Tumgik
#improvisando ah
anpnhllw · 1 year
Text
                          𝑪𝑯𝑶𝑪𝑶𝑳𝑨𝑻𝑬 𝑪𝑨𝑳𝑰𝑬𝑵𝑻𝑬 / @lukavs​
La parsimonia con la que el tiempo transcurría hacia el fin de la tarde era desesperante, como si se cada instante fuese un grano de arena tratando de fugarse a través de la red infinita de un filtro gigantesco. La vasija con dos tazas van con armonía mientras se acercaba a la mesa de la cafetería, quizás compañía contraria haga más afable su día. “supuse que te gusta, de lo contrario lo puedes cambiar por un café” comenta mientras termina por sentarse. “¿cómo te están tratando estás temperaturas?” 
Tumblr media
1 note · View note
agatha-m · 1 year
Text
#NATACIÓN / @bhasidis​
Observa a su profesor de lejos, el agua ya era común para ella y no podía quejarse, más aún no entendía mucho la dinámica para atraer a más alumnos hacía el club. “¿deberíamos competir cuanto tiempo aguantamos debajo del agua? tal vez eso podría impresionarlos” bromea, en general para ese tipo de labores era muy mala pero estaba a disposición de las indicaciones que le den.
Tumblr media
2 notes · View notes
tholdeneir · 3 months
Text
2REALYOU
Algo aburrido, ingreso a una plataforma online con mis gafas de realidad aumentada que uso durante todo el día. La plataforma 2realyou está siendo muy comentada por mis amigos. Gente improvisando con sus gafas a horas random del día que desconoces y son obligatorias. Las gafas empiezan a grabar automáticamente, estés en lo que estés. Muy entretenido. Yo solo quiero ver que hacen las chicas. Sé que algún día inventarán las escuelas mixtas, donde podré estudiar frente a frente qué hace tan especiales a las chicas. Por ahora quiero ver en qué andan, no sé por qué llaman mucho mi atención…
Aparece en mis gafas una habitación al revés. Qué aburrida, la muchacha está haciendo gimnasia. Next. Veo ahora unas hilera de mensajes cubriendo todas mis gafas. Una conversación por WhatsNew, fome. Next. Ahora veo una película de cowboys. Adolescente retro. Next. Ahora veo… jaja lentes antiguos, que borroso, veo que sostiene una espada, ¿o una caña de pescar? Es una playa, y esta con otra chica que tiene bolas de arenas en ambas manos. Me interesa. Agregada. Nash992. Vaya que envidia. Ellas disfrutando y uno mañana con clases. Qué raro, no comentó que la agregué. La playa está desierta y sólo se ve un aerorrodante más allá con el resto de la familia. Luego de arrojarle a su amiga la caña de pescar entre risas la muchacha se retira las gafas y se muestra despidiéndose, diciendo que esperen su próximo momento 2real. Me impresiona su rostro hermosísimo, entre blanco y trigueño, con una belleza exótica y juvenil, casi de niña. Pero llama mucho más mi atención la expresión final. Justo momentos antes de cortar y como despreocupada olvidándose de todo, su rostro se torna de repente sumamente serio y apagado. No lo sé, debe ser algún chiste.
Bueno, es magnífica… hasta simpática. Solo a esperar la notificación a hora random.
Apago las luces y me preparo para dormir.
***
Me despierta el holograma noticiero de la mesa central del living. Mi padre antes de marcharse, tomando su café en el sofá.
Comerciales. “Sé preciso, sé como Nadal, usa el calzado Nike” *Música* Y luego: “Use las gafas que encuentran tesoros, use las R-Star” *Música* Y después: “¿Deprimido? ¿Quiere olvidarse de todo? ¿Va a desconectarse? Elija los muelles turísticos “Cleos” con acuarios, trajes, trampas, anzuelos y suits completos para <<dejar todo listo>> para la vida al aire libre” *Música* Y luego de un momento: “Venga y sea auténtico. Viaje y reviva su naturaleza en las playas Asterio… bla bla bla”.
¿Asterio? Me pregunté medio dormido. Esas están repletas todo el tiempo. Una playa. Me recuerda a algo.
Me levanté. Me puse las gafas y caminé lentamente, algo desorbitado a la sala.
—Buenos días, pa.
—Hola, hijo. Debo salir ahora mismo, no podré pasar a dejarte. Aprovecha el día.
Se puso de pie y dejó la taza en la mesita. Tomó su abrigo y su bolso.
“Hayan una momia junto a varias piedras preciosas en las últimas excavaciones en…”
Chasqueó los dedos. El holograma se apagó. Me sonrió y salió por la puerta.
Vaya, Qué sueño tengo. Qué sorpresa, todo el día solo. Recuerdo una playa. ¡Ah! Nach992. Qué entretenido. Genial la plataforma. Pero es muy temprano. Seguiré durmiendo un poco más. Qué rico.
(Continuará...)
0 notes
a3-supeingo · 1 year
Text
Episodio 1, Capítulo 34: El show debe continuar
Tumblr media
Izumi: (No podemos seguir así. Necesitamos bajar el telón y arreglar esto...)
¡Disculpe! Necesitamos bajar el telón...
Romeo: ¡Detente, Teobaldo! ¡Esta pelea ya se acabó!
Izumi: (¿Eh? Esto no es parte del libreto... ¿Sakuya-kun está improvisando...?)
Itaru: ...
Romeo: ¡Baja tu espada!
Izumi: (¡El show debe continuar...!)
(¡Si la pelea de Teobaldo continúa, la historia también!)
Teobaldo: ¡...Muere, Romeo!
Romeo: ...
Personal: ¿Qué debemos hacer con el telón?
Izumi: ...Sigamos así.
(Estarán bien. Todos pueden seguir...)
***
Romeo: ¿Po-por qué las cosas tuvieron que terminar así...?
Izumi: (Sakuya-kun, estoy segura de que te ves tan vivo en el escenario como ese actor del que me hablaste.)
***
Julius: Sabes, no estoy hecho para los trabajos pesados. Me rehúso volver a escalar una montaña como esa.
Romeo: Lo siento, Julius. La próxima vez, yo escalaré por tu bien.
Julius: Será mejor que no volvamos a pasar por esa experiencia otra vez.
***
Izumi: ...
(Se acabó... el telón cayó.)
***
Sakuya: ...Guau. Es el aplauso más sonoro hasta ahora.
Tsuzuru: Una ovación de pie.
Citron: ¡Me preguntaba qué íbamos a hacer!
Izumi: ¿¡Itaru-san, tu pie está bien!?
Tumblr media
Itaru: ...
Tsuzuru: ¿¡Eh, Itaru-san!? ¿¡Te duele demasiado!?
Masumi: Ambulancia.
Itaru: No...
Sakuya: ¿No?
