muchísima rabia.
El doctor lo había intentando animar diciéndole que las costillas de Alana sanarían rápidamente, que por suerte no le habían perforado un pulmón y que a diario llegaban chicas a urgencias en peores condiciones por violencia, Enzo no entendía cómo eso se suponía que lo haría sentir mejor, pero no podía negar que sintió un alivio tremendo en cuanto el doctor le dijo que Alana sería dada de alta pronto, era una chica bastante fuerte.
A pesar de tener una gasa esterilizada en la frente y el ojo tan hinchado como un tomate, Alana lucía bastante tranquila durmiendo, se aferraba de la sabana como si fuera un oso de peluche, la piel de Enzo picaba por recostarse a su lado y abrazarla, pero no se atrevía a hacerlo por miedo a lesionarla aún más, cada que las enfermeras entraban a cambiarle el medicamento o revisarla, él sentía que la respiración se le iba, lucía tan delicada sobre la camilla de hospital. 
Lucía no dejaba de mandarle mensajes, se habían filtrado unas fotos de él subiendo a la ambulancia, él aún no se sentía preparado para hablar al respecto o enfrentar las especulaciones que seguramente estaban invadiendo las redes sociales, quería privacidad, sobre todo para Alana, lo único que pedía era que la chica pudiera tener una recuperación tranquila y sin polémicas. 
Le dejó un suave beso en la coronilla y bajó del hospital hasta llegar a la entrada principal, por suerte la gente que estaba en el lugar se encontraba demasiado inmersa en sus problemas como para acercarse a pedir una fotografía, sacó un cigarro y lo prendió, era el primer cigarro que se fumaba en poco más de un mes, pues hace tiempo había decidido dejar el tabaco, lo había estado haciendo bastante bien, pero la ansiedad lo había estado consumiendo durante el día que no tuvo otra opción más que ceder a la tan adictiva sustancia. 
Terminaba de exhalar la última calada del cigarro y aplastar la colilla con su zapato cuando lo vio. 
—¿Qué mierda hacés aquí?—dijo entredientes, Sebastián se encontraba parado frente a él.
—¿Cómo está?—preguntó el chico y aunque sus ojos azules estaban llenos de preocupación e incluso arrepentimiento, Enzo no logró sentir ni una pizca de simpatía por él. 
Enzo se encargó de decirle a los paramédicos que Sebastián había sido el responsable del incidente de Alana, ellos le habían dicho que después de inyectarle el tranquilizante lo llevarían a la procuraduría, sin embargo, por alguna razón el chico estaba parado ahí, frente a él,  afuera del hospital y a un par de pisos abajo que Alana, Enzo no se dio cuenta cuándo empezó a apretar los puños hasta que sus manos comenzaron a doler. 
—¿En verdad querés saberlo? Recibió 5 puntadas en la frente y tiene dos costillas fracturas por tu puta culpa—sentía su sangre hervir, sabía que no había punto en conversar con el idiota de Sebastián, pero no podía detenerse a si mismo.
—Lo de la frente fue un accidente, algo se le cayó del closet—dijo Sebastián para después tragar saliva, Enzo soltó una risa falsa. 
—Ah, vale, gracias, eso me tranquiliza un montón—dijo sarcásticamente—. No sé qué mierda hacés aquí, pero no quiero verte cerca de Alana nunca más, ¿me oíste?
—Pagué mi fianza, estoy libre y quiero pedirle una disculpa—dijo Sebastián alzando la barbilla. 
Enzo podría desmayarse del coraje, ¿cómo era posible que lo dejaran ir tan fácilmente? Sentía un repudio ante él y ante la ley, pensaba que al estar en un país de primer mundo las cosas resultarían un poco mejor, pero ya se daba cuenta que no. 
—En verdad estoy arrepentido de lo que hice—carraspeó—. Dile a Alana que le dejo el depa, ya buscaré en dónde quedarme—informó, Enzo rodó los ojos al escuchar el cinismo del comentario, no sabía cómo Alana había estado tanto tiempo a lado de ese hombre, se notaba que no la conocía en lo más mínimo.
—Largáte antes de que le llame a seguridad—advirtió elevando la voz, si antes no había llamado la atención de algunos presentes ahora lo estaba haciendo, pero no podía importarle menos, no permitiría que Sebastián estuviera cerca del radar de ella. 
—Quiero verla, tengo derecho. 
—No tenés derecho de una mierda. 
Finalmente se liberó e hizo lo que tanto tiempo había estado esperando, dejó que su puño se estrellara con la mandíbula de Sebastián, el impacto hizo que el chico cayera de espaldas, respiró por un momento pero entonces la imagen de Alana tirada a un lado de la cama con la mirada llena de miedo le invadió la mente, se subió a arcadas sobre Sebastián y comenzó a estrellar puñetazos  por todo su rostro, Sebastián no puso oposición y Enzo dejó de golpearlo hasta que unos brazos lo apartaron de él. 
—La próxima que te vuelvas a acercar a ella no tendrás la misma suerte—escupió, se liberó de los brazos del hombre que lo había sostenido e ingresó al hospital antes de que algún guardia de seguridad se lo impidiera. 
                                                              ˖⁺‧₊˚♡˚₊‧⁺˖ 
—Con cuidado, por favor—dijo Enzo tomándola por los hombros cuando se adentraron al departamento—. Voy a tener que mover los muebles para despejar más el lugar—dijo soltándola para caminar hacia el sillón con la intención de moverlo sabrá Dios  a dónde, pues no quedaba más espacio. 
—Enzo, estoy bien, no me voy a romper por caminar a un lado del sillón—dijo Alana riendo un poco, hace un par de horas la habían dado de alta del hospital, aunque aún se encontrara algo adolorida de la parrilla costal, su cuerpo estaba respondiendo bastante bien a los antiinflamatorios, su ojo también había disminuido significativamente de tamaño, Enzo sólo se le despegaba para ir al baño, y sólo porque ella se lo pedía.
—Bueno, uno nunca sabe—respondió, Alana caminó hacia el sillón y se dejó caer, lo cual provocó que Enzo pusiera cara de horror—. Mi amor, se más cuidadosa, te me vas a fracturar el resto de costillas—dijo él alarmado.
Alana le tomó la mano como respuesta, nunca terminaría de agradecerle por cómo la había estado tratando los últimos días, no sólo la había salvado y le había limpiado las heridas, también la escuchaba cuando necesitaba hablar, le secaba las lágrimas y era un hombro de apoyo, no sólo la estaba ayudando para sanar físicamente, también mentalmente. 
—Lanita—dijo Enzo sentándose de cuclillas sin soltarle la mano—. No sabía cómo decirte, pero aquél día Sebastián fue al hospital—Alana se tensó al escucharlo, buscaba evadir la idea de su ex novio lo más posible, estar dopada en el hospital y la compañía de Enzo era bastante efectivo para hacerlo, así que escuchar su nombre de repente provocó que ella sintiera un tremendo disgusto. 
—¿Entró a la habitación?—preguntó atemorizada, la idea de volver a estar en el mismo lugar que él le ponía los nervios de punta, sintió la bilis subir por su garganta.
