Tumgik
#ardor en nariz
deepinsideyourbeing · 26 days
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Holis! Todo bien? Quería hacer un request para Enzo si no es mucho problema :)
No soy alguien que le guste el sexo agresivo, me da miedo y no lo disfruto, soy mas del sexo gentil, las caricias, besitos y palabras lindas. Podrias hacer un smut así con Enzo?
+18!
Enzo se siente fatal cuando al ver las lágrimas en tus mejillas su miembro palpita y, en un intento de consolarte, deposita un suave beso sobre tu piel húmeda.
Tus pestañas brillan tanto o más que tus ojos cuando lo mirás y él no puede evitar sentir ternura al pensar que el placer que te brinda te abruma lo suficiente para llorar.
No decide si prefiere la imagen frente a sus ojos o el sonido que sus dedos producen al aventurarse en tu interior húmedo una y otra vez. Suspira y temblás al sentir su respiración cálida golpeando tu piel.
-¿Más?- ofrece con una pequeña sonrisa.
-Por favor...
Su mirada es tan intensa como las devotas palabras que te dirige a continuación, siempre convencido de que debería ser él quien suplique por tu cuerpo.
-Yo tengo que pedirte por favor- otro beso-. ¿Me dejás...?
Asentís, desesperada aún después de los múltiples orgasmos que te sacó con su boca y sus manos sólo a modo de preparación para este preciso momento. Tu esencia mancha tu piel cuando sostiene tu cadera.
El lubricante frío cae sobre tus pliegues haciéndote estremecer, él sólo susurra una disculpa y besa tu rodilla. Lubrica también su miembro goteante, al cual ignoró hasta casi sentir dolor, y te acaricia con su punta antes de dirigirse hacia tu entrada. Respirá, indica en voz baja.
El ardor es inevitable, no importa cuántas veces tengan sexo o cuánto te prepare con sus dedos y juguetes, pero Enzo te distrae acercándose a tu rostro y besando tus labios delicadamente. Roza su nariz con la tuya, acaricia tus mejillas y tus pómulos, y besa tus párpados mientras susurra palabras de aliento.
Luego de unos minutos comienza a mover sus caderas y tus gemidos resuenan en toda la habitación. Sus movimientos son lentos pero profundos y su punta acariciando suavemente tu cérvix te hace arrojar la cabeza hacia atrás.
-¿Sí, ahí?- y cuando repite el movimiento se deleita con tu expresión-. Sos hermosa.
Negás, avergonzada.
-Sí, sos hermosa- dice como si fuera un mantra-. Y mía.
Abrazás su cintura con tus piernas para atraerlo más hacia tu cuerpo y rodeás su cuello con tus brazos. Cuando besa tu cuello tus paredes se contraen y sentís sus gemidos contra tu piel.
Después de escribir esto me voy a dormir llorando y abrazando mi peluche de t-rex para no pensar en cuánto quisiera un Enzo 😭
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia @delusionalgirlplace
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El sol caía a plomo sobre las calles desoladas de Acapulco, como si un gigante de fuego escupiera lava sobre el asfalto. Yo, con el corazón hecho trizas y la mente más nublada que un cenicero después de una fiesta de hippies, vagaba sin rumbo fijo. Mi musa, esa hada caprichosa que me susurraba versos al oído, se había esfumado en un duelo de poetas callejeros, dejando mi alma tan vacía como una piñata después de una fiesta infantil.
Necesitaba un gramo de inspiración, una pizca de magia para resucitar mi creatividad. Deambulé por callejones oscuros, tropezando con baches y esquivando vendedores ambulantes que pregonaban desde frutas exóticas hasta amuletos de la buena suerte.
En una esquina, un hombrecillo con cara de pícaro me ofreció un caramelo multicolor. "Te dará la visión del poeta místico", susurró con voz sibilina. Lo probé, y sí, mi visión se volvió borrosa, pero solo porque me empalagó el azúcar.
Más adelante, una mujer robusta me abordó con una sonrisa radiante. "Prueba mi elixir de la creatividad", me dijo, agitando una botella llena de un líquido verde fluorescente. "Es una mezcla ancestral de hierbas secretas que te hará escribir como Shakespeare". Desesperado, compré el brebaje y tragué un sorbo. Lo único que conseguí fue un ardor de estómago y un regusto a menta que me quitó el apetito.
En un callejónjón, un tipo con pinta de mafioso me susurró: "Tengo lo que necesitas, chaval. Inspiración pura, garantizada". Me sacó una bolsa con un polvo blanco que brillaba bajo la luz tenue del callejón. "Es polvo de estrellas, traído directamente de la galaxia Andrómeda", me dijo con solemnidad.
Dudé, pensando en el dinero que me había costado el elixir y el caramelo. Al final, la esperanza pudo más que la razón y le compré la dichosa bolsa. Inhalé una pequeña cantidad, esperando sentir un torrente de ideas fluyendo por mi mente. Pero no pasó nada. Solo me picó la nariz y me dio un ligero mareo.
Desmoralizado y sin un centavo en el bolsillo, me senté en un escalón y me eché a llorar. En ese momento, un niño harapiento se acercó a mí con una sonrisa tímida. "No llores, señor", me dijo con voz dulce. "Yo te puedo ayudar". Sacó de su bolsillo un pedazo de papel arrugado y me lo entregó. "Es un poema que escribí", me dijo. "Léelo y te sentirás mejor".
Tomé el papel con escepticismo, pero al leer las primeras líneas, una ola de emoción me recorrió el cuerpo. Las palabras del niño eran hermosas, llenas de sentimiento y de una cruda verdad que me golpeó en el centro del alma. En ese instante, comprendí que la inspiración no se compra, ni se encuentra en una bolsa de polvo o en un frasco de elixir. La inspiración está en la calle, en la mirada de un niño, en el canto de un pájaro, en el dolor y la alegría de la vida.
Con renovada esperanza, me levanté del escalón y le di un fuerte abrazo al niño. "Gracias", le dije con lágrimas en los ojos. "Me has devuelto la fe". Y así, con el poema del niño en la mano y la musa renacida en el corazón, emprendí el camino de regreso a casa, listo para escribir de nuevo.
Don Ggatto
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dokebeto · 4 months
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08 de febrero.
“Letritas”
Hola, bombón.
Hace tiempo que no te lo decía, ese apodo bonito que escogí para ti, recuerdo que me dijiste que significaba mucho que alguien te diera un apodo bonito.
Eso parece haber sido hace tanto tiempo, pero aún puedo sentir el cariño con el que me lo dijiste y con el que yo te escuché.
Últimamente ha sido difícil y a veces no puedo comprender como es que hace poco más de un mes estábamos mejor, tu abrías tus regalos de navidad y yo te admiraba en tu traje de santa leyendo esas cartas que con tanto amor te escribí y que casi te hicieron llorar.
Ahí en medio de tu familia, para mí la única que realmente tenía mi atención eras tú y por supuesto, carbono-14.
Hoy te escribo desde el corazón, siempre lo ha sido ciertamente, hace tiempo me dí cuenta que no quería perderte, porque, no hay una explicación logica-matemática para el momento cuando nos encontramos. Me dí cuenta después que todos los caminos que había tomado y todas las decisiones que había tomado y hasta los errores que cometí, me llevaron a ti esa noche.
En ese momento no sabía de lo que había encontrado, vaya, no sabía en lo especial que te convertirías.
Dicen una leyenda, que quién está destinado a encontrarse, lleva consigo un hilo de color rojo atado a su dedo meñique y que tarde o temprano se encontrará con ese amor que parecerá eterno.
(Hace unos días que me siento tan triste cuando voy a enviarte un mensaje, pues, siento que hablo con la pareja de alguien más, perdón por ponerme así por una foto.)
Si, ya sé, soy muy ridículo quizá.
Busco consuelo en mi caja de basura, a veces no duermo por releer las cartas escritas a mano y aquella tan especial que fue escrita a máquina.
No sé en dónde pare todo esto, hoy alguien dijo del proceso de duelo durante las relaciones y estoy terriblemente aterrado de que eso pase.
Estos asustado.
Estoy aterrado.
Y trato de no enfocarme en eso, solo que mi cabeza está acostumbrada a enfocarse en lo malo, pues siempre fue así desde niño.