Itaru: Justo ahora, yo... estoy más emocionado de lo que he estado en toda mi vida. Me está haciendo reír.
Tsuzuru: Estás llorando, ¿sabías?
Sakuya: ¡Eres como Citron-san!
Citron: ¡Qué brasero! ¡Yo no mezclo llorar y reír!
Masumi: Grosero. Te equivocaste.
Izumi: ¡Pfft, ajajaja!
Itaru: Jaja...
Izumi: (Me alegra... de verdad me alegra. Estoy segura de que nunca olvidaremos esta presentación por el resto de nuestras vidas.)
***
Yuzo: Hey, buen trabajo.
Izumi: ¡Yuzo-san! ¡Viniste!
Tsuzuru: ¿Cómo estuvo?
Yuzo: Más o menos, supongo.
Citron: Qué estricto.
Yuzo: Significa que sólo han empezado.
Itaru: Tenemos un largo camino por delante.
Sakuya: Espera, Itaru-san... ¿Eso significa que vas a quedarte en esta compañía...?
Itaru: ...Bueno, sí.
Después de todo, encontré algo entretenido aparte de los juegos...
Sakuya: ¡Yuujuuu!
Izumi: ¡De ahora en adelante estaremos a tu cuidado!
Itaru: Lo mismo digo.
Sakuya: Me alegro mucho...
Itaru: También cuida de mí de ahora en adelante, líder.
Sakuya: ¿Eh, líder? Pero sólo soy el protagonista principal de esta obra...
Izumi: Necesitamos un líder para la Troupe de Primavera como un conjunto, no sólo un protagonista que lidere cada una de las obras.
Tsuzuru: Sakuya es quien definitivamente viene a tu mente cuando dices "líder de la Troupe de Primavera".
Masumi: Se oye bien.
Citron: ¡¡Sakuya es perfecto para rapel!!
Sakuya: ¿Ra-rapel?
Itaru: Perfecto para el papel.
Sakuya: Citron-san, chicos...
Izumi: ¡Así que, por favor, sigue siendo el líder, Sakuya-kun!
Sakuya: ¡...Daré lo mejor!
***
Yuki: Buen trabajo.
Sakuya: ¡Ah, buen trabajo!
Tsuzuru: ¿Cómo se veían los trajes desde la audiencia?
Yuki: Los trajes se veían bien.
Tsuzuru: ¿¡Sólo los trajes!?
Itaru: Tan crítico, como siempre.
Yuki: El resto estuvo más o menos. Se ve divertido, usar trajes en un escenario.
Tsuzuru: ¿Y si intentas ser un actor?
Yuki: ¿Qué? Soy el diseñador de vestuario.
Izumi: (Eh. Dado que Yuki-kun puede hacer que los trajes brillen, tal vez también tenga el coraje y el potencial...)
***
Kazunari: Otsupiko~.
Izumi: ¡Ah, Kazunari-kun! ¡Gracias por ponerte en contacto con la estación de televisión! ¡Nos salvaste!
Kazunari: ¡No es gran cosa! Más importante, estuvieron sorprendentes. ¡El teatro es muy genial!
Las chicas estaban como "¡Kyaaah, Tsuzurún!". ¡Tsuzurún, eres como un dios!
Tsuzuru: Ni me decían Tsuzurún...
Kazunari: ¡Estoy tan celoso! ¡Yo también quiero que griten por mí!
Izumi: (¿Tal vez Kazunari-kun también está interesado en el teatro?)
Tetsuro: ...
Izumi: ¿¡Eh, Tetsuro-san!? ¿¡Cuándo llegaste!?
Tetsuro: ...
Izumi: Tetsuro-san, gracias a su escenografía, la calidad de la obra mejoró. Muchas gracias.
Tsuzuru: Esa escenografía de verdad es increíble.
Masumi: Se ve real.
Itaru: Es cierto. Va perfecto con la cosmovisión de la obra.
Tetsuro: ...
Sakuya: ¿Eh? ¿Qué dijo?
Tetsuro: ...
Tsuzuru: ¡Alguien llame al gerente!
Tetsuro: ...
...Me alegra.
Izumi: ¿¡Tetsuro-san habló!?
Tsuzuru: ¡Esta es la primera vez que lo escuchamos!
Sakuya: ¡Gracias, Tetsuro-san!
***
Anterior | Siguiente
0 notes
dvesan · 2 years
Conversation
💌 [yuna]
daesan: yuna?
daesan: siento molestar, pero ¿no viste mi abrigo negro?
daesan: lo dejé en la cocina de frafald y nadie lo ha visto
daesan: tenía un amuleto con un poco de sangre en uno de los bolsillos
8 notes · View notes
hdafne · 4 years
Text
“this is my fault.”  ─ @colctte​
“venga, es un poco de té, no pasa nada” suelta con suavidad antes de levantarse a tomar una servilleta. No podía culparle, últimamente ella también tenía la mente sumergida en cualquier lado, casi siempre por culpa de sus medicamentos. “¿en qué pensabas?” su tono acarrea cierta monotonía, dando a entender que no era necesario que responda su pregunta. 
Tumblr media
3 notes · View notes
Text
El encuentro 
La Señora Forbe y su hija Katherine venían más lentas que los demás. Sus cuatro nietos varones y una amiga de su hija, iban delante. Era un cálido día, uno de tantos de los que la familia se tomaba para descansar.
Los niños corrían y gritaban en completa libertad, improvisando juegos por el camino. Olfateaban flores, revoleaban piñas; se perseguían entre ellos y si se alcanzaban, quedaban quietos como estatuas.
A contramano, avanzaba una señora muy alta y encorvada, oculta detrás del diámetro exagerado de un sombrero canotier de paja. Al ver aquella silueta, la señora Forbe abrió la boca y se llevó las manos a las mejillas. 
_ ¿Crees que es ella? _ preguntó Katherine sosteniendo a su madre del brazo.
_ Por supuesto _ contestó la señora Forbe y de inmediato, una sonrisa se manifestó en su rostro. Aún así, no aceleraron el ritmo de sus pasos.
Los niños la cruzaron curiosos y cuando el más grande de los nietos de la señora Forbe tropezó con una piedra, la mujer salió del sombrero. Tenía la nariz repingada y el pelo corto peinado hacia atrás. Los niños socorrieron al accidentado tironeando de sus brazos con brusquedad y cuando éste estuvo en pie nuevamente, la señora Forbe había equiparado la carrera. Se detuvo.
_ ¿Vivian?_  dijo y apretó el brazo de su hija.
La mujer se quitó el sombrero y su cara se iluminó.
_ ¿No recuerdas? 
Pestañeó frenéticamente y de repente, levantó los brazos hacia el cielo. Las dos mujeres se abrazaron con fuerza. Katherine sonreía al lado. 
