#EnVozAlta

[super-sie]

Con Kareli, qué gusto volver a coincidir! 😊✨ Siempre es un placer escucharte!!! Que sigan los éxitos! #EnVozAlta #SinMusicaNoHayVida (en Un Teatro) https://www.instagram.com/p/CmMZgCNuQa1/?igshid=NGJjMDIxMWI=

#envozalta #sinmusicanohayvida

[quietoodisparo]

Hace días que no me siento igual y sólo se lo atribuyo a tu ausencia. Me duele en la memoria tu último mensaje y la voz en el audio que dejaste tatuada en mi alma. Quisiera no decirlo, pero te extraño. Extraño tu risa. Extraño tu manera de mirarme. Extraño sentirme extasiada cada vez que un mensaje tuyo se anuncia.

Volví a mi rutina. Volvieron aquellas personas que reclaman pedazos de mi, pero nadie se parece a vos. Nadie me hace sentir como vos. Nadie significa nada porque no llevan tu nombre ni causan en mí lo que vos hacés.

Estás conectado. Lo sé porque entré en tu chat para releer viejas conversaciones y así creer que no te fuiste, que no desapareciste. Fijo la mirada en el “online” y espero que se transforme en un “typing...” pero nada pasa. Pienso que ese “en línea” es por alguien más que no soy yo y mi corazón se estruja de rabia y tristeza. Quisiera decirte que nadie puede reemplazar mi lugar pero sé que no es lo mismo para vos que para mí. Yo te busco en cada hombre que se me acerca esperando que me hagan sentir algo, justo como vos lo hacías; vos verás en cada persona a alguien diferente que en nada se parece a mi. No creo que pueda regresar a mi punto de partida.

Encuentro tus videos y regreso a la soledad de las caricias, a la intensidad que me causa observarte. Vuelvo a ver tu sonrisa y el impacto resuena en cada parte de mi cuerpo cuando te recuerdo. Toco mis puntos sensibles pensando en vos y cada segundo inmediato del orgasmo son lagrimas de completa tristeza. Es un tormento subir al paraíso para bajar al purgatorio un momento después.

Vuelvo a abrir tu chat, busco ese audio que tanto me gusta y me duermo escuchándote, para sentirte un poco más cerca. Vienen a mi cabeza todas aquellas situaciones en las que te vi sonreír y no te presté atención, y un par de lagrimas se me escapan fugazmente. Recuerdo las veces que me dijiste que te gustaba, que te podía mi cuerpo y mi forma de ser y mentalmente me odio por no haber creído en tus palabras. Ahora quiero creerte y ya no te intereso. Cierro los ojos con fuerza para así evadirte, pero no funciona. Sueño con vos, con tus brazos, tu boca y con todos los maravillosos encuentros que tuvimos y vamos a tener.

Ojalá me extrañaras. Ojalá volvieras.

“... y terminamos los dos abrazados mirándonos y sin decir nada nos decimos que nos amamos.”

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[libretadeapuntesnoticias]

Lectura en Voz Alta de El Viejo y el Mar

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[seniorslab-blog]

#Seniorslab #envozalta:La #jubilación un cambio de rol

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[johyacos-blog]

@Regrann from @ivanpirelaoficial - A veces te predispones a ser feliz en una nueva relación porque piensas que te va a pasar lo mismo que te pasó en la anterior. Te lo digo #EnVozAlta Sana tus relaciones mira aquí mi consejo. ¡Comenta y dale ❤! - #regrann (en Bogotá, Colombia)

#regrann #envozalta

[loqueterasdecampanita-blog]

Se cree que soñar es crear una realidad inexistente o simplemente crear una meta, yo creo que soñar es vivir, sin embargo por ahí leí que cada vez que duermes mueres y cuando te levantas es una nueva oportunidad, yo estoy ☝️segura de eso . Y es que el solo hecho de respirar una vez más es parte de un gran sueño, pues vivimos creando sueños sin siquiera vivirlos, por eso siempre digo: soy soñadora con los ojos abiertos sé que de vez en cuando me paso de la cuenta y me estaciono en la luna 🌙 🤣 pero sueño a diario con vivir un día más, con nuevas oportunidades, con nuevos cielos y más nubes ☁️ con quien hablar, sueño con escuchar al viento una vez más y observar la lluvia sin miedo a ser eterna, con disfrutar el sol sin quemarme, sueño con vivir si tener miedo a morir. Y así vivo mi mundo 🌎. #loqueterasdecampanita #pensamientos #envozalta #campanadas #blogger #vive #ama #sefeliz #blog #bloggergirl #poemporn #poetry #thinking #lovequotes #loqueteras #note #personaldevelopment #escribiendo #instadaily #bloggerlife #inspiration #instalike #instamood #sueña #vuela #bloggera #italia #cumana #venezuela #venezolanaenitalia #español

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[itscreativityfirstblr-blog]

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[mundodcolores-blog]

We breath the same air. But we reach for different stars.