Ahora por ejemplo, a las 11:58 de la noche, con un ardor en la nariz por alergia o gripa, con unos ojos cansados, me gustaría volver a sentirnos, admito que he cometido muchos errores y soy consciente de ello, y que puede ser más difícil dejarlo ir que solucionarlo, pero soy así, no por aferrado o terco. Me prometí un día que si encontraba el amor, no lo dejaría ir, claro, sé que a veces lastima pero no lastima el amor, lastima el resentimiento, el ego, el orgullo y la tristeza, vaya creo que no puede haber amor sin un poco de tristeza, pues dijo alguien una vez que a toda acción conlleva una reacción.
Pero yo quiero que la reacción sea la felicidad, quiero no irme a dormir pensando sí al despertar alguien se va a ir, quiero sentirme estable pero sabes qué, todo se vuelve de pronto en quiero y quiero y quiero y aunque sea sano pedir lo que uno necesita, yo también sé que tú lo necesitas y que no es lo mismo que yo.
Hoy leí que cuando cuidas de tu pareja, el primer beneficiado es uno mismo, pues todo permanecerá bien, ambos se sentirán amados, escuchados y en paz.
Cuando te sientas lista, cuando tú quieras, pero no tardes una vida.
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kozlovboyfriend · 11 months
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Que día era ese, no lo sabía, solo estaba ahí, tirado en el suelo, el castillo dónde vivía con aquello que amaba, había desaparecido, el frío estaba por las grandes puertas derrumbadas, su cuerpo estaba tan herido que sentía dolor con solo respirar, pero parecía que aunque no quería, seguía haciéndolo, el cansancio parecía hacerlo cerrar los ojos, sin embargo su mirada, temblorosa, se terminó topando con el cuerpo de una persona, aquello, lo hizo helar la sangré, realmente esperaba que aquello fuese algún tipo de sirviente de la casa, sin embargo, aquella ropa la conocía tan bien.
Movió su propio cuerpo, para poder arrastrarse hasta el cuerpo de dicho hombre, pero apenas había intentado, el dolor debajo de su pecho, lo hizo toser, y la sangre acumulada, parecía buscar salida, la cual solo era por su boca, sus vamos intentos por conseguir avanzar fueron nulos, el olor comenzó a penetrar en el, el olor a sangre, estaba solo, el olor a sangre, gracias al viento fuerte y frío llegaría a algún animal salvaje y terminarían por llegar para decorar sus restos sin alguna clase de respecto, o más bien, de seguro llegarían en cualquier segundo y tal vez llegarían a comerlo aún estando conciente, algo que no duró mucho tiempo ya que sus ojos se cerraron.
Un ruido sordo lo hizo abrir sus ojos, miro a un hombre levantado en medio de la puerta, no iba a pedir ayuda para el pero aún así, abrió su boca, aunque su voz era ahogada termino por poder alzarla lo suficiente, eso creía, para que le entendiera.
— Podría, podría checar si aquel hombre está vivo.
Pidió sin embargo la vista de aquel hombre comenzaba a causarle cierta desconfianza, por lo que, sin poder moverse miro como aquel cuerpo, comenzaba a caminar hasta el, y pudo percatarse de algo que le helaba la sangre, los ojos de este ser, eran negros, la pupila y la esclerotica eran del mismo tono y el iris rondeaba en un tono rojo, camersi oscuro.
— No está vivo, eres el único que parece estar luchando por seguir.
Si bien, estaba asustado, en cuanto supo que era tal cual imagino, sentía la pesadez reinar su cuerpo, y se dejó caer por completo, pido sentir el cuerpo de una cosa fría estar tan cerca, sin escuchar uno de sus pasos, y lo demas parecía borrarse en cuanto el dolor fue alcanzado en ser tomado de sus mejillas con gran fuerza, abriendo sus labios, sintiendo como es que un líquido caía dentro de su boca ay era obligado a tragar lo, solo pudo lograr sentir un poco de alivio antes de que otra vez fuese alcanzado por el dolor, era tan fuerte, su cuerpo parecía comenzar a hervir, comenzando con espasmos tan fuertes, que le hizo quedar en blanco, sus músculos se rompían, al igual que sus huesos pero al mismo tiempo parecían volver a hacerse, era una sensación de descomposición y un dolor y ardor en la garganta, que sus propias manos terminar yendo directamente a su cuello, tratando de estargularse a si mismo, sin embargo aquello quedó en ese sentimiento vacío.
No sabía que le había hecho pero su mirada fue atraido por como el olor a sangre inundó está vez con más fuerza su nariz, había inundado de manera indescriptible su ser, era tan fuerte que le causaba asco pero al mismo tiempo su sed parecía aumentar, hasta que pudo notar como aquel hombre traia entre sus manos una mujer y la lanzaba hacia el, no fue posible resistirse, terminando por hacercarse hasta poder tomar entre sus dientes, la carne y sentir el sabor metálico, y aunque era raro, no paro, incluso había tomando entre sus dientes la carne, partiendo pedazos de esta.
Se alejo de aquel cuerpo, sin vida, se miro a si mismo, su cuerpo estaba cubierto de heridas, y la sangre en parte era suya, pero había ese olor, ese olor que dejaba en claro que tenía sangre de alguien más en si mismo, pero apenas volvió a si, volteo y fue a dónde dicho cuerpo estaba, era cierto, estaba sin vida, sus manos apenas y habían tocado su piel helada, la piel la cual, esperaba nunca sentir así.
— Perdón...
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lemecdlucas · 4 months
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    ▐ ⦙ ❛ *   ♡ ·゚ Ꮺ ࣪˖ ᥫ᭡ 🦢ˎˊ˗ Ryder/ @lemecdeliott❜ ♥
                         🌾 ❛❛🪄🕊️Todo dolía, era como cuando a los 5 años se había ahogado en el fondo de una piscina, mientras el aire era substituido por agua en sus pulmones Ryder había luchado por su tratar de respirar pero, todo esfuerzo había sido en vano, entre más luchaba más dolía, así que se rindió y fue como se sintió mejor hasta que todo se torno oscuro. Pero, era un sueño lo sabía porque recordaba que no tenía 5 años y ahora no escuchaba las voces de los doctores que trataban de reanimarlo, entonces un fuerte dolor en sus pulmones lo despertó de golpe, había jalado aire, había vuelto a respirar y al primero que vio fue a Ivar junto a él. —Tuve una pesadilla—Se lanzó abrazarlo, notando que algo raro en si mismo estaba mal. Soltó a su novio como si de repente algo lo quemara—¿Q-q-qué ocurre?—Preguntó sintiendo un insoportable ardor en su garganta, los sonidos como si mil bocinas estuvieran pegadas a sus oídos, olores como si todo lo trajera frente a la nariz. —No me siento bien, Ivar—La desesperación fue abrumadora que Ryder se hizo ovillo.
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boymc25 · 5 months
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Me prometí que no iba a volver a ser sometido, pero acá estoy, atado de pies y manos, amordazado en ropa interior sobre la falda de un maduro dominante, mientras pensaba esto, él bajaba mi boxer dejando mis nalgas desnudas, se acerca y besa mis glúteos con delicadeza mientras me acaricia con sus manos.
+ estás listo? Ese es todo el cariño que vas a recibir, estoy muy cargado de ganas de hacerte sufrir, quiero verte sufrir.
Cuando terminó de hablar comenzó a nalguearme, al principio suave y tras cada golpe se hacía más intenso, luego de varios golpes ya podía sentir el ardor en mis glúteos y no paraba de golpearlos, me quejaba de dolor, golpeaba con toda su fuerza, intenté mover mi cabeza pero me tomo del cabello y precioso mi cabeza contra el sillón, se molestó y me dijo en un tono molesto que mientras me estuviera castigando no podía moverme, pude sentir que aún podía golpearme más fuerte, senti acalambrado y adormecida la zona, mis queridos y gritos no se oían, me había amordazado muy bien; mientras veía mi cara de sufrimiento en su rostro se veía cara de satisfacción.
Me dejó descansar un momento tirado en el suelo y se fue, aún estando incómodo, podía descansar mi cuerpo y aliviar el dolor.
Volvió, estaba de boxer con una erección evidente y con una fiesta en la mano y una especie de látigo en la otra.
Dijo "sigamos" mientras me ponía boca arriba, soltando el látigo en el suelo, mantenía la gusta en la otra mano .