_ ¡Cuánto tiempo! _ dijo Vivian _ ¿Cómo es posible? ¡Cuánto tiempo! 
Entonces miró a Katherine. 
_ Y ella debe ser… ¡Oh! _ exclamó Vivían acariciándole el cabello _ ¡Qué alegría! 
_ ¿Estás viviendo por aquí, Vivian?_ le preguntó la señora Forbe. 
_ Si, a unas calles… Nunca me he ido.
_ Qué curioso. Nosotros estamos de vacaciones. Ellos son mis nietos _ dijo la señora Forbe señalando a los niños _ Y ella  es una amiga de Katie. Siempre nos acompaña… 
_ Hola _ dijo la amiga. 
_ ¡Son un montón! ¡No lo puedo creer!
El más grande de los niños, raspaba las zapatillas contra la arenilla. El más pequeño comenzó a bostezar. La señora Forbe le puso la mano en el hombro a Vivian. Al notar cómo temblaba, su sonrisa se borró y se apartó de golpe. 
_ ¿Cuándo nos vamos? 
_ Sí, hace calor. 
_ Si, demasiado… comentaban los niños. 
_ Bueno, Vivian. Me alegro de… _ dijo la señora Forbe pero sus palabras se ahogaron. 
Detrás de una palmera, una gaviota hacía piruetas y otro de los nietos, arrancó un geranio. 
_ ¡Suficiente! _ dijo Katherine claramente disgustada _ Hora de irnos _ sentenció. 
_ Si, es cierto…_ aprobó la señora Forbe. 
_ Oh, no, señora, no se vaya, por favor _ dijo de pronto Vivian. 
Todos la miraron. 
_ ¿Cómo? 
_ Que no se vaya. No lo haga. 
Los niños avanzaban hacia la playa. Katherine y su amiga los empezaron a seguir despacio. 
_ Vivian, tenemos que...
_ No lo haga, se lo pido. 
_ ¡Los niños! _ gritó Katherine _ ¡Mamá! 
Vivian sostenía el sombrero contra su pecho con la copa hacia abajo. Katherine retrocedió agarrando a su madre del brazo y tirando de ella con suavidad. Sin querer, la señora Forbe se chocó con el hombro de Vivian, que tenía los ojos llenos de lágrimas. No supo muy bien por qué pero se acordó de los mendigos cuando sostienen sus latas vacías.
Siguieron camino aunque la señora Forbe se giró una vez más. Vivian la seguía mirando y negaba con la cabeza. Alcanzaron a la amiga de Katherine sin prisas y los niños ya se estaban desnudando para tirarse al mar. 
_ ¿Quién era?_ preguntó la amiga. 
_ Ah, era mi nana _ dijo Katherine. 
Vanessa Zaccaria
Tumblr media
4 notes · View notes
historiasmasoscuras · 4 years
Text
Sentir
Aquella tarde, en la cabaña, Alexey y Danielle habían decidido entrenar un poco, tras considerar que las caminatas y las sesiones en la alcoba no podían sustituir el buen entrenamiento físico. Apartaron los muebles de la sala, improvisando una suerte de ring, y se dedicaron a practicar un boxeo de puño limpio limitado por el espacio que tenían. Tras haber terminado en una llave con la que el ruso inmovilizó a la mujer en el piso, pasaron a besarse de forma apasionada, con el corazón a tope por el ejercicio físico. Las ropas de deporte desaparecieron tras una lucha de jugar con el cuerpo del otro, Alexey se tomó especialmente un tiempo en morder y besar las piernas de la sueca, y Danielle se dedicó a frotarse sugerentemente contra una erección mas que evidente bajo los pants del ruso. Ambos estaban desesperados y el sofá terminó siendo el mueble perfecto para que Danielle obligara al ruso a recostarse, dispuesto ahora ser ella quien dirigiera el sexo, solo por el gusto de llevarle la contraria a su comandante, la noche pasada él la había atado de nuevo.-Los condones...- Soltó él, entre jadeos placenteros, pues la Sueca le estaba masturbando a dos manos, mientras le miraba a los ojos. Había descubierto en aquella cabaña cuanto le gustaba ver disfrutar a su novio mientras le atendía con las manos.
-Se terminó la caja anoche...- Reparó Danielle en ese detalle. Había sido una noche tan movida que aquello les había obligado a detenerse, el Ruso había dicho, antes de cerrar los ojos, que iría a comprar mas condones, entre otras cosas, al pueblo mas cercano. Aquello no había ocurrido pues había sido un día maravilloso y habían practicado senderismo toda la mañana.-Olvídalos, tengo el DIU, y no esperaremos a que vayas a la tienda, Volkov.- Le regañó, en parte culpándolo por aquella falta de protección, y en parte curiosamente excitada. La repentina idea de tener sexo sin condón con Alexey, la había puesto a mil. Y a juzgar por la mirada ansiosa del ruso, a él también. Sin mas, ya estaba muy húmeda por el juego previo, Danielle guió con una mano la erección del comandante Volkov, en lo que se sentaba sobre él. Soltó un fuerte gemido, en parte sorprendida por una repentina calidez que había olvidado, y en parte sabiendo que a Alexey le gustaba escucharla. Se movió de forma pronunciada, adelantando y retrasando las caderas por momentos, y por instantes literalmente saltando sobre su novio.
El ruso soltaba maldiciones apagadas en su idioma, mientras sus manos se turnaban entre jugar con los senos de la sueca, y en frotar energicamente su clítoris.-Ah... Alexey...- Gimió de gusto la piloto, que había llevado las manos a los pectorales del exterminador para apoyarse mejor.-Se siente... Se siente muy rico...- El hombre apretó los dientes, sin poder contenerse, estaba demasiado cerca.-Danielle, carajo...- Sintiendo lo inevitable, y azotada por un fuerte orgasmo, la sueca gimoteó sin dejar de mover sus caderas. La corrida de Alexey la llenó, se sintió demasiado caliente y la hizo temblar, como algo que no debía estar en su cuerpo, y sin embargo hizo que Danielle cayera sobre el pecho de su novio con una sensación de satisfacción que no recordaba haber disfrutado antes. Se besaron, ambos con los ojos cerrados, mientras acariciaban sus cuerpos.-No vuelvas a usar condón...- Pidió la sueca en su oído, mientras soltaba un ruidito de placer. Alexey había salido de su interior, pero aún lo sentía dentro de ella. Le encantaba.
1 note · View note
lilupotterw · 4 years
Photo
Tumblr media Tumblr media
Igual te voy a quitar los puntos. -Añado, volviendo a ver a Kovu pendiente de él por si la nieve y el frío le hace mal.-
Habrá que sumarlos de vuelta -digo sonriendo de lado mientras te sentás como el resto de nosotros.-
-Cuando escucho que habrá que sumarlos de vuelta no puedo evitar levantar mis cejas al mirarte.- ¿Ah, si? ¿Y cómo?