Morena

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[super-sie]

Con María León y Carmen Sarahí! Que noche caray 😍✨ #EnVozAlta #SinMusicaNoHayVida (en Un Teatro) https://www.instagram.com/p/CmLYIqps9gk/?igshid=NGJjMDIxMWI=

#envozalta #sinmusicanohayvida

[super-sie]

Después de tantos años, tuve el gusto de conocer a Adrianna Foster! #EnVozAlta un concierto inigualable! 🤩 Gracias por tanto!!! 🥰🙏✨ Esperen las nuevas fechas!! No sé lo pueden perder !! #EnVozAlta #SinMusicaNoHayVida (en Un Teatro) https://www.instagram.com/p/CmH0WqDO9a8/?igshid=NGJjMDIxMWI=

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[quietoodisparo]

Vuelve. Vuelve una y otra vez. Como si nunca se cansara de ir y venir, aparece en el momento en que decido que lo que siento por él tiene un final. Me cuenta, me llama y me dice que todo le encanta, que debería estar ahí para verlo. Me manda fotos de cosas que sabe que me gustan y me tiene ahí, expectante por una de sus respuestas. Vuelvo a sentirme vulnerable y convaleciente cuando escucho su risa, incluso a través de la pantalla del teléfono. Sus carcajadas vuelven a mis oídos y ruego al cielo que no me afecte tanto como creo que va a hacerlo. Aun así, sé que no tengo escapatoria.

Y de repente, eso se termina. Volvemos a la rutina de huir, de no saber, de sentirme afuera de su mundo. Lloro. Me abrazo a mí misma y espero que este sea solo un rato más corto que el anterior, en el que logre retomar la cordura y vuelva a establecer los límites entre mi corazón y sus palabras. Seguro fracase miserablemente.

Él es como aquél espejismo en el desierto: cuánto más crea que existe, más me lleva a la sed y la perdición de mis propios sentimientos.

#él #love #amor #tristeza #lejanía #vulnerabilidad #envozalta #rutina #espejismo #desierto #recuerdos

[quietoodisparo]

Mi problema más grande es que estoy enamorada del amor.

Mi enamoramiento del amor radica, más que nada, en imágenes. Así como en las películas, o en los post de Tumblr, esos que te muestran una escena en cámara lenta de un beso, o una foto de una pareja, abrazándose y sonriendo.

Todo se envuelve con instantes, imaginarios o no. Pequeños flashes de un paraíso fantástico, muchas veces no tan certeros en la realidad.

Hay una representación que, a menudo, se me figura en la cabeza.

Es una tarde de otoño. La luz del sol toca el suelo, pero el calor no es abrasador. Las hojas caen, ya secas, formando un colchón de tonos entre naranjas y amarillos. Estamos tirados, charlando de todo un poco. Arranco yuyitos del pasto mientras él me dice algo que me hace reír a carcajadas. Trato de calmar la sonrisa tonta que me sale cuando lo miro, y se me acelera el corazón cuando me agarra la mano y besa cada uno de mis dedos, mientras me dice que no hay otra chica que él quiera, más que yo. Su comentario me sonroja, pero aún así me las arreglo para sostenerle la mirada y mostrarle, con un simple gesto, cuánto me derrite el alma.

Y nos quedamos ahí, fundidos uno con el otro, creyendo en que ese simple instante es un tesoro mucho más grande que cualquier otra cosa.

Me sumo en ese pensamiento, disfrutando de cada sensación que me produce el evocar esa imagen. Dejo que me inunde, que cubra todos aquellos rinconcitos de mi ser que me llaman a ser un poco más racional.

Dicen que el romanticismo está muerto. Yo prefiero volver a esta imagen.

#pensamientos #envozalta #romántico #otoño #él #romanticismo #imágenes

[quietoodisparo]

Nuestra relación es por temporadas. Su mensaje fue corto: “Cuanto menos me quieras, más voy a estar; cuanto más lo hagas, menos me vas a ver”. Llevo pensando en esa frase días enteros, analizando, buscando; algo que me diga, que me dé evidencia, que muestre señales de lo que eso trae cuando se pronuncia.