Comenzó con golpes leves en mis genitales, aunque suaves, eran dolorosos por el lugar donde golpeaba, uno de los últimos fue más intenso y me hizo gritar, luego siguió por mis pezones, los golpeó con la fusta varias veces hasta dejarlos enrojecidos e irritados, se aparto un momento y volvió con su mano mojada que pasó por mis pezones, era alcohol, el ardor se intensificó, miraba con placer como mi cuerpo se retorcía por el dolor mientras escuchaba mis gemidos, su respiración se sentía agitada, puso uno de sus pies en mi cara, pasándola levemente, luego posicionando la a un lado pateó mi rostro, al principio suave. Pero luego con fuerza, lo hizo dos o tres veces más, en mi cara ya corrían las lágrimas, luego piso mi cuello impidiendo mover la cabeza, y escupió mi rostro y volvió a patearlo, contenta fuerza que provocó un leve sangrado en mi nariz.
Mis gemidos y gritos se convirtieron en balbuceos de súplicas.
+ ahora no te vas a rendir? Todavía podemos divertirnos, además, estás bajo mi dominio puto de mierda!
Pateó mis costillas, y me retorcí de dolor.
Se sentó sobre mi cara, su culo impedía que pudiera respirar, sentí como agarraba en ese momento mis pezones y los estiraba al límite, el dolor me provocaba gritar pero a su vez no podía respirar, me sentí al límite, grite lo más fuerte que pude, se paró y me ahogue en una instalación profunda de oxígeno, luego de recuperarme un poco, llorando le pedía por favor que me soltara, suplique por favor! .
En ese me dió vuelta súbitamente, bajo mi boxer lubrico mi culito y su verga gruesa y peluda, metió la cabeza y después deslizó todo su miembro dentro de mi, atravesó mi carne como si fuera una flecha con su miembro, comencé a gemir y a gritar, él iba aumentando la velocidad y la fuerza, no tardo mucho tiempo en acabar dentro de mi, enterró completamente su miembro dentro de mi y lo dejo allí por un momento, cuando lo retiro vlo ví con restos de semen y sangre en el, se agachó en mi rostro y lo limpio en mi cara.
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ocasoinefable · 1 year
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Te dibujo en el velo del agua que cae entre mis brazos... Deslizó tus letras entre las gotas. rozo tus labios. pendiente naranja se acomoda en mis mejillas, muerdo mis dedos como un trozo de nieve que recorre la lluvia, me inclino bajo el riego. Tus pestañas como rocío se hunden en mis ojos, cruzan mis dedos por el respaldo de tu cuello, sostener tu olor, besar tu piel, el aliento tiembla bajo el calor de mi lengua, se sueltan las flores a través de mi sangre, se descuelgan de las nubes y se giran en espuma sobre el mar... He rodeado tu piel al respiro de mi nariz, envolviendo tus cabellos, el torso y la espalda. He sentido tu respiro en mi latido, he saboreado el silencio de tus movimientos al pecho y latir, te miro al cerrar los ojos; laguna mi piel, aflorar los poros, nace la sonrisa de mis manos al recitar tus líneas en mi boca ...
-
Todo lo que amo me habla de ti;
las letras tiene una marquilla con tus dedos que al mirarlas me llueven a los pliegues de la piel,
el cielo en cualquier momento me lleva tus pestañas; (si tiene rocío, gotitas bailando por ti. si se nubla, nubarrones en tus nervios. Sí se despejan, la claridad de tus ojos)...
Las flores en sus colores lleva tu aroma...
Los pájaros con sus alas se mueven de tus cabellos.
El frío de la noche se evapora en mi boca que te nombra.
El calor recorre el sudor de tus sueños.
La mirada de mi madre me recuerda los nidos de tu regazo...
Los juegos de los niños me susurra nuestra risas.
La melodía de las canciones tienen tu silencio...
La palabra de Dios sabe a tu lengua con la mía.
El ardor de escribir se vive como leer tus abrazos
Leer me ríe tus pasiones, me trasmite tus sueños...
Las nubes, los ríos, los bosques, mis ojos, me hablan de ti ...
se hacen amor de tus labios dormidos.
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isivvywritting · 1 year
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Arte pa' tus ojos (historia chilena) Parte 1 1/2
Williams ríe estruendosamente ante alguno de los comentarios de sus amigos, aunque a ese punto no recuerda ni de cual. Su celular vibra en su bolsillo.
-Ay perdón, debe ser el Uber- Saca el celular y contesta la llamada- ¿Aló? ¿Cómo? ¿Cómo que no puede pasar para acá? ¿¡Una marcha!? No, no, pero no puede tratar de-- Ya…si no se preocupe, yo voy- Cuelga la llamada y mira a sus amigos con las cejas alzadas y una expresión de desagrado que nunca se daba el trabajo de ocultar- Les juro que si no hubiese pagado el Uber Black lo hubiese mandado a la punta del cerro- Trinidad, una de sus mejores amigas, ríe entre dientes.
-Ay Williams, ¿Qué pasó?
-El conductor dijo que no podía pasar para acá con el auto porque parece que había una marcha.
-Uh amigo ten cuidado, siempre andan esos flaites peleando con carabineros y rompiendo todo.
-Ay Trini no seas así, ya me asustaste- Su mirada pasa por sus dos amigos más grandes- ¿No me pueden acompañar?- Ellos miran a Will con escepticismo- ¡Ya po’! Oye Borja si fue por ti que vinimos a Baquedano al menos acompáñame al uber- Borja lo mira con una ceja arriba y niega la cabeza con exagerados manerismos.
-No niño, vinimos para celebrar MI cumple así que hago lo que quiero hoy día y ni loco me meto en una marcha.
-Uy pero por qué tenía que ser acá.
-Vi el bar en tik tok y estaba bueno, ya apresúrate que ya debe haber llegado el Uber- Williams se levanta de la mesa con un semi puchero, Trinidad lo mira con preocupación.
-Avisa cuando subas al Uber- Will asiente, toma sus cosas y comienza a caminar calle abajo.
Desde una cuadra antes se sentía el aroma a humo, el ruido, y el ardor en la nariz y los ojos provocados por las lacrimógenas, intenta aguantar la respiración e ingresa al sector a un lado de la plaza caminando rápido, aunque no puede evitar detenerse del impacto al ver un grupo de encapuchados lanzando piedras y botellas encendidas a los vehículos policiales, y la gente corriendo de los fuertes chorros de agua y de la policía antidisturbios.
Comienza a semi correr por la vereda intentando esquivar todo y a todos, pero los nervios le terminan ganando y ya no se esfuerza en mantener la calma, corre con velocidad, ya no miraba nada más que el final del camino, esperando poder llegar pronto. En ese momento siente un fuerte y duro golpe al costado del cuerpo que lo hace caer contra la cortina metálica de un negocio, apenas puede reaccionar, pero escucha la voz de un chico entre el ruido y el latido de su corazón que resonaba en sus oídos.
-¡Paco conchetumare’! ¡Sale de acá perro culiao!- Levanta la mirada y ve a un encapuchado sin polera amenazando con una gran roca al policía que lo había empujado con el escudo, a él se une un grupo que alejan al policía de Will- ¡Vira pa allá si no queri que te saque la chucha conchetumare’!- El grupo se dispersa y el chico que lo había defendido lo mira en el suelo- Levántate po’ weón, qué andai mirando- Will asiente nervioso y se levanta, se queda un momento de pie mirando al chico-¿Qué?
-Eh…nada, gracias.
-Pa’ eso estamos compadre- Will se dispone a seguir su camino cuando escucha a una chica gritar desde un grupo cercano a ellos.
-¡Cuidao’ con el guanaco!- Si no fuese por la mano que lo toma fuertemente por el brazo y lo empuja a un callejón, Williams no habría podido reaccionar y hubiese sido golpeado por el chorro de agua. Cuando se da cuenta de lo que acababa de pasar, se da cuenta también de la mano que aún lo sostiene por el brazo con fuerza y del sudoroso y descubierto torso que lo tiene acorralado contra una pared, sus mejillas se sonrojan ligeramente cuando mira hacia arriba y se encuentra con los ojos del hombre tras la capucha. Lo escucha reír bajo.
-No eri muy vivito, ah- Williams lo mira ofendido.
-Yo no ando metido en estas cosas po’
-Obvio que no, hay que mirarte no ma’, ¿Que andai haciendo entonces?
-Tengo que llegar a la calle de más abajo y tengo que pasar por acá porque tienen las otras calles cortadas.
-¿Andai solo? ¿No teni amigos?
-No quisieron arriesgarse a venir.
-Tshaa, con esos amigos…- Lo suelta del brazo pero le da un ligero golpe en el lugar- Oe’ yo te puedo acompañar, no te preocupi’
-¿En serio?
-Obvio po’- Se da dos exagerados golpes en el pecho- Guardia- Will ríe bajo.
-¿Guardaespaldas?