—Obvio no, no se lo permití—dijo Enzo—. Dijo un montón de boberías, pero también mencionó que te deja el departamento. 
Alana se quedó en silencio, eso era algo que había esperado antes de terminar con Sebastián, en otras circunstancias eso la hubiera hecho sentir bastante aliviada, pero no le apetecía volver a pisar el suelo de aquél horrible lugar. 
—Te lo digo sólo para que lo sepas, pero no hay manera en la que te dejaré estar sola en lo que te recuperas, ya le avisé a Julio—dijo Enzo acariciando sus dedos, Alana sintió un nudo en la garganta y asintió. 
—No quiero regresar ahí—dijo apretando los ojos, Enzo se sentó a un lado de ella y la abrazó suavemente.
—No tenés por qué, si querés que llame para cancelar la renta o lo que sea sólo tenés que pedirlo—dijo él pasando sus dedos por su cabello.
—La verdad ahorita no quiero pensar qué hacer, sólo sé que quiero estar aquí contigo. 
—Me parece una fantástica idea—dijo él besándole el hombro—. Ahora te tengo que limpiar esa herida de la frente. 
Alana asintió, Enzo le quitó cuidadosamente la gasa que la cubría y le pasó un algodón con alcohol, el chico se había encargado de limpiar cuidadosamente su frente cada que tenía que cambiarle la gasa. 
—¿Puedo ver?—dijo con curiosidad, no se había visto la cara desde aquél día. 
—Ehh, ¿segura?—preguntó Enzo con tono de precaución en su voz, Alana asintió, el chico tomó su celular y abrió la cámara.
Alana se miró el rostro, había una línea de unos 7 centímetros en el lado derecho de su frente, aún tenía los puntos que le habían hecho en el hospital, no se los quitarían hasta dentro de unos días. 
—Bah, luce bastante aburrida, es una lástima que no tenga  forma de rayo o algo así—dijo burlonamente, Enzo soltó un sonido de desaprobación ante la broma, decidió besarlo para calmarlo.
—Hay otra cosa que debo decirte antes de que te enteres por otro medio—dijo Enzo una vez se separaron, Alana lo miró con curiosidad, no quería más sorpresas. 
Enzo volvió a desbloquear el celular y abrió Twitter.
Alana tomó el celular, la red social estaba totalmente colapsada con vídeos e imágenes de Enzo golpeando a Sebastián afuera del hospital. 
—Lana, no soy esa clase de persona, odio la violencia, pero no podía estar un segundo más viéndole la cara, la idea de él haciéndote daño me enferma—explicó mientras Alana deslizaba el dedo por la pantalla, la gente no había tardado mucho en darse cuenta que la persona que Enzo golpeaba era el editor y novio de la escritora Alana Lomelí.
Bueno, ahora ex novio. 
Alana le devolvió el celular. 
—No tenías que hacer eso, de seguro te vas a meter en un montón de problemas—dijo Alana preocupada, no le enojaba para nada que Enzo hubiera golpeado a Sebastián, el chico se lo merecía, pero eso no significaba que quería que la carrera de Enzo se viera en aprietos.
—Me importa un carajo—dijo él elevando los hombros. 
—¿La gente sabe la historia completa?—preguntó ella, no había abierto redes sociales desde entonces. 
—Hay rumores—respondió—. Muchos no están lejos de la verdad. 
—Dios, mis padres seguramente estan preocupadísimos—dijo ella echando la cabeza para atŕas. 
Alana decidió que mañana les hablaría cuando estuviera más tranquila, tenía tanto que explicar. 
Decidieron ir a la cama temprano, Enzo la ayudó a vestirse y cambiar las vendas de sus costillas, siendo totalmente cuidadoso al respecto. 
—Sabes que puedes estar aquí el tiempo que te apetezca, ¿verdad? Mi casa es tu casa—dijo él acariciando su mejilla, Alana giró la cabeza un poco para depositar un beso en su palma.
—No me digas eso, tu cama es muy cómoda—dijo Alana felizmente—. Y tú también, así que no pienso irme pronto—dijo rodeándolo con sus brazos, Enzo rió y hundió su cara en su cuello. 
—Quedáte aquí siempre.
Alana pensó que la idea no sonaba para nada mal. 
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black-beauty-poetry · 7 months
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Aún sonríes, aun cuando tu mundo se está derrumbando.
Y tus actitudes son dignas de admirar. No cualquiera es fuerte cuando los edificios a su alrededor están temblando, cayendo a pedazos e incendiándose hasta las cenizas.
Nadie te advierte sobre la caída cuando alguien tan fuerte como tú está debajo del desplome; es irritante que todo el mundo espere que te recuperes, porque saben que no eres de las que se dejan fácilmente aplastar.
Es irritante ver que cierren los ojos cada que intentas reparar lo que en ti se rompió, apagar lo que te está quemando, pero los abran cuando cometes un error.
Ya quiero ver la parte en que te pones de pie encima de los escombros, con una sonrisa de victoria, porque venciste la guerra y recuperaste tu propia paz.
Ya quiero aplaudir tus triunfos, a pesar de que ahora que sigues atrapada en esa tormenta violenta me enorgullece saber que, aun con todas las esperanzas abatidas, sigues buscando la puerta de una salida.
Confío en tu potencial, confío en que algún día las estrellas de tu alma volverán a brillar.
Porque aunque todavía sonrías y los demás piensen que eres feliz, sé que detrás de esa máscara la tristeza ha extendido sus grietas.
-Dark prince
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latinotiktok · 3 months
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Obsessed viendo que empanan con las manos? pueden hacerlo con tenedor grande o y algo para aplastar como no se, yo uso pisa papas o ese martillo de madera… una mano para pasar por huevo y otra para empanar no toco pan rallado en años
No habemus un martillo de madera en casa, y de cualquier forma yo aprendí así, me criaron así, las hago así y por eso sufro, soy un macho argentino cavernícola
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welele · 1 year
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unicornio12am · 5 months
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"No puedo seguir ignorando al elefante en la habitación, cada día se hace más y más grande, ya casi no hay espacio para mi, siento que me va aplastar, y ya no sé que más puedo hacer, me hice fuerte físicamente, pero me sigues quebrando mentalmente día tras día, y estoy empezando a colapsar." 🕷
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chicacielogris · 2 months
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Mi problema con el feminismo
Cada año me engaño a mi misma con ir a la marcha del 8M, cada año encuentro un nuevo pretexto para evitarlo. Luego, en casa, veo a escondidas los videos, las fotos y las pancartas y lloro un poco por eso.
Después de mucho estudio e introspección me di cuenta que tengo un problema con el feminismo.
Por muchos años, realmente muchos, fui esa niña y adolescente que creció con la idea de que 'la peor enemiga de una mujer es otra mujer' rechazando y denigrando a aquellas por su cuerpo o inteligencia. Alimentando la idea de que la vida es una competencia en la que tienes que destacar por tu belleza, inteligencia y sumisión para ganar respeto, aún si ello implica aplastar otras mujeres en el proceso.
Que provocar la envidia de otras te hace superior y tener toda la atención de los hombres es lo único que importa para destacar.