Pasaron varias semanas desde la última vez que lo vi, y temo que pasen varias más antes de volver a hacerlo. Sé que tiene ocupaciones, y él bien dijo que iba a desaparecer.

Pero me agobia. No, quizás no deba llamarlo “agobiante” sino “molestia”.

El problema es que me molesta no verlo, pero también me molesta no saber. Me molesta que se aleje, que vaya y venga como a él le parece. Me molesta que siempre tenga que ser el que responde, y nunca el que pregunta. Me molesta que no quiera saber qué pasa conmigo, que no quiera saber cómo estoy o qué estoy haciendo. Me molesta que todo tenga que depender de mí.

Me molesta que no se sienta igual que yo, y que para él sea tan fácil dar marcha atrás cuando a mí me es puro esfuerzo y fuerza de voluntad.

#pensar #EnVozAlta #él

[quietoodisparo]

Me preparo un té, algo calentito. Me siento en el jardín de casa, en los silloncitos que tengo en el hall, que tanto me gustan. Me envuelvo en una manta; el día está gris pero no se cae a pedazos. La música llena el fondo. Contemplo los tonos ocres, naranjas, amarillos y los pocos verdes que quedan con calidez antes de que llegue el cambio de estación y se renueve.

Últimamente, esta parte de la casa resulta una de mis favoritas. El tiempo que paso ahí reflexiono, rememoro, me relajo y disfruto el simple hecho de tomar algo y quedarme quieta por un rato. A veces me prendía un pucho, fiel compañero durante tanto tiempo, hoy sabiendo que me quita más de lo que acompaña.

Lo importante es ese tiempo en el que somos el espacio y yo, uno solo.

Mi reflexión suele ocuparse por aquellos escenarios en los que no siempre dije o hice lo que realmente quería. Los pienso, los traigo a la memoria, una y otra vez, deshuesando cada pedacito de cierta conversación en la que no expuse lo que sentía o ese determinado gesto que no hice en el tiempo correcto en que la escena se desarrolló.

Siempre pienso que podría haberlo dicho o hecho mejor.

Claramente, creemos que las cosas se convierten en superiores cuando las repensamos, cambiamos aquello que no nos gusta y agregamos lo que percibimos puede funcionar en ese momento. Siempre tenemos algo para reformar.

Todo pasa de determinada manera porque es así como tiene que ser, porque esto desencadena el resto de nuestras acciones que nos llevan a ser quienes somos y la forma en la que actuamos hoy.

Quizás deberíamos aceptar un poco más aquello que fue, o no pasó, y enfocarnos más en las conversaciones y momentos que están por venir. Porque… ¿De qué sirve cambiar el pasado? Eso no va a darme el control de mi futuro.

#envozalta #textos #reflexión #escenas #momentos

[quietoodisparo]

Es un viernes de madrugada, pero hace ya más de una quincena que da igual si es cualquier otro día. Llevamos un tiempo con el país parado por la cuarentena obligatoria que fue impuesta desde el gobierno, y cada jornada que pasa tiene un ritmo tan atípico como el anterior. Adaptarse a una nueva “rutina” de encierro suponía al principio un desafío, pero después de un período parece como si siempre hubiera estado acostumbrada a vivir recluida en mi casa, sin contacto con el exterior.

Aproveché la cuarentena para realizar algunas actividades que tenía un poco abandonadas; incluso renové la pintura de mi habitación y reorganicé el mobiliario para hacerlo un poco más amigable con mis preferencias. Encontré cosas para hacer, para ordenar y aunque no esté cursando, por lo menos me entretiene trabajar desde casa. Honestamente, no me quejo de este tiempo.

Hace poco más de diez días empezó el otoño en Argentina y con ello mi temporada de tés, más abrigo con mantitas (al punto de la exageración) y mucha lectura de lo que sea. Siempre estoy buscando esas novelas de lectura fácil que me mantienen entrenada la capacidad lectora y la agilidad. Esta vez encontré la saga Again, que me entusiasmó tanto que ya terminé el segundo libro. Son casi las tres de la mañana, tengo cansancio pero aun así llevo más de cuatro horas metida en la cama, leyendo. De fondo suena Bread con Baby I’m a-Want You, y si bien me siento bastante a gusto, la sensación no se extiende a la calidez que debería sentir adentro, en el corazón.

