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#cuentos de hadas
wgm-beautiful-world · 6 months
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justsomeone-980 · 3 months
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Cuentos de hadas
Me duele verte sonreír
Y saber que no es por mí
Saber que yo sin darme cuenta te perdí
Saber que diversión fuí para tí
Me duele sentirme así
Y me duele aún más no poder dejarte ir
A pesar de que te perdí
Me tienes esperando por tí
Con la esperanza de que vuelvas
Y mi vida se resuelva
Que el dolor desaparezca
Que regreses y tengamos aquel final feliz
Que en los cuentos de hadas leí
Que de los cuentos de hadas creí
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corriendoconsatanas · 27 days
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Mi hermoso curso 🩷🫶🏻 tercera edición 🥳🧚🏻
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dianabutterfly11214 · 2 months
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Lo vi en tiktok pero con un personaje diferente hablando al final, yo quise hacerlo con uno distinto.
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solxs · 1 year
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La sombra en sus párpados era un pedazo de cielo azul. Esperaba que le escribieran una canción, un poema, un carta, un te quiero o su nombre en el corazón de todo lo suave. Fotografiaba atardeceres para recordarle al mundo que el cielo sangra. Quería que todos lloraran con ella. Quería enamorarse de todo. Sentía que todo la besaba, no como los príncipes besan a las princesas, sino como las canciones nos besan a todos.
Quería ser la misma siempre. Quería ser rosa pastel. Quería que su mirada no cambiara, pero mientras más crecía más almas había en su alma, y más miradas tenía en sus ojos, y nunca volvió a ser la misma.
-Ailed
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eltesorodeleer · 5 months
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Liriel y el sauce
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En un reino encantado, donde los árboles susurraban secretos y los lagos reflejaban sueños, vivía un hada llamada Liriel. Su hogar era un sauce llorón que se inclinaba graciosamente sobre un lago cristalino, habitado por cisnes de plumaje blanco como la nieve.
Liriel, a quien los árboles llamaban hermana, tenía el don de la música. Con su flauta de madera, tocaba melodías que hacían danzar a las hojas y brillar a las estrellas. Cada nota era un tributo a la naturaleza, un canto al poder y la sabiduría de los árboles, guardianes milenarios de la tierra.
Los cisnes, atraídos por la dulce música de Liriel, se reunían cada noche bajo el sauce. Mientras el hada tocaba, los cisnes danzaban en el agua, creando círculos que se expandían como ondas, tocando las orillas del lago en un suave abrazo.
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Una noche, el sauce, movido por la magia de la música, comenzó a mecerse suavemente. Sus ramas se inclinaban hacia Liriel, como si quisiera unirse a su canción. El hada, emocionada, tocó con más fervor, y en ese instante, una luz brillante emanó del árbol, envolviendo a todos en un cálido resplandor.
El sauce, que había vivido durante siglos, compartió con Liriel los secretos del bosque, historias de tiempos antiguos cuando los árboles caminaban y hablaban. Liriel escuchó, maravillada, comprendiendo que cada árbol era un ser lleno de sabiduría y vida, un espíritu protector de la naturaleza.
Desde entonces, Liriel y el sauce se convirtieron en custodios del lago y del bosque. Juntos, con la música y la danza de los cisnes, recordaban a todos los seres del bosque la importancia de vivir en armonía con la naturaleza, respetando la voz antigua de los árboles, esos seres majestuosos que sostienen la vida y custodian secretos más allá del tiempo.
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nymfheii · 2 months
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︶꒦꒷♡꒷꒦︶¿Sabías qué?︶꒦꒷♡꒷꒦︶
Ingerir un hada al día aporta los nutrientes necesarios que pueden (o no) ayudar al crecimiento de los niños, puede hacer que te aparezcan alas (o tal vez te convierta en cerdo) y también puede hacer invisible a quién tenga la fortuna de degustar tan noble manjar!!
Irónicamente la mordida de un hada puede ser muy venenosa, casi mortal.
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la-javier13 · 3 months
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buscandonuevasnoches · 8 months
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En algunos cuentos de hadas, de los que nadie habla,
La princesa se enamora del villano,
Porque nadie le advirtió, que a veces el lobo se disfraza de cordero, con sus palabras bonitas y sus buenos modales.