Como vos me digas -respondo mirándote fijo a los ojos por un largo instante, antes de volver al papel.-
-Guardo silencio cuando tu lo haces y mantengo mi mirada en la tuya cuando me respondes. Por un momento no sé qué responderte, porque ni siquiera sé si de verdad quiero quitarte puntos.- Iremos improvisando, creo...
1 note · View note
your-garotanicotina · 5 years
Text
salve-se quem puder
Você vem até mim com machucados profundos, enraizados e enroscados, cravados no fundo de sua mente, feridas infeccionadas da infância, uma fratura exposta do seu último relacionamento, um vírus de algum transtorno mental que você não conseguiu sanar. Você se deita ao meu lado, esperando cura, esperando uma epifania que transbordaria entre nossos corpos, pelo afeto, carinho ou cuidado.
Então eu passo minhas mãos por seu rosto, suas bochechas e maxilar, seus olhos carregados de dor, suas mãos calejadas pelo trabalho de ser quem é. Num momento de silêncio, me pego afogada em suas dores, mergulhada em um lago espesso e sujo, tentando procurar a raiz do problema. Eu quero te segurar as mãos e te levar para esse lugar que você pensou que eu vivesse, essa paz desconhecida por nós dois, essa terra livre de pesadelos e arrependimentos de mil vidas atrás.
Enquanto eu me olho no reflexo da taça de vinho em sua mão e me lembro que sou construída por experiências desagradáveis, e meu senso de liberdade, minhas qualidades e falhas em minha personalidade dispostas em um gigantesco mosaico, sempre prestes a desabar. Ora forte e cheia de rachaduras, roendo as unhas e chegando atrasada, fumando mais um cigarro e rindo na hora errada.
Você espera um quadro branco em mim, um livro a ser escrito e a coisa certa a ser dita. Alguém que endosse seus atos e te segure a mão. Alguém cuja pele é sempre macia e quente, cujas pernas enlaçam e te levam para outra realidade, onde seus problemas não mais te alcançam, onde o doce e o agradável te encontram a cada esquina. Onde o sexo e o orgasmo te livram de cada sentença. Mas eu não posso te salvar. Lembro de ter chorado na manhã passada, senti essa tristeza profunda, pensei nos meus problemas e eu juro que queria conversar. Mas minhas páginas não estão mais em branco, e meu cérebro pulsa em insegurança e dias ruins, das noites insones, e minha falta de direção, essa procrastinação crônica de deixar absolutamente tudo para depois. Ah, fosse eu essa estátua perfeita, mármore minuciosamente esculpido cujos detalhes perfeitos resistiram ao tempo e a chuva ácida e as garras dessa cidade.
Algo em mim também queria falar sobre as histórias de minhas cicatrizes.
Você toma seu café amargo, bola um cigarro lentamente e olha para o nada, emerso demais em seus próprios problemas, demais até para me notar, esterilizando as feridas, limpando o sangue do carpete que agora está estragado. Respiro fundo, tentando entender porque eu sempre acabo nessa posição: lavando os pés de um falso messias, limpando o sangue de um anti herói de si mesmo.
Mas eu digo isso, eu não posso te salvar. Uma vez arruinei meu próprio carpete, sozinha, fiz uma bagunça tentando costurar as feridas, tentando estancar o sangramento, eu chorei naquele sofá, arrumando minhas mazelas, em alguma outra péssima noite. Não, não que não existam coisas boas em mim também, eu só quero lembrar dessas rachaduras inevitáveis do tempo, esses buracos aqui e ali que arruinam a ideia de perfeição.
Em meus bolsos não há milagres, em meu sorriso, não há nada transcendental. Tropeço nas calçadas e cometo erros, passo da conta e digo a coisa errada. Talvez a coisa mais sincera, a pior verdade, o golpe final. Talvez você me julgaria cruel se me conhecesse de verdade, mas em meu colo não há nada que te cure do seu velho trauma de infância e dos erros que você insiste em cometer. Eu não posso te salvar enquanto vou improvisando pelos dias fazendo o melhor que eu posso e ainda sim me deitando em uma cama de ressentimentos, quase que reabrindo as feridas, antes de adormecer.
Mas eu juro, eu gostaria de ouvir você, talvez eu não teria o conselho certo, e o olhar cheio de doçura, meus lábios já não têm o gosto doce, nem meus olhos carregam aquele brilho romântico que você esperava desde a época da adolescência.
Você fuma um último cigarro antes de dormir, relembrando todas as coisas que poderia ter dito, as vezes que deveria ter ficado quieto e diz para si mesmo que não há mais jeito pra você. Depois, deita a cabeça em minha barriga como uma criança perdida esperando a aprovação dos pais, e um cafuné na cabeça, como um prêmio por apenas aguentar até aqui. Seus olhos se fecham e seu corpo se abre tentando absorver toda a doçura do momento, convertendo-a em energia apenas para aguentar o amanhã. Meu bem, eu não conseguiria te salvar...
Eu sinto o peso de seu corpo e o peso do momento, tentando lembrar que eu ainda existo no meio de tudo. Eu não conseguiria te salvar, nem me moldar atrás das cortinas, amputar meus defeitos e me livrar de todas as partes mais fodidas da minha personalidade que eu juro, eu odeio, mas não poderia viver sem apenas para dizer as palavras certas, a frase bonita, o gesto inspirador. A grande mulher atrás do grande homem. Eu não nasci para essa merda.
Você espera a mulher dos grandes romances, dos filmes do Oscar, aquela que vai arrancar a dor de você com as próprias mãos, a que vai te botar na linha e vai te fazer sentir pela primeira vez em anos o que você achou que significaria estar vivo. Mas eu não poderia te salvar... Enquanto perco a conta de meus defeitos, meus olhos passeiam pelo quarto me lembrando a mim mesma que eu não sou um altar. Meu corpo jamais foi um templo para que os pecadores pudessem aqui se ajoelhar e se aliviar da culpa.
Meu bem, quando a manhã chega e o Sol ilumina a realidade, as marcas na pele e os problemas que jamais foram embora, quando os sonhos evaporam e a claridade chega abrupta pela janela, despertando o sono e despachando o romance, as rezas acabam, os templos se fecham. Com alguma sorte, ainda estamos vivos. E a salvação é um conceito abstrato demais que queima junto do calor da manhã.
40 notes · View notes
malkaviian · 5 years
Note
Ok but ahora por ponerme a pensar en cosas de bebés me acordé de Seba y... Cómo crees que serían Fox y Golden con él? :0 Que hagan competencia de padres contra Red y Gold (?
La idea de la competencia me dio ternurita tbh (?) mientras presumen de lo buenos que son, los nenes juegan entre sí ah
Fox es medio como Red en el sentido de que le daba miedo sostener a Seba de peque porque no quería que se le cayera o lastimarlo, solamente se atrevía si Golden andaba cerca para actuar rápido en caso de emergencia (?