-La misma wea, vamo’- Hace como que recarga un arma imaginaria y avanza al lado de Will por la acera- ¿Cómo se llama mi protegido?- Will da una corta risita.
-Williams, ¿Y mi salvador?
-Bjorn.
-Bjorn, ¿Es nombre de los países bajos?
-Qué sé yo, mi ama lo sacó de una película creo- Llegan a una zona más despejada y bajan la guardia y la velocidad- Williams, y…¿Te dicen así o hay algo más corto? ¿Willy? Como el de la película de los chocolates.
-¿El de la…- Will ríe cálidamente cubriéndose la boca con la parte trasera de la mano- Will, prefiero Will, la verdad.
-¿Sí?- Will le sonríe- Wena. Mi nombre es cortito así que no hay pa' qué cortarlo más...aunque si me queri' decir bebé no me quejo- Will levanta las cejas en sorpresa y lo disimula al escuchar a Bjorn reír- O mi amor más pa adelante, o papito, aunque es medio raro, o--
-O Bjorn- Bjorn ríe airadamente.
-Sí, Bjorn también está bien.
-Oh…parece que ahí está mi Uber- Incluso con la capucha en la cabeza se nota la sorpresa de Bjorn al ver el auto de lujo esperando a Williams. El conductor se ve claramente asustado por la apariencia de Bjorn y baja la ventanilla hasta la mitad mirándolos.
-Wi…¿Williams?- Will levanta la mano.
-Sí, yo- Se acerca al Uber junto a Bjorn y lo mira con una, un poco vergonzosa, sonrisa- Bueno, ya me tengo que ir, muchas gracias por traerme, y por salvarme, obvio- Él solo asiente. Will se va a comenzar a subir al auto pero Bjorn lo toma del brazo antes.
-Oe', espera - Suelta a Will quien lo mira expectante- Eh, pucha discúlpame lo lanzao' ah, pero ¿Tení wassah'? Es que eri el medio mino y pareci super tela igual tonces no sé po', si queri salir a tomarnos una chelita, comernos un completito, conozco las medias picaas te lo juro, vai a quedar loco con la comía…y conmigo igual po', pa qué- Ríe airada y cortamente ante su propio chiste.
El corazón de Williams late con velocidad, era la primera vez en su vida que alguien le había pedido su número. Pero de pronto piensa en sus amigos, en su familia, y en qué pensarían si supieran de Bjorn, después de todo era un encapuchado del que el olor a desodorante en spray barato aún tenía prendido en la ropa desde aquel corto acercamiento. Mira ligeramente al conductor notando sus cejas alzadas y el ligero movimiento de lado a lado de su cabeza, como diciendo "dónde se está yendo esta juventud" o "menuda mala influencia para el chico, qué indecencia" o quizás esas sólo eran las voces de su familia resonando en su cabeza con comentarios ya hechos sobre otras relaciones, si eso decían de otras personas qué dirían si él saliera a comer con un "roto" como Bjorn.
-Está bien que hablemos un poco por educación y por gratitud pero ¿Por qué no te sacas la polera con hoyos de la cabeza y el olor a granja del cuerpo antes de creer que puedes tener algo con alguien como yo?- Bjorn retrocede unos pasos con el ceño fruncido.
-Oe qué wea, ¿Qué chucha te pasa Williams? Puta la wea que creí que erai diferente al resto, cuico culiao mal educao, olor a granja po', eri como el pico rusio culiao, no volvai a salir de tu cueva Willy Wonka y la conchetumare- Will se sube al Uber y este parte con velocidad- ¡Por esa wea tus amigos te dejan sólo, DOBLE CARA CULIAO!- Will mira por la ventanilla hacía atrás y ve a Bjorn levantando el dedo del medio en su dirección.
Williams suspira sintiendo el arrepentimiento y la culpa en lo profundo de su ser, saca el celular y envía un mensaje a su grupo de amigos.
“-Ya me subí al uber.
Trini: Que buenaa, a mí mi papi me vino a buscar en el auto así que ya voy llegando a la casa 😜
Borja: Yo me junté con el Leo pa ir a tomar.
 -Yaa, tengan cuidado.”
Williams sigue pensando en Bjorn hasta que llega a su casa en Lo Barnechea, cruza el jardín y entra al salón, su mamá le sonríe desde el sofá donde tejía mientras veía televisión.
-¡Williams Nicolás, ¿Qué te trae por acá?!- Will ríe entre dientes, se sienta al lado de su mamá y la abraza apoyando la cabeza en su hombro- Uy mi bebito, que anda amoroso- Abraza a Will cariñosamente mientras le da cortos besos en la frente.
-Pero si yo sieempre soy así.
-Sí sé mi niño- Se quedan así un largo rato y su madre lo mira extrañada- ¿Te pasa algo Will?- Williams levanta la mirada.
-Ah no, no, ¿Por qué?
-No, que no me quiere soltar y subir a su pieza digo yo- Will niega con la cabeza mientras en la televisión empiezan las noticias y se ven imágenes de la marcha por la que había pasado- Ay mira Williams, es por allá donde andabas con los chiquillos.
-Ah sí, debe haber empezado después que me fui seguramente- Se levanta del sofá y se dispone a subir a su habitación pero se detiene al escuchar a su mamá.
-Will, que hueles rico oye, qué es ese perfume, ¿El Paco Rabbane?
-Ah, eh…sí, seguramente- Supiera su madre que como mucho debía ser Axe, y que no parecía querer desprenderse de su ropa.
Sube las escaleras y entra a su habitación, suspira al cerrar la puerta tras de sí. Se acerca a un largo espejo de pie a un lado de las puertas de su closet y se quita la camiseta delante de él, abre la boca en sorpresa al ver el costado de su brazo y de su torso rojos por el golpe que le habían dado, se toca ligeramente las zonas no atreviéndose a presionar más, se mira de frente con un ligero puchero antes de sacar una polera del closet y colocársela, termina de cambiarse de ropa a algo más casual para ir por su casa, pone algo de música y se acuesta sobre la cama mirando al techo, sintiendo el peso de todo lo que había ocurrido ese día, y más que físico, siente el peso de la culpa por haber tratado así a Bjorn, aunque le gustaba pensar que no, debía admitir que era igual que sus padres en ciertos aspectos, le daba mucha importancia al qué dirán y él también tenía sus prejuicios, incluso sintió vergüenza de que el conductor de Uber lo viese hablando con Bjorn. Pero que Bjorn fuese un "flaite" no le daba derecho a tratarlo así, en especial cuando lo había ayudado. Toma su celular y comienza a llamar.
"-¿Hola?
-Hola Trini, ¿Estás en tu casa ya?
-Sí, sí, ya estoy en casita, hace rato.
-¿Estás sola?
-Sí amigo, ¿Pasó algo?
-Aay Trinii me siento super culpablee
-¿Por qué? ¿Qué pasó?
-Siempre me quejo de que estoy soltero, que ni un mino me pesca y cuando uno me pide mi número--
-A veeerrr, ¿Te pidieron tu número? ¿Cómo es eso?
-Pero te cuento porque eres mi mejor amiga no más ah, no le cuentes a nadie más.
-Te lo juro.
-Ya, resulta que el conductor de Uber tenía razón y había la media marcha en la plaza
-Sí, algo ví en la tele.
-Y yo intentaba no ir muy asustado pero pucha al final terminé corriendo lo más pegado a la pared que podía pero parece que por lo mismo un carabinero me confundió con algún flaite- Escucha a Trinidad inspirar profunda y exageradamente en sorpresa.
-¡Te llevaron preso! ¿Me estás llamando desde tu celda?
-¡No! Pero me pegó con el escudo ese plástico y me botó al piso.
-¡Au!
-Sí, todavía tengo todo rojo, pero en fin, en eso llega él.
-¡Uy, él!
-Lo escucho como entre la conmoción gritándole puros garabatos al carabinero y…ay no me juzgues Trinidad, si hubieras visto todo desde mis ojos…levanto la mirada y veo a ese hombre, con la polera tapándole la cabeza y el torso brillando al sol, defendiéndome.
-Aaaahhh Williams, pero pero ¿Era flaite flaite?
-Flaite…hablaba flaite, olía flaite- Dice mientras juega inconscientemente con la chaqueta que aún olía a Bjorn entre sus manos- Y me ayudó a llegar hasta el Uber.
-Qué boniiito, servicial el niño ah, y tú igual, yo que tú ni loca me voy con alguien cómo él, discúlpame.
-No si al principio igual me dió cosa pero dije bueno, ya me ayudó una vez.