Toda esa mierda machista la escuché por años, no de primos o tíos, no de profesores, no de amigos, no de novios... toda esa mierda la he escuchado de mujeres, mi familia.
Desde que tengo memoria siempre he crecido rodeada de mujeres, solo mujeres, abuela, madre, primas, tías, etc. que siempre me hicieron sentir menos por ser niña. 'Tienes que ser perfecta por que eres la hermana mayor, tienes que ser un ejemplo a seguir, te van a envidiar por que eres más inteligente, tienes que guardar silencio para no molestarlos a ellos...'
Blah blah blah... ¿cómo se supone que sienta apoyo y sororidad si cada hombre abusivo qué he visto pasar por esta familia siempre es recibido como si nada? siempre justificado.
Todas las quejas clichés sobre las locas que pintan paredes siempre las he escuchado de aquellas que dicen que te tienes que vestir o comportar de cierta forma porque eres una señorita...
Desde hace un tiempo me aleje de amigas y compañeras, porque me da miedo ser juzgada, me da miedo lastimar a alguien o hacerla sentir mal. Me incomoda y me confunde cuando me encuentro con una chica que es amable y cariñosa conmigo porque me enseñaron que eso siempre viene con una mala intención.
Me pasado tan malos ratos con otras mujeres que me volví insegura de formar relaciones por miedo a salir lastimada o ser utilizada...
He pasado años intentando demostrarles que soy valiosa porque puedo hacer lo mismo que ellos, puedo correr rápido y pegar fuerte como los niños, puedo arreglar cosas de la casa, matar insectos, solucionar problemas, administrar dinero, cuidarlas y protegerlas o tener liderazgo como lo haría un papá o un abuelo,
Cada año, lo que me impide ir a esa marcha es que me he dado cuenta que toda esa ideología errónea y dañina no existe en todos lados, creo que jamás he estado en un lugar así, tan lleno de apoyo y cariño y fortaleza. Una verdadera red de apoyo.
Me conmueve pensar que por ahí en el mundo hay una mujer que quemaría todo si algo me pasará, porque yo sé que en casa, ninguna mujer movería un plato por rescatarme.
Mi problema con el feminismo es que me abrió los ojos a una lucha que he tenido toda la vida, me hizo darme cuenta que yo por mi madre y mi hermana quemaría todo, me hizo sentir que no necesito ser un hombre o actuar como hombre o demostrar nada para sobresalir y enseñar mi valor.
Sé que mi camino es largo y mucho de eso lo pasaré sola, pero espero algun día tener la fuerza para enfrentarlo y encontrar esa red de apoyo femenina 💜
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coolpizzazonkplaid · 1 month
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La heredera del Infierno
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Aviso: Para las runas tuve que investigar el alfabeto nórdico y tuvo una serie de cambios con el pasar del tiempo. El alfabeto tuvo dos variantes escandinavos y uno anglosajón, voy a usar los tres a su debido tiempo. Para evitar caer en errores de la wikipedia busqué en otras tres páginas para corroborar si los símbolos y significados eran similares. Todos son así. Dejo el link de cada página de los tres alfabetos: futhark antiguo, futhark anglosajón y futhark joven.
El origen del tatuaje esquelético.
–¿Qué queres que te consiga de Japón?
–¿Tienen esas figuras de Jojo que brillan o alguna figura de Jujutsu Kaisen? –Adelina preparaba unas milanesas, mientras hablaba con su amiga, Daniela.
–Encontré un montón de figuras de anime en un local cerca del hotel en el que estoy. –Daniela comió lo que tenía en la mesa–. Aparte cerca del centro hay un negocio de las revistas de Japón.
–Uh, me gustaría si podés traer la revista que tiene Shuumatsu no Valkyrie. –Adelina siguió aplastando la carne cubierta de pan rallado–. Me encantaría estar con vos visitando Japón.
–Es muy lindo y el baño es una locura. –Daniela sonrió y tomó un tiempo para beber el sake–. No te recomendaría venir conmigo. Hoy casi me atacan porque hablé de lo que ocurría entre unos japoneses con los mares argentinos pescando ilegalmente.
–Que cagada.
–No importa huyeron como bebes después de la paliza que le di a uno. Fue divertido.
Adelina soltó una pequeña risa y siguió cocinando. Después de terminar de aplastar a la milanesa agarró otra y procedió a hacer la misma tarea. Aplastar la carne con el pan rallado, sumergirlo en huevo y volver a aplastar.
–¿Qué estas comiendo, Daniela?
–Yakiniku, es como carne a la parrilla, –mientras hablaba se llevó otro bocado a la boca–. Lo vale es delicioso.
–Pero extrañas mis milanesas.
–Dios sí, tengo ganas de eso con papas fritas o unas empanadas de carne. –La cara de Daniela se volvió soñadora y anhelante.
–¿Cuándo volves?
–Según Mariano va a venir en tres días.
–Dentro de dos días me voy de viaje, Daniela. –La mirada de su amiga se tornó curiosa–. Tengo que ir a China a buscar un monasterio en las montañas. Una persona anónima mandó a su amigo para que me diera la propuesta. Sinceramente creo que el lugar puede ser algo peligroso.
–¿Qué lugar es?
–El Abismo. Es una zona montañosa en la que han desaparecido algunos aviones y personas. –Adelina siguió aplastando la milanesa–. Ofreció una buena cantidad de dinero para hacer el trabajo.
–Parece de miedo ¿Segura que querés aceptarlo?
–Un lado de mí dice que no, pero el otro quiere ese dinero para comprar una edición limitada. –Terminó de preparar la milanesa y se sacó el pan de las manos–. ¿Podrías hacerme un favor?
–Depende de lo que me pidas.
–¿Podes buscar libros que tengan que ver con el Abismo? Me refiero desde hace cuánto tiempo se remonta que ese lugar es así de oscuro. –Agarró el plato repleto de carne y lo llevó a la cocina–. Busqué en las bibliotecas y por el Internet y no hay mucho que decir. Quizás allá haya un poco más de expansión.
–Esta bien. Voy a ver que puedo encontrar. No creo que en Japón haya algo del Abismo, pero puedo averiguar.
–Gracias Dan-Dan, sos la mejor.
–No hay de que Ade, soy tu amiga.
Se despidieron y cortaron la llamada. Mientras esperaba a que el aceite guardó las demas milanesas en el freezer. Pasaron unos minutos y el sonido del aceite burbujeante se escuchaba en el departamento, combinado con el olor a carne cocinándose.
Adelina tomó su celular y puso música. Flor de Loto de Héroes del Silencio se unió con el burbujeo del aceite. La canción iba tomando su cuerpo y bailaba a los compas de la melodía. En un momento tuvo que volver a la realidad y centrarse en la cocina para dar vueltas las milanesas. Pasó un rato hasta que pudo sacarla de la olla y terminó de preparar la cena.
Después de comer siguió su trabajo de investigación de las ruinas con las fotos que tenía a mano. Las estatuas budistas parecían tener unas letras que no se veían bien debido a lo borroso que era la imagen. El camino de madera que llevaban hacia el Abismo mostraban algunas estatuas que portaban banderas deshilachadas por el tiempo.