Por el mismo motivo, muy pocas veces se atrevió a darle pecho y prefería darle fórmula, donada por alguno de sus amigos
A Golden no le da mucha gracia que Seba vea películas de terror porque sabe que después tiene pesadillas, aunque tampoco se lo prohíbe. Cuando ve que él está viendo una película de ese tipo, ya prepara una almohada extra en su cama porque sabe que los despertará a la madrugada asustado y que querrá dormir con ellos lmao. Fox por el otro lado lo jode diciendo cosas como “creo que el adorno se movió solo”, 10/10.
No son muy estrictos con el colegio y tampoco suelen castigarlo o enojarse por desaprobar, pero si le dan sermones larguísimos de que tiene que esforzarse más.
Jamás le contaron de Papá Noel, los Reyes Magos o el Ratón Perez, más que nada para evitar el problema de decirle la verdad cuando crezca. Lo que si le dijeron es que frente a otros niños, si lo menciona, que solo les siga la corriente.
Golden compuso sus propias canciones de cuna, las cuales eran tan efectivas que hasta Fox se dormía escuchándolas (?)
Hablando de eso, el que tiene miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiles de fotos separadas en carpetas por año es def Golden.
Para sus cumpleaños, ahora que están algo más estables económicamente (pero no demasiado), suelen comprarle botes de aerosol para hacer graffitis como regalo o, si les alcanza, un disco de un artista que le guste.
Fox siempre fue muy directo con como se llaman las cosas... así es como tenes a un Seba bebé repitiendo “vagina” o “trasero” como si nada (????
El nenito también empezó a decir malas palabras desde chico porque Fox simplemente no se contiene
Lo más cercano a un niñero que tuvo fue Springtrap, Joy, Meg o alguno de los chicos, más que nada porque les da paranoia dejar a su pequeño con alguien desconocido a solas.
A veces suele hacer competencias de freestyle con Golden, y siempre le gana porque este último no es muy bueno improvisando sjfnjdsfjs
Creo que hasta ahí me quedé (?
2 notes · View notes
danza-r0ta · 2 years
Text
Pase por todos los cambios y mírame ahora vibro bien alto
Sin atao no me complico
Entendí que en la vida esta too escrito
Escribo mis letras y me siento viva
Aveces en el vaivén pero siempre positiva
Ah! Y le meto bien cabron como a las princesas que buscan a su chavon
Me los como, los aplasto en mi vida ya no quiero más porrazos
Aunque valiente siempre los enfrento y aprendo y quedo bien contenta
Ya no hay quien me saque de mi cabeza y si es así me tomo otra cerveza
Improvisando andamos vasilando sin hacer daño a nadie solo canto, si te cae no importa te levanto
y bailamos y perriamos eso me gusta mami deja a tu esclavo brilla solita y ponte bonita
Que te diré que tú eres mi favorita aaaa
Por qué hay que ser sincera las mujeres somos las mejores en la tierra, damos vida, protegemos y amamos
Y aunque salgamos rotas siempre nos levantamos
Levantamos... ahí vamos
Ahí voy espérame un rató
🤯🎼✍🏻😏☺️
1 note · View note
greencruz · 2 years
Note
“i don’t think you’re weird. i think you’re cute.” malia x warren
idiots to lovers romantic starters : open.
Tumblr media
era naturalmente falante, embora não necessariamente tivesse a tendência a falar de si tão deliberadamente quanto de outros assuntos e, quando o fazia, normalmente era na tentativa de estender uma conversa com pontos em comum.  tendo isso dito, pensou em como gostava do modo como não tinha que se esforçar quando conversava com warren sobre o que quer que fosse. na verdade, constantemente se surpreendia sobre como chegava a ser fácil demais. e era o tipo de pessoa que desconfiava até da própria sombra, portanto, essa facilidade vinha em contrapartida de uma desconfiança boba de quem não queria se apegar demais a algo agradável, afinal de contas, malia tinha o infeliz costume de deixar passar coisas boas esperando pelas ruins. não haver ainda um silêncio constrangedor entre eles? bizarro. estar empolgada demais com coisas pequenas? perigoso. justamente quando estava argumentando sobre a tagarelice desmedida, porém, que foi surpreendida com aquele comentário, ao qual respondeu de imediato com um empurrão, seu primeiro impulso.  — ah não, para com isso. — comentou, apesar de ter gargalhado.  — para de falar essas coisas do nada. — gesticulou, propositalmente exagerada e um pouco frustrada porque não sabia responder a altura quando era pega de surpresa.  — enfim.  — voltou, quando sentiu que tinha se recomposto. — e não dá pra ser os dois? hmm... igual aquelas perdedoras da ficção que são só umas gostosas de cabelo amarrado. — e então, parou bem a frente dele, e prendeu o cabelo com as mãos, improvisando um rabo de cavalo.  — quero ver você repetir isso aí que você falou agora: mas como eu ia dizendo, eu sou meio esquisita, né? o combo de gostar de costurar roupa pra animalzinho, mas ficar se metendo em galpão de luta ilegal. — enquanto comentava, continuava com a mão prendendo o cabelo, num tom de voz zombeteiro. 
0 notes
cartasparalidia · 3 years
Text
131121
Hola Lidia.
Ya casi llegamos a las mil líneas. No significa nada, por supuesto. Pero ya sabes cómo soy al respecto de mis números, mis listas, mis cantidades...
Creo que sé de dónde viene. Cuando era niño, jugaba muchos videojuegos. Bueno realmente toda la vida lo he hecho. Siempre ha sido una prioridad en mi vida, uno de mis gustos más importantes. Han definido mi personalidad y me han enseñado varias cosas.
Entonces, de niño aún creía en el cielo, en Dios y en todas esas fantasías del catolicismo. Se lo debo a mi familia y a la escuela.
Una de mis creencias personales favoritas era que en el cielo, cada uno de nosotros tendría una especie de estadísticas, como al final de un videojuego.
Un contador que te dijera cuántos pasos diste en tu vida, cuántas canciones escuchaste, cuántas veces lloraste, cuántas personas conocías, cuántos amigos, cuántos amores, etcétera. Me emocionaba la idea de tener una puntuación para darle sentido a mi vida.
Y obviamente, como ya sabes y seguro resulta obvio, dejé de creer en el cielo. No recuerdo el momento exacto, pero en algún momento de mi vida ya no estaba ahí esa idea. No es concebible para mi la idea de un alma viviendo feliz en el cielo.
De alguna manera, tuve que rescatar mi idea de tener una lista de logros, de cifras que le den sentido a mi vida y vivirla.
Mira, sin querer logramos descubrir juntos una de las razones por las que hago lo que hago. No soy tan misterioso, soy algo obvio y simple.