-¿Cómo se llamaba?
-Bjorn
-Uhh nombre poco común ah, si lo buscas en instagram igual lo encuentras- Will ríe para sí mismo
-No creo que tenga…y tampoco creo que quiera hablar conmigo.
-¿Por qué?
-Cuando llegamos al Uber él me pidió mi número, me dijo que podíamos salir a comer o algo y…ohhh que terrible, weona, me dió cosa porque pensé en qué diría mi familia o incluso ustedes, no tú pero los chiquillos, y le dije que no pero super mal, lo traté pésimo.
-¡Pero Williams! ¿Qué hizo él?
-Se enojó po' , me dijo doble cara y otros insultos más antes de que me fuera en el Uber.
-Pucha Williams, bueno, las cosas pasan por algo--
-Sí, porque soy hueón.
-Yaa pero Will, mira, mañana tengo una fiesta de la pega de mi papá y no quiero ir sola, ven conmigo po' van a haber puros viejos con plata por si te queri sacar las ganas del flaite ese.
-¡Trini!- La escucha reír estruendosamente- Ya oh, ¿Mañana en la noche?
-Sí, te pasamos a buscar en el auto con mi papá, es formal así que arregla ese outfit tempranito que te conozco, eres capaz de estar decidiendo tres horas entre dos camisas blancas iguales- Will ríe entre dientes- Oye oye ¿Qué es eso que escucho de fondo?
-¿Música?
-¿¡Música romántica!? Ay Williams que eri dramático, no hablaron ni por cinco minutos, ya, chao, pon algo más alegre.
-Yaa chao, gracias."
Will deja el celular a un lado un momento y se acuesta sobre la cama, la luz dorada del cielo entraba por su ventana, lo que de alguna manera dramática y muy peliculera para él, lo hacía sentir peor, sube el volumen de la música y se queda por un largo rato con la chaqueta de aquella tarde sobre el pecho, sintiendo de vez en cuando el aroma a Bjorn que no le parecía nada menos que cautivante.
-¡Williams baje a cenar!- Resuena la voz de su madre desde el piso de abajo, Will se pone de pie, apaga la música y sale de su habitación, baja la escalera y entra al comedor, se sienta en la gran mesa vacía frente a su plato, su madre se sienta cerca de él- Mira ah, como la nana anda de vacaciones ya he aprendido a cocinar hartas cosas yo- Will sonríe, feliz por su madre a pesar de ser la tercera vez consecutiva que comían fideos con salsa, Williams mira a su madre cuando se sienta.
-¿Y el papá?
-Ah, está en el estudio, está trabajando, no sé si quiera venir.
-¿Lo voy a buscar?
-Como quieras, lindo- Will se pone de pie y camina hasta la oficina de su padre, toca la puerta un par de veces.
-Pasa pasa- La abre lentamente, su padre lo mira desde el escritorio- Ah Willy no sabía que ya habías vuelto, sinceramente pensé que te ibas a quedar más tiempo allá.
-Ah, sí sí, pero mejor me vine temprano porque había una marcha por ahí y--
-¡Ah, comunistas culiaos, quieren todo gratis los flaites de mierda!
-…La cena está servida- Su papá suspira, echa una mirada a su computador y vuelve a mirar a Williams.
-Tengo que terminar esto, no creo que pueda.
-Bueno- Va a cerrar la puerta cuando vuelve a escuchar la voz de su papá.
-¿Tu mamá hizo fideos de nuevo?- Will asiente- Ojalá que la nana vuelva luego- A pesar de que siente la ira quemándole el pecho, Will solo sonríe y cierra la puerta antes de bajar, sabía que su mamá se estaba esforzando y le enfadaba que su padre nunca quisiera ver más allá de su nariz.
Luego de cenar, se encuentran conversando plácidamente cuando Will recuerda lo que había acordado con Trinidad.
-Ah, mamá, Trini me invitó a una fiesta mañana en la noche, es que tenía que acompañar a su papá a una de su trabajo y para no ir sola y aburrirse me invitó a mí.
-Super pues Will, aproveche su añito libre para salir y disfrutar con sus amigos- Will asiente.
-Me van a pasar a buscar en auto así que todo arreglado.
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elespectrodedreg · 1 year
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@thed1rtyhands ;
"No me tienes que agradecer"
Había alcanzado a escuchar sus palabras desde el interior del aseo, rodando los ojos en consecuencia. En ocasiones realmente deseaba golpearlo. Se lo buscaba él solito.
Incluso llevando años a su servicio, había tantas cosas que Lysaria le ofrecía tan solo por su propia apetencia... y él, tan ciego, parecía incapaz de comprender que el Espectro se movía según el anhelo egoísta de obtener un ápice de su atención.
Había descubierto que los mares en tormenta que tenía por ojos podían brindarle las mejores caricias. Ignoraba cuando había empezado a buscar, a anhelar desesperadamente, tal contacto... a rondar su despacho y a tomar silente asiento en su ventana con la excusa de ofrecer las sobras de pan rancio a los pájaros... pero los sentimientos que despertaba se había aferrado a ella con la firmeza de una enredadera, penetrando todas y cada una de sus grietas.
No era como si pudiese simplemente deshacerse de él.
"Te vas a enfermar".
De nuevo frente a frente, separados por la mesa que, cargada de papeles, era testigo y muestra de las horas que debía llevar allí encerrado, detuvo el movimiento de la toalla en sus manos con burlona incredulidad. ¿Acaso estaba tan sumido en sus pensamientos que siquiera se había percatado de la intensidad con la que estaba tronando la lluvia contra los cristales?
— No es necesario...
Intentó interponerse entre él y la puerta. Si hubiese tenido alguna premura por cambiarse habría acudido directa a su dormitorio; no obstante, no le importaba tanto la humedad como para no atender lo que fuera que estuviese rondando por la mente del bastardo primero. Además, ¿qué pensaba hacer? ¿Revolver los cajones hasta encontrar algo que traerle?
Para fortuna o desgracia, Lysaria se recreó en la imagen del Dreg en su dormitorio y el choque entre ambos tuvo lugar: en realidad apenas se había tratado de un roce entre sus cuerpos, pero uno cuyos rescoldos habían sido suficientes para hacerla estremecer.
Su impulso natural, la costumbre, la invitó a retroceder. Sin embargo, si el muchacho no se había movido... ¿iba a rechazarle ella?
Muy al contrario, la obsequiaba con un tipo de contacto diferente al que la tenía acostumbrada: el de su respiración contra su piel. La myriense había sentido muchas, demasiadas, a lo largo de su corta vida... pero ninguna había despertado en ella ardor semejante.
Suspiró. Orys era todo lo que adoraba, todo lo que la desquiciaba, todo lo que no podía sacrificar. El anhelo, la necesidad y la súplica yacían plasmados en su expresión, en la mirada de adoración que le dedicaba sólo a él
— ...quédate conmigo.
La diestra le tembló, titubeante, en lo que ascendía cerca, demasiado cerca, sin rozar siquiera la tela de la camisa ajena. Sus ojos recorrieron el camino hasta su boca, quizá con demasiada obviedad, antes de tragar saliva.
Una confidencia entre ambos. Un recordatorio de la situación en la que se encontraban. Una advertencia.
La caricia fue sellada sobre una de sus manos: al principio como un roce de las yemas sobre sus nudillos... lento y delicado, embriagándose de la sensación. El contraste de temperaturas entre su piel helada y la calidez ajena supuso un nuevo fogonazo para su cordura, que se había sumido en lo exquisito que habrían de sentirse sobre su cintura, recorriéndole la espalda o perfilando sus caderas.
Era el primero, el único, al que había deseado.
— Orys... quédate conmigo.
Inclinando su rostro hacia él, acarició su mentón con la punta de la nariz... un gesto íntimo, más que suficiente para deleitarse en su perfume.
La lluvia seguía cayendo con fuerza más allá de aquellas paredes.
— ...aunque temo que te vas a mojar.
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gadoguerrero · 1 year
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Dulce María y Luka
Fueron un sueño hermoso, un sueño que cada vez se va difuminando más. Un sueño de algo que ya parece no existir. Un sueño de algo – quizá – demasiado bonito para existir. Su belleza radicaba en el éter, en lo efímero y en un hilo invisible que parece ya haber sido roto.
Luka se parecería a ti, con tu cabello, tus ojos y tu sonrisa. Habría sido una versión masculina de ti. Le habría encantado la danza, el canto y las artes. Me habría resentido durante su adolescencia por el nombre de futbolista que me dejaste ponerle, se habría cansado de corregir siempre que era con “k”, no con “c” o que era “Luka” y no “Lucas”.