Todo empezó hace como tres semanas. Ya con el sueño cambiado desde las vacaciones y la cuarentena, vengo durmiendo horriblemente mal: me despierto a cada rato, me acuesto tarde, no logro dormir de corrido más de dos horas. Entre lo mal que la pasaba, eso parecía ser todo hasta hace un par de noches en la comencé a tener sueños raros con situaciones complejas. Más de una vez me desperté apretándome el corazón y el efecto en el sueño fue desgarrador.

Pero lo peor de todo fue que en mis sueños siempre aparecía Franco. Y no ese Franco con el que yo me muestro reticente, sino el Franco de dieciocho años que viene a despertarme con el té en la mano.

Franco riéndose a carcajadas.

Franco abrazándome.

Franco cocinando.

Franco esperándome en la puerta de mi casa.

Franco llevándome de la mano.

Franco vestido de traje, sacándome a bailar.

Franco recostado en el pasto.

Franco corriendo mientras juega al futbol.

Franco muerto de frío mientras caminamos por la calle.

Franco frunciendo el ceño.

Franco alegre por alguna copa de más.

Franco y sus miradas completamente serias.

Franco en su cama, tocando la guitarra.

Franco besándome.

Franco haciéndome el amor.

Una a una, las imágenes aparecían o se repetían cada vez que cerraba los ojos tratando de conciliar el sueño. Como una película reproducida hasta el final y rebobinada, así son mis noches desde hace más días de los que puedo recordar, repletas de momentos que llevo guardados – o más bien, enterrados – dentro de mi corazón. Cuando solamente eran sueños, podía llevarlo bastante bien. No dormía, pero por lo menos con la claridad me dejaban en paz.

El problema realmente surgió cuando las imágenes empezaron a hacerse presentes en cualquier momento despierta, y ahí fue cuando me quebré. Sentí renacer el afecto que otrora experimenté y lo recordé con el alma caliente. Como una amenaza, me aterró la idea de volver a tenerlo en la punta de mi boca, el miedo me paralizó y me sentí retroceder veinte pasos. Volver a ver esas historias tan nítidas en las horas del día fue el motor para resucitar ciertas emociones en las que creía tener el suficiente control como para sepultarlas. ¿Cómo podría atreverse a reaparecer de entre los muertos aquella calidez con la que me niego a ver al hombre que más me destrozó el corazón?

Porque eso fue lo que hizo, honestamente. Hasta el último minuto me retuvo con el corazón en la manga, para dejarme caer al vacío, el dolor y la humillación un segundo después. Y, por sobre todo, olvidó lo que nos unió alguna vez en seis meses, cuando rehízo su vida de la manera más cruel: con una persona que en ese momento consideré mi amiga. Ella no tuvo ningún reparo tampoco, y simplemente quedé abandonada a mi suerte con el alma rota y el orgullo completamente herido.

Con el correr de los años entendí que podía perdonarlo, y perdonarle todo. De hecho, sé que lo hice hace tiempo y no me arrepiento de esa decisión. Lo que definitivamente no puedo ni me permito es recordarlo de esa manera, mucho menos atreverme a mirarlo con compasión, puesto que yo no fui tratada por él con estas mismas condiciones, casi tres años atrás. No se lo merece y no tengo intenciones de darle ese lujo.

Un poco confundida, vuelvo a prestar atención a la lista de reproducción que estoy escuchando, y suena Falling de Harry Styles de fondo;

“Dijiste que te importaba,

y que también me echabas de menos.

Y soy perfectamente consciente

de que escribo demasiadas canciones sobre ti.

Y se acabó el café,

en el café Beachwood,                      

y me mata porque sé

que nos hemos quedado sin cosas que decir.”

Y así fue. Nos dijimos que nos amábamos, que nos extrañábamos, que podíamos empezar otra vez pero, al cabo de algunos meses, Franco había olvidado completamente todo lo que habíamos profesado en ese café. Como si hubiera sido algo al pasar, carente de importancia.

Pero a mí sí me importaba. Y me importa, lo que no entiendo todavía es el porqué. Y eso me aterra, porque significa que aún hay cortes profundos que no acaban de sanar. Me molesta y mi corazón se llena de hielo que al poco momento se vuelve a derretir pensando en él.