Se te enrosca en el cuello como una víbora feroz y hambrienta con sus poemas y chocolates.
Te deja inconsciente y desarmada para devorar tu piel, y devolver tus huesos sin ningún tipo de consideración.
Nadie habla, de que podes enamorarte del malo, y amar a quien te lastima, porque suena horrible pensar que los cuentos de hadas pueden no tener un final feliz.
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laficcioteca · 9 months
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Mike and the enchanted emerald
On Mike's tenth birthday, his parents decided to go celebrate at the beach house. The boy's father considered it the best investment of his life, given the fascination that the sea aroused in him, in his wife and in his son. It was a magical place where they could appreciate, from any distance, the shimmering greens and blues of the water. There the sun's rays were reflected and refracted, giving an authentic spectacle of vibrant colors.
Since the beginning of the week, the world seemed to be happy about the approach of Mike's birthday. There was a radiant sun, the sky and the sea were the same thing, barely delimited by the fine line of the horizon, and the sands of the beach seemed like an infinite carpet full of dots that shone like stars in broad daylight.
It was Saturday morning when the González Rizquez family arrived at Las Caracolas, and Mike immediately ran to be enchanted by the sea, while his parents took care of preparing the house for their two-day stay.
Mike was curious, instead of returning home, he walked through the bright sand, to a secluded place where some sparkles could be seen among the bushes and rocks. Then, to his astonishment, he saw a beautiful creature with the face and figure of a teenager, who danced naked to the rhythm of the waves that broke on the shore of the beach.
This fragment belongs to the story entitled "Mike and the enchanted emerald", included in the book "Journey to the world of fairies". You can buy it at the following link:
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lachicadeallado · 10 months
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—¿Y que edad tienes?—
Demasiado joven para morir, pero demasiado mayor para creer en los cuentos de hadas.
💔@lachicadealladosworld 💔
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THE BREMEN TOWN MUSICIANS
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frasearioliterario · 2 years
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con casi treinta años se empieza a correr el riesgo de tener un final trágico si uno sigue esperando que llegue el happy end, en lugar de apostar por la realidad
David Safier
Y colorín colorado... Tú (2018), p. 197
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harleiquina · 11 months
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El príncipe maldito.
¿Qué pasa cuando una no puede dormirse después de que los perros la levantan a las 4 y pico de la mañana?
Sale reversión de Blancanieves porque mis ideas son mejores que las remakes de Disney. He dicho.
Entonces era verdad.
Desde su nacimiento estaba destinado a perder a todo aquel que amara. Su madre fue la primera, el mismísimo día en que él respiró por primera vez. No pudo verla ni una vez.
Su padre le siguió, algunos años después. Era amable y cálido pero estricto, como todos los reyes deben ser. Amaba a su hijo pero quería asegurarse que el poder de su línea de sangre no se le subiera a la cabeza. ¿En qué clase de rey se convertiría el niño si sus deseos más delirantes se le concedían? El niño necesitaba límites por lo tanto el padre le daba exactamente lo que necesitaba. Era un hombre excepcional.
Luego vino el Padre Solar. El Rey había pedido en su lecho de muerte que su hijo fuera educado en el monasterio que la familia había ayudado a construír, que tuviera la mejor educación posible y que aprendiera a ser un hombre de Dios. Todos los curas estaban dedicados a esa tarea, pero el Padre Solar dejaba que el niño fuera un niño trepando árboles, pescando, corriendo por los campos y jugando a las canicas (él le había enseñado al príncipe unos trucos asombrosos con ellas a escondidas de los otros monjes). Luego de su muerte el príncipe, ahora un joven hombre, decidió volver al castillo para dejar su pena atrás y "crecer".
Muchos amigos (porque eso es lo que eran, no simples soldados) muerieron en tierras extranjeras a veces en batalla, otras en manos que se creían que eran amigas y otros incidentes menores donde, en un irónico giro del destino, se encontraban evitando cualquier tipo de conflicto.