Muy probablemente hubiese confiado en ti cuando notara que le empezaba a gustar alguien, sabría que allí eras mejor que yo para guiarle y te habría confiado hasta cuando perdiese la virginidad. Le habría gustado estudiar artes, y lo haría, pero no sin primero sacarse una carrera de ingeniería, para ser como su mamá. Habrías sido su heroína, su diosa, su razón de vida. Y me habría pasado la vida a gusto siendo la segunda opción de ese niño.
Con Dulce María hubiese sido distinto, desde pequeña se hubiese pegado a mí, me defendería cada vez que te quejases de algún comportamiento mío y pondría un puchero cuando escuchara de pasadita a alguna de tus amigas o familiares hablar mal de mí. Me resentiría sólo por heredarle mi nariz y mi cabello, pero se habría parecido a mi madre, a lo mejor más oscurita de piel.
A Dulce María le habría encantado jugar al rugby y al fútbol. Habría sido una niña ruda, tosca y contestadora. Poco a poco se habría encontrado más con su feminidad y ahí hubieses entrado tú, para ayudarla. No me confiaría de sus novios, pero a ti sí, incluso la ayudarías a escaparse con 16 o 17 años, manteniéndome en la dichosa ignorancia porque sabrías lo que necesita una niña de su edad.
Nos sorprendería mucho el éxito de ambos en sus papeles de adulto, habrían crecido en un ambiente de amor, comprensión y diálogo. Jamás nos habrían visto pelearnos, insultarnos o gritarnos. Habrían tenido como modelo desde la niñez una historia de amor hermosa, que luego copiarían ambos en sus respectivas vidas.
Cuando nos hiciesen abuelos – quizá – ya no estaría yo para verlo, pero me sentirían allí; en los comentarios sarcásticos de Dulce María, en los conocimientos inútiles de Luka, en todas las expresiones tan mías que, con el tiempo, se volvieron tan tuyas. Habríamos cortado cadenas de toxicidad y empezar de cero, una familia, una verdadera familia. De esas que dan envidia. De esas que parecen de mentira.
Pero era muy bonito para ser cierto, era demasiado hermoso para que ocurriera. Y – quizá – probablemente sea mejor que ese sueño se quede en sueño. Pero cómo me habría gustado intentarlo. Cómo me habría gustado lograrlo. El sueño se difumina en mi consciencia como una bocanada de un cigarrillo, primero intensamente brillante, luego rápidamente perdiendo opacidad. Queda sólo el aroma de lo que fue y el ardor en el pecho que transitó.
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silentjunkie · 1 year
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Solo me siento saco la tarjeta y la bolsita de dosis me acomodo , abro la bolsa para preparar unas líneas y zaaaas llega el momento de inhalar,empiezo a sentir esa sensación que muero por sentir como baja el rico sabor amargo,inhalo empiezo a sentir ardor en mi nariz,cierro por un momento los ojos al abrir , los siento llorosos por las rayas que me meti y esque siento unas lágrimas que me salieron,me recuesto unos minutos para que baje bien ,empiezo a sentir como mi cuerpo se empieza a sentir bien tranquilo, mi mente empieza a decirme que muy bien que lo disfrute empiezo a sentirme feliz con energía, llega el momento en el cual me noto muy imperativa y siento que no podré hablar bien, es cuando me doy cuenta que la dosis ya me esta pegando trato de disfrutar y disimular que no me pasa nada que ando normal, pero veo mis manos y siento que se notan temblorosas me trato de tranquilizar se me olvida todo,a la hora empiezo a sentir ansiedad,desesperación por volver a sentir ese efecto pero lo que más me desespera que para eso debo de volver a consumir una dosis más....💀🥀
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ochoislas · 2 years
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Pensé en cómo había pasado la Nochebuena con mi hija una semana antes. La recogí de la guardería por la tarde y tomamos el tren sin pasar por casa, bajándonos tres paradas más adelante de la circular, en unos grandes almacenes. Como ya habían cerrado, subimos directo a los restaurantes de la última planta. Siendo la noche de Navidad, estaban todos atestados. Pero me agradaba la aglomeración, deseaba esa promiscuidad: mi hija y yo no éramos los únicos seres vivientes en esta ciudad.
Tras gastar unas cuantas monedas de cien yenes en el salón de juegos de la misma planta, probamos en un restaurante chino. No tenían mesa libre, había que compartir. En la mesa había sentadas dos cincuentonas con llamativos pendientes y anillos. Mi hija las miró un instante y su entusiasmo decayó de repente.
Mi brioso: «¡A ver! ¡Hoy vamos a tirar la casa por la ventana! ¿Qué te apetece?», se topó con un cansino: «Me da igual», dicho con la cabeza gacha y un hilo de voz, sin levantar apenas los ojos. Poco a poco mi jovialidad se volvió demasiado esfuerzo, así que me bebí mi cerveza dejando la vista vagar por el ajetreado comedor.
Aunque mi intención era recrearme un poco, después de lo que nos había costado sentarnos, mi hija picoteó el menú especial y luego empezó a insistir en volver a casa.
—Come un poco más, ¿está rico, no?
—No me gusta. Vámonos a casa.
—No hay nada de comer en casa. Come ahora o luego vas a tener hambre.
—Ya no quiero más. Vámonos. No me gusta esto.
—¿Ah no? A mí sí me gusta.
Se puso furiosa y tiro el plato medio lleno al suelo, que se hizo trizas con estrépito.
—¡Será posible! ¡Niña mala!
La reprimenda provocó un berrido que se oyó en todo el restaurante: «¡Quiero irme a casa! ¡Quiero irme a casa!».
Tuve que cogerla y llevármela a la carrera. Nada más fuera —paradas frente a los ascensores— ya estaba risueña y ansiosa por salir a trotar a la calle. Era enervante; pero, sin dejar de fulminarla cuando se debatía por soltarse de mi mano, pensé que, después de todo, éramos las únicas personas que hubieran querido volver a aquel apartamento.
Cuando enfilamos la calle principal tras bajar del tren, me sale con que quiere hacer lo otro.
—Aguanta, ya casi hemos llegado. Aquí en la calle no puede ser.
Me aligeré, tirando de ella bruscamente. Pero enseguida lloriqueó: «¡Ya me lo hice!». Estaba demasiado incómoda para dar un paso más. Qué iba a hacer: busqué un sitio fuera de la vista, le quité las braguitas, le limpié el culo y le puse las otras que llevaba en el bolso. Cuando me incorporaba con un suspiro, vi a un hombre que venía tambaleándose en nuestra dirección. Mientras mi hija y yo lo observábamos, se desplomó dejando escapar un sonido que resonó en la calle: no sabría decir si llanto o gemido.
—Ese hombre está llorando —susurró mi hija, apretando fuerte mi mano.
—Es que se siente mal. Se siente fatal —le respondí en un susurro también.
—Alívialo, mami.
—¿Yo?
Asintió sin apartar la mirada de la indistinta figura en la calzada.
La miré y me mordí los labios, luego tiré las braguitas sucias que tenía en la mano en un tanque de basura cercano y me acerqué al hombre. Flotaba un olor a vómito. El descuido de mi hija también había dejado un tufillo en mi nariz y sentí algo de nauseas. Me agaché junto a la figura.
Empecé a frotar la espalda del doliente, que gruñía bajito. El hombre sólo estaba ebrio, pero su espalda era ancha y caliente. Era un cuerpo sólido, compacto. Tenía las orejas tan rojas que parecían a punto de salir ardiendo. Mi hija se acercó también y frotamos juntas a cuatro manos. No llevaba abrigo ni jersey; aparentemente había salido así de algún sitio. Concentrada frotando la espalda de un extraño, me vi arrastrada a una especie de ardor fervoroso, como si rezara pidiendo un milagro. Me pareció que frotaba mucho tiempo, pero probablemente fueron unos instantes.
Estábamos tan embebidas que cuando la espalda se sacudió y el cuerpo se irguió nos cogió completamente por sorpresa. El hombre se había puesto en pie. Lo miramos marcharse, boquiabiertas: se encorvó dolorido y se fue dando tumbos hacia la estación. Nunca llegamos a ver su rostro.
—Se ha puesto mejor. Se sentía fatal y ahora está mejor —murmuró mi hija. Parecía contenta.
Tiré de ella y respiré hondo. Todavía sentía el hedor: «¡Menos mal!».
Echamos a andar de la mano. Sentíamos las manos ardiendo como brasas de tanto frotar vigorosamente.