Grabó en su celular las impresiones que tuvo de las imágenes y anotó las posibles teorías de cómo el monasterio se pudo haber construido. Volvió a buscar en los libros y la Internet sobre el Abismo y no pudo encontrar muchas respuestas sobre ese lugar tan terrible.
En un momento, la cabeza de Adelina explotó y quiso despejar de su mente. Se dirigió a su habitación, sacó sus herramientas de dibujo y las ordenó sobre la mesa de la cocina. Había diversos bocetos de personas y poses no bien proporcionadas. Adelina tenía una que comenzó a dibujar hace tiempo y era la mujer del féretro. Igual que en los sueños de la joven, la corona de púas, el tatuaje esquelético del lado derecho, el vestido negro, todo.
El dibujo mostraba a la mujer con las manos debajo de los ojos como si los estuviera rasguñando y de ellos salían sangre. La corona de púas sobre su cabeza dejaba colgando las joyas situadas en la parte trasera de la cabeza unido a su cabello negro. Sus ojos eran del color de la noche. El vestido que la caracterizaba se veía solo una parte. De fondo había una interpretación de los árboles de hierro y con estos la silueta del palacio.
Adelina perfeccionaba constantemente el dibujo para que quede vívido, pero le era imposible reflejar algo que permanecía en sus sueños y cambiaba constantemente. A veces, se apartaba del dibujo y terminaba los que le faltaban así poder venderlos de una mejor forma. Mezclaba los colores para llegar al indicado y con el pincel pintaba el cuadro con sumo cuidado.
Llegó un momento en el que Adelina necesitaba salir y respirar aire fresco. El tiempo que le había dado a buscar respuestas a sus sueños y la investigación la estaban agobiando. Salió del edificio, con el cabello en una cola de caballo, jeans y una musculosa que exponía sus hombros con algunas pecas.
El vagabundo ciego estaba cerca de la entrada del edificio con una mirada fija en la puerta y sus ojos blancuzcos se toparon con los de ella. Adelina sintió que esos ojos no solamente analizaban su aspecto, sino también su interior.
Desvió la mirada del hombre y deambuló por el barrio de Bajo Flores. Autos llendo de un lado al otro, gente comprando comida en los supermercados o almacenes mas cercanos y otros esperando los transportes para ir a sus trabajos. Buscó la parada de un colectivo que la llevaría a la Avenida Corrientes y esperó a que llegara.
Se subió al colectivo y observó por la ventana el paisaje pasando de largo. Un viaje largo que le permitió relajarse. Pasado minutos bajó en la avenida, repleta de transeúntes y ella se mezcló. Recorrió las librerías y algunas tiendas de comics hasta pasar el Obelisco y ver los teatros. Una caminata larga que le dio paz. Una vez relajada volvió a Bajo Flores.
El vagabundo no estaba a la vista y alegró a la joven. Entró al edificio y siguió con su trabajo.
Era la noche previa al viaje hacia China y la muchacha guardó en una mochila aprueba de agua sus herramientas. Anotadores, biromes, grabadora, cámara, linternas, bengalas, primeros auxilios, cartuchos de pistolas y rifle de asalto, cuchillos y navajas. Muchas veces la chica se topó con problemas que requerían usar la violencia, al igual que Daniela, y por eso se compraban armas mutuamente para defenderse.
El celular de Adelina comenzó a vibrar, el nombre de su amiga se hizo presente en la pantalla y contestó la llamada. El rostro triangular con ojos cafés le sonrió ampliamente.
–Hola Ade, –se sacó un mechón de rulos pelirrojo de su vista–. Estuve buscando eso del Abismo que me pediste y recién ahora te puedo contactar.
–Esta bien Dani. Estaba preparando las cosas para irme temprano. Mariano me va a buscar como a las seis.
–Bueno, cuando vuelvas del viaje te esperaré con comida y algunas cosas que te conseguí en Japón.
Adelina no pudo evitar una sonrisa por lo que dijo Daniela. Pasaron muchas juntas y se cuidaron mutuamente en los peores momentos. Se cuidaban la espalda y compartían muchas de sus preocupaciones la una a la otra.
–Volviendo al tema. En algunas bibliotecas que pude recorrer por la ciudad descubrí algunas cosas sobre esa zona. –Daniela comenzó a hojear los libros que pudo llevarse y miró su cuaderno–. Habla que las desapariciones en ese lugar se remontan hace siglos. Comerciantes perdidos, soldados, campesinos, nunca más volvieron a saberse de ellos. Algunos sospechaban que era una entrada al infierno y que el frío era una parte hasta poder llegar al calor del reino.
“Cito lo que dice este libro: 'El Abismo también supuestamente en tiempos previos nombrado como Arctika fue el sitio donde muchos de los que iban no volvían jamás. Se sospecha que posiblemente hubo un pueblo o un clan y tras un derrumbe las almas de los habitantes no quieren que nadie se acerque o salga de esa zona montañosa. No se pudo encontrar demasiado de esa teórica población debido a la cantidad de desaparecidos'."
Adelina se quedó petrificada ante el nombre previo del Abismo. El mismo nombre que la mujer del féretro le dijo sobre unas respuestas.
–¿Arctika? –el tono era sumamente confuso, pero quiso mantener la compostura para evitar la preocupación de su amiga–. Ese sitio me suena conocido. Lo escuché creo que en algún momento, pero no recuerdo dónde.
–¿En los libros que estuviste hojeando?
–No. –Adelina no pudo contener mucho más–. ¿Me creerías que soñé que alguien diciéndome que el nombre antiguo del Abismo? Me dijo que ahí encontraría respuestas y también sobre un dios del fuego.
–Creí que esos sueños se habían ido, Adelina. –Daniela la miró con preocupación–. Deberías hablarlo con alguien sobre esas pesadillas. ¿Qué soñaste?
–Lo mismo de siempre. El féretro, el bosque y el dolor.
–No se si es mucha coincidencia o algo que tu cerebro rememoró y vos te olvidaste hasta ahora.
–Es lo segundo. Algo que me olvidé y mi subconsciente me lo recordó. –El tono de Adelina camuflaba su duda.
–Para mí también debe ser eso. Deberías dejar de soñar –la sonrisa contagiosa de Daniela hizo que Adelina la imitara.
–Lo sé, pero es parte de mi encanto.
–Bueno. Te voy a mandar las fotos de las hojas así miras tranquila. Tengo que prepararme para un reportaje. Suerte
–Suerte a vos también.
La llamada cortó y las fotos de las hojas llegaron inmediatamente. Adelina tomó notas sobre lo que describían de Arctika y guardó todo en su mochila.
El crepúsculo comenzó a llegar y Adelina salió de su hogar para esperar a Mariano. Despertó temprano y sin pesadillas, lo que le permitió tener un cierto optimismo sobre su día y los que venían. Pérdida en los pensamientos no se dio cuenta de que la camioneta de Mariano estaba a una cuadra de su edificio.
La camioneta roja, repleta de pegatinas de personajes de anime y caricaturas viejas se detuvo frente a la joven. El rostro cuadrado de un chico de cabello largo y rubio se puso a la vista de Adelina, sonrió al ver a su amiga con todas sus pertenencias.