Muchos de sus sirvientes, los que cuidaron de él como la cocinera que siempre lo hacía sonreír cuando más lo necesitaba también fallecieron. Todos intentaron convencerlo de que eran viejos y que la naturaleza siguió su curso pero entonces ¿cómo alguien podría explicar que la hija de la cocinera, a quien él veía como la hermanita que nunca tuvo, simplemente nunca despertó sin explicación alguna?
El príncipe estaba cada vez más convencido de que estaba maldito. Y ahora tenía el peor recordatorio de ello.
Un año atrás, más o menos, tuvo que ir a un reino vecino para participar de las nupcias del rey, un viejo amigo de su padre. Éste se estaba casando por segunda vez, lo que muchos consideraban que era demasiado pronto, con una mujer más joven cuya extrema belleza hacía que algunos sospecharan de que fuera una bruja o un espíritu maligno del bosque bajo un hechizo de glamour.
El príncipe se aburrió fácilmente junto a los otros miembros de la realeza que lo doblaban (incluso triplicaban) en edad y decían las mismas historias una y otra vez, con más y más detalles en cuanto el vino comenzaba a correr. Entonces la vió, la hija del rey, una adorable joven cercana a su edad con cabello negro como la noche lo que la hacía ver extremadamente pálida. La gente la llamaba Blancanieves pero él creyó que el nombre era incorrecto ya que incluso sólo su sonrisa era más cálida que que la brisa de verano.
Él no podía quitarle los ojos de encima. Ella era grácil, gentil y lo suficientemente inteligente para lograr que uno de los amigos de au padre retirara lo dicho sobre el trabajo de sus lacayos. Ella notó al príncipe y cada vez que lo atrapaba viéndola le sonreía, invitándolo a unírsele. Pero el se volteaba para alejarse.
Aún así ella estaba decidida a romper esa distancia y por eso lo invitó a bailar. Él intentó rechazar la oferta pero en cuanto sus manos se tocaron, la pared que estaba levantando entre ellos se cayó a pedazos.
El mundo desapareció mientras ella estaba en sua brazos junto con cualquier temor que él sentía ante la posibilidad de perderla. Se vieron a los ojos y en los de ella vió la posibilidad de tener un futuro, una familia, felicidad al fin. Su completa existencia estaba atada a la de ella, se podía sentir entregando su vida, cuerpo y alma para que ella hiciera con ellos lo que le plazca. Su caricia lo llamó de vuelta a la realidad, ella estaba preocupada limpiando una lágrima que había escapado de su ojo. Él se disculpó, salió de la fiesta, del castillo y del país.
Unos meses más tarde llegó una carta pidiéndole que regrese al reino para un funeral, su corazón ya estaba rompiéndose antes de leer que era el rey quien había muerto. Se sintió mal por haber lanzado un suspiro de alivio y por la pequeña alegría de descubrir que ella estaba a salvo. Al menos por ahora.
La solemnidad de la ceremonia no ayudó a su temor constante. ¿Pero cómo podría intentar ignorarla cuando ella se veía absolutamente destruída y sola? Sin mediar palabra se abrazaron y ella rompió en llanto en la seguridad de sus brazos. Caminaron por los jardines para aclarar sus mentes. Si había algo en lo que él tenía experiencia era en el dolor y en como lidiar con él. Ella le pidió regresar a visitarla, él no pudo rechazarla y ambos prometieron escribirse cuando fuera necesario.
Regresó algunos meses después, la reina le dió toda clase de atenciones pero él no podía ver dónde estaba su amiga. Su anfitriona intentó tentarlo con un viaje de cacería, o a ver una obra de teatro o a leer junto al fuego pero a él no le importaban esas cosas así que dijo que el viaje lo había extenuado y que necesitaba descansar. Por supuesto, en lugar de ir a su habitación merodeó por el palacio hasta que la vió. Estaba vestida con harapos como los sirvientes y llevaba un costal de harina hasta la cocina. Ella intentó calmarlo, no era tan malo desde su punto de vista... ella siempre había ayudado en todo lo que podía en el castillo, ésto no era nuevo y lo probaría en la cocina donde horneó una deliciosa tarta que ambos comieron. Aún así él creía que era injusto que ella viviera en esas condiciones, pero ella le aseguró que el dolor de la muerte de su padre le hizo darse cuenta de que necesitaba un cambio. Él se preguntó cuánto de sus palabras eran de su propio pensamiento y cuántas le pertenecían a su madrastra.