Distinguí algunas estrellas titilando en el cielo y exclamé: «¡Estrellas!». Cuanto más frío hace, más claras se ven, fue lo que me vino a la cabeza.
Pasado Año Nuevo volví a sentarme en la sala de mediación. Tenía ante mí los mismos rostros de la otra vez, uno al lado del otro. Esperé diez minutos, un cuarto de hora, mirando los edificios altos que se veían por la ventana. El cielo era azul aquel día también y la sala estaba sofocante y cargada.
Tsushima Yūko
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mad-sci · 3 days
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"La Lejanía Del Envejecer"
Simplemente veo atrás y nada realmente importó, nada se sintió real, como si no hubiese existido, como si no hubiera existido aquella tarde donde corría con el límite de mi físico detrás de una pelota, como si esas tardes de mate cocido o café apenas me calentaran las manos al agarrar la taza, como si las frías mañanas yendo a la parada del colectivo con el frío congelando mi nariz apenas enfriaran en mis recuerdos.
No queda nada en mi, estoy vacío pretendiendo que con cierto grado de locura todavía pueda volver a sentir algo ahí dentro, pretendiendo que con escribirte y extrañándote volvería a sentir amor, como si odiando y repudiando volviera a sentir ardor, dolor.
Quizá la intensidad de aquellos días de antaño me llevan a quedarme encerrado en mis recuerdos, quizá simplemente busco "estar vivo" con ella, con ellos, conmigo. Y tal vez me haya perdido en la búsqueda de la tranquilidad, de la armonía conmigo mismo, me perdí y no me encuentro, no encuentro a nadie.
En el camino me tope con monstruos antiguos que en mi búsqueda se olvidaron de vivir, monstruos que me enseñaron la mortalidad, mis miedos, monstruos que me alejaron del camino que compartí con muchas personas, y del que ahora, ya no tengo retorno.
Escucho a los murmullos de gente viva, escucho los murmullos tuyos, los de ella, los de él, los de todos, sin embargo, no los veo, no estoy ahí, nunca estuve con vos, simplemente te escuché a la lejanía, mientras te alejabas, y yo desesperaba acá, en lo oscuro, en el abismo.
Deseo tanto sentir piel, deseo sentir sudor, deseo tanto sentirte de enfrente, porque me perdí, porque no tengo nada te deseo, te deseo como si fueses el sol, el cielo, el paraíso, y estoy arruinado, hundido, cada vez más profundo, más ahogado, más solo.
Miro atrás, me miro a mi, detrás de mis ojos, ojos de alguien que no para de sufrir el vacío, ojos sin aspiraciones, con miedo, miro detrás y nada queda, más que un desierto, frio, desolador.
De chico creía que de grande iba a entender más el mundo, de grande creo jamás entender está desidia de existencia, como todos aceptan sus destinos, como ignoran aquella inquietud, aquí, ahora, el tiempo.
.27. "Desde el fondo de mi corazón".
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bcgames · 1 month
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¿Qué son los síntomas y tratamientos de la gripe boca?
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¿Qué son los síntomas y tratamientos de la gripe boca?
Síntomas de la gripe bucal
Los síntomas de la gripe bucal, también conocida como herpes labial o herpes bucal, pueden ser molestos y dolorosos. Esta infección viral común suele causar la aparición de ampollas pequeñas y dolorosas alrededor de los labios, la boca o la nariz. Estas ampollas suelen llenarse de líquido y pueden causar picazón, ardor o dolor antes de romperse y formar costras.
Otros síntomas de la gripe bucal pueden incluir fiebre, dolor de garganta, inflamación de los ganglios linfáticos, malestar general y dolor muscular. Estos síntomas suelen aparecer unos días antes de que aparezcan las ampollas y pueden durar aproximadamente una semana.
Es importante tener en cuenta que la gripe bucal es altamente contagiosa y se puede propagar fácilmente a través del contacto directo con las ampollas o el líquido que contienen. Por lo tanto, es fundamental tomar medidas preventivas, como lavarse las manos con frecuencia, evitar tocarse las ampollas y evitar compartir objetos personales, como utensilios o toallas, con personas infectadas.
Si experimentas síntomas de gripe bucal de forma recurrente o si los síntomas son graves, es recomendable que consultes a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuado. En muchos casos, la gripe bucal puede tratarse con medicamentos antivirales tópicos o sistémicos para acelerar la curación y aliviar los síntomas.
Tratamientos para la gripe en la boca
La gripe en la boca, también conocida como herpes labial o calentura, es una molestia común que afecta a muchas personas en todo el mundo. Esta afección es causada por el virus del herpes simple y se caracteriza por la aparición de ampollas dolorosas alrededor de la boca. Aunque no existe una cura definitiva para el herpes labial, existen varios tratamientos disponibles para aliviar los síntomas y acelerar el proceso de curación.
Uno de los tratamientos más comunes para la gripe en la boca son los medicamentos antivirales tópicos, que ayudan a reducir la duración y la gravedad de los síntomas. Estos medicamentos suelen estar disponibles en forma de cremas o geles que se aplican directamente sobre las ampollas. Otro tratamiento efectivo es el uso de medicamentos antivirales de venta libre, como el aciclovir, que pueden ayudar a combatir el virus y acelerar la cicatrización de las ampollas.
Además de los medicamentos, existen remedios caseros que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la gripe en la boca. Aplicar compresas frías sobre las ampollas, mantener la zona limpia y seca, y evitar tocar o frotar las ampollas son medidas que pueden ayudar a reducir la incomodidad y acelerar la curación.
En conclusión, si padeces de gripe en la boca, es importante consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y determinar el mejor tratamiento para tu caso. Con la combinación de medicamentos y cuidados adecuados, es posible aliviar los síntomas y acelerar el proceso de curación de las ampollas causadas por el herpes labial.
Diagnóstico de la gripe oral
El diagnóstico de la gripe oral es fundamental para identificar y tratar eficazmente esta afección común que afecta a muchas personas en todo el mundo. La gripe oral, también conocida como estomatitis aftosa, se caracteriza por la presencia de llagas dolorosas en la boca, en especial en las mejillas, la lengua y el paladar.
Para diagnosticar la gripe oral, los profesionales de la salud suelen realizar un examen físico de la cavidad bucal en busca de lesiones características de la enfermedad. Estas llagas suelen tener un centro blanco o amarillo rodeado por un área rojiza e inflamada. Además, los pacientes suelen experimentar dolor y molestias al hablar, comer o beber.
En algunos casos, puede ser necesario realizar pruebas adicionales, como cultivos bacterianos o análisis de sangre, para descartar otras afecciones que puedan presentar síntomas similares a los de la gripe oral.
Es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas de la gripe oral, ya que un diagnóstico oportuno puede ayudar a aliviar el dolor y acelerar el proceso de curación. Además, es fundamental seguir las recomendaciones del profesional de la salud para el cuidado adecuado de las llagas y prevenir futuros brotes.
En resumen, el diagnóstico de la gripe oral es clave para recibir el tratamiento adecuado y aliviar los síntomas de esta afección bucal común. Si experimentas llagas dolorosas en la boca, no dudes en consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado.
Prevención de la gripe bucal
La gripe bucal, también conocida como herpes labial, es una afección común causada por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1). Aunque generalmente no es grave, puede resultar molesta y dolorosa. Por suerte, existen medidas que pueden tomarse para prevenir su aparición y reducir la frecuencia de los brotes.
Una de las formas más efectivas de prevenir la gripe bucal es mantener un estilo de vida saludable. Esto incluye una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, así como el consumo moderado de alcohol y tabaco. El estrés también puede desencadenar brotes de herpes labial, por lo que es importante encontrar formas de gestionarlo, como practicar técnicas de relajación o meditación.
Otro aspecto crucial en la prevención de la gripe bucal es mantener una buena higiene bucal. Esto implica cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental y enjuague bucal regularmente, y evitar compartir objetos personales como cepillos de dientes o utensilios de comida.
Además, es importante proteger los labios del sol, ya que la exposición excesiva a los rayos UV puede desencadenar brotes de herpes labial en algunas personas. Usar protector labial con factor de protección solar puede ayudar a prevenir este problema.
Por último, evitar el contacto directo con personas que tienen lesiones activas de herpes labial también puede ayudar a prevenir la propagación del virus. Esto significa abstenerse de besar o compartir objetos personales con alguien que tenga un brote activo.