Sigo conjugando verbos en la primera persona del plural, cuando ya no estás conmigo. Te has convertido en algo así como una amiga imaginaria. ¿Amante imaginaria? ¿Novia imaginaria? Nuevamente el problema de la definición de nuestra relación.
En su mayoría, te sigo escribiendo al azar, improvisando y anotando las ideas y sentimientos que vienen aleatoriamente a mi.
Pero hoy se relaciona un poco lo que te escribí con un punto de mi lista. ¿Será que inconscientemente me estoy guiando hacia ella? Mi mente funciona de maneras misteriosas. No es cierto, no soy tan misterioso. ¿Ves? Constante contradicción.
Ah sí, el punto eran los videojuegos. Cuando te perdí... estaba comenzando a jugar un videojuego nuevo. Un videojuego fantástico, que se salía de lo normal para mi, pero que me gustó bastante.
Recuerdo que fue en la misma época donde te negabas a escribirme y sólo me mandabas audios. Así que tenía que jugar con audífono para escucharlos.
Y de repente ya no estabas ahí. Se sintió un vacío en el juego tan real como en mi vida en sí. Lo dejé de jugar por un largo tiempo.
Eventualmente lo retomé, pero siempre tendrá esa mancha, esa asociación. Es el videojuego que estaba jugando cuando te perdí.
Persona 5 Strikers es el videojuego en cuestión. Y para hacerlo más algo que se relacione contigo, tiene elementos de psicología, la teoría de Jung y cosas así.
Como en todo lo que hacemos, algunas veces comenzamos a vivir sin pensar, sin disfrutar, casi automáticamente o de forma mecánica.
Han habido muchas veces que juego videojuegos y realmente no los disfruto, ya es algo tan familiar que no siento lo mismo siempre.
De vez en cuando algún juego cambia eso. Uno que me marca, que de verdad me atrapa, que me recuerda la emoción que sentía cuando era niño.
Siento que con Persona me pudo haber pasado eso. Si no lo relacionara contigo, no lo hubiera abandonado al terminarlo por primera vez.
Al final, sí me marcó pero de una forma muy diferente. Me enfrenté a mi sombra, se rompieron varias máscaras en mi, me acerqué a otras personas.
Si yo viviera en el mundo de la historia del videojuego, probablemente hubiera sido un villano. Alguien se pudo aprovechar de los sentimientos negativos que tengo, para retorcerlos hasta el máximo y hacerme realizar acciones terribles.
Pero en la realidad, no necesité de ninguna fuerza sobrenatural. Yo pude hacer solo de manera perfecta, algo terrible que terminó lastimando a varias personas.
Nunca pienso en las otras personas. Sólo pienso en ti. Eso también dice mucho de mi ¿cierto? Estoy seguro que tú lo ves claramente, y es otra razón por la que sería perfectamente comprensible que me odiaras.
Quedándose sin máscaras y encontrando nuevas, tu Yūgen.
0 notes
tastaturean · 3 years
Text
Qué decepción se iba a llevar... (Hufflepuff fanfiction)
.
Cerca de la entrada del gran salón esperaron a que saliera Katie. El séquito que la rodeaba se había reducido, pero, como de costumbre, la acompañaba su fiel amiga Leanne. Cad estaba como un flan, pero Summerby le dio una palmada fuerte en el trasero y luego otro toque más suave en el hombro:
“¡A por todas, grandullón!” le gritó-susurró justo antes de que aparecieran, y de inmediato se retiró para esconderse entre las sombras.
“¡Katie! Eh… Perdona, ¿tienes un momento?” improvisó Cad, esforzándose por no restregarse el trasero dolorido.
“¿Qué es lo que quieres?” preguntó su amiga de malos modos, interponiéndose entre ambos. “Si sólo quieres molestarla para saber más sobre lo que le sucedió, ahórratelo. Katie no está ahora para nadie, así que déjala en paz.”
Cad se quedó traspuesto por su agresividad, pero enseguida comprendió el motivo.
“Oye, mira, entiendo que tu amiga es muy importante para ti, y que sólo la quieres proteger, pero te aseguro que sólo quiero hablar un momento con ella a solas, y te doy mi palabra de que no le preguntaré nada sobre el accidente.”
“Déjanos, Leanne,” habló entonces Katie. “No te preocupes, confío en él. Puedes adelantarte si quieres.”
“Katie…” le advirtió su amiga, poco convencida.
“Tranquila,” sonrió Katie, empujándola con delicadeza. “Vamos,” le dijo a Cad.
“Por allí,” Cad le señaló el área de los trofeos de quidditch. Fue instintivo. Su cerebro ya funcionaba impulsado por la adrenalina.
A esas horas no había nadie. Katie se quedó mirando los trofeos un segundo, antes de volverse hacia Cad.
“Cadbu… Cadwo…” se trabó.
“Cadwallader, pero puedes llamarme Cad,” dijo, con el corazón martilleándole en la garganta.
“Cad,” sonrió. “Me han hablado de ti.”
“Ah, ¿sí?” se entusiasmó Cad, pensando en Fleet. “Cosas buenas, espero.”
“Depende de para quién.”
Cad frunció el ceño.
“Por ejemplo, sé que eres el máximo anotador de Hufflepuff, el responsable de crujir a mi equipo. Por tu culpa voy a tener que emplearme a fondo para ganar a Ravenclaw con un margen casi imposible y poder llevarnos la copa.”
MIERDA. MIERDA. MIERDA.
“Ah, eso. Gajes del deporte,” se encogió de hombros, quitándole importancia. “No fuimos nosotros quienes dejamos fuera de combate a vuestro capitán, a vuestro guardián y a la cazadora más veterana. Fue la mala suerte.”
“Un cúmulo de mala suerte, sí,” asintió ella, con una sonrisa nerviosa. Y lo miró expectante. Quizá con ganas de terminar la conversación y volver con su amiga. Oh, no. Todavía no.  Ahora que la tenía delante, en todo su esplendor, tan guapa y serena como siempre; mirándole a él, sólo a él; dedicándole toda su atención… No podía achicarse.
Para motivarse, pensó en todo lo que siempre quiso hacer con ella: pasear de la mano, estudiar juntos, hablar de quidditch de cazador a cazadora, tumbarse en la hierba, besarla, quizá meter las manos por debajo de la ropa… Cosas simples y mundanas. Lo que hacía cualquier pareja en Hogwarts. ¡Tenía que intentarlo por lo menos, maldita sea!
Cad se armó de valor y decidió seguir el consejo de Summerby: echarle huevos.
“Katie, tú me gustas,” le soltó a bocajarro. “Me gustas un montón. Me gustas desde hace años. No hay otra chica en Hogwarts que me guste como tú, y te aseguro que lo he intentado.”