–Buenos días, encantadora dama, –abrió la puerta del vehículo–. ¿Quisiera usted acompañarme en este viaje tan tacaño?
–Hola Mariano ¿Cómo andas?
–Bastante bien, dentro de poco voy a poder volver a estar en los brazos de mi encantadora novia –una mirada soñadora se adornó en su cara–. Pero antes debo ser de taxi a tu amiga.
–¿Tenes novia? –la confusión y la broma se notaba en el tono de la muchacha.
–Es como si estuviéramos conectados por nuestras pasiones –el tono romántico en la voz de Mariano se hizo presente–. Linda, aventurera, peligrosa y, y…
–¿Estás pensando y acelerando todo devuelta? ¿verdad?
–Obviamente sí –una sonrisa adornó su rostro.
Adelina tuvo que tragarse las cosas que le hubiera dicho, ya que siempre tuvo esa forma de enamorado apresurado. Nunca pudo hacerlo entrar en razón sobre eso y era algo que tenía que hacer solo. La joven contempló el paisaje que pasaba ante sus ojos. Edificios, autopistas y sin darse cuenta llegaron a un hangar repleto de aviones.
 –Si te dejo rápidamente voy a poder llegar a tiempo a buscar a Daniela. Espero que no se me duerma el trasero durante el viaje.
–Es un viaje de muchas horas, obvio que se te va a dormir el trasero.
–Cruel, pero verdadera.
Mariano salió de la camioneta y ayudó a cargar el equipo que Adelina llevaba hacia la avioneta. Ambos se pusieron el equipo para el viaje, junto con el casco de piloto y paracaídas.
Después de los preparativos, el muchacho encendió la avioneta. El estruendoso ruido del motor deshizo el silencio, mientras la joven cargaba las últimas cosas antes de emprender vuelo hacia China. Una vez ya todo equipado, Mariano condujo la avioneta fuera del hangar llevándola a la pista.
Adelina subió a la avioneta y tras haber cerrado la puerta, el transporte avanzó por la pista hasta surcar los cielos. El hangar se volvió pequeño y de a poco la ciudad iba alejándose hasta convertirse en un punto diminuto que desapareció de la vista de Adelina y Mariano.
–Dime ¿qué es lo interesante en el Abismo? –dijo el chico mientras pilotaba.
–Sacar algo productivo de un monasterio en ruinas junto con ver que hay más allá de un pasaje.
–Todos los pilotos saben que el Abismo es peligroso. –El tono de Mariano se volvió serio–. Porque soy un cagón de mierda y quiero conservar mi avioneta te voy a dejar cerca, pero vas a tener que prepararte para escalar.
–No tengo problema con eso. Lo entiendo perfectamente.
Durante las horas siguientes, el viaje continuó con charlas y a veces el silencio se hizo presente. El cansancio invadió a Adelina y sus párpados le pesaron hasta que por fin cayeron. El sueño ni siquiera duró mucho a ojos de la joven ya que Mariano comenzó a gritar:
–¡DESPIERTA BELLA DURMIENTE! Tu parada está cerca.
–¿Cuánto tiempo me dormí?
–Unas horitas. Una y media quizás. No lo sé. –Mariano comenzó a sonreír–. Te diría que te pongas el cinturón, pero no tengo porque se rompieron hace unos días.
–¿¡POR QUÉ NO AVISASTE ANTES!? –El pánico comenzó a invadir a la chica y quiso aferrarse a cualquier cosa.
La risa cínica de su colega se combinó con los gritos de su acompañante cuando la avioneta cayó en picada. El paisaje repleto de nubes desapareció hasta volverse montañoso y cubierto de nieve. Mariano buscó un sitio medianamente bueno para aterrizar y después un aterrizaje forzoso a ojos de Adelina, en el cual casi sintió que su alma se le escapaba de su cuerpo. Las risas descontroladas de Mariano fue lo único que se escuchó en el silencio de la montaña y Adelina lo miró de una forma asesina.
–Esto fue muy divertido… ¡Jajaja! –No pudo contener sus pequeñas risas y Mariano volvió a destornillarse a carcajadas.
–Morite, pajero de mierda. –El shock de la chica fue tan fuerte que le costaba hacer que su cuerpo pudiera moverse–. Inútil. Pelotudo. Aborto de la naturaleza.
–Yo también te considero buena amiga.
Adelina recobró el movimiento y rápidamente se preparó para marcharse de la estupidez de Mariano. El equipo de vuelo fue reemplazado por el de alpinismo. Campera de polar, pulóveres de lana, remeras manga larga gruesas. Junto con todo su equipo de arqueología y armas.
Se alejó de la avioneta de su amigo y este cerró las puertas del transporte. De la ventana apenas abierta de la cabina, el chico habló a los gritos:
–¡Buenas suerte, amiga! Cuando salgas viva de ahí te paso a buscar. Saliste de peores situaciones, esto va a ser re fácil para vos.
La avioneta pasó por encima de Adelina y esta extendió la mano para saludar a su amigo que se desapareció entre los cielos. La muchacha contempló con sus ojos las montañas heladas, mientras se ataba el cabello negro en una cola de caballo. Con el mapa de la zona que tuvo a mano, avanzó a trompicones sobre la nieve hasta llegar a la parte rocosa de una de las tantas montañas.
Se ajustó el equipo de alpinismo, repleto de sogas, anclajes y arneses. Comenzó a escalar por la montaña hacia el lado noroeste de donde Mariano la había dejado. Fue un trabajo arduo, ya que el frío le golpeaba las mejillas. Cualquier movimiento en falso podía hacerla caer y despedirse de esa cantidad hermosa de dinero y no había nadie a kilómetros a la redonda que la pudieran ayudar con alguna herida infectada o pasar la noche.
Adelina logró rodear la montaña hasta posicionarse en el noroeste y al ver que tuvo otra forma rocosa para seguir su camino hacia el monasterio en ruinas saltó hacia la otra montaña y continuó su avance. Poco a poco, cuando la joven daba un vistazo, las cúpulas del monasterio aparecieron en la vista de la muchacha y la intriga comenzaron a carcomerla por dentro. Las ganas de descubrir los secretos de esas ruinas comenzaron a carcomerla por dentro.
Siguió a paso lento y precavido su escalada, pero a veces se equivocada en dónde apoyaba el pie o mano ya que las piedras traicioneras hacían que se resbalara para tener una muerte segura. Gracias a las sogas y los arneses pudo mantenerse a salvo de las caídas fatales. Pasó un tiempo más hasta que estuvo a espaldas de las ruinas y Adelina bajó con sumo cuidado hasta que sus pies tocaron la nieve.
El alivio y la tranquilidad absorbieron a la joven y pudo soltar un suspiro. Una sonrisa adornó su rostro, mientras desarmaba todo su equipo de escalada y avanzaba lentamente hacia el monasterio en ruinas. Contempló con sus propios ojos el antiguo templo. Banderas deshilachadas por el tiempo, una infraestructura que se mantuvo vigente al igual que las estatuas que resistieron los cambios.