Cuando la pregunta llega a los labios, tomo consciencia de los sentimientos con los que la formulo y me siento prisionera de ellos, como si no pudieran apartar a Franco de mi camino para que continuara con mi vida. No quiero vivir atada a él. La letra de la canción me cala en los huesos y así me duermo, con esa sensación de no entender cómo todavía vive en mi memoria aquél hombre que parece haberme enterrado en la suya.

#EnVozAlta #franco #memoria #olvido #amor #extraños #heridas #Café #falling #Harry Styles #palabras #imágenes

[quietoodisparo]

Estuve teniendo una adolescencia tardía.

Todo empezó una tarde en la que encontré una noticia sobre Harry Styles, el único hombre que puede volverme loca y lograr que mi fanatismo por él y por One Direction me consuma completamente. Buscaba en el feed esas notas que son una porquería pero que aún así me detengo a leer porque… Bueno, porque me gusta el cotilleo de los famosos. Lo admito.

La noticia contaba sobre sus proyectos como solista, la firma con Gucci, su “nuevo estilo” (que siempre estuvo, pero que a lo largo de los años aprendió a soltar) y el tiempo que había transcurrido desde que One Direction se había separado. Muy a mi pesar, saqué las cuentas: cuatro años de una triste despedida para ellos, y para nosotros, sus fans.

Casi sin quererlo, recordé la primera vez que escuché una de sus canciones: Flor, quien era una de mis compañeras en el secundario, ese día llegó muy emocionada. Con una alegría incapaz de ser contenida, me tendió un auricular y me dijo “Tenés que escuchar esto, sé que te encanta descubrir nueva música. Encontré esta banda, dales una chance.”

Desde ese momento y un poco hasta hoy, me volví loca de remate por ellos. Mis compañeros indiscutibles, si miro para atrás están ahí, en prácticamente cada momento que recuerdo de estos últimos siete años. En las salidas del colegio, en mi graduación, en esas circunstancias en las que me reí y me ahogué de regocijo o en las que lloré a moco tendido durante una semana entera. Incluso me atreví a dedicarle varias canciones a Franco cuando mis palabras parecían no ser suficientes. Una locura el hecho de haber vuelto mi fanatismo algo tan intenso, tan lleno de alegría.

Me desvío de mi punto, volvamos.

Con un pedacito de melancolía a flor de piel, abrí Spotify y busqué mi lista de reproducción a la que llamé “Nostalgia”, en donde tengo todos sus CDs, e incluso el material que sacó cada uno como solista. Auriculares puestos, me embarqué en un viaje hacia mis diecisiete.

Y ahí me quedé.

Cada día que pasaba, más me decidía a repetir cada tema, una y otra vez, non stop 24/7. Era una sensación única: yo cerraba los ojos, y podía verme a mí misma con mi uniforme de colegio llegando a casa, bailando en mi habitación sus canciones mientras deliraba alguna fantasía con Harry quien, por supuesto, tenía sentimientos por mí.

A unos días de ese episodio y habiendo bajado un poco de la nube, me llena de inquietud el hecho de querer retroceder a determinada edad y, no conforme con eso, querer quedarme ahí, Dios sabe por qué. Yo no fui feliz durante mi adolescencia: tenía problemas en el colegio, mi familia estaba desarmándose en pedazos cada vez más irreparables, y yo estaba demasiado enojada con el mundo y era horriblemente rebelde como para aceptar que, aunque todo lo que conocía tambaleara, tenía a un Dios y a gente que me amaba y que quería que yo saliera de la porquería que tenía, que hacía y que decía.

La pregunta que me resuena después de haber zanjado mi fanatismo es: ¿Por qué a veces queremos volver a determinados momentos en los que sabemos que no estábamos bien? ¿Por qué intentamos recordar y traer al aquí y ahora ciertas situaciones en las que nos vimos hundidos en caca?

¿Por qué nos cuesta tanto avanzar, superar, dejar atrás? ¿Acaso no sabemos que lo mejor de la vida es precisamente lo que está por venir?

Lo maravilloso de esta situación fue que, algunos días después, me encontré con ellos mismos diciendo, en una de sus canciones: “Hey Angel, do you look at us and laugh when we hold on to the past?” Algo así como “Hey, Angel, ¿nos miras y te ríes cuando nos aferramos al pasado?”.

Si supiéramos todo lo que viene en nuestras vidas, probablemente nosotros nos reiríamos también.

Después de este episodio, entendí que quizás es mejor hacer de cuenta que sí lo sabemos.

#pensamientos #envozalta #onedirection #1D #adolescencia #kedice