“Cad…” empezó ella, sonrojadísima, con aparente intención de detenerle; pero Cad ya había tomado carrerilla y estaba improvisando cargado de adrenalina:
“Escucha, sé que… Bueno, mira, entiendo que quizá no sea el mejor momento para ti, que tienes mucho con lo que ponerte al día. Pero si quieres… Si quieres te puedo ayudar con la materia atrasada.”
Katie sonrió mirando al suelo abochornada. Llevaban siete cursos juntos y probablemente sabía que Cad no era un alumno brillante. Ahí volvió a invadirle la inseguridad, pero pensó que aquello no era muy diferente al quidditch, y en un partido siempre se entregaba al máximo para lograr su objetivo. Así que ahora también debía esforzarse ciegamente hasta el final, para luego no tener nada que lamentar.
“Vale, ya sé que no soy el rey de los ÉXTASIS, pero podría estudiar a tu lado, hacerte compañía y darte apoyo moral. Y luego podríamos… no sé, pasar tiempo juntos, conocernos mejor, ya sabes.”
“¿Esta es tu forma de pedirme salir?” sonrió ella, con cierta ternura.
“Sí,” respondió Cad, mirándola fijamente, y por un momento sintió un dulce júbilo mezclado con un súbito pánico al sentir por primera vez que realmente podía tener esperanzas.
“Herbert me habló de ti en San Mungo. Herbert Fleet, tu excapitán,” le explicó, por si acaso le cabía alguna duda. Cad asintió, con creciente anticipación y aquel terrible poso de pánico. Demonios, ¿qué le habría dicho Herbert?  “Me dijo… Me dijo que eras algo así como mi fan,” se ruborizó, mirándole de soslayo con sus preciosos ojos oscuros. Cad se mordió el labio y asintió, sin poder ocultar una sonrisa ansiosa. “Así que he estado observándote estos días y me he dado cuenta de cómo me mirabas. No eres muy discreto, ¿sabes?”
“Lo sé,” se sonrojó él, cabizbajo, pero sin dejar de mirarla.
“Creo que esperaba que antes o después tuviéramos esta conversación, así que ya le había estado dando vueltas.”
Cad estaba tan nervioso que sentía como si el corazón se le fuera a salir por la boca.
“Creo que, en otras circunstancias, me habría encantado conocerte mejor,” dijo Katie. “Pasar tiempo juntos fuera de clase. Quién sabe. Quizá hubiéramos funcionado.”
“¿Hubiéramos?” preguntó Cad con un nudo en la garganta y un peso plomizo en la tripa.
“Mira, Cad, te voy a ser cien por cien sincera, porque creo que realmente eres un buen chico y eso lo hace todo más difícil para mí: No quedan ni dos meses de curso. La maldición me dejó en coma en octubre y a lo tonto ya estamos en mayo. Tienes razón: tengo tanto con lo que ponerme al día que no sé ni por dónde empezar. Además, sigo un poco desorientada, y todavía sufro pesadillas a menudo. Mi estado mental y emocional no es el mejor ahora mismo. Desconfío de todo el mundo. No creo que sea el momento más adecuado para hacer nuevos amigos. Lo único que me mantiene centrada es el quidditch. Darle una paliza a Ravenclaw y resarcirme por un año sin jugar es lo único que me motiva a sobrellevar cada día. Y no puedo olvidar que tú fuiste el mayor anotador durante la humillante derrota de Gryffindor en mi ausencia. Aunque estuviera dispuesta a entablar amistad con chicos de otras casas, que no lo estoy, el quidditch siempre sería un motivo de disputa entre nosotros.”
“¡Qué va! Te aseguro que por mi-"
Katie lo interrumpió con vehemencia:
“Ya resulta difícil mantener una relación entre los miembros del mismo equipo, como estoy viendo en mi casa, como para encima mezclar a los de otro. Créeme, Cad, entre preparar los ÉXTASIS y los entrenamientos de quidditch, no tengo tiempo ni ganas de más complicaciones. Leanne decía la verdad: ahora mismo no estoy para nadie. De verdad que lo siento.”
“Entiendo…”
Cad, no llores, aguanta un poco más, aguanta hasta el final.
“Pero gracias por el interés. Me siento muy halagada,” le sonrió con rubor, pero sus ojos se le iban al pasillo, con evidentes ganas de salir de allí cuanto antes.
“De acuerdo,” Cad tragó saliva, recomponiéndose. “Respeto tu decisión, y no te molestaré más. Pero si alguna vez cambias de opinión, ya sabes dónde encontrarme,” le guiñó un ojo. “Espero que pronto consigas la estabilidad. Cuídate mucho, Katie.”
“Tú también, Cad,” sonrió, mirándole con cierta suspicacia. Quizá no confiaba en que Cad desistiera. No sabía que Cad era leal tanto para persistir, como para abandonar.
Y este era el momento de tirar la toalla de una vez por todas.
Cad se giró para marcharse, pero no había dado ni dos pasos cuando Katie dijo:
“Por cierto, me gustó verte crujir a Slytherin. Eres un cazador de primera.”
Era evidente que no quería despedirse con sensación de malestar entre ambos. Cad se volvió y le dedicó su sonrisa más sincera:
“Tú también. Me habría gustado jugar contra ti en el campo. Tengo ganas de verte en acción de nuevo. Ojalá ganéis. Te estaré animando.”
“Gracias, Cad.”
Katie se marchó contenta, llevándose con ella la última esperanza de Cad de echarse novia en Hogwarts.
Cad regresó hacia el gran recibidor propulsado por el subidón de adrenalina. Se sentía muy satisfecho por haberlo intentado y no se arrepentía de nada. Como esperaba, había sido un fracaso, pero la alegría por haber terminado con aquella incertidumbre superaba cualquier dolor que pudiera haberle causado el rechazo.