En resumen, la prevención de la gripe bucal implica adoptar un estilo de vida saludable, mantener una buena higiene bucal, proteger los labios del sol y evitar el contacto directo con personas infectadas. Siguiendo estos consejos, es posible reducir significativamente la frecuencia y gravedad de los brotes de herpes labial.
Remedios caseros para la gripe en la boca
Los remedios caseros para aliviar los síntomas de la gripe en la boca son una alternativa natural que puede proporcionar alivio de forma rápida y sencilla. A continuación, se presentan algunos remedios efectivos para combatir la gripe en la boca:
Gárgaras de agua salada: Mezclar una cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y hacer gárgaras con esta solución varias veces al día puede ayudar a aliviar el dolor de garganta y reducir la inflamación.
Miel y limón: Mezclar una cucharada de miel con unas gotas de limón en una taza de agua tibia puede ayudar a reducir la irritación de la garganta y calmar la tos.
Infusión de jengibre: Preparar una infusión de jengibre rallado en agua caliente y añadir un poco de miel puede ayudar a aliviar la congestión nasal y reducir la inflamación en la garganta.
Vapor de eucalipto: Inhalar el vapor de eucalipto puede ayudar a descongestionar las vías respiratorias y aliviar la irritación en la garganta.
Estos remedios caseros son opciones naturales que pueden ser efectivas para aliviar los síntomas de la gripe en la boca de forma segura y sin efectos secundarios. Sin embargo, es importante recordar que si los síntomas persisten o empeoran, es recomendable consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.
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boymc25 · 1 year
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Historia 1:
Anoche conocí a un chico nuevo, me espero en la puerta del edificio, entramos al ascensor y cuando se cerraron las puertas lo detuvo, me ordeno sacarme toda la ropa y quedé casi como en esta foto 😈 puso en marcha el ascensor hasta que se detuvo en su piso, mientras tanto yo ya estaba mamando, bajamos del ascensor y caminamos hasta su apartamento (yo completamente desnudo) por suerte no nos cruzamos a nadie, entramos, el tiro mi ropa en el suelo, se sacó toda la ropa, su pene estaba muy erecto y mojado, se acercó a mi y me tomo del pelo muy fuerte e inmediatamente me dió un puñetazo en el estómago, quedé de rodillas, y lo siguiente que dijo fue: - a partir de ahora tu único propósito es darme placer sin emitir ningún tipo de ruido ni decir nada, mientas intentaba respirar me amarro los brazos a la espalda, comencé a llorar y a pedirle que me suelte, el me tomo del cuello y me dijo lo siguiente con sus labios sobre los mios: por qué lloras?, Esto de va a gustar.
Enderezó su cuerpo y ahora era su miembro lo que tocaba mis labios, sentí como se me hacía agua la boca y no pude evitar abrirla, metió solamente el glande en mi boca, casi como si supiera que quería saborear lo mojado que estaba, luego de que ya no quedaba líquido en su pene comenzó a introducir con delicadeza el resto de su verga en mi garganta, tuve el impulso de querer sostener su cuerpo pero mis manos estaban atadas, el ya estaba completamente dentro de mi al punto de que no podía respirar, ahí se quedó, nos mirábamos y me di cuenta de que el disfrutaba le lo que veía, más que yo; estuve ahí un rato y cuando comencé a hacer arcadas no pude evitar quitar su verga de mi garganta pero el sostuvo mi cabeza contra su cuerpo, supo salir de mi en el momento justo y yo lo agradecí porque ya no podía respirar.
Luego de eso fuimos a su baño, amarro mis manos a un gancho de forma que quedé completamente pegado a la pared y con los brazos estirados para arriba, se lubrico los dedos x lo que pude oír y luego sentí como los introducía en mi culito, no tardo tanto en lubricarse la verga que seguía bien dura, mientras sentía que penetraban mis nalgas me preguntaba si se había puesto el condón.
Introdujo toda su verga sin problemas, me abrazo fuerte y la empujó un poco más adentro de mi, no pude evitar gritar mientras mis piernas se aflojaban, sentí como mi pene se mojaba de placer; el se quedó dentro de mi muy quieto y en ese momento supe que no tenía preservativo, comencé a sentir como orinaba dentro de mi, el calor de su orina invadía mi culo desde adentro, casi como un ardor; en ese momento el me dijo al oído: apreta bien la cola, espero que no se te salga ni una gota. Inmediatamente hice lo que me pidió mientras el sacaba su verga de mi culo.
Quedé en el baño arado a la pared completamente desnudo y lleno de orina dentro de mi, sinceramente no sé cuánto tiempo lo aguante , cuando ya no pude más deje que su orina corriera por mis piernas, para entonces ya no se tia más exitacion porque podía sentir el olor a orina que provenía de mi. El volvió y seguía con su verga bien dura, abrió la ducha con el agua helada y me limpió.
Me descolgó de su baño y me llevo a su cuarto, yo estaba empapado pero a él no parecía importarle, me tiró encima de su cama y ancló mis brazos entumecidos a la cabecera de la cama, se sentó en mi cara y se inclino para poner mi pene flácido en su boca, comencé a mandarle el culo, sin darme cuenta yo ya estaba con la verga bien dura y en su garganta, el retiro un poco su cuerpo del mío y colocó ahora su verga en mi boca,al principio no toda, me di cuenta que estaba viniéndose en mi boca, deje de mover mi cabeza 0ara recibir todo su semen y cuando su pensé dejó de hincharse, lo enterró completamente en mi garganta, no pude evitar atorarme, su semen salió hasta por mi nariz; se retiró de mi para que pudiera respirar, sentí como sus dedos recolectaban el semen que se había escapado mientras veía como su verga se tenzaba una y otra vez con mi saliva colgando desde la cabeza de su verga.
En ese momento mientras introducía con sus dedos el semen en mi boca, me dijo que eso solo fue un poco de semen que se le había escapado y que todavía no había terminado...
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oceanoartico · 3 months
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Si algún día me preguntan, si he amado.
Mi historia de amor es tan singular y sigue perdurando como el mismo océano, como una costa bioluminiscente con su brillo interminable.
Me encontraba en el frío bosque de mi ciudad, como siempre, el viento era helado como el ártico mismo. Siempre extrañaba la calidez de la costa cuando el atardecer se hacía presente y solo éramos el océano y yo pasando nuestros días.
Aún así, adoraba la penumbra que me rodeaba con su frío aliento, las criaturas de la noche con sus ojos enormes que perforaban desde mi iris hasta lo más profundo de mi alma. Era luna llena y mi única labor del momento era ir a la dirección contraria de donde el viento me golpeara.
Fue cuando la luna apagó su brillo, las luciérnagas ya no estaban presentes y éramos mi respiración inquieta y yo, temblando en mi propio sitio desde que todo se hizo oscuridad.
Abrí los ojos y a través de mis pestañas, lo vi brillar con los colores del prisma, y una penumbra carmesí como cuando se mira al sol.
Pero, que hermoso era. Los más grandes pintores, cuando, persiguiendo en el cielo la belleza ideal, trajeron a la tierra el retrato divino de un ángel, no se acercaban nisiquiera a esta fabulosa realidad. Ni los versos del poeta más enamorado ni la paleta del más talentoso pintor pueden retratar la belleza de mi amado.
Sus ojos decidieron mi destino, qué ojos en esta tierra podían decidir el destino de un hombre; tenían una vida, una limpidez, un ardor, una humedad brillante que nunca he visto en un ojo humano; los rayos como flechas disparadas fuera de ellos, y pude verlos llegar a mi corazón. No sé si la llama que los iluminó vino del cielo o del infierno, pero ciertamente vino de uno u otro. Este hombre era un ángel o un demonio, y tal vez ambas cosas; ciertamente no venía del lado de Eva, la madre común. Dientes del más bello oriente brillaban en su roja sonrisa, y su mandíbula marcada tal cual la más afilada espada debajo del satén rosado de sus encantadoras mejillas al mirarme. En cuanto a su nariz, era de la más regia finura y orgullo, y detonaba el más noble origen. Los destellos de Matthew jugaban en la piel lisa y lustrosa de sus definidas clavículas descubiertas y por su piel brotaban grandes perlas, casi del mismo tono de su piel.
Todos estos detalles siguen siendo para mí tan vividos como si fuera ayer la noche en la que nos besamos, y aunque me encontraba en una confusión extrema, no se me escapó nada: el más mínimo matiz, sus labios hinchados, sus pupilas dilatadas y la liberación de su pecho al confesarme todo su amor reservado para mí.
¿Qué puede ofrecerle un mortal al ángel más destellante del cielo?
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