Él regresó muchas veces e intentaba que no pasara demasiado tiempo entre visitas. La reina siempre intentaba mantenerlo ocupado pero él siempre encontraba la manera de explorar el bosque con su Estrella del Norte, como había comenzado a llamar a la princesa porque el brillo de sus ojos junto con el contraste de su piel y cabello le recordaba a una noche estrellada, y él siempre la seguiría para sentirse de nuevo como en casa.
Entonces, un día, ella no estaba por ningún lado. Los sirvientes estaban demasiado asustados como para hablar y la reina ignoró todas sus preguntas. Abandonó el castillo y fué hasta el bosque, al lugar que habían denominado como su reino, donde se guardaban todos los secretos, como ese primer beso junto al viejo roble bajo la lluvia de verano. Ella estaba ahí esperándolo quién sabe por cuánto y lo abrazó fuertemente mientras las lágrimas colmaban sus ojos. Ella le dijo que la reina estaba celosa, que la había expulsado del castillo y prometido castigar a cualquiera que quisiera ayudarla. Él le ofreció llevarla consigo, mantenerla a salvo y ser su devoto esposo dejando todo atrás. Pero ésta vez ella lo rechazó, ella conocía las intenciones de la reina para con él y no podía arriesgarse a iniciar una guerra. Ella le aseguró que la estaban cuidando bien y que, en cuanto todo se calmara, iría con él y nunca más se separarían. Fue una agridulce despedida, con un beso delicado que hubiera desgarrado hasta el alma más valiente.
Él rechazó cualquier invitación y carta de la reina, así como a sus delegaciones colmadas de regalos. Ella incluso se había atrevido a intentar contactarlo a través de otros reinos, sin embargo la respuesta fue siempre la misma.
Una noche despertó con un miedo que no había sentido en años. Una premonición. La tormenta por fuera de su ventana oscureció su corazón atormentado y decidió cabalgar para encontrar a su Estrella del Norte de nuevo, antes de que nadie pudiera pasar. Él debía salvarla. No podía permitirse perderla.
El viento y el agua parecían estar en su contra, forzándolo a tomar el camino más largo. Los ríos estaban desbordados, el lodo no permitía que su caballo se moviera, los árboles eran arrancados del suelo con la misma facilidad que cualquier hierba en manos de un jardinero.
Con las primeras luces de la mañana la tormenta comenzó a disolverse pero él aún estaba muy lejos de ella. Su viaje continuó, no tenía tiempo para descansar o comer.
Entonces llegó.
Era muy tarde.
Sus rodillas le fallaron, arrodillado en el piso él no podía dejar de verla en una cama de flores. Aún a través de sus lágrimas ella parecía estar dormida plácidamente a la luz del sol de la mañana. La gente del pueblo estaba despidiéndose de su princesa. Algunos lo reconcieron y compartieron su dolor, pero no había nada más que hacer. Si los rumores eran ciertos, la reina había encontrado la forma de envenenarla y no había antídoto que pudiera ayudarla ahora.
"¿Que he hecho? ¿Es mi existencia una ofensa tan grande a éste mundo que no merezco ser amado? Vida ¿qué te he hecho? ¿Por qué sigues llevándote vidas inocentes en lugar de la mía? ¿Qué clase de cruel juego juegas conmigo? ¿Por qué ella? Ella no te ha hecho nada, a menos que darme una razón para creer que eres hermosa sea un pecado tan grande que puede sólo ser limpiado con la muerte. La tierra era más verde, el aire más dulce y el sol más cálido con ella viva. ¿Qué debo hacer? ¿Encerrarme en mi castillo a esperar el resto de mis días, sobreviviendo sólo a base del recuerdo de sus labios en los míos? ¡Contésta de una vez! Te lo suplico..."
La gente lo observó pero sólo una anciana fue a ayudarlo a incorporarse.
"Mi querido muchacho, lo lamento tanto. Nada de ésto debía suceder si yo hubiera seguido las reglas... pero cuando se pasa tanto tiempo entre tu especie como lo yo lo hice, es casi imposible no ablandarse" su voz era amable y ella comenzó a arreglarle la ropa como lo haría una madre.
