Ni perfecta.
Ni la peor de todas.
Soy la que puedo, la que me sale.
La que ama incondicionalmente.
La que pierde la paciencia.
La que no quiere que crezcan tan rápido.
La que siente culpa.
La que está dispuesta a aprender de sus hijos.
La que escucha.
La que exige.
La que necesita de la soledad.
La que se cansa de la demanda.
La que se cuestiona.
La que se revisa.
La que pide perdón.
La que quisiera disfrutarlos más.
La que a veces desearía volver el tiempo atrás para hacer algunas cosas de otro modo.
La que intenta acompañar.
La que intenta reparar.
La que elige estar presente.
La que pretende evolucionar.
Soy la mamá que puedo ser.
Pero lejos de conformarme con eso, intento ser mejor mamá cada día.
No nos castiguemos.
Seamos más amorosas con nosotras mismas y con otras madres.
Lo hacemos lo mejor que podemos cada día.
Ellos no nos necesitan perfectas. Nos necesitan humana.
María Soledad
No son nada perfectas, son una imperfección, esas mujeres que se equivocan, que lloran cuando tienen miedo, que tropiezan y caen, pero van sacando fuerzas y se vuelves a levantar. Son esas mujeres que sueñan despiertas, que se enamoran de la vida, van haciendo magia con todo lo bello que está a vuestro alrededor, les apasionan las experiencias nuevas, son orgullosas, de carácter fuerte, pero a veces tienen miedo como una niña.
Ustedes bellas mujeres, solo anhelan tener esa paz y cada día van cumpliendo sus sueños haciendo que cada paso que dan les haga feliz, aunque tengan que hacer doble trabajo para conseguirlo.
Que lo más bonito de la vida llegue hacia ustedes, que cada día sea especial, que puedan mirar al cielo y descubrir que en medio de tantos problemas tengan un motivo para seguir adelante y ser felices, pero muy felices.