Adelina inició sus grabaciones para preservar sus impresiones.Habló hacia la grabadora sobre sus sospechas de cuándo fue construido el lugar, de las viejas inscripciones en las paredes y hace cuánto tiemmpo está deshabitado previo a la huida de los trabajadores. Sacó fotos a cada detalle que se hayan pasado por alto y lo que ella pudo considerar importante, pero algo extraño se visibilizó en una de las estatuas centrales al fondo del monasterio. Algo fuera de lugar. La muchacha se acercó para mirar la incoherencia.
Runas. Runas nórdicas en China. Adelina movió la estatua con todas sus fuerzas para poder leer mejor la inscripción de la pared. Las letras eran borrosas y al parecer habían perdido una parte del mensaje que querían descifrar. Adelina puso la grabadora cerca de sus labios y habló:
“Esto es imposible… Hay runas nórdicas en la pared detrás de una de las estatuas. Son runas futhark, el antiguo alfabeto vikingo, la primera variante de los tres. Dicen lo siguiente:
ᛟᚾ ᛏᚺᛖ ᛒᛟᚱᛞᛖᚱᛊ ᛟᚠ ᚨᚱcᛏᛁᚲᚨ ᛏᚺᛖᚱᛖ ᛁᛊ ᛏᚺᛖ ᛈᚨᛏᚺ ᚠᛟᚱ ᛏᚺᛖ... ᛚᛟᛊᛏ ᛟᚾᛖ, ᚹᚺᛟ ᛗᚢᛊᛏ ᚠᛁᚾᛞ ᚨᚾᛞ ᛈᚨᛊᛊ ᛏᚺᛖ ᛏᛖᛊᛏᛊ ᛏᛟ cᛟᚾᛏᛖᛗᛈᛚᚨᛏᛖ ᛏᚺᛖ ᛏᚺᚱᛟᚾᛖ... ᛏᚺᛖ ᚲᚾᛁᚠᛖ ᚹᛁᛚᛚ ᛊᚺᛟᚹ... ᛗᚨᚱᚲᛊ...
On the borders of Arctika there is the path for the... lost one, who must find and pass the tests to contemplate the throne... the knife will show... marks...
En las fronteras de Arctika se haya el camino para el... perdido, quien deberá encontrar y pasar las pruebas para contemplar el trono... el cuchillo mostrará... marcas...
Antiguamente según algunos libros, el Abismo, posiblemente se lo conocía como Arctika y muchas personas desaparecían por aquí. Creían que era una entrada al Infierno. Otros sospechan que hubo un pueblo y tras un derrumbe, los espíritus no quieren que alguien entre o salga.”
Después, tomó la cámara y el destello del flash apareció tan rápido como se fue. Siguió estudiando un poco más el monasterio abandonado y al ver que no hubo nada más que mirar se encaminó hacia el pasaje.
Del lado izquierdo la roca montañosa había huecos con lo que antiguamente eran faroles y restos de ofrendas. Cada pocos metros había banderas deshilachadas por el pasar del tiempo que eran sostenidas por viejas estatuas. La madera que se encontraba en el suelo rocoso era vieja y destartalada y su recorrido se perdía en lo más profundo de las montañas.
Adelina armándose de valor, caminó por el pasaje a paso lento y examinando lo que sus ojos pudieron ver. Se sumergió a paso lento por las montañas. Poco a poco las cúpulas del monasterio se desvanecieron entre el viento y la nieve, mientras el camino se volvía más difícil debido a la delicadeza de la madera vieja. Un paso en falso y podría torcerse el pie en el medio de la nada.
En un momento, Adelina llegó a un puente de madera casi destrozado y avanzó sobre él pisando con sumo cuidado la madera que crujía. Repentinamente, dio un paso en falso y su pie izquierdo rompió una de las vigas haciéndole un agujero. La muchacha intentó con suma delicadeza sacar la extremidad y seguir adelante, pero de repente escuchó algo. Un zumbido y soga rompiéndose.
En el extremo del punto por donde vino, la soga que sostenía el puente se cortó. Luego la otra cuerda del poste se partió y el puente comenzó a derrumbarse. Adelina gritó, su pie seguía atascado en la madera y si no hacía algo rápido sería una más de las víctimas de Arctika.
Con sus manos sostuvo una de las cuerdas del puente caído, mientras que con fuerza intentaba enderezarse sobre la roca de las montañas que chocó el puente. Tras lograr el cometido, empezó a forcejar con la madera hasta romperla y se perdiera en la niebla. Escaló usando la cuerda hasta llegar a la cima. Cuando llegó a la cornisa, sus manos ayudaron a que pudiera estar en el suelo de piedra y la joven se recostó mirando el cielo nublado.
Una risa se hizo presente de forma inconsciente y la muchacha se puso de pie. Vio el otro extremo por donde había llegado y le pareció ver que alguien de azul desaparecía instantáneamente. Por precaución sacó su rifle de asalto y lo cargó, al igual con sus pistolas. No sabía con qué iba a toparse más a adelante, pero era mejor estar lista para la pelea. Tras eso, contempló lo que tuvo a su vista.
Un cementerio de aviones. Partes de avionetas desperdigadas a aquí y allá. Esqueletos que antiguamente fueron personas y sucumbieron al frío de las montañas. Adelina pudo observar algunas partes de carruajes de tiempos olvidados ocultos tras las partes de aviones. Un paisaje desolador por el que la muchacha tuvo que caminar hasta que pudo ver unas antorchas encendidas.
Un pasadizo dentro de la montaña que estaba iluminado con fuego. Las paredes en vez de ser puntiagudas estaban bien arregladas. Repletas de arcos con columnas que seguían hasta perderse de la visión de la joven. En la entrada había una runa nórdica proveniente del alfabeto antiguo, la runa Isa. Adelina comenzó a hablar:
Tumblr media
Adelina tomó fotografías y grabaciones sobre la runa, y se adentró por la cueva. Con cada paso, la decoración meticulosa se fue desvaneciendo para tener a sus ojos las rocas puntiagudas. Las antorchas dejaron de aparecer y la muchacha sacó de la mochila una linterna y la encendió. Pasado el tiempo, la cueva se bifurcaba en dos caminos y Adelina decidió ir por el lado izquierdo. Caminó por varios minutos guiada por la luz del pequeño objeto.
Al avanzar sintió frío y comenzó a notar que la piedra del sitio estaba cubierta por nieve. Era imposible. No podía estar andando en círculos, pero tampoco estaban las antorchas y sus sofisticados arcos. Siguió caminando hasta ver la salida, todavía se encontraba en las montañas. Entonces ¿Dónde se hallaba?
Llegó al final del pasadizo y solo se encontraba el vacío. Montañas y nieve, pero a miles de kilómetros pareció que algo se sacudía. De la mochila sacó unos binoculares y los acercó a sus ojos. Un templo se alzaba en medio de las montañas. Lo que se movía eran las banderas azules alrededor de este. Por lo que los ojos de la joven analizaron, el templo parecía en buen estado. No como se teorizaba en los libros, prácticamente hecho mierda por la supuesta avalancha. Tampoco se vieron hordas de demonios que vigilaran la “entrada” al infierno.