"¿Quién eres?" Le preguntó mientras ella limpiaba su rostro.
"Mi nombre se ha perdido hace mucho tiempo y la humanidad decidió que soy dos: Vida y Muerte. Pero soy sólo yo. Me ocupo de ambas tareas, quizás hubiera sido más fácil si yo fuera dos personas diferentes" ella lo tomó del brazo y lo guió hacia una roca donde podrían sentarse y charlar. "Y así es como todo comenzó. La noche en que naciste, se suponía que tu debías morir pero yo sabía que tus padres querían un bebé más que nada en el mundo. Ellos intentaron muchas veces y después de tu muerte, tu madre nunca más quedaría embarazada. Ellos eran muy buenos, todos los amaban y siempre ponían a los demás primero. Ellos se merecían un regalo, un niño como siempre lo habían deseado... incluso si eso significaba que alguien más debía ocupar su lugar en la Otra Vida. Ti padre lo entendió en el momento en que te tuvo en sus brazos, que no era tu culpa, que eras demasiado precioso para ser culpado por la muerte de tu madre. Entonces te amó más de lo puedes imaginar. Sin embargo, hay consecuencias cuando las cosas no siguen el camino indicado. Tus padres y amigos habrían vivido más si no hubieras existido, sí, pero eso no significa que murieron por tu culpa... es el curso del destino, es sólo que las fechas se reajustaron. En el caso de ella, extendiste su vida. Si no la hubieras llevado a caminar en el funeral de su padre, ella se hubiera encerrado en su habitación donde la reina la hubiera matado para hacerlo parecer un suicidio. Su madrastra no pudo intentar nada más durante el resto del día, tenía muchos invitados de los cuales ocuparse, pero cada vez que algo malo estaba por suceder, un recuerdo tuyo la hacía tomar otra decisión... otro camino... otro destino. Pero como dije, las fechas son reajustados, nunca borradas. La Malvada Reina se salió con la suya al final de todo. Una lástima." El príncipe no se sentía mejor "No estás maldito, querido. Estás bendecido, eres el testimonio más fuerte de que la vida es un regalo que no debe ser malgastado. Entonces vive y comparte tu vida con aquellos que hacen que valga la pena." La mujer acarició su cabello y se alejó.
Él se quedó viendo a los demás llorando y dejando flores, incluso cuando el dolor llegaba a lo más profundo, ellos no lo sentían como él. La gente volvería a sus casas, seguirían con sus vidas y eventualmente lo olvidarían. Pero no él.
Tomó coraje y se acercó a ella. Tomó su mano, la besó y la presionó contra su mejilla. Ésta vez ella no podría limpiar sus lágrimas como antes.
"La vida es un regalo que bo debe ser desperdiciado... pero yo solo quería compartirla contigo" dijo él antes de besar sus labios por última vez. Aún con los ojos cerrados, él presionó su frente contra la de ella y suspiró. Creyó que la brisa matutina estaba jugando con él fingiendo ser su aliento, hasta podía escuchar su voz en ella. "Regresaste" dijo ella, como cada vez que volvían a verse. Él comenzó a llorar pero sus lágrimas fueron detenidas por una mano. Él abrió sus ojos y la vió sonriéndole. "Regresaste" le respondió antes de tomarla en sus brazos y besarla de nuevo.
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dianabutterfly11214 · 3 months
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Los hijos y sus padres.
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bocadosdefilosofia · 1 year
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«La incertidumbre, frente a las vehementes esperanzas y temores, es dolorosa, pero hay que soportarla si deseamos vivir sin tener que apoyarnos en consoladores cuentos de hadas. Tampoco conviene olvidar las cuestiones que plantea la filosofía, ni persuadirnos de que hemos encontrado respuestas definitivas a ellas. Enseñar a vivir sin esta seguridad y, con todo, no sentirse paralizado por la duda, tal vez sea el mayor beneficio que la filosofía puede aún proporcionar en nuestra época al que la estudia».
Bertrand Russell: Historia de la filosofía occidental, tomo I. Espasa Calpe, pág. 28. Madrid, 1994.
TGO
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@dies-irae-1
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