Summerby lo esperaba apoyado en una pared, sumido en sus pensamientos y mordiéndose el labio con nerviosismo. Verle le produjo a Cad una sensación de alivio infinito, mezclada con un nuevo desasosiego al ser ahora consciente, gracias a Katie, de que no quedan ni dos meses de curso. Sus dos últimos meses en Hogwarts. Los dos últimos meses con Summerby. El bueno de Summerby. Su wingman. Su mayor apoyo. Su… ¡Error! No era suyo. Era de Herbert Fleet. Pero con la excusa de infundirle ánimos, llevaba semanas adosado a Cad, comiéndole la oreja y prácticamente soplándole en la nuca. En cuanto atisbó a Cad, se le iluminó toda la cara con una sonrisa, como aquel primer día de curso en el andén, y corrió hacia él con los ojos brillando de expectación incontenida. Qué decepción se iba a llevar…
— Extracto de En la cama de Cadwallader, por Tastatur [AO3] [Ffnet]
0 notes
yunashiroisparda · 7 years
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Desde que Camus le había permitido a Milo pasarse todo el tiempo que deseara en el templo de acuario, el francés se había visto obligado a instalar algunas normas de convivencia por el bien de la pareja. Se sentía con la responsabilidad de ser de los dos quien llevaba la coherencia y el orden. Milo podía pasar días allí y para él estaba bien en tanto estuviesen juntos, pero para el acuariano las cosas no eran tan sencillas. -Milo, eres increíble. –Exclamó aproximándose al que yacía sentado en su sofá. -Hasta que lo reconoces. –Le ofreció una sonrisa pícara, de las que siempre mostraba. Camus entrecerró los ojos y arrojó sobre las piernas del otro una caja vacía de chocolates. -Pudiste preguntarme antes de comértelos. -¿Comérmelos? –Preguntó con incredulidad. –Camus, había solo uno, ¡Dejaste solo uno! –Recriminó. -De todas formas era mío. –Se defendió el de cabellos aguamarina. –No debiste comértelo sin permiso. -No me hubieras dado permiso. –Refunfuñó Escorpio. -No, porque era mío. –Tomó asiento al lado de su pareja a pesar del enojo que crecía en su interior. Milo negó resignado. -Ya que al parecer me enamoré de un niño de cuatro años –Volteó a verlo enfatizando en lo último. –Te voy a comprar otra caja. El dueño de la casa se mostró menos contento aún, probablemente más por el insulto que por otra cosa. -¿Para así comértelos de nuevo? -Sí, así veo como se te arruga la nariz cuando te enojas. –Sonrió intentando alcanzar su nariz pero el otro volteó avergonzado y ofendido, lastimosamente dichas reacciones no servían en absoluto para hacer que Milo se detuviera, de hecho provocaban el efecto contrario. Camus solo respiró hondo y volvió a mirarlo con la frialdad de un glaciar. -¡Bueno, yo viajaba hasta Siberia para verte, pasaba un frío del demonio en ese inhóspito pedazo de tierra congelada, dejo mi templo la mayor parte del tiempo para estar contigo, y obedezco casi todas tus estúpidas reglas de convivencia para que estemos bien! ¡Y de veinte chocolates, tú te comes diecinueve y yo me como uno! ¡Ah, pero que no sea el último porque te alocas! –Soltó con el ceño fruncido. –Y dime, ¿Tu qué haces por mí? –Golpeó la caja que había quedado vacía, quitándola de sus piernas y mandándola justo en medio de ambos. Camus guardó silencio por un momento, pero el de Escorpio a su lado no toleraría mucho más. -…Te aguanto. –Respondió después de su enigmática pausa, cabizbajo sin mirar a su pareja. Milo apretó los dientes y su mirada turquesa se llenó de indignación. -¡Y te enseño modales! –Volteó a verlo con ligera inseguridad, aunque odiaba que un sentimiento tan común guiara sus acciones, sabía por demás que si no hacía algo lo suficientemente bueno, Milo se iría en los próximos diez segundos. Tal vez pasaba demasiado tiempo pensando en normas de convivencia para reprimir actitudes de su pareja, pero no se había fijado lo suficiente en su propio accionar. -Y… Te dejo el último chocolate de mis cajas. –Contestó temeroso y cabizbajo otra vez, volviendo a tomar el contenedor y dejándolo sobre las piernas del otro.   El griego observó el cartón y luego a su amante. Cada vez que se indignaba con su pareja de esa forma, se preguntaba por qué elegiría pasar su vida con alguien como Camus, y al instante encontraba tantos miles de motivos que era difícil continuar enojado. -En ese caso tú te comiste mi chocolate. –Afirmó logrando que los ojos violáceos del francés se posaran con curiosidad sobre él. –Camus tú te comiste ese chocolate anoche, no lo recuerdas bien porque estabas medio dormido, pero fuiste tú. -Comentó con suma tranquilidad y entonces los recuerdos golpearon fugazmente la mente del protector de acuario. El hombre continuó en silencio, como cada vez que no tenía la razón en una discusión, sin embargo de un momento a otro volvió a posar sus bellos ojos sobre los de su compañero. -Si sabías que fui yo, ¿Por qué no lo dijiste antes? -Porque quería saber hasta dónde eras capaz de llegar por un méndigo chocolate, Camus de Acuario, ¿No te da vergüenza? –Frunció el ceño y lo miró de forma exigente. Camus se sintió un poco avergonzado pero al mismo tiempo tuvo que contener las ganas de soltar una carcajada. -Lo siento Milo –Dijo y tomó de nuevo la caja dedicándose a observarla. –Entonces yo compraré más chocolates y te dejaré el último. –Finalmente le sonrió mucho más dócil, el otro permaneció serio a pesar de que la sonrisa de su acompañante fuese una de las cosas que más atesoraba en la vida. -¿Por qué siempre sales ganando? –Preguntó sin ánimo de obtener respuesta. Camus se estiró y le dio un beso en la mejilla antes de levantarse. -Soy el único que puede vencer al gran Milo de Escorpio. –Dijo colocándose detrás del sofá. -No te emociones tanto. –El otro se cruzó de brazos sentado, todavía dándole la espalda. Camus volvió a sonreír. -Yo también me enamoré de ti, Milo. –Le dijo con suavidad para ablandar aún más al caballero del octavo templo, y enseguida le dio un golpecito en la cabeza con la caja que traía entre sus manos. –Pero los chocolates son míos. Milo no hizo más que reírse. -Eres un demente. –Comentó el de ojos celestes mientras lo veía salir de la sala, probablemente porque se dirigía al mercado.   Desde que Camus le había permitido a Milo pasarse todo el tiempo que deseara en el templo de acuario, se había dado cuenta de que existía algo que le gustaba más que la coherencia y el orden, mucho más que las normas de convivencia y una vida pacífica, e incluso, más aún que el chocolate. -----x---------x------- Bebés <3 OMG ¿Ustedes leyeron todo? Entonces también son mis bebés <3 Hace poco en una página de facebook había visto algo como un reto de escribir una escena de tu OTP peleandose porque uno se comió el último chocolate del otro. Como yo siempre hago el chiste de Camus siendo un maniático de los dulces se lo comenté a una amiga para hacer gracia, pero ella me animó a escribir en serio y terminé improvisando algo. Después hice unos dibujos al respecto, porque quería compartirlo con ustedes :D siento que es demasiado corto como para publicarlo en fanfic, pero se los quería mostrar, y al inicio pensé en hacerlo cómic, pero después recordé que soy muy vaga para dibujar un manga y planear el storyboard y todo eso :’v 
Tumblr media
 Cuando acusaste a tu novio de comerse tu chocolate pero recuerdas que te lo comiste tu porque eres una vaca desmemoriada (?) Pero esta bien porque eres la vaca de Milo
128 notes · View notes