Adelina no se percató de unos pasos detrás suyo, ya que estaba sacando fotos y cuando iba a iniciar su grabación… Un brazo se interpuso en su vista. Rápidamente, la agarró por el cuello y comenzó a asfixiarla. La muchacha intentó rasguñar el brazo de su atacante, pero estaba cubierto por guantes para resistir los golpes. El aire comenzó a faltarle y la desesperación la invadió. Sacó el cuchillo de su bolsillo y le rasguñó la pierna. Por último, con una piedra le dio una golpiza al desconocido y corrió por donde vino.
Tomó las cosas que se le habían caído y dio inicio a su carrera hasta encontrarse en las bifurcaciones. Sacó su rifle y apuntó hacia el camino izquierdo esperando a que su atacante apareciera otra vez. Se fue alejando lentamente con la respiración agitada hasta que chocó con algo o mas bien alguien contra su espalda. Un encapuchado vestido de negro y azul con una espada en la espalda. Solo sus ojos se pudieron ver, ya que tanto su cabello como el resto de su cuerpo estaba camuflado.
La chica no perdió tiempo y apretó el gatillo del arma. El ruido de los disparos se escuchó por la cueva y el ninja desapareció. Encendió la linterna del rifle y buscó desesperadamente al hombre, pero fue en vano. De repente sintió que algo invisible le jaló el rifle y la muchacha hizo fuerza ante el tirón repentino. Esa acción la hizo caerse de espaldas y vio a otro atacante diferente que se abalanzó sobre ella. Un muchacho que parecía de la edad de la joven. El cabello del color de la ceniza y una parte de su rostro cubierta por una máscara de color negro grisáceo como su vestimenta.
Comenzaron a forcejear. El chico quiso agarrar su cuello, pero antes de que tuviera la posibilidad de hacerlo, Adelina le mordió los dedos con fuerza suficiente para hacerlo sangrar y con una roca a mano volvió a pegarle. Extendió la mano hasta tocar el arma de fuego, la agarró y una vez más desapareció, pero una bomba de humo estalló haciendo que la chica tosiera.
–¡SALI HIJO DE PUTA! –La furia de Adelina se acrecentó– ¡SALI Y MOSTRA LA CARA! ¡CAGÓN DE MIERDA!
Se hizo un silencio después de los gritos de la chica. Un karambit pasó cerca de su rostro haciéndole un corte en la mejilla y disparó en la dirección en la que vino el cuchillo. Las balas se acabaron y al tener que recargar, el chico apareció devuelta y atacó otra vez. El puño casi se estrella en el rostro de Adelina, pero lo esquivó y aprovechó para darle un golpe con la culata del arma en el rostro. Eso no lo detuvo y le propinó una patada a la joven.
Volvió arremeter contra ella con el karambit en la mano y le cortó parte del abrigo y ella le dio un codazo para alejarlo. Aprovechó y sacó la pistola para disparar, pero el ninja tiró otra bomba de humo. Esta vez le agarró la cola de caballo y estampó la cabeza de Adelina contra la piedra, haciendo que la mente le diera vueltas y sintió el líquido carmesí recorriendo su rostro. Con mucho forcejeo logró tocarle la pierna herida para alejar a su contrincante. Cuando eso ocurrió, la muchacha retrocedió y el chico se perdió en el humo. Le fue imposible ver por donde caminaba y siguió retrocediendo hasta poder encontrar la pared, pero en vez de eso cayó.
La chica gritó y antes de que pudiera darse cuenta el suelo de piedra la recibió con disgusto. Se ocultó cuando escuchó pasos cerca de su posición y contuvo la respiración. La voz del chico se alzó y le habló a su subordinado:
–¿Dónde está? –Adelina escuchó a su corazón en sus oídos–. No pudo haber desaparecido.
–Seguramente debió encontrar la salida con todo el humo.
–Vamos a ir hacia la frontera de Arctika para encontrarla. No debe contar sobre la existencia del Lin Kuei.
–Sí, Smoke.
¿Lin Kuei? ¿Son terroristas o una guerrilla? Por lo poco que vio, sus vestimentas eran tradicionales e improvisadas. Sus armas no eran del todo modernas. Quizás eran el pueblo que cayó en ese supuesto derrumbe. Después la joven investigaría. Era momento de marcharse cuanto antes de ese sitio.
El lugar en el que cayó era un túnel y Adelina tuvo la esperanza de que quizás condujera a la salida de la montaña. Se sacó la campera porque comenzaba a dejar rastro de plumas y la ocultó. Tomó la mochila y revisó que todas las cosas estuvieran en su sitio, caminó hacia lo desconocido.
En la caminata extrañó la falta de su abrigo ya que tenía muchos escalofríos y lo peor fue que este sitio le resultaba confortante. En un momento encontró dos columnas con estatuas de mujeres cadavéricas. Ambas parecían tener posturas rectas, las manos juntas y sus miradas eran indescifrables. Arriba había una inscripción en runas nórdicas. Adelina empezó a tomar fotografías y grabó las inscripciones:
“Durante mi ingreso a la montaña encontré unas inscripciones en runas nórdicas sobre superar unas pruebas y poder ver un trono. Además, mencionaban algo sobre un cuchillo y creo que en estas escrituras pueden ser de ayuda, ya que están en mejor conservadas. Dicen lo siguiente:
‘ᚷᚨᚾᚷᛚᚨᛏᛖ ᚨᚾᛞ ᚷᛚᚨᚾᚷᛖᚢᚱᚨ ᛈᚱᛟᛏᛖcᛏ ᛊᚢᛚᛏᛁᚾ ᚨᚾᛞ ᚷᚢᚨᚱᛞ ᛏᚺᛖ ᛗᚨᛈ. ᛊᚢᛚᛏᛁᚾ ᛊᛖᚨᚱcᚺᛖᛊ ᚠᛟᚱ ᚺᛁᛊ ᛟᚹᚾᛖᚱ ᚨᚾᛞ ᚹᚺᛖᚾ ᚺᛖ ᚠᛁᚾᛞᛊ ᚺᛁᛗ ᚺᛖ ᚹᛁᛚᛚ ᛒᛖ ᛗᚨᚱᚲᛖᛞ. ᛁᚾᛏᚱᚢᛞᛖᚱᛊ ᚨᚾᛞ ᛖᚾᛖᛗᛁᛖᛊ ᚹᛁᛚᛚ ᛈᛖᚱᛁᛊᚺ ᛒᛖᚠᛟᚱᛖ ᚺᛖᚱ ᛒᛚᛟᛟᛞᛚᚢᛊᛏ ᚨᚾᛞ ᛊᚢᚠᚠᛖᚱ ᚢᚾᛏᛁᛚ ᛗᚨᛞᚾᛖᛊᛊ ᛁᛊ ᛏᚺᛖᛁᚱ cᛟᛗᛈᚨᚾᛁᛟᚾ ᚨᚾᛞ ᛊᚺᛖ ᛊᛖᛖᚲᛊ ᛏᚺᛖᛁᚱ ᛞᚨᛗᚾᛖᛞ ᚨᚾᛞ ᛊcᚨᚱᚱᛖᛞ ᛊᛟᚢᛚᛊ.’
‘Ganglate and Glangeura protect Sultin and guard the map. Sultin searches for his owner and when he finds him he will be marked. Intruders and enemies will perish before her bloodlust and suffer until madness is their companion and She seeks their damned and scarred souls.’
‘Ganglate y Glangeura protegen Sultin y custodian el mapa. Sultin busca a su dueño y al encontrarlo será marcado. Los intrusos y enemigos perecerán ante su sed de sangre y sufrirán hasta que la locura sea su compañera y Ella busque sus condenadas y marcadas almas’
Según algunos libros de mitología nórdica, Ganglate y Glangeura son las sirvientas de Hela, la diosa nórdica de la muerte. Era la que llevaba a los fallecidos por vejez y enfermedad, también a los que no murieron de forma digna en los combates. Sultin, en español es 'la sed' y es el cuchillo de la diosa.
En estas escrituras dicen que el cuchillo está buscando a un dueño, como si estuviera vivo. Pero, en los libros no menciona que Hela haya abandona o traicionado al cuchillo como lo hizo Frey con su espada. Cuando llegue a Buenos Aires voy a buscar devuelta.”
Después de apagar la grabadora atravesó las columnas. Contempló, esta vez, otra estatua, la diosa Hela se alzaba imparable. Frente a Hela una caja se encontraba cerrada y parecía juzgar a la joven que quería ver el contenido.
Adelina comenzó a darse cuenta que unos susurros se hicieron presentes y que la mirada de la estatua de Hela parecía juzgarla. Se acercó a la pequeña mesa de piedra donde se hallaba la caja repleta de runas y la silueta de un lobo y una serpiente. Una belleza para la arqueología y valdría una fortuna.
Abrió la caja consumo cuidado para evitar daños al artefacto, mientras los susurros se acrecentaron. Hablaban tan apresuradamente que Adelina no supo que querían decir, pero la impulsaron a continuar con sus acciones. Cuanto terminó de empujar con delicadeza la tapa vio un mapa y una daga nórdica.
El mapa tenia decoraciones de runas en los bordes y en las puntas de la hoja se hallaba el rostro de una mujer con el lado derecho del cuerpo cadavérico rodeada por un lobo y una serpiente. Mostraba el continente europeo y asiático hace tiempo atrás. En la parte oriental mostraba el lugar donde Adelina estaba ubicada, Arctika. Con dibujos de montañas y templos y aldeas dispersados. En Europa occidental estaba dibujado una bolsa diminuta. Ubicado en el mar entre lo que parecían ser los países España y Francia.
Guardó el mapa cubriéndolo con muchas bolsas y trapos para que perdurara, y prosiguió a revisar la daga. Estaba cubierta por una funda de cuero que parecía estar en buen estado, pero lo que más le cautivó a Adelina fue el mango.  Parecía que la empuñadura tenía pequeñas costillas y en la punta había un pequeño cráneo. Adelina sacó la daga de su sitio y una brisa fresca invadió la cueva haciendo que el pelo de la joven flotara. Sacó con cuidado la daga de la funda y eso fue un error.
El arma le quemó la mano derecha y ese dolor siguió por todo su brazo y abdomen. Un ardor como el de sus sueños. Intentó con todas sus fuerzas no gritar por la terrible tortura. Lo que fueron quejidos se transformaron en gritos. No le importó si el tal Smoke la escuchó junto con su subordinado. Lo único que quiso Adelina fue la agonía terminara.
Cayó al sueño y empezó a convulsionar. Le fue imposible soltar la daga de sus dedos. Arqueó la espalda por la nueva ola de dolor que la invadía y después todo se volvió negro como la noche. Los susurros se volvieron más fuertes, como si estuvieran al lado de Adelina y al fin pudo comprenderlos.
“Sultin busca la sangre de su antigua portadora. Locura y muerte serán para los intrusos y enemigos” “El dolor es necesario para que pueda mirar el pasado” “Garm y los lobos de Armenia guiarán el siguiente paso” “La prueba ha iniciado. Demuestra tu sangre hacia ella”
La negrura desapareció y fue reemplazada con visiones.
La mujer del féretro sentada en trono huesudo del palacio. Recta y pulcra. Runas que destellaron como estrellas y desaparecieron a lo más profundo de una isla en medio del mar. Escuchó lobos aullar y las estatuas de estos animales aparecieron con ojos resplandecientes. Observó unas manos jóvenes tomando un objeto desconocido y luego fabricando una maquinaria extraña.
Lo último fue a la mujer despierta, tranquila y solemne, pero su aspecto cambió drásticamente.  El lado derecho de su cuerpo se pudrió y gritó con todas sus fuerzas: “¡LADRONES!”.
El grito fue tan repentino que hizo que Adelina se despertara. Lo que parecieron horas fueron en realidad unos minutos porque vio todavía la oscuridad de la montaña y su cuerpo colgando a hombros del tal Smoke.
Todo cambió. Vio muertos, en el suelo y paredes rocosas. Aturdida, forcejeó y chilló con todas sus fuerzas. Le dio puñetazos en la espalda y patadas como pudo para zafarse. Tras la queja del chico de cabello ceniciento, Adelina se apartó de él, tropezó con las piedras y se dio la vuelta para ver a los hombres.
Eran cadáveres y a la vez humanos. Con voces horribles y espectrales. Intentó alejarse del dúo cuando el que se llamaba Smoke quiso acercarse a ella.
–¡ALEJENSE DE MI! ¡NO ME TOQUEN!
Las lágrimas se apoderaron de la chica y corrió en la dirección contraria a los extraños que iban a raptarla. Mareada por las alucinaciones continuó con su loca carrera y regresó al sitio donde halló el cuchillo. Ahora estaba camuflado entre las rocas y la oscuridad. Hipnotizada por ese artefacto maldito, sus manos reaccionaron antes que su cerebro mareado y el arma estuvo en sus manos, pero los muertos rugieron y se mostraron coléricos. Asustada, se alejó corriendo con su mochila donde guardó el objeto.
Huyó por todos los muertos que no paraban de rugir y escuchar que se aproximaban. En un momento se encontró fuera de la montaña en una cascada. Las voces de los hombres se acrecentaron a cada segundo, pero las figuras esqueléticas estaban en todas partes. De repente, la tiraron hacia atrás y vio al chico de cabello ceniciento… más bien su aspecto podrido. La sacudió para que reaccionara y la muchacha lo apartó. Desesperada sacó la pistola y disparó, pero el muchacho le apuñaló la pierna y Adelina grito de dolor. Por último, le dio una puñalada en el vientre, pero antes de profundizarla Adelina lo empujó y rasguñó la mano que sostenía el karambit.
Sintió el frío en la espalda y se mantuvo pegada al borde, pero al ver que el muchacho y su mano cadavérica, prefirió no tener que volver a verlo nunca. Con miedo a lo desconocido saltó hacia la cascada de la montaña, perdiéndose en la negrura y pidiéndole a cualquier dios sobrevivir a esta